ANALISIS JURISPRUDENCIAL
SENTENCIAS C-083 DE 1995 y T-582 DE 1992
PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD Y FUENTES DEL DERECHO
VÍCTOR JOSÉ BOHÓRQUEZ VALENCIA
ID: 389135
NRC: 37685
MATERIA:
TEORIA GENERAL DEL PROCESO
INSTRUCTOR:
DR. JAIME MENDOZA
FUNDACIÓN UNIVERSITARIA CATÓLICA LUMEN GENTIUM
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS
CALI
2021
Resumen
En el presente escrito analizaremos de manera objetiva como opera el principio
constitucional de la imparcialidad, en dos casos distintos detallados en las sentencias T-582
DE 1992 y la C-085 de 1995; en la primera sentencia encontraremos una acción de tutela
solicitando el respeto al debido proceso, en sanción de única instancia y en la sentencia de
constitucionalidad se encuentran la explicación de los criterios auxiliares como la analogía,
la doctrina constitucional y los principios generales del derecho.
SENTENCIA T-582 DE 1992
Acción de tutela accionada por la señora CARMEN GLORIA ORIGUA GARCIA, contra
actos de la JUEZA PROMISCUA MUNICIPAL DE SILVANIA, Cundinamarca; el
magistrado ponente fue el Dr. EDUARDO CIFUENTES MUÑOS.
El elemento factico que llevo a la accionante a interponer la acción fue la violación al
derecho fundamental del trabajo y al debido proceso.
"(...) que en la fecha del tres (3) de marzo de 1992, ejecutó acto de irrespeto en contra
de su superior, por lo que se le llamó la atención mediante oficio No. 0065 de marzo 3 de
1992, que le fuera entregado en esta misma fecha de esta resolución, y que se adjunta al
presente para que haga parte del mismo, y dada la grosería, altanería y tono amenazante con
que la empleada mencionada increpó a la titular de este Juzgado (...)".
La funcionaria CARMEN GLORIA ORIGUA GARCIA hace apelación al debido proceso
porque según ella no se le respetaron sus derechos y se sintió perseguida por la JUEZA
PROMISCUA MUNICIPAL DE SILVANIA, al ser ella su superior directo y basada en su
criterio esto no permite una objetividad respecto al caso. Pero bien como se menciona en la
sentencia el Dr. HERNANDO DEVIS HECHANDIA tratadista reconocido a nivel nacional
que estos son casos de carácter administrativo de los actos sancionatorios o son actos
jurisdiccionales.
“También es administrativo - advierte - el juzgamiento por un juez o
Tribunal de sus propios subalternos, mediante acto propio de voluntad,
porque entonces su actividad es igual a la de la Administración cuando
juzga disciplinariamente a sus propios funcionarios subalternos. Pero la
situación es totalmente distinta, cuando el Consejo Superior y los
Tribunales Judiciales de Distrito, juzgan a otros Magistrados o a jueces.
En el primer caso se obra en ejercicio de una función administrativa,
pero en el segundo en ejercicio de una función netamente "juzgadora" o
sea una función "judicial". En el primer caso (aplicación por un Tribunal
o un juez de sanciones disciplinarias a su secretario o escribiente) opera
la mentada "pirámide jerárquica" y aparece un acto de simple voluntad
del superior sobre el inferior; en el segundo caso (juzgamiento
disciplinario de un juez o Magistrado, por el Tribunal Superior o el
Consejo Superior) aparece un acto de verdadero juzgamiento, en proceso
contencioso judicial, de un tercero frente al litigio, que juzga sobre él, sin
ser parte de él.”1
Basándose en este argumento y en le principio de imparcialidad, la corte decide confirmar el
fallo del Tribunal del Distrito Judicial de Cundinamarca dado que el principio del que
estamos hablando hace referencia a lo siguiente:
“El principio de imparcialidad, en opinión de la mayoría de los doctrinantes
colombianos, es el elemento decisivo para distinguir cuándo la función disciplinaria
es jurisdiccional y cuándo es administrativa. Tratándose de jueces o magistrados el
juzgamiento de actos u omisiones constitutivos de faltas disciplinarias es tramitado y
decidido por una autoridad o instancia imparcial, lo cual no tiene lugar cuando es el
mismo juez quien de oficio inicia proceso disciplinario contra uno de sus subalternos,
actuación que, en sana lógica, debería tener carácter administrativo y ser susceptible
de cuestionamiento ante una instancia imparcial.
1 1
HERNANDO DEVIS ECHANDIA. Intervención ante la Academia Colombiana de Jurisprudencia. Revista
de la Academia Colombiana de Jurisprudencia Nos. 240-241-242, enero-junio de 1981. Págs. 118 a 159.
No obstante, lo anterior, el legislador extraordinario al reglamentar el régimen
disciplinario de los funcionarios y empleados de la rama jurisdiccional, con
fundamento en las facultades conferidas por la ley 30 de 1987, optó por atribuir de
manera general carácter judicial a las decisiones dictadas al término de un proceso
disciplinario en contra de éstos”.
Puedo concluir entonces que la corte decide ratificar la actuación de la juez, dado que
esta se ajustó al PRINCIPIO DE LEGALIDAD, dado que el principio de
IMPARCIALIDAD hace parte del derecho al debido proceso consagrado en el Art. 29 de
Constitución Política tanto en materia sancionatoria, penal o DISIPLINARIA como es en
tese caso.
Este le permite contar al juzgador con la suficiente objetividad y le garantizan al
procesado contar con plenas oportunidades de defensa, como la oportunidad de interponer
recursos, presentar y controvertir pruebas, cosa que realizo la señora ORIGUA, pero no
dentro de los términos permitidos por la ley que en este caso fueron dentro de la tutela y no
en el proceso disciplinario en el juzgado.
SENTENCIA No. C-083 de 1995
El ciudadano PABLO ANTONIO BUSTOS SÁNCHEZ presentó una demanda de
inconstitucionalidad de los artículos 8 y 13 de la ley 153 de 1887 por contrariar el articulo
230 de la Constitución Política de 1991, el Magistrado Ponente fue el Dr. CARLOS
GAVIRIA MUÑOZ.
El demandante manifiesta que el Art. 230 de la Constitución Política de Colombia, el
juez está sometido únicamente el imperio de la ley y, para la interpretación, tiene como
criterios auxiliares la jurisprudencia, la equidad, LOS PRINCIPIO GENERALES DEL
DERECHO y la doctrina, es por esto según el accionante que el Art. 8 de la ley 153 de 1887
va en contravía del Art. 230 de la Constitución Política.
Pero dice la corte en la sentencia que la plenitud del ordenamiento no hay lagunas
porque existen jueces. El juez siempre debe de fallar y por esto ninguna situación puede
escapar a la VALORACIÓN JURÍDICA CONCRETA.
La corte entonces procedo a fijar los conceptos:
La analogía es la aplicación de la ley a situaciones no contempladas expresamente en
ella, pero que sólo difieren de las que sí lo están en aspectos jurídicamente irrelevantes, es
decir, ajenos a aquéllos que explican y fundamentan la ratio juris o razón de ser la norma.
Dado que la consagración positiva de la analogía tiene justificación en el principio de
igualdad ya que los seres y situaciones iguales deben de recibir un trato igual, así mismo la
analogía brinda un fundamento para crear derecho pero basado en la misma ley, es decir,
cuando un juez acude a la analogía este lo que está haciendo es aplicar la ley a una
determinada situación.
La doctrina constitucional es el criterio del intérprete supremo de la Constitución
(Corte Constitucional). Se usa como guía para aquellos jueces que tienen dudas acerca de la
constitucionalidad de alguna ley. Lo que hace el Art. 8 de la Ley 153 de 1887 es referir a las
normas constitucionales como una modalidad del derecho legislado para que sirvan como
fundamento inmediato de las sentencias, cuando el caso no esta previsto en la ley; se debe de
tener en cuenta la manera como la corte a interpretado las normas para así aplicarlas tiene
como propósito mantener la seguridad jurídica. No podemos confundir a la doctrina
constitucional con la jurisprudencia puesta solo hace referencia a la función interpretativa,
en este caso es un criterio orientador más no ambiguo; cuando se hace referencia a su
función integradora es OBLIGATORIA dado que es la propia constitución la que se aplica.
Las reglas generales del derecho son los principios generales del derecho que, a pesar
de no estar contenidos explícitamente en el ordenamiento jurídico, abstraen partes de su
contenido. En esta sentencia las reglas generales del derecho se asocian a la analogía iuris,
ya que la tarea del interprete es hacer explicito aquello que está implícito en el sistema y
podría influir en el fallo, por lo tanto, con el uso de las reglas generales del derecho la
decisión del juez se basa en la legislación positiva, porque estas son consideradas normas
jurídicas extraídas del derecho vigente y legislado por lo tanto hacen parte del sistema
jurídico.
La sentencia C-083 de 1995 trata entonces en materia muy importante a las fuentes
del derecho, dado que en esta se explica claramente la utilización de criterios auxiliares
como la analogía, la doctrina constitucional y los principios generales del derecho, de
manera que se declara explícitamente cómo y bajo que circunstancias utilizarlos. Esto
resulta benéfico para el rol de los jueces, quienes obtienen claridad en los elementos que
tiene a su disposición para fallar.
Se debe de tener en cuneta que los criterios auxiliares solo se deben de usar en caso
de que las fuentes se agoten.