0% encontró este documento útil (0 votos)
88 vistas9 páginas

Rosenstein M, Sosso O - Alcoholismo (Ficha de La Cátedra)

El documento proporciona una introducción al alcoholismo, definiéndolo como una enfermedad crónica y progresiva que causa pérdida de control sobre el consumo de alcohol. Luego discute dos tipos de alcoholismo (Tipo I y Tipo II), los factores de riesgo asociados, y los efectos adversos a largo plazo del consumo de alcohol en el cuerpo, incluidos los daños hepáticos y cerebrales.

Cargado por

Alejandro GP
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
88 vistas9 páginas

Rosenstein M, Sosso O - Alcoholismo (Ficha de La Cátedra)

El documento proporciona una introducción al alcoholismo, definiéndolo como una enfermedad crónica y progresiva que causa pérdida de control sobre el consumo de alcohol. Luego discute dos tipos de alcoholismo (Tipo I y Tipo II), los factores de riesgo asociados, y los efectos adversos a largo plazo del consumo de alcohol en el cuerpo, incluidos los daños hepáticos y cerebrales.

Cargado por

Alejandro GP
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 9

ALCOHOLISMO

Rosenstein, M. y Sosso, O., Teóricos sobre Alcoholismo (1995-1997)


Lemperière y Féline, Manual de Psiquiatría, cap. XV.

Revisión y redacción: Jimena Sánchez, Ignacio Penecino y Gloria Aksman

INTRODUCCIÓN

Existen muchas formas de definir, ya sea el alcoholismo como a la persona


dependiente del alcohol, pero de todos es bien conocido que se considera que una persona es
alcohólica cuando pierde la libertad de abstenerse de consumir alcohol. Es decir, el término
alcoholismo alude a una enfermedad crónica y progresiva que determina la pérdida del control
en el consumo de bebidas alcohólicas o derivados del etanol –que es su principio activo-,
interfiriendo en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades
laborales y legales, estando incluidos en este último los accidentes y los actos delictivos. Por lo
tanto, el estudio del alcoholismo excede lo meramente individual médico para imbricarse con
lo sociológico, y como el consumo del alcohol está tan extendido en el mundo, servirá como
ejemplo para comprender el efecto de las drogas adictivas en general.
El alcohol pertenece al grupo de drogas aceptadas socialmente (legales), junto con la
nicotina y las metilxantinas (café, té, mate), como si fueran inocuas.
Al enfoque sociológico le corresponde estudiar la prevalencia y el patrón de consumo,
los factores ambientales y las consecuencias en la población.
Al enfoque médico el estudio del abuso y dependencia, y como una enfermedad con
sus factores etiológicos y patogénicos, el diagnóstico y tratamiento.
El beber es una conducta no uniforme por lo que debe ser diferenciada por su
frecuencia, por la cantidad, por el tipo de bebida, por la modalidad social (solitaria o grupal), lo
cual nos dará un patrón de consumo y ciertas características particulares del sujeto.
No se podrían dar causas únicas y comunes para todas las personas con problemas de
bebida, pues, además, los efectos del alcohol varían de un individuo a otro a iguales dosis,
interviniendo factores de orden biológico, psicológico, cultural, social, etc.
Casi todos los autores proponen dos tipos de alcoholismo, uno más social y de menos
gravedad (Tipo I) y otro más ligado a impulsos, adquiridos o genéticos (Tipo II), que es más
difícil de un control racional.

Tipo I Tipo II
Comienzo Tardío (más de 25 años) Temprano (antes de los 25
años)
Trastorno de personalidad Pasivo dependiente, ansiosa, Antisocial, impulsiva.
trastornos afectivos.
Dependencia Menor. Mayor.
Factores de riesgo infantil Menor. Mayor.
Genética Menos carga. Más carga.
Uso concomitante de otras Menos frecuente. Más frecuente.
drogas

7
A su vez, los efectos o resultados adversos que se obtienen por el consumo de alcohol
mantenido en el tiempo son múltiples, por lo que vamos a intentar destacar algunas de las
complicaciones más comunes.

ACCIÓN FARMACOLÓGICA

Partiendo de la definición ya dada, las enfermedades médicas generalmente se dividen


en crónicas y agudas, aunque algunas crónicas tienen períodos de mayor agudización. Las
crónicas son las enfermedades que se prolongan en el tiempo. El alcoholismo es típicamente
una enfermedad crónica que se prolonga en el tiempo, que puede tener períodos de
agudización. No son los casos más frecuentes, pero es posible que ciertos alcohólicos, ante la
ausencia de alguna bebida alcohólica, lleguen a ingerir alcohol puro o perfume; es decir,
sustancias que poseen algún tipo de derivados del etanol. El alcohol, específicamente el
etanol, es una potente droga psicoactiva que produce gran cantidad de efectos secundarios
que afectan a todo el organismo, es decir, a todos los órganos del sistema. Si bien algunos son
afectados más precozmente y otros más tardíamente, con el tiempo todos los órganos del
sistema quedan afectados.
Dado que los problemas físicos se producen de forma progresiva, la mayoría de las
personas no suelen darle importancia a los efectos que el alcohol puede producirles a nivel
orgánico, o creen que podrán reconocer el momento en que tienen un problema y dejar de
beber por su cuenta antes de que ese problema se convierta en algo serio. Es decir, atacan los
problemas a largo plazo con soluciones a corto plazo.
Podemos hacer una panorámica del deterioro físico que conlleva el alcoholismo, tomando
en cuenta la ruta que sigue el alcohol. Éste ingresa al organismo por vía digestiva produciendo
paulatinamente un efecto abrasivo sobre la capa protectora de los órganos involucrados
(principalmente el esófago y el estómago). A su vez, como el alcohol pasa del estómago al
intestino delgado casi sin sufrir transformación alguna, en tanto el alcohol no necesita de
mucha digestión; el intestino disminuye su capacidad para absorber vitaminas importantes.
Desde allí, el alcohol circula por todos los órganos del cuerpo distribuyéndose por todos los
tejidos corporales a través del torrente sanguíneo. Una vez que el alcohol circula por los fluidos
del cuerpo, pasa por el hígado donde es transformado. El hígado es como la fábrica en donde
se metaboliza el alcohol y en general donde se purifican todas las sustancias que uno incorpora
el organismo. Más que nada, las drogas se metabolizan en el hígado y el alcohol es una droga,
es un tóxico hepático. Cuando éste se consume prolongadamente se puede producir una
alteración de las funciones del hígado; es decir, una alteración en la estructura, en la
arquitectura del hígado; ocasionando lo que comúnmente se conoce como agrandamiento
hepático o “hígado graso”. Esto es observable semiológicamente a través de una ecografía o
bien a través del tacto. Generalmente no es posible palpar el hígado en tanto está ubicado por
debajo de las costillas; sin embargo, éste se vuelve susceptible al tacto si está agrandado. Si no
se deja de beber puede complicarse hacia una hepatitis o lo que es peor formar una cirrosis. La
cirrosis o cicatrización de los tejidos del hígado y disminución de su capacidad de
funcionamientos es irreversible.
Una cuestión importante a tener en cuenta es que si el hígado tiene una hepatopatía,
producida por el alcohol, lo más probable es que metabolice menos alcohol que antes; es
decir, su función, que es la de metabolizar o la de desintoxicar, no se lleva bien a cabo; con lo
cual, no es lo mismo un hígado que funciona bien que uno que funciona la mitad. Uno supone
que un hígado que funciona la mitad metaboliza la mitad; es decir que el sujeto o bien está
bebiendo el doble o toma lo mismo pero tiene el doble efecto.
Entonces el organismo ya no reacciona frente al alcohol como un veneno o sustancia
tóxica y comienza a reaccionar más como hacia una droga. Esto es lo que se conoce como
tolerancia. Se trata de la necesidad de aumentar la dosis para producir el mismo efecto. Es la

8
disminución gradual de la respuesta de una droga cuando se la suministra repetidamente en el
tiempo. La mejor descripción del mismo es que se necesita más y más alcohol para conseguir
los efectos físicos y emocionales esperados. El proceso es gradual y puede pasar inadvertido
durante mucho tiempo. Sin embargo, la tolerancia declina por diversos factores: 1. Con la
edad; porque disminuye el metabolismo, disminuye la cantidad de agua del organizamos,
aumentan los lípidos –cantidad de grasa corporal-, y por mayor susceptibilidad neuronal. 2.
Por lesiones cerebrales. 3. En al cirrosis (disminuye el funcionamiento hepático).
A pesar de la opinión corriente de que el alcohol es un estimulante del sistema nervioso
central debido a que dosis moderadas provocan un aumento de la actividad, en realidad es un
depresor; ya que la aparente estimulación se debe a la liberación de los centros inferiores por
depresión de los centros centrales superiores que normalmente ejercen una influencia
inhibitoria sobre aquellos. Es decir, el alcohol empieza deprimiendo la corteza hasta llegar al
bulbo. Esto tiene un efecto en la clínica. Ahora, si el alcohol deprime, deprime en un sentido
neurológico. No se trata de que cause depresión. El tema es que la corteza funciona como una
barrera de inhibición; una barrera que si se anula, produce una aparición de conductas
desinhibidas (conductas obscenas, etc.). La corteza cuando está intacta y cuando no está
afectada por el alcohol funciona inhibiendo todo esto. Por eso cuando uno ve, por ejemplo,
pacientes enfermos de demencia, que tienen más que nada afectada la corteza; se observan
ciertas conductas desinhibidas. Son personas que, valga la redundancia, tienen inhibida la
función de inhibición de la corteza, que funcionaría como guardián de los impulsos. El alcohol
es lo primero que deprime, lo primero que anula; y entonces, clínicamente se observa a una
persona desinhibida, una persona contenta, que se ríe, con cierta desinhibición sexual, con
algún nivel de obscenidad, con poco registro del tema social, sin pasar vergüenza. La falta de
autocrítica da al individuo la sensación de euforia (acción seudoestimulante), lo impulsa a
hablar y a actuar.
Ahora, si una persona sigue tomando, lo que aparece es generalmente una depresión. La
depresión se profundiza tanto, hasta llegar al centro respiratorio que es la parte del cerebro
que maneja cómo uno respira. Es cierto que uno respira con los pulmones, pero la
comandancia del movimiento respiratorio está en el cerebro. El alcohol produce lo que se
llama una “depresión descendente”, pudiendo provocar la muerte.
Así, el alcohol produce una parálisis descendente del sistema nervioso central que afecta
primero la corteza cerebral, luego a los centros subcorticales y el cerebelo, después a la
médula espinal y finalmente al bulbo, con depresión de los centros vitales, tanto respiratorio
como vasomotor, que lleva a la muerte.
Por último, no sólo el sistema nervioso central es quien resulta afectado. El alcohol
también produce alteraciones en el sistema nervioso periférico. La inervación del brazo, por
ejemplo, se lleva a cabo por orden del sistema nervioso periférico. Cuando este sistema está
afectado, nos encontramos con pacientes que padecen trastornos en la motilidad, individuos
que tienen dificultad para caminar, que se marean, o que tienen disminución de la
sensibilidad, ya que el efecto que produce un nervio al inervar una zona del cuerpo es
motricidad y sensibilidad. Es decir, la capacidad de movimiento y la capacidad de sentir. En el
alcohólico todos lo nervios están afectados generalmente, más que nada los miembros
superiores e inferiores. Cuando uno ve que un sujeto se tambalea y camina complicadamente,
y tiene que aumentar lo que se llama la base de sustentación, porque abre las piernas y tiene
una marcha zigzagueante, la típica marcha de “borracho”, se trata de alteraciones de los
centros del equilibrio, por eso produce mareos. En lo que se refiere al trabajo muscular, los
movimientos simples no son mayormente afectados, pero la realización de una actividad
muscular compleja que exige adiestramiento para poder cumplirla con un mínimo de gasto
metabólico, por efecto del alcohol disminuye en cuanto a la exactitud, como a la resistencia.
Por otro parte, el período latente de los reflejos (rotuliano, subconjuntival) está alargado y los
tiempos de reacción (visual, auditivo) están aumentados.

9
VARIEDADES

Existen dos tipos de intoxicación: la aguda y la crónica.

INTOXICACIÓN AGUDA (embriaguez)


Típica o simple o normal
Atípica (o patológica)

INTOXICACIÓN CRÓNICA (alcoholismo crónico)


Como se dijo anteriormente, su evolución es muy variable pero lleva a un deterioro
progresivo, pudiendo surgir en el transcurso del tiempo, sobre un fondo psico-orgánico
común, diversos cuadros agudos, subagudos y crónicos, que se esquematizan a continuación.

A.1) TÍPICA

A) AGUDO EMBRIAGUEZ
A.2) ATÍPICA O PATOLÓGICA

DELIRIO SUBAGUDO O
SÍNDROME CONFUSO
SÍNDROME DE ONÍRICO
ABSTINENCIA
DELIRIO AGUDO O
B.1) PSICOSIS DELIRIUM TREMENS
ALCOHÓLICAS
SÍNDROME DE KORSAKOFF
ALCOHOLISMO
ALUCINOSIS ALCOHÓLICA

B) CRÓNICO DELIRIO CRÓNICO


WERNICKE,
MARCHIAFAVA – BIGNANI
PORTOCAVA
B.2) ENCEFALOPATÍAS
ESCLEROSIS LAMINAR CORTICAL DE MOREL
PELAGRA
SÍNDROME FETAL ALCOHÓLICO

B.3) DEMENCIA ALCOHÓLICA

A) ALCOHOLISMO AGUDO.
Como su nombre lo indica, es un cuadro agudo por consumo repentino de alcohol. Se trata de
un individuo que toma por primera vez o que toma mucho más de lo que toma habitualmente.
Por ejemplo, alguien que toma 1 litro de alcohol, un día toma 2 y puede hacer una intoxicación
aguda, o una persona que no toma nunca, puede hacer una intoxicación aguda con muy poca
cantidad.
Subtipos:

A.1) INTOXICACIÓN AGUDA TÍPICA O SIMPLE.

10
Se trata de la “borrachera” común y silvestre. Lo que se observa es desinhibición, más que
nada por depresión de la zona cortical, falta la autocrítica, comportamiento sexual desinhibido.
A diferencia de lo que se supone habitualmente, el alcohol no produce mayor potencia sexual.
En todo caso produce desinhibición, pero el alcohol deprime también la función sexual, porque
la función sexual está comandada desde el cerebro.
La intoxicación alcohólica aguda simple es la ebriedad, un paciente desinhibido con trastornos
en la marcha. Es común que se presente bajo 2 formas clínicas: a) pacientes que se pueden
poner un poco maníacos, es decir, con un aumento de la actividad, aceleración, con alguna
idea de grandeza, sin desarrollar un delirio, o b) con una presentación melancólica. No se trata
de una melancolía en sentido estricto, sino que tal estado “melancólico” puede durar 2 ó 3
horas hasta que se duerme. Es decir, que el tratamiento para los casos de embriaguez simple
es un tratamiento simple: el paciente se tiene que ir a dormir.
Excepcionalmente, si la dosis ingerida fue muy alta, puede ir al coma y muerte. Son los casos
que se conocen como una intoxicación complicada. Lo mismo ocurre en casos de intolerancia o
falta de hábito o por una alteración orgánica previa.

A.2) INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA ATÍPICA O PATOLÓGICA


Se trata de una presentación poco frecuente cuyas características principales son: respuesta
exagerada con un grave compromiso de la conciencia que se acompaña generalmente de
amnesia posterior. También su evolución es más prolongada.
Formas clínicas de presentación:
 Crepuscular (estrechamiento del campo de la conciencia)
 Excitomotriz (furor impulsivo)
 Alucinatoria (visuales o auditivas)
 Delirante (temas megalómanos, de celos, persecución)
 Confuso onírica
 Convulsiva
 Coreica
 Tendencia a la recidiva

Entonces, se trata de pacientes que generalmente pueden consumir la misma cantidad que
bebe alguien que se embriaga, es decir, de quienes producen una intoxicación alcohólica típica
o una ebriedad simple. Sin embargo, ciertos individuos no suelen ponerse “borrachos”,
“pesados”, desinhibidos, mareados; sino que desarrollan un cuadro patológico con la misma
cantidad de alcohol consumido.
Las alucinaciones son alucinaciones que no tienen el tinte que se observa en la esquizofrenia o
en las psicosis en general. Son alucinaciones que el paciente las vive con terror, con autocrítica,
que duran muy poco tiempo. Se percibe claramente que el desencadenante es el alcohol. Al
paciente se lo nota alcoholizado. Cuando deja de estarlo, el cuadro desaparece, a diferencia de
las alucinaciones en la esquizofrenia. Además las alucinaciones en el alcohólico poseen un
carácter onírico, más cinematográfico.
Respecto los cuadros delirantes, se observan delirios de tipo paranoide erotómano y
megalómano. Son de muy breve duración y muy poco sistematizados.
Generalmente la forma atípica requiere de un tratamiento psiquiátrico. Es decir, con
administración de neurolépticos (psicofármacos).

B) ALCOHOLISMO CRÓNICO

B.1) PSICOSIS ALCOHÓLICAS:


Ante todo conviene hacer una salvedad. Se trata de una clasificación psiquiátrica, con lo cual
no implica un diagnóstico estructural. Le decimos “Psicosis alcohólica” porque el cuadro
presenta alucinaciones y delirio. No se trata de un diagnóstico estructural. Este cuadro se

11
puede presentar tanto en una esquizofrenia como en una histeria, en una neurosis obsesiva,
etc.
Formas clínicas:

SÍNDROME DE ABSTINENCIA:
El síndrome de abstinencia puede presentarse bajo 2 formas. “Síndrome menor o delirio
alcohólico subagudo” o “Delirium tremens o delirio alcohólico agudo”. Ciertos autores los
presentan de forma separada pero otros los agrupan como distintas presentaciones del
síndrome de abstinencia.
La abstinencia es el cuadro que vive un sujeto que está acostumbrado a tomar alcohol y que
por alguna razón interrumpe la ingesta. Es decir, se trata de un síndrome producido por la
suspensión de la sustancia o por reducción de la misma, o cuando una modificación del
metabolismo origina una disminución de sus niveles tisurales (tejidos). En general, la gravedad
se relaciona con la dosis, duración y modalidad del consumo.
Hay varias situaciones por las cuales una persona interrumpe la ingesta habitual de alcohol. Las
más frecuentes son la decisión voluntaria de abandonar el hábito, una internación por
enfermedad o bien alguien que cae preso, que queda detenido por ejemplo en una comisaría.
Los síndromes de abstinencia se desarrollan desde las 2hs a las 72hs generalmente.

SÍNDROME CONFUSO ONÍRICO O DELIRIO ALCOHÓLICO SUBAGUDO.


Se trata de un síndrome menor cuyas características principales son: taquicardia, nerviosismo,
náuseas. Se trata de un delirio de tipo onírico con alucinaciones vívidas como en el sueño,
móviles y de escenas cambiantes vividas con ansiedad, drama, peligro o terror. Generalmente
comienza con pesadillas que interrumpen el sueño, repitiéndose varias noches seguidas hasta
hacerse continuas. El sudor es abundante, se encuentra agitado, habla con frases
entrecortadas y pide ayuda. Da órdenes, revive escenas de su trabajo habitual. La diferencia
con el “delirium tremens” es solo de grado. La evolución generalmente es favorable y
raramente desarrolla un delirium tremens, ideas fijas postoníricas o Psicosis crónicas.

DELIRIUM TREMENS O DELIRIO ALCOHÓLICO AGUDO.


Se trata también de un síndrome confusional, tal es el valor que uno debe darle al término
“delirium”. El delirium tremens es un síndrome confusional más temblor. De eso se trata su
nombre.
Un síndrome confusional es un estado de alteración de la conciencia. Conciencia en el sentido
neurológico. Se trata de una persona que está despierta y por momentos está como confusa y
medio comatosa y por momentos está despierta.
Lo observable psiquiátricamente en el DT son delirios, alucinaciones, trastornos de la
conciencia y gran irritabilidad, desorientación en tiempo y espacio. Lo particular del DT
también es que se presenta un gran temblor, un temblor generalizado. Podría decirse que es el
mismo que el anterior, pero más acusado en todos los sentidos. Tiene una iniciación más
brusca y más grave. Sudor, temblor y agitación, pérdida total del sueño y fiebre alta. El
aumento de la fiebre es síntoma de mal pronóstico, ya que puede producirse un coma
hipertérmico. El paciente sufre muchísimo, padece auténtica angustia y miedo con las
zoopsias. Ve y vive como los animales le invaden o le comen materialmente.
Se trata de un cuadro grave, con un alto riesgo de mortalidad que debe ser tratado en la
Guardia de un Hospital. Puede presentarse como consecuencia del agravamiento del delirio
subagudo, pero generalmente puede presentarse espontáneamente.
En una época a los pacientes con síndrome de abstinencia en los hospitales se les
proporcionaba alcohol. Con el alcohol el cuadro remite rápidamente. En la actualidad se trata
con psicofármacos y además se debe realizar lo que se llama “mantenimiento clínico” (análisis
de orina para dar cuenta por ejemplo si está metabolizando bien el alcohol, análisis de la
función respiratoria, etc.)

12
SÍNDROME DE KORSAKOFF
El síndrome de Korsakoff entra dentro de los síndromes confusionales, junto con el delirio
onírico (en el cual se agregan las alucinaciones) y el delirio agudo (el cual es un síndrome
confusional maligno en el que está presente una gran repercusión del estado general con
hipotermia, deshidratación e hiperazoemia). El síndrome de Korsakoff es un síndrome
confusional en el que predomina la amnesia de fijación, la fabulación y los falsos
reconocimientos. Se puede agregar una polineuritis, pero ésta puede no estar presente. La
amnesia de fijación es el síntoma fundamental del síndrome.
La memoria de evocación puede estar intacta (en otros casos puede también estar afectada).
El reconocimiento de los recuerdos puede estar insuficientemente integrado en el tiempo
cronológico correspondiente. La desorientación en el espacio y en el tiempo puede estar
presente. La fabulación es móvil, cambiante y parece ser compensatoria de la amnesia. El
estado afectivo generalmente es de puerilidad eufórica o de indiferencia.
Se produce por el déficit de una vitamina, que es la tiamina. Generalmente los pacientes
alcohólicos presentan una dificultad de absorción de esta vitamina que es imprescindible para
que el cerebro funcione bien. Puede tener una evolución crónica estable o hacia un
agravamiento del deterioro mental. Se puede presentar una mejoría y hasta curación si el
tratamiento es precoz. Sin embargo, puede provocar la muerte en dos o tres semanas (hacia
un síndrome confusional agudo con síntomas graves que afectan todo el organismo con
neuroaxitis progresiva ascendente).

ALUCINOSIS ALCOHÓLICA
Como su nombre lo indica se trata de un cuadro de alucinaciones más que nada auditivas.
Generalmente el contenido de la alucinación es terrorífico. El paciente tiene mucho miedo,
siente terror, y es de inicio y finalización abrupta. El Korsakoff es crónico. No presente
confusión mental aunque excepcionalmente una ligera obnubilación. Si bien las alucinaciones
visuales no son frecuentes pueden aparecer microzoopsias, el paciente ve bichitos, gusanitos
en la piel.

DELIRIO CRÓNICO
El delirio crónico es un cuadro descripto por Henry Ey, que puede presentarse de acuerdo 3
tipos de delirios:
- Delirios interpretativos. El paciente interpreta delirantemente algunas situaciones y arma
delirios persecutorios, principalmente de contenido celotípico.
- Delirios alucinatorios crónicas. Se trata de pacientes que crónicamente alucinan.
- Delirios paranoides. Se trata de los cuadros que dan la evolución típica de la esquizofrenia. O
sea, evolución en brotes y deterioro.

B.2) ENCEFALOPATÍAS

ENCEFALOPATÍA DE WERNICKE
En las encefalopatías alcohólicas, a diferencia de los demás cuadros crónicos, se agregan
trastornos neurológicos. Generalmente se encuentra asociada al Síndrome de Korsakoff y su
causa es la carencia de la vitamina B1 o tiamina. Debido a que los síntomas de ambas
enfermedades ocurren simultáneamente, con frecuencia son denominadas como el síndrome
de Wernicke-Korsakoff. Los síntomas principales del síndrome de Wernicke son más agudos.
Estos incluyen: dificultad al caminar y en el equilibrio, confusión, somnolencia y parálisis de
algunos músculos oculares.

ENCEFALOPATÍA DE MARCHIAFAVA - BIGNANI

13
Sobreviene en el curso de un alcoholismo antiguo y grave. Se trata de un estado demencial o
confuso – demencial que se asemeja a la pseudoparálisis general, con disartria, temblor,
hipertonía, astasia abasia, ataxia e incontinencia.

ESCLEROSIS LAMINAR CORTICAL DE MOREL


Se trata de una forma demencial difícil de diferenciar de la pseudoparálisis general alcohólica.

ENCEFALOPATÍA PORTOCAVA
Se presenta en un alcohólico portador de una cirrosis. Se caracteriza por presentar trastornos
de la conciencia de niveles variables, trastornos de humor (apatía, irritabilidad,
despreocupación jovial y pueril). Temblor especial (flapping tremor): especie de abatimiento
de alas, movimientos alternativos de flexión y extensión de los dedos. Hipotonía muscular. Es
un cuadro de breve duración (coma generalmente reversible)

PELAGRA
Enfermedad rara en nuestro país. Se debe a carencia de ácido nicotínico, pero también a otros
elementos del complejo B y en proteínas, de manera que se trata en realidad de un estado de
carencia múltiple.
El ácido nicotínico (niacina) y en la nicotinamida (niacinamida) o factor PP (preventivo de la
pelagra), intervienen en los procesos enzimáticos relacionados con las oxidaciones celulares y
su presencia es necesaria para la integridad de la piel, mucosa digestiva y el sistema nervioso
central principalmente.
Los síntomas de la enfermedad se esquematizan como la enfermedad de las cuatro D
(dermatitis, diarrea, demencia y deceso)
Las alteraciones mentales asociadas son: astenia, depresión, confusión, delirios, alucinaciones
y al final demencia.

SÍNDROME FETAL ALCOHÓLICO


Los efectos del alcohol sobre el desarrollo son conocidos desde hace años. En el año 1973
Jones y Smith describieron el llamado síndrome fetal alcohólico caracterizado por: retardo del
crecimiento (pre y post natal), retardo mental y síndrome malformativo.

B.2) DEMENCIAS
El debilitamiento intelectual en el alcohólico es frecuente cuando lleva un largo período de
intoxicación. Se trata ante todo de trastornos de la atención y la memoria. Generalmente el
cuadro se acompaña de apatía, pasividad, indiferencia, reducción de la capacidad de juicio y
autocrítica.

Anexo: Dos casos en relación con el alcoholismo

Redacción: Lic. Ignacio Penecino

Caso 1
En el marco del dispositivo de Interconsulta el Servicio de Traumatología solicita la
intervención de Salud Mental para la evaluación de un paciente que estaba internado desde
hacia dos días en la sala; a causa de fracturas en las dos piernas. En el pedido de la medica se
puede recalcar lo siguiente: “Esta excitado, lo tuvimos que contener mecánicamente y no
entendemos que le pasa”.

14
Al llegar a la cama en la que se encontraba el paciente, leemos en su historia clínica que tenia
42 años; nos presentamos y le preguntamos como se llamaba a lo cual respondió sin ningún
inconveniente: Carlos.
Al poco tiempo de comenzar la entrevista desvía su atención, súbitamente, hacia la pared que
estaba a su izquierda; se le pregunta, amablemente, que le había llamado la atención, a lo que
respondiendo: “¡¡el caballo!!”… “¡¡¿Cómo… usted no lo vio?!!”
No podía dar con precisión la fecha de su internación ni la de ese día, al preguntarle en donde
se encontraba respondía que en su trabajo: “en el Stud”. Para él las amarras que tenía en sus
muñecas y lo sujetaban a la cama eran: “muñequeras”. Si recordaba claramente que había
ocurrido un accidente en su trabajo. Carlos trabajaba en un Stud del Hipódromo de San Isidro,
el caballo que estaba montando se asusto y callo al piso encima de él; fracturándole las dos
piernas.
Podía relatar y recordar algunos datos, con poca precisión, sobre su cotidianeidad: su trabajo,
donde y con quien vivía; y que al terminar la jornada laboral solía con sus compañeros de
trabajo tomar vino: alrededor de 2 a 3 litros por vez.
En un momento de la entrevista relata que había algo que lo preocupaba en los últimos días:
“Últimamente estoy viendo algo que nunca en mi vida había visto: veo que llevan a los caballos
tapados con una sabana y en una camilla”
Se resuelve convocar a Psiquiatría para evaluar la medicación pertinente y realizar un
seguimiento en 48 Hs.

Caso 2
Se presenta acompañado a la admisión del Servicio de Salud Mental Roberto, de 38 años y
soltero. Refiriendo que es derivado de la guardia del Hospital para comenzar un tratamiento.
Dos días antes a la entrevista había estado internado en la guardia por problemas para
conciliar el sueño y temblores. Había sido medicado con Lorazepan y Complejo vitamínico “B”.
Al momento de la entrevista podía relatar con claridad lo que le había sucedido: El fin de
semana anterior a su internación en guardia se sentía muy mal del estomago y decidió dejar de
beber alcohol por unos días hasta que se sentirse mejor.
Refería consumir una cantidad diaria de 2 litros de vino, dividido en el almuerzo y en la cena.
Al segundo día de la abstinencia, cuando se fue a acostar para dormir, comenzó a escuchar una
voz de una mujer en la ventana de su cuarto que cantaba una canción que él ya conocía. Esto
lo perturbaba, ya que no paraba, y no lo dejaba dormir. En un principio pensó que provenía de
afuera de su cuarto por eso se asomo para pedirle que se callara, pero no vio a nadie; luego
llego a la conclusión de que estaba dentro del cuarto, cosa que lo empezó a inquietar y lo llevo
a revisar todo su cuarto para encontrar a la mujer. El único modo que encontró de poder
dormir un poco fue cuando un cuñado de él accedió a dormir en su cuarto. Si bien la voz
estaba y persistía en su cantar no tomaba una connotación persecutoria para Carlos, lo
molestaba por la constancia no porque estuviera dirigida a él: “me empecé a preocupar más
cuando nadie de mi familia la escuchaba”
A la segunda noche la voz comenzó nuevamente con la canción, no logrando dormir ni con la
presencia de su cuñado. Al otro día visito a un Párroco amigo para solicitarle que viniera a
bendecir su cuarto. Ante la alteración persistente del sueño y la ansiedad general la familia
decidió llevarlo a la guardia.
Si bien, luego de la intervención del Psiquiatra de guardia, el trastorno del sueño y la ansiedad
habían cedido considerablemente, el paciente refería querer comenzar un tratamiento para
saber por qué le había pasado eso; él ya tenia una hipótesis sobre las razones: “¿puede ser que
el vino tenga algo que ver?”

15

También podría gustarte