Estados Unidos
Antes de ser Estados unidos
Los conocidos como indios americanos son los pueblos indígenas de América del norte. Algunas de las tribus de indios
americanos más conocidas son los apaches, los sioux, los cheroquis o los cheyenes, pero existieron otras muchas como los pies
negros, los arapajó o los navajos. Estas contaban con un gran número de población y además desempeñaron un papel destacado
en la historia de los Estados Unidos. A partir del descubrimiento de América, por Cristóbal Colón, holandeses, franceses,
españoles e ingleses se lanzaron a explorar, ocupar y explotar América del Norte. Las guerras de los puritanos contra los nativos
americanos, quienes, para sobrevivir, hasta 1898, libraron contra los blancos 108 guerras... Y las perdieron todas, pues su
enemigo fue “innumerable y fiero”; tanto más cuanto que pretendía ser el instrumento divino para “renovar y reorganizar” el
mundo occidental; pues, siendo caucásico estaba destinado por el Creador a expandirse y a exterminar o absorber a las razas
inferiores; solo así se cumpliría una ley de la naturaleza en tal sentido.
Los Estados Unidos de hoy
Estados Unidos es el tercer país más grande del mundo, con casi 10 000 000 kilómetros cuadrados; además, es el tercer país con
la población más grande del mundo con casi 319 millones de personas. EE. UU. limita al oeste con el océano Pacífico, al este con
el océano Atlántico, al norte con Canadá y al sur con México.
Canadá
Océano Pacifico Estados Unidos
Océano Atlántico
México
Su capital es Washington D.C. Fue colonia del Reino Unido hasta que declaró su independencia el 4 de julio de 1776. No
obstante, esta independencia sólo fue de trece Estados del este. A lo largo de su historia Estados Unidos ha incrementado su
territorio hacia el oeste a costa de los territorios colonizados por España y Francia; y de México.
La moneda de Estados Unidos es el dólar estadounidense, que gracias a su gran potencial económico se ha convertido en la
divisa internacional por excelencia.
Estados Unidos no tiene un idioma oficial pero la lengua mayoritaria es el Inglés, seguido del Español. No obstante, y gracias al
carácter netamente inmigrante de la población, se hablan la mayoría de los idiomas del mundo. El hecho de que sea el inglés la
lengua mayoritaria hace que las leyes, las decisiones del gobierno y la justicia se redacten en inglés.
Destino manifiesto
La constante injerencia e intervencionismo de Estados Unidos en el mundo obedece a una ideología impuesta desde sus
primeros días como nación, en los tiempos de la colonia y posguerra de independencia; el Gobierno se basó en el pensamiento
del "Destino Manifiesto" para invadir y actuar contra otras naciones.
La filosofía del "Destino Manifiesto" se basa en la convicción de que Dios eligió a Estados Unidos para ser una potencia política y
económica, una nación superior al resto del mundo. La forma de demostrarlo era "extenderse por todo el continente”.
Cada 4 de julio, los estadounidenses en todo el mundo reflexionan con gratitud sobre la Declaración de Independencia de
nuestra gran nación. El 4 de julio de 1776 marcó el inicio de un viaje continuo hacia la vida, la libertad y la búsqueda de la
felicidad. Durante los últimos 244 años, los Estados Unidos han pasado de ser grupos de colonos que buscaban la libertad de
culto, la libertad personal y refugio de persecución a ser una nación que la mayoría creía que no sobreviviría, que aceptó con
renuencia el rol de líder mundial y que hoy es la democracia más antigua y la economía más fuerte del mundo.
LA INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS BRITÁNICAS EN NORTEAMÉRICA
La rebelión de las colonias que el Reino Unido poseía en el norte de América constituyó la primera revolución de carácter
burgués y el precedente de otras posteriores (R. Francesa, de las colonias americanas de España, etc.). Su importancia radicó en
que por vez primera se puso en práctica de forma real y concreta una organización política de carácter liberal asentada sobre las
bases ideológicas de la Ilustración.
Las 13 colonias antes de la revolución
A mediados del siglo XVIII Gran Bretaña poseía en la costa atlántica del Norte de América 13 colonias:
Desde el punto de vista económico
Habían alcanzado cierta prosperidad. Las 8 del norte basaban su pujanza en la industria y el comercio y estaban lideradas por una
rica burguesía. Las 5 del sur eran agrícolas (plantaciones de algodón, tabaco y arroz trabajadas por esclavos negros) y su clase
adinerada estaba compuesta fundamentalmente por terratenientes.
Tanto unas como otras, desde una práctica mercantilista, estaban sujetas al llamado "Pacto Colonial" que las obligaba a
suministrar materias primas a la metrópoli a cambio de recibir sus manufacturas.
Desde el punto de vista político
Dependían de la Corona Británica (su rey era Jorge III), gozaban de escasa autonomía y los gobernadores británicos constituían
la máxima autoridad. No poseían representación en el Parlamento Británico, y era precisamente allí donde se decidían los
asuntos importantes que les concernían, tales como la fijación de impuestos. La ausencia de participación política generaba
malestar entre los colonos, deseosos de alcanzar cierto grado de autonomía.
Causas de la revolución de las 13 colonias
Estructurales
Desde mitad del siglo XVIII existían una serie de factores (economía dependiente, falta de autonomía política) que dañaban las
relaciones entre colonos y Metrópoli.
El desencadenante de la revuelta
Se produjo tras la Guerra de los Siete Años que Inglaterra había mantenido con Francia (entre 1756 y 1763). Este conflicto generó
una crisis financiera del Estado que la Corona intentó paliar recurriendo al forzoso concurso económico de los colonos en forma
de nuevos impuestos.
Uno de estos impuestos fue la Stamp Act o "Ley del timbre" (1765), sello que gravaba la adquisición de documentos oficiales y la
prensa. La oposición de las colonias a lo que consideraban una tasa abusiva obligó a la Corona a retirarla.
Sin embargo, más tarde, en 1767, fueron establecidos otros impuestos (Townshend Acts) que gravaban el papel, el vidrio, el
plomo y el té. Townshend Acts
Los colonos consideraron ilegítimas tales contribuciones y denunciaron la imposibilidad de disponer de representación en los
foros donde se decidían iniciativas de tal calibre. Las protestas no se hicieron esperar y alcanzaron especial gravedad en 1770,
año en que tuvo lugar la llamada "Matanza de Boston". Matanza de Boston
Ante la violenta reacción de los colonos, la Corona decidió retirar todas las tasas, salvo la del Té, hecho que provocó el llamado
"Motín del Té" acontecido en el puerto de Boston (1773).
La respuesta a tales hechos por parte de la Corona se concretó en las llamadas "Leyes Coercitivas" de 1774, denominadas por los
colonos "Leyes Intolerables", que se aplicaron a la colonia de Massachusetts y que supusieron, entre otras consecuencias, la
clausura del puerto de Boston.
En septiembre de 1774 se celebró un Congreso en Filadelfia (Pensilvania) que impulsó la colaboración de las colonias frente a las
acciones británicas. Todavía no se defendía la independencia respecto a la metrópoli y la reunión se limitó a una serie de
reivindicaciones expresadas a través de una Declaración de Derechos y Agravios.
La guerra de independencia de las 13 colonias
La guerra se inició en abril de 1775 con la batalla de Lexington y presentó las siguientes características:
En ella intervinieron dos concepciones militares distintas:
De un lado, el ejército regular colonial británico reforzado por 17.000 mercenarios, al que se unieron diversas tribus indias. Sobre
el papel era muy superior al de los colonos pero el alejamiento de sus bases logísticas le restaba eficacia.
Del otro, la improvisada fuerza armada de los colonos, en principio desorganizada, pero convertida con el tiempo por George
Washington en un efectivo instrumento militar.
Fue una guerra de carácter internacional
A partir de 1778 (tras la petición de ayuda del científico Benjamín Franklin) las potencias absolutistas Francia (Lafayette) y España
intervinieron en apoyo de la joven República. Su pretensión era debilitar a Inglaterra. Así mismo intervino Holanda.
Se desarrolló en varias fases
Tras una primera etapa favorable a Gran Bretaña, el conflicto cambió de rumbo a raíz de la victoria de los colonos en Saratoga
(1777). La batalla de Yorktown (1781) decidió el resultado del conflicto que concluyó definitivamente en 1783 tras la firma de la
Paz de Versalles, por la que Gran Bretaña reconoció la independencia de sus colonias.
La creación de un nuevo estado
El nuevo Estado surgido de la revolución se asentó sobre un conjunto de valores e instituciones inspirados en el
pensamiento liberal e ilustrado que se extendieron posteriormente a otros países.