PRINCIPIOS
DE LA
SEÑALIZACIÓN
FERROVIARIA
TRATADO GENERAL FERROVIARIO
NOCIONES BÁSICAS DE LA SUPER
ESTRUCTURA DE VÍAS FÉRREAS – CAPÍTULO 2
En esta Sección 2.9 se analizará lo concerniente a la Teoría
del descarrilo o descarrilamiento de un vehículo en las vías
férreas.
OSCAR MANUEL ALVAREZ IBERLUCEA
Mayo del 2005
2.9. Teoría del Descarrilamiento
2.9.1. Generalidades
En la medida que evolucionaron los trenes, se ha tratado de incrementar las
velocidades de transito de los mismos, tratando al mismo tiempo de reducir el peso
muerto por ejemplo de los coches remolques o de las locomotoras y vagones. Pero
ocurre que a medida que se reduce el peso y se aumenta la velocidad disminuye la
estabilidad de marcha y la seguridad al descarrilamiento en el sistema de guiado con
rieles convencionales.
La seguridad contra el descarrilamiento entonces, se convierte en un estudio muy
importante para la evolución del transporte por ferrocarril, de esta manera se ha
considerado el análisis propuesto por los Ingenieros Nadal y C. Laffite, como las
teorías del descarrilamiento, para determinar la mayor seguridad de circulación de los
trenes.
Se recurre entonces a métodos que proporcionaran una reducción en los efectos
dinámicos en caso de accidentes, procurando así mayor seguridad y menor daño
usando una concepción estructural liviana.
2.9.2. Teoría del Descarrilamiento – Fórmulas de NADAL y LAFFITE
El análisis de la teoría del descarrilamiento y las relaciones o fórmulas de Nadal y
Laffite, representan las consideraciones mínimas usadas clásicamente como criterio o
definición para la seguridad de la circulación. Se pasará a explicar algunas de las
consideraciones previas sobre la inscripción en curvas de los vehículos ferroviarios.
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Fig. 2.9.1 Posición extrema oblicua, limite de la marcha libre.
2.9.2.1. El Material Rodante Clásico en Marcha
Cuando un vehículo pasa de una alineación recta a una curva sigue la dirección
rectilínea hasta que el borde de la pestaña de la rueda exterior delantera choca contra
el riel exterior obligándole a cambiar de dirección. Es ésta la llamada "posición
extrema oblicua, límite de la marcha libre". Véase la figura 2.9.1
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Fig. 2.9.2 Giro del bogie hasta la posición de la extrema simétrica, limite de la marcha
forzada.
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Siguiendo su marcha en la curva, el vehículo gira sobre sí mismo adoptando
posiciones comprendidas entre la anterior y una posición llamada "extrema simétrica,
límite de la marcha forzada" la cual ocurre cuando el excedente de fuerza centrífuga
lanza al eje posterior contra el carril exterior. Véase la figura 2.9.2
La posición que se presenta en la figura 2.9.2, corresponde a la extrema simétrica no
encajada y ocurre cuando el ángulo de ataque positivo de la rueda exterior delantera
ha disminuido hasta su valor mínimo, al chocar contra el riel exterior, gira el bogie y
presiona la rueda exterior trasera contra el riel exterior con un ángulo de ataque
negativo.
Dependiendo del sobre ancho de la vía, el radio de la curva y el largo de la base
rígida, por ejemplo en los vagones de dos ejes en curvas de radio reducido y sobre
ancho mínimo, cabe la posición extrema simétrica encajada, límite de la marcha
forzada. Véase la figura 2.9.3
El estudio de la inscripción de un vehículo en curva se basa, en dos posiciones límite
fundamentales:
x Posición extrema oblicua, límite de la marcha libre (Fig. 2.9.1).
x Posición extrema simétrica, límite de la marcha forzada (Fig. 2.9.2).
Estos casos de posición de la rueda oblicua al carril, en los cuales el contacto entre
ambos se hace en dos puntos: uno sobre la rueda y el otro sobre el lado de la
pestaña, son las situaciones más propicias al descarrilamiento.
El choque de la pestaña con el riel, es decir, el contacto de la rueda con el mismo en
dos puntos, también ocurre en el movimiento de serpenteo o lazo de los vehículos en
los alineamientos rectos debido al juego u holgura entre pestañas y carriles.
Debido a dicho juego u holgura entre pestañas y carriles el par de ruedas, en su
movimiento de avance, puede ocupar una posición oblicua con relación a aquellos
formando con los mismos un ángulo de ataque M, en analogía con la circulación en
curva. Véase la figura 2.9.4.
El movimiento de lazo aumenta con la velocidad y puede ser de gran importancia, e
incluso violento, con riesgo de descarrilamiento.
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Fig. 2.9.3 Inscripción de la rodadura en curvas posición encajada.
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Fig. 2.9.4 Movimiento de serpenteo o lazo.
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En todos estos casos, de posición oblicua de la rueda al riel, según un ángulo de
ataque M, el contacto con éste se realiza en dos puntos, uno sobre la rueda y el otro
sobre el lado de la pestaña. Si el radio del acuerdo de la pestaña es suficientemente
amplio, la línea de contacto es única, tal como AB', figura 2.9.6. El punto B' se aleja
de A cuanto mayor es el ángulo de ataque M y menor la inclinación del lado de la
pestaña.
Pueden existir dos líneas de contacto, por desgaste de la rueda, y cuando el radio del
acuerdo de la pestaña es menor que el del riel.
En el movimiento de rotación de la rueda, su eje instantáneo corresponde a la
generatriz de contacto que pasa por el punto A y el desplazamiento de un punto de
ella, tal como B', es un arco de círculo cuyo centro está sobre esa misma generatriz.
Los puntos de esa línea de contacto, como B', se deslizan sobre el riel venciendo la
fuerza de rozamiento originada por el empuje lateral que actúa sobre la línea de
contacto de las superficies de rueda y riel.
Fig. 2.9.5 Detalle de los acuerdos de la pestaña y riel.
Mientras se produzca el deslizamiento la rueda no subirá sobre el riel. Sin embargo,
si la fuerza de rozamiento llega a un valor suficientemente grande, debido a ese
empuje lateral, para que dicho deslizamiento cese, el punto B' se inmoviliza,
convirtiéndose en centro instantáneo de rotación y la rueda se levanta por detrás
girando alrededor de B'. Entonces, este pasa a ser el punto de aplicación de la carga
P y de la resultante de las fuerzas de rozamiento horizontales de todas las ruedas del
vehículo. El punto B', que al principio se encuentra sobre el acuerdo de la pestaña,
pasa así rápidamente al lado inclinado de la misma y, a menos que el valor de P sea
suficientemente grande, la rueda monta al riel. Gráficamente esto se explica según
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ilustra la figura 2.9.5.
Fig. 2.9.6 El radio del acuerdo de la pestaña es suficientemente amplio.
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La rueda transmite al riel la carga P y el empuje lateral X, los cuales tienen por
resultante la fuerza R. Dicha resultante R admite una componente N perpendicular al
plano tangente que contiene a la generatriz de contacto rueda-riel
rueda riel que pasa por el
punto B' analizado, y una componente T en dicho plano tangente inclinado.
En principio la rueda, empujada por la reacción de guiado gira sobre el acuerdo de la
pestaña y desliza en el plano inclinado de la misma mientras el valor de P sea
suficientemente grande.
En la medida que disminuya el valor de la carga P en la rueda y/o aumente el de la
fuerza X, disminuirá la componente T y aumentará fN. Al igualarse cesa el
deslizamiento, inmovilizándose el punto B' que pasó al lado inclinado de la pestaña, el
cual se convierte en centro instantáneo de rotación, y la rueda monta al riel
produciéndose el descarrilamiento.
En ese momento de equilibrio, antes del descarrilamiento, se cumple la siguiente
relación:
donde \ es el ángulo de rozamiento y , el coeficiente de rozamiento
r
rueda-carril.
La ecuación 2.9.3 es la expresión que es conocida como fórmula de NADAL, que no
toma en cuenta la influencia del ángulo de ataque ni el diámetro de la rueda.
La fórmula del Ingeniero español C. Laffite es, en tal sentido, más completa, como se
demostrará. Como se dijo, observando la figura 2.9.6, el valor de u y también el de h
dependen del ángulo de ataque.
El valor de h puede tomarse, en promedio, igual a 9 milímetros para una rueda de 840
mm a 2.000 mm de diámetro en su círculo de rodadura y para ángulos de ataque
entre 0° y 2°.
El valor u queda determinado por la fórmula:
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Observando la figura 2.9.7, puede verse que la trayectoria elemental del punto B' es
normal a AB' y forma un ángulo J con la vertical. Por lo tanto el esfuerzo de
rozamiento fN no se proyecta verticalmente sino con la inclinación J y su proyección
ortogonal vale:
Fig. 2.9.7 Detalle en tres dimensiones de cómo es medido el ángulo J.
En consecuencia, la fórmula [4.2], se convierte
vierte en la fórmula de Laffite:
El término , ha probado que constituye una eficaz medida para evaluar la
seguridad del rodamiento.
El valor del ángulo de inclinación del lado de la pestaña de la rueda está comprendido
entre: .
Las investigaciones han demostrado que , es generalmente mucho más pequeño
que 1,0 para el rodamiento normal del vehículo.
Es decir que prácticamente se tiene la condición de que en el material móvil clásico
se necesita una carga mínima en la rueda igual o mayor que el máximo empuje lateral
que pueda recibir, para evitar el riesgo de descarrilamiento.
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