1.
* Rene Canese Azzi es arquitecto, docente de la Facultad de Arquitectura de la
Universidad Nacional de Asunción. Desde 1999 participa en la Red HABYTED
XIV.C “Capacitación y Transferencia Tecnológica para la Vivienda Social” del
Programa CYTED. Es Director del Instituto de Construcciones ICE, FAUNA.
Ponencia: Rene Canese Azzi,
Red XIV.C de HABYTED,
Paraguay
El interés social de
la vivienda
La arquitectura contiene, inevitablemente y de manera congénita, un
componente social que se manifiesta tanto desde las respuestas espaciales
individuales, condicionadas naturalmente por este tipo de factores, como por
la imagen de las estructuras sociales que representa.
El progreso y desarrollo urbano son, de hecho, manifestaciones de las
particularidades culturales, organizativas y, tal vez, económicas de los grupos
sociales que los orientan y dirigen. Así la arquitectura, en general, se ha ido
convirtiendo paulatinamente en una de las expresiones externas más
representativa del status de ciudades, países o comunidades.
A tal punto que la disponibilidad de “monumentos paradigmáticos” ha sido
motivo de disputa y competencia entre quienes pretenden destacarse por la
producción y materialización de edificios o conjuntos urbanos verdaderamente
emblemáticos.
Esta participación del componente social resulta mucho más acentuado cuando
estamos hablando de la vivienda. Y no solamente desde el punto de vista
representativo sino, además, porque su propia accesibilidad nace de una
necesidad que se vincula reiteradamente con temas de tipo social y/o
socioeconómico.
Capítulo 1
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“La vivienda no es un problema en sí, el problema de la vivienda no
existe, existe el problema del trabajo, de la productividad.
Si tu no tienes trabajo, no tienes casa… … …“
Fruto Vivas, 1981
La vivienda de interés social
El uso de la terminología Vivienda de Interés Social equivale, de hecho, a una
superación beneficiosa de su acepción anterior mediante la cual se la
identificaba como la Vivienda Económica o de muy bajo costo. Que se
manifiesta, sobre todo, a partir de diversas publicaciones de la década del 50
que concluyen - con una expresividad terminante- y en la cual se individualiza
a la Vivienda de Interés social como:
“Toda aquella que, de una u otra forma, trata de resolver el problema de
la habitación para familias que no están en condiciones de hacerlo por
sí mismas en las condiciones corrientes del mercado inmobiliario”1
Como vemos, se trata de una definición que apunta a una prestación social
muy amplia que no involucra las condiciones propias de la vivienda sino que
está dirigida, de manera directa, a las particularidades socioeconómicas del
grupo a la cual se orienta.
Es decir que no se profundiza sobre el “¿cómo?” de esa respuesta sino a “¿quién
es el sujeto que origina la necesidad?”.
La acotación “de una u otra forma” evidencia una intencionalidad determinante
y, denota a su vez, una decisión concreta de resolver definitivamente este
problema; independientemente de la modalidad mediante la cual sea afrontado
y/o abordado. Siempre que asumamos con total claridad que el alcance de la
frase precitada - “de una u otra manera” - no implica una interpretación de la
misma como sinónimo del término “de cualquier manera”.
Esto, sin dudas, debe ser es así porque, en el campo del lenguaje arquitectónico,
no resultan válidas las resoluciones que privilegien, exclusivamente, alguna
de las condicionantes que participan; sino que el mejor resultado final sólo
1
Del artículo “La Vivienda de interés social en Montevideo” Arq. Hugo Baracchini aparecido en la Revista de la
Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República Oriental de Uruguay Nº7 del mes de Diciembre
de 1966.
Seminario Vivienda de interés social.
Situación actual y perspectivas.
Mayo del 2000
Seminario Vivienda de interés social.
Situación actual y perspectivas.
Mayo del 2000
puede provenir del balance más afinado posible de todos los factores
intervinientes.
Es por eso que las propuestas arquitectónicas que favorecen una única vía
producen efectos incompletos que generan un estado de insatisfacción
colectiva derivada de la excesiva direccionalidad hacia la cual se orienta la
determinación adoptada.
Podríamos concluir, finalmente y por ahora, que, en el fondo, la definición
precitada de la vivienda de interés social se nos presenta como un llamado de
atención sobre la imperiosa necesidad de enfrentar la problemática
urgentemente y no parece estar referida a la respuesta arquitectónica apropiada
para encararla.
La vivienda de interés social en el Paraguay
Tal vez con un sentido algo diferente en nuestro país, el enfoque parece
encaminarse a otro rumbo y basarse en otro tipo de parámetros; de acuerdo a
lo que se desprende del texto del Artículo Nº 32 de la Ley 118/90 que la
define de la siguiente forma:
Viviendas de Interés Social : son las edificaciones habitacionales “destinadas
a familias de muy bajos ingresos y económicamente débiles que, debido a
tales limitaciones, no tienen acceso, en la actualidad, al financiamiento en
las condiciones corrientes de los préstamos. Son de menor costo que las
económicas conforme a una tecnología más sencilla, materiales
alternativos más baratos y sistemas especiales de ejecución. Por la prioridad
de los intereses, en general es responsabilidad del Estado implementarlas a
través de tratamientos diferenciales de financiamiento”.2
La caracterización que hace la Ley sobre el tema resulta mucho más abarcante
que la anterior porque agrega componentes muy importantes –el económico,
el tecnológico y la responsabilidad del Estado -.
Podemos interpretarla, además, como un aporte beneficioso; sobre todo porque
la definición incorpora algunas variables arquitectónicas insoslayables.
2
Memoria y Balance 1997 del CONAVI y BNV. 41
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Seminario Vivienda de interés social.
Situación actual y perspectivas.
Mayo del 2000
Seminario Vivienda de interés social.
Situación actual y perspectivas.
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Pero sin dejar de lado el componente de solidaridad y asistencia social de la
comunidad para quienes soportan una situación desfavorable y desventajosa
ante el resto de sus compatriotas.
Aparece, y por primera vez, un responsable directo de la implementación de
las respuestas –el Estado - convirtiéndolo en un protagonista trascendente
que supera circunstancias y coyunturas; lo cual coloca la Vivienda en un
plano similar al de la Salud y la Educación.
A pesar de que la Ley desarrolla una definición bastante completa resulta, sin
embargo, limitativa; ya que desconoce –o, por lo menos, no incorpora- otros
factores arquitectónicos tan importantes como la forma, la funcionalidad, las
cuestiones culturales, las tipologías autóctonas, la identidad, el patrimonio,
el sistema medioambiental, el contexto y otros.
Como consecuencia de lo cual corre el riesgo de no resolver, totalmente, la
problemática de manera integral dejando resquicios muy expuestos que
representan flancos descubiertos que, más tarde o más temprano, pueden
producir efectos negativos sobre los resultados obtenidos.
De hecho, la aceptación terminológica de la definición de la vivienda sobre
la base de dos adjetivos calificativos –interés social- implica una aproximación
inicial al tema que -si bien no establece mecanismos específicos sobre cuales
serán las contingencias que permitirán producir este efecto- plantea, por lo
menos, una condición importante que, probablemente, marcará los resultados.
Por medio de la cual se pretende superar diversos tipos de “carencias mayores
3
y más complejas que las de la supervivencia física inmediata”
3
La situación de nuestros sectores más pobres exhibe suficientes muestras de que sus carencias no se limitan a la
falta de disponibilidad de bienes y servicios que, efectivamente, padecen: la realidad de su vida y de su presencia
en nuestras sociedades exhibe otro tipo de carencias –igualmente imperiosas- que impiden su acceso a
situaciones de plena satisfacción y jeraquización social e impiden el acceso de nuestra sociedad a una estructura
genuina de relaciones democráticas y equitativas. Estas categorías se identifican como:
Carencia de poder de gestión y negociación
Carencia de inserción social satisfactoria o equitativa
La integración social como objetivo de las políticas habitacionales. Víctor Saúl Pelli
4
Las metas explícitas de las políticas habitacionales se consideran, de esta manera, alcanzadas si los productos son
apropiados por los “beneficiarios primarios” predeterminados (sectores carentes de bienes y servicios
habitacionales) y si los beneficiarios laterales de los procesos de producción y transferencia son apropiados por
los “beneficiarios secundarios” –también predeterminados- (sectores de la producción, el comercio y las
finanzas).
La integración social como objetivo de las políticas habitacionales. Víctor Saúl Pelli 43
Innovación tecnológica y vivienda
Capítulo 1
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El interés social no se circunscribe, solamente, a los beneficiarios directos del
resultado final producido sino que abarca otros numerosos aspectos4 como
es el caso de la generación de empleo, el efecto multiplicador de la ecuación
económica que implica una producción masiva de unidades habitacionales,
el de la capacitación y/o, tal vez uno de los más destacables, el desarrollo de
la autoestima de quienes se arraigan por medio de un lugar para residir.
Con todo lo cual la obtención de un espacio donde residir se integra y
complementa con formas de promoción social; en un sentido amplio e
involucrante.
La producción de viviendas de interés social
Este tema ha tenido siempre algo así como dos facetas.
Una de ellas orientada particularmente a las modalidades de Gestión -pública
y privada-. Y la otra, fundamentalmente relacionada con la resolución
Tecnológica concreta de las unidades habitacionales.
Ambas conectadas por el parámetro económico-financiero que, por supuesto,
afecta a los dos.
La coordinación de tantos factores resultó siempre muy compleja y, en general,
los países como el nuestro quedaron –casi siempre- expuestos a las pautas
marcadas por los organismos financieros internacionales que aportaban el
componente monetario y, por tal motivo, orientaban las respuestas en ambos
campos.
Las diversas modalidades de financiación desarrolladas para hacer accesible
la vivienda “para familias que no están en condiciones de hacerlo por sí
mismas en las situaciones corrientes del mercado inmobiliario”5 han planteado,
en el fondo, un verdadero callejón sin salida que, a través del tiempo, no
trascendió eficazmente como una alternativa viable. Es factible que la
sobrevaloración de las cuestiones económicas como mecánica operativa haya
producido algunas respuestas aisladas para grupos sociales con capacidad de
ahorro que solamente requerían una facilidad financiera para lograr sus
objetivos dentro del campo de la vivienda.
5
Ver definición planteada en la Ley nacional de Viviendas.
Seminario Vivienda de interés social.
Situación actual y perspectivas.
Mayo del 2000
Seminario Vivienda de interés social.
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Pero lo concreto es que no se obtuvo una posibilidad cierta de alcanzar una
vivienda digna para grandes sectores poblacionales.
Lo que sucede –y muy especialmente en nuestro país- es que existen amplias
capas sociales –acaso una mayoría- que no tiene posibilidades de acceder a
una resolución del problema habitacional en “ninguna de las condiciones
del mercado inmobiliario”.
Es que, en realidad, no tiene capacidad de ahorro.
Por eso los compromisos económicos que asumen estos grupos con el objeto
de lograr un inmueble resultan incumplibles y generan, solamente, una deuda
interna que no puede ser satisfecha; provocando –por ese mismo motivo- una
reacción en cadena y una instancia de desestabilización del grupo familiar
que ocasiona, a su vez, innumerables conflictos acompañados de una grave
pérdida de su autovaloración social.
La alta morosidad en las cuentas de quienes accedieron a unidades
habitacionales por mecanismos de este tipo –a veces con cuotas muy bajas y
accesibles- demuestra, luego de varias experiencias fallidas, que ya no hay
Imagen de un material
de referencia publicado verdaderas opciones dentro de las estrategias que pretenden abatir el déficit
en un periódico local
acerca del impacto de por medio de complicados mecanismos económico-financieros.
los desastres naturales
en el interior del país.
Lo mismo puede decirse
respecto de la utilización
persistente de tecnologías
convencionales, generalmente
muy onerosas y cuyo único
resultado ha sido una alta
depredación de recursos
naturales; algunos de ellos en
forma irreversible.
Es, por lo tanto, el momento de
la búsqueda de nuevos
senderos.
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Innovación tecnológica y vivienda
Capítulo 1
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Participación y Cooperación
La situación actual de la vivienda en el Paraguay y, tal vez, en una gran cantidad
de países latinoamericanos nos obliga, como primer paso, a la comprensión
y el reconocimiento de la existencia de una problemática pendiente.
Y, además, de que su resolución es una responsabilidad colectiva que nos
compete en forma independiente de nuestro rol personal en la sociedad.
Por encima de la propia aceptación de una situación muy grave que debemos
afrontar - que, por suerte, parece haber sido asumido oficialmente y, por ello
mismo, dejado de ser un tabú- nos resta canalizar las respuestas de manera
eficaz y con un alto grado de legitimación social.
La plena participación de los actores y/o sujetos involucrados es, acaso, uno
de los caminos iniciales más importantes a considerar y puede resultar,
finalmente, esencial ya que establece un compromiso muy sólido entre los
resultados materiales y los ocupantes de los espacios creados. Quien ha sido
autor o participado en la gestión, elaboración del diseño y materialización de
su casa –o por lo menos en una de esas etapas- se convierte en un protagonista
que, independientemente de su capacidad de autocrítica, asume una relación
muy especial con su obra que le impide renegar de ella. Sabe que el
perfeccionamiento del resultado obtenido dependía, también, de sí mismo y
de su propia capacidad y compromiso.
Pero, tal vez aún más importante que la contribución individual, resalta el
factor cooperación. Porque no existen mecanismos participativos aislados –
por ejemplo los denominados de autoayuda- capaces de suplantar las
potencialidades de una sumatoria de esfuerzos colectivos.
La comprensión de que “todos juntos podemos más” se convierte, de esta
manera, en un axioma con un alto grado de aceptación; sobre todo porque la
aparente simpleza del planteamiento es de muy fácil accesibilidad. Y, por eso
mismo, de mucha credibilidad.
Seminario Vivienda de interés social.
Situación actual y perspectivas.
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Situación actual y perspectivas.
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En definitiva lo que se puede vislumbrar en el horizonte es un sendero abierto
que está por el rumbo de la participación y la cooperación mutua. Muchos
otros caminos han sido recorridos anteriormente y, sin embargo, el problema
de la vivienda está ahí; sin resolver.
Las soluciones tradicionales con un alto componente de clientelismo y
facilismo no han surtido efecto por la falta de un compromiso sólido
compartido y participativo. Tal vez sea cuestión de animarse y comprender
que la resolución de la problemática de la vivienda es una necesidad de la
sociedad en su conjunto y que, en esos términos, ella debe hacerse cargo.
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Innovación tecnológica y vivienda