LA ESCRITURA
Escribir es la acción de representar palabras o ideas con letras o signos en papel o
cualquier otra superficie. También se denomina ejercicio de la escritura y cumple con
un que es el de transmitir ideas, redactar un tratado, documento o texto de ficción,
trazar notas y signos musicales, inscribir datos o cualquier otra acción de transposición
de letras y símbolos
Según varias investigaciones neurológicas basadas en datos clínicos procedentes
de lesionados cerebrales, en datos experimentales procedentes de estudios científicos
y en datos de simulación por ordenador, apuntan a modelos cognitivos que tratan de
explicar cómo se produce la escritura. Desde estos modelos las dificultades de
aprendizaje de la escritura (disgrafías) o los retrasos en la adquisición de la escritura
reflejan alteraciones en algunos de los procesos implicados.
La escritura es un acto altamente complejo para todos quienes la empleamos. Los
mecanismos implicados en la escritura varían según el tipo de escritura. Y se considera
dos tipos de escritura.
Escritura reproductiva: que puede ser copia o dictado.
Escritura productiva o creativa: que puede ser composición de textos o escritura
espontánea.
Los procesos básicos de la escritura, también llamados procesos inferiores o
simples, son procesos que realizamos de forma automática, de tal manera que cuando
escribimos letras ya no pensamos en, por ejemplo, como tenemos que mover la mano.
Lo mismo sucede cuando escribimos algunas palabras como nuestra firma. No ocurre
lo mismo con los procesos complejos de escritura creativa, que requieren en cada
situación de una adaptación.
Los procesos implicados en la escritura a veces se han considerado que son iguales
que los de la lectura, sólo que a la inversa. Hay grandes semejanzas entre la lectura y
la escritura. De hecho, la lectura solo puede hacerse sobre algo escrito. Pero también
presentan diferencias y los procesos implicados son, en parte, diferentes. Prueba de
ello, es que existen buenos lectores cuya escritura es defectuosa y a la inversa.
Los procesos implicados en la escritura podemos descomponerlos con una finalidad
didáctica, en tres apartados:
Procesos cognitivos implicados en la escritura:
Escribir es una actividad muy compleja. Implica poner en marcha muchos procesos
simultáneamente.
Escribir, por ejemplo, una carta conlleva decidir sobre el contenido de la misma,
sobre la forma de expresar ese contenido, decidir la estructura sintáctica que
utilizaremos en cada frase, seleccionar el léxico más adecuado, aplicar las reglas
ortográficas…y hacer los movimientos grafo-motrices necesarios para dibujar cada letra
(Nicasio, 1995).
Existen diferentes modelos que tratan de explicar los procesos psicológicos o
cognitivos implicados en la escritura. Vamos a describir el modelo de los procesos de la
escritura de Fernando Cuetos (1991):
Charo Tobeña Arasanz.
Orientadora del IES Lucas Mallada
- Cuetos (1991) citado en Nicasio (1995): Cuetos describe los procesos cognitivos
implicados en la escritura. Algunos requieren de una gran carga cognitiva (atencional,
memorística, de razonamiento,…), y otros son más simples. A cada uno de estos
procesos lo denomina módulo.
Existen cuatro módulos: módulo de planificación, módulo sintáctico, módulo léxico y
módulo motor. Los dos primeros módulos (planificación y sintáctico) son más complejos
y los dos últimos más sencillos. Ocurre que los escritores menos expertos dedican
mucho tiempo en los procesos de bajo nivel, y casi nada a los de mayor complejidad o
alto nivel. Y lo contrario, sucede con los escritores expertos que han automatizado los
procesos más simples.
A continuación vamos a describir los cuatro módulos:
Módulo de planificación del mensaje:
Es el proceso más complejo. Es pensar en el mensaje que se va a trasmitir. Es
planificar los conceptos que se van a utilizar. Es un proceso de toma de decisiones,
que implica reflexionar sobre la finalidad y el contenido del escrito. Para ello se busca y
selecciona información congruente con los objetivos. Estas informaciones pueden
extraerse del entorno, de las experiencias previas o de datos almacenados en la
memoria del escritor.
La fase de planificación se inicia estableciendo los objetivos que va a tener el texto
según: la tarea, el tipo de texto y la población a la que va dirigido. Generalmente se
parte de objetivos abstractos que se concretan en unos sub-objetivos a través de varias
estrategias:
1ª- Generar las proposiciones que contendrá el texto. Éstas se extraen de la
memoria. Pero las proposiciones también se extraen de la realidad y del entorno que
nos rodea.
2ª- Las proposiciones generadas se seleccionan, ordenan y jerarquizan. Se
diferencian los contenidos más significativos de los menos importantes, se organizan
las ideas o proposiciones en un plan coherente con la finalidad del texto.
3ª- Se revisa lo planteado con preguntas que pueden ser útiles para ver si el texto se
ajusta o no a los objetivos propuestos.
Esta fase se adquiere de forma progresiva. Los escritores expertos planifican antes
de ponerse a escribir.
Salvador (2008) indica que de los 10 a los 14 años se produce un progreso
significativo en esta habilidad.
Los escritores noveles o inexpertos consumen muy poco tiempo en esta fase, se
precipitan y se ponen a escribir impulsivamente y pocas veces revisan el texto que han
escrito.
Módulos sintácticos o construcción de la estructura sintáctica:
Escribir un texto es transformar unas ideas o conceptos (proposiciones) en frases
que sigan las reglas y estructuras gramaticales. La gramática es el conjunto de reglas
que marcan el uso de una lengua concreta.
Incluye el estudio de la sintaxis y la morfología. La sintaxis es la parte de la
gramática que estudia las formas en que se combinan las palabras ente sí para formar
sintagmas y oraciones. La morfología estudia a las palabras y el proceso de formación
de las mismas.
Al principio, las estructuras sintácticas que usa el niño son muy simples: sujeto,
verbo, predicado. Con posterioridad se utilizan oraciones compuestas (coordinadas:
copulativas, disyuntivas, distributivas, adversativas, explicativas; subordinadas:
sustantivas, adjetivas o de relativo, adverbiales; yuxtapuestas). En cada una de estos
tipos de oración existen unas palabras funcionales que soportan o fijan la estructura
sintáctica (preposiciones, adverbios, conjunciones, etc.) y que hay que conocer y saber
utilizar correctamente.
Los niños menos expertos producen un lenguaje escrito muy similar al lenguaje oral.
Por ej. Niños con altas capacidades intelectuales se diferencian de niños de su misma
edad en las estructuras sintácticas empleadas, y no se diferencian en la ejecución
gráfica de las letras.
Módulos léxicos o de selección de las palabras:
Se trata de seleccionar las palabras que van a formar parte del texto. La elección de
las palabras se realiza buscando en el almacén léxico o semántico aquella palabra que
mejor expresa el concepto o la idea que se quiere transmitir. Por tanto, el primer paso
es elegir, de entre todas las palabras que conocemos, la que mejor expresa la idea o el
concepto a escribir. Seleccionada la palabra habrá que saber cómo se escribe o cuál
es su forma ortográfica.
Clásicamente se han considerado dos rutas de acceso a las palabras: una ruta
directa, visual u ortográfica, que permite si están disponibles las palabras, acceder a
ellas de forma rápida. Y la ruta indirecta o fonológica que supone acceder a la palabra
a través de la transformación de los fonemas en grafemas.
Cuanto menos transparente es un idioma más hay que utilizar la ruta visual (ej.
inglés). Ambas rutas son necesarias para escribir correctamente.
Módulos motores:
En la memoria existe un Almacén de Patrones Motores Gráficos, que contiene un
Almacén grafémico: Memoria a corto plazo que retiene temporalmente las grafías de
las palabras a escribir. Llega información de la ruta directa y también de la indirecta. Y
un Almacén Alográfico que contiene de cada letra todas sus variedades de
mayúsculas, minúsculas, tipo de letra, etc. Y también contiene la secuencia de
movimientos que el brazo, la mano y los dedos deben hacer para escribir cada letra.
En conclusión la escritura ha sido y seguirá siendo parte fundamental en la vida del
hombre desde tiempos inmemoriales.
Escribir es uno de los medios de comunicación más útiles, pues a través del
lenguaje escrito emitimos mensajes, registramos ideas y opiniones que permitan a
quien escribe dejar plasmado un contenido para su oportuna lectura.
Cuetos, F. (2009): Psicología de la escritura. Madrid. Wolters Kluwer
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