El fin del periodo Arcaico Tardío esta dado por la fase Quebrada Honda (sucesora de la
fase Guanaqueros y la fase Punta Teatinos) con fechado desde 30 años a.C. hasta 245 años
d.C.; esta última fase fue definida en base a tumbas costeras halladas en diferentes sitios
arqueológicos, como la Quebrada Honda, Tilgo y Punta Teatinos (Prehistoria de Chile
2016:300). Estos contextos son relevantes debido a la forma, en la cual, se enterraban a los
difuntos en aquel periodo, esto es, de manera flectada o extendida, cubiertos con moluscos
y señalizados con rocas (prehistoria 2016:300).
La transición del Arcaico Tardío al periodo Alfarero Temprano está caracterizada por
campamentos base monticulares, conchales, y una alta movilidad residencial con
permanecía en la costa. Si bien, hay evidencias que nos hablan de una relación entre
cazadores-recolectores costeros (Fase Teatinos) con cazadores-recolectores del complejo El
Molle (fase Quebrada Honda), o más bien un traspaso de elementos culturales, también,
hay evidencias que sugieren no haber una continuidad cultural entre comunidades del
Arcaico Tardío y las primeras comunidades alfareras. Por ende, sabemos que las evidencias
son notoriamente escasas o limitadas para afirmar una u otra interpretación, pues aún se
debe indagar y trabajar más en contextos situados en el valle o la cordillera.
De acuerdo al registro arqueológico y las interpretaciones que éste conlleva, la cultura
Molle es considerada la primera comunidad de alfareros en el norte Chico (150 a.C.),
previa a la cultura Diaguita.
La región de Coquimbo es una de las zonas del país con la más alta concentración y
representación de arte parietal, por lo que se puede deducir que este tipo de expresión
cultural fue de gran importancia para las comunidades que habitaron esta zona (Troncoso
2018:2).
Troncoso (2018) define 3 tipos de análisis de arte rupestre: visual, técnico y espacial. El
visual se refiere al análisis del motivo, el cual funciona como un sistema de comunicación