Guía básica sobre
diversidad sexual
Hablemos de sexos
CUANDO MANDA LA NATURALEZA
Muchas veces hemos escuchado decir que la naturaleza es sabia y que, por eso, en la
mayoría de las especies existen dos sexos -macho y hembra- para que entre ellos se
complementen, y sobre todo para hacer posible la reproducción.
Por eso, cuando hablamos del sexo de las personas, en general nos referimos a dis-
tintos aspectos del cuerpo, mas precisamente a algunas características físicas que
permiten distinguirnos entre varones y mujeres. Algunas de ellas son visibles, como
el pene y los testículos en los varones o la vagina en las mujeres, y otras no, como los
ovarios y el útero en el caso de las mujeres o la próstata en el caso de los varones. Es
por eso que muchas veces se hace referencia al sexo como “biológico” ya que estas
características se originan naturalmente.
En el caso de los seres humanos, la idea de
que existen dos sexos determinará muchos
¿De dónde surge esta
idea? Hasta no hace mucho
aspectos de nuestras vidas. Ya desde el
nacimiento, e incluso antes, el sexo de una se consideraba que todas las
persona en muchos casos será fundamen- características relacionadas
tal para pensar en el color de su ropa, en con el sexo y con la sexualidad
sus juguetes, en los deportes que practica-
de una persona vienen dadas
rá y, más adelante, qué estudiará o en qué
trabajará o con quién se casará. por la naturaleza.
La sexualidad es entendida, en el sentido amplio, como el conjunto de creencias, pa-
labras y significados que se construye alrededor del sexo. En el sentido individual, el
elemento clave en la sexualidad no es el sexo biológico sino las ideas que cada persona
elabora sobre sí misma y sobre quienes la rodean relacionadas con el deseo, el placer,
entre otras muchas cosas.
Pero además, la idea de que las características biológicas determinan nuestra sexuali-
dad no solo ha cambiado debido a nuevos conocimientos y concepciones elaboradas
desde la teoría. Avances en otros campos como la medicina demostraron que la natu-
raleza no es ni infalible ni inalterable. Hoy sabemos, por ejemplo, que mediante técni-
cas llamadas de “fertilización asistida” se puede concebir un bebé sin tener relaciones
sexuales; o que tomando hormonas un varón puede detener el crecimiento de la barba
Hablemos de sexos 7
o aumentar el crecimiento de sus pechos, cambiando así algunas características mas-
culinas de su cuerpo para lograr una apariencia femenina.
¿CÓMO SE DETERMINA EL SEXO DE LAS PERSONAS?
En la mayoría de los casos, hacerlo no es un procedimiento muy difícil. Basta con mirar.
Hasta no hace muchos años alcanzaba con que la persona que atendía un nacimiento
observara los genitales del bebé que nacía para decir si era varón o mujer. En ese mo-
mento el sexo de una persona quedaba asignado para toda su vida. En la actualidad
la determinación del sexo también se realiza
mediante la observación de los genitales,
solo que no es necesario esperar hasta
el nacimiento; utilizando las ecogra-
fías se puede conocer el sexo de una
persona antes de que nazca.
¿Pero es siempre suficiente con la
observación para asignarle el sexo
a una persona cuando nace? En
realidad no. Si bien los genita-
les de un bebé son la única
característica visible para
determinar su sexo (to-
das las demás, como
los rasgos de la cara,
las manos o los ojos
no son diferentes entre
varones y mujeres) hay
otros aspectos importan-
tes a tener en cuenta y por
los cuales la observación no
siempre es suficiente para de-
terminar el sexo de una persona.
¿Por qué? Porque los órganos se-
xuales externos de las personas (el
pene, los testículos o la vagina) no
8 GUÍA BÁSICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
se desarrollan siempre igual, y por eso, en algunos casos no es posible establecer a
simple vista si una persona es varón o mujer.
Pero, además de las características visibles hay otras que no lo son, como por ejem-
plo los órganos internos (útero, ovarios, entre otros) y otras, como los cromosomas,
que transmiten toda la información genética de las personas, incluida la determina-
ción del sexo; o la producción de hormonas que inciden en la formación de los órganos
sexuales en un feto. Estas características solo pueden conocerse realizando estudios
específicos. A veces, las diferencias en estas características, como la existencia de un
cromosoma adicional o la producción excesiva de hormonas femeninas o masculinas,
también pueden influir en la formación de los órganos sexuales y en la determinación
del sexo de una persona.
Las personas cuyos genitales o las demás características que determinan el sexo
varían respecto de lo que se considera característico de varones o mujeres, son las
personas intersexuales o intersex y la condición de estas personas lleva el nombre
de intersexualidad.
Muchas personas se oponen a esas prácticas médicas ya que consideran que, además
de ser innecesarias, en muchos casos, suelen impactar negativamente en el bienestar
psíquico, físico y social de las personas, ya que generan consecuencias irreversibles
como cicatrices severas, infecciones urinarias, reducción o pérdida total de la sensi-
bilidad sexual y dependencia de la medicación. Por otra parte, vulneran el derecho a
la integridad y la autodeterminación de la persona sobre de su propio cuerpo como
también al libre desarrollo de las personas.
Muchas veces, cuando la intersexualidad se relaciona con la forma de los genitales, es
decir que los órganos sexuales de las personas intersex tienen alguna diferencia respec-
to a lo que se considera normal para un varón o una mujer, ellas son sometidas -incluso
siendo aún bebés- a intervenciones quirúrgicas que incluyen la mutilación y la esterili-
zación, en la mayoría de los casos con el solo objetivo de que “parezcan nenes o nenas”.
Palabras y conceptos importantes
sexualidad - sexo - sexo biológico -
personas intersex
Hablemos de sexos 9
¿Qué es el género?
EL SEXO Y EL GÉNERO, DOS COSAS DIFERENTES
Como vimos, el sexo de una persona generalmente se establece por algunas caracte-
rísticas de su cuerpo. Luego de haberlo establecido, comenzamos a pensar en otras
características para ese bebé de acuerdo a su sexo. El conjunto de todas estas carac-
terísticas es lo que denominamos género.
Ese bebé seguramente ahora será un “nene” o una “nena”
(“está esperando una nena”, “tuvo un nene”) y se le pon-
drá un nombre, pensaremos en el color de la ropa, en los
juguetes, hasta imaginamos su futuro en
unos años como niña o niño y como hom-
bre o como mujer.
Como el concepto de género se desprende de la
idea de que existen dos sexos, también se considera
que existen dos géneros: el masculino y el femenino.
Sin embargo, hay sociedades en donde se considera
que además del femenino y el masculino existen
otros géneros diferentes a estos dos. Esto sucede
por ejemplo en la India o Bangladesh, donde las personas hijras son consideradas
como un tercer género, diferente al masculino o al femenino.
EXPRESIONES Y ROLES
Este conjunto de características relacionadas con el sexo de las personas que incluyen
la apariencia, la forma de hablar, los gestos (o sea como se considera que debería ser
una mujer o un varón) es lo que llamamos la expresión de género; otras caracterís-
ticas como el comportamiento, las actividades, oficios para varones y mujeres (o sea,
qué deberían hacer) los llamamos roles de género.
Estas características que hacen al género determinan qué significa ser hombre o ser
mujer en una cultura y un momento histórico determinado. Son las que definen las
oportunidades, roles, responsabilidades, formas de sentir y modos de relacionarse de
las personas. Por eso, se dice que el género es construido por las personas, de la
10 GUÍA BÁSICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
misma forma que se construyen las ciudades. Y, como sucede con las característi-
cas de las ciudades, las características de los géneros masculino y femenino también
cambian con el tiempo y no son en todos los lugares iguales.
Un ejemplo de cómo cambian las características de género a lo largo del tiempo se
puede apreciar en el uso de los colores en niñas y niños. En la actualidad es muy fre-
cuente relacionar el color rosa con el género femenino y el celeste con el masculino.
Expresiones de género Roles de género
Nombre Juegos Infantiles
Apariencia Oficios
Vestimenta Ocupaciones
Pero aparte de los colores, hay otras características de género por las cuales en nues-
tros días es muy fácil distinguir a un niño de una niña; por ejemplo, el largo del pelo,
el tipo de vestimenta o aros en las orejas de las niñas. Pero esto no fue siempre así. Si
miramos fotografías infantiles antiguas creeríamos que por la apariencia de sus pro-
tagonistas, solo se les tomaban fotografías a las niñas.
Obviamente esto no era así, pero el aspecto de los niños en esa época no se diferen-
ciaba del de las niñas.
Esto se puede apreciar en la fotografía del presi-
i-
dente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt,
t,
tomada en 1884, en la cual nada en su apariencia
ia
indica que es un niño, si tenemos en cuenta como
mo
se viste ahora a los niños y a las niñas.
Lo mismo ocurrió para las personas adultas.
Muchas expresiones y roles de género cambia-
ron a lo largo del tiempo. Por ejemplo, hace cien
años era muy raro ver a una mujer usando pan-
talones o hasta hace unos pocos años condu-
ciendo un taxi.
Qué es el género? 11
¿
Pero las ideas que tenemos respecto del género no solo cambian con el tiempo. En una
misma época pero en diferentes lugares también hay diferentes pautas de género. Por
ejemplo, las faldas en la actualidad son una prenda exclusiva del género femenino en
casi todo el mundo; sin embargo, en Escocia -donde se llaman kilts- son usadas por los
hombres para resaltar su masculinidad.
¿Por qué es importante tener en cuenta que el género se construye y que cambia en
diferentes épocas y lugares? Porque, a veces, las expresiones y los roles de género se
convierten en rígidas pautas a seguir que impiden o limitan las posibilidades, ganas,
deseos o sentimientos de las personas de expresarse o hacer cosas que generalmen-
te son consideradas para un género determinado. Esto podría limitar el acceso a los
recursos, oportunidades y derechos. Un ejemplo de esto son algunas profesiones: aún
hoy es muy difícil encontrar mujeres mecánicas, árbitros de fútbol o bomberas. Esta
situación ocurre ya desde la infancia con los juegos infantiles. Por eso, también sucede
que muchas personas que desafían estas pautas sufren rechazo, censura, discrimina-
ción e incluso violencia. Este es el caso por ejemplo del acoso escolar, conocido ahora
como bullying, el cual recién en los últimos años se comenzó a considerar como un
problema en el sistema educativo.
Algunos estereotipos de género
Los hombres no lloran.
Las mujeres son sensibles y delicadas, y los hombres bruscos y duros.
Ellas son mejores y más aptas para las tareas domésticas.
Los hombres sólo piensan en el placer del sexo y las mujeres en el sexo como vía
para ser madres.
Las mujeres son menos activas sexualmente que los hombres.
“La mujer es la encargada de velar por la salud de la familia y llevar a los/as chicos/
as al médico”.
El varón es quien debe comprar los preservativos.
El hombre es más valiente si se aguanta algunos dolores sin ir al médico.
Es importante entender que estas pautas sociales (“las mujeres se quedan en casa
y cuidan a los hijos y el hombre sale a trabajar y trae plata”) no hablan de lo que está
“bien” sino que son solo costumbres, y podrían ser diferentes.
12 GUÍA BÁSICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
Estas pautas, que se denominan estereotipos de género, influyen en las actitudes y
en la conducta de las personas. Si bien hay muchos estudios científicos que demues-
tran la influencia de los estereotipos de género, solo basta con encender el televisor y
ver los avisos publicitarios; ahí las mujeres son mostradas como abnegadas amas de
casa y encargadas de la salud de la familia, y por lo tanto las consumidoras de todo
tipo de productos de limpieza, alimentación, medicamentos.
El sexo, el género y la sexualidad no son cuestiones dadas ni mucho
menos naturales, sino construcciones sociales y culturales y en cada
persona se presentan y expresan de una manera singular. Así, cada
sociedad y cada cultura establecen una manera particular de vivir y
expresar la sexualidad. Para comprender estas distintas maneras
de vivir la sexualidad es necesario entender las pautas propias de la
cultura y las trayectorias personales.
Para una comunicación respetuosa e inclusiva es fundamental
utilizar un lenguaje no sexista y evitar el uso de estereotipos y prejui-
cios que reproduzcan relaciones de subordinación o dominación entre
los géneros.
Qué es el género? 13
¿
Identidad de género
CISGÉNEROS Y TRANSGÉNEROS
Además de expresarse y asumir roles, las personas sienten, se perciben y se
identifican con un determinado género. Esta profunda identificación que cada
persona tiene con un género u otro es lo que se llama identidad de género y puede
corresponderse o no con el sexo biológico de las personas. Si la identidad de género de
una persona se corresponde con su sexo biológico, es decir una mujer que se identifica
con el género femenino o un varón con el género masculino, se dice que esa persona
es cisgénero o cisgenérica. Este es el caso de un bebé que nació varón, durante su
infancia se identificó como nene y toda su vida se sintió hombre.
Pero si la identidad de género de una persona no se corresponde con su sexo biológico
se dice que ellas son personas transgénero, transgenéricas o simplemente, trans.
Además de las mencionadas, existen otras clasificaciones o formas de nombrar a las
personas trans, pero generalmente se considera que estas tres incluyen a las demás y
por eso en adelante utilizaremos el término trans para denominar a todas las personas
que no son cisgénero.
En la Argentina y otros países de América Latina es muy común la utilización del
término travesti, principalmente en referencia a una identidad de género femenina.
14 GUÍA BÁSICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
La identidad de género no siempre es expresada o exteriorizada. Por eso es importante
tener en cuenta que la identidad de género no es lo mismo que la expresión de
género. Muchas personas trans, por diferentes razones, mantienen su expresión
de género en concordancia con su sexo biológico y aun así se consideran como
personas trans, ya que sienten que su identidad de género no se corresponde con
su sexo biológico. Hay mujeres trans que nacieron varones y siempre se identificaron
con el género femenino pero vivieron la mayor parte de su adultez como hombres, y
recién comenzaron a expresarse en el género femenino, cambiando su nombre y su
apariencia, siendo ya mayores.
Pero también, en el sentido opuesto, la expresión de género no siempre determina
la identidad de género de las personas, ya que hay personas que en algunas
circunstancias se expresan en un género diferente a su sexo biológico, sin ser personas
trans. Este es el caso por ejemplo de los transformistas, cuya identidad de género sí
se corresponde con su sexo biológico, o sea que son cisgénero, pero sin embargo con
fines artísticos lucen una apariencia identificada con el género femenino, e incluso
algunas no son reconocidas cuando se presentan con su apariencia masculina.
EL RESPETO DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO
Con relación a la denominación de las personas respecto a su identidad de género, más
allá de las categorías que existen ahora o que existan en el futuro, lo más importante es
el trato digno y el respeto de la identificación de cada persona con el género escogido.
Para ello, en la gran mayoría de los casos basta con observar su apariencia y el nombre
con el cual se presentan las personas trans para que sean reconocidas y tratadas de
acuerdo a su identidad de género.
Aunque para tratar a una persona trans en forma digna y respetando su identidad
no debería ser necesario que lo diga una ley, en la Argentina, a partir del año 2012, la
Ley de Identidad de Género Nº 26.743 reconoce el derecho humano a la identidad de
género, obligando a que esta sea respetada e identificada en el documento nacional
de identidad.
Este reconocimiento incluye por supuesto considerar los artículos y los pronombres
como LA, UNA, ELLA, ELLAS para las personas trans femeninas y EL, UN, EL,
ELLOS para las personas trans masculinas.
Identidad de género 15
Una mujer trans que se llama Claudia, que tiene implantes mamarios, que usa zapatos
con tacos altos es ELLA, aunque su sexo biológico sea diferente (es decir, que tenga
pene y testículos). Será UNA paciente o UNA empleada o UNA enfermera, y así LA
deberíamos tratar.
16 GUÍA BÁSICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
Orientación sexual
¿QUIÉN ME GUSTA? ¿QUIÉN ME ATRAE? ¿DE QUIÉN ME ENAMORO?
Otro aspecto muy importante de la sexualidad de las personas es la orientación
sexual. Ésta se refiere específicamente a la atracción sexual, erótica, emocional o
amorosa que sienten las personas hacia otras tomando como referencia su género o
también su identidad de género.
Así, las personas que se En la definición de la orientación sexual
hay dos aspectos importantes: que la
sienten atraídas hacia personas orientación sexual de una persona no
de su mismo género son los debe confundirse con su identidad de
hombres gays y las lesbianas; género ya que, como dijimos, son cosas
generalmente a estas personas totalmente diferentes y, por otra parte,
que el objeto de atracción esté dado
se las llama homosexuales. en términos de género y no de sexo
biológico.
Quienes se sienten atraídos por
personas del género opuesto Destacar estos aspectos es importan-
te porque, muchas veces, se considera
al de ellos son las personas erróneamente que las relaciones que in-
heterosexuales, y quienes cluyen a una persona trans (por ejemplo
sienten esa atracción por una pareja entre una travesti y un hombre
personas de ambos géneros son cisgénero) son relaciones homosexuales.
Pero, seguramente, ni la travesti ni su pa-
las personas bisexuales. reja se identifiquen como homosexuales
o como gays.
Sin embargo, hay personas trans que se sienten atraídas por personas de su mismo
género o con su misma identidad de género y sí se identifican como gays o lesbianas.
ORIENTACIÓN SEXUAL Y COMPORTAMIENTOS O CONDUCTAS SEXUALES
Así como es importante diferenciar entre la orientación sexual y la identidad de
género, también se debe diferenciar la orientación sexual de los comportamientos o
conductas sexuales.
Orientación sexual 17
La orientación sexual de las personas no se relaciona con los comportamientos o
conductas sexuales ya que estos conceptos hacen referencia a elecciones conscientes
de las personas; sin embargo, no hay evidencia de que las personas gays, lesbianas,
bisexuales y heterosexuales elijan su orientación sexual.
Un ejemplo de comportamientos sexuales sería el caso de hombres o mujeres
heterosexuales que, estando privadas de su libertad, mantienen relaciones sexuales
e incluso amorosas con personas de su mismo género mientras están en prisión, o de
algunos “taxi boys” que, siendo heterosexuales, tienen relaciones sexuales con hombres.
Otro concepto que muchas veces se confunde con el de orientación sexual es el
de prácticas sexuales, es decir todas las cosas que hacen las personas mientras
mantienen relaciones sexuales (posiciones, juegos, etc.). Pero estas no tienen nada
que ver con su orientación sexual. Por ejemplo, es bastante común pensar que algunas
prácticas sexuales se relacionan con la orientación sexual de las personas y esto no
necesariamente es así. Muchas personas creen que la penetración anal en los hombres
está directamente relacionada con la homosexualidad; sin embargo, muchos hombres
heterosexuales disfrutan la penetración anal.
SALIR DEL ARMARIO
¿Qué es el armario? En las sociedades de la antigüedad, como en Grecia o Roma, las
relaciones homosexuales eran aceptadas e incluso públicas, pero después de esta
época poco a poco la sexualidad se convirtió en un tema tabú; la homosexualidad se fue
relacionando con el pecado, con el delito o con la enfermedad y la heterosexualidad se
fue convirtiendo en la única forma aceptable en que las personas podían relacionarse
afectiva y sexualmente. Lamentablemente, esta idea se mantiene hasta nuestros
días en muchas partes del mundo. Basta con recordar que en algunos países la
homosexualidad es un delito castigado con prisión o pena de muerte.
Ante esta situación, muchas personas cuya orientación sexual o identidad de
género no son aceptadas o son condenadas moral o legalmente por las sociedades,
mantienen ocultos y secretos esos aspectos de su sexualidad. Esto comúnmente se
denomina “estar dentro del armario”. Por eso, salir del armario es el proceso por el cual
las personas homosexuales, bisexuales o trans reconocen que su orientación sexual o
su identidad de género es diferente respecto de lo que se considera “normal” y en un
18 GUÍA BÁSICA DE DIVERSIDAD SEXUAL
determinado momento toman la decisión de compartir este aspecto de su sexualidad
con otras personas.
Salir del armario no es un acto sino un proceso. Este proceso es personal y voluntario.
Cuando salir del armario se relaciona con la identidad de género de las personas trans,
esto incluye el período en el cual ellas realizan su transición mediante cambios en su
apariencia que pueden incluir tratamientos hormonales, intervenciones quirúrgicas o
simplemente la adecuación de su vestimenta, su aspecto y la elección de su nombre
de acuerdo a su identidad de género. Una vez atravesado este
proceso las personas trans deberían ser reconocidas por su
identidad de género y la misma debe ser respetada.
La salida del armario relativa a la orientación sexual, es decir
la de gays, lesbianas y bisexuales, es un proceso continuo,
ya que todavía existe la idea que la heterosexualidad
es la orientación sexual “normal” de toda persona. Y,
salvo que se trate de alguien reconocido o famoso
que haya manifestado públicamente su orientación
sexual, cualquier persona cuya orientación sexual
sea distinta de la heterosexual, por más que haya
salido del armario ante su familia, sus amistades,
su círculo social cercano, deberá manifestarlo por
cualquier motivo que quiera o necesite hacerlo
en cada espacio nuevo en el cual interactúe. De
otro modo, se asumirá que su orientación sexual es
heterosexual.
En el ámbito de la salud, asumir la heterosexualidad de
las personas puede llevar a fallas en la atención médica
que pueden resultar en errores en el diagnóstico
de algún problema de salud, al brindar información
correcta sobre medidas de prevención o simplemente
en la invisibilización, maltrato u otras formas de
discriminación.
Situaciones como estas están muy bien ilustradas en
los videos “¿Cuál es la diferencia?”, producidos como
Orientación sexual 19
material de apoyo en el marco del proyecto “Centros de salud libres de homofobia”
llevado adelante en Uruguay, que se pueden ver en youtube.
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