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Breve Tratado Sobre La Reforma Monetaria, John Maynard Keynes

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Traducción de JOHN I\1/'i.

YNARD KE\'NES
CARLOS RODRÍGUEZ B,l.AUN.

BREVE TRA.TADO
SOBRE LA REFORMA MONETARIA

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


MtXICO
Primera edición en inglés, 1923
Segunda edición en inglés, 1971
Primera edición en español
de la segunda en inglés, 1992

INTRODUCCIÓN GENERAL

Esta nueva edición de The Collected Writings of John May­


nard Keynes constituye el memorial que le ofrece la Royal
Economic Society. Keynes dedicó una gran parte de su ocu­
pada vida a la Sociedad. En 1911, a la edad de 28 años, su­
cedió a Edgeworth corno editor· del Economic Journal; dos
años después también fue nombrado secretario. Desempeñó
estos nombramientos sin interrupción casi hasta el final de
.st.1. vida. Edgeworth, es verdad, regresó pa:c-a. ayudarlo �9�)� ....

/{Y:,9t.1antos·, .111���S•.•·n ante�. ,ele; su. mt.1�rt� en_Eél)ter,·.• ·en l·';1-


9 9tcf4�7
·
_.:: .. el�e¿to: presiae; te y ·pasó�.sú éariio ·¿e editor a_ Roy H.aii-od .
. �-.y.: la s�cretaría: 0 Austin )fobinson : > . - . - , • • , : .: .- \

):.J,#<ir1ayor .·. r��ponsa bilidad .·én .•.la ..·. �stn1cturafÍÓn ·c1e: ,J§l.s· ;;pól(
rii\?5':E,n': 'su'.'dqqI�.. ;papel·· ;dir :éQi,tof ·.. y'•'.�ecir�tari o..·:'Keynesi:áspí:nt�·•

'i/'.;ttc:��-.�e. lá.•Royal·. ·Ecqpomié' S()ciety.· En .• :büemi'm��i;<l.é:f,fu '. >::,


iiCgra'�ias;,,a: �F que se ·. iniciaron . . algu,nas . de las :iinpOrtante5:';'{
'actividádes editorasde·la Sodedad .:..:.-1a edidón Sráffa de.�i<'-}
/:Y: lardo; la,edidónStark .de los escritos·ecoriómicos .de Be.ri(�{
.:· '} am yJa edición Guillebatid de Márshall-,así 'coméYt.1n.' hn�'.
i

..•.. {portante 1iúrnero de publicaciones anteriores, en lqs �ños /


Título original:

< treinta. . ....· · · . ..· ·· •. . ... . . .. ·. ;


,. A Tra�t on Mcn-u¡tary R.e orin

··:Cuctndo .Keynes murió, en. 1946, fue n· atural. q11e la:Roy;i{•x';;


f
© T�e Royal Economic Society, 1971 · ·

.
·:.,: , .. g,conornic Society· deseara conrnemorarlo:Tal vez .fue .. igt1ál"'/>
Publicado por The Macmjllan Press Ltd.,
Londres

mente natural que la Sociedad decidiera conrnemornrlq con{':


:: una edición de sus trabajos reunidos. A: Keynes siemprele i:;,.::;>
.gustóJa impresión fina, así que la Sociedad, con ayuda d�{'1 .N��·
0.R� 199�, FONDO DE CULTIJRA ECONÓMICA, S.· A.

los -señores Macrnillan conio editores y de la Universicfad':, :;:S,/,:>··'�W


· Av de la Universidad, 975; 03100 Méxic DE C. V.

. de Cambridge como· impresora, ha procurado dar a los es- :/})'�;;:;;¡f


. : o, D. F.

ISBN 968-16-3713-5
critos de Keynes una forma permanente que sea por com- .,_,. • 1 '):i.)
pleto digna de él.
Impreso en México

7 ;.'::::\;!l}iii
: {. .:ti!:�·:(:ii/:ll
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8 INTRODUCéióN GENERAL INTRODUCCióN GENERAL 9

En .la presente edición se publicará tan to como sea posi­ Éstos se han colocado en la Biblioteca Marshall de la Uni­
ble de su trabajo en el campo de la economía; no incluirá versidad de Cambridge y han estado disponibles para esta
ninguna· correspondencia privada ni personal, ni publicará edición. Hasta 1914 Keynes no tuvo secretaria, por lo que
cartas �n posesión de su familia. La edición concierne a Key­ sus escritos anteriores están limitados principalmente a bo­
_
nes umcamen te como economista. rradores que B conservó de cartas importantes escritas a
Los escritos de Keynes caen en cinco amplias categorías. mano. La mayor parte de la correspondencia que tenemos
La p1i:cnera está formada por Ios libros que él escribió y está representada por la que él recibió, más bien que por
publicó; la segunda, por las colecciones de artículos y folle­ la que escribió. Durante los años de la guerra de 1914 •a 1918
t?s que él. mismo formó d�_1rante su vida (Essays in Persu.a­ Keynes trabajaba en el Tesoro. Con la reciente ap ertura de
s�on y Essays in Biography); la tercera, por una muy con­ los Archivos Públicos bajo un reglamento de 30 años muchos
siderable cantidad de escritos publicados pero no reunidos de los papeles que fl escribíó entonces y en años posteriores
-artículos y cartas para periódicos, artículos en revistas están disponibles ahora. De 1919 en adelante y a lo largo del
que no se han incluido en sus dos volúmenes de colección y resto de su vida Keynes tuvo la ayuda de una secretaria
va:ios fol���os. En la cuarta cat�gorí� figuran algunos �s­ -por muchos años la señora Stev�ns. Por tanto, de los �!­
_ , , _
cntos med1LOS hasta anora, y en 1a qumta, la corresponden­ timos 25 años de su vida de trabaJo tenemos casi todas las
cia con economistas y la relativa a la economía de los asun­ copias al carbón de sus propias cartas, asi como los origi­
tos públicos. nales de las aue él recibía.
En esta serie se jntentará publicar un registro completo Por supuesto, durante este lapso hubo ocasiones en las
_
de los estudios senos de Keynes como economista. La in­ que Keyries mismo escribió con su propia letra. En algunos
tención es publicar las cuatro primeras categorías anotadas de estos casos, con la ayuda de· sus corresponsales hemos
arriba, casi en su totalídad. Sólo se omiten algunos artícu­ logrado recoger la totalidad de ambas partes de �.l�úrt in­
los de publicación simultánea, en los cuales Keynes escribió .
tercambio importante y hemos procurado, en Justicia para
má� º menos el mjsmo material que apareció en diferentes arribos corresponsales, que los dos lados de la correspon­
, _
penod1cos o en diterentes países, con variante's secundarias dencia se publiquen completos.
Y sin i1:°portancia. En estos casos sólo se publicará una de La segunda fuente principal de información ha sido un
las vanantes, escogida la más interesante. grupo de . álbumes de recortes guardado durante un largo
Inevitablemente, la publicación de la correspondencia so­ pericdo ·de años por la madre de Keynes, Florence Keynes,
•ore economía que Keynes sostuvo debe ser selectiva. En
esposa de Neville Keynes. De 1919 en adelante estós álbumes
época �e la- máquina de escribir y el gabinete de archivo, y -contienen casi todos los escritos más efímeros de Maynard
�n particular en el caso de un hombre tan activo y ocupado Keynes, sus cartas a periódicos y una gran cantidad de ma­
�s imposi�le publicar cada fragmento de papel que pued� terial que permite ver no sólo lo que escribió, sino las re?-c·
el haber dictado sobre alguna materia no importante o efí­ dones de otros a sus escritos. Sin estos álbumes muy bien
mera. guardados la tarea del editor o del biógrafo de Keynes hu­
S�n embargo, nos_ proponemos reunir y publicar lo más biera sido inmensamente más difícil.
pos1�le �e la correspondencia en que Keynes desarrolló sus El .plan de la edición, tal como se intenta al presente, con·
propias ideas en debate con sus colegas economistas, así sidera 24 volúmenes. De éstos los primeros ocho compren­
como la correspondencia más significativa en los tiempos derán los libros de Keynes publicados a partir de Jndian
_
en los que el estaba en el centro de los asuntos públicos. Currency and Finance, en 1913, hasta la General Theory, en
. Apa1:�e de sus li:6ros publicados las principales fuentes 1936, con el agregado de su Treatise on Probability. Segui­
d1spo�10les para quienes han preparado las series fueron dos. rán después, como volúmenes IX y x, Essays in Persuasion
En pnmer lugar, Keynes en su testamento nombró a Richard Essays in. Biography, que representan las propias colec-
-Kahn su albacea y responsable de sus escritos económicos. 1:H1n1:-•s de artículos de Keynes. Essays in Persuasion diferirá ·
10 INTRODUCCióN GENERAL INTRODUCCiúN GENERAL 11

de la impres10n original en dos aspectos; en primer lugar ponsabilidad por Donald Moggridge. Ambos han sido auxi­
contendrá los textos completos de los artículos o los folle­ liados en diversas ocasiones por Jane Thistlethwaite; la se­
tos incluidos en él y no (como en la impresión original) ver­ ñora McDonald, quien originalmente fue responsable de la
siones abreviadas de estos artículos, y tendrá además uno ordenación sistemática del archivo de los escritos de Keynes;
o dos artículos posteriores, que son exactamente del mismo Judith Masterman, quien trabajó durante muchos años con
carácter de los que incluyó Keynes en su colección original. la señora Johnson en los escritos, y más'recientemente por
En el caso de Essays in Biography se agregan otros varios Susan Wilsher y Margaret Butler.
estudios biográficos escritos por Keynes en el curso de su
trabajo. Los siguientes tres volúmenes, del XI al xrv, con­
tendrán artículos económicos y correspondencia, y un volu­
men de escritos sociales, políticos y literarios. En estos
volúmenes incluiremos la parte de la correspondencia eco­
nómica de Keynes que está estrechame;nte asociada con los
artkulos impresos en ellos.
Los siguientes nueve volúmenes, como lo proyectamos al
presente, tratarán sobre las Actividades de Keynes desde
principios de su vida pública, en 1905, hasta su muerte. En
cada uno de los periodos en los que nos proponemos dividir
este material, en el volumen concerniente se publicarán sus
escritos más efímeros que no se han reunido hasta ahora, su
correspondencia relativa a estas actividades, y cualquier
otro material y correspondencia necesarios para la compren­
sión de las actividades de Keynes. Los primeros cuatro de
estos volúmenes están siendo editados por Elizabeth John­
son y los últimos volúmenes serán responsabilidad de Do­
nald Moggridge. Es tarea de ellos rastrear e interpretar las
actividades de Keynes de modo que el material sea comple­
tamente inteligible para una generación posterior. Hasta que
este trabajo haya progresado más será posible decir con
exactitud si este material se distribuirá, como pensamos, en
nueve volúmenes, o si será necesario extenderlo a otro u
otros volúmenes. Habrá un volumen final con la bibliografía
y el índice.
Los responsables de esta edidón han sido: Lord Kahn,
albacea y viejo e íntimo amigo de Keynes, apto para ayudar
en la interpretación de buena parte del material que, sin
su ayuda, quedaría sin comprender. También participó sir
Roy Harrod como autor de su biografía, y Austin Robinson
como coeditor de Keynes en el Econo,nic Journal y sucesor
suyo como secretario de la Royal Economic Society. Las
tareas editoriales estuvieron a cargo de Elizabeth Johnson.
En fechas más recientes ella ha sido secundada en su res-
ADVERTENCIA AL LECTOR

A Tract on Monetary Reform se publicó por primera vez en


Inglaterra el 11 de diciembre dé 1923. Fue reditado en 1924;
1929. y 1932. Hubo también ediciones en los Estados Uni­
dos, Francia, Alemania, Italia,. Dinamarca y el Japón. De to­
das ellas sólo la francesa tenía un prólogo
·
diferente del de
la inglesa.1
Al final de 1 a última página del índice de ía edición orj­
gin,al ingiesa Keynes escribió:
He utilizado, principalmente en el capítulo primero y en par-'
tes del segundo y del tercero, el material; muy revisado y re-,
formado,· de unos artículos qué publiqué · en 1922 en· los Su� .·
plementos de la ·Reconstrucción del Manchester Guardian
Commercial.

Los artículos en cuestión y sus fechas de publicación son:


"The Theory of the Exchanges and 'Purchasing Power Pari­
ty' ", 20 de abril de 1922; "The Forward Market in Foreing
Exchanges", 20 de abril de 1922; "Inflation as a Method of
_ Taxation", 27 de julio de 1922, y "The Consequences to So­
ciety of Changes in the Value of Money", 27 de julio de 1922.
La existencia de estos artículos se reveló problemática
para los editores. Si los hubiéramos reproducido separada­
mente, habríamos incurrido en una considerable· duplica­
ción, dado que aparecen también en el Trnct. Más aún,. en
un caso, dado que buena parte del capítulo I del libro fue
reproducida en los Essays in Persuasion (volumen IX), el
resultado hubiera sido una triplicación. Por otra parte, de
haber publicado el Tract como lo fue en su día y haber hechf f
referencia a los cambios ocurridos desde la publicación de
los principales artículos más de un año antes, hubiéramos
corrido el riesgo de distraer al lector con un copioso número
de notas. Este método, no obstante, tenía la ventaja adicio­
nal de constituir un ejemplo de cómo Keynes disponía sus
textos según los medíos de comunicación y el público de que
1 La edición italiana, traducida por Fiero Sraffa, omitió la última
oración del prólogo inglés.
l3
14 ADVERTENCIA AL LECTOR

s� tratara, y también· la de indicar cómo se modificaban sus


opiniones con el tiempo. Por ello y tras exoerimentar con
este enfoque, decidimos adoptarlo. PRÓLOGO
El �e��o reproducido aquí es básicamente el de la prime­
ra ed1c1on del Tract, pero hemos suplimído la abundancia
de mayúsculas, cr!terio favorecido por la, editorial original; Dejamos el ahorro al inversionista individual y lo anima­
efectuan�o pequen�s correcciones indicadas en el ejemplar mos a que coloque sus fondos básicamente en activos mo­
netarios. Dejamos la responsabilidad de poner en marcha la
�ue poseia el propio Keynes; añadido el prólogo francés, e
2

mterpolando en el capítulo I algunas caricaturas de la época producción al empresario, quien está esencialmente influido
que Keynes se�eccionó para la versión publicada en el Man­ por las ganancias que espera acumular en términos de di­
chester Guardzan Commercial. En notas al pie indicamos nero. Quienes no están en favor de cambios drásticos en la
todos los cambios realizados a partir de los artículos del año presente organización de la sociedad piensan que estos arre­
anterior, con excepción de los derivados de actualizar cua­ glos, al estar conf01mes con la naturaleza humana, son muy
dros Y cifras. Las notas de Keynes al Tract aparecen entre ventajosos. No obstante, no podrán operar'adecuadamente
corchetes en las secciones en donde se comparan los artícu­ si· el dinero, que suponen estable vara de medir, no es con­
los con el texto definitivo. fiable. El desempleo, las precarias condiciones de vida del
.trabajador, la frustración de las expectativas, la pérdida
abrupta de los ahorros, las ganancias excesivas para indi:
viduos, el especulador, el logrero -todo ello es en gran me­
dida consecuencia de la inestabilidad del patrón de valor.
Se supone con frecuencia que los costos de producción son
tres, correspondi�ntes a las remuneraciones del trabajo, la '
empresa y la acumulación. Pero hay un cuarto costo: el ries­
j go; y la retribución por soportar el riesgo es una de las
/)_cargas más grandes que pesan sobre la proqucción, y quizá
../ la más fácil de evitar. Este componente de riesgo es suma­
}'·, me11te agravado por la inestabilidad del patrón del tipo de
·· valor. Las reformas monetarias, que lleven a la adopción, en
( ·· este país y en el mundo entero de sanos principios moneta­
.-:_dos, disminuirían el despilfarro. del riesgo que hoy consume
< ·.. una porción demasiado abultada de nuestro patrimonio.
En ninguna parte se consideran las nociones conservado­
ras mismas más apropiadas que en el dinero; sin embargo
···en parte alguna es más urgente la necesidad de innovación.
>>Muchas veces se advierte que es ·imposible el tratamiento
, ,científico de las cuestiones monetarias porque el mundo de
· :)a banca es intelectualmente incapaz de comprender sus
.: .propios problemas. Si esto es cierto, el orden de la sociedad,
/que ellos representan, se desplomará. Pero yo no lo creo.
: Lo que nos ha· faltado es un análisis claro de los hechos
\reales, no la habilidad para entender los análisis de que
:{,disponemos. Si las nuevas ideas que hoy---se desarrollan en
2 astas se presentan en el apéndice III. :tz:n
. uchas partes son sólidas y acertadas, no dudo de que tarde
15
16 PRóLOGO

o temprano se impondrán. Dedico este libro, humildemente


y sin permiso, a los gobernadores y directores del Banco PRÓLOGO A LA EDICIÓN FRANCESA
de Inglaterra, a quienes de hoy en adelante se ha de confiar
una labor mucho más difícil e inquietante que en el pasado.
Los acontecimientos en el mundo del dinero progresan a
J. M. KEYNES
grnn velocidad; pero de ahí no se deriva que los principios
Octubre, 1923 c;ambien tan rápidamente. Al presentar esta edición al pú-
- blico francés se me excusará, por lo tanto,. si procuro apli­
car en pocas palabras los principios de estelibro a los cam-
- · bios que ha registrado la situación financiera de Francia
- / durante los últimos seis meses.
He sostenido durante mucho tiempo que era inevitable
una importante caída en el valor del franco_ a menos que se
diera en la Tesorería francesa un cambio más drástico que
el que pareciera ser políticamente factible. Y esa caída ocu�
rrió ahora. Su efecto en lh sensibilidad de la gente ha de
engendrar una desconfianza y- un temor crecientes; la at..
rnósfera es de pesimismo. No obstante, el logro del equilibrio
financiero es más sencillo hoy que antes de la caída.
Voy primero a quitar de en medio ciertas opiniones y ar-
- gumentos que parecen haber ejercido su:, influencia en el
pasado .pero que no tienen sentido alguno:

· l. Nunca se admitió oficialmente que el valor del franco


pudiera fijarse en ningún otro nivel, sea con respecto al oro
o medido en bienes, que no fuera su paridad de preguerra. Y
-·• esto es absurdo. La restauración de la paridad en oro ante­
rior a la guerra, aparte otras consecuencias intolerables,
· · · cuadriplicaría la. presente carga de la deuda nacional de
Francia. Es fácil comprender que en tal caso íos tenedores
de la deuda -poseerían un derecho prácticamente igual a
X toda la riqueza del país. No existe ministro de Hacienda ca­
> paz de cuadrar un presupuesto tal. Por lo tanto, el franco
nunca será estable, en términos de oro o de bienes, si no se
descarta esta ficción de un retorno final a la · paridad de
antes de la guerra.
_. , 2. Cada vez que el franco se deprecia, el ministro de Ha­
·. cienda cree firmemente que ello se debe a cualquier cosa
'." excepto a causas económicas y ío atribuye a la presencia de
un extranjero en las inmediaciones de la Bolsa o a las mis­
teriosas y malignas fuerzas de la "espe;;µ.lación". Intelec­
tualmente, tal actitud no está lejos de la del hechicero afri-
17
18 PRóLOGO A LA EDIClóN FRANCESA PROLOGO A LA EDICION FRANCESA 19

cano que atribuye la enfermedad vacuna al "mal de OJO cos en circulación. Segundo, la cantidad de poder adquisitivo
echado por un circunstante y el mal tiempo al apetito insa­ que el público decida mantener en esa forma. (Creo que la
tisfecho de un ídolo. teoría cuantitativa, 1en la forma presentada más adelante en
En primer lugar, el volumen de la especulación propia­ la primera sección del capítulo III, resultar� novedosa para
mente dicha es siempre extremadamente pequeño en rela­ muchos lectores franceses.) El primero de -�stos elementos,
ción al volumen de negocios normales. En segundo lugar, el la cantidad de dinero, depende fundamentalmente de la po­
especulador exitoso cosecha ganancias al prever las tenden­ lítica crediticia· y presupuestaria de la Tesorería francesa. El
cias económicas, no al modificarlas. En tercer lugar, la ma­ · segundo depende en esencia (en las condiciones actuales) de
yor parte· de la especulación, en especial la especulación la ·confianza o la desconfianza del público con respecto a
"bajista", es para un lapso muy breve, de modo que el cie­ las perspectvias del valor del franco.
rre de la transacción pronto ejerce una influencia igual y Con el franco situado en los alrededores de 120 frente a
opuesta a su efecto inicial. Por añadidura, desde la fecha la libra esterlina, el primer punto no parece para el obser­
del armisticio es probable que en su conjunto haya habido vador externo demasiado complicado. Cuando el nivel de.
más especulación en favor del franco que en su contra. Co­ precios internos se. haya ajustado a los tipos de cambio, el,
nozco a :i;nuchos ingleses y aún a más americanos que han rendimiento de muchos de los impuestos ·actuales en térmi­
perdido mucho dinero al haber comprado francos o inver­ nos de francos-papel naturalmente aumentará. Por otro lado,
siones en francos con la esperanza de beneficiarse merced el rubro principal del gasto, o sea el servicio de la deuda
a una mejora en la cotización de esta moneda. interna,· permanecerá sin cambio. De este modo, y sin im·
Me permito llamar la atención de los lectores franceses a puestos adicionales, el mero movimiento en el tipo de cam­
los argumentos de los capítulos u y III de este libro, puesto bio tiende por sí mismo a restaurar el equilibrio del presu­
que las supersticiones acerca de la especulación sólo pueden puesto, pero siempre que el público conserve su confianza
existir en un ambiente de ignorancia respecto a las verda­ en el futuro de la moneda nacional.
deras influencias que determinan el nivel de los tipos de El segundo factor, entonces, es el punto crítico: la actitud
cambio. Al adjudicar poco peso · a la especulación, no estoy de los franceses con respecto a su propia moneda. Subrayo
tomando en cuenta, sin embargo, los efectos de tina des­ el hecho de que el ·asunto se encuentra en las manos de los
confianza generalizada en las perspectivas. de una divisa, a propios franceses y no en las de los extranjeros. Porque 1:1º
lo que me referiré más adelan'te. es probable que el monto de francos en poder de extranJe-
3. St;? arguye con frecuencia que el franco no puede deva­ . _ ros sea muy grande, no mucho mayor que lo que todavía
luarse porque Francia es un país rico, frugal y trabajador, o conserván como remanente de operaciones "alcistas" frus­
porque su balanza comercial es prima facie positiva. Nué­ tradas; y se levantan obstáculos insuperables frente a las
vamente, estas ideas derivan de confundir las causas que ventas "bajistas" de francos por parte de extranjeros, porque
fijan en última instancia el valor del dinero. Un país muy no los tienen en monto apreciable. Por otro lado, el volumen
rico puede tener una moneda muy mala y un país paupérri­ de billetes, letras y otros títulos de corto plazo denominados
mo una muy buena. Puede ser que la riqueza de · Francia y en francos y mantenidos en Francia es enorme, y está muy
su balanza de comercio exterior tornen sencilla la labor de por encima del mínimo que se requiere para las transaccio­
las autoridades para practicar una política monetaria sensa­ nes normales. Si a los franceses se les ocurre (como fue con
ta. Pero no son la misma cosa. El valor del signo monetario los rusos, los austriacos y los alemanes): que su moneda
de un . país no es función de su riqueza y ni siquiera de su nacional de curso legal y los títulos sobre la misma consti­
balanza comercial externa. · tuyen activos llamados a devaluarse, entonces no habrá lí­
mite a la caída del valor del franco, porque, en tal caso, re­
Entonces· ¿'qué ha determinado y determinará el valor del ducirán sus tenencias de ·dichos activos, mantendrán en sus
franco? Primero, la cantidad, presente y esperada, de· fran- billeteras y sus cajas de seguridad, menos billetes del Banco
20 PRóLOGO A LA EDICióN FRANCESA PRúLOGO A LA EDICióN FJµNCESA 21

de Francia, liquidarán sus Bonos del Tesoro, y venderán sus atraer y retener los depósitos de sus dientes siempre y cuan­
rentas. Ninguna ley o regulación servirá. para detenerlos. El do est�s clientes tengan la absoluta seguridad de poder li­
proceso será además acumulativo; cada liquidación sucesiva bremente retirar, si así io desean, esos depósitos para trans•
de activos en francos y su transferencia a "valores reales", al fonnarlos en otros activos. Mientras no sea amenazado ese
provocar una nueva caída, parecerá justificar la presciencia derecho no se ejercerá; los depósitos permanecerán y cre­
de aquellos que abandonaron primero el franco y preparará cerán. Pero basta con que se les ponga en duda una sola
así e1 · camino para un siguiente brote de desconfianza. vez para que se reduzcan y desaparezcan. Lo mismo ocuITe
En ta] caso ni una refonna en el presupuesto ni un supe­ con el dinero. Las personas mantienen una parte de sus re­
rávit comercial detendrán la baja del franco, pues será ne­ cursos en dinero porque lo creen más fácil y más rápida­
cesario que el Estado absorba todos los billetes, bonos y le• mente intercambiable por cualquier valor que elijan, qu.e
tras denominados en francos que el público no desee ya cualquier otro atesoramiento. Si esto ;s e revela falso, enton­
conservar, y ello es algo que indudablemente excede la ca­ ces no conservarán dinero y nada podrá obligarlos a ello.
pacidad de las autoridades. Contamos �on la experiencia de Ahora bien, el objetivo principal de la mayor parte de las
muchos países para demostrar que los presupuestos desequi­ reglamentaciones del señor de Lasteyrie es restringir la li­
librados son . la causa primera del colapso, pero que el ver­ bertad de los tenedores de francos para cambíarlos a dis­
dadero desplome sólo sobreviene cuando la confianza del pú­ creción por otras formas de valor. Por lo tanto, en vez de
blico está tan quebrantada que éste empieza a contratar sus proteger el franco y devolverle su crédito, estas medidas se
valores en la moneda de curso legal. orientan directa.merite a sacudir la confianza y destruir ese
En la actualidad, la tareá fundamenta] del gobierno fran­ crédito. Un excesivo número de reglamentaciones acabará
cés es, por lo tanto, la de preservar la confianza en el franco con el valor de cualquier moneda del mundo precisamente
en los círculos más amplios del público francés. El debili­ porque destruirá su utilidad. En el momento en que surja
tamiento de esta confianza interna sería su perdición y no una duda sobre si los francos (o los· Bons du Trésor) son
la especulación de los extranjeros (aunque los extranjeros un activo verdaderamente líquido, estos instrumentos dejan
y los propios franceses podrían aprovechar el colapso mo­ de servir al propósito para el que fueron creados y sus po­
netario para obtener copiosas ganancias). seedores se afanan por librarse de eilos antes de que la duda
Pero si se hacen las cosas bien, la tarea de restaurar y se torne certeza y emerjan más obstáculos aún en el camino.
conservar la confianza no resulta en absoluto imposible. Los Un instructivo ejemplo sobre la forma en que las regla·
ejemplos de Rusia, Austria y Alemania no son un paralelo mentaciones suscitan el efecto opuesto al que pretenden
justo. Aquellos que prefiguran el futuro del franco a la luz alcanzar es el de las que aspiran a frenar las operaciones
de esas experiencias . cometen una grave equivoca.ción. En especulativas. Los- que han abierto, en?una u otra fom1a, una
dichos países el problema de equilíbrair el presupuesto fue, posición "bajista" contra la moneda,}en cuestión no son de
en las fases iniciales, virtualmente insoluble. Y así, el im­ ninguna manera perturbados, porqué pueden estar seguros
pulso inicial hacia el colapso continuó después. Éste no es de que siempre les será posible comprar la moneda que en
el caso de Francia. No es imposible alcanzar un equilibrio su oportunidad requieran para cubrir su posición. Pero los
fiscal, siempre que el gasto en reconstrucción sea razona­ que han adoptado_ una posición "alcista" y, por tanto, de� an
blemente pospuesto. Aplaudo los esfuerzos del señor Poin­ vender la moneda en el futuro, caen en confusión y puJan
caré y de la Tesorería francesa en este sentido. Pero ello no ansiosamente por líquidar sus intereses mientras todavía
es . suficiente por sí mismo. Es necesario también recuperar puedan. Por esta razón, la amenaza de interferencia en 1a
la confianza pública; y en este terreno, todas las medidas libertad de los mercados cambiarios opera invariablemente
adoptadas por el señor de Lasteyrie han sido insensatas. depreciando el v,a lor de la moneda que se pretende regular.
¿ Sobre qué bases descansa la credibilidad de una mone­ Así como una persona retira todos sus depósitos del banco,
da ? Son muy parecidas a las de un banco. Un banco podrá sea que necesite el dinero o no, tan p �onto como tiene razón
Jr ¡6 �
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PROLOGO ·A· LA EDICióN-:FRANCESA :•-"' ' '..

?dtf pensar que no· podrá hacerlo- eá el futuro, igual .o_curre '�bio::'.eff'.UD nivel cercano. al pre�ente y de· restaurar; ht:{/d
':con el ·público en general y con el mundo <le das finanzas, ''hfianiá•er( el íntedn. hasta ·que.las reformas fiscales _pre>�;>.<-·•;\�
i•que..retiran sus recursos de - una moneda_ sitemen/una limi• - ::,,,á:ri'-.: pleI1ámenté sus efe ctos .. ·.
�., ' '."" ,•.' ·- ' ' ' ,' , ', '. ': ', .�. ' .
·,tación de su l ib ertad de retirarlos en eLfuturo. - -- · · ,.·- - . _ o: -
__ ' · · ¿ Qué .· de be ría . hace r la Tesorería ,lfrán ce sa · arite -:etpdigro _9y];t�Brít.��d�o··qe·._que i�stas· medida_s . .-sendllás Y :c?.n°ské I}t'"
� -que fa rodea? Se le puede resumir; Primero, el gobierno debe" _·fft�i}drá�·.una. eficaci a espectacµ. r la Sl se las c0Inb1 n.a CO il;'/{{'
• fortalecer . su posición fiscal de - modo que su poder: de con­ . co
h_.g'4�fási<Jff}política,.. . Y.·· n . r ti
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ri_ m ía s.•• : f . _ i ,
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i,frolar et volúmeJ1. de l dinero esté fuera· de toda duda, necesi�
__ . dad que .· parece ·. ser·.· aceptada;. Segu11do . -ye, esp�cialmente �� Jl.;�i,_
f t.UP�l,if ffn; :�ilf t:fri fu�j; t�: ;r<: Z ¡
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durante el lapso que debe transcurrir antes de qúe s e apli.: -'i
�:v.dlá<,�cógidá ¿e,Ios_ próximos.:·I:nforrn s
_ e deJos ;E,xp ( {:1if;i erto )
:'..tj_ue ndel todo las medidas- de la primera. categoría:-;- el. go�·-_ ' '9f{:Pa'rté. del <señor Poinc aré (o su suc esor), 'el fr�nc�_d��'.?: :i·I/ i�)
· io, sise:·· : _ ' ,/: -\��
. l>ierno debe restaurar la confianza en la'Hb ertad del franc'o ,, ·.:es.tar ifirme como una oca. Por
.'ttfa. te Ja. desconfianza en el.rfranco media. eL contrar. método�. : (:/
- en un grado tal que • nadie juzgue >urgen� e vender: francos nte .los ·

•��lfi�§fJ�o 16��tc¡fn¿atltJí' �j: : ¡:;¡,iffa�t?� �t�/;J\J¡��


'. 9ml:iá \ .
; ..CQIIJ,O'medida -de preqmción;. e llo.también es iIDpre.sdpdible/i 1 s ª e e
\ éro · su,._"necesi,dad . parece haber ·_sido pasa1a·por·alto., ·.'.> .
·;,;>R':Para. éllcanzar·e1 segundo. objetivq_ lo .úni�o_qt1e,sere.quie.re.<
1
·,]ria s\·clei,;tributac:ión;··•· . s¡- Frar1c:i�.·.· s��µe /re��esentcli:ldo .
. e !.,: ¡:}:/:-... _;.,•:!'h
.
ffg{t�tt:�,tii
:_: .. .. es:re,vertfrJa· reciente política_ deresfringfr.las 9per�éi9.n��; 1 e e ser
/ •-- r:lltfr1-:' e11(�Urópa; e� t61::i,ce s:_ pti d_ · ' - . _.q11e. -�1 ••
. l ra JJ�O · .¡ ga,;:/':
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' ,\-:"·:d�inúttl_,:atesora:miento de or9,-de ia.�éis de b:iterés.b_ancapas ta§,:·otras · rnone qasJid1.1ciclrtas.•.• c?n ,µ11;,;p as.�d�\�}t)n!,":f:'<,Wt
. ·:rela.tivari:i ente bajas y de secreto en..ttj.n10 de.Ja posici_ón j·eal

•> . •·\7 d{la;)T esoreI"Ía. y del Bance de Francia. Las:iine�idas\princi�_


p.ale s 'IlfC�sárias' pueden, agruparse ,·e. n -tre� ,.. p_
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··· ·: ,;;.() :',.pe�e--.�uprímirse ·• totaln1ente : _cualqufüf :l tmitasiór(panl·. e,!


.
7;; •, -��pleq de francos -en la conipra de .• wqneda§,' títulos : 9 ,bie�
::i{: ; :Ile� extranj e ro� ,.;ya sea para entregél� Jmneqiat�s J> fa.ituras_. : .· · .
· . ,:,,:>)2.. pebe elevarse·. l a tasa de·Jlescllento,deLBánccfde'Erancia·- .
.
Jf:\:•:f una-,c�fra.•:alta,·:probablérnente- no;jnfédOr aL,}:O�-. \f!Íl-:':Jas '·{7
, �ctüales . circunstancias .. (aunque qui�á. no·seá nec:�sariq Inan· l
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:.,)i:}4erie;r.una.•tasa.tan.el evadaI11ás. 9ue·a�I'.ªºte,Illuy ,jfoép:ti_em­
),_ p ara !as·•- expectativas, bfen.fun_dfldaso·:rto�,­
._ · ,-,:t-:,p2
){- 'Contr�rresfar
,a.e, una··p()sibl�. ··devaluación\del franco.· Da(iq.el c:uantiqs.o .·•·'J
· ·
cik: nJerés 'que hóy puede· obtenerse de·ló� :títulqs púb�icosofran-: · ,
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1;�;etc.eses.(eri.:los· mercados de-·futuros. ,e�f.au11,;1ilás'.alto) ,,la_:,ta�a·_,,
·';) 'de desst.iento vigente no corr�sponde a la ·SituaciÓil real y se '.i[
:\::,�stirn,a·. • ·•que -·animará al .sobrendeudaIDi.entµ.,Es:posibl�.- que (+'.
de:
?fi) alguna. alza en• -las :tas_aS' de,l_. Banco·, Francia. se.h�ya pro,dµ.;>: ·;f
>, ciq°;·cuando estas líneas estén en:pr:�nsa._ . . -, /· ·.. i :: o:
,:� :._· 3.,una, suma · cónsiderable,
_
·ton1ada.d� la-;a�n;ahup dapt�
-
::;._;�;;(t�se rv'a.·,q�·:oro,.. de l··- BánÓo·dé·-· Fráncfa, . servir�:de:'bélse·'.para
:r':,·::��'\Crédit6, . externo, ya.e sea •Illediah}�·••. ·su. y�nta·:directa o,a.l
>'l<.:s,efr:yir-:df_garantía para·. u11• ·.· préstam9,-·,y,·qriedaj:-á-·.di�popil:>.\�
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.- . � <ser: empkada sin. límite·. a •fin\de,
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