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Panamá Durante La Segunda Guerra Mundial

Panamá fue de gran importancia estratégica para las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial debido al Canal de Panamá. Panamá proporcionó un vínculo vital entre los océanos Atlántico y Pacífico que fue clave para el comercio y la defensa del hemisferio. Estados Unidos estableció fuertes defensas en Panamá, incluidas bases aéreas y navales, aunque Panamá nunca fue atacada directamente. La guerra también tuvo consecuencias económicas y sociales para Panamá,
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Panamá fue de gran importancia estratégica para las fuerzas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial debido al Canal de Panamá. Panamá proporcionó un vínculo vital entre los océanos Atlántico y Pacífico que fue clave para el comercio y la defensa del hemisferio. Estados Unidos estableció fuertes defensas en Panamá, incluidas bases aéreas y navales, aunque Panamá nunca fue atacada directamente. La guerra también tuvo consecuencias económicas y sociales para Panamá,
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Panamá Durante La Segunda Guerra Mundial

PANAMÁ DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La historia de Panamá durante la Segunda Guerra Mundial comienza en 1939. Debido a que
el Canal de Panamá controlado por Estados Unidos atravesó el centro del istmo, Panamá
fue de gran importancia estratégica para las fuerzas de guerra aliadas, así como la ubicación
estratégica más importante de América. Panamá durante la Segunda Guerra Mundial
proporcionó un vínculo invaluable entre los océanos Atlántico y Pacífico que fue vital tanto
para el comercio como para la defensa del hemisferio occidental. Por lo tanto, la defensa de
la Zona del Canal fue la principal preocupación de los Estados Unidos en el Teatro
americano. Panamá nunca recibió asistencia de la ley de préstamo y arriendo
estadounidense, pero a cambio de los derechos para construir infraestructura militar dentro
del territorio panameño, Estados Unidos emprendió proyectos de obras públicas a gran
escala, que contribuyeron mucho a modernizar el país e impulsar la economía.
DEFENSAS

En 1939, la fuerza total de la guarnición llegó a aproximadamente 13.500 hombres. En los


próximos años, las defensas en Panamá fueron mejorando gradualmente, y la población
estadounidense en la Zona del Canal creció. En el apogeo de la guerra, 65,000 soldados
estadounidenses estaban estacionados en Panamá, más decenas de miles de empleados
civiles y otro personal militar. Entre la nueva infraestructura militar en Panamá estaba una
base aérea, Howard Field, que era necesaria para la operación de aviones modernos. Otras
instalaciones, como Albrook Field, la base naval de Coco Solo y las defensas costeras, se
ampliaron y modernizaron. A pesar de las fuertes defensas y la importancia del Canal para
el esfuerzo de guerra aliado, Panamá nunca fue atacada por el Eje, y la amenaza de uno
parecía disminuir cada vez más a medida que avanzaba la guerra. Sin embargo, tanto los
alemanes como los japoneses desarrollaron planes para bombardear el Canal con aviones
desplegados desde submarinos. El plan alemán, con nombre en código Operación Pelikan,
fue abortado por razones desconocidas a fines de 1943, justo después de que se
completaron los preparativos. La operación japonesa estaba programada para mediados de
1945, pero también fue abortada porque para entonces la guerra casi había terminado, por
lo que bombardear el Canal no era tan urgente como detener a la flota estadounidense que
avanzaba a través del Pacífico.
MEDIDAS DE SEGURIDAD TOMADAS POR PANAMÁ PARA EVITAR SER
ATACADA

En 1939, el gobierno británico promulgó la ley Blackout. Esta era una ley civil cuyo
objetivo era regular la iluminación de las grandes ciudades, para que en el caso de un
ataque aéreo se pudieran apagar rápidamente las luces y así evita guiar a los aviones
enemigos en sus misiones de bombardear puntos estratégicos.
Luego de la entrada de los Estados Unidos a la guerra, Panamá tuvo que acatarse a esta ley
en gran parte por el Canal interoceánico. Algunas de las medidas incluían cubrir las
ventanas de las casas y los comercios con materiales y telas de colores obscuros, al igual
que los faros de los autos. El individuo que no pusiera en práctica esta ley, podía ser sujeto
a una multa severa.
Se crearon varias alarmas que indicaban apagar todas las luces, incluso la de los postes de
luz. Estas alarmas eran acompañadas de sonidos intermitentes de silbatos y sirenas. Otras
alarmas eran de prevención, con sonidos de sirenas largos y en los que se apagaban las
luces de las casas y comercios, pero se podía seguir transitando con precaución. Cuando
ya todo pasaba, se anunciaba una alerta blanca con campanadas en las iglesias y anuncios
por la radio.
En cuanto al Canal de Panamá, se colocaron cañones antiaéreos a lo largo de su extensión.
En 1942, más de 67,00 militares estadounidenses se hallaban acantonados en distintas
bases a lo largo de la nación panameña. Los Estados Unidos llegaron a tener cerca de 134
sitios de defensa en todo Panamá, con lo cual el país quedó prácticamente militarizado y
convertido en un posible objetivo militar de las potencias del eje.
REPERCUSIONES ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA SEGUNDA GUERRA
MUNDIAL EN PANAMÁ.

Los acontecimientos derivados de la segunda Guerra Mundial, crear a lo que se podría


denominar la avalancha y dólares en el país; la construcción en la zona del Canal de
nuevos aeropuertos, refugios, bases militares, hospitales, carreteras, emplazamiento de
artillería, radares, demandaron el empleo de mano de obra nacional y extranjera.
Existencia de los 134 sitios de defensa diseminados por el país, para contribuir en la
defensa del Canal, así como el paso por Panamá para el adiestramiento de miles de
soldados norteamericanos que gastaban su salario en el país, alentaron cierto bienestar
económico.
Surgieron pequeñas industrias y se modernizó, en alguna medida, la agricultura y la
ganadería para abastecer la creciente demanda. Al desarrollo de la producción nacional
ayudo también el hecho de que muchos Artículos dejaron de llegar al país, en virtud de
que el transporte marítimo durante la Guerra se vio alterado por el conflicto, y la
producción de las potencias industrializadas orientó abastecer a los frentes bélicos.
Las Panamá fueron múltiples: el auge del comercio, los altos salarios en la zona del Canal
y el impacto producido por miles de norteamericano circulando por el país, crearon una
situación muy particular en el país, principalmente en las ciudades terminales de Panamá y
Colón. En el caso particular de esta última, A quién se le llegó a llamar la “Costa de Oro”.

LA CUASI-MILITARIZACIÓN DEL ISTMO DE PANAMÁ


Como hemos visto, el estado de beligerancia creado entre los Estados Unidos y
las potencias del Eje afectó al país en forma considerable, No obstante, desde
mucho antes del ataque japonés a la base de Pearl Harbor, el 7 de diciembre de
1941, el gobierno americano comenzó a elaborar y poner en práctica una serie de
acciones y medidas a fin de defender lo que los norteamericanos llaman, la
"neutralidad y seguridad" del Canal de Panamá.

A raíz de la guerra, los países americanos se empezaron a reunirse a fin de tomar


acciones conjuntas que permitieron mantener la paz y seguridad del continente.
En Panamá se celebró, en 1939 al poco tiempo de haberse iniciado la segunda
Guerra Mundial, una conferencia interamericana de consulta, a fin de tomar las
medidas apropiadas, pues para entonces “existía la creencia de Que la paz el
continente se encontraba amenazada”.

Si bien el gobierno del Dr. Arias expresaba algunas simpatías por las potencias del
Eje y a pesar de la impresión que de él tenía el gobierno americano “como hostil
hacia los intereses de los Estados el estallido de la Segunda Guerra Mundial
obligó a los norteamericanos a negociar con el gobierno «pro-nazi» de Arias la
expansión de las defensas del Canal.

Tal como lo describe el Profesor Juan Antonio Tack, los altos jefes militares
americanos consideraban que las «operaciones defensivas desde dentro de la
Zona del Canal podrían ser altamente inadecuadas frente a un ataque sorpresivo
del poderío aéreo alemán». En las conversaciones iniciales con el gobierno del Dr.
Arnulfo Arias, el Departamento de Estado solicitó que «Panamá le arrendara 71
sitios de defensa — fuera de la Zona del Canal excluyendo el área Río Hato la
cual ya tenía un status especial para los americanos».

Desde entonces las discusiones sobre los sitios de defensa continuaron, no sin
confrontar serias dificultades, pues el Canciller panameño, Raúl de Roux, había
manifestado al Embajador de los Estados Unidos, el 11 de octubre de 1940, que
“para los panameños resultaba penoso saber que las fuerzas armadas de los
Estados Unid s querían tierras adicionales a menos de dos años de haberse
ratificado el Tratado de 1936… y que la renuncia de jurisdicción era una materia
dificil para los panameños patriotas y requería de una muy cuidadosa
consideración”.

Como es de todos conocido, el gobierno del Dr. Arnulfo Arias se mantuvo firme en
mantener la neutralidad del Istmo frente al conflicto bélico y opuso serios reparos y
objeciones a las pretensiones de Estados Unidos de obtener ciertas áreas de
terreno en la República, con el objeto de construir bases aéreas, instalaciones
eléctricas, detectores y otras obras militares más.

En ese contexto de tirantez se desarrollaron las negociaciones entre ambos


países, Por un lado, Estados Unidos presionaba y exigía los sitios de defensa
solicitados, en vista de la “gravedad de la situación mundial y en concordancia con
las obligaciones explícitas que Panamá contrajo en el Tratado de 1936”, Por su
parte Panamá exigía respeto a la neutralidad del istmo, así como una serie de
compensaciones económicas, la jurisdicción sobre los sitios de defensa, y la
construcción, por parte de Estados Unidos, de proyectos de cooperación
adicionales.

Así, Cuando el 7 de diciembre de 1941 se produjo el ataque de Japón a las bases


militases americanas en Hawái y en las Filipinas, el Presidente De La Guardia
declaró su solidaridad con el Gobierno de los Estados Unidos: ordenó que fueran
internados los súbditos japoneses residentes en el Istmo declaró que Panamá
continuará cooperando con Estaos Unidos “en forma leal, honrada, decidida y
enérgica en esta grave emergencia que amenaza vitales intereses de los dos
países”.

Por la Resolución NO 1 de 8 de diciembre de 1941, la Asamblea Nacional de


Panamá declaró la existencia de “un estado de guerra entre el Imperio de Japón y
la República de Panamá y que mientras dure tal estado, la República de Panamá
usaría todos los medios a su alcance para cooperar de manera efectiva en la
defensa del territorio nacional y de la obra del Canal de Panamá.

El 18 de mayo de 1942, la Cancillería panameña anuncio la firma de un acuerdo


con los Estados Unidos – Convenio sobre arrendamientos de sitios de defensa
suscrito entre el Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Octavio Fábrega y
al Embajador de los Estados Unidos en Panamá, Edwin C. Wilson. Mediante este
acuerdo se daba en arrendamiento a los Estados Unidos ciertas áreas de terreno -
unas 15,000 hectáreas en conjunto- dentro de la República, destinadas a la
defensa y protección efectiva del Canal. A su vez, los Estados Unidos mediante un
canje de notas efectuado en esa fecha en Washington, accedía a las 12 solicitudes
formuladas por Panamá en febrero de 1941.

En el documento de los 12 puntos se acuerda que tanto la policía militar como la


policía de la Zona del Canal únicamente usarán toletes cuando estén en territorio
panameño. Los Estados Unidos conviene cooperar en llevar a cabo la política
panameña en materia de inmigración, es decir promoverá la inmigración de los
elementos sanos y trabajadores que contribuyan al mejoramiento técnico,
económico, étnico y demográfico del país.

Si bien al momento de la firma del Convenio sobre arrendamiento de sitios de


defensa, no se dio a conocer la lista de los sitios solicitados por los Estados
Unidos, era obvio que se sabía que los norteamericanos habían pedido, ya no 71
sitios de defensa como lo habían hecho en 1940, sino alrededor de 136, los cuales
se distribuían a lo largo y ancho del territorio nacional, por lo cual el país quedó
prácticamente convertido en «un inmenso bastión militar”

LOS ACUERDOS SOBRE BASES MILITARES DE 1942 Y 1947.


Desde 1936, Panamá viene firmando tratados (Arias-Roosevelt) con los Estados Unidos
en donde Panamá tenía el deber de adoptar medidas de protección con el propósito de
defender el canal. El 7 de diciembre de 1941 ocurrió el ataque a Pearl Harbor Lo que llevó
a Estados Unidos a entrar a la Segunda Guerra Mundial. Luego Panamá sigue formando
convenios (Fabregas-WiIson) para protección del canal, los tratados y convenios firmados
estipulaban que las zonas de defensa serían devueltas a Panamá al año de finalizar la
guerra, pero los Estados Unidos no devolvían las áreas bajo el pretexto de que seguían
existiendo amenazas de guerra internacional.

Unos de los puntos más controversiales del "Acuerdo sobre arrendamiento de


sitios de defensa", o Convenio Fábrega-Wilson, era el artículo l, por medio del cual
se estableció que Panamá concedía a los Estados Unidos "el uso temporal para
fines dc defensa de los sitios..." Sin embargo, este mismo artículo contenía -
citando nuevamente al Profesor Tack- una fraseología que, posteriormente, al
terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945, se convirtió en uno de los puntos
claves del rechazo a que se vio obligado el Gobierno panameño, en 1947, de la
pretensión americana de continuar utilizando varios de tales sitios con un nuevo
Convenio de Bases. La fraseología se refería "al importante asunto de
la fecha de evacuación de las tierras ocupadas por los Estados Unidos como sitios
dc defensa, la cual de acuerdo con la interpretación panameña era un año
después de haberse suscrito el "Convenio definitivo de paz que haga cesar el
conflicto bélico"

Es decir que el Ejército de los Estados Unidos tenía que desalojar los sitios de
defensa, el 1 0 de septiembre de 1946, pero no lo hizo y continuó ocupando las
áreas arrendadas como si cl plazo acordado no hubiese vencido, Por el contrario,
ei gobierno norteamericano propicio y hasta presionó la negociación de un nuevo
acuerdo sobre sitios de defensa, el cual se llegó a firmar el 10 de diciembre de
1947 (Convenio Filós-Hines), Este acuerdo que se negoció en secreto, fue
rechazado unánimemente por diversos sectores del país cuando el mismo se llegó
a conocer. El Ejecutivo lo presentó a la consideración de la Asamblea Nacional

El 12 de diciembre de 1947, se realizó una gigantesca manifestación popular en


contra del proyecto del convenio de bases.

A pesar de la represión de que fueron objetos los manifestantes, el convenio


siguió discutiéndose hasta que El 22 de diciembre, los diputados, presionados por
las protestas y otros actos en contra del acuerdo, rechazan por unanimidad el
convenio de bases, aduciendo que el mismo 'no está inspirado en el principio de
igualdad jurídica de los Estados contratantes ni se sujeta a las normas del
Derecho Internacional y el espíritu del sistema interamericano de defensa", Sin
duda, el rechazo de este convenio fue un triunfo importante del nacionalismo
panameño, Luego de esa fecha, tos militares estadounidenses empezaron a
devolver al gobierno panameño los sitios arrendados y ocupados por ellos.
El Acuerdo de Base de 1942

El 2 de marzo de 1936 se firmó el Tratado General de Amistad y Cooperación


entre Panamá y Estados Unidos.

Dicho Tratado revisa ciertos puntos del Hay-Bunau Varilla de 1903. Importante
destacar lo que decía el artículo X que a la letra dice:

“En caso de conflagración internacional o de existencia de cualquier


amenaza de agresión en la que peligre la seguridad de la República de
Panamá o la neutralidad o seguridad de la Zona del Canal de Panamá y de
los Estados Unidos de América tomarán las medidas de prevención y
defensa que consideren necesarias para la protección de sus intereses
comunes. Las medidas que parezcan tomar a uno de los dos gobiernos en
guarda de dichos intereses y que afecten al territorio bajo la jurisdicción del
otro gobierno serán objeto de consulta entre los dos gobiernos”.

El base de la antes mencionada cláusula X de Tratado General de 1936 y por la


razón de la Segunda Guerra Mundial se firmó el 18 de mayo de 1942 el Convenio
de arrendamiento de sitios de defensa ubicados fuera de la Zona del Canal,
diseminados por todo el territorio nacional.

Presidente Ernesto De La Guardia

El 18 de mayo de 1 942, los Estados Unidos y Panamá finalmente firmaron un acuerdo para el
arrendamiento de 134 sitios que se utilizarán para la protección del canal. El acuerdo exigía que la
ocupación de los sitios terminara un año después del final de la guerra y que Estados Unidos pagara
$ 50 por hectárea al año por las bases, excepto Rio Hato, por la cual pagaría $ 1 0,000 al año.
Finalmente, Panamá recibió promesas para la finalización de varios proyectos de obras públicas,
incluida la carretera Río Hato, el puente sobre el canal y un tercer juego de esclusas para el propio
canal.
Irónicamente, a pesar de la cooperación del Presidente De La Guardia con los Estados Unidos, a lo
largo de la guerra, el gobierno estadounidense rechazó las reiteradas solicitudes panameñas de
asistencia de la ley de préstamo y arriendo, conocido como Lend-Lease. No nos beneficia dar a la
administración actual toda la salsa". Sin embargo, para recompensar a De la Guardia por sus
acciones y para reforzar la posición del presidente en el país, los Estados Unidos le proporcionaron
al nuevo gobierno cientos de armas automáticas, pistolas, botes y otros materiales de guerra, demás
de un arma permanente.

PRESIDENTE ENRIQUE JIMÉNEZ

El final de la guerra en septiembre de 1945 provocó otro malentendido entre Panamá y los Estados
Unidos. Si bien el tratado de paz no había entrado en vigencia, Panamá exigió que se renunciara a la
propiedad de los sitios de defensa, apoyando su reclamo en una
disposición subsidiaria del acuerdo que permite la renegociación después del cese de las
hostilidades. Anulando el deseo del Departamento de Guerra de mantener la mayoría de las bases
por un período indefinido, el Departamento de Estado reconoció la creciente insatisfacción
nacionalista y en diciembre de 1946 envió al Embajador Frank T. Hines a proponer una extensión
de veinte años de los contratos de arrendamiento en trece instalaciones. El presidente Enrique
Adolfo Jiménez, quien asumió el cargo en junio de 1945, autorizó un proyecto de tratado sobre la
oposición del ministro de Relaciones Exteriores y exacerbó el resentimiento latente.

Cuando la Asamblea Nacional se reunió en 1947 para considerar la ratificación, una multitud de 1
0,000 panameños armados con piedras, machetes y armas expresaron su oposición. En estas
circunstancias, los diputados votaron unánimemente para rechazar el tratado. Para 1 948, los
Estados Unidos habían evacuado todas las bases y sitios ocupados fuera de la Zona del Canal. El
levantamiento de 1947 fue instigado en gran medida por estudiantes universitarios. Su
enfrentamiento con la Policía Nacional en esa ocasión, en la que murieron estudiantes y policías,
marcó el comienzo de un período de intensa animosidad entre los dos grupos. El incidente fue
también el primero en el que las intenciones estadounidenses se vieron frustradas por una expresión
masiva de rabia panameña.
LAS LUCHAS SOCIALES, POLITICAS Y REIVINDICATIVAS PANAMEÑAS POR
REAFIRMAR LA SOBERANÍA SOBRE EL TERRITORIO NACIONAL.

REACCIONES ANTE EL DESARME DE LA POLICIA NACIONAL 1916

Antes de abordar el tema que nos compete es importante regresar varios años
atrás y tomar como referencia la fecha 1912 donde se registra otra interferencia de
los Estados Unidos, en el territorio panameño esto ocasiono innumerables
altercados entre los militares norteamericanos, y los efectivos policiales de
Panamá.

El día 4 de julio de 1912 suscito un altercado entre los antes mencionados en un


barrio conocido como Coco Grove, este resulto con la muerte de un civil
norteamericano y 19 heridos. En ese momento el gobierno norteamericano acuso
a la policía panameña de brutalidad y exigió la destitución del jefe de la Policía
Nacional.

Estados Unidos a través Plenipotenciario William Jenning Price, exigió al gobierno


panameño el pago de indemnizaciones a los heridos y a la familia del fallecido en
el evento antes mencionado. En noviembre de 1915, a través de un protocolo
liderado por Van Rappart, ministro de los Países Bajos, se fija la suma 12,350
dólares americanos que Panamá pagó en octubre de 1917.
Posterior a este enfrentamiento del 4 de julio de 1912, los conflictos
continuaron, ocurrieron varios choques entre norteamericano y panameños.
Que deterioraban aún más las relaciones diplomáticas entre ambos países.

Los Estados Unidos solicita nuevamente a Panamá el pedido del desarme de la


Policía Nacional. En esta ocasión Panamá no cedió a la exigencia.

Otro conflicto entre soldados norteamericanos y la policía nacional de Panamá


ocurrió a finales de mayo del año 1914. Sin embargo, los incidentes más serios
tuvieron lugar nuevamente en el barrio de Coco Grove el 14 de febrero de 1915 y
luego en la Ciudad de Colón el 2 de abril del mismo año.

En el enfrentamiento de la ciudad de Colón murió el cabo Charles Langdon, quien


tenía bajo su mando al escuadrón norteamericano. Price además de exigir
nuevamente indemnizaciones, el 15 de octubre de 1915 volvió a enviar nota a la
cancillería panameña comunicándoles que el gobierno de Washington reiteraba la
solicitud hecha desde 1912 de desarmar a la Policía Nacional panameña de las
armas de largo alcance "sin más demora que la necesaria para el pronto
cumplimiento de este propósito".

Así es como en octubre de 1915 se repite la exigencia de desarme de la Policía


Nacional por parte de los Estados Unidos, hasta lograr su consumación en 1916.
Luego de un duro cruce de notas con la secretaría de relaciones exteriores de
Panamá.

El Departamento de Estado de los Estado Unidos exigió a Panamá que los policías de las
ciudades de Panamá y Colón no portaran rifles de largo alcance, para evitar los
permanentes choques con los marines, que desembarcaban en las ciudades terminales en
busca de diversión.

El 9 de mayo de 1916, el ministro William Jenning Price, le entregó un ultimátum al


gobierno panameño para que decomisara las armas de largo alcance que serían almacenadas
en los arsenales la zona del canal.

Aunque la república no tuvo más alternativa que acatar la orden, el canciller Ernesto T.
Lefevre presentó una nota-protesta en la que señalaba que la medida era violatoria de la
soberanía nacional. Debido a que Panamá era responsable de mantener el orden dentro del
territorio panameño fuera de la zona del canal de Panamá.

Estados Unidos consideraba un peligro que la policía nacional continuara usando rifles de gran
calibre en las ciudades de Panamá y Colón. Esto causó conmoción en algunos círculos políticos,
unos políticos se oponían a la interferencia y arrogancia ministro estadounidense, y
otros respondían afirmativamente la línea intervencionista.

El ministro Price no se conformó con la exigencia del desarme, sino que además reglamentaba el
uso de las armas a lo interno de las fuerzas públicas panameñas. Por ejemplo: En la guardia de
honor de la presidencia se podían seguir usando rifles. Sin embargo, el custodio de los presos Price
decidió que no los necesitaba, que era preferible usar revólveres.

El Gobierno panameño presidido por el presidente Porras se opuso al desarme y se dirigió al


presidente estadounidense Wilson, para que revocara la orden. No recibió respuesta, lo que hubo fue
el tradicional desaire.

"Y ¿quién defiende la soberanía nacional si quedamos sin armas?, preguntaba Porras.
Mr. Price contestaba: "nosotros" Pero el ministro Price también era el garrotero y como
tal le dijo al Gobierno: "La escolta presidencial es muy numerosa". De 75 unidades se
la bajó a 25 hombres. Porras, en respuesta renuncia a toda clase de guardia de honor,
pues "él prefiere —afirma el secretario de relaciones exteriores, Ernesto T. Lefevre—
continuar hasta el fin de su período sin guardia de honor alguna, confiando la
seguridad y el respeto de su persona y la de su familia a su propia suerte y a los
decretos que tenga formulado el destino".

El secretario de relaciones exteriores, Ernesto T. Lefevre, mediante oficio del 7 de mayo de


1916, enviado a Mr. Price, le manifiesta el rechazo al desarme por parte de Panamá.

Porras convoca a una junta de notables, compuesta por personas representativas del mundo
político y social del territorio panameño y les plantea el problema en donde los Estados
Unidos, exigen el desarme y queda la duda que cómo hará el gobierno panameño para
proteger su territorio.

Unos opinaron que las armas debían ser entregadas sin más trámites. La mayoría
sostenían que las armas debían entregarse, pero bajo enérgica protesta.
LA POSICIÓN PANAMEÑA RESPECTO AL PROBLEMA LIMITROFE CON
COSTA RICA

La disputa de límites entre Costa Rica y Panamá tiene sus raíces en el período
colonial, cuando ambas naciones eran parte del Imperio español. Durante este
período, los límites entre la Capitanía General de Guatemala y la Nueva Granada
eran imprecisos. Luego de su independencia de España, la Gran Colombia y las
Provincias Unidas de Centroamérica intentaron definir sus fronteras. Por medio de
diversos acuerdos, trataron de resolver el problema sin ningún éxito.

Este artículo explica que Estados Unidos estuvo interesado en resolver el conflicto
entre Panamá y Costa Rica, porque allí había propiedades de ciudadanos
norteamericanos. En segundo lugar, para salvaguardar el prestigio del juez que
dictó el fallo de 1914, quien era el presidente de la Corte Suprema de Justicia de
Estados Unidos, señor Edward White.

El 4 de noviembre de 1896, Jorge Holguín por Colombia y Ascensión Esquivel de


Costa Rica, firmaron un acuerdo que nombró al presidente de Francia, Emilio
Loubet, como árbitro en la disputa de límites. En el mismo se decía que la decisión
arbitral se tendría por tratado perfecto y obligatorio entre las Altas Partes
Contratantes y no se admitiría recurso alguno. El presidente francés dictó el Fallo
Loubet, el 11 de septiembre de 1900. En él definía las fronteras entre Colombia y
Costa Rica.

El fallo no fue aceptado por Costa Rica y cuando Panamá se separó de Colombia,
en1903, heredó este conflicto aún no resuelto. La República de Panamá: “continuó
ejerciendo su jurisdicción sobre el territorio objeto de la controversia en el Pacífico,
mientras que Costa Rica lo hacía en el Atlántico, de acuerdo con las estipulaciones
del tratado del 25 de diciembre de 1880”.

Esta situación inestable entre ambos países preocupó al Gobierno de Estados


Unidos, porque en el área disputada, la United Fruit Company y H. L. McConell de
la American Banana Company, tenían propiedades y su legalización dependía de la
solución al problema limítrofe. Por eso decía el secretario de Estado, Elihu Root: “Al
momento de la independencia de Panamá, había importantes intereses americanos
en la frontera, en el río Sixaola, en la cual ciudadanos americanos tenían reclamos”.

El 6 de marzo Panamá y Costa Rica firmaron el Tratado Guardia-Pacheco para


intentar llegar a un arreglo en la interpretación del Fallo Loubet, pero no se llegó a
ninguna solución. Luego ambas naciones firmaron la Convención Anderson-Porras
en 1910 para buscar la mediación de Estados Unidos. El 2 de febrero de 1910, el
secretario de Estado, P. C., dejó claro que su Gobierno no iba solo a interpretar el
Laudo Loubet, porque ello no solucionaría el problema. Bajo esos criterios se
acordó someter el diferendo a la interpretación del señor Edward White. En ese
acuerdo se decía que la decisión del juez debía ser final, conclusiva y sin apelación.

La situación de Panamá era complicada, porque mucha de la información sobre el


problema fronterizo estaba en Colombia y Panamá no pudo tener acceso a ella. La
separación de Panamá de Colombia trajo resentimientos en ese país que duraron
muchos años. El juez tomó tres años para su interpretación y el 12 de septiembre
de 1914 dictó su fallo. En el mismo Panamá perdió mucho de sus territorios. La
República de Panamá no aceptó la decisión de White, pero ahora Estados Unidos
obligó a Panamá a cumplir con lo pactado.

Para 1921, la situación fronteriza no se había podido resolver y el 21 de febrero,


Costa Rica decidió hacer uso de la fuerza e invadió la región de Coto. El presidente
Belisario Porras reunió el poco material bélico que había disponible y se organizó un
ejército de 2000 hombre voluntarios y se recapturó la región de Coto. A partir de eso
momento, Estados Unidos presiona a Panamá para que se retire de la región y para
convencerlo envío barcos de guerra cerca de Bocas del Toro y de Coto. Le puso un
ultimato a Panamá para que entregara la región en disputa, cosa que se hizo el 5 de
septiembre de 1921.

Esta era la época de la diplomacia de las cañoneras o del gran garrote. La


Cancillería panameña protestó ante el Gobierno de los Estados Unidos por esta
política de fuerza empleada contra Panamá. El Gobierno del presidente Porras
declaró día de luto nacional por la pérdida de Coto, lo que motivó las protestas del
coronel J. J. Morrow, porque consideró que esa actitud era una propaganda
antinorteamericana.

LAS LUCHAS POPULARESCONTRA LA OCUPACIÓN MILITAR DE LA


CIUDAD DE PANAMÁ EN 1925

Uno de los movimientos de protesta más conocidos que se dieron en la Ciudad de Panamá, durante
la década de 1 920, es el convocado por la denominada "Liga Inquilinaria".

Todo comenzó a inicios del mes de octubre de 1 925, cuando los integrantes de esta liga hacen un
llamado a realizar manifestaciones y a una huelga general de inquilinos, debido al alto costo de los
cuartos de arrendamiento para los miles de trabajadores de aquella época.

Esta convocatoria de protesta fue prohibida por el entonces alcalde de la capital, Mario Galindo,
pero dicha prohibición fue ignorada. Es así que se da inicio al Movimiento Inquilinario que
transcurre el 10 de octubre desafiando al gobierno con una concentración que termina en violencia y
con la muerte de los panameños Ferdín Jaén, Lorenzo Brown, Mariano Mirones y Emilio Olivardía.

Los fuertes enfrentamientos se extendieron por las calles aledañas de los barrios que componen
Santa Ana y otros corregimientos cercanos. Debido a la situación de violencia, el presidente
Rodolfo Chiari convocó a un consejo de gabinete junto a miembros del gobierno de la Zona del
Canal. El 1 1 de octubre, se acordó entre el gobierno panameño y los zoneitas que el ejército de los
Estados Unidos intervendría en las calles, para sofocar las protestas de los inquilinos y de la
población que los respaldaba.

El día 15 de octubre, se cumple la petición del gobierno con el arribo de 600 soldados al parque de
Santa Ana, sitio donde se daban inicio las manifestaciones. Esta acción indignó en gran manera a
los panameños, lo que produjo enfrentamientos más violentos en contra de los soldados
estadounidenses, quienes procedieron al allanamiento de las oficinas de la Liga Inquilinaria.

La mencionada oficina estaba ubicada en la calle 12 de octubre, del barrio de Marañón, la cual era
propiedad de Pedro Regalado Castillo, obrero con tendencias comunistas. El allanamiento llevó la
violencia al Marañón, donde provocó más víctimas fatales y personas heridas. Los trabajadores
extranjeros fueron detenidos y deportados, acusados de alterar la paz en Panamá e influir
pensamientos con ideología comunista y revolucionaria.

La ocupación estadounidense de algunos puntos de la ciudad demoró hasta el 23 de octubre, siendo


este incidente recordado como la segunda intervención militar de Estados Unidos en suelo
panameño (la primera fue el incidente de la tajada de sandía en 1856).

LAS LUCHAS POPULARES CONTRA EL TRATADO DE 1926

Tratado Alfaro-Kellogg. Se le conoce también como Tratado Kellog-Alfaro. Fue


sucrito entre los gobiernos de Panamá y de los Estados Unidos el 28 de
julio de 1926. El tratado regulaba el procedimiento para la expropiación de tierras
para el funcionamiento del Canal; el establecimiento de empresas; el otorgamiento
de facilidades de aduana para Panamá; el uso de las monedas, entre otros.
Finalmente fue rechazado por la Asamblea Nacional de Panamá
REPERCUSIONES EN PANAMÁ

El nuevo pacto no ofrecía más ventajas económico-fiscales para Panamá que las
ya planteadas en el Convenio Taft, pero sí entrañaba serios compromisos para la
república, pues la obligaban a permitir el control de las estaciones radiográficas
por parte de los Estados Unidos y a hacer peligrosas concesiones en el plano
militar, convirtiendo a Panamá en aliado de guerra de Washington.

Surgieron grupos opositores como “Acción Comunal”, el “Sindicato General de


Trabajadores” y la “Liga de Inquilinarios” quienes lucharon en contra de la firma de
este tratado, ya que sentían que anulaban la soberanía del país. Por todo lo
anterior, este tratado fue rechazado por la Asamblea Nacional, que lo consideró
inadecuado al propósito de mejorar las condiciones deprimentes del Istmo. Sin
embargo, la asamblea aprueba una resolución donde decía que se suspendía los
suscrito en el tratado, pero manteniendo las relaciones con los Estados Unidos
que satisfagan las aspiraciones de Panamá.

La resolución redactada por la asamblea logró el objetivo deseado pues las


relaciones entre ambos países se mantuvieron estables. En la redacción de la
misma intervinieron, además del propio Alfaro, Harmodio Arias Madrid, Domingo
H. Turner y Eduardo Chiari.

En el plano internacional, el interés se centró en el Artículo XI el cual fue cata-


logado una violación al “Convenio de la Liga de las Naciones”, pero como ya
hemos dicho lo único que hace dicho artículo es poner por escrito una situación
que se venía dando desde 1903 y que fue motivo de un decreto en agosto de
1914.

En lo internacional, Panamá era vista como una creación de los Estados Unidos,
con un gobierno que funcionaba a la sombra de los rifles norteamericanos o una
nación que decía muy poco de una nación independiente y se acercaba mucho a
un Estado vasallo.

El 15 de diciembre de 1926, el poder Ejecutivo envió a la Asamblea Nacional el


Tratado para su aprobación o rechazo. Debido a la presión popular, era claro que
el mismo iba a ser rechazado, por lo que la Asamblea no le dio tratamiento
inmediato en espera de una salida apropiada. Tanto los defensores como los
opositores al Tratado, eran conscientes de que un rechazo liso y llano por parte de
la Asamblea sería visto como un desaire hacia Estados Unidos, lo que causaría
una situación tirante. También se recordaba el rechazo del Tratado Herrán-Hay
por parte del Senado colombiano y la actitud que asumieron el pueblo y el
gobierno norteamericanos, que dio como resultado el apoyo a los panameños para
la separación de Colombia.

Un rechazo de plano, podría significar que los Estados Unidos le diera plena
vigencia al Tratado de 1903 que era perjudicial en muchos aspectos a los
intereses panameños y que se negaran en el futuro a nuevas negociaciones para
la concertación de un nuevo tratado.

Finalmente, el 26 de enero de 1927 la Asamblea Nacional que no había entrado a


discutir el Tratado, aprueba una resolución que al final de su considerando, decía:

'Que es altamente conveniente para los intereses de la República mantener


las más cordiales relaciones con los Estados Unidos de América, para lo
cual es preciso que esas relaciones queden reguladas de tal manera que, en
lo futuro, no pueda surgir ninguna clase de divergencia ".

Y como resuelto, la Asamblea aprobó:

“Suspender la consideración del Tratado suscrito en Washington el 28 de


julio de 1926 por los Plenipotenciarios de la República de Panamá y los
Estados Unidos de América, hasta tanto el poder Ejecutivo haya tenido
oportunidad para gestionar una vez más lo conducente a conseguir
soluciones que satisfagan plenamente las aspiraciones de la nación”.

Esta resolución redactada por los diputados opositores al proyecto, Harmodio


Arias y Domingo H. Turner y dos de los negociadores Eduardo Chiari y Ricardo J.
Alfaro logró el objetivo deseado porque las relaciones diplomáticas entre ambos
países se mantuvieron con normalidad, los Estados Unidos no aplicaron medidas
contrarias a los intereses panameños y se mantuvieron las conversaciones que
hicieron posible la concertación del Tratado Arias-Roosevelt de 1936.

EL RECHAZO DEL CONVENIO DE BASES FILÓS-HINES DE 1947

El tratado o convenio Filós-Hines, su nombre real era Convenio de Bases, se firmó


el día 1 de diciembre del año de 1947 entre el ministro de Relaciones Exteriores
Francisco Filós y el embajador de los Estados Unidos Frank T. Hines.

En él se acordaba la cesión a los Estados Unidos, por un periodo de IO años de


territorios para bases militares en los sitios de San José, Jaqué, Isla Grande, Isla
del Rey, Las Margaritas, Victoria, Río Hato, Salud, San Blas, Pocrí, Taboga,
Taboguilla y Punta Mala.

El acuerdo era para prolongar el tratado anterior de 1942, que permitía la


instalación de bases militares durante la Segunda Guerra Mundial, las cuales
deberían desmantelarse un año después de finalizada la guerra. Al hacerlo público
se produjeron muchas protestas, incluyendo a miembros de la Asamblea Nacional
como Ricardo J. Alfaro y el expresidente Harmodio Arias.

El 22 de diciembre la Asamblea Nacional rechazó el convenio y en 1948 E. E.U.U


desmanteló todas las bases excepto las de la zona del Canal.

SU RECHAZO POR LAS ORGANIZACIONES POPULARES

El 12 de diciembre cuando se conoció los detalles del convenio, entidades como


los estudiantes universitarios y de colegios, y populares se unieron en una marcha
por diferentes puntos del país, en clara oposición al tratado.

Este acontecimiento tenía como objetivo rechazar la postergación del convenio de


bases militares estadounidenses en el país, pactado cinco años antes, y que
habían sido instaladas a raíz de la Segunda Guerra Mundial.

El precitado convenio fue firmado por el embajador de EE.UU., Edwin C. Wilson, y


el canciller panameño, Octavio Fábrega, el 18 de mayo de 1942, bajo el mandato
presidencial de Ricardo Adolfo de la Guardia, quien había derrocado meses antes
al presidente Arnulfo Arias.

Las manifestaciones se volvieron violentas dejando a muchos heridos, pero aun


así hubo muchas personas apoyando, el resto del país, mujeres vestidas de negro
y políticos hicieron sentir su voz. La manifestación fue disuelta violentamente por
la caballería de la Policía Nacional a la altura de la Plaza de Santa Ana, haciendo
uso de Armas de fuego y bombas lacrimógenas.

Las manifestaciones se replegaron hacia la Plaza Catedral, pero allá fueron


igualmente replegados con disparos.

A pesar de que las manifestaciones fueron sometidas, no desistieron y


continuaron protestando en los días siguientes contra el convenio.

El lunes 22 de diciembre, los 51 diputados de la Asamblea Nacional, rechazaron el


tratado y en parte también fue gracias a las protestas.

El 23 de diciembre, las bases militares fueron evaluadas de suelo panameño y


para 1948 los Estados Unidos desmantelo cada una de las bases menos las que
estaban en la zona del Canal. Luego del rechazo del convenio, hubo diversas
reacciones tanto internas como extremas. En Panamá, los gremios educativos y
otras instituciones nacionales decidieron suspender el paro que habían iniciado
para exigir el rechazo del convenio de bases.

En el Congreso de Estados Unidos, algunos líderes políticos vieron en el rechazo,


una actitud hostil del pueblo panameño y, por lo tanto, pensaron que el gobierno
estadounidense tendría que considerar mejor la posibilidad de gastar millones de
dólares en un lugar que no brindaba las seguridades necesarias para la defensa
del canal. Casi todos estuvieron de acuerdo en que se buscara otro lugar para
construir un canal porque en Panamá no era seguro para su defensa, por la
actitud del pueblo de Panamá. Los periódicos más importantes de ese país,
también lamentaron la decisión del pueblo de Panamá de rechazar el convenio de
1947.

Si en 1947, la alianza de todos los sectores nacionales hizo posible el rechazo del
convenio Filos-Hines, hoy es posible esa unidad de todos los sectores nacionales
para alcanzar mejores días para los panameños. Esa es la lección que nos dejó la
generación del 47, hace unos 68 años. Hoy día las protestas las hacemos a través
de las redes sociales, pero no las complementamos con una militancia más
concreta, de manera pacífica para demostrar nuestro apoyo o descontento frente a
una acción que nos pueda favorecer o perjudicar.

CAUSAS DEL RECHAZO

 Porque violaba el Tratado general de 1936, ya que no existía peligro de


agresión a la República de Panamá, a la seguridad y neutralidad del Canal
de Panamá.

 Porque casi todos los artículos eran lesivos a nuestra soberanía.

 Porque permitía la ocupación de hecho de toda la República por el ejército


de los Estados Unidos, permitiéndole obstruir todas las carreteras y
caminos de la República.

 Porque permitía a los Estados Unidos ocupar otros sitios para la instalación
de servicios de radiocomunicación, los cuales no se hayan especificado en
el anexo del convenio.

EL DESCONTENTO POPULAR CONTRA EL TRATADO DE 1955 Y SUS


EFECTOS.

El Tratado de 1955 es el resultado de los intereses de una oligarquía criolla,


deseosa de mejores ventajas del mercado de la Zona del Canal, pero cuyas
conquistas y fiscales, aunque insignificante si las comparamos con la magnitud del
complejo canalero, fueron de gran valor para comercio y la industria local.
El tema de Ja soberanía no se tocó por no ser de interés y la igualdad de derecho
y justicia para los empleados panameños en la zona del Canal, fueron letra
muerta, Ejemplo de ello fue el hecho, de que mientras se negociaba el Tratado, los
Estados Unidos reducía el personal panameño en la Zona mediante despidos en
masa y expulsaban de sus viviendas en la Zona a unos cinco mil jamaicanos que
pasaban a mentar los problemas de trabajo y vivienda en las ciudades de Panamá
y Colón, sin que el gobierno de Remón se interesara en lo más mínimo.

Durante las negociaciones, los norteamericanos incluyeron una cláusula que le


prohibía a Panamá gestionar aumentos en la anualidad en el futuro, la cual los
panameños calificaron de callamiento perpetuo, Esto se recoge al final del Artículo
1 del Tratado que dice: "Las altas partes contratantes reconocen la
inexistencia de obligación alguna de parte de cualquiera de las partes de
alterar el monto de la anualidad", era una prueba de que las reclamaciones
económicas de la oligarquía panameña habían llegado a su fin.

Esta actitud norteamericana de poner fin a las reclamaciones panameñas y la


legalización de la base militar de Río Hato, sin costo alguno para los Estados
Unidos, eran claros ejemplos de lo que en el futuro iban a ser las negociaciones
con un gobierno panameño en manos de la oligarquía, pero como dice el refrán "El
hombre propone y Dios dispone", lejos estaban los norteamericanos de pensar
que el pueblo panameño, cansado de gobiernos oligarcas y complacientes, saldría
a la calle un 9 de enero de 1964, a luchar por su soberanía en la zona del Canal,
lo que condujo a un cambio profundo en las relaciones entre los dos países.

ANTECENDENTES

El Tratado Remón- Eisenhower denominado “Tratado de Mutuo Entendimiento y


Cooperación” jugó un papel importante en las situaciones económicas en la Zona
del Canal.

Para que éste pudiese surgir, desde 1903 se manifestaron otros tratados que
según José Antonio Remón Cantera requerían de una mayor revisión debido a
que afectaban la soberanía de nuestro país.

Uno de los principales motivos fue el Tratado Hay-Bunau Varilla, el cual se da


luego de la separación de Panamá de Colombia, con los Estados Unidos, quienes
tendrían el control de los océanos y diversos puertos terminales además de la
Zona.

ASPECTOS GENERALES

La República de Panamá, ya no aspiraba simples concesiones económicas, ni


gestos de buena voluntad.

El Presidente Remón Cantera bajo la conocida consigna que actualmente figura


en la parte externa del Palacio Legislativo, "Ni millones, ni limosnas, queremos
justicia" se muestra interesado para que el gobierno de Estados Unidos revisara
las relaciones entre los dos países.

FIRMA DEL TRATADO REMÓN-EISENHOWER

A pesar de la intervención directa de Eisenhower. las negociaciones resultaron ser


largas y difíciles.

Las negociaciones para este tratado entre panamá y Estados unidos comenzaron
en 1953 y terminaron dos años más tarde. después de que José Antonio Remón
fuese asesinado.

CLÁUSULAS DEL TRATADO

Este tratado tiene 16 puntos y destacan los siguientes:

 Se aumentó la anualidad del Canal a 1 930 000 dólares.

 Se estableció que los comisariatos ya no abastecerían a las naves en


tránsito.

 Los ciudadanos panameños que residieran en la Zona debían pagar


impuesto sobre la renta a la República de Panamá.

 Se le entregarían terrenos y edificios a Panamá. así como las tierras de


Paitilla y la estación del Ferrocarril.

Ventajas Económicas

 Anualidad del Canal aumento de 430 mil dólares a I millón 930 mil o
dólares.

 La eliminación del Gold Roll y Silver Roll, es decir, igualdad de salario.

 Que no existiera ningún tipo de diferencia • en cuanto al salario y


oportunidades.

 La búsqueda de adherir a los trabajadores de la Zona del Canal a la


economía panameña.

Ventajas Fiscales

 El cobro de impuestos sobre la renta por parte del Estado Panameño a


todos los trabajadores panameños que laboran en la zona del canal.
 Se comprometió a reducir el derecho de importación de licores a un 75% de
aquellos licores que se compran para la zona del canal.

 Los ciudadanos panameños que residieran en la Zona debían pagar


impuesto sobre la renta a la República de Panamá.

OPERACIÓN SOBERANÍA

El 2 de mayo de 1958, un grupo de estudiantes de la Universidad de Panamá


encabezado por Carlos Arellano Lennox y Ricardo Ríos Torres, realizaron la
“operación soberanía” que consistió en la colocación de 75 banderas en el área de
Balboa, principalmente en los alrededores del edificio de la gobernación de la
Zona del Canal (hoy Autoridad del Canal de Panamá), al mismo tiempo que se le
exigía al gobierno de Ernesto de la Guardia, la necesidad de llegar a nuevos
acuerdos con los norteamericanos que garantizaran la soberanía panameña en la
Zona del Canal.

El 19 de mayo, delegaciones de estudiantes de secundaria marcharon por la


avenida Central en dirección a la Presidencia de la República, en búsqueda de
solución a sus necesidades, pero fueron reprimidos en el parque de Santa Ana por
la Guardia Nacional. En dicho enfrentamiento, el estudiante del Artes y Oficios,
José Manuel Arauz recibió un disparo en el pecho que le ocasionó la muerte.

Por su parte el 21 de mayo, una delegación estudiantil se entrevistó con el


presidente de la Guardia y le entregan un documento en mejoras del sistema
educativo, así como la renuncia del ministro de Educación, Víctor Juliao, y del
comandante de la Guardia nacional Bolívar Vallarino, Saturnino Flores y Timoteo
Meléndez. El presidente aceptó atender la solicitud de una mejora en la
educación, pero rechazó la solicitud de las renuncias.

El 29 de mayo se firmó el acuerdo denominado como “El Pacto de la Colina” entre


representantes del gobierno, el rector de la Universidad, Dr. Jaime De la Guardia y
la dirigencia estudiantil universitaria, encabezada por Carlos Arellano Lennox.

LA MARCHA DEL HAMBRE Y LA DESDESPERACIÓN

El 4 de octubre de 1959, los obreros colonenses liderados por Andrés Galván,


Secretario General de la Unión Sindical de Trabajadores de oficios mixtos de
Colón, llevaron a cabo una movilización que se denominó “Marcha del hambre y la
desesperación” en demanda de empleos, salario mínimo, rebaja en el alquiler de
las viviendas, subsidio para los desocupados y mejoras en los servicios de salud y
educación.

3 DE NOVIEMBRE DE 1959

Posteriormente, el 3 de noviembre de 1959 se realizó la "Siembra de Banderas",


liderada por el diputado Aquilino Boyd y el Dr. Ernesto Castillero Pimentel,
profesor de la Universidad de Panamá, en la que el pueblo panameño era invitado,
de manera pacífica a entrar en la Zona del Canal de Panamá, portando la bandera
panameña como un acto de reafirmación de soberanía.
Al principio, la protesta fue pacífica, pero cuando el gobierno de la Zona ordenó
prohibir la entrada de manifestantes, se produjo una violenta represión y hasta la
vejación de una bandera panameña, por parte de algunos policías
estadounidenses. Esto alteró los ánimos de los panameños, hasta el punto de que
se tuvo que movilizar un destacamento del ejército norteamericano. Hubo
personas heridas de ambas partes.
La Operación Soberanía fue el inicio de otras gestas patrióticas que consiguieron
sembrar la bandera panameña en la Zona del Canal el 3 y 4 de noviembre de
1959 y el 9 de enero de 1964. Producto de estas luchas se acuñaron las frases “El
que siembra banderas cosecha soberanía” y “Un solo territorio, una sola bandera”.

LOS SUCESOS DEL 9 DE ENERO DE 1964 Y SUS CONSECUENCIAS


POLÍTICAS Y DIPLOMATÍCAS

El Día de los Mártires es un día feriado de duelo nacional que recuerda


al movimiento popular ocurrido en Panamá el jueves 9 de enero de 1964, cuyo
objetivo era reclamar la presencia de la bandera panameña en el territorio
conocido como la Zona del Canal, una franja de tierra alrededor del Canal de
Panamá, que fue cedido a Estados Unidos a perpetuidad mediante el Tratado
Hay-Bunau Varilla en 1903. Este suceso ayudó a la negociación de los Tratados
Torrijos-Carter.

Antecedentes

El Tratado Hay-Bunau Varilla de noviembre de 1903, en el artículo II expresaba


que concedía a perpetuidad a los Estados Unidos la Zona del Canal, una franja de
5 millas de ancho a cada lado del Canal de Panamá. Esto generó un alto grado de
insatisfacción entre la población panameña, al existir un territorio ocupado por los
estadounidenses, y que dividía al país físicamente en dos partes.

En las décadas siguientes, se firmaron nuevos tratados respecto del Canal, que en
cierto modo flexibilizaban el tratado Hay-Bunau Varilla; sin embargo, no abrogaban
dicho tratado, que aún mantenía ese punto sensible sobre el tapete. Sin embargo,
el rechazo del Convenio Filós-Hines en 1947 por parte del pueblo panameño,
indicaba que la sociedad del país centroamericano, ya estaba demandando
enérgicamente que su gobierno reclamara la soberanía sobre dicha zona.

Durante la década de 1950 algunas organizaciones, dirigidas por estudiantes de


secundaria y universitarios, realizaron protestas pacíficas y simbólicas para el
reclamo de la Zona del Canal. Así, el 2 de mayo de 1958, un grupo de estudiantes
universitarios, dirigidos por Carlos Arellano Lennox y Ricardo Ríos, organizaron la
"Operación Siembra de Banderas", y que consistió en colocar 75 banderas
panameñas dentro de la Zona del Canal, en demanda de la revisión de los
tratados canaleros.

Posteriormente, el 3 de noviembre de 1959 se realizó la "Operación Soberanía",


liderada por el diputado Aquilino Boyd y el Dr. Ernesto Castillero, en la que el
pueblo panameño era invitado, de manera pacífica a entrar en la Zona del Canal,
portando la bandera panameña como un acto de reafirmación de soberanía. Al
principio, la protesta fue pacífica, pero cuando el gobierno de la Zona ordenó
prohibir la entrada de manifestantes, se produjo una violenta represión y hasta la
vejación de una bandera panameña, por parte de algunos policías
estadounidenses. Esto alteró los ánimos de los panameños, hasta el punto de que
se tuvo que movilizar un destacamento del ejército norteamericano.

En diciembre de 1959, el presidente estadounidense Dwight Eisenhower reconoció


que la bandera panameña debía ser izada junto con la bandera estadounidense, y
se iniciaron así negociaciones, que se consumaron en el Acuerdo Chiari-
Kennedy de 1962, que concedieron más libertades sociales y económicas a los
panameños dentro de la Zona del Canal. También con este acuerdo, se creó una
comisión bipartita que resolvería el asunto de la bandera.
HECHOS DEL 9 DE ENERO
A pesar de que se esperaba una respuesta de los panameños, por el izado de la
bandera estadounidense en Balboa, la magnitud de la crisis tomó a la mayoría de
los norteamericanos por sorpresa. Varios años después, Lyndon
Johnson escribiría en sus memorias que Las noticias de las acciones en la
Secundaria de Balboa, llegaron a los estudiantes del Instituto Nacional, la
secundaria más prestigiosa de Panamá en esa época. Liderados por Guillermo
Guevara Paz, un joven de 17 años, entre 150 y 200 estudiantes del Instituto
marcharon en dirección a la Secundaria de Balboa, cargando la bandera
panameña de su escuela, y pancartas proclamando la soberanía de Panamá
sobre la Zona del Canal. Antes de iniciar su marcha, informaron al director del
Instituto y a las autoridades de la Zona. Su intención era izar la bandera
panameña en la asta de la Secundaria de Balboa, donde los estadounidenses
habían izado la suya.

En la Secundaria de Balboa, los estudiantes panameños fueron recibidos por la


policía de la Zona, y por una multitud de estudiantes y adultos. Después de
negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía, se le permitió a un
pequeño grupo acercarse a la asta, mientras que la policía mantenía a la multitud
alejada.

Media docena de estudiantes panameños, cargando su bandera, se acercaron al


asta, pero los habitantes de la Zona la rodearon , cantando el himno de Estados
Unidos y rechazaron el trato entre la policía y los estudiantes panameños, lo que
supuso el inicio de un tumulto. Los panameños fueron rechazados por los civiles
de la Zona, que fueron respaldados por la policía.

En el curso de la discusión, la bandera panameña resultó rota en pedazos. Se


trataba de una bandera con significación histórica, ya que los estudiantes del
Instituto Nacional la habían cargado en 1947, durante demostraciones contra el
tratado Filós-Hines, y en demanda de la retirada de las bases estadounidenses.

La información sobre cómo se rompió la bandera resultó controvertida: el


capitán Gaddis Wall, que estaba a cargo de la policía en el lugar de los
hechos, negó cualquier culpa por parte de los estadounidenses, y afirmó que
los estudiantes panameños se tropezaron y, accidentalmente, rompieron su
propia bandera. David White, un aprendiz de técnico de teléfonos de la
Compañía del Canal de Panamá, refirió que "...la policía agarró a los
estudiantes, que eran cuatro o cinco, bajo los hombros por las axilas y los
empujaron hacia delante. Uno de los estudiantes se tropezó, y creo que
cuando se cayó la vieja bandera se rompió".
Uno de los estudiantes panameños que llevaba la bandera, Eligio Carranza, dijo
que

"...empezaron a empujarnos y a tratar de quitarnos la bandera, mientras nos


insultaban. Un policía levantó su tolete, el cual rajó nuestra bandera. El
capitán trató de sacarnos y llevarnos donde estaban los otros estudiantes
panameños. En el camino a través de la multitud, muchas manos halaron y
rompieron nuestra bandera".

CONSECUENCIAS INMEDIATAS

La embajada de Estados Unidos recibió orden de quemar todos los


documentos comprometidos. Cierto número de estadounidenses residentes
en la ciudad de Panamá -particularmente personal militar y sus familias que
no consiguieron alojamiento en las bases militares- fueron forzados a dejar
sus hogares. Hubo muchos casos en que panameños dieron refugio a
estadounidenses, que estaban en peligro en varias ciudades.

La censura incompleta tuvo el efecto secundario de generar rumores en ambos


bandos. Un rumor que, emitido en parte por los medios de Estados Unidos, y que,
aunque falso, circuló mucho en la Zona, decía que la Zona del Canal había sido
renombrada como "Zona del Canal de Estados Unidos" y que pasaría a ser una
posesión definitiva de los Estados Unidos.

Algunos reporteros alegaron un gigantesco plan comunista, involucrando


Democratacristianos, Socialistas, líderes estudiantiles y otros, bajo el control
de Fidel Castro. Sin embargo, todo indica que los comunistas panameños fueron
sorprendidos por el brote de violencia, y una minoría entre quienes pelearon
contra los estadounidenses en el Día de los Mártires. Una buena indicación de la
relativa fuerza comunista vino dos semanas después, cuando la iglesia católica
comandó una marcha por los caídos, a la que concurrieron aproximadamente
40 000 personas. Una conmemoración rival de los comunistas el mismo día atrajo
sólo unos 300 participantes.

REACCIÓN INTERNACIONAL Y CONSECUENCIAS

La reacción internacional fue desfavorable para con los Estados Unidos. La


opinión de muchos panameños y latinoamericanos, fue expresada unos días
después por el embajador de Colombia ante la Organización de Estados
Americanos:

"...en Panamá existe hoy otro muro de Berlín."

Los británicos y franceses, que habían sido criticados por Estados Unidos por sus
políticas coloniales, dijeron que estas críticas habían sido hipócritas, ya que sus
ciudadanos establecidos en la Zona eran tan desagradables como cualquier otro
grupo de colonos.

El presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser sugirió que Panamá nacionalizara su


Canal, como ellos habían hecho con el Canal de Suez. También China, la Unión
Soviética y Cuba, denunciaron a los Estados Unidos en duros términos. El
dictador español Francisco Franco acusó a Estados Unidos de agresión contra
Panamá.
Significativamente, otros gobiernos del Hemisferio Occidental, que habían
apoyado las políticas de Estados Unidos, se negaron a apoyar la posición
norteamericana. Venezuela lideró un coro de críticas latinoamericanas contra los
Estados Unidos. La Organización de los Estados Americanos, bajo el auspicio
de Brasil, tomó la jurisdicción de la disputa de las manos de la ONU y puso el
asunto sobre su Comité de Paz Interamericano.

El comité envió a Panamá una comisión investigadora, la cual fue recibida con un
paro nacional de 15 minutos, para demostrar la unidad del pueblo. Tras el regreso
de la comisión, que había estado una semana en el país centroamericano, no se
tomó ninguna determinación sobre la moción panameña para culpar a los Estados
Unidos de agresión, pero el comité acusó a los estadounidenses de utilizar fuerza
innecesaria.

CONSECUENCIAS DE LARGO PLAZO

El presidente de Panamá en esa época, Roberto Chiari, rompió relaciones


diplomáticas con los Estados Unidos, un hecho sin precedentes, puesto que
ninguna nación en la que Estados Unidos estuviera presente, se había atrevido a
hacerlo. El 15 de enero de 1964, el presidente Chiari declaró que Panamá no
reiniciaría relaciones diplomáticas, hasta que se acordara abrir negociaciones para
un nuevo tratado. Por estas acciones, el Presidente Chiari es conocido como el
"Presidente de la Dignidad".
Los primeros pasos en la dirección exigida por Panamá fueron tomados en el mes
de abril, cuando ambas naciones acordaron restablecer relaciones diplomáticas y
el gobierno de los Estados Unidos accedió a adoptar procedimientos para "la
eliminación de las causas de conflicto entre las dos naciones". Unas semanas
después, Robert Anderson, el enviado especial del presidente Lyndon Johnson,
voló a Panamá para comenzar las negociaciones.

Tras una reunión en la isla de Contadora, los Presidentes de Costa


Rica, Colombia y Venezuela dieron su apoyo incondicional a Panamá.

Este incidente es considerado como el catalizador para la eventual abolición del


concepto de control "en perpetuidad" sobre la Zona del Canal por parte de
Estados Unidos. Con la firma de los Tratados Torrijos-Carter del año 1977, se
disolvió la Zona del Canal —proceso que culminó en 1979— y se pusieron fechas
para el cierre de las bases militares de Estados Unidos y el traspaso de las
propiedades.

LAS NEGOCIACIONES DEL TRATADO ROBLES-JHONSON 1967


Declaración Robles-Johnson de 1965

El 24 de septiembre de 1965 se firmó la Declaración Conjunta de los presidentes


Marco A. Robles por Panamá y Lyndon B. Johnson por Estados Unidos, donde se
establecen los lineamientos dentro de los cuales se negociarían y acordarían los
puntos y detalles concretos que constituirían las clausulas específicas de un nuevo
Tratado del Canal, entre Panamá y Estados Unidos de América. Abriéndose una
fase de negociación intensa entre el equipo de Panamá y, negociadores y
diplomáticos de Estados Unidos, con el fin de satisfacer necesidades presentes y
futuras de los dos países.

Los Provectos de Tratados Robles-Johnson – 1967

En dicha declaración se contenía Io siguiente:

I. Sería derogado el Tratado de 1903

II. El nuevo Tratado reconocería en forma efectiva la soberanía de Panamá


sobre el área de la presente Zona del Canal.

III. El nuevo Tratado expiraría en un número específico de años o en la


fecha de inauguración del Canal a nivel del mar, lo que ocurriera
primero.

IV. Un objetivo fundamental del nuevo Tratado seria proporcionar una


integración política, económica y social adecuada del área utilizada para
la operación del Canal, con el resto de la República de Panamá. Ambos
países reconocían que existía la necesidad de una transición ordenada
para evitar dislocaciones abruptas y posiblemente dañinas. También se
reconocía que deberían producirse cambios en un período de tiempo. La
nueva administración del Canal tendría los poderes necesarios para
realizar tales cambios de acuerdo con los lineamientos del nuevo
Tratado.

V. Ambos Gobiernos reconocían la importante responsabilidad que


compartían en cuanto a ser justos y serviciales hacia los empleados de
todas las nacionalidades que laboraban eficientemente en la operación
de este importante Canal. Se harían los arreglos necesarios para
asegurar que los derechos e intereses de estos empleados se vieran
salvaguardados.

Otro de los puntos contemplados, estipulaba que las fuerzas e instalaciones militares de
Estados Unidos se mantendrían conforme "a un acuerdo sobre bases militares y status de
fuerzas armadas."
Y respecto al Canal a Nivel del Mar, se señaló que Estados Unidos haría "estudios
y exploraciones sobre el terreno de posibles rutas a Panamá." Por eso
continuaban las negociaciones sobre los métodos y condiciones de
funcionamiento, construcción y administración de un Canal a Nivel, "a la luz de la
importancia de dicho Canal para la República de Panamá, los Estados Unidos de
América, el comercio mundial y el progreso de la humanidad." Se acordó que
ambos países buscarían las soluciones necesarias a los problemas económicos
ocasionados por la construcción del Canal a Nivel. Por último, se indicó que tanto
el Canal de esclusas como cualquier otro que se construyera en el futuro estarían
abiertos, en todo tiempo, “a las naves de todas las nacionalidades sin
discriminación, y con peajes razonables, a la luz de la contribución de la República
de Panamá y los Estados Unidos de América y el interés del comercio mundial.”

Como se ve, en la Declaración Robles-Johnson ya estaban consignados los


fundamentos básicos para la concertación de tres tipos de instrumentos
Diplomáticos que regirían en el futuro las relaciones de Panamá y Estados Unidos
en torno al Canal interoceánico, a saber. Un nuevo y moderno Tratado que
reemplazaría a la Convención del Canal ístmico de 1903 y sus posteriores
revisiones; un Acuerdo sobre las bases militares y el status de las fuerzas
armadas y un Tratado conforme al cual podría construirse en Panamá un Canal a
Nivel del mar.
En verdad no era nuevo el interés del gobierno norteamericano por un Canal a
Nivel en Panamá. Pero al parecer, en 1965, fue cuando se hicieron los primeros
reconocimientos en el Darién y a comienzos del año siguiente, el Embajador de
Estados Unidos, Charles W. Adair Jr., nuevamente obtuvo autorización del
gobierno de Marco A. Robles, mediante canje de notas con el Ministro de
Relaciones Exteriores Fernando Eleta, “para el propósito exclusivo de determinar
La factibilidad de construir un Canal a nivel por la ruta Sasardí-Mortí.” En un
comunicado de la Cancillería, dado a conocer el 26 de marzo de 1966, se indicó
que en el canje de notas firmado el 15 de febrero de ese año, se habían
establecido las condiciones en que habrían de efectuarse los estudios.
De este modo, no sólo los funcionarios panameños acompañarían en las
exploraciones y los grupos de estudios, sino también participarían en los mismos.
Todas las informaciones recogidas y las conclusiones serian presentadas al
gobierno panameño, tan pronto como se obtuvieran.
Se indicó, además, en el comunicado aludido, que el gobiemo de Estados Unidos
se había comprometido a sufragar, a través del gobierno de Panamá, los gastos
que ocasionaría el uso de la propiedad privada. Los costos serían aprobados por
una Comisión Conjunta. Al término de las actividades programadas, pasarían a la
República, todos los edificios o cualquier otra clase de estructura permanente. Y
en cuanto a los bienes muebles y equipo, se indicó que la República tendría “un
derecho preferencial para adquirirlos posteriormente” y los mismos sólo se podrían
enajenar dentro del territorio panameño "bajo condiciones aceptables al Gobierno
Nacional".

Por último, en el comunicado que comentamos, se señalaba que el gobierno de


Panamá, junto con el de Estados Unidos, designaría su respectivo representante
en la Comisión Conjunta, la cual tendría bajo su responsabilidad "todos los
asuntos relacionados con el apropiado cumplimiento de sus propósitos y la
adopción de aquellas medidas de seguridad que sean necesarias." Esta Comisión
también estaba facultada para tratar las reclamaciones que se presentaran por los
ciudadanos panameños, atender asuntos laborales y llevar al Darién el equipo,
abastecimiento y otros materiales indispensables. Lo mismo ocurriría respecto a
las informaciones y las muestras que tomaran en el lugar de las exploraciones.

Después de tres años de negociaciones irregulares, el 22 junio de 1967, los


representantes de Panamá Ricardo Manuel Arias E., Roberto Alemán y Diógenes
De la Rosa, y de Estados Unidos. Robert A Anderson, Robert S. Woodward y John
N. Irving ll, suscriben un acta recomendando a sus respectivos gobiernos los tres
Proyectos de Tratado: Tratado concerniente al Canal de Panamá: Tratado
concerniente a la defensa del Canal de Panamá y su neutralidad: Tratado
concerniente a un Canal a Nivel del mar que una los Océanos Atlántico y Pacífico.

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