LA CASA PATIO VIRREINAL LIMEÑA
EXPRESIÓN DE DOS CULTURAS
Leyda Sandy Espinoza Apestegui
LA CASA PATIO VIRREINAL LIMEÑA
EXPRESIÓN DE DOS CULTURAS
Leyda Sandy Espinoza Apestegui
LA CASA PATIO VIRREINAL LIMEÑA
expresión de dos culturas
Estudiante
Leyda Sandy Espinoza Apestegui
Número de expediente: 17620
Tutora
Carmen Román Pastor
Departamento de Composición Arquitectónica
Aula 1 TFG
María Mercedes González Redondo, coordinadora
María Esther Moreno Fernandez, adjunta
Ilustración de la portada
«Zaguán limeño», 1920. Óleo sobre tela. Obra de Bernardo Rivero
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid
Universidad Politécnica de Madrid
Madrid, 08 de junio del 2020
A mi familia.
Índice
RESUMEN Pág. 09
INTRODUCCIÓN Pág. 11
CAPÍTULO I: Pág. 17
Contexto geográfico, histórico y urbano
Situación y clima Pág. 18
La población de Lima Pág. 29
Infraestructura urbana Pág. 33
CAPÍTULO II: Pág. 43
La casa patio de Lima
Los propietarios Pág. 43
La casa principal Pág. 49
Materiales y técnicas constructivas
Análisis compositivo y funcional
Ejemplos concretos Pág. 61
CAPÍTULO III: Pág. 83
Evolución y transformación de las casas patio
La tugurización Pág. 85
La configuración de nuevos espacios Pág. 87
Nuevos usos Pág. 90
CONCLUSIONES Pág. 99
BIBLIOGRAFÍA Pág. 103
LISTADO DE ILUSTRACIONES Pág. 105
Resumen
El presente trabajo tiene por objeto estudiar la casa patio de la Lima virrei-
nal. Esta arquitectura hunde sus raíces en modelos arquitectónicos sevilla-
nos y de otras ciudades españolas; pero el lugar determina el resultado, por
lo que la arquitectura de Lima será distinta.
Tras el terremoto de 1746, Lima tuvo prácticamente que reconstruirse
en su totalidad. La nueva arquitectura que se construyó se adaptó a sus cir-
cunstancias: no podía ser de piedra pues era escasa en la zona y por lo tan-
to muy cara; tampoco podía ser demasiado alta, pues se había demostrado
que los movimientos sísmicos eran frecuentes y, además, las condiciones
climáticas que determinaban la ciudad eran muy particulares. Lima debía
encontrar, tras varios intentos fallidos, un modelo constructivo flexible y
con materiales de rápida obtención que pudieran dar solución a la inme-
diata necesidad de vivienda de los limeños, sin dejar de lado la fastuosa de-
coración barroca y, posteriormente, rococó, que buscaba reflejar el poder
de sus propietarios.
Este trabajo analiza lo que varios cronistas denominan ‘la casa principal’,
es decir, la casa de las clases sociales pudientes. Se busca demostrar la ori-
ginalidad que tiene la arquitectura de las casas patio de Lima durante el vi-
rreinato del Perú, gracias a dos factores fundamentales: la incorporación de
técnicas y materiales de las antiguas culturas prehispánicas que, muy sabias,
lograron adaptar sus viviendas a los problemas medio ambientales y las cir-
cunstancias de esta zona; y, por otro lado, la transformación que tuvieron
que sufrir los diversos elementos artísticos y culturales españoles para adap-
tarse mejor a la cultura peruana. Estos factores logran incrementar el ca-
rácter y la autenticidad de esta arquitectura limeña, desvaneciendo la idea
que la reduce a la condición de mera receptora de los modelos europeos.
Finalmente, se estudia la evolución sufrida de las casas patio y de la ciu-
dad de Lima en la actualidad, haciendo un breve análisis de la tugurización
producida y la adaptación de sus casas a nuevos usos, a nuevos tiempos, a
nuevos habitantes y nuevas necesidades.
Palabras clave
- Virreinato del Perú
- Arquitectura colonial
- Arquitectura civil de Lima
- Casas patio limeñas
- Patrimonio inmueble
- Investigación gráfica
Introducción
Durante mis primeros 14 años viví en la ciudad de Lima. En este tiempo, dis-
fruté de una ciudad con mucha riqueza histórica y cultural que ha sabido
conservar aún piezas arquitectónicas de gran valor que recuerdan todavía
un tiempo de grandes contrastes, como fue el que supuso el periodo del vi-
rreinato establecido en el Perú, terminado en 1821.
El centro de Lima, hoy catalogado patrimonio de la humanidad por la
UNESCO, recoge entre sus jirones, modelos de viviendas señoriales de par-
ticular expresividad que no pasan desapercibidas. Al empezar a vivir en Es-
paña y, poco a poco, empezar a conocer e interesarme por la arquitectura,
pude notar de primera mano las similitudes que hacían que Lima se vin-
culara con la arquitectura de esa misma época en las principales ciudades
de España. Escojo por tanto este tema de estudio con gusto personal y con
la motivación de poder mostrar lo que considero una arquitectura original
que ha sabido adaptarse y evolucionar en un entorno y una sociedad muy
particulares.
Tras el terremoto producido el 28 de octubre de 1746, el más devastador
de la historia de la ciudad, se iniciaron grandes empresas constructivas que
buscaban reconstruir la ciudad a la mayor brevedad posible. La nueva ar-
quitectura limeña del virreinato se debía adaptar a sus circunstancias, eli-
giendo materiales locales e implementando técnicas y elementos construc-
tivos que ya se usaban entre las construcciones prehispánicas de la zona. La
nueva ciudad de los Reyes debía encontrar, tras varios intentos fallidos, un
modelo constructivo flexible y con materiales de rápida obtención que pu-
dieran dar solución a la inmediata necesidad de vivienda de los limeños.
Se sabía que muchas técnicas constructivas desarrolladas en el periodo
incaico -como el uso de la quincha- funcionaban; ahora bien, debían ser di-
simulados y maquillados para que pudieran encajar en el canon de belle-
za arquitectónica que el modelo europeo había instaurado entre la nobleza
limeña del momento. Además, se implementan elementos como las teati-
nas, que lograban una mejor adaptación ambiental de una manera ecoló-
gica e inteligente. Nace de este modo un nuevo modo de hacer arquitectu-
ra, que deja de construir como se hacía en España y que abraza sus propios
valores prehispánicos, sin dejar con ello de dar respuesta a lo que sus nue-
vos propietarios buscaban.
«(…) el siglo XVIII, época en la que la ciudad de los Reyes,
especialmente en su segunda mitad, oculta su imparable decadencia
bajo las vistosas galas de una brillante decoración rococó.»1
1. Emilio Gómez Piñol, para el
prólogo de “Lima en el siglo XVII”
de M.ª Antonia Duran Montero.
12 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
ESTADO DE LA CUESTIÓN
La revisión de la bibliografía existente sobre la consolidación y evolución
de las casas limeñas desde el periodo virreinal hasta la actualidad, ha per-
mitido encontrar muchos trabajos que han resultado de gran interés y uti-
lidad para el desarrollo de esta investigación.
El autor que ha desarrollado una mayor recopilación de información so-
bre este tema es Don Antonio San Cristóbal, misionero claretiano nacido en
Segovia y nacionalizado peruano, Doctor en Filosofía y fundador de la uni-
versidad Ricardo Palma, considerado actualmente como el mejor estudio-
so del arte peruano de la época virreinal. Su aportación resulta fundamen-
tal puesto que detalla en su obra todas las tipologías de viviendas existentes
en el periodo virreinal de 1570 a 1687. A partir de este punto, se entiende de
mejor manera la evolución posterior de las viviendas limeñas de la época,
en especial la de la casa patio, tema central de esta investigación.
Por otro lado, los innumerables trabajos académicos existentes sobre el
tema han permitido ahondar en temas particulares que mejoran la com-
prensión global de la cuestión. En este sentido, cabe destacar principal-
mente la revisión del trabajo de recopilación histórica de María Antonia
Durán Montero, así como la de otros investigadores de las cátedras de Es-
tudios Hispanoamericanos de la Universidad de Sevilla y de la Compluten-
se de Madrid; trabajos gracias a los cuales este estudio se pudo nutrir y rea-
lizar de un modo más integral.
Finalmente, la documentación gráfica encontrada, tanto artística como
técnica, terminan de estructurar esta investigación. Se han podido añadir
datos, esquemas, detalles e imágenes fundamentales que enriquecen y me-
joran la comprensión del tema. Cabe destacar en este punto, para concluir,
el enorme trabajo realizado por la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y
Artes de la Universidad Nacional de Ingeniería del Perú, con la catalogación
e investigación de los principales edificios del centro histórico de Lima.
METODOLOGÍA Y FUENTES
La estructura del presente trabajo comienza estudiando la configuración de
los solares en el damero de Pizarro, las condiciones físicas y humanas que
delimitan la ciudad, para luego localizar dónde están estas casas principa-
les y estudiar su configuración.
Se busca encontrar las características generales de las distintas tipolo-
gías que encierra la arquitectura civil limeña virreinal que hace que sea un
tipo de arquitectura propia y de valor. Finalmente, se termina por analizar
detalles particulares de interés de alguna de las viviendas. Se debe entender
el entorno de Lima, que condiciona y se refleja directamente en su arquitec-
tura; por lo que como introducción a este estudio de las casas patio como tal,
se estudia la vida social, cultural y económica de los limeños de la época.
Para poder entender los modelos de casas patio de Lima, elegimos fi-
nalmente tres ejemplos concretos de casas de importancia arquitectónica
de la época: La casa Torre Tagle, La casa Osambela y la Casa Goyeneche.
introducción 13
El fundamento de la metodología que se sigue es el análisis de las diferen-
tes fuentes que se han podido consultar. Estas se clasifican en tres grupos:
Las primeras, fuentes escritas, fundamentalmente libros prestados de
la Biblioteca Hispánica e Islámica de la AECID situada en Madrid, entre las
que destaco ‘La casa virreinal limeña de 1570 a 1687’ de Don Antonio San
Cristóbal. Y el libro de Mª Antonia Durán Montero ‘Lima en el siglo XVII’
de donde recopilo la mayoría de información social, urbana que en este tra-
bajo empleo gracias a su gran estudio con los documentos de los libros de
Cabildos de Lima.
Las siguientes fuentes son las gráficas, principalmente de UNI FAUA, ar-
chivo digital de la Universidad Nacional de Ingeniería del Perú, que propor-
ciona un catálogo detallado de los principales edificios de Lima.
Finalmente, las últimas fuentes son entrevistas con conocedores sobre
el tema. Dando especial agradecimiento en este último aspecto a la profe-
sora Adriana Scaletti, Arquitecta peruana y docente de la Pontificia univer-
sidad Católica del Perú, doctora en historia del arte y gestión cultural en el
mundo hispánico, con quien tuve el gusto de reunirme en la ETSAM el 05
de Marzo del presente año aprovechando un viaje de ella por Europa, y re-
unión gracias a la cual pude ahondar en información, opiniones y biblio-
grafía sobre el tema.
Desarrollo del trabajo
CAPÍTULO I: Contexto geográfico, histórico y urbano
• Situación y clima
• La población de Lima
• La infraestructura urbana
En este primer capítulo, se explican las condiciones que acotan el te-
rritorio de Lima. Se empieza hablando de su situación y clima, ya que son
la geografía y su entorno los que determinan el resultado de la ciudad.
Se continúa con la descripción de su población: las condiciones sociales,
económicas y políticas que forjan el carácter de sus habitantes. Se busca en-
tender la condición jerárquica que existía y que se veía directamente refle-
jada en su arquitectura. Este análisis se realiza apoyándose en documenta-
ción gráfica como planos, pinturas y grabados que nos ayudan a tener una
mejor imagen de los limeños y de la Lima virreinal.
Finalmente se describe también la infraestructura urbana que sostie-
ne la ciudad. Las normas urbanísticas que los gobernantes imponían en la
ciudad y las relaciones entre el funcionamiento de la ciudad y la situación
defensiva de la misma.
CAPÍTULO II: La casa patio de Lima
• Los propietarios
• La Casa principal: materiales y técnicas constructivas. Análisis compo-
sitivo y funcional
• Ejemplos concretos
14 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
En el segundo capítulo del trabajo se desarrolla el grueso de la investi-
gación y el análisis.
El estudio se centrará en varios aspectos de la vivienda, tales como la im-
portancia del patio en la configuración del espacio, los materiales y técni-
cas constructivas empleadas, la composición del proyecto y la funcionalidad
de estos espacios resultantes. Para esto, se desarrollan planos de elabora-
ción propia en la que se pueden comparar a una misma escala y siguiendo
un mismo desarrollo analítico las casas principales elegidas.
Tras este proceso, se busca conseguir las generalidades y cualidades prin-
cipales de estos edificios; para conseguir, al final del trabajo, unas conclusio-
nes que puedan satisfacer los objetivos que al principio se han planteado.
Se mencionarán también particularidades de algunas viviendas que se
consideren de relevancia que ayuden a enfatizar las diferencias en los mo-
delos de arquitectura que en esta nueva Lima se desarrollan.
CAPÍTULO III: Evolución y transformación de las casas patio
• La tugurización
• La configuración de nuevos espacios
• Nuevos usos
Para concluir, en el capítulo 3, se da un vistazo a cómo estas casas patio,
al igual que la ciudad de Lima, se han ido modificando y adaptando a las
nuevas necesidades que sus habitantes requerían a medida que el tiempo y
las circunstancias cambiaban.
Se estudia la tugurización que sufrió Lima como sus modelos de vivienda
y sus modos de vivir; la configuración y el uso de los espacios cambia, por lo
que se analiza la nueva manera de entender la casa y de habitarla. Se realiza
también una breve revisión de las principales reformas y restauraciones he-
chas en casos concretos, como es por ejemplo, el caso de Torre Tagle, quizá
la casa más importante y con más información en este trabajo, que es actual-
mente sede principal del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.
Área de estudio
Se comprenden dentro del área de estudio el valle del Rímac, de Lurín y
de Chillón. A efectos de concretizar el trabajo y la recopilación de datos, se
limita a una zona específica del centro histórico de Lima, concretamente
en la zona que comprende el actual área reconocida como patrimonio his-
tórico de la humanidad por la UNESCO.
En esta área elegida es en donde se encuentra la cuadrícula fundacio-
nal que impuso Pizarro al fundar la ciudad de Lima. Las casas principales a
estudiar se localizan dentro de esta cuadrícula, también conocida como el
A la derecha, plano de Lima
Damero de Pizarro, y se han elegido aquellas cuya construcción data prin- en la actualidad,, con la
cipalmente del siglo XVIII. delimitación del área de
estudio de este trabajo en
rosa. Elaboración propia.
introducción 15
CAPÍTULO I:
Contexto geográfico, histórico y urbano
En 1534, con la derrota militar peruana en la ciudad del Cusco, se conclu-
ye la conquista del Perú dirigida por Francisco Pizarro. Se da comienzo por
tanto, a la época de asentamiento español en el área conquistada.
El 8 de enero de 1535, Francisco Pizarro fundó en las falda de la vertien-
te occidental de los andes centrales del Perú, a orillas del río Rímac, la ciu-
dad de Lima, capital de la gobernación de Nueva Castilla. Originalmente,
se conocía a la ciudad de Lima conjuntamente con el nombre de Ciudad
de los Reyes.
El primer plano de la ciudad fue elaborado por el conquistador y enco-
mendero Diego de Agüero. El plano es conocido actualmente como el da-
mero de Pizarro, y consiste en una cuadrícula que formaba 125 manzanas
de 125 metros de lado cada una, orientadas de este a oeste y situadas en el
margen izquierdo del río. En este modelo inicial, solo se ocuparon la plaza
mayor y 17 de las 125 manzanas. La plaza mayor no ocupó un lugar central
dentro de la cuadrícula como era costumbre en el resto de ciudades ameri-
canas conquistadas por el imperio español, sino que se prefirió situarla en
una manzana más cercana al río, aprovechando así, de una mejor manera,
el agua y su distribución a través de los canales para uso público.
Al principio, cada manzana se dividía en un máximo de cuatro solares,
que se repartían entre los conquistadores y personajes notables de la ciu-
dad, con la condición de construir durante el plazo de un año; es por esto
que, cada solar se otorgaba con nombre propio. Rápidamente, estos grandes
solares se empiezan a subdividir entre varios propietarios, formando par-
celas entre medianeras que hacían que las ‘casas principales’, que seguían
la tradición del modelo mediterráneo con huertos y amplios jardines, per-
dieran su situación privilegiada para ir reduciendo su superficie de planta y
fachada para compartir el espacio con nuevas casas de menor categoría.
Frente a la necesidad de nuevas y rápidas construcciones para consolidar
la ciudad, en 1568, se crea el barrio del Cercado de Lima, concentrándose
aquí la mayor parte de «mano de obra» que se necesitaba. Con este nuevo
crecimiento, se rompió el trazado ortogonal de Lima, originándose gradual-
mente un crecimiento urbano importante en esa dirección.
A principios del siglo XVII, Lima se consolida gracias al sistema centra-
lista del virreinato. La construcción de las primeras casas principales lime-
ñas se desarrollaron con base en un modelo arquitectónico particular que
pretendía demostrar su calidad de colonia. En palabras del historiador José
García Bryce:
18 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
«[...] con portadas de albañilería y balcones de madera tallada,
una mezcla de academicismo clásico renacentista con atisbos
mudéjares y las características propias de un mestizaje colonial»
Finalmente, hacia el final del siglo XVII, Lima construye, en un breve
periodo de tiempo, sus murallas. Este hecho fue determinante a la hora de
proyectar su futuro crecimiento urbano.
Tras el terremoto de 1746, Lima tuvo prácticamente que reconstruirse
en su totalidad. Se mantuvo en gran medida el modelo de Pizarro, aunque
con importantes restricciones urbanísticas como la limitación de las altu-
ras de los edificios y la ampliación de las calles, que dieron como resultado
el perfil de Lima que tenemos hoy en día.
SITUACIÓN Y CLIMA
La ciudad de los Reyes se sitúa en una posición geográfica muy particu-
lar. Al este, en las inmediaciones de la ciudad, comienzan inmediatamen-
te las primeras estribaciones de la cordillera de los Andes, lo que restringe
-en principio- la expansión de la ciudad por este lado. Lima crece histórica-
mente paralela a la costa del Pacífico.
Muchos cronistas como Agustín de Zárate consideran a Lima, como una
ciudad «muy abundante de pan y de todo género de frutas y granado», men-
cionando también sus condiciones ambientales: «es de muy apacible vivien-
da por causa de su templanza, que todo el año no hay frío ni calor que de
pesadumbre.» [Iustración 1]
La particularidad más saltante de la ciudad es pues, la relativa bonanza Ilustración 1. Historia del
climática que ostenta. Las temperaturas no llegan a ser extremas ni en ve- descubrimiento y conquista
del Perú. Agustín de
rano ni en invierno. Zárate, Amberes, 1555
Llama mucho la atención también la constante neblina que presenta, lo
que ha dado motivo a que hoy en día se conozca a la ciudad como «Lima la
Gris». Esta perpetua capa gaseosa limita la radiación solar que incide en la
ciudad, lo que limita la posibilidad de contrarrestar de forma pasiva las ba-
jas temperaturas y la elevada humedad relativa.
En una ciudad relativamente densa como esta, limitada por las mura-
llas y sin posibilidades de crecer en altura debido a los constantes terremo-
tos, se daban muchos casos en que las habitaciones no tenían otra opción
que ventilarse e iluminarse desde la parte alta de las mismas. Aún así, se-
gún se ha comprobado, fueron muchas las situaciones en las que se optó
por un nuevo elemento funcional en las construcciones de las casas lime-
ñas: las teatinas.
En cuanto a su morfología, Lima cuenta con dos regiones muy distintas
entre sí: la región costa junto al mar, y la región sierra junto al inicio de la
cordillera.[Ilustración 2] La zona costera destaca por sus grandes áreas desér-
ticas, entre sus colinas discurren ríos que llevan agua durante todo el año,
formando en muchas ocasiones oasis y paisajes muy particulares. Es una
zona que produce también una próspera agricultura.
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 19
En la segunda región, la sierra, se encuentra la gran Cordillera Occidental
de los Andes, con alturas que pueden llegar a superar los 6000 m.s.n.m.
Gracias a estas dos grandes regiones, la costa limeña presenta una gran
variedad de microclimas. La corriente fría de Humboldt que recorre la cos-
ta, enfría la temperatura del agua. Hay un nivel altísimo de humedad at-
mosférica (hasta el 100%); y a pesar de que, como hemos mencionado, hay
una densa capa de nubes sobre la ciudad, hay una ausencia casi total de
precipitaciones.
En cuanto al abastecimiento de agua de la ciudad, La costa central del
Perú depende fundamentalmente de los ríos Rímac, Chillón y Lurín. Como
casi todos los ríos del Perú, el nacimiento de estos se produce en las altas
montañas de la Cordillera de los Andes y terminan su recorrido en el océa-
no Pacífico.
El río Rímac nace en la vertiente occidental de la cordillera de los An-
des, a una altura aproximada de 5508 m.s.n.m. Es el río más importante de
la ciudad de Lima y, durante siglos, soporte de diversas culturas prehispá-
nicas ubicadas en el actual departamento de Lima.
El río Chillón es el segundo proveedor más importante de agua de Lima,
y nace en la vertiente occidental de la cordillera. La características más des-
tacable de este río es que produce un valle muy fértil, esto se evidencia debi-
do a el asentamiento de varias culturas desde épocas prehispánicas en esta
zona. Su cuenca abarca una superficie aproximada de 2444 km².
Finalmente, el río Lurín se forma gracias a las lagunas y los glaciares de
los Andes occidentales. Su cuenca abarca una superficie aproximada de 1670
km² extendiéndose desde el límite del litoral limeño hasta la zona de los
nevados Chanape y Otoshmicumán, en Huarochiri.
La capital peruana se ubica sobre un área de tierra agrícola muy rica. Se
diseñó un complejo sistema hidráulico que se fue transformado a lo largo de
cientos de años por los pobladores de la costa limeña prehispánica, lo que
les permitía el riego adecuado de sus parcelas en su totalidad.
Las culturas prehispánicas que habitaban esta planicie eran conscien-
tes de la dependencia costera del agua que proviene de los nevados y lagu-
nas de los glaciares, por lo que el conocimiento de la tecnología hidráulica,
de dioses y mitos, de gente y de agua entre la costa y la sierra ha sido siem-
pre bastante fluido.
El manejo y dominio de la tecnología hidráulica que desarrollaron las
sociedades prehispánicas les permitió la subsistencia, así como la construc-
ción de grandes e importantes centros urbanos.
Aunque en Lima es una zona desértica, dispone de abundante agua. El
área en el que se ubica la ciudad goza de un caudaloso río que, al igual que
su clima templado y ambiente húmedo, motivó a los conquistadores a asen-
tarse en esta planicie. Como complemento, la costa limeña contaba, ade-
más, con manantiales que proveían de agua fresca y limpia de para consu-
mo humano y que reforzaban también el abastecimiento en los periodos
de mayor sequía.
20 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 2: Mapa orográfico
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 21
Ilustración 3: Temperaturas medias anuales
22 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 2, 3 y 4: Láminas
de trabajadas por el autor a
partir de láminas de orografía
y zonificación climática del
territorio peruano para efectos
de diseño arquitectónico.
Fuente: «Consideraciones
bioclimáticas en el diseño
arquitectónico: El caso
peruano» de Martín
Wieser Rey, pág. 16 y 35.
Las escasas precipitaciones de Lima, se manifiestan únicamente con una
neblina constante de junio a diciembre y tenue garúa al medio día la cual
Agustín de Zárate también describe: «Estos cuatro meses cae en ella hasta
el mediodía un roció menudo como las nieblas de Valladolid, salvo que no
es dañoso para la salud». [Iustración 1]
Lima sorprende por las extrañas condiciones climáticas que presenta a
pesar de estar localizada en un área tropical y casi al nivel del mar. La pre-
sencia de la cordillera de los Andes al este y el lugar en el que se ubica geo-
gráficamente, dotan al territorio de un clima desértico y húmedo a la vez, En la página derecha,
Ilustración 5: Plano del área de
fresco y subtropical. [Ilustración 3] estudio, coincidente con área
A continuación, se muestra mediante ábacos psicométricos las caracte- del centro histórico declarado
patrimonio de la humanidad.
rísticas principales que presentan las dos zonas climáticas que encontra-
Elaboración propia.
mos en Lima. [Ilustración 6 y 7]
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 23
24 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 6. Ábaco e
información extraídos
de «Consideraciones
bioclimáticas en el diseño
arquitectónico: El caso
peruano» de Martín
Wieser Rey, pág. 40 y 41.
Ubicación:
Esta área es la que se encuentra más próxima al límite marino. Se encuentra
diréctamente influenciada por la presencia del océano Pacífico y, por tan-
to, la corriente de agua fría que lo recorre.
Características principales:
- Se destacan en esta zona el principio de las largas estribaciones andinas,
que en muchos de los casos, llegan hasta muy cerca del límite del litoral.
Además, cuenta también con las grandes áreas de desiertos de arena.
- Posee una humedad relativa generalmente alta, sobretodo en invierno, con
porcentajes que varían entre 50% y 90%.
- No son frecuentes los periodo de lluvias, suele tener una acumulación anual
que no es frecuente que supere los 20 mm.
- No produce una diferencia muy marcada entre las distintas estaciones en
cuanto a la temperatura. En verano, el promedio es de 29ºC y en invierno
descienden sobre los 14ºC.
- En los meses de invierno, hay una neblina constante y una alura baja de las
nuebes que origina generalmente pocas horas de radiación solar directa.
- Hay una presencia recurrente de brisas marinas, principalmente en las zo-
nas más cercanas a la costa. Desde el suroeste durante el día y desde el su-
reste durante la noche.
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 25
Ilustración 7. Ábaco e
información extraídos
de «Consideraciones
bioclimáticas en el diseño
arquitectónico: El caso
peruano» de Martín
Wieser Rey, pág. 42 y 43.
Ubicación:
Esta área, se localiza más próxima a la cordillera de los Andes. Dentro de
esta zona se alcanzan alturas de hasta los 1000 m.s.n.m. y que, a su vez, li-
mita con la Ecorregión del Desierto del Pacífico. Se aleja de la directa in-
fluencia de las brisas marinas, lo que se evidencia en un aumento de la am-
plitud térmica y un menor nivel de humedad relativa en el aire.
Características principales:
- Cuenta con territorios de distintos tipos de terreno, entre ellos destacan
las zonas desérticas de arena y las zonas escarpadas con muy poca cobertu-
ra vegetal, que corresponden con las estribaciones andinas.
- Las temperaturas medias anuales varían en función de la latitud. Se des-
taca la gran amlitud de temperaturas que varían desde los 12ºC durante la
noche hasta los 35ºC durante el día.
- A diferencia de la zona anterior, la humedad relativa es generalmente baja,
alcanzándose valores de hasta el 50% en días calurosos.
- Las precipitaciones en esta zona, al igual que la anterior, son prácicamen-
te nulas, a excepción de en el extremo norte, en donde en verano se pueden
acumular hasta 50 mm.
- Hay una buena radiación solar directa a lo largo de todo el año, y los vien-
tos predominantes son del sur (con variaciones que dependen de la ubica-
ción geográfica específica).
26 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Con este análisis podemos concluir que en la arquitectura, la solución
apropiada no suele ser solo una y que, generalmente, pueden funcionar más
de una de manera complementaria. Es aconsejable, por tanto, tener un plan
integral de actuación que permita la combinación de más de un recurso.
Ilustración 8. «Mapa de
acoplamiento sísmico para
la zona de subducción del
Perú modelada a partir de
datos GPS» (Villegas-Lanza
et al., 2016). Extraído de
«Escenario sísmico para Lima
Metropolitana y Callao: Sismo
8.8Mw» Instituto nacional
de defensa civil. Pág. 7»
Lima está ubicada también en una región de frecuentes sismos, esto pro-
voca catástrofes que hacen que periódicamente se produzcan derrumba-
mientos y reconstrucciones constantes de su arquitectura.[Ilustración 8]
Tras la gran catástrofe de 1687, la ciudad quedó destruida y la vida coti-
diana alterada. La actividad burocrática se quebró, además de estar en cons-
tante amenaza por los corsarios y las epidemias producidas por las malas
condiciones de vida. Debido a todas estas circunstancias, se establecerán las
primeras normas que regulen las construcciones adecuadas y resistentes.
En 1699 se vuelve a producir otro terremoto. El Conde de la Monclova
ordenó el derribo de todas las edificaciones que amenazaban con caerse. 1. Libro de Cabildos de Lima.
Observó también que las edificaciones bajas sufrían siempre menos dete- Tomo XVIII, pág. 610
2. ‘Lima en el siglo XVII’ de M.ª
rioro que los pisos altos, por lo que ordenó que estos dejaran de construir- Antonia Durán Montero. Pág. 46
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 27
Ilustración 9: «Áreas de
intensidades sísmicas que
produciría un sismo de
8.8Mw, similares a las del
terremoto de 1746». Extraído de
«Escenario sísmico para Lima
Metropolitana y Callao: Sismo
8.8Mw» Instituto nacional
de defensa civil. Pág. 16»
Ilustración 10: «Mapa de
vulnerabilidad para Lima
Metropolitana y Callao
frente a un sismo de 8.8Mw,
similares a las del terremoto
de 1746». Extraído de
«Escenario sísmico para Lima
Metropolitana y Callao: Sismo
8.8Mw» Instituto nacional
de defensa civil. Pág. 26»
28 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
se con adobes y ladrillos y pasaran a construirse de madera con caña y ba-
rro, composición conocida como ‘quincha’. Ejemplo de que esto funcionaba
eran las iglesias reconstruidas a partir de 1687, que no sufrieron grandes da-
ños gracias a que eran ahora de menos altura y de madera a partir de la al-
tura de la cornisa.
La frecuencia de los movimientos sísmicos y sus trágicas consecuencias
fueron el motor principal para la búsqueda de soluciones. Había propues-
tas de todo tipo, algunas más ingenuas que sugerían la apertura de aljibes,
para que por ellos ‘pueda haber respiración el viento de que han procedi-
do y proceden dichos temblores’1 a otras, más encaminadas que sugerían,
por ejemplo, suprimir las acequias que iban por las casas, ya que humede-
cían y quitaban resistencia a los muros y cimientos de las casas, haciéndo-
las más vulnerables.
Esta urgencia de soluciones, lleva a los constructores y proyectistas de
la época a buscar la experiencia de los constructores de épocas anteriores.
Las edificaciones de los incas, conocedores de la tierra, se cubrían con te-
chos con elementos vegetales: ‘una capa de hojas y paja reposaba sobre una
estructura de madera, cuyas piezas se unían entre sí mediante sogas y tiras
de piel.’2 En Lima, antes y después de la ocupación incaica los techos eran
planos debido a la ausencia de lluvias, abriéndose lucernarios para poder
ventilar y evitar así las condensaciones. En las inmediaciones de Lima, se
pueden ver construcciones reflejo de esta fusión de técnica incaica en las
edificaciones de la época virreinal: techos planos, adobes, elementos vege-
tales, barro, tiras de cuero, entre otros, serán elementos que das una conti-
nuidad a ambas etapas.
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 29
LA POBLACIÓN DE LIMA
Para el desarrollo de este capítulo, seguiremos el relato a partir de las pin-
turas, grabados y dibujos producidos en la época. De este modo, podremos
comparar la evolución social reflejado desde el arte.
En 1542, cuando como consecuencia de las «Leyes y ordenanzas para la
gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios»
promovidas por Fray Bartolomé de las Casas, se establece en Lima el virrei-
nato del Perú, tras el asesinato de Francisco Pizarro.[Ilustración 10]
Ilustración 10. «Asesinato
de Francisco Pizarro a
manos de los almagristas,
según un grabado del siglo
XIX». Fuente: Wikimedia.
El vasto dominio sudamericano seguiría bajo el dominio español hasta 1821,
bajo 40 virreyes enviados por monarcas de la casa de Austria y luego de la
Borbón hasta que se consumó la independencia aspirada entre, 1821 y 1824.
Fueron casi 300 años de vida virreinal en el Perú en la que se desarrolló una
sociedad compleja en base a una economía basada fundamentalmente en
la extracción de minerales y otros recursos, fundada en mano de obra indí-
gena y negra, esta última, de tipo esclava.
Se pintaron tanto en Lima como en Europa, escenas de la captura de
Atahualpa -último emperador incaico-, así como retratos varios de los in-
cas, en especial en lienzos que los representaban en recuadros consecuti-
vos. Posteriormente, en tales composiciones, se añadió a los monarcas es-
pañoles, como si ningún cambio radical hubiera ocurrido. [Ilustración 11]
Muchas de las pinturas que representan a personajes de la élite de ori-
gen incásico, fueron destruidas a finales del siglo XVIII, como represalia a la
gran rebelión indígena ocurrida en el sur andino en 1780 y por temor a sus-
citar el recuerdo de un pasado independiente de España.
El orden virreinal se estructuró de un modo muy vertical y jerárquico. A
la cabeza, el lejano monarca español, seguido de los ministros del Conse-
jo de Indias. En el nuevo mundo, el virrey era el representante directo del
monarca.
30 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 11. Efigies de
los incas y reyes del Perú.
Fuente: https://aristo.
hypotheses.org/101
Los primeros virreyes son representados con trajes austeros y oscuros,
reflejo también de la sociedad. En el siglo XVII, los retratos fueron adqui-
riendo más luz y ornamentación. En el siglo XVIII, las modas y composi-
ción seguirían los patrones de la época, de notable afrancesamiento. Es en
este periodo de tiempo es en el que nuestro trabajo se ubica.
Los virreyes del Perú residían en el palacio de Pizarro, un bajo edificio
en adobe situado en la plaza mayor de Lima (Plaza de Armas).
En 1680, el virrey Duque de la Palata, amuralló la ciudad con el objeti-
vo de defender el territorio de posibles ataques indígenas, ataques de pira-
tas -aunque la distancia al puerto era suficiente- y para fiscalizar mejor la
entrada y salida de productos. La muralla no superó los 5 metros, con una
base de 3 metros de espesor. Los cimientos fueron de piedra de río, mientras
que el resto de los paños murales fueron de adobe. Tuvo 10 grandes puer-
tas que permitían el ingreso y salida de la población, así como una treinte-
na de baluartes defensivos. Fue demolida en 1869, aunque quedan aún al-
guno de los muros y baluartes.
Dentro de las murallas coexistió una población que pasó de los 14.000
habitantes en 1600 a más de 70.000 en la independencia, en 1821. Fue una
población variopinta dedicada a diversas funciones según lo requería el
sistema. Predominó el componente español o criollo de un lado del espec-
tro social, y el africano o afrodescendiente, del otro. La población indíge-
na era comparativamente pequeña pues la mayoría vivía en los extramu-
ros de la ciudad.
Los virreyes y demás autoridades debían gobernar en nombre del rey ase-
gurando la paz y la productividad de estas tierras, pero la justificación de
todo el sistema se fundaba en su aspecto religioso. Por medio de una evange-
lización que asegurase la salvación de las almas de las poblaciones indígenas
-antes bajo sistemas religiosos incomprensibles para los europeos y tilda-
dos de idolátricos- las consciencias de los conquistadores se aquietaban.
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 31
Ilustración 12. Retrato oficial
del Conde de Superunda
como Virrey del Perú, con
Lima arruinada después del
terremoto de 1746 detrás.
Fuente: Archivo digital
del Museo de la Catedral
Metropolitana de Lima, Perú.
La religión supuso un lugar primordial en el orden virreinal, la iglesia ca-
laba en todos los aspectos de la vida cotidiana. La educación estaba exclu-
sivamente bajo su conducción, empezando por la Universidad de San Mar-
cos, la más antigua de las Américas.
En 1746, tras el terremoto, Lima está devastada. Se plantea incluso la po-
sibilidad de trasladarla de situación geográfica, pero se decide finalmente
32 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
mantenerla donde está y empezar, bajo el mandato del Virrey José Antonio
Manso de Velasco, la reconstrucción de la ciudad de Lima. [Ilustración 12]
Durante los siglos XVII y XVIII, la producción artística fue masiva, para
satisfacer las demandas de iglesias, conventos y casas particulares. Esto tam-
bién se vio reflejada en la arquitectura de la época. En los cuadros produ-
cidos en esa época, se representaban tantos elementos propios de la doc-
trina impuesta junto con otros elementos de la vida cotidiana peruana. Un
ejemplo de esto es la pintura realizada de la última cena, en la que se incor-
poran elementos propios del mundo andino peruano, tanto como el cuy, el
ají y otros productos autóctonos más. [Ilustración 13]
En Lima, la ciudad de los Reyes, tuvieron su residencia los nobles más
importantes. Los Austrias otorgaron títulos gradualmente, mientras que
los Borbones en el siglo XVIII fueron algo más pródigos. Estos distintivos
solían ir a la par de las fortunas locales, como ocurrió en el caso de los em-
blemáticos marqueses de Torre Tagle, propietarios de la más espléndida
casa limeña, actual sede del ministerio de relaciones exteriores del Perú.
Ilustración 13. «La última
cena al estilo de la escuela
Cuzqueña». Marcos Zapata
1748. Fuente: Web Big Ben
Antigüedades y coleccionismo.
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 33
INFRAESTRUCTURA URBANA
Lima es una ciudad de fundación española enclavada en un territorio andi-
no. El damero de Pizarro tuvo que adaptarse al entorno y a la ‘astucia’ de al-
gunos vecinos que ocupaban más terreno del que les correspondía. De este
modo, se creó una suerte de cuadrícula distorsionada con variaciones nota-
bles frente al proyecto original. En Lima existían construcciones prehispá-
nicas como huacas, rancherías de esclavos o edificios rurales cuyos dueños
se resistieron de derribar o modificar, así como también caminos y chacras
que alteraban notablemente el plan urbano.
Otro importante elemento distorsionador del plan fue la instauración de
elementos religiosos en la ciudad. Se cedían solares indistintamente a insti-
tuciones religiosas que necesitaban posteriormente de más sitio del cedido
para poder lograr una visibilidad de sus fachadas y un acogimiento de los fe-
ligreses adecuado, creando plazas en los solares colindantes para tal fin.
Ilustración 14. Calles del centro
histórico de Lima. Grabado
del siglo XIX. Fuente: Lámina
30 de ‘Lima en siglo XVII’ de
Mª Antonia Durán Montero.
Ilustración 15. Plaza Mayor
de Lima. Esquina del Palacio
Arzobispal. Grabado del siglo
XIX. Fuente: Lámina 31 de
‘Lima en siglo XVII’ de Mª
Antonia Durán Montero.
34 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
La arquitectura civil limeña es una arquitectura de tierra y de madera.
Desde los tiempos prehispánicos, se conocía que estos elementos eran los
fundamentales para la construcción en este territorio, ya que es un valle con
precipitaciones casi nulas y eso contribuye a que las construcciones de ma-
dera y tierra funcionen. Las primeras casas eran en su mayoría de un solo
piso, eran casas huertas que a medida del tiempo van evolucionando junto
con la ciudad a un modelo más urbano.
Una ciudad como Lima, capital de un virreinato, debía ofrecer una buena
imagen. Esto se traducía en primera instancia a sus calles; es por esto, que el
Cabildo pondrá especial empeño en cuidar su aspecto y resguardar la segu-
ridad de estas. Las calles se empedraban para dar un aspecto más digno. La
limpieza era un tema de conflicto en la época, ya que había una gran canti-
dad de vendedores ambulantes y tenderetes en las plazas, lo que generaba
restos esparcidos entre las calles. [Ilustración 15]
En cuanto al tránsito de vehículos por la ciudad, se tuvieron que legis-
lar desde los primeros años del siglo XVII las carreteras permitidas para el
tránsito de carrozas, ya que, al principio, eran numerosas las calles en des-
orden y congestiones producidas por los animales de carga, los comercian-
tes y los carros; no hay que olvidar que es en este periodo en el que Lima ex-
perimenta un aumento importante de la población, lo que genera que estos
problemas se agudicen.
Se establecieron normas como la de circular rodeando la ciudad por la
parte Oeste, ‘de ninguna manera podían atravesar acequias por el deterio-
ro que el peso de la carga les causaría. Caso de no cumplir con lo legislado
se pagaría una multa de diez pesos y el negro o indio que fuese de carrete-
ro recibiría cien azotes; en caso de reincidir, la segunda vez se doblarían las
penas y la tercera se perdería la carreta.’3
MURALLAS DE LIMA
Desde el origen de la ciudad de Lima, se plantearon diversas estrategias que
tenían como fin proteger la ciudad. Es probable que la grandeza y prospe-
ridad de la capital peruana la convirtiera en una ciudad codiciada por los
piratas que merodeaban las costas del litoral. En 1624 se llevó la opción de
cercar la ciudad ante el Cabildo. Se estudiaron allí los pros y contras de la
medida. Los principales argumentos en contra de cercar Lima eran los lo-
gísticos: no había ni dinero para construir una muralla, ni personal para
cuidarla en caso se hiciera.
A pesar de todos los argumentos de muchos ilustres personajes de la
época, finalmente se impuso la idea de amurallar la ciudad; colocándose
la primera piedra el viernes 30 de junio de 1684, a las cuatro de la tarde, en
presencia del virrey Duque de la Palata entre otros personajes importan-
tes de la ciudad.4
La planta de la muralla fue diseñada por Don Juan Ramón, y en la cons-
trucción colaboraron todos los limeños. Su forma era triangular, su base co-
3. ‘Lima en el siglo XVII’ de M.ª
rría paralela al río y estaba construida con adobes. Tenía 34 baluartes, aun- Antonia Durán Montero. Pág. 83.
que sin terraplenes ni cañoneras ya que se proyectó solo para tener cercada 4. Diario de Lima. Josephe de
Mugaburu. Pág. 233.
la ciudad y no como frente defensivo. Don Guillermo Lohman decía sobre
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 35
Lima y Callao: ‘solo pueden ser definidas como plazas muradas, pero no
como fortificadas.’
Las obras se realizaron con gran celeridad, iniciándose incluso sin el per-
miso del Rey. La psicosis en la sociedad causada por el miedo a los ataques
de los piratas hizo que se levantara un muro que servía más de protección
simbólica que real, ya que, de haberse producido el caso de un escenario de
ataque serio, probablemente no hubiese servido de mucho.
Uno de los temas menos esclarecidos, es la forma dada a la muralla. De
su forma triangular, se destaca que el lado más largo discurre junto con el
río; por el lado Sur-este y parte del Sur-oeste, los muros de la fortificación
quedan alejados de las edificaciones, quedando las zonas restantes ocupa-
das por huertas, esto tal vez se debiera a abastecer a la población en caso de
quedarse la población recluida por algún ataque.
De izquierda a derecha y
empezando por arriba:
Ilustración 16: «Trama urbana
del asentamiento prehispánico
del valle del Rímac». Fuente:
«Las murallas coloniales de
Lima y Callao» de Reinhard
Augustín Bumero. Plano 4.1
Ilustración 17: «Fundación
de la Ciudad de los Reyes.
Damero dentro del triángulo
prehispánico (1535)». Fuente:
«Las murallas coloniales de
Lima y Callao» de Reinhard
Augustín Bumero.
Ilustración 18: «Primera
expansión de la ciudad
(1600)». Fuente: «Las murallas
coloniales de Lima y Callao»
de Reinhard Augustín Bumero.
Ilustración 19: «Primera
etapa de las murallas de Lima
(1684)». Fuente: «Las murallas
coloniales de Lima y Callao»
de Reinhard Augustín Bumero.
Ilustración 20: Segunda etapa
de las murallas de Lima
(1748). Fuente: «Las murallas
coloniales de Lima y Callao»
de Reinhard Augustín Bumero.
Ilustración 21: Expansión
urbana. Ejes generadores de
la ciudad moderna (1873).
Fuente: «Las murallas
coloniales de Lima y Callao»
de Reinhard Augustín Bumero.
36 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 22. Superposición
del trazado de las murallas y
los sembríos de Lima durante
la época virreinal, en el
trazado actual de la ciudad
de Lima. En rosa, el área de
estudio. Elaboración propia.
Ilustración 23. Plano de
las murallas de Lima con
núcleos urbanos y sembríos
durante la época virreinal.
Elaboración propia a partir
de plano histórico de Lima.
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 37
Podemos concluir este análisis preguntándonos entonces cómo influían es-
tas murallas en la sociedad limeña de la época.
La idea de amurallar una ciudad, en definitiva, genera la sensación de
protección; sin embargo, la percepción que se tiene de la muralla depende
totalmente del lugar desde donde se perciba, pues la percepción que se tie-
ne desde una situación en extramuros, podría llegar a ser discriminativa.
En otras palabras, a través de estos espacios encerrados en sí mismos, se
intentaba controlar principalmente la vida social y económica de la capital
del virreinato. Además, los limeños que vivían dentro se podían sentir de
categoría mayor ya que, para llegar a sus viviendas, se tenía que atravesar
arcos de triunfo y grandes muros que simbolizan fortaleza.
Las muralla de Lima, como mecanismo de defensa, nunca fue efectivo.
Como hemos mencionado, tenían un sentido más simbólico que funcional,
el elemento arquitectónico del muro diferenciaba y discriminaba por defec-
to dos espacios y dos realidades sociales.
ABASTECIMIENTO DE AGUA
En cuanto al abastecimiento de agua, Lima se nutría gracias a numerosas
acequias que recorrían la ciudad. El agua discurría por canales de cal y la-
drillo que cuando pasaban por las calles, se cubrían, y cuando pasaban por
los patios, huertos y jardines de las viviendas no lo hacían, beneficiando a
los propietarios con la recogida de agua para beber, limpiar, mover moli-
nos y regar huertos y jardines que, según varios cronistas, eran frecuentes
en muchas casas limeñas.5
La provisión de agua también se hizo presente en los espacios públicos
gracias a fuentes situadas en las plazas principales de la ciudad, ‘unas de ca-
rácter ornamental como la de la Alameda de los descalzos, y otras, mucho
más prácticas, encargadas de suministrar agua a la población de menor es-
trato social, que no la disfrutaba en sus casas’.6
La conservación y mantenimiento de los canales y tuberías era un tema
constante en los libros del Cabildo. Si una acequia se desbordaba -frecuen-
temente como producto de taponamientos por vertido de basura de vecinos
poco escrupulosos-, generaba una inundación en las calles lo que provoca-
5. Obras del padre Bernabé Co- ba a su vez el deterioro del pavimento. Muchas veces los desperfectos eran
bo. Tomo II, págs. 311-314.
6. ‘Lima en el siglo XVII’ de M.ª solucionados con dinero de las arcas públicas, pero en ocasiones, fue ne-
Antonia Durán Montero. Pág. 98.7. cesaria la participación económica del pueblo y de órdenes religiosas para
En 1600 se acordó que para reparar
las acequias los vecinos debían pagar solucionar los problemas ocasionados por el desbordamiento de los cau-
la mitad. Libros de Cabildo de Lima.
Tomo XIII, pág. 510.
ces en la ciudad.7
8. «En Perú destacan, para Lima, El gran número de acequias que discurrían por la ciudad produjo tam-
las ordenanzas de aguas del Virrey
Toledo (1577) que señalan se en- bién la necesidad de construir puentes cuando estas eran muy grandes. No
cargue a jueces de aguas la distribu- obstante, el puente principal por excelencia en Lima, era el puente que co-
ción de las aguas y una Real Cédula
de 5 de febrero de 1631 que ordena nectaba con San Lázaro, cruzando el Rímac.
al cabildo limeño que no fuesen los
mismos hacendados jueces de aguas
(Dougnac, 1994)». Fuente: «La ad- A continuación se muestra la evolución de la red de acequias instaurada
ministración del agua para riego en
el imperio español, desde los jueces en nuestra área de estudio de Lima, desde el horizonte tardío del periodo
de agua coloniales hasta la adminis- incaico, 1535, hasta la creación del juzgado de aguas, 1556-1596.8
tración en el siglo XX», de Jacinta
Palerm, pág. 258.
38 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 24,25,26 y 27:
Planos de la red de acequias
de Lima, desde el horizonte
tardío incaico, 1535, hasta la
creación del juzgado de aguas,
1556-1596. Fuente: «Agua e
hidráulica urbana de Lima.
Espacio y gobierno, 1535-1596»
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 39
40 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
capítulo i: contexto geográfico, histórico y urbano 41
42 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Como conclusión, notamos que la tecnología hídrica empleada en el va-
lle de Lima permitió el desarrollo de sociedades que podían captar el agua
del suelo y del subsuelo. La tecnología que se desarrolla en este valle fue el
gran reto al que se enfrentaron las sociedades prehispánicas de Lima a tra-
vés de la creación y transmisión de conocimiento durante generaciones.
Es fundamental tener en cuenta que la infraestructura hidráulica se va
modificando a través del tiempo; es decir, es dinámica y es transformada,
reparada, innovada e incrementada de acuerdo con las necesidades.
El diseño en red del sistema hidráulico del valle bajo del Rímac indica
que los pobladores tuvieron un amplio conocimiento de la topografía de
la planicie. El dominio de la técnica también se expresa mediante los cam-
bios que dieron a la dirección del flujo y el uso de curvas de diferentes án-
gulos para lograr un aumento o disminución de la velocidad que permitie-
ra alcanzar áreas alejadas de la fuente principal.
Finalmente, el sistema incluyó también en su diseño distintos tipos de
canales que cumplieron objetivos diversos (canales de prestación y desagüe).
En consecuencia, se infiere que el sistema requirió un régimen jerárquico
para la distribución del agua.
CAPÍTULO II:
La casa patio de Lima
LOS PROPIETARIOS
En 1.700, Lima tiene una población estimada de 37.000 habitantes, 23.000
más que los que se registraban en 1.600. La ciudad se ha expandido consi-
derablemente y, en comparación con otras capitales latinoamericanas, esta
expansión no se ha producido de manera ordenada, sino que la topografía
y la necesidad inmediata de nuevas manzanas para la construcción de vi-
viendas de los nuevos habitantes han generado transformaciones radicales
del damero que Pizarro originalmente proyectó.
Durante el mandato de Don Luis de Velasco, en 1.600 se produjo un cen-
so en el que se registraban en Lima 14.262 habitantes. A finales de 1.614 se
produjo otro, en el que se registraban ahora un total de 25.154 personas9;
en la siguiente gráfica, mostramos la composición de la población limeña
en estos años:
Tabla 1. Elaboración propia
a partir de datos de ‘Lima en
el siglo XVII’ de M.ª Antonia
Durán Montero. Pág. 56.
En esta gráfica podemos ver la gran cantidad de negros, esclavos de to-
das las edades, y muy seguido el número de españoles, propietarios de es-
tos esclavos y dueños también de las principales mansiones de la ciudad.
Cabe destacar también el alto porcentaje de representantes de la iglesia ca-
9. «Padrón de los Indios de Li-
ma en 1613. Introducción de No- tólica dentro de la población.
ble David Cook». Lima 1968. Págs.
II y III.
En 1.713, Frezier consideraba que ‘clérigos y religiosos ocupan por lo me-
10. Obras del Padre Bernabé Co- nos una cuarta parte de la ciudad’10 y fueron estos, los principales mecenas
bo. Tomo II, pág. 306.
de los edificios religiosos más importantes de la ciudad.
44 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
La influencia de estas órdenes religiosas fue determinante en la educa-
ción de la población. Los profesores eran casi en su totalidad religiosos. Las
clases sociales más pudientes seguían una educación escolástica, con una
gran dosis de teología.
Fueron tres siglos de dominio español en el Perú, en donde se impuso
una educación elitista y excluyente, reflejo también de la sociedad jerárqui-
ca de la época. La enseñanza tubo dos objetivos fundamentales: formar bue-
nos cristianos y formar buenos súbditos del poder español.
El proceso de expansión urbana de Lima, estuvo fuertemente marcada
por el ritmo determinante de la religión. Los edificios de carácter religio-
so, como los monasterios y principales iglesias, eran los que ocupaban los
puestos principales en la ciudad. Se construían exaltando su carácter sim-
bólico gracias al uso de la escala en relación con las demás construcciones
existentes, logrando de esta manera que la consolidación urbana se produ-
jera entorno los principales monumentos religiosos
La implantación de una estrategia de colonización estricta, como es la
que supone una traza ortogonal, influyó determinantemente en la confi-
guración de los espacios urbanos resultantes y de la arquitectura produ-
cida; aunque, en esta última, teniendo siempre en cuenta la influencia ve-
nida con los nuevos pobladores del valle de tradiciones mediterráneas.
En Lima, se fueron insertando progresivamente nuevos elementos de
composición arquitectónica. Para esto, se tuvieron en cuenta las caracterís-
ticas climáticas y geográficas compartidas con la costa del sur de España.
Ilustración 28: «Modelo de
composición de solares en
torno a la plaza principal.
Juan de Matienzo, Gobierno
del Perú, 1567». Extraído de
«La ciudad progresiva. Una
lectura de los asentamientos
humanos de Lima» de Elía
Sáez Giráldes, Pág. 70.
capítulo ii: la casa patio de lima 45
Si bien es cierto que se suele pensar que, al principio, los conquistadores
no mostraron un especial interés por entender la cultura y las costumbres
de la civilización que conquistaron, para los recién llegados, la inmediata
necesidad de un techo les hizo que trabajasen de la mano de los construc-
tores autóctonos de la zona. Las primeras construcciones se levantaron te-
niendo en cuenta las experiencias y las tecnologías constructivas prehispá-
nicas. Más adelante, a medida que la economía mejoraba para ellos, poco a
poco fueron buscando la manera de ir haciendo de sus viviendas un espa-
cio cada vez más parecido al de su natal España, demostrando de esta ma-
nera también su poder en este nuevo lugar alejado y hostil.
El objetivo fundamental fue el de proyectar una ciudad a la imagen de
Ilustración 29: Plano de la suya, aunque teniendo siempre en cuenta los nuevos condicionantes que
Lima en 1611. Actualmente,
se considera el primer plano determinaban la zona, como el clima o los frecuentes sismos. También se
elaborado de la ciudad. Se tenían que adaptar a la nueva mano de obra, curtida bajo sus propios mé-
observa en él la cuadrícula
todos constructivos y determinados por los propios materiales del lugar.
fundacional de Pizarro, en la
que cada manzana se divie en La prisa por fundar y levantar una nueva ciudad bajo las circunstancias
cuatro solares. Plano extraído descritas, llevó en muchas ocasiones al empleo de técnicas que en princi-
de «Lima en el siglo XVII.
Arquitectura, urbanismo y vida pio se consideraban pobres por los conquistadores. En 1629, el Padre Ber-
cotidiana» de Maria Antonia nabé Cobo escribió:
Durán Montero. Pág. 23
«El edificio, generalmente, de las casas es de adobes; las primeras
que se labraron es de ruin fábrica cubiertas de esteras tejidas
de carrizos y madera tosca de mangles y con poca majestad y
primor en las portadas y patios, aunque muy grandes y capaces;
después acá se han ido derribando casi todas y edificándose más
costosamente»
El vínculo cultural entre Lima y la ciudad de Sevilla se evidencia en mu-
chos estudios. Para los conquistadores, entre ellos las autoridades y los
nuevos criollos, Sevilla fue el modelo principal de ciudad buscaban con-
11. Muchos cronistas solían
encontrar varias semejanzas entre seguir.11
ambas ciudades, explicándolas en La manera de hacer arquitectura antes de la llegada de los españoles,
varios artículos encontrados, como
por ejemplo: continuó siendo utilizada por los pobladores originarios; además, la mano
«...tampoco puede olvidarse que
el conjunto urbanístico español que
de obra en la construcción en la mayoría de casos, tenía una participación
dejaban para embarcarse al nuevo directa de ciudadanos autóctonos, por lo que era inevitable que se diera,
mundo era la Sevilla grandiosa seis-
centista, es obvio que las construc- aunque de manera muy lenta, un cierto nivel de «mestizaje» en un nivel de
ciones locales reproducían, dentro análisis técnico y formal. Este hecho se evidencia principalmente cuando
de las limitaciones, los arquetipos
hispalenses.» se estudian los matices arquitectónicos que existen en los distintos lugares
Fuente: GÜNTHER DOERING,
Juan y LOHMANN VILLENA, Gui-
del territorio conquistado, en los que se instaura la nueva arquitectura pro-
llermo; Lima; Editorial Mapfre. Ma- veniente de Europa. La arquitectura virreinal se adapta al lugar y a sus pro-
drid, 1992. Página 74.
En general, las descripciones que pias técnicas, sin dejar de lado el componente formal español.
se realizaban en cuanto al ambiente Con el tiempo, «La Ciudad de los Reyes» finalmente llegó a tener una
urbano y a los edificios públicos co-
loniales, coinciden en la descripción apariencia propia. Para muchos, Lima ofrecía un aspecto que recordaba la
de un núcleo urbano con caracterís-
ticas que recordaban al encontrado
cultura musulmana: la existencia de una abundante cantidad de balcones
en las principales ciudades sevilla- de celosías además de tradiciones heredadas a los pobladores, como el man-
nas. Este hecho, en unión con que
muchas veces se nombraban de la to sobre el rostro de las mujeres, la comida o la vestimenta destacaban prin-
misma manera a los espacios y a al- cipalmente. Esto se explica, ya que la empresa que promovió la conquista
gunas tradiciones, indicaban la clara
influencia de este referente.
46 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
fue impulsada desde una región que durante muchos siglos había sido te-
rritorio musulmán.
En las inmediaciones de la ciudad, otra gran particularidad que ofrecía
la ciudad de Lima era la abundante vegetación que la bordeaba, esto se pro-
ducía gracias a la cercana presencia del río y a la compleja red de canales.
En el interior del núcleo urbano, esta abundante vegetación también se
manifestaba. Los lotes proyectados tenían unas dimensiones muy grandes
y, sumado a que aún muchos de estos se encontraban en proceso de conso-
lidación urbana, se permitía una rápida expansión de esta vegetación. A fi-
nales del siglo XVI, Fray Reginaldo Lizárraga describía:
«Desde afuera no parece ciudad, sino un bosque, por las muchas
huertas con naranjos, parras, granadas y otros árboles frutales de la
tierra, por las acequias que por las cuadras pasan.»
Este hecho tan característico cambió paulatinamente con el paso del
tiempo.
A inicios del siglo XVII, las áreas agrícolas se empezaron a concentrar
fuera de la ciudad debido a la expansión del núcleo urbano. De igual ma-
nera, la creciente necesidad de madera para las construcciones originó un
gran periodo de deforestación del valle de Lima.
Se destaca de este periodo alguna de las principales construcciones de
Lima, como la construcción del Puente de Piedra, en 1610, que permitía la
unión del área fundacional con el asentamiento ubicado al otro lado del río;
y, posteriormente, la construcción de las murallas, en 1684, que condicionó
de manera determinante el futuro crecimiento de la ciudad.
La imagen bajo estas líneas, del año 1680 y muy poco difundida, nos en-
seña una vista general de la plaza mayor o, mejor conocida por los lime-
ños, «Plaza de Amas». En esta imagen, podemos apreciar el perfil unifor-
me y bajo de la ciudad de la época, en donde destacan los techos planos de
todos los edificios civiles.
Ilustración 30: «Plaza
Mayor de Lima, 1680». Óleo
sobre lienzo. Actualmente,
es parte de una colección
particular en el Reino Unido.
Las torres de la catedral
sobresalen imponentes sobre
las demás construcciones,
reflejo también de la
importancia de la iglesia y de
la jerarquía espacial de los
edificios entorno a la plaza.
capítulo ii: la casa patio de lima 47
Bajo estas líneas, dos grabados de principios del siglo XVIII, en los cua-
les se puede apreciar cómo se componían las construcciones de la época al-
rededor de la plaza mayor, así como el gran fervor religioso de los habitan-
tes de entonces.
Ilustración 31: Representación
de una procesión en la Plaza
de Armas de Lima, principios
del siglo XVIII. Óleo sobre
lienzo, Autor anónimo.
Imagen 03: «Comienzo de la
procesión religiosa del Santo
Sepulcro». 04: «Vista del paso
de la procesión ante el palacio
virreinal». Imágenes extraídas
de Tesis doctoral «Las teatinas
de Lima. Análisis energético-
ambiental y perspectivas
de uso contemporáneo»
de Martin Wieser Rey.
Durante el siglo XVIII, la ciudad de Lima continuó creciendo en altura y
en población. Lima contaba en ese entonces con la muralla que la caracte-
rizaba y que, a su vez, limitaba el crecimiento de la superficie de la ciudad.
En los planos históricos se pueden apreciar la consolidación del centro ur-
bano; dejando la periferia, junto a la muralla, para uso agrícola.
En esta nueva etapa, tras el desastre natural de 1746, Lima inició, en tér-
minos generales, la reconstrucción total de la ciudad. El aspecto exterior del
conjunto no terminó diferenciándose tanto del que presentaba antes del sis-
mo, pero en general siendo una arquitectura considerada de menor valor.
En las construcciones de este periodo, se reemplazaron materiales de
manera sistemática. La nueva arquitectura dejó de usar materiales como
el ladrillo y la piedra, sustituyéndolos por otros más baratos y de más fá-
cil obtención como la quincha y el adobe, lo que generaba una imagen del
conjunto más pobre.
En lo que respecta al ámbito social, económico y político, tras el terremo-
to, se intentaron mantener las principales características del periodo ante-
rior, aunque cada vez más se forjaba un sentimiento de «nacionalismo crio-
llo» entre la población autóctona. Este movimiento fue adquiriendo fuerza
a lo largo del siglo XVIII, desencadenándose finalmente en 1821 con la in-
dependencia del Perú del gobierno español.
Como hemos mencionado al principio del capítulo, tras la fundación
de Lima, los solares se reparten entre los conquistadores y personajes más
ilustres de la ciudad. Esta élite se educa y consolida con los principios antes
mencionados, lo que produjo con el tiempo, varios tipos de viviendas que
responden a estos valores de sus propietarios. Si bien los cronistas suelen
hacer referencia casi exclusivamente a lo que denominan ‘la casa principal’,
es decir, la casa de las clases sociales más pudientes.
48 la casa patio virreinal limeña: expresión de dos culturas
Ilustración 32: Lugar de
residencia de la ‘elite’ limeña
hacia 1613. Elaboración
propia a partir de lámina 34
de ‘Lima en siglo XVII’ de Mª
Antonia Durán Montero.
capítulo ii: la casa patio de lima 49
LA CASA PRINCIPAL
Al analizar las grandes viviendas señoriales limeñas, percibimos para em-
pezar, una portada sencilla y sobria. Miró Quesada justificaba que esto su-
cedía a causa de los terremotos: ‘es más fácil salvar un rico retablo o un ar-
mario, que una fachada que caía y se deshacía por completo.’12
La escasez de piedra y madera adecuadas para la construcción en el valle
de Lima, generó que a medida que la necesidad de construcción aumenta-
ba, los pobladores buscaran otros materiales más fáciles de obtener y téc-
nicas autóctonas más sencillas que emplear, como el uso de la quincha.
Otro elemento de gran relevancia en las casas limeñas virreinales son los
balcones. El balcón era el nexo entre el espacio íntimo de las mansiones y el
espacio público de las calles. Durante el virreinato, el sello distintivo de la
mayoría de casas limeñas fue el balcón cerrado, que dotaban de personali-
dad a esas grandes fachadas. Los balcones fueron símbolo de estatus social
y representaron de alguna manera la idiosincrasia limeña. Su forma per-
mitía ver la calle sin ser visto y podía recordar las celosías musulmanas.
El balcón aparece en Lima en la segunda mitad del siglo XVI, aunque la
mayoría eran abiertos. Los balcones de cajón o cerrados se consolidan aún
a partir de la década de 1620 cuando Lima va dejando poco a poco la fisio-
nomía de ‘ciudad sevillana’. A partir del siglo XVII los balcones clásicos de
Lima como los conocemos ya son predominantes en la ciudad. Los balco-
nes cumplían también una función importante en la vida cotidiana de los
propietarios. Estaban diseñados con todas las comodidades para pasar en
ellos largas estancias en tertulia y descanso.
MATERIALES Y TÉCNICAS CONSTRUCTIVAS
La materialidad de la arquitectura limeña destaca por el empleo de tierra,
barro, caña y madera gracias a las condiciones climáticas de la ciudad. [Ilus-
tración 33] Muchos de estos materiales, como el cedro de Nicaragua o piedra
de Panamá, nos parecen distantes, pero debemos tener en cuenta que el vi-
rreinato del Perú comenzaba en Panamá y terminaba en el río Maule, por
lo que todos estos insumos se movilizaban de manera marítima desde Cen-
troamérica hasta Lima, capital del virreinato.13
Ilustración 33. Fotografía
de un muro prehispánico de
quincha en Caral. Imagen
extraída de «Conductividad
térmica de la tierra alivianada
con fibras naturales en
paneles de quincha» de
Martin Wieser, Silvia Onnis
y Giuseppina Meli. Pág. 200.
12. Miró Quesada: Costa, sierra
y montaña. Págs. 18-19.
13. Agradecimiento especial a
Adriana Scaletti, por la información
y bibliografía proporcionada en una
conversación en la universidad, el 05 Ilustración 33
de marzo, 2020.