Mercurio en: Escorpio
En el signo de la muerte y las transformaciones profundas, Mercurio estimula el desarrollo
de una inteligencia sumamente aguda, penetrante y perspicaz. Un tipo de mente que se
asemeja mucho a la de un psicólogo, un policía, un investigador, un médico o un espía, que
además son profesiones ideales para estas personas. Una ardiente e insaciable curiosidad
los lleva a investigar y escudriñarlo todo, a sondear en las profundidades y resolver
enigmas, y, en general, a sacar a la luz toda clase de secretos y misterios. Para ello no sólo
tienen una excelente capacidad intelectual sino que además, ésta está acompañada de una
enorme intuición. Asimismo tienen gran habilidad para descubrir las debilidades y el lado
oscuro de las personas o de la sociedad en general, por ello, en situaciones de tensión,
saben herir donde más duele y encontrar rápidamente los puntos vulnerables de su
oponente. Sienten gran atracción por todo lo oculto o relacionado con el más allá. Estos
nativos se muestran siempre muy reservados y no exteriorizan nunca lo que están pensando,
por lo que son ideales para manejar información reservada o para llevar a cabo planes
secretos. También poseen una capacidad dialéctica, mordaz e irónica. Cuando está
disonante, da personas muy desconfiadas y suspicaces, que sólo ven el lado malo de las
personas y se muestran como conspiradores natos.
Venus en: Escorpio
En este signo ardiente y volcánico, afín a la guerra y la muerte, Venus no está bien situado.
Aquí el amor puede transformarse en pasión egoísta y la ternura en frenesí sexual. Los
sentimientos cobran una inusitada intensidad, profundidad y persistencia. Las personas que
tienen a Venus en Escorpio son seres apasionados que pasan del amor al odio o que hacen
el mayor daño a aquellos a quienes más quieren. Amor y odio, placer y dolor suelen
alternarse o estar entremezclados en estas naturalezas extremistas y radicales, del mismo
modo que siempre libran en su interior una guerra entre sus primitivos impulsos animales y
su lado más trascendente o espiritual. El amor se convierte en una potente fuerza
transformadora, para el propio nativo y para la persona que ama, pero lo que más los
caracteriza, por encima de cualquier otra cosa, es su intensa sexualidad, que tiñe todas las
facetas de su vida y que siempre se esfuerzan por esconder ante los demás, aparentando
indiferencia o frialdad. Emana de ellos un sutil pero profundo atractivo y un magnetismo
natural hacia el sexo opuesto. Es una posición que favorece los amores tormentosos, así
como los intensos celos y posesión que los dominan, aunque al mismo tiempo son personas
capaces de los mayores sacrificios por aquellos a quienes aman. Son fieles a sus
sentimientos, aunque éstos les lleven a su destrucción, y exigen la misma fidelidad a las
personas amadas por ellos. Pueden utilizar su atractivo o erotismo para obtener ventajas
materiales, sociales o profesionales.
Venus en: Sagitario
En el hogar de Júpiter, Venus favorece el atractivo y el éxito en los asuntos sentimentales,
sin embargo no propicia la estabilidad, ya que éste es un signo dual, que predispone a los
cambios y a la pluralidad, y que favorece múltiples aventuras amorosas y numerosas
relaciones sociales y de amistad. Estos nativos son realmente encantadores: joviales,
optimistas, alegres, efusivos y demostrativos, pero al mismo tiempo son también en
extremo independientes, y valoran por encima de todo la libertad, por lo que tratar de
atarlos es el mayor error que se puede cometer. Les encanta viajar y conocer gente,
convirtiendo su existencia en una gran aventura. Como manifestación de la dualidad del
signo, estas personas tienen un lado profundamente sensual y amante de toda clase de
placeres, pero también otro muy idealista y lleno de elevados sueños y aspiraciones. Son
como un don Quijote que busca a su maravillosa Dulcinea, y mientras tanto se entrega a
continuas aventuras. El mismo regente del signo, Júpiter, era todo un seductor en la
mitología clásica, famosos por sus numerosos lances amorosos. Estos nativos tienen una
visión esperanzada y optimista de la vida y del ser humano, por eso se entregan sin reservas
a la plena realización de sus impulsos emocionales y sexuales, que viven y sienten como
algo totalmente natural y bueno. Son francos y honestos en sus sentimientos y están
animados por las mejores intenciones, por ello no soportan los recelos o las desconfianzas.
Marte en: Virgo
Posición ideal y al mismo tiempo frecuente en jefes militares y estrategas, pues aquí la
audacia y la agresividad de Marte se fusionan con la gran inteligencia, minuciosidad y
pragmatismo de este signo mercurial como vemos en Enrique VIII, el Duque de Alba,
Alejandro Farnesio, Luis XIV, Napoleón, Iván el Terrible y George Bush hijo. Su
belicosidad y energía propias se canalizan a través de la mente, y se expresan de modo frío,
analítico y con precisión, manifestándose con lucidez, disciplina y estrategia. Al mismo
tiempo sus nativos son hábiles, astutos, calculadores y poseen sangre fría. Planifican todos
sus actos cuidadosamente y con gran destreza, cualidades todas ellas que los ayudan mucho
a triunfar o a imponerse en las desventuras y dificultades, aunque al mismo tiempo también
tiende a mostrar el carácter rígido y radical de Virgo. Se trata de una posición excelente
para cirujanos, ingenieros y toda clase de técnicos mecánicos. Pero si la energía se canaliza
mal puede inhibirse, interiorizarse o expresarse de un modo autodestructivo. Dedican una
gran cantidad de esfuerzo a su trabajo, que siempre desempeñan con gran pasión, y al que
se entregan en cuerpo y alma. Sin embargo, en este signo casto y virginal, la vida sexual y
el desarrollo de los instintos pueden ser problemáticos. También puede dar un
temperamento muy nervioso, irritable e impaciente, irritable e impaciente, lo que
favorecerá posibles conflictos, tensiones o discordias en el ámbito laboral, ya sea con jefes
o con subordinados. Esta posición propicia el peligro de accidentes laborales o de sufrir
enfermedades a causa de un exceso de trabajo.
Júpiter en: Piscis
Júpiter en Piscis está dignificado, ya que se encuentra en su propio hogar, pero al mismo
tiempo también espiritualizado en el signo de la compasión y la devoción. En esta posición
se exteriorizan las mejores cualidades de Piscis. Fomenta un gran idealismo y un profundo
deseo de ayudar o ser útil a los desvalidos y necesitados, una naturaleza en extremo
compasiva y benevolente, que a menudo encuentra la felicidad y la dicha más en el ámbito
espiritual que en el material. Estos nativos tienen un sincero y gran interés por ayudar a sus
semejantes, y no les importa soportar toda clase de críticas o ataques si es por una causa
justa. A pesdar de ser un signo tan vinculado con el "dar" o con los valores espirituales, en
esta posición sin embargo, el más benéfico de los planetas está muy realzado y proporciona
suerte, o ayuda a obtener el éxito o la fama -Leonardo da Vinci, Carlos V, Cervantes,
Kepler, Newton, Goethe, Napoleón III, Abraham Lincoln, Stalin, Manuel Azaña, Carrero
Blanco, Augusto Pinochet, Frank Sinatra, Tom Cruise-. A estas personas con frecuencia les
cuesta enfrentarse a la realidad y mantener los pies sobre la tierra, y tienden a perderse en
suelos maravillosos o, en otros casos, también de gloria personal. Darán lo mejor de sí
mismos y se verán favorecidos por la suerte cuando orienten su vida a un ideal espiritual,
artístico o social. Lo más importante para ellos no es el éxito o el dinero sino tener un ideal
que dé sentido a sus vidas. Les interesa profundamente el ocultismo y el misticismo y se
mantienen optimistas o esperanzados aun en los momentos más difíciles. Sienten atracción
por la naturaleza y el mar.
Saturno en: Cáncer
Es una de las más duras posiciones de Saturno, ya que aquí se encuentra exiliado, dándose
un antagonismo total entre signo y planeta. Favorece las inhibiciones emocionales y toda
clase de pruebas dolorosas en ese ámbito. Estos nativos son hipersensibles en extremo y
pueden haberse visto privados de cariño en su infancia, sufrir el alejamiento o fallecimiento
de uno de los padres, o una relación fría y castrante con ellos, en especial con la madre.
Pueden asimismo sufrir graves traumas, ser rechazados o ver seriamente dañados sus
sentimientos. En muchos casos hay una fuerte relación de dependencia con los padres y al
nativo le cuesta mucho cortar el "cordón umbilical". En general, corren peligro de gran
sufrimiento en todo lo relacionado con el mundo de los sentimientos más íntimos y
profundos. Para protegerse, construyen en torno a sí una dura coraza protectora, mostrando
al exterior un carácter seco y frío, disciplinado y que oculta sus sentimientos ante los
demás. Pueden sentirse muy solos, aunque tengan excelentes relaciones superficiales. Se
toman muy en serio todas las responsabilidades que tienen que ver con la familia, el hogar
y las relaciones íntimas y pueden sufrir falta de arraigo, seguridad o estabilidad en el
ámbito hogareño y familiar. Cabe asimismo la posibilidad de un final de vida solitario. Esos
nativos experimentan conflicto entre los deseos y lo realizable, con lo que, en ellos, sueños
y fantasías chocan dolorosamente con la realidad. Tienen tendencia a la depresión o la
melancolía y a enfermedades del aparato digestivo.