MONICION DE LA SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES
MONICION DE ENTRADA
Bienvenidos Hermanos a nuestra celebración de la Solemnidad de
la Ascensión del Señor a la gloria del Padre. Pascua, Ascensión y
Pentecostés no son unos hechos aislados, sucesivos, que
conmemoramos con la oportuna fiesta anual. Son un único y
dinámico movimiento de salvación que ha sucedido en Cristo,
nuestra Cabeza, y que se nos va comunicando en la celebración
pascual de cada año. Con mucha alegría entonemos el canto de
entrada.
MONICION PRIMERA
Los Hechos de los Apóstoles describen los orígenes de la Iglesia y
cómo los primeros seguidores de Jesús continúan su misión. Este
es el único relato que nos habla de este tema en todo el Nuevo
Testamento. Hechos retoma el relato desde la resurrección y la
ascensión de Jesús y traza el desarrollo de la misión de la iglesia
primitiva. Escuchemos atentos
MONICION SEGUNDA
Las primeras expresiones hacen suponer que Pablo escribe esta
carta desde la prisión, lo que la situaría en Roma, hacia los años
60. Esta parte de la carta es una exhortación a la vida cristiana,
que contiene frases famosas y muy utilizadas por la iglesia.
Escuchemos atentos
MONICION DEL EVANGELIO
La ascensión de Jesucristo marca la entrada definitiva de la
humanidad de Jesús en el dominio celeste de Dios de donde ha de
volver. El evangelio original de Marcos se le añadió en algún
momento un apéndice donde se recoge este mandato final de
Jesús: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la
creación”. De pie entonemos el canto del aleluya
MONICION DE OFERTORIO
El llamado de Dios para ir por todo el mundo y anunciar el
evangelio nos ha sido dirigido hoy. Ofrezcamos, junto con el pan y
el vino, nuestras oraciones por todos los misioneros del mundo.
Cantemos.
MONICION DE COMUNION
El Señor prometió estar con nosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. En la Santa Eucaristía está para ser nuestro alimento y
unirse a nosotros. Acerquémonos con devoción a recibirle.
MONICION DE SALIDA
El mandato de Jesús para todos nosotros ha sido claro en este día:
“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”.
No podemos evadir esa misión. Ahora más que nunca, al retirarnos
a nuestros hogares, llevamos ese compromiso de anunciar la
Buena Nueva de salvación, especialmente a aquellos que más
alejados están de Dios.