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Las Distintas Modalidades de La Pelota Vasca

Las distintas modalidades de la Pelota Vasca - los vascos, con toda la rica variedad de sus juegos de cancha, la mano, la cesta, el remonte, la pala, el squash, el hand-ball, y las variantes ya olvi­dadas, el share, el largo, el trinquete. los campeonatos del mundo de pelota vasca, reconocen siete variedades: pelota a mano, pala larga y corta, paleta con pelotas de cuero, paleta con pelotas de goma, fontennis, share y re­monte.

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Las Distintas Modalidades de La Pelota Vasca

Las distintas modalidades de la Pelota Vasca - los vascos, con toda la rica variedad de sus juegos de cancha, la mano, la cesta, el remonte, la pala, el squash, el hand-ball, y las variantes ya olvi­dadas, el share, el largo, el trinquete. los campeonatos del mundo de pelota vasca, reconocen siete variedades: pelota a mano, pala larga y corta, paleta con pelotas de cuero, paleta con pelotas de goma, fontennis, share y re­monte.

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LAS DISTINTAS MODALIDADES DE LA PELOTA VASCA


LAS DISTINTAS MODALIDADES DE LA PELOTA VASCA

A pesar de que los juegos de pelota son de antigua tradición, en lo que toca al concepto
actual de deporte, la contribución puede reducirse casi a tres países: Inglaterra, los EE.UU. y
el País Vasco. Los ingleses, inventores del fútbol, el rugby, el tennis, el ping-pong y el golf, si
consideramos ingleses a los escoceses; los norteamericanos que desarrollaron el béisbol, el
basket, el water-polo en sus versiones modernas; y los vascos, con toda la rica variedad de
sus juegos de cancha, la mano, la cesta, el remonte, la pala, el squash, el hand-ball, y las
variantes ya olvidadas, el share, el largo, el trinquete.

Oficialmente los campeonatos del mundo de pelota vasca, reconocen siete variedades:
pelota a mano, pala larga y corta, paleta con pelotas de cuero, paleta con pelotas de goma,
fontennis, share y remonte. De esas variantes, sólo cuatro han alcanzado el nivel que exige
el profesionalismo: la mano, la pala, la cesta y el remonte.

LA PELOTA A MANO: Sin duda la pelota a mano es el origen de la pelota vasca. Sin la
defensa de guantes o chisteras, el pelotari de mano debe reunir condiciones excepcionales
de resistencia y agilidad, pero adicionalmente manos capaces de sufrir la violencia de la
pelota dura que rompe la piel y somete al jugador a un rigor físico que las otras modalidades
no tienen.

La pelota a mano tiene una variante norteamericana, el hand ball, que se practica en cancha
de cuatro paredes, con una pelota especial, y fue llevada a EE.UU. por vasco-franceses.

Con la sola excepción de Barberito I que nació en Logroño, todos los campeones de
pelota a mano han sido vascos de nacimiento y origen. Chiquito de Eibar, el primer
manomanista que se dedicó al profesionalismo, puede ser considerado el primer campeón
del juego a mano. Indalecio Sarasqueta de nombre, nació en el Caserío Azpiri de Eíbar.
Practicó todas las especialidades, y se consagró finalmente a la cesta punta, embarcando
para Buenos Aires, donde en duelo al que asistió el Presidente Irigoyen de la Argentina,
derrotó a un famoso pelotari local, Pay-sandu, hijo de vascos. Entonces se jugaba nada
menos .que a 80 tantos.

Bernardo GARATE, CANTABRIA, campeón hasta 1913, nació en Ermua, en 1883. Ermua ha
sido cuna de grandes pelotaris de mano, pala y cesta. En 1913, Cantabria fue derrotado por
otro gran campeón, el Zapaterito de Lequeitio, jugador violento pero irregular, que perdió el
título en 1917 frente a Mondragones. .

MONDRAGONES, un gigante de la pelota a mano y un gigante físicamente, con una pegada


fulminante, se mantuvo invencible largos años, y solo en 1926 cedió el paso al juego
impetuoso del mas extraordinario manista de todos los tiempos: Ataño III, un aizcoitiano,
cuyo juego revolucionó el deporte y que reinó invencible hasta 1948, cuando perdió frente a
Miguel Gallasteguí, otro nativo de Eibar.

La lista de los campeones modernos, incluye a Barberito I, de Logroño, y a siete campeones


vascos más: Soroa, Arriaran II, García Ariño I, nativo de Axpe Maezana, Vizcaya y dos veces
campeón mano manista, Ogueta, Azcarate, Lajos y Retegui. La lista de los grandes
jugadores de mano, los Urcelay, los Echave, Rubio, Kirru, Onaíndia, Altuna, Artazo, Ma-
Ilavía, el zurdo Irureta, Chapasta, Zabala, incluye jugadores de todos los estilos, pegadores,
rematadores, peloteadores incansables, y hábiles para decidir el tanto. Y se extiende ya a
más de siglo y medio de profesionalismo.

LA PELOTA A PALA

Las primeras palas o paletas, se utilizaron ya en los años finales de la Edad Medía por los
trinquetes del país vasco, pero fue probablemente en Navarra donde alcanzó la forma actual
el juego de pala que utiliza la pala de madera. El primer gran desafío se jugó entre los
hermanos Eraso, y la pareja vizcaína Goícoechea y Chiquito de Abando. Un partido en
Vergara, otro en Bilbao y el tercero en Durango.

La historia grande del juego a pala, es relativamente reciente. A partir del comienzo de este
siglo, los palistas fueron tomando categoría de profesionales, y entre los grandes debe
citarse a Unamuno, Abadiano Menor, Solozábal, los hermanos Ermua, Pasieguito,
Araquistain y Begoñes I que no jugaba a la zurda y fue sin embargo, grande entre los
grandes, Izaguírre y Chiquito de Gallarta.

La pala larga, tiende actualmente a desaparecer a causa de su extraordinaria dificultad. La


pala corta, más fácil de manejar, va ocupando lentamente su lugar.

EL REMONTE

La pequeña cesta de remonte, es sin duda una variante del antiguo guante curvo de cuero,
que en un principio fue corto y ancho, y desarrollaron los pelotaris de la vieja escuela que
iban de pueblo en pueblo, como una forma de proteger sus manos y darle mayor velocidad y
alcance a la pelota.

El remonte se desarrolló también en Nabarra. El remonte es tan espectacular como la cesta


punta, pero exige del pelotari un esfuerzo extraordinario y reduce su duración en la cancha.
Los remontistas no detienen la pelota, la devuelven de un golpe que la nace rodar por la
cesta, y desarrollan así poderosos efectos de rotación. El juego de remonte exige vista,
velocidad y enorme fortaleza. Sus dificultades hacen más breve el peloteo y más duro el
aprendizaje y a ello se debe su lenta desaparición como deporte, profesional. Los cuatro
remontistas más grandes de todos los tiempos son sin duda José Iri-goyen de Navarra,
Salsamendi I de Orio, Jesús Ábrego, el mago del-remonte nacido en Arroniz, y José María
Salsamendi III, de Orio.

LA CESTA PUNTA

La cesta-punta o Jai Alai, fue durante muchos años la modalidad menos conocida en el
propio país vasco, a pesar de ser sin duda la más espectacular, veloz y la que se ha
extendido por prácticamente todo el mundo. Se ha jugado profesíonalmente a cesta-punta o
Jai Alai en Milán y Turín, en El Cairo, en Buenos Aires, en Montevideo, Caracas, Manila,
Shangai, Tíent Tsin, Tokio, Nueva York, Montreal, México y La Habana —los dos grandes
templos de la cesta punta fueron las capitales de Cuba y de México— Barcelona, Zaragoza,
Madrid, Tijuana, Miami, Tampa, San Petersburgo, Chicago, Bruselas. A pesar de que en la
historia del juego de chistera, figura como nombre legendario el del vasco-francés Chiquito
de Cambó, no hay duda de que los grandes pelotaris profesionales vascos que salieron a
buscar fama y fortuna en La Habana y México, alcanzaron un nivel de juego increíblemente
superior al de los aficionados que como Cambo jugaron en las canchas del país vasco.* Esa
historia, casi desconocida, en la que los grandes jugadores vascos de cesta punta se
batieron a frontón lleno en La Habana y México, aparece en un reportaje completo en esta
misma edición.

FRONTENNIS y las vanantes de la pelota a paleta suramericanas, no han alcanzado nunca


la fama del profesionalismo.

EL REBOTE, juego primitivo que nació del LARGO, fuente y origen de todas las variedades
ac-se practica muy poco ya, en plazas abiertas • existen en San Juan de Luz, Biarrits,
Bayona, r, el juego de share, con su curioso trinquete, hemmienta que se parece a la raqueta
de recibe y lanza la pelota como en la cesta desaparecido casi del país vasco, y sobre-«i
Argentina y Uruguay; el SQUASH, el

LA CESTA PUNTA O JAI - ALAI


El deporte más veloz del mundo

REGLAS - HISTORIA - GRANDES CAMPEONES


La pelota que lanza un pelotari, puede alcanzar velocidades superiores a los doscientos
kilómetros por Jjera. Es mucho más veloz que el lanzamiento de un pitcher o que la pelota de
golf. Y su peso la convierte en un proyectil mortal. Los pelotazos que han causado la muerte
son numerosos, y por eso en la actualidad, se ha hecho obligatorio el uso de un casco
protector.

El arma del pelotari, la "chistera" o cesta, que dio origen al juego que hoy se llama cesta
punta o Jai Alai, fue inventada por Juan Dithurbide, herrero y pastor del pueblo de St Pe, al
que llamaban Gaint Chíqui. Gaint Chiqüi fabricó Ja primera chistera de castaño y mimbre,
para jugar en un pequeño trinquete, y rápidamente todos los pelotaris aficionados cambiaron
el guante de cuero endurecido por el nuevo instrumento más liviano y elástico. Gaint Chiqüi
inventó la cesta en 1857, pero pasaron casi cincuenta años hasta que adquiriera las
dimensiones que tiene hoy en día.

Mientras en el país vasco la afición por la mano, la pala, el rebote y el remonte se repartían el
entusiasmo, los puntistas encontraron la vía del profesionalismo en América. En 1877 todavía
el juego de chistera tenía un carácter popular y espontáneo. Uno de los primeros pelotaris
famosos, el Chiquito de Eibar, consolidó su nombre cuando venció a mano al Cura Laba de
Marquína, y años después, en Buenos Aires, a un hijo de vascos llamado Paysandu. Junto a
él un personaje fabuloso, Pedro Yarza, el Manco de Villabona, abrió el camino a la cesta
como oficio. Ambos, el Manco de Villabona y el Chiquito de Eibar, vivieron exclusivamente
del deporte, como profesionales y cosa corriente en aquel tiempo, destacaron en todas las
especialidades.

LAS REGLAS DE JAI ALAI

La cancha en que se juega ahora el Jai Alai, la cancha de piedra y tres paredes, es también
relativamente reciente, pues hasta que no se desarrolló Ja pelota con el corazón de caucho
no fue posible jugar pegando contra la pared. El juego de "ble" que así se llamó al que se
realiza contra una pared, desplazó rápidamente a las variedades que se jugaban en plazas
abiertas.
La cancha se divide en cuadros para que sirvan de guía al pelotari y al espectador. Las
líneas saque están en los cuadros cuatro y siete. Las reglas de juego son sencillas. Igual que
en un juego de tennis que se desarrollara de un mismo lado de una pared, la pelota debe
pegar en la pared por encima de una raya, que en las canchas de Jai Alai es dé chapa
metálica, puede ser arrapada de aire o al primer bote. Los pelotaris juegan de frente o de
rebote, y con la derecha o con el revés. La cesta punta, mas moderna que los otros juegos
vascos, adoptó de ellos todas las posibilidades. La extraordinaria velocidad de la pelota hizo
el resto, pues el juego se hizo más y más espectacular, veloz y peligroso.
La pelota que lanza el sacador, debe botar entre los cuadros cuatro y siete. En las quinielas y
partidos mano a mano, si bota antes del cuatro o después del siete, es falta. En los partidos
por parejas, puede botar una vez más atrás del cuadro siete sin castigo. El sacador, en ese
caso, recibe una segunda oportunidad.

LA CESTA PUNTA O JAI ALAI


El resto del juego es asunto de vista, músculos, velocidad y valor, astucia y resistencia. Las
grandes canchas, en La Habana o México, tienen hasta 64 metros de largo. La cancha del
Centro Vasco de Caracas tiene 40 metros en la actualidad. Zagueros y delanteros usan
cestas ligeramente diferentes; más grandes las de los zagueros, pero no hay en ello ninguna
regla. Depende de la cancha, del estilo y la fortaleza de cada uno.

LOS GRANDES PELOTARIS DE CESTA PUNTA

Durante muchos años la historia grande de la cesta punta fue casi desconocida en el propio
país vasco. Los jóvenes pelotaris de Marquina, de On-darrea, de Motrico o de Ermua,
viajaban hacia los frontones de América a buscar salarios que ya eran fabulosos. En el país
Vasco se seguía jugando con preferencia a mano o a pala, y a remonte en Navarra. Pasada
la época del Manco de Villabona y de Chiquito de Eibar, las canchas americanas de 64
metros de largo fueron creando pelotaris cada vez más especializados en su función.
Delanteros y zagueros se fueron diferenciando. Y los dos primeros grartdes pelotaris de esa
hornada fraguada en el exterior, fueron Nicasio Rincón, Navarrete, y Erdoza Menor, el
Fenómeno cuya categoría de invencible no ha sido discutida por nadie en ninguna época.
Erdoza Menor, que murió de un ataque al corazón en plena cancha a los 52 años, es a la
cesta punta lo que es Ataño III a la mano, Ábrego al remonte o Pelé al fútbol.

"COMO NACIÓ LA CESTA-PUNTA"

Se puede afirmar que el Jai Alai —la Fiesta Alegre de la pelota vasca—, es una derivación de
la primitiva cesta o guante de mimbre inventada por Gintxiki, a mediados del siglo pasado, y
que en sus principios fue conocida por "chistera".
Sustituyó al guante de cuero, más pesado y caro, y que estaba más distante de la juventud
de entonces.

Esta modalidad de la "chistera" comenzó a utilizarse en el juego de "rebote", en plaza libre,


pero al generalizarse el "ble", luego contra la pared, fue adoptado por los profesionales como
única herramienta de las hasta entonces existentes y usadas,

Antonio Peña y Goñi en su brillante aporte a la historia del deporte vasco, "La pelota y los
pelotaris", editado en Madrid en el año 1892, describe el auge por aquel entonces y el
prestigio de los grandes artistas que venían aureolados por su fama conquistada en los
frontones de Buenos Aires, Cuba y México.
De esa época de antaño pero brillante, asoman una pléyade de nombres famosos, entre
ellos Sam-perio, Urtxaille, Tandilero, El manco de Villabona, Pasieguito, Chiquito de Abando,
El Zurdo de Her-nani, Chiquito de Ondarroa y una lista interminable de pelotaris, en su casi
totalidad vascos. Al frente de todos hay que colocar a Indalecio Sarasqueta, más conocido
por El Chiquito de Eibar.

La proliferación de artistas en esta modalidad dio lugar a que se lanzaran a la conquista del
mundo abierto, ya que los frontones en aquella época estaban en auge en los cinco
continentes del orbe, en las ciudades más exóticas y apartadas.
Se abrieron y se pusieron en explotación "canchas de chistera", también conocida por punta-
volea, ya que la técnica de entonces exigía se jugara con preferencia de sobrebrazo y sin
retención de pelota; el "yokogarbi" que significa "juego limpio" denominación que
corresponde a esta modalidad, herramienta y su técnica.

Pero pasados los tiempos, los propios pelotaris se daban cuenta de que el esfuerzo era
agotador para el hombro derecho, solamente trabajaba esta parte,, ya que el revés estaba
proscrito por aquellos que se llamaban puritanos.

Fue Melchor Guruceaga de Rentería, quien después de haber debutado sin cumplir los
veinte años en su pueblo natal y pasar por los frontones de Deusto y Abando (Bilbao) se
embarcó para "las Américas". Al sufrir más tarde un fuerte golpe en la muñeca del que no
llegó a recuperarse nunca más, concibió la idea de aumentar la proporción de la cesta,
compensando así con su mayor empuje la debilidad funcional que le había quedado en el
brazo lesionado. Así surgió el tipo de la cesta moderna que en un principio fue llamada
"mausser", sin duda por asociación de idea con el fusil de dicha marca que vino a ser el
avance más grande en aquellos entonces en poder ofensivo.
Su puesta en acción trajo algunas variantes en el juego. Fue la revolución de esta moderna
cesta - punta para los expertos, distinguida de la "punta-volea" primitiva y que los franceses
denominan "grand-chistera". -

Hubo grandes discusiones en la defensa y crítica de esta modalidad, ya que se buscaba la


mayor eficacia con la máxima economía de esfuerzo, y se retenía la pelota en el fondo de la
cesta, tanto en la derecha como al revés, para reexpedirla más tarde con gran fuerza.
El juego ganó en recursos para prolongar el peloteo y por tanto aumentó la espectacuiaridad
del mismo, conquistando nuevos adeptos por la entusiasta acogida que tuvo en todos los
frontones donde se comenzó a exhibir, y más tarde se siguió haciéndolo.
De ahí surgieron frontones de cesta-punta, en Italia en media docena de sus principales
ciudades, en Bélgica, África del Norte y Extremo Oriente, Brasil, México, La Habana,
Filipinas, etc.

El empresario Teodoro Jáuregui, vizcaíno, se decidió a abrir un frontón al que denominó


"Audito-rium" en Shanghai, en el año. 1930, y poco más tarde, otro en Tsientsin, llamado
"Forum". Ambos rivalizaron en ser dos templos de lujo y suntuosidad, donde a diario se
presentaron los espectáculos más aplaudidos de la época: el Jai Alai. Ante la invasión y
desbandada de las fuerzas niponas, durante la segunda conflagración mundial, fueron
cerrados y desapareció una de las épocas florecientes en el Extremo Oriente en el juego de
la pelota vasca. Hoy se añora estos tiempos y se desea la vuelta al Frontón.
En este continente americano se había afianzado en tal forma que su popularidad hizo
que se presentara como novedad en la Exposición Universal de San Luis, en el año 1904,
El donostiarra José Joaquín Castañeda construyó en el año 1926 el frontón Biskayne Jai
Alai, en Miamí. El éxito que tuvo este juego de la pelota vasca en su modalidad de cesta -
punta hizo que el capital americano bien pronto se fijara en el futuro y perspectivas
económicas, procediéndose a la construcción de nuevos Frontones y a contratar cuadros
completos de pelotaris.

Así fueron surgiendo las canchas de Dania, Tampa, West Palm Beach, Orlando, Daitona y
hoy en día siguen edificándose. Este mismo año se van a inaugurar dos nuevos frontones
más al Norte de Florida.

Pronto el Estado de Florida se dio cuenta del auge del deporte y del movimiento que
acarreaba, para estructurar una legislación donde se permitía e! juego y las apuestas en
base a los partidos. Estos eran por parejas, pero dieron paso a otra modalidad más
espectacularmente solicitada por los ricos y turistas, ya que les permitía dar suelta a sus
deseos de participar activamente en el espectáculo: la quiniela individual.
La era de esplendor de la cesta - punta fue sin duda alguna iniciada con la puesta en marcha
del Miami Jai Alai, punto central de atracción de una afición que iba en aumento.
Y así como el éxodo a las canchas americanas prosigue año tras año, integrando las bien
nutridas plantillas que actúan durante la temporada invernal, también en Euzkadi se dieron
cuenta del auge y aceptación en esta modalidad.

Hoy en día, al finalizar las campañas de los frontones de Florida, se trasladan en masa a los
de Bizkaia y Gípuzkoa, con el fin de participar en el verano, estar en juego y entrenados,
para retornar antes del inicio de los juegos invernales a Florida.
Esto es a grandes rasgos, una faceta de lo que encierra en sí el juego conocido por Jai Alai,
modalidad de cesta-punta y que es la atracción de la afición por su virilidad y espetacularidad
en las jugadas.

LAS ESCUELAS DE CESTA PUNTA EN DURANGO, MARQUINO, GUERNICA Y


LEQUEITIO

En la actualidad funcionan en Euzkadi cuatro grandes escuelas de formación, todas ellas en


la parte vizcaína. Durango, Marquina, Guernica y Lequeitio son las sedes de estos crisoles
del deporte de la cesta punta.

En sus aulas están presentes más de doscientos juveniles, ansiosos de llegar a dominar este
difícil juego, para luego expandirse por todo el mundo, en la exhibición de una especialidad
que absorbe y entusiasma a los públicos.
La escuela de Durango, bajo la dirección de José Antonio Urbieta, cuenta con 42 alumnos,
cuyas edades oscilan entre los 14 a los 18 años.

Recientemente acaban de salir para los frontones de Barcelona y Palma de Mallorca un


grupo de aprobados y destacados pelotaris.

Todos los días efectúan entrenamientos de enseñanza, desde las 6 a las 8:45 de la mañana
y de 12 a 3 de la tarde, al objeto de que puedan seguir atendiendo sus estudios.
Los gastos de cestas, pelotas y demás materiales, son absorbidos por una de las empresas
locales, la de los Hermanos Piedra.

Para los aprobados no hay problemas de cupo en sus nuevas actuaciones ya que de la
escuela salen para los frontones de la empresa en Barcelona, Palma de Mallorca, Durango,
Galarreta, Marquina, Guernica, Fadura, Logroño, Azpeitia, Benídorm y San Juan de Luz.
José María Mandiola actúa de profesor en la escuela de Marquina, con un plantel de treinta
chavales desde los 12 a los 20 años, y un grupo de pelotaris que no aspiran a ser
profesionales, pero que acuden a las clases diarias.

Aquí también las clases de práctica de pelota se compaginan con las de los estudios de cada
uno.

Y Joaquín Aratibel atiende las dos escuelas enclavadas en Guernica y Lequeitio, y que en la
actualidad tienen una asistencia que sobrepasa de los 150 aspirantes al profesionalismo de
la cesta.

Sus edades oscilan de los 9 a los 18 años.

En estas dos escuelas se atiende al espíritu de compatividad, ya que se juegan torneos, con
repartos de trofeos y medallas, Los domingos se montan hasta cinco partidos entre el
alumnado y se preveen otros eventos durante el curso.

Los gastos de estas dos escuelas corren por cuenta de la empresa Guerestu, S. A., quien ha
ofrecido seguir subvencionando en escala más amplia, para que la afición de todo el País
Vasco cuente con medios suficientes para hacer realidad sus sueños.

Este es un ejemplo vivo de cómo se cuida la formación deportiva en la juventud, faciltándoles


el paso al sentido profesíonalista pero tras de haber pulido y adquirido conocimientos básicos
y extendidos, para que su salida al frontón no sea seguida de un fracaso por falta de la
debida preparación.

Recientemente han salido hacia los EE.UU. más de cincuenta pelotaris, de estas escuelas de
formación.
LOS FRONTÓNES "JAI ALAI" DE CARACAS Recuerdo de épocas pasadas.

Hoy cualquier venezolano, sobre todo caraqueño mayor de 52 años y hasta" un poco menos,
puede recordar que existió un Frontón donde se jugaba Pelota Vasca de Cesta Punta,
llamado el Frontón Jai Alai. Tenía 60 metros de largo y se jugaba todos los días después de
las 9 pm. menos los Viernes. Estaba situado en Los Caobos frente al terminal de los tranvías
del Parque Carabobo, hoy Avenida México en los terrenos que ocupa actualmente el
Caracas Hílton, frente a la Escuela Experimental Venezuela.

Bulo Prometa nos lo recuerda en una de sus canciones: "el Frontón de Jai Alai no existe
más..." También Abelardo Raidi, en una de sus Pantallas de les Jueves y algún otro
periodista de esa. Época.

Si la memoria de amigos que he consultado y la mía es buena: fue hecho e inaugurado por
los años 1933 ó 34, por los Sres. Sergio Hernández y Don Andrés Velutiní, posteriormente el
Arquitecto Santi Tañí modificó el frontis, haciéndolo más "vivo". Cuando lo cerraron en 1937 o
principios de 1938 en el período presidencial del General Eleazar López Contreras, el
Administrador era el Sr. Modesto de Aisa y el dueño un yerno del General Gómez.

Sobre su clausura existen muchas conjeturas; nunca he sabido el verdadero motivo, ni


tampoco el no permitir la construcción de otro donde se permita apostar, ya que a los
venezolanos siempre nos ha gustado el juego. Pero como dice la canción de Billo, . . ."no
existe más. . ."

Entre los jugadores quiero recordar primero a estos que vivieron y murieron en nuestra tierra:
Julián Onairrdía, Patxi Iturzaeta y Cándido Irízar. Entre los que sufrieron accidentes:
Guruceaga que recibió pelotazo de Allende en la frente por una enganchada de rebote y no
pudo jugar más. Ignacio Ulacía que tirando un remate se díó en un ojo y perdió la vista. Los
Pelotaris estrellas: Onaindía e Irigoyen. Mendizabal y Astigarraga por su seguridad, Gar-
mendia y Elizondo por mejor estilo. José Onaindía el mejor quinielista. Los de más pegada:
Juaristi que su pelota desarrollaba más de 260 K.p.h., Echeverría Saguero, Allende que llegó
a figurar entre los mejores jugadores del mundo.

Entre los venezolanos hubieron muchos aficionados: el Dr. Pedro Antonio Yánez, el Dr.
Paquíto Banchs, Fernando Iranzo, Germán Baez, Osear Aí-varez de Lemos, los hermanos
Rivero, Pepe, Jorge y Gustavo, los hermanos Perdomo Padrón, entre ellos Pablo que de
seguir jugando hubiera llegado a ser un buen pelotaris por tener magníficas condiciones, mi
hermano el Dr. Miguel Layrísse, Rafael Eduardo Arnal y yo que llegamos a jugar entre los
profesionales con buen éxito, sobre todo Árnal por sus condiciones y pegada.

Todo esto ha quedado como una página más en la historia del Deporte en Venezuela, que
gracias al Centro Vasco de Caracas nos la recuerda cada año desde 1963 con la Serie de Jai
Alai en su Frontón del Paraíso.

Esquina de Jai-Alai…

¿Quién no ha escuchado al maestro Billo Frómeta mencionar al “frontón de Jai-Alai” en su


famoso “Sueño Caraqueño”?... En la canción se evoca con nostalgia un sitio donde se
practicaba el deporte del Jai-Alai, una modalidad del antiguo “Juego de Pelota” (vasca) que
en nuestra Caracas fuera una diversión mucho antes de que el béisbol irrumpiera por estas
tierras y le arrebatara el apelativo…

El sitio en cuestión se construye en la entonces llamada “avenida Los Caobos” (hoy avenida
México). Aunque la fecha de inauguración no está del todo clara (hay quien dice que fue a
mediado de los años 30), la intención de construir un frontón ya existía en 1916, cuando la
Gobernación de Distrito Federal firma un contrato con un empresario de nombre Félix Ámbar
para hacerlo…

El frontón es clausurado en 1937 y más tarde es demolido, en su terreno se levanta entonces


el edificio que sería por algún tiempo la sede de la Compañía Creole (1944-1954) y más
tarde de la tristemente célebre Seguridad Nacional…

La Esquina de Jai Alai con este nombre se conoció por algún tiempo la esquina donde se
encuentra la Escuela Experimental Venezuela, en la Av. México, por un frontón que allí hubo
durante los años treinta, donde se practicaba la pelota vasca con carácter de espectáculo
público y con apuestas. En el lugar luego se construyó después el edificio que ocuparon las
oficinas de la Creole Petroleum Corporation desde 1944 hasta 1954, y más tarde las
dependencias de la Dirección de Seguridad Nacional, hasta la caída del régimen de Pérez
Jiménez, en 1958.

El frontón consta de dos paredes que forman ángulo recto, y con una elevación de doce a
catorce metros. La del frente se llama frontis, y la del izquierdo ble, que está dividida en
espacios de cuatro metros, numerados, con un mínimo de quince y un máximo de veinte.
Una línea llamada escás separa la buena de la falta, que corresponde a las jugadas que no
llenan los requisitos del juego. Del lado derecho se encuentran las graderías para los
espectadores, protegidos por una malla.

En Caracas se jugaba la modalidad de las quinielas, a cinco tantos, en que diez jugadores
competían, con carácter eliminatorio, en cinco partidos. Las apuestas se hacían de modo
semejante a las carreras de caballo, a ganador y colocado.

Para 1938 es construida en la acera de enfrente, en el ángulo noreste de la esquina, la


Escuela Experimental Venezuela, mientras que el ángulo noroeste es ocupado por el patio
trasero del Patronato de San José de Tarbes…

A mediado de los años 60 el edificio de la SN es demolido y en su terreno se comienza a


construir otro, que en principio sería parte de un desarrollo habitacional, y que termina siendo
asiento del Hotel Caracas Hilton (inaugurado en 1969), hoy Hotel Alba Caracas… Los
ángulos sureste y suroeste de la esquina se han “desdibujado” por cuanto fue eliminada
parte de la avenida Sur 23 (el tramo desde la Avenida México hasta la Avenida Bolívar), pero
los dos ángulos del norte permanecen…

A pesar de que ha transcurrido mucho tiempo desde la desaparición del frontón y que casi
nadie la llama así… la esquina sigue siendo Jai-Alai…

Cuando vivió en Caracas, entre 1801 y 1804, Francisco Depons, un francés que actuaba
como agente de Napoleón y quien escribió un testimonio de especial interés, Viaje a la parte
oriental de tierra firme, miraba con detenimiento las situaciones para registrar lo que pudiera
interesar a su gobierno. Pero no sólo se detenía en los fenómenos políticos, sino en detalles
a través de los cuales se reflejaba la sensibilidad de los venezolanos. Después de escribir
sobre el vínculo de los caraqueños con la religión católica, anotó lo siguiente:

... « no he de pasar por alto los tres frontones donde se juega a la pelota con pala o a mano
limpia. Uno está situado en el extremo Sur de la ciudad, cerca del Guaire, el segundo hacia
el Oriente, no lejos de Catuche, y el tercero también al Este, queda a cosa de medio cuarto
de legua de la ciudad. Los Vizcaínos introdujeron este juego, pero lo han abandonado a los
del país, quienes observan exactamente las reglas, y, sin desarrollar una habilidad tan
grande como la de aquellos, lo practican bastante bien para distraer a los aficionados que
asisten a las partidas. Muy pocos blancos juegan con la mano descubierta, frecuentemente
emplean la pala o raqueta».

El testimonio no se refiere a hombres notables, ni a asuntos como el trajinado proceso de la


Compañía Guipuzcoana, ni a los apellidos vascos de la gente ilustre que se ha avecindado
en el país. Pero, cuando habla sobre el interés por jugar en el frontón, o por ver el juego que
se desarrolla en tres lugares de la capital, se detiene en una relación de especial intimidad,
de cercanísimo acercamiento, en ana mezcla de vascos y caraqueños debido a la cual se
establece una afición que termina por formar parte de las minucias de todos los días. ¿No es
esto tan importante, o más importante, que el relumbrón de las grandes hazañas, de la épica
civil o militar a la que nos aferramos para dar lustre a la influencia que tuvo una comunidad
sobre la otra?

Los vascos forman parte de Venezuela por hechos como los que he pretendido destacar
ahora. Por un agricultor anónimo que hace una curiosa relación con un hombre de presa. Por
una reunión de amigos que se reúnen en el frontón y terminan por fundar un deporte que fue
importante para la diversión de los caraqueños. Por mil otros episodios que nadie ha
recogido, pero en cuyo seno se encuentra la clave para reconocernos como partes de una
amalgama antigua y entrañable, como miembros del rebaño que se junta en las casas de
familia, en los sitios de trabajo o en el club para hablar de política, de negocios, de temas
domésticos, de las luces y las sombras de la vida, o simplemente para pasar el rato.

Elias Pino Iturrieta


Jose Domingo Layrisse

Compilacion Edicion y Publicacion


Xabier Iñaki Amezaga Iribarren
Editorial Xamezaga Catalogo de Obras (1.065)
La Memoria de los Vascos en Venezuela
La mas extensa en referencia a la presencia Vasca en America
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