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Familias Numerosas - P. ÁNGEL PEÑA O.a.R

Este documento discute la teoría de la superpoblación y las ideas de Malthus, Darwin y Galton sobre la eugenesia y el control de la población. Argumenta que estas teorías promovían la esterilización forzada y el control de la natalidad entre los pobres y minusválidos, viéndolos como personas de menor valor. Sin embargo, el documento sostiene que valorar a cada persona y recibir a los hijos como un regalo de Dios es una bendición, no un problema.

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Familias Numerosas - P. ÁNGEL PEÑA O.a.R

Este documento discute la teoría de la superpoblación y las ideas de Malthus, Darwin y Galton sobre la eugenesia y el control de la población. Argumenta que estas teorías promovían la esterilización forzada y el control de la natalidad entre los pobres y minusválidos, viéndolos como personas de menor valor. Sin embargo, el documento sostiene que valorar a cada persona y recibir a los hijos como un regalo de Dios es una bendición, no un problema.

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P. ÁNGEL PEÑA O.A.

FAMILIAS NUMEROSAS

LIMA - PERÚ

2
Nihil Obstat
P. Ignacio Reinares
Vicario Provincial del Perú
Agustino Recoleto

Imprimatur
Mons. José Carmelo Martínez
Obispo de Cajamarca (Perú)

LIMA - PERÚ
2009
3
ÍNDICE GENERAL

ÍNDICE GENERAL....................................................................................................4

INTRODUCCIÓN................................................................................................. .....4

¿SUPERPOBLACION?..............................................................................................6

ABIERTOS A LA VIDA ...........................................................................................14

LOS HIJOS................................................................................................... .........16

ENSEÑANZA DE LOS PAPAS................................................................................17

VENTAJAS DE LAS FAMILIAS NUMEROSAS..............................................................18

LA MADRE...........................................................................................................21

FAMILIAS DE FE................................................................................................... .24

MADRES HEROÍNAS..............................................................................................28

LA EUCARISTIA, FUERZA DE LA VIDA...................................................................30

TESTIMONIOS......................................................................................................32
A)CESÁREA ....................................................................................................... ....................32
B)PARTOS MÚLTIPLES ................................................................................................ .............36
C)HIJOS ADOPTIVOS .................................................................................................... ...........37
D)EMBARAZOS CON PROBLEMAS ..................................................................................... ......41

LOS ANCIANOS EN FAMILIA...................................................................................48

REFLEXIONES .....................................................................................................49

ORACION DE UN PADRE DE FAMILIA.......................................................................52

CONCLUSIÓN.......................................................................................................54

BIBLIOGRAFÍA............................................................................................. .........55

INTRODUCCIÓN

4
En la actualidad se está difundiendo una mentalidad, según la cual, el
tener muchos hijos sería una gran irresponsabilidad. El mundo, dicen, está
superpoblado y no hay alimento para todos. Y para que se pueda disfrutar
de un relativo bienestar y no haya niños que se mueran de hambre, ven
necesario imponer una planificación familiar a nivel mundial. Pero
¿realmente el mundo está superpoblado? ¿Se pueden solucionar los
problemas matando niños por el aborto o con métodos anticonceptivos?

Trataremos de responder a algunas de estas preguntas y nos daremos


cuenta de que los países ricos, que son los que imponen políticas de
control de natalidad a los países pobres a cambio de ayuda económica, son
los primeros que están pagando sus propias ideas equivocadas; pues estos
países ricos de Estados Unidos y Europa se están despoblando y, si no
fuera por los inmigrantes, se empobrecerían y se irían muriendo poco a
poco, dado que la tasa de natalidad no cubre la de la mortalidad.

Por eso, el tener familias numerosas en una perspectiva de fe,


valorando a cada hijo como un ser humano y recibiéndolo como un regalo
de Dios, es una bendición para todos. No hablamos aquí de las familias
numerosas, donde los hijos son producto de la pura biología, no son
queridos como tales y no son vistos como un regalo, sino como un
problema, y después quizás los abandonan o los hacen sufrir por la
irresponsabilidad de sus padres. Hablamos aquí, especialmente, de esas
familias que, por amor a Dios y a sus hijos, son capaces de arriesgarlo
todo, incluso la vida; y que reciben a cada hijo con una alegría
desbordante como venido de Dios y con mucho amor. En estos casos, vale
la pena tener muchos hijos, pues son una bendición para la familia, para el
propio país y para el mundo entero.

5
¿SUPERPOBLACION?
El clérigo anglicano Thomas Malthus dio a conocer en 1798 una
teoría sociológica revolucionaria. En su Ensayo sobre el principio de la
población sostiene que el crecimiento natural de la población está
destinado a ser siempre mayor que el de los suministros económicos. Con
esto daba a entender que la humanidad corría el riesgo de crecer cada vez
más en número y tener menos alimentos cada día, con lo que habría
muchas muertes por hambre en el mundo. Para solucionar este problema,
debería haber un control de la población para evitar que los pobres se
pudieran reproducir tanto, pues los veía como una amenaza a la
supervivencia de los demás, como si fueran personas de segunda categoría.

Charles Darwin en su libro El origen de las especies aplicó la teoría


de Malthus y habló de la selección natural como una manera de
supervivencia de las razas “superiores”, creando así una mentalidad racista
que, después, los nazis la aplicarían con todas sus horribles consecuencias.
Malthus y Darwin no valoraban la vida humana en sí, pues consideraban a
los enfermos mentales, a los discapacitados, a los enfermos y a los pobres,
como personas sin derechos o de poco valor. Ellos proponían ya la
esterilización como una posibilidad, incluso obligatoria, promoviendo así
la eutanasia, el aborto y los métodos anticonceptivos como medios de
control de la población.

Francis Galton (1822-1910), primo de Darwin, hizo suyas las teorías


de la selección natural de Darwin y sacó las conclusiones, diciendo que la
selección natural era muy lenta para mejorar la raza humana y que debía
aplicarse la selección artificial de seres humanos. Es considerado como el
fundador de la eugenesia, como si solamente los seres humanos fuertes y
de razas superiores tuvieran derecho a vivir.

En un ensayo de 1873 para el Frazer's Magazine, titulado Mejora


hereditaria, concibe el establecimiento de un banco de datos que pudiera
permitir determinar quiénes son los individuos más notables desde el punto
de vista de la herencia. Según él, después de un par de generaciones de
selección artificial, el número de familias de sangre verdaderamente fuerte
se levantaría, para convertirse en una potencia. A medida que se
multiplicasen las personas de buena sangre, los menos dotados
comenzarían a decaer en cualquier caso en que entrasen en competencia

6
con los de buena raza, exactamente de la misma manera que las razas
inferiores siempre desaparecen ante las superiores. Los inferiores serían
tratados con total amabilidad siempre que se ajustasen a su forzoso
celibato; sin embargo, si en el futuro empezasen a procrear, tales personas
serían consideradas enemigas del Estado y renunciarían así a cualquier
pretensión de trato amable1.

Galton puso los cimientos del florecimiento de las prácticas


eugenésicas tan difundidas en el siglo XX, desde la esterilización en masa,
hasta los intentos de exterminación racial de Hitler, pasando por los tan
difundidos métodos de control de natalidad, incluido el aborto. Por toda
Europa y Estados Unidos se fundaron gran número de sociedades
eugenésicas. El mismo Galton fundó el Laboratorio Francis Galton para el
estudio de la eugenesia y financió la cátedra Galton de eugenesia en la
universidad de Londres.

Al final de su vida, Galton sostenía que la eugenesia era más amable


y, a la vez, más efectiva que la selección natural. La selección natural se
apoya en la producción excesiva y en la destrucción en masa, así escribía
en sus Memories of my life (Recuerdos de mi vida), que es su
autobiografía. La eugenesia se ocupa de no traer al mundo más individuos
que los que pueden ser adecuadamente atendidos y sólo aquellos con la
mejor sangre2.

En su libro “Hereditary genius” afirma: Llegará un tiempo futuro en


que la población de la tierra se mantenga en unos números adecuados y
esté conformada por las razas adecuadas, de la misma manera que las
ovejas se crían en una pradera bien ordenada o las plantas en un
invernadero; mientras tanto, hagamos lo que podamos para propiciar la
multiplicación de las razas más dotadas de modo que surja una civilización
ilustrada y generosa, y no se obstaculice, partiendo de un instinto erróneo
de ayudar a los débiles, la llegada de individuos fuertes y sanos3.

1
Gillham Wright, A life of Sir Francis Galton, Oxford university press, Oxford,
2001, pp. 196-197.
2
Ib. p. 335.
3
Galton Francis, Hereditary genius, MacMillan, Londres, 1925, p. 343; en español
se llama Herencia y
eugenesia, Alianza editorial, Madrid, 1988.
7
La última obra de Galton fue una rocambolesca novela eugenésica,
titulada Kantsaywhere, donde hablaba de los métodos a seguir desde los
rigurosos exámenes para determinar la adecuación eugenésica y otorgar
certificados eugenésicos hasta los campos de trabajo para incapaces, el
estatus secundario de algunos a efectos de apareamiento y el castigo para
los que no se sometiesen a las normas. Para él, sólo las razas superiores
podían tener familias numerosas. Los de razas inferiores o individuos
minusválidos o enfermos debían ser esterilizados.

Sus ideas tomaron forma en Estados Unidos que aprobó leyes de


esterilización forzada en muchos Estados, comenzando con el de Indiana
en 1907. La ley de inmigración de 1924 estableció unas cuotas que
buscaban evitar la inmigración de indeseables raciales. En 1927 la Corte
Suprema se pronunció por ocho votos contra uno a favor de la
constitucionalidad de la esterilización eugenésica. Es más, en Estados
Unidos vieron la luz las concepciones eugenésicas de Margaret Sanger,
dirigidas a la eliminación de los incapaces a través del control de
natalidad, concepciones de las que surgiría la International Planned
Parenthood Federation (Federación internacional de paternidad
planificada), fundada por la misma Sanger.

La IPPF, que es una de las organizaciones mundiales más acérrimas


defensoras del aborto y de la anticoncepción a gran escala, considera el
crecimiento de los países pobres como una amenaza a la seguridad de los
países ricos. Por eso, Estados Unidos y los países ricos promueven el
control de natalidad a toda costa en países pobres, condicionando los
préstamos y la ayuda económica a la implementación de políticas de
control demográfico, que incluyen el aborto, los anticonceptivos y las
esterilizaciones masivas (vasectomía y ligadura de trompas).

Según el filósofo español Julián Marías, todos los que hablan de la


posible superpoblación del planeta e incentivan las esterilizaciones y toda
clase de anticonceptivos en masa, reducen lo humano a la zoología. Ven a
la mujer embarazada como un hembra irresponsable y una auténtica
amenaza al ecosistema de la tierra, que no tiene ningún derecho a decidir
sobre el número de hijos que quiera tener. De ahí que, en casos extremos,
como en China, el gobierno impone la política de un solo hijo por familia.

8
Se habla mucho de la bomba P (bomba de población). Se dice que si
no existe control de natalidad, no tardará en explotar y destruirá la
humanidad. Ven a la Tierra como una barca que transporta actualmente
más de 6.500 millones de pasajeros y está a punto de hundirse. Las lanchas
salvavidas sólo pueden socorrer a un tercio o a un cuarto de los pasajeros.
Por tanto, creen que es necesario cortar despiadadamente las manos a los
que quieran subir a las lanchas, pues de otro modo morirán todos. Los
ricos son los que están en las lanchas y los pobres quieren subir a ellas. A
los pobres se los ve como enemigos, como inferiores y como perdedores
en la lucha de la vida, y hay que destruirlos para que no pongan en riesgo
la seguridad de los demás.

Se dice también que los pobres son los causantes de la degradación


del medio ambiente con la deforestación, el derroche de recursos, el
calentamiento terrestre y el deterioro de la capa de ozono. Para Malthus y
sus seguidores, ayudar a los pobres significaría infringir la moral natural.
Hay que eliminarlos, ya que el número excesivo de hombres es la causa
principal del malestar de la humanidad. Y, por eso, se impone con urgencia
un control de natalidad a todo trance para detener el avance demográfico
de los pobres.

Sin embargo, estas ideas con las cuales tratan de justificar las
esterilizaciones, anticonceptivos y el aborto a gran escala, no están
confirmadas por ninguna conclusión científica. No está demostrado que
exista una correlación entre desarrollo y población. Hay países pobres
poco poblados, como Benin, y países ricos poco poblados como Australia.
Hay países ricos muy poblados (Holanda y Japón) y países pobres muy
poblados como Bangladesh. Y hay países vecinos con las mismas
características, que tienen desarrollos diferentes, como Honduras y Costa
rica.

Por otra parte, las teorías de Malthus sobre la escasez de alimentos


han sido rebatidas. Y, como dijo el agrónomo Borlaug, premio Nóbel de la
paz de 1970, las carestías actuales se deben especialmente a la
incapacidad, a la corrupción y a la maldad o injusticia de los hombres.

Por eso, podemos preguntarnos: ¿Está realmente amenazada la


seguridad de los países ricos por efecto de los muchos hijos de los países

9
pobres? ¿El mundo está superpoblado? En un documento del Consejo
Pontificio para la familia del 27 de febrero de 1998 se dice:

Desde hace demasiado tiempo, la mayoría de los estudios sobre la


población difunden una versión global y errónea según la cual el mundo
sería prisionero de un crecimiento demográfico galopante, que llevaría a
una explosión demográfica. Nos alegra constatar que, incluso en ciertos
organismos de la ONU, se comienza a reconocer la verdad de los datos
demográficos. En efecto, al cabo de más de treinta años, las conferencias
patrocinadas por la ONU han tenido por efecto manifestar las inquietudes
infundadas sobre las cuestiones demográficas...

Las políticas desastrosas de control de natalidad, llevadas a cabo


por muchos gobiernos, están en total contradicción con la evolución
demográfica real tal como lo muestran las estadísticas y se deduce del
análisis de los datos. Desde hace treinta años la tasa de crecimiento de la
población mundial no deja de disminuir a un ritmo regular y significativo.
Ahora, después de haber registrado una disminución impresionante de su
fecundidad, 51 países del mundo (entre 185) ya no logran reemplazar a
sus generaciones. Precisemos que estos 51 países representan el 44% de
la población del planeta. Dicho de otro modo, el índice sintético de
fecundidad de esos países, es decir, el número de niños por mujer, es
inferior, a 2.1. Es sabido que a esta altura se sitúa el nivel mínimo
indispensable para la renovación de las generaciones en los países que
cuentan con las mejores condiciones sanitarias.

Esta situación es igual en casi todos los continentes. Así tienen una
fecundidad inferior al umbral del reemplazo en América: Estados Unidos,
Canadá, Cuba y la mayoría de las islas caribeñas. En Asia, Georgia,
Tailandia, China, Japón y Corea del Sur. En Oceanía, Australia. Y casi la
totalidad de los 40 países de Europa. En este último continente, la gravedad
de los efectos del envejecimiento lleva ahora a la despoblación con un
número de muertes superior al de los nacimientos. Este saldo negativo ya
es un hecho en trece países como Estonia, Letonia, Alemania, Bielorrusia,
Bulgaria, Hungría, Rusia, España e Italia.

La perspectiva que se perfila es el aumento del número de países que


tienen una fecundidad inferior al reemplazo de las generaciones. De igual
modo, está comprobado que va a aumentar el número de países en los que

10
la mortalidad es superior a la natalidad. El asunto es que estas realidades,
que son desde hace mucho tiempo conocidas por los demógrafos, es casi
desconocida por los medios de comunicación social, por la opinión pública
y por quienes tienen el poder de tomar decisiones. Han sido prácticamente
silenciadas en las conferencias internacionales, como pudo constatarse por
ejemplo con ocasión de la Conferencia de El Cairo en 1994, en la de Pekín
en 1995 etc.

¿Cuales son las causas de esta disminución grave de la población


mundial? Algunas son fácilmente identificables. La nupcialidad ha
disminuido mucho. Las personas se casan menos que antes. La edad media
de la maternidad ha aumentado claramente y sigue aumentando. Las leyes
del trabajo no facilitan el deseo de las mujeres de conciliar
armoniosamente la vida familiar y la actividad profesional. Se nota la
ausencia de una verdadera política familiar, especialmente en los países
más fuertemente afectados por el decrecimiento demográfico. Por otra
parte, en la mayoría de países hay políticas de limitación voluntaria de los
nacimientos. Hay difusión de las técnicas químicas de anticonceptivos y,
frecuentemente, la legalización del aborto... A esto se ha sumado la
esterilización de masas. Es preciso recordar las campañas masivas de
esterilización masculina y femenina realizadas en la India en 1954 y 1976
con todos los escándalos que se produjeron. En Brasil, entre las mujeres
que han utilizado algún método de control de natalidad, alrededor del 40%
han sido esterilizadas... En el Perú (en el gobierno de Fujimori) hubo más
de cien mil esterilizaciones, realizadas en malas condiciones higiénicas y
que, en algunas casos, llevó a la muerte a algunas esterilizadas.

Las consecuencias de la disminución de hijos son muy preocupantes.


La proporción de jóvenes en las poblaciones disminuye fuertemente. Esto
produce una inversión de la pirámide de las edades, con una escasa
población de adultos jóvenes, que deben asegurar la producción del país y
sostener el peso muerto de una amplia población de personas ancianas
inactivas, que requieren cada vez más cuidados y material médico... No se
debería olvidar tampoco el influjo de una población anciana en el sistema
educativo. En efecto, para afrontar el peso de las personas ancianas, es
grande la tentación de recortar los presupuestos dedicados normalmente a
la formación de las nuevas generaciones. Esta debilitación del sistema
educativo encierra a su vez un peligro notable: la pérdida de la memoria
colectiva. La transmisión de las conquistas culturales, científicas, técnicas,

11
artísticas, morales y religiosas queda hipotecada gravemente. Notemos
también que, contrariamente a lo que se divulga, incluso el desempleo se
agrava a causa del decrecimiento demográfico. Por otra parte, el aumento
de la edad media de la población influye lógicamente en el perfil
psicológico de esa población: carácter sombrío, falta de dinamismo
intelectual, económico, científico y social, y falta de creatividad, que
parecen afectar a ciertas naciones "viejas".

Al mismo tiempo, aumenta la proporción de las personas ancianas


que están directamente a cargo de la sociedad, mientras que la base
productiva de dicha sociedad, fuente de ingresos para las finanzas públicas,
se reduce. Entonces, para garantizar el funcionamiento de los sistemas de
seguridad social es grande la tentación de recurrir a la eutanasia. Es
conocido que ya se practica en varios países de Europa...

Por todo esto, es urgente que la opinión pública, y quienes tienen el


poder de tomar decisiones, estén perfectamente informados. Es igualmente
urgente rechazar los datos falsos aducidos frecuentemente en las
presentaciones que ocultan sofismas puramente ideológicos, por no hablar
de estadísticas falsificadas. En el campo de la demografía, como en los
diferentes campos del saber, los hechos son evidentes y la verdad no puede
ocultarse indefinidamente. Alegra constatar que esta verdad se manifiesta
cada vez con mayor claridad, puesto que las Naciones Unidas no han
dudado en reunir a un grupo de expertos para interrogarse sobre la
fecundidad inferior al nivel de reemplazo (below replacement fertility).
Nada impide superar las inexactitudes y mentiras que, muy a menudo, se
aducen con el fin de justificar programas, políticas y otras cosas totalmente
incompatibles con el respeto a los derechos fundamentales del hombre.

En resumidas cuentas, ¿está el mundo superpoblado? ¿Hay


demasiada gente en el mundo? ¿Es necesario, como dicen, un urgente
control de natalidad para detener el fin del mundo? O, por el contrario, ¿se
necesita tener más hijos para que las naciones más ricas puedan sobrevivir
como tales? Las naciones viejas de Europa y Estados Unidos se están
muriendo a pedazos y, si no fuera por la sangre joven de los inmigrantes,
se empobrecerían en poco tiempo. Por todo ello, podemos decir que las
políticas antinatalistas, a la vez que son inhumanas, pues matan a millones
de seres humanos por el aborto etc., van destruyendo sus propios pueblos
por la despoblación progresiva y el empobrecimiento. Todo lo cual nos

12
indica que estas políticas antinatalistas no son progresistas y modernas,
sino todo lo contrario: retrógradas y anticuadas.

Becker, un judío, responsable de la prestigiosa Escuela de Economía


de Chicago, premio Nóbel de Economía en 1992, afirma que para el
desarrollo de un país es imprescindible el apoyo a la familia. Afirma que el
80% de la riqueza de un país desarrollado lo constituye el factor humano,
mientras que las riquezas naturales representan apenas el 20%. Y es en la
familia donde se forja el capital humano, en cuyo proceso juega un papel
decisivo la madre. La contribución de las madres representa, al menos, el
30% del producto bruto interno de un país. Por eso, el Estado debe
favorecer la estabilidad de las familias.

Chaunu, el conocido autor francés, dice en su libro “Memoria de la


eternidad”: Jamás hemos tenido tanta necesidad de niños, porque nosotros
estamos transformando Europa y América en un gigantesco asilo de
ancianos, donde ha sido desterrada la sonrisa de los niños4. Se ha
desarrollado un odio al niño, que ha motivado la reivindicación de matarlo
en el útero, es decir, en el corazón mismo de la vida, en el comienzo
absoluto de la infancia5. Una sociedad sin niños es la figura profética del
infierno6.

Por eso, Steve Mosher, experto en demografía y presidente del


Population Research Institute (Instituto de investigación sobre la
población) publicó un artículo, donde daba algunas razones a los cristianos
para pensar seriamente en la posibilidad de tener más hijos que el
promedio.

Tener otro hijo permite ser colaboradores de Dios en la gran obra de


la formación de un nuevo ser humano, con un alma inmortal.
Un nuevo hijo, cuando nace es una alegría para toda la familia.
Tener otro hijo da un hermano a los otros hijos para que todos
aprendan a compartir. La unión de los hermanos es para toda la vida y cada
hijo es un regalo para todos y un enriquecimiento de la familia.

4
Chaunu P., La memoire de l’eternité, Ed. Robert Laffont, Paris, 1975, pp. 118 y
120.
5
Ib. p. 119.
6
Ib. p. 115.
13
Un hijo más puede traer consuelo y ayuda a los padres en su vejez y
puede darles nietos, que les darán mucha alegría en su ancianidad.
Tener un hijo es darle a él la oportunidad de ser feliz eternamente en
el cielo.
Tener un hijo es colaborar en el desarrollo del propio país.

ABIERTOS A LA VIDA
Muchas parejas de esposos, siguiendo la mentalidad materialista y
hedonista reinante en el mundo, procuran tener uno, o máximo dos hijos.
Para ellos lo único importante es disfrutar de la vida y gozar de todas las
comodidades y placeres posibles. Por esto, planifican el tener sus hijos
como si se tratara de comprar un coche o una casa. Se pesan los pros y los
contras, como si estuvieran rellenando la hoja de un balance de empresa.
Si el balance es positivo, es el momento de tener el hijo; si no, debe
esperar.

Por otra parte, sólo quieren tener hijos sanos. De ahí que sea tan
frecuente hacerse la prueba del líquido amniótico para ver si va a nacer
sano; en caso contrario, de acuerdo con los médicos, se lo aborta con total
tranquilidad como si se tratara de un montón de carne y no de un ser
humano. Y en el caso de que, en contra de lo previsto, naciera enfermo,
muchas parejas lo dejan morir de hambre o simplemente le dan el biberón
con un barbitúrico (veronal) en dosis mortales o le inyectan potasio o le
retiran la sonda nasogástrica. Y, en el mejor de los casos, los abandonan o
los entregan a una institución estatal o privada, que cuide de estos niños
enfermos.

Un caso famoso ocurrió en Italia. Una mujer recurrió al aborto


terapéutico, aprobado por la ley, para abortar a su hijo de 22 semanas,
después que los médicos le diagnosticaron una malformación inexistente.
Esto ocurrió en Florencia, en el hospital Careggi, el año 2007. El niño
nació totalmente sano y murió a las pocas horas. Pero ¿cuántos niños
habrán muerto así por errados diagnósticos? Conozco varios casos en los
que los médicos les decían a sus madres que debían abortar, porque el niño
nacería enfermo y, después de aceptar con fe la voluntad de Dios, resultó
que nacieron totalmente sanos. Los médicos pueden equivocarse, pero
también Dios puede hacer milagros, cuando se lo pedimos con fe.

14
Los hijos no son un estorbo y, mucho menos, un castigo de Dios,
aunque estén enfermos. Siempre son un regalo de Dios. Por eso el Papa
Juan Pablo II decía:

La Iglesia cree firmemente que la vida humana, aunque débil y


enferma, es siempre un don espléndido del Dios de la bondad. Contra el
pesimismo y el egoísmo, que ofuscan el mundo, la Iglesia está a favor de
la vida. Por esto, la Iglesia condena como ofensa grave a la dignidad
humana y a la justicia todas aquellas actividades de los gobiernos y otras
autoridades públicas, que tratan de limitar de cualquier modo la libertad
de los esposos en la decisión sobre los hijos. Por consiguiente, hay que
condenar totalmente y rechazar con energía cualquier violencia ejercida
por tales autoridades a favor del anticoncepcionismo e, incluso, de la
esterilización y del aborto procurado. Al mismo tiempo, hay que rechazar
como gravemente injusto el hecho de que en las relaciones internacionales
la ayuda económica, concedida para la promoción de los pueblos, esté
condicionada a programas de anticoncepcionismo, esterilización y aborto
procurado7.

Los medios de comunicación son con frecuencia cómplices de esta


conjura contra la vida, creando en la opinión pública una cultura que
presenta el recurso a la anticoncepción, la esterilización, el aborto y la
misma eutanasia como un signo de progreso y conquista de libertad,
mientras muestran como enemigas de la libertad y del progreso las
posiciones incondicionales a favor de la vida8.

El mismo Juan Pablo II les decía a los jóvenes en la Jornada


Mundial de la Juventud de Denver (Colorado), el 15 de agosto de 1993:
Defended la vida. Cristo os necesita a vosotros para iluminar el mundo y
mostrarle el sendero de la vida. Poned vuestra inteligencia, vuestros
talentos, vuestro entusiasmo, vuestra compasión y vuestra fortaleza al
servicio de la vida. No tengáis miedo... La vida es más poderosa que las
fuerzas de la muerte, la verdad es más poderosa que las tinieblas, el amor
es más poderoso que la muerte. ¡Ay de vosotros, si no lográis defender la
vida! La Iglesia necesita de vosotros para hacer que el Evangelio de la
vida penetre en el entramado de la sociedad.

7
Exhortación apostólica de Juan Pablo II Familiaris Consortio No. 30
8
Juan Pablo II, encíclica Evangelium vitae No.17
15
LOS HIJOS
En la actualidad hay familias que no quieren tener hijos, o al menos no más de uno, y tienen
varias mascotas a quienes tratan como a hijos. Y cuantos menos hijos, más mascotas hay en la
sociedad. En los países civilizados se ofrecen toda clase de servicios para mascotas: calzado para la
lluvia, impermeables, baños especiales, restaurantes, cementerios... Ya existen sicólogos para
combatir el stress de los animalitos, institutos para adelgazarlos y amas para que no se queden
solos… Ahora muchas familias deben de programarlo todo de acuerdo a las necesidades de sus
mascotas. ¿Por qué? Porque son un sustituto de los hijos que no se quieren tener.

Cuando hay divorcios, con frecuencia es más fácil ponerse de acuerdo sobre la tenencia de
los hijos que sobre las mascotas. Por supuesto que hay que tratar bien a los animales, que nos
ayudan y nos acompañan, pero no hay que llegar a extremos lamentables. Todo tiene su justo límite.
No se puede llegar a casos como el de la millonaria americana Leona Helmsley, que fallecida a los
87 años, transformó a su perrita Trouble en una de las principales beneficiarias de su testamento.
Trouble heredó doce millones de dólares con derecho, al morir, de ser enterrada en el mausoleo de
la familia. No obstante, la señora Helmsley desheredó a dos de sus cuatro nietos.

Por eso, recordemos lo que dijo Jesús: No hay que echar las perlas a los cerdos (Mt 7,5), ni
el pan de los hijos a los perros (Mc 7, 27).

Los hijos son un regalo y una bendición de Dios. Los esposos deben estar abiertos a la vida
y decidir en conciencia y con generosidad cuántos hijos deben tener de acuerdo a sus posibilidades.
Pero, cuando hay fe y confianza en Dios, cuántas bendiciones reciben los padres que son capaces de
afrontar situaciones difíciles, como veremos mas adelante, por amor a sus hijos y por querer tener
una familia numerosa para gloria de Dios.

Los hijos siempre son un regalo de Dios, una bendición de Dios. No hay ningún versículo en
la Biblia que diga lo contrario. Cada hijo es un nuevo regalo y hay que recibirlo con amor. Nos dice
nuestro Padre Dios:

- La herencia que da el Señor son los hijos; su salario, el fruto del


vientre: son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud.
Dichoso el que llena con ellas su aljaba: no quedará derrotado, cuando
litigue con su adversario en la plaza (Sal 126, 3-5).
- Tus hijos son como renuevos de olivo alrededor de tu mesa: ésta es la
bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga... y
veas a los hijos de tus hijos (Sal 127, 3-4).
- El Señor, a la estéril, le da un puesto en la casa, como madre feliz de
hijos (Sal 112, 9).
- La corona del anciano son sus hijos y sus nietos; los hijos son la honra
de sus padres (Prov 17, 6).

Por tanto, una familia numerosa no sólo es una bendición para todos
los familiares, sino también una bendición para la nación, para la Iglesia y
para el mundo entero.

16
ENSEÑANZA DE LOS PAPAS
Decía el Papa Pío XII: Padres e hijos de familias numerosas, sigan
dando testimonio sereno y firme de su confianza en la divina providencia y
estén seguros que …l no dejará de recompensaros con el testimonio de su
auxilio diario y, cuando sea necesario, con aquellos auxilios
extraordinarios que muchos de vosotros ya han sido afortunados en
experimentar.

Las familias numerosas son los frutos más espléndidos del jardín de
la Iglesia; la felicidad florece en ellas y la santidad madura en suelo
favorable. Dios quiso que cada grupo familiar, aún el más pequeño, fuera
un oasis de paz espiritual. Pero hay una tremenda diferencia: donde el
número de hijos no es más que uno, la intimidad serena, que da valor a la
vida, tiene un toque de melancolía y de palidez; no dura tanto, puede ser
más incierta y, con frecuencia, está nublada por temores secretos y
remordimientos...

En las familias numerosas, las pesadas labores, los sacrificios y la


renuncia a las diversiones costosas, son recompensadas, incluso aquí
abajo, con el inagotable tesoro del afecto y las tiernas esperanzas que
residen en sus corazones.

Las esperanzas pronto se vuelven realidad, cuando la hija mayor


comienza a ayudar a su madre en el cuidado del bebé y cuando el mayor
de los hijos llega a casa con rostro sonriente y con el primer salario, que se
ha ganado por sí mismo. Aquel día, será particularmente feliz para los
padres, pues hará desaparecer el fantasma de una futura miseria y se
sentirán recompensados por sus sacrificios.

Por otra parte, con justa razón se ha señalado también que las
familias numerosas han estado al frente como cuna de santos. Podríamos
citar, entre otras, a la familia de San Luis, rey de Francia, compuesta de
diez hijos; la de santa Catalina de Siena, que descendía de una familia de
veinticinco; San Roberto Belarmino de una familia de doce y San Pío X de
una familia de diez9.

9
Pío XII 20 de enero de 1958
17
El Papa Juan Pablo II, en el Encuentro mundial de las familias,
celebrado en Roma el año 2000, dijo: Los hijos son la primavera de la
familia y de la sociedad: ¿Qué significa está metáfora escogida para el
jubileo? Ella nos lleva a ese horizonte de vida, colores, luz y canto propio
de la estación primaveral. Los niños saben todo eso de forma natural. Ellos
son la esperanza que sigue floreciendo, proyecto que siempre vuelve a
ponerse en marcha, futuro que se abre sin pausa. Representan la floración
del amor conyugal que en ellos se reencuentra y consolida. Al ver la luz,
traen un mensaje de vida.

A vosotras madres, os dirijo un angustiado llamamiento: Ásed siempre


fuentes de vida, jamas de muerte! ÁNo temáis a la vida! ÁProclamad el
valor de la familia y de la vida! Sin estos valores, no habrá porvenir digno
del hombre10.

Queridas Familias:

ÁNo tengáis miedo a los riesgos! ÁLa fuerza divina es mucho más
potente que vuestras dificultades! Inmensamente más grande que el poder
del mal es la eficacia del sacramento de la reconciliación...
Incomparablemente más grande es, sobre todo, la fuerza de la Eucaristía.
La Eucaristía es un sacramento verdaderamente admirable. En él se ha
quedado Cristo mismo como alimento y bebida, como fuente de poder
salvífico para nosotros. Nos lo ha dejado para que tuviéramos vida y vida
en abundancia (Jn 10, 10)... ¿No instituyó Jesús la Eucaristía en un
contexto familiar durante la Última Cena? Cuando os encontráis para
comer y estáis unidos entre vosotros, Cristo está cerca. Y todavía más, …l
es el Emmanuel, el Dios con nosotros, cuando os acercáis a la mesa
eucarística... La fuerza educativa de la Eucaristía se ha consolidado a
través de las generaciones y de los siglos... Jesús, el buen pastor, nos repite:
No tengáis miedo. Yo estoy con vosotros. Estoy con vosotros todos los
días hasta el fin del mundo11.

VENTAJAS DE LAS FAMILIAS NUMEROSAS

10
14 de octubre del 2000.
11
Carta a las familias N° 18.
18
El médico americano Huntington estudió a 1700 personas graduadas
en la universidad de Yale entre los años 1922 y 1926. Y encontró que, en
su vida adulta, el éxito profesional predominaba en los de familias
numerosas. Con ello demostró la falsedad del prejuicio según el cual los
hijos de familias reducidas triunfan más que los de familias numerosas. La
verdad es exactamente lo contrario.

De sobra se conocen los defectos y los sufrimientos de los hijos


únicos, alimentados con excesiva precaución y demasiados cuidados, que
son más egocéntricos y menos luchadores, por lo general, que los de
familias numerosas, que saben compartir mejor y han sido educados
generalmente en el esfuerzo y el sacrificio, valores fundamentales para
triunfar en la vida.

Lockermann estudió los antepasados de 200 hombres célebres,


encontrando que sólo 8 de ellos eran hijos únicos; en cambio, 42 provenían
de familias que tenían de 2 a 4 hijos y 150 de familias con más de 5 hijos.
La lista de hombres y mujeres célebres, hijos de familias numerosas,
demuestra que las condiciones de vida de estas familias constituyen un
ambiente más propicio para los talentos excepcionales. Todos los autores
están de acuerdo en señalar que el hogar desempeña un papel
importantísimo en la formación del niño. Y, desde el punto de vista
familiar, la familia numerosa es una familia, generalmente, más sana,
donde se valora más el amor y la unión familiar, el trabajo y el esfuerzo
colectivo para salir adelante12.

Veamos algunos hombres famosos:

- Benjamin Franklin (inventor), último de 10 hermanos.


- San Juan Bautista de la Salle (fundador de los Lasallistas), mayor
de 10.
- San Marcelino Champagnat (fundador de los maristas), el noveno de
10 hermanos.
- Mel Gibson (director de la película La Pasión), el sexto de 11
hermanos.
- San Pío X (Papa), segundo de 10 hermanos.
- Santa Catalina de Siena, la número 22.
- San Bernardo, el último de nueve.
12
www.aciprensa.com
19
- San Ricardo Pampuri, el penúltimo de 11.
- El beato Faa di Bruno el último de 12.
- Gabriel García Márquez (premio Nobel de literatura), mayor de 12
hermanos.
- Jean Baptiste Lamarck (científico), décimo de 10 hermanos.
- Santa Edith Stein (filósofa), última de 11 hermanos.
- Santa Teresita del niño Jesús, última de 9 hermanos.
- Santa Teresa de Jesús tuvo 11 hermanos.
- San Ignacio de Loyola (fundador de los jesuitas), último de 13
hermanos.
- Francisco Robles Ortega (arzobispo de Monterrey), tercero de 16
hermanos.
- Beato Juan XXIII (Papa), tercero de 13 hermanos.
- Eduardo Pironio, (cardenal), el último de 22 hermanos.
- Nicolás López Rodríguez (cardenal), el décimo de 16 hermanos.

San Josemaría de Escrivá de Balaguer en sus Conversaciones decía:


Bendigo a los padres que, recibiendo con alegría la misión que Dios les
encomienda, tienen muchos hijos. Invito a los matrimonios a no cegar las
fuentes de la vida, a tener sentido sobrenatural y valentía para llevar
adelante una familia numerosa, si Dios se la manda.... Son criminales,
anticristianas e infrahumanas las teorías que hacen de la limitación de los
nacimientos un ideal o un deber universal o simplemente general. Sería
adulterar y pervertir la doctrina cristiana querer apoyarse en un pretendido
espíritu postconciliar para ir contra la familia numerosa. El concilio
Vaticano II ha proclamado que son dignos de mención los cónyuges que,
de común acuerdo, aceptan con magnanimidad una prole numerosa para
educarla dignamente (Gaudium et Spes 50)... Los ataques a las familias
numerosas provienen de la falta de fe. Son producto de un ambiente social
incapaz de comprender la generosidad y que pretenden encubrir el
egoísmo y ciertas prácticas inconfesables con motivos aparentemente
altruistas.

Y en estas familias numerosas, cuando hay fe, surgen en abundancia


las vocaciones. Porque la familia, decía el Papa Juan Pablo II, es el primer
seminario y el vivero natural de las vocaciones. En las familias, que viven
su fe católica, se valora y se agradece la vocación religiosa o sacerdotal de
sus hijos. Porque un hijo sacerdote o una hija religiosa es una bendición de
Dios para toda la familia.

20
LA MADRE
Las madres son, de modo especial, colaboradoras de Dios en la gran
obra de la formación de un ser humano. Por eso, decía el cardenal Joseph
Mindszenty: La persona más importante de la tierra es una madre. No
puede reclamar el honor de haber construido una catedral. No lo necesita.
Ha construido algo más impresionante que una catedral: un hogar para
un alma inmortal, la pequeña perfección del cuerpo del bebé... Los
ángeles no han sido bendecidos con esa gracia. No pueden participar en
el milagro creador de Dios de conducir nuevos santos al cielo. Sólo una
madre humana puede hacerlo. Las madres están más cerca de Dios
creador que ninguna otra criatura. Dios se alía con las madres para
realizar este acto de creación... ¿Qué hay en este mundo más glorioso que
una madre?13.

Ser madre es comprometerse de por vida con el hijo que recibe de


Dios. No importa, si es enfermo o si se enferma en el transcurso del
tiempo. Una madre es madre para toda la vida y llena con su ternura y su
alegría la vida de su esposo y de sus hijos, sobre todo, si es una madre
cristiana, que tiene un profundo sentido de fe y confianza en Dios.

La Biblia la elogia, diciendo:

Ella vale mucho más que las perlas. En ella confía el corazón de su
marido y no tiene nunca falta de nada. Le da siempre gusto, nunca
disgustos, todo el tiempo de su vida... Todavía de noche se levanta y
prepara a su familia la comida. Tiende su mano al pobre. Se reviste de
fortaleza y gracia y sonríe al porvenir. La sabiduría abre su boca y en su
lengua está la ley de la bondad. Vigila a toda su familia y no come su pan
de balde. Se alzan sus hijos y la aclaman bienaventurada y su marido la
ensalza (Prov 31).

El Papa Pío XII decía de ella: Es el sol de la familia con su


generosidad y abnegación, con su constante prontitud, con su delicadeza
vigilante y previsora. Ella difunde en torno a sí luz y calor: y, si suele
decirse de un matrimonio que es feliz, cuando cada uno de los cónyuges,
al contraerlo, se consagra a hacer feliz al otro, ese noble sentimiento e
intención es, sin embargo, virtud principal de la mujer. A ella le nace ese
13
Hahn Kimberly, El amor que da vida, Ed. Rialp, Madrid, 2006, p. 181.

21
sentimiento con las palpitaciones de madre y con la madurez del corazón.
Madurez que, si recibe amarguras, no quiere dar sino alegrías; si recibe
humillaciones, no quiere devolver sino dignidad y respeto.

La madre es el sol de la familia con la claridad de su mirada y con el


fuego de su palabra. Mirada y palabra que arrastran al hombre a la
alegría del bien y de la convivencia familiar, después de una larga
jornada de continuo y fatigoso trabajo en la oficina o en las exigentes
actividades del comercio o en el campo o en la industria. Ella es el sol de
la familia con su ingenua naturalidad, con su digna sencillez y con su
majestad cristiana y honesta... ¡Oh, si supieseis cuán profundos
sentimientos de amor y de gratitud suscita en el corazón del padre de
familia y de los hijos, semejante imagen de esposa y de madre!14.
Las madres son el capitán del barco de la casa, la luz que ilumina el
hogar. Deben aprender a tener paciencia, sentido del humor, mucha alegría
y sonreír siempre. Con su ejemplo, deben enseñar a sus hijos que las
personas son más importantes que las cosas. De modo que las cosas
materiales nunca tengan preferencia sobre las personas. No importa, si los
niños ensucian o dejan los juguetes en cualquier parte, lo importante es
que jueguen y sean felices; aunque después haya que enseñarles a recoger
las cosas y a limpiar lo que han ensuciado. La limpieza y el orden son
importantes, pero no hasta el punto de que, por quedar bien ante los
visitantes, haya que poner mala cara cada vez que uno deja algo fuera de
lugar. Los hijos y el esposo son más importantes que toda la limpieza y el
orden del mundo. Por otra parte, las madres deben dar amor sin medida. Ya
decía San Agustín que la medida del amor es el amor sin medida. Por eso,
es triste, cuando alguna vez se oye a una madre que le dice al esposo: No
soy tu empleada, así que caliéntate la comida, lávate la ropa o arréglate
tus cosas. Ciertamente que, cuando los dos trabajan, los dos deben
compartir las tareas del hogar, pero el amor nunca mide lo que da.

En mi experiencia personal, puedo decir que para mí una de las cosas


más grandes y hermosas de mi infancia era saber que mi madre estaba
siempre en casa y que, a cualquier hora del día, podía ir a pedirle algo,
sabiendo que la encontraría lista para ayudarme. Es algo grande que sean
las propias madres las que cuidan y educan a sus hijos. Eso no tiene precio,
y los hijos lo agradecerán toda la vida. Otra cosa, que siempre recuerdo, es
14
Pío XII a los recién casados, 11 de marzo de 1942.

22
el ver a mi madre, rezando el rosario. Ella nos enseñaba la fe con el
ejemplo.

El padre Donato Jiménez, mi compañero agustino recoleto en Lima,


ha escrito un libro De cosas sencillas, donde alaba la virtud y la fe de su
madre. Tuvo 15 hijos y de ellos 3 sacerdotes. Era una madre religiosa y
ejemplar, a la que su esposo pudo decir en el momento de su muerte:
ÁBendita seas!

Ser madre es darlo todo y dejarlo todo por amor a los hijos. Es por
esto que María Luisa De Rita, una madre de familia con ocho hijos, casada
desde hace 40 años con el ex-presidente del Centro italiano de
investigaciones sociales (CENSIS), pudo decir:
Como madre, me siento colaboradora de Dios en la obra de la
formación de un nuevo niño. Cuando nos casamos, queríamos tener doce
hijos... El ser madre me ha hecho ser más alegre; porque, cuando tienes
muchos hijos alrededor, te haces inevitablemente más alegre y más fuerte.
Me considero una mujer afortunada, una mujer, como digo a menudo,
mimada por Dios... Yo trabajaba como periodista y ahora escribo cuentos
para niños. He continuado, de manera limitada, estas actividades. Las
mujeres, que renuncian a la maternidad por sus éxitos profesionales, no
saben la alegría que se pierden. Veo amigos que llegan a la paternidad a
los 40 años y se derriten por el niño y se preguntan cómo no se han dado
cuenta antes. Temen los sacrificios y no saben que, cuando se ama, no
hay sacrificios. Quizás a muchos les detiene el miedo ante un futuro
nebuloso. Por eso, es tan importante la fe. La fe, enseñada cada tarde con
el signo de la cruz y el padrenuestro. Ciertamente, la fe es un don. Pero
hay que pedirla. Cuando veía a uno de mis hijos abordado por la duda, le
decía: "Arrodíllate y reza". La fe es un don que hay que pedirlo con
humildad15.

Victoria Gillick es otra madre católica valiente, no sólo porque ha


tenido diez hijos, sino porque ha tenido la valentía de buscar colaboradores
y reunir firmas para mover a la opinión publica inglesa con el fin de
persuadir a las autoridades para que cambiaran las leyes que daban muchas
facilidades a los adolescentes de las escuelas para poder conseguir
anticonceptivos, incluso en contra de la voluntad de sus padres y sin que
ellos supieran nada. Victoria Gillick luchó para que quedara intacta la
15
www.zenit.org/spanish/archivo/0010/ZS001015.htm
23
responsabilidad de los padres en la educación de sus hijos y que las
autoridades no dieran facilidades a los adolescentes para tener relaciones
sexuales. Ella ha escrito un libro sobre sus luchas para cambiar ciertas
leyes y sobre su vida cotidiana con sus 10 hijos, titulado Relato de una
madre16.

El famoso padre A. Duval, jesuita y cantante francés de los años


sesenta, decía de sus padres: Mi padre se ponía a orar de rodillas con la
frente inclinada entre las manos. Mi madre, sentada y con un niño en
brazos, murmuraba oraciones en voz baja. Y yo me decía: ¡Qué grande
tiene que ser Dios para que mi padre se arrodille ante Él con tanto
respeto! Y ¡qué bueno tiene que ser para que mi madre rece sentada con
mi hermanito en brazos y sin quitarse el delantal! Los labios de mi madre
y las rodillas de mi padre me enseñaron más teología que los libros del
Seminario.

FAMILIAS DE FE
Realmente, lo más importante en las familias es la vida de amor, de
unión y de fe. ¿De qué serviría tener muchos hijos biológicamente sin
querer tenerlos? Esa no sería una verdadera familia numerosa, pues los
padres los habrían tenido por inercia, quizás por no saber cómo evitarlos.
Lo importante es tener familias numerosas a propósito, porque se ama a
los hijos y se los recibe como un don de Dios.

Veamos algunos casos de madres con fe hasta el riesgo de su vida:

Gianna Beretta, nació en Magenta, cerca de Milán en 1922, la


décima de 13 hijos. Creció en un ambiente profundamente religioso.
Durante su juventud pensó en hacerse religiosa misionera. Después se
orientó a la profesión de médico, tradicional en su familia. Se casó con el
ingeniero Pietro Molla el 23 de setiembre de 1955. En menos de cuatro
años, dio a luz tres hijos: Pierluigi, Maria Zita y Laura Maria. Luego, de
improviso, vino el drama. Apareció un fibroma en el útero y, a los dos
meses y medio de embarazo, fue necesaria una operación quirúrgica. Ella
declaró al cirujano que debía ocuparse primero de salvar la vida de su
criatura. En vísperas del parto, reunió a su esposo y a los médicos para
decirles que, si debían escoger entre ella y el niño, que escogieran sin

16
Gillick Victoria, Relato de una madre, Ed. Rialp, Madrid, 2007.
24
dudar al niño. Sálvenlo, dijo. Al día siguiente, dio a luz a Gianna
Emanuela, pero aparecieron complicaciones: una peritonitis séptica que, en
pocos días, el 28 de abril de 1962, la llevó a la muerte.
En el Encuentro mundial de las familias, en Río de Janeiro, en 1997,
Gianna Emanuela dio testimonio de su madre y dijo ante 120.000
personas:

Querida mamá, gracias por haberme dado dos veces la vida: cuando
me concebiste y cuando me permitiste ver la luz, protegiendo mi vida,
decidiendo dejarme vivir. Tú has coronado tu vida ejemplar con un amor
que no conoce límite. Yo quiero ser una continuación natural de tu vida,
de tu experiencia, de tu gozo de vivir y de tu entusiasmo. Querida mamá,
protege a todas las madres de las familias que confíen en ti. Gianna
Beretta fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 24 de abril de 1994.

Otro caso ejemplar es el constituido por los esposos Luigi y María


Beltrame Quattrocchi. María Beltrame quedó embarazada en setiembre de
1913. Todo fue bien hasta el final del cuarto mes. De pronto, le vino una
violenta e imparable hemorragia. El diagnóstico era placenta previa. Lo
cual, en aquel tiempo, era como una doble sentencia de muerte: para la
madre y para el niño. El ginecólogo Regnoli, les aconsejó la interrupción
del embarazo, es decir, que abortara cuanto antes para así salvar la vida de
la madre. En ese tiempo, la posibilidad de sobrevivir era de un cinco por
ciento. Pero los dos esposos decidieron afrontar con fe la situación y
dijeron NO al aborto.

En esos momentos difíciles, la unión de sus corazones se hizo más


sólida que nunca. Fueron días, semanas, meses de indecible angustia, que
les ayudó a crecer en la fe y confianza en Dios. María permanecía inmóvil
en cama para no poner en peligro la debilísima posibilidad de sobrevivir de
su bebé. Al cumplirse los ocho meses, el doctor Enrico Pestalozza decidió
provocar el parto. María estaba muy anémica y el parto se realizó por vía
natural, pues una cesárea era muy peligrosa dada la gran debilidad de la
paciente.

Ese día, 6 de abril de 1914, nació su cuarta hija, Enrichetta, que nació
sana y sin complicaciones, pero María sufrió una importante infección,
que, poco a poco, pudo superar. En total, tuvieron cuatro hijos. Los dos
varones llegaron a ser sacerdotes: Filippo, Monseñor Tarsicio de la

25
diócesis de Roma; y Cesare, padre Paolino, monje trapense. De las dos
hijas, Stefania fue la madre Cecilia de las religiosas benedictas, y
Enrichetta constituyó un hogar cristiano17.

El Papa Juan Pablo II, beatificó a los dos esposos en la basílica


vaticana el 21 de octubre de 2001.

Otro caso es el de la familia del famoso cardenal argentino Eduardo


Pironio, que murió el 5 de febrero de 1998, a los 77 años, y a quien se debe
en gran parte el éxito de las jornadas mundiales de la juventud. Sus padres
eran emigrantes italianos. Cuando tuvieron su primer hijo, su madre tenía
18 años y se enfermó gravemente. Durante seis meses estuvo en cama sin
poder moverse y los médicos le dijeron que no podría tener más hijos, pues
de lo contrario su vida correría grave peligro. Ante esta situación, su
madre, que era una mujer de fe profunda, oró mucho y fue a pedir consejo
al obispo, auxiliar de La Plata, que tenía fama de santo, quien le dijo: Los
médicos pueden equivocarse. Póngase en manos de Dios y cumpla sus
deberes de esposa. Y Dios la bendijo con un total de 22 hijos. El último de
los cuales fue el cardenal Pironio. Su madre, que vivió hasta los 82 años, le
decía: Hijo, si tú estás vivo, es porque yo he tenido la fe y la valentía para
tener 22 hijos.

Ciertamente que hace falta tener mucha fe para estar dispuesta a


recibir todos los hijos que Dios le pudiera enviar sin negarle la vida a
ninguno. Y Dios la bendijo mucho más de lo que hubiera podido suponer18.
Como dice la palabra de Dios: Él es poderoso para realizar todas las
cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o imaginar (Ef
3,20).

Teresa Rivero es madre de 13 hijos y Presidenta del Club de fútbol


español Rayo Vallecano. Ella se levanta temprano todos los días para
cocinar e ir a misa... Dice: Yo soy muy creyente (es supernumeraria del
Opus Dei) y siempre he inculcado la fe a mis hijos, así como que sean
honrados, trabajadores y tengan una buena vivencia con Dios. Aunque yo
soy del Opus, respeto la libertad de mis hijos.

17
Varios, Un solo corazón, Ed. Ciudad Nueva, Madrid, 2006, p. 65.
18
www.zenit.org del 5-2-1998.
26
Ella se siente orgullosa de su familia numerosa en la que ya hay 49
nietos y dice que su principal ocupación es dedicarse a su esposo y a sus
hijos solteros que viven en casa. Una mujer de fe, que se siente orgullosa
de su gran familia, y que ora todos los días por ella en la misa diaria.

El cardenal de Santo Domingo (República Dominicana), Nicolás de


Jesús López Rodríguez, es el número diez de dieciséis hermanos, fruto de
un matrimonio cristiano. Un médico le había dicho a su madre, cuando iba
a tener a su décimo hijo, el futuro cardenal, que, si lo tenía, ponía en riesgo
su vida. Ella acudió a pedir consejo al padre Francisco Fantino, un
sacerdote muy amado y conocido con fama de santo, y éste le dijo: No
matarás. Y su madre siguió con el embarazo y después tuvo otros seis más
para felicidad de toda la familia y para la gloria de Dios.

Mi amigo Carlos Ávila me escribió su testimonio: Somos una familia


numerosa con 11 hijos. Mi esposa se llama Inmaculada y yo Carlos. Nos
casamos en la primera semana de la Pascua de 1980. Estábamos abiertos
a la vida, a la voluntad de Dios, y en diciembre de 1988 teníamos ya 7
hijos. En esa misma fecha, el día de la Sagrada Familia, el Papa Juan
Pablo II hizo un envío de 72 familias del Camino Neocatecumenal a todas
las naciones. A nosotros nos envió por sorteo ir a Guayaquil (Ecuador) y
estuvimos viviendo en un suburbio muy pobre, en “palafitos”, sobre el
mar, sin luz ni agua, etc. Partimos con nuestros 7 hijos y la pequeña tenía
4 meses. El Señor nos ayudó muchísimo y vivimos esta experiencia de ser
una familia misionera con una gran alegría. Allí permanecimos 4 años y
otros dos en la selva. Posteriormente, en 1995, S.S. Juan Pablo II nos
envío a Lima (Perú), donde vivimos desde hace 13 años en un cerro de
tierra en el cono Sur de la ciudad. En medio de este ambiente hemos visto
crecer a nuestros hijos y tener una fe fuerte. En el 2001 nació nuestro
undécimo hijo, Pablo, que tiene síndrome de Down. En un primer
momento, pensamos si sería conveniente retornar a España donde sería
más fácil la atención de este hijo, pero vimos que, si el Señor nos lo había
concedido en la misión, es porque pensaba que era mejor vivir aquí.

Pablo es un encanto, la joya de la familia, el mayor regalo que


puede tener una familia numerosa y, a su vez, el mejor sitio donde pueden
vivir estos niños. Hace tres años hemos cumplido 25 años de matrimonio,
lo hemos celebrado con nuestra Comunidad en la parroquia y el Señor
nos ha concedido hacer un viaje de novios a Cuzco; y hemos visto cómo el

27
Señor nos ha concedido amarnos más que al principio. Mirando hacia
atrás, vemos qué sencillo ha sido sacar adelante a los hijos. Y es el Señor
quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. El año pasado se casó en
Lima nuestro primer hijo y, si Dios quiere, este año seremos abuelos, una
nueva etapa. Inmaculada y yo vemos que, si el Señor nos hubiese
preguntado cuando éramos jóvenes que vida queríamos que nos diese,
nunca hubiésemos imaginado una tan bella como la que el Señor ha hecho
con nosotros.

MADRES HEROÍNAS

Concepción Castellón era una joven madre nicaragüense que tenía 9


hijos a quienes amaba entrañablemente. Era una ferviente católica y
compartía lo poco que tenía con otras personas necesitadas. Siempre dio
ejemplo a sus hijos de amor a Dios y al prójimo. Al salir embarazada por
décima vez, el médico le aseguró que peligraba su vida y le recomendó el
aborto. Pero ella le dijo que solamente Dios puede decidir quién vive y
quién muere: Ella o su hijo por nacer.

A sus 40 años, después de haber dado a luz a una niña en su décimo


parto, se complicaron las cosas y murió diez días después, el 8 de abril de
1956, en San Pedro de Sula (Honduras). Su hija, María Magdalena, que
actualmente vive en Miami con su esposo y dos hijos, dijo de ella:
Ninguna madre tiene más amor que la que da la vida por su hijo (Jn
15,13). Los diez hijos que ella dejó al morir han llegado a ser hombres y
mujeres de provecho para la sociedad19.

Una joven madre londinense postergó el tratamiento contra la


leucemia que la aquejaba para permitir el nacimiento de su bebé y murió
dejando una lección de coraje y de amor a la vida. A fines del 2000, Kelly
Byrne, de 19 años, decidió no abortar al hijo que esperaba y suspender el
tratamiento de quimioterapia y radioterapia que recibía. Dio a luz en
agosto, y en diciembre se sometió a un transplante de médula ósea. Pero
murió en el University College Hospital

Kelly había desarrollado la leucemia a los 13 años y, según cuentan


sus familiares, decidió interrumpir el tratamiento, porque primero pensó en
su bebé. Había posibilidad de que el cáncer creciera muy rápido sin el
19
www.vidahumana.org
28
tratamiento en los meses de embarazo, pero quiso correr el riesgo, porque,
como ella dijo: No podía dejar que mataran a mi bebé20.

Una madre dice: Soy médico, casada desde hace nueve años. Ocho
años atrás, cuando realizaba el internado, enfermé de rubeola, presentando
al mismo tiempo un embarazo de siete semanas de gestación. Me sentí
presa de pánico. Conocía todos los riesgos para la vida de mi hijo y me
habían enseñado que la solución en estos casos es el aborto eugenésico, es
decir, impedir el nacimiento de un ser anormal, abortándolo. Pero mi
esposo y yo tomamos la decisión de aceptar a nuestro hijo tal como
viniere, sano o enfermo. Suspendimos las pruebas para detectar posibles
anomalías y empezamos a prepararnos para recibirlo. Y el niño nació
hermoso y saludable y dotado de cualidades excepcionales, gracias a
Dios21 .

La hija del ex-presidente de España Adolfo Suárez no quiso abortar, a


pesar de tener cáncer. Marián Suárez estaba enferma de cáncer y
embarazada, pero antepuso la vida de su hijo a la suya propia. Prefirió no
recibir los tratamientos contra su enfermedad, que podrían haber acabado
con la vida del niño. Ella decidió apostar por la vida de su hijo. …ste ha
sido un testimonio admirable, que servirá de ejemplo a muchas otras
personas que estarán en situaciones semejantes.

Barbara Barton, norteamericana de 37 años, esperó que nacieran sus


dos hijos gemelos antes de recibir tratamiento contra la leucemia, sabiendo
que ello acortaría su vida. También en Estados Unidos una ginecóloga de
34 años, Clementina Geraci, optó por salvar la vida de su hijo por nacer.
Cuando tenía tres meses de embarazo, le diagnosticaron cáncer de mama.
Y optó por evitar tratamientos dañinos para el bebé aun a riesgo de su vida.
Su hijo Dylan nació hace unos meses, pero su madre murió en Riverdale,
Estado de Maryland. Antes de morir, quiso grabar un vídeo para que su
hijo la conociera algún día.

Carla, una mujer italiana, tenía 26 años cuando esperaba su segundo


hijo. El médico le diagnosticó cáncer y le advirtió: Dar a luz al niño, que
llevas en tu vientre enfermo, es renunciar a tu propia vida. La alternativa
era: Ella o el niño. Y ella escribió en su Diario: Mi vida por la de mi hijo.
20
www.mujernueva.org
21
www.vidahumana.org
29
A pesar de todo, su hijo murió a los ocho días de nacido, cuando ella ya
había muerto. Su esposo declaró: Stefano ha vuelto a los brazos de su
madre22.

Sor Lucía de Fátima dijo en una ocasión que el Papa Juan Pablo II
estaba en el mundo, porque su madre se negó a abortarlo. A Emilia
Daczorowska, su madre, los médicos le aconsejaron que no llevara hasta el
final su tercer embarazo, porque ponía en riesgo su propia vida y la
integridad del niño. Pero la madre del Papa se negó a abortar, dispuesta a
sacrificar su vida por la de su hijo. El embarazo fue difícil, pero el niño
nació sano. Ella tuvo complicaciones de corazón y riñón, muriendo a los
44 años, cuando el Papa tenía ocho años de edad. Si ella hubiera decidido
abortar, el mundo hubiera perdido un gran hombre. ¿Cuántos santos y
grandes hombres se habrán perdido por causa del aborto?23.

Todavía existen en el mundo muchas madres heroínas que, aunque no


lleguen al sacrificio supremo de dar su vida, hacen diariamente incontables
sacrificios por sus hijos. Es un amor desinteresado, que lo da todo por ellos
y por su esposo sin esperar nada a cambio. Ellas no reciben galardones
humanos, pero Dios, que las conoce, ciertamente les dará el ciento por
uno.

LA EUCARISTIA, FUERZA DE LA VIDA


La Eucaristía es la presencia viva y real de Jesús en medio de
nosotros. Por eso, cuando tengamos problemas especiales, …l nos invita a
acudir a …l que es la fuente de toda paz, alegría, amor y bendiciones. …l
nos dice: Venid a Mí todos los que estáis cansados y agobiados, que yo os
aliviaré (Mt 11,28). Y, a cada uno, nos dice como a Jairo: No tengas
miedo, solamente confía en Mí (Mc 5,36). En nuestras necesidades
debemos acudir a …l, sabiendo que vamos a encontrar en Jesús un Dios
22
www.vidahumana.org
23
Seminario de información religiosa Alfa y Omega del Arzobispado de Madrid,
No.138, del 7-11-1998.
30
amigo y cercano, que nos perdona y tiene compasión de nuestras
debilidades y problemas.

El Papa Benedicto XVI nos dice: Los laicos han de cultivar el deseo
de que la Eucaristía influya cada vez más profundamente en su vida
diaria, convirtiéndolos en testigos visibles en su propio ambiente de
trabajo y en toda la sociedad. Animo de modo particular a las familias
para que este sacramento sea fuente de fuerza e inspiración. El amor
entre el hombre y la mujer, la acogida a la vida (de sus hijos) y la tarea
educativa se revelan como ámbitos privilegiados en los que la Eucaristía
puede mostrar su capacidad de transformar la existencia y llenarla de
sentido24.

En el humilde signo del pan y del vino, transformados en su cuerpo y


en su sangre, Cristo camina con nosotros como nuestra fuerza y nuestro
viático, y nos convierte en testigos de esperanza para todos25.

Personalmente, he conocido casos en los que los médicos decían que


no había ninguna posibilidad de tener hijos y, después de orar y
encomendarse a Dios con fervor, han podido tenerlos como un milagro.
Otras veces, los médicos decían con seguridad que el niño iba a nacer
enfermo y nacía sano. Recuerdo a este respecto que, en una ocasión, vino a
visitarme una señora con su hijita de unos cinco años y me dijo: Cuando
estaba embarazada de esta niña, los médicos me dijeron que, de acuerdo a
la prueba del líquido amniótico, iba a nacer con síndrome de Down y que
debía abortarla para no tener una hija que iba a sufrir toda la vida. Yo
me opuse y comencé a venir a la iglesia todos los días para comulgar y
pedirle al Señor que me diera fuerzas para soportar los desprecios de mi
familia y todos los inconvenientes de una hija enferma. Al final, nació
totalmente sana, como usted puede ver. ¿Los médicos se equivocaron?
¿Dios hizo un milagro?

Monseñor José Mani, obispo encargado de las familias de Roma, en


una carta pastoral sobre la familia, escribía: Conozco dos esposos, a
quienes he casado. Jamás pudieron imaginar que iban a encontrarse en
una situación en la que deberían escoger entre el aborto o la muerte de la
esposa. Era el tercer embarazo y el ginecólogo les había hablado del
24
Exhortación apostólica Sacramento de amor No. 79.
25
Juan Pablo II, encíclica Ecclesia de Eucharistia No. 62.
31
riesgo de muerte. Consultados otros ginecólogos, llegaron a la misma
conclusión. Los familiares y amigos los presionaban para que decidieran
por el aborto. Ellos decidieron confesarse y comulgar antes de tomar una
decisión. Y después de comulgar, la esposa le dijo al esposo: "Yo confío en
Dios, no voy a abortar". Y decidieron comulgar todos los días para recibir
fuerzas. Felizmente, Dios quiso que el tercer hijo llegara sano y que la
mamá siguiera con vida para alegría de todos.

Pero Ácuánta fe y oración hace falta para tomar decisiones de esta


naturaleza en las que está en juego la vida del niño y de la madre!

Una señora contaba: Soy la novena de trece hijos. Cuando mis


padres se casaron en 1962, los médicos les dijeron que por problemas
sanguíneos podrían tener, como mucho, un hijo sano. Mis padres rezaron
mucho a nuestra Madre la Virgen y a Jesús Eucaristía, poniendo el futuro
de la familia totalmente en manos de Dios. Desde ese momento, fueron
generosamente bendecidos. Hoy, 35 años después, tienen 13 hijos
completamente sanos, física, mental y espiritualmente. Ninguno de sus
hijos ha tenido nunca una enfermedad grave. Ninguno ha abandonado la
fe. Rezamos el rosario en familia a diario. Vamos a misa semanalmente y
muchos de nosotros cada día. Creo que Dios recompensa a los que
confían en Él y permanecen abiertos a la vida, incluso, cuando es difícil26.

TESTIMONIOS
Veamos algunos testimonios ejemplares de esposos que, confiando
en Dios, han sido capaces de arriesgarse y tener a sus hijos a pesar de las
dificultades que eso ha supuesto.
a) CESÁREA

Me llamo Silvia. Soy una mujer enfermiza. Desde los cinco años
tengo asma y soy muy débil y miedosa, cobarde ante la sangre. Nunca creí
que podría casarme, debido a mi enfermedad. Me casé con David el 22 de
26
Hahn Kimberly, o.c., p. 228.
32
diciembre de 1979. Mi deseo era tener sólo dos hijos y David pensaba lo
mismo. Pero Dios tenía otros planes para nosotros. Mis primeros 7 años
de matrimonio fueron muy difíciles. Pensé en suicidarme o divorciarme,
porque no soportaba la relación. Pero el Señor nos cogió en medio de
pleitos, golpes, celos y de mis crisis asmáticas. Mi esposo David no creía
en Dios y había sido antes integrante del partido comunista del Perú.
Pero asistimos a las catequesis del grupo neocatecumenal de la parroquia
Santa María de Jesús de Lima.

Cuando comenzamos el camino neocatecumenal, ya teníamos dos


hijos con cesárea. Y yo me quité la T de cobre para estar abierta a la vida
de acuerdo al plan de Dios. Llegó el tercero por cesárea y me hablaron
del riesgo de muerte de quedar nuevamente embarazada. Pero Dios, que
es el dueño de la vida, permitió que quedara embarazada a los cinco
meses. Fue un tiempo de lucha y angustia por el miedo a la muerte, pero
otro hijo nació en 1988, aunque con algunos problemas, que se superaron
con el tiempo. Nuestro quinto hijo nació el 14 de julio de 1990 y tuvimos
que hacer muchos esfuerzos para conseguir el dinero para la operación.
En 1992, llegó María Judit. Fueron tiempos de fuerte persecución por
parte de los médicos y enfermeras, que decían que me iba a morir. Yo
dudaba en ligarme las trompas o usar algún anticonceptivo abortivo. Pero
Dios me ayudó a superar mis dudas y mis miedos.

En 1994, vino Isaac Benjamín, cuando ya estábamos en una


estupenda unión matrimonial. David me ayudaba mucho en casa y
también mis hijos contribuían en las tareas del hogar, pues no teníamos
empleada. David se dedicaba a un trabajo manual duro, la cerrajería, y
había dejado la música, que tanto le había gustado, pero que lo había
extraviado, llevando una vida bohemia con borracheras y ausencias, al
principio de nuestro matrimonio.

En 1996, nació Jhonatan Elías. En 1999, nació Annitani y el 23 de


octubre del 2001 nació Hadaza Jordana. Estas dos hijas menores son una
alegría inmensa, dos florecillas en medio de este jardín hermoso de hijos,
en el que damos eternas gracias a Dios Padre por bendecirnos tanto.
Nuestro matrimonio es feliz en medio de nuestros caracteres diferentes, en
medio de la precariedad, en medio de mi enfermedad (asma y
osteoporosis). Dios provee para sostener la familia. Nuestra hija mayor ya
acabó sus estudios de contabilidad y el segundo es violinista de la

33
orquesta filarmónica. Actualmente seguimos abiertos a la vida, no usamos
anticonceptivos. Estamos abandonados a la voluntad de Dios. Y estamos
gozando de nuestro primer nieto, Sebastián, nacido el 1 de marzo del
2008.

Realmente es una familia excepcional de 10 hijos con 10 cesáreas.


En este caso, como en tantos otros, Dios los ha bendecido más de lo que
hubieran podido jamás imaginar, a pesar de la difícil situación económica
en que viven. Valió la pena hacer tantos esfuerzos, porque un hijo vale
más que el mundo entero. Y ellos han podido comprobar en carne propia
la promesa de Dios para los que confían en Él: Dios proveerá a todas
vuestras necesidades según sus riquezas en Cristo Jesús (Fil 4,19)

Kimberly, la esposa del ex-pastor presbiteriano Scott Hahn, es una


mujer de mucha fe. Ambos se hicieron católicos y escribieron el testimonio
de su conversión en su libro Roma, dulce hogar. Ella dice:

Hasta ahora he tenido siete cesáreas... Me han cortado de arriba


abajo y de lado a lado. La cicatriz ahora parece un ancla. El número de
cesáreas que he tenido no han hecho todavía imposible tener más bebés,
porque el médico es capaz de abrir tejido cicatrizado. ¡El récord de
cesáreas está en catorce en Texas! 27.

Antes de tener mi cuarto hijo por cesárea, una enfermera me sugirió:


Deberías ligarte las trompas, aprovechando que el médico te va a abrir.
Rápidamente, respondí: “Que no me toquen. Me encantaría volver aquí y
tener otro hijo, aunque implique otra cesárea”. Mientras me llevaban al
quirófano, oí que la enfermera les decía a sus compañeras: Lleva cuatro
cesáreas y quiere volver a tener otra. No se lo podían creer, no porque no
hubieran visto a una mujer con cinco cesáreas, sino porque yo quería que
ocurriese, a sabiendas del sacrificio que suponía28.

- Me llamo Úrsula Conroy de Franco y tengo 37 años. Estoy casada


desde hace 14 maravillosos años. Desde que fui chica, mi mayor ilusión
era casarme y tener muchos hijos. Gracias a Dios, conseguí un buen
esposo, que pensaba igual que yo sobre la importancia de la familia.
Tengo siete hijos, cinco por cesárea. Estos siete angelitos llegaron gracias
27
Kimberly Hahn, o.c., p. 140.
28
Ib. p. 142.
34
a la voluntad de Dios y el querer de nosotros. A todos los hemos esperado
con la misma ilusión y cariño. No niego que sea una tarea difícil y de
responsabilidad, pero con cariño, generosidad y entrega, se sale adelante.
Hemos pasado por momentos, económicamente hablando, muy difíciles;
pero siempre con esa luz al final del camino que te da la fuerza para
seguir adelante y demostrarles a los chicos que con mucho amor y fe en
Dios, todo se logra.

El ser tantos hermanos les ayuda a no ser tan egoístas y saber


compartir. Cuando me preguntan cuántos hijos tienes y yo les respondo
"tengo 7", algunos me dicen: ¿Te quedarás ahí? Y yo les respondo: "No lo
sé". Porque para mí los hijos no son un castigo, sino una bendición de
Dios y es por algo que nos los está mandando. Muchos no comprenden
esto, pero yo les diría que no saben lo que se están perdiendo. No niego
que no sea agotador, pero al hacer un balance, uno se da cuenta de que
vale la pena.

Mi hija mayor, de 13 años, me decía: “Para mí, tener una familia


numerosa es una de las cosas más importantes y bonitas que pueden
existir. A mí me gusta tener una familia grande y no entiendo a la gente
que no quiere tener más que uno o dos hijos”.

- Me llamo Laura (35 años) y mi esposo Jovanny (37 años). Somos


un escándalo para algunos por tener siete hijos y los siete por cesárea.
Desde antes de casarnos, nos habían diagnosticado esterilidad; a mí por
problemas de hormonas y ovarios poliquísticos, y a mi esposo por
varicoseles en ambos testículos y baja formación de espermatozoides.
Ante este cuadro, nos lanzamos a la carrera de tomar medicamentos y
tratamientos para que, cuando nos casáramos, pudiéramos tener al menos
un hijo.

Nos casamos el 15 de junio de 1991 (de 20 y 21 años). Yo no salía


embarazada. Después de nueve meses de casados, decidimos dejar todo
en manos de Dios y suspendimos los tratamientos y medicamentos. ¡Cuál
no sería nuestra sorpresa y la de los médicos que, al poco tiempo, quedé
embarazada sin tratamientos! Nuestro primer hijo nació el 18 de octubre
de 1992 y lo llamamos Juan Pablo en honor del Papa Juan Pablo II. Hoy
tiene 13 años.

35
Después, me detectaron una gran cantidad de quistes en el ovario
izquierdo por lo que tuvieron que operarme de emergencia. Mi ginecóloga
se dedicó a limpiarme todos los quistes de los dos ovarios, incluyendo
uno de buen tamaño. Las esperanzas de un nuevo embarazo eran muy
pocas o casi nulas. Pero, de nuevo, se manifestó el Señor y, a los tres
meses de la operación, ya estaba embarazada para asombro de la ciencia
y para gloria de Dios. Se llama Juan Francisco, nació el 24 de enero de
1995 y tiene 11 años.

Por una enfermedad vaginal que tenía en ese momento,


humanamente era imposible quedar embarazada y, sin embargo, Dios nos
regaló otro niño, Juan Daniel, que nació el 20 de setiembre de 1996 y
ahora tiene 9 años. La cuarta fue un regalo directo de la Virgen.
Nuevamente, tenía agudos dolores, que indicaban la presencia de quistes
en los ovarios. Se detectaron a través de sonografías. Pero, a pesar de
ello, fuimos a la jornada mundial de la juventud que tuvo lugar en París
en 1997. Aprovechamos para ir a Lourdes y pedirle a la Virgen que me
sanara y que me diera una niña. Así fue. Al regresar y hacerme los
análisis para preparar la operación, no aparecieron los quistes en la
sonografía ni he vuelto a sentir molestias desde entonces. Quedé
inmediatamente embarazada y tuve una hija, Mariam de Lourdes. Nació el
8 de julio de 1998 y tiene ahora 8 años.

A los demás hijos, al no haber impedimento científico que demuestre


nuestra esterilidad y ser obras de Dios, seríamos muy ingratos de no
recibirlos. Laura Raquel nació el 9 de noviembre del 2001 y tiene 5 años.
Clara Isabel nació el 8 de setiembre del 2003 y tiene 2 años y medio. Y
Juan Agustín nació el 25 de julio de 2005 y cumple el primer año.

No tenemos palabras para agradecerle al Señor por todo lo que ha


hecho con nosotros. Es posible tener hijos para Dios y es posible con la
ayuda de Dios, confiando en su Providencia. Valió la pena tener los siete,
aunque fue con siete cesáreas29.
b) PARTOS MÚLTIPLES

En Estados Unidos, Bobbi McCaughey tuvo septillizos el 19 de


noviembre de 1997 y siguen vivos los siete. En total, tienen ocho niños en

29
www.mscperu.org
36
Carlisle, cerca de Des Moines, en el Estado de Iowa. Ellos también han
sido personas de fe, que han confiado en Dios para poder superar el
miedo inicial ante un parto múltiple con tantos riesgos. Pero prefirieron
correr esos riesgos antes de abortar voluntariamente a algunos de ellos.

Miguel Angel Raposo y Rosario Gordillo son dos esposos, que


dieron su testimonio en el estadio de Maracaná en Río de Janeiro en el II
Encuentro Mundial de las familias, delante del Papa Juan Pablo II, en
octubre de 1997. Ellos son de Huelva (España) y tienen escasos recursos
económicos, él es albañil. Ante el Papa y 120.000 personas presentes,
Rosario dio testimonio de cómo había quedado embarazada de ocho
embriones, debido a un tratamiento de estimulación ovárica. Los médicos
les propusieron seleccionar los embriones, eliminando algunos para
asegurar el nacimiento de otros. Ella dice: Nosotros nos preguntábamos
cómo podríamos mirar a los ojos de los hijos nacidos sin pensar en
aquellos que habían sido eliminados. Tras seguir adelante con el
embarazo, nacieron dos niñas y cuatro niños después de 30 semanas de
gestación. Al cumplir todos ellos los seis años, hicimos una gran fiesta en
la casa, cedida por el Ayuntamiento. En el cuidado y atención de los niños
nos ayudan nuestros amigos y hermanos de la comunidad. Y nosotros
estamos agradecidos a Dios y decimos siempre: Dios proveerá (Fil
4,19)30.

Máxima Pérez y Emilio Figuereo, en Julio del 2006, tuvieron


sextillizos, que fueron bautizados en Santo Domingo (República
Dominicana) por el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. Los
padres de los niños, después de dar testimonio público de fe, agradecieron
en la ceremonia del bautismo a los médicos, que les ayudaron, y a todos
los presentes.
c) HIJOS ADOPTIVOS

La adopción es una buena alternativa para tantas familias sin hijos


por causa de la esterilidad. En la actualidad, aumenta cada día más la
esterilidad en hombres y mujeres, debido, sobre todo, al stress, difusión de
enfermedades de transmisión sexual, efectos secundarios de determinados
métodos anticonceptivos, complicaciones de abortos, efectuados en malas
condiciones, y la tendencia actual a retrasar el primer embarazo. Se dice

30
www.elmundo.es; www.aciprensa.com
37
que, actualmente, un 15% de las parejas en edad fértil son estériles.
Algunos casos pueden ser superados con operaciones de cirugía menor o
con disminución del consumo de cafeína, nicotina o alcohol, tanto en
hombres como mujeres. También hay otras causas como la obesidad o
peso muy bajo, tipo de trabajo, falta de estimulación hormonal o
problemas anatómicos como en el caso de la endometriosis de la mujer, en
cuyo caso hay que remover el tejido que impide la concepción... Pero debe
quedar claro que, en ningún caso, es lícito acudir a fecundación in vitro o a
cualquier otro método artificial, que prescinda del acto sexual de los
esposos para tener un hijo.

Recordemos las enseñanzas del Papa Juan Pablo II: No se debe


olvidar que incluso, cuando la procreación no es posible, no por esto
pierde su valor la vida conyugal. La esterilidad física, en efecto, puede
dar ocasión a los esposos para otros servicios importantes a la vida de la
persona humana, como, por ejemplo, la adopción, las diversas formas de
obras educativas, la ayuda a otras familias, a los niños pobres o
minusválidos31.

Las familias cristianas se abran con mayor disponibilidad a la


adopción y acogida de aquellos hijos que están privados de sus padres o
abandonados por éstos. Esos niños, encontrando el calor afectivo de una
familia, pueden experimentar la cariñosa y solícita paternidad de Dios
atestiguada por los padres cristianos y así crecer con serenidad y
confianza en la vida. Todavía más preocupante que el abandono de los
niños es hoy el fenómeno de la marginación social y cultural que afecta a
los ancianos, a los enfermos, a los minusválidos, a los drogadictos, a los
excarcelados, etc.32

La adopción de niños abandonados, sobre todo si son enfermos, es


una obra meritoria ante Dios y ante los hombres. Cada ser humano, aunque
sea débil y enfermo, es un tesoro y un regalo de Dios. Muchas familias no
pueden entenderlo por su falta de fe y los abandonan o los dejan en
instituciones privadas o estatales que los cuiden, porque no son capaces de
afrontar una vida con todos los cuidados que supone un niño discapacitado
o con problemas mentales. Por eso, es de alabar a las Comunidades del

31
Familiaris consortio 14.
32
Ib. 41.
38
Arca, fundadas por Jean Vanier en 1964, que acogen y dan en adopción a
niños con enfermedades mentales.

…l nos dice: Estos seres, que padecen alguna tara mental, son total
y absolutamente personas y su puesto no está en los hospitales. Tienen los
mismos derechos que cualquier otra persona: derecho a la educación,
derecho a un trabajo a su medida... Necesitan un medio de vida adaptado
a sus necesidades, pero lo que necesitan, por encima de todo, es amistad,
ánimo y apoyo. Es cierto que tienen sus limitaciones, a veces
terriblemente visibles; pero también tienen sus cualidades y, sobre todo,
un corazón ansioso de auténtico amor... He visto el desasosiego de sus
familiares. He descubierto su inmenso mundo de sufrimiento... En 1984
había 54 comunidades en Francia, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Bélgica,
Noruega, Dinamarca, Honduras, Haití, Estados Unidos, Canadá, Costa
de Marfil, India, Australia... Todas estas comunidades forman parte de la
"Federación del Arca". Y todas viven del mismo espíritu: desean ser
comunidades, es decir, lugares de vida y de crecimiento para personas con
diversas taras mentales que no pueden vivir en su medio familiar... Las
personas con taras mentales con su debilidad y su fragilidad, con sus
depresiones y sus gritos, pero también con su ternura y su simplicidad, me
han hecho penetrar en el corazón de la Buena Nueva de Jesús y en su
mensaje de esperanza para nuestro mundo. Ellas me han revelado que la
necesidad más profunda del hombre es la necesidad de amar y de ser
amado. Nuestro mundo superactivo opta decididamente por la eficacia,
porque tiene miedo al corazón. Ha perdido la confianza en el amor33.

En el II Encuentro mundial de familias, realizado en Río de Janeiro


en 1997, ante el Papa Juan Pablo II, una familia belga dio testimonio de
que tenían 19 hijos, 9 propios y 10 adoptados, algunos de ellos
minusválidos.

Hay una Institución llamada Emmanuel, que se dedica especialmente


a la adopción de niños con deficiencia. Jean y Lucette Allingrin,
fundadores y animadores de esta obra, hacen un trabajo admirable. Muchas
familias adoptan niños deficientes a través de ellos. Su dirección es
Montjoie, Clefs, 49150 Baugé, Francia.

Veamos algunos ejemplos dignos de admiración.


33
Vanier Jean, No temas amar, Ed. Sal terrae, Santander, 1995, pp. 9-11.
39
Llevábamos diez años de casados y no teníamos hijos. En 1990
adoptamos a dos preciosas niñas hermanas de cinco y dos años. Luego
recibimos otro par de hermanas de cuatro y de dos años. Nuestro primer
hijo llegó en setiembre siguiente. Ahora tiene ya cuatro años y, en el
último octubre, descubrimos que había quedado nuevamente embarazada.
Dios parece lento, a veces, pero nunca llega tarde. Estamos
entusiasmados y agradecidos por todas sus bendiciones. Nos ha dado todo
aquello por lo que siempre hemos rezado y mucho más34.

Mary y Frank dan gracias a Dios todos los días por sus hijos. Cuando
Mary estaba embarazada de su tercera hija le dijeron los médicos que no
viviría ni 30 minutos. Pero hoy ya ha terminado su High School o
Secundaria. Su tercera hija nació con espina bífida, una deformación de la
columna vertebral y los médicos les aconsejaron que abortaran o la
dejaran en el hospital. A partir de ese día, han adoptado otros hijos con
espina bífida o serias anormalidades. Para ellos no hay diferencia entre los
hijos propios y los adoptados. Por eso, dice Frank: Mi principal profesión
es ser padre. Y Mary afirma: Con ellos aprendí que Dios está donde
menos esperas encontrarlo. Puedo tener una idea de cuánto nos ama
Dios, porque yo que soy un simple ser humano, los amo a ellos. En la
actualidad esta familia tiene 15 hijos, unos propios y otros adoptados. ÁQue
Dios los bendiga!35.

Es edificante también la anécdota que nos aporta el doctor


Nathanson: Cuando estuve con mi esposa en Nueva Zelanda, almorzamos
cierto día con Sir William Lilley, que es el más importante fetólogo del
mundo, y nos contó que habían tenido cuatro hijos, que ya eran mayores,
y al quedar solo el matrimonio, adoptaron un niño mongólico. Pues bien,
este señor nos dijo que ese hijo mongólico, les había proporcionado más
satisfacciones que cualquiera de los otros cuatro hijos de su matrimonio36.

En resumen, la adopción es una de las formas más hermosas de amar,


porque se quiere dar una familia a un niño necesitado, sea por ser huérfano
de padres, por ser enfermo físico o mental y nadie lo quiere, o
simplemente porque ha sido abandonado. Pero sin olvidar que la adopción,
34
Hahn Kimberly, o.c., p. 354.
35
La voz Católica, Miami, USA, del 17 de noviembre de 1995, p. 9.
36
Nathanson Bernard, Aborto, ¿derecho de la mujer?, Ed. Salesiana, Lima. 1987, p. 15.

40
para que sea enriquecedora para el niño, debe darse en una familia unida y
estable, donde exista el amor de ambos, del padre y de la madre.

d) EMBARAZOS CON PROBLEMAS

Paolo y Clara son italianos de Cremona y están casados desde hace


nueve años. Su primer hijo nació sano. Pero, al nacer la segunda hija, a las
pocas horas de su nacimiento, comenzó a tener problemas respiratorios y a
los 28 días de nacida, murió.

Se llamaba Emanuela, que significa Dios con nosotros. Su nombre lo


habíamos escogido la noche anterior al entrar al hospital, rezando y
leyendo la palabra de Dios. Con el fallecimiento de Emanuela, los
médicos nos dijeron que, entre ambos, éramos los portadores de una
rarísima enfermedad génetica incurable, que se manifiesta al nacer los
niños, que mueren por no poder respirar.

Por eso, ante la posibilidad de tener un nuevo hijo, los médicos nos
aconsejaron hacer la prueba del líquido amniótico para proceder al
aborto terapéutico en caso de que el bebé viniera con la enfermedad.
Después de dos años, vino otra bebé y decidimos no proceder a
investigaciones genéticas antes de su nacimiento, porque, naciera sana o
enferma, era una hija bendita y la llamamos Benedetta (bendita). Al nacer
era bellísima. Pero, después de un día, las cosas se complicaron, al cuarto
día, hubo que colocarla en una incubadora. A los 40 días murió. Pero la
experiencia de acompañar a Benedetta en su calvario fue para nosotros
sumergirnos en el misterio del amor de la Pasión de Nuestro Señor.
Hemos entendido que los hijos son un regalo de Dios, no para poseerlos,
sino para acogerlos tal como ha sido el designio del Señor.

El año 2002 comienza la cuarta gestación no buscada ni evitada.


Lorenzo ya tiene casi seis años. En el mes de mayo del 2003 nace Maria
Gloria totalmente sana. Es una felicidad indescriptible y una experiencia
de resurrección. El amor vence a la muerte. Verdaderamente, Jesús ha
resucitado. Ahora no sabemos adónde nos quiera llevar el Señor, pero
estamos dispuestos a fiarnos de Él, no de nosotros mismos, sabiendo que
allí donde hay acogida a la vida, está Cristo.

41
El año 2004 adoptamos a Sara, una niña de seis años del Perú. Y
seguiremos abiertos a la vida, porque donde hay vida, allí está Dios28.

- Estaba embarazada de mi segundo hijo y yo no lo sabía. Había


estado enferma y, por tanto, sometida a tratamientos médicos, que
necesariamente debieron haber afectado a mi bebé ¡Qué dolorosa
pesadilla! La ciencia presagiaba lo peor para mi hijo, con profundos
daños morfológicos y hasta la posibilidad de que, en sus primeros diez
años de vida, contrajera leucemia. Mis médicos me recomendaron el
aborto. Me negué y me consideraron irresponsable, pues condenaba a mi
familia, especialmente a mi primogénito, a la tragedia. Hablé con mi
esposo y aceptamos nuestra cruz. Desafiando a los médicos y a la ciencia,
continué el embarazo.

Hablé con el padre Gómez, pidiéndole su bendición para mi


embarazo, pues estaba decidida a que mi hijo naciera... El padre me dijo:
“Vamos a pedir la presencia de Dios sin ponerle limite a su misericordia”.
Cuando terminó de orar, me dijo: “Vas a tener un niño sano y hermoso”.
Aquellos meses fueron de horrible espera. La ansiedad me consumía. Hoy
mi hijo tiene doce años y, como me anunció entonces Monseñor Gómez, es
“sano y hermoso”. Dios puso en mi camino a Monseñor Luis Gómez. Sus
palabras tocaron mi vida y me guió hacia el camino de la fe37.

- Me llamo Lourdes Rivero. Tengo 31 años y voy a tener mi sexto


hijo; el mayor tiene ocho años. Me casé con Javier a los 22 años. Ahora él
es militar, capitán ingeniero de construcción. A los diez meses de casada,
tuve a mi hijo Javi. Cuando tenia 1 año tuvo gastroenteritis, vomitaba,
tenía mucha diarrea y muchísima sed. Yo sólo podía darle una
cucharadita de suero cada diez minutos. Era angustioso verlo sufrir. Por
aquel entonces, me quedé en estado de Luli. A los cuatro meses de
embarazo, me diagnosticaron toxoplasmosis. Me advirtieron los médicos
que podía afectar gravemente al bebé y me dijeron que tenía una infección
grave; que tenía un 96% de posibilidades de ceguera o de malformaciones
de corazón y, si no, costras calcáreas en el cráneo.

Mi reacción fue llorar. Después me planteé: ¿Qué quiero para mis


hijos? Que vayan al cielo. Siempre digo: Sano y santo. Si falta lo primero,
lo segundo estará garantizado. Así Dios me devolvió la paz, sabiendo que
37
www.mscperu.org
42
estaba en sus manos. Y nació perfectamente sana. Dios me arrancó el sí
que tanto me costaba y luego me premió con creces. Pasaron 21 meses y
Dios nos regaló otra niña, Elenita: gordita, alegre, simpática y dulce.
Siempre con su sonrisa picarona. Veinte meses después nació María.

Algunas personas se creían con derecho a reñirme, porque ya eran


demasiados. Pero yo creo que cada hijo es hijo de Dios y heredero del
cielo. Y ahora el sexto está en camino.

A mí me encanta mi carrera de magisterio, que es vocacional al cien


por ciento. Disfruto dando clases y me encanta la idea de formar
personas. No descarto la posibilidad de trabajar en ello el día de mañana
y procuro estar al día. Pero, por ahora, he renunciado al Magisterio y no
me arrepiento, sino que cada día soy más feliz con esta decisión, porque
creo que mis hijos me necesitan en casa. Tengo que formar su
personalidad, su seguridad y su afectividad. Lo que hago por ellos es
mejor que Oxford o Harvard38.

- Me llamo Manuel de Jesús Celestino, soy sacerdote, nacido en La


Vega (República Dominicana). Mi madre nos cuenta que, cuando nació su
segundo hijo, un médico le aseguró que el intento de tener otro más era
poner en riesgo su vida. No obstante, tuvo otros ocho, diez en total. Yo
crecí en un ambiente católico en el que muchas familias eran numerosas,
lo cual era visto como una bendición. Desgraciadamente, hoy se ve como
algo distinto. Para muchas familias tener un hijo más es peor que ir a la
cárcel. Por eso, hay que cuidarse, como si se tratara de una enfermedad
contagiosa. Una de mis tías tuvo 18 hijos. El resto de mis tíos, por parte
de mi madre, tuvo entre seis y diez hijos. ¡Qué bendición! Y no era la
única familia que, por decirlo de alguna manera, había hecho voto de
crecer y multiplicarse. Muy parecidos son los casos de mis tíos paternos y
conozco muchos otros casos para gloria de Dios39.

- Somos Augusto y Maggie. Durante el primer año de casados no


tuvimos hijos y comenzamos a preocuparnos. Luego de consultar a varios
médicos, nos enteramos que médicamente era imposible tener hijos. Pero,
después de ponernos en las manos de Dios y orar mucho, el Señor nos
regaló un hijo al que pusimos por nombre Augusto. Luego sucedió lo que
38
www.encuentra.com
39
www.vidahumana.org
43
parecía imposible: se multiplicó el milagro hasta completar cinco hijos,
dos varones y tres mujeres.

El Señor se llevó a nuestro hijo Augusto, cuando acababa de cumplir


34 años. Fue una época dura para toda la familia. Pero el Señor nos
consolaba a través de su palabra. Más adelante, nuestra última hija
comenzó a dar signos de estar con anorexia. Oramos mucho y el Señor
nos escuchó y la liberó de este mal. Ahora está casada y tiene dos lindos
bebés.

Pasando el tiempo, nuestra hija política enfermó de cáncer, un tumor


al cerebro. La operaron y ni siquiera se le cayó el pelo durante el
tratamiento de quimioterapia. A ella le pusieron una quimioterapia
experimental, que no le dejó ningún rastro. ¿Cómo no vamos a dar
gracias a Dios por estas manifestaciones de su inmenso amor? No somos
una familia perfecta, sino una familia sencilla, pero sabemos que, a pesar
de todo, Dios nos ama y camina junto a nosotros compartiendo las
alegrías que nos dan los diez nietos que el Señor nos ha dado. Y estamos
orgullosos de ellos40.

Mi nombre es Maritza y el de mi esposo Lalo. Pasé los 25 primeros


años de mi vida alejada de Dios. Me casé antes de lo previsto, porque
estaba encinta. Para ser sincera, no tenía los mínimos deseos de casarme,
puesto que había cosas en la vida de Lalo que no me gustaban y me
hacían dudar de querer pasar el resto de mi vida con él. El día de mi
boda, un tío mío que nos casó, le habló a Lalo del Camino
neocatecumenal. Ese año fuimos a las charlas en octubre y hasta hoy
pertenecemos al Camino, esperando pertenecer hasta la muerte.

Yo pensaba tener como máximo 4 hijos, dos hombres y dos mujeres.


Tenía temor de tener un hijo enfermo, puesto que un hermano de Lalo
sufre de esquizofrenia. Luego tenía pánico a los partos. Soy muy débil
ante el sufrimiento. Pero he tenido once hijos. ¿Quién me ha quitado los
miedos? Jesucristo. ¿Cómo me los ha quitado? Mostrándome su amor y
diciéndome que no pasa nada sino lo que Él permite. Él me ha hecho
mirar la vida con sus propios ojos, porque sufrimientos no me han faltado
ni me faltarán.

40
www.mscperu.org
44
Mis once hijos son maravillosos. Y como señal de que esto es cierto,
mi hija Milagritos, la número 10, tiene síndrome de Down. Jamás pensé
tener una hija con síndrome de Down. No estaba en la lista de mis temores
ni de mis proyectos. Sin embargo, ha sido una bendición enorme en
nuestra vida con su dulzura y su alegría. Todos mis hijos son buenos,
cada uno con lo suyo, con sus alegrías y sus sufrimientos41.

Otra madre de familia decía: Cuando concebí el séptimo bebé,


mientras estaba dando el pecho al sexto, mi marido se enfadó mucho.
Finalmente, aceptó este embarazo, pero, pocas semanas después, el bebé
murió. Por medio de este sufrimiento, aprendimos lo increíblemente
preciosa que es la vida humana y él prometió no volver a disgustarse
nunca, con independencia de cuántos hijos decidiera Dios mandarnos.
Ahora tenemos ya 11 hijos, gracias a Dios42.

- Mi esposo Ardie se esterilizó por mi insistencia, porque me parecía


que yo ya había pasado por el dolor y el esfuerzo del embarazo y parto.
Teníamos tres hijos y habíamos cumplido, así que ahora era su turno. Sin
embargo, cuando abrí mi corazón a Dios, me di cuenta de lo horrible de
nuestro error y de la necesidad de dar marcha atrás. Esto ocurrió hace
tres años y medio. Ardie se hizo la operación para deshacerle la
vasectomía y hemos tenido un hijo maravilloso y estamos esperando otro
para noviembre. La reversión de la esterilización ha traído a nuestras
vidas las gracias de Dios de una manera más plena. Ahora vemos la
bendición que son los hijos43.

- Los dos primeros embarazos fueron difíciles y mi esposa estuvo seis


meses de reposo en cama con el segundo. Después de que nació, hablé
con nuestro médico de la posibilidad de un tercer embarazo. Nos advirtió
de que un tercer embarazo causaría a mi esposa, casi con seguridad, un
daño grave y permanente en la espalda. En contra de los deseos de mi
esposa, me hice la vasectomía en 1987. Pero ambos queríamos tener más
hijos y decidimos revertir la vasectomía. En 1997, deshice mi vasectomía.
Desgraciadamente, tengo una esterilidad permanente y seguí infértil
después de la reversión, aunque, gracias a Dios, pudimos adoptar un bebé

41
www.mscperu.org
42
Kimberly Hahn. o.c., p. 288.
43
Ib. p. 361.
45
en abril de 1998. Estamos bendecidos con tres hijos y esperamos adoptar
más44.

- Después de mi quinto hijo, me hice la ligadura de trompas. Me


sentía demasiado joven con esos niños y un marido que viajaba todo el
tiempo, quedándome sola en casa. ¡Había cumplido mi obligación con
creces! Pero, durante los tres años siguientes, recé y recé y no estaba
satisfecha con la decisión tomada. Cuando murió mi segundo hijo Bryan
de cáncer con diez años y medio, decidí deshacer la operación. No era por
reemplazar a Bryan, sino para corregir el error cometido. Si no teníamos
más hijos, de acuerdo. Sería la voluntad de Dios y no la nuestra. Seis
meses después de la operación, estaba embarazada de nuestro sexto hijo,
y el 17 de mayo tuvimos a nuestra hija Paige Elizabeth. Puedo decir que
nunca me he arrepentido de ello45.

- Nos casamos en 1971. Usamos anticonceptivos durante los tres


primeros años. Un año después de dejar de tomar la píldora, yo seguía sin
poder quedar embarazada. Había tomado píldoras durante los últimos
siete años, pues también las tomaba de soltera. Por fin, con ayuda médica,
pude quedar embarazada y el 9 de julio de 1976 nació una niña. ¿Cómo
íbamos a imaginar que tenía una discapacidad mental? Mi segunda hija
nació el 25 de mayo de 1978. Estábamos felices, aunque seguíamos
preocupados por la primera. Por eso, decidimos no tener más hijos. Rick
se hizo la vasectomía.

El 19 de octubre de 1988 fuimos en peregrinación a Medjugorje,


donde se estaba apareciendo la Virgen desde 1981. Regresamos a casa
con mucha paz y alegría. No sabíamos cómo darle gracias a Dios por
aquella inolvidable experiencia. Y Dios siguió sanando y bendiciendo a
nuestra familia. Nuestra relación de pareja mejoró mucho y oramos
mucho. Al final, decidimos revertir la vasectomía, queriendo rectificar
nuestro error y estar abiertos a la vida, si Dios quería darnos más hijos.

El 5 de julio de 1991 a Rick le revirtieron la vasectomía.


Habían pasado 12 años desde que se la habían hecho y yo, con mis 43
años, pude tener otra hija el 7 de diciembre de 1995. No hay palabras

44
Ib. p. 361.
45
Ib. p. 371.
46
para expresar nuestra gratitud a Dios. Ahora somos muy felices con
nuestras tres hijas.

Karen y John tenían tres hijos. Después del tercer parto, ella estuvo al
borde de la muerte por ser diabética, ya que durante los embarazos sufría
toxemia, así que decidieron que John se hiciera la vasectomía. Se la
hicieron en 1987. Pero, con el tiempo, confiando en Dios, decidieron
revertir ese error. En setiembre de 1991 le revirtieron la vasectomía y, al
mes siguiente, Karen concibió un hijo. El 29 de junio de 1992 nació
Hannah y el 5 de junio de 1996 tuvieron dos gemelos, Matthew y Jacob.
Ellos se sienten felices de su decisión y son muy felices con sus seis
hijos46.

En la cuestión de las esterilizaciones hay que ser precavidos, muchos


hombres han querido revertir el error de haberse hecho la vasectomía o
mujeres la ligadura de trompas y no han podido. Una mujer de Florida
decía: Una vez que nos convencimos que nos habíamos equivocado, mi
esposo y yo decidimos deshacer el error. Llamé a mi cirujano para que
cogiera mi historia clínica y me pudiera operar. Cuando le dije esto, me
explicó que no era posible. No me habían ligado las trompas, me las
habían extirpado. No había nada que deshacer. Nos quedamos desolados
y aún lo estamos47.

Tambien hay que tener en cuenta que un estudio del American


Journal of epidemiology, de diciembre de 1990, revela un riesgo de un
70% mayor de cáncer de próstata en aquellos que se han hecho la
vasectomía. Investigadores del hospital de mujeres de Brigman en Boston
recomendaron que los hombres que se hubieran hecho una vasectomía y
tenían más de 50 años, se hicieran revisiones rectales anuales y análisis de
sangre. Mantienen que la vasectomía puede incrementar el riesgo a largo
plazo de cáncer de próstata entre un 56% y un 66% de acuerdo con los
estudios realizados en 73.000 hombres48.

El investigador Roberts dice que los riesgos de la vasectomía pueden


ser tromboflebitis y embolia pulmonar, infecciones de próstata, del
epidídimo, abscesos hepáticos, infecciones de piel, narcolepsia, esclerosis
46
Otros testimonios pueden encontrarlos en www.vidahumana.org
47
Kimberly Hahn, o.c., p. 156.
48
Kimberly Hahn, o.c., p. 369.
47
múltiple, migraña y dolores de cabeza, diabetes, alteraciones en la función
sexual, cálculos renales, tumores y cáncer, especialmente de próstata... Por
todo ello, lo más seguro es obrar siempre de acuerdo a la naturaleza. No se
debe olvidar el dicho antiguo: Dios perdona siempre; los hombres, a
veces; pero la naturaleza no perdona nunca. Cuando se actúa contra la
misma naturaleza con esterilizaciones, anticonceptivos, relaciones sexuales
contra natura (homosexuales por ejemplo), la naturaleza siempre se rebela
y castiga con enfermedades y sufrimientos.

LOS ANCIANOS EN FAMILIA

Una de las características de los países desarrollados es que los


ancianos ya no forman parte de la mayoría de las familias. Los llevan a
casas de reposo o asilos para ancianos. Parece que en la sociedad actual de
consumo, los ancianos no tienen cabida y la mayoría de ellos, deben
acabar sus días en residencias, lejos de sus hijos y de sus nietos, con todo
lo que esto conlleva de tristeza y soledad para ellos. La Biblia dice
claramente que la corona de los ancianos son sus hijos y sus nietos (Prov
17,6). Pero parece que esto ya no es verdad para muchas familias, porque,
cuando falta la fe y la dimensión sobrenatural de la vida, sólo se piensa en
gozar y disfrutar. Y, en este caso, los ancianos son estorbos para ir a tomar
vacaciones, dan mucho trabajo para atenderlos y ninguno de sus hijos
tiene tiempo para ellos.

Por esto, decía el Papa Juan Pablo II: Una atención particular debe
prestarse a los ancianos. Mientras en algunas culturas, las personas de
edad más avanzada permanecen dentro de la familia con un papel activo
importante; en otras culturas, el viejo es considerado como un peso inútil
y es abandonado a su propia suerte. En semejante situación puede surgir
con mayor facilidad la tentación de recurrir a la eutanasia.

La marginación o incluso el rechazo de los ancianos son


intolerables. Su presencia en la familia o, al menos la cercanía de la
misma a ellos, son de importancia fundamental para crear un clima de
intercambio recíproco y de comunicación enriquecedora entre las distintas
generaciones... El anciano, gracias al rico patrimonio de experiencias

48
adquirido a los largo de los años, puede y debe ser transmisor de
sabiduría, testigo de esperanza y de caridad49.

El mismo Papa en la Exhortación apostólica Familiaris consortio No.


27 dice: La vida de los ancianos ayuda a clarificar la escala de valores
humanos; hace ver la continuidad de las generaciones y demuestra
maravillosamente la interdependencia del pueblo de Dios. Los ancianos
tienen además el carisma de romper las barreras entre las generaciones
antes de que se consoliden. ÁCuántos niños han hallado comprensión y
amor en los ojos, palabras y caricias de los ancianos! y Ácuánta gente
mayor no ha suscrito con agrado las palabras inspiradas! “la corona de los
ancianos son los hijos de sus hijos” (Prov 17, 6).

El Papa Benedicto XVI declaraba: Deseo también referirme ahora a


los abuelos, tan importantes en las familias. Ellos pueden ser y son, tantas
veces, los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar
y recibir. Ellos dan a los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria
y riqueza de las familias. ÁOjalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos
del círculo familiar! Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las
nuevas generaciones, sobre todo, cuando dan testimonio de fe ante la
cercanía de la muerte50.

La Madre Teresa de Calcuta, estando en Estados Unidos, preguntó


¿por qué los ancianos, que tenían de todo, buenos alimentos, un lugar muy
confortable, televisor, todo, por qué todos miraban a la puerta? Le
contestaron: Porque están esperando que un hijo o hija venga a visitarlos.
Están dolidos de que los hayan olvidado. Por eso, tampoco sonríen. Los
ancianos son parte integrante de la familia. Rechazarlos es perderse
muchas bendiciones que Dios quiere darnos por medio de ellos. Ellos
también son parte de las familias numerosas de verdad.

REFLEXIONES
Lo primero que debemos pensar es que ningún hijo debe ser
considerado como un error, como un estorbo o un castigo de Dios, aunque
sea enfermo. Dios ama infinitamente a ese niño y ha creado su alma con

49
Evangelium vitae No. 94.
50
Valencia, 8-07-2006.
49
infinito amor. Nadie viene al mundo por casualidad o por equivocación.
Dios no se equivoca y todo lo permite para nuestro bien (Rom 8,28).

Cada vida humana es una vida sagrada, es una historia sagrada, pues
tiene su origen en Dios. Podemos decir también que cada persona humana
es una historia de amor, del infinito amor de Dios, que ha creado su alma
con todo su infinito amor. Por eso, aunque un ser humano sea fruto de una
violación o de un pecado de sus padres, Dios lo ama infinitamente por sí
mismo, independientemente de sus padres, y tiene un plan maravilloso
para él, pues ha pensado en hacerlo feliz eternamente en el cielo. De ahí
que hay que aceptar cada hijo como un regalo de Dios y aceptarlo tal como
es, aunque sea enfermo. Si Dios lo ama infinitamente tal como es, ¿por qué
nosotros no lo podemos amar así también, aunque suponga esfuerzo y
sacrificio?

Lamentablemente, muchas personas tienen una visión equivocada de


la vida. Creen que el sentido de esta vida está sólo en gozar y disfrutar. Si
son ateos o agnósticos, no piensan en el más allá y, al faltarles la fe, ante
las dificultades, sólo piensan en rebelarse o suicidarse. Pero hay que ver la
vida desde una perspectiva de eternidad. Hay que vivir para la eternidad.
Dios existe y nos hará una revisión de vida en el momento de nuestra
muerte. En ese momento, ¿cómo quisiéramos haber vivido?

Con frecuencia, les pregunto a los novios que desean casarse:


¿Cuántos hijos han pensado tener? Casi siempre dicen que dos. Entonces,
yo les digo: ¿Y si Dios, en su plan divino trazado con amor para vosotros
desde toda la eternidad, desea que tengan siete? ¿Qué le dirían? Por
supuesto que Dios no va a venir a decirles personalmente los hijos que …l
desearía que tengan, pero lo que Dios no quiere, con toda seguridad, es que
hagan trampas. Dios quiere juego limpio. Dios no quiere ningún método
anticonceptivo artificial. Las pastillas son nocivas para la salud y, directa o
indirectamente, son también abortivas. Por tanto, ya hay una pista para
evitar cualquier trampa que impida el tener hijos. Se pueden usar los
métodos naturales para espaciar los nacimientos. También la Iglesia habla
de paternidad responsable, de que los esposos deben decidir en conciencia
los hijos que pueden tener. Pero en esto hay que ser generosos, aceptando
los retos y sacrificios de un nuevo embarazo, sin miedo al porvenir,
confiando en Dios.

50
El Papa Juan Pablo II, en su homilía del 7 de octubre de 1979 en
Washington, decía: Las decisiones sobre el número de hijos y los
sacrificios que han de hacerse por ellos, no deben de tomarse sólo desde
la comodidad y la vida tranquila. Elevando el problema a Dios, los padres
tendrán claro que definitivamente es menos importante negarles a los
hijos ciertas comodidades o ventajas materiales que privarles de la
presencia de hermanos y hermanas.

A este respecto, recuerdo muy bien el comentario que me hacía un


día un buen padre de familia. Me decía: Mire, tengo seis hijos. Los cinco
primeros los tuve cada dos años, y el sexto después de seis años. Ahí
faltan dos. Si no nos hubiéramos cuidado, ahora tendríamos ocho hijos y
me sentiría orgulloso de ellos. Siento que le fallé a Dios y a mis hijos.
Pero ya es demasiado tarde para rectificar.

Muchos padres de familia dicen que es irresponsable tener muchos


hijos, porque no se les puede dar todo lo que necesitan. Ciertamente que el
cuidado y atención de los hijos demanda muchos esfuerzos a sus padres,
incluso económicos. Pero lo que sí es cierto es que Dios proveerá a todas
vuestras necesidades según sus riquezas en Cristo Jesús (Fil 4,19). Y Dios
no miente. Cuida de las aves del cielo y de las flores del campo. ¡Cuánto
más de vosotros hombres de poca fe! (Lc 12,28). …l tiene contados hasta
los cabellos de la cabeza (Lc 12,7). Y nos dice, como Jesús a Jairo: No
tengas miedo, solamente confía en Mí (Mc 5,36).

Pero, cuando falta la fe, ¿qué podemos esperar? El miedo a las


dificultades, el miedo al futuro, el miedo a las enfermedades, nos hace
tambalear y tomar decisiones fáciles para asegurarnos lo más posible.
Solamente las personas de fe son capaces de arriesgarse, confiando en
Dios, en la aventura de un nuevo hijo, aunque sea con cesárea o aunque
nazca enfermo o aunque sea un parto difícil y peligroso.

Por otra parte, hay que considerar que la mejor herencia que los
padres pueden dar a sus hijos es una buena educación con el ejemplo,
porque los valores se aprenden en casa y no en la universidad. Los padres
sacrificados enseñan más con lo que hacen que con lo que dicen. Su
ejemplo de vida sacrificado, su amor por sus hijos, hacen de su familia un
hogar bendito, donde todos están unidos en el amor a Dios y entre sí.

51
Además, ya hemos dicho que tener un hijo es una inversión para el
futuro, pues esos hijos serán los que el día de mañana cuidarán a sus
padres ancianos o enfermos. Y los ancianos, al vivir en casa con la alegría
de los nietos, podrán morir tranquilos de haber dejado en el mundo una
larga descendencia, que será su corona y su alegría eternamente.

Los padres tienen mucho que ganar y poco que perder ante cada hijo
que viene al mundo. Por eso, deben recibirlo con alegría y procurar que
cuanto antes sea hijo de Dios por el bautismo para que ese niño sienta,
cuanto antes, las bendiciones de Dios. Tener una familia numerosa es
forjar una seguridad para el futuro. Y los mismos hijos, al tener muchos
hermanos, podrán sentirse apoyados en caso de cualquier problema,
enfermedad o dificultad en la vida.

UNA FAMILIA NUMEROSA ES UN INVERSION PARA EL


FUTURO.
UNA FAMILIA NUMEROSA ES UN REGALO DE DIOS Y UNA
BENDICION INCALCULABLE PARA ESTA VIDA Y PARA LA
ETERNIDAD

ORACION DE UN PADRE DE FAMILIA


Señor, concédeme un hijo que sea bastante fuerte para tener
conciencia de sus debilidades. Un hijo que sepa aceptar con nobleza la
derrota y que sea humilde en la victoria. Dame un hijo que te conozca y
que sepa que el conocimiento de tu amor es el principio de la sabiduría
verdadera.

Señor, te pido que le enseñes a quedar de pie en las tempestades y


dificultades de la vida y a mostrarse compasivo con los que caen. Dale un
corazón puro con aspiraciones elevadas, que sepa ser dueño de sí mismo

52
antes de querer mandar a los demás, que sepa reír sin olvidar cómo se
llora, que tienda al porvenir, sin perder de vista su pasado.

Dale humildad para que siempre recuerde la sencillez de la grandeza


verdadera, la comprensión de la verdadera sabiduría y la mansedumbre de
la verdadera fuerza. Entonces, yo su padre (madre), me sentiré orgulloso
de él y podré decirme a mí mismo(a): No has vivido inútilmente.

53
CONCLUSIÓN

Después de haber reflexionado un poco sobre las ventajas de


tener una familia numerosa, podemos decir con firmeza que una familia
numerosa es un regalo de Dios y una enorme bendición para toda la
familia, incluidos los abuelos, y también para el país, para la Iglesia y para
el mundo entero. Una familia, que ha sido capaz de superar con esfuerzo y
sacrificio los inconvenientes de tener varios hijos, es digna de alabar y es
un ejemplo para otras.

Además, los hijos serán el día de mañana la alegría de sus


padres. Pero, si unos padres no han querido tener más que un solo hijo y
han usado métodos anticonceptivos abortivos, ¿qué dirán cuando sean
ancianos y se vean abandonados en una casa de reposo? ¿Y si se muere su
único hijo? ¿Y si les resulta drogadicto o enfermo? ¿Podrán tener a la hora
de la muerte la conciencia tranquila, sabiendo que han negado la vida a
otros hijos por el aborto?

Vale la pena arriesgarse, como hemos visto en algunos


testimonios, aun teniendo varias cesáreas. Un hijo vale más que el mundo
entero y siempre es un tesoro, aunque nazca minusválido o enfermo
mental.

Quiero agradecer a Dios por las familias numerosas que, con fe


y confianza, han dado un paso al frente y son un ejemplo para la
posteridad.

Que Dios bendiga su familia. Saludos de mi ángel.

P. Ángel Peña O.A.R.


Parroquia La Caridad
Pueblo Libre
LIMA - PERU

54
BIBLIOGRAFÍA

Chaunu P., La memoire de l’eternité, Ed. Robert Laffont, Paris, 1975.


Donald de Marco y Benjamín Wiker, Arquitectos de la cultura de la
muerte, Ed. Ciudadela, Madrid, 2007.
Hahn Kimberly, El amor que da vida, Ed. Rialp, Madrid, 2006.
Gillick Victoria, Relato de una madre, Ed. Rialp, Madrid, 2007.
Juan Pablo II: Exhortación apostólica Familiaris consortio.
Juan Pablo II: Encíclica Evangelium vitae.
Juan Pablo II: Encíclica Ecclesia de Eucharistia.
Juan Pablo II: Carta a las familias.
Martínez de Toda José, Juan y Áurea, un testimonio fecundo. Ed. Scire,
Madrid. 2005.
Pío XII a los recién casados, 11 de marzo de 1942.
Vanier Jean, No temas amar, Ed. Sal terrae, Santander, 1995.
Varios, Un solo corazón. Ed. Vida nueva, Madrid, 2006.

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www.libroscatolicos.org

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