Rubén Garcia Lopez - Fragmento/Política/Representación
Rubén Garcia Lopez - Fragmento/Política/Representación
RESUMEN
Pieza clave del cine independiente español del tardofranquismo, Contactos es uno de los filmes
españoles más rigurosos en su articulación de las relaciones entre forma cinematográfica e ideología,
entendidas desde un punto de vista acorde con el materialismo propugnado por los Cahiers du Ciné-
ma de la época. Se considera aquí esta relación, así como la también existente con el pensamiento
del escultor Jorge Oteiza, atendiendo principalmente a los elementos que separan el filme de Paulino
Viota de los mismos. Principalmente, para ello se recurrirá tanto a las reflexiones de Raúl Ruiz sobre
la dialéctica fascinación/distanciamiento, así como al análisis de la otra dialéctica existente en el film
entre fragmento y sinécdoque, central para la comprensión de un dispositivo que se comprende al
mismo tiempo como ruptura de la representación y como representación ideológicamente determina-
da, inmersión tan sensorial como intelectual que logra evidenciar en sus mecanismos las prohibiciones
políticas de tipo estético que determinaban profundamente la producción cinematográfica del periodo.
ABSTRACT
A seminal work in independent Spanish cinema of the late Franco years, Contactos is one of the
most rigorous Spanish films in articulating the relations between ideology and cinematic form, unders-
tood in terms of the aesthetic and political materialism of the Cahiers du Cinéma of the time. That
relationship is considered here, in addition to links with the thinking of the sculptor Jorge Oteiza, with
the main focus being on the aspects that make Viota’s film differ from these points of reference. Raúl
Ruiz’s thoughts on the dialectics between fascination and distancing are considered and an analysis
provided of the film’s other dialectics between fragment and synecdoche. This is a topic central to
the understanding of a film that is, at the same time, a fracture of representation and an ideologically
determined representation, an immersion as sensorial as it is intellectual, which reveals in its formal
mechanisms political prohibitions of an aesthetic nature that profoundly influenced cinematic pro-
duction of the period.
Fig. 1. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ Fig. 2. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’
Contactos, largometraje realizado en 1970 rra, amén del Jeu de Paume en París, el Lincoln
por un joven de 22 años llamado Paulino Vio- Center de New York, el Círculo de Bellas Artes
ta, constituye uno de los hitos del cine indepen- madrileño o la Filmoteca de Santander, ciudad
diente español, el nombre que algunos críticos a natal del realizador, siendo además editada en
finales de los sesenta (Molina Foix 1968, 72-76) DVD junto a la restante filmografía de Viota5,
dieron a la producción cinematográfica de varios asimismo objeto de un libro colectivo reciente
cineastas, realizada con frecuencia sin permiso o (García López 2015).
financiación estatal e incluso sin existencia legal, La gran singularidad de Contactos procede de
a lo largo de la última década de existencia del su enorme coherencia entre sus planteamientos
franquismo, habitualmente en formatos subes- económicos, ideológicos y formales, una pro-
tándar2. Aunque tradicionalmente este cine se puesta muy poco habitual en el contexto del
haya visto muy minusvalorado por lo que Marta cine español, e incluso internacional, del perio-
Hernández denominará “el aparato cinematográ- do. Contactos es un peculiar filme político y su
fico español” (Hernández 1976), en los últimos comprensión precisa tanto analizar su relación
tiempos ha habido una reivindicación decidida de con su contexto social como el modo en que su
algunos de sus títulos, principalmente largome- articulación formal pretende ser un elemento en
trajes que constituyen piezas clave de la cinema- sí mismo ideológico, planteamiento estético que
tografía española más arriesgada y experimental, también encuentra su fundamento en elemen-
como …ere erera baleibu izik subua aruaren (José tos como el auge del pensamiento marxista en
Antonio Sistiaga, 1968-1970), Umbracle (Pere Europa y su vinculación en los años sesenta al
Portabella, 1972), La celosía (Isidoro Valcárcel estructuralismo, la semiótica y la crítica cinema-
Medina, 1972), o la propia Contactos, incluida tográfica francesas.
junto a los filmes de Portabella y Sistiaga entre las
cien mejores películas españolas por una reciente
votación de la revista Caimán3. Fue asimismo una 1. Génesis
de las obras escogidas por la fundamental Anto- Contactos se rueda en mayo de 1970, aunque
logía crítica del cine español 1906-1995 (Pena se desconocen las fechas exactas y el número
1997, 677-679), y es rara la historia del cine es- de sesiones de rodaje, presumiblemente escasas.
pañol que no la considere aunque sea de pasada, Fue realizada clandestinamente sin pedir cartón
siendo además reconocida por algunos autores de rodaje y filmada en 16mm, partiendo de un
extranjeros como Noël Burch o Pierre Léon (Léon presupuesto inicial de 25000 pesetas aportadas
2014)4. En la última década, fue restaurada gra- por la madre de Viota, escasez presupuestaria
cias a una colaboración entre la Filmoteca Espa- que no permitió el uso de travellings para los des-
ñola y el Museo Nacional Centro de Arte Reina plazamientos de la cámara, realizados con silla de
Sofía, proyectándose en festivales como el FID ruedas en los exteriores y a pie, cámara en mano,
Marseille, la Viennale o Punto de Vista en Nava- en los interiores6.
El copión de Contactos fue montado por Vio- generalmente explorados a fondo: así por ejem-
miento, algo que de ningún modo harán los de también a Viota y Zunzunegui, lectores fieles de
Rubén García López
Viota. Los planos de Contactos cercenan siste- la revista20, cuya voluntad de aunar reflexión for-
máticamente el poder y libertad del espectador mal e ideológica suponía la posibilidad de superar
y en la periferia de sus encuadres solo podemos el debate entre cinefilia y contenidismo que ca-
encontrar espacios grises e inhóspitos. Contactos racterizó la larga polémica entre las revistas espa-
es una máquina de angustia, cuyo vacío no está ñolas Film Ideal y Nuestro Cine durante los años
hecho para ser habitado sino para habitar, para sesenta. Como muchos cinéfilos de la década, la
inundar el corazón de los que viven en él y llegar ideología antifranquista y crecientemente marxis-
a quienes lo contemplan. El vacío de Oteiza es un ta de los dos amigos les acercaba a la segunda,
vacío donde se gesta un alma, el de Contactos es pero el cine que más apreciaban era el defendido
el vacío donde este alma se aplasta, no propia- por la primera, que además prestaba una mayor
mente un vacío sino una forma que dirige y aboca atención a las formas cinematográficas, mucho
hacia él, no ya un vaciamiento del espacio o de más preocupada la otra por la idoneidad de su
la forma sino, a través de estos, de los individuos dimensión discursiva. La nueva crítica cahierista
que lo habitan. Contactos es la expresión de esa permitía establecer vínculos directos entre forma
destrucción de todo lo vivo, la muerte de verdad e ideología, de manera que la reflexión sobre la
trabajando, no el fin del miedo a la muerte sino primera no quedaba en un mero plano estético
el ejercicio libre y pleno de su acción, el registro y la segunda en otro discursivo, generando una
de su obra. Por ello años más tarde, Viota re- suerte de programa para, desde la primera, poder
flexionaría que “Contactos es Crónica de Anna intervenir en la segunda.
Magdalena Bach (Chronik der Anna Magdalena Un texto fundamental en este programa mate-
Bach, Danièle Huillet, Jean-Marie Straub, 1968) rialista, de clara raigambre althusseriana, lo cons-
sin Bach, sustituyendo la música genial del can- tituye el célebre “Cinéma / idéologie / critique”,
tor por la atmósfera oprimente del franquismo; escrito por Jean-Louis Comolli y Jean Narboni en
sustituyendo el placer incesante de la escucha de 1969, donde se categorizan los diversos modos
la película de Straub, por la rutina opresiva de la de relación entre cine e ideología, dando sitio
vida bajo Franco” (Viota 1998, 112). tanto a John Ford como a lo que será Contactos,
fácilmente ubicable en la categoría B, que define
3. Una película marxista a los filmes políticos al nivel tanto de los signifi-
Tras la realización de Contactos, Viota y Zun- cados, mediante un “tratamiento explícitamente
zunegui, con la ocasional ayuda de otros amigos, político de uno u otro tema”, como de los sig-
escribieron una serie de textos para acompañar nificantes mediante una “deconstrucción crítica
las proyecciones del filme. Todos ellos insisten en del sistema de representación”, y configurándose
la explicación de su dispositivo fílmico como uno por lo tanto como la única categoría que a juicio
destinado a explicitar los mecanismos de produc- de los autores tendría “alguna oportunidad de
ción del discurso cinematográfico y, más aún, a ser operativa contra (en) la ideología dominan-
romper con la alienación de la ilusión cinema- te” (Comolli y Narboni 2008, 79)21. Contactos
tográfica. Con ello, los autores se situaban in- en efecto tendrá un tratamiento político de su
equívocamente en sintonía con el cine y la crítica tema (al menos dos personajes son militantes
materialista defendidos en aquel entonces por la antifranquistas, posiblemente comunistas, y las
revista Cahiers du Cinéma, que a partir de 1963 penurias de la condición obrera son el determi-
había empezado a pensarse como “instrumento nante fundamental de la pareja protagonista),
de combate” (Anónimo 1963, 1) y abierto a líneas pero también planteará una labor política a nivel
teóricas hasta entonces poco presentes en sus pá- formal. Inspirados en la afirmación de Mao de
ginas: el marxismo, el psicoanálisis, la semiótica que en las concepciones sobre el desarrollo del
y el estructuralismo. Althusser, Lacan, Barthes o universo existían dos concepciones enfrentadas,
Lèvi-Strauss se habían convertido en referencias la metafísica y la dialéctica (Zedong 1976, 334)22,
fundamentales para el sector más trascendental la cinefilia materialista establecerá un enfrenta-
de la crítica francesa, y en su mayoría llegarán miento entre idealismo y materialismo estéticos
cuyo gran nombre va a ser el de Bertolt Brecht,
para el cual, según Barthes, el arte debía ser una extiende, invade el mundo que rodea al enamorado
Fig. 5. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’ Fig. 6. Viota, Paulino, Contactos, 1970. 64’
tanto una tensión en Contactos entre el fragmen- de perfil, se le podrá ver la una y la otra. En estos tres
to y la sinécdoque, fundamental para definir tan- planos, tenemos tres cosas que funcionan como los
to su dialéctica entre inmersión y distanciamiento signos del mismo objeto. Desvelemos ahora el poder
como su pretendida dimensión política. El plano de la sinécdoque en la lengua y hablemos de nuestro
del restaurante representa el trabajo de cama- monstruo diciendo simplemente “la joroba” o bien “la
rero dotándolo de las características deseadas: nariz”. Procedimiento análogo en el cine: la cámara
el ir y venir tradicional de los camareros de un no ve más que la joroba, o bien más que la nariz. Pars
restaurante es convertido por mor de la dura- pro toto: es el método fundamental para transformar
ción y la atención concentrada (los camareros se en el cine las cosas en signos (Jakobson 1976, 175).
mueven, la cámara no) en una suerte de tortura Si solo muestro de alguien su joroba, lo desig-
china donde salta a la vista la mecanización de no como jorobado. Del restaurante, Viota selec-
los cuerpos humanos, sometidos a un monótono ciona una sola parte para mostrar: así, el trabajo
ir y venir que se asimila al de un objeto, la puerta es caracterizado como una labor maquinal, repe-
que también va de un lado al otro, movida por titiva y monótona, donde la ausencia de cualquier
una fuerza ajena. Nos encontramos con esto ante otra consideración hace que toda referencia al
tal vez el más perfecto uso de la sinécdoque en trabajo lo sea a esa cualidad cuya reiteración hace
todo el filme, una reducción de todo un complejo esencial al concepto, perenne y unívoca.
laboral a un trozo de espacio, que (re)percutirá
con insistencia sobre toda la película, no solo por La sinécdoque, pues, es la redención del frag-
su repetición (frente a los restantes espacios, tam- mento, pues no es factible hablar de fragmento
bién la de un ritmo) sino porque es una imagen sin la conciencia de una quiebra, de un algo se-
lo suficientemente sintética como para permitir parado de algo, no hay fragmento si en la imagen
que la referencia a ella sea automática cuando de este no se da al tiempo un peso fuerte de
alguno de los personajes (sobremanera Javier) se aquello que no está. El fragmento es un campo
queje de su trabajo. El procedimiento se asemeja sometido constantemente a una presión excesiva
mucho al que Jakobson ponía como ejemplo para del fueracampo, angustiosa incluso. El fragmento
afirmar la sinécdoque como herramienta principal en consecuencia bloquea la representación, la di-
del lenguaje cinematográfico: ficulta cuando menos, y esta tensión es esencial
en la experiencia de Contactos.
Podemos designar a la misma persona diciendo: “el
jorobado”, “el narizotas” o “el jorobado narizotas”.
El objeto de nuestro discurso es el mismo en los tres
5. Política del fragmento: Filmar la pro-
casos, pero sus signos son diferentes. De la misma
hibición
manera podemos, en un filme, tomar al mismo Sobre una película como Sleep (Andy Warhol,
hombre de espaldas – se verá la joroba -, luego por 1963), Pasolini consideraba que la “carencia de
delante será la nariz lo que será mostrado, o por fin significancia se siente tan rabiosa y dolorosamen-
te que llega a herir al espectador y, con él, su idea tipo de amor por lo que existe, ello redimiría en
Rubén García López
del orden y su existencial amor humano por lo cierto grado una realidad infame, por lo que, si
que existe” (Pasolini 1969, 65)25. Pero esa herida, alguna calidez se manifiesta en Contactos, lo hará
que Pasolini postula en buena parte por la opo- entre los personajes pero nunca entre estos, su
sición europea al sensualismo y vitalismo nortea- mundo y su representación.
mericanos de los sesenta, posee una enorme, si La sinécdoque pues, representa. Y el fragmen-
bien paradójica, pertinencia en el contexto de un to representa de otra manera: representa por-
cine hecho bajo una dictadura. Pasolini opone el que no representa, representa porque bloquea
neorrealismo, que afirmaría que “lo que es signi- la representación, manteniéndose en un campo
ficante, existe”, al New American Cinema (NAC), metonímico casi puro, apoyado en la potencia
que nos dice que “lo que existe, es significante” de su insistente redundancia. Aunadas ambas
(Pasolini 1969, 65), teniendo esto como resul- dimensiones, los pedazos de mundo mostrados
tado, a su juicio, el triunfo de lo insignificante. representan una visión no solo de ese pedazo
Sin embargo, cabe aquí una tercera proposición: sino del conjunto, donde vemos que el universo
“lo insignificante existe, y es significante en tanto que habitan estos jóvenes en el Madrid franquista
tal”. ¿Significante en virtud de qué? En virtud de 1970 está marcado por el conservadurismo
de su vaciamiento casi absoluto de determinacio- moral y unas inaceptables condiciones laborales,
nes, que posibilita su apertura a sentidos mucho trabajos extenuantes, jornadas extensísimas y mal
más globales o abstractos. Allá donde Pasolini no pagadas. Un mundo cuyo carácter irrespirable se
puede concebir la creación del sentido más que a ve favorecido en el plano sensorial por el forma-
partir de cosas que ya lo posean en sí mismas, en to visual, el grano hinchado, la insistencia en los
el cine de Warhol, como en el de Jonas Mekas, tiempos muertos, los espacios vacíos, la parque-
la ausencia de significado genera signos con un dad interpretativa, etc.
sentido otro: signos de la vida entendida como
ajena a la significación, vida celebrada o cuando Todo ello lleva a la desesperanza, la tristeza, la
menos atendida en su mero tener lugar, su ca- impotencia y el desánimo, el mismo que parece
rácter de evidencia ajena a (y, a la vez, amiga de) empujar al protagonista masculino a abandonar
casi todo lo que de ella pueda ser predicado. En la militancia. Como ya se dijo, el vacío de Contac-
Mekas, ideólogo de este tipo de signo, la flor, el tos aplasta el alma, y toda resistencia parece por
gato o el café registrados durante apenas cinco tanto imposible. Si contra los abusos laborales y
fotogramas nerviosos se designan solo a sí mis- la dictadura existen formas específicas de lucha,
mos y por ello devienen en segundo grado signo no hay aquí llamadas a la batalla. Pero el gran
de la vida, la naturaleza, la felicidad… Es porque hallazgo de Viota es haber encontrado el modo
se limitan a ser solo ellos que pasan a significar de manifestar las condiciones que imposibilitan
otra cosa sin necesidad de convertirse en metá- tal clamor.
foras o sinécdoques26. En Contactos sí hay militantes, y dado el con-
En el ánimo político de Viota no existe proble- texto y ciertas pistas, muy posiblemente comu-
ma en que sus tiempos muertos (y extensos), sus nistas. Pero en la España de 1970 no se puede
espacios vacíos o acciones secretas no generen explicitar más. Una película no podía mostrar
ningún “amor humano por lo que existe”, puesto la lucha antifranquista, pero Contactos lo hará,
que lo que existe es una dictadura, un sistema po- de muy peculiar manera, no resignándose a no
lítico que domina la casi totalidad de lo existente, contar la historia prohibida pero sí aceptando las
inviste la realidad toda. Si los tiempos extensos y prohibiciones (políticas) de tipo estético. La res-
espacios vacíos generan desafección, será cohe- puesta a la desafección es la lucha, pero esta no
rente con los sentimientos de sus protagonistas y puede mostrarse porque la dictadura lo impide;
con una realidad que no amerita afecto alguno; la solución de Viota será la operación, casi impo-
si lo insignificante se impone, esto será coherente sible, de mostrar esta lucha mostrando al mismo
con la imposibilidad de encontrar asideros vitales tiempo la imposibilidad de mostrarla. Mostrar sin
en un universo marcado por su desprecio hacia la mostrar, decir sin decir. Lo que el poder franquista
dignidad humana. Si su película generara algún quiere restar de sus calles, lo restará Contactos
de sus imágenes pero evidenciando la resta, ha- completa pueda verse como representación, en
a 35mm, realizada en enero de 1971. Rebolledo, que estudia dirección en la las sucesivas reescrituras su presencia
La inversión inicial tuvo por tanto que EOC, y que aporta dos secuencias a la fue mermando hasta desaparecer.
ser aumentada, ahora ya por el padre película además de hacer labores de 25
Aunque sea irrelevante para la
de Viota, constructor perteneciente a la interpretación y doblaje, no constará valoración de su tesis, debe hacerse
pequeña burguesía santanderina. Por como guionista en los créditos, pero sí constar que Pasolini habla más bien so-
supuesto, este dinero nunca fue recu- de ayudante de dirección. bre la noticia que le habría llegado de
perado. 13
En esta fase, la película no tie- Sleep, ya que ni la nombra directamente
7
Ingresó en la EOC en 1968, a ne título. Este llegará tras el rodaje, en ni la describe bien.
sugerencia de Carlos Fernández Cuenca algún momento de junio, inspirado por 26
Por supuesto, la apertura no es
tras ver su trabajo en el estreno santan- la obra Kontakte (1958-1960), del com- absoluta. Las imágenes de Mekas se
derino de Tiempo de busca. positor Karlheinz Stockhausen (Ferran- encuentran determinadas por los par-
8
El núcleo del trabajo se realizó do García 2009, 398). lamentos del autor, que generan una
entre el 24 de junio y el 7 de julio. El do- 14
Para todo esto hay excepcio- suerte de clave para la lectura de unas
blaje, concretamente, se realizó los días nes: hay dos primeros planos de Tina imágenes que no están hechas para
25 a 27, de diez u once de la noche a en la película, y dos movimientos de ser “leídas” al modo de un libro o un
cuatro o seis de la madrugada, para evi- retroceso en la pensión, para pasar del filme narrativo común, sino de forma
tar los ruidos de la calle. Debe subrayar- salón al patio desde donde se filma la más próxima a la lectura musical (como
se que estos trabajos no se realizaron en habitación de Javier. También existen cuando hablamos de tonalidades ma-
un estudio sino en una tienda común, panorámicas muy leves pero no por yores o menores). Pero se trata de una
con medios por tanto precarios. ello intrascendentes, como las que en la determinación mínima y elemental, que
9
En consecuencia, los datos sobre sexta secuencia concluyen con la desa- en Contactos encuentra su paralelo en
la posproducción vigentes hasta ahora parición de Tina del lugar donde se la las escasas referencias explícitas a la du-
están equivocados. Durante mucho suponía. reza del trabajo.
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