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Víctor Zuluaga Genesis de Un Mito La Pereirana

Este documento analiza el mito de la 'mujer pereirana' y cómo se ha construido históricamente una relación asimétrica entre hombres y mujeres en la sociedad, estigmatizando a las mujeres de Pereira. Los autores exploran cómo ciertos estigmas y emblemas se convierten en parte del imaginario colectivo y cómo esto ha afectado la posición de la mujer en la región.

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Víctor Zuluaga Genesis de Un Mito La Pereirana

Este documento analiza el mito de la 'mujer pereirana' y cómo se ha construido históricamente una relación asimétrica entre hombres y mujeres en la sociedad, estigmatizando a las mujeres de Pereira. Los autores exploran cómo ciertos estigmas y emblemas se convierten en parte del imaginario colectivo y cómo esto ha afectado la posición de la mujer en la región.

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GÉNESIS DE UN MITO

LA PEREIRANA

Víctor Zuluaga Gómez

Patricia Granada Echeverri

Colección Víctor Zuluaga


GÉNESIS DE UN MITO :
LA PEREIRANA

Víctor Zuluaga Gómez


Patricia Granada Echeverri

© Víctor Zuluaga Gómez

1
2021

GÉNESIS DE UN MITO: LA PEREIRANA


Primera edición publicada en 1999

ISBN: 958-462-3-9

Coordinación Editorial
María Paz Gómez Gaviria
Patricia Granada Echeverri

Imagen de portada: María Paz Gómez

Esta obra forma parte de la Colección Editorial Víctor


Zuluaga, no tienen fin económico o comercial y es una
iniciativa sin ánimo de lucro para la divulgación de la
historia regional y la memoria de los pueblos indígenas en
Colombia.

Todos los derechos reservados

2
CONTENIDO

PRÓLOGO ........................................................... 4

INTRODUCCIÓN ................................................. 8

DOS ESTILOS DE COLONIZACIÓN .................... 25

LA MUJER PEREIRANA ....................................... 57

LA MUJER EN LA ACTIVIDAD LABORAL DE LAS


TRILLADORAS Y LAS MANUFACTURAS ............. 63

REPRESENTACIONES SOCIALES
DEL CUERPO ..................................................... 68

NEGRO ANIMAL, SALVAJE E INFANTIL ............. 86

COMENTARIOS FINALES................................... 96

3
PRÓLOGO

La escritura es una forma de hacernos contemporáneos con los


seres humanos de todas las épocas.
A través de ella, podrás conversar con los hombres de años
recientes o del pretérito más remoto.
El buen lector es un viajero y un ciudadano del tiempo.

Germán Espinosa
(Boceto para un evangelio del buen lector)

Nos adentramos a un nuevo libro como viajeros del


tiempo. Viajeros de un tiempo cubierto de
historias que nos habitan, de explicaciones que
nos seducen y de misterios que nos asombran. Los
cartógrafos de palabras en este nuevo viaje
literario son Víctor Zuluaga Gómez y Patricia
Granada Echeverri, creadores, más que de un
libro, de un viaje por el tiempo que escriben a
cuatro manos para seguir las huellas de un
concepto y la génesis de un mito.

Los autores nos invitan a desentrañar uno de los


relatos más emblemáticos relativos a la ciudad de
Pereira: la estigmatización de sus mujeres.
Anuncian la impronta histórica de un territorio
patriarcal y denuncian la inequidad que

4
históricamente ha existido cimentando la
hegemonía del hombre y el sometimiento de la
mujer. Fenómeno que fue demarcado en la
transformación de Pereira y en su tránsito de aldea
a ciudad, a comienzos del siglo XX, como lo
afirman sus autores:

Pudor, obediencia, resignación, fe, piedad,


todas estas virtudes las debía tener la mujer
ideal, mientras que el hombre sí podía
transgredir más fácilmente aquellas normas de
conducta derivadas del Decálogo Cristiano.
“El hombre es de la calle, la mujer de la casa”,
solían decir las madres y las abuelas.

La relación desigual y subalterna de la mujer en la


historia de Pereira, la rastrean los investigadores
Víctor Zuluaga y Patricia Granada, desde diversos
fenómenos que permean el contexto local de un
territorio marcado por la bonanza y declive del
café, la posición geográfica y el talante de una
ciudad que por abrir sus brazos a los peregrinos
fue denominada “La ciudad sin puertas”:

Se percibe a la mujer risaraldense, diferente


de las mujeres de otras regiones del país, con
mayor autonomía, libertad y con mayores
niveles de empoderamiento. Por ello la cultura
la castiga y la estigmatiza, e insiste en validar
roles y actividades que continúan vulnerando

5
los derechos humanos de las mujeres. Se diría
que hubo también una valoración de lo
diferente, con menores niveles de
discriminación y de segregación sociales. La
llegada a la región y a la ciudad de muchos
librepensadores es probable que haya
incidido de manera importante en una visión
de los géneros que, sin salirse de una
concepción y estructura patriarcales,
propiciaría una actitud y una manera de ser
específicas de las mujeres risaraldenses, que
las llevaría a asumir un papel importante en la
vida de la región.

Solo hasta mediados del siglo XX la mujer fue


tratada como igual, antes no existía como
ciudadana activa, no era sujeto político, hasta que
en 1954 ocurren las primeras elecciones en las que
el sufragio, derecho fundamental de la
democracia, fue permitido a las mujeres.

Hablar del mito de la pereirana, no es solo la


invitación a plantear la problemática de una región
de Colombia, es la evidencia de estigma del
imaginario de un país que históricamente relegó el
rol de la mujer a un segundo plano y que hoy sigue
emprendiendo la valiente tarea de conquistar su
independencia.
6
Patricia Granada y Víctor Zuluaga, cruzan la
bibliografía con su propia biografía. Hablan del
lugar que habitan desde la periferia, desde las
urdimbres de un mito sobre el cual todo parece
haber sido dicho y olvidado, dejando una reflexión
histórica para hacer frente a la vaguedad de un
estigma.

Este libro es el llamado a la reflexión de largo


aliento alrededor de un imaginario colectivo
plegado de ignominia. En medio de la vaguedad
de los susurros de la doxa y la opinión facilista, dos
autores levantan la voz para resonar en una historia
que se escribe, al igual que las grandes sinfonías,
a cuatro manos.

María Paz Gómez Gaviria

7
INTRODUCCIÓN

Los disfraces cuando están bien hechos, producen la


sorprendente sensación de hacer real aquello que uno quiere
que sea real. No existe mayor eficacia para hacer algo real, sin
embargo, para lograr convencer a los otros de que llevan su
propio disfraz cuando en realidad llevan el de otro. Esta
realidad se acentúa cuando alguien consigue hacer jugar a los
otros sus propios papeles.

Jesús Azcona.

El ser humano nace dentro de un mundo


socialmente determinado por generaciones
anteriores, asume, interioriza unos patrones de
conducta y de valores, de los cuales no es
plenamente consciente durante mucho tiempo. En
la mayoría de las sociedades la relación que se ha
construido entre hombre-mujer ha sido asimétrica,
en donde las diferencias físicas se han convertido
en el fundamento para sustentar la hegemonía del
hombre. Posteriormente, y cuando esas
diferenciaciones se traducen en la base de un
sistema clasificatorio de la misma naturaleza, las
consecuencias se vuelven sobre sus causas, se
sacralizan las primeras y adquieren, por lo mismo,
un orden sobrenatural e inmutable, de tal manera
que ellas no se pueden alterar sin que se les
considere un delito contranatura.

8
Al fin y al cabo el orden y la jerarquización social
se ven garantizados por la existencia de un poder
ejercido por una especie de magia eficaz y:

(…) La eficacia mágica que ejerce la orden sólo


puede funcionar en tanto en cuanto se reúnen
las condiciones sociales absolutamente
exteriores a la lógica propiamente lingüística
del discurso. La eficacia de éste reside en el
misterio del ministerio, es decir, el misterio de
la delegación. Una delegación a través de la
cual un agente singular, rey, sacerdote,
portavoz, recibe un mandato para hablar y
actuar en nombre del grupo, constituido así en
él y por él; más precisamente, en las
condiciones sociales del misterio que encarna
el mandatario legítimo, médium entre el grupo
y él mismo, en cuanto capaz de actuar por las
palabras sobre el mundo social.1

No puede extrañar, por lo tanto, que el chamán


acuda al poder de la palabra para ejercer su magia
y que los sacerdotes de aquellas religiones que
tienen un libro sagrado, terminen sus lecturas
diciendo: “Palabra de Dios”; en ningún momento
dirían “palabra mía”, sino que es necesario hacer
recaer el poder en “otro”.

Si esto ocurre en el caso de la mujer, también es


cierto que los estigmas o los emblemas, es decir,
las propiedades vinculadas inicialmente a su lugar
de origen, son, de acuerdo con Bourdieu:

(...) luchas por el monopolio respecto al poder


de hacer ver y creer, hacer conocer y hacer
reconocer, imponer la definición legítima de
las divisiones del mundo social y, a través de

1
BOURDIEU, Pierre. ¿Qué significa hablar? Economía de los
intercambios lingüísticos. Madrid, Akal, 1985, P. 66.
9
esto, hacer y deshacer los grupos: en efecto, lo
que se ventila en esas luchas es la posibilidad
de imponer una visión del mundo a través de
principios de división que, cuando se imponen
al conjunto de un grupo, constituyen el sentido
y el consenso sobre el sentido y, en particular
sobre la identidad y unidad que hace efectiva
la realidad de la unidad e identidad de ese
grupo.2

Todo ello ha ocurrido con los pobladores de la


ciudad de Pereira y también de una manera muy
específica con las mujeres de la ciudad: sus
habitantes han sido estigmatizados como
"manizaleños en obra negra" y sus mujeres como
"sordas" y "prostitutas".
Los emblemas y los estigmas llegan a formar parte
de los imaginarios colectivos, de aquellas
representaciones que en determinado momento
pasan a convertirse en arquetipos a partir de los
cuales llenamos de significados los conceptos,
toda vez que son:

(…) ideas, creencias u opiniones compartidas


por los miembros de un determinado grupo
social y que responde a un proceso de
organización de las vivencias que han tenido
los miembros de dicho grupo con respecto a un
objeto.3

Tal como dice Perceval, las imágenes negativas


que ciertos grupos humanos proyectan sobre otros

2
Ibídem.
3
ARZAC, A. Influencia de las variables información y edad
sobre las representaciones sociales de la enfermedad mental.
Citado por: ALZATE, María Victoria, Et. Al: Textos escolares
y representaciones sociales de la familia. Dosquebradas,
Editorial Botero Gómez, 1999, p. 20
10
grupos humanos no son en absoluto accidentales,
fruto del azar o de la ignorancia, como afirma la
teoría más condescendiente con la xenofobia. Las
imágenes negativas van unidas normalmente a la
explotación, la necesidad de exclusión o la
eliminación del contrario, el miedo que produce su
presencia inquietante o el sueño imposible de una
revancha de su parte. La sociedad crea imágenes
negativas que afectan desde los elementos
familiares como la mujer o el niño, hasta a los
recién llegados desconocidos como son los
inmigrantes. Son protecciones contra el caos4.
Podríamos decir que las imágenes creadas por un
colectivo sobre los grupos que habitan en sus
fronteras, tienden a establecer una fuerte
diferencia, un claro límite de la identidad y, por lo
mismo, afirmarla sobre la base de una imagen
positiva de sí misma y negativa de sus vecinos.
Recordemos que griegos y romanos llamaban
"bárbaros" a quienes estaban fuera de sus
fronteras. Los Incas del Perú y los Aztecas de
México se consideraban con el derecho de
someter a los pueblos que habitaban al otro lado
de sus fronteras.
Sin embargo, en situaciones concretas, se han
gestado fenómenos con ciertas especificidades
sobre los cuales queremos hacer un recorrido,
como en el caso de la mujer pereirana.

4
PERCEVAL, José María. Nacionalismos, xenofobia y
racismo en la comunicación. Barcelona, Paidós, 1995.
11
Inicialmente estuvimos interesados en indagar por
la génesis del estigma que lleva la mujer
pereirana. Entonces tomamos como punto de
referencia para nuestra indagación, ciertos
aspectos históricos como la celebración de las
Ferias y Fiestas y la incorporación de gran
cantidad de mujeres al mercado laboral como
escogedoras de café y también como trabajadoras
de la industria de confecciones. Pronto nos dimos
cuenta que esos fenómenos, por sí solos, no
explicaban el origen del mito acerca de la mujer
pereirana. Un aspecto que fue esclarecedor para
nuestro marco conceptual fue la lectura de dos
novelas cuyos escenarios son diferentes: Rosalba,
en Manizales y Risaralda, cerca de la ciudad
risaraldense de La Virginia. El adoptar el concepto
de Centro-Periferia nos daba suficiente claridad
para resolver el problema que nos habíamos
planteado.
A partir de ese momento era claro que el concepto
Centro-Periferia podría darle sentido a otros
fenómenos, como las Ferias y la actividad laboral
de las mujeres. Sin embargo, ello también nos
permitió reflexionar sobre los estigmas que sobre
otros pobladores alrededor de Manizales, se han
tejido: Pereira, zona de tolerancia y Armenia, zona
de violencia. Este tipo de calificativos se hicieron
mucho más evidentes en los momentos de gran
conflicto que se vivieron a raíz de la separación de
los departamentos del Quindío y de Risaralda. Las
recriminaciones del Centro hacia la Periferia no se
hicieron esperar e igualmente de la Periferia al
Centro.

12
El trabajo podríamos decir que se divide en dos
grandes partes, a saber, una en donde se plantean
en términos generales, las diferencias que se
presentan entre los procesos colonizadores
ocurridos al Oriente del río Cauca, y los que se
dieron en el Occidente del mismo río. De lo
anterior se derivan unas características muy
particulares que sirven de fundamento para la
aparición de emblemas y estigmas, no sólo para la
mujer pereirana, sino en general, para toda la
periferia, incluyendo el ambiente natural y la
comunidad. En la segunda parte se le dedica un
espacio más amplio al estigma de la mujer
pereirana, como producto del fenómeno de Centro
y Periferia e igualmente del conservadurismo de
los sectores hegemónicos de Manizales, por
aquella época.
Es conveniente advertir que todos los fenómenos
pasados son susceptibles de ser reinterpretados a
la luz de nuevos marcos conceptuales, pues éstos
últimos son cambiantes y esto es lo que los hace
diferentes del mito y de la religión.

Al mirar el pasado, como lo hacemos en este caso,


para seguir las huellas de un concepto, es
necesario tener en cuenta que las visiones del
mundo imperantes, válidas, en aquella época, no
son las mismas que en la actualidad se han
consolidado y por lo tanto, debemos mirarlas con
la debida distancia y el respeto que merecen,
pero:

(…) hay que investigar con la idea clara de que


la historia no explica -ni comprende ni justifica-
por qué la gente se mata y hace sufrir a los
13
demás, sino que sirve para impedirlo
destruyendo la base de las imágenes
(infantilizadoras, animalizadoras,
feminizadoras, cientistas, nacionalistas y
religiosas) que legitiman la opresión de un
hombre por otro hombre.

Es este momento de gran centralización,


provocada por la revolución informática, el
historiador debe convertirse, en palabras de
Michel Certeau, en un merodeador yendo
hacia las imágenes de las grandes zonas
explotadas, abriendo luz sobre zonas que nos
sorprenden por su silencio o que nos asombran
con su griterío ensordecedor. El campo de la
imagen no debe asustar al historiador, que ha
dejado de ser un ratón de biblioteca5.

5
PERCEVAL, José María, Op. Cit.
14
CULTURA, CENTRO Y PERIFERIA

La palabra "cultura" tiene múltiples significados en


nuestra lengua y ello puede producir grandes
confusiones. Vamos entonces a plantear en primer
lugar qué es lo que "no" entendemos por cultura
para posteriormente adoptar un concepto de ella,
tomado del antropólogo Geertz.
No entendemos por cultura aquel acopio de
grandes conocimientos o saberes por parte de
algunas personas. Es usual que a una persona que
ha estudiado mucho o que ha leído bastante, se le
califique de "culto", para oponerlo a aquellas
personas que si bien manejan saberes, no son
poseedoras de conocimientos formalizados o
"científicos".

No entendemos por cultura la "urbanidad", "las


buenas maneras". Por lo general, a aquella
persona que se distingue por sus "buenos
modales" de acuerdo con los parámetros que
señala la urbanidad de Carreño, se le señala como
"culto".
Tampoco entendemos por cultura aquel conjunto
de producciones que consumen los sectores de
"élite" de una sociedad, a saber, música, pintura,
etc. a quienes se les agrega el calificativo de
"cultas". Así, hay "música culta" para diferenciarla
de la "música popular" que consume el campesino
o en general los sectores populares.
15
Desde nuestra perspectiva, cultura es la manera
particular como un grupo humano resuelve sus
necesidades. Asumimos entonces el concepto de
cultura que Geertz define así:

Conjunto (tejido) de signos, que otorgan un


sentido a la realidad, entendido y compartido
por un número elevado de personas (grupo
profesional, una clase, una comunidad
religiosa, una villa, un pueblo, los integrantes
de una sociedad), posibilitando de esta manera
sus relaciones sociales (comunicación,
adhesión y delimitación) y sus relaciones
consigo mismos y su entorno.6

Asumir esta definición no nos deja caer en la


contradicción que implicaría hablar de "saberes
cultos" frente a "saberes populares", pues al fin y
al cabo cada comunidad, cada pueblo desarrolla y
tiene un cuerpo de saberes que le permiten
sobrevivir. Bien vale la pena recordar la anécdota
de un sabio alemán que se introdujo al Chocó y
principió a explorar el río Atrato en donde contrató
a un guía y a un indígena para que manejara la
pequeña embarcación.

Después de haber realizado un largo recorrido, el


alemán le dijo al guía que le preguntara al
indígena si conocía algún país europeo. Como era
natural, el indígena respondió en forma negativa.
¡Oh!, dígale que ha perdido una parte importante
de su vida, porque las ciudades europeas son de
una belleza extraordinaria, replicó el alemán.
Después de un breve silencio volvió a preguntar el

66
GEERTZ, Clifford. La interpretación de las culturas. Nueva
York, 1973, P. 537
16
alemán, esta vez al guía, si había montado en
avión. También el guía respondió que no. De
nuevo se oyó el consabido: "¡oh!, ha perdido una
significativa parte de su vida".
Siguieron las preguntas impertinentes por parte
del europeo, al punto que principió a fastidiar al
guía y al indígena. Más adelante, el indígena
observó que se aproximaban a un rápido del río y
de inmediato le dijo al guía que le preguntara al
alemán si sabía nadar. El alemán respondió
negativamente. De inmediato el indígena le
respondió: "Pues va a perder su vida, porque el
rápido nos va a tirar al agua".

En síntesis, cada pueblo es poseedor de los


saberes que necesita para sobrevivir. Además del
concepto de cultura vamos a utilizar el de Centro-
Periferia, el cual vamos a tratar de precisar: Las
áreas geográficas cuando no han sido ocupadas
por un grupo humano, usualmente son
consideradas como "espacios", es decir, zonas que
no tienen límites, que carecen de puntos de
referencia.

Cuando hablamos por ejemplo de zonas baldías,


para hacer alusión a grandes extensiones de tierra
no cultivada, lo primero que imaginamos es un
área por lo general "plana", "indiferenciada". Sin
embargo, cuando el hombre ocupa ese espacio,
por una especie de magia, se convierte en
"territorio" por medio de un ritual que es conocido
como "toma de posesión". Así, por ejemplo, los
indígenas tomaban posesión de un espacio
mediante un ritual que consistía en mover piedras,
17
arrancar hierbas del terreno y, en general, dar la
sensación de que podía disponer de las cosas que
allí estuvieran. También los españoles cuando
fundaban una ciudad realizaban un ritual que
incluía el desafío a cualquier persona que quisiera
disputarle el honor de realizar dicha fundación.
Pero lo importante en estos actos "fundacionales" o
"tomas de posesión" radica en el hecho de que por
medio de la ceremonia especial, se "marca", se
"señala", se "parcela" el territorio. Ese señalar y
marcar significa que a partir de ese momento el
territorio va a tener un Centro y una Periferia, un
Adentro y un Afuera, un Arriba y un Abajo.

Nos interesa el concepto de Centro-Periferia


porque es el que nos permite entender la
importancia y la supremacía que siempre ha
tenido el Centro, como concepto que se opone a
Periferia. Si reflexionamos sobre los actos de
fundación de las ciudades, tanto por parte de los
españoles, como por parte de los antioqueños y
caucanos, podemos destacar el hecho de que el
punto señalado en primera instancia era el
destinado para la Plaza Mayor en cuyo alrededor
se construía la iglesia y la casa de gobierno.
En estas condiciones, la plaza se convertía en el
Centro, en el sitio más importante, pues era allí
donde se encontraban las sedes del poder
eclesiástico y del civil. Es de suponer que quienes
presidían las ceremonias de fundación eran
aquellas personas que habían recibido una
delegación de un poder superior para poder
realizar dicho acto. Se colige entonces que este
18
grupo de personas gozaba de ciertos privilegios,
de cierta jerarquía, de ciertas prelaciones y, por lo
tanto, se podían dar el lujo de escoger las áreas en
donde iban a construir sus viviendas, que no eran
otras que la plaza principal o muy cerca de ella. En
estos casos, el acto fundacional, la marcación de
los espacios era aceptada por todos los
ciudadanos:

(...) el lenguaje de autoridad gobierna siempre


con la colaboración de aquellos a quienes
gobierna, es decir, mediante la asistencia de
los mecanismos sociales capaces de producir
esta complicidad, fundada en el
desconocimiento, y que es el origen de toda
autoridad7.

Muy ilustrativa resulta la toma de posesión y al


mismo tiempo la refundación de Cartago en el sitio
que hoy ocupa Pereira, por parte del Mariscal
Robledo. Así lo reseñó el Escribano que lo
acompañaba:

Que tomaba y tomó la posesión de la dicha


ciudad en nombre de su Majestad y de Su
Señoría de suyo natural y corporalmente y
echó mano a una espada en señal de fundación
de dicha ciudad y posesión dio tres cuchilladas
en dicho árbol y dijo el Señor Teniente General
(Robledo): Dadme por testimonio cómo esto
hago en señal de posesión y fundación de la
ciudad de Cartago en nombre de Su Majestad
y la fundación y posesión la tomo quieta y
pacíficamente sin contradicción alguna que le
fuese hecha ni dicha por ninguna ni alguna
persona y dijo que aquel árbol señalaba y
señaló por picota donde fuese ejecutada la
Justicia real de su Majestad.

7
BOURDIEU, Pierre. Op. Cit. P. 73.
19
Es claro entonces que Robledo toma posesión en
nombre del Rey y elige un árbol que servirá de
picota para ejecutar a quien se oponga al poder
del cual, en ese momento, tiene delegado del
monarca español. Ese árbol va a representar el
"Centro" de la ciudad y en su alrededor se
construirá la sede del gobierno y también la sede
del poder espiritual.

Podríamos decir que el mismo fenómeno, el de la


"centralidad", ocurre con una Entidad Territorial,
de la cual posteriormente se desprenden otras
menores, como ocurrió en el caso del Cauca y de
Antioquia. Vamos a examinar lo ocurrido con la
creación de Caldas y la importancia que iría a
tener la región sur de Antioquia, cuyo "Centro" iría
a ser Manizales.

Las múltiples referencias que hemos encontrado


en la prensa y otro tipo de publicaciones no dejan
duda sobre el carácter de "centralidad" de
Antioquia con relación a Caldas y posteriormente,
de Manizales con relación a Pereira. Veamos por
ejemplo, cómo a Antioquia se le consideraba el
"corazón", mientras que la periferia era el "riñón",
haciendo una analogía con el cuerpo humano, en
donde existen órganos más importantes que otros:

Hace poco pasaba yo, a la hora del crepúsculo,


por el valle de Risaralda, que joven conociera
cubierto de selvas obscuras y mefíticas. Y eso
fue una fiesta.

En cada cima reían de aseo y de blancor la


vivienda; desde los oteros verdes nos miraban
pasar, las cabezas levantadas, los novillos con
ojos noveleros...y en el valle y en las faldas

20
lucían como chispas los hogares, en cada uno
de los cuales han sentado sus reales una familia
valerosa de colonos; antioqueños cuya vera
parécele a uno estar en el riñón mismo de
Antioquia8.

Obsérvese que no se dice "en el corazón mismo de


Antioquia", sino en un órgano que al fin y al cabo
es periférico.

Desde luego, ese carácter marginal y periférico


que Antioquia le da a Caldas es asumido por los
"hijos", habitantes de este último departamento, en
los momentos en que se principia a hablar de la
creación del Departamento del Quindío con capital
Pereira:
Pienso que debemos descartar, de una vez
para siempre, la idea suicida del separatismo.
El Departamento de Caldas, vigoroso rizoma
de la cepa antioqueña será próspero y feliz si
se consolida y robustece diariamente la unión
de los pueblos que lo forman y sostiene una
franca armonía de éstos con la capital.
Marchará a su disolución y consiguiente ruina
si se da pábulo a consejas y antagonismos
lugareños o a la envidia disfrazada con falsos
ropajes.9

El mismo fenómeno también lo podemos observar


cuando desde Caldas o Manizales se refieren a
Pereira, Armenia y, en fin a todas las ciudades

8
VALENCIA LLANO, Albeiro. Vida cotidiana y desarrollo regional
en la colonización antioqueña. Manizales, Universidad de
Caldas, 1996, P. 63.
9
ECHEVERRI URIBE, Carlos. Apuntes para la historia de Pereira.
Medellín, Tip. Bedout, Segunda edición, 1921 , P. 12.

21
periféricas. Silvio Villegas hablaba de Manizales
como la ciudad privilegiada y con unas virtudes
inigualables:

La ciudad de Manizales no es un meridiano de


la cultura en Colombia, pero es un hecho que
la potente sinfonía de sus colinas y de sus
montes está formada para almas elegidas. Una
fuerza misteriosa liga a sus habitantes con
aquel desmesurado paisaje.

La dirigencia caldense, cuando se producen los


movimientos separatistas de Risaralda y Quindío,
no dudó en recordarles la paternidad de Caldas:

Porque, para no ir más lejos, si hablamos


simplemente como manizaleños, debemos
recordar que fueron nuestros antepasados, los
de aquí de Salamina, entre otros, los autores de
la gesta fundadora del Quindío. Este vínculo no
lo rompe, ni lo podrá romper, los límites
nominales, los linderos de los mapas, ni los
resguardos de rentas. Hace sesenta años
nuestros mayores hicieron lo mismo con
Antioquia. Nos desmembramos mas no
renegamos de nuestro carácter étnico y menos
de nuestro esclarecido origen ¿acaso nos
deshonra semejante linaje?10

Pero si bien desde Caldas o de Manizales se


remarcaba el hecho de que esta última ciudad era,
por definición, el "centro" político, cultural,
educativo y económico más importante, de hecho
la dirigencia de las ciudades periféricas lo
aceptaban como tal. Veamos por ejemplo lo que

10
Editorial. Caldas vs. Quindío. En: Periódico La Patria, 6 de
septiembre de 1965.
22
planteaba don Gonzalo Vallejo, líder pereirano del
movimiento separatista:

Hasta finalizar el año de 1910, Manizales y


Pereira eran dos poblaciones de escasa
significación dentro del panorama nacional. La
primera de ellas, que ya era capital del
Departamento de Caldas, jurisdicción a la cual
pertenecía Pereira, tenía mucho mayor
significación que esa última, porque había sido
fundada mucho antes y porque contaba dentro
de sus hijos con personas que, por su
preparación y por sus ejecutorias, se
destacaban nacionalmente.

Las ventajas de Manizales eran tanto de índole


intelectual como material. En lo intelectual,
porque poseía muy buenos establecimientos
de enseñanza capacitados suficientemente
para cursar los seis años de bachillerato;
Pereira, en cambio, sólo tenía un Colegio de
segunda enseñanza, pero en éste sólo podía
cursarse hasta el tercero de bachillerato y
éstos incompletos, ya que se carecía de las
cátedras de inglés, francés y latín.

Terminó así la década de los años diez con una


notable superioridad de Manizales sobre
Pereira en todos los órdenes. Esto mismo hacía
que entre las dos poblaciones existiese
completa armonía: Manizales consciente de su
superioridad, y Pereira, resignada a su
inferioridad.11

Tal como afirma Bourdieu, para que la magia


opere, se necesita que quien vive en la "Periferia",
asuma este rol. Es también lo que ocurre cuando se
produce un acto mágico: es necesario que quien

11
VALLEJO RESTREPO, Gonzalo. Así se creó Risaralda. Pereira,
Imprenta Departamental, 1992, páginas 7 y 8.

23
realiza el acto de curación, cree en su papel, de la
misma manera que el paciente lo acepta.

24
DOS ESTILOS DE COLONIZACIÓN

Conviene hacer alusión, así sea de manera


somera, al proceso de colonización antioqueña
tanto en el Oriente de Caldas, como en el
Occidente de este antiguo departamento. De
hecho son dos estilos que van a marcar diferencias
culturales muy importantes y en donde los
componentes étnicos son también muy diferentes.
Esas diferencias van a servir de pretexto para
establecer jerarquías y desigualdades entre los
pobladores del antiguo Caldas, como lo veremos
posteriormente.
Una de las características que tiene la colonización
antioqueña en el Oriente del antiguo Caldas es la
presencia predominante de un grupo humano en
cierta forma homogéneo desde el punto de vista
étnico, en donde los grupos afrocolombianos e
indígenas fueron insignificantes por varios
motivos: en primer lugar, porque la población
aborigen que inicialmente pobló la región, a
saber, los Armas, Paucuras, Carrapas y Pozos, ya
se encontraban prácticamente extinguidos a
principios del siglo XIX y, en segundo lugar, por la
inexistencia de minas de oro lo suficientemente
importantes como para que se pensara en la
introducción de mano esclava para ese tipo de
labores.

Con relación a la población aborigen de Salamina,


hubo un pequeño grupo que sobrevivió y escogió
25
para su establecimiento la falda que desciende al
Valle de San Lorenzo. Hasta el año de 1860
conformaron un núcleo pequeño en la región, pero
luego se fueron dispersando hacia Neira y
Riosucio, hasta desaparecer de Salamina.
El grupo humano a quien podríamos llamar
“antioqueño”, no sólo por sus características
fenotípicas sino también por su cultura
caracterizada por su apego a las tradiciones
católicas, no va a recibir la influencia de otras
culturas de una manera tan marcada como sí la
recibieron otros grupos también de origen
antioqueño que se van a establecer en la Margen
Izquierda del río Cauca.
El poder clerical que se enseñoreaba sobre el civil
y ambos sobre la población asentada en la Margen
Derecha del Cauca, era una réplica exacta del
mismo fenómeno observado en poblaciones como
Sonsón y Abejorral, centros importantes de
dispersión de colonos hacia el Sur.
Así por ejemplo, en el año de 1805, el Alcalde de
Sonsón envió una comunicación al Gobernador en
los siguientes términos:

La colonia debe sus progresos a la suma


vigilancia conque han perseguido en ella el
juego y los demás vicios. Ella no está todavía
perfectamente formada: se compone
solamente de labradores, ganaderos y
mazamorreros; gente ignorante y rústica que
necesita ser dirigida con mucha sujeción y
cautela: su subsistencia es el producto del
trabajo de sus manos y necesitan para
sostenerse, de trabajar todos los días, todo el
día; de lo contrario, infaliblemente caerán en la
26
pobreza y de honrados labradores que son
hoy, se convertirán en vagabundos, tramposos
y ladrones.12

A principios del siglo XX, Juan Bautista López se


expresaba así de algunos pobladores de Salamina:
Las agrupaciones sociales por bien
constituidas que se encuentren poseen
elementos díscolos, gentes de educación
rudimentaria, inclinados la mayor parte al vicio
del alcohol y amigas de disputas y pendencias.
A Salamina no debía faltarle aquel obstáculo
para el rápido desarrollo de su cultura.
Formada la sociedad de familias allegadizas en
su mejor número y aisladas en un principio,
mal podrían tener el vínculo de afinidades
naturales. Mientras se acercaban unos
inmigrantes a otros por lazo de amor al suelo y
devoción a las costumbres -etapa primordial
en la marcha ascendente hacia la cultura
general -había algunos grupos que la absoluta
ignorancia en que vivían sumidos, no tenían
noción alguna del sentimiento popular: sólo
aspiraban a la conquista del suelo y al
incremento de la fortuna particular. Muchos de
ellos eran rudos campesinos, hoscos, cerriles,
desconocedores de las condiciones que
informan el avance social.

Otro de los episodios que hace aún más patente el


riguroso control que ejercían las autoridades
sobre la población se relacionan con las continuas
medidas que tomaban los Alcaldes para intervenir
en los asuntos privados de los ciudadanos, con el
fin de castigar en forma severa las conductas
tachadas de inmorales, entre ellas, la prostitución.
Los alcaldes municipales expedían con cierta

12
ZAPATA, Heriberto. Monografía histórica de Sonsón.
Medellín, Granamérica, 1971, P. 27
27
regularidad algunos decretos con el fin de que los
ciudadanos que conocieran sobre algún caso de
vagancia, práctica de juegos prohibidos,
celebración de bailes y prostitutas, se presentaran
ante la Alcaldía con el fin de rendir declaración
juramentada al respecto. Posteriormente, las
personas implicadas deberían presentarse a hacer
sus respectivos descargos, tal como lo podemos
constatar en el siguiente documento:

Señor

Alcalde del Distrito

Rosa González, en el juicio de policía que se me


sigue, a usted respetuosamente expongo(sic):
que sin citación del agente del ministerio
público se sirva recibir declaración de los
señores Luis M. Gutiérrez, Juan Pablo López y
José María Jiral (comisario), conforme a los
postulados siguientes:

1- Sobre su nombre, edad, conocimiento de mi


persona y generales.

2- Si saben y les consta que soy(sic) y vivo


consagrada al trabajo para atender a la
subsistencia de mi madre Chiquinquirá
González y a la mía propia.

3- Digan si es cierto que mi oficio es tejedora


de sombreros y los domésticos de mi casa de
habitación.

4- Si es verdad que no soy vagamunda(sic) y


mi conducta es buena de tal manera que no soy
(sic) tenida ni reputada por mujer pública o
prostituta; expresen su opinión y digan si soy
útil a la sociedad a mi familia y a mí misma y
gano por medios lícitos lo necesario para vivir

28
Presentado lo que solicito pido que se agregue
como prueba al expediente

Salamina 10 de agosto de 1875. A ruego de


Rosa González,

Mariano Ospina.13

Casos como el anterior eran muy frecuentes, así


como las sanciones impuestas por celebración de
fiestas privadas sin la respectiva autorización de la
autoridad competente.
Diferente fue la situación que se presentó con la
colonización en la Margen Izquierda del río Cauca.
En primer lugar, porque las minas de oro de
Marmato, Riosucio, Quinchía y el oro de aluvión de
Supía, fueron explotados en gran parte por
cuadrillas de esclavos introducidos por los
españoles, así como también el hecho de que la
presencia indígena en Quinchía, Guática, Riosucio,
Supía y Belén de Umbría era evidente, tal como se
demuestra por la existencia de los resguardos
hasta finales del siglo XIX e incluso, algunos, hasta
la mitad del siglo XX.

En el caso de Riosucio, aún existen los resguardos


de La Montaña, Lomaprieta y San Lorenzo. No
podemos olvidar tampoco que el elemento
caucano hizo presencia en la Margen Izquierda del
río Cauca, desde la época colonial.

A todo lo anterior le tendríamos que sumar el


hecho de que los antioqueños que colonizaron el
Occidente caldense, tal como lo sostiene Otto

13
ARCHIVO MUNICPAL DE SALAMINA, año de 1872, sin
foliar.
29
Morales, poseían unas características bien
diferentes de aquellos que colonizaron la región
Oriental:

Durante años se ha repetido que la


colonización antioqueña del Risaralda se
adelantó con dos tipos humanos antioqueños
de diferentes orígenes y condiciones humanas.
El Oriente del río Cauca lo poblaron los que
venían de Salamina y Pácora. Eran sobrios,
religiosos. Fundan -presididos por la figura
legendaria de Fermín López- a Santa Rosa, Villa
Rica (Hoy Marsella) y Obaldía, que
desapareció. Dieron vigor a Pereira y
avanzaron por el Quindío y el norte del Valle
del Cauca.

Hacia el Occidente del río Cauca acamparon


los antioqueños del Suroeste de ese Estado
Soberano. Eran parias mestizos. Los reclutaron
a la fuerza en Medellín y Envigado. Ellos
participaron en la colonización de Jericó y
Fredonia. Entre sus aficiones sobresalían sus
devociones por el aguardiente, los gallos y las
mujeres alegres, que Mario Mariani llamaba
“hermanitas de la juventud”. Más tarde serán
los pobladores de Apía, Belén, y El Águila, en
el Valle. Gentes con sangre indígena y
africana. Verdaderos mestizos. Pelearon
contra los Catìos. Así avanzaron hasta Marmato,
Supía y Riosucio.14

Uno de los sitios preferidos por antiguos esclavos


y mulatos procedentes de Antioquia fue el Valle
del Risaralda, concretamente en el sitio de Sopinga
a orillas del río que lleva el mismo nombre.
Salvador Rojas, desde la segunda mitad del siglo
XIX, construyó el primer rancho y tomó posesión

14
MORALES, Otto. Teoría y aplicaciones de las historias
locales y regionales. Manizales. Universidad de Caldas, 1995,
P. 172
30
de un baldío, iniciándose así la vida de una aldea
próspera, y libre, hasta el momento de llegar los
colonos procedentes de Manizales. Así narró
Bernardo Arias Trujillo el proceso de constitución
de Sopinga:

A poco cundió la noticia entre la mulatería


caucana, la negranza de Marmato y el zambaje
de Antioquia, de la querencia fundada para
ellos en el vértice de los ríos Cauca y Risaralda
y allá afluyeron hasta formar tal vez dos
centenares.

Así, en esa encrucijada, surgió Nigricia con


toda su libertad y tragedia, rebelde y
descontentadiza, evasión de tiranías blancas,
tierra libre y fundada en donde la “autoridá” no
podría hacer sonar los rebenques sobre las
negras espaldas, padecidas de tanto
trabajadas.15

Valga la pena hacer la aclaración de que el origen


de Sopinga se remonta a principios del siglo XIX y
no a finales como lo sostiene Bernardo Arias
Trujillo. De un documento reciente que
consultamos en el Archivo del Cauca, se puede
deducir el verdadero origen de Sopinga y su
época. Vamos a transcribir la totalidad del
documento, por considerarlo de trascendental
importancia:

Manuel Ortiz, vecino de la parroquia de


Ansermaviejo, ante usted como mejor haya
lugar en derecho y en debida forma dice: que
habiendo rematado los derechos de este
curato que comprende hasta el río de Apía que
desagua en el Risaralda y este en el Cauca,

15
ARIAS TRUJILLO, Bernardo. Risaralda. Medellín, Editorial
Bedout, 1959, P. 3.
31
algunos vecinos de Ansermanuevo, que al
principio no pasaron de dos, consagraron a
labrar las tierras del sitio de Sopinga a este
lado de Apía con rosado en poca cantidad y con
el motivo de la revolución se fueron agregando
a aquel sitio varias partes de otros sitios, otras
gentes y por consiguiente aumentaron las
cosechas de plátano y maíz y cacao de suerte
que hoy ya son de mucha consideración y como
la mayor parte de los cosecheros son venidos
de Ansermanuevo han pagado sus derechos en
aquella parroquia por el error del vecindario
sin reflexionar que el diezmo se paga en el
curato donde se cosecha y como las tierras de
Sopinga de este lado de Apía son del curato de
Ansermaviejo a él pertenecen los diezmos y no
a Ansermanuevo.

Tres o cuatro años ha que he rematado al


contado los diezmos de Ansermaviejo en cada
uno de ellos he representado a la junta
particular que había en ese cantón por medio
de mi apoderado el señor Presbítero José
Bonifacio Bonafont el perjuicio que se resultaba
de los cosecheros de Sopinga pagasen los
tributos en Ansermanuevo, la junta contestaba
que se consultaría a la Superior para que
declarase el pago a favor mío, pero no se hizo
dicha consulta supuesto que no ha habido
resultado y yo he sufrido la pérdida de aquellos
diezmos y aumentándose cada día los
cosecheros en aquel sitio, los diezmos de
Anserma Viejo pierden cada día más sin que la
renta se aumente; por lo tanto, en beneficio de
ella, para evitar a los diezmos pérdidas y
....que se puedan ocasionarse ....en uso de sus
facultades declarar que el diezmo de Sopinga
de este lado de Apía pertenece al curato de
Anserma Viejo por ser sus linderos y mandar
que los cosecheros de aquel sitio paguen sus
diezmos al rematador de este curato.

32
Manuel Ortiz, se concede la petición.16

La fundación de Pereira en el año de 1863 tuvo


unas características similares en cuanto a la
heterogeneidad de sus pobladores, tal como lo
podremos ver a continuación.
Con la fundación de Santa Rosa de Cabal se
principió a alentar el crecimiento de una fonda en
el sitio llamado Cartago-Viejo, de tal manera que
sirviera de puente entre la recién fundada Santa
Rosa y la población de Cartago. Interesaba al
gobierno caucano reactivar el comercio entre su
provincia y la de Antioquia y en este orden de
ideas el repoblamiento de la ruta era la mejor
estrategia, tal como se desprende del siguiente
informe que envió don Jorge Hoyos a las
autoridades caucanas:

La población de Cabal con la de Pindaná de los


Cerrillos debe formar Viceparroquia con el
nombre de Quimbaya, luego que Cabal tenga
100 cabezas de familias. Quimbaya es el
nombre que se le dio a la provincia cuya
cabecera fue Cartago, recién fundada; y
aunque ese nombre será probablemente un
día de una provincia desde Chinchiná hasta la
Paila, no desmerece el de una Viceparroquia,
que de pronto puede ser parroquia...
Actualmente es transitada por bueyes y
caballerías cargadas el camino abierto por los
pobladores y por él se introducen cerdos a
Antioquia y se lleva cacao recibiendo en
retorno harina de Sonsón y dinero. Los
pobladores abrirán voluntariamente el camino

16
ARCHIVO CENTRAL DEL CAUCA. Independencia, E I.
12 d. signatura 2684, folios 1-3 año 1826.
33
hasta ponerlo perfectamente transitable desde
Cartago Viejo en donde ya se está
estableciendo una posada que denominaré
Rucumi, en recuerdo del cacique Cutumai,
hasta Chinchiná.17

En síntesis, a Pereira llegaron colonos de origen


antioqueño, caucanos procedentes de Cartago y a
ello habría que agregar los grupos
afrocolombianos procedentes del Cauca y los
nativos que estaban establecidos en Pindaná de los
Cerrillos. Diferentes etnias, diferentes culturas,
hicieron de Pereira una ciudad en donde la
multiculturalidad era y es la nota predominante.
No puede extrañar entonces que entre los
manizaleños y pereiranos se presentaran
comportamientos diferentes en múltiples aspectos
que vamos a examinar a continuación.

DOS ESTILOS POLÍTICOS

No podemos olvidar que a raíz de los


enfrentamientos entre los Estados de Antioquia y
del Cauca durante el siglo XIX, cada uno de ellos
buscaba afanosamente en su respectiva frontera,
fundar pueblos y estimular su desarrollo para que
se convirtieran en barreras humanas para
contener el avance de unos o de otros.

Pereira surge tarde dentro de la segunda etapa de


colonización antioqueña, y lo hace en un momento
en el cual las luchas políticas entre caucanos y

17
Citado por GÓMEZ, Francisco. Santa Rosa de Cabal,
historia y futuro. Pereira, Editorial Papiro, 1994, P. 51.
34
antioqueños están al orden del día. No es entonces
una casualidad, que el territorio de la actual
Pereira, conocido antes como Cartago-Viejo
hubiese sido ocupado por antioqueños desde el
año de 1850 y al solicitar sus pobladores en el año
de 1858 el permiso al Cauca para fundar un pueblo
con el nombre de Villa de Robledo, no hubieran
encontrado por parte de las autoridades de
Cartago, una respuesta positiva. De acuerdo con
los documentos que se refieren al asunto, también
cabría la posibilidad de entender la actitud de
silencio que tuvo el Cauca, por la guerra que se
inició en el año de 1860.
De todas maneras, lo cierto es que el proyecto de
la creación de Pereira se revivió en el año de 1863
y fue dirigido por personas que residían en
Cartago. Se funda en territorio caucano, con
autoridades caucanas y con orientación política
caucana. Bien lo ha planteado Otto Morales
Benítez:

Las leyes del Cauca eran muy liberales frente


al fenómeno de la tierra. Hubo invasión de
“paisas”. En Pereira, que era del Cauca, se
libraron combates entre los hijos de los dos
departamentos.

Es bueno advertir que los antioqueños, que en


ese momento se confundían con demasías con
los conservadores y con los católicos, se
vinieron y colonizaron el norte de Caldas, hasta
Manizales. Los caucanos mantenían gran
rivalidad con aquellos. Los negros caucanos -
así los llamaban los “paisas”- se venían
armados de machetes, invadían a Bogotá,
desalojaban del poder a los conservadores. Es
una de las varias y disímiles causas del encono
entre los habitantes de los dos departamentos.
35
Hay otras. Se resolvió que había que levantar
una ciudad que se opusiera a Manizales, que
era una aldea. Fundaron otra aquí (en Pereira),
como una manera de detener el empuje
reaccionario que implicaba aquella. De suerte
que hay razones de táctica que señalan el
carácter de las fundaciones. Alcanzar a
comprender el cabal sentido de éstas, es un
examen hacia múltiples raíces. De igual
manera a como se organizó Pereira, se
proclamó la urgencia de Villamaría18.

Es interesante observar cómo, a pesar de que


Manizales y Villamaría constituían la punta de lanza
del poder paisa que amenazaba penetrar en el
norte caucano, Santa Rosa de Cabal -fundada en
territorio del Cauca- siempre ha visto en Manizales
el modelo a imitar. Uno de sus poetas más notables
expresó su sentimiento en este poema, cuando se
principió a hablar de la posibilidad de que Santa
Rosa perteneciera al nuevo departamento de
Risaralda:
ZAGALA DE MIS AMORES
Porque me quieren quitar
La Zagala de mis sueños,
La que enriqueció mi vida
Con tan profundos anhelos;
Porque atormentar me quieren,
al romper mi patrio suelo,
voy llorando mi dolor
al filo de los recuerdos.

Llamo Rosa a mi Zagala


y es Santa Rosa de amor;
porque quieren con falsía
conquistar su corazón,
con un amor que no es puro,
y propio es de burlador,
al filo de la nostalgia

18
MORALES BENÍTEZ, Otto. Op. Cit., P. 157
36
mi trino se hace canción...19

Pereira pronto se convertiría en una especie de


refugio para los liberales que habían sido
derrotados en la Guerra de los Mil Días. En efecto,
fueron personajes liberales notables los que
llegaron para establecerse en Pereira, don Delfín
Cano, don Alcides Campo, el General Valentín
Deaza, entre otros. Así las cosas, la balanza entre
liberales y conservadores determinó que en
Pereira se diera un clima de mayor tolerancia por
las ideas políticas ajenas. Así lo plantea Jaime
Jaramillo:

Lo que dominaba, sin embargo, era un sentido


de término medio. Ni los liberales eran
demasiado liberales, ni los conservadores
demasiado conservadores. Esto explica, que el
movimiento republicano que siguió a la caída
del General Reyes en 1909, tuviera en Pereira
una gran resonancia. Lo acogieron los más
destacados dirigentes de ambos partidos y lo
defendieron varios periódicos. Entre estos El
Pueblo, El Artesano y La Bandera, que
dirigieron Manuel S. Castaño y Ernesto Gómez
Villegas. El primer directorio republicano lo
compusieron las más conspicuas figuras del
liberalismo y del conservatismo: Delfín Cano,
Mariano Montoya, Carlos Echeverri Uribe,
Alcides Campo, Manuel S. Buitrago y Luis
Escobar20.

Lo anterior no puede tomarse como un signo de


que las diferencias ideológicas hubiesen

19
Poema de Benjamín Duque Henao. Citado en: Santa Rosa de
Cabal: presente y futuro, obra citada en este mismo texto.
20
URIBE JARAMILLO, Jaime y GÓMEZ, Luis. Historia de
Pereira. Bogotá, Voluntad, P. 410.
37
desaparecido entre liberales y conservadores,
pues de hecho las disputas se presentaban con
cierta frecuencia, no sólo entre partidarios de una
y otra corriente sino también entre miembros de
un mismo partido, sobre todo el liberal que por lo
general permanecía escindido en dos corrientes,
una demócrata y otra con cierto aire de
aristocracia (esta etapa se puede ubicar a
mediados del siglo XX). Euclides Jaramillo, quien
se consideraba amigo de los liberales de uno y
otro bando plantea así la situación:

Entonces las cosas eran difíciles. El Partido


Liberal, que dizque mandaba, estaba dividido
ferozmente en Pereira entre blancos y negros.
Camilo Mejía Duque, mi inolvidable amigo,
comandaba a los negros, y desde el Club Rialto
se dirigían los blancos. Repito que yo era
amigo de Camilo, quien me había hecho
Personero en el 40 y luego me había tumbado
no sé por qué, y era un alcalde designado por
un blanco, que se presumía lo era don Roberto
(Marulanda) como socio del Rialto. Mi padre no
era político, pero no ocultaba su simpatía por
los blancos21.

No hay duda que la intensa actividad sindical que


se desplegó desde los años 30 fue el clima
apropiado para que surgieran líderes políticos que
accedieron a escaños en el Concejo Municipal y
posteriormente, como en el caso de Camilo Mejía
Duque, llegar a ser jefe indiscutible del
liberalismo por muchos años. No olvidemos
también que Pereira fue la patria chica de Ignacio

21
JARAMILLO ARANGO, Euclides. Terror. Crónicas del
viejo Pereira, que era el nuevo. Armenia, Editorial
Cosmográfica, 1984.
38
Torres Giraldo, uno de los líderes comunistas que
alcanzó notoriedad a nivel nacional. En Pereira
fundó el primer periódico revolucionario llamado
El Martillo. Con relación a Camilo Mejía Duque,
dice su sobrino:

Los primeros recuerdos de Camilo Mejía


Duque se remontan a nuestra niñez. Pereira
pertenecía a Caldas y había una inquina
particular contra todo lo que oliera a
manizaleño. Camilo venía de Salamina, una
municipalidad racista donde el obispo tenía
poderes omnipotentes sobre las vidas y las
haciendas. Llegó incluso a impedirle a un
negro rico la entrada al club social de la ciudad
y alguna vez hizo salir del templo a una
prostituta que quiso congraciarse con Dios
confesando sus pecados. En un medio de esos
no podía tener cabida el ambicioso moreno,
quien ya sentíase bajo la discriminación al
desempeñar diversas posiciones hasta que
buscó en Pereira los horizontes que su propia
tierra le negaba22.

El desarrollo político en Manizales tomó una


dirección diferente si se le compara con Pereira.
Podemos hablar de una franca hegemonía del
Partido Conservador, e incluso muchos de sus
líderes se destacaron a nivel nacional.

Exótica resultaba por aquel entonces el empeño


del liberal salamineño Juan Bautista López, de
intentar ganar adeptos para su partido,
aprovechando las tertulias que organizaba en la
librería Moderna, de su propiedad. Los
bombardeos que desde los púlpitos recibía por su

22
MEJÍA, Camilo. Camilo, mi tío. Pereira, Gráficas Don
Quijote, 1988, P. 1
39
actitud, eran permanentes, especialmente por
parte de Monseñor Darío Márquez, rector del
Seminario. Rodrigo Jiménez decía que Monseñor
prohibía en todos los púlpitos, bajo pecado mortal,
la compra de un libro, de un lápiz o de una pluma
en la librería Moderna.
Quizá el grupo más importante, desde el punto de
vista de reconocimiento a nivel nacional,
corresponde al de los Leopardos, de orientación
conservadora, entre los cuales podemos
mencionar a Silvio Villegas, Augusto Ramírez
Moreno, Eliseo Arango y José Camacho Carreño.
Los Leopardos planteaban lo siguiente:

Los Partidos pierden en el poder sus hábitos


de lucha; nosotros queremos restaurar para el
conservatismo su antigua y noble insolencia.
En política lo fundamental es la ofensiva: la
defensa es un accidente. Quisiéramos una
vasta organización nacional desenvuelta en
torno a ideas tradicionalistas. No se trata de un
pasatiempo, ni de una acción aislada23.

Mención aparte merece el caudillo Gilberto Alzate


Avendaño, hombre que no ocultaba su inclinación
por las ideas fascistas y quien logró tener una
enorme audiencia no sólo a nivel de Caldas sino en
todo el país. Bernardo Mejía dice al respecto:
Por la década de los años 30 se hace la apología
de las doctrinas nazistas y fascistas que en ese
momento estaban en boga en Alemania e Italia,
bajo las dictaduras de Adolfo Hitler y Benito
Mussolini, enemigos de la democracia y

23
VILLEGAS, Silvio. No hay enemigos a la derecha. Citado
por: VALENCIA, Albeiro. Bernardo Arias Trujillo, el
intelectual. Manizales, Universidad de Caldas, 1997, P. 44.
40
amigos de la dictadura de derecha. El
movimiento que en España adelanta José Primo
de Rivera, tenía entre nosotros un halo de
simpatía.

Por entonces decidió Alzate fundar el Partido


Nacionalista Colombiano, que aunque aliado
seguirá separado de las ideas democráticas
que sustentaba la doctrina conservadora. Es
verdad que no abjuró de su credo. "La
revolución a la derecha", afirmaba: "Las
derechas colombianas son nacionalistas,
bolivarianas y católicas. En esa nomenclatura
se compendian las grandes tradiciones
congruentes y vivas, en cuyas matrices se
puede plasmar la historia nueva”24.

A riesgo de parecer una digresión, veamos qué


planteaba Hitler desde el punto de vista racial:

Apenas sí es posible figurarse que exista


alguien capaz de suponer que un negro o un
chino, por ejemplo, puedan convertirse en
alemanes porque hayan aprendido esta lengua
y estén dispuestos a hablarla por el resto de sus
días y a votar por algún partido alemán.

Semejante proceso equivaldría a un principio


de bastardización de nuestra raza y no sería, en
este caso, germanización, sino por el contrario,
la destrucción del elemento alemán25.

24
MEJIA R., Bernardo. Gilberto Alzate Avendaño. Manizales,
Imprenta Departamental, 1985, P. 47.
25
HITLER, Adolfo. Mi lucha. Bogotá, Ediciones Modernas,
1975, P. 139.
41
LO RELIGIOSO

Antioquia fue, desde iniciada la República, una de


las provincias de la Nueva Granada, con mayor
cantidad de sacerdotes nacidos en dicho territorio.
Ello en parte puede explicar el carácter cristiano
de sus pobladores y al mismo tiempo, el mayor
control de la vida pública y privada por parte del
clero. Los poderes público y religioso no tuvieron
siempre una clara delimitación, sobre todo cuando
se trataba de gobiernos conservadores.
Lo cierto es que el poder religioso invadía la vida
privada, llegando incluso a prohibir expresiones
musicales, tal como lo ordenó el Obispo José
Joaquín Isaza para las parroquias de Sonsón,
Abejorral, Aguadas, Pácora, Neira, Salamina,
Aranzazu, Manizales y Nueva Caramanta:

(...) que no se celebre ninguna función


religiosa en obsequio de imágenes que se
conduzcan en procesión a la Iglesia con música
o cohetes de las casas privadas, o de aquellas
que el señor cura tenga noticia que se celebren
con novenas o salves en las casas particulares
con reunión de gentes, pues la experiencia ha
enseñado que estas reuniones son un foco de
corrupción y de desórdenes en que se toman
por pretexto las prácticas piadosas, y en la
realidad no son sino verdadeas orgías o
bacanales doblemente ofensivas a Dios26.

La masonería o francmasonería ("franc"=libre)


surge a partir de los últimos años del siglo XVII y
primeros del XVIII, en el seno de los antiguos

26
ARANGO, María Mercedes. La mentalidad religiosa en
Antioquia. Medellín, Universidad Nacional de Medellín, 1993,
P. 118.
42
gremios constructores, como fraternidades que se
oponían a los dogmatismos políticos y religiosos.
Los dos requisitos para la admisión eran: ser
hombre libre y de buenas costumbres. La Gran
Logia Simbólica Española define así a la
francmasonería:

Institución esencialmente filantrópica,


filosófica y progresista que tiene por objeto la
búsqueda de la verdad, el estudio de la ética y
la práctica de la solidaridad y trabaja por el
mejoramiento material y moral de la
humanidad.

El "libre examen" y el considerar que las


condiciones metafísicas y religiosas son de
dominio exclusivo de la apreciación de cada
individuo, determinó una permanente persecución
a los masones, iniciada por el Papa Clemente XII
en el año de 1738 y luego, por Benedicto XIV. A
nivel político también han sufrido los masones
grandes hostilidades y persecuciones: Fernando
VII y el Generalísimo Franco, en España y Bolívar
en la Nueva Granada. Este último expidió un
Decreto el 8 de noviembre de 1828 en donde
"prohíbe las reuniones de sociedades y
confraternidades secretas". Todas las Logias
fueron clausuradas hasta el año de 1833 cuando el
General Santander derogó el Decreto expedido
por Bolívar.
El mayor apego a las tradiciones religiosas en el
Oriente de Caldas y desde luego en Manizales hizo
que se asumiera una actitud de absoluta
intransigencia por parte del clero y también de los
fieles católicos hacia otras sectas de tipo religioso

43
o de partidos políticos que tuviesen una
orientación atea.
Esto fue lo que ocurrió, por ejemplo, con la Logia
Masónica que intentó consolidarse en Manizales,
pero su intento fue fallido debido a la beligerancia
que encontraron sus miembros, desde los púlpitos
de las iglesias católicas, tal como lo consigna
Albeiro Valencia:

La mentalidad de la época se puede ilustrar con


la polémica sostenida desde El Universal por
Gonzalo Restrepo contra el presbítero Darío
Márquez :

El Padre Márquez, domingo a domingo, en


misa mayor, ante la multitud que asistía con
fervor a los sagrados ritos del catolicismo,
lanzaba desde el púlpito, con voz estremecida
de cólera, terribles anatemas contra los
ciudadanos que formaban la logia de Nieves
del Ruiz. Con palabras de fuego, maldecía en
nombre de la religión católica, a los socios de
aquella institución masónica y entregaba a la
ira popular los nombres propios de tales
caballeros. Madres, esposas, hijas, novias de
los estigmatizados, se vieron obligados a
retirarse por un tiempo de la sociedad, para
evitar agresiones, y a esconder el dolor y sus
temores en lo más íntimo de sus hogares.

Restrepo, desde la barricada de El Universal


hacía la defensa de los perseguidos, también
semana a semana, y atacaba con violencia al
Padre Márquez en editoriales truculentos que
despertaban inmensa sensación. Así, por
mucho tiempo, se libró ese combate sin tregua
entre el paladín que la diócesis había escogido
para dar la batalla final a la masonería y el
periodista revolucionario de entonces. Al fin la
Logia de las Nieves del Ruiz desapareció y
Gonzalo fue a dar a la cárcel, por horas o por

44
días, a cumplir la sentencia condenatoria con
que terminó el proceso que le había instaurado
el padre Márquez, por injuria27.

Bien distinta fue la situación en Pereira para los


masones:
Algunos dirigentes liberales pertenecían a la
logia masónica y ésta tuvo en la ciudad su
templo y su cementerio. Pero despertaba en la
ciudadanía más curiosidad que resistencia, y a
sus miembros, la mayor parte profesionales y
hombres de negocios, se les respetaba por su
espíritu progresista y filantrópico. Del lado de
la minoría conservadora había una mayor
práctica religiosa, pero no un mayor
conservadurismo en las actividades sociales, ni
un menor sentimiento democrático en las
relaciones con la gente del pueblo28.

Ese es el caso, por ejemplo, de la Logia Masónica


"Libres de Caldas", compuesta por ciudadanos
pereiranos, que hizo los aportes necesarios para la
fundación de la emisora "La voz amiga" en el año
de 1939. Dicha emisora salió al aire el 25 de
septiembre y al frente de ella se encontraban
Rodolfo Castro Torrijos y el poeta Luis Carlos
González. Dicha Logia se estableció efectivamente
en Pereira en 1917 y fue la primera en todo el
Departamento de Caldas. Dice Hugo Ángel al
respecto:

El médico Santiago Londoño (viejo) y los


señores Juan Rendón, Jaime Castro, Deogracias
Cardona, Roberto Marulanda, José J. Hoyos

27
VALENCIA LLANO, Albeiro. Bernardo Arias Trujillo, el
intelectual, P. 41.
28
JARAMILLO URIBE, Jaime.Op. Cit.
45
Toro, figuran entre los pioneros de esa
agrupación libre. En el año de 1910 se creó un
cementerio laico con el fin de enterrar suicidas,
masones, protestantes y demás
librepensadores.29

La insistencia de la alta jerarquía eclesiástica sobre


la importancia de involucrar a los padres de familia
para ejercer un control, no sólo sobre los curas
sino también sobre los centros educativos, dio
resultados positivos. En aquella época en la cual
los exámenes a los niños y niñas se realizaban en
presencia del Alcalde, el Sacerdote y los padres
de familia, éstos se convirtieron en jueces más
severos que los mismos sacerdotes:

En diciembre de 1875 (en Manizales) se


realizaron los exámenes de gramática
española, teneduría de libros, geografía,
francés, física y religión en el colegio de
jóvenes que dirigía el Señor Miguel Jaramillo
Ch. Los padres de familia quedaron muy
satisfechos con los resultados académicos de
sus hijos, sin embargo anotaban: “...el estudio
de la religión no satisface cumplidamente las
necesidades actuales, pues a nuestro humilde
entender, debe hacerse más extenso y
estrictamente amoldado a las sublimes
enseñanzas del Catolicismo aunque nada se ha
enseñado en contrario”. Tras la insatisfacción
de los padres se ocultaba el verdadero
problema: el rector del colegio había facilitado
a sus alumnos el Diario de Cundinamarca,
periódico liberal que contenía “...ideas
erróneas y contrarias a nuestras creencias...y
por esto los manizaleños, que siempre se han
preciado de católicos...retiraron la confianza

29
ANGEL JARAMILLO, Hugo. Pereira, Espírtiru de Libertad.
Fondo Mixto, 1995, P. 43
46
depositada en aquel institutor que gustaba de
lecturas nocivas”30.

EL RACISMO

El hecho de que existan multitud de obras


relacionadas con la procedencia de los
antioqueños y de los caldenses es prueba de la
gran preocupación que siempre hemos tenido los
paisas por borrar el estigma de pueblo
descendiente de los judíos y de los gitanos y de
otro lado, por refutar el calificativo que los
caucanos nos daban de "alpargatudos",
"paisarretes", y en general de hombres de "poca
monta" si se comparaban con los aristócratas
caucanos.

Esto explica entonces la aparición de numerosas


obras que tienden a probar que los antioqueños
proceden de España: "Génesis del pueblo
antioqueño" (Ramírez,1986), "Genealogías de
Antioquia y Caldas" (Arango, 1973), "Origen de la
raza antioqueña" (Arango, 1909), "Rasgos del
pueblo antioqueño" (Arizmendi), "Los vascos"
(Caro, 1971), "Presencia vasca en Colombia" (De
Abrisketa, 1983), “Españoles en Antioquia”
(Gómez Barrientos, 1972), “La raza antioqueña”
(González Ochoa, 1942), “Análisis e interpretación
del pueblo antioqueño” (López de Mesa, 1972)
"Antioquia y sus constumbres" Restrepo, 1964) etc.

30
ARANGO, María Mercedes. Op. Cit. P. 75
47
Este último autor expresó respecto al origen de los
antioqueños:

Se ha dicho, con razón, que los vascos dieron


importante aporte a la riqueza antioqueña que
puebla la Cordillera Central del país, en los
departamentos de Antioquia y Caldas. Así lo
delatan los apellidos de tantas familias de la
Montaña, y la idiosincrasia libre, particularista
y tradicional de sangre de los Aguirre, Alzate,
Aranzazu, Arbeláez, Aristizábal y Arroyabe, de
los Arrubla, Arteaga, Atehortúa, Avendaño, por
sólo numerar algunos de los apellidos vasco-
antioqueños de la primera letra del
abecedario.

La insistencia en la reafirmación del origen


español llevó paulatinamente a adoptar una actitud
que se puede catalogar como racista en la medida
que el "modelo" de raza era la blanca y
específicamente la española asentada en país
vasco, Asturias, Andalucía y Meseta Castellana. No
nos interesa entrar a cuestionar el origen de los
andaluces y la influencia gitana y morisca. El
resultado de esa obsesión de raza pura llevó a
plantear a muchos escritores este tipo de
posiciones:

Es Antioquia el pueblo de más pintorescas


costumbres entre los que forman la comunidad
colombiana. En ninguna parte del país se
conserva quizá, como en las montañas
antioqueñas, con tan genuino color de raza, los
caracteres que distinguen a los pobladores de
la península española. A las riberas del
Tonusco, del Aburrá y del Aures llegaron los
castellanos en proporción suficiente para
multiplicarse, sin necesidad de acudir a la
mezcla con los restos de las altivas tribus
indígenas. Si más tarde no hubiese la piedad,
un poco discutible, de Fray Bartolomé de las
48
Casas, conseguido que los monarcas españoles
autorizaran la introducción de africanos a los
dominios de la corona en América, el pueblo
antioqueño habríase conservado dentro de lo
que podría llamarse, con propiedad apenas
hipotética, unidad étnica. En todo caso en
Antioquia han perdurado de manera resaltante
las condiciones, las virtudes y los defectos que
sobresalen en tres de los grupos principales de
la patria española: la hidalguía castellana se
adivina en los patriarcas de la Montaña; la
tenacidad en toda suerte de empresas y el
tesón en el trabajo parecen proceder de la
estirpe vasca: la belleza de sus mujeres, así
como la parla enlabiadora, de exagerado
colorido, de nuestros montañeses, se diría que
proviene de los andaluces. Mientras los
pobladores de Boyacá, de Santander y de
Cundinamarca, descienden de españoles o del
cruzamiento con los aborígenes, son parcos en
el hablar, hasta herméticos, los campesinos
antioqueños conversan como andaluces, se
complacen en la hipérbole y estropean el
verbo de manera lamentable. Pero esa misma
garrulería preguntona y no siempre agradable,
posee cierta viveza pintoresca, semejante a la
andaluza, que se presta a ser explotada por los
novelistas. Tal, me atrevería a suponer, es la
causa de que haya tenido la novela
cultivadores en Antioquia en un número más
apreciable que en el resto de Colombia31.

La cita anterior se encuentra en la parte


introductoria del libro Rosalba y su autor es Max
Grillo. Mientras los antioqueños alardeaban de su
ancestro, los extranjeros así los miraban:

En Medellín, como en toda la Nueva Granada,


apenas hay aristocracia que el dinero...del

31
SUÁREZ, Arturo. Rosalba. Bogotá, Ediciones Mundial, Décima
Séptima edición, sin fecha, P. 5.

49
color ni hablemos: cada cual se jacta de
descender en línea recta de hidalgos de
sangre azul: pero la verdad es que los colores
morenos, amarillos y atezados que se ven en
casi todas las familias, desmienten esa pureza
de origen.32

Si nos detenemos en el caso de la novela Rosalba


cuyo escenario se ubica en las cercanías de
Manizales, podemos constatar que el problema del
racismo aflora con gran facilidad en boca de uno
de los personajes de la novela. He aquí el diálogo:
-Bueno, ¿Y tú con qué objeto le haces la corte a
esa muchacha?- investigó Gustavo.
-Objeto no tengo. La chica me gusta porque es
muy linda, pero de aquí no se sigue nada, pues
yo, aunque me enamorara perdidamente, no
me casaría con ella.
-¿Por qué?
-Sencillamente porque es una zambita.
-Ah, por zamba -recalcó irónicamente Gustavo-
pero, según el diccionario, zamba es la hija de
un indio y de una negra, y Rosalba puede
competir en blancura y en finura de tipo don
cualquiera de nuestras hermanas. Además no
es ninguna mal nacida, sus padres son el
modelo de virtudes.33

No es necesario releer el texto para concluir


fácilmente que los hijos de un indígena y una negra
eran zambos "mal nacidos", en contraste con

32
SAFFRAY, Carlos. La provincia de Antioquia. En: Viajeros
extranjeros en Colombia. Cali, Carvajal, 1970. Este médico
francés visitó nuestro país en 1860 y estuvo en Manizales en
los momentos en que Tomás Cipriano de Mosquera intentó
tomarse la ciudad.
33
Ibídem.
50
Rosalba que no era ni zamba ni mal nacida por su
"blancura" y "finura".
Sin embargo, quien plantea una posición
rabiosamente racista y concretamente contra los
afrocolombianos que vivían en La Virginia es Silvio
Villegas, en la parte introductoria de una de las
ediciones de la novela Risaralda del caldense
Bernardo Arias Trujillo. Dice Silvio Villegas:

La colonia negra de La Virginia, en los tiempos


novelados por Arias Trujillo, pertenece a los
más oscuros fondos abisales de la selva
americana, mundo repugnante estancado en el
tercer día de la creación, para usar la frase del
Conde de Seyserlyng. El hombre, criatura
divina, formada en el sexto día del Génesis, es
aquí un ser exótico, odiado por la naturaleza
vegetal y por los animales de sangre fría.
Orquídeas, sapos, culebras, negros de Africa
se pasean allí como en su propio mundo34.

Queda de alguna manera claro que al detenerse la


Creación en el tercer día, no hubo creación del
hombre, por lo tanto, no es arriesgado decir que el
afrocolombiano que existía en Sopinga, no era
hombre o al menos no una Creación Divina.

La insistencia de un origen hispano, de "raza"


blanca, constituía una gran preocupación por parte
de muchos dirigentes caldenses. Aquilino
Villegas, dice Otto Morales Benítez, cuando edita
su libro "Por qué soy conservador", lo primero que
se empeña es destacar que es blanco y:

34
ARIAS TRUJILLO, Bernardo. Risaralda. Medellín, Editorial
Bedout.
51
(…) más tarde, en 1921, al referirse a nuestro
trópico, lo hace recogiendo versiones que
venían predicando viajeros e investigadores
imperialistas que nos querían someter
económicamente y nos habla, entonces, de la
sangre indómita; de los daños de la
participación de la raza negra. Para afirmar,
finalmente, que, por fortuna, brilla el "gualda
purísima" de la procera estirpe hispano
latina35.

Con relación a este aspecto, también a nivel de


Pereira existían voceros autorizados de la
dirigencia manizaleña, cuando de señalar a
algunos ediles de "dudosa extracción" se trataba:

Terminó este año de gracia y el híbrido


Concejo de Pereira, con más médicos que
picapleitos, no hizo absolutamente nada en
beneficio de la ciudad. La mitad de los mal
llamados ediles, constituye una mansa tropilla
que marcha al solo golpe de voz de su capataz,
como esclavos de galeras, y el resto de los
cabildantes de heterogénea extracción social y
política, tampoco tuvo una ágil visión de la
técnica parlamentaria... claro está que
tampoco ayudó mucho aquel inolvidable
ejecutivo (Octavio Mejía Marulanda) padecido
por la ciudad y de cuyo nombre no quiero
acordarme, si no es para hacer constantes,
forzosas comparaciones. Como quiera que sea,
es bueno decir que más hizo la Asamblea de
Caldas, que por lo menos aprobó dos saludos:
uno para don Alberto Vásquez Botero, editor
de la revista "Carcajada" y otro para don
Manuel J, Londoño"36.

35
MORALES, Otto. Op. Cit., P. 48.
36
ALVAREZ De los Ríos, Miguel. Antena de Pereira. En:
periódico La Patria, 19 de diciembre de 1965, pag. 9ª
52
EL EUROCENTRISMO

Es muy difícil en muchas ocasiones deslindar


claramente el racismo del eurocentrismo; sin
embargo, vamos a plantear algunos aspectos en
donde se puede observar claramente cómo desde
Manizales se intentaba construir una identidad,
mirando más allá del Océano, es decir, con la mira
en Europa. Veamos el movimiento literario
"Grecolatino", al cual se le ha llamado con cierta
ironía "Grecoquimbaya".
Eran todos ellos reputados hombres de letras, con
gran ascendencia política y social a nivel regional
y nacional. De ese movimiento ha dicho Otto
Morales Benítez:

Después de la Regeneración Conservadora de


Núñez y de Caro, se rompió ese ritmo. Como se
predicó el regreso al "Hispanismo", al dominio
de lo de ultramar, se desvió el camino de estar
cerca del magisterio de la tierra. La inclinación
fue estética, con grandes acentos en los
períodos clásicos literarios. Se consagraron
varones de indiscutibles calidades. Sería un
error negarlos o desconocerlos, por lejana que
esté nuestra orientación de ellos. Sus ejemplos
trajeron como consecuencia algunas reglas
primordiales: el carácter de la prosa, con
exceso de preciosismo; la proximidad a
muchos disímiles creadores con pasión por la
belleza formal. Es un buen legado. Pero a la
vez, abandonaron lo inmediato, lo que estaba a
su alcance, lo recio, lo característico y humilde
de nuestras vidas37.

Desde el punto de vista arquitectónico, también


han existido voces que han señalado al

37
MORALES, Otto.Op. Cit. P. 48.
53
"Grecolatinismo", como el autor de grandes
pecados arquitectónicos en la medida que
rompieron con el estilo de construcción que
caracterizó la colonización antioqueña, para
introducir unos materiales y unos estilos con sabor
europeo. Dice al respecto Javier Calderón Rivera:

He aquí pues la pérdida del yo detectada


dolorosamente en la arquitectura de Manizales.
Téngase en cuenta que la transformación
urbanística de la ciudad se inició a raíz del
Centenario, cuando los grecolatinos aún
estaban en su cenit.

El crimen urbanístico contra la ciudad se


cometió en el marco conceptual engendrado
por aquel acontecimiento a raíz del cual, al
embrujo de la pirotecnia verbal, se extasiaba a
los manizaleños con la idea de saltar a la
modernización...Bajo el influjo de una manera
de ver las cosas engendradas por el
grecolatinismo, estabamos ansiosos por
renegar de lo nuestro en la arquitectura de la
ciudad (la disculpa inmediata rezaba "tenemos
que dejar de ser pueblo"). ¿Para cambiarlo por
qué? Como en este caso no podíamos pensar
en los griego o lo alemán resultaba un recurso
fácil pensar simplemente en "lo moderno"38.

En el examen de la novela Rosalba, el autor pone


de manifiesto el enorme complejo que se sentía
frente al europeo, o dicho de otra manera, el deseo
de "ser como ellos", "identificarse con ellos".
Veamos:

Enrique...cabalgaba en una magnífica mula...y


venía tan correctamente vestido con su

38
RIVERA C. Javier. El Grecolatinismo, ¿qué nos dejó? En:
¿Qué es el Grecolatinismo? Manizales, Imprenta
Departamental, 1988, P.47
54
elegante indumentaria viajera que más parecía
un turista europeo, que un viajero de nuestras
montañas.

Y esa tendencia a valorar más lo ajeno que lo


propio también se puede observar en otros
aspectos significativos como el carácter de las
Ferias de Manizales y la apertura de la "Casa de
España". A raíz precisamente de la inauguración
de esta última, por parte del Vicecónsul de España
en Manizales, el doctor Ernesto Gutiérrez, la Patria
editorializó así:
Esta Casa nació al calor de un permanente y
feliz entendimiento entre una colonia española
que es timbre de orgullo para esta alta y
querida ciudad de Manizales y el desinterés
insobornable de un grupo de colombianos,
todos unidos. Sin pregonarlo, por el deseo
fervoroso de sentarnos a manteles, de
intercambiar ideas culturales y comerciales y,
preciso es declararlo, de conservar flamígera,
inextinguible esa bella luz de los ideales que
en religión, en lengua, en costumbres y en
bellas lejanías genealógicas nos fusionan, nos
son comunes39.

Hasta aquí hemos visto cómo los pobladores


iniciales de Manizales constituyen un grupo
humano bien diferente en los distintos órdenes a
los cuales hemos hecho referencia.

Ser diferente, sin embargo, no significa que la


relación entre estos dos grupos humanos sea
asimétrica, como se puede constatar en el caso
hombre-mujer, en donde se ha construido una

39
EDITORIAL. La casa de España en Manizales. En periódico
La Patria, viernes 14 de octubre de 1966.
55
relación no de igualdad sino de hegemonía-
subalternidad, en detrimento de la mujer. Sin
embargo, y en la medida que Manizales era el
"centro", el "modelo", lo diferente a ella se podía
considerar y de hecho se consideró "periférico",
"de menor cuantía". Si bien hemos visto que lo
"periférico" en la relación Manizales-Pereira alude
a todos los pobladores de esta última ciudad y a
todas sus actuaciones, lo cierto es que el estigma
se hace más evidente, es más enfático en el caso
de la mujer pereirana. De ello hablaremos a
continuación.

56
LA MUJER PEREIRANA

Se ha insistido con cierta frecuencia, ya lo


decíamos, que los factores más importantes que
determinaron el origen del estigma sobre la mujer
de Pereira fueron las Ferias y Fiestas que se
principiaron a desarrollar en la ciudad desde
finales del siglo XIX y también la incorporación de
la mujer al mercado laboral, sobre todo en dos
frentes: como escogedoras de café en las
trilladoras y en las fábricas de confecciones de
ropa.
No hay duda que estos dos factores posibilitaron,
la consolidación del mito sobre la mujer pereirana,
pero por sí solos no permiten ofrecer una
respuesta satisfactoria al problema que nos ocupa,
sino que es necesario enmarcarlos dentro del
concepto Centro-Periferia. Es aquí donde se le
encuentra el sentido a los aspectos que hemos
señalado, así como al concepto de corporalidad.

LAS FERIAS

Desde finales del siglo XIX, cuando ya se habían


consolidado algunas haciendas ganaderas en
Pereira y se había hecho extensivo el cultivo de
caña panelera, se principiaron a realizar unas
Ferias. Dichos eventos se celebran dos veces en el
año, y le permitieron a Pereira hacerse conocer a
nivel nacional por la gran afluencia de productos
57
de todas las regiones, convirtiéndose en una gran
vitrina vendedora.
Todo lo anterior se dio a partir del momento en que
era posible exportar algunos productos de la
región para aprovisionarse de otros que no se
producían acá. Así, sus dirigentes quisieron
aprovechar una ventaja muy grande en cuanto a
situación geográfica se refiere, como cruce de
caminos que conducían a Antioquia, Valle del
Cauca y Tolima, especialmente. Sin embargo, la
idea de realizar dos ferias al año no tuvo el éxito
que se esperaba ya que una se celebraba en junio
y otra en diciembre, cada una con una duración
que superaba la semana. El Concejo Municipal,
ante la poca asistencia que se había observado,
optó por introducir unos cambios significativos
como reducir el tiempo de duración de la feria y
suprimir las de diciembre.

Por la excelencia de sus Ferias, por la belleza


de sus mujeres, y por toda la simpatía de sus
habitantes, Pereira fue rápidamente conocida
en todos los ámbitos del país. Se contarían por
centenares las personas atraídas por todo
aquello que vinieron a establecerse aquí, no
sólo para poder disfrutar de las oportunidades
que les ofrecía el mercado semestral, sino para
corresponder a la franca acogida que les
dispensaban, porque Pereira tiene esa rara
cualidad para con las personas extrañas.40

Para el historiador Hugo Ángel Jaramillo, una de


las principales causas para que se le adjudicara a
la mujer pereirana el epíteto de prostituta, hay que

40
SÁNCHEZ, Ricardo. Pereira. 1875-1935. Manizales, Casa
Editorial Arturo Zapata, P. 119.
58
buscarlo básicamente en la celebración de las
ferias. Tal como él lo afirma, durante esta época se
desarrollaban verdaderos bacanales, juegos
prohibidos y llegaban de otras ciudades y del
campo una gran cantidad de mujeres dispuestas a
comerciar con su cuerpo, lo que servía a su vez
como atracción para los innumerables visitantes
que tenía Pereira durante la celebración de dichas
ferias.
Ferias y fiestas se celebraban en casi todos los
pueblos del país y desde luego, era difícil
encontrar uno que no tuviera su zona de tolerancia
y que no fuese visitado por trabajadoras sexuales
durante la celebración de sus fiestas41.
A las mujeres del pueblo les ha correspondido a lo
largo de nuestra historia, realizar oficios de bestias
de carga, los más duros de la sociedad, uno de
ellos, la prostitución. Se la consideraba un medio
para la defensa de las virtudes de las mujeres
buenas; la prostituta satisfacía la incontinencia
sexual de los varones de las clases altas y los de su
misma clase que podían pagar sus servicios.

Virginia Gutiérrez constató, por ejemplo, que la


cultura antioqueña no permitía el hogar de hecho.
Pero miraba benévolamente la solución del
comercio sexual.

Las mismas autoridades eclesiásticas y civiles


reconocen servir de válvulas de escape menor
a tensiones de agresión sexual... que sin la
prostitución... harían explosión nociva dentro

41
ANGEL JARAMILLO, Hugo. Pereira; proceso histórico de
un grupo étnico. Pereira, Club Rotario, 1963.
59
del sector ‘bueno’ de la sociedad,
deteriorando la estructura familiar
monogámica”. Es así como en los pueblos de
colonización antioqueña encontramos como
elementos fundamentales de la organización:
la Iglesia, el mercado, las habitaciones de las
familias y la ‘zona de tolerancia.

Las prostitutas eran generalmente mujeres


campesinas o de los sectores más pobres de la
población, utilizadas en las casas donde
trabajaban en el servicio doméstico para
iniciar sexualmente a los jóvenes adolescentes,
sin el peligro del contagio venéreo de los
prostíbulos42.

Conviene, sin embargo, resaltar el hecho de que


en Pereira se hablaba de la “zona de tolerancia”,
con una gran naturalidad. Las mujeres “pías” se
referían a aquellos sitios como los lugares de
perversión y de pecado, pero hubo algunos
escritores que retrataron a algunas mujeres que
ejercían la profesión, de una manera muy humana,
como es el caso de Euclides Jaramillo:

(...) y de todas esas gentes importantes que


recibían mensajes, las más gratas, las más
generosas, eran las cuatro o cinco damas que
habitaban el incipiente ‘barrio’ de La Cumbre.
Era una dicha, por ejemplo, llevarle un
mensaje a la Monita Echeverri, porque siempre
daba diez centavos de propina. La Monita
Echeverri, Laurita, era bellísima, dulce y
tierna. De piel de porcelana alumbraba su
rostro con unos grandes y hermosos ojos de
color caramelo, y su débil y bello cuerpecito
era todo estilizado43.

42
VELÁSQUEZ, Magdalena y SANCHEZ, Luz Helena. Voces
insurgentes. Bogotá, Universidad Central, 1986.
43
JARAMILLO ARANGO, Op. Cit, P. 222.
60
No podría afirmarse que Pereira fue una excepción
en cuanto a la existencia de “Casas de Citas”,
“Barrios” o “Zonas de Tolerancia”, al igual que
ocurría en casi todos los pueblos de la geografía
nacional. Y tampoco era una excepción en cuanto
a la llegada de gran cantidad de mujeres durante
la celebración de sus Ferias y Fiestas, pues al igual
que en todas partes, se consideraba que durante
esos días se tenía licencia para realizar aquellos
actos prohibidos como juegos de azar, bebida sin
límite de alcohol y la fornicación. Al fin y al cabo
quienes llegaban eran hombres de negocios que
se encontraban lejos de sus hogares.
Desde luego que hubo numerosos intentos en
Pereira para que la prostitución no creciera a un
ritmo alarmante y prueba de ello es la relación que
hace don Fernando Uribe:

Se cuenta que hubo un alcalde tan celoso de la


moral y el orden de nuestra Villa, que alarmado
con el aumento de los borrachos y las mujeres
de vida alegre, ordenó un sábado en la noche
a todos los centuriones, hacer recogida
general de unos y otras, y el domingo por la
mañana, con dinero de su bolsillo mandó a
comprar 50 escobas, las que puso en manos de
los intemperantes presos, sin distingos y los
obligó a barrer la plaza principal, donde el
mercado de la víspera dejaba abundantes
basuras; en la tarde hizo formar a las generosas
damiselas capturadas, y con corotos al
hombro, a ritmo de tambor las despachó para
Cartago. Por discreción me callo el nombre de
este “regenerador”44.

44
URIBE URIBE, Fernando. Op. Cit. P. 115.
61
De todos estos hechos fueron quedando las
noticias escritas por parte de los cronistas de la
época, en donde se resaltaba la presencia de
prostitutas en la ciudad. Inclusive, se hace mención
de un cura parrandero y mujeriego que construyó
una casa en la plaza de Bolívar45.

45
SÁNCHEZ, Ricardo. Op. Cit, P. 49.
62
LA MUJER EN LA ACTIVIDAD
LABORAL DE LAS TRILLADORAS Y
LAS MANUFACTURAS

Entre los años veinte y treinta, “la ciudad inicia un


primer esfuerzo de industrialización. Aparecen las
primeras fábricas en el sentido moderno.
Compañía Vidriera de Pereira (1926); Fábrica de
Hilados y Tejidos Pereira (1926); Tranvía de
Pereira S.A. (1926): Cervecería Tropical, más tarde
Cervecería Continental S.A.(1926);Chocolatería
Los Andes (1925); Compañía Constructora de
Pereira (1925).
La aparición de la industria creaba nuevos
fenómenos sociales y económicos. Apareció
precisamente la industria de la trilla del café, el
primer sindicato obrero en el sentido actual. Se
presenta también, en 1932, la primera huelga,
entre escogedoras de café, acompañada de
choques violentos con la fuerza pública. La
ciudad se conmovía bajo el impacto de la
primera manifestación de la lucha de clases46.

El gran auge que experimenta la región cafetera a


partir de la década del 20 se debe precisamente a
la producción y comercialización del grano. Entre
los años 20 y 30 del siglo XX se construyen
ferrocarriles, carreteras, acueductos, plantas
generadoras de energía y todas estas actividades

46
URIBE JARAMILLO, Jaime y GÓMEZ, Luis, Op. Cit P.
385.
63
coinciden con una bonanza a nivel nacional
favorecida también por el pago de la
indemnización que hizo Estados Unidos por la
pérdida de Panamá. Con razón algunos
historiadores han llamado a esta época, “la danza
de los millones”.
A nivel de las ciudades, además de la demanda de
mano de obra para la realización de las
infraestructuras para las empresas de servicio
público, también crecía la demanda de mano de
obra por parte de las trilladoras de café.
En el mes de enero de 1935 el periódico El Diario
reseñó el choque entre la fuerza pública y las
obreras de Pereira que se encontraban en huelga.
Producto de estos enfrentamientos se presentaron
las primeras víctimas y varios heridos. A pesar de
que en Manizales y otras poblaciones no hubo
muertos, lo cierto es que los movimientos
huelguísticos se presentaron con la misma
fogosidad. En Manizales, por ejemplo, se presentó
el incendio de una de las trilladoras, lo que
permitió a la fuerza pública llenarse de motivos
para encarcelar a los principales dirigentes del
artesanado que venían apoyando el movimiento de
las escogedoras de café47.

Es difícil pensar que a raíz de estos


acontecimientos huelguísticos en los cuales la
mujer tuvo una activa participación, la mujer en
Pereira hubiera tenido un comportamiento

47
ESCOBAR, Carlos A. Historia furtiva: mujer y conflictos
laborales en Pereira. Universidad Tecnológica de Pereira, 1996,
P. 48.
64
diferente a la mujer de Manizales, Armenia o las de
otras ciudades. Ya hemos planteado que en toda la
región el movimiento se adelantó con la misma
beligerancia, sin embargo, no hay duda que el
desarrollo que tuvo Pereira en la industria
manufacturera, permitió que la vinculación de la
mujer en este renglón productivo fuese mucho más
significativa que en otras ciudades. Al fin y al cabo
las confecciones se consideraban como
actividades propias de la mujer y esto facilitó la
concentración de una gran cantidad de mano de
obra femenina en las fábricas pereiranas.
La vinculación de la mujer a este tipo de actividad
laboral, le permitió ir ganando terreno dentro de
un proceso de emancipación de su cónyuge,
fenómeno que reñía con las costumbres
tradicionales de las “mujeres de bien”, cuya total
dependencia del marido garantizaban una total
sumisión, tal como lo sostiene Ivette Roudy:

La ideología dominante, apoyada sobre los


medios de información (prensa, avisos
publicitarios, cine), mantiene en el marginado
un comportamiento social de sumisión que no
es nada innato, contrariamente a lo que se ha
creído durante mucho tiempo, sino que es el
producto de la cultura diferenciada de la que él
se ‘beneficia’48.

Nada más apartado del modelo de obediencia y


sumisión en el cual se educaban a las niñas dentro
de los hogares cristianos, que la figura de una
sindicalista vociferando contra el gobierno y los

48
ROUDY, Ivette. La mujer: una marginada. Bogotá, Editorial
Pluma, 1977, P. 30.
65
patrones. De la mujer se esperaba, por el
contrario, la dedicación a los quehaceres
domésticos, tal como lo reseña Albeiro Valencia:

La sumisión y la obediencia a sus padres


significaban que la futura esposa respetaría el
hogar y acataría y estimaría al esposo. Debía
saber cocinar, bordar, tejer y administrar la
casa; la niña aprendía su papel de mujer al lado
de la madre, y se preparaba para el
matrimonio.49

Pudor, obediencia, resignación, fe, piedad, todas


estas virtudes las debía tener la mujer ideal,
mientras que el hombre sí podía transgredir más
fácilmente aquellas normas de conducta derivadas
del Decálogo Cristiano. “El hombre es de la calle,
la mujer de la casa”, solían decir las madres y las
abuelas.
Veamos, por ejemplo, los que se podrían llamar
los mandamientos para la mujer, dentro de
aquellos grupos de acendrado catolicismo, que
entraban en conflicto con aquellas imágenes de
mujeres trabajadoras de las trilladoras y de las
fábricas de confecciones:
CREE Y PRACTICA TUS DEBERES
RELIGIOSOS

De niña, porque la virtud es la barricada contra


la Tentación. De esposa, si lo fueres, porque la
religión es La póliza de la felicidad de tu
marido. De madre, si Dios te premia con ese
destino, para que des ejemplo a tus Hijos.

Nunca estés ociosa:

49
VALENCIA LLANO, Albeiro. Vida cotidiana y desarrollo
regional en la colonización antioqueña., pag. 72
66
Hila, teje, pinta, remienda, cuece, cultiva; que
quien trabaja ora y la oración es el pararrayo
del cielo. Así la vida te será ligera, y estando
ocupada, no pensarás en lo que no debes.

Cuida de tu pudor:
Este se empaña más fácil que el cristal. El vidrio
se limpia y aquel queda siempre empañado.
Escucha el tuyo con una conciencia limpia y
serás digna de respeto y de aprecio.

Sé ordenada, hacendosa, económica:


La despensa es el desagüe de las fortunas,
vigílala cuídala como todo lo de la casa. Ve lo
que tienes y date cuenta de lo que gastes, para
que no se desequilibre el presupuesto. Graba
bien esto: "Es más fácil conseguir que guardar
y lo primero es obra bien difícil".

Sé siempre obediente:
De niña con tu madre, de esposa con tu marido;
Siempre con tu Dios. De novia, no permitirás
Confianza con tu prometido. Si él de veras te
aprecia no lo intentará. Ni una caricia, ni un
beso, le anticipes antes de casarte.

Si al casarte fueres madre, siembra fe en tus


hijos:

...Levántalos como el sexo lo manda; si hombre


como machos; si hembra como palomas. Lo
que escribí para tu madre, aplícalo a tu esposo,
en cuanto se pueda. Sólo te agrego: obedece
ciega a sus mandatos; si te dice: bótate por ese
despeñadero, hazlo y no te pesará.
Si él se equivoca, más grande será el valor de
tu obediencia.50

50
JARAMILLO, José. El reloj de mis recuerdos. Citado por:
VALENCIA, Albeiro. Vida cotidiana y desarrollo regional en
la colonización antioqueña., P. 75.
67
REPRESENTACIONES SOCIALES
DEL CUERPO

Podemos asumir para el análisis de la corporalidad


dos puntos de vista diferentes. El primero, el de
Bourdieu que plantea cómo desde el mismo
concepto de Centro-Periferia se puede explicar el
fenómeno de la estructuración por parte de la
comunidad hegemónica del Centro, de unos
patrones "legítimos" en lo que se refiere al "buen
hablar", al "buen vestir" e incluso, un determinado
manejo del cuerpo. La Periferia, los grupos
humanos diferentes, los "subalternos", son
estigmatizados por no tener las mismas normas de
comportamiento en lo que se refiere a los
fenómenos antes mencionados. Dice Bourdieu:
El trabajo de inculcación mediante el cual se
realiza la constante imposición del límite
arbitrario puede tener como objeto naturalizar
los cortes decisivos (constitutivos de los
arbitrario cultural) los que se expresan en las
parejas de oposición fundamentales,
masculino-femenino, etc., en forma de sentido
de los límites que induce a unos a mantener su
rango y a guardar distancias y, en los otros, a
conservar su puesto y contentarse con lo que
son, en ser lo que tiene que ser, privándolos así
de la propia privación. Y puede, también,
tender a la inculcación de disposiciones
permanentes como los gustos de clase que, en
principio ‘elección’ de los signos exteriores
en que se expresa la posición social, como el
vestido, pero también la hexis corporal o el
lenguaje, acaban incitando a todos los agentes

68
sociales a llevar signos diferenciadores entre
los cuales los signos de distinción son sólo una
subclase, apropiados para reunir o separar tan
permanentemente como las barreras, y los
interdictos explícitos51.

Lo anterior podría explicar la mayor aceptación


que puede tener cierto tono al hablar, una cierta
manera de reír, una forma de vestir y, en general,
una manera especial de manejar el movimiento del
cuerpo. La manera "legítima" es la del grupo del
"Centro", mientras que las diferencias que se
pueden observar en la "Periferia", son catalogadas
como "provincianas".
Si bien el planteamiento de Bourdieu puede
explicar de qué manera la diferencia en el manejo
del cuerpo, sobre todo de la mujer, sirve de base
para jerarquizar, lo cierto es que no aparece
ninguna razón que explique el por qué de la
diferencia que se puede presentar en cuanto a
manejo corporal, en comunidades distintas. Es
decir, no hay duda que existe una diferencia entre
la manera como la mujer pereirana maneja su
cuerpo, se viste y la manera como lo hace la mujer
manizaleña.

La diferencia va mucho más allá del problema


relacionado con la parte climática. La razón es
mucho más profunda y está relacionada con la
concepción religiosa. A nuestro juicio, la
explicación la da claramente Mary Douglas, autora
a la cual vamos a tomar como fundamento para

51
BOURDIEU, Pierre. Op. Cit. P. 84.
69
nuestro segundo análisis. Así plantea Mary
Douglas su tesis:

He argumentado en otra ocasión (Pureza y


peligro, 1966) que el sistema orgánico ofrece
una analogía con el sistema social, el cual, en
igualdad de condiciones, se comprende y
utiliza de modo semejante en todo el
mundo....de acuerdo con la norma
distanciadora con respecto al origen
fisiológico (o, dicho en otras palabras, de
acuerdo a la norma de pureza, cuanto mayor es
la presión social mayor es la tendencia a
expresar la conformidad social por medio de
control físico). Las funciones del cuerpo
humano se ignoran y se relegan más cuanto
mayor es la presión que ejerce el sistema. El
modo de revestir de dignidad un
acontecimiento social consiste en ocultar los
procesos orgánicos. La distancia social se
expresa en términos de distanciamiento de los
orígenes fisiológicos y viceversa52.

De acuerdo con la antropóloga citada, se pueden


encontrar varios tipos de comunidades que
conciben y utilizan el cuerpo de una manera
diferente, dependiendo en gran medida de sus
concepciones religiosas. Fue precisamente el
filósofo judío Maimónides quien dedicó gran parte
de su tiempo al estudio de la imagen
antropomórfica de la divinidad. Producto de esos
estudios concluyó que existen ciertos órganos
como el corazón, el cerebro, que se utilizan para
hacer referencia a la divinidad, y otros, que nunca
serían tomados como referencia para el mismo
objeto:

52
DOUGLAS, Mary. Símbolos naturales. Madrid. Alianza
Universidad. 1988, P. 14.
70
De modo semejante el hombro no se utiliza
nunca como referencia a Dios por ser
considerado mero instrumento de carga en
íntimo contacto con el objeto transportado. Con
mucha más razón los órganos relacionados con
la digestión no se atribuyen nunca a la
divinidad por reconocerse de modo inmediato
como símbolos de imperfección53.

Existen desde luego otros pueblos que asumen a


sus dioses en su totalidad, incluyendo sus
"imperfecciones", o sea, características humanas.
En el primer caso, cuando se sobredimensiona el
espíritu en detrimento de lo corporal, éste se
convierte en sujeto de represión y ocultamiento.
Basta recordar, por ejemplo, cómo las antiguas
matronas antioqueñas y caldenses hacían
desaparecer las formas de sus senos y procuraban
ocultar la mayor parte su cuerpo con el vestido,
para no despertar "pasiones malsanas" en los
hombres. En estas comunidades, dice Mary
Douglas:

El cuerpo no será vehículo primario de la vida.


Esta se considerará puramente espiritual, y el
cuerpo como algo carente de importancia...de
ello se sigue la tendencia a considerar el
cuerpo humano como símbolo del mal, como
sistema estructurado opuesto al espíritu puro,
el cual, por naturaleza, es libre e
indiferenciado.54

Bien distinta es la situación en el segundo caso, en


donde el cuerpo representa el vehículo de la vida,
la expresión de ella y en donde el espíritu y

53
MAIMÓNIDES, Moses. Guía de descarriados. Madrid,
Voluntad, 1956.
54
DOUGLAS, Mary. Op. Cit. P. 19.
71
materia son elementos fundamentales de la unidad
del ser humano. La vitalidad y el goce corporal, en
este caso, no están vedados. Tampoco existe una
represión, una normatividad agobiante que
impida el movimiento natural del cuerpo, que
impida exhibirlo; y, en fin, ser aceptado no como
pecado ni suciedad.
Con ello se niega en la práctica aquello de que los
tres enemigos del hombre son: el demonio, el
mundo y la carne (léase cuerpo de la mujer).
Podríamos hacer alusión a varios casos en los
cuales los dioses se revelan a su pueblo con sus
limitaciones e imperfección humana. Los griegos,
por ejemplo, concebían a sus dioses con algunas
características humanas: amaban, odiaban, sentían
hambre; de allí que el griego no sintiera vergüenza
de esculpir los cuerpo humanos en completa
desnudez.

Una vez introducido el cristianismo en Europa, la


pintura y la escultura se torna rígida y desaparece
en el ser humano toda muestra de sensualidad o de
realismo. Esa influencia la vemos retratada en los
descendientes de los colonos antioqueños:

A la niña se le ocultaba la realidad del sexo


para no despertar deseos. Se le educaba en la
vergüenza de su sexo, por ello debía bañase
con una camisa puesta, cerrando los ojos para
cambiarse de ropa. Aprendía que el cuerpo era

72
el enemigo del alma, un obstáculo para
alcanzar la salvación55.

Si decíamos al principio, que hubo dos estilos de


colonización y la consolidación de dos grupos
humanos diferentes en Manizales y Pereira; en este
caso, frente a lo que hemos llamado
"corporalidad", la diferencia también es
manifiesta. Moda y manejo corporal en Pereira se
diferencian de Manizales en la medida que en esta
última ciudad hubo una mayor represión para la
mujer. Estas diferencias han llevado a considerar a
la pereirana como voluptuosa y a la ciudad de
Pereira como Sodoma y Gomorra.
A tales extremos ha llegado la estigmatización de
la ciudad y de sus mujeres, que se han hecho
afirmaciones de este tipo:

Nada hay en Pereira que pueda recordar sus


orígenes, sus huellas, sus luchas, su devenir.
Aquí no importa el pasado. Casi se podría
afirmar que la demolición está cumplida. Así,
parece que nos encontramos en una ciudad
cada vez nueva, cada vez nacida y cada vez
olvidada. Pues si la conciencia es pudor, la
inconsciencia es el eterno presente que no se
puede recordar o que no sabe la importancia
de la cultura urbana para la identidad cultural
que se inscribe de manera significativa en la
arquitectura56.

55
DUBY, Georges. Citado por VALENCIA, Albeiro. Vida
cotidiana y desarrollo regional en la colonización antioqueña.
Op. Cit. P. 82
56
HERRERA, Liliana. Pereira o la corporalidad. En: Revista
de Ciencias Humanas. Universidad Tecnológica de Pereira, año
1, No. 1, junio 1994.
73
El concepto de cultura lo toma la autora anterior,
de Freud, para quien a mayor desarrollo cultural,
mayor es la represión que se evidencia en un
pueblo. Así las cosas, llega a la conclusión de que
si Pereira ha vivido y vive bajo el imperio de la
exterioridad, esto significa que los niveles de
represión -al menos en lo que al cuerpo se refiere-
son más bien bajos y que el grado de salud del
que goza una ciudad como Pereira está en relación
con su pobreza para la creación académica y
artística57.
Todos estos argumentos apuntan a afirmar la
"espiritualidad" de Manizales, frente a la
"corporalidad" de Pereira. Es decir, si no existe
represión y maneras de usar y ocultar el cuerpo al
estilo del "Centro", entonces sólo existe carne
voluptuosa, sólo materia, para utilizar los mismos
términos de la autora citada.

La vieja oposición espíritu-materia o cuerpo-alma


corresponde a una versión superada, aún en el
mismo psicoanálisis, tal como lo veremos
posteriormente. Inclusive, en el campo religioso
se abre paso aquella versión del hombre redimido
por Cristo, en lugar de un hombre expulsado del
paraíso y rota su identidad con el Creador. Esto,
desde luego, traerá trascendentales
consecuencias desde el punto de vista de la
percepción corporal, pues, si bien, de acuerdo con
el planteamiento de Mary Douglas, el cuerpo
humano es nada frente al espíritu, las nuevas
lecturas de los textos bíblicos tienden a revalorar

57
Ibídem.
74
el cuerpo en su dimensión restituida. En este
sentido, Cristo sería el encargado de armonizar al
hombre con su Creador, por medio de su
sacrificio. El cuerpo humano vuelve a adquirir la
imagen y semejanza divina, y por lo tanto, ausente
de pecado. Con relación a este último
planteamiento religioso, anota Ricardo Blanco:

Para muchos, la tradición bíblica continúa


teniendo vigencia. Esta actitud se apoya en
discursos pilares, uno de ellos es la vitalidad
del texto, y sus tradiciones de la Escritura,
fenómeno que sobrepasa la lectura socio-
histórica; parece ser que los textos de la Biblia
contienen un "plus" que aun despiertan al
llamado de esa revelación de la divinidad. La
renovación de formas del conocer humano no
dependientes del conocimiento científico, en
especial las investigaciones sobre el
conocimiento mítico, también ha renovado el
interés acerca de los textos fundantes de la
tradición judeo-cristiana58.

Quisimos señalar otro punto de vista diferente al


llamado paradigma Durkheim-Marx-Freud,
calificado por Ricardo Blanco como punto de vista
que concibe lo religioso como etapa primitiva,
narcotizante e ilusoria del conocimiento humano.
No quiere ello decir que no nos identifiquemos con
este punto de vista. Lo que sí reafirma es el hecho
de que los conceptos se van transformando, y
cuando no se trata de dogmas, están en
permanente reelaboración. En síntesis, no es lo
mismo el concepto que sobre corporalidad existía

58
BLANCO, Ricardo. Mito e ícono en la tradición judeo-
cristiana. Un abordaje para psicólogos y psicoanalistas. En:
Página latinoamericana de Filosofía. Enero-julio. México,
1998.
75
a mediados del siglo XX, que el que ahora se ha
consolidado.
El abordaje que hacemos es histórico, y por lo
tanto, diacrónico. Ello implica que si hablamos de
representaciones sociales del cuerpo, estamos
asumiendo que los conceptos van sufriendo
transformaciones con el tiempo, tal como lo
plantea Picard:

La Etnología ha puesto de manifiesto que el


cuerpo es un producto cultural; no sólo la
manera en que el hombre lo usa varía de una
sociedad a otra, sino que cada cultura inserta
en él sus valores, creencias y cánones
estéticos. La sociología muestra un cuerpo
moldeado por la organización social y por la
ideología dominante para cumplir objetivos de
producción y de reproducción; lo toma como
signo dentro de un sistema simbólico (signo de
pertenencia, de posición y de los modelos
sociales); el "comportamiento cultural" resulta
de la incorporación de las normas, de las
relaciones y de las estratificaciones sociales a
la vez que constituye la matriz de las
percepciones, de las actitudes gestuales y
posturales, del modo de presentarse cada uno
en función de su posición dentro del orden
social59.

Si el vivir en comunidad implica la existencia de


una normatividad construida por el colectivo y
aceptada por sus miembros, no es posible hablar
de una norma exclusivamente represiva, cuando
ella es, en primer término, prescriptiva. Picard
anota al respecto que una ritualización cotidiana
refinada no es solamente obligatoria sino

59
PICARD, Dominique. Del código al deseo. El cuerpo en la
relación social. Buenos Aires, Paidós, 1994.
76
tranquilizadora y eventualmente placentera. Lo
dice, a propósito de quienes defendiendo una
ideología libertaria sustentan la apología del
deseo y la transgresión, empleando la dialéctica
sutil de que toda regla es represiva.
Vamos a entrar a examinar de una manera
detenida las representaciones sociales que
circulaban en esta región en las décadas del 40 y
del 50, con relación al cuerpo. Para ello tomaremos
como base dos obras literarias, de las cuales ya
hemos hecho alusión, a saber, "Rosalba", cuyo
escenario es una zona aledaña a Manizales, y
"Risaralda", que se desarrolla en el Valle del
mismo nombre, cerca de Pereira.
Ambas obras fueron escritas por la misma época y
los dos autores son caldenses. Es un hecho que la
diversidad étnica que ha existido en Risaralda, y
concretamente en Pereira, ha determinado el que
en Manizales se haya manejado cierto aire de
superioridad, además del fenómeno ya analizado
de Centro y Periferia, por el hecho de que existe,
tanto en Pereira como en Armenia una diversidad
étnica que es leída como un fenómeno
degenerativo de la "raza" blanca. De allí que
resulte importante hacer un recorrido por los
textos antes mencionados, para poder extraer de
ellos las representaciones sociales que existían
sobre el cuerpo del negro, del indio y del humilde,
contraste con el "blanco" de alto estrato social.
A no dudarlo, estas representaciones, comunes
entre los sectores hegemónicos y subalternos,
serán fundamentales para el proceso de
77
construcción del estigma que hoy pesa sobre la
mujer pereirana.

CUERPO Y TERRITORIO

Una de las constantes que se encuentra en los dos


textos y que son expresión inequívoca de las
representaciones sociales de su época es la de
extender al territorio las mismas características
asignadas a sus moradores. Así por ejemplo,
montañas, frío, colinas, nieve, altura, constituyen
el escenario natural para las almas selectas, para
los espíritus elegidos; mientras que las zonas
calurosas, bajas, son, por definición, el ámbito en
el cual transcurre la vida de los seres
insignificantes, diabólicos, perezosos.

Estas reglas, que tienden a polarizar las


propiedades y expresiones corporales
sublimándolas o denegándolas (calificándolas
de excelentes o viles) según sean frecuentes
entre quienes pertenecen a ella, hacen de la
distribución de dichas propiedades uno de los
más contundentes mecanismos de legitimación
y naturalización de la distinción social; una
distribución que por muy legitimada o
naturalizada que se muestre, no está exenta de
tendencias dinamizadoras en cualquiera de los
ámbitos de la vida social60.

Se trata de un acto mágico, por medio del cual, lo


blanco, la altura y en sí todas las características
que se encuentran en el medio geográfico de

60
PEDRAZA, Miguel y BRAZAS María Paz. La disposición
regulada de los cuerpos. Salamanca, Universidad de
Salamanca, No. 12, 1994.
78
Manizales y sus alrededores, se convierten en
elementos aristocráticos, estéticos, bellos,
sublimes, mientras que las zonas calurosas, bajas,
las llanuras, pasan a constituir el elemento
opuesto, no sólo desde el punto de vista
geográfico, sino también de cualidades humanas.
A continuación señalaremos aquellos apartes de
las dos obras que corroboran nuestro punto de
vista, señalando entre paréntesis el nombre de la
obra y su página:

Campos aledaños a Manizales y la grandeza de


las costumbres Andinas. (Rosalba, 6)

En las alturas se destaca el Ruiz, nevado


solemne...abajo, entre lejanías de luminosidad
desesperante, se adivina la extensión del
Cauca. (Rosalba, 6)

En la cima está la gloria. (Rosalba, 8)

Tiñiendo de oro y ámbar el dominio celeste y


alumbrando con resplandores mortecinos del
hondo valle por donde hila su corriente el
Cauca Sereno. (Rosalba, 176)

El tufo sexual de la tierra caliente. (Risaralda,


153)

El Ruiz, inmenso y soberano, el Cisne,


impoluto y blanco...los tres soberbios nevados,
como tres albas nubes cristalizadas que el cielo
oriental posara sobre el bloque portentoso de
la montaña. (Rosalba, 176)

Oteo hacia abajo (Valle del Risaralda) y sólo


distingo la sabana solitaria, la llanura negra.
(Rosalba, 312)

La ciudad de Manizales no es un meridiano de


la cultura en Colombia, pero es un hecho que

79
la potente sinfonía de sus montañas está
formada para almas elegidas. (Risaralda, 8)

Los manizaleños piensan en voz alta y escriben


prosa vertebrada como sus montañas.
(Risaralda, 8)

Sobre su piel agradecida, los conquistadores


de Manizales fundaron dehesas, estancias,
bonitas haciendas y pueblos risueños y
venturosos de vivir en este suelo tan de
paraíso. (Risaralda, 100)

Manizales desde cuya altura vigila el


desarrollo, crecimiento y prosperidad de sus
pueblos cachorros, por ella fundados.
(Risaralda, 107)

La cordillera aparecía barnizada y limpia por el


alba, teñida de blanco a grandes trechos, por
causa de sus capitales florecidos. (Risaralda,
170)

Cuerpo y territorio los vemos expresado,


igualmente cuando el protagonista de "Rosalba" la
soñó convertida en una estatua coronada de rosas
(Rosalba, 80), visión que coincide con la
descripción que hace el autor del panorama
manizaleño que se dilató ante los ojos de los
visitantes:

Era grandioso. El aire saturado de un


vaporcillo azulenco era diáfano y tibio en su
inmovilidad de cristal. El cielo estaba lleno de
radiaciones esplendorosas, estaba
emblanquecido a trechos por altísimos jirones
de nubes que vagaban errantes en el turquí
limpísimo. (Rosalba, 93)

80
CUERPO FEMENINO Y PECADO

En el Eclesiástico 25,33 de la Biblia, se puede leer:

De la mujer tuvo principio el pecado y por


causa de ella morimos todos" Un estigma
similar se encuentra en el Éxodo, 12, 2-5
:"Dirige tu palabra a los hijos de Israel y les
dirás: si la mujer conociendo hombre queda
preñada y pariere varón quedará inmunda por
siete días.. más si pariere hembra, quedará
inmunda dos semanas, según el rito acerca del
flujo menstrual.

Si bien podemos afirmar que el cuerpo humano se


concibió por mucho tiempo en el marco de una
oposición con el espíritu, en donde éste constituía
el elemento trascendente y el otro, una simple
caparazón temporal que podía convertirse en
obstáculo para la trascendencia, no hay duda que
la mujer ha cargado con el pesado fardo de la
culpabilidad del primer pecado. Era tanto el terror
que se le inculcaba a los sacerdotes sobre
cualquier contacto con la mujer, que él queda
patentizado con la siguiente observación:

Lo autorizamos para administrar el sacramento


de la penitencia en casa de particulares; pero a
las mujeres no podrá administrarlo sino de día
o en una pieza bien iluminada, en presencia,
por lo menos de dos personas, habiendo entre
penitente y el confesor una reja de madera u
otra materia sólida. Imponemos pena de
suspensión ipso facto incurrenda al que lo
administre sin estos requisitos.61

Veamos algunas expresiones que desnudan esta


representación de la mujer, por aquella época:

61
ARANGO, María Mercedes. Op. Cit, p. 97
81
La mujer tiene algo de serpiente y la serpiente
algo de mujer. (Rosalba, 112)

La mujer es un lindo animal, según Bretón.


(Rosalba, 301)

La mujer coqueta es un vampiro. (Rosalba, 303)

La mujer es un ser más amargo que la muerte.


(Rosalba, 304)

Es interesante, sin embargo, encontrar que cuando


los autores describen a la mujer blanca, de
inmediato hacen alusión a su carácter virginal, a su
inocencia:

Rosalba, una figura de mujer, de virgen


aldeana. (Rosalba, 6)

Rosalba, una doncella campesina. (Rosalba, 7)

Rosalba es la inocencia que se acerca al pozo


encantado de la vida. (Rosalba, 7)

(Gustavo)...empieza por prendarse de la


hermosura de la esquiva doncella. (Rosalba, 7)

Estupefacto se quedó el joven Gustavo ante la


respuesta que en la purísima boca de la
cándida niña. (Rosalba, 82)

Lola...hoy, en su blanco día, el más hermoso y


radiante de su vida, con los gráciles velos
virginales. (Rosalba, 261)

Tenía, como Rosa y Ana Isabel, la aristocracia


de las manos, que de tan blancas, poseían la
virtud de palidecer todas las cosas que
tocaba...las tres hermanas eran buenas,
apasionadas como las doncellas antiguas.
(Risaralda, 135)

Si bien el cuerpo femenino es considerado como el


principal enemigo de la virtud, la mujer blanca
82
puede, por medio de la disciplina, hacer
"invisible" su cuerpo por medio de movimientos
lentos y controlados y vestidos que sólo permiten
ver el rostro. Desde la época de Plutarco se
hablaba de la importancia de la "invisibilidad" de
la mujer:

El cuerpo, como la reputación de la mujer de


bien, debe quedar bajo llave, sin salir jamás y
se evidencia aún más cuando pide que "lo que
más se conozca de la mujer no sea la apariencia
sino la reputación y le parece además
excelente la labor romana que acordó
públicamente tanto a hombres como a mujeres
los elogios que le convienen después de la
muerte62.

La mujer recibirá (y en algunos casos aún sigue


recibiendo) una educación en donde lo
fundamental es aprender a contener su cuerpo,
aprender a escoger el disfraz adecuado para cada
ocasión: la discreción, la distancia, la
inexpresividad, la simpatía aparente. Este tipo de
educación estaba garantizado en los internados de
las Ordenes Religiosas.
Lo que podemos observar en el caso de la mujer
negra, indígena o mestiza pobre, es el hecho de
que su cuerpo, en tanto es movimiento natural,
vehículo de vida, según la expresión de Douglas,
es satanizado como un arquetipo de lujuria, de
pecado, de malignidad:

62
DUBY, Georges y PERRUT, Michelle. Historia de las
mujeres en Occidente. Barcelona, Círculo de Lectores, 1992, P.
94
83
Carmelina Durán, virgen de ébano, corazón
ardiente, rayo ustorio capaz de calentar el
Valle del Risaralda. (Risaralda, 14)

¿Y, qué americano no ha vertido en la copa de


sus deleites el alcohol diabólico de una boca
morena, destilado en el alambique del placer?
(Risaralda, 24)

Y el negro le dio dos besos que eran mordisco,


sobó con lujuria los dos pitones de sus pechos.
(Risaralda, 35)

Pacha Durán tenía dos ojazos picarescos de mil


bujías, caderas torneadas con gracia...fue
tentación de negros, apetito de mulatos, ansia
de zambos.(Risaralda, 49)

El ambiente es cálido, con hedor a


negredumbre, pero excitante afrodisíaco.
(Risaralda, 57)

Juancho comienza por mover todo el cuerpo


como un médium en trance y Rita lo hace con
más sensualidad aún, como si estuviera
gozando la sensación del orgasmo...al fin, se
ayunta, se besan, se aprietan, se huelen, se
anudan, se entrepiernan voluptuosamente,
fingiendo el rito del entrevero sexual.
(Risaralda, 61)

El espasmo hace girar esos senos salvajes y


apetitosos...en tanto que los pitones se yerguen
lascivos en una erección fálica. (Risaralda, 61)

El varón que te mira (refiriéndose a Canchelo)


se enciende de lujuria y te presenta las armas
con su virilidad enarbolada. (Risaralda, 117)

Glorificada seas por siempre, hembra


pecaminosa y terrible, alabado sea tu vientre
hondo y terso que tiene la pelusa del durazno y
que es oscuro como el corazón de la jungla.
(Risaralda, 119)

84
María de Jesús Manjarrés, una negra de bronce
que tenía los senos duros y sonoros como dos
campanas y daba unos besos luciferinos que
producían borracheras de amor (Risaralda,
130)

Las hembras, incitantes y lascivas, llevaban tan


solo una falda de olán y ceñían los senos de
carbón por palas de tela dura, para evitar que
triscaran como cervatillos o que con su
movimiento brusco, salieran de su dehesa,
para tentar malas pasiones. (Risaralda, 138)

Los asistentes comenzaron a encender velas de


sebo y a menearse al compás erótico de la
bailarina negra. (Risaralda, 139)

Sus ojos seguían el quiebre lascivo de sus


caderas, el oleaje se sus senos mórbidos, la
castidad de su vientre inexplorado y liso con
acres olores animales. (Risralda, 140).

No es gratuito el hecho de que en la novela


"Rosalba", no hayamos encontrado ninguna
referencia a cuerpos "mórbidos", "lascivia",
"hembra pecaminosa", "pitones erguidos", y en fin,
todos los calificativos que se utilizan para referirse
al negro, pues al fin y al cabo está describiendo un
grupo humano diferente, el "blanco".

85
NEGRO ANIMAL, SALVAJE E
INFANTIL

Si estamos hablando de rivalidades permanentes


que se presentaban entre Manizales y Pereira, en
el orden económico, deportivo y político, una de
más maneras expeditas de colocar en posición de
inferioridad al otro, era, como dice Perceval,
tratarlo de "mujer", "niño" o "animal". Ahora bien,
en la medida que en Risaralda y concretamente en
Pereira la población poseía una mayor mezcla
racial, una "revoltura" como se podría decir desde
Manizales, la figura del negro y de la negra se
convierten en los vehículos apropiados para
señalar las características de inferioridad de los
pobladores pereiranos. Dice al respecto Perceval:
Frente a los demás, el hombre funciona como
los mecanismos familiares que le han guiado
durante siglos. El otro ser -frente al varón
adulto y libre- será un niño, una mujer o un
animal, arquetipos adyacentes y
perfectamente identificables...mecanismos
por los que una sociedad dedica un
considerable esfuerzo intelectual a realizar
algo tan simple como infantilizar, feminizar o
animalizar a otro grupo de personas para
explotarlo. Aristóteles lo expuso de forma
transparente en su política: para hacer grandes
cosas es necesario ser tan superior como lo es

86
el hombre a la mujer, el padre a los hijos y el
amo a los esclavos63.

Siendo el afrocolombiano y el indígena, de un


color diferente al de la piel del "blanco", sinónimo
de alcurnia, de buenas maneras, es de suponer
que el tratamiento dado a los primeros o en
general a todos los que no tienen el fenotipo del
cuerpo blanco, es despectivo, tal como lo
podemos comprobar a continuación:

En tanto que las negras trabajan como burros.


(Risaralda, 27)

Y mostraba a la Rita, la cual se acurrucaba


como gata quisquillosa. (Risaralda, 46)

El Puerto es un manicomio...con gritos de


alegría brutal, animalizadora y en esa barbarie
espontánea que tiene la efusión de las razas
primitivas. (Risaralda, 58)

El, a su turno, trémulo de apetito, se mueve,


como ese moverse alebrestado del macho
cabrío que no da espera. (Risaralda, 61)

Algunas Juanas (negras) sentimentales y


cariciosas que hicieron toda la Campaña
(Libertadora) al lado de ellos (los negros)
como perras fidelísimas. (Risaralda, 81)

Yo recuerdo cómo mi mare trabajaba igual que


un burro. (Risaralda, 81)

Yo taba muy cachorrito pero mi acuerdo como


si tara presente. (Risaralda, 81)

Pues todos los negros y los de cuantas latitudes


los contengan, tienen cierto natural pueril que
lo hace, en fin de fines, un poco honrados e

63
PERCAVAL, José María. Op. Cit. P. 45.

87
ingenuos, aunque crueles y embusteros.
(Risaralda, 90)

La existencia (de los negros) rodaba


suavemente...nacen, crecen, viven, se
desarrollan y mueren. (Risaralda, 101)

Adiós Sopinga mulata, cachorrita tierra de


bailongos. (Risaralda, 103)

Toda tú (Sopinga) llena de gracia, por tu salvaje


maravilla, por el ardor ecuatorial de esa tu
grupa fértil, por las ojeras de tus ojos
caníbales. (Risaralda, 118)

Carmelina Durán, linda y retrechera como una


potranca chúcara. (Risaralda, 174)

Porque así le gustaban las hembras, difíciles de


coger, duras de domar, tercas y resabiadas, de
mala rienda y espantadizas, para tener el gusto
de volverlas modositas. (Risaralda, 175)

Canchelito, novillona de lindas carnes.


(Risaralda, 179)

Canchelo se sonreía felinamente. (Risaralda,


179)

Frente a todos estos epítetos que se le agregan a


los afrocolombianos podemos observar cómo en la
descripción que se hace de quienes poseen
cuerpo con piel blanca, todo es armonía,
tranquilidad, madurez, belleza, y espiritualidad:

Ana Isabel tenía unas manos blancas de


astromelia, como su hermana, mejor para lucir
en un taller de escultura, que para vulgarizarse
en oficios domésticos. (Risaralda, 134)

Los brazos (de Rosalba)...impecables...como


asas de ánfora griega y de blancura impoluta
de nube. (Rosalba, 140)

88
El cuello de la blusa (de Rosalba) un poco
ancho, deja ver castamente el nacimiento de un
pecho lleno, turgente y como hecho con nieve
glaciar. (Rosalba, 35)

Ella, (Rosalba) la de los ojos de perlas negras,


grandes y tranquilas de lago dormido y pureza
primaveral. (Rosalba, 100)

La cenceña esbeltez de Eunice, sus ojos, donde


azulaba una suave luz, sus finas manos de
patricia, bien cuidadas, bien blancas (Rosalba,
194)

NEGRO, SINÓNIMO DE SUCIO Y DIMINUTO.

Los autores, con gran frecuencia, se refieren a las


personas allegadas a la familia, pero no de
fenotipo blanco, con diminutivos. Es posible,
frente a este fenómeno hacer dos lecturas
diferentes: una, en el sentido del menos-precio
que se tiene por ellas. Así por ejemplo, es muy
usual en nuestro medio utilizar términos como
"pobrecito", "gentecita", para referirse a las
personas humildes. La segunda lectura tiene que
ver con una expresión cariñosa, pero no deja de
ser casual que se utilicen estos términos para
referirse a personas de la servidumbre o personas
de menor rango, lo que reafirmaría el hecho de
que su uso tiene una connotación especial para la
gente humilde.
También ocurre, como en el caso de los habitantes
y su territorio, que todas las posesiones de los
humildes, de los negros y de los indígenas, se
nombran con diminutivos, mientras que al
describir las posesiones de las personas
89
adineradas, de la gente de alcurnia, los
diminutivos desaparecen:

Sí, responde Julia, una mulatica delgada,


filimisca y de delantal azul. (Rosalba, 11)

Vio en la solana a Lucía, la mulatica sirvienta.


(Rosalba, 26)

Salió toda esbelta con su trajecito


blanco...calzaba, como otras niñas, blancas
alpargaticas de campo. (Rosalba, 40)

La casita de esta parte de la estancia estaba en


la mitad del potrero, cerca de un pequeño
bosque...En ella vivía Toribio, el agregado, con
su madre, la señora Matea, a quien todos
llamaban Teíta. (Rosalba, 40)

Tenía Teíta, un jardincito en el corral...la salida


estaba cubierta por una esterilla de
guadua...había dos taburetes...una mesita de
bambú...colgaba de un garabato, en compañía
de una jiquerita en donde guardaban los
pertrechos...a la izquierda de la salita.
(Rosalba, 49)

En la escalera se encontró con la mulatica


Lucía. (Rosalba, 67)

Gustavo le preguntó a Mena: Y tu amiga de


entonces, la negrita Julia, ¿qué se hizo?
(Rosalba, 68)

Pronto le quedaría asegurado (a don Luis, el


agregado) del todo sus subsistencia, y estaría
en vía de tener un capitalito. (Rosalba, 127)

La chica me gusta...pero de aquí no se sigue


nada...porque es una zambita. (Rosalba, 183)

Pasaron en eso Eduardo Montero y Lelia Cabal,


su novia, una morenita de ojos andaluces.
(Rosalba, 273)

90
Verse suplantada por esa zambita era un
adefesio. (Rosalba, 273)

José, el de don Roque, el pobre José, venía del


campo todos los sábados y...algún regalito
había de llevar. (Rosalba, 334)

Desde luego que los diminutivos se hacen


extensivos con cierta frecuencia, no sólo a los
negros, a los indios, sino también a los humildes y
a las posesiones de éstos: "capillita humilde",
"criollita metida", "trajecito blanco de Rosalba".
El otro aspecto se refiere, de acuerdo con lo que
señala Perceval, al hecho de que se acusa con
frecuencia de sucio, a quien limpia, de ladrón a
quien se le exigen economías a la hora de comprar
y de vago a quien trabaja de sol a sol. Los dos
autores de las novelas que hemos venido
analizando hacen alusión a la limpieza, sólo
cuando se refieren a los negros a los indios o a los
humildes. Recordemos esa expresión tan
frecuente entre nosotros cuando alguien se refiere
a los pobres: "Pobres pero honrados". Es decir, se
remarca el hecho de que son los pobres los que
tienen una gran propensión a ser ladrones, pero en
ningún caso, lo sería el rico.
Es difícil oír decir "Rico, pero honrado", lo cual
tendría mucho más sentido, ya que el pobre, si se
encuentra en esa condición es porque no ha tenido
éxito económico y, con mayor probabilidad, se ha
sustraído de la tentación de cualquier hecho que
riña con la honradez. Lo mismo ocurre en el caso
de "blanco limpio", pareciera como un pleonasmo
decirlo de esa manera. He aquí los "sucios":

91
Juan Pablo Escobar, la tambora y dos negritos
mugrientos (Risaralda, 37)

Pacha Durán...hasta los siete años andaba


desnuda con la barriga al aire, con otros
mocosos carisucios en los caños de la calle.
(Risaralda, 48)

Canchelo...la castidad de su vientre


inexplorado y liso con acres olores animales.
(Risaralda, 140)

El ambiente es cálido, con hedor a


negredumbre (Risaralda, 57)

Ahora veamos a las personas sobre las cuales es


necesario hacer la aclaración de que son "limpios":

Era Teita una viejecita limpia...y regañona que


tenía su casita tan aseada como su persona.
(Rosalba, 43)

Entraron en la cabaña (de Teíta). Todo allí era


limpieza, frescura y orden. Había allí una gran
cama rústica, de madera sin labrar, con ropas
humildes y plancahas. Encima de la cama había
un lazo del cual pendía toda la ropa limpia de
la casa. (Rosalba, 44, 45)

Refiriéndose al almuerzo que los protagonistas de


"Rosalba" ingerían en la casa de Teíta:

En tarros de guadua labrada y totumas


limpias...estaba servida la leche...el mantel era
un pedazo de género, pero de una limpieza y
una blancura como de paño de altar. (Rosalba,
48, 49)

La señora Juanita...era morena, rolliza y


limpia...entraron en su casa...(la cual) estaba
humildemente amoblada, pero barrida y
aseada al extremo. (Rosalba, 86)

92
Gustavo se mostró expansivo...especialmente
con Rosalba, de la cual se burlaba, de una
gotita de tinta que manchaba el limpísimo
delantal. (Rosalba, 167)

CUERPO Y ESTATUS

Subyace en ambos textos una mentalidad


teocéntrica e inmovilista, de acuerdo con los
planteamientos de Miguel Pedraz, según la cual la
separación de los hombres es voluntad divina,
quien les asigna puestos y tareas diferentes, para
mejor cumplir con los fines de la creación.

Todo ello se fundamenta en la materialización de


las diferencias corporales: así, por ejemplo, el
campesino pobre y en general quien utiliza su
fuerza corporal para subsistir, pasa a convertirse
en el prototipo de hombre rudo, hecho para las
faenas más pesadas. En cambio, aquellos hombres
(o mujeres) que por su origen no se han
involucrado en ningún tipo de trabajo pesado (y
por lo tanto su cuerpo no posee la rudeza ni
musculatura del campesino) se lee como un hecho
que muestra a las claras su oficio: dirigir, pensar,
pero en ningún momento, el trabajo físico.
Con razón don Germán, padre de Gustavo, el
protagonista de Rosalba, le dice a éste:
(…) Y te digo que una vez fui al cafetal y vi a
aquella niña tan bella (Rosalba) y delicada
haciendo el oficio de una pobre labradora
cualquiera, sentí una lástima infinita y me
invadió una gran tristeza al ponerme en el lugar
de aquel señor, y pensar que mis hijas llegaran

93
a verse en la dura necesidad de hacer el oficio
que aquella niña efectuaba allí. (Rosalba, 30)

Por lo demás, veamos cómo se describe a la


hermana de uno de los protagonistas blancos de
la obra "Risaralda":
Ana Isabel tenía unas manos blancas de
astromelia, como su hermana, mejor para lucir
en un taller de escultura, que para vulgarizarse
en los oficios domésticos. (Risaralda, 134)

Silvio Villegas, en la introducción de la obra


"Risaralda", hace alusión a las "manos gentilicias"
de Bernardo Arias Trujillo, mientras que éste
describe así a don Francisco Jaramillo:
(...) hidalgo de portante y caballero por los
cuatro flancos...y todo él, con aire de soberanía
y de buen linaje que no ha de menester
pergaminos, como que su sólo talante alardea
su altísimo abolengo. (Risaralda, 115)

No hay duda, pues, que el fenotipo era


fundamental para ser hidalgo o un hijo de nadie.
Pero si el rico respira abolengo por los poros y su
porte es aristocrático, el campesino y el negro es
descrito así:

En esto empezaron los hachazos de Esteban.


Sus brazos robustos de joven acostumbrado a
las faenas del campo tenían el vigor de una
pujanza atlética. (Rosalba, 53)

José era un mozallón de color cetrino, alto,


recio y tosco como el tronco de un roble
serrano. (Rosalba, 88)

Los negros de Sopinga, curtidos por el sol, con


una briosa y sólida arquitectura muscular.
(Risaralda, 26)

94
Una alegría frenética y brutal estalla en los
labios morados en los ojos eléctricos y en los
músculos broncíneos de la charola
muchedumbre. (Risaralda, 66)

Con justa razón dice Perceval que en la medida


que el negro o quien "por naturaleza esté
destinado al trabajo físico, lo señalan con
frecuencia como perezoso" ya que mientras el
aristócrata descansa y medita, el trabajador es
indolente y hace pereza64.
NEGRO: DE ADJETIVO A SUSTANTIVO

Es en "Risaralda" en donde se puede observar con


más claridad, la cantidad de adjetivos para
referirse a los afrocolombianos de La virginia:

"Negrería", "andarines de ébano", "Sopinga de


sabor negruzco", "Canalluza de guerras civiles",
"morralla de guerrillas", "atorrantes y
perdularios", "mulatería caucana", "negranza",
"sopingos", "negros boquimorados",
"negredumbre", "charolada muchedumbre",
"canalluza bandolera", "negraza", "infierno de
bandidos", "negros guasamayetas",
"negrococracia", "nidal de guerrilleros",
"negroides", "muchedumbre de betún".

64
Véase más ampliamente este tema en ZULUAGA, Víctor.
Racismo, olores y muerte. Pereira, Supercopias, 1998.
95
COMENTARIOS FINALES

Creemos que es claro el papel que principió a


ejercer Manizales como "Centro", a partir del
momento en el cual se convierte en la capital del
Departamento. Igualmente, el hecho de que las
dos colonizaciones del antiguo Caldas, la de
Oriente y de Occidente, fueron realizadas por
grupos humanos diferentes, tanto en lo racial como
en lo cultural.
El crecimiento de Pereira y el peligro que
entrañaba para la hegemonía de Manizales,
desencadenó una rivalidad que perdura hasta
nuestros días, por fortuna, ya no tan recalcitrante.
Basta mirar las cifras del crecimiento demográfico
para entender que Pereira se nutrió y se sigue
nutriendo de una población de inmigrantes mucho
mayor que cualquiera de las ciudades vecinas y
ello precisamente por tener una posición
geográfica que la hace cruce de caminos y con ello
posición ventajosa en materia de comercialización.

Es por ello que superó a Cartago a finales del siglo


XIX, posteriormente a Santa Rosa de Cabal, a
principios del siglo XX y luego al mismo Manizales,
en materia de crecimiento demográfico.
Sí, el estigma para la pereirana hizo carrera, pero
no afectó de la misma manera al hombre, se debió
al hecho de que al fin y al cabo al hombre se le
podía perdonar su vida licenciosa, pues "el

96
hombre era de la calle", de acuerdo con el decir
de nuestras abuelas, mientras que "la mujer era de
la casa". En cierto sentido se podría decir, que al
hombre se le perdonaba sus "transgresiones" a las
normas dictadas por la "centralidad", mientras que
a la mujer no. De allí que la mujer se convirtiera en
el objetivo más expedito para cargar con el duro
peso de un estigma que perdura hasta nuestros
días.
Interesante es también observar que muchas de
las familias radicadas en Pereira provenían de
Antioquia o del actual Caldas, pero igualmente el
estigma las cobijó por igual, sin hacer diferencia
de origen, lo cual equivale a decir que importaba
más el señalamiento regional que las diferentes
costumbres de sus pobladores. El estigma, en
ningún caso, es selectivo.
Es también un hecho que en las condiciones
actuales, en donde las comunicaciones nos
permiten conectarnos con una gran cantidad de
ofertas culturales, con unas cosmovisiones muy
distintas, el cuerpo principia a ser mirado de una
manera distinta y la pluriculturalidad ha dejado de
ser un pecado para convertirse en una riqueza, a
propósito de lo que se ha dado en llamar, la
biodiversidad.
Hemos podido ir superando, con ciertas
dificultades, aquellos conceptos mediante los
cuales anhelábamos igualar, nivelar, borrar la
diferencia y crear una nación con una sola étnia,
una sola manera de pensar, de sentir, de actuar y
hasta de amar.
97
Hoy la juventud valora y piensa de una manera
distinta, tiene unos criterios más universales y por
fortuna se pueden ir superando los
parroquialismos, para entender que en una época
de mundialización de la economía y de las ofertas
culturales, es necesario realizar las alianzas
estratégicas para ser competitivos, sin que ello
implique borrar las diferencias.

No es necesario que seamos iguales para que


podamos crear unas maneras de vivir sobre la
base del respeto a las diferencias. Los
fundamentalismos tienden a desaparecer. La única
intolerancia aceptable es la que se manifiesta
contra la intolerancia.

98

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