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Tarea 3 de Atencion A La Diversidad Rosa

Este documento presenta un caso de estudio sobre un niño llamado Arturo de 10 meses con Síndrome de Down. Propone desarrollar un Programa de Desarrollo Individualizado (PDI) para abordar las necesidades detectadas como debilidad muscular generalizada y falta de control de tronco. El PDI incluye ejercicios de estimulación motriz, cinesiterapia, actividades acuáticas y objetivos como mejorar el control cefálico y volteo del niño.
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Tarea 3 de Atencion A La Diversidad Rosa

Este documento presenta un caso de estudio sobre un niño llamado Arturo de 10 meses con Síndrome de Down. Propone desarrollar un Programa de Desarrollo Individualizado (PDI) para abordar las necesidades detectadas como debilidad muscular generalizada y falta de control de tronco. El PDI incluye ejercicios de estimulación motriz, cinesiterapia, actividades acuáticas y objetivos como mejorar el control cefálico y volteo del niño.
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Universidad abierta para adultos

Asignatura:
Atención a la Diversidad

Tema:
Practicas pedagógicas inclusivas en el aula y el programa de desarrollo
individualizado (PDI)

Facilitadora:
Dominga Gómez C.

Participante:
Rosa Arisleyda Gómez Polanco

Matricula:
ID: 100018149

Fecha:
04/02/2022
Introducción

Para la siguiente tarea se está hablara de un caso propuesto por la facilitadora


donde el niño padece de síndrome de Down es una afección en la que la persona
tiene un cromosoma extra. Los cromosomas son pequeños paquetes de genes en
el organismo. Los bebés con síndrome de Down tienen una copia extra de uno de
estos cromosomas: el cromosoma 21.

El desarrollo infantil en los primeros años se caracteriza por la progresiva


adquisición de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de
desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción social. Esta
evolución está estrechamente ligada al proceso de maduración del sistema
nervioso, ya iniciado en la vida intrauterina ya la organización emocional y mental.
Requiere una estructura genética adecuada y la satisfacción de los requerimientos
básicos para el ser humano a nivel biológico ya nivel psicoactivo

En el cual vamos a realizar un Programa Educativo Individualizado (IEP) es una


manifestación escrita del programa educacional diseñado para cumplir con las
necesidades individuales de su niño. Cada niño que recibe servicios de educación
especial debe tener un IEP. Ayuda a pensar en el IEP tanto como un proceso
como un documento a ser escrito.
Indicación y espacio para enviar la tarea #3

Luego de consultar la bibliografía señalada y otras fuentes de interés


científico para la temática objeto de estudio, se recomienda que realices la
siguiente actividad: 

1. Analiza el siguiente caso:


Arturo es un niño de 10 meses de edad. Es el segundo hijo de Ana, de 38
años, y Rigoberto, de 45 años. Su hermana mayor, Felicia, tiene 16 años.
Arturo tiene Síndrome de Down.

El niño nació en la fecha establecida por el ginecólogo. Ana no tuvo


problemas durante el embarazo, fue parto por cesárea, y el infante tomó
leche materna hasta los 6 meses. Actualmente ya ingiere alimentos sólidos.

Es un niño muy risueño. Pero su madre ha notado un retraso motriz. Arturo


presenta debilidad muscular generalizada, no realiza volteo, gateo y control
de tronco.

2- Debes llevar a cabo un Programa de Desarrollo Individualizado, que


responda a las necesidades detectadas, en el caso anteriormente leído. 

 En rollar al bebé en una toalla y abrazarlo, para que sienta nuestro cuerpo.
 cogerlo en brazos.
 mecerlo.
 Tumbar al niño y cogerle las piernas con cuidado con las dos manos, para
realizar los siguientes movimientos:
 Abrir y cerrar las piernas.
 Extender y flexionar las piernas.
 Peinarle las piernas con nuestras manos.
 Del mismo modo, coger los brazos del niño con cuidado y realizar los
siguientes movimientos:
 Abrir y cerrar los brazos.
 Flexionarlos y estirarlos.
 Peinarle los brazos.
 (Después del baño, en un momento de relajación). Estimular la musculatura
de las piernas. Cuando el niño tenga el suficiente control cefálico, cogerlo
por las axilas y hacerle:
 Andar.
 Subir escalones.
 Ponerle de lado cuando esté en la cuna, para que trate de girarse.
 Estimular al niño para conseguir que cada vez tenga un mejor control de su
cabeza y tronco:
 Cuando esté tumbado boca arriba en la cuna o el cochecito, enseñarle un
objeto para que lo siga con la mirada.
 Tumbado boca abajo, levantarle la cabeza con nuestras manos
suavemente y mantenerla así unos segundos. Repetir el ejercicio 4-5 veces
 Pellizcarle suavemente la nuca.
 Cuando empieza a mantenerse en la cuna sobre sus antebrazos,
aprovechar esta postura para ofrecerle juguetes que faciliten esta posición.
 Tumbarlo boca abajo sobre la moqueta y ofrecerle juguetes llamativos para
que, poco a poco, aprenda a reptar y los coja.
 Volteo: cuando el niño intenta dar la vuelta estando boca abajo, ayudarla a
conseguirlo o invitarle a que lo realice él. (Cuando está en la cuna o el
cochecito).
 En la silla relax, cuando está casi tumbado, enseñarle juguetes para que
intente cogerlos y vaya levantándose.
La cinesiterapia es el conjunto de intervenciones que utilizan el movimiento
con fines terapéuticos. Puede ser activa, si requiere participación de la
persona con Síndrome de Down, o pasiva, que se lleva a cabo sin que el
paciente realice ningún movimiento, sino que es el terapeuta el que le
induce una serie de ejercicios, ya sea de forma relajada o forzada. La
cinesiterapia tiene efectos positivos sobre el sistema cardiovascular,
respiratorio y muscular.
Movilizaciones pasivas. Las movilizaciones deben realizarse en todos
Los planos y ejes (flexión, extensión, abducción aducción, rotaciones,
etc.).
 Ejercicios en decúbito supino.
 Ejercicios en decúbito prono.
 Ejercicios en cuadrupedia.
 Ejercicios en sedestación.
 Equilibrio de tronco.
 Fortalecimiento de miembro superior.
 Fortalecimiento de miembro inferior.
 Ejercicios en balón terapéutico.

Ejercicios en balón Bobath


Dentro de estos ejercicios existen variantes para la aplicación tales como, usar
pelotas de distintos tamaños y formas: gigantes, grandes o medianas o péquelas.
Diferentes posturas como decúbito supino, decúbito prono o sentado
Algunas actividades pueden ser:
• Trabajando actividades motrices básicas: equilibrio en sed estación.
• En decúbito prono estimular reflejo de paracaídas
• En decúbito prono, “hacer el avión”.
• En decúbito supino potencializarían de abdominales.
Actividades Acuáticas
Baño terapéutico se le indica a la madre realizarle al niño distintos ejercicios y
actividades dentro de una tina con agua tibia, y fomentando el contacto del niño
con la madre y sus allegados, así como el uso de juguetes que hagan del baño un
momento divertido.

El área motora, en general, hace referencia al control que se tiene sobre el propio
cuerpo. Se divide en dos áreas: por un lado, la motricidad gruesa, que abarca el
progresivo control de nuestro cuerpo: el control de la cabeza boca abajo, el volteo,
el sentarse, el gateo, el ponerse de pie, el caminar, el correr, subir y bajar
escaleras, saltar. Por otro lado, está la motricidad fina, que hace referencia al
control manual: sujetar, apretar, alcanzar, tirar, empujar, coger.

1. Control cefálico

El primer objetivo que se plantea el área de motricidad gruesa, en un niño con


síndrome de Down, es el control cefálico o de la cabeza porque, debido a su
hipotonía, les cuesta más levantarla. Y se comprende lo importante que es
mantener erguida la cabeza para ir dominando el entorno.

Existen ciertas posturas en las que el control cefálico es más fácil, así como otras
que lo favorecen.

Los bebés pasan la mayor parte del tiempo echado. Cuando estén echados boca
arriba, es importante que el niño esté lo más recto posible y con la cabeza en la
línea media. Si no es capaz de mantener la cabeza recta, se le puede poner algo
para sujetarla, aunque es importante que tenga posibilidad de movimiento. Así se
evitan posturas que crean deformidades o malos hábitos.

En general, el niño debe estar echado en su cuna despierto el menor tiempo


posible, ya que cuando no duerme, es mejor que esté en el suelo o en brazos de
su madre jugando. Pero lo importante es que, si está en su cuna o en su
cochecito, se le proporcionen objetos para que pueda verlos y tratar de girar la
cabeza hacia ellos.

Al bebé con síndrome de Down se le puede ayudar a controlar su cabeza, y otros


músculos, colocándole boca arriba y tirando de él hacia la posición de sentado. Es
como el juego de Aserrín, aserrán. Al principio su cabeza oscilará mucho, y no
seguirá al resto del cuerpo. Por eso, se debe comenzar tirando de sus hombros,
hasta colocar su tronco a 90 grados respecto a sus caderas y piernas. Para
facilitar la sujeción de la cabeza, se le ayudará con pequeñas sacudidas, y sin
permanecer demasiado tiempo en esta posición, sino que sean más bien suaves
subidas y bajadas. A medida que va controlando más su cuello, se continuará
tirando de los brazos y de las manos.

2. Volteos

El siguiente objetivo es el volteo. Su importancia radica en que, además de


favorecer el control del cuerpo y del equilibrio, es uno de los indicadores de la
curiosidad del niño y su motivación por descubrir nuevas sensaciones y por
trasladarse de un sitio a otro.

Los primeros cambios de posición van de la posición de lado a la de boca arriba o


boca abajo. Más adelante pasará de boca abajo a boca arriba y viceversa, para
terminar, rodando.

En ocasiones se debe animar al bebé con síndrome de Down a realizar estos


movimientos. Para comenzar a llamar su atención sobre esta posibilidad motora,
se puede colocar al niño sobre una colchoneta sujetada por dos adultos, que la
inclinarán hacia los lados, de manera que el niño ruede por ella. También se le
enseñarán objetos que hagan que el niño eleve su cuello y hombros, y poco a
poco se va moviendo el objeto para que el niño, al seguir estos movimientos, se
vaya girando y termine por darse la vuelta. Por último, se puede facilitar el volteo
colocando una de sus piernas a la altura del otro muslo, de manera que su cadera
vaya girando y haga que a ésta siga el resto del cuerpo. Poco a poco el niño irá
haciéndose más activo en estos movimientos, y la ayuda de los adultos irá
disminuyendo.

3. Gatear
La importancia de estas nuevas adquisiciones estriba en una diferente
coordinación de las cuatro extremidades, así como en la capacidad de
desplazarse de un lugar a otro, con el consiguiente aumento de sus experiencias.

En los niños con síndrome de Down la variedad del modo de desplazamiento es


muy grande. Algunos niños se arrastran antes de gatear, otros gatean hacia atrás
y otros se desplazan sentados.

Si bien es importante una adecuada adquisición del gateo, es más importante


saber que algunos niños no gatean. Lo fundamental desde el punto de vista de su
desarrollo global es que el niño se desplace, del modo que sea, y que sienta
interés por su entorno. Y es ésta la primera prioridad: facilitarle estímulos que
llamen su atención y despierten su curiosidad.

Independientemente de esto, algunos ejercicios pueden favorecer el movimiento:


el arrastrarse puede fomentarse empujando los talones del bebé, alternando
ambos pies, para que gracias a un reflejo existente en los primeros meses el niño
se desplace; también se le puede ayudar a sujetar el peso de su tronco sobre sus
rodillas y codos al principio, y más tarde manos, de manera que poco a poco vaya
teniendo fuerza para mantenerlo por sí solo. Si no tiene suficiente fuerza en los
brazos, el juego de la carretilla es adecuado: primero se sujeta al niño por la
cintura, y después por los muslos y pies, y se avanza lentamente para que
adquiera tono en los brazos y se desplace.

Otras alternativas son jugar con un rulo, o colocarle una sábana o toalla debajo del
abdomen para que separe el tronco del suelo.
Opinión
Según el caso son situaciones que se ven a frecuencia y por ende es muy
importante tener claro y varias actividades que se le sea más fácil a las personas
que se encuentra en esta situación y no saben cómo ayudar a un niño que esté
pasando esa circunstancia.

Conclusión

Finalmente, sabemos que la estimulación temprana es vital para garantizar el


desarrollo de los niños con Síndrome de Down y sus familias, deberá estar dirigida
a evitar que surjan y se desarrollen conductas o inhabilidades secundarias o
asociadas que pueden aparecer si no se propicia un ambiente adecuado,
estimulador y potenciador.

Bibliografía
https://www.euskadi.eus/contenidos/informacion
https://www.downciclopedia.org/educacion/atencion-temprana/313-motricidad-
gruesa

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