El mes de Elul, preparación para
el juicio venidero.
El mes de Elul, es el sexto mes del calendario bíblico y el undécimo mes del
calendario de los rabinos. Vamos a analizar solamente el primero y su implicación
para nosotros.
La palabra Elul es una palabra babilónica que se cree significa “cosecha”. Ese
nombre tiene un profundo sentido profético, según veremos más adelante. Con la
aparición de la luna nueva que marca el inicio de Elul, comenzará un período de
preparación espiritual cuyo objetivo principal es hacer teshuva, o sea “retorno a los
pactos de YHWH.” Esto requiere de introspección, arrepentimiento, reparación y
obediencia. ¿Qué vamos a hacer de nuestra vida? ¿Cómo estamos para presentarnos
delante del Todopoderoso?
La palabra “Teshuva”. Esta palabra está compuesta por cinco letras y cada una de
ellas insinúa un camino y un enfoque específico de la Teshuvá en sí. Elul es un mes
de llamado al arrepentimiento, de volverse de los malos caminos y retornar a
YHWH. Y prepararnos para Yom Kipur.
Una breve ilustración de cada una de las letras es la siguiente:
T = “Tamim tihié im YHWH Elokeja” (Deuteronomio 18:13) – “integro serás con
YHWH tu Adonay”.
SH = “Shivití HaShem lenegdí tamid” (Salmos 16:8) – “Tuve presente ante mí a
Elohim, siempre”.
U = “Veahavtá lerreaj camoja” (Levítico 19:18) – “Y amarás a tu prójimo como a ti
mismo”.
V = “Bejól drajéja daéhu” (Proverbios 3:6) – “Conócelo (a Elohim) en todos tus
senderos”.
AH = “Hatznéa léjet im YHWH Elokeja” (Mijá 6:8) – “condúcete discretamente con
YHWH tu Elohim”.
El período de teshuvá es de 40 días, tradicionalmente. Comienza el primer día de
Elul, o Rosh Jodesh, marcado por la aparición de la luna nueva en Israel. (Como
todos los meses.) Se extiende hasta el día 10 del Séptimo mes, conocido como
Tishrei. Recordemos que el primer día del mes de Tishrei celebramos Yom Teruah,
la Fiesta de la Aclamación, y ensayamos la segunda venida de nuestro Mesías, ese
día cuando el mundo entero cambiará para siempre. A los 10 días de Yom Teruah
será Yom Kippur, el día del perdón para los que son aceptados delante del Creador.
¿Por qué 40 días? El número 40 está asociado en Las Escrituras precediendo
acontecimientos relevantes y de cambio. Aparece más de 100 veces en Las
Escrituras. Veamos algunas de esas:
Cuando YHWH envió el diluvio, «cuarenta días y cuarenta noches estuvo lloviendo
sobre la tierra» Génesis 7:12.
Isaac tenía 40 años cuando se casó con Rebeca» (Génesis 25:20).
También Esaú cuando contrajo matrimonio con las mujeres hititas. (Génesis 26, 34)
Los 12 espías de Israel exploraron la tierra de Canaán durante 40 días (Números
13:25)
Los que cometían un exceso y eran castigados no debían recibir «en ningún caso»
más de cuarenta azotes «para evitar que aquel compatriota sufra un castigo
demasiado duro y se sienta humillado», según La Torah. (Deuteronomio 25:3)
Goliat desafió a los israelitas por espacio de 40 días hasta que fue vencido por
David. (1 de Samuel 17:16).
David reinó 40 años (1Reyes 2:11), el mismo tiempo que su antecesor Saúl.
(Hechos 13: 21) y que su hijo Salomón (1Rey 11:42).
El profeta Elías pasó 40 días en ayunas en el desierto hasta encontrarse con Elohim
en el monte Horeb (1Reyes 19:8).
Jonás anunció que Nínive sería destruida a los 40 días (Jonás 3:4).
Yahoshúa fue presentado en el Templo a los 40 días de su nacimiento (Lucas
2:22) tal como mandaba La Torah, (Levítico 12)
Cuarenta días pasó Yahoshúa en el desierto, (Mateo 4:2) y tras su muerte en el
madero, el tiempo en el que se apareció a sus discípulos fue precisamente de 40
días. (Hechos 1:3) antes de la Transfiguración.
El número 40 simboliza el llamado urgente de YHWH al hombre y a la mujer a
la conversión y el arrepentimiento, muchas veces de una manera presionante, por
amor.
YHWH es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la iniquidad y la
transgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al culpable; sino que
castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta
generación.” (Números 14:18) El pueblo judío respeta estos 40 días con gran celo y
especialidad litúrgica. Se basa sobre todo en estos hechos: La Escritura nos enseña
que Moisés vivió 120 años (Deuteronomio34:7),
una vida dividida en tres etapas (Hechos 7: 20-40): 40 años en Egipto, otros 40
como pastor en la tierra de Madián y 40 años de travesía por el desierto. Moisés
guió al pueblo de Israel durante 40 años por el desierto hasta la Tierra Prometida
y pasó 40 días de oración en el monte Sinaí antes de recibir las Tablas de la Torah
Deut 9: 9-11).
El número cuarenta en la Escritura a menudo ilustra un tiempo de prueba o un
examen. Por ejemplo, el Señor probó al pueblo de Israel en el desierto. “Y acordarte
has de todo el camino por donde te ha traído YHWH tu Elohim estos cuarenta años
en el desierto, para afligirte, por probarte, para saber lo que estaba en tu corazón, si
habías de guardar o no sus mandamientos.” (Deuteronomio 8:2)
También Yahoshúa pasó la prueba “no tentación” Y estuvo allí en el desierto
cuarenta días, y era tentado de Satanás.” (Marcos 1:13.) De la misma manera,
después de haber sido asesinado, Él dio prueba de sí mismo por cuarenta días: “A
los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoles por cuarenta días, y hablándoles del reino de Elohim.”
(Hechos 1:3.
En Éxodo 24:12-18 leemos como Moisés estuvo con YHWH en el Sinaí durante 40
días con sus noches. Luego desciende y encuentra al pueblo en idolatría con el
becerro de oro. Rompe las tablas, y después por orden de YHWH, elabora otras
similares y sube de nuevo al monte.
Esta vez va a interceder y pedir perdón por su pueblo, que corre riesgo de ser
destruido por idólatra. “Si en verdad he hallado gracia a tus ojos, oh Señor, dígnese
mi Señor venir en medio de nosotros, aunque sea un pueblo de dura cerviz; perdona
nuestra iniquidad y nuestro pecado, y recíbenos por herencia tuya." (Éxodo 34:9.) Y
de nuevo se queda en el monte Sinaí 40 días con sus noches. (Éxodo 34:28.)
El tiempo de teshuva se enfoca también en los demás: Si bien todos los días del año
son apropiados para el arrepentimiento, estos días son especiales para analizar
nuestros errores y dar la vuelta para seguir por el sendero angosto. También
debemos enfocarnos en la misericordia, pues Abba tuvo misericordia de su pueblo
pecador en aquellos días del Sinaí.
LOS TRECE ATRIBUTOS DIVINOS DE LA MISERICORDIA: ¿Por qué
trece? En realidad, es una tradición, pero es invaluable. Trece es porque en
guematría Elul y Rajem (misericordia) están asociados.
Estos atributos, los cuales el hombre debe esforzarse por imitar,
1) Tolerancia.
2) Paciencia con los demás.
3) Perdonar.
4) Buscar el bien en los demás y para los demás.
5) No guardar la ira.
6) Realizar actos de bondad.
7) Amar y buscar el bien para alguien que te ha hecho daño y ahora desea rectificar
ese daño (perdonarlo no es suficiente).
8) Recordar las buenas acciones de los demás y olvidar sus malas acciones.
9) Sentir compasión por los demás, incluso por la gente malvada.
10) Actuar con honestidad.
11) Actuar con bondad e indulgencia hacia los demás (no insistir en aplicar “la letra
de la ley” sobre los demás).
12) Ayudar a los demás a arrepentirse y no guardarles rencor.
13) Buscar maneras de mostrar misericordia y compasión a los demás, aunque uno
no encuentre en ellos ningún factor atenuante.
Elul se distingue como mes de Teshuvá y Aceptación Divina, por ello, se hace
mucha referencia a las tres actitudes que deben ponerse en práctica: Teshuvá
(Arrepentimiento, Retorno a Elohim), Tefilá (Oración), y Tzedaká (Caridad).
Este mes de Elul tal como ya se ha mencionado las primeras letras de la palabra Elul
(Alef lamed Vav lamed) forman la palabra ANI LE DODI VE DODI LI “Yo soy
para mi amado y mi amado es para mí.” (Cantares 6:3) Por ello este mes es de
volver a nuestro Amado; es tiempo de reencontrarnos con BORE HA NESHAMOT
el Creador de las almas, ya que tu alma anhela volver a su amado tal como lo ha
dicho el profeta Isaías 1:18 "Y vengan ahora," dice Yahwéh: Razonemos esto juntos.
Aunque sus pecados sean como escarlata, Yo los haré blancos como la nieve;
aunque sean rojos como el carmesí, serán blancos como la lana.”
Cosas que podemos hacer en Elul: El shofar se toca durante todo el mes de Elul El
shofar se toca durante todo el mes para alertar al pueblo sobre la proximidad del Día
del Juicio, para despertar corazones a fin de que hagan acto de contrición, y de ese
modo estimular su arrepentimiento.
La esencia de los sonidos del shofar es despertar el temor en el corazón de los
hombres, como lo expresa el versículo 3:6 del libro de Amos: “Si se tocara el shofar
en la ciudad, ¿el pueblo no se estremecerá?” El sonido mismo del shofar anuncia al
pueblo: “Por esta razón dice: Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los
muertos, y te alumbrará El Mesías.” Efesios 5:14. “Levántate, resplandece, porque
ha llegado tu luz y la gloria de Yahwéh ha amanecido sobre ti.” Isaías 60:1 La
palabra hebrea “shofar” viene de una raíz que significa “mejorar”, pues el shofar nos
alerta hacia el cambio y la restauración. También es costumbre leer todos los días el
salmo 27, como recordatorio de que Yahwéh es nuestra luz y salvación cuando
volvemos a Él.
La Teshuvá encierra un proceso de cuatro pasos para el arrepentimiento, en
cual nos permite borrar nuestros pecados y comenzar de nuevo.
Primero. Debemos dejar el pecado. Uno no puede arrepentirse y continuar
cometiendo el pecado.
Segundo. Debemos tener un sincero lamento, sentir dolor porque hemos pecado.
Tercero. Confesar al Todopoderoso el pecado.
Cuarto. Aceptar el futuro de no pecar de nuevo.
El Mesías Yahoshúa en Elul: Para las personas que somos creyentes y seguidores
de Yahoshúa Hamashia, sabemos que la gracia del Todopoderoso fue manifestada
para con Su pueblo, desde el principio. Cuando merecíamos la muerte por nuestras
transgresiones, vino el Eterno y nos dio perdón de pecados que habíamos cometido y
nos otorgó Su perdón, a través de los méritos de Yahoshúa, en el madero. “CON
UNA SOLA OFRENDA HIZO justos PARA SIEMPRE A LOS QUE POR MEDIO
DE ÉL SE ACERCAN A YHWH”. (hebreos 10:14) Es por esto que se acostumbra
en las comunidades mesiánicas leer y profundizar el capítulo 53 de Isaías y el Salmo
22. Recordemos continuamente que tenemos a Yahoshúa Hamashia, quien es
nuestro Mediador, Abogado e Intercesor; Él es nuestro Redentor y el Camino para
que podamos continuar hacia El Padre.