UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO
RUIZ GALLO
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE DERECHO
ASIGNATURA : DERECHOS DE LAS OBLIGACIONES
DOCENTE: DR LUIS A. HOYOS VASQUEZ
TEMA: LA CONSOLIDACION DE LAS
OBLIGACIONES
ALUMNOS: JORGE DARWIN ADRIANZEN SILVA
RONALD ROBINSON GONZALEZ PUYEN
2022
LA CONSOLIDACIÓN
1. LA CONSOLIDACIÓN EN EL DERECHO COMPARADO
Para una doctrina italiana, la consolidación tiene lugar cuando las
calidades de acreedor y deudor se reúnen en la misma persona, por
ejemplo, si el deudor es sucesor del acreedor (o viceversa), sea por causa
de muerte (a título de herencia o legado), sea por acto inter vivos. Puesto
que la relación (y especialmente la relación obligatoria) presupone,
como regla, la existencia de dos centros de imputación subjetiva,
cuando el crédito y la deuda terminan reunidos en la misma persona no
puede evitarse que la relación desaparezca. (Bigliazzi-Geri, Breccia,
Busnelli y Natoli, 2007, p. 261)
De acuerdo con una doctrina brasileña, cuando A le debe a B, pero, de
alguna manera, se convierte en el titular del mismo crédito, la
obligación se extingue, ya que no habrá posibilidad ni necesidad de
cumplir para sí mismo. Tal hipótesis generalmente ocurre en los casos
en que el deudor es el único sucesor del acreedor y se produce la muerte
de este último. En este caso, el crédito del acreedor se transferirá al
deudor, quien, como resultado, será acreedor y deudor de sí mismo en
relación con la misma obligación, que se considerará extinguida. La
consolidación es, por tanto, un medio legal para extinguir la deuda, de
modo que será reconocida incluso no existiendo intención de las partes
o manifestación de voluntad en ese sentido. (Bdine Júnior, 2010, p. 397)
Opina una doctrina mexicana que dada la naturaleza de la relación
jurídica obligatoria, es evidente que para su existencia requiere el sujeto
activo y el pasivo; en consecuencia, si las calidades de acreedor y de
deudor se reúnen en la misma persona, hay una imposibilidad lógica de
que subsista el vínculo obligatorio. (Rojina Villegas, 1998, p. 503)
Estima un sector de la doctrina española que la consolidación de
derechos consiste en la coincidencia del sujeto activo y pasivo de una
obligación en una misma persona. Esta figura aparece recogida en el art.
1.192 CC que establece que: «quedará extinguida la obligación desde
que se reúnan en una misma persona los conceptos de acreedor y de
deudor». El fundamento de la consolidación de derechos como causa
extintiva de la obligación obedece a un claro presupuesto de lógica
jurídica, puesto que nadie puede ostentar un derecho de crédito contra
sí mismo. Un supuesto de consolidación sería el de una empresa
azulejera que compra una red de tiendas con las que mantenía relaciones
comerciales desde hace años y que le adeudaba varios envíos de
mercancía. (Arnau Moya, 2009, p. 58)
Según una doctrina nicaragüense, la consolidación opera cuando
concurren dos requisitos: a) Reunión en una misma (única) persona, de
las titularidades de acreedor y deudor. b) Reunión de ambas calidades
en una misma obligación. No puede darse si son obligaciones
independientes. (Escobar Fornos, 1997, p. 481)
2. LA CONSOLIDACIÓN EN EL CÓDIGO CIVIL
De acuerdo con el artículo 1300 del Código Civil (en adelante CC):
La consolidación puede producirse respecto de toda la obligación o
de parte de ella.
En el mismo sentido, una autorizada doctrina nacional precisa que es
necesario recalcar que tan importante como reunir en una sola persona
las calidades de acreedor y deudor, lo es también establecer que ambas
calidades están referidas a una misma obligación. De lo contrario,
estaríamos hablando de una elemental compensación. (Castillo Freyre,
2018, p. 134)
En suma, la extinción de la obligación en los casos de consolidación
resulta una consecuencia lógica ya que para que exista una relación
obligatoria se precisan de dos centros de imputación subjetivos: el
deudor y el acreedor, por lo que al concentrarse las calidades de deudor
y acreedor en uno solo, desaparece uno de los elementos base para la
subsistencia de la relación obligatoria. Demás está decir que nadie en
su sano juicio podría concebir que alguien pueda ser deudor de sí mismo
menos pretender cumplir para sí.
Mediante un ejemplo, se explica cómo opera esto. Una persona le debe
a otra 10 000 dólares, pero da la casualidad de que ese deudor es hijo de
ese acreedor. Suponiendo que el padre muere y ese hijo era el único
heredero. Al morir el padre, entonces, ese hijo es declarado heredero
universal. El hijo al heredar las acreencias de su padre se convertiría en
el acreedor de aquella obligación de la que es deudor; es decir, se
debería a sí mismo 10 000 dólares. (Castillo Freyre, 2018, p. 134)
En este caso, entonces, las circunstancias originan que una persona sea
a la vez titular de un derecho de crédito y sujeto pasivo de ese mismo
derecho, lo que origina que la obligación se extinga. Se resalta que la
consolidación es el único medio extintivo de obligaciones que puede
producirse, incluso, de manera involuntaria, tal y como ocurre en el
ejemplo citado, en el que la consolidación opera como consecuencia de
la muerte de una de las partes. (Ídem)
4. CONSOLIDACIÓN TOTAL Y PARCIAL
Será total la consolidación cuando concurran en una misma persona,
por completo, las calidades de acreedor y deudor respecto del íntegro
de una obligación. El típico supuesto de esta clase de consolidación
sería el de Paula, deudora de su padre, Francisco, por 40,000 nuevos
soles. Si Francisco muere, dejando como única heredera (a título
universal) a Paula —imaginemos que Paula era la única deudora de los
40,000 nuevos soles, a la vez que Francisco era el único acreedor de
dichos 40,000 nuevos soles—, entonces al haber heredado Paula la
totalidad del patrimonio (bienes, acreencias y deudas) de Francisco,
tendremos que ella sería ahora también acreedora de los 40,000 nuevos
soles mencionados, vale decir, del íntegro de la deuda. Por lo tanto, aquí
se habría producido una consolidación total (sobre el íntegro de la
obligación). (Osterling Parodi y Castillo Freyre, 2008, p. 770)
En otras palabras, la extinción total de la obligación se produce cuando
se reúnen las calidades de deudor y acreedor en una misma persona y
en una misma obligación por el monto o valor total de esta esta.
Será parcial la consolidación, cuando concurran en una misma persona
sólo de manera parcial las calidades de acreedor y deudor de una
obligación. En este caso resulta lógico que la extinción de la relación
obligatoria por consolidación se produzca dentro de los límites en que
convergen las dos calidades incompatibles. (Osterling Parodi y Castillo
Freyre, 2008, p. 770)
Así, por ejemplo, cuando el deudor se convierte en heredero del
acreedor sólo en una tercera parte, es claro que únicamente se extingue
su obligación en un tercio (es acreedor de sí mismo de esta porción en
la medida en que alcance su cuota hereditaria), lo que equivale a decir
que habrá operado una consolidación proporcional a su respectiva
cuota, mientras que en relación al saldo (dos terceras partes de la
obligación en la medida en que corresponda a los otros herederos)
seguirá siendo deudor de aquellos a quienes les corresponda el saldo en
la sucesión del acreedor causante. En todos los casos en que la
confusión es parcial, los efectos indicados sólo se realizarán
parcialmente. (Ibídem, pp. 770-771)
Por lo demás, no debemos olvidar que para que haya consolidación de
las dos calidades del de cujus y del heredero, este último debe ser puro
y simple, ya que una aceptación de la herencia con beneficio de
inventario mantiene la distinción de los patrimonios. Bajo un supuesto
similar al anterior, tenemos que Paula es deudora de 40,000 nuevos
soles respecto de su padre, Francisco. Si luego de contraída la deuda
fallece Francisco, pero deja dos herederos, sus hijos Paula y Pedro, cada
uno de ellos lo será por el 50% del total de su patrimonio. En este caso,
Pedro y Paula habrán adquirido la calidad de acreedores de la deuda,
por partes iguales, correspondiendo a cada uno de ellos la cantidad de
20,000 nuevos soles.
(Ibídem, p. 771)
En otras palabras, la extinción parcial de la obligación se produce
cuando se reúnen las calidades de deudor y acreedor en una misma
persona y en una misma obligación por un monto o valor parcial de esta
esta. Quedando pendiente el pago (cumplimiento) del monto o valor
restante de la obligación.
5.- CESE DE LA CONSOLIDACIONES
Otro tema importante dentro de lo que es la consolidación, es cl relativo
a su cese, el mismo que se encuentra previsto en el artículo 1301 del
Código Civil, cuyo texto es el siguiente: Artículo 301º.- «Si la
consolidación cesa, se restablece la separación de las calidades de
acreedor y deudor reunidas en. En tal caso, la obligación extinguida
renace con todos sus accesorios, sin perjuicio del derechos de terceros».
El cese dc la consolidación implica que aquélla se extingue. Nos
explicamos. Supongamos, volviendo a nuestro ejemplo original del hijo
que le debía al padre, que la muerte dc su padre haya sido presunta, es
decir, que se le haya declarado como muerto pro que, con estricto, no
exista certeza de la muerte. La declaración del muerto unida a la
declaración de su hijo como heredero universal, determina la
consolidación. Sin embargo, podría ocurrir que después de un tiempo
esta persona aparezca con vida, supuesto con el cual casaría la
consolidación. I-a consolidación sí se habría producido, más cesaría al
descubrir que, en realidad, cl padre (acreedor) aún se encuentra con
vida. Y ¿cuáles son los efectos del cese de la consolidación? El deudor
seguirá siendo deudor y el acreedor seguirá siendo acreedor, como lo
eran antes dc la consolidación.
6. CONCLUSIONES
Podemos concebir a la consolidación como aquel modo de extinción de
la obligación que opera al producirse la reunión de las calidades de
acreedor y deudor en una misma persona y en una misma obligación
prescindiéndose de la intención o manifestación de las partes en ese
sentido.
La extinción de la obligación en los casos de consolidación resulta una
consecuencia lógica ya que para que exista una relación obligatoria se
precisan de dos centros de imputación subjetivos: el deudor y el
acreedor, por lo que al concentrarse las calidades de deudor y acreedor
en uno solo, desaparece uno de los elementos base para la subsistencia
de la relación obligatoria.
Nadie en su sano juicio podría concebir que alguien pueda ser deudor
de sí mismo menos pretender cumplir para sí.
La extinción total de la obligación se produce cuando se reúnen las
calidades de deudor y acreedor en una misma persona y en una misma
obligación por el monto o valor total de esta esta.
La extinción parcial de la obligación se produce cuando se reúnen las
calidades de deudor y acreedor en una misma persona y en una misma
obligación por un monto o valor parcial de esta esta. Quedando
pendiente el pago (cumplimiento) del monto o valor restante de la
obligación.