UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MEXICO.
BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO
[LC] GY 706.5 €36.2020 [Dewey] 306.453 C36.2020
Campos de juego, arenas rituales, espacios de aficién: socioantropologia del deporte y el
futbol / coordinadores, Guillermo Alonso Meneses, Ménica de la Vega Carregha; [au-
tores] Andrés Fabregas Pui; {et al.]. — México: Universidad Iberoamericana Ciudad
de México, Tijuana: El Colegio de la Frontera Norte, 2020 — 232 pp. — 17 x 23 cm. —
ISBN: 978-607-417-745-9
1, Deportes ~ Aspectos sociales ~ México. 2. Juegos ~ Aspectos sociales — América Latina.
3. Deportes y Estado ~ México. 4. Futbol — Aspectos sociales — México. 5. Futbol para
mujeres ~ Aspectos sociales — América Latina. 1. Alonso Meneses, Guillermo. Il. Vega
Carregha, Monica de la. IIL Fabregas, Andrés. IV. Universidad Iberoamericana Ciudad
de México. Departamento de Ciencias Sociales y Politicas. V. El Colegio de la Frontera
Norte (Tijuana, México).
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Primera edicién: 30 de diciembre de 2020
ISBN: 978-607-417-745~9 Universidad Iberoamericana
ISBN: 978-607-479-369-7 El Colegio de la Frontera Norte
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La antropologia del deporte en México.
Revision de su emergencia como campo de estudio
Andrés Fabregas Puig
Introduccién
En México, la antropologia nacié bajo la égida del Estado. Fue este el que tra-
26 los temas que debia desarrollar, en concordancia con sus propios proyectos
y las necesidades de un pats recién constituido en el siglo s«x, y posteriormen-
te reconfigurado en las primeras décadas del siglo xx, al triunfar la Revolucién
mexicana iniciada en 1910. En aquellos momentos, al acometer la transforma-
cidn del Estado, se priorizaron dos grandes temas relacionados con la antro-
pologia y la historia: consolidar una sociedad nacional con su respectiva
identidad nacional e integrar a la poblacién indigena a esa sociedad y nacio-
nalidad. Los primeros antropélogos modernos en México se dedicaron a aten-
der esa demanda del Estado, aunque hubo excepciones. Asi, la antropologia
mexicana se destacé por el disefio y la aplicacin de un proyecto de acultura—
cion inducida, el indigenismo, que al mismo tiempo que buscé la asimilacion
de la poblacién indigena, definia al prototipo de mexicano que el Estado na~
cional buscaba. Con el transcurrir del tiempo, la antropologia mexicana se
ampli6, se diversificé y surgieron nuevos temas, mientras los centros de en-
sefianza de la disciplina se extendfan a lo largo y ancho del pais. En efecto, a
partir de la fundacién del Departamento de Antropologia Biolégica en la Es-
cuela de Ciencias Bioldgicas del Instituto Politécnico Nacional [1ex] en 1938,
las disciplinas antropoldgicas recibieron nuevos aportes y estimulos para su
ensefianza. El 3 de febrero de 1939 se fundé el Instituto Nacional de Antropo-
logia e Historia [mas] con la encomienda de velar por el patrimonio cultural
del pais, tangible e intangible, ademas de atender a los pueblos originarios.
Pero sera hasta 1942 cuando nazca la Escuela Nacional de Antropologia e His-
toria [enax], al acordar el wy, la Universidad Nacional Auténoma de México
{unan] y el propio Museo Nacional, que se reuniesen todas las cdtedras de las.
5354. Campos de juego, arenas rituales, espacios deaficisn
disciplinas antropoldgicas en un solo recinto escolar, Asi nacié Ja eax con las
especialidades de arqueologia, antropologia fisica, lingiiistica y etnologia,
otorgando a los egresados el titulo correspondiente y el grado de maestro en
Ciencias Antropoldgicas. La sax, ademds, quedé incorporada al inass.
El principal objetivo de la nueva enas fue el de preparar a profesionales que
apoyaran la politica de asimilacin cultural puesta en practica por el Estado
nacional mexicano bajo el rubro de indigenismo. Se tenia Ja conviccién, por
parte de los circulos de poder y gobernantes, que todos los pueblos originarios
deberian transmutarse en mexicanos [como si no lo fuesen], respondiendo a
un prototipo cultural “mestizo” elaborado desde el Estado nacional. La ena
deberia preparar a los antropélogos que conducirian el proceso de acultura-
cién, cuyo resultado seria la creacién de una cultura nacional y la desaparicion
de la variedad cultural del pais. Durante el periodo que va desde 1942 hasta
1970, la snau desarrollé un plan de estudios encaminado a responder a los
retos del indigenismo. El Movimiento Estudiantil de 1968 aceleré la critica al
indigenismo que venia surgiendo entre estudiantes y profesores de la propia
ena, lo que se manifesté con la publicacién del libro titulado De eso que llaman
Antropologia Mexicana, en el que escribian los miembros de la llamada “gene-
racién critica”: Guillermo Bonfil, Arturo Warman, Mercedes Olivera, Marga-
rita Nolasco, Enrique Valencia. A partir del Movimiento estudiantil de 1968, de
la publicaci6n del libro referido, de la presencia de Angel Palerm y de nuevas
generaciones de antropélogos mexicanos, la antropologia se diversific6, tanto
institucionalmente como en su enseiianza tematica. Surgieron temas que re-
basaban la sola preocupacién por el indigenismo tales como el campesinado,
Jas clases medias, la antropologia urbana, la antropologia politica, una nueva
etnografia, el estudio de los jévenes, la marginacién social, la condicién de la
mujer y las manifestaciones religiosas. Pero el estudio del deporte no fue con-
siderado en esa diversificacin tematica de la antropologia en México, quizé
porque no se la concibié como un hecho social relevante, ni como un factor
cuitural significativo. Sin embargo, no dejo de mencionar que hacia 1965, en
Ja exau, en el curso de Introduccién a la Psicologia Social, el profesor Isidro
Galvan hablé de la importancia de estudiar el papel del deporte en las socie-
dades contempordneas. Pero esa llamada de atencién no tuvo mucho eco de-
bido a la prevalencia del indigenismo y el énfasis en estudiar a los pueblos
originarios, a la “cuestién étnica”, como se le nombraba. Con todo, debe
considerarse a Isidro Galvan, quien fue psicdlogo de la Seleccién NacionalLaantropslogia d
varonil de futbol, como un pionero en el estudio del deporte desde las ciencias
sociales.
Fue en las postrimerias del siglo xx que se iniciaron en México los estudios
antropolégicos del deporte, aunque en otras disciplinas, como lo sefialé, se
tocé el tema, o en otros campos como la narrativa literaria. Desde esos prime-
ros intentos por entender el deporte y su mundo desde las ciencias sociales, la
atencién se dirigié hacia el futbol, considerado desde la segunda mitad del
siglo xx como el deporte con mayor aficién en el pais. Porque, efectivamente,
el box, el béisbol y el basquetbol fueron deportes populares en México hasta
que el futbol los desplazé en concordancia con los intereses de los grandes
medios masivos de comunicacién, en particular, las televisoras, que son las
que Io situaron como el deporte-espectaculo de las mayorias.
Lo que ocurrié fue que al nivel mundial hubo una paulatina transforma-
cién de este deporte en un espectaculo y en un negocio de grandes proporcio-
nes, y México contribuyé celebrando dos de los mundiales mas importantes:
los de 1970 y 1986. Sin embargo, a pesar de esos antecedentes, el primer libro
publicado por un antropélogo —no el primer estudio— acerca del deporte rey
en México fue Lo sagrado del rebario (Fabregas, 2001a), dedicads a estudiar a
Jos aficionados del club Guadalajara, que en los afios en que se sitta el estudio
(2999-2000) era el equipo mas popular en el pafs. La publicacién de este bre-
ve libro fue seguida por otros mas, como el texto de Roger Magazine Azul y oro
como mi corazén (2008), y por la fundacién de grupos y redes de investigacién
que, aunque centrados en el futbol, fueron ampliando el interés de estudio
hacia otros deportes. Para la antropologia, el estudio del deporte significé
abrir un nuevo campo temético que ha permitido conocer angulos de la expre-
sion emocional y cultural que no habian sido tomados en cuenta. Es més, en
la actualidad, bien podemos afirmar que existe una “antropologia del depor-
te” como especialidad tematica dentro de la antropologia llamada, redundan-
temente, cultural. Esta nueva rama del saber antropoldgico abarca una amplia
variedad de aspectos de la cultura contemporénea, situando al estudio de las
aficiones deportivas, como una estrategia de investigacién que contribuye a
entender procesos como el de la configuracién de comunidades de identifica-
cidn, los contextos de la identidad, la movilidad y variedad de los Procesos
identitarios, asi como aspectos relacionales con la economia politica del capi-
talismo y el deporte-espectaculo.
55ss de aficién
56 Camposde juego, arenas ituales,
En este capitulo me he centrado en localizar y comentar aquellos trabajos.
publicados que marcaron esa tendencia, y en particular aquellos de corte an-
tropolégico. Desde el afio 2000, la bibliograffa analitica del deporte en México
ha ido en aumento, generandose desde diversas disciplinas como ciencias de
la comunicacién, sociologia, ciencias politicas, historia y, por supuesto, an-
tropologia. Un primer panorama de la emergencia de publicaciones en este
campo fue realizado por Gabriel Angelotti en su tesis presentada en 2008,
donde informa y comenta sobre toda trabajos de tesis dedicadas al andlisis del
deporte en diversas instituciones (Angelotti, 2008, pp. 86-91).
Los comienzos
Uno de los primeros cientificos sociales que publicé en México acerca del de-
porte fue Isidro Galvan, quien se desempeiié como psicélogo de la Seleccién
Nacional hacia la segunda mitad de la década de 1960. En su texto “La psico-
logia social del futbol” (Galvan, 1966a) discute los rasgos psicolégicos de los
jugadores y los vincula a las relaciones sociales que se forjan en ese Ambito.
En otro trabajo, Galvan (1966b) se preocupa por desvelar las causas de la vio-
lencia en los estadios, discutiendo la figura del Arbitro y el impacto emocional
de sus decisiones. Asimismo, en el dmbito de Ia literatura, uno de los primeros
textos que exploré el tema del deporte es el de Guillermo Samperio, Lenin en
el futbol (1978), una antologia de cuentos del escritor mexicano donde hace
gala de la satira y el buen humor como medios para elaborar una critica de la
sociedad. Unos afios antes, en 1975, también publicé Fuera del ring, un texto
pionero en el ambito literario mexicano que conseguia hacer un acercamiento
inédito al mundo del deporte.
En el campo de la antropologia, uno de los primeros trabajos en analizar
el papel del deporte en la sociedad es el de José Fernando Huerta Rojas, quien
presenté su tesis para la obtencidn de la Licenciatura en Antropologia Social
en la Benemérita Universidad Auténoma de Puebla, analizando el papel del
futbol y del béisbol como expresién de la masculinidad entre un grupo de
obreros en la fabrica de autos Volkswagen de la ciudad de Puebla (Huerta,
1996). Un afio después, Claudia Palma Rubin de Celis public El mundo del
futbol (1997), donde afirma que este deporte es un fenémeno social que gene-
ra situaciones econémicas y politicas de insoslayable presencia cotidiana.
Mama la atencién que en Ia bibliografia citada por esta autora solo apareceuna referencia previa publicada en México y se trata de Alejandro Olmos y su
texto “El juego de la patada... y de los délares” (1994).
De los trabajos pioneros destaca el de Juan Cid y Mulet (1960-1961) que
sigue siendo lectura obligada para la reconstruccién de la trayectoria del fut-
bol en México. Un destacado jugador, Jaime “Tubo” Gémez publicé, en 1997,
la historia oficial del club Guadalajara. Por su parte, José Ramon Fernandez,
uno de los comentaristas deportivos mexicanos més importantes desde hace
décadas, dio a conocer su libro El futbol mexicano, un juego sucio? (1994), obra
en la que resefia los torneos mundiales y la participaci6n de la Seleccién mexi-
cana en ellos. El texto de Greco Sotelo, publicado en 1999, resume la historia
del club Guadalajara con importantes menciones hacia otros equipos.
Mas recientemente, han sido importantes los trabajos escritos por Juan
Villoro que oscilan entre la literatura y la sociologia del futbol; dos de los li-
bros mas destacados son Los once de la tribu (1995) y Dios es redondo (2006).
Villoro ha contribuido al andlisis de aspectos importantes en la practica del
futbol y sus consecuencias sociales y culturales, ademés del aporte literario de
sus textos. No menos importante es destacar que su escritura ha dado profun-
didad al andlisis del deporte ayudando no solo a su difusidn sino a su acepta-
cién como un tema importante para la comprensién de la sociedad y la
cultura contempordneas.
En el siguiente apartado abordo la tematica del estudio del deporte desde
la antropologia en México.
Desarrollo y consolidacién: los temas
En el afio 2000 publiqué un articulo en un periédico de la ciudad de Guadala-
jara, Jalisco, que abord6 la relacién entre el futbol y el nacionalismo en Méxi-
co (Fabregas, 2000). En el texto mencionado avancé algunas de las
consideraciones que serfan expuestas con mayor amplitud en el libro Lo sagra~
do del rebanio (Fabregas, 2001a), cuyo tema central es explicar el papel de un
equipo de futbol como simbolo de una identidad nacional que parte de
un contexto regional. El estudio ocurrié en un momento en que el pais dio un
vuelco, ingresando al momento actual por el que pasa. El propio deporte, en
general, y el futbol, en particular, se consolidaron como un espectaculo que
ofertaba ganancias considerables a los empresarios de ese amo, incluyendo a
las televisoras y las compafifas cerveceras.58. Campos de juego, arenas rituales, espacios
En la primera edicién de Lo sagrado del rebafio hice hincapié en el papel del
nacionalismo, la configuracién de una nacionalidad mexicana alentada desde
el Estado y el lugar que ocupé el equipo Guadalajara, las Chivas Rayadas, en la
consolidacién de esos sentimientos. En la segunda edicién del libro (2010), se
advierten los cambios del pais y cémo repercuten en un equipo de futbol cuyo
simbolismo se va diluyendo conforme el propio nacionalismo pasa a segundo
término, y los postulados de la Revolucién mexicana que atin tenfan presencia
en la segunda mitad del siglo xx, se sustituyeron por los del neoliberalismo y
los principios del capitalismo contempordneo en general. El mismo equipo de
las Chivas Rayadas actual, configurado en estos nuevos escenarios, pasé a ser
un negocio, y su papel como simbolo de una nacionalidad cada vez més difusa
también se ha puesto a prueba a la vez que la aficién cambia. Los seguidores
otrora fieles ya no asisten como antes a los partidos en el nuevo estadio em-
presarial y el club pasa por un momento de reconfiguracién de su identidad.
Precisamente Lo sagrado del rebafio apunta al tema de las identidades y su
simbolismo como un recurso para entender al nacionalismo desde el andl
del futbol y el papel que jugé una regién en ello. Es decir, se analiza tanto el
nacionalismo mexicano desde la dptica regional, en este caso, de Guadalajara,
como un mundo complejo de interrelaciones sociales y los simbolismos co-
rrespondientes, buscando explicar por qué el futbol es un mecanismo tan
eficaz de movilizacién masiva que despierta pasiones y sentimientos, al grado
de colocar a un equipo de futbol como simbolo nacional.
Este planteamiento también fue expuesto en un texto publicado en el
mismo afio, titulado “El futbol como escenario politico” (Fabregas, 2001b).
De esta manera, se configuré una primera linea de anilisis, la formacién de
las identidades colectivas en relacién con el deporte, y en particular con el
futbol. En 2002, en un trabajo publicado en un ntimero de la revista Tierra
Adentro, sefialé diez subtemas asociados al andlisis antropoldgico del futbol
que dieciséis afios después siguen vigentes: 1) la relacién entre el futbol y la
consolidacién del Estado nacional; 2) el futbol como integrador de identida-
des colectivas; 3) el futbol como espacio para la manifestacién de las emo-
ciones colectivas; 4) el futbol como un espacio cultural; 5) el futbol como
reproductor de ambitos sociales; 6) el futbol como ideologia y simbolo de los
conflictos clasistas en la sociedad actual; 7) el futbol como negocio; 8) el
futbol como generador de una supraestructura de poder; 9) la violencia en
el futbol, y 10) el futbol como ritual (Fabregas, 2002).Mis recientemente, en el contexto del campeonato de la liga mexicana de
futbol y con motivo del triunfo de las Chivas después de once afios sin con-
quistarlo, escribf: “Qué fuerza impele a un comportamiento semejante? Es el
tiempo preciso en que una inmensa comunidad de identificacion se hace pre-
sente, demostrando el poder de la identidad y la vigencia de un nacionalismo
popular que no pocos han declarado extinto” (Fabregas, 2017, p. 4). Se sigue
manifestando el hecho de que més alla de los negocios y los arreglos —turbios
‘ono— en los que se mueven los intereses impulsados por la codicia, el depor-
te en general y el futbol en particular crean ambitos precisos en los que las
expresiones masivas derrumban el conservadurismo de las sociedades al mis—
mo tiempo que exhiben las desgarradoras desigualdades de una sociedad
como la mexicana. En los trabajos citados segui un método histérico-critico,
en cuyo contexto situé a la practica del futbol como un proceso que transité
del deporte al deporte-espectaculo y el mundo de los negocios, propio de una
economia politica capitalista. En este sentido, y desde un punto de vista teé-
rico, la relacién entre la practica de un deporte, su conversién en espectaculo
y su entrada al orbe empresarial, implican una separacién entre los motivos
de identidad que animan al aficionado y los objetivos empresariales de acu-
mular dinero que caracterizan a los duefios de los equipos. Ello quiere decir
que los aspectos culturales que motivan al aficionado son usados por los em-
presarios para fines econémicos, que estan separados de los objetivos cultu-
rales. Lo anterior demuestra una dindmica particular de la economfa politica
capitalista de adaptar factores culturales a los objetives de acumulacién y
control que caracterizan a los empresarios,
El método etnogréfico ha probado su eficacia en los estudios antropolégi-
cos del deporte en general y del futbol en particular. La etnografia de los ba-
rtios o de los pueblos futboleros, asi como de un partido, son la base para
pasar a la reflexidn. En este sentido, los acontecimientos més recientes en el
4mbito del futbol como un deporte-espectaculo, demandan nuevas perspecti-
vas teméticas y tedricas. La etnografia, para el andlisis antropolégico, sigue
siendo basica. La movilizacién masiva que causé la final de la Champions de
Europa entre dos equipos ingleses, en una ciudad como Guadalajara, es digna
de atenci6n. Los tapatios presenciaron masivamente el juego entre el Liver-
pool y el Manchester instalados en bares, restaurantes, locales ex profeso,
domicilios particulares. En los locales piiblicos, uno podia observar —y etno-
grafiar— a los aficionados mostrando sus preferencias y celebrando los goles60 Campos de juego, arenas rituales, espacios de alicién
y la victoria del equipo por el que apostaron. En este caso, lo que se observé
fue la capacidad del futbol para convocar a una concentracién masiva, en una
ciudad muy lejana a la cultura y la identidad de los ingleses.
En el desarrollo de la Copa de Oro en Estados Unidos, esta capacidad de
movilizacién masiva que posee el futbol se ha manifestado de nuevo en los
encuentros disputados por la Seleccién mexicana varonil. Son miles los aficio-
nados que acuden a los estadios para seguir al “Tri”, ademas de quienes aba-
rrotan bares y restaurantes. Ante estas movilizaciones, es importante el
andlisis de la articulaci6n entre politica y movilizacion social a través del de-
porte. Es decir, lo anterior es una forma metodolégica para entender por qué
la actividad deportiva atrae a multitudes, en este caso, el futbol, pero que la
causa profunda de ello no radica en el deporte en si sino en factores politicos
yculturales.
Una aportacién relevante fue la tesis de Gabriel Angelotti Pasteur,’ donde
centré su interés en el tema de la relacidn entre el futbol y la formacién de
identidades colectivas. Hasta el momento, este trabajo es uno de los més com-
pletos publicados en México, porque rebasa el tema de las identidades colec-
tivas para abordar el estudio comparado de dos clubes mexicanos y situar la
problematica del futbol como negocio en el ambito de un “capitalismo de
compadres”. El trabajo fue publicado posteriormente con el titulo de Chivas y
Tuzos. {conos del futbol mexicano (Angelotti, 2010). E] autor demuestra el am-
plio contexto de redes sociales en los que est inmersa la prdctica del futbol,
las consecuencias culturales de ello y Ia forja de un “capitalismo de compa-
dres” , como una forma original que adopta el negocio del espectaculo en Mé-
xico, respaldado en la misma configuracidn de relaciones sociales y actitudes
culturales discutidas a lo largo del texto. Asimismo, Angelotti Pasteur dedica
un buen tramo de su escritura a la formacién histérica del campo deportivo en
México, un tema que ha sido tratado con amplitud por historiadores como
Miguel Lisbona y César Macfas, cuyos trabajos comento en renglones poste-
tiores.
Angelotti Pasteur, describe la tensién entre dos equipos de futbol que bus-
can representar la identidad nacional en México: las Chivas Rayadas del Gua-
dalajara, el tradicional conjunto que alinea solo a jugadores mexicanos y los
‘Tuzos de Pachuca, Hidalgo, que buscan ser “el equipo de México” en su cali-
dad de cuna del futbol. Sin embargo, ambos clubes se mueven en ese dmbito
Presentada en 2008 en el Colegio de Michoacan para obten
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del “capitalismo de compadres” bien caracterizado por el autor como la alian-
za entre el sector ptiblico y el privado para impulsar empresas. En este caso, el
“capitalismo de compadres” es un término que denota el uso de los recursos
pliblicos para apoyara una empresa privada, como ocutre con el club de futbol
Pachuca y en cierta medida, con las Chivas Rayadas. Alrededor de este capita-
lismo de compadres, la gente, los aficionados, paradéjicamente, elaboran
identidades colectivas que en varios aspectos emergen fuera de la jurisdiccién
del Estado.
Precisamente ese tltimo aspecto fue el que traté de reflexionar en otro
trabajo (Fabregas, 2007) sobre el caso de los Jaguares de Chiapas. Dicho equi-
po inaugurs el futbol profesional de primera divisién en la entidad, aunque
existen antecedentes en las divisiones menores. Lo que interesa destacar es
que el club Jaguares Ilegé a Chiapas justo en los primeros afios del presente
siglo, cuando la sociedad atin vivia los efectos del levantamiento armado del 1
de enero de 1994. La reconfiguracién de la identidad colectiva de los chiapa-
necos estaba en proceso, después del conflicto armado y en medio de la sim-
plificacién construida alrededor del mismo, de que en ese estado de la
Federacién solo cuentan los ganaderos y los pueblos indios. El equipo de fut-
bol, entre otros factores, jugé el papel de simbolo de la identidad colectiva
chiapaneca (Fabregas, 2007), aunque en Ja actualidad su lugar en la cultura y
en la sociedad ya no tiene vigencia, puesto que la franquicia ha sido suspen-
dida justo al terminar el campeonato respectivo en 2017. En medio de una
sociedad fragmentada, con abismales desigualdades sociales y con indices de
pobreza que convierten a Chiapas en uno de los estados més atrasados del
pais, los Jaguares lograron, por momentos, convocar alos contingentes popu-
lares, a las clases medias, configurando 4mbitos de expresién de una identi-
dad colectiva en proceso de reconstruccién. Hoy en dia existe un nuevo
intento en Chiapas para colocar a un equipo de futbol en Ia liga ax, los Cafe-
taleros de Tapachula, con lo cual se iniciarfa un nuevo proceso.
El andlisis de la relacién entre la formaci6n de identidades colectivas yla
préctica del futbol también ha sido abordado por Aceves (2012), quien intro-
duce una visién comparativa de los seguidores de tres equipos jaliscienses de
futbol: Chivas Rayadas, Atlas y Tecos. En este andlisis cobra importancia la
autopercepcin en contraste con las heteropercepciones que expresan los afi-
cionados. La originalidad de esté tratamiento estriba en que se comprenden
con mayor exactitud las percepciones de los aficionados sobre ellos mismos y
6162. Campos ds juego, arenas rituales, éspacios de aficién
los contrastes con la visién que portan de Ios equipos contrarios. Ms atin,
este tratamiento descubre tendencias y alternativas hacia las visiones nacio-
nalistas o la imagen del mexicano medio, tal como es percibido por si mismo
y por otros. Este tipo de estudios también revela los Ambitos distintos de in-
terrelaciones sociales que sostienen a los estereotipos y las visiones del “otro”,
En cambio, Blanca Chong y Fiko Gavaldén examinan la elaboracién de una
identidad colectiva a través del anédlisis de los seguidores del club Santos La~
guna, llevando el estudio a la dimensién regional para explicar el papel del
futbol en Ia consolidacién de una “identidad lagunera” que atraviesa a dos
estados de la Repiiblica: Coahuila y Durango. Las autoras precisamente con-
cluyen que lo que une a los aficionados del Santos Laguna, los “Guerreros”, es
que lo consideran el simbolo de una identidad colectiva regional, la lagunera,
y no estatal (Chong y Gavaldén, 2012, p. 267).
Otro trabajo que aporta anilisis sugerentes es el de Zepeda (2012), quien
analiza el extraiio y a la vez dramitico caso del equipo Necaxa, originalmente
de raices y linaje defefio, pero que fue trasladado a la ciudad de Aguascalientes
por motivos econémicos y politicos. E] caso analizado es el de un equipo que
destacé en el futbol mexicano, que legé a conformar a la Seleccién Nacional
bajo el apelativo legendario de “Ios once hermanos” y que, sin mds, fue tras
ladado a un medio social y cultural del que era un extrafio. Este trabajo se
interrumpe justo en el tiempo en que el equipo no logré sostenerse en la pri-
mera divisién. En ese momento, el Necaxa atin no lograba ganarse la categoria
de simbolo de la sociedad en la que acta. Incluso en su retorno ala liga mx, el
Necaxa parece ser un “extrafio” en su contexto social y cultural. Ello demues-
tra que no es el deporte o el futbol en particular, 0 per se, el originador de los
contrastes culturales, de identidad y sociales, sino que estos existen
por razones histéricas que es importante explicar. Sobre estos factores pre-
existentes, el futbol se erige en un simbolo o en un elemento para la articula-
cién y la dinamizacién social. El caso del Necaxa y el enfoque de Zepeda
muestran un nuevo camino para el andlisis de la relacién entre identidades
colectivas y futbol en particular, 0 el deporte en general, y la necesidad de
tener en cuenta contextos multifactoriales. En este sentido, conviene reflexio-
nar cémo iniciamos en México los andlisis antropolégicos del futbol, a través
de Lo sagrado del rebato y de Azul y oro como mi corazén. Desde ese punto de
partida, la identidad ha quedado definida como el sentimiento de pertenencia
una colectividad, que se consolida a través del contraste entre las nocionesMéxico 63
de “ellos” y “nosotros”. Es decir, la identidad siempre se manifiesta en con-
traste. En antropologia, el concepto de identidad se asocié al de etnia, y al
referirse a la etnicidad los antropélogos aludfan al sentimiento de identidad,
de pertenencia a una colectividad cultural, lingiifstica, territorial, religiosa. En
los estudios antropolégicos del futbol, hemos encontrado que la nocién de
identidad funciona para explicar la configuracién de una “comunidad de iden-
tificacién” expresada en cada ocasién en que se Ieva a cabo un partido.
Migraci6n, identidades y futbol
La cuesti6n de las identidades y su relacién con el futbol encontré un nuevo
curso de investigaciones al analizarse a la luz de un importante fenémeno
nacional como es la migracién de mexicanos hacia Estados Unidos. Uno de los
textos pioneros es el libro de Arturo Santamaria Gémez? titulado Futbol, emi-
grantes y neonacionalismo (2010). El autor vivid en Estado Unidos donde obser-
v6 y participé en equipos de futbol formados por los inmigrantes. Desde un
Angulo académico, le interesé relacionar al futbol con la elaboracién de la
identidad colectiva de los migrantes y la conservacién de un nacionalismo
popular que se observa como alternativo al del Estado nacional, en un co-
mienzo de siglo en el que este tiltimo esté en franca renovacién. Bien observa
Santamaria la importancia que reviste la presencia de la Seleccién Nacional
Mexicana en Estados Unidos, al propiciar en el propio campo de juego un am-
bito de expresién de un nacionalismo portado por los migrantes, que a su vez
refuerza la identidad colectiva mexicana. Esto remite a la presencia de miilti-
ples factores que confluyen en la elaboracién de su identidad, asociada a un
nuevo nacionalismo e incluso identidad colectiva expresados en las gradas de
los estadios. Es una obra que transmite no solo una erudicidn en la literatura
éel tema sino una experiencia vivida por el propio autor.
En este sentido, la obra coordinada por Alonso y Escala (2012), con la con-
tribuci6n de varios autores, vuelve a la discusién acerca de la relacién entre el
futbol y las migraciones contempordneas. El libro abarca andlisis de casos en
‘México, Estados Unidos, Argentina y Espafia. Los textos que aluden a México
=stén referidos a los migrantes que viven en Estados Unidos y a inmigrantes
mexicanos procedentes de diferentes estados de la Republica radicados en la
rane investigadory docente de la Facultad de Ciencias Sociales des Universidad Autonome
oa [Uas}.64 Campos de juego, arenas rituales, espaciosde aficién
ciudad de Monterrey. Los trabajos, aun escritos desde diversos puntos de
vista, coinciden en demostrar que la practica del futbol entre las poblacio-
nes migrantes ha contribuido a la articulacién y la integracién de las identi-
dades colectivas, asi como a la elaboracién por parte de estas de lo que
Santamarfa llamé neonacionalismo. Como concluyen los coordinadores, “Es-
ta capacidad de atraccién, articulacién y recreacién, convierte al futbol en una
pragmatica herramienta de socializacién, en la medida en que canaliza de
manera eficaz normas, valores e imagenes del entorno social tanto inmediato
y local como transnacional/internacional vigente en las sociedades moder-
nas” (Alonso y Escala, 2012, p. 238). De hecho, para Fabregas (2012) los mi-
grantes elaboran un nacionalismo cultural ms que apuntalan al nacionalismo
de Estado. Més atin, como de hecho lo demuestran los trabajos incluidos en
este libro (Pescador, 2012; Fabregas, 2012; Escala, 2012; Jurado, 2012; Alonso,
2012), el futbol es un medio que propicia la integracién a la sociedad de des-
tino ademés de articular a la poblacién en redes sociales e interrelaciones de
variada indole. La cuestién de la identidad encontré un nuevo Ambito de dis-
cusi6n al ligarse a la migracién y la practica deportiva.
Futbol y poder
Uno de los antropélogos que introdujo la reflexidn acerca de la relacién entre
futbol y poder es Roger Magazine, en un libro de excelente factura: Azul y oro
como mi corazén (2008). El trabajo, que tambign se ubica dentro del ambito de
los estudios sobre la juventud, le permite trazar una reflexién que enlaza la
construccién de la masculinidad entre los jévenes con el poder. La investiga~
cin est basada en un extenso contacto con los jévenes seguidores del equipo
Pumas de Ja wax en particular, con aquellos congregados en las porras. Es un
estudio en profundidad con experiencia etnografica. Analizando la dinémica
de las porras que apoyan a los Pumas, Magazine descubre visiones del poder,
actitudes frente a la autoridad y la biisqueda de alternativas para el pais
emprendida por sectores juveniles. Explora las raices del clientelismo tan ca~
racteristico en la vida politica y social no solo de México sino de América La~
tina. Discute los efectos de estas formas relacionales en la democracia, al
estudiar la configuracién de los nuevos agrupamientos juveniles en torno
al equipo universitario. Este libro convoca, a través del estudio del futbol, a
entender las alteraciones por las que esta pasando México y el papel de los
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ceanunvartudgenjévenes en las nuevas propuestas de organizacién del poder que van emer-
giendo en clara alternativa al clientelismo.
Enfoques recientes
En un numero especial (julio de 2014), la revista Este Pafs edité un dossier ti-
tulado Futbol: pasidn y metdfora. De los nueve textos publicados alli, dos co
rresponden a antropdlogos mexicanos. Se trata de Mercedes Gonzalez de la
Rocha y de Andrés Fabregas Puig; la primera escribe sobre las aficiones feme-
ninas al futbol y el segundo, acerca de la relacién entre identidades y empresas
en el mundo del futbol. Mercedes Gonzalez de la Rocha sefiala que la presencia
de la mujer en el futbol atin no se reconoce como debiera, incluso por los cien-
tificos sociales o los especialistas en comunicacién que se han dedicado al
andlisis del deporte. Bien presenta el contraste entre el mundo de la propa-
ganda alrededor de los jugadores masculinos de futbol y la importancia de las.
ligas masculinas, con la escasa informacién acerca del futbol femenino. Mas
todavia, Gonzalez de la Rocha sefiala el uso abusivo de la mujer en las trans-
misiones de los partidos de futbol que la presentan como un simbolo sexual
para atraer consumidores de los productos que se anuncian. La autora llama
kb atencién hacia el contraste entre la importancia de la mujer en el deporte,
en particular en el futbol, y las atin contadas lineas de investigacién que se
éedican a explicar ese hecho.
Por otro lado, Andrés Fabregas contribuye, en ntimero de Este Pais, con un
trabajo que remarca la importancia del factor empresarial para entender
les contextos en que se mueve el futbol actual. Aborda la separacién de moti-
‘vos entre los piiblicos que abarrotan los estadios en México y las empresas que
manejan el futbol-espectaculo. Para los primeros, los equipos son simbolos de
identidades colectivas, y ese es el motivo principal de su asistencia a los esta—
Gos para manifestar los apoyos consecuentes. Para los empresarios, la sim-
bologia es solo una mercancia mds, y un reclamo publicitario. A ellos los
motiva el futbol como negocio, no como deporte o expresidn cultural. Desde el
punto de vista de la légica del funcionamiento, lo que une a ambos extremos
es que el futbol-espectaculo-negocio esta cimentado en la comercializacién
de uno de los rasgos definitorios de la cultura: la capacidad humana de sim-
Bolizar.66. Cempos de juego, arenas rituales,
Los enfoques historians
Entre los enfoques histéricos recientes para analizar el fatbol en México, des-
tacaré los textos de César Federico Macias Cereantes y de Miguel Lisbona
Guillén, ambos historiadores con influencias © com fermacisn antropoldgica.
El primero de ellos present6 su tesis en la Benemérita Universidad Auténoma
de Puebla, donde propuso la elaboracién de una historia sociocultural al ana~
lizar las prdcticas deportivas y las diversiones en Guanajuato entre 1920 y
1960 (Macias, 2010). Justifica no solo el tema sino el periodo que abarca la
investigacin, afirmando lo idéneo de un ejercicio histérico que no se restrin~
ge a marcos estrechos. Analiza las practicas deportivas asociadas al desarrollo
del Estado nacional, mostrando las articulaciones entre deporte y politica.
El autor se preocupé por examinar la consolidacién del deporte y los am-
bitos culturales relacionados con el mismo, en una sociedad de las caracteris-
ticas de la mexicana, en ¢l momento en que esta atravesaba por un periodo de
cambios, que incluyen el proceso de urbanizacién y los reajustes en la confi-
guracién del Estado nacional. Se trata de un estudio que pretende explicar
manifestaciones socioculturales percibidas a través del andlisis histérico del
deporte,
Esta misma Hinea de investigacién la aplica en su trabajo sobre el clasico
del Bajfo (Macias, 2012). El texto tiene como punto de partida una critica a los
cronistas deportivos del estado de Guanajuato, que a cualquier encuentro en-
tre equipos de Ia entidad le Laman “clésico del Bajfo”. Para desmentir esa
afirmacién, Macias describe de qué manera se forjé el Bajfo como una regidn
histérica y sociocultural, bastante anterior a la introduccién del deporte. Se~
jiala la importancia de los encuentros deportivos de béisbol entre equipos
pueblerinos, en su mayoria vecinos, que fueron estableciendo una relacién de
rivalidades para destacar sus propias identidades. El basquetbol también se
destac6. Pero en términos futbolisticos, la rivalidad mayor se establecié entre
‘equipos de las dos ciudades industriales més importantes del estado de Gua—
najuato: Le6n e Irapuato. Por lo tanto, concluye que en la entidad solo existe
un clasico del Bajfo: el encuentro de futbol entre los freseros de Irapuato y los
“panzas verdes” de Leén. Es decir, el mayor encuentro deportivo para sus
habitantes es el que tiene lugar entre conjuntos representativos de estas dos
ciudades més importantes desde el punto de vista de la concentracién indus-
trial y comercial.léxico. 67
Por otro lado, Miguel Lisbona Guillén Ieva a cabo una compleja revisién
de la afirmacién que circuld por algunos afios en Chiapas, de que la Revolu-
cidn mexicana no habia tenido lugar en esa entidad. La originalidad de su tra-
bajo es que hace esa revisién desde un andlisis histdrico del desarrollo del
deporte en Chiapas. Destaca, en los inicios de su texto, el papel del deporte en
la concepcién de lo chiapaneco, tanto en los planos locales como regionales y
nacionales. Este papel destacado del deporte en el Chiapas contempordneo es
el resultado de un proceso histérico que esté ligado a la Revolucién mexicana
iniciada en 1910 y cuya presencia, como ya se dijo, habia sido negada por
circulos intelectuales locales. Lisbona discute la concepcién propuesta
por Norbert Elias y Eric Dunning de que la consolidacién del deporte como tal
esta articulada a la formacién del Estado, la democratizacién funcional y la
difusién a través de las redes internacionales amplias. El autor pone énfasis en
el primero de estos factores: la relacién entre la institucionalizacién del de-
porte y la formacién del Estado para explicar una parte de la historia de Chia-
pas, aquella que arranca a partir de la Revolucién mexicana.
La institucionalizacin del deporte en Chiapas es un dmbito del proceso
puesto en marcha desde el Estado nacional mexicano para homogeneizar a la
poblacién, buscando la forja de una sociedad nacional. Se concebia a los pue-
blos indigenas, en particular, y a sectores del campesinado, en general, como
serios obstaculos a esta “nacionalizacién”, y en especial en un estado
como Chiapas, campesino e indigena a la vez, a excepcién de las elites gober-
nanies y la incipiente clase media que se venta forjando. Miguel Lisbona de-
muestra que en ese contexto el deporte y su institucionalizacién tuvieron un
papel destacado para alcanzar los objetivos que se propuso el Estado nacional
mexicano surgido de la Revolucion de 1910.
Es importante destacar el énfasis que se hace en Ia historiograffa local
chiapaneca de que el deporte es una suerte de “agente civilizador” en tierra de
indios. Por esta razén, Lisbona discute el sentido colonizador con el que se
enfoca el origen del deporte en la entidad, De aqui parte una idea muy original
de Lisbona que es su propuesta de analizar cémo se pensd la nueva sociedad
surgida de la Revolucién mexicana analizando la actividad fisica y sus contex-
tos en un estado como Chiapas. El trabajo es complejo en el estudio de una
parte de la historia de la entidad, pero eso le confiere su originalidad e impor-
tancia. Demuestra que el andlisis histérico del deporte no puede obviar el68 Campos de juego, arenas rituales, es
andlisis de las estructuras complejas de te secietin® = i= cattura, con las que
esta estrechamente articulado.
Comentarios fimalies
Hoy por hoy contamos con una serie de trabajes @e ample difusion, que con-
tribuyen al mejor conocimiento del lugar que muamtiene el Geporte en general
y el futbol en particular, en la sociedad contemperamea y en un pais como
‘México. Al respecto cito los siguientes titulies: Carles Calderén Cardoso, Por
amor a la camiseta (1933-1950), México, Clie, 2998 (Crémice del Futbol Mexica-
no); Greco Sotelo, El oficio de las canchas (2950-2970). México, Clio, 1998 (Cré-
nica del Futbol Mexicano); Javier Bafuelos, Carlos Caldexén, Greco Sotelo y
Le6n Krauze, Los aitos dificiles, (1970-1986), México, Clio, 1998 (Crénica del
Futbol Mexicano). En la misma orientaciém de les cites anteriores, es reco-
mendable consultar la revista Letras Libres, mayo de 2002, aiio wv, niimero 41,
edicion titulada Pensar el futbol, con textos de, entre otres, Juan Villora, Fabio
Morabito y Rodrigo Fresan. En 2010, la Revista Este Pais dedicé su mimero
231 de julio a un anilisis del Deporte en México. Otras veces, incluso en Bole-
tines de instituciones como el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores
en Antropologia Social [c1zsas] se han publicade trabajos importantes como el
texto de Hugo Santos Gémez, “Monterrey: Sociedad Civil y Futbol” (Ichan
Tecolotl, niimero 24, octubre de 2013, pp. 4-8).
Otro tipo de publicaciones igualmente importantes son los libros que ana~
lizan la trayectoria de un equipo al cumplirse algiin aniversario. Es el caso del
volumen, Corazén Chiva: cien afios, (México, Editorial Planeta, 2006) con tex-
tos, entre otros, de Vicente Lefiero, Luis Miguel Aguilar, Magali Tercero, Juan
Villoro.
Un dngulo fundamental para comentar es la atencién que ha merecido el
anilisis del futbol y su uso en el contexto de problematicas sociales, como por
ejemplo, el caso del movimiento Hamado “Copa Mundial de los Desampara-
dos” [Homeless World Cup] que ha celebrado competencias mundiales desde
2003. México fue sede de este singular torneo en 2012. La bibliografia dedica-
daa examinar el uso del futbol para la puesta en marcha de politicas piiblicas
esté creciendo, como lo demuestra el texto de Trejo (2013) citado en la biblio-
graffa.Mas reciente esta la publicacion de un texto de Guillermo Alonso, En bus-
ca de la poesfa del futbol (2014), en el que aborda este deporte como memoria
cultural. Es una espléndida propuesta, porque se dota al andlisi
va ruta; el futbol como creador de sentido visto desde la dptica culturalista
antropolégica. Alonso busca encontrar “la poesia del futbol” para captar su
potencial de producir sentido y con ello ahondar en claves explicativas que
suelen pasar inadvertidas en los estudios canénicos de las ciencias sociales.
Coincido en que el futbol, mas alla de los marcos del negocio, es creador de
belleza al sincronizar los movimientos del cuerpo humano con la forma esfé-
rica del baldn. Hay poesia en ello. El libro de Guillermo Alonso es un viaje por
lz historia del futbol y cémo en ese recorrido, que no es otro que el de la hu-
manidad, el propio futbol adquirié y adquiere novedosas facetas que trascien-
den su condicién de mero juego 0 deporte.
Desde otro angulo, Miguel Lisbona ha incursionado en la relacin existen-
te entre el futbol y la religién popular. En un texto que atin no se publica,
Lisbona muestra las relaciones entre el popular Nifio de Atocha y el futbol,
trazando lineas de convergencia para entender las dinamicas de la identidad
en relacién con los simbolos religiosos y deportivos. Su propuesta es que es-
tamos ante un solo universo y eso es lo interesante del planteamiento.
Finalmente, a catorce afios de la primera edicidn de Lo sagrado del rebarto,
obra que a decir de diferentes especialistas marca la detonacién de una nueva
etapa de investigaciones académicas sobre el deporte en México, tenemos que
el estudio realizado desde la antropologia u otras disciplinas ha acumulado
una notable bibliografia producida en nuestro pais. Sin embargo, percibo la
necesidad de ampliar los enfoques y las teméticas, no solo en el caso del futbol
sino de otros deportes. Asimismo, es importante alentar la introduccién de
deportes como el béisbol, el basquetbol, el box, el tenis, deportes al aire libre
y de riesgo 0 los deportes marciales en el andlisis. Son sectores sociales dife-
sentes los que acuden a los diversos encuentros deportivos 0 a los espectécu-
Jos, como el de la lucha libre, que cada dia gana adeptos. Alli hay claves
culturales que las ciencias sociales, en general, y la antropologia, en particu-
lr, estén en capacidad de describir, comprender y explicar.
En una reflexién sumaria, me parece que la etnografia, método caracte-
sstico de la antropologia, es una contribucién importante en los estudios de
Jas aficiones al deporte y de la capacidad simbélica de un ejercicio depor-
SSvo como el futbol. Nos queda por articular los estudios regionales en antro-
co70. Campos de juego, arenas rituales, espaclos de afic
pologia con los andlisis del deporte en general y del futbol en particular.
Asimismo, su estudio tiene un largo camino que recorrer en la reflexién sobre
la violencia que, expresada en los partidos, es el resultado de la desigualdad
social. Vivimos en el contexto de una economia politica manejada por intere-
ses implacables. Desde la estructuracién de esa economia politica, el capita-
lismo, la condicién del trabajo es la subordinacién a los controles de quienes
poseen los medios de produccién. Es decir, en nuestros contextos, la condicién
concreta del trabajo se expresa en la relacién entre quien vende su fuerza y su
capacidad de trabajo y entre quien controla el capital. Ello también genera
sentimientos ambivalentes de identidad en el contexto de la desigualdad so-
cial, producida por las condiciones impuestas por la economia politica. La
pregunta que nos interesa es, {cémo se articula esta situacién con la practica
del deporte y, en concreto, con el futbol? En términos mds especificos, ges
posible la manifestacion de identidades de clase social en el ambito deportivo?
Si esto es asi, {por qué los conjuntos futbolisticos tienen la capacidad de mo-
vilizar a uno u otro sentimiento clasista? Lo que aqui est en juego es la per-
cepcién de las colectividades de aficionados, de que un equipo concreto
simboliza su propia condicién social y sus circunstancias, que el aficionado
observa en el transcurso de un partido. Es el destino propio, individual y co-
lectivo, el que estd en juego. Una pregunta mas amplia, ¢qué es lo que pone en
movimiento un “campo simbélico” como el que crea el futbol? Propongo res-
ponderla desde el andlisis de las articulaciones entre las diferentes dimensio-
nes que intervienen en las movilizaciones masivas que provoca un partido de
futbol. Es alrededor de estas movilizaciones que se genera un “campo emo-
cional”, el cual arranca desde el entorno familiar, pasa por el barrio, la regién,
la ciudad y la nacién. gDe qué manera se articula la complejidad de una socie-
dad en ese contexto?, por qué coincide todo ello con una forma de jugar al
futbol portada por un equipo en concreto? Aqui es muy interesante introducir
el rejuego de los papeles, tan caros a la antropologia britanica, y los estudios
de estructura y organizacién social de las diferentes antropologias funciona-
listas. Mi propuesta es suponer que los papeles de una sociedad se alteran
frente a los ambitos creados por un partido de futbol, y ello cuenta para expli-
car las movilizaciones masivas que provoca. Lo importante es que los ejes
del control cultural se trasladan desde la familia, el barrio, la region, al ambi-
to del futbol. Explicar ese traslado es una tarea compleja de la antropologia.
Implica preguntarse cémo se transforman las relaciones de parentesco alPasar al ambito de las comunidades de identificacion del futbol. Igualmente,
la pregunta es valida desde la perspectiva regional o nacional. Estamos pre
guntando por los cambios emocionales que acompafian a Ios traslados de
identidades que implican las alteraciones de los papeles. As{ que el andlisis
de estas dimensiones, tomando al futbol como punto de referencia, es estudiar
Jas estructuras sociales y culturales de las sociedades contempordneas.
En el ambito del futbol ocurren los desafios a las formas de autoridad y a
los “6rdenes tradicionales”, lo que evidencia la operacién de “procesos de
identificacién” acaeciendo al exterior de la familia, de los grupos de parentes-
C0, de los émbitos culturales, para forjarse en los contextos que pertenecen al
futbol. El proceso inverso también es cierto, En los contextos del futbol se
afirman las estructuras de la familia, las del parentesco en general, las del
barrio o la nacién, Estas contradicciones son expresadas en el momento
del partido, en esos noventa minutos que no solo son un espacio temporal,
sino un momento que permite la expresién de los factores en conflicto por los
que atraviesa la sociedad actual.
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