La responsabilidad de las personas juridicas
en el Perti y los criminal compliance programs
como atenuantes y eximentes
de la responsabilidad de la persona juridica
Dino Carlos CARO CORIA
I, INTRODUCCION
Luego de casi 200 afios de vida republicana con el aforismo societas de-
linquere non potest, y tras su aprobacién 17 de marzo de 2016 por el Congre-
so de la Repiiblica, el 21 de abril de ese mismo afio se publicé en el Pera la
Ley N° 30424, Ley que regula la responsabilidad administrativa de las perso-
nas juridicas por el delito de Cohecho Activo Transnacional (en adelante “la
Ley”), tipificado por el articulo 397-A del Cédigo Penal.
De conformidad con lo establecido en la primera disposicién comple-
mentaria final de la nueva Ley, su vigencia estuvo prevista para el 1 de julio
de 2017; sin embargo, antes de su entrada en vigencia se realiz6 una sustan-
cial modificacién legislativa a través del Decreto Legislative N° 1352 publica
do el 7 de enero de 2017, Decreto Legislativo (en adelante, “cl Decreto Legis-
lativo”) que amplia la responsabilidad administrativa de las personas juridicas
frente a la comisién de los delitos de cohecho —doméstico -, lavado de activos
y financiacién del terrorismo.
Es asi que el 1 de enero de 2018 entré en vigor un régimen de responsa-
bilidad auténoma de la persona juridica en el Perti. Meses después, mediante
Be 133Responsabilidad penal de direetivos y de empresas
Ley N° 30835, se modificé la denominacién de la referida ley, a Ley que re-
gula la responsabilidad administrativa de las personas juridicas, ampliando
ademis el catélogo de delitos a los que esta aplica, en especifico, a los delitos
tipificados en los articulos 384 y 400 del Cédigo Penal, esto es, colusién y *ra-
fico de influencias.
Esta Ley marea un hito en la historia del Derecho Penal peruano, pues
es una clara muestra de que el legislador penal est dando los primeros pasos,
atin no definitivos, hacia el abandono definitivo del antiguo aforema societas
delinquere non potest, atendiendo a nuestro actual contexto social en donde
las empresas han adquirido especial relevancia, sobre todo en el trifico juridi-
co, siendo destinatarias de normas de determinacién.
Con la nueva Ley, el Estado peruano cumplié con los requisitos minimos
para ingresar como miembro activo, con derecho a voz y voto, en la Comi-
sién Antisoborno de la Organizacién para la Cooperacién y Desarrollo Eco-
némico (OCDE).
La Ley esta introduciendo en nuestra legislacién penal una mal llamada
responsabilidad administrativa de las personas juridicas, cuando en realidad
se trata de una auténtica responsabilidad penal.
Esta nueva normativa, Ley y Decreto Legislativo, se aplicaran, por lo
pronto, a los delitos de cohecho activo genérico (art. 397 CP), cohecho activo
transnacional (art. 397-A CP), cohecho activo especifico (art. 398 CP), colu-
sidn (art. 384 CP), trifico de influencias (art. 400 CP), lavado de activos (arts,
1, 2, 3 y 4 del Decreto Legislativo N° 1106) y financiamiento del terrorismo
(art. 4-A del Decreto Ley N° 25475, Ley de Terrorismo).
Si bien en un primer momento la nueva Ley tuvo como objeto sancionar
administrativamente a las personas juridicas que incurran en el delito de co-
hecho activo transnacional, lo cual era criticable pues se excluian otros deli-
tos que pueden derivar de la actividad empresarial, la nueva regulacién a tra-
vés del Decreto Legislativo y la Ley sigue siendo igualmente criticable, pues
no se han considerado otros delitos que pueden ser cometidos por las personas
juridicas y que, de hecho, son los ms comunes dentro de la actividad empre-
sarial como pueden ser las estafas, los delitos concursales, fiscales, ambie1
tales, entre otros.
La nueva normativa consta de 18 articulos y se estructura de la siguien-
te forma: Seccién I, Disposiciones Generales; Secci6n II, Atribucién de re
ponsabilidad administrativa a las personas juridicas; Seccién III, Medidas ad-
ministrativas aplicables a las personas juridicas; Seccién IV, Determinacién
134Dino Carlos Caro Coria
Ge las medidas administrativas aplicables a las personas juridicas por la co-
misién del delito de cohecho activo transnacional; Seccién V, Modelo de pre-
vencién; y, por tiltimo, las Disposiciones complementarias finales, y la dis-
posicién complementaria modificatoria, que incorpora el articulos 313-A al
Cédigo Procesal Penal.
ll. ELFUNDAMENTO POLITICO CRIMINAL PARA SANCIONAR
“PENALMENTE” A LAS PERSONAS JURIDICAS
El término “politica criminal” (Kriminalpolitik) fue acufiado, a fines
Gel siglo XVIII por los juristas alemanes Kleinschrod y Feuerbach. Estos
autores concebian ya la politica criminal como una especial del “arte de le-
gislar”, distinguiéndose del Derecho Penal como disciplina general. La con-
formacién de la politica criminal como disciplina cientifica relativamente
auténoma no se alcanzé sino hasta muy avanzado el siglo XIX, de la mano
del eximio penalista aleman Franz von Liszt, quien en este sentido ha sido
considerado como “el padre de la (moderna) politica criminal”. A partir de
su famoso Programa de Marburgo (1882), la politica criminal obtiene carta
ce naturaleza, configuréindose como una disciplina de contenido terapéuti-
co y resocializador”,
Una de las caracteristicas fundamentales de la politica criminal es que
aparece como un sistema que se autodefine, al ser de su exclusiva competen-
cia la determinacién racional de aquellas conductas que merecen ser califica-
das como delictivas. Asi, entre los principios que dotan de racionalidad a la
politica criminal ocupan un lugar primordial los que rigen la propia califica-
cién de un hecho como delito y los que orientan la determinacién de los ras-
gos estructurales 0 elementos integrantes del delito®.
En todo caso, lo cierto es que tales principios de a politica criminal se
concretan en la adopcién de diversas formas de evitacin del delito (estricta-
mente preventivas unas; represivo-preventivas, las otras). En buena medida,
a politica criminal se manifiesta en una serie de instrumentos que deben aso-
ciarse nominal 0 facticamente a la produccién presente o futura del delito en
orden a evitar que este se produzca o se reitere. Asi contemplado, pueden rea-
lizarse dos afirmaciones. Por un lado, que desde luego la politica criminal no
se agota en medidas juridico-penales. Por otro lado, sin embargo, que, aunque
(1) Polaino Navarrete, Derecho Penal, 54.
2) Cfr. Silva Sénchez, Politica criminal, 23-24,
— 135Responsabilidad penal de directivos y de empresas
la politica criminal se configure en términos mas amplios, todo el Derecho Penal se
integra en la politica criminal. Asi, para el penalista existe una prictica iden-
tificacién entre la teoria de los prineipios de la politica criminal y la de los fi-
nes [y medios] del Derecho Penal. Ello no debe extrafiar. El Derecho Penal es
expresién de una politica criminal®.
Para determinar la racionalidad de la politica criminal en la calificacion
de conductas como delictivas debe atenderse los principios que constituyen
el limite de esta, pero a la vez su fundamento, nos referimos a los principios
de necesidad, proporcionalidad —que delimitardn el mbito de lo disponible e
indisponible por el legislador penal-, necesidad y merecimiento de pena®, y
respecto a este Ultimo deben tenerse en cuenta factores normativos o de justi-
cia, empiricos 0 de utilidad®.
Asimismo, en la calificacién racional de las conductas como delictivas, la
politica criminal debe prestar atencién a los aportes que la criminologia haya
efectuado para el fenémeno criminal a analizar, a pesar de que estos no sean
yinculantes,
Como bien refieren Mufioz Conde y Garcia Aran, seria absurdo negar a
las teorias criminoldgicas un valor siquiera parcialmente informativo sobre la
criminalidad o la conducta desviada. Pero tampoco pueden pretender una va-
lidez absoluta y, mucho menos, vincular al legislador en sus decisiones sobre
cuales son las conductas merecedoras de pena. Este es un problema que adop-
ta caracteristicas propias y que, en iiltima instancia, se resuelve como un pro-
blema politico [criminal].
En la actualidad se puede observar un consenso politico criminal
orientado a expandir el Derecho Penal y criminalizar los nuevos riesgos
G) Silva Sanches, Politica criminal, 22. En posicién abiertamente contraria, Vid. Polaino Navarrete, Dere-
cho Penal, 55. “Este sugerente planteamiento doctrinal sobre la estructuracién doematica de la Politica
Ctiminal no es plenamente convineeate, por varias razones: En primer lugar, potencia superlativamente
el papel de Ia Politica criminal frente a la Dogmaética Penal. En segundo término, lleva la confusiGn
entre Derecho Penal (objeto de conocimiento) con la Politica criminal (wtilidad de tl objeto), inte2rando
al primero en la segunda, Pero este planteamiento no es correcto, pues no cabe situar el objeto (Derecho
Penal) en un predicado del objeto (Politica criminal), sino ~en todo caso~a la inversa. En tercer lugar,
Is hiperbélica concepcién que asume a la postre fusione Politica eriminal (utiidad del objeto), siendo
asi que ambas Ciencias, conforme a su naturaleza, operan en planos distintos: Ja Dogmatica es el cono-
cimiento del objeto, y Ia Politica criminal la delimitacion de la utilidad del objeto de eonocimiento. Es
decir, la Dogmitica es una disciplina substantiva, tedrica o doctrinal, mientras que la Politica criminal
es, eminentemente, una disciplina adjetiva, social-funcionalista 0 prictica”.
@)__Alrespecto, Vid. Silva Séinchez, Politica criminal, 25 y
(5) Alrespecto, Vid. Mutioz Conde / Garcia Ardn, Derecho Penal, 209 y ss.
(6) Munoz Conde / Garcia Aréin, Derecho Penal, 209,
136Dino Carlos Caro Coria
empresariales que podrian lesionar o poner en peligro los bienes juridicos
clasicos —propios del Derecho Penal liberal-, pero también los nuevos in-
tereses merecedores de tutela penal. Asi, el Derecho Penal contempora-
neo se encuentra en un claro proceso de expansién, criticable o no desde el
punto de vista dogmatico, pero donde no puede negarse que existe un am-
plio espacio de expansién razonable, lo que imposibilita el retorno al anti-
guo Derecho Penal liberal.
Dentro de las diversas causas de expansién del Derecho Penal expuestas
por Silva Sanchez tenemos a la aparicién de nuevos intereses merecedores
de proteccién penal, asi como nuevos riesgos penales propios de nuestra ac-
tual sociedad de riesgos, siendo que las empresas constituyen uno de los prin-
cipales entes generadores de estos nuevos riesgos sobre nuevos intereses dig-
nos de tutela penal”
Precisamente por ello, los temas actuales de la politica criminal son,
por ejemplo, la criminalidad econémica, el crimen organizado, el lavado de
activos, la proteccién penal del medio ambiente, entre otros, los cuales son
Ambitos que estén, basicamente, impregnados de modelos de conducta co-
lectiva, siendo las empresas, en tanto elementos propios de la sociedad in-
dustrial moderna, los agentes de desarrollo social, lo que origina que la in-
fluencia real de las personas juridicas se encuentre en el primer plano de la
politica criminal’”.
Asi, surgié el concepto de criminalidad de empresa —que, segiin ex-
plica Schiinemann, designa todo el ambito de los delitos econémicos en los
que por medio de una actuacién para una empresa se lesionan bienes juri-
dicos ¢ intereses externos, incluidos los bienes juridicos e intereses propios
(1) Eneeste sentido, Vid. Silva Siinchez, La expansién del Derecho Penal, 149. “Frente a los fendmenos
que se han ido constatando y que redundan en una progresiva expansién del Derecho Penal, hay quien
‘aboga por una vuelta al Derecho Peral liberal, un Derecho cefiidoa la proteccién de los bienes aameate.
personales y del patrimonio, con estricta vinculacién por los principios de garantia, La intencién que
guia tal propuesta es, sin duda, lade tecuperar su configuracién como un Derecho estrieto de garantia,
delos cudadanos frente a la intervencidn coactiva del Estado. Sin embargo, como se ha dicho por otros,
en esa pretensién se dan elementos no solo anaerénicos, sino precisamente uerénicos. En efecto, el
Derecho Penal liberal que ciertos autores pretenden reconstruir ahora en realidad nunca existi6 como
tal. Por un lado, porque en tal reconstruccién se olvida la presencia en aquel de una rigida proteccién
del Estado asi como de cicrtos principios de organizacién social. Por otro lado, porque larigidez de las
garantias formales que era posible observar en él no representaba sino el contrapeso del extraordinario
rigor de las sanciones imponibles. La verdadera imagen del Derecho Penal del siglo XIX no es, pues,
Ta que por algunos pretende dibujarse en nuestros dias”.
(8) Cfi. Silva Sanchez, La expansion del Derecho Penal, 25 y ss
(9) _ Eneste sentido, Vid. Zihiga Rodriguez, en Ziihiga Rodriguez, 33.
(10) Vid. Heine, Anuario de Derecho Penal (1996), 21.
= 137Responsabilidad penal de directivos y de empresas
de los colaboradores de Ja empresa", el mismo que orienta el debate po-
litico criminal contemporaneo a considerar a las personas juridicas como
sujeto activo del delito, sobre el consenso de la necesidad —y, en algunos
casos, obligacién comunitaria o internacional, en virtud a Tratados Inter-
nacionales suscritos por los Estados— que estas deben ser objeto de aten-
cion por el Derecho Penal, es decir, que sean consideradas como sujetos
auténomos y, sobre todo, protagonistas en las interacciones sociales de las
sociedades capitalistas avanzadas, por lo que pueden estar presentes en la
comisién de diversos delitos, precisamente por gozar de la condicién de
ciudadanos corporativos.
Como bien refiere Ziifiga Rodriguez la colectivizaci6n, la organize
cin, la divisién del trabajo, las jerarquias son todos elementos consustanciales
a los sistemas sociales modernos. Esto ha dado lugar a sostener que los gru-
pos no son una suma de sus miembros, sino un alud, un ente distinto con sus
reglas y dinamismo propios. A partir de esta idea se desarrolla actualmente la
discusién de la responsabilidad en colectividades, en los grupos organizados
como empresas, sindieatos, partidos politicos, asociaciones, ete. Y es que mu-
chas conductas lesivas a bienes juridicos no se producen ahora como antes,
por el comportamiento de una sola persona, sino por la interrelacién de con-
ductas en organizaciones sociales, especialmente empresas, que al tener una
divisién funcional del trabajo, jerarquias, funcionan con una serie de princi-
pios como el de obediencia, confianza, etc., donde se producen contextos de
grupo riesgosos para bienes juridicos.
Por ello, en la actualidad, el tema de la responsabilidad penal de los en-
tes colectivos se encuentra relacionado, fundamentalmente, al dambito de los
delitos econémicos, es decir, a todas las acciones punibles y a las infracciones
administrativas que se cometen en el marco de la participacién de una perso-
na juridica en la vida econémica y en el tréfico juridico. En este contexto re-
sulta de especial importancia la criminalidad de empresa,
(11) Schinemann, Detincuencia empresarial, 19. Asimismo, Vid. Ziiga Rodriguez, en Zittiga Rodriguez,
429-430. “Se considera “eriminalidad de empresa” a aquellos delitos que se cometen por medio de una
«empresa, 0, mejor dicho, aquellos delitos que se perpetran a través de una aetuacisn que se desarrollaen
interés de una empresa. Esto es, no debe confundirse con lacreacién de una empresa fictcia, tapadera
© simulada para Ia comisién de delitos, en cuyo caso la penalizacién es la de asociaciones ilfcitas (art.
515 CP), en tanto estamos ante empresas ilegales".
(12) Cf. Diez Ripollés, InDret (2012), 2
(13) Ziitiga Rodrigues, Politica criminal, 263.
(14) Bacigalupo, en Bacigalupo, 83.
138Dino Carlos Caro Coria
Va quedando claro que el fundamento politico criminal de la responsabi-
lidad penal de las personas juridicas deberfa orientarse al andlisis del mereci-
miento 0 no de tal responsabilidad, mas all4 de los criterios penales de impu-
tacién o de las exigencias internacionales derivadas de los diversos tratados
internacionales que puedan haber suscrito los Estados.
Sin embargo, como bien anota Diez Ripollés'', esto no ocupa el cen-
tro de la discusion, siendo que el debate estaria dominado por razones tni-
camente pragmaticas, entre ellas, las dificultades para exigir y sancionar
penalmente a las personas fisicas que forman parte de las personas juri-
dicas, vale decir, las que habrian ejecutado materialmente el delito 0 ten-
drian la concreta posicién de garante que generaria la responsabilidad pe-
nal empresarial (irresponsabilidad penal estructurada e irresponsabilidad
penal organizada), la consideracién que las sanciones penales individua-
les y administrativas carecerian del efecto preventivo deseado en mirar a
prevenir la criminalidad empresarial.
Asi tenemos que el fundamento que en politica criminal se ha esbo-
zado para sancionar penalmente a las personas juridicas radica en la nece-
sidad del legislador penal de castigar los delitos socioeconémicos, finan-
cieros, ambientales, fiscales, entre otros delitos pensados a ser cometidos
en el seno de una persona juridica; en la urgencia de buscar nuevas vias de
lucha contra la criminalidad organizada; por cuestiones de legalidad, so-
bre todo a causa de los problemas planteados en los delitos especiales co-
metidos en el seno de una persona juridica
de investigacién del delito, debido a que en las personas juridicas, sobre
todo en aquellas de significativas dimensiones estructurales, es usual que
con motivo de la descentralizacién y diferenciacién funcional de compe-
tencias, se dispersen las actividades operativas, la posesién de informa-
cién y el poder de decisién, con lo cual, y de conforme a nuestro Derecho
Penal tradicional, resultara juridicamente imposible sostener una imputa-
n concreta contra una persona individual”.
Diez Ripollés, InDret (2012), 2.
(16) Cfir. Gonzélez Cussac, en Caro Cora, 98.
(17) Eneste orden de ideas, Vid. Heine, Anuario de Derecho Penal (1996), 22.
139Responsabilidad penal de directivos y de empresas
Til. LA “RESPONSABILIDAD PENAL” DE LAS PERSONAS
JURIDICAS EN EL DERECHO COMPARADO: LA CRIS)
DEL SOCIETAS DELINQUERE NON POTEST
Antes del 2001 se podia decir, en general, que los Cédigos iberoameri-
canos seguian siendo partidarios de la no responsabilidad penal de los entes
colectivos. Asi se apreciaba sobre todo en los textos mas antiguos, que pese
a sus multiples reformas no adoptaban el societas delinquere potest, como cl
Cédigo Penal de Chile de 1874, cl de Argentina de 1921"), el Codigo Penal
mexicano de 1931 para el Distrito Federal en materia de Fuero Comin y para
toda la Republica en materia de Fuero Federal”, el de Uruguay de 1933, el de
Ecuador de 1938, el de Brasil de 1940, el de Venezuela de 1964, el de Costa
Rica de 1970 y el de Bolivia de 1972.
De modo similar se expresan textos mas actuales como el Cédigo de Pa-
nama de 1982, el de Honduras de 1983, el de Perti de 1991, el de Espafia
de 19952, el de El Salvador de 1997, el de Paraguay de 1997 y el de Colom-
bia de 2000.
Sin embargo, de modo excepcional se ha venido adoptando en los ulti-
mos afios una linea favorable al societas delinquere potest, sobre todo a través
de la legislacién complementaria, lugar comtn del Derecho Penal econdmico.
(18) Lareforma mediante la Ley 25.246 de 5-5-2000 de lavado de activos de origen delictivo, pese a gue
establece sanciones contra las personas juridicas (arts. 23-27), las ubica bajo un “Régimen penal ad-
rinistrativo” 2 eargo de una Unidad de Informacion Financiers no judicial
(19) Segin el art. 11 de la Ley 25.246, “Cuando algin miembro o representante de una persona juridica,
0 de una sociedad, corporacién o empresa de cualquier clase, con excepcidn de las insttuciones cel
Estado, cometa un delito con los medios que para tal objeto fas mismas entidades le proporcionen de
modo que resulte cometido a nombre o bajo el amparo de la representaciéa social o en beneficio de
ella, el juez pod, en los casos exclusivamente especificados por la ley, decretar en la sentencia la
suspension de la agrupacién o su disolucin, cuando lo estime necesario para la seguridad piblic.
Con ello se establece un régimen semejante al de las consecuencias accesorias que recogen el CP pe-
ruano y el espatiol, Vid. Besares Escobar, DP ambiental, 82. Sin embargo, para Biinster, en: Moreno
Hernindez, 443, “las medidas antedichas no pueden ser sino penas que, si se imponen por el juez, ha
de ser previo proceso y de declaracién en la sentencia, con las garantias condignas”.
(20) Bramont-Arias, Manval de DP, 124-125.
(21) Berdugo Gémez de la Torre et al, Lecciones de DP, 139-140,
(22) Bazzani Montoya, en: Cancino / Bacigalupo, 193 y ss. Se mantiene la solucidn del Cédigo de 1980,
Vid. Valencia lragorri, Delito ecolégico, 22-23. Veldsquez Velasquez, DP. PG, 354, N° 74, precisa que
lart.2 de la Ley 365 de 1997 introdujo en el Derecho colombiano sanciones penales para las personas
juridicas, “incluso sin probar la comisién de hechos punibles”, Antes bien, el art. 247B del Cédigo
de 1980, introducido por la Ley 491 de 13 de enero de 1999, fue declarado inconstitucional por
contemplar sanciones para la persona juridica sobre la base de una responsabilidad presunta,
140Dino Carlos Caro Coria
De ese modo se expresa la Ley Penal del Ambiente de Venezuela de 3 de
enero de 1992 que establecié la posibilidad de imponer penas a los propios en-
tes colectivos®, sin perjuicio de la responsabilidad de sus érganos”™,
23) De Los Rios, Derecho del Ambiente, 221-222, para quien las miéltiples exigencias previstas en esta
Ley pricticamemte harfan imposible sancionar a las personas juridicas.
(24) Art 3.-“Requisitos de las sanciones a personas juridicas. Independientemente de la responsabilidad
de las personas naturales, las personas juridicas serén sancionadas de conformidad con lo previsto en
Ja presente Ley, en los casos en que el hecho punible deserito de esta haya sido cometido por decisign
de sus drganos, en el Ambito de la actividad propia de la entidad y con recursos sociales y siempre que
se perpetre en su interés exclusivo o preferente”.
Art 4. “Responsabilidad del representante, Cuando los hechos punibles fueran cometidos por los
xgerentes administradores 0 directores de personas juridicas, actuando a nombre o representacién
de estas, aquellos responderin de acuerdo a su participacién culpable y recaerén sobre las personas
|juridicas las sanciones que se especifican en esta Ley”.
‘Art. 5. “Sanciones a personas naturales. Las sanciones serin principales y aecesorias.
Las sanciones principales son:
1. Laprision.
2. Elarresto,
3. Lamutta.
4. Los trabajos comunitarios.
x
Art. 6. “Sanciones a personas juridicas, La sancién aplicable alas personas juridicas por los hechos:
punibles cometidos, en las condiciones sefialadas en el artfculo 3 de esta Ley, serd la de multa estable-
cida para el respectivo delito, yatendida la gravedad del dao causado, la prohibicién por un lapso de
tres (3) meses a tres (3) afios de la actividad origen de la contaminacién
Siel daiio causado fuera gravisimo, ademas de la multa, la sancién serd la clausura de la fabrica o
establecimiento o la prohibicién definitiva de Ia actividad de origen de la contaminacién, a juicio del
Juez,
El Tribunal podré, asi mismo, imponera la persona juridica, de acuerdo a las circunstancias del hecho
que se haya cometido, alguna o algunas de las siguientes sanciones:
1. La publicacién de la sentencia a expensas del condenado, en un érgano de prensa de circulacién
nacional;
La obligacién de destruir, neutralizar 0 tratar las sustancias materiales, instrumentos 1 objetos,
fabricados, importados u offecidos en venta, y susceptibles de ocasionar datios al ambiente 0 ala
salud de las personas;
3. La suspensidn del permiso o autorizacién con que se hubiese actuado, hasta por un lapso de dos.
Q)atios; y
4. Laprohibicién de contratar con la Administracién Piblica hasta por un lapso de tres (3) alos”.
(25) Yaelart. 4del Proyecto de Ley de Proteccin Penal de Ambiente de Venezuela de 1981 habia previsto
la responsabilidad penal de las personas juridicas: “Las personas juridicas serén responsables por
las infracciones cometidas a causa del ejercicio de sus actividades o en los casos en que los dafios
‘el peligro de dafio provenga de actos realizados en su representacién o por orden suya”. Segiin la
exposicién de motivos del Proyecto “merece especial atencién el hecho de considerar como sujetos
penales a la persona juridica, el motivo iltimo que se ha orientado a tal determinacién es la necesidad
que existe en el pais de contrarrestar la agresién al ambiente por medio de las empresas que funcionan
con esta caracteristica. La discusién sobre el problema de la persona juridica y sus relaciones con el
Derecho Penal es larga y concienzuda, Sin embargo, hoy por hoy, es de indudable mérito convencerse
del hecho de que quienes con mas propiedad pueden transformar el ambiente, para bien o mal del
hombre, son corporaciones, debido a que estén capacitadas para motorizar grandes proyectos debido
a la necesidad de grandes inversiones, La persona juridica seria responsable de aquellas infracciones
aque se cometieren a causa del ejecicio de sus actividades 0 en los casos en que estas se comentan en
representacién suya 0 por su mandato”,
= 141Responsabilidad penal de directivos y de empresas
Asu vez, la Ley brasilefia 9.605 de 12 de febrero de 1998 sobre sancio-
nes penales y administrativas derivadas de conductas 0 actividades lesivas del
medio ambiente®” prevé penas para las personas juri
Pp penas pi Pe
as, en cumplimiento
del mandato positivo de criminalizacion previsto en el art, 225 § 3 de la Cons-
titucién de 1988, concordante por el sentido mas amplio para todo el sector
penal econémico previsto en el art, 173 § 5°.
26) De raujo Junior, en: Ouviia Villela (di), 3% Riderio Lopes, Revista Ibero-Americana de Citncias
en
28)
@9)
142
Penais (2000), 169 y ss
Art, 2: “Quem, de qualquer forma, concorre para a pratica dos crimes previstos nesta Lei, incide
has penas a estes cominadas, na medida da sua culpabilidade, bem como o diretor, o administrador,
© memiro de conselho e de irgio técnico, o auditor, ogerente, 0 preposte ou mandatirio de pessoa
Juridica, que, sebendo da conduta criminosa de outrem, deixar de impedir a sua pritica, quando podia
‘gir para evité-ta
Art. 3: As pessoas juridicas serto responsabilizadas administrativa, civil e penalmente conforme o
disposto nesta Lei, nos casos em que a infragdo seja cometida por decisio de seu representante legal
‘ou contratual, ou de seu Sreio colegiado, no interesse ou beneficio da sua entidade.
Parigrafo tinico: A responsabilidade das pessoas juridicas nao exclui a das pessoas fisicas, autoras,
co-aitoras ou participes do mesmo fato,
Art. 4: Poderd ser desconsiderada a pessoa juridica sempre que sua personalidade for obsticiso a0
ressarcimento de prejuizos causados & qualidade do meio ambiente.
Art. 21: As penas aplicaveis isolada, cumulativa ou alternativamente as pessoas juridicas, de acorda
com 0 disposto no art. 3, sto:
1. mutta;
I. restritivas de direitos:
IM. prestagao de servigos a comunidade.
Art, 22; As penas restritivas de direitos da pessoa juridica sto:
1. suspensdo parcial ou total de atividades;
Il. interdicdo temporéria de estabelecimento, obra ou atividade;
ILL proibicsio de contratar com o Poder Piblico, bem com dele obter subsidies, subvengses ou doagses.
§ 12 A suspensto de atividades seré aplicada quando estas nao estiverem obedecendo is disposigoes
legais ou regulamentares, relativas & protecio do meio ambiente.
§ 2° A interdi¢&o seré aplicada quando 0 estabelecimento, obra ou atividade estiver funcionando
sema devida autorizagao, ou em desacordo com a concedida, ou com violagtio de disposigao leval ou
regulamentar.
§ 3° A proibi¢fo de contratar com o Poder Pablico e dele obter subsidios, subveng6es ou doagdies nao
poderi exceder 0 prazo de 10 (dez) anos.
Art. 23: A prestagdo de servigos & comunidade pela pessoa juridica consistira em:
1. eusteio de programas e de projetos ambientais;
Tl. exocucdio de obras de recuperagio de frcas degradadas;
IML manutencdo de espacos puilicas;
IV, contribuigdes a entidades ambientais ou culturais piblicas.
Art. 24: A pessoa juridica constiuida ou utilizada, preponderantemente, com o fim de permitir, failitar
ou ocultara prética de crime definido nesta Lei teré decretada sua liquidagdo forgada, seu patriménio
serd considerado instrumento do crime e como tal perdido em favor do Fundo Penitenciario Nacional”,
Art. 225 §3:"As condutase atividades consideradas lesivas ao meio ambiente sujeitardo os infraiores,
pessoas fisicas o juridicas, a sangio penais ¢ administrativas, independentemente da obrigagio de
reparar 0s danos causados”.
Art. 173 § 5: “A lei, sem perjuizo da responsabilidade individual dos dirigentes da pessoa juridiea,
estabelecerd a responsabilidade desta, scjitando-a ds punigdes compativeis com sua natureze, nos
‘tos praticados contra a ordem econdmica e financeira e contra a economia popular”Dino Carlos Caro Coria
En Argentina, esta forma de responsabilidad se encuentra en determina-
das leyes sectoriales, en algunos casos tras sucesivas reformas, como el Cédi-
go Aduanero (Ley 22.415), la Ley 20680 de Abastecimiento, la Ley 19359 so-
bre el Régimen Penal Cambiario, la Ley Penal Tributaria 24769, entre otras que
prevén sanciones para las personas juridicas de multa ¢ inhabilitacion, pérdida
de la personeria, caducidad de prerrogativas acordadas, etc.
En un contexto mas general, el art, 16 del CP cubano de 1987, reforma-
do en 1997°, admite la responsabilidad penal de las entidades colectivas™,
al igual que el Cédigo Penal del Estado mexicano de Tabasco”.
En el marco de las Sesiones de la Comisién Redactora del Cédigo Penal
Tipo para Iberoamérica se puso también en discusién una serie de propuestas
en torno a los criterios de imputacién de responsabilidad de la propia persona
juridica y, como complemento, de la formula de la actuacién en lugar de otro.
Ya en este siglo tenemos la oleada reformista en torno a la responsabili-
dad penal de las personas juridicas. Esta ola se inicia con la promulgaci6n de
la Ley chilena N° 2039 que “Establece la responsabilidad penal de las perso-
nas juridicas en los delitos de lavado de activos, financiamiento del terroris-
mo y delitos de cohecho que indica” y ha avanzado hasta consolidarse con la
reforma del CP espafiol, que ha incluido un articulo 31bis que reconoce la res-
ponsabilidad penal de la propia persona juridica’, y la reciente incorpora-
cién en el Cédigo Orgdnico Integral Penal de Ecuador de 2014 de un capitulo
sobre “Responsabilidad penal de la persona juridica"®®.
G0) Baigiin, Laresponsabilidad penal, IX; Aboso/Abraldes, Responsabilidad penal de las personas juridicas,
102-109; Fellini, en Morales Hernandez, 433-434.
G1) Porel art. 3 del D. Ley N° 175 de 17 de junio de 1997.
G2) Art. 16: “1, La responsabilidad penal es exigible a las personas naturales y las personas juridicas. (.)
3. Las personas juridieas son penalmente responsables por los delitos previstos en este Cédigo 0
en leyes especiales, cometidos dentro de la propia esfera de accién de dichas personas juridicas,
cuando sean perpetrados pot su representacién 0 por acuerdo de sus asociados, sin perjuicio de
la responsabilidad penal individual en que hayan incurrido los autores o cémplices en el hecho
punible,
4, Alls efectos de este Cédigo, le es exigible responsabilidad penal a las personas juridicas cuando
se trate de las cooperativas, las sociedades y asociaciones constituidas de conformidad con los.
requisitos establecidos en las leyes, las fundaciones, las empresas no estatales autorizadas para
realizar sus actividades, asi como las demas entidades no estatales a las que la ley confiere perso-
nalidad juridica”.
G3). Bainter, en Moreno Hernéndez, 443-445,
G4) Leyes Organica N° 5/2010 (BE N° 152 det 23 de junio de 2010) y 1/2015 (BOE N° 77 del 31 de marz0
de 2015).
G5) _ Sin dejar de mencionar el caso colombiano que ha reconocido, mediante Ia Ley N° 1778, del 02 de fe-
brero de 2016, una “responsabilidad administrativa” de las personas uridicas por “actos de corrupcion
‘ransnacional”
143Responsabilidad penal de directivos y de empresas
Estas expresiones de lege lata y de lege ferenda representan una clara vis
expansiva del reconocimiento legal de la responsabilidad penal de los entes
colectivos en Iberoamérica, tendencia no aislada si se tiene en cuenta la larga
experiencia criminalizadora en los sistemas anglosajones™, especialmente en
Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos”, Australia y Canada, asi como en aque-
Ios ordenamientos influenciados por el modelo norteamericano, como Japén
y Corea, A su vez, en los estados de la Unién Europea, ya solo Alemania y
Grecia mantienen reticencias frente a la posibilidad de sancionar penalmente
a la persona juridica®.
En Europa continental se reconoce claramente el societas delinquere potest
en Portugal (art, 3 del Decreto-Lei N° 28/84 de 20 de enero), Holanda (art.
51 del CP)", Noruega (arts, 48a y 48b del CP), Francia® y Dinamarca”.
Un caso particular acontece en Italia con el Decreto Legislativo N° 231
de 8 de junio de 2001 de Disciplina de la responsabilidad administrativa de la
persona juridica, de la sociedad y asociaciones también desprovistas de perso-
nalidad juridica, se ha dado cabida por primera vez.en el ordenamiento italia-
no a.una forma de responsabilidad de las personas juridicas y otros entes co-
lectivos, de modo que “se resquebraja, si es que no se supera completamente,
el tradicional principio societas delinquere non potest”), ello porque si bien
se indica en el plano formal que se trata de una forma de responsabilidad ad-
ministrativa, materialmente deriva de la comisién de delitos (art. 1.1) imputa-
bles al ente (arts. 5 y 6), es aut6noma de la responsabilidad de la persona natu-
ral (art. 8) y la imposicién de las sanciones corresponde al juez penal (art. 36.1).
‘También los planteamientos de armonizacién de la regulacién penal eu-
ropea se decantan por el societas delinquere potest. Asi, el art. 14 del Corpus
Turis de disposiciones penales para la proteccién de los intereses financieros de
(G6) Fletcher, Conceptos basicos de DP, 292-295, Aboso/Abraldres, Responsabilidad penal de las personas
juridieas, 179 yss.
37) Malamud Goti, Personas jutidicas y personalidad, 14 y ss.
G8) _Feiféo Sénchez, RPCP, 9 (2000), 241.
G9) Tiedemann, en Zithiga Rodriguez, 15, se refiere también a Italia pero antes del D. Leg. N° 231 de
86-01
40) Da Casta Pinto, RP 6 (2000), 203, el art. 11 del CP niega expresamente la responsabilidad de las per-
sonas juridicas, peto el D-Lei 28/84 de infracciones contra la economia y la salud piiblica consagra el
Societas delinguere potest y establece eriterios de imputaciones y sanciones especiales (art. 7).
(41) De Doelder, en BOE, 497 y ss. Vervaele, RDPC 1 (1998), 153 y ss.
(42) Rostad, en: Hacia un DP econdmico europeo, 519 y ss
(43) Pradel, RDPC 4 (1999), 661 y ss.
(44) Feijéo, RPCP 9 (2000), 241-243,
(45) Foffant, Revista Penal, 9 1998 (2002), 190.
144Dino Carlos Caro Coria
la Union Europea, cuya redaccidn se ultimé en junio de 1996, establece la
responsabilidad penal de las personas juridicas“”, medida ante la cual tnica-
mente Grecia ¢ Italia ofrecerfan problemas de implementacién desde la pers
pectiva constitucional, como sefiala un estudio del afio 2000,
La misma orientacién se planteé en el proceso de elaboracién® del Pro-
yecto de Eurodelitos (Entwurf der “Europa-Delikte”) publicado sistematica-
mente a principios de 2002, el cual finalmente no ha previsto una cldusula ex-
presa de responsabilidad penal de las personas juridicas, dejando abierta esa
posibilidad, a juicio de Tiedemann
Por su parte, los diferentes organismos vinculados al desarrollo del De-
recho Penal tampoco han sido inmunes a estas tendencias, ya en 1977 el Con-
sejo de Europa, mediante la Resolucién (77) 28 acerca de la contribucién del
Derecho Penal en la proteccién del ambiente recomends “un reexamen de los
principios de responsabilidad penal, en particular, con el fin de poder intro-
ducir en ciertos casos la responsabilidad de las personas juridicas, privadas 0
piblicas”®,
Dicha perspectiva fue ratificada por el Comité de Ministros de Estados
Miembros del Consejo de Europa, mediante la Recomendacién R (81) sobre
la criminalidad en los negocios de 25 de junio de 1981, la Recomendacién R
(82) 15 sobre el papel del Derecho Penal en la proteccidn de los consumidores
de 24 de setiembre de 1982 y en la Recomendacién N° 18/88 de 20 de octu-
bre de 1988, la cual propone “Ia aplicacién de la responsabilidad y de sancio-
nes penales a las empresas cuando la naturaleza de la infraccién, la gravedad
de la culpabilidad de la empresa y la necesidad de prevenir otras infraccio-
nes asi lo exijan”.
(46) Art, 14:“L, Sern igualmente responsables de las infracciones definidas con anterioridad (arts. 1a 8) las
entidades colectivas que tuvieran personalidad juridica, asi como las que tuvieran la calidad de sujeto
de Derecho y sean titulares de un patrimonio auténomo, cuando la infraccién hubiera sido realizada
porcuenta de ente colectivo, por un érgano, un representante o cualquier persona que hubiera actuado
en nombre propio o con wn poder de decisidn de Derecho o de hecho.
2. Laresponsabilidad penal de las entidades colectivas no excluird lade las personas fisicas, autores,
inductores o cémplices de los mismos hechos”.
47) AA.VY,, Hacia un espacio judicial europeo, 52.
(48) Delmas-Marty/Vervaele, The implementation of the Corpus Turis, 259. Vid. ampliamente los
reportes nacionales en los Vols. Il y IIL
(49) Tiedemann, Revista Penal, 3 (1999), 84
(50) ““Vorwort”, en Tiedemann (2002), XI, “Como problema de las sanciones nuestro Proyecto deja
finalmente abierta la punicidn de los grupos de personas, especialmente las personas juridicas”.
Vid. Tiedemann, en Eset (ed. 496 y 88.
(51) Recomendacién 2
145Responsabilidad penal de directivos y de empresas
De modo similar, en el XII Congreso Internacional de Derecho Penal ce-
lebrado en Hamburgo en 1979 se concluyé que “Como los ataques graves al
ambiente son cominmente cometidos por personas juridicas y empresas pri-
vadas, debe admitirse la responsabilidad penal de estas o imponerles el respe-
to del ambiente mediante sanciones civiles 0 administrativas"™.
En una perspectiva mas general, en el XIII Congreso Internacional de
Derecho Penal celebrado en El Cairo en 1984 se puso de relieve que “La res-
ponsabilidad penal de las sociedades u otras entidades juridicas se reconoce
cn un nmero creciente de paises como medio apropiado de controlar los deli-
tos econémicos y empresariales. Los paises que no reconocen tal responsabi-
lidad penal deberan considerar la posibilidad de imponer otras medidas apro-
piadas a estas entidades juridicas”™).
A su vez, con sumo cardcter extensivo, en el XV Congreso Internacional
de Derecho Penal celebrado en Rio de Janeiro en 1994 se recomendé a los Es-
tados establecer la responsabilidad penal de las personas juridicas privadas y
de Derecho Publico frente a los ataques contra el ambiente natural®.
@) II, Recomendacién 7.
3) _Seccién TT, Recomendacidn 16,
64) Seccién | / “IIL. RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURIDICAS POR INFRAC-
CIONES PENALES CONTRA EL AMBIENTE
12, Las conductas merecedoras de la imposicién de sanciones penales pueden ser realizados tanto por
personas fisicas como por personas juridicas y organismos piblicos.
1. Los sistemas juridicos nacionales deberian prever, si fuera posible en su Constitucién o Derecho
fundamental, una amplia variedad de sanciones penales y otras medidas adaptadas alas personas
juridicas y organismos piblicos.
2. Cuando una persona juridica, de Derecho Piiblico o Privado, se encuentre involucrada ea una
actividad que plantea un serio riesgo de datio para el ambiente, deberia obligarse alos directivos
¥ a las autoridades gestoras de esos organismos a que ejerzan su responsabilidad de control para
prevenirla produccién del dato; y deberian ser considerados penalmente responsables si se produce
el dafio como consecuencia de st fracaso en el adecuado cumplimiento de su responsabilidad de
control.
3. Para minimizar el riesgo de injusticia procedente de la inadecuada aplicacién de leyes relativas a
las infracciones contra el ambiente, el Derecho domeéstico deberia especificar lo mas claramente
posible los criterios de identificacién de los agentes humanos intervinientes en el marco de las per-
sonas juridicas de Derecho Piblico o de Derecho Privado potencialmente declaradas responsables
de infracciones contra el ambiente.
Personas juridicas privadas
4. Ena medida en que sea posible de acuerdo con la Constitucién o las leyes fundamentales del pais
y sin periuicio del respeto del principio de personalidad de las infracciones penales, deberia ser
posible la persecucién de personas juridicas privadas por infracciones penales contra el ambiente
sino cabe atribuir directamente esa responsabilidad a un agente humano identificado de la entidad.
5. En las mismas condiciones, cuando una persona juridica privada sea responsable de grave datio
contra el ambiente, deberia poder perseguirse a esa entidad por infracciones contra el ambiente,
146Dino Carlos Caro Coria
Como puede observarse, la responsabilidad penal de los entes colecti-
vos es una conereta y creciente realidad en el Derecho comparado®. Frente
a ello merece prestar atencién a los fundamentos de esta forma de expansién
del Derecho Penal.
Iv.
LA RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS JURIDICAS
EN EL PERU: A PROPOSITO DE LA LEY N° 30424 Y SUS
MODIFICATORIAS
Reflexiones previas
1. Tratamiento de las personas juridicas por la legislacién pe-
nal peruana con anterioridad a la promulgacién de la Ley
N° 30424 y sus modificatorias
Las personas juridicas vienen siendo objeto de atencién por el Derecho
Penal peruano desde el Cédigo Penal del afio 1991, Mediante dicho Cédigo
Penal se introdujo por primera vez en la legislacién una serie de consecuencias
juridicas aplicables directamente a las personas juridicas, bajo el nomen iuris
65)
‘con independencia de si el dafio resulta de un acto u omisi6n individual o de actos u omisiones
acumulados a lo largo del tiempo.
6, La imposicién de sanciones penales contra personas juridicas privadas no deberia servir de via
de exoneracién de Jos culpables pertenecientes a las entidades involucradas en Ia comisién de
infracciones contra el ambiente.
Personas juridicas de Derecho Piiblico
7. Cuando en el curso del cumplimiento de su funcién piblica, o en cualquier otra circunstancia, un
‘organismo de Derecho Pablico causa un grave daflo al ambiente o, en contravencién de ls standard
ambientales establecidos, crea un peligro real o inminente (concreto) para el ambiente o para los
seres humanos, deberia poder perseguirse a esa persona por tal infraccién.
pte que sea posible conforme ala Consttucidn o el Derecho nacional de una pais a atribueién
de responsabilidad a los organismos de Derecho Piblico por actos de servicio piilico u otros,
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