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El Comportamiento Humano Como Base de La Teoría Del Delito

1) El documento discute las teorías del delito, incluyendo la teoría causalista, finalista y funcionalista. 2) También explora la distinción entre delitos y faltas, con diferentes autores proponiendo que la diferencia radica en la gravedad del acto, si causa daño o no, o si afecta intereses del estado. 3) Finalmente, analiza elementos del delito como acto típico, antijurídico, culpable y punible, y cómo el delito puede verse como un producto social.

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El Comportamiento Humano Como Base de La Teoría Del Delito

1) El documento discute las teorías del delito, incluyendo la teoría causalista, finalista y funcionalista. 2) También explora la distinción entre delitos y faltas, con diferentes autores proponiendo que la diferencia radica en la gravedad del acto, si causa daño o no, o si afecta intereses del estado. 3) Finalmente, analiza elementos del delito como acto típico, antijurídico, culpable y punible, y cómo el delito puede verse como un producto social.

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EL COMPORTAMIENTO HUMANO COMO BASE DE LA TEORÍA DEL DELITO.

CONCEPTUALIZACIÓN DEL DELITO Y FALTA, ANÁLISIS Y CARACTERÍSTICAS.

La teoría del delito es un sistema de categorización por niveles, conformado por el estudio
de los presupuestos jurídico-penales de carácter general que deben concurrir para establecer la
existencia de un delito, es decir, permite resolver cuando un hecho es calificable de delito

Esta teoría, creación de la doctrina (pero basada en ciertos preceptos legales), no se ocupa de los
elementos o requisitos específicos de un delito en particular (homicidio, robo, violación, etc.), sino
de los elementos o condiciones básicas y comunes a todos los delitos.

Históricamente, se puede hablar de dos corrientes o líneas: la teoría causalista del delito y la
teoría finalista del delito. Para la explicación causal del delito la acción es un movimiento
voluntario físico o mecánico, que produce un resultado el cual es tomado por el tipo penal, sin
tener en cuenta la finalidad de tal conducta. La teoría finalista del delito entiende la conducta
como un hacer voluntario final, en cuyo análisis deben considerarse los aspectos referidos a la
manifestación exterior de esa finalidad. La primera corriente considera preponderantemente los
elementos referidos al disvalor del resultado; la segunda, por el contrario, pone mayor énfasis, en
el disvalor de la acción. Más recientemente, la teoría funcionalista intenta constituir un punto de
encuentro entre finalistas y causalitas, destacando en esta línea Claus Roxin en Alemania y Paz de
la Cuesta en España, entre otros.

La mayoría de los países de la tradición jurídica de Derecho continental, utilizan la teoría


finalista del delito. A partir de los años 90, en Alemania, Italia y España, aunque parece imponerse
en la doctrina y jurisprudencia la estructura finalista del concepto de delito, se ha iniciado el
abandono del concepto de injusto personal, propio de la teoría finalista, para introducirse
paulatinamente las aportaciones político-criminales de un concepto funcionalista del delito
orientado a sus consecuencias. Quizá la aportación más significativa a la teoría de delito del
funcionalismo moderado sea la denominada "Teoría de la imputación objetiva" que introduce el
concepto de "riesgo" en la tipicidad, buscado la moderación, en unos casos, de la amplitud de las
conductas inicialmente susceptibles de ser consideradas como causa y en otros, la
fundamentación de la tipicidad en base a criterios normativos en aquellos supuestos en los que
ésta no puede fundamentarse en la causalidad (como sucede en los delitos de omisión, algunas
modalidades de delitos de peligro, entre otros).
Carmignani y Carrara sostenían que la falta o contravención no ofendían al derecho natural
ni al principio ético universal, sino que se reprimían en función de una mera utilidad social.
Mientras el delito afecta la seguridad social; la falta perjudica sólo la prosperidad.

Otros han sostenido que el delito siempre afecta un derecho subjetivo protegido por el derecho,
mientras que la falta sólo importa una desobediencia a una prohibición.

Zanardelli -doctrinario italiano- consideraba que la distinción radica en que el delito importa
siempre una lesión, mientras que la falta sólo contiene un peligro.

Binding, basándose en la separación de las acciones en grupos, consideraba que las normas
pueden expresarse de dos formas distintas. Una, partiendo el legislador de un caso particular que
constituye una lesión o peligro de lesión para un bien jurídico, lo eleva a género y lo prohíbe con
todos los iguales. La segunda surge cuando en forma genérica se determina que ciertas acciones
son inconvenientes en general. Ante la dificultad de distinguir las acciones realmente perjudiciales
de las que no lo son, dentro del mismo género, no le queda al legislador más que dos caminos
para elegir: o prohibirlas a todas o tolerarlas a todas, por lo que elige por el principio del mal
menor.

Rocco dice que la contravención sería una acción contraria al interés administrativo del
Estado.

Los que niegan distinciones sustanciales consideran que entre la falta y el delito no existe
una diferencia cualitativa, sino cuantitativa, pues la contravención reproduce en pequeño las
cualidades que se le atribuyen a los delitos.

Otros -basándose en los límites constitucionales del sistema federal-, consideran que las
faltas sería el poder residual que se le otorga a las provincias o estados federativos; mientras que
la facultad de imponer penas por delitos son facultades del Congreso Nacional.

Y dentro de esta teoría existen distintas posiciones según consideren que el Código Penal debe
legislar sobre faltas; otras que entienden que debe limitarse a señalar el máximo de la pena y los
que opinan que las faltas corresponden en general a las provincias.

Se opina que las faltas y delitos no se diferencian por constituir un peligro o una lesión (pues
de lo contrario no sería punible la tentativa como delito), sino por su gravedad.

EL DELITO COMO UN PRODUCTO SOCIAL Y COMO HECHO TÍPICO, ANTIJURÍDICO, CULPABLE Y


PUNIBLE.

Como hecho típico porque está tipificado en la norma, son todos aquellos hechos o conductas
que violan la norma el hecho antijurídico es el que está establecido en la norma.
El hecho culpable es cuando se demuestra la culpabilidad de la persona que cometió el
hecho.

El hecho punible es cuando la persona comete el hecho y viola la disposición establecida en la


norma la cual acarrea una sanción.

En el marco del delito como producto social, podemos citar a Montagu, quien explica que “Los
crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez, instrumentos y víctimas de la
misma sociedad. La sociedad criminal y delincuente culpa de sus crímenes y delitos a los criminales
y a los delincuentes y luego los castiga por los daños que, en la mayoría de los casos, la misma
sociedad indujo a cometer. Un crimen es lo que la sociedad escoge definir como tal. Algo que
puede ser considerado como un crimen en una sociedad puede no serlo en otra. Pero sea lo que
sea, lo que una sociedad pueda o no considerar como un crimen, todas las sociedades definen al
crimen como un acto cometido en violación de una ley prohibitiva o un acto omitido en violación
de una ley prescriptita. De aquí que la sociedad sea la que define al criminal y no el criminal quien
se define a si mismo. Montagu, Ashley, sugiere aquí que casi invariablemente la sociedad es la que
hace al criminal porque los criminales, en realidad se vuelven tales, no nacen así”

El hecho humano típico para que se constituya el delito en su esencia se quiere un hecho y que
éste sea típico.

El delito en su aspecto objetivo configura un hecho, producto de la actuación del humano


como tal, voluntario, por lo tanto, humano en sentido propio.

La expresión hecho en un sentido restringido, seria el conjunto de elementos materiales y


objetivos del comportamiento humano, a todo lo que hace el sujeto en el mundo externo,
prescindiendo de la valoración de lo antijurídico y de lo culpable, y no en el sentido del conjunto
de todos los elementos que deben darse para que se aplique la pena. La expresión hecho porque
ella se ajusta a nuestro ordenamiento jurídico penal.

Cuando hablamos del hecho nos referimos por supuesto no a cualquier suceso o
comportamiento humano en su aspecto objetivo, sino especialmente al hecho típico, el
comportamiento humano corresponde a un tipo descrito en la norma penal entendiendo por tipo
precisamente la descripción legal de las características eternas y objetivas del hecho.

El hecho pues que tiene importancia para el derecho penal es el hecho típico, el hecho
conforme a un tipo; como lo expresa Bettiol, el conjunto de elementos materiales referido a la
conducta que pueden sumirse en un esquema de delito. Debe señalarse que el hacho típico,
normalmente se configura sobre la base de elementos fundamentales, descriptivos y objetivos.
Muchas veces su misma existencia está condicionada por elementos normativos, esto es, por
elementos que requiere de una valoración jurídico o ético-cultural (como los conceptos de cosa
muebles, documento, amenidad de la cosa, honor, pudor, honestidad, buenas costumbres) o por
elementos psíquicos o subjetivos (fin de lucro, fin de libertinaje y, en general fines específicos que
se indican en la ley las expresiones de, con el propósito de…).
Finalmente se puede señalar en este punto que el hecho constitutivo del delito en su especto
objetivo está constituido por un comportamiento o conducta del hombre, que puede asumir la
forma de acción o de la omisión y, eventualmente también por un resultado naturalistico diverso
del comportamiento efecto causal del primero, cuando este último es exigido para que se
configure el hecho punible.

El Delito en su Unidad la Esencia del Delito

La antijuricidad: Según la teoría bipartita el delito se constituye por una violación de la norma
penal.

Su carácter esencial está dado por ser una infracción por la relación de contradicción entre el
hecho del hombre que procede de él como tal y la ley penal. Así señala Carrara que la “idea
general del delito es una violación de la ley” la “idea del delito no es mas que una idea de relación,
la relación contradictoria entre el hecho del hombre y la ley.

Así pues, el delito, en su contenido presenta un aspecto objetivo, externo, material; y un


aspecto psicológico, pero este contenido del delito carece de significado, éstos son una relación
con la norma penal. De esta manera, el delito no es puramente un comportamiento externo,
determinado por una actitud psicológica; se trata de un comportamiento externo determinado por
una actitud psicológica en contradicción con la norma penal.

De esta manera, la antijuricidad o la contrariedad a la norma no viene a ser un elemento más,


junto al hecho externo y a la capacidad.

La antijuricidad constituye la esencia del delito y penetra tanto el elemento objetivo como el
subjetivo.

El delito, en su totalidad y en su esencia, es un hecho penalmente antijurídico, pero cabe la


posibilidad de extinguir un aspecto objetivo de la antijuricidad (el delito como hecho lascivo
dañoso) y un aspecto subjetivo de la antijuricidad ( el delito como hecho culpable). En relación a
los dos aspectos o elementos que conforman el contenido del delito y tal concepción encuentra su
explicación en dos funciones de la norma, el delito como violación de la norma, lesiona o pone en
peligro los bienes protegidos por la norma. Pero la norma así mismo impone un deber, y el delito
como violación de la norma es también un acto contrario al deber impuesto por la norma

CRÍTICA DE LOS ELEMENTOS DEL DELITO

Concepto jurídico del delito

“El delito es un acto típicamente antijurídico, culpable e imputable a un hombre y castigado


con una pena, mas ampliamente castigado con una sanción penal” (1)

De este concepto jurídico del delito se derivan los elementos del delito:

Elementos del delito:


1er. La acción o acto

2do. La tipicidad

3er. La antijuricidad

4to. La imputabilidad

5to. La culpabilidad

6to. La punibilidad

7mo. La penalidad

LA ACCION

Es el primer elemento del delito, es la acción u omisión en sentido penal. Se entiende por acto,
en sentido penal, la manifestación de voluntad que, mediante acción u omisión, determina un
cambio en el mundo exterior. En sentido penal, el acto o acción, es una conducta exterior positiva
(acción) o negativa (omisión) humana y voluntaria. Una conducta voluntaria, lo que supone que la
persona o agente tiene la capacidad de dirigir libremente su propia conducta, la posibilidad de
optar entre hacer o no hace. La conducta debe provocar un cambio en el mundo externo, esta
mutación se denomina resultado, evento o efecto.

Por lo tanto, la relación de causalidad es el vínculo que enlaza la conducta y el cambio en el


mundo exterior (resultado).

Antiguamente los penalistas no se ocupaban de modo especial del vinculo de causalidad,


aunque se referían a la imputatio facti (causalidad) y a la imputatio iuris (culpabilidad y
responsabilidad).

La relación de causalidad es una condición de la responsabilidad penal porque, si no existe


nexo causal entre una conducta y un resultado, no hay acto en sentido penal.

Ausencia de acción

Si existe una causa de ausencia de acto, no existe delito, porque falta el primer elemento de
este y si no hay delito, no hay responsabilidad penal. La omisión es acción en sentido amplio. Los
actos ejecutados durante el sueño son actos maquinales, no voluntarios, no son actos en sentido
penal, no son delitos; y por consiguiente no engendran responsabilidad penal. La responsabilidad
penal, se establece, no por haber ejecutado el acto dormido, sino por lo que se dejó de hacer
estando despierto, para evitar causar daño.

EJEMPLO: Un conductor de autobús, que al quedarse dormido, origina un accidente donde


mueren varias personas.
(1) HERNANDO GRISANTI AVELEDO, Lecciones de derecho penal, parte general, 18ª edición, Vadel
hermanos Editores; Caracas, 2002.

LA TIPICIDAD

La tipicidad es un elemento del delito, que implica una relación de perfecta adecuación, de
total conformidad entre un hecho de la vida real algún tipo legal o tipo penal. Se entiende por tipo
legal, la descripción de cada uno de los actos (acciones u omisiones) que la ley penal considere
delictivo.

EJEMPLO: El tipo legal del hurto es el siguiente: “ el que se apodere de cosa mueble ajena,
quitándola sin el consentimiento de su dueño, del lugar donde se hallaba, para apoderarse de ella,
será castigado…” con tal pena, la descripción del hurto, constituye el tipo legal del hurto y así en
general, es tipo legal o tipo penal, cada una de las descripciones de los actos que la ley penal
considera delictivos, punibles y acarrean, por tanto, la aplicación de una sanción de carácter penal.

¿Cuándo se dice que un acto es típico?

Cuando se puede encuadrar o encajar perfectamente en cualquier tipo legal o penal, es decir
cuando el acto es idéntico al tipificado como delito en la ley penal que en virtud de principio
legalista, es la única fuente propia y verdadera de derecho penal. Donde rija el principio legalista,
la tipicidad es elemento del delito.

La atipicidad

Es el aspecto negativo de la tipicidad e implica una relación de inadecuación entre un acto de la


vida real examinado en el caso concreto y los tipos legales o tipos penales. Cuando el acto
examinado no encuentra a la perfección en ninguno de los tipos legales o penales consagrados en
la ley penal, se dice que ese acto es atípico y en consecuencia no constituye delito y por lo tanto
no engendra responsabilidad penal.

EJEMPLO DE ATIPICIDAD: Para que el delito de seducción sea punible es el que se comete
mediante promesa matrimonial en una mujer conocidamente honesta, mayor de 16 años y menos
de 21. Si no ha habido promesa matrimonial, no existe delito de seducción y el acto es atípico y en
consecuencia no acarrea responsabilidad penal.

La Antijuricidad

Es un elemento del delito, que implica una relación de contradicción entre un acto de la vida
real, por una parte, y las normas objetivas que integran el derecho positivo vigente en una época y
en un país determinado por otra parte.

La antijuricidad es objetiva porque, para determinar si un acto es o no antijurídico hemos de


realizar un juicio objetivo de comparación entre ese acto y las normas objetivas del derecho
positivo, sin examinar las condiciones mentales de la persona que lo realizó, ni la intención con la
cual tal persona ejecutó dicho acto.

EJEMPLO: Es antijurídico el homicidio perpetrado por un enajenado mental, como el homicidio


perpetrado por una persona que goza de perfecta salud mental, claro esta siempre que no haya
habido una causa de justificación, como la legitima defensa o estado de necesidad; mientras que al
demente no se le impone pena prevista en el Código Penal, para el delito que ha perpetrado.

La Imputabilidad

Es el conjunto de condiciones físicas y psíquicas, de madurez y salud mental, legalmente


necesarias para que puedan ser puestos en la cuenta de una persona determinada, los actos
típicamente antijurídicos que tal persona ha realizado. Es la capacidad de obrar en materia penal.

La Culpabilidad

Es el conjunto de presupuestos que fundamentan la reprochabilidad personal de la conducta


antijurídica. Las personas mayores de 18 años de edad y que gozan de perfecta salud mental, son
imputables pero no culpables, solo cuando hayan cometido un delito.

Existe la culpabilidad penal en el autor del acto, lo ejecutò voluntariamente o en forma


culposa.

La culpabilidad tiene dos (2) especies: El dolo y la culpa.

La Punibilidad

Son ciertas condiciones, distintas del tipo legal, a cuya existencia esta sometida la aplicabilidad
y la aplicación de la pena a la persona a la cual se le imputa, se le atribuye, la perpetración de un
delito determinado, en la cual se exige tal condición objetiva de punibilidad.

Son todos los elementos del delito, porque es menester que concurran todos ellos para que
pueda y deba aplicarse a la persona que se le imputa la perpetración de un delito, la pena
previamente establecida en la Ley Penal. Para que pueda y deba dictarse auto de detención contra
una persona determinada, dicha aplicación debe estar dentro de otro elemento del delito llamado
tipicidad.

La punibilidad, es la cualidad de acarrear la aplicación de una sanciòn penal, si es un elemento,


si es una característica del delito.

La Penalidad
Es la consecuencia primordial de la perpetración del delito. La pena no puede ser considerada
parte del delito, es una consecuencia de este.

ACCIÓN, DOLO, CULPABILIDAD, PRINCIPIOS DE CULPABILIDAD.

La Acción

El comportamiento humano es la base de la Teoría del delito. Si no hay acción humana no


hay delito. El fenómeno delictual tiene que estar acompañado por una acción humana. El delito se
basa en la actividad humana por acción u omisión.

La acción es conducta omisiva o activa voluntaria, que consiste en un movimiento de su


organismo destinado a producir cierto cambio, o la posibilidad, en el exterior del mundo (Teoría de
la causalidad).

Es todo comportamiento humano que depende de la voluntad. El delito es acto humano,


cualquier mal que no tiene origen en la actividad humana no puede reputarse como delito.

La posibilidad de cambio en la realidad se da en los delitos frustrados como también en la


tentativa. Si es involuntario (caso fortuito) u ocurre en el fuero interno y no llega a manifestarse, la
acción se excluye del campo delictivo.

Sujeto de la acción:

El sujeto de la acción es el ser humano, si no es un ser humano, no puede ser considerar


delito.

Ausencia de la acción:

El obrar no dependiente de la voluntad del hombre, no es "acción". Por tal razón no hay
delito cuando median:

Fuerza irresistible. El peatón es impelido contra un escaparate y lo rompe. No es autor. No hay


acción voluntaria por parte de el. ¿Quién es responsable de pagar el escaparate?. La persona que
empujo.

Acto Reflejo. No es factible impedir movimientos reflejos que provienen del automatismo del
sistema nervioso. No hay acción voluntaria, sino por reflejo.
Estados de inconsciencia o Situaciones ajenas a lo patológico (sueño, sonambulismo,
hipnotismo): Para ser admitidos como excluyentes de la acción requiere de un análisis y estudios
cuidadosos.

Impresión paralizante. No hay posibilidad de actuar oportunamente y adecuadamente cuando


el sujeto esta paralizado, aunque sea momentáneamente, por una intensa impresión física
(deslumbramiento, por ejemplo) o psíquica (como un acontecimiento imprevisto, por ejemplo ver
a la mujer de uno con otro en un estado de adulterio), pues los mecanismos volitivos precisan de
un tiempo para desplegar su eficacia.

En la legítima defensa, también existe una ausencia de una fase que se llama fase interna de
la acción. En este caso las defensas no se lo piensan, no surge en el pensamiento ese querer
defenderse (fase interna), sino más bien, es la reacción del instinto de supervivencia lo que hace
actuar al sujeto.

También existe ausencia de la acción cuando lo que lleva a cometer el delito es una fuerza
interior irresistible, por ejemplo el hambre extremo. Se roba un pan para no morir de hambre.
Este caso de necesidad no existe en las sociedades industrializadas.

Fases de la acción

Existe una fase interna y otra fase llamada externa.

- En la interna la acción solo sucede en el pensamiento.

- Es en la fase externa donde se desarrolla la acción.

Si no hay acción no hay delito, porque es una de las partes de la estructura del delito.

Polémica del desarrollo de acción

La Inconsciencia es un estado reflejo, por ejemplo cuando el epiléptico mata, ya existe acción
humana.¿Podrá considerársele homicida? No. Para probar que el acto fue realizado por un
epiléptico, se debería demostrar que el cuchillo entró por el mismo orificio cuantas veces como
cuchilladas se haya hecho, sin cambiar de lugar y de ángulo de entrada. Es así como acuchillan los
epilépticos. ¿Esta acción estará guiada por la voluntad del epiléptico? No.

Acción y resultado:

Cuando hay acción externa siempre hay resultado, éste resultado es causal de imputabilidad.
La ley también castiga la simple manifestación de la acción, por ejemplo la tentativa.
El resultado es el efecto externo que el Derecho Penal califica para reprimir el delito y el
ordenamiento jurídico tipifica para sancionarlo que consiste en la modificación introducida por la
conducta criminal en el mundo exterior (robo, incendio) o en el peligro de que dicha alteración se
produzca (abandono de niños).

Pero ese efecto no se da en todos los delitos, no se da en los delitos formales (llamados
también, delitos de actividad, delitos sin resultado), en estos el delito se perfecciona con la sola
manifestación de la voluntad, p. ej. , no hay resultado perceptible en el falso testimonio.
Igualmente en los delitos frustrados y en la tentativa no hay resultado. Por eso el resultado no
siempre es un elemento esencial apara que un delito se perfeccione.

La Culpabilidad

La culpabilidad es la reprochabilidad de la conducta de una persona imputable y


responsable, que pudiendo haberse conducido de una manera no lo hizo, por lo cual el juez le
declara merecedor de una pena. Es la situación en que se encuentra una persona imputable y
responsable.

Teorías acerca de la naturaleza de la culpabilidad.

Teoría psicológica: esta teoría considera de la culpabilidad como un elemento netamente


Psicológico, que indica que para la existencia del delito, además acción de los requisitos objetivos
(hacino – tipicidad antijuridicidad).

Elementos o presupuestos de la culpabilidad

Para que haya culpabilidad tiene que presentarse los siguientes presupuestos o elementos
de la culpabilidad:

- Imputabilidad

- Dolo o culpa estos elementos son también llamados: formas de culpabilidad) La exigibilidad de
una conducta adecuada a la prohibición o imperatividad de la norma. Y por faltarle alguno de
estos presupuestos, o por existir las llamadas, Causas de Inculpabilidad el autor no actúa
culpablemente, en consecuencia esta exento de responsabilidad criminal.

Imputabilidad

La imputabilidad es la capacidad psíquica de una persona de comprender la antijuridicidad


de su conducta y de no adecuar la misma a esa comprensión.

La Imputabilidad es el estado de incapacidad para conocer el deber ordenado por la norma y


la ineptitud de actuar, por cuenta propia, con arreglo a su mandato.

El Dolo y la Culpa
El Dolo

Es la producción de un resultado típicamente antijurídico, con consciencia de que se


quebranta el deber, con conocimiento de las circunstancias del hecho y el curso esencial de la
relación de causalidad existente entre la manifestación humana y el cambio del mundo exterior, y
con voluntad de realizar la acción y con representación del resultado que se quiere.

Causas de inculpabilidad:

Son aquellos que incluyen la culpabilidad, y por lo tanto el delito, y por consecuencia la
responsabilidad penal. Son las que impiden que se reproche a una persona imputable, el acto
típicamente antijurídico que ha realizado.

Los Elementos del Dolo

• Elemento volitivo. Tiene que actuar la voluntad. El individuo tiene que querer hacer,

• Elemento Intelectual. El sujeto debe saber lo que hace y esperar un resultado. Para que exista
dolo tiene que haber estos dos elementos del dolo.

La Culpa

Es la producción de un resultado típico y antijurídico, previsible y evitable, a consecuencia de


haber desatendido un deber de cuidado que le era exigible.

TIPICIDAD

Al hacer un estudio de los elementos que conforman el delito, es esencial conocer y saber el
concepto de tipicidad, en virtud de que sin éste, el delito no existiría y por lo tanto no sería posible
el encuadramiento del mismo en la norma, ni saber que causas originaron que el sujeto actuara de
forma antijurídica.

Los hechos cometidos por el hombre, para que se los pueda sancionar con una pena, deben
estar descritos en la ley penal. Esa descripción legal, desprovista de carácter valorativo, constituye
la tipicidad; de este modo, el tipo legal es la abstracción concreta que ha trazado el legislador,
descartando detalles innecesarios, para la definición del hecho que se cataloga en la ley como
delito.

La tipicidad es la adecuación, o encaje del acto humano voluntario ejecutado por el sujeto a
la figura descrita por la ley como delito. Si la adecuación no es completa no hay delito. La tipicidad
es la adecuación, el encaje, la subsunción del acto humano voluntario al tipo penal.

La ley consigna los tipos y conmina con penas las conductas formuladas, por ser opuestas a
los valores que el Estado está obligado a tutelar, al reflexionar sobre los casos en los cuales existe
certidumbre de dicha antijuricidad (por no operar causa de justificación alguna) advertimos que no
permanece a manera de mero indicio, sino absoluta contradicción al orden jurídico. Por ende
hemos llegado a la conclusión de que asiste razón al observar, como toda conducta típica es
siempre antijurídica (salvo la presencia de una justificante) por ser en los tipos de donde el
legislador establece las prohibiciones y mandatos indispensables para asegurar la vida
comunitaria.

No debe confundirse el tipo con la tipicidad. El tipo es la creación legislativa, la descripción que
el Estado hace de una conducta concreta con la descripción legal formulada en abstracto. Basta
que el legislador suprima de la Ley Penal un tipo, para que el delito quede excluido.

Definiciones:

a) El Tipo: Es la figura abstracta e hipotética contenida en la ley, que se manifiesta en la simple


descripción de una conducta o de un hecho y sus circunstancias. Es la descripción legal de un
delito. La figura delictiva creada por el Estado a través de una norma jurídica o ley", "la descripción
del comportamiento antijurídico".

b) La Tipicidad: Es la adecuación de la conducta al tipo, es el encuadramiento de una conducta con


la descripción hecha en la ley, la coincidencia del comportamiento con el escrito del legislador, es
en suma la adecuación de un hecho a la hipótesis legislativa.

Javier Alba Muñoz, lo considera como descripción legal de la conducta y el resultado y, por
ende, acción y resultado quedan comprendidos en él.

La diferencia que existe entre tipo y tipicidad, aunado en que en él mismo se observa la
descripción legislativa (TIPO), y el encuadramiento de la conducta (TIPICIDAD) hecha por la ley
penal.

Para Luís Jiménez de Asúa, la tipicidad desempeña una función predominantemente descriptiva
que singulariza su valor, en el concierto de las características del delito y se relaciona con la
antijurídica por concretarla en el ámbito penal. La tipicidad no solo es pieza técnica. Es como
secuela del principio legista, garantía de libertad.

En la atipicidad hay falta de tipo, si se realiza un hecho específico que no encuadra


exactamente en el descrito por la Ley, respecto de él no existe tipo.

La tipicidad es el elemento esencial para la configuración del delito, sin este elemento en
donde ya se exterioriza de conducta y se procede a accionar, es imposible su existencia cuando se
carece de legislación penal (tipo), y por lo tanto resultaría imposible su punibilidad bajo el
principio de Legalidad.
ANTIJURICIDAD

Se denomina antijuricidad a toda conducta típica que resulta contraria al orden jurídico. Es
decir, lo contrario a Derecho. Existen dos tipos:

- Antijuricidad formal: se afirma que una conducta es formalmente antijurídica,


cuando es meramente contraria al ordenamiento jurídico. Por tanto, la antijuricidad formal no es
más que la oposición entre un hecho y la norma jurídica positiva.

- Antijuricidad material: se dice que una acción es "materialmente antijurídica"


cuando, habiendo transgredido una norma positiva (condición que exige el principio de legalidad),
lesiona o pone en peligro un bien jurídico que el derecho quería proteger

CAUSAS DE JUSTIFICACION: pueden ser definidas como aquellas circunstancias que,


conforme a la ley, hacen desaparecer la antijuricidad de un acto típico.

De acuerdo al Artículo 65 del Código Penal tenemos que no son punibles:

1. El que obra en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho,


autoridad, oficio o cargo, sin traspasar los límites legales.

El cumplimiento de un deber, consiste en causar daño actuando de forma legítima en el


cumplimiento de un deber jurídico, siempre que exista la necesidad racional del medio empleado.
Ejemplo:

Un funcionario del Instituto Autónomo de la Policía del Estado Miranda, se encontraba


realizando trabajos de inteligencia inherentes a su cargo, ya que existía la denuncia de que unos
ciudadanos que tripulaban un vehículo Ford Sierra rojo se dedicaban al tráfico de estupefacientes
en el barrio Aquiles Nazoa de la ciudad de Los Teques; y una vez allí el ciudadano… y sus
compañeros coincidieron con un vehículo de las características señaladas, por lo que procedieron
a darle la voz de «alto» y ante la negativa y huida del mismo, los funcionarios dispararon y
produjeron la muerte de su tripulante.

El funcionario policial obró en el cumplimiento de un deber debido a las funciones de su


cargo y, por tanto, siendo el cumplimiento del deber una causa que excluye la responsabilidad
penal del hecho, lo indicado es declarar que la conducta desplegada por el imputado… no es
punible.

El ejercicio de un derecho, comúnmente se ubica en el cumplimiento de un deber. El


ejercicio de un derecho se da cuando se causa algún daño al obrar en forma legítima, siempre y
cuando exista la necesidad racional del medio empleado. Un daño realizado en el ejercicio de un
derecho, se causa en virtud de ejercer una profesión, un deporte, una relación familiar etc.

Por ejemplo: El médico que amputa un brazo a fin de evitar que no avance la gangrena,
causa una mutilación (lesión), pero su conducta (plenamente tipificable), no es antijurídica, puesto
que actúa en el ejercicio de un derecho. Lo mismo aplica para el abogado que toma un bien
inmueble ajeno en virtud de una orden de embargo, no cometiendo en este caso ningún ilícito.

2. El que obra en virtud de obediencia legítima y debida. En este caso, si el hecho


ejecutado constituye delito o falta, la pena correspondiente se le impondrá al que resultare haber
dado la orden ilegal.

La obediencia debida es una eximente de responsabilidad penal, por delitos cometidos con
motivo de la ejecución de una orden impartida por un superior jerárquico, que beneficia al
subordinado dejando subsistente la sanción penal del superior.

3. El que obra en defensa de su propia persona o derecho, siempre que concurran las
circunstancias siguientes:

1. Agresión ilegítima por parte del que resulta ofendido por el hecho. Tiene que existir en
primer lugar una agresión y ésta debe ser objetiva. Para ejercer la legítima defensa no se puede
suponer subjetivamente que las otras personas nos van a atacar. Mientras las demás personas no
realicen movimientos o actos que demuestren una amenaza para nuestra persona, no puede
hablarse de agresión en sentido legal.

Por ejemplo, "A" sale en horas de la madrugada de una discoteca y observa a tres personas
cerca de su carro fumando tranquilamente. Mientras estas personas no realicen gestos
amenazadores, como tratar de sacar un arma, "A" no podrá reaccionar haciendo uso de su arma y
alegar la legítima defensa. Todo lo más que podrá hacer es tomar medidas de precaución, aún
cuando la actitud de las personas y la situación en general le parezcan muy sospechosas.

En segundo lugar, la agresión debe ser inevitable, de forma tal que para poder protegerse la
víctima se vea forzada a reaccionar hiriendo o dando muerte a él o a los agresores. En el ejemplo
anterior, al observar "A" a los 3 individuos tiene la alternativa de llamar a la policía. La agresión
entonces no es inevitable. Cosa distinta sería si los 3 sospechosos esperan a "A" y lo atacan de
improviso, no quedándole a "A" más remedio que defenderse.

En tercer lugar, la agresión debe ser actual o inminente. Agresión actual es la que se
desarrolla en el momento mismo. Por ello, no es posible a un ladrón que nos haya atacado y huye.
Al dar la espalda ya se consumó la agresión y ésta ya no existe. Dispararle en ese momento será
considerado por la justicia como homicidio y no como legítima defensa. Por otra parte, no es
necesario tampoco esperar a que el agresor desarrolle o consume su agresión para que el
defensor reaccione. Por ejemplo "B" tropieza con "C" en la calle. "C" injuria a "B" de palabra y hace
ademán de golpearlo con un machete.

Ilógico exigir de "B" que esperara el primer golpe de machete para defenderse (golpe que
puede ser el primero y el último). Basta entonces con que "C" exteriorice su voluntad de agredir
con el machete, mediante ademanes preparatorios, para que "B" pueda reacciones en su defensa.
Por último, la agresión debe ser ilegítima. El agresor no debe estar autorizado por la ley para
realizarla. Así, no se puede alegar legítima defensa contra un policía que utiliza la fuerza para
controlar a un ebrio que altera el orden público y se niega a obedecer las órdenes del policía.

2. Necesidad del medio empleado para impedirla o repelerla. La Necesidad del medio
empleado está directamente relacionada con la proporcionalidad que debe existir entre el ataque
y la defensa.

La proporcionalidad no debe ser solamente objetiva sino también subjetiva. Es decir, no se


debe atender solamente a la comparación de las armas empleadas para la agresión y la defensa
(proporcionalidad objetiva), sino que es necesario tomar en cuenta además otro cúmulo de
circunstancias que interfirieron en la defensa (proporcionalidad subjetiva).

La Proporcionalidad no puede, ni debe, ser una simple operación matemática. Pongamos un


ejemplo: "A" ataca con un palo a "B" y éste lo mata disparándole 7 tiros con una pistola calibre 9
mm. No hay proporcionalidad de legítima defensa dirán algunos. Pero cuando se examina la
situación se descubre que "A" era un individuo con una contextura física fuerte y además estaba
drogado y "B" era un anciano delgado de 60 años, entonces la cosa cambia y cambia bastante. Por
consiguiente, a la hora de sentenciar al juez tomará en cuenta tanto la proporcionalidad objetiva
como la subjetiva, según lo ha decidido el Tribunal Supremo de Justicia.

3. Falta de provocación suficiente de parte del que pretenda haber obrado en defensa
propia. Se equipara a la legítima defensa el hecho con el cual el agente, en el estado de
incertidumbre, temor o terror traspasa los límites de la defensa. Significa que si la agresión ha sido
provocada por nosotros de alguna manera no se podrá alegar la legítima defensa en nuestro favor.
Una última anotación sobre los requisitos analizados: deben ser concurrentes. Es decir, para que
una persona pueda alegar a su favor legítima defensa todos los tres requisitos anteriores deben
estar presentes al mismo tiempo. De otra manera podrá alegarse cualquier otra figura jurídica
menos la legítima defensa.

3. El que obra constreñido por la necesidad de salvar su persona, o la de otro, de un peligro


grave e inminente, al cual no haya dado voluntariamente causa, y que no pueda evitar de otro
modo.

De acuerdo con esto los elementos del estado de necesidad son los siguientes:

1. Peligro grave e inminente: el peligro es grave cuando amenaza la vida de la persona


o su integridad física. Es inminente cuando está a punto de suceder o hay amenaza cierta de que
suceda.

2. No haber causado voluntariamente el peligro: para aplicar el estado de necesidad es


necesario que la persona no haya realizado o ejecutado actos que intencionalmente la hayan
colocado en la posición de peligro.
3. Inevitabilidad del medio empleado: en este sentido, el medio que se emplea para
enfrentar la amenaza debe ser aquél que se corresponda con su magnitud y cuyo empleo no
pueda ser cambiado por el uso de otro.

IMPUTABILIDAD EN CONTRAPOSICIÓN AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD

El principio de legalidad

Es un principio fundamental del Derecho público conforme al cual todo ejercicio de potestades
debe sustentarse en normas jurídicas que determinen un órgano competente y un conjunto de
materias que caen bajo su jurisdicción. Por esta razón se dice que el principio de legalidad asegura
la seguridad jurídica.

Se podría decir que el principio de legalidad es la regla de oro del Derecho público y en tal
carácter actúa como parámetro para decir que un Estado es un Estado de Derecho, pues en él
poder tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas.

Imputabilidad

Actitud de persona para responder de los actos que realiza, el niño y el loco, no son imputables
al carácter de esa actitud, y de ahí el estar comprendidos en las exenciones de responsabilidad

Imputabilidad Es la capacidad de entender y querer en el campo del derecho penal. La


imputabilidad implica salud mental, aptitud psíquica de actuar en el ámbito penal, precisamente al
cometer el delito. Por otra parte, el sujeto primero tiene que ser imputable para luego ser
culpable; así, no puede haber culpabilidad si previamente no se es imputable.

Ahora bien si ya sabemos que el principio de legalidad es todo lo que va de acuerdo a las leyes
ya preescritas y normadas en un país de derecho y la imputabilidad es la ley aplicada a aquel
ciudadano y ciudadana que trate de desobedecerlas porque ya sabemos que para que exista un
delito tiene que estar ya prescrito con antelación en las leyes al momento en que el acto fuese
realizado y esa ley ya establecida es precisamente el principio de legalidad por eso es que se dice
que la imputabilidad en contra posición al principio de legalidad ya que uno de estos dos términos
es la ley y el otro quien pasa por encima de ella y por lo cual debe de ser castigado

ITER CRIMINIS

Iter criminis, es una locución latina, que significa "camino del delito", utilizada en derecho
penal para referirse al proceso de desarrollo del delito, es decir, las etapas que posee, desde el
momento en que se idea la comisión de un delito hasta que se consuma.
Por lo tanto, el iter criminis es un desarrollo dogmático, creado por la doctrina jurídica, con
idea de diferenciar cada fase del proceso, asignando a cada fase un grado de consumación que
permita luego aplicar las diferentes penas.

Este conjunto de actos pasa por tres fases:

Fase Interna. Conjunto de actos voluntarios del fuero interno de la persona que no entran en el
campo sancionatorio del Derecho Penal.

Pertenecen a esta fase interna la:

· La Concepción o Ideación,

· La Deliberación, y

· La Resolución o Determinación.

Estos actos no pueden ser sancionados porque están en el fuero interno del individuo.

Concepción o ideación. Es el momento en que surge en el espíritu y mente del sujeto la idea o
propósito de delinquir.

Deliberación. Es el momento de estudio y apreciación de los motivos para realizar el delito.

Resolución o determinación. Es el momento de decisión para realizar el delito sobre la base de


uno de los motivos de la fase anterior. Se resuelve en el fuero interno "el ejecutar la infracción
penal".

Fase Intermedia. Actos intermedios que no causan daño objetivo y que se expresan en la
determinación de cometer un delito o resolución manifestada.

La resolución manifestada se expresa en forma de: conspiración, instigación y amenazas.

Conspiración

La conspiración es el ponerse de acuerdo tres o más personas para cometer los delitos de
sedición o rebelión. La conspiración es punible como delito especial.

Instigación. Es el acto de determinar a otra persona a cometer un hecho punible, del cual será
considerado autor plenamente responsable.

Es instigador quien intencionalmente determina a otro a cometer un delito". La proposición es


simplemente invitar, la provocación es proponer pero sin convencer.
Amenazas

Las amenazas son expresiones verbales, escritas o mediante armas con el propósito de
amedrentar o alarmar. Es punible como un delito especial, no por el daño posible sino por la
peligrosidad del agente.

Estas aunque no causen daño pueden causar alteraciones públicas y son sancionados como
"delitos especiales".

A esta fase también pertenecen el delito putativo y la apología del delito.

Delito putativo o delito imaginario. Acto en el cual el autor cree, por error, que está
cometiendo un hecho punible y delictivo, pero en realidad no lo es.

Apología del delito. Apoyo público a la comisión de un delito o a una persona condenada.

Fase Externa. Manifestación la idea delictiva y comienza a realizarse objetivamente.

Va desde la simple manifestación de que el delito se realizará, hasta la consumación del mismo

Es en esta fase en que el delito cobra vida, y esta compuesta por:

1. Los Actos Preparatorios, y

a. La Proposición,

b. La Conspiración,

c. La Provocación,

d. La Incitación, Inducción

e. Las Amenazas

2. Los Actos de Ejecución.

a. La Tentativa

b. El Delito Frustrado o Tentativa Acabada

c. El Delito Imposible

d. El Delito Consumado

e. El Delito Agotado

Los Actos Preparatorios por lo general no son punible, los actos de ejecución pueden dan lugar
a la tentativa, y por lo tanto, son punibles.
Actos preparatorios. Son actos para proveerse de instrumentos adecuados y medios para
cometer un delito.

Cuando no son adecuados se presenta la preparación putativa. En este momento no hay


univocidad, es decir, los actos preparativos no revelan con claridad y precisión la voluntad de
delinquir, no hay aún violación de la norma penal y revelan escasa peligrosidad.

Son Actos Preparatorios

1. La proposición, la conspiración, la provocación, la incitación, inducción: el sujeto busca


coordinarse con otros para poder llevar a cabo la acción delictiva.

2. Las amenazas: es un caso especial de la manifestación verbal de la intención delictuosa en


que se da a entender que se producirá un cierto daño en contra de una persona determinada.

Actos de ejecución. Son actos externos que caen en el tipo penal punible.

Los Actos de Ejecución se dan en este proceso:

1º. La Tentativa (y Tentativa Inacabada o Delito Intentado),

2º. El Delito Frustrado o Tentativa acabada,

3º. El Delito Imposible,

4º. El Delito Consumado y,

5º. El Delito Agotado

La tentativa. Inicio de ejecución de un delito, pero este se ha interrumpido por causa ajena a la
voluntad del agente. En este momento se requiere que los actos idóneos sean inequívocamente
tendientes a la producción de un delito, pero sin llegar a su consumación, por circunstancias
propias o ajenas a la voluntad del agente. Por lo que la no realización del resultado delictivo es su
condición y su esencia es la realización del principio de ejecución del mismo. Si el agente del delito
interrumpe voluntariamente el delito; existe lo que se llama Tentativa inacabada o delito
intentado, que es el Inicio de ejecución de un delito, pero este se ha interrumpido por la voluntad
del agente. No es punible.

Sus elementos son:

Elemento Subjetivo:

El elemento subjetivo de la tentativa consiste en la intención dirigida a la realización de un


tipo legal. Como en el delito consumado doloso, el agente debe tener la representación de la
infracción a cometer y la voluntad de ejecutarla. Por esto, se afirma que, subjetivamente, la
tentativa es idéntica al delito doloso consumado

Elemento Objetivo: Comienzo de Ejecución:

El elemento objetivo de la tentativa es designado por nuestro legislador mediante la siguiente


fórmula: "el agente hubiera comenzado simplemente la ejecución del delito". De este modo, el
legislador excluye, en primer lugar, una concepción puramente subjetiva de la tentativa: luego,
subraya la necesidad de que la voluntad criminal se exteriorice mediante ciertos actos; y, por
último, trata de señalar un criterio que permita determinar en qué deben consistir tales actos. Lo
que debe comprenderse por comienzo de ejecución, es un punto sobre el cual mucho se ha
discutido. Del criterio que se adopte respecto al fundamento de la punibilidad de la tentativa
dependerá en mucho los alcances que se reconozcan a tal fórmula. La decisión que se tome no
depende solamente de criterios lógico-sistemáticos, sino también de muchas otras
consideraciones relacionadas con la concepción del derecho penal, de la pena, y de la política
criminal que se sostenga

No Realización de la Consumación:

El tercer elemento de la tentativa es de carácter negativo y consiste en la no consumación de la


infracción, ya sea debido a circunstancias accidentales o a la intervención del propio agente.

Se dice que un delito se ha consumado cuando se han realizado todos los elementos subjetivos
y objetivos del tipo legal.

Se trata, pues, de un criterio puramente formal, ya que lo determinante es la manera como ha


sido concebida legalmente la infracción. Para que se dé tentativa debe, justamente, permanecer
incompleto este aspecto objetivo de la infracción. Esto sucede cuando no se realiza toda la acción
delictuosa o cuando efectuada ésta, no se produce el resultado criminal (lesión o puesta en peligro
del bien jurídico).

De allí que con toda corrección se diga que la tentativa y el delito consumado son iguales en lo
que concierne al aspecto subjetivo (intención dirigida a producir la infracción), pero que son
diferentes en cuanto al aspecto objetivo, ya que éste se da imperfectamente en la tentativa. De
acuerdo a lo hasta aquí expuesto, podemos decir que tentativa es una acción, que si bien
constituye un "comienzo de ejecución" no llega a realizar el tipo legal perseguido.

Delito Frustrado o Tentativa Acabada. Realización todos los actos de ejecución, pero el delito
no aparece en sus consecuencias materiales.

Delito Imposible. Acciones que a falta de medios, de objetivo o inadecuado uso de los medios
el delito no llega a consumarse.

Por ejemplo

1. Ausencia del bien jurídico Tutelado.


2. Dar azúcar creyendo que era veneno.

3. Tratar de hacer abortar a una mujer no embarazada.

En el primero no hay un bien jurídicamente protegido sobre el que recae la acción antijurídica.
El segundo es uso inadecuado de la sustancia y en el tercero hay falta de objeto material sobre el
cual recaer la acción. No es punible, el juez debe aplicar una medida de seguridad (Ej.
Internamiento en centro psicológico).

Cuando se interpone una causa externa para suspender la comisión del delito, se habla
frustración propia o delito frustrado, y cuando el resultado no es posible aún con la ejecución de
todos los actos idóneos, por una radical imposibilidad, por ejemplo la falta del bien jurídico
tutelado, se está ante el delito imposible.

Delito Consumado. El sujeto activo realiza la acción típicamente antijurídica que planeó
ejecutar. Son descritas en la parte especial de los códigos penales.

La acción ya ha agrupado todos los elementos que componen el tipo penal, se adecua
perfectamente a él, violando la norma de cultura juridizada (delito perfecto).

Delito Agotado. Alcance objetivo de lo planeado produciendo todos los efectos dañosos
consecuencia de la violación a los que tendía el agente y que ya no puede impedir.

La participación no es a título de complicidad sino de coautoría porque, de principio a fin, se


desarrollaron meticulosamente cada una de las etapas del proceso del iter criminis, desde la
ideación hasta la consumación, con un adecuado y preconcebido reparto proporcional del trabajo,
en cuya ejecución se tomaron todas las previsiones".

No se trata de una participación propia de quien asume la condición de autor, del


comprometido en toda la empresa delictiva. Una participación que no alcanza a diferenciarse de la
autoría y si de la complicidad. La complicidad, como lo ha previsto el legislador, se encarna en la
contribución, en la realización del hecho punible (sic) o en la ayuda posterior "cumpliendo
promesa anterior". Es sin duda un grado menor al de la autoría, un escaño menos en el desarrollo
del proceso delictivo".

FORMA DE PARTICIPACION EN LOS DELITOS

Participación como especie

La participación consiste en la contribución dolosa que se realiza en beneficio del injusto


doloso del otro. No es indispensable para que se adquiera la calidad de cómplice, que se colabore
en la comisión de un injusto culpable, únicamente que el aporte del participe favorezca la
realización de una conducta típica y antijurídica.
Tesis de la Accesoridad

En la actualidad, las preferencias doctrinales están enmarcadas de manera unánime a favor de


la noción que entiende que los aportes de los participes, son de índole accesoria, tan solo un
apéndice del acto injusto realizado por los autores y sin cuya existencia carecen de significado
jurídico- penal. Así se reconocen tres grados de accesoridad.

- Mínimo.

- Medio.

- Máxima.

La Inducción o Instigación:

Como primera forma de la participación como especie, consiste en hacer nacer en otro la idea
de delinquir de terminar dolosamente a otro para que realice un injusto doloso. Cuando el objeto
pasivo de la investigación ya estaba decidido a cometer el delito, no existe instigación o inducción,
aunque podría estarse en un acto de presión psicológica, debido al refuerzo moral que supone la
actividad verbal de la gente.

Conviene destacar que ambos sujetos, instigador e instigado, son delincuentes y que la
inducción necesariamente debe recaer en individuos imputables, pues de no ser así, existiría
autonomía inmediata, por otra parte la inducción debe referirse a la realización de una conducta
delictiva concreta sin que sea necesaria que el instigador haga referencia a detalles específicos
originados a su comisión, la inducción por si sola, no es digna de represión dado su carácter
accesorio, ya que se tiene que dar el delito o cuanto menos en grado de tentativa.

Complicidad

Como otra especie de la participación, se define como quien de manera dolosa colabora o
auxilia al autor de un injusto doloso, la cual pude ser:

a- Complicidad primaria:

La cual consiste en el aporte material necesario para la comisión del hecho doloso y anti-
jurídico, existiendo opiniones en contrario en el sentido de que en este caso debía ser incluida en
el ámbito de la Coautoría;

Aunque desde el punto de vista Ontológico, el hecho no se puede reputar como propio.

b- Complicidad secundaria:

Se refiere a la ayuda prestada al autor de un injusto doloso, pero con posterioridad a su


realización siempre que entre el autor y el participe haya existido un acuerdo previo.

Existen tres teorías en materia de responsabilidad penal del cómplice


a- Teoría de la responsabilidad relativa: según esta teoría el cómplice deberá ser castigado
con una pena inferior a la que se le aplica al autor intelectual, al co –autor material y al
cooperador o cómplice necesario. Esta teoría esta contemplada en el Art. 84 del Código Penal.

b- Teoría de la responsabilidad absoluta: Sostiene que el cómplice debe ser castigado con
una pena idéntica a la de los autores materiales, a la del intelectual y a la del cooperador. Esta
teoría es equivalente en la teoría de la relación causalidad a la equivalencia de condiciones, según
la cual todas las condiciones del resultado antijurídico tienen el mismo significado y la misma
trascendencia.

c- Teoría de la individualización de la pena: El cómplice debe ser castigado en función de su


mayor o menor grado de peligrosidad o temibilidad. El ultimo aparte del articulo 84 del Código
Penal dice textualmente “la disminución de pena prevista en este articulo no tiene lugar, respecto
del que se encontrare en alguno de los casos, cuando sin su concurso no se hubiera realizado el
hecho”.

Según el Articulo 84 del Código Penal que acoge la teoría de la responsabilidad relativa,
normalmente el cómplice propiamente dicha debe ser castigado con una pena rebajada en la
mitad de la aplicada al autor material, el autor intelectual y al cooperador inmediato; pero en
ciertos casos la complicidad ciertamente dicha se asimila a la autoría, ejemplo:

-En el aborto agravado hay formas de complicidad propiamente dichas asimiladas a la


autoría, y el cómplice es castigado con las mismas penas aplicables al autor intelectual, material y
cooperador inmediato.

Encubrimiento

Los que con posterioridad a su ejecución auxilien al delincuente, sin concierto anterior al delito
mismo y sin contribuir a llevarlo a ulteriores efectos, ayuden sin embargo a asegurar su provecho,
a aludir las averiguaciones de la autoridad o a que los reos se sustraigan a la persecución de esta o
al cumplimiento de la condena y los que de cualquier modo destruyan o alteren las huellas,
escenario del delito o alteren los indicios del mismo, serán castigados con pene de uno a cinco
años. Art. 254 COP.

Agavillamiento

El cual esta enmarcado en el Art.286 COP y estima que cuando dos o mas personas se asocian con
el fin de cometer delitos, contempla que cada una de ellos será penado por el solo hecho de la
acción.

La Participación Delictiva

En la comisión de delitos, a menudo intervienen varios sujetos a través de un reparto funcional


de actividades dando lugar al fenómeno de la participación. Así como también a la naturaleza de
determinados delitos que se consideran plurisubjetivos, requiere de varios activos, como lo puede
ser, en los delitos de conspiración, adulterio, etc.

Tanto doctrinal como legal se distingue entre autores y partícipes sobretodo, como ya se dijo,
cuando más o dos personas intervienen en la realización de un tipo penal de naturaleza uní
subjetiva, es decir, se distingue el actuar de cada persona, sobre todo para efecto de la punibilidad
valorándose aspectos subjetivos como lo es, el acuerdo previo de voluntades así como objetivos,
traduciéndose en actos materiales que penetran en el núcleo del tipo penal, no obstante se
considera que la temática que se trata se sale del tipo-tipicidad para trasladarse a una técnica
sobre atribuibilidad, lo que permite formular una regulación genérica sobre quien o quienes deben
atribuirse las conductas hipotéticamente previstas en el Código Penal, y haciendo especial
hincapié al nexo causal entre la conducta desplegada y el resultado. La institución de la
participación delictiva la podemos clasificar en ésta como género, y en sus especies la autoría y
que da sustento a la teoría del dominio del hecho, teoría objetivo-material, teoría objetivo-formal
que comprende la directa, la mediata, la coautoría y los de propia mano. Mientras que en la
participación como especie ubicamos la inducción u hostigación y la complicidad.

Autoría

Concepto Unitario De Autor

Edificado a partir de la teoría de la equivalencia de las condiciones, esta corriente rechaza la


posibilidad de distingue entre autor y partícipe, ya que cualquier participación por insignificante
que sea posee idéntico valor causal, siempre que suprimido idealmente impida la producción del
resultado, ya que cualquier persona que intervenga en un hecho delictivo será considerado como
autor.

Concepto Extensivo Del Autor

Al igual que lo anterior, encuentra su punto de partida en la teoría de la equivalencia de las


condiciones y postula que ese autor, todo individuo que ha contribuido de alguna manera a la
producción de un hecho delictuoso, siempre que su aportación resulte ineludible para la
concreción del evento, pero se reconoce la necesidad de matizar los distintos grados de
responsabilidad.

Teoría Del Dominio Hecho

Aquí se comprende dentro de la esfera de la autoría no únicamente el ejecutor directo, a


quien planea el acontecimiento delictuoso, a los que intervienen en el de manera conjunta,
concluyendo que califica como autor a quien controla de manera final el desarrollo del evento

Autoría Directa O Definición Material

Se ha sostenido como característica de la conducta delictiva quien realiza antijurídicamente


y culpablemente, por lo tanto autor es el definido en el tipo es aquel que realiza la acción principal
o acción ejecutiva, quien de manera final y de su propia mano realiza la parte objetiva del tipo “los
que realizan el delito por si”

Autor Intelectual

Es aquel que idea la realización de la conducta delictiva y organiza el transcurso del hecho, por
lo tanto ejerce dominio sobre el, es decir, se entiende como el planificador del delito “los que
acuerdan o planifican la realización”

Autoría Mediata

Esta especie de autoría se caracteriza ya que el autor del delito no realiza de propia mano la
acción típica, si no que a través de otra persona quien funge como mero instrumento para la
realización de la conducta típica. Y en este se actualicé una causal de inculpabilidad (comprende la
imputabilidad) existe la ausencia de la conducta o tipicidad o se encuentra amparado por una
causa de justificación.

Coautoría

Implica la concurrencia de varios individuos que mediante el reparto del trabajo realiza cada
quien diversas funciones que buscan en común la obtención de la meta delictiva, este enfoque
advierte la realización parcial del hecho típico por varios sujetos, incluso permite otorgar el
carácter de coautor a quien aporta una contribución que se considera indispensable para la
comisión del delito.

El encabezamiento del Art. 83 del COP, dice textualmente “Cuando varias personas concurran a
la ejecución de un hecho punible, cada uno de los perpetradores y de los cooperadores
inmediatos, queda sujeto a la pena correspondiente al hecho perpetrado”.

La coautoría puede ser:

- Necesaria; Es de tipo necesaria en los delitos colectivos que nunca pueden ser perpetrados
por una sola persona física e imputable, sino que necesariamente han de ser cometidos por dos o
mas personas como ejemplo, el delito de Agavillamiento.

- Circunstancial; En los delitos individuales, que pueden ser cometidos por una sola persona
física e imputable, como ejemplo, el homicidio, y si en un caso concreto circunstancialmente varias
personas participan en el homicidio, esto no le resta a tal delito su carácter de individual, ni le
confiere carácter de delito colectivo ya que basta la posibilidad lógica y jurídica de que un
determinado delito sea cometido por una sola persona y así merece la denominación de delito
individual.

Homicidio Intencional

Homicidio Simple
Muerte de un individuo, causa dolosamente por otra persona física e imputable.

Elementos Integrantes:

-destrucción de una vida humana

-intención de matar: aunque es difícil comprobar que el sujeto tenía la intención de matar y
no de lesionar solamente, para ello deben atenderse los siguientes datos.

a- Ubicación de las heridas ( localizadas cerca o lejos de órganos vitales)

b- Heridas reiteradas.

c- Manifestación del agente antes y después del hecho.

d- Las relaciones existentes entre la victima y el victimario (amistad u hostilidad).

e- Es importante el examen medico que se le practique al sujeto activo para precisar su


intención.

-Que la muerte del sujeto pasivo sea el resultado directo de la acción u omisión del agente

-Que haya relación de causalidad entre la conducta del agente y el resultado obtenido (la
muerte).

Medios de comisión:

1- directos o indirectos.

2- De acción u omisión

3- Físicos o morales

1) directos: disparar un revolver

2) de acción: el que debe necesariamente la realización de ciertas conductas y no la hace.


Produciendo así la muerte del sujeto

3) físicos: se subdividen en: mecánicos, químicos y patológicos, es la acción de transmisión de


una enfermedad que ocasiona la muerte al sujeto pasivo.

4) Morales: por ejemplo dar muerte a un cardiaco dándole un susto o comunicándole una
noticia trágica repentinamente.

Homicidio calificado
1- homicidio perpetrado por medio de veneno: se requiere la intención y escogencia por parte
del sujeto activo de suministrar el veneno a la victima; en caso de que sea suministrado por
imprudencia, negligencia o impericia, habrá homicidio culposo.

2- Homicidio por medio de incendio: el incendio es considerado como un medio capaz de causar
grandes estragos, y una vez provocado, puede dar muerte no solo a la persona que inicialmente
deseaba el sujeto activo sino a otras personas y los daños a la propiedad en terceros.

3- Homicidio por sumersión: debe haber intención por parte del sujeto activo de causar la
muerte con ocasión de la sumersión. Puede ser homicidio culposo cuando no hay intención por
parte del sujeto activo.

4- Homicidios cometidos mediante la perpetración de delitos contra la conservación de los


intereses públicos y privados, realizados intencionalmente por el sujeto activo. Por ejemplo
inundaciones, envenenamientos de aguas potables de uso público, destrucción por medio de
explosivos etc.

5- Homicidio alevoso: existe alevosía cuando el agente obra a traición o sobre seguro, cuando
no afronta riesgo ni da al sujeto pasivo posibilidad de defenderse. Por ejemplo contra un ciego, un
niño o una persona dormida.

6- Homicidio por motivos fútiles o innobles: el motivo fútil es el insignificante, por ejemplo, se
mata el sujeto pasivo por cobrarle una suma insignificante. El motivo innoble es la falta de
sentimientos de humanidad: por ejemplo, fanatismo político, religioso etc.

7- Homicidio perpetrado en el curso de la ejecución de los siguientes delitos: hurto calificado,


robo, robo agravado y secuestro.

8- Homicidio con concurso de calificantes: cuando en la perpetración del homicidio calificado


concurren dos o más de las circunstancias estudiadas anteriormente.

9- Parricidio: es el homicidio intencionalmente perpetrado en la persona de un ascendiente


legítimo o natural (padre o abuelo).

LA PUNIBILIDAD

Es un elemento secundario del delito, que consiste en el merecido de una pena, en función
o por razón de la comisión de un delito; dichas penas se encuentran señaladas en nuestro código
penal.

La punibilidad tiene dos elementos uno positivo y el otro negativo:

Elementos Positivos: Punibilidad

Hay supuestos en los que la punición de una acción u omisión típica, antijurídica y culpable
se condiciona por la Ley a la concurrencia de una condición objetiva de punibilidad, o la aplicación
de una pena más elevada se condiciona a la concurrencia de una condición objetiva de mayor
punibilidad.

(Toda conducta típica antijurídica y culpable es punible por regla).

Excepto cuando existen:

Elementos Negativos: Punibilidad

Es cuando concurren una serie de hipótesis que va a implicar la no aplicación de una


sanción penal.

Situaciones que favorecen a determinadas personas que eximen de sanción, por mandato
expreso, tipificado de la ley fundada en consideraciones de variado orden. Antes de aplicar la ley
penal debemos tomar en cuenta el (Artículo. 1- del CPV). Que tipifica que “Nadie podrá ser
castigado por un hecho que no estuviere expresamente previsto como punible por la ley, ni con
penas que ella no hubiere establecido previamente.” En nuestro derecho penal venezolano el
elemento negativo de la punibilidad se llama excusa absolutoria, que, no es más que lo mismo
que el elemento negativo de la punibilidad.

a) Excusas Absolutorias

Situaciones reconocidas por el derecho que imposibilitan la aplicación de una pena, por
circunstancias de protección a bienes jurídicos como la familia, la estrecha relación entre ofensor y
ofendido, escasa significación social del hecho, escasa significación del bien jurídico, existencia de
otro medio menos lesivo para la solución de un conflicto, por perdón del ofendido y por ultimo
para facilitar y beneficiar la viabilidad de la administración de justicia. En el CPV., están tipificados
algunos artículos por los cuales no hay punibilidad. (Dependiendo del grado o de la circunstancias
agravantes del hecho).

• No es punible, el que ejecuta la acción hallándose dormido o en estado de enfermedad mental


suficiente para privarlo de la conciencia o de la libertad de sus actos (Art.62.CPV).

• No es punible, el que obra en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legitimo de un


derecho, autoridad, oficio o cargo, sin traspasar los límites legales. (Art.65 numeral 1º CPV).

• No es punible, el que obra constreñido por la necesidad de salvar su persona, o la de otro, de un


peligro grave e inminente, al cual no haya dado voluntariamente causa, y que no pueda evitar de
otro modo.(Art.65. numeral 4º CPV).

• No es punible, el menor de doce años, en ningún caso ni el mayor de doce y menor de quince
años, a menos que aparezca que obró con discernimiento. (Art.69.CPV).

• No es punible el que incurra en alguna omisión hallándose impedido por causa legítima o
insuperable. (Art.73.CPV).
• Estará exento de toda pena por el delito previsto: El testigo que si hubiere dicho la verdad
habría expuesto inevitablemente su propia persona, la de un pariente cercano, amigo íntimo o
bienhechor a un peligro grave, tocante a la libertad o al honor. (Art.244, CPV,nral.1º)

Introducción
La teoría del delito dentro del quehacer del proceso penal y, más concretamente, dentro del
derecho penal, representa uno de los instrumentos más

importantes para establecer la responsabilidad penal de una persona procesada por la supuesta
comisión de un hecho delictivo. En este sentido, la teoría

del delito señala una serie de parámetros que, en cada caso en particular,

deben ser analizados con la finalidad de establecer si se ha dado la afectación

a un bien jurídico considerado fundamental, y por ende, si la potestad persecutoria que ejerce el
Ministerio Público, debe aplicarse o no.

Toda acción para constituir un delito debe ser una conducta típica,

antijurídica y culpable. Es por ello que el análisis de lo que presuntamente

constituye un ilícito, obliga a su revisión en estos tres estadios. El cumplimiento de los diversos
requisitos que conforman cada uno de estos estadios,

va a originar el carácter de ilícito de la conducta acusada. De esta manera, el

análisis de cada uno de ellos, implica una tarea seria, cuidadosa, pero sobre

todo, sumamente técnica que demanda del estudioso (a) de la teoría del delito,

conocimientos claros para su aplicación.

Bajo estas circunstancias, como ya se mencionó anteriormente, la

teoría del delito viene a constituir un medio o instrumento de garantía para la

persona acusada, garantía acorde en un todo con lo preceptuado por el artículo 39 de la


Constitución Política, en el cual se estatuye:

A nadie se le hará sufrir pena sino por delito, cuasidelito o

falta sancionados por ley anterior y en virtud de sentencia


firme dictada por autoridad competente, previa oportunidad

concedida al indiciado para ejercer su defensa y mediante la

necesaria demostración de culpabilidad.

Por tanto, no podría concebirse el dictado de una sentencia condenatoria en contra de una
persona acusada, si antes dicha conducta no ha sido

analizada a la luz de lo que informa la teoría del delito, como medio idóneo

para verificar el carácter delictivo de la misma. En esta misma orientación, la

falta de acción, la atipicidad de la conducta, la confluencia de una causa de

justificación en dicha conducta, o la inimputabilidad de la persona acusada,

podrían señalar que la conducta no puede ser considerada delictiva y, de esta

10

Teoría del Delito

manera, debe cesar la facultad represiva del Estado que, en su nombre y el de

la colectividad, lleva a cabo el Ministerio Público.

Precisamente por la importancia que representa la teoría del delito,

como método de análisis y garantía para el procesado(a), debe aplicarse a

todas aquellas conductas investigadas como delictivas, lo cual hace necesaria

su revisión, destacando los requisitos que la conforman y su función garantizadora dentro del
derecho penal costarricense para la persona procesada.

No obstante, antes de adentrarse en el estudio de los aspectos esenciales que conforman la teoría
del delito, por ser precisamente esta una herramienta de análisis que opera dentro del derecho
penal, se hace necesario en

la brevedad de las circunstancias, dar una definición de lo que constituye el

derecho penal y los principios que lo sustentan, con el objetivo de establecer

un panorama claro del marco, en donde se desenvuelve la teoría del delito, su

funcionamiento y las limitaciones dentro de las cuales opera. Con el mismo

propósito, además de centrar la atención en los temas que conforman la teoría


del delito.

Cada uno de los temas por tratar, se analiza a la luz de la doctrina, la

legislación y la jurisprudencia nacional, tratando siempre de realizar un tratamiento práctico de los


diversos tópicos, con la finalidad de que el aprendizaje

sea más fácil, ameno y comprensible.

Conclusión
El texto que he redactado y presentado, forma parte del Programa de

Formación Inicial de la Defensa Pública. A través del mismo, he pretendido

resaltar aquellos aspectos que se consideran medulares de la teoría del delito, los cuales dan una
visión general de los conocimientos que el defensor

y defensora públicos, deben manejar satisfactoriamente en el debate y en el

proceso penal en general.

No obstante, los conocimientos que se exponen, tienen un alcance

general y limitado. Pero recordemos que cada caso que se nos presente en la

práctica, requerirá de conocimientos específicos, atendiendo a la singularidad

de los hechos delictivos, en donde tenemos intervención.

Por tanto, el presente texto sirve de punto de arranque y de incentivo

para mejorar y enriquecer los conocimientos que ahora se presentan y se ponen a su disposición.

En este texto, obviamente, no se agota el análisis de los diversos temas que se trataron; en
algunos por la complejidad de los mismos; en otros

por la carencia de conocimientos para hacerlo. Pero sí se trata en la medida de

lo posible, de resaltar los aspectos considerados más sobresalientes de cada

uno de los temas, por lo que el defensor y defensora públicos, deben tomar

este texto como punto de partida, a efectos de plantear sus propias reflexiones
y mejorar los conocimientos que ahora se les presentan.

La labor que realizamos nos obliga a ampliar nuestros conocimientos

cada día. Sin embargo, no puede pensarse en un mejoramiento de nuestros

conocimientos, si tal proceso no va paralelo a un proceso continuo para alcanzar una mayor
sensibilidad, hacia la labor que ejecutamos diariamente, lo

que redundará más allá de beneficiar, al usuario y usuaria que representamos.

Además, beneficiará al ser humano que está detrás de cada causa penal y que

confía en cada uno de nosotros; primero como personas y luego como profesionales por la labor
técnica que desempeñamos.

Se aspira con este texto a fomentar el respeto por la dignidad humana,

como valor supremo, en torno al cual debe girar la Administración de Justicia,

objetivo que no se puede alcanzar cuando el o la profesional que representa al

acusado o a la acusada, no está desde el punto de vista técnico, preparado para

hacer valer en el proceso penal, sus derechos y garantías procesales.

390

Teoría del Delito

Para los defensores y las defensoras que nos desempeñamos en materia penal, es una obligación
ser eficientes en nuestras labores cotidianas

y brindar nuestros puntos de vista, a lo largo de todo el proceso penal, con

altísimo rigor técnico. En este sentido, somos testigos de todo un movimiento

que se orienta hacia la ampliación del derecho penal, nuevos tipos penales

y nuevas legislaciones que nos obligan a incursionar en campos del conocimiento humano, antes
no explorados y el surgimiento de la tutela de nuevos

bienes jurídicos. Como consecuencia de ello, la ampliación de la actividad

punitiva estatal, nos obliga a estar atentos y a prepararnos para los novedosos

campos de discusión jurídica, por lo que el estudio debe ser una herramienta

ordinaria y constante de los y las profesionales de la Defensa Pública.


Así como el ordenamiento jurídico es dinámico en la medida que día

a día se transforma con nuevas legislaciones, el y la profesional de la Defensa

Pública, deben hacerlo también. Con el texto que ahora se presenta, se pone

de manifiesto lo complejo que resulta ser la teoría del delito; pero a su vez se

ha perseguido como objetivo fundamental, poner de manifiesto que la misma

representa una garantía para la persona a la que se le sigue una causa penal y,

por ende, a la cual representamos. Y esa función de garantía para el (la) encartado (a), solo puede
lograrse en la medida que se manejen con un altísimo

rigor técnico, los diversos tópicos que conlleva la teoría del delito.

El derecho de defensa como subprincipio fundamental del debido

proceso, regulado en los artículos 39 y 41 de la Constitución Política respectivamente, solo va a


representar verdaderas garantías en la medida en que el

defensor público y defensora públicos, estén preparados para ello. Asimismo,

debe tenerse presente que el proceso penal, es derecho constitucional aplicado, objetivo que no
podrá alcanzarse, cuando la defensa es deficiente y,

cuando por la desidia, no hacemos bien nuestra labor y, por ello, se irrespetan

los derechos de aquellas personas a las cuales representamos.

Recordemos que más que defensores y defensoras, nuestras funciones nos convierten en
verdaderas y verdaderos fiscales de legalidad y del

respeto de los derechos y garantías que contempla la Constitución Política, a

favor de la persona acusada. Sí no realizamos eficientemente nuestra función,

como defensores y defensoras públicos, no estaremos a su vez brindando un

servicio público de calidad, aspiración a la cual apunta la Administración de

Justicia de nuestro país, de la cual formamos parte.

Además, no existen dentro de la teoría del delito, aspectos más o

menos relevantes, pues todos ellos como se ha puesto de manifiesto a lo largo de este análisis,
resultan esenciales para establecer una defensa técnica
adecuada, realizada con rigor técnico. La mejor defensa técnica no va a ser

aquella que logre una absolutoria, sino aquella que dentro del margen de po-

391

Teoría del Delito

sibilidades legales, resulta la menos gravosa para el imputado y, sobre todo,

aquella que se da, teniendo como marco de acción, el respeto irrestricto de los

derechos y garantías que el ordenamiento jurídico ha previsto, a favor de toda

persona acusada, incluso cuando es condenada. Este resultado es imposible

de alcanzar, cuando el o la profesional que está al frente de la defensa técnica,

tiene un manejo inadecuado de los conceptos técnico-jurídicos que el caso

concreto requiere.

Valga la aclaración, que tampoco se requiere o no es el objetivo que

se persigue con este módulo, que el nuevo o la nueva profesional que ingrese

a la Defensa Pública, maneje de memoria o en forma automática, la teoría del

delito. Lo que se requiere es que para cada caso en concreto; y atendiendo a

los requerimientos técnicos del mismo, el y la profesional se preparen, investiguen, estudien y


manejen satisfactoriamente los diversos conceptos que les

permitirán plantear, una defensa técnica adecuada.

Obviamente este módulo encontrará respaldo en particular, en otro

módulo que forma parte del Programa de Formación Inicial de la Defensa

Pública, denominado La Estrategia de Defensa, pero en general en todos los

módulos que lo conforman, porque lo que se pretende a través del Programa

de Formación, es que brindemos un servicio público de calidad que tenga

como centro, el máximo respeto por la dignidad humana.


INTRODUCCIÓN

La teoría del delito es un sistema de categorización por niveles, conformado por el estudio de los
presupuestos jurídico-penales de carácter general que debenconcurrir para establecer la
existencia de un delito, es decir, permite resolver cuandoun hecho es calificable de delito.Esta
teoría, creación de la doctrina (pero basada en ciertos preceptos legales),no se ocupa de los
elementos o requisitos específicos de un delito en particular (homicidio, robo, violación, etc.), sino
de los elementos o condiciones básicas ycomunes a todos los delitos.Históricamente, se puede
hablar de dos corrientes o líneas: la teoría causalistadel delito y la teoría finalista del delito. Para la
explicación causal del delito la acciónes un movimiento voluntario físico o mecánico, que produce
un resultado el cual estomado por el tipo penal, sin tener en cuenta la finalidad de tal conducta. La
teoríafinalista del delito entiende la conducta como un hacer voluntario final, en cuyoanálisis
deben considerarse los aspectos referidos a la manifestación exterior de esafinalidad

TEMA 3

Introducción

Con el presente trabajo de investigaciòn, aprenderemos los principios que rigen a la Norma
Jurìdica, en su contenido y aplicación, para garantizarle al ciudadano la aplicación en su debido
procedimiento, para no actuar de manera absolutista y teniendo en cuenta la disponibilidad legal
de estas. El seguimiento estricto de estos principios, generarán el bienestar de la comunidad en
general.

Los Principios que Rigen el Derecho Penal.

Inspirado en un sistema democrático que ha sido transformado lentamente la estructura jurídico-


penal, gira en torno a los principios penalísticos de la legalidad de los delitos y de las penas, del
bien jurídico, del a responsabilidad por el hecho, de la exigencia culpabilista y de la pena
humanitaria, entendida como retribución Y CON FINES PREVENTIVOS.

Según el principio de legalidad, se exige que el delito se encuentre expresamente previsto en una
ley formal, previa, descrito con contornos precisos, de manera de garantizar la seguridad del
ciudadano, quien debe saber exactamente cual es la conducta prohibida y, asimismo, cuales son
las consecuencias de la trasgresión o las penalidades que siguen a su conducta lesiva a los bienes
protegidos por la norma penal. Este principio, entonces, como lo explicaremos después, va mucho
mas allá de la exigencia de una ley formal previa que establezca las conductas delictivas y sus
penas, para exigir la certeza o precisión de la ley penal, lo cual supone la determinación de los
tipos penales, la reducción al mínimo de su contenido de elementos genéricos, equívocos, o
librados a la libre apreciación del juzgador. Ello, sin embargo, no significa renunciar a la posibilidad
de fijar tipos penales que se resisten a las formulas tradicionales y que exigen la necesidad de fijar
de complementación, como en el caso de las normas penales en blanco, cuyo funcionamiento, en
todo caso, debe garantizar la exigencia de certeza del ciudadano ante la ley penal, de manera que
conozca de forma precisa los contornos de ilicitud penal.

Sin embargo, la mera existencia de una ley no garantiza el cumplimiento del principio, esto se
desprende de la idea de su convivencia con estados totalitaristas junto con la sucesiva violación de
los derechos individuales. Por tanto, para evitar esto la Ley debe reunir una serie de requisitos que
son básicamente:

Escrita: el Derecho penal es exclusivamente positivo, es decir excluye tanto la costumbre como los
principios generales para establecer las penas y delitos, pretendiendo reservar esa potestad al
poder legislativo, entendiéndose por tal alas Cortes Generales (excluyendo a los poderes
legislativos de las Comunidades Autónomas).

Previa: la Ley debe ser previa a los hechos que se pretenden sancionar, debe haber sido
promulgada con anterioridad a la comisión de los hechos, por ello la ley penal es irretroactible y
no se puede aplicar con anterioridad a su entrada en vigor.

Estricta: Para que la Ley cumpla con la función de establecer cuáles son las conductas punibles
debe hacerlo de forma clara y concreta. La. Existen distintos grados de taxatividad (no admite
discusión), por un lado, el legislador puede acudir en ocasiones a conceptos que necesiten de la
concreción jurisdiccional pero cuyo significado genérico se desprende de la propia ley. Pero por
otro lado están los llamados tipos abiertos que establece el legislador en los que las fronteras de la
conducta punible son difusas con el consiguiente perjuicio de la seguridad jurídica. El principio de
legalidad contiene 3 tipos de garantías. Encontramos en primer lugar la denominada: Garantía
criminal y garantía penal. Estas garantías actúan en el momento de la definición legal de los delitos
y las penas y en el de la decisión sobre la responsabilidad penal y la pena aplicable. Aún así, a estas
garantías se han añadido. Garantía procesal y Jurisdiccional, en la que el principio de legalidad
exige quela decisión sobre la responsabilidad penal y sobre la pena aplicable se lleve acabo
mediante un proceso legalmente establecido. Garantía de ejecución o principio de legalidad de la
ejecución que exige que la pena impuesta se ejecute con arreglo a las disposiciones vigentes.
Principio de Personalidad

Principio de la personalidad (personal) o de la nacionalidad:

Expresa Creus que en este principio es decisiva la nacionalidad de los sujetos que intervienen en la
relación jurídica originada por el delito. Considera que la ley del Estado sigue al nacional
dondequiera que él se encuentre, es decir, los individuos son portadores de su propio estatuto
personal. Agrega Fontán Balestra que, según este principio, la ley del país a que el individuo
pertenece es la que debe aplicarse, fundándose esta tesis en el sentido de dependencia persona
de cada súbdito a su estado. Distingue este autor en principio de personalidad activa cuando se
trata del autor del delito, o personalidad pasiva referida a la víctima

Principio del bien jurídico: todo delito supone la lesión o puesta en peligro de un bien jurídico, en
lo cual radica la esencia del hecho punible. Precisamente, el Derecho Penal esta destinado a
proteger bienes y valores cuya protección se considera imprescindible para a existencia de la
sociedad. Por tanto, todo delito supone, por lo menos un peligro para un bien jurídico, no siendo
suficiente para incriminar un comportamiento que este aparezca como la simple expresión de una
voluntad torcida o rebelde. Este principio constituye otro de los principios básicos del Derecho
Penal moderno y garantista. Todo el Derecho Penal se orienta hacia la protección de los bienes o
valores jurídicos y la determinación de estos ilumina y constituye la razón de ser de las normas
incriminadoras, exigiéndose como requisito esencial para que una conducta pueda ser
considerada como delito, carácter que condiciona la materialidad misma del hecho, la cual debe
ser apreciada por el juez, a los fines de determinar la condición para que el hecho tenga
importancia penal.

Principio de Proporcionalidad

Responde a la idea de evitar una utilización desmedida de las sanciones que conllevan una
privación o una restricción de la libertad, para ello se limita su uso a lo imprescindible que no es
otra cosa que establecerlas e imponerlas exclusivamente para proteger bienes jurídicos valiosos.
Encuentra su justificación en distintos preceptos de la Constitución Española (CE), aunque no lo
recoja expresamente: el art. 1 donde se proclama el Estado de Derecho y el valor superior de la
libertad, el art. 10.1 donde se proclama la dignidad de la persona, el libre desarrollo de la
personalidad, etc. Estos arts. configura el estatuto básico del ciudadano y, por tanto, sólo se
pueden limitar en casos excepcionales. Al relacionarlo con estos arts. hace que el Principio de
proporcionalidad tenga rango constitucional, lo cual hace que pueda ser apelado en un recurso de
amparo.

Significado y contenido: el principio de proporcionalidad suele estudiarse desde dos sentidos, el


amplio y el estricto, pero este último se encuentra recogido dentro del primero. Por tanto, la
proporcionalidad en sentido amplio engloba tres exigencias:
La exigencia de adecuación a fin: implica que bien el juez o el legislador tiene que elegir la medida
o sanción que sea adecuada para alcanzar el fin que la justifica. Para ello han de tener en cuenta el
bien jurídico que se tutele. La pena óptima ha de ser cualitativa y cuantitativamente adecuada al
fin.

La exigencia de necesidad de pena: si se impone una pena innecesaria se comete una injusticia
grave, para que la pena sea necesaria tiene que darse 3 requisitos: (los últimos dos dirigidas sobre
todo al legislador, al juez solo en la medida en que tiene que individualizar)

a) La exigencia de menor injerencia posible o de intervención mínima: es decir, la sanción que se


imponga ha de ser la menos grave posible de las que tengamos a disposición. Este requisito ha de
exigirse tanto en el momento de la culminación de la pena abstracta (o determinación en
abstracto de la pena: 10 a 15 años) como en la fijación de la pena en concreto (11 años).

b) b La exigencia de fragmentariedad: lo que significa que al legislador penal no le compete


castigar todos los delitos sino sólo aquellos que vayan contra bienes jurídicos susceptibles de
protección penal y que solo se recurre al DP frente a los ataques más graves e intolerables.

c) La exigencia de subsidiariedad: quiere decir que el Derecho Penal solo ha de intervenir de


manera residual, cuando se demuestre que el resto de mecanismos del orden jurídico han
fracasado en la tutela de un bien jurídico agredido. En 1ª instancia nunca debe intervenir el
Derecho Penal, sólo en (última ratio).

La proporcionalidad en sentido estricto: se exige básicamente al juez para que este realice un
juicio de ponderación o valoración donde valore la carga o gravedad de la pena (la cual tiene que
venir dada por determinados indicios: gravedad conducta, bien a proteger, etc.) y el fin que
persigue con esa pena.

Debido proceso

El debido proceso es un principio legal por el cual el gobierno debe respetar todos los derechos
legales que posee una persona según la ley. El debido proceso es un principio jurídico procesal
según el cual toda persona tiene derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar un
resultado justo y equitativo dentro del proceso, a permitirle tener oportunidad de ser oído y a
hacer valer sus pretensiones legitimas frente al juez. El debido proceso establece que el gobierno
está subordinado a las leyes del país que protegen a las personas del estado. Cuando el gobierno
daña a una persona sin seguir exactamente el curso de la ley incurre en una violación del debido
proceso lo que incumple el mandato de la ley.
El debido proceso se ha interpretado frecuentemente como un límite a las leyes y los
procedimientos legales (véase Debido proceso fundamental) por lo que los jueces, no los
legisladores, deben definir y garantizar los principios fundamentales de la imparcialidad, justicia y
libertad. Esta interpretación resulta controvertida, y es análoga al concepto de justicia natural y a
la justicia de procedimiento usada en otras jurisdicciones. Esta interpretación del proceso debido
se expresa a veces como que un mandato del gobierno no debe ser parcial con la gente y no debe
abusar físicamente de ellos.

El término procede del derecho anglosajón, en el cual se usa la expresión "due process of law"
(traducible como "debido proceso legal"). Procede de la cláusula 39 de la "Magna Carta
Libertatum" (Carta Magna), texto sancionado en Londres el 15 de junio de 1215 por el rey Juan I
de Inglaterra, más conocido como Juan sin Tierra. Cuando las leyes inglesas y americanas fueron
divergiendo gradualmente, el proceso debido dejó de aplicarse en Inglaterra, pero se incorporó a
la Constitución de los Estados Unidos.

El Debido proceso penal es el conjunto de etapas formales secuenciadas e imprescindibles


realizadas dentro un proceso penal por los sujetos procesales cumpliendo los requisitos prescritos
en la Constitución con el objetivo de que: los derechos subjetivos de la parte denunciada, acusada,
imputada, procesada y, eventualmente, sentenciada no corran el riesgo de ser desconocidos; y
también obtener de los órganos judiciales un proceso justo, pronto y transparente (QUISBERT,
Ermo,)

Principio de Irretroactividad penal y su excepciòn en el Derecho Penal

En Derecho penal rige el principio de irretroactividad, que busca proteger a los ciudadanos de que
se les pueda sancionar a posteriori por un acto que cuando fue realizado no estaba prohibido.

Dicha irretroactividad, sin embargo, no es absoluta, ya que sólo afecta a aquellas normas que
perjudiquen al imputado, acusado o condenado, pero no a aquellas que le beneficien. Por lo tanto,
si un delito es derogado por una ley posterior, o recibe una pena menor, se puede y se debe
aplicar la normativa que le sea más beneficiosa. Otra excepción al principio de irretroactividad
ocurre cuando, durante el proceso se dicta una ley más gravosa para el imputado en cuyo caso la
ley derogada mantiene su vigencia por ser más benigna. A esto último se lo denomina ultractividad
de la ley penal.

PRINCIPIO DE IRRECTROACTIVIDAD Y SU EXCEPCION EN EL DERECHO PENAL


El principio de irretroactividad de la ley es uno de los principios informadores del ordenamiento
jurídico, el cual está estrechamente vinculado con el de seguridad jurídica y el de legalidad;
conforme a tal principio, la ley debe aplicarse hacia el futuro y no hacia el pasado, encontrándose
fuera del ámbito temporal de aplicación de una nueva ley, aquellas situaciones que se originaron,
consolidaron y causaron efectos jurídicos con anterioridad a la entrada en vigencia de la misma.

Este principio, está consagrado en el artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela.

PRINCIPIO DE RETROACTIVIDAD

Respecto al principio de retroactividad, en decisión N° 00276 de fecha 23 de marzo de 2004,


expresó que "está referido a la prohibición de aplicar una normativa nueva a situaciones de hecho
nacidas con anterioridad a su vigencia, de forma que la disposición novedosa resulta ineficaz para
regular situaciones fácticas consolidadas en el pasado, permitiéndose la retroactividad de la norma
sólo como defensa o garantía de la libertad del ciudadano.

Esta concepción permite conectar el aludido principio con otros de similar jerarquía, como el de la
seguridad jurídica, entendida como la confianza y predictibilidad que los administrados pueden
tener en la observancia y respeto de las situaciones derivadas de la aplicación del Ordenamiento
Jurídico vigente; de modo tal que la previsión del principio de irretroactividad de la ley se traduce,
al final, en la interdicción de la arbitrariedad en que pudieran incurrir los entes u órganos
encargados de la aplicación de aquella".

El principio de la irretroactividad se asienta en «los deseos de certeza y seguridad jurídica y el


respeto de los derechos adquiridos y a las situaciones jurídicas beneficiosas con la consecuencia de
que la interpretación de las normas de derecho transitorio ha de realizarse en sentido restrictivo y,
por tanto, sin extender los términos legales a situaciones no contempladas.
PRINCIPIO DE LA PENA HUMANITARIA

La reforma de la normativa procesal penal en Venezuela (1998) significó el cambio de un sistema


mixto (escrito y oral) de corte inquisitivo por un sistema acusatorio (oral y público) que en un
primer momento permitió la profundización de las garantías procesales, una cierta restauración de
la seguridad jurídica de los reclusos, el mejoramiento del problema del retardo procesal y
principalmente, el otorgamiento de medidas alternativas y fórmulas de cumplimiento de pena. No
obstante, la implementación del nuevo proceso acusatorio se vio afectada por las reacciones
negativas tanto de la opinión pública como de las agencias involucradas en la administración de
justicia penal, induciendo a la reformulación de las instituciones procesales que en lo sustancial
erosionó el sentido garantista del recién implementado modelo de justicia penal.

En efecto, la reforma al Código Orgánico Procesal Penal (2001), posterior a su puesta en vigencia
en julio de 1999, tuvo su mayor énfasis en las instituciones sobre la ejecución de la pena. El
objetivo principal de la reforma consistió en el endurecimiento de los criterios para optar a los
beneficios, tanto en la medida sustitutiva de Suspensión Condicional de la Ejecución de la Pena
como en las medidas de cumplimiento de pena. Se redujeron los delitos sobre los que puede
decretarse la medida de suspensión condicional, se aumentaron los requisitos para su procedencia
en función de condiciones personales del posible beneficiario y se ampliaron las atribuciones de
los funcionarios administrativos del régimen de prueba. Asimismo, se aumentó el tiempo de
privación de libertad de los reclusos para la solicitud de formas de cumplimiento de pena y se
implementó un régimen desigual para los beneficiarios de acuerdo al tipo de delito por el que
fueron condenados. Por tales razones este artículo analiza diversos aspectos: el primero referido al
marco teórico donde se exponen los lineamientos del garantismo penal, en particular, los criterios
específicos que delimitan la ejecución de la pena en el marco de esta corriente jurídica.

PRINCIPIO DE LA RESOCIALIZACION

Se encuentra contemplado en el artículo 272 de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela, acogiendo la teoría preventivo-especial positiva, es decir, la resocialización del
condenado como finalidad del período de cumplimiento de la pena. Deben evitar los efectos
asociales y tiene como fundamento evitar que se vuelva a delinquir.

Sin embargo el principio in comento, choca con algunas disposiciones legales, tales como las penas
accesorias contempladas en el artículo 13 del Código Penal.
Conclusiòn

Es prioritaria la implementación de los principios de la Norma Jurìdica, para contener la ineficacia


imperante en la administraciòn de la justicia, y la imparcialidad requerida para administrar la
justicia y dar un justo valor a las consideraciones hacia los imputados, garantizándoles el debido
proceso y la resocializaciòn argumentada en el artículo 272 de la Constituciòn de la Repùblica
Bolivariana de Venezuela.

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