III.
VIVIR SEGUN EL MODELO DEL EVANGELIO
Queremos acercarnos ahora a esos tres primeros años y
medio después de la conversión, en que Francisco hizo un
enorme trabajo de discernimiento para saber qué es lo que él
mismo era y qué es lo que tenía que hacer. Digamos de
entrada que ciertamente fueron años muy duros para él por
la cantidad de incertidumbres, de incomprensiones y hasta
de malos tratos que tuvo que sufrir. Fueron también años
fecundos en los que perfiló, de una vez para siempre, el
estilo de vida según el modelo del Evangelio que después se
empeñó en cumplir a pesar de muchos obstáculos.
1. BUSCANDO A CRISTO
Esa fue sin duda la gran tarea de Francisco durante los
dos años que pasó arreglando la iglesita de San Damián
cedida por los benedictinos de Monte Subasio. Comenzó
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.,; , por clarificar su situación personal.
«-Yo trabajaba con,�, matws y quÜ!rO lrabajar y%s hermanos quiero
- El no quería ser ni clérigo ni monje. No quería ser
clérigo no por desprecio hacia ellos que llevaban una vida
ji rm�nieque traba1enen lrabajo honesto" (S. Francisco, Testamento)
disoluta y corrompida (por eso despreciaban a los sacerdo
F �ancisco reparó durante dos años la iglesia de San tes los cátaros y los valdenses), sino porque él veía que ser
J?am1án. En este período se alian:,,ó su vocación evan é clérigo era pasar a una categoría social de «mayor», de
h�, que r�.i?ió definitivo impulso al escuchar el Evfn estamento potente, como lo era la clerecía. Tampoco quería
geho de m1s�on. Un_a�o despu�s se le unen once hcrma ser un monje porque la estruc1ura monástica le parecía
n_os que q�1 �ren v1v1r comunitariamente la forma de también fuerte y «mayor».
vida evangehca: ha nacido la fraternidad franciscapa.
- El quiso ser un «menor», uno de los penitentes ex
cluidos. Y por eso se mantuvo simple laico en la Iglesia. Eso
sí, nunca jamás salió de sus labios una crítica a los clérigos o
a los monjes. Al contrario. Por motivos de fe, como dice en
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