Tema 10 FILOSOFÍA
Tema 10 FILOSOFÍA
1. Capacidad simbólica
La capacidad simbólica es la capacidad que tiene el ser humano de crear y expresarse por medio
de símbolos. Esta capacidad condicionó el modo cómo se produjo su posterior adaptación al
medio, sobre todo al dar lugar a la aparición del lenguaje articulado. Esto condicionó nuestra
adaptación al medio.
Los símbolos
Los estoicos distinguen entre el significante, la forma que adopta el signo y el significado, lo que
el signo representa. Ferdinand de Saussure determina que el signo era un producto de nuestra
mente que posee dos elementos, una imagen o sonido (significante) y un concepto expresado
(significado).
El signo natural mantiene una relación de semejanza o de causa efecto entre el significado y el
significante. El humo es signo del fuego. El signo convencional debe su utilidad a la convención,
al acuerdo entre usuarios. Que también recibe el nombre de símbolo.
El ser humano mantiene una relación simbólica con el mundo que los rodea, el hombre
decodifica y transmite su conocimiento acerca de la naturaleza.
No se limita a apuntar el hecho de que las personas usamos símbolos para comunicarnos, sino
que lo que quiere destacar es que este carácter simbólico forma parte de nuestra esencia o
naturaleza, pues con el surgimiento evolutivo de esta capacidad apareció también el lenguaje.
Para Cassirer, las más complejas de todas estas formas simbólicas son el mito, la religión, la ética,
la política, el arte y la ciencia. La suma de todos estos elementos simbólicos conforma la
civilización.
2. La estética
La estética es el estudio de la belleza y, de un modo especial, las condiciones que hacen Bellas
las obras de arte.
¿Lo estético se identifica con aquello que nos produce un placer sensorial?
No exactamente, este plus aspecto distintivo que posee la experiencia estética reside en que
hay una dimensión emocional e intelectual que no surge automáticamente. Contemplar una
obra de arte o paisaje producen en nosotros una experiencia especial que nos resulta difícil
comunicar y que supera la simple satisfacción de los sentidos.
El goce o experiencia estética surge cuando contemplamos un cuadro, paisaje con una
determinada actitud. Esta actitud consiste en atender al objeto estético no desde la utilidad,
sino manteniendo con él una relación genuinamente desinteresada. Existen 3 tipos de actitudes.
El juicio estético
El ser humano emite juicios sobre lo que nos rodea. Entre los juicios que las personas
formulamos, algunos autores distinguen un especial: el juicio estético.
Enunciamos una proposición en la que se relaciona un objeto con una cualidad estética (belleza,
fealdad…). Podemos emitir un juicio estético sobre cualquier objeto, sea o no una obra de arte.
Cabe considerar que no todo lo que podamos decir sobre una obra de arte es un juicio estético.
Es evidente que existe una exigencia de universalidad en nuestros juicios estéticos. No nos
resignamos a aceptar que nuestras valoraciones sobre la belleza tengan que limitar al ámbito de
lo personal.
Kant recurre al sentido del gusto, que es subjetivo y al mismo tiempo intersubjetivo. Es un
sentido común que nos permite a todos valorar los objetos estéticos de la misma forma y que
por lo tanto asegure la universalidad de nuestros juicios. Además justifica nuestra creencia de
que dichas valoraciones no son fruto de la opinión arbitraria y particular de un sujeto específico,
sino algo común al género humano.
La razón que apunta no tiene que ver en absoluto con algo que tenga alcance universal, sino que
únicamente apunta a una preferencia individual sobre el tema del cuadro. Solo cuando juzgamos
una obra desde una actitud desinteresada y atendemos a sus cualidades estéticas podemos
pretender objetividad de nuestros juicios sobre su valor artístico.
3. La belleza
Son muchos los que admiten su incapacidad para definir en qué consiste la belleza. Para muchos
autores, la belleza es lo que resulta agradable a los sentidos y que por lo tanto causa placer.
Todo lo que consideramos bello es indudablemente agradable, pero hay muchas cosas que son
agradables y que no consideramos bellas. Por eso, aunque el placer acompañe a la belleza, no
se puede identificar con ella.
Otro problema es la cuestión de si la belleza es una cualidad del objeto o una emoción que éste
suscita. Cada una de estas ideas se enmarca en una postura.
- Postura objetivista: la belleza es una cualidad del objeto en virtud de la cual éste logra
provocar una experiencia estética en las personas que son capaces de acercarse al
mismo con la actitud desinteresada que antes hemos comentado. Si bien es posible que
no todo el mundo sea capaz de apreciarlas, ya que por no adoptar la actitud necesaria
o por falta de sensibilidad.
- Posturas subjetivistas: no tiene sentido insistir en buscar valores objetivos comunes en
lo que denominamos bello, porque la belleza que atribuimos a las cosas depende en
gran medida de la mirada del propio sujeto. Dicho de otro modo, nosotros somos
quienes decidimos que consideramos bello o no en función de lo que nos transmite pero
lo que realmente merece el calificativo de bello es la emoción o el sentido que se
despierta.
Tipos de belleza
- La belleza natural es la que suscitan los objetos naturales. Poseen este tipo de belleza
una flor, paisajes…
- La belleza artística es la que suscitan las creaciones artificiales del ser humano, es decir,
las obras de arte.
La relación entre ambos tipos de belleza está en que mientras la concepción estética fue
naturalista y mimética, la belleza artística se hizo depender de la belleza natural. El arte era bello
en la medida en que lograba reproducir la armonía y perfección de los objetos naturales.
Según Kant, el tipo de belleza no depende tanto del objeto que la suscita, sino de aquello que lo
hace bello, por esto distingue de:
- Belleza adherente: la que posee un objeto en función de la idea que tenemos de cómo
debe ser ese objeto. No es una belleza pura, sino que depende de una finalidad o función
que se le atribuye. Una silla.
- Belleza libre: la que posee un objeto en sí mismo, sin depender de ninguna idea o
finalidad a la que deba adaptarse. Es una belleza pura porque no tenemos ninguna idea
preconcebida de cómo debiera ser ese objeto.
La fealdad
La fieldad es lo contrario de la belleza. Se considera feo todo aquello en lo que se da una
disminución o ausencia total de belleza.