Derecho Civil: Bienes
Semana 1 UNIDAD 1 Clases de Bienes
Concepto de cosa y bien
COSA: todo aquello que se encuentra en la naturaleza, sin características o rasgos
humanos, y esencialmente que no le pertenece a nadie.
Bien: Es todo aquello que se encuentra en la naturaleza, sin características o rasgos
humanos, pero que reporta un beneficio a su propietario, por tanto, existe un vínculo
jurídico entre el bien y una persona, y dicho vínculo se denomina propiedad o derecho
de propiedad. Sobre un bien, puede ejercer el derecho de dominio una determinada
persona, ya sea ésta, persona natural o jurídica.
Eguiguren (2008), determina que: Cosas, “son todo aquello que sin ser persona, por su
escasez y utilidad le interesan al hombre, al punto de pretender que los beneficios que
de ellas provienen tengan exclusividad para él y ninguno otro pueda servirse de ellas, es
decir, que sean apropiables.”. (p.15)
Parraguéz (2015): Bien es una categoría reservada para aquellas cosas que presentan
una utilidad de la que el ser humano puede apropiarse; es decir, una ventaja o beneficio,
inmediato o potencial, susceptible de incorporarse a un patrimonio, de suerte que, por
esta razón, puede ser objeto de una relación jurídica. Lo mismo dice Ibarrola:
“jurídicamente dentro del género de cosas encontramos las especies de bienes.”. (p. 37)
Petit (2014): “La palabra res tiene un sentido tan amplio como el que corresponde a la
palabra cosa en nuestro lenguaje. Comprende todo lo que puede procurar a las
personas alguna utilidad, y el jurisconsulto sólo estudia las cosas en su relación con las
personas, desde el punto de vista de los beneficios que les puede prestar. Estas
relaciones se llaman derechos, y tienen más o menos fuerza. La persona que puede
disponer de una cosa a su capricho, enajenarla y hasta destruirla, tiene el derecho más
completo, que es el derecho de propiedad.” (p.165).
Características del BIEN
1. Presta una determina utilidad o beneficio al ser humano y requiere de
protección legal para su seguridad y defensa;
2. El propietario puede disponer del bien, como enajenarla, donarla,
abandonarla, destruirlas, entre otras facultades;
3. Tiene un sentido de pertenencia de una o varias personas
determinadas que ejercen el derecho de dominio;
4. Se puede estimar un valor económico en un mercado común;
5. Debe ser un objeto lícito y que pueda sujetarse a relaciones jurídicas;
y,
6. Lo más importante, que puede ser apropiable por el hombre.
Código Civil Ecuatoriano, en su artículo 583 determina que los bienes consisten en
cosas corporales e incorporales; por tanto, es necesario realizar un análisis minucioso en
el siguiente apartado.
Clasificación
Corporales e Incorporales
Bienes corporales:
De conformidad al Código Civil (2015), se determina que: “Son las que tienen un ser real y
pueden ser percibidas por los sentidos, como una casa o un libro”. (Art. 583). Son los bienes
perceptibles por los sentidos humanos como el oído, vista, olfato, tacto y gusto, y
ocupan un espacio físico determinado, ya sea diminuta o gigante, pero puede ser
perceptible con la ayuda de la tecnología y por intermedio de los sentidos humanos.
Petit (2014), manifiesta que: “Es imposible enumerar las cosas corporales, puesto
que comprende todo lo que materialmente existe fuera del hombre libre. Se puede
subdividir en muebles y en inmuebles, res mobiles y res soli. Esta distinción no está
expresamente formulada por los jurisconsultos romanos, pero está contenida
explícitamente en muchos textos.” (p. 170).
Bienes incorporales
Nuestro Código Civil (2015) realiza un acercamiento a la definición de bienes
incorporales y determina que son: “las que consisten en meros derechos, como los
créditos, y las servidumbres activas.”. (Art. 583). Se trata de bienes que no tienen un ser
real y físico como el caso de los corporales, pero que igualmente se reconoce y protege
como derecho a la propiedad.
Petit (2014), considera que: “Los jurisconsultos limitan las cosas incorporales a los
derechos susceptibles de estimación y que representen un valor pecuniario en la
fortuna de los particulares. Tales son los derechos reales, como la propiedad y el
usufructo, los derechos de crédito; la herencia, es decir, el conjunto de derechos que
componen el patrimonio de una persona muerta, considerados, abstracción hecha de las
cosas corporales que son el objeto de ella.” (p.171).
Eguiguren (2008), explica de forma clara la diferencia entre derechos reales y
derechos personales, manifestando que:
“… Los derechos reales son aquellos que se tienen respecto a determinada cosa,
aquellos en que la relación es directa entre un sujeto o persona –titular de derecho- y
una cosa, como el derecho de propiedad que vincula al individuo como la cosa
corporal de que es propietario y en los cuales el beneficio o provecho procede
directamente de la cosa, como en el mismo derecho de propiedad o en el derecho de
usufructo, en que los frutos o beneficios de una cosa material aprovechan
directamente al sujeto”. (p.17)
“Los derechos personales, llamados también “créditos”, son aquellos que se
tienen respecto de determinada persona, en estos la relación que produce el
beneficio al acreedor han de provenir de la acción, permisión u omisión de otra
persona, el deudor, que al “pagar” el crédito entrega una cosa corporal al
acreedor o titular del derecho o permite que éste obtenga un beneficio o
provecho de cosas corporales.” (p. 17).
Así mismo, es importante tener en consideración que a los derechos personales
les persiguen acciones personales, y a los derechos reales, les persiguen acciones
reales. Los derechos reales son: el dominio, herencia, usufructo, uso o
habitación, servidumbres activas, prenda e hipoteca. Los derechos personales o
de crédito, son aquellas que se pueden reclamar a una determinada o
determinadas personas, ya sea por un hecho o por la ley.
Pueden ser considerados como bienes incorporales todos aquellos bienes que
nacen del ingenio humano, y Holguín (2007), manifiesta que: no tienen una
manifestación exterior sino directa o en su ejecución, como es el caso de la
propiedad científica, literaria, artística, industrial, etc.
El Código Civil no sigue esta nueva tendencia, sino la tradicional clasificación.”
(p. 5) Por tanto, este tipo de propiedad es regulada en el Ecuador por el Código
Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación,
y el órgano rector de control es la Servicio Nacional de Derecho Intelectuales
conocida como SENADI.
Bienes muebles e inmuebles
Bienes Muebles
El Código Civil (2015), determina que: “Son los que pueden transportarse de un lugar a
otro, sea moviéndose por sí mismas, como los animales (que por eso se llaman semovientes),
sea que solo se muevan por una fuerza externa, como las cosas inanimadas.” (Art. 585).
Así mismo el Código Civil exceptúa a los bienes muebles que se convierten en
inmuebles por destinación. Y, determina que las especies animales y vegetales serán
considerados como bienes, pero se deberá tener en consideración las limitaciones y
resguardo, protección y bienestar animal que se reconocen por las leyes especiales.
Petit (2014), manifiesta que: “Se entiende por muebles lo mismo los seres animados,
susceptibles de moverse ellos mismos, res se moventes, que las cosas inanimadas, que
pueden ser movidas por una fuerza exterior, res mobiles.”. (p. 170).
Eguiguren (2008): El criterio para esta clasificación es la movilidad de las cosas; si se pueden
mover son muebles, si no se pueden mover son inmuebles. Este criterio ha de ser entendido
como relativo, pues en estricto sentido todas las cosas se pueden mover y efectivamente se
mueven si se considera, por ejemplo, los movimientos de rotación y traslación de la tierra o
los prodigios de la ciencia que ha logrado mover enormes edificios. Quizás se acierte mejor si
se afirma que muebles son las cosas que se pueden mover sin que se deterioren, dañen o
destruyan e inmuebles las cosas que si se mueven se dañan o pierden.”
Bienes Inmuebles
Nuestro Código Civil (2015), realiza una definición sobre este tipo de bienes, y
determina que: “Inmuebles, fincas o bienes raíces son las cosas que no pueden
transportarse de un lugar a otro, como las tierras y minas, y las que se adhieren
permanentemente a ellas, como los edificios o los árboles.” (Art. 586)
Petit (2014), manifiesta que: “Son los fundos de tierra, los edificios y todos los objetos
mobiliarios que estén sujetos a estancia perpetua, los árboles y las plantas, mientras
están adheridas al terreno.” (p.170).
Genaro Eguiguren en el apartado de los bienes muebles, es importante tener en
consideración lo manifestado por el Código Civil en su artículo 588, que determina que
se reputan inmuebles, aunque por su naturaleza no lo sean (su naturaleza en mueble),
las cosas que se destinan al cultivo, uso y beneficio de un inmueble, aun cuando se
puedan separar sin detrimento.
Y determina los casos como:
1. Losas de un pavimento,
2. Tubos de cañerías,
3. Utensilios de labranza y minería, animales destinados al cultivo o
beneficio de una finca, siempre que sean puestos por el mismo dueño
o propietario del inmueble,
4. Los abonos existentes en ella y destinados a la mejora de la finca,
5. Prensas, calderas, cubas, alambiques toneles y máquinas industriales y
adheridas al suelo y que pertenezcan al dueño de la industria; y,
6. Los animales guardados en conejeras, pajareras, estanques, colmenas
u cualesquiera otros vivares, que estén adheridos al suelo o sean parte
del suelo o de un edificio.
Bienes Fungibles y No fungibles
Bienes Fungibles
El Código Civil (2015) presenta una definición sobre este tipo de bienes, y manifiesta
que son: “aquellos de que no puede hacerse el uso conveniente a su naturaleza sin que se
destruyan. Las especies monetarias, en cuanto perecen para el que las emplea como tales,
son cosas fungibles.” (Art. 593).
Entonces, son aquellos que no puede hacer un uso adecuado, es decir, hacer el uso para
el cual ha sido creado o su naturaleza propia, sin que se lleguen a destruir o consumir.
Por lo tanto, nuestra legislación permite reemplazar o reparar dichos bienes con otros
de igual calidad, cantidad, género y estado. Los bienes fungibles cumplen con una
función natural, que es consumirse o destruirse con su uso.
Eguiguren (2008), manifiesta que se trata de bienes consumibles, y agrega que: “serían
aquellos que resisten más de un uso, que no se destruyen con el primer uso que se haga de
ellos”. (p.29) En fin determina que llegará a su destrucción con el uso natural de los
bienes. Pero agrega también, que si existen ciertos bienes que se pueden destruir con el
primer uso, como por ejemplo el abono una vez que ha sido usado. Son aquellas cosas
que se pueden reemplazar a otras, cumplir la función de otras, hacer sus veces…” (p.30)
Bienes NO Fungibles
El Código Civil no presente una definición exacta, pero debe entenderse como todos
aquellos bienes que no se encuentran englobados en la definición de bienes fungibles;
por lo tanto, se caracterizan por ser bienes que no se destruyen o consumen con su uso
natural, pero si pueden presentar desgaste o daños con el tiempo. Pero, por mala
administración o falta de cuidado como buen padre de familia, podría destruirse el bien,
pero bajo la figura de culpa o dolo de la persona que ejercía el cuidado.
Bienes públicos y privados
Bienes Públicos
Nuestro Código Civil (2015) determina que: “Se llaman bienes nacionales aquellos cuyo
dominio pertenece a la Nación toda.
Si además su uso pertenece a todos los habitantes de la Nación, como el de las calles, plazas,
puentes y caminos, el mar adyacente y sus playas, se llaman bienes nacionales de uso público
o bienes públicos. Asimismo, los nevados perpetuos y las zonas de territorio situadas a más
de 4.500 metro de altura sobre el nivel del mar.
Los bienes nacionales cuyo uso no pertenece generalmente a los habitantes se llaman bienes
del Estado o bienes fiscales”. (Art. 604).
Holguín (2007), explica acerca de las características esenciales de los bienes de uso
público al determinar que: “Los bienes de uso público son inalienables e
imprescriptibles. Estas características derivan de su misma destinación al servicio del
bien común. Por esta misma razón, cuando cesa su destinación al servicio público
pierden también aquellas características y ya pueden enajenarse y caen bajo las normas
de la prescripción. Ahora bien, la destinación al uso público puede terminar ya sea por
causas naturales, como sucede con las variaciones de la orilla del mar o del cauce de los
ríos; o puede terminar la destinación al uso público por un acto de autoridad, dentro de
las prescripciones legales, como cuando se determina cambiar el trazado de un camino,
o vender el edificio de una escuela, etc.” (p. 35).
Bienes privados
A diferencia de los bienes públicos, la propiedad en los bienes privados la ejerce
una persona natural o jurídica de derecho privado, por lo tanto, la transmisión
del derecho de dominio a favor de otra persona nace en la voluntad del
propietario al querer hacerlo.
En el caso de los bienes privados, el propietario puede permitir o prohibir el uso
de los bienes, a diferencia de los bienes públicos que todas las personas tienen
derecho al uso de los bienes, excepto los restringidos por la ley.
Bienes singulares y universales
Eguiguren (2008), determina que: “…cosas singulares son las cosas simples, es decir,
aquellas individualmente consideradas. Cosas universales son conjuntos de cosas cuya
razón de estar unidas o de ser consideradas parte de un conjunto o compuesto es de
carácter jurídico. El bien universal por excelencia es el patrimonio, aunque también
pueden considerarse bienes universales a la herencia (que no es sino el patrimonio de
una persona fallecida) o el derecho de prenda general, es decir, aquel que tiene el
acreedor sobre todos los bienes del deudor –excepto los no embargables- para con ellos
o con cualquiera de ellos sobrarse su deuda.” (p. 36).
Es importante tener en consideración que la universalidad del patrimonio de una
persona no puede ser objeto de reivindicación o venta. En el primer caso, la
reivindicación debe ejercerse sobre el bien que se encuentra en posesión de una
persona distinta al propietario; y en el segundo caso, la venta de la universalidad de los
bienes de una persona es nula.
Existen formas para determinar la universidad de los bienes, como, por ejemplo:
1. Que todos los bienes pertenezcan a una determinada persona que
ejerce el derecho de dominio sobre ellas, es decir el patrimonio de una
persona,
2. Deben tener un mismo fin, como es el caso del patrimonio; y,
3. Un acto puede convertir los bienes en universales, como procede en la
figura jurídica de la quiebra y la herencia.
Parraguéz (2016), al hablar de las cosas singulares, manifiesta que: “Hay cosas que
existen como unidades simples y cuya función económico-social se realiza en tanto
individualidades que son, como es el caso de un automóvil, una herramienta, un
televisor o un caballo. Se trata, por lo mismo, de cosas singulares. Ellas tienen, al decir
de Puig Peña, “una individualidad unitaria”, o en palabras de Lehnam, “constituyen una
unidad natural inescindible”.”. (p. 112).
Parraguéz (2016), realiza una conceptualización sobre los bienes universales y
manifiesta que: “…también existen algunos conjuntos especiales de cosas; agrupaciones
en las cuales las unidades integrantes conservan su identidad y función económica, pero
que dada su destinación a una finalidad común, son estimadas para ciertos efectos
como una unidad, motivo por el que se les denomina cosas universales (universitas
rerum) o simplemente universalidades. Casos característicos de universalidades son la
herencia, una biblioteca, una colección de monedas, un establecimiento comercial, un
rebaño, etc.” (p. 113).}
Bienes divisibles e indivisibles
Los bienes son divisibles cuando al separarse conservan su utilidad y no se provoca un
daño al bien, es decir, tras su división el bien sigue siendo útil para la naturaleza que fue
creado.
Los bienes indivisibles que son aquellos que su separación o división termina con la
utilidad del bien y causando daños irreparables, y también se consideran indivisible
cuando la misma ley prohíbe su división.
Nuestro Código Civil (2015), realiza un análisis desde la perspectiva de las obligaciones
y determina que: “La obligación es divisible o indivisible, según tenga o no por objeto
una cosa susceptible de división, sea física, sea intelectual o de cuota.” (Art. 1540), lo
cual puede ser aplicable a los bienes en relación a si es divisible o indivisible.
Por ejemplo, existen bienes que no pueden ser separados o divididos porque perderían
su utilidad, como un vehículo, al ser dividido por la mitad, dicho automotor perdería su
utilidad; pero, si lo analizamos desde la perspectiva de una división de cuota, es posible,
debido a que el vehículo puede ser objeto de propiedad de 2 o más personas, en cuotas
diferentes.
Bienes principales y accesorios
Los bienes principales son aquellos sobre los cuales se constituye el objeto
principal del derecho; a diferencia de los bienes accesorios, que necesitan de la
existencia de los bienes principales, y son parte del régimen jurídico del bien
principal, es decir, el bien accesorio durante su existencia funcionará y se
regulará bajos las reglas y condiciones del bien principal.
De esta forma, Eguiguren (2008), se manifiesta de la siguiente forma: “Cosas
Principales son aquellas que tienen existencia autónoma, independiente, para
servir y ser útiles no requieren de ninguna otra cosa, su provecho no deviene ni
dependen de otra u otras cosas. Por el contrario, Cosas Accesorias son aquellas
que, para ser y servir, necesitan de otra cosa, dependen de otra sin la cual no
tiene sentido su existencia.” (p. 35)
Bienes presentes y futuros
En cuanto a los bienes presentes son aquellos que se los puede percibir en el
presente y por tanto se puede disponer de ellos; a diferencia de los bienes
futuros, que son aquellos que no se pueden percibir en el presente, pero que
bajo la lógica razonable, se puede llegar a obtener o presentar, por lo que se
puede celebrar contratos sobre ellos, como por ejemplo la siembra de una
bosque de madera, que al momento de la siembra no se puede percibir, pero en
un determinado plazo o paso de los años, se podrá percibir los frutos naturales.
Ahora bien, las obligaciones contractuales sobre los bienes presenten se pueden
perfeccionar de forma rápida y eficaz; en cambio, las obligaciones contractuales
sobre los bienes futuros se llegan a perfeccionar en el momento en que dichos
bienes son perceptibles. Por tanto, se sugiere que en los contratos que se
relacionan a bienes futuros, sus cláusulas deben ser muy específicas para evitar
confusiones al momento del cumplimento contractual.
Bienes comerciales y no comerciales
Como regla general, los bienes comerciales son aquellos que no tienen un
limitación moral o jurídica para ser objetos de comercio, por tanto, puede
vender, donar, arrendar, contratar, prendar, etc.; a diferencia de los bienes no
comerciales son aquellos que no se pueden vender, hipotecar, comprar, etc.
Eguiguren (2008), realizar un análisis sobre los bienes no comerciales y
manifiesta: “En principio, y por regla general, todos los bienes son comerciales;
sin embargo, por excepción, algunos no están en el comercio y se consideran no
comerciales. Estas excepciones, es decir, el carácter de no comercial, provienen
de tres fuentes; por un lado y principalmente la disposición de la Ley; por otro, la
resolución del juez, y, finalmente, la voluntad del dueño.” (p.39).
Bienes Genéricos y específicos
Las cosas genéricas se refieren a cosas que tienen caracteres comunes, mientras
que las cosas específicas son aquellas cosas individualizadas es decir una cosa en
particular.
Eguiguren, G. (2008), nos explica que:
Esta clasificación de los bienes tiene importantes efectos jurídicos. Así, las
obligaciones se dividen en genéricas y específicas. Las primeras son aquellas que
recaen sobre cosas genéricas y obligaciones específicas o de cuerpo cierto
aquellas que recaen sobre especies o cuerpos ciertos. El modo de cumplir las
obligaciones es distinto según sean genéricas o específicas. Las obligaciones
genéricas de dar se cumplen entregando cualquier individuo o cosa del género,
con tal que sea de calidad a lo menos mediana y el acreedor, el que debe recibir,
no puede pedir que se le entregue determinado individuo del género. Las
obligaciones específicas o de cuerpo cierto, en cambio, solo pueden cumplirse
entregando el individuo o cuerpo cierto debido. Por ejemplo, si se ha vendido un
vehículo, el vendedor, tiene la obligación de entregar la cosa vendida, para
hacerlo, para cumplir la obligación, debe tenerse en cuenta que si la venta se la
hizo como de una cosa genérica o como un cuerpo cierto y de esta consideración
se seguirá la forma como debe cumplir la obligación. Si la venta fue de una cosa
genérica, cumplirá el vendedor entregando cualquier individuo del género, en el
ejemplo, entregando cualquier carro y el comprador no puede exigir que se le
entregue determinado carro; pero, si la venta fue de una cosa específica, porque
se señaló que el vehículo que se vende tiene cierta marca, color, modelo, año de
fabricación, se indican sus números de chasis y de motor, al deudor, el vendedor
solo puede cumplir la obligación de entregar la cosa vendida, entregando el
vehículo cuyas características se señalaron y no entregando cualquier vehículo.
(p 34)
Semana 2 Unidad 2. La Posesión.
Es de vital importancia saber diferenciar la institución de la posesión con la institución
del dominio, el derecho de posesión la ejerce una determinada persona sobre un bien
ajeno, quien busca se reconozcan sus derechos como legítimo poseedor.
2.1. Concepto
Nuestro Código Civil (2015), presenta una definición sobre la posesión, y
manifiesta que: “Es la tenencia de una cosa determinada con ánimo de señor y
dueño; sea que el dueño o el que se da por tal tenga la cosa por sí mismo, o bien
por otra persona en su lugar y a su nombre
El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifica serlo”. (Art.
715).
En la presente figura jurídica se disputa en derecho de posesión, debido a que se
entiende que el derecho de dominio lo ejerce el legítimo propietario que no se
encuentra haciendo uso del derecho de posesión de su bien. Pero, también el
derecho de dominio puede ser objeto de controversia judicial cuando el
poseedor demanda la prescripción adquisitiva de dominio del bien.
Por lo tanto, la posesión se ejerce por una persona sobre un bien ajeno, sobre el
cual existe una persona que puede demostrar ser el propietario y ejerce el
dominio.
Así mismo, se debe diferenciar la siguiente terminología para entender la figura
de la posesión:
1. Dominio: Señor y dueño de un determinado bien. Legítimo propietario,
2. Posesión: No es legítimo dueño, pero realiza el ejercicio de posesión sobre
un bien ajeno, con el ánimo de señor y dueño, con el objetivo de convertirse
en legítimo propietario por intermedio de la prescripción. En esta figura el
poseedor no reconoce el dominio de una tercera persona, por lo que podría
ser poseedor de buena fe o de mala fe; y,
3. Mera tenencia: Ejerce la actividad de mero tenedor, por lo que no tiene
como finalidad convertirse en dueño, y reconoce el dominio de una tercera
persona. Se podría entender que es la base que unida a la intención de
ánimo de señor y dueño, se configura la institución denominada posesión.
Eguiguren (2008), manifiesta que: “…es un hecho que consisten en la tenencia de
una cosa determinada con el ánimo, con la creencia de ser señor y dueño, es
decir, en su concepto se hallan dos elementos uno material, objetivo, la tenencia
y otro espiritual, subjetivo, volitivo, el ánimo, la creencia de ser dueño de la cosa
que se tiene. Por cierto, si no existen los dos elementos no habrá posesión, sin
perjuicio de que el poseedor, el que tiene el ánimo de dueño no tenga la cosa
personalmente en su poder, pues se entiende que la tiene cuando otra persona
la tiene en su lugar y a su nombre, como la expresa el propio artículo 715 del
Código, pues no se opone a la posesión el que el poseedor tenga la cosa por
medio de otra persona, con tal que esa otra persona la tenga en su lugar, en el
lugar del poseedor y a su nombre, por su cuenta.” (p.174).
En este sentido, Parraguéz (2016), manifiesta que: “poseedor es el dueño de la
cosa o por lo menos es tenido como tal, como lo entendieron los juristas
romanos que vieron en la possessio civilis el complemento del hecho de dominio
y su manifestación externa, y el propio Andrés Bello, para quien la posesión se
caracteriza esencialmente “por la realidad o la apariencia del dominio; no es
poseedor de una finca sino el que la tiene como suya, sea que se halle
materialmente en su poder, o en poder de otro que le reconoce como dueño de
ella.” En esta misma línea de razonamiento, Mariani de Vidal, comentando el
anterior Código Civil argentino, señala que poseedor es quien se comporta como
titular de un derecho real, con independencia de que lo tenga y aunque no lo
tenga en realidad, porque el determinar si se tiene o no derecho, “es cuestión
que en términos generales no interesa en materia de posesión”.”. (p.262).
2.2. Elementos
Los elementos que se destacan en la posesión son los siguientes:
1. Tenencia: Que debe ser ejercida por una persona.
2. Bien: La tenencia se la debe realizar sobre una cosa determinada, no se
puede realizar la tenencia sobre la universalidad de bienes de una tercera
persona, como es el caso del patrimonio.
3. Ánimo de señor y dueño: La tenencia debe encontrase acompañada del
ánimo de señor y dueño, es decir, creerse dueño del bien, aunque legalmente
no lo sea. La tenencia sin el ánimo de señor y dueño constituye una mera
tenencia.
4. Creencia de dueño: El poseedor será considerado dueño mientras otra
persona no justifique serlo, por lo tanto, podrá obtener el dominio mediante
el modo denominado prescripción.
Así mismo, es importante tener en consideración que el dominio como oposición
debe demostrarse mediante un título justo, lo cuales son:
Títulos Constitutivos de Domino: Ocupación, la accesión y la prescripción.
Títulos Traslativos de Dominio: La venta, la permuta (intercambio), la donación
entre vivos. Sentencias de adjudicación en juicios divisorios, y los actos legales
de partición.
Y, los títulos no justos son:
1. El falsificado.
2. Conferido por mandatario o representante, sin serlo.
3. El que adolece de vicios de nulidad.
4. La enajenación sin autorización de representante o juez; y,
5. El meramente putativo (legítimo sin serlo), como el del heredero aparente
que no es en realidad heredero.
2.3. Acciones Posesorias
Las acciones posesorias cumplen con la función de conservar el derecho de
posesión o de recuperarlo en caso encontrarse otra persona ejerciendo dicho
derecho. Por tanto, las acciones posesorias se plantear por el derecho de
posesión de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos.
La persona que ha estado en posesión tranquila y no interrumpida por al menos
un año completo se encuentra facultado para interponer una acción posesoria,
un año que dicha persona ha actuado como señor y dueño del bien, aunque no
pueda demostrar ser quien tiene el dominio.
El mero tenedor no puede plantear las acciones posesorias, porque no realiza la
posesión con ánimo de señor y dueño, sino que, realiza una tenencia en nombre
de otra persona que ejerce la posesión.
Prescripción de las acciones posesorias
Acción posesoria para conservar la posesión: Prescribe en un año completo que
se contará a partir de la fecha en que se presentó el acto de molestia,
Acción posesoria para recuperar la posesión: Prescribe al cabo de un año
completo, que igualmente se contabilizará a partir de la fecha en que se perdió la
posesión anterior; y,
Acción posesoria ante posesión violenta o clandestina: Prescribe en un año, que
se contará a partir del acto de violencia, desde que cesa el acto de
clandestinidad.
Por otro lado, Parraguéz cita un criterio muy fuerte de Ihering sobre la figura de
la posesión y manifiesta: “¿Por qué se protege la posesión, se pregunta Ihering,
en circunstancia de que nadie se hace una pregunta similar respecto del
dominio? Parecería extraño y contradictorio, agregaba el ilustre maestro alemán,
que el derecho proteja a bandidos y ladones (que así puede considerarse en el
imaginario popular a quienes toman posesión de bienes ajenos) en circunstancias
de que condena el bandidaje. Analizando las respuestas históricas, cuestionó que
se tratara de una protección fundada en el carácter ético de la voluntad del
poseedor, para plantear una explicación objetiva que poner por delante la
necesidad económica de la posesión: “la posesión es tan económicamente
necesaria como la propiedad, ambas no son sino formas jurídicas bajo las cuales
se realiza el destino económico de las cosas para satisfacer las necesidades de la
humanidad”.”. (p.601).
Por otro lado, la posesión se encuentra regulada en el Ordenamiento Jurídico
para otorgar derechos a una persona en relación a un bien que se podría
entender que se encuentra en estado de abandono por parte del legítimo
propietario, y que el poseedor puede ejercer derechos con el ánimo de señor y
dueño sobre él. Y, por ello, la normativa otorga los medios necesarios como las
acciones posesorias para defender su derecho. Por otro lado, no se busca
vulnerar el derecho a la propiedad que se encuentra legalmente establecido y
garantiza en la Constitución de la República del Ecuador, porque el legítimo
propietario del bien puede plantear la acción reivindicatoria para recuperar la
posesión del bien que le pertenece.
En fin, el sistema jurídico ecuatoriano, establece mecanismos necesarios que
buscan evitar conflictos entre el legítimo propietario y el poseedor de un
determinado bien, y no regresar años luz en el derecho, cuando prevalecía el más
fuerte sobre el más débil. Actualmente, cuando existe un conflicto de intereses,
por un lado, el poseedor, y por otro, el propietario, debería ser un juez quien
deba resolver conforme a derecho las pretensiones planteadas en el proceso
judicial.
Art. 717.- La posesión puede ser regular o irregular. Se llama posesión regular la que
procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe, aunque la buena fe no subsista
después de adquirida la posesión. Se puede ser, por consiguiente, poseedor regular y
poseedor de mala fe, como viceversa el poseedor de buena fe puede ser poseedor
irregular.
Semana 3 Unidad 3. El derecho de dominio o propiedad
3.1. Concepto de dominio
En principio el derecho de dominio debe considerarse como un derecho de
carácter real, que también es comúnmente conocido como derecho de
propiedad; por tanto, al ser considerado como un derecho real, se ejerce sobre
un bien. Y, éste derecho atribuye al legítimo propietario las siguientes facultades:
1. Usar, Gozar, Disfrutar; y,
2. Disponer.
Pero, el uso, goce y disfrute se debe realizar conforme a lo establecido en la ley,
como por ejemplo con respeto a las limitaciones de la propiedad que se pueden
constituir sobre un bien, y fundamentalmente respetando el derecho ajeno, ya
sea individual o social, por lo que cabe recordar que el derecho de una persona
nace en sí misma y termina donde comienzan los derechos de la otra persona, es
por ello, que el derecho positivo se encarga de establecer los límites del goce y
disponibilidad de un bien bajo el derecho real de dominio.
Por otro lado, no solamente se ejerce el derecho de dominio sobre las cosas
incorporales, pues, si se puede ejercer dicho derecho sobre cosas incorporales
como es el caso de usufructo (limitación del dominio que será analizada a
profundidad en el segundo bimestre), figura jurídica en la cual una persona
puede gozar del servicio y utilidades de un bien ajeno, pero solamente ejerce el
derecho de goce y disposición sobre el usufructo, más no sobre el bien,
entendiéndose que sobre el bien únicamente ejerce el propietario el derecho a
disponer.
El dominio al considerarse como el poder que ejercen las personas naturales o
jurídicas sobre bienes o derechos reales, se encuentra consagrado en la
constitución como un derecho que se encuentra protegido y garantiza por el
Estado, por intermedio de sus organismos de apoyo en el cumplimiento de sus
funciones, es así que la Constitución (2008), determina que el Estado reconoce y
garantiza: “El derecho a la propiedad en todas sus formas, con función y
responsabilidad social y ambiental. El derecho al acceso a la propiedad se hará
efectivo con la adopción de políticas públicas, entre otras medidas” (Art. 66, numeral
23)
Y, la misma Constitución, reconoce otras formas de propiedad, manifestando
que reconoce la propiedad intelectual, que obviamente se regulará por leyes
especiales; pero, así mismo, determina limitaciones, al establecer que prohíbe
toda forma de apropiación de conocimientos colectivos, en el ámbito de las
ciencias, tecnologías y saberes ancestrales, y prohíbe también la apropiación
sobre los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica y la agro-
biodiversidad. En los casos de uso de material biológico y de la biodiversidad,
con fines de investigación, se deberá cumplir los procedimientos establecidos
por el órgano rector de control y protección del medio ambiente en el Ecuador,
que actualmente recae sobre el Ministerio del Ambiente.
Así también, Eguiguren manifiesta (2008), determina que existen diversas
modalidades en que se puede presentar el dominio o propiedad, y establece que:
“Al derecho de dominio generalmente lo encontramos como la relación de poder que
una persona tiene sobre una cosa. Esta forma o modo de ver al dominio es la más
común y frecuente: una persona es dueña de una cosa. Sin embargo, solo así se
presenta el dominio, a veces se lo halla de otros modos o manera, por ejemplo, como
la relación de varias personas con una cosa, como cuando personas son dueñas o
condueñas de una misa cosa; o como la relación de varias personas con varias cosas,
como cuando se forma una sociedad, o, finalmente como una combinación de estas
modalidades.
El dominio, entonces, se puede hallar de distintos modos o maneras, de varias
modalidades, se puede hallar ya como la relación de un solo sujeto con un solo
objeto, en cuyo caso podríamos decir que se trata del dominio típico o no sujeto a
modalidades o se puede hallar bajo alguna de las modalidades: Comunidad, Sociedad
o Propiedad Horizontal.” (p.79).
Entonces debemos entender cada una de las modalidades:
Propiedad en Comunidad: La presente figura jurídica se constituye sobre bienes
y derechos que pertenecen de forma proindiviso a dos o más propietarios. Por
tanto, cada uno de los propietarios ejerce el derecho de domino de la parte o
cuota que le corresponde, y puede disponer de él en cualquier momento.
El Código Civil (2015), determina: “La comunidad de una cosa universal o
singular, entre dos o más personas, sin que ninguna de ellas haya contratado
sociedad o celebrado otra convención relativa a la misma cosa, es una especie de
cuasicontrato.” (Art. 2204).
Y, puede terminar de las siguientes formas:
1. Unificarse en una persona.
2. Destrucción del bien; y
3. Por la división del haber común.
La propiedad en comunidad no crea o constituye una persona jurídica.
Propiedad en Sociedad: La propiedad social nace de la unión de socios que
aportan bienes o dinero para adquirir diferentes tipos de cosas, con el objeto de
destinarlas a un fin determinado. En la presente figura jurídica, la administración
y representación la acuerdan o designan entre los socios al momento de designar
el administrador o representante legal. Por otro lado, los socios o propietarios de
los bienes de conformidad a sus aportes, se beneficiarán de las utilidades o
ganancias, y se verán perjudicados de igual forma por las pérdidas o quiebra de
la sociedad.
La propiedad en sociedad constituye una persona jurídica.
Propiedad Horizontal: En la propiedad horizontal una persona ejerce el derecho
de dominio absoluto de una parte específica del bien, por ejemplo, en un edificio,
el departamento del 4to piso; y, ejerce el derecho de dominio de forma
compartida con el resto de propietario, pero en cuanto a las áreas o espacios
comunes o sociales. Por tanto, en la presente figura existe copropiedad.
3.2. Características
El derecho de dominio presente 3 características según Eguiguren (2008), quien
manifiesta que es Absoluto, Exclusivo y Perpetuo.
Absoluto: Porque no tiene límites sobre lo que el propietario puede realizar con
el bien, salvo las limitaciones al dominio y lo establecido por la Ley. Entonces se
entiende que al tener el propietario una facultad absoluta sobre el bien,
entonces solamente debe acompañarse de la voluntad de querer realizar un acto,
como vender, donar, hipotecar, abandonar e inclusive destruir; pero, como ya se
ha indicado en líneas anteriores, sin atentar contra los derechos de otra persona,
ni con lo regulado por la Ley.
Así mismo, el derecho de dominio se puede ejercer por personas capaces o no;
pero, en el caso de las personas incapaces no lo realizan de forma directa, sino a
través de un representante.
Exclusivo: Significa que solamente el propietario tiene la facultad de decidir
sobre el fin del bien; por tanto, solamente él puede gozar y disponer del bien, o
permitir a determinadas personas realizar el uso, goce o disfrute de forma
limitada o indefinida, y, por otro lado, también se encuentra facultado a prohibir
o excluir a cualquier persona, salvo que la ley se lo ordene, o por decisión
judicial. Entonces, los beneficios, servicios, utilidades, frutos civiles y naturales
aprovecharán únicamente al propietario.
Perpetuo: Solamente el propietario puede poner fin a su derecho, por ejemplo, al
momento de vender el bien, se transfiere el derecho de dominio hacía la persona
que realiza la compra. Salvo el caso de muerte del propietario, en que sus
derechos se transmiten a sus legítimos herederos. (p. 64-65)
Por otro lado, recordemos que el derecho de dominio o propiedad no solamente
confiere derechos sobre un bien o derecho real, sino, que también atribuye
responsabilidades varias, pero podemos ejemplificar con dos casos determinados
en el Código Civil (2015), como se detalla a continuación:
Primer caso: “El dueño de un animal es responsable de los daños causados por éste,
aún después que se haya suelto o extraviado; salvo que la soltura, extravío o daño no
puedan imputarse a culpa del dueño o del dependiente encargado de la guarda o
servicio del animal.
Lo que se dice del dueño se aplica a toda persona que se sirva de un animal ajeno;
salva su acción contra el dueño, si el daño ha sobrevenido por una calidad o vicio del
animal, que el dueño con mediano cuidado o prudencia debió conocer o prever, y de
que no le dio conocimiento.” (Art. 2226); y,
Segundo caso: “El dueño de un edificio es responsable, para con terceros que no se
hallen en el caso del Art. 978, de los daños que ocasione la ruina del edificio acaecida
por haber omitido las reparaciones necesarias, o por haber faltado, de otra manera,
al cuidado de un buen padre de familia.
Si el edificio perteneciere a dos o más personas proindiviso, se dividirá entre ellas la
indemnización, a prorrata de su cuota de dominio.” (Art. 2223).
3.3. Modos de adquirir el dominio
Antes de enlistar los modos de adquirir el dominio, debemos revisar lo que cita
Petit (2014), en relación a la propiedad y manifiesta: “Los jurisconsultos romanos
no definen el derecho de propiedad, que, en efecto, escapa a toda definición por
su sencillez y extensión, pues es el derecho más completo que se puede tener
sobre una cosa corporal. Por eso, solo se limitan a estudiar los diversos
beneficios que procura propiedad. Según, un análisis que germina en los textos,
pero que han sido precisado y desarrollado por nuestros autores antiguos, estos
beneficios se resumen en el uso, el fruto, y el abuso: a) El ius utendi o usus que
es la facultad de servirse de la cosa y de aprovecharse de los servicios que pueda
rendir fuera de los frutos; b) El ius fruendi o fructus, derechos de recoger todos
los productos; c) El ius abutendi o abusus, es decir, el poder consumir la cosa, y
por extensión, de disponer de ella de una manera definitiva, destruyéndola o
enajenándola.” (p. 229-230).
En la actualidad podemos observar que se siguen conservando las características
establecidas por los romanos en el estudio de derecho de dominio o propiedad,
ahora bien, el Código Civil (2015), determina las siguientes formas de adquirir el
dominio:
1. La Ocupación,
2. La Accesión,
3. La Tradición,
4. La Sucesión por causa de muerte; y,
5. La Prescripción.
Antes de terminar la presente Unidad, debemos tener en consideración que el
no uso de los derechos de legítimo propietario sobre un bien no lleva a la
extinción; excepto, cuando al no ejercer los derechos de propietario, una tercera
persona ejerza el derecho de posesión del bien hasta llegar a obtener el dominio
mediante la prescripción.
En esta parte, es fundamental realizar la siguiente aclaración:
Los modos de adquirir el dominio que serán objeto de estudio en la presente
asignatura serán la ocupación, la accesión, y la tradición; y, la sucesión por cusa
de muerte Usted estudiará en el Libro III Sucesiones, y la Prescripción que
estudiará en el Libro IV De las Obligación y Contratos.
Semana 4 Unidad 4. La ocupación
4.1. Concepto
El Código Civil (2015), determina lo siguiente: “Por la ocupación se adquiere el
dominio de las cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adquisición no está
prohibida por las leyes ecuatorianas, o por derecho internacional.” (Art. 622).
Entonces la ocupación trata de ocupar una cosa que se encuentra desocupada,
es decir, crear el derecho de dominio sobre la cosa, para convertirla en un bien,
que puede acarrear beneficios, servicios o utilidades a su propietario. Al ubicarla
a la cosa bajo el dominio de una persona, queda a su voluntad el disponer de ella.
Entonces, existen dos momentos en la ocupación, uno que es la aprehensión
como acción material de apropiarse de la cosa; y, una acción intencional, que es
la voluntad de querer convertirse en propietario de la cosa.
Las cosas que se encuentran como desocupadas también se conocen como “res
nullius”, que se entiende como cosas que no pertenecen a ninguna persona
natural o jurídica; por tanto, carecen de dominio.
La Ocupación como modo de adquirir el dominio es el más natural y primitivo,
por ello Parraguéz (2016), manifiesta que:
“Puede afirmarse que es el modo natural, elemental o más primitivo de adquirir
pues históricamente está en el origen de todo dominio. Joserand, la destaca, con
razón, como “el modo originario por excelencia” y la define como “un medio de
adquirir una cosa apoderándose de ella voluntariamente, es decir, con intención
de convertirse efectivamente en su propietario, de suerte que la voluntad,
unilateral crea entonces el derecho, el derecho más completo que existe.
Poniéndole encima la mano –como lo decía Pothier- nos convertimos en dueño
de la cosa”.” (p. 301).
Ahora bien, cabe recordar que la ocupación solamente se puede constituir sobre
un bien mueble, debido a que los bienes inmuebles no pueden ser objeto de este
modo de adquirir el dominio, por lo establecido en el propio Código Civil (2015),
que determina: “Son bienes del Estado todas las tierras que, estando situadas
dentro de los límites territoriales, carecen de otro dueño.” (Art. 605).
Entendiéndose que, al carecer de dueño se consideran bienes públicos y se
revisten de las características especiales al ser inembargables, imprescriptibles e
inalienables.
4.2. Elementos esenciales
Los elementos que se pueden destacar de la Ocupación son los siguientes:
1. Es un modo de adquirir el dominio.
2. Se perfecciona de forma unilateral, con la sola decisión de la persona que
desea convertirse en propietario del bien. Es decir, no requiere de
autorización de una persona distinta para apropiarse.
3. El presente modo, recae sobre las cosas que no pertenecen a nadie, es decir,
son cosas que se consideran como desocupadas. En esta parte, es
importante recordar la diferencia entre cosa y bien que se analizó en la
Unidad 1, recordando que el Código Civil los trata como sinónimos, pero en
la Ocupación podemos destacar la importancia de diferenciarlas. Entonces se
debe entender que la Ocupación no se puede ejercer sobre los bienes,
debido a que sí tienen un dueño o propietario.
4. El presente modo de adquirir el dominio se perfecciona mediante su
aprehensión, que debe ir acompañada con el ánimo de convertirse en su
propietario. Si no existe el ánimo de convertirse en dueño, estaríamos frente
a la figura de una tenencia simple; y,
5. Finalmente, su apropiación no debe encontrarse prohibida por las leyes
nacionales o internacionales.
4.3. Capacidad
Todas las personas son capaces de adquirir el dominio de las cosas que no le
pertenecen a nadie, salvo aquella incapacidad que lo limite a la aprehensión y
decisión de manifestar su voluntad de querer convertirse en propietario.
4.4. Clases de ocupación
La ocupación se puede dar de las siguientes formas:
1. Ocupación de cosas animadas
Analicemos la clasificación de animales que realiza el Código Civil:
Animales domésticos: No se puede ejercer la ocupación por cuanto se considera
que son animales que se encuentran bajo la dependencia del hombre, es decir,
existe dominio sobre ellos. Y, al aplicar ocupación se rompe la definición al
manifestar que recae sobre cosas que no pertenecen a nadie o que se
encuentran desocupadas.
Animales bravíos o salvajes: Aquellos animales que no viven bajo la dependencia
del hombre y se consideran libes, como por ejemplo un tigre.
Domesticados: Aquellos animales que, aunque su naturaleza sea salvaje, se han
acostumbrado a vivir bajo la dependencia del hombre.
Revisemos lo que determina el Código Civil (2015):
“Se llaman animales bravíos o salvajes los que viven naturalmente libres e
independientes del hombre, como las fieras y los peces; domésticos, los que
pertenecen a especies que viven ordinariamente bajo la dependencia del
hombre, como las gallinas, las ovejas; y domesticados los que, sin embargo, de
ser bravíos por su naturaleza, se han acostumbrado a la domesticidad, y
reconocen, en cierto modo, el imperio del hombre.
Estos últimos, mientras conservan la costumbre de volver al amparo o
dependencia del hombre, siguen la regla de los animales domésticos; y
perdiendo esta costumbre, vuelven a la clase de los animales bravíos.” (Art. 624)
Tras haber analizado la clasificación de animales según el Código Civil, debemos
entender que la ocupación se la puede realizar mediante la caza y la pesca, que la
mayor parte de casos, se realizan con el objeto de supervivencia y alimento, y en
otros casos, por deporte. En el caso del deporte, es necesario contar con los
permisos necesarios y no realizar en zonas restringidas. Así mismo, no se debe
realizar la caza o pesca contra animales protegidos por la ley, que se puede
encontrar en peligro de extinción. Y, tampoco se podrá realizar la caza o pesca
con medios que puedan atentar contra la naturaleza que desde el 2008 es
considerada como sujeto de derecho.
2. Ocupación de cosas inanimadas
La presente forma de ocupación se perfecciona mediante la invención o
hallazgo; por ello, revisemos lo establecido en el Código Civil (2015):
“La invención o hallazgo es una especie de ocupación por la cual el que
encuentra una cosa inanimada que no pertenece a nadie, adquiere su dominio,
apoderándose de ella.
De este modo se adquiere el dominio de las piedras, conchas y otras sustancias
que arroja el mar, y que no presentan señales de dominio anterior.
Se adquieren del mismo modo las cosas cuya propiedad abandona su dueño,
como las monedas que se arrojan para que las haga suyas el primer ocupante.
No se presumen abandonadas por sus dueños las cosas que los navegantes
arrojan al mar para alijar la nave.” (Art. 640).
En la presente figura se debe tener en consideración que no deben existir
señales de pertenecer a una determinada persona, o que lleve a su paradero. Por
lo tanto, la ley determina que deben revestirse de abandono. Recordemos que
entre las facultades que tiene el propietario de un bien, se encuentra el
abandonar, pero debe ser evidente y claro, por ejemplo, la persona que deja en
un basurero una bicicleta, se entiende que se está liberando de ella por no
reportarle servicio o utilidad.
Por otro lado, la ley determina que el descubrimiento de un tesoro también es
considerado como invención o hallazgo, determinando que:
Código Civil (2015): “El descubrimiento de un tesoro es una especie de invención
o hallazgo.
Se llama tesoro la moneda o joyas, u otros efectos preciosos que, elaborados por
el hombre, han estado largo tiempo sepultados o escondidos sin que haya
memoria ni indicio de su dueño.” (Art. 641).
De conformidad a Luis Parraguéz Ruíz, manifiesta que:
“La Ocupación es un modo natural, elemental o más primitivo de adquirir, pues
históricamente está en el origen de todo dominio. Josernad, la destaca, con
razón, como “el modo originario por excelencia” y la define como “un medio de
adquirir una cosa apoderándose de ella voluntariamente, es decir, con intención
de convertirse efectivamente en su propietario, de suerte que la voluntad
unilateral crea entonces el derecho, el derecho más completo que existe.
Poniéndole encima la mano – como lo decía Pothier – nos convertimos en
dueños de la cosa”.
En consecuencia, para que tenga lugar este modo adquisitivo, esencialmente
originario, a título gratuito, inter vivos y a título singular, deben concurrir los
siguientes elementos:
1. Un elemento material: la aprehensión de la cosa
Es preciso que se produzca la aprehensión material de la cosa; es decir un acto
que haga ostensible el advenimiento del poderío del sujeto sobre ella. En otras
palabras, una toma de posesión, de donde resulta acertada la afirmación de
Guzmán Brito en el sentido de que la ocupación “es primordialmente una forma
de obtener la posesión, de que deriva el dominio como efecto automático”.
La aprehensión puede ser real, como sucede cuando una persona toma
efectivamente la cosa en sus manos, o bien presuntiva, en aquellos casos en los
que no existe ese apoderamiento material de la cosa pero se evidencian acciones
que hablan de la intención del sujeto de aprehenderla y adquirir su dominio.
2. Un elemento objetivo-jurídico: la apropiabilidad de la cosa:
La cosa aprehendida debe ser susceptible de ocupación. Tiene esta cualidad
aquellas corporales que no pertenecen a nadie –sine dominio- sea porque nunca
tuvieron dueño, res nullius, como los animales bravíos o salvaje, sea porque
fueron abandonados por su propietario (res direclictae). Se advierte, por otra
parte, que mediante la ocupación no puede adquirirse el dominio de los bienes
inmuebles, en consideración a que en el sistema nacional no existen inmuebles
que no pertenecen a nadie, pues, como ya se dijo, las tierras sin dueño particular
pertenecen al Estado.
La apropiabilidad debe entenderse en el sentido de que la adquisición no debe
estar prohibida por las leyes nacionales ni por el Derecho Internacional, lo que
nos indica que para ser susceptibles de ocupación, las cosas, además, deben ser
comerciables, lo que excluye a la mayor parte de los animales bravíos que o se
encuentran como especies protegidas o simplemente forman parte de la
biodiversidad que es un bien nacional de uso público y de la fauna silvestre, que
es de propiedad estatal.
3. Un elemento intencional
La aprehensión material de una cosa puede tener muchos significados y
finalidades, y no todos son idóneos para la adquisición del dominio. En efecto, el
comodatario y el arrendatario aprehenden la cosa que se les da en préstamo o
arrendamiento, sin que se hagan dueños de ellas por ocupación. Por
consiguiente, la ocupación requiere que el ocupante tenga el ánimo de adquirir la
propiedad de la cosa aprehendida, que la ocupe con el propósito, expreso o
presuntivo, de hacerse dueño de ella, elemento que deviene fundamental
aunque éste modo no se lo haya considerado en la descripción.
Su presencia hace dudar de que la ocupación sea simplemente un hecho jurídico,
como podría pensarse a primera vista dada su contextura tan elemental. Puesto
que se exige que el ocupante tenga el propósito de producir su efecto jurídico
propio – la adquisición del dominio -, este modo adquisitivo tiene algo de
negocio jurídico, de contornos particulares por cierto pues no consiste en una
declaración de demostración de voluntad. Se trataría entonces de una categoría
especial de negocio que la moderna doctrina –particularmente la italiana-
denomina negocio de voluntad o de actuación, porque se perfecciona con un
actuar del sujeto –la aprehensión de la cosa- sin que medie una declaración de
voluntad”.
Fuente: Luis Parraguéz Ruíz – El Régimen Jurídico de los Bienes.
Semana 5 Unidad 5. La accesión
5.1. Concepto
Revisemos lo que establece el Código Civil (2015) sobre la Accesión, el cual
manifiesta: “La accesión es un modo de adquirir por el cual el dueño de una cosa
pasa a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de
las cosas son frutos naturales o civiles.” (Art. 659).
De la definición legal, podemos rescatar que debe existir la presencia de un bien
principal y un bien accesorio, en el caso de los accesorios se entiende que es
todo lo que produce o lo que se junta al bien. Al hablar sobre lo que produce, se
refiere a los frutos naturales o civiles, y para un mejor entendimiento vamos a
ejemplificar:
Frutos naturales: Los que produce la misma naturaleza, ya sea con o sin ayuda
de las personas o de medios industriales. Ejemplo: Los frutos que produce un
árbol de naranjas.
Frutos civiles: Se consideran a los precios, pensiones o cánones de
arrendamiento, y los intereses de capitales exigibles, o impuesto a fondo
perdido. Ejemplo: Si una persona arrienda un departamento en $200 dólares
mensuales, el arrendador deberá cancelar un valor establecido por cada mes, y
dicho monto económico se considera un fruto civil.
De este modo, al hablar que la accesión se perfecciona sobre las cosas que
produce un bien, o sobre lo que se junta a ella, se manifiesta Holguín (2007),
manifestando que:
“La misma definición legal transparenta la realidad que ha sido puesta de relieve
por todos los comentaristas: que el concepto moderno de accesión abarca varias
figuras jurídicas bastantes disímiles entre sí: por un parte, la adquisición de los
frutos, y por otra parte la adquisición de cosas distintas que se unen. En el
primer caso, han visto algunos juristas como un movimiento de dentro hacia
afuera y en el segundo, precisamente lo contrario, algo que viene de fuera y se
une a la cosa principal.” (p.359).
Por otra parte, Parraguéz (2016) manifiesta que:
“Algunos autores han llegado a negar el carácter de modo de adquirir de la
accesión en general, para proponerla como una simple extensión del derecho de
la propiedad, porque, se afirma, cuando un apersona adquiere lo que produce
una cosa de propia (accesión discreta o de frutos), no hace sino realizar su
facultad de gozar de la cosa fructuaria que le pertenece; y en los casos de la
accesión auténtica o continua, es por efecto de su derecho de dominio que se
hace dueño de la cosa accesoria que se une a la suya, al amparo del aforismo
accesorium sequitur principales.” (313).
5.2. Clases de accesión
Eguiguren (2008), realiza un análisis sobre las clases de accesión, y determina:
Accesión Discreta o de Frutos: Tiene lugar cuando estos se producen y el dueño
de la cosa principal, es decir, la cosa productiva, se hace dueño de las
producidas, de los frutos o productos.
Frutos: Son todo aumento, incremento, acrecimiento, rendimiento o
multiplicación que se origina en la cosa productiva o principal y son de dos
clases: frutos naturales y frutos civiles.
Frutos Naturales: Proceden de la cosa de una manera natural, de acuerdo a la
naturaleza de la cosa productiva, como las plantas o las crías de los animales y
pueden ser pendientes, percibidos o consumidos.
Frutos Civiles: Son una ficción de fruto, pues no proceden de la naturaleza de la
cosa, se origina en el estado de la civilización que considera a ciertas cosas como
productoras de otras, aunque en realidad no lo son como el dinero. Los frutos
civiles pueden ser pendientes o percibidos.
Accesión de cosas que se juntan o Continua
Tiene lugar en tres casos:
1. Accesión de inmueble a otro inmueble;
2. Accesión de mueble a mueble; y,
3. Accesión de mueble a inmueble.
Accesión de inmueble a inmueble
En este tipo de accesión se encuentran siete casos:
1. Aluvión;
2. Avulsión;
3. Inundación;
4. Cambio de cause de un río;
5. Nuevas islas,
6. Caminos abandonados; y,
7. Caminos nuevos.
Accesión de mueble a mueble
En este tipo de accesión se presentan tres casos:
1. Adjunción;
2. Especificación
3. Mezcla
Accesión de mueble a inmueble:
Implica que el dueño de lo principal lo inmueble, se hará dueño de lo accesorio,
esto es, lo mueble. Un ejemplo es la acción de construir o edificar ya que cosas
muebles como los materiales de construcción, se junten a un inmueble, al
suelo.
LA ACCESIÓN (Lectura)
Apreciados estudiantes:
Me permito entregar un resumen sobre el modo de adquirir el dominio LA
ACCESIÓN:
Para entender el presente modo de adquirir el dominio debemos analizar la
definición que nos trae el Código Civil Ecuatoriano, que establece lo siguiente:
“La accesión en un modo de adquirir el dominio por el cual el dueño de una cosa pasa
a serlo de lo que ella produce, o de lo que se junta a ella. Los productos de las cosas
son frutos naturales o civiles.”
Por lo tanto, la accesión se puede realizar cuando:
1. El dueño de una cosa pasa a serlo de lo que ella produce, en este caso
estamos hablando sobre la accesión de frutos ya sean naturales o civiles; y,
2. El dueño de una cosa pasa a serlo de lo que se junta, es el tipo de accesión
que se perfecciona cuando una cosa se une a otra, por ejemplo, la
construcción de un edificio en terreno ajeno.
En el caso de los “frutos” existe una fuerte crítica realizada por Stolfi quien
menciona que los frutos “representan el producto de la cosa, y se adquieren no por
el derecho de accesión, sino por la natural aplicación del derecho de propiedad, que
sin ella resultaría inútil y perdería su facultad de goce que es su prerrogativa inicial.”;
pero debemos recordar que en el sistema jurídico ecuatoriano se considera
como un modo de adquirir el dominio conocido como la accesión.
Ahora bien, el Código Civil Ecuatoriano determina tres (3) formas de accesión
1. ACCESIÓN DE TIPO NATURAL: En este caso el Código Civil detalla 4
formas:
Por Aluvión: Caracterizado por el aumento que recibe la ribera del mar, río o
lago, por el lento e imperceptible retiro de las aguas.
Por Avulsión: Caracterizado por el movimiento de una parte de suelo que
por una avenida o fuerza natural sea ubicada en otro lugar diferente al de su
origen. En este caso el dueño originario puede recuperarlo durante el año
subsiguiente contado a partir del día del movimiento del suelo. En este caso
se debería entender que puede presentarse la figura de coexistencia de
derechos tanto del dueño del bien que se beneficia por la accesión o unión
del suelo, frente al derecho del dueño originario del suelo que ha sido
afectado o transportado por avulsión durante el año que la ley le permite
recuperarlo.
Por efectos producidos por el cambio de cauce de un río: Caracterizado por
el cambio del cauce del río que produce la aparición de nuevas tierras. El
cambio de cauce del río se puede producir por efecto de abrirse en dos
brazos o por cambio natural del cauce del río.
Por creación de nuevas islas: El presente caso puede considerarse como
norma sin aplicación, salvo casos especiales, debido a que en los artículos
609 (mar adyacente) y 612 (lagos, ríos y aguas de cauces naturales) son
considerados como bienes nacionales.
2. ACCESIÓN DE UN MUEBLE A UN INMUEBLE: El presente caso regula la
forma de solucionar cuando existe la unión de una cosa mueble con otra
inmueble (es importante que deban pertenecer a diferentes dueños, es decir
que la propiedad de las cosas muebles recaiga sobre una persona
determinada, y la propiedad de la cosa inmueble recaiga sobre una diferente
a la anterior), ya sea en el caso de la edificación o plantación en tierras
ajenas. Así mismo, en caso de poder separarse las cosas (mueble e inmueble)
sin ningún tipo de daño, no estaríamos frente a un caso de accesión; pero, si
su separación causa detrimento, habría que aplicar las reglas de la accesión.
3. ACCESIÓN DE UN MUEBLE A OTRO MUEBLE: Trata de la unión de cosas
netamente consideradas como muebles; por lo tanto, el Código Civil
determina diferentes modalidades, tales como:
La Adjunción: La característica especial de este tipo de adjunción es que las
cosas muebles deben pertenecer a diferentes dueños, que al momento de
poder unirse conservan la posibilidad de separarse sin causar daño a ninguna
de las dos cosas.
Mezcla: Se caracteriza por la unión de dos o más cosas sólidas o líquidas, que
deben pertenecer a diferentes dueños, y por el mismo hecho de su fusión o
mezcla pierden su esencia y no pueden ser separadas porque crean una
nueva cosa.
La especificación: Se caracteriza o perfecciona cuando una determinada
persona crea una nueva obra con bienes o materiales ajenos.
Para cada una de las modalidades descritas, ya sea adjunción, mezcla o
especificación, el Código Civil Ecuatoriano presenta las reglas que deben
aplicarse para encontrar una solución en cada caso.
Semana 6 Unidad 6. La tradición
6.1. Concepto
Revisemos la definición que nos entrega el Código Civil (2015), que determina lo
siguiente: “La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas, y consiste en
la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo, por una parte, la facultad e
intención de transferir el dominio, y por otra, la capacidad e intención de adquirirlo.
Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.” (Art. 686).
Entonces podemos observar que se destacan dos intervinientes, por un lado, el
tradente que es propietario del bien que llega a transferir el dominio, ya sea por
sí mismo, o mediante otra persona en su nombre; y, el adquiriente, que es la
persona que adquiere o recibe el dominio de un bien, y lo puede hacer de forma
personal, o por intermedio de cualquier persona que faculte a realizarlo.
Es relevante que la voluntad del tradente se encuentre presente y sea
manifestada para que se perfeccione, caso contrario podría acarrear nulidad;
pero, en caso de no haber la voluntad por parte del tradente, ésta se puede
ratificar a futuro, ya sea de forma expresa o tácita.
De esta forma, Holguín (2007) se manifiesta sobre esta forma de adquirir el
dominio, y determina que:
“En el acto de la tradición, aparece de inmediato que se entrecruzan una serie de
elementos, que son propios de todo acto humano: por una parte, está la
voluntad de transferir el dominio u otro derecho; por otra, la voluntad debe
exteriorizarse de alguna manera, esto sucede normalmente mediante la entrega
material de la cosa. Pero, a su vez la voluntad de transferir generalmente
dependerá de alguna cosa, muchas veces una obligación adquirida o que se
adquiere en el mismo momento, de dar una cosa. Finalmente, el negocio jurídico
de la transferencia de dominio no interesa exclusivamente a las dos partes en
acción, sino de alguna manera a toda la sociedad – si hay terceros interesados -,
y por ello requiere alguna formalidad para que sea patente a los demás, para que
conste y dé lugar a eventuales reclamaciones de otros interesados. Así se
conforman cuatro elementos de la tradición: voluntad, entrega material, causa y
solemnidades.” (p. 379).
Por otra parte, Parraguéz (2016), se manifiesta sobre la tradición, de la siguiente
forma:
“La tradición es sin duda el modo adquisitivo de mayor frecuencia pues está
presente en cada momento de nuestra cotidianidad. Ella nos hace dueños,
estemos o no conscientes de aquello, de todas las cosas grandes y pequeñas,
importantes e insignificantes, que compramos durante nuestra vida. Por otra
parte, se trata, como se verá, de una operación jurídica de amplio espectro, ya
que mediante ella se puede adquirir el dominio de una amplísima gama de bienes
(corporales e incorporales, muebles e inmuebles) y a distintos títulos (gratuitos y
onerosos). Estas circunstancias ponen de resalto su trascendencia, enriquecida
por una variedad de cuestiones técnico-jurídicas que la convierten en una figura
particularmente interesante”. (p. 332).
6.2. Características
Eguiguren (2008) manifiesta seis peculiaridades:
Modo derivativo: Que significa que el derecho de domino es derivativo o
traslativo, que se transfiere de una persona que ejercía el derecho de dominio,
hacía una persona nueva que es el adquiriente. A diferencia de los modos
originarios o constitutivos que nace el derecho de domino como es el caso de la
Ocupación.
Modo de adquirir otros derechos: Que significa que no solamente se puede
adquirir el dominio mediante la tradición, sino otros derechos reales como el
usufructo, hipoteca, entre otros. Y, se puede adquirir derechos personas como
los derechos del acreedor sobre el deudor, al momento de trasferir los derechos
sobre el título que respalda la obligación.
Modo de adquirir cosas singulares: Se refiere a las cosas singulares, por ejemplo,
una casa un carro, o un conjunto de cosas singulares, sin llegar al punto de
intentar transferir el dominio sobre un patrimonio, lo cual se encuentra prohibido
por las leyes ecuatorianas. Aunque Eguiguren manifiesta que, si una persona
vende todo su patrimonio, no se quedaría sin nada, sino que su patrimonio sería
el dinero recibido por la venta.
Modo convencional: Que nace de un convenio o acuerdo de las partes que
intervienen en el modo de adquirir el dominio denomina tradición.
Requiere que quien entrega sea dueño: Solamente el dueño ejerce el derecho de
dominio y puede disponer del bien, por ejemplo, venderlo. Entonces, si una
persona vende un bien que no es dueño, solamente transfiere los derechos que
ejercía sobre el bien, por ejemplo, el derecho de posesión, usufructo, usuario,
etc. Y, la persona que recibe o adquiere el bien de una persona que no es el
dueño, solamente se encuentra adquiriendo el derecho que el tradente ejercía
sobre el bien, más no el derecho de dominio.
Modo de extinguir las obligaciones: Las obligaciones que tiene tanto el tradente
como el adquiriente, son dar, hacer o no hacer. Por ejemplo, si el tradente vende
una propiedad, tiene la obligación de entregar, y el adquiriente tiene la
obligación de pagar su valor, por tanto, dar una cantidad de dinero previamente
establecida de común acuerdo. (p. 121-129).
6.3. Requisitos o elementos para la validez
Eguiguren (2008) determina que la tradición requiere de los siguientes
elementos para que se perfeccione su validez:
1. La presencia de tradente y adquirente: El tradente es quien entrega la cosa y
el adquirente quien recibe la cosa.
2. Consentimiento: Es necesario el consentimiento de ambas partes para que
coincidan en la tradición, así que el uno quiera entregar y el otro recibir,
coincidiendo ambas voluntades en la tradición.
3. El título: Consiste en la razón por la cual una persona entrega una cosa, por
la cual otra persona recibe una cosa; y,
4. Entrega recepción de la cosa: Implica la entrega del bien, empero la entrega
no es solo la acción de una persona de dejar de tener una cosa, sino la acción
de dos personas en la que la entrega que hace a una es correspondida por
otra persona que la recibe. (p. 129-163).
6.4. Vicios del consentimiento
Para que un acto que debe mediar la voluntad de las partes, sea válido, es
necesario que no se encuentre viciado; por tanto, es necesario diferenciar los
tipos de vicios del consentimiento, como lo son el error, la fuerza y el dolo.
Error: Primero, el error de derecho no llega a viciar el consentimiento, en cambio,
el error de hecho si llega a viciar el consentimiento. Los errores de hecho se
pueden presentar en la cosa o en la forma de transferir el dominio. Por ejemplo,
el tradente tiene la voluntad de vender su casa, pero el adquiriente entendió que
estaba comprando una finca.
Fuerza: La fuerza se considera un vicio de consentimiento cuando al ejecutarla,
obliga a una persona a prestar su voluntad, y no solamente debe ser fuerza
ejercida sobre el beneficiario, sino por cualquier persona que obligue a consentir
sobre un acto específico. Por ejemplo, el abuelo que se encuentra obligado a
donar una cantidad de dinero a su nieto, tras haber sido golpeado en repetidas
ocasiones; y,
Dolo: El dolo no vicia el consentimiento sino cuando es obra de una de las
partes, y cuando, además, aparece claramente que sin él no hubieran contratado.
Por tanto, es premeditado para ejercer una acción con la intención de causar un
daño.
Para mayor claridad, Usted debe revisar el Código Civil, desde el artículo 1467 al
1475.
SEGUNDO BIMESTRE
SEMANA 9
Unidad 7. Defensa Jurídica Reivindicación
7.1. Concepto
Vamos a revisar el Código Civil (2015), el mismo que determina que: “La
reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular,
de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela. Por lo expuesto se deduce que esta acción se la ejecuta frente a un
hecho fáctico, la cual es la carencia o falta de posesión por parte del dueño y la
posesión de la cosa por quien no tiene el derecho.” (Art. 933).
Sobre la reivindicación Eguiguren, G (2008), expresa:
“Como acción, la Reivindicación supone el medio para hacer efectivo un
derecho, si se quiere, el recurso para ejercerlo, para hacerlo expedito, si
eventualmente por la interposición de la pretensión de otro sujeto no es posible
usar, gozar y disponer de la cosa por no tenerla en su poder. La protección del
ordenamiento jurídico al derecho reconocido por el mismo se hace efectiva con
la intervención de los jueces y su poder sobre las personas y las cosas que
impiden el efectivo ejercicio del derecho conculcado o enervado por la acción de
otra persona.” (p.324).
Se debe tener en consideración que la acción de reivindicación opera sobre
cosas corporales sean muebles o inmuebles, a los derechos reales y a la cuota de
una cosa pro indivisa, se exceptúan por obvias razones las cosas incorporales o
derechos personales en tanto siempre y cuando una ley especial no haya
concedido la acción, el derecho de herencia y las cosas muebles que son
adquiridas en lugares públicos.
Como un requisito indispensable para que proceda la reivindicación tanto la
doctrina como la jurisprudencia han determinado que se requiere de la
singularización de la cosa que se va a reivindicar.
En cuanto a los sujetos que intervienen en esta figura podemos señalar al titular
de la acción denominado reivindicador quien es el dueño de la cosa y debe
probar el dominio, y pese a que el demandado alegue tener la calidad de dueño.
La acción le corresponde al dueño así nunca haya estado en posesión, ya sea que
tenga el dominio pleno, sea sin limitaciones o limitado.
El poseedor regular quién está y pretende ganar la cosa por prescripción. Hay
que tener muy claro que la acción reivindicatoria debe dirigirse contra el
poseedor, que es quien tiene la cosa en su poder.
Así mismo, el legítimo propietario se encuentra facultado a demandar al actual y
antiguo poseedor:
7.2. Requisitos fundamentales
El reivindicante sea dueño del bien o cuota que se reivindica: Es importante que
quien impulsa la acción reivindicatoria se encuentre legitimado para hacerlo, es
decir, que sea el legítimo propietario y que pueda demostrarlo en el proceso
judicial, caso contrario, no tendría razón la acción reivindicatoria.
Por lo tanto, puede reivindicar quien ejerce la propiedad plena o nuda, absoluta
o fiduciaria de la cosa.
Que el dueño haya perdido la posesión del bien: Es importante que la acción
reivindicatoria se fundamente en la pérdida de la posesión; recordemos que no
se plantea sobre el dominio, sino solamente sobre el derecho de posesión que se
encuentra en manos de una tercera persona ajena al legítimo propietario. Por
otro lado, el derecho de dominio se podrá plantear como pretensión cuando el
demandado solicite la prescripción adquisitiva de dominio.
Identidad del bien: El bien objeto de reivindicación debe encontrarse
debidamente identificado y singularizado para evitar confusiones en el proceso
judicial.
7.3. Los bienes objeto de la reivindicación
Eguiguren (2008), determina lo siguiente:
“La reivindicación está limitada a las cosas corporales, sean estos muebles o
inmuebles, a los demás derechos reales y a la cuota de una cosa pro indivisa. Se
exceptúan, por tanto, las cosas incorporales o derechos personales en tanto una
ley especial no haya concedido la acción, el derecho de herencia y las cosas
muebles adquiridas en lugares públicos.” (p. 324-328).
7.4. Derechos del actor y demandado
El actor tiene el derecho a demandar la reivindicación del bien (posesión); pero,
el demandado o actual poseedor tiene derecho a conservar la posesión de bien
hasta que un juez resuelva el caso.
Pero, si el poseedor pierde, tiene ciertas cargas y obligaciones:
Si es considerado poseedor de mala fe, procede lo siguiente:
1. Restituir el bien.
2. Pagar gastos de secuestro, en caso de bienes muebles.
3. Pagar deterioros.
4. Restituir frutos naturales/civiles.
5. Pedir devolución de expensas necesarias. Defensa judicial.
6. No devolución de mejoras voluptuarias.
Si es considerado poseedor de buena fe, procede lo siguiente:
1. Restituir el bien.
2. Pagar gastos de secuestro, en caso de bienes muebles.
3. No Responsable de deterioros.
4. No restituye frutos antes hasta antes de la citación.
5. Devolución de lo que aumente el valor de la cosa hasta citación.
6. No devolución de mejoras voluptuarias.
¿Qué cosas se pueden reivindicar?: Desde el artículo 934 al 936.
¿Quién puede reivindicar?: Desde el artículo 937 y 938.
¿Contra quién se puede reivindicar? Desde el artículo 939 al 947.
ANUNCIO 1 - LA REIVINDICACIÓN
El propietario o titular de un determinado bien, tiene toda la facultad para buscar
mediante la vía judicial que se otorgue la posesión de su propiedad; y, la acción
reivindicatoria recaerá sobre la persona que actualmente se encuentre gozando
del bien o que se encuentre ejerciendo el derecho de posesión.
Para que la acción reivindicatoria proceda, el propietario o titular del bien debió
haber sido desplazado o desposeído ilegalmente, lo cual no le permite ejercer su
derecho de amo, señor y dueño.
Según Barbero, el no uso del derecho de posesión es la más grave violación del
derecho de propiedad; por lo tanto, ninguna persona puede desmembrar el
ejercicio real y total de propietario de un bien. Es decir, no se puede separar el
derecho de dominio y de posesión.
El derecho de propiedad se puede alterar solamente cuando la ley expresamente
lo determine, como es el caso de expropiación para declaración de utilidad
pública, lo cual conlleva una justa indemnización al propietario.
Es así que el artículo 933 del Código Civil Ecuatoriano determina lo siguiente: “La
reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular,
de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituírsela”.
Por lo tanto, para que el real propietario pueda interponer la acción de dominio o
reivindicación, es necesario demostrar o probar su calidad de propietario,
mediante la presentación de un título justo. El probar ser el real propietario del
bien se denomina sustentar su legitimación activa, lo cual le permite desvirtuar el
derecho de dominio que se encuentra ejerciendo una tercera persona ajena al
propietario.
Debemos de tener muy en claro, que en la acción reivindicatoria es necesario
probar ser el propietario de un bien, pero el juez en el proceso judicial no busca
declarar el dominio de la propiedad, sino solamente restituir el bien a quien
demuestre ser su dueño.
Ruz Lártiga, determina lo siguiente: “pues el actor no pretende una declaración
de dominio sino un simple reconocimiento, a fin de que el poseedor sea
condenado a restituirle la cosa”.
Finalmente, para que procesa la acción reivindicatoria, se debe cumplir con los
siguientes elementos:
1. Que la acción sea impulsada por el propietario, titulares de derechos reales
y/o poseedores regulares.
2. El bien objeto de la reivindicación debe ser individualizado y determinado
para evitar una confusión en el proceso judicial.
3. La ley debe permitir la reivindicación del objeto en disputa; y,
4. La acción de dominio debe presentarse contra quien se encuentra ejerciendo
el derecho de posesión.
LA REIVINDICACIÓN (2)
La persona que demuestra ser el legítimo propietario de un determinado bien,
tiene la facultad de proteger la posesión de los bienes que conforman su
patrimonio mediante la vía judicial, y podrá presentar la acción reivindicatoria
contra cualquier persona (actual poseedor) que atente contra el derecho de
posesión del propietario.
Recordemos que el derecho de dominio otorga a su legítimo propietario las
facultades de uso, goce, disfrute y disposición; pero, al existir un poseedor de
buena o mala fe en posesión de un bien que le pertenece a otra persona, éste
poseedor se apropia de las facultades de uso, goce y disfrute, quedando a favor
del propietario el derecho de disposición. Si el poseedor quisiera ejercer la
facultad de disposición, solamente podrá enajenar el derecho de posesión, más
no el dominio del bien.
El Art. 933 del Código Civil define a la acción reivindicatoria de la siguiente
forma:
“La reivindicación o acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular,
de que no está en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituirsela.” (Código Civil, 2005)
Definición que es observada por Luis Parraguéz Ruíz, quien manifiesta: “Esta es
la acción reivindicatoria, que el artículo 933 denomina también acción de dominio,
calificativo inadecuado porque la vindicatio rei no persigue propiamente la
declaratoria de dominio sobre una osa determinada, sino, con fundamento en el
dominio, la recuperación de la posesión perdida, como claramente la definición del
mismo artículo 933: es la que tiene el dueño de una cosa singular de que no está en
posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituírsela.” (Parraguéz, L,
2016).
De la definición presentado por el Código Civil, debemos entender que la acción
reivindicatoria solamente la puede interponer el “dueño” o legítimo propietario
del bien, calidad que debe ser sustentada y demostrada, en contra del actual
poseedor.
En el proceso judicial, el legítimo propietario del bien sería el actor o
demandante y el actual poseedor sería el demandado.
Entonces, la pretensión principal de la acción reivindicatoria sería recuperar la
posesión y entregarla a su legítimo propietario, salvo que el demandado o actual
poseedor contrademande al actor y solicite la prescripción adquisitiva de
dominio por el transcurso del tiempo (modo de adquirir el dominio). En éste caso,
el administrador de justicia deberá ir más allá de resolver sobre la posesión y
resolver sobre el derecho de dominio, ya sea continuando el derecho de dominio
a favor del actor u otorgando el derecho de dominio a favor del poseedor, de
conformidad a las pruebas aportadas en el proceso judicial.
Los elementos que se deben tener en consideración en la acción reivindicatoria
son los siguientes:
PRIMER ELEMENTO: Que el bien que se encuentra en poder de un poseedor
que se pueda reivindicar, para lo cual, nos ayuda a clarificar el artículo 934 del
Código Civil, que determina que se puede reivindicar las cosas corporales, raíces
y muebles. Salvo cuando las cosas muebles han sido adquiridas en una feria,
tienda, almacén u otro similar, para lo cual, el poseedor, podrá restituir el bien
cuando se reembolse el valor pagado por el bien, y por gastos de reparación y
mejora.
Así mismo, se debe tener en consideración que el bien o derecho se debe
encontrar debidamente singularizado, identificado o determinado para evitar
errores en cuanto a la pretensión que se plantea ante el administrador de
justicia.
El artículo 935 del CC, determina que los otros derechos reales pueden
reivindicarse como el dominio, exceptuando al derecho de herencia por existir la
acción de petición de herencia. En el presente caso, bien podría ejercer la acción
reivindicatoria el usufructuario, usuario y habitador para recuperar la posesión
del derecho que le corresponde y que se encuentra en poder de otra persona.
Y, finalmente el 936 del CC, hace mención a la reivindicación de la cuota
determinada proindiviso de una cosa singular, cuando existe un bien con 2 o más
copropietarios.
SEGUNDO ELEMENTO: Que sea impulsada por el legítimo propietario del bien,
logrando demostrar que ejerce la titularidad de dominio del bien objeto del
proceso judicial, tal como lo determina el 933 del Código Civil.
De esta forma, los artículos 937 y 938 del Código Civil, determinan quien puede
interponen una acción reivindicatoria:
“Art. 937.- La acción reivindicatoria o de dominio corresponde al que tiene la
propiedad plena o nuda, absoluta o fiduciaria de la cosa.”. (Código Civil, 2005)
Sobre la presente consideración, Luis Parraguéz Ruíz manifiesta:
En relación al propietario pleno o perfecto: “… el titular por excelencia de la acción
reivindicatoria es el propietario irrevocable y pleno; es decir, aquel cuyo dominio no
está sujeto a resolverse por causa de un fideicomiso, ni ha sido restringido por la
constitución de un usufructo.”. (Parraguéz, L, 2016)
De igual forma pueden plantear una acción reivindicatoria al propietario
fiduciario en defensa de la propiedad resoluble y al nudo propietario del bien que
tiene constituido un usufructo a favor de otra persona. Y, en el caso del
copropietario, que puede interponer la acción reivindicatoria por la cuota
determinada del bien que le corresponde.
“Art. 938.- Se concede la misma acción, aunque no se pruebe dominio, al que ha
perdido la posesión regular de la cosa, y se hallaba en el caso de poderla ganar por
prescripción.
Pero no valdrá, ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor
derecho.”. (Código Civil, 2005)
En lo establecido en el Artículo 938, se conoce como acción publiciana y se
concede la acción al poseedor regular, por las condiciones que le podrían
permitir adquirir el dominio mediante la figura de la prescripción, pero ha sido
privado de la posesión de forma ilegítima.
Para que la acción publiciana se pueda interponer, debe ser impulsada por un
poseedor regular o de buena fe, que proceda de justo título y que sea
presentada contra un poseedor que no tenga igual derecho, lo que nos lleva a
una sola opción, se dirige contra el poseedor de mala fe o irregular.
TERCER ELEMENTO: La acción reivindicatoria se debe plantear contra el actual
poseedor del bien, ya sea que se considere un poseedor regular o irregular. En
caso de no tener conocimiento o información del poseedor, se puede pedir la
comparecencia del mero tenedor para que otorgue dicha información, lo cual se
puede lograr mediante una diligencia preparatoria que se practica antes del
proceso judicial.
Espero que la información les sea de ayuda para comprender la acción
reivindicatoria.
Saludos cordiales.
Bibliografía:
Código Civil Ecuatoriano (2005). Corporación de estudios y publicaciones. Quito –
Ecuador.
Parraguéz, L. (2016). El Régimen jurídico de los bienes. Ediciones Iuris Dictio. Quito –
Ecuador.
SEMANA 10
Unidad 8. Limitaciones al Dominio - Propiedad
fiduciaria
8.1. Breves nociones de las limitaciones del dominio
El derecho de dominio le corresponde al propietario, pero con el objeto de poder
constituir beneficios sobre en favor de una persona o personas distintas, la
normativa permite extraer ciertas facultades del derecho de dominio para
entregárselas a otra persona.
Es así que Eguiguren (2008), manifiesta que:
“El Derecho de Dominio o propiedad tiene las características, alcance y
facultades que ya han sido estudiadas, pero no siempre lo encontramos íntegro,
completo, sino que frecuentemente tales caracteres y facultades han sido
modificadas, generalmente restringiendo al derecho. Y es que estas
modificaciones pueden volverlo más útil, más versátil y mejor adaptado a las
necesidades de su titular o de terceros.” (p. 247).
Por su parte Holguín (2007), determina que: “El dominio o propiedad es el
derecho real más amplio y de mayor contenido y, por lo mismo, admite ciertas
desmembraciones o limitaciones, que lo modifican profundamente y dan origen a
nuevos y distintos derechos reales.” (p. 525)
De este modo entonces las limitaciones al dominio son:
1. Propiedad Fiduciaria,
2. Usufructo.
3. Uso y Habitación.
4. Patrimonio Familiar; y,
5. Servidumbres.
8.2. Concepto de Propiedad Fiduciaria
Revisemos lo establecido en el Código Civil (2015), que determina:
“Se llama propiedad fiduciaria la que está sujeta al gravamen de pasar a otra
persona, por el hecho de verificarse una condición.
La constitución de la propiedad fiduciaria se llama fideicomiso.
Este nombre se da también a la cosa constituida en propiedad fiduciaria.
La traslación de la propiedad a la persona en cuyo favor se ha constituido el
fideicomiso, se llama restitución.” (Art. 748).
Entonces debemos entender que es importante que exista un constituyente que
bajo su voluntad crea la propiedad fiduciaria, creando un nuevo derecho real
sobre la propiedad, derecho denominado Propiedad Fiduciaria; por tanto, al
momento de crear el fideicomiso, el fiduciario se convierte en el nuevo
propietario de bien, pero con el peso del gravamen.
En cuanto a la condición, se considera como aleatorio, debido a que el
beneficiario debe cumplirla, y su cumplimiento puede suceder, como no
suceder. Pero, que la norma determina que tendrá un plazo de 15 años para
cumplir la condición, caso contrario será declarada como fallida.
Extinción de la propiedad fiduciaria:
1. Por restitución.
2. Por la resolución del derecho de su autor, como cuando se ha constituido el
fideicomiso sobre una cosa que se ha comprado con pacto de retroventa, y
se verifica esta.
3. Por destrucción de la cosa.
4. Por renuncia de los fideicomisarios, salvo derechos de los sustitutos.
5. Por no cumplirse la condición en el tiempo hábil.
6. Por confundirse la calidad de único fideicomisario con único fiduciario.
Terminología usada en la propiedad fiduciaria:
1. Su constitución: Se denomina fideicomiso.
2. El objeto (bien) de constitución: Se denomina fideicomiso.
3. La traslación: Restitución.
Solemnidad en la constitución:
1. Solamente se puede constituir por acto entre vivos.
2. Debe realizarse por instrumento público (Notaría), en el caso de un
fideicomiso sobre un bien inmueble, debe inscribirse en el Registro de la
Propiedad.
3. Y, también puede ser por acto testamentario.
8.3. El constituyente o fideicomitente
El constituyente o fideicomitente es la persona que constituye el fideicomiso, (la
constitución debe ser de forma voluntaria, no debe encontrase viciado por los
vicios del consentimiento que ya los hemos analizado en las unidades
anteriores).
Al momento de constituir el fideicomiso, determina la condición que debe
cumplir el fideicomisario o beneficiario.
Así también, es la persona de designar el Propietario fiduciario a quien transmite
la propiedad fiduciaria de los bienes.
8.4. El fiduciario (Propietario fiduciario)
Es la persona de confianza designada por el constituyente o fideicomitentes, con
la finalidad de convertirlo en propietario del bien, pero en calidad de propietario
fiduciario, es decir, sus funciones las ejerce sobre una propiedad resoluble, que,
al momento de cumplirse la condición, se encuentra obligado a restituir.
El constituyente se encuentra facultado a designar uno o varios fiduciarios.
Derechos y cargas del propietario fiduciario:
No está obligado a prestar caución, salvo disposición de juez.
Obligado a expensas de conservación.
Pago de deudas e hipotecas.
Luego de la restitución puede pedir la devolución de lo invertido, teniendo en
cuenta.
Obras como diques, puentes, paredes al valor del día de restitución.
Hipotecas o juicios: Se rebajará una décima parte por año, pasados los 10
años no se deberá.
Entonces al propietario fiduciario se lo considera como un legítimo propietario
del fideicomiso, salvo el caso de lo establecido en el artículo 762, que determina
lo siguiente:
“Si se dispusiere que mientras pende la condición se reserven los frutos para la
persona que, en virtud de cumplirse o de faltar la condición, adquiera la
propiedad absoluta, el que haya de administrar los bienes será un tenedor
fiduciario que sólo tendrá las facultades de los curadores de bienes.”
8.5. El fideicomisario (Beneficiario)
Es la persona beneficiaria de la constitución del fideicomiso y que debe cumplir
con la condición establecida por el fideicomitente. Por lo tanto, mientras no se
cumpla con la condición, solamente tendrá la mera expectativa de adquirir la
propiedad; por tanto, debemos recordar que la mera expectativa no constituye
derecho.
Holguín (2007), determina que: el fideicomisario debe existir al momento en que
se cumpla la condición, para poder recibir la propiedad. Se restituirá la propiedad
solamente si existe el fideicomisario en ese momento, ya que no se puede
trasladar la propiedad a un sujeto inexistente. El vivir al momento del
cumplimiento de la condición es indispensable y hasta ese momento, el
fideicomisario no tiene ningún derecho real, sino meras expectativas: puede
llegar a ser propietario, o no serlo nunca. (p. 528).
El constituyente se encuentra facultado a designar uno o varios fideicomisarios.
Por lo tanto, en esta figura jurídica de limitación del dominio, se presentan los
siguientes intervinientes:
1. Fideicomitente: La persona que constituye el fideicomiso.
2. Fiduciario: La persona que recibe el fideicomiso, para que pueda
cuidar del bien hasta que pase a manos del beneficiario del
fideicomiso.
3. Fideicomisario: Persona a favor de quien se constituye el fideicomiso
y que, de cumplir la condición impuesta por el fideicomitente,
acrecería su patrimonio con la restitución del fideicomiso.
Para constituir un fideicomiso, se debe cumplir con las formalidades previstas en
la ley, tales como:
Se puede constituir por acto entre vivos; y,
Se puede constituir por acto testamentario.
En los 2 casos detallados en líneas anteriores, es necesario reducir la voluntad del
fideicomitente a escrito, en el caso de acto entre vivos se debe realizar mediante un
instrumento público; y, en el otro caso, mediante la solemnidad de un testamento.
Entonces, se requiere de un contrato en el que intervienen el constituyente y el
propietario fiduciario, y necesariamente debe elevarse a instrumento público
ante una notaría, no basta el acuerdo privado. Y, de igual forma cuando se
requiere realizar mediante acto testamentario. Y, cuando la constitución de un
fideicomiso recae sobre un bien inmueble, es un requisito indispensable la
inscripción del mismo en el Registro de la Propiedad del lugar en que se
encuentra ubicado el bien. El presente registro permite evidenciar el traspaso del
dominio de la propiedad fiduciaria desde el constituyente hacía el propietario
fiduciario.
Y, en cuanto a la condición, esta será futura e incierta, pero debe ser posible de
cumplirse por parte del fideicomisario. Por ello, el Código Civil realiza una
clasificación entre condición positiva y condición negativa, determinando lo
siguiente:
Art. 1491:
“La condición positiva debe ser física y moralmente posible.
Es físicamente imposible la contraria a las leyes de la naturaleza física; y
moralmente imposible, la que consiste en un hecho prohibido por las leyes, o es
opuesta a las buenas costumbres o al orden público.
Se mirarán también como imposibles las que están concebidas en términos
ininteligibles.”
Art. 1492:
“Si la condición es negativa de una cosa físicamente imposible, la obligación es
pura y simple. Si consiste en que el acreedor se abstenga de un hecho inmoral o
prohibido, vicia la disposición.”
En cuanto al bien, el mismo Código Civil determina, cuáles son las cosas sobre las
cuales se puede constituir un fideicomiso, determinándolo en su Art. 749:
“No puede constituirse fideicomiso, sino sobre la totalidad de una herencia, o sobre
una cuota determinada de ella, o sobre uno o más cuerpos ciertos.”
Al determinar la norma “sobre uno o más cuerpos ciertos”, esto incluye a los
bienes muebles e inmuebles.
También, Parraguéz Ruíz determina que se debe tener en consideración las
solemnidades que se deben tener en cuenta, tales como el Art. 750 del Código
Civil:
“Los fideicomisos no pueden constituirse sino por acto entre vivos, otorgado en
instrumento público, o por acto testamentario.
La constitución de todo fideicomiso que comprenda o comprometa un inmueble,
deberá inscribirse en el competente registr
Vamos a presentar un ejemplo:
“Jorge Luis constituye un fideicomiso mediante testamento, en el cual se
determina que Jorge Luis deja una casa a nombre de su hermano Miguel Andrés,
para que pase a nombre de su hijo José Martín, cuando obtenga el título de
Médico.”
En el ejemplo descrito se tiene los siguientes intervinientes:
Jorge Luis: Fideicomitente.
Miguel Andrés: Fiduciario
José Martín: Fideicomisario
La casa: Fideicomiso.
Extinción del Fideicomiso:
De conformidad al artículo 776 del Código Civil, se extingue de las siguientes
formas:
1. Por la restitución:Se trata de la traslación del derecho de dominio
desde el propietario fiduciario hacia el fideicomisario, por el hecho de
cumplirse con la condición creada por el constituyente.
2. Por la resolución del derecho de su autor (constituyente):El presente
caso se presenta cuando el fideicomiso se ha constituido sobre un
bien que el constituyente adquirió mediante “pacto de retroventa” (es
la venta que una persona realiza a la persona que se la vendió
anteriormente, mediante la cual una parte recupera el bien y la otra
recupera el dinero). Por tanto, si la anterior persona, recupera el bien,
por lógica debe desaparecer el fideicomiso, porque el constituyente
pierde el derecho de dominio sobre la propiedad constituida en
fideicomiso.
3. Destrucción del fideicomiso:Siempre que la destrucción sea total. Su
la destrucción es parcial, el fideicomiso continúa sobre dicha parte.
4. Renuncia del fideicomisario:Siempre que no exista un sustituto, se
llega a extinguir el fideicomiso.
5. Por faltar la condición o no haberse cumplido:Cuando no se cumple la
condición en el plazo establecido de 15 años.
6. Confusión entre las calidades de fiduciario y fideicomisario:Cuando la
misma persona tiene el cargo de fiduciario y fideicomisario.
Recordemos que el objeto de nuestro estudio es el Fideicomiso Civil, que tiene
una notable diferencia con el Fideicomiso Mercantil.
En el caso del Fideicomiso Mercantil, éste se regula por la Ley de Mercado de
Valores.
Nota especial: Recordemos lo que establece el artículo 751 del Código Civil
Ecuatoriano: “Una misma propiedad puede constituirse en usufructo a favor de
una persona, y en fideicomiso en favor de otra.”. Es decir, el presente caso puede
coexistir el derecho de dominio a favor del propietario fiduciario, y el derecho de
usufructo a favor del beneficiario usufructuario.
Al hablar de propiedad fiduciaria, estamos hablando de una propiedad plena,
solamente que no se reviste de la esencia de perpetuidad, sino que solamente
durará hasta el momento en que se cumple la condición o cumplimiento por
parte del fideicomisario.
Semana 11
Unidad 9. Derecho de Usufructo
9.1. Concepto
Revisemos la definición que nos entrega el Código Civil (2015), el cual
determina:
“El derecho de usufructo es un derecho real que consiste en la facultad de gozar
de una cosa, con cargo de conservar su forma y sustancia, y de restituirla a su
dueño, si la cosa no es fungible; o con cargo de devolver igual cantidad y calidad
del mismo género, o de pagar su valor, si la cosa es fungible.” (Art. 778).
Como se podrá observar en el derecho positivo, se establece que el usufructo
consiste en gozar de un acosa ajena, es decir, no se puede constituir un
usufructo sobre bienes propios y en beneficio del mismo dueño, debido a que no
tendría lógica porque el derecho de dominio como tal, ya otorga los derechos de
uso, goce, disfrute y disposición del bien. Además, tras la terminación del plazo o
condición bajo el cual se ha establecido el usufructo, el usufructuario debe
restituir el bien, pero en caso de haber fallecido el usufructuario, dicha
obligación se transmite a sus legítimos herederos. Por otro lado, también se
determina que se debe conservar la forma y sustancia del bien, lo cual es
aplicable en los bienes no fungibles, es decir, aquellos bienes que no se
consumen con su primer uso; y, no es posible aplicar dicha condición sobre las
cosas fungibles, debido a que se llegan a consumir o destruir con su uso, pero en
este caso, se puede devolver igual calidad, cantidad, género, peso o pagar el
valor económico de los bienes.
9.2. Características
1. Derecho real: Se considera un derecho real debido a que se constituye sobre
bienes, ya sean muebles e inmuebles.
2. Derecho de uso: Permite el uso del bien al beneficiario o usufructuario.
3. Derecho de goce: Significa que adicional a los servicios y beneficios que
presta el bien, el usufructuario se beneficia de los frutos civiles y naturales.
4. Limitación de dominio: Extrae el uso, goce y disfrute del bien, para ser
entregado a una persona diferente del dueño. Por tanto. El propietario sigue
ejerciendo el derecho de disposición como legítimo dueño.
5. Coexistencia de derechos: Nudo Propietario y usufructuario.
6. Se sujeta a un plazo: No podrá ser mayor a la vida del usufructuario o de
máximo 30 años a favor de personas jurídicas. No es indefinida en el tiempo.
7. Intransferible por causa de muerte: No se puede transmitir porque se atenta
al derecho de dominio del propietario.
9.3. Derechos coexistentes
Los derechos coexistentes que se presentan en el usufructo son el derecho del
nudo propietario y el derecho del usufructuario; y, cada quien podrá presentar
acciones legales para defender sus derechos.
Recordemos que el nudo propietario es la persona que tiene la nuda propiedad
del bien constituido en usufructo, lo que significa que tiene todo el derecho de
seguir siendo el dueño del bien, pero de forma limitada, ya que no puede usar,
gozar y disfrutar del bien, por haber sido extraídos y entregados al usufructuario.
Pero, la extracción de los derechos, tiene una duración limitada, esto significa
que no puede ser indefinido el ejercicio del derecho de usufructo.
9.4. Constitución
La constitución del usufructo se puede realizar de las siguientes formas:
1. Por la ley, como el del padre de familia sobre ciertos bienes del hijo;
2. Por testamento;
3. Por donación, venta u otro acto entre vivos; y,
4. Se puede también adquirir un usufructo por prescripción.
9.5. Solemnidades
Se debe realizar mediante instrumento público, y cuando se trate de bienes
inmuebles, se debe inscribir en el Registro de la Propiedad.
9.6. Prohibiciones
El nudo propietario no podrá interrumpir el goce del bien en beneficio del
usufructuario, debido a que acarrean daños y perjuicios que den ser subsanados.
9.7. Limitaciones
Entre las limitaciones se encuentra que, el nudo propietario debe:
Pagar las mejoras de conformidad al Código Civil.
Respetar el usufructo constituido sobre su propiedad.
9.8. Beneficiarios
Los beneficiarios deben gozar del bien de conformidad a lo establecido en la Ley,
pero deberán conservar el bien para restituirlo al nudo propietario una vez que
se ha terminado el usufructo.
9.9. Obligaciones del usufructuario
1. Realizar inventario, para verificar el estado del bien, o calidad, cantidad,
género o peso de las cosas fungibles.
2. Rendir caución como garantía sobre el cuidado del bien, pero puede ser
exonerado por el constituyente del usufructo o por el nudo propietario.
Pero, se exonera de forma obligatoria cuando el constituyente se reserva el
derecho de usufructo, o cuando se ejerce el derecho de usufructo sobre los
bienes del hijo. Para su compresión puede revisar el art. 31 del Código Civil
para analizar el significado de caución.
3. Debe recibir el bien en el estado que se encuentre.
4. Respetar las obligaciones contraídas con anterioridad a la constitución del
usufructo.
5. Conservar la forma y sustancia del bien para luego de terminado el
usufructo, se proceda con la restitución, esto significa que el bien debe
seguir siendo funcional.
6. Ser diligente con el bien, es decir administrar y cuidar el bien como buen
padre de familia, es decir, como si fuera de su propiedad.
7. Pagar gastos de conservación y cultivo.
8. Pagar cargas periódicas.
9. Restituir el bien.
9.10. Facultades que tiene el usufructuario
1. Usar la cosa: Aprovechamiento del bien (beneficios y servicios), de
conformidad a su naturaleza. Casa = Morar en ella.
2. Gozar de la cosa: Corresponde al uso. Puede arrendar la casa (no habita,
pero percibe el valor de arriendo).
3. Administrar el bien: Administrar para percibir los frutos civiles y naturales.
4. Gravar el usufructo: Puede hipotecar su derecho de usufructo, pero no el
bien. Si es mueble, puede prendarla o empeñarla solo cuando fuera no
fungible.
5. Cesión de usufructo: El usufructuario puede ceder, enajenar, vender, donar,
transmitir su derecho a un tercero. El usufructo es intransmisible por
testamento o abintestato.
6. Defensa jurídica: Puede defender su derecho de usufructuario.
9.11. Extinción del usufructo
1. Por cumplimiento del plazo o condición.
2. Por la muerte del usufructuario. Aun si fallece antes del cumplimiento del
plazo.
3. Por la resolución del constituyente (Ejemplo: Se ha constituido sobre
propiedad fiduciaria, y se debe proceder a la restitución)
4. Cuando se confunde el nudo propietario con el usufructuario en una sola
persona. (El nudo propietario compra el derecho de usufructo).
5. Prescripción, si no se ejerce, puede ser adquirido por otra persona.
6. Por la destrucción del bien.
7. Por sentencia/decisión judicial por incumplimiento del usufructuario.