Ley No.
9 de 18 çabril de 1984
CAPÍTULO I
CONDICIONES PARA EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DE ABOGADO
ARTÍCULO 1: Para ejercer la profesión de abogado se requiere poseer certificado
de idoneidad expedido por la Corte Suprema de Justicia y ser miembro del Colegio
Nacional de Abogado de Panamá.
ARTÍCULO 2: El Colegio Nacional de Abogados admitirá como miembros a todo
abogado que haya obtenido su certificado de idoneidad, conforme el artículo
anterior, salvo que el interesado haya sido condenado, dentro de los cinco años
anteriores a la fecha de expedición del respectivo certificado de idoneidad por
delito contra la administración pública, el patrimonio, la fe pública o la
administración de justicia.
ARTÍCULO 3: La Corte Suprema de Justicia sólo otorgará en lo sucesivo
certificados de idoneidad para el ejercicio de la profesión de abogado a quienes
reúnan los siguientes requisitos:
1. Ser nacional panameño;
2. Poseer título profesional en derecho expedido por la Universidad de Panamá, la
Universidad Santa María La Antigua, o por cualquier otra institución universitaria
que se establezca en el futuro en la República de Panamá y cuyos títulos la Ley
reconozca su valor oficial; y
3. Poseer título profesional de derecho obtenido en Universidad de reconocido
prestigio, el cual deberá ser previamente revalidado en la Universidad de Panamá,
salvo en el caso de convenios internacionales que en t‚rminos claros y precisos
eximan al interesado de la obligación de revalidar su título profesional.
ARTÍCULO 4: La profesión se ejerce por medio de poder legalmente constituido o
asesorando a la parte interesada y, entre otras cosas comprende:
1. La representación judicial ante la jurisdicción civil, penal, laboral, de menores,
electoral, administrativa, marítima y cualquiera otra jurisdicción que exista o que se
establezca en el futuro.
2. La resolución de consultas jurídicas por escrito o verbalmente.
3. la redacción de alegatos, testamentos, minutos y memoriales dirigidos a
cualquier funcionario.
4. La preparación de documentación jurídica relacionada con la constitución,
funcionamiento, disolución y liquidación de sociedades.
5. La redacción de toda clase de contratos.
6. La gestión de negocios administrativos.
7. La inscripción de documentos en el Registro Público o en el Registro Civil, y las
gestiones, recursos y reclamaciones a que den motivo la descalificación y reparo
de esos documentos.
8. El acompañamiento a cualquier persona en toda gestión o diligencia en que
sean solicitados sus servicios.
9. La calidad de Agente residente para los efectos del Artículo 1°. y 2 de la Ley 32
de 1927.
10. Cualquier otra actividad o gestión no incluida expresamente en este artículo
para las cuales se requiera la calidad de abogado.
ARTÍCULO 5: En lo sucesivo no se concederá nuevas autorizaciones para
gestionar en calidad de agente judicial o agente administrativo.
Los agentes judiciales y administrativos a quienes la Corte Suprema de Justicia le
haya otorgado certificado de idoneidad con anterioridad a la vigencia de esta Ley,
sólo podrá gestionar ante los Jueces y Personeros Municipales y funcionarios
administrativos, que tengan jurisdicción en un solo distrito, y ante los Jueces de
Circuito y los funcionarios, en apelación, en los negocios que hayan ventilado en la
primera instancia.
ARTÍCULO 6: Toda persona que considere tener derecho a obtener certificado de
idoneidad para ejercer la abogacía deberá dirigir su solicitud por escrito a la Corte
Suprema de Justicia y acompañar las pruebas previstas en el artículo 3 de la
presente Ley. La Corte Suprema de Justicia dentro de los quince días siguientes
decidirá la solicitud y, si la resolución fuere favorable, expedirá al peticionario el
correspondiente certificado.
ARTÍCULO 7: En todos los tribunales de justicia se llevará un registro especial
destinado a inscribir los nombres de las personas autorizadas para ejercer la
abogacía. Con tal fin, la Corte hará publicar la resolución por la cual se ordene
expedir el certificado. El interesado podrá hacer registrar el certificado
correspondiente ante cualquier oficina pública en la cual está‚ autorizado para
gestionar.
Para los efectos de publicidad, el Colegio Nacional de Abogados confeccionará
listas periódicas de sus miembros.
ARTÍCULO 8: El Colegio Nacional de Abogados, no podrá negar la solicitud de
Miembro a ningún abogado idóneo por razones de raza, clero, ideología o posición
política; igualmente velará por el Bienestar Social de todos sus miembros y
garantizar un Código de Ética y Responsabilidad Profesional del Abogado.
CAPÍTULO II
EJERCICIO ILEGAL DE LA ABOGACÍA.
ARTÍCULO 9: Incurrirá en el delito de ejercicio ilegal de la abogacía:
1. La persona que sin cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 1 de
esta Ley, se anuncie o se haga pasar como abogado, u ofrezca servicios
personales que requieran la calidad de abogado o gestiones sin autorización legal.
2. El funcionario judicial, del Ministerio Público o administrativo a quien se le
compruebe que directamente o por interpuesta persona realice gestiones que
impliquen ejercicio de la abogacía.
3. Se exceptúan a los estudiantes graduandos en Derecho, quienes podrán actuar
como voceros en causas penales. "Los infractores del presente artículo serán
sancionados la primera vez con multa de cinco mil a cien mil balboas, según la
gravedad del delito cometido. Toda reincidencia será castigada con el máximo de
la pena. Si se tratare de funcionario público, la sanción será suspensión por treinta
días y destitución si reincidiere".
ARTÍCULO 10: El funcionario público que admita como apoderado, asesor o
vocero a persona que no sea idónea para el ejercicio de la abogacía o que en
cualquier forma facilite, autorice, permite o patrocine el ejercicio ilegal de la
abogacía, será sancionado con treinta días de suspensión del cargo por la primera
vez y, en caso de reincidencia con la destitución.
En igual sanción incurrirá el servidor público que se niegue a aceptar la gestión de
un abogado o cuando por cualquier causa o motivo entorpezca o coarte el
ejercicio de su profesión.
ARTÍCULO 11: Se prohíbe a los funcionarios administrativos, judiciales o del
Ministerio Público el nombramiento de curadores ad-litem, curadores en concursos
de acreedores o en quiebras, partidores de bienes, defensores, asesores, o
voceros en asunto civil, penal o administrativo a quien no tenga la condición para
ejercer la abogacía o este autorizado por la Ley. Entre los partidores de que trata
este artículo se exceptúan a los agrimensores que deban nombrarse cuando se
trate de división material de bienes inmuebles.
ARTÍCULO 12: Serán competentes para conocer las infracciones por ejercicio
ilegal de la abogacía de que tratan los artículos anteriores, los jueces de circuito
de lo penal.
Cualquier persona podrá denunciar las infracciones que se cometan por razón del
ejercicio ilegal de la abogacía.
CAPÍTULO III
INCOMPATIBILIDADES.
ARTÍCULO 13: Los abogados que presten servicios como funcionarios regulares,
o como asesores jurídicos o consultores en cualquier dependencia del Estado o de
los Municipios o que actúen en dichas calidades bajo contrato y que, por razón de
sus funciones, tengan que expedir autorizaciones, opiniones, permisos,
certificaciones, o de decidir actuaciones o asuntos de cualquier naturaleza, no
podrán litigar en la esfera administrativa que se relacionen con sus funciones, o
con el Ministerio, entidad o dependencia oficial a la cual presten sus servicios.
El abogado que contravenga esta disposición será sancionado con la pena de
suspensión de conformidad con lo establecido en el Capítulo V de la presente Ley.
CAPÍTULO IV
PROTECCIÓN AL EJERCICIO DE LA ABOGACÍA.
ARTÍCULO 14: Se prohíbe a los funcionarios administrativos, judiciales o del
Ministerio Público aceptar o dar curso a memoriales o escritos que tengan relación
con el ejercicio de la abogacía y no hayan sido firmados o suscritos por un
abogado, salvo los casos previstos en la Constitución Nacional y en las leyes.
Se prohíbe a los Notarios Públicos protocolizar u otorgar documentos basados en
minutas que no estén elaboradas y firmadas por abogados, salve que se trate de
actos de carácter personal como lo son las enajenaciones, venta y gravámenes de
todos los bienes muebles o inmuebles, de la propia persona.
Las actuaciones que se realicen en violación de las prohibiciones previstas en este
artículo adolecerán de nulidad , la cual puede ser declarada de oficio o a petición
de parte interesada.
ARTÍCULO 15: El funcionario administrativo, judicial o del Ministerio Público que
reclame el pago de derecho que no esté autorizado por la Ley, incurrirá en el delito
de concusión que tipifica y castiga el Código Penal.
Siempre que se pague algún derecho, el funcionario deberá expedir un recibo en
que haga constar la disposición legal que autoriza el cobro.
ARTÍCULO 16: Se prohíbe el ejercicio de la abogacía por intermedio de
sociedades anónimas u otras de carácter mercantil.
Se podrá ejercer la abogacía por medio de sociedades civiles de personas
únicamente, cuando hayan sido constituidas para ese fin por abogados idóneos.
ARTÍCULO 17: Cuando no mediare contrato de servicios entre el cliente y el
abogado, queda entendido que ambos se sujetan a la tarifa de honorarios
vigentes.
La tarifa que regula dichos honorarios debidamente autenticada o copia legalizada
de la parte aplicada de la misma y copia autenticada de la parte pertinente de la
actuación o del dictamen pericial en que el abogado haya intervenido, presten
mérito ejecutivo contra el cliente renuente al pago de dichos honorarios.
CAPÍTULO V
PROCEDIMIENTOS Y SANCIONES
ARTÍCULO 18: Constituye falta a la ética, la infracción de las normas contenidas
en el Código de Ética y Responsabilidad Profesional del Colegio Nacional de
Abogados y de cualquier disposición legal vigente sobre tal materia.
ARTÍCULO 19: Si los hechos materia del proceso disciplinario fueren, además
constituidos del delito perseguible de oficio, el tribunal disciplinario lo pondrá en
conocimiento del Ministerio Público para los efectos de rigor.
La existencia de un proceso penal sobre los mismos hechos no dará lugar a
suspensión de la actuación disciplinaria.
ARTÍCULO 20: Las sanciones que se aplicarán al abogado infractor de la Ley que
regula el ejercicio de la abogacía, de las normas del Código de Ética y
Responsabilidad Profesional del Colegio Nacional de Abogados o de cualquier
disposición legal vigente relativa al ejercicio de la abogacía y a la ética del
abogado, son las siguientes:
1. La amonestación privada, que consiste en la reprensión privada que se hace al
infractor por falta cometida.
2. La amonestación pública, que consiste en la reprobación pública que se hace al
infractor por falta cometida.
3. La suspensión, que consiste en la prohibición del ejercicio de la abogacía por un
término no inferior a un mes ni superior a un año, cuando se trate de infractores
primarios.
4. La exclusión, para los infractores reincidentes, que consiste en la prohibición
para el ejercicio de la abogacía por un término mínimo de dos años.
ARTÍCULO 21: El Colegio Nacional de Abogados creará un Tribunal de Honor
para la investigación de faltas a la ética por denuncia de parte interesada, o del
funcionario del Órgano Judicial, del Ministerio Público o de la Administración
Pública, que conozca del caso en relación con el cual incurrió en la falta.
ARTÍCULO 22: El Tribunal de Honor será constituido por cinco abogados, elegidos
de acuerdo con los Estatutos del Colegio Nacional de Abogados, por un período
de dos años, quienes deben reunir los siguientes requisitos:
1. Tener por lo menos diez años de ejercicio de la abogacía.
2. Gozar de buen crédito profesional y moral y
3. No ser funcionario regular de la Administración Pública, del Órgano Judicial, ni
del Ministerio Público.
Cada miembro principal tendrá un suplente, quien le reemplazará en caso de
impedimento o en ausencias temporales o absolutas. El propio Tribunal elegirá un
Presidente y un Secretario, de entre sus miembros y su r‚gimen interno se
establecerá en los Estatutos o en Reglamentos especiales del Colegio Nacional de
Abogados.
ARTÍCULO 23: Cuando la Corte Suprema de Justicia advirtiere que se han
cometido hechos constitutivos de falta de ética profesional o cuando recibiere
alguna denuncia de parte interesada, solicitará al Tribunal de Honor la
investigación correspondiente. Este procederá inmediatamente a investigar los
hechos denunciados como falta a la ética profesional y se limitará a los hechos
señalados en la denuncia. La investigación deberá ser concluida dentro de los 15
días siguientes al recibo de la comunicación de la Corte Suprema de Justicia por
el Tribunal de Honor.
ARTÍCULO 24: La investigación tendrá por objeto:
1. Comprobar el hecho de que constituye la o las faltas denunciadas, mediante la
práctica de todas las diligencias conducentes al descubrimiento de la verdad.
2. Establecer las circunstancias que motivaron el hecho y los que lo justifiquen,
atenúen o agraven.
3. Verificar la condición de abogado de la persona denunciada, el tiempo de
ejercer la profesión y sus antecedentes disciplinarios; y
4. Determinar, además de autor las partícipes si los hubiera. El abogado
denunciado tendrá la oportunidad de presentar, por escrito al Tribunal de Honor
una relación de las circunstancias que, a su juicio, lo eximan de responsabilidad
en los hechos en que se le imputan.
ARTÍCULO 25: El Tribunal de Honor rechazará la denuncia y ordenará el archivo
de la investigación cuando sea manifiesto que el hecho denunciado no fue
cometido, no encuadra en una figura calificada como falta a la ética o cuando no
proceda al juzgamiento por falta de mérito.
ARTÍCULO 26: Si el tribunal de Honor estimare procedente el juzgamiento,
solicitará a la Sala de Negocios Generales de la Corte Suprema de Justicia que
decrete la citación a juicio del denunciado.
ARTÍCULO 27: El requerimiento de elevación a juzgamiento deberá contener los
datos personales del abogado denunciado, a los que sean necesarios para
identificarlo y una relación clara, precisa, circunstancia y específica del hecho
tenido como falta a la ética y su calificación legal. Este acto será adoptado por
mayoría de votos del Tribunal de Honor, con la firma autógrafa de los miembros
del Tribunal que lo sustentan.
ARTÍCULO 28: Recibido por la Sala de Negocios Generales de la Corte el
requerimiento del Tribunal de Honor, lo notificará al denunciado quien, en los días
siguientes, podrá:
a. Deducir excepciones; y
b. Oponerse al juzgamiento instando el archivo del proceso.
ARTÍCULO 29: Vencido el término del artículo anterior o decididas las
excepciones, según el caso, la referida Sala de la Corte ordenará el archivo del
expediente por falta de m‚rito para el juzgamiento o decretará la elevación a juicio,
según proceda. Este acto de clausura la investigación.
ARTÍCULO 30: Cuando no fuere posible hallar al denunciado para notificarle el
requerimiento del Tribunal de Honor, se le emplazará por edicto que permanecerá
fijado en la Secretaría de la Corte Suprema por un término de diez días y copia del
edicto se le enviará por correo a la dirección profesional o domiciliaria disponible.
si dentro de los tres días siguientes a la desfijación, del edicto, el denunciado no
compareciera, se le designará un defensor de ausente, quien lo representará en
todo el trámite del juzgamiento.
ARTÍCULO 31: La resolución que eleva la investigación a juicio contendrá los
datos exigidos para el requerimiento de elevación señalados en el artículo 27 y,
además el nombre y las generales del denunciante o de la designación de la
autoridad o corporación pública que denunció el hecho.
ARTÍCULO 32: En la misma resolución que eleva la investigación a juicio se fijará
un término no menor de diez días, ni mayor de quince para la celebración del
debate oral, en cuyo acto se practicarán las pruebas que presenten las partes.
ARTÍCULO 33: A la hora señalada para la celebración del juicio oral, el magistrado
sustanciador declarará abierto el acto, el secretario leerá la resolución que
contenga los cargos y se practicarán las pruebas. Acto seguido será oído en su
orden, el Ministerio Público y el acusado o su defensor, por una sola vez.
Terminada la audiencia, los miembros de la Sala de Negocios Generales de la
Corte Suprema se reunirán en sesión secreta para deliberar. la decisión será dada
inmediatamente y, si es de condena indicará la sanción que corresponde al
acusado.
ARTÍCULO 34: En todo proceso de juzgamiento por falta de ética será oído el
Procurador de la Administración como parte.
ARTÍCULO 35: Dado el carácter disciplinario de estas normas, la Corte está
dotada de amplia discrecionalidad para imponer la sanción que corresponda,
teniendo en cuenta la naturaleza, gravedad y modalidad de la falta y los
antecedentes personales y profesionales del infractor, y sin perjuicio de las
acciones y sanciones civiles y penales a que hubiera lugar.
ARTÍCULO 36: Sólo cuando se haya impuesto como sanción la suspensión o
exclusión para el ejercicio de la abogacía, el sentenciado podrá recurrir en
reconsideración, dentro de los tres días siguientes de su notificación.
ARTÍCULO 37: La resolución condenatoria que concluye el proceso será
notificada personalmente al sancionado. Se entiende personalmente notificada la
resolución cuando ha sido leída en el acto de audiencia en presencia del acusado,
de lo cual el Secretario dejará constancia documentada.
Cuando no fuera posible la notificación personal en la forma prevista en este
artículo, la sentencia condenatoria se entenderá notificada, para todos sus efectos
legales, desde su publicación, en la forma que se indica en el artículo 40.
ARTÍCULO 38: La acción disciplinaria prescribe en un año, que se contará desde
el día en que se perpetró el último acto constitutivo de la falta. La iniciación del
proceso interrumpe la prescripción.
ARTÍCULO 39: El proceso disciplinario se adelantará en papel común, en original,
y una copia, y sobre esta se sentirán los traslados del acusado.
ARTÍCULO 40: La resolución en virtud de la cual se suspenda o cancele un
certificado de idoneidad, se le dará publicidad tanto en la Gaceta Oficial como en
un diario de circulación nacional, y se darán instrucciones a la Secretaría General
de la Corte para que el nombre del abogado sea eliminado del Registro de
Abogados y del Colegio Nacional de Abogados.
ARTÍCULO 41: El abogado a quien se le hubiere cancelado el certificado de
idoneidad, podrá ser rehabilitado por la Sala de Negocios Generales de la Corte
Suprema de Justicia a petición del mismo, si se dan las siguientes condiciones:
1. Que haya transcurrido un lapso no menor de las dos terceras partes del tiempo
de la sanción impuesta;
2. Que, a juicio de la Sala de Negocios Generales de la Corte Suprema de
Justicia, aparezca demostrado que la conducta observada por el sancionado
revela su completa rehabilitación moral reingresar a la profesión.
En las actuaciones sobre rehabilitación, es parte el Procurador de la
Administración.
La decisión se emitirán dentro de los treinta días siguientes a la práctica de las
pruebas decretadas en oficio o a solicitud de parte, durante los términos que
prudencialmente señale la Corte sin que excedan de treinta días.
CAPÍTULO VI
DISPOSICIONES FINALES.
ARTÍCULO 42: Las disposiciones del capítulo V de esta Ley regirán hasta que el
nuevo código Judicial entre en vigencia.
ARTÍCULO 43: Esta Ley deroga las Leyes 54 de 1941, 58 de 1946ÿ y los artículos
27 y 28 de la Ley 51 de 1961ÿ y cualesquiera disposiciones que le sean contrarias.
Dada en la ciudad de Panamá, a los del mes de mil novecientos ochenta y cuatro.