Bauman - Acaso Soy Yo El Guardián de Mi Hermano
Bauman - Acaso Soy Yo El Guardián de Mi Hermano
actuación del mercado capitalista era notable por tualidad iría a contrapelo de todo lo que es rele
sus altibajos, por unos periodos de expansión vante para la prosperidad económica actual: los
seguidos de prolongadas depresiones; no todos los principios de flexibilidad, competitividad y pro
recursos laborales potencialmente disponibles ductividad, medidas por los costes laborales en
podían por tanto ser empleados en todas las épo disminución. Y enfrentémonos con la verdad: que
cas. Pero quienes estaban ociosos en el momento aun cuando las nuevas reglas del juego del mer
eran la fuerza de trabajo activa de mañana: por el cado prometan un aumento de la riqueza total de
momento, pero sólo de manera temporal, estaban la nación, también hacen, inevitablemente, que
desempleados; eran personas que se hallaban en sea casi inevitable que haya un abismo cada vez
una situación anormal pero pasajera y rectifica mayor entre los que están en el juego y los que se
ble. Eran el «ejército industrial de reserva»; su quedan fuera.
estatus estaba definido por lo que no eran enton
ces pero estaban dispuestos a ser cuando llegase
el momento. Como dirá cualquier general, el Las cosas no acaban aquí, sin embargo. Los que
cuidar de la potencia militar de un ejército re se quedan fuera de juego se quedan también sin
quiere que los reservistas estén bien nutridos y se una función que de ningún modo se podría consi
conserven sanos a fin de estar preparados para derar «útili>, mucho menos imprescindible, para la
enfrentarse con las tensiones de la vida militar marcha sin problemas y rentable de la economía.
cuando sean convocados al servicio activo. Y co No se les necesita como candidatos a productores;
L mo aquélla fue la época de los enormes ejércitos pero en una sociedad en la que se presenta a los
de trabajadores y del reclutamiento masivo, la consumidores, no los productores, como la fuerza
nación sólo podía estar segura de su fuerza si se impulsora de la prosperidad económica (es la re
pudiera llevar a todo el mundo -si surgiese la cuperación «conducida por el consumo» la que
necesidad- a las filas del trabajo industrial o del esperamos que nos saque de los apuros económi
ejército. La capacidad de trabajo y de lucha de cos), los pobres también carecen de valor como
sus ciudadanos fue la condición sine qua non de consumidores: no les tentarán los halagos del
la soberanía del estado y del bienestar de sus mercado, no llevan tarjetas de crédito ni pueden
súbditos. Considerada como un deber de la socie contar con descubiertos bancarios, y las mercan
dad en su conjunto y como asunto que atañía a los cías que más necesitan proporcionan poco o nin
intereses bien entendidos de la nación en su con gún provecho a los comerciantes. No es sorpren
junto, la tarea de tener a los pobres y a los dismi dente que se les esté reclasificando como «margi
nuidos, a los empobrecidos y los enfermos listos nados»: ya no son una anomalía temporal que
para unirse a las filas en cualquier momento era espera rectificación y volver a la fila sino una
total y verdaderamente un asunto «más allá de la clase fuera de las clases, una categoría arrojada
izquierda y la derecha». No había que convencer de modo permanente fuera de los límites del «sis
a nadie de que el dinero gastado en previsiones de tema social», una categoría sin la cual los demás
bienestar era dinero bien gastado. estaríamos mejor y más cómodos.
2
Estructura social, trabajo y desigualdad en la sociedad global IMANOL ZUBERO
sión ni a indemnización, aunque con la clara po separarlos. Lo que los une y justifica que se les
sibilidad de ser despedidos repentinamente y por ponga en el mismo montón es que todos ellos, por
capricho del empleador. Si IBrich Beck tiene la razón que fuere, son una «carga para la socie
razón (y sus predicciones tienen un amplio res dad». Todos estaríamos en mejor posición y se
paldo de hecho y de opiniones autorizadas), los ríamos más felices si desaparecieran milagrosa
recientes planes populares de «bienvenida al mente de una u otra manera.
workfare», concebidos para hacer superfluo el
Hay otra razón, y poderosa, por la que los pobres
Estado de bienestar, no son medidas encamina
contemporáneos -los «clientes de los servicios
das a mejorar la suerte de los pobres y no privile
sociales»-, puedan pasar de ser objeto de la piedad
giados, sino un ejercicio estadístico destinado a
y la compasión a serlo del resentimiento y la ira.
borrarlos del registro de los problemas sociales y
Todos nosotros, en mayor o menor grado, experi
en realidad éticos mediante el sencillo truco de la
mentamos el mundo en que vivimos como lleno de
reclasificación.
riesgos, incierto e inseguro. Nuestra posición
Tal vez los predicadores de la llamada «tercera social, nuestros empleos, el valor de mercado de
vía» tengan razón cuando proclaman que el des nuestras habilidades, nuestras relaciones, nues
mantelamiento del «Estado de bienestar tal como tros entornos y las redes de amigos en las que
lo conocemos» es una cuestión «Más allá de la podemos confiar son inestables y vulnerables, son
izquierda y la derecha», como lo fue en tiempos la puertos inseguros para echar el ancla de nuestras
creación del Estado de bienestar. Es más, los esperanzas. Una vida de constantes elecciones de
gobiernos de la izquierda y de la derecha apenas consumo no es tampoco tranquila: ;s la perpetua
pueden ganarse el favor del electorado de otro ansiedad sobre si las elecciones que nos vemos
modo que engatusando al capital y las finanzas forzados a hacer todos los días son sabias? ¿Y los
mundiales, extraterritoriales y de libre flotación objetos de deseo que pierden rápidamente sus
para que vengan a quedarse. Desde el punto de atractivos, y los objetos de orgullo que se convier
vista de éstos, el mantener a los pobres en unas ten rápidamente en estigmas vergonzosos? ¿Y la
condiciones humanas decorosas, principal objeti identidad que todos buscamos desesperadamente,
vo del estado de bienestar, carece por completo de que tiene la fea costumbre de pasar de moda y
«sentido económico». dejar de ser estimada mucho antes de que la
hayamos encontrado? Lo cierto es que la vida
No puede sorprender que el Estado de bienestar
está llena de ansiedad y temor; habrá pocas per
tenga «mala prensa». Hoy en día raras veces se
sonas que digan que no cambiarían nada si tuvie
lee o se oye hablar acerca de los cientos o miles de
ran la oportunidad de hacerlo. Nuestra «sociedad
seres humanos a quienes unos entregados traba
del riesgo» se enfrenta con una ímproba tarea
jadores sociales han rescatado al borde de la de
cuando se trata de reconciliar a sus miembros con
sesperación o del derrumbamiento definitivos, ni
los azares y terrores de la vida cotidiana. Es esta
de los millones a quienes las prestaciones sociales
tarea la que los pobres, presentados como margi
constituyeron la única diferencia entre la pobreza
nados y proscritos, hacen un poco más fácil. Si el
absoluta y una vida decorosa, ni de las decenas de
género de vida que llevan es la única opción ade
millones que vieron que el saber que la ayuda
más de «seguir en el juego», los riesgos y horrores
vendría si hacía falta significaba que pudieran
de un mundo flexible y de una incertidumbre
enfrentarse a los riesgos de la vida con el valor y
para toda la vida parecen un poco menos repulsi
la- determinación sin los cuales es inimaginable
vos e insoportables: es decir, se sienten mejor que
una vida que salga adelante y mucho menos una
con todas las demás opciones imaginables. Se
vida digna. Pero se lee y se oye hablar mucho de
podría decir, un tanto cínicamente, que nuestra
los cientos o miles que gorronean, estafan o abu
paz mental, nuestra reconciliación con la vida y la
san de la paciencia o la benevolencia de las auto
felicidad que podamos extraer de la vida con la
ridades públicas, y de los cientos de miles o tal
que nos hemos reconciliado dependen psicológi
vez millones a los que el «vivir del paro» ha
camente de la s la y a miseria de los pobres pros
transformado al parecer en vagos ineptos y
critos. Y cuanto más miserable y desdichado sea
perezosos que no sólo no son capaces sino que
el sino de los pobres proscritos menos miserables
tampoco están dispuestos a aceptar un
nos sentimos.
trabajo cuando se cruza en su camino,
prefiriendo vivir a expensas de los Y, por tari.to, hacer que el sino de los pobres sea
contribuyentes, que trabajan duramente. En las todavía: peor hace que el sino de los demás parez
definiciones populares americanas de los ca mé'jor. Esto es una mala noticia para las pers
«marginados» hay personas que cayeron en las pecth;as de la solidaridad con los pobres, la soli
garras de la pobreza, madres solteras, fracasados daridad que viene de manera fácil y natural en
escolares, drogadictos y delincuentes en libertad lás épocas en las que la principal opresión sufrida
condicional unos al lado de otros y ya no es fácil
3
Estructura social, trabajo y desigualdad en la sociedad global IMANOLZUBERO
por el grueso de la población era la agotadora je más popular de nuestro tiempo el del interés y
rutina del trabajo cotidiano y las incesantes fae la rentabilidad. En realidad, se puede decir más:
nas de la cotidiana lucha por la supervivencia. no se puede invocar ningún argumento racional
Entre los apuros de los empleados y los apuros de en favor de que siga existiendo el Estado de bien
los pobres desempleados había un estrecho e ín estar. Se podía presentar el cuidado del bienestar
timo parentesco; comprender la situación de del «ejército industrial de reserva» como una me
quienes estaban sin trabajo no presentaba ningu dida racional que había que tomar, incluso como
na dificultad para quienes lo tenían. Sí unos y un mandato de la razón. Mantener con vida y
otros estaban en la miseria, lo estaban por razo salud a los «marginados» desafía a toda racionali
nes en esencia seme antes y la diferencia en sus dad y no sirve a ningún fin razonable.
sufrimientos era cuestión de grado, no de tipo.
Y por tanto pasamos a perfilar uno. Tras un siglo
Hoy en día, por el contrarío, no es fácil para los
más o menos de feliz convivencia matrimonial
demás sentir una empatía con «los que están en
entre ética y razón racional-instrumental, el se
paro». Ellos y nosotros seremos quizá infelices,
gundo miembro de la pareja optó por abandonar
pero es evidente que nosotros lo somos por razo
el vínculo y la ética se quedó sola a cargo del
nes muy diferentes: nuestras desdichas asumen
hogar antaño común. Y ahora que está sola la
formas claramente diferentes y no se traducen
ética es vulnerable y no le resulta fácil mantener
con facilidad.
se firme.
4
Estructura social, trabajo y desigualdad en la sociedad global IMANOLZUBERO
pero es la única que habla resuelta e inequívoca reducir la variedad y complejidad de las necesi·
mente en su favor. dades y problemas humanos. Antes bien, depen
de de los niveles éticos de la sociedad en la que
[...] Todos somos guardianes de nuestros herma
todos vivimos. Son esos niveles éticos, mucho
nos, pero lo que esto significa está lejos de estar
más que la rácionalidad y la diligencia de los tra·
claro y es difícil hacerlo transparente y eindeutig.
bajadores sociales, lo que está hoy en crisis y
Claridad y ausencia de ambigüedad son tal vez el
amenazado.
ideal de un mundo en el que la «ejecución proce
dimental» es la norma. Para el mundo ético, sin El futuro del estado de bienestar, una de las ma·
embargo, la ambivalencia y la incertidumbre son yores conquistas de la humanidad y de los más
su pan de cada día y no se puede acabar con ellas importantes logros de la sociedad civilizada, está
sin destruir la sustancia moral de la responsabili en el frente de la cruzada ética. Esa cruzada se
dad, el fundamento en el que se apoya ese mundo. podría perder: todas las guerras entrañan el ries
go de la derrota. Sin ella, sin embargo, ningún
[...] Si la exigencia de responsabilidad y preocu
esfuerzo tiene posibilidades de triunfar. Los ar
pación «pudiera ser expresada en detalle», como -
gumentos racionales no serán de ayuda; no hay,
cansados de la perpetua incertidumbre· tantas
seamos francos, ninguna «buena razón>> para que
veces soñamos, «la responsabilidad sería un asun·
debamos ser guardianes de nuestros hermanos,
to puramente externo», «sin ninguna responsabi
para que tengamos que preocupamos, para que
lidad por nuestra parte, sin ninguna inversión de
L nuestra propia humanidad, imaginación o perspi·
tengamos que ser morales, y en una sociedad
orientada hacia la utilidad los pobres y dolientes,
cacia». «La certeza absoluta ·concluye Logstrup·
inútiles y sin ninguna función, no pueden contar
es lo mismo que la irresponsabilidad absoluta.»
con pruebas racionales de su derecho a la felici·
«Nadie es menos irreflexivo que el que se esfuerza
dad. Sí, admitámoslo: no hay nada «razonable»
por aplicar y realizar unas directrices previamen·
en asumir la responsabilidad, en preocuparse y
te emitidas.»
en ser moral. La moral sólo se tiene a sí misma
Todo esto es una mala noticia para los que buscan para apoyarlo: es mejor preocuparse que lavarse
paz y tranquilidad. Ser el guardián de nuestro las manos, es mejor ser solidario con la infelicidad
hermano es un cadena perpetua a trabajos forza del otro que indiferente, es muchísimo mejor ser
dos y ansiedad moral, que por mucho que nos moral, aun cuando ello no haga a las personas
esforzáramos no podríamos nunca aliviar. Pero más ricas y a las empresas más rentables.
son buenas noticias para la persona moral [...]
Es una decisión de hace cien años el asumir la
El futuro del trabajo social y, más generalmente, responsabilidad de nuestra responsabilidad, una
del estado de bienestar no depende hoy de hacer decisión de medir la calidad de la sociedad por la
más precisas y más estrictas y centrar mejor las calidad de sus criterios éticos, la que celebramos
reglas, las clasificaciones, el procedimiento, ni de hoy.