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Operaciones de Credito en Particular

1) El documento habla sobre las operaciones de crédito en particular y las operaciones bancarias. 2) Explica conceptos como operación de crédito, contrato de crédito, acreditante, acreditado y diferencia operaciones de crédito de operaciones bancarias. 3) También presenta una clasificación de las operaciones bancarias en activas, pasivas y neutras.
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Operaciones de Credito en Particular

1) El documento habla sobre las operaciones de crédito en particular y las operaciones bancarias. 2) Explica conceptos como operación de crédito, contrato de crédito, acreditante, acreditado y diferencia operaciones de crédito de operaciones bancarias. 3) También presenta una clasificación de las operaciones bancarias en activas, pasivas y neutras.
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Unidad 8.

Operaciones de Crédito en
Particular
Introducción

La actividad comercial representa, en la época actual, uno de los factores determinantes


para el desarrollo de la economía social, por ello es necesario que exista un
financiamiento a las empresas, sin importar si son personas jurídicas o físicas. Para el
desarrollo de estas actividades es necesario enmarcarlas específicamente en la legislación
que las ampara, otorgando los derechos, facultades y obligaciones cuyo origen se remonta
a los orígenes del comercio.
La relación existente entre un prestamista y un cliente se detalla en los términos y
condiciones estipulados en los contratos de crédito como documentos legales. De esta
manera, existen una serie de factores que determinan el tipo de información que, en su
particularidad, estará contenida en el contrato de crédito, en determinados casos el tipo
de crédito concedido será la clave para estructurar globalmente el contrato.
La legislación se redacta y aplica regulando las operaciones de crédito, dando forma al
contenido y en su caso a cada uno de los diferentes contratos. En algunos casos la
intervención del Estado en el proceso de extensión de los créditos ayuda a que se
determine la uniformidad en la gestión de estas operaciones financieras, lo que permite
que al sujeto que dispone de un compromiso económico quede protegido ante las
disposiciones que pueda o no cumplir. También con el respaldo de la legislación supletoria
correspondiente y con las agencias regulatorias se permite que el prestamista tenga la
protección fijando las normas para la consideración del crédito, lo que le ayuda para que
se reduzca al mínimo la posibilidad del impago en las obligaciones y en su caso al cumplir
con requisitos básicos se niegue o apruebe un crédito.
El sujeto que acceda a un contrato de crédito jurídicamente vinculante debe tener la
atención de leer los términos y condiciones a fondo sobre los compromisos que le evite
tener un impacto negativo sobre el cumplimiento de las obligaciones en fecha posterior.
Objetivo

El alumnado identificará el concepto de operación de crédito, así como su clasificación y


su diferencia con las llamadas operaciones bancarias.

Temario

1. Generalidades de la operación de crédito.

2. La apertura de crédito.

3. La Tarjeta de Crédito.

4. Crédito documentario, carta de crédito y carta de orden de crédito.

5. Créditos de Habilitación o Avío y los Refaccionarios.

6. Descuento.

7. Cuenta corriente.

Creando conciencia

 Aprendiendo a negociar
¿Se imagina que de una negociación que usted encabeza dependa su vida, la de alguien
más u obtener algo que realmente desea? Chris Voss, no solo lo imagino, sino que lo vivió
al ser un ex negociador principal de secuestros del FBI. De tal manera que asevera que la
negociación siempre va estar presente en la vida, sin importar qué y el principal
ingrediente para asegurar el éxito es “tener una interacción o comunicación con un
resultado específico en mente”, sin embargo, también existen otros puntos
fundamentales, que, con mucha práctica le traerá negociaciones fructíferas:
1. Genere confianza y obtenga información
Para lograr obtener la información es necesario que la contraparte hable mucho y esto se
logrará iniciando una relación amistosa con él o ella, después de todo ¿Le confiarías algo a
cualquier persona?
2. Escuchar atentamente y repetir lo que la contraparte dice
Estos puntos también ayudan a generar y afianzar la confianza ya que se envía el mensaje
de empatía y de que comprendes la situación de la otra persona.
3. Tono de voz
Todos nos hemos enojado alguna vez porque alguien nos alzó la voz cuando la situación
no lo ameritaba o porque lo que nos dice no corresponde con su voz. De esta manera
damos cuenta de que las situaciones requieren de voces diferentes, por ejemplo, si la
contraparte se enoja o se pone nervios, es aconsejable hablar con una voz profunda pero
suave, así como lenta y tranquilizadora, o como Chris la llama “voz de DJ Late-Night FM”.
4. Comprende y expresa las emociones de tu contraparte
Puede usar una técnica llamada “etiquetado”, la cual consiste en expresar a la otra persona “que
comprendes y reconoces tanto su posición como sentimientos”.

5. No te comprometas ni te apresures
Tómate tu tiempo para negociar y descubrir toda la información necesaria; la mayoría de los
plazos establecidos son flexibles y cambiantes, por lo que, si se presiona a través de ellos, su juicio
y decisiones se verán afectados y por lo tanto también la negociación.

Operaciones de Crédito y bancarias

Generalidades de la Operación de Crédito


Las operaciones de crédito son contratos de crédito o de servicios a los que la
ley les ha dado dicha denominación, es decir, bajo la denominación de
operaciones de crédito la ley incluye contratos, en los que se concede crédito,
como aquellos en los cuales no existe crédito sino simplemente operaciones de
servicios, tales como ciertos tipos de depósitos, fideicomisos, cajas de
seguridad, entre otros.

Concepto jurídico de operaciones de crédito

Es indispensable tener claro que las operaciones de crédito como tal


corresponden a contratos de crédito, porque técnicamente el trmino operación
no pertenece a la categoría de lo jurídico, sino a la ciencia económica y en este
sentido corresponde a una serie de actos jurídicos que entre sí se vinculan
para la obtención de una finalidad económica.
Ahora bien, debemos comprender que las operaciones de crédito usualmente
son contratos o negociaciones sobre valores o mercancías, por lo tanto, en
sentido jurídico existirá un negocio de crédito siempre que el sujeto activo, al
cual se le designa como acreditante, traslade a otro sujeto pasivo que se
conocerá como acreditado, un valor económico presente; el acreditado
tendrá la obligación de devolver ese valor o su equivalente en dinero en el
plazo que hayan convenido.

Operaciones de crédito en sentido estricto

La transferencia vigente de una propiedad se constituye como el elemento


característico e infalible de la operación de crédito para lo cual se suceden una
serie de supuestos que dan origen a la negociación jurídica, para comprender
que existe el traslado de una propiedad sea este un bien tangible o en su caso
la transmisión de un valor económico intangible.

Por lo tanto, son operaciones de crédito de dinero aquellas por las cuales una
de las partes entrega o se obliga a entregar una cantidad de dinero y la otra a
pagarla en un momento distinto de aquel en que se celebre la convención
(lexcem, https://bit.ly/3jf6yZ1).

Operaciones de crédito en sentido genérico

En su aspecto genérico las operaciones de crédito se originan sobre la base


principal de la confianza, a partir de la cual nacen los elementos personales, en
el cual actúa, primeramente, como parte de un contrato el acreedor, quien
otorga el uso de un derecho para acceder en inmediata disponibilidad a los
bienes o servicios para que el acreditado cumpla en un plazo determinado la
obligación con el diferimiento del pago.

En este sentido, se determinan una serie de características que determinan al


crédito:

1. La disponibilidad inmediata de un bien o servicio.


2. Un plazo de tiempo determinado.
3. El cumplimiento de la obligación.

De esta manera es posible ampliar el concepto por lo cual son consideradas


todas aquellas operaciones a plazo determinado que se originan por un
contrato de crédito y, por lo tanto, son consideradas las que están reguladas
en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.
Concepto de operación bancaria (diferentes clases)

Para este punto entendemos que los bancos, para realizar sus funciones,
celebran contratos que en principio pueden ser realizados por cualquier
persona y que solo se califican de bancarios, por el solo hecho de la
intervención de un banco en su celebración. A pesar de ello, existen negocios u
operaciones que en otro momento histórico u otro tipo de ordenamientos
jurídicos no los consideran así.

En específico, la actividad típica de esta institución es la función de la empresa


bancaria, la cual consiste en la intermediación profesional en el comercio del
dinero y del crédito, esto es porque los bancos recolectan el dinero de aquellas
personas que no tienen manera de invertirlo directamente y a su vez lo
proporcionan en forma de crédito a quienes tienen la necesidad de recursos. ¿

¿Sabía que…?
Los que le llevan su dinero al banco le conceden un préstamo a éste, y a su
vez, lo concede a sus prestatarios, entonces solamente son banqueros aquellos
que prestan el dinero de terceros; ya que los que prestan su propio capital
serían capitalistas, pero no banqueros.

Debemos tener presente que en la actualidad la función bancaria es


considerada de interés público, y para que las instituciones bancarias realicen
sus actividades de intermediación en el comercio de dinero y del crédito, los
bancos celebran una gran variedad de negocios u operaciones, que basados en
la doctrina tradicional se clasifican en:

- Operaciones activas
- Operaciones pasivas
- Operaciones neutras o de simple intermediación.

Activas

Es necesario precisar que las operaciones activas serán todos aquellos que
realizan las instituciones que prestan dinero o conceden crédito o servicios
estimados en numerario, pagaderos a futuro a cualquier persona mediante la
utilización de los contratos o instrumentos que para ese efecto señala la ley. Y
como operaciones activas tenemos las siguientes en las que los bancos actúan
como acreditante y las cuales están reguladas en la Ley de instituciones de
crédito de los artículos 65 al 76:

1. Otorgamiento de descuentos y de préstamos o crédito de todo tipo.

2. La operación de tarjetas de crédito.


3. Asunción de obligaciones por cuenta de sus clientes, mediante la
suscripción del endoso o aval de títulos de crédito, así como la
expedición de cartas de crédito.

4. Operación con los valores previstos tanto en la Ley de instituciones


crédito como en la Ley del mercado de valores.

5. Otorgamiento de arrendamientos financieros.

6. Actuación en contratos de factoraje financiero.

Pasivas

Ahora pasamos a las operaciones bancarias pasivas y éstas consisten en


aquellas por medio de las cuales el banco se hace llegar de capitales. En este
tipo de operaciones bancarias pasivas, por ejemplo, a los bancos les toca
fungir como acreditados por los depósitos de sus clientes; estas operaciones
están reglamentadas por la ley de instituciones de crédito por los artículos 56 a
64; y por operaciones pasivas tenemos las siguientes:

a) Recepción de depósitos bancarios de dinero a la vista, retirables en


fechas preestablecidas, en cuentas de ahorro y a plazo o con previo
aviso.

b) Aceptación de préstamos y créditos por parte de la clientela.

c) Emisión de bonos bancarios y de obligaciones subordinadas.

d) Otorgamiento de cartas de crédito, previo pago de su importe por parte


de los clientes.

Neutras o de simple intermediación

Por último, tenemos las operaciones neutras o de simple intermediación y


éstas suelen ser operaciones no crediticias, en las que los bancos
generalmente en su carácter de profesionales en el manejo de valores y el
comercio con la obvia solvencia económica, realizan actividades de índole
diversa y están pueden ser:

a) Intervenir en la promoción, organización y transformación de empresas


individuales o sociales.
b) Poner a disposición del público cajas de seguridad.
c) Actuar como fiduciarias.
d) Actuar como depositarios en mera administración, custodia o garantía
por cuenta de terceros.
e) Desempeñar la representación común como tenedor de títulos valores
masivos.
f) Prestar servicios de caja y tesorería a entidades emisoras de títulos de
valores
g) Manejar libros de contabilidad y corporativos de empresas individuales y
sociales.
h) Desempeñar albaceazgos
i) Desempeñar sindicaturas y liquidaciones de empresas sociales o
individuales de todo tipo
j) Practicar avalúos de todo tipo.

Diferencias entre operaciones de crédito y bancarias

En relación a las operaciones de crédito, pueden participar cualquier persona


sea esta física o moral, sin otro límite que el no estar disminuido legalmente de
su capacidad de ejercicio para el comercio. En el caso de las operaciones
bancarias éste se perfecciona, porque cualquiera que sea el papel que
desempeñe, es necesario que participe una institución de crédito o un
organismo auxiliar de crédito.

En conclusión, la diferencia entre ambas operaciones consiste en los actores


que la perfeccionan en tanto que las operaciones de crédito se realizan
por particulares y en las operaciones bancarias deben ser
exclusivamente realizadas con la intervención de una institución de
crédito o auxiliar.

Servicio de las cajas de seguridad

En la actualidad es muy común que las personas guarden en casa varios


objetos de valor, tal es el caso de obras de arte, alhajas, antigüedades,
artículos de colección, dinero en efectivo, títulos de crédito, contratos,
testamentos, entre otros; sin embargo, la mayoría de las casas no cuentan con
sistemas de alarma adecuados o con una caja fuerte, por lo cual todos estos
bienes corren un gran riesgo de ser sustraídos. Por lo anterior, lo más
conveniente es contratar los servicios de caja de seguridad de un banco, pues
estas instituciones cuentan con las instalaciones e infraestructura necesaria
para resguardar los bienes de una forma efectiva.

Pero ¿en qué consiste el servicio de caja de seguridad? Es un servicio


proporcionado por la entidad bancaria como parte de sus operaciones neutras
de simple intermediación en virtud de un contrato que han celebrado la
institución financiera y el usuario de la caja de seguridad, en el que se debe
pagar una cuota por el uso y goce de esta ubicada en la bóveda de la
institución bancaria, donde podrá guarda y consultar con total privacidad los
bienes que ahí se resguarden.

Concepto y naturaleza jurídica

La Ley de Instituciones de Crédito establece en su artículo 46 que las


instituciones de crédito pueden “prestar el servicio de cajas de seguridad”. Es
importante mencionar que la naturaleza jurídica de este servicio, con base en
la jurisprudencia, predomina la tesis del arrendamiento, pero se vuelve
compleja y contradictoria al momento en que prevalece su carácter de
depósito, en tanto que la mayoría de los autores opinan sobre la figura de un
contrato mixto o atípico en el que existe el arrendamiento y también el
depósito de bienes o valores; además de lo anterior, el objeto del contrato sui
generis consiste en la custodia de las cosas depositadas en su interior. A través
de este contrato, una institución de crédito concede a su contraparte el
derecho de disponer libremente del espacio de alguna de las cajas ubicadas en
la institución para guardar bienes muebles (independientemente de su
naturaleza).

De las operaciones que realizan las instituciones de crédito las clasificadas


como neutras o de intermediación pertenecen, como parte de sus servicios
prestados, la contratación de cajas de seguridad. En este sentido la institución
está obligada a prestar a contra recibo de las primas estipuladas y para lo cual
deberá responder por la integridad y libre acceso al área en que el banco tenga
colocadas las cajas correspondientes en el horarios y días que se expresen
debidamente como condiciones del contrato.

Descripción de la operación

En general este tipo de servicio proporcionado por las instituciones bancarias


es de práctica generalizada, por lo que los contratos se basan en las siguientes
operaciones:

 * Se efectúa la firma del contrato y el usuario cubre con su cuenta


bancaria el cargo correspondiente a su primera renta.

 * La Institución bancaria entrega al cliente la llave para el uso de la


caja, de la cual solo se le permitirá hacer uso dentro del local designado,
esté último por lo general es la bóveda.

 * El cliente acude para realizar guardas, o en su caso, el retiro de bienes


tangibles durante las horas y días establecidos.

 * Para que el cliente pueda accesar a la bóveda recibirá el auxilio de un


empleado del banco y así proceder a la apertura y acceso.
 * Como parte de los términos, se le exige al titular que realice un
depósito para garantizar el valor de la llave de la caja de seguridad.

Obligaciones y derechos de las partes

En general existen obligaciones y derechos, para cada una de las partes para
contratar las cajas de seguridad, confeccionando y delimitando así su
responsabilidad:

Obligaciones del Usuario

1. Pagar el monto convenido, incluyendo limpieza, mantenimiento y en su caso,


reposición de llave por extravío.

2. La utilización de la caja de acuerdo al reglamento de uso.

3. Abstenerse de guardar bienes peligrosos que puedan provocar daños y


perjuicios a la misma institución bancaria, los cuales, si llegaran a existir, el
usuario deberá cubrir.

4. Al término del contrato pactado, deberá devolver la llave de la caja de seguridad.

5. Identificarse ante el empleado o empleada bancario para el acceso al área de la


caja de seguridad.

6. No puede contar con un duplicado de la llave de seguridad.

7. Al momento de terminar la vigencia del contrato, desocupar la caja de seguridad.

8. Evitar el otorgamiento en contrato de depósito, arrendamiento, cesión de uso o


garantía sin la autorización del banco.

Derechos del Usuario


1) Acceso a la bóveda de seguridad en los días y horas hábiles para disponer el uso
y goce de la caja de forma libre y plena.

2) La institución bancaria deberá garantizar la seguridad y custodia permanente de


la caja y su contenido.

3) Podrá solicitar la indemnización por causas imputables a la institución bancaria


en los supuestos de robo, pérdida o extravío de la caja de seguridad y como
consecuencia de su contenido.
4) La designación correspondiente de apoderados, representantes, mandatarios y
en general el derecho de representación en el ejercicio de los derechos
derivados por la contratación del servicio.

Obligaciones de las instituciones

 Entregar la llave y permitir el libre acceso a la bóveda.

 Prohibir el ingreso a personas no autorizadas.

 Conservar un duplicado de la llave de la caja de seguridad.

 Responder por la integridad e idoneidad de la caja de seguridad.

 Responder por daños y perjuicios ocasionados al cliente.

 Aseguramiento para eventos de fuerza mayor o caso fortuito.

 La prestación del servicio de acuerdo a las disposiciones legales.

 En caso de proceder con notario público, tanto la apertura como la


desocupación, establecer claramente los requisitos que especifica la ley.

 Indicar adecuadamente las horas y días hábiles autorizados para tener


acceso libre a la caja de seguridad.

Derechos de las instituciones

 La retribución por la contraprestación del servicio proporcionado.

 Realizar la apertura de la caja de seguridad, en caso de que el usuario


incumpla con las condiciones acordadas en el contrato o:

Introduzca artefactos peligrosos

En caso de mediación, presentar la solicitud por escrito, fundada y


motivada por la autoridad judicial o administrativa competente.

 En caso de que el banco tenga que aperturar la caja de seguridad,


puede proceder a la venta de los bienes para cubrir los gastos por la
prestación del servicio, la venta u otros trámites administrativos.

Término del contrato

En el contrato de servicios es común que se estipule un plazo de un año,


aunque es frecuente que este sea mayor, a plazo convenido, también la
institución bancaria recurre frecuentemente a la cláusula que le faculta a dar
por terminado el servicio en cualquier momento. En el supuesto término
anticipado, el banco deberá devolver el monto por el servicio no devengado
además de desocupar la caja y devolver la llave correspondiente.

Muerte del usuario

En apego al marco legal en caso del fallecimiento del usuario, salvo que este
pactado algo en contrario, no se termina el contrato, como consecuencia entre
la designación del albacea o de los herederos y la debida comprobación del
tomador, estos pueden seguir usando la caja, salvo que exista disposición
expresa de un juez. En su caso:

1. No causara la terminación del contrato


2. Si existe apoderado, cesara el poder
3. Un juez dispondrá la apertura de la caja.

Embargo del contenido de la caja por orden judicial

En este caso, solo una autoridad judicial podrá emitir la resolución


correspondiente para decretar el embargo del contenido, en cuyo supuesto
será a partir de la fecha de notificación a la institución bancaria. A partir de ese
momento el tomador ya no podrá tener acceso a la misma, en razón de que en
los efectos del embargo y los bienes estarán a disposición del juez, de esta
manera, este corresponderá la decisión de los mismos.

Problemática derivada del desconocimiento del contenido de las cajas

La institución bancaria, aun cuando proporciona el servicio, no puede tener


acceso al contenido de la caja de seguridad, por lo que no tiene
responsabilidad alguna en caso de existir faltantes, a menos que estos deriven
por la negligencia de no haber tomado las medidas necesarias para la debida
protección de la bóveda correspondiente.

Por lo que, existiendo el problema anterior, el usuario no tiene la posibilidad


para demostrar el contenido de la caja y por esta condición las consecuencias y
alcances de un aseguramiento para estos efectos es imposible por la situación
frente a una aseguradora.

Requisitos para la apertura, desocupación y custodia de los bienes


extraídos por la institución del crédito

Es muy común estipular en los contratos de cajas de seguridad los términos


por cualquier situación que la cause. Por ejemplo, en caso de la resistencia por
parte del usuario, tanto a desocupar o para la devolución de la llave, la
institución bancaria tiene la facultad para romper la cerradura ante la
presencia de un fedatario público quien, previo aviso al titular de la caja y
después del pazo transcurrido que usualmente es de 15 días, realizará una
relación descriptiva y detallada de todos los bienes extraídos y por los cuales el
banco quedara como depositario de los mismos y a disponibilidad del titular,
aunque los bienes quedaran para efectos del pago por adeudos, gastos y
honorarios del notario, incluyendo aquellos gastos derivados del rompimiento
de cerradura y los correspondientes al banco por el depósito de los bienes.

Crédito y las tarjetas de crédito, aperturas y


clasificaciones

La apertura de crédito
En tanto que el contrato de préstamo bancario es efectivo con la entrega de
una cantidad en numerario al prestatario, con el contrato de apertura de
crédito es concedida una línea de crédito (que puede ser dinero o no) a
disposición del acreditado con la opción de hacer uso o no del mismo, por lo
que, la apertura de crédito se constituye como un contrato propio con
distinción al del préstamo bancario teniendo por objeto el crédito como valor
económico.

Concepto y naturaleza jurídica

Al poseer su propia naturaleza jurídica, permite notar la distinción con el


préstamo porque se trata de un contrato definitivo, debido a que vincula las
partes desde su conclusión hasta el cumplimiento reciproco de sus obligaciones
sin que sea precisa ninguna ulterior manifestación de voluntad. Los actos de
utilización de la disponibilidad o disposición del crédito son únicamente actos, o
en su caso, negocios de ejecución o de cumplimiento de la obligación de la
financiación ya asumida en el contrato por parte de la entidad de crédito.

Definamos...
Contrato de apertura de crédito

La definición contenida en nuestra legislación nos indica que es aquel por medio
del cual una persona llamada acreditante, se obliga a poner a disposición de
otra, llamada acreditado, una suma de dinero o a contraer por cuenta del
acreditado una obligación para que el mismo haga uso del crédito concedido en
la forma y términos pactados (LGTOC, art. 219, 2018:53).

De esta manera, el acreditado quedará obligado a “restituir al acreditante las


sumas de que disponga, o a cubrirlo oportunamente por el importe de la
obligación que contrajo, y en todo caso, a pagarle los intereses, prestaciones,
gastos y comisiones que se estipulen” (LGTOC, art. 219, 2018: 53). Por lo
tanto y analizado lo anterior la naturaleza del contrato de apertura de crédito
es determinada porque es consensual, bilateral y oneroso.
Elementos personales, derechos y obligaciones

Para entender mejor el concepto de contrato de apertura vamos a separar el


concepto mencionado de la ley en tres partes, para lo cual es preciso
identificar los elementos personales, teniendo al acreditante el cual se obliga
a poner una cantidad de dinero a disposición de otra parte llamada
acreditado.

Ahora bien, de la distinción del concepto analizado se desprende que el


contrato de apertura de crédito podrá configurarse en dos variantes:

1. El acreditado puede disponer a la vista de la suma objeto del contrato,


salvo pacto en contrario En consecuencia, si el acreditante es una
institución de crédito puede estipularse que el acreditado haga uso del
crédito mediante cheques que expida a cargo de ella.

2. El acreditante puede obligarse a aceptar u otorgar letras de cambio a


suscribir pagares a prestar su aval y en general a aparecer como
endosante o signatario de un título de crédito por cuenta del acreditado

Clasificación de la apertura de crédito

La utilidad de este contrato es notoria, sobre todo cuando por virtud de éste,
se concede una tarjeta de crédito. Pero su utilidad no acaba ahí, ya que buena
parte de los créditos hipotecarios se realizan a través de aperturas de crédito,
lo mismo que el crédito para llevar a cabo compraventas internacionales.

En la actualidad, el contrato de apertura de crédito se considera como una de


las operaciones más comunes que reflejan nuestro estilo de vida, sobre todo
en su clasificación en la modalidad de cuenta corriente.

Como todo contrato mercantil, el de apertura de crédito debe cumplir con


ciertas condiciones y requerimientos, los cuales son analizados iniciando con su
clasificación, debido a que en la práctica se emplean varias denominaciones,
dependiendo el crédito del que se trata. Es entonces que la clasificación del
contrato de apertura de crédito se presenta atendiendo a lo siguiente:

a. Por el objeto: de dinero o de firma.


b. Por la forma de disposición: simple o en cuenta corriente.

 Por su objeto

De dinero
Se constituye la apertura de crédito de dinero al momento que nace la
obligación del acreditante de poner a disposición del acreditado la cantidad en
numerario determinada por el dinero en los términos pactados.
De firma

En esta clasificación, que se conoce como apertura de crédito de firma o


por aval, el acreditado se obliga a poner a disposición su capacidad crediticia
y contrae obligaciones, es decir que se obliga a la aceptación de documentos,
por ejemplo, a prestar su aval. En este caso el acreditado estará obligado a
proveer al acreditante el monto necesario para realizar el pago correspondiente
al día hábil antes de la fecha de vencimiento de la obligación.

 Por su forma de disposición

Simple

En el contrato sobre apertura de crédito simple, el acreditado debe regresar al


acreditante el importe del crédito que se le otorgó, en las condiciones y
términos convenidos. Por lo tanto, en la apertura de crédito simple se sabe con
toda precisión cuál es la cantidad que debe restituir el acreditado, y cualquier
cantidad que éste entregue al acreditante se entenderá en abono al saldo
adeudado sin que el acreditado tenga derecho una vez que haya dispuesto del
crédito (Concepto Jurídico, https://bit.ly/3cLUImJ).

En cuenta corriente

El acreditado, al tener a su disposición los recursos de la apertura de crédito,


de conformidad con los términos y condiciones pactados, en cualquier
momento del tiempo si realiza remesas en abono al saldo tendrá el derecho a
disponer las ocasiones que requiera del crédito otorgado por el acreditante
antes de la fecha pactada. De esta manera la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito indica lo siguiente:

La Ley establece…
Artículo 296. La apertura de crédito en cuenta corriente da derecho al
acreditado a hacer remesas, antes de la fecha fijada para la liquidación, en
reembolso parcial o total de las disposiciones que previamente hubiere hecho,
quedando facultado, mientras el contrato no concluya, para disponer en la
forma pactada del saldo que resulte a su favor (LGTOC, art. 296, 2018: 54).

Garantías

En la apertura de crédito se pueden establecer que la garantía sea personal o


real, y ésta se puede extender, salvo que se haya pactado condiciones
contrarias sobre aquellas cantidades que el acreditado use dentro de los límites
del crédito. En tanto estas garantías sean personales el acreditado podrá
caracterizarlas con la fianza o el aval y en las reales con sus bienes personales
en tanto sean estos tangibles. Pero aun así sin ser necesaria autorización legal
y en términos legales, para cualquier crédito se puede establecer garantía.
Terminación de contrato

El contrato de apertura de crédito, como otro tipo de contratos, se extingue


por aquellas causas que les son comunes a todo contrato bilateral y que son:
la conclusión del plazo convenido, la muerte del acreditado, incumplimiento
entre otras situaciones. Aunque es de especial interés considerar en la práctica
la posibilidad del desistimiento unilateral que en ocasiones se reservan las
instituciones de crédito.

En cuanto a los efectos que genera la extinción del crédito, ésta será
procedente en el momento que se reintegren las remesas que hasta ese
momento hubiera dispuesto el acreditado, junto con los intereses pactados.

De esta manera, el artículo 301 de la LGTOC establece las causas por las
que se puede extinguir un crédito y de esta manera cesen los derechos del
acreditado a disponer del mismo en el futuro:

 Por haber dispuesto el acreditado de la totalidad de su importe a menos,


que el crédito se haya abierto en cuenta corriente.

 Por la expiración del termino convenido o por la notificación de haberse


dado por concluido el contrato si no se hubiere fijado un plazo.

 Por la denuncia que se haga en contra del contrato, de acuerdo a los


términos del artículo 294 de LGTOC.

 Por la falta o disminución de las garantías pactadas a cargo del


acreditado ocurridas con posteridad al contrato, a menos que el
acreditado suplemente o sustituya debidamente la garantía en el
término convenido al efecto.

 Por hallarse cualquiera de las partes en estado de suspensión de pagos,


de liquidación o quiebra.

 Por la muerte, interdicción, inhabilitación o ausencia del acreditado, o


por disolución de la sociedad a cuyo favor su hubiere concedido el
crédito.

La Tarjeta de Crédito
En un mundo como en el que vivimos, es prácticamente inconcebible no
considerar una tarjeta de crédito como forma de pago; en este sentido, la
tarjeta de crédito es un título de crédito impropio que, como instrumento, tiene
la función de poder realizar pagos con la finalidad de adquirir bienes o servicios
en negocios mercantiles, por lo tanto, el legítimo tenedor dispone del crédito
frente a la entidad emisora en los términos y condiciones establecidas en el
contrato.
La diversificación de este instrumento de pago se debe a su practicidad y a su
naturaleza jurídica, ya que está destinado a circular, de tal manera que
permite que el emisor de la tarjeta identifique al derechohabiente del crédito
concedido. Es necesario aclarar que la tarjeta de crédito puede ser bancaria o
comercial.

La apertura de crédito en cuenta corriente como presupuesto para la


expedición de la tarjeta de crédito

Se debe tener presente que la emisión de tarjetas de crédito como instrumento


no es exclusivo de las instituciones bancarias, esto porque también entidades
no bancarias tienen la facultad para la emisión de tarjetas de crédito, con las
disposiciones correspondientes para su regulación, y de acuerdo a la Ley de
instituciones de crédito están legalmente autorizadas para expedirlas pero en
su artículo 46 fracción VII la mencionada Ley precisa que debe existir previo
contrato de apertura de crédito en cuenta corriente.

Concepto y naturaleza jurídica Definamos...


Tarjeta de crédito

"Es un contrato por el cual una empresa bancaria o una persona jurídica
autorizada, concede una apertura de crédito, de tipo rotatorio, con una cuantía
determinada, a favor de su cliente que puede ser una persona física o jurídica,
para que utilizando una tarjeta plástica singular, pueda adquirir bienes o
servicios de las empresas o establecimientos afiliados, cuyos consumos serán
cancelados al contado o a cierto plazo convenido" (ISSUU, https://bit.ly/2SjfkcM
).

1. Contrato de emisión de la tarjeta de crédito entre el Banco y el


titular de la tarjeta

Este tipo de contrato se da entre el banco o entidad emisora y el usuario, de


tal manera que el emisor le concede al usuario una disponibilidad de crédito,
hasta una suma determinada como límite máximo, por cuyo importe puede
efectuar compras de bienes y servicios en los comercios afiliados o puede usar
servicios como renta de automóviles, pago de transporte terrestre o aéreo,
etcétera.

2. Contrato de afiliación entre el Banco y la empresa proveedora de los


bienes y servicios

A través de este tipo de contrato, el afiliado acepta la compra o uso de sus


servicios a través de la presentación de la tarjeta del crédito, por parte de los
usuarios, así como la firma de un comprobante de venta. En este sentido, el
banco emisor se obliga a pagar los recibos que el afiliado le presente, a la
vista, o en las oportunidades previstas contractualmente, que pueden ser cada
semana, diez o quince días, con la previa deducción del importe de la comisión
convenida.

3. Contrato de compraventa entre el titular de la tarjeta y la empresa


afiliada

En este último acto, corresponde a las relaciones contraídas entre el usuario y


el afiliado, en el que la compra o utilización de servicios efectuados por el
usuario, a través de la tarjeta de crédito en el comercio afiliado, es pagadera
de contado por la eminente contraprestación de los recibos firmados por el
usuario.

En el sentido de las características de la tarjeta de crédito nos permite


enunciar su concepto como el contrato de crédito que permite al poseedor
legitimo del instrumento representado físicamente por una tarjeta de plástico
con los debidos mecanismos de seguridad que le permite realizar pagos por la
compra de bienes o disposición de servicios en los términos y condiciones de
crédito establecidos por la entidad crediticia.

Mecanismos de operación

Las reglas, disposiciones generales, así como los principales aspectos de


operación de las tarjetas de crédito se encuentran suscritas en la Circular
28/2008 del Banco de México, y va dirigida a las instituciones de banca
múltiple, sociedades financieras de objeto limitado y sociedades financieras de
objeto múltiple reguladas.

Clasificación

Respecto a la clasificación de las tarjetas de crédito, existen diferentes, cada


una con diferentes propósitos y objetivos, pero para el estudio de nuestra
materia y por el sentido jurídico de nuestra carrera, nosotros la clasificamos en
directas e indirectas.

Tarjetas de crédito directas

Las tarjetas directas son las que expide de manera directa el emisor,
independientemente de si es o no alguna organización bancaria. Dicha
expedición se da sin la colaboración de intermediarios, por consiguiente, el
emisor se previene de celebrar algún contrato, así como el pago de la
remuneración respectiva, resultantes de la actuación del intermediario
(Diccionario Jurídico, https://bit.ly/2GipAiP).
Sin embargo, en el ámbito mexicano han dejado de operar estos
intermediarios y, desde hace varios años, la entidad comercial efectúa la
propia emisión y operación independiente de las tarjetas de crédito, sobre las
que aparece el nombre de la empresa mercantil teniendo como ejemplo
algunas tiendas departamentales que operan en nuestro país.

Tarjetas de crédito indirectas

En el caso de las tarjetas de crédito indirectas la entidad comercial emisora


debe celebrar contratos con entidades de crédito especializadas en la operación
de tarjetas de crédito la cual le proporciona los servicios para su
funcionamiento, lo que le otorgara al tenedor del instrumento el poder adquirir
bienes y servicios de acuerdo a los términos y condiciones establecidas
previamente.

Entonces, cuando la tarjeta sea emitida por conducto de una empresa


operadora, la misma debe actuar en dichos contratos como representante del
banco emisor, pero a la postre, esto en modo alguno puede afectar al
tarjetahabiente.

Cuando la entidad comercial opera por medio de otra los aspectos operativos
de la tarjeta de crédito, esta última entidad de crédito debe obtener previa
autorización y por debidamente por escrito del tarjetahabiente para que le
sean entregados los estados de cuenta específicos que se requieran, a la
entidad crediticia que operadora la tarjeta de crédito.

Sin embargo, estas empresas mediadoras prácticamente han desaparecido del


medio financiero mexicano, pero algunas de las entidades emisoras tienen
contratada la operación de sus tarjetas con empresas prestadoras de los
servicios respectivos, las cuales, naturalmente, actúan en nombre y por cuenta
de las emisoras, mediante los respectivos contratos de prestación de servicios
administrativos.

Tarjeta de crédito bancaria como instrumento de disposición de


un fideicomiso de inversión

Los Fideicomisos de inversión son utilizados como un mecanismo que


otorga transparencia a la custodia y administración de recursos líquidos
que en cierto momento deberán ser transmitidos a terceras personas.
Como mecanismo fiduciario se considera un contrato de fideicomiso
versátil con diversas múltiples finalidades al recibir, custodiar y
administrar recursos teniendo como objetivo la obtención de un
beneficio económico.
El Banco de México, a través de los artículos 24 y 26 de la Ley del Banco
de México, es quien podría aprobar la existencia de un fideicomiso de
inversión destinado al empleo de sus recursos mediante el uso de
tarjetas de crédito.

La Ley establece…
Artículo 24. El Banco de México podrá expedir disposiciones sólo cuando
tengan por propósito la regulación monetaria o cambiaria, el sano desarrollo del
sistema financiero, el buen funcionamiento del sistema de pagos, o bien, la
protección de los intereses del público. Al expedir sus disposiciones el Banco
deberá expresar las razones que las motivan.

Artículo 26. Las características de las operaciones activas, pasivas y de


servicios que realicen las instituciones de crédito, así como las de crédito,
préstamos o reporto que celebren los intermediarios bursátiles, se ajustarán a
las disposiciones que expida el Banco Central.

Tarjetas de uso semejante a las de crédito

Pueden ser de diversos tipos, como:

Tarjetas cerradas: Las emiten ciertas entidades comerciales para autorizar a


sus clientes el pago con cheques personales que sólo son admitidas en los
establecimientos de la misma entidad jurídica.

Tarjetas de crédito cerradas: Autorizan a sus tenedores a disponer del


crédito que les concede la empresa respectiva, para la adquisición de bienes o
servicios que la misma empresa provee.

Tarjetas de débito: En este caso derivan de un contrato de cuenta corriente


por medio del cual el tenedor de la tarjeta dispone de recursos propios en
custodia y resguardo de la institución bancaria como entidad emisora.

Tarjeta inteligente: En la mayoría de las ocasiones son operadas


virtualmente por empresas de comunicación o incluso por entidades que
realizan ventas a través de Internet.

Tarjetas operadas por las entidades comerciales: Son las que se dedican
al comercio de bienes y servicios no financieros, que otorgan financiamiento a
sus acreditados.

Tarjeta de disposición de un contrato de depósito bancario de dinero


en cuenta corriente
En la actualidad se ha hecho más frecuente el uso de tarjetas de crédito como
herramienta para tenerla a disposición, siempre que estos sean con cargo a
sus propios recursos y que el usuario solo podrá emplear hasta por el monto
de la suma depositada, por lo tanto, también se constituye un crédito
concedido al banco por parte del tarjetahabiente.

Marco jurídico aplicable a la operación de la tarjeta de crédito

Actualmente existen 4 tipos de regulaciones para las tarjetas de crédito, las


cuales son:

1. Circular 28/2008 A las Instituciones de banca múltiple; sociedades


financieras de objeto limitado, y sociedades financieras de objeto
múltiple reguladas: Reglas a las que habrá de sujetarse la emisión y
operación de tarjetas de crédito.

2. Ley general de Títulos y Operaciones de Crédito.

3. Ley para la Transparencia y Ordenamientos de los Servicios Financieros.

4. Código de Comercio.

Las tarjetas emitidas por las entidades bancarias se encuentran reguladas por
el Banco de México y por La ley para la Transparencia y Ordenamiento de los
Servicios Financieros.

La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) tiene la facultad que le


otorga la legislación mexicana para intervenir en las controversias entre las
instituciones crediticias y las personas físicas o jurídicas acreditadas, asimismo,
advierte por el uso excesivo en el manejo de las tarjetas de crédito ante un
panorama de crisis económica por el aumento de la cartera vencida debido a
que la falta de liquidez incrementa el uso de este instrumento, y puede
provocar situaciones de quiebra en las entidades emisoras. En tanto la
Comisión Nacional de Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF), propone una serie de consejos para el uso adecuado que se le
debe darse a las tarjetas de crédito:

1) Deben evitar ser consideradas como dinero líquido teniendo en


consideración que no son recursos propios o ingreso extra.

2) Evitar el sobre endeudarse con cargo a la tarjeta más allá de la


capacidad de pago.
3) Pagar en tiempo las deudas derivadas de la tarjeta y en su caso si le es
posible al tarjetahabiente pagar totalmente los saldos deudores, para
evitar los costos de intereses por el uso del crédito.

Crédito documentario, carta de crédito y carta


de orden de crédito
Los créditos documentarios se avalan por las cartas de crédito en la práctica, la
relación entre estos dos temas es a través de su denominador común: la
concesión del crédito, ya sea por parte de una persona física o en su defecto
concedido por una persona jurídica.

Sin embargo, no es el único elemento que comparten entre sí, toda vez que su
importancia en la actualidad radica en la trascendencia de estas operaciones,
ya que han facilitado el intercambio comercial no sólo en el ámbito nacional,
sino en el internacional, a través del empleo de diversos créditos, que lo
mismo han beneficiado al ámbito de los pagos (sin la necesidad de usar
efectivo) e incluso han servido para financiar proyectos para las grandes,
pequeñas y medianas empresas.

Crédito documentario simple

El crédito documentario tiene características similares a la apertura de


crédito, pero en este tipo identificamos tres relaciones jurídicas por
medio de las cuales el acreditado comprador o importador da la orden al
banco acreditante para que efectúe el pago correspondiente por la
operación de compra, al momento en que el banco del beneficiario o
exportador presente la documentación comprobatoria que acredite que
la mercancía se ha enviado en los términos y condiciones convenidas.

Unificación internacional de la normatividad bancaria aplicable al


crédito documentario

El crédito documentario generalmente se otorga bajo la operación de un


contrato de apertura de crédito y está reglamentado como una operación de
crédito en la ley general de títulos y operaciones de crédito además de ser
utilizado comúnmente como un instrumento de pago internacional, por lo que
le aplica los términos comerciales internacionales conocidas como
INCOTERMS.

Clases de crédito documentario


Los créditos documentarios pueden ser revocables o irrevocables. En tanto
los primeros carecen de mucho sentido práctico, porque se permite la
cancelación con posterioridad a la emisión, dejando de cumplir la función de la
garantía, por lo que será más frecuente que se constituyan los créditos
documentarios irrevocables.

Crédito revocable

Será un crédito documentario revocable siempre que este pueda ser


modificado por el banco emisor o en su caso por el ordenante sin
necesidad de dar aviso al beneficiario del crédito.

Crédito irrevocable

Se configura este crédito documentario en el momento en que el banco


emisor pagara el crédito siempre que el beneficiario presente la
documentación requerida, este no se puede modificar sin un acuerdo
entre el ordenante y el beneficiario.

Crédito confirmado

En un crédito documentario sin confirmar, el banco emisor del crédito


para poder comunicar al exportador del mismo, tiene que hacer uso de
un banco con origen en el país de dicho exportador. El banco del mismo
país del comerciante exportador se va a denominar como banco
confirmador que realizará las acciones por cuenta del banco emisor,
notificando la apertura del crédito y recogiendo la documentación una
vez se haya confirmado se realiza el pago correspondiente.

Si el banco confirmador únicamente se limita a eso, es un crédito


documentario confirmado y este se origina cuando el exportador solicite
y el emisor así haya hecho que un banco de su país, bien sea el banco
confirmador u otro que el beneficiario señale, para que garantice que el
emisor le va a pagar.

Obligaciones de las partes

Por contrato de crédito documentario se conoce al acuerdo que suscriben un


banco y su cliente.

A fin de que el acreditante, actuando a solicitud y de conformidad con las


instrucciones de su cliente quien es el acreditado, se compromete a pagar a
un tercero beneficiario una cantidad determinada o a observar otras conductas
de solución, una vez que se entreguen los documentos correspondientes a una
relación subyacente que suele ser generalmente una compraventa o una
prestación de servicios.

Los elementos personales que intervienen en el crédito documentario


son los siguientes:

1. Acreditado u ordenante: Es el importador y la parte obligada a


pagar la cantidad acordada con el exportador al banco emisor.

2. Acreditante o banco emisor: Como banco del importador será


quien apertura el contrato de crédito documentario a favor del
exportador por orden del importador

3. Beneficiario exportador: Será quien reciba el importe del crédito


documentario, siempre y cuando cumpla con las condiciones
pactadas.

4. Confirmante o banco emisor: Como banco del importador será


quien abra el contrato de crédito documentario a favor del
exportador por orden del importador.

Del acreditado

Calificado como el ordenante, es quien expide la orden al banco emisor, por lo


que celebran el contrato entre ambos el cual es considerado como relación
subyacente que puede derivar de un negocio entre el acreditado y el
beneficiario. El ordenante debe asumir las obligaciones del contrato y cumplir
con las leyes y costumbres de los países extranjeros, además que, en su caso,
efectuar la indemnización como consecuencia de lo que ello pueda motivar.

Del acreditante

El banco acreditante debe responder por los compromisos del acreditado,


además por aquellos actos que deba realizar el banco confirmante, salvo que
pacten un acuerdo distinto. También puede oponer al beneficiario las
excepciones derivadas del aviso de confirmación o aquellas derivadas de la
relación entre el cliente y el beneficiario, pero su obligación principal será la de
recabar la documentación y examinarla detalladamente para efectuar el pago,
suscribir la aceptación o adquirir los bienes.

Del beneficiario
El beneficiario tiene el derecho de transferir su crédito, pero esta acción no le
libera del cumplimiento de las obligaciones que se hayan estipulado en el
escrito de confirmación, también debe cumplir con la entrega de la
documentación convenida durante el plazo fijado y durante las horas
bancarias.

Del confirmante

Las obligaciones del confirmante no se extinguen en tanto las del acreditante


sean vigentes, pero este banco actúa como notificador teniendo la única
obligación de examinar aquellos documentos para que los fondos dispuestos
sean remitidos por el banco emisor.

Término

Para el caso de los créditos documentarios revocable o irrevocable, como en


todo contrato, en las condiciones se debe estipular un plazo de vencimiento
para que sean presentados cada uno de los documentos y así el banco esté
facultado para efectuar el pago por el monto obligado a su cargo. En caso de
que la fecha de cumplimiento no corresponda a un día hábil bancario, este
plazo se prorrogará al siguiente día hábil; además si el vencimiento pactado ha
transcurrido, el banco no aceptará la documentación ni efectuará pagos u
obligaciones. Aun considerando el momento de la recepción de los documentos
del banco emisor, se debe contar con un tiempo razonable para realizar la
revisión adecuada de la documentación y proceder al cumplimiento de lo
pactado.

Cartas órdenes de crédito


En el comercio internacional la carta de crédito se ha utilizado como un medio
de pago imprescindible que, para el exportador, representa la ventaja de
asegurarle su tranquilidad, en la actualidad, por la intervención de una
institución bancaria, este crédito se ha convertido en el instrumento esencial
de pago, así como el más conveniente y seguro para el transporte marítimo.

Concepto y naturaleza jurídica

Es un documento en el que una parte denominada dador, el cual en la mayoría


de los casos es una institución de crédito, invita a otra parte denominada como
tomador, que suele ser un corresponsal del dador, para que destine una
cantidad de dinero a otra persona conocida como destinatario y que esté
designada adecuadamente en el documento; de esta manera, el portador de la
carta es el cliente del tomador.

Las cartas de crédito no se aceptan ni son protestables, ni confieren a


sus tenedores derecho alguno contra las personas a quien van
dirigidas (art. 312 2018:57).
Elementos personales
En la carta orden de crédito se cuenta por su naturaleza con tres elementos
personales:
o El tomador o beneficiario.

o El dador.

o Y el destinatario.

Derechos y obligaciones que se derivan de las cartas de órdenes de


crédito

El tomador no puede ejercer acciones en contra del beneficiario, tampoco


puede exigir en contra del dador el importe de la misma, cuando la cantidad
haya quedado en poder del dador. En el caso que el tomador garantice al
dador el monto de la carta orden de crédito y ésta no se hubiera pagado, el
dador estará obligado al pago de daños y perjuicios, cubriendo tanto los gastos
y hasta un décimo del valor no atendido de la carta.

El dador puede revocar la carta en cualquier momento del tiempo, pero si en


su caso el dador entregó el importe éste se convierte en su acreedor por el
monto total.

Créditos de Habilitación o Avío y los Refaccionarios


Los créditos de habilitación o avío o refaccionarios se otorgan, entre otros, a
ganaderos, labradores y/o mineros para fomentar su productividad,
rentabilidad y competitividad en las actividades desempeñadas. Estos créditos
se proporcionan mediante contratos en los que, tanto el acreditante como el
acreditado, asumen responsabilidades; ello se regula en la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito.

Este tipo de créditos consignan de una forma clara los objetivos exclusivos que
se asignan a los créditos, por ello también son conocidos como créditos de
fomento o industriales y su naturaleza jurídica es mercantil en virtud de lo
anterior.

Concepto y naturaleza jurídica de ambos créditos Definamos...

Contrato refaccionario

Se define como el contrato típico en razón del cual “el acreditado queda
obligado a invertir el importe del crédito, precisamente en la adquisición de
aperos, instrumentos, útiles de labranza, abonos, ganado, o animales de cría;
en la realización de plantaciones o cultivos cíclicos o permanentes; en la
apertura de tierras para el cultivo, en la compra o instalación de maquinarias y
en la construcción o realización de obras materiales necesarias para el fomento
de la empresa del acreditado” (LGTOC, art. 323; 2018: 58).

Tanto el crédito refaccionario y el de habilitación o avío son contratos de


naturaleza típica de mediano o largo plazo, el cual permite ejecutar recursos
de manera específica como apoyo o soporte para transformar artículos o
bienes en el sector industrial, comercial o agroindustrial con la finalidad de
promover y fomentar las actividades productivas.
El contrato de habilitación o avío es en virtud del cual el acreditado queda
obligado a invertir el importe del crédito, precisamente en la adquisición de las
materias primas y materiales, y en el pago de los jornales, salarios y gastos
directos de explotación, indispensables para los fines de la empresa (LGTOC,
art. 321, 2018: 57).

Elementos personales que intervienen en ambos créditos

Considerando los principios doctrinales y por la naturaleza de este tipo de


contratos, el acreditante puede ser cualquier personas física o moral, pero en
la práctica y por el marco legal este tipo de créditos es más frecuente que sean
operados por las instituciones de crédito en atención al artículo 66 de la Ley de
instituciones de crédito el cual es enunciativa pero no limitativa.

En tanto el acreditado debe realizar actividades de carácter comercial y puede


ser tanto persona física como sociedad mercantil para cumplir con el debido
marco jurídico de este tipo de créditos.

Para los créditos refaccionarios los elementos personales reciben el nombre de


refaccionador quien será el otorgante del préstamo de acuerdo a su naturaleza
y refaccionado el sujeto persona física o moral que podrá hacer uso de los
recursos.

Diferencias entre avío y refacción

Es fundamental mencionar que ambos créditos tienen la característica esencial


de estar destinados para el fomento a la producción, aunque el crédito
refaccionario se aplica en operaciones de fondo, para preparar a la empresa en
el momento no productivo y en su caso el crédito de habilitación y avío tiene
como su finalidad esencial de aplicarse para el fomento inmediato de la
producción.

Es común que se considere al crédito refaccionario como el más seguro para


otorgarse, porque los bienes inmuebles y la maquinaria adquirida representan
una garantía más tangible, que en su caso las materias primas o materiales
adquiridos en el caso de habilitación o avío.
Garantías naturales, adicionales y colaterales

Para cada tipo de crédito determinado por sus características existen garantías
de tipo natural, en el caso del crédito refaccionario estará determinado por las
fincas, construcciones, edificios y aperos, pero en general sobre todo aquello
en lo que se haya invertido con el importe del crédito cumpliendo con las
condiciones indicadas o en su caso con el pago de adeudos fiscales.

Para el crédito de avío las garantías naturales están constituidas por las
materias primas y materiales adquiridos y los frutos, productos o artefactos
que se obtengan con el crédito otorgado.

En ambos contratos de crédito además de la existencia de las garantías


naturales se pueden pactar cualquier otro tipo de garantías adicionales.

Formalidades en ambos créditos

El contrato de crédito refaccionario, así como el de habilitación o avío, se


sujeta a las siguientes reglas establecidas en el artículo 326 de la LGTOC:

1. Se debe consignar en un contrato privado o público y se ratificará ante


el encargado del registro público.

2. Se debe inscribir en el registro de gravámenes que corresponda, según


la ubicación de los bienes afectos en garantía, o en el registro de
comercio respectivo, cuando en la garantía no se incluyan inmuebles.

3. * Surte efectos contra terceros desde el día de su inscripción en el


registro.

4. * Debe expresar el objeto de la operación, la duración y la forma en la


cual el beneficiario podrá disponer del crédito materia del mismo lo que
dará forma a la modalidad de apertura de crédito simple o al mutuo.

5. Debe fijar con precisión los bienes que afecten en garantía y señalar los
demás términos y condiciones del convenio.

6. En su caso, los bienes sobre los que se constituya la prenda pueden


quedar en poder del deudor, quien lo puede utilizar de la forma que se
pacte en el contrato y quien se constituye como depositario judicial.

7. Del monto del refaccionario no se puede destinar más de 50 % a cubrir


pasivos fiscales.
De igual manera, los créditos de habilitación y de refacción son preferenciales
de acuerdo con las siguientes reglas: los créditos de avío, debidamente
registrados, se pagan con preferencia a los créditos refaccionarios, y ambos,
con preferencia a los hipotecarios inscritos con posterioridad. Asimismo,
cuando el traspaso de la propiedad o negociación se efectúe sin consentimiento
previo del banco, dará a éste el derecho de rescindir el contrato o dar por
vencida la obligación exigiendo el pago inmediato.

Vigilancia en la inversión de ambos créditos

Es de suma importancia que los acreedores tengan el derecho a designar


interventores con la finalidad de hacer una vigilancia exhaustiva sobre la
aplicación adecuada del importe de los créditos de acuerdo al contrato.

En el caso que se demuestre que los fondos, por parte del acreditado, sean
destinados a un fin diferente al que se acordó en los términos o, en su caso, no
se atiende la negociación con la debida diligencia, el acreedor estará en la
facultad para rescindir el contrato, vencida anticipadamente la obligación y en
este caso exigir el reembolso inmediato del principal y los intereses.

Tratamiento singular en la práctica bancaria

Teniendo las características particulares de los créditos de habilitación o avío y


refaccionarios, las instituciones crediticias también se deben ajustar a los
siguientes apartados:

1. Debe analizar los proyectos de inversión y en general la viabilidad que


guardan los estados financieros para determinar su situación financiera, así
estará en la condición suficiente para elaborar una calificación administrativa
sobre la autenticidad y el valor de las garantías.

2. Si el acreditado por situación de inviabilidad económica, necesitara


reestructurar, podrán modificar las condiciones y las características del nuevo
financiamiento posterior a la revisión de la viabilidad del proyecto, para el
cumplimiento de sus obligaciones.

3. En el caso del acuerdo de las partes para la firma del contrato deben
consignarlo ante fedatario público en escritura o contrato privado firmado y
ratificado.

4. Se pueden constituir garantías reales sobre bienes muebles o inmuebles sin


menoscabo de las demás garantías exclusivas de este tipo de crédito.

5. El acreditado puede usar y disponer de los bienes pignorados que


permanezcan en su poder, si así lo estipula el contrato.
6. Cuando se trate de créditos refaccionarios no se podrá exceder el pago a
pasivos por más del 50%, salvo que la CNBV lo autorice.

7. Las hipotecas deben comprender las concesión o autorización


correspondiente en su caso.

8. Los bancos deben permitir la explotación de los bienes en condiciones de


hipoteca por las condiciones naturales de su uso y también cuando sean bienes
concesionados al servicio público con las modificaciones necesarias para la
prestación del servicio.

9. Se deben registrar las hipotecas en el registro público de la propiedad; en


tanto el crédito sea totalmente liquidado la institución de crédito debe girar la
carta correspondiente para la liberación respectiva.

10. Las garantías prendarias se constituyen como lo indica la LGTOC, para lo


cual tendrán los efectos necesarios con solo ser consignados en el documento.

En el caso de los créditos otorgados para la adquisición de bienes de consumo


duradero, en el comprobante fiscal que acredite la propiedad del bien se debe
consignar la anotación prendaria; asimismo el acreditado la conserva en
calidad de depósito y éste no se podrá revocar mientras se cumpla con los
términos del contrato.

El descuento y la cuenta corriente en los títulos


de crédito
Descuento
El descuento es la operación por la que el banco paga de forma anticipada una
letra de cambio a través de la deducción de un porcentaje, sin embargo, no es
una operación de carácter exclusivamente bancario.

Dentro de esta operación encontramos como elementos personales al


descontador y al tomador; en el primer caso puede ser una institución
bancaria, los almacenes generales de depósito y las unidades de crédito; es
común que las entidades descontadoras recurran a otras entidades bancarias
para que a su vez les reciban los documentos para llevar a cabo un
redescuento. En este sentido, la operación de descuento guarda una cercana
relación con el factoraje financiero, ya que este último es el género y el
descuento la especie.

En ambos casos recaen los títulos de crédito en numerario y a plazo, que el


tomador adquiere en descuento de una parte del valor principal. Más adelante
se revisará lo referente al factoraje financiero.

Concepto
Debemos considerar que, para nuestra legislación, el descuento de títulos de
crédito es una operación de crédito exclusiva del sistema bancario, aunque de
acuerdo a la doctrina no es una operación bancaria exclusiva, en el medio
mexicano ya no se utiliza y sólo existe en la ley, por lo que en términos reales
en mi opinión se puede considerar como letra muerta.

¿Sabía que…?
El descuento que está contemplado en la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito en los artículos 288 al 290 como descuento en
libros.

Cualquier clase de crédito puede ser objeto de descuento, pero como en la


práctica el descuento de los títulos de crédito es la de más frecuencia y
además es la que contempla el temario de nuestra asignatura, será la que
analicemos.

En esencia, la operación de descuento consiste en la adquisición por


parte del descontador, de un crédito a cargo de un tercero, de que es
titular el descontatario, mediante el pago al contado del importe del
crédito, menos la tasa del descuento.

Elementos personales

Como elementos personales se encuentran los mencionados en el concepto de


descuento de los títulos de crédito, y son:

Descontador:

Por parte del descontador debe ser una institución de crédito que para realizar
su función debe estar legalmente autorizada de acuerdo a la ley general de
organizaciones y actividades auxiliares de crédito y que son las siguientes.

A. La institución de crédito
B. El almacén general de depósito.
C. Las uniones de crédito.
D. Las arrendadoras financieras.
E. Las empresas de factoraje financiero.

Descontatario:

Como segundo elemento personal del descuento de los títulos de crédito,


tenemos al descontatario, que ésta invariablemente puede ser cualquier
persona física o persona moral.
Documentos objeto del descuento

1.- Son descontables los documentos emitidos en dinero como títulos de


crédito.

2.- Se debe consignar una forma de vencimiento, así sea a la vista siempre
que no haya vencido.

3.- En caso de ser exigible la figura cambiaría, será:


a. Compraventa del título de crédito

b. Cesión de crédito

Relación que guarda el descuento en la operación de factoraje o


Factoring

Las entidades de factoraje financiero operan por la facultad que les otorga la
Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, y son
personas jurídicas autorizadas y especializadas que, conforme lo establece la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en su artículo 408, el
arrendador puede adquirir bienes los cuales cederá a sus clientes el uso o goce
temporal a un plazo forzoso efectuando el pago de la contraprestación
correspondiente y al finalizar el contrato podrá optar por la compra; la
prórroga del plazo o a participar junto al arrendador de la venta de los bienes o
servicios a cambio de un precio determinado, estas empresas de factoraje
podrán ser bancos, cajas de ahorro, u otro tipo de compañías especializadas.

Mediante el contrato de factoraje, es una alternativa que permite disponer


anticipadamente de las cuentas por cobrar. En esta operación, la empresa de
factoraje financiero pacta con el cliente en adquirir derechos de crédito que
éste tenga a su favor por un precio determinado en moneda nacional o
extranjera independientemente de la fecha y forma en que se pague.

Por medio de esta operación la empresa de factoraje ofrece liquidez a sus


clientes, es decir, que tiene la posibilidad de disponer inmediatamente de
dinero para hacer frente a sus necesidades y obligaciones, o si es el caso,
realizar inversiones.

Diferencias entre el descuento de títulos de crédito y el descuento de


crédito en libros

El descuento de títulos de crédito, como se mencionó anteriormente, es un tipo


de operación de crédito que no está regulada en la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, sin embargo, los títulos objeto de descuento, entran
dentro de este tipo de operación o contrato.
En cambio, el descuento en libros y su regulación contenida en la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito son, prácticamente, letra muerta debido a
que este tipo de operación tiene una forma poco ágil para ser operada
totalmente alejada de la flexibilidad propia del descuento; incluso comparada
con el factoraje financiero.

No es necesario que los créditos estén documentados en títulos de crédito,


pero sí deberán aparecer en los libros de un comerciante, por eso se considera
regulada por una sola especie. Otro aspecto es que este tipo de crédito debe
ser exigible a plazo fijo con previo aviso; y en su perfección como elemento
subjetivo, este tipo de contrato es estrictamente bancario.

Cuenta corriente
La cuenta corriente bancaria es un contrato entre una persona o empresa y un
banco, a través del cual el primero deposita dinero para girarlo mediante
cheques, o bien puede ser extraído mediante cajero automático y también se
pueden hacer pagos mediante una tarjeta de débito, pagos automáticos de
cuentas de servicios, o pagar o girar dinero hacia otras cuentas a través del
sitio web del banco.

Para cada una de estas transacciones, el contrato obliga al banco a hacer los
pagos correspondientes siempre que haya dinero en la cuenta o exista una
cantidad de dinero disponible en una línea de crédito asociada a la cuenta; lo
anterior implica que el cliente debe conservar cierta cantidad de dinero en la
cuenta o bien pagar la línea de crédito cuando haya sido ocupada.

Aunado a lo anterior, la institución bancaria se obliga a entregar una chequera,


tarjeta de cajero automático, que al mismo tiempo puede ser una tarjeta de
débito, dar acceso seguro a un sitio web (en caso de contar con él), e incluso
otorgar una línea de crédito, cuyo monto dependerá de las características del
cliente.

Concepto y naturaleza jurídica

En este tipo de contrato existe un traslado de dominio debido al intercambio de


la propiedad, que es manifiesta, en la entrega de cada remesa y no es
exclusivamente bancario debido a que puede ser celebrado por particulares.

Existe una relación entre partes que deriva de una relación de negocios, de la
cual convienen que los créditos y deudas que arrojen la interacción de sus
operaciones se efectúen por un tiempo determinado; en esta figura se pierde
la individualidad y se crean dos masas contrapuestas, acreedor y deudor.
La Ley establece…
Artículo 302. En virtud del contrato de cuenta corriente, los créditos
derivados de las remesas recíprocas de las partes, se anotan como partidas de
abono o de cargo en una cuenta y sólo el saldo que resulte a la clausura de la
cuenta constituye un crédito exigible y disponible (LGTOC, art. 302, 2018: 55).

Elementos personales

Los elementos personales pueden ser personas físicas o morales, con la


característica ordinaria de estar integrada por dos partes, pero a los cuales de
acuerdo a la Ley son calificadas como cuentacorrentistas los cuales no
tienen límites que el estar disminuidos en sus posibilidades de ejercer el
comercio.

Elementos objetivos

Se le llaman elementos objetivos a los que le otorgan la característica


particular a la cuenta corriente y son las remesas reciprocas entre los
cuentacorrentistas que pueden ser en dinero, bienes o servicios; entre ambos,
la propiedad transferida es lo que motiva una anotación en la cuenta
corriente como partidas de cargo y abono que asientan en sus registros
correspondientes. De esta manera, es exigible el saldo disponible a la vista en
los términos y condiciones pactados. En el caso de la cuenta la liquidación, de
acuerdo a la Ley, debe ser en seis meses salvo pacto en contrario.

En un sentido estricto no es un contrato formal, dado que no está estipulado


en la ley, sino que está basado en el mero consentimiento, ejecutado en la
actualidad, por medio del intercambio de reportes electrónicos y operado por
medio de transferencias electrónicas.

Distinción con otras operaciones semejantes

La distinción primordial de este tipo de contrato con otras operaciones


semejantes es la diferencia en esencia por la doble función del deudor y
acreedor alternadamente, lo que impide establecer sencillamente el importe
final para la clausura del saldo por lo que no permite identificar
anticipadamente cuando una de las partes sea acreedora o deudora.

Individualidad de los créditos

Una cuenta mantiene su individualidad siempre que sea específica y


pormenorizada, pero al formar parte de una cifra total acreedora o deudora
impide que en este sentido pueda separarse por que pierde su individualidad y
en su caso la exigibilidad, debido a que se han integrado a un saldo final en la
época de su clausura.
Un crédito que genera una cuenta corriente puede conservar su individualidad
cuando esté constituido con una garantía real, será entonces que el
cuentacorrentista podrá asumir el derecho para hacer efectiva la garantía,
hasta por el monto que se haya garantizado, pero solo por el saldo del que sea
acreedor.

Inembargabilidad de los créditos

Como una consecuencia de que la cuenta corriente al estar constituida por


varios créditos sea indivisible, solo será embargable el saldo a la fecha de
ejecución, posterior a ese momento no se afectaran las futuras operaciones,
por lo cual, no se van a considerar como nuevas las resultantes de un derecho,
correspondientes al otro cuentacorrentista, existentes al momento del
embargo. Así, el cuentacorrentista embargado, deberá avisar al otro y este en
su caso podrá solicitar la terminación inmediata.

Clausura, terminación y sucesión de la cuenta

De conformidad con la legislación correspondiente, la clausura de una cuenta


corriente se podrá operar cada seis meses salvo que ambas partes pacten en
contrario; por lo cual se pagará el saldo liquido exigible a la vista.

Si se quiere llevar el saldo a una cuenta nueva, el importe va a causar


intereses de acuerdo a lo que se acordó con las otras remesas y en caso de no
haberse pactado será éste al tipo de tasa legal. Se tendrán tres los supuestos
de terminación del contrato de cuenta corriente de conformidad con lo
siguiente:

o Con el vencimiento del plazo convenido.

o En caso que cualquiera de los cuentacorrentistas solicitará, en cualquier


momento, la clausura deberá denunciar el contrato dando aviso al otro
cuentacorrentista con diez días de anticipación a la fecha de clausura.

o Con la muerte o incapacidad de uno de los cuentacorrentistas no termina


el contrato, serán los herederos o representantes, o en su caso, el otro
cuentacorrentista los que opten por la terminación del mismo.

Prescripción de las acciones derivadas del contrato

De acuerdo con la LGTOC se tendrán seis meses a partir de la clausura de la


cuenta para ejercitar las acciones que permitan la rectificación de los errores
en relación a los calculo, las omisiones o duplicaciones de contrario estas
prescribirán (LGTOC, art. 309, 2018: 56).
Para poder hacer la reclamación sobre el pago del saldo que sea exigible, la
LGTOC no estipula ningún artículo al respecto, por lo que supletoriamente se
tiene que aplicar lo estipulado en el Código de comercio en el cual se indica
que la prescripción ordinaria en materia comercial se completará en el
transcurso de diez años (Código de Comercio, art. 1047, 2019: 100).

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