Pensar en un cambio en la idiosincrasia ecuatoriana, resulta un poco complicado y nos
lleva a revisar cómo está formada la misma y por qué se ha convertido en un limitante
para las propuestas de salud pública. El ecuatoriano es muy individualista y por lo
general solo vela por sus propios interés, según Hever Sánchez “El ecuatoriano es un
ente en el que el quemeimportismo ha hecho camino. No tenemos la cultura de la
planificación. Jamás hay cambio cuando alguien necesita comprar algo en una tienda o
en un negocio. Matriculamos los vehículos el último día del calendario. Las reuniones y
los eventos se convocan una hora antes para que la gente llegue a tiempo al inicio de los
mismos. Casi nadie respeta las leyes de tránsito ni los semáforos. En los bancos y en el
IESS, encargamos el puesto y nos vamos a sentar mientras se acerca la cola. En las
elecciones elegimos a quien más insulta, al más guapo o a quien regala más”.
Lamentablemente la epidemia del Covid-19, nos ha puesto en evidencia como sociedad,
por no nos protegemos los unos a los otros, simplemente nos protegemos a nosotros
mismos y a nuestras familias, la pregunta es y al resto ¿por qué no?, lo digo por
experiencia propia al inicio de la pandemia el GAD parroquial de Pomasqui regalo
canastas de productos de primera necesidad a las personas que se encontraban en una
situación de riesgo en la parroquia, las canastas fueron entregadas a los presidentes
barriales, para que sean distribuidas a las distintas personas que las necesitaban, sin
embargo no fue así, no se realizó la planificación necesaria por parte del presidente
barrial del lugar en el que resido, se convocó de manera repentina a estas personas,
hubo aglomeraciones en el lugar en que se iban a distribuir las canas, y al final las canas
no llegaron a las personas que se encontraban en una situación de riesgo en mi barrio,
fue lamentable, porque esta irresponsabilidad ciudadana causo que aumentaran los
contagios de Covid-19 en el lugar en el resido y esta situación nos lleva a otro punto
muy importante el cual es que la sociedad no acepta su parte de culpa, Cornelio
Marchán “En cierta forma, la raíz puede estar en el paternalismo. Los ecuatorianos nos
hemos acostumbrado a que el Estado desempeñe o haga todas las actividades; que nos
asegure las posibilidades de desarrollo. Nos hemos acostumbrado a recibir regaladas las
cosas. Eso no es tanto culpa de la gente sino de que no se le ha dado la posibilidad de
poner en práctica la potencialidad que tiene el ecuatoriano. No se ha dado posibilidades
de participación. La mentalidad se vuelve, entonces, un poco perezosa. Los problemas
se convierten en parte del paisaje social y creemos que ese es el estado natural de las
cosas. Es una actitud conformista”, en gran parte coincido con su pensamiento, nos
hemos dedicado a culpar al gobierno por todo lo que sucede en el país, y no buscamos
alternativas, por ejemplo por que no apoyar los emprendimientos de nuestros vecinos
porque no darnos la mano entre nosotros para salir juntos adelante, lamentablemente no
actuamos así, somos tan egoístas que no apoyamos a nuestros vecinos que por alguna
razón contrajeron el virus, muchos prefieren mantenerlo en bajo perfil para que no los
discriminen, para que no empiecen las amenazas, y de esta manera incluso limitamos
sus oportunidades para tener acceso a la red pública de salud, ya que con el fin de
“proteger su integridad” no acuden al 171, para que los monitoree en sus hogares,
prefieren curarse con medicina natural, es lamentable que por esas circunstancias he
perdido a vecinos, he visto familias desmoronarse y sucumbir en la desesperación.
Mi propuesta es que en el afán de evitar muertes innecesarias debería existir una mayor
organizan y comunicación entre líderes barriales, líderes sectoriales y los GAD
parroquiales para que se realice un adecuado monitoreo de contagios, en los diferentes
barrios de las parroquias y de este manera se informe y llegue información verídica al
COE cantonal para que este intervenga de una más manera adecuada, es decir
estableciendo un cerco epidemiológico más certero, y realizar pruebas rápidas a las
personas que están dentro del mismo.
Mi propuesta va a sonar un tanto utópica pero como ciudadanía, podríamos
solidarizarnos con las personas que se encuentran en riego a través de la autogestión, es
decir buscar apoyo para proveerlos de productos de primera necesidad, si estas personas
trabajan todos los días, ayudar a proveerlos de productos de prevención ante un contagio
de Covid-19. Por ultimo apoyar y evitar discriminar a personas que han contraído el
virus, ya que lo pueden volver a contraer.