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er13i2024 Dos pronunciamientos de la Corte Suprema relacionados con el enviquecimiento sin causa en la contratacon pulbica(")
Sumarios
|, El enriquecimiento sin causa en el derecho civil. - Il. Su extensién al derecho administrativo. A. La doctrina.
B. La jurisprudencia, - Ill. Los pronunciamientos comentados. A. “CASE c. Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires”. B. “IATASA (Ingenieria y Asistencia Técnica Argentina S.A.) c. Municipalidad de la Ciudad de Buenos
Aires” (del 19-10-10). - IV. Una conclusién critica.
Nota a Fallo
Estos recientes pronunciamientos de la Corte, en los que sélo se aplicé la formula del art. 280 del CPC,
dicen, a mi modo de ver, mas de lo que aparentan. En efecto, hay que relacionarlos con el precedente
“Ingenieria Omega”, donde la Corte, si bien no fue novedosa respecto de la aplicacién de dicha teoria a los
contratos piblicos, habia fijado una doctrina tan estricta que, de seguirse sin hacer las modulaciones
necesarias, resultaria que la Administracién podria encargar una obra o servicio, y después no pagarla
sosteniendo que no se habian cumplido las formalidades legales, entre ellas, el ilamado a licitacion.
‘Mucho se ha invocado sobre el principio de legalidad en materia administrativa, pero no significa ello que la
legalidad esté en pugna con a justicia y la equidad, ni que, por invocar aquélla, quede neutralizada ésta. Y,
precisamente, la teorfa del enriquecimiento sin causa constituye una solucién de equidad.
El tema es muy amptio, y en otro lugar lo expuse(1), y, Dios mediante, espero desarrollarlo con extensién en
otro momento, pero aqui sefialaré las pautas generales y citaré los precedentes mas importantes, en punto a
‘encaminar hacia el tratamiento del tema del epigrafe.
Destaco que los dos pronunciamientos de la sala M de la Camara Nacional de Apelaciones en lo Civil son
verdaderas piezas juridicas no solo con relacién al tratamiento del enriquecimiento sin causa, sino de otros
topicos de derecho administrativo (como, por ejemplo, el acto administrativo) y derecho procesal que
merecen comentario aparte, pero lo dejo a otros estudiosos. Felicito -si se me permite- a mis distinguidos
ccolegas por sus sentencias.
1
El enriquecimiento sin causa en el derecho civil
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que no es una institucién anclada exclusivamente en el derecho civil.
No es éste el derecho comin o la fuente del derecho administrativo, sino que éste se ha erigido en una rama
auténoma del derecho, con principios propios, muchos de los cuales, como el enriquecimiento sin causa,
pertenecen al acervo del derecho y no son patrimonio exclusivo y directriz del derecho civil(2).
1. Si bien el Cédigo Civil argentino, el cédigo de Vélez Sarsfield, no lo contempla expresamente, estaba en su
‘entramado normativo(3). Ello se ve, por ejemplo, entre otros casos, en el pago por error: “El que por un error
de hecho o de derecho, se creyere deudor, y entregase alguna cosa 0 cantidad en pago, tiene derecho a
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repetirla del que la recibié" (art. 784); 0 cuando el art. 2306, que establece: “Cuando alguno sin ser gestor de
negocios ni mandatario hiciese gastos en utilidad de otra persona, puede demandarlos a aquéllos en cuya
utilidad se convirtieron”(4).
Qué fundamento se dio para sustentar el enriquecimiento sin causa en el derecho civil? Las posiciones varian,
desde quienes vinculan su existencia con la presencia de una obligacién moral, 0 quienes como Llambias
enfocan la cuestién desde “el prisma de la filosofia social”(5), 0 los que ven la existencia de un hecho ilicito
del enriquecido 0 una gestién de negocios anormali(6).
Alterini y Ameal sostienen que “el enriquecimiento sin causa esta emplazado en el campo de la ilicitud
objetiva. Mientras en el cuasicontrato (...) subyace un acto licito, en el enriquecimiento sin causa hay una
situacion juridica -configurada por la confluencia de sus requisitos- objetivamente ilicita, que da lugar ala
restitucién”(7)..
Y tal ilicitud bien puede vincularse con un principio moral de orden superior y que por via de la equidad
reclama el restablecimiento de la juridicidad -siempre que en ella se entienda comprendido el deber moral-
Precisamente, aunque como antes se dijo Vélez Sarsfield no habia explicitamente legistado el enriquecimiento
indebido, en la nota al art. 784 se da cuenta de su raiz y, esto es importante, de su recepcién en su proyecto:
“El principio de equidad, dice Marcade, que siempre es principio en nuestro derecho civil, no permite
enriquecerse con lo ajeno y que un supuesto acreedor se quede con una suma 0 con una cosa que no se le
debia, o que se la debia el que la entrega” (la itélica me pertenece).
Con lo cual se aboca a la idea de un fundamento moral, de equidad, del instituto, como, entre otros, lo han
sostenido Borda y Lépez Mesa(8), sin perjuicio de sefialar que otras posiciones la han fincado en la moral en
las relaciones juridicas(9). Me atrevo a acentuar este fundamento porque nos servira para extrapolarto a lo
que ocurrié en el derecho administrativo.
2. Los requisites para su procedencia, que la doctrina civilista, en términos generales(10), ha fijado, son los
siguientes:
a. Un enriquecimiento del demandado, constituido por una ventaja patrimonial, por aumento del patrimonio,
lucrum emergens, 0 por una no disminucién, damnum cessans.
b. Un empobrecimiento del actor, constituido por un dafio, que puede ser emergente, damnus emergens, 0
lucro cesante, (ucrum cessans, del que ha sido consecuencia el enriquecimiento del demandado.
. Falta de causa que justifique el enriquecimiento.
d. Relacién causal entre el enriquecimiento y el empobrecimiento.
€. Inexistencia de precepto legal que excluya la aplicacién del enriquecimiento (CM 190).
f. Carencia de otra accién también identificada como cardcter subsidiario de la actio de in rem verso. Este
Ultimo cardcter esta discutido.
8. Falta de culpa del empobrecido.
Por cierto que los recaudos fijados no son absolutes, puesto que hay matizaciones, como por ejemplo respecto
de quien actéia de mala fe 0 culpa, quien, en principio, no podria invocarlo, mas en el caso del poseedor de
mala fe pueden repetir las mejoras necesarias y utiles (arts. 2440 y 2441).
0
Su extensién al derecho administrativo
Pese a que existieron trabajos parciales, nuestra doctrina no desarrollé mayormente el principio. El mérito,
como se vera mas adelante, fue de la jurisprudencia. Empero, lo poco que se escribié tuvo contenido
suficiente para su aplicacién al derecho administrativo,
A. La doctrina
1, Hace mas de noventa afos, Bielsa(11) sefialaba que no obstante su autonomia el derecho administrativo
apticaba principios del Cédigo Civil o algun postulado esencial de ese derecho, “es decir, en alguno de aquellos
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postulados que encierran principios de eterna justicia, como el neminem laedere, el jus suum cuique tribuere
y aun de algunos fundados en la equidad como son los que sancionan obligaciones en el caso del
enriquecimiento sin causa (el empleo util especialmente) que se hacen efectivas por los medios del derecho
comin”. Y en la extensa nota que acompajia al texto hacia referencia a la actio de in rem verso, que era,
reproducia en ta nota, “la sancién de una regla de equidad que no permite enriquecerse con daho de otro’
‘Mas adelante decia en la misma nota que, si “alguien realiza un gasto o empleo Util para otro, no es justo ni
‘equitativo que el beneficiado no indemnice a quien hizo el gasto en tanto éste la reporte ‘utilidad’””.
Finalmente, para no extendernos en el autor, sefialé que “en la esfera del derecho administrativo
prodicense situaciones idénticas a las del derecho civil (...); y nada se opone, sino al contrario, que esas
reglas se apliquen en ciertas relaciones entre un particular y una entidad administrativa o entre dos entidades
administrativas. La amplitud del principio -que no es privativa del derecho comtin- permite comprender en él
tales casos. Hay siempre identidad sustancial desde el punto de vista de (a equidad y del derecho" (12) (el
énfasis me pertenece).
Para que se tenga una idea de la extensién que a principios del siglo XX se hacia del enriquecimiento sin
‘causa, es iitil mencionar la cita que en nota hizo el profesor Bielsa de la sentencia dictada por la Camara de
Apelaciones de Rosario el 31-10-1921: se trataba de un contrato celebrado por el intendente de dicha ciudad,
que en virtud de exceder su monto el maximo autorizado por la normativa municipal, acudié a un ya entonces
conocido remedio: fraccioné la obra. Realizada y entregada la obra, el municipio negé el pago porque tal
contrato era nulo. En primera instancia fue rechazada la demanda del constructor. Mas en segunda instancia
se revocé la sentencia, de acuerdo con los siguientes fundamentos que reproduce Bielsa: “1° que si bien la
accién no puede fundarse en un contrato, es indudable que hay un empleo util (art. 2306, céd. civil); las obras
han sido construidas -agrega- para embellecimiento del parque; 2° las obras han sido aceptadas y su valor ha
sido probado; 3° que en tal caso la actio in rem verso es viable, pues ella se funda ‘en el principio de equidad
de que nadie debe enriquecerse en perjuicio de lo ajeno’”(13) (la cursiva es del original).
2. En uno de los mejores estudios que en su tiempo se hicieron sobre la extensién del enriquecimiento al
derecho administrativo -exponiendo al mismo tiempo el contenido civilista-, Spota(14) apunté una realidad de
entonces y actual: “El problema no ha merecido grandes desenvolvimientos entre nosotros a pesar de su
importancia, Sin embargo, nuestra jurisprudencia ha admitido que la administracién quede obligada en virtud
del principio tan general de la versio in rem”. Concluia asi el comentario: “El fundamento de equidad que
fundamenta toda la teoria de la versio in rem tiene su aplicacién en contra de la administracién publica, ya
que ésta no podra escapar a esa ley imperiosa de toda sociedad organizada”.
En su momento, Esteban Imaz(15), recordado ministro de la Corte Suprema y autor destacado, apunté que las
exigencias de que el actor haya actuado sin culpa, o que el otorgamiento de la accién no desvirtie una norma
legal, “no justifican el rechazo general de la accién, y no son admitidas por la doctrina predominante a la que
adhieren”. Y, en cuanto a que no exista otro medio para la tutela del derecho del demandante, “es
discutido”
3. Fiorini expuso con amplitud el tema. Por via de principio, entendfa que “se aplica con cardcter
‘excepcional”. En cuanto al enriquecimiento y el correlative empobrecimiento, afirmaba la dificultad de su
demostracién, para lo cual entendia que el enriquecimiento “se sustituye con el aporte particularizado en
beneficio del interés pUblico 0, segin el caso, en un aporte especial a un solo administrado 0 a un grupo
particular de la colectividad”, y se trata “de un beneficio genérico o diferencial que recibe la Administracion
publica, que se refleja en la colectividad, sea en los intereses primarios, o en elementos de interés
secundario”. En cuanto al “empobrecimiento”, afirmaba que “el acento del beneficio relativiza el del
‘empobrecimiento, que se establece por la ausencia de una compensacién retributaria econémica. No se trata
de la pérdida de algo (...), sino la aplicacién del principio que los trabajos personales o la entrega de bienes
privados no se pueden presumir gratuitos”(16).
Los “datos esenciales” para que se configurara el principio eran para dicho autor, los siguientes: “a) la utilidad
0 servicio destacable; b) falta de causa juridica; c) inexistencia de una expresa norma prohibitiva; d) (...) la
necesidad del servicio o el acto que produce un beneficio”, agregando que éste, a su juicio, “es el elemento
Prioritario: la necesidad”(17). Mas adelante agregé otro componente basico: “inexistencia de culpabilidad,
‘exclusion de conducta dolosa, etc.”(18).
El punto decisivo se aprecia en el tratamiento que hizo Fiorini al beneficio, a la utilidad y a la necesidad.
‘Aunque es algo confuso el tratamiento que dio a estos conceptos, para él, beneficio era un provecho
mensurable y determinado, un suplemento fuera de lo comin; la utitidad era un aprovechamiento que podia
ser normal pero necesario, “pues si no se hubiere manifestado habria una deficiencia o limitacién en la
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