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Las Grandes Empresas en Argentina

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Las grandes empresas en Argentina

Desde la expansión agropecuaria hasta


la última globalización
COMITÉ EDITORIAL

Dr. Carlos Antonio Aguirre Rojas, Universidad Nacional Autónoma de México, México
Dra. Sonia Álvarez, Universidad Nacional de Salta, Argentina
Dra. Susana Bandieri, Universidad Nacional del Comahue - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dr. Darío G. Barriera, Universidad Nacional de Rosario - Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas, Argentina
Dr. Ricardo Cicerchia, Universidad de Buenos Aires - Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas, Argentina
Dra. María Silvia Di Liscia, Universidad Nacional de La Pampa - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dr. Nicolás Dip, Universidad Nacional de La Plata, Argentina - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dra. María Luisa Femenías, Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Dra. Sandra Fernández, Universidad Nacional de Rosario - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dr. François Godicheau, Universidad de Toulouse - Francia
Dra. Miriam S. Moriconi, Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Dra. Carolina A. Piazzi, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dra. Irina Podgorny, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Lic. M. Paula Polimene, Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Dr. Darío Pulfer, Universidad Nacional de Tres de Febrero, Argentina
Dra. Ana María Rigotti, Universidad Nacional de Rosario - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Lic. Gloria Rodríguez, Universidad Nacional de Rosario, Argentina
Dra. Laura G. Rodríguez, Universidad Nacional de La Plata - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dr. José Javier Ruiz Ibáñez, Universidad de Murcia - Red Columnaria, España
Dr. Germán F. Soprano, Universidad Nacional de La Plata - Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Dra. Daniela Zaikoski Biscay, Universidad Nacional de La Pampa - Sociedad Argentina de
Sociología Jurídica, Argentina
Las grandes empresas en Argentina
Desde la expansión agropecuaria hasta
la última globalización

Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti


–editoras–

Rosario, 2021
Las grandes empresas en Argentina. Desde la expansión agropecuaria hasta la
última globalización / Andrea Lluch ... [et al.] ; Editado por Andrea Lluch ; Norma
Silvana Lanciotti. - 1a ed - Rosario : Prohistoria Ediciones, 2021.
216 p. ; 23 x 16 cm. - (Actas / M. Paula Polimene y Carolina A. Piazzi, ; 42)

ISBN 978-987-809-011-5

1. Historia. 2. Historia Económica. 3. Historia Económica Argentina. I. Lluch, Andrea


II. Lluch, Andrea, ed. III. Lanciotti, Norma Silvana, ed.
CDD 330.09

Maquetación de interiores: Lorena Blanco


Maquetación de tapa: Estudio XXII
Foto de cubierta: Gabriel Avellaneda “Presente y pasado”

Este libro recibió evaluación académica y su publicación ha sido recomendada


por reconocidos especialistas que asesoran a esta editorial en la selección de los
materiales.

TODOS LOS DERECHOS REGISTRADOS


HECHO EL DEPÓSITO QUE MARCA LA LEY 11723

© Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti


© de esta edición:
Email: [email protected]
www.prohistoria.com.ar

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, incluido su diseño tipográfico y


de portada, en cualquier formato y por cualquier medio, mecánico o electrónico, sin
expresa autorización del editor.

Este libro se terminó de imprimir en Talleres Gráficos FERVIL SRL, Rosario, Argentina
en el mes de marzo de 2022.

Impreso en la Argentina
Índice

SIGLAS Y ABREVIATURAS MÁS UTILIZADAS .............. 9

INTRODUCCIÓN
Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti .................................... 11

CAPÍTULO I
¢3HUGXUDELOLGDGRWXUEXOHQFLD"(OSHU¿O\ODVWUDQVIRUPDFLRQHV
GHODVJUDQGHVHPSUHVDVHQ$UJHQWLQD
Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti .................................... 25

CAPÍTULO II
/DVHVWUDWHJLDVGHDFXPXODFLyQGHODVJUDQGHVHPSUHVDVHQ
$UJHQWLQDGXUDQWHOD~OWLPDJOREDOL]DFLyQ 
Gustavo García Zanotti ................................................................ 107

CAPÍTULO III
*UDQHPSUHVDHQODDJURLQGXVWULDGHOD]~FDUDUJHQWLQR(OFDVR
GHOD&RPSDxtD$]XFDUHUD7XFXPDQD6$ 
Daniel Moyano............................................................................. 135

CAPÍTULO IV
/DVJUDQGHVHPSUHVDVYLWLYLQtFRODVGH0HQGR]DHQ
HOGHFOLYHGHODYLWLYLQLFXOWXUDWUDGLFLRQDO 
Patricia Olguín ............................................................................. 159

BIBLIOGRAFÍA ........................................................................ 183

LOS AUTORES Y LAS AUTORAS ........................................ 213


Siglas y abreviaturas más utilizadas

CADE Compañía Argentina de Electricidad


CAT Compañía Azucarera Tucumana
CIADI Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a
Inversiones
DEIE Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas
DiNIE Dirección Nacional de Industrias del Estado
ENDESA Empresa Nacional de Electricidad, S. A.
ENTEL Empresa Nacional de Telecomunicaciones
E. T. y Cía. Ernesto Tornquist y Compañía.
IAME Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado
IED Inversión Extranjera Directa
INDEC Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
IPL International Packers Limited
ISI Industrialización sustitutiva de Importaciones
3%*  3URGXFWREUXWRJHRJUi¿FR
PBI Producto bruto interno
SA Sociedad anónima
SEGBA Servicios Eléctricos del Gran Buenos Aires
SOMISA Sociedad Mixta Siderurgia Argentina
SRL Sociedad de Responsabilidad Limitada
TAMET Talleres Metalúrgicos San Martín
VA Valor agregado
VFP Valor de los factores productivos
VI Valor de los insumos
VoCs Variedades de capitalismo
VP Valor de la producción
YPF Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Introducción

$ඇൽඋൾൺ/අඎർඁඒ1ඈඋආൺ6ංඅඏൺඇൺ/ൺඇർංඈඍඍං

Grandes empresas y desarrollo económico: ¿Quiénes integran la cúpula empre-


sarial argentina?

L
a relación entre grandes empresas y la evolución de la economía argentina en
el largo plazo es una pregunta clave de la historia económica argentina. Indagar
en los límites de la prosperidad argentina acuñada por la apertura comercial y
la exportación de bienes agropecuarios bajo el consenso de una elite política y em-
SUHVDULDOTXHVHLGHQWL¿FDEDFRPRFRVPRSROLWDKDVLGRXQWHPDGHH[WHQVRGHEDWH
KLVWRULRJUi¿FRFRQHFRHQODVGLVFXVLRQHVGHOSUHVHQWH'HVGHODVREUDVFOiVLFDVVREUH
la clase terrateniente argentina (o deberíamos decir porteña) en el siglo XIX y los
debates en torno a la formación de la clase dominante y la ausencia de una burguesía
nacional en el siglo XX, un extenso universo de estudios históricos, sociológicos y
HFRQyPLFRVVHKDQSUHRFXSDGRSRULGHQWL¿FDUODVUD]RQHVGHOGHVDUUROORHFRQyPLFR
IUXVWUDGRHQHOSHU¿O\HQHOFRPSRUWDPLHQWRGHODFODVHHPSUHVDULD
Si nos remontamos a la Argentina rural anterior al acelerado ingreso de capitales
británicos e inmigrantes europeos, que transformaron la economía durante el último
tercio del siglo XIX, encontramos razones para reconsiderar el optimismo de la se-
gunda posguerra. Tal como planteara Halperín Donghi, la clase propietaria argentina
(y particularmente bonaerense) se constituyó como tal de forma gradual y asociada
con el estado y con una clase política relativamente independiente del poder económi-
co. En efecto, esta alianza no implicó que la elite política cediera su control sobre las
EDVHVIRUPDOHVGHOSRGHU,QWHUURJDUVHVREUHODSHUGXUDELOLGDGGHHVWDFRQ¿JXUDFLyQ
inicial e indagar en las transformaciones de la cúpula empresarial en el largo plazo es
uno de los objetivos de este trabajo.1
En los últimos años, ha retornado la pregunta sobre la relación entre la estructura
empresarial y las formas de capitalismo, la cual en cierto modo remite a los debates
clásicos de la historia económica argentina. Desde diferentes vertientes se ha señalado
HOUROSURWDJyQLFRGHJUXSRVHFRQyPLFRVGLYHUVL¿FDGRV\HPSUHVDVH[WUDQMHUDVHQOD

1 Halperin Donghi (2005).


12 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

coordinación de las economías latinoamericanas y sus implicancias en la problemáti-


ca del desarrollo económico.2
Respecto al origen de los grupos económicos argentinos, el estudio pionero de
Carlos Marichal recorre el tránsito de empresas mercantiles (dedicadas a la exporta-
ción de productos agropecuarios o a la importación de manufacturas europeas) creadas
por inmigrantes extranjeros radicados en Argentina, hacia la conformación de grupos
PHUFDQWLO¿QDQFLHURVGLYHUVL¿FDGRVKDFLDHOVHFWRULQGXVWULDODTXLHQHVFDOL¿FDFRPR
burguesía nacional.3 En su estudio de largo plazo sobre los grupos económicos, María
,QpV%DUEHURLGHQWL¿FDDORVJUXSRVHFRQyPLFRVGLYHUVL¿FDGRVFRPRXQDIRUPDRUJD-
nizacional predominante entre las grandes empresas argentinas, y propone no evaluar
esta característica como una anomalía, sino como una forma organizativa extendida
entre las grandes empresas en los países de industrialización tardía.4
Los estudios también han señalado que el poder de los grupos y sus alianzas con
el estado en diferentes momentos de la historia han constituido un obstáculo para
el desarrollo económico del país. Jorge Schvarzer considera que las estrategias oli-
gopólicas de los grupos económicos al igual que la forma de gestión personalista
de las empresas y el poder de las familias controlantes imponen claros límites a sus
FDSDFLGDGHVRUJDQL]DWLYDV\¿QDQFLHUDVDVtFRPRDODLQFRUSRUDFLyQGHWHFQRORJtD
En su evaluación, concluye que la expansión de los grupos y su inserción en activida-
des tradicionales no han impulsado procesos de acumulación orientados al desarrollo
económico del país.5 8QD SRVLFLyQ HTXLYDOHQWH PDQL¿HVWDQ ORV HVWXGLRV UHDOL]DGRV
por el Área de Economía y Tecnología de FLACSO, que enfatizan que los vínculos
privilegiados construidos con el estado han consolidado las formas oligopólicas de
mercado fortaleciendo un proceso de concentración y centralización de capital que ha
obstaculizado el desarrollo económico.6
La relevancia de este formato organizacional entre las grandes empresas locales
dio impulso al análisis de sus trayectorias y estrategias en diferentes momentos his-
tóricos desde la etapa de crecimiento guiado por las exportaciones, su reconversión
durante la industrialización por sustitución de importaciones y el surgimiento de nue-
vos grupos industriales, así como la posterior reorganización con la llegada de una
nueva oleada de inversiones extranjeras en los años 1960. Los estudios históricos
sobre Tornquist, Bunge & Born, Italo/Fabril, Bemberg, Garovaglio, Di Tella y Techint
SHUPLWLHURQLGHQWL¿FDUODVGLVWLQWDVHVWUDWHJLDVGHGLYHUVL¿FDFLyQLQWHJUDFLyQ\FRQ-
centración llevadas adelante por cada grupo en relación con sus recursos y el contexto

2 Schneider (2013) por ejemplo, ha elaborado el concepto de capitalismo jerárquico de mercado para
designar las relaciones entre el desarrollo de las empresas, el mercado laboral y los sistemas educativos
en los países latinoamericanos.
3 Marichal (1974).
4 Barbero (2011).
5 Schvarzer (1995).
6 Basualdo, Manzanelli y Schorr (2012), Manzanelli y Schorr (2012, 2013); Schorr y Wainer (2014),
Basualdo y otros (2017).
,QWURGXFFLyQ 13

macroeconómico.7 La reconversión durante la dictadura y el período posterior, tam-


bién ha sido abordada por estudios de caso.8
Los estudios sobre empresas argentinas, tanto aquellas asociadas a los grupos
económicos como las unipersonales, han destacado también que la élite empresarial
del capitalismo argentino es y ha sido de base familiar. Una corriente de estudios ha
asumido una visión crítica hacia este formato organizacional, considerando que re-
presentan un estilo de organización empresarial tradicional y conservador, que tiene
como efecto la creación de entornos de bajo riesgo, baja inversión, baja innovación
e internacionalización, así como una tendencia hacia estilos de relaciones laborales
personalistas. Otros estudios han presentado visiones más matizadas, señalando más
KHWHURJHQHLGDGHQHOSHU¿O\HVWUDWHJLDVGHHVWHJUXSR\KDSURSXHVWRTXHVXSUHPL-
nencia se vincularía con determinados factores, tales como la debilidad del sistema
¿QDQFLHUR\ODDXVHQFLDGHXQPHUFDGRGHFDSLWDOHVVX¿FLHQWHPHQWHGHVDUUROODGR$O
mismo tiempo, otro factor importante y complementario que algunos estudios postu-
lan como razón de su preeminencia ha sido la mayor capacidad de la empresa familiar
para adaptarse a un contexto macroeconómico e institucional particularmente volátil
como el argentino. De todos modos, no debe desconocerse que a escala global es el
formato dominante y que diagnósticos similares se encuentran para otros países de
América Latina, en donde se ha advertido que la presencia de redes personales de
base familiar y/o étnica explicaría su mayor resiliencia y capacidad de adaptación al
cambio en el tiempo.9
El rol central de las empresas extranjeras y su impacto en el desarrollo económico
del país asociado al tipo de inserción argentina en la economía internacional ha me-
recido también estudios detallados.10/DLQYHUVLyQ\¿QDQFLDFLyQGHODLQIUDHVWUXFWX-
UDSDUDH[SRUWDFLyQUHDOL]DGDSRUODV¿UPDVEULWiQLFDVIUDQFHVDV\EHOJDVLQDXJXUy
un ciclo de inversión y endeudamiento de alto impacto no sólo durante las fases de
globalización sino también durante la industrialización por sustitución de importacio-
QHV/DV¿UPDVH[WUDQMHUDVRULXQGDVGHOQRUWHHXURSHRWDPELpQVHDVRFLDURQEDMROD
IRUPDGHJUXSRVGHQHJRFLRVFRQLQYHUVLRQHVGLYHUVL¿FDGDVSRUUHJLyQJHVWLRQDGRV
SRUFRPSDxtDV¿QDQFLHUDV\WUXVWVGHLQYHUVLyQ11 En el período de entreguerras, in-
gresaron además las grandes multinacionales estadounidenses y alemanas en el sector
industrial. La presencia estadounidense se fortaleció a partir de la segunda posguerra,
pero sobre todo en la década de 1960 cuando la inversión en las ramas más dinámicas
de la industria fue fomentada por las políticas de desarrollo por la vía de la inversión

7 En el capítulo 1 se brindan distintas referencias sobre los estudios de caso más relevantes para el perío-
do hasta 1970.
8 El capítulo 2 aporta una discusión de la literatura existente luego de 1976.
9 Schvarzer (1995), Barbero y Lluch (2015). Una revisión de la literatura sobre empresa familiar, y
estudios de caso para seis países de América Latina, en Fernández y Lluch (2015).
10 Nuevamente, en el capítulo 1 se referencian estudios clásicos y recientes sobre el tema.
11 Sobre los grupos británicos ver Jones Ch (2018); Lanciotti (2021). Sobre los franceses, Regalsky
(2002).
14 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

externa promovida por el estado argentino.12 El segundo ciclo de inversión externa


FXOPLQyGXUDQWHODGLFWDGXUDPLOLWDU  SHURYDULDVGHODV¿UPDVH[WUDQMHUDV
que ingresaron durante la industrialización permanecieron en la cúpula empresarial
en la década de 1980. A partir de entonces, los grupos extranjeros adquirieron mayor-
PHQWHODIRUPDGHFRQJORPHUDGRVDUWLFXODGRVHQWRUQRDODDFWLYLGDG¿QDQFLHUDGH
modo similar a lo sucedido durante la primera globalización.13
La participación de las grandes empresas estatales en la cúpula empresarial ha sido
difícil de ponderar en tanto éstas tuvieron diversos formatos legales. Por esta razón
QR¿JXUDQHQORVUDQNLQJVSXEOLFDGRVSRUODSUHQVDHFRQyPLFD\WDPSRFRHQODVJXtDV
de sociedades anónimas.14 No obstante, el proceso de nacionalización de empresas
de transportes, servicios y comunicaciones en el marco del programa de desarrollo
industrial iniciado en la segunda posguerra asignó a las empresas estatales un rol
protagónico en la economía argentina durante el período de industrialización dirigida
por el estado. En base a la reconstrucción de trayectorias de empresas públicas, la
KLVWRULRJUDItDLQGXVWULDODUJHQWLQDKDFODVL¿FDGRODJHVWLyQS~EOLFDGHJUDQGHVHPSUH-
sas en diferentes etapas: a) la creación de las primeras empresas públicas autónomas
asociadas a la provisión de servicios públicos e infraestructura, b) la nacionalización
de empresas de transporte y servicios en los años 1940; c) la expansión del control y
la gestión de empresas en sectores estratégicos para el desarrollo como la electricidad
y las industrias básicas (siderurgia y petroquímica) a partir de los años 1950, y d) la
participación y control de empresas productoras de bienes de consumo en los años
1960, con el objetivo de rescatar de la quiebra a empresas nacionales.15$O¿QDOGH
este recorrido, las empresas públicas controlaban sectores estratégicos de la economía
(transporte, electricidad, petróleo, astilleros) y habían desarrollado elevadas inver-
VLRQHVHQDFWLYRV¿MRVHQHOVHFWRUVLGHU~UJLFR\SHWURTXtPLFR$SHVDUGHOUROFHQWUDO
asumido por el estado en el desarrollo económico antes de la retirada estatal impuesta
por la última dictadura militar (1976-1983), la presencia de las empresas públicas en
ODF~SXODHPSUHVDULDOQRVyORQRDOWHUyVXFRQ¿JXUDFLyQHQHOODUJRSOD]RVLQRTXH
FRQWULEX\yDFRQVROLGDUHOSRVLFLRQDPLHQWRGHODVJUDQGHV¿UPDVGHFDSLWDOQDFLRQDO
que revistaban como proveedoras del estado.
Otra línea de debate ha girado en torno al grado de cohesión de la elite empresa-
ULDO/DSUHJXQWDFHQWUDOUH¿HUHDODUHODFLyQHQWUHHOJUDGRGHFRKHVLyQGHODVGLULJHQ-
cias política y económica y los modelos de desarrollo. Asimismo, la relación entre
elites y desarrollo económico fue una preocupación central entre los primeros estu-
dios sociológicos argentinos. Una obra clásica es /RVTXHPDQGDQ, del sociólogo José

12 3DUD XQD VtQWHVLV KLVWRULRJUi¿FD VREUH ODV HPSUHVDV H[WUDQMHUDV HQ HO SDtV YpDVH /DQFLRWWL \ /OXFK
(2018:3-8).
13 Sobre los conglomerados extranjeros en la segunda globalización, ver Azpiazu, Basualdo y Khavisse
(2004) y Acevedo, Basualdo y Khavisse, M. (1990).
14 Schvarzer (1977).
15 Algunas referencias en Regalsky y Rougier (2015); Belini y Rougier (2008), y Rougier y Racanello
(2021).
,QWURGXFFLyQ 15

Luis de Imaz, editada en 1964. Fue el resultado de una investigación sobre los grupos
dirigentes de la Argentina entre 1936 y 1961, centrada en individuos que ocupaban las
más altas posiciones institucionalizadas de sus ámbitos de acción. Imaz concluyó que
los empresarios industriales no habían logrado convertirse en un factor de poder por
la heterogeneidad de su composición: empresarios vernáculos y extranjeros, empre-
sarios con diferencias de tipo personal, de grupo y de orígenes, todo lo cual según el
autor, establecía barreras a la comunicación y falta de cohesión. 16
Dardo Cúneo llegó a conclusiones parecidas en cuanto al grado de cohesión del
empresariado.17 El autor resaltó las diferencias dentro de la clase empresaria argentina
QRVyORHQFXDQWRDVHFWRUHVGHDFWLYLGDG KDFHQGDGRVLQGXVWULDOHV¿QDQFLVWDV VLQR
fundamentalmente en cuanto a la fragmentación de sus organismos representativos
y a las diversas orientaciones políticas asumidas por ellos. Esta línea de análisis es
desarrollada por John Freels quien enfatizó la segmentación política del empresariado
industrial desde la década de 1940 en adelante, lo que atribuye a las posiciones diver-
gentes de sus integrantes con respecto al peronismo y más en general acerca del rol del
estado en la economía.18 Jorge Niosi también se enfocó en el estudio de las posiciones
GHGLVWLQWDVRUJDQL]DFLRQHVHPSUHVDULDV±DJURSHFXDULDVLQGXVWULDOHVFRPHUFLDOHV¿-
nancieras– con respecto a los gobiernos que se fueron sucediendo desde 1955 hasta
¿QHVGHODGpFDGDGH19
Esta imagen de la segmentación del empresariado argentino fue retomada con
fuerza en obras más actuales, en general centradas en el estudio de las asociaciones
gremiales empresarias desde la ciencia política. Un ejemplo son los trabajos de Car-
los Acuña, quien no solo plantea la alta fragmentación de los empresarios por sector
económico, rama, región, producto y tipo de capital, sino que postula como rasgo
distintivo del caso argentino la fragmentación del sector industrial, materializada en
la existencia de múltiples cámaras y asociaciones representativas de intereses pun-
tuales y en la transformación de una lucha interindustrial en una lucha política.20 Más
recientemente, Ben Ross Schneider ha sostenido que el principal problema radica en
la multiplicidad, rivalidad y politización de las asociaciones empresarias lo que, a
su vez, atribuye a la inestabilidad política y económica del país desde mediados del
siglo XX. En consonancia con otros autores que ya hemos mencionado, Ben Ross
6FKQHLGHUVHxDODTXHODSROLWL]DFLyQGHODVJUHPLDOHVHPSUHVDULDVVHLQWHQVL¿FyFRQ
ODOOHJDGDGHOSHURQLVPRDOSRGHU\FRQWLQXyWUDVVXGHUURFDPLHQWR(ODXWRUD¿UPD
que la fragmentación política no era tanto la expresión de diferencias profundas en la
comunidad de negocios (al contrario, sostiene que no existían rivalidades intersecto-
riales entre campo e industria) sino producto de la acción de los líderes políticos, que

16 %DUEHUR  SURYHHXQDUHVHxDKLVWRULRJUi¿FDVREUHHVWHGHEDWHHQSDUWLFXODU FRQSURGXFFLyQKDVWD


los años noventa).
17 Cuneo (1967).
18 Freels (1970).
19 Niosi (1974).
20 Acuña (1988).
16 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

contribuyeron a catalizar los clivajes entre fracciones del empresariado en busca de


sostén para sus gobiernos.21
Estudios de largo plazo sobre el poder corporativo que aplican la metodología del
análisis de redes sociales a la elite empresarial argentina, como el de Lluch y Salvaj,
han establecido que las redes corporativas nunca alcanzaron una estructura muy co-
hesiva y que, desde mediados del siglo XX, progresivamente perdieron la relativa
unión que habían mostrado en períodos anteriores. Durante el período 1923-2000 se
produjo una evolución hacia redes altamente fragmentadas, descoordinadas y con es-
casa colaboración demostrándose una gran variación de comportamientos en el largo
plazo. Esta trayectoria que se extiende desde un momento de integración en la década
de 1930 a la falta de cohesión en el año 2000, habría sido impulsada por los cambios
en la estructura de propiedad del capitalismo local, siendo un factor central la posición
cambiante de las multinacionales en el empresariado argentino.22
La literatura que desde diferentes perspectivas ha enfatizado la segmentación del
gran empresariado no es uniforme como tampoco lo es aquella que encuentra la clave
en la alianza de intereses constitutiva de la clase dominante argentina. En esta última
línea, otros estudios, plantean la existencia de una identidad de intereses y una acción
colectiva común en el sector del gran empresariado que le permitía ejercer un fuerte po-
der de presión sobre el Estado. En este punto, como ha explicado Andrés Regalsky, las
respuestas varían en un espectro que incluye a la teoría de la modernización, a la teoría
económica clásica, al estructuralismo latinoamericano, las teorías de la dependencia y
a diversas vertientes del marxismo.23 Por ejemplo, Murmis y Portantiero postularon la
temprana conformación de una comunidad de intereses entre el gran empresariado, y
en particular la alianza de clases entre terratenientes y grandes industriales.24
En esta línea se enrolarían los planteos sobre que el gran empresario argentino
se caracterizó por su carácter multiimplantado, es decir, al poseer intereses en diver-
sas actividades económicas, no respondía a ninguna lógica sectorial. Milcíades Peña
FRQVLGHUDEDTXHODLQGXVWULDDUJHQWLQDVHFDUDFWHUL]DEDSRUGH¿FLHQFLDVHVWUXFWXUDOHV
GHWHUPLQDGDVSRUVXGHSHQGHQFLDGHODPDTXLQDULDLPSRUWDGD\GHOFDSLWDO¿QDQFLHUR
internacional. La complementariedad de intereses entre la burguesía industrial y la
clase terrateniente que producen bienes para el mercado interno y externo respectiva-
PHQWHHQDOLDQ]DFRQHOFDSLWDO¿QDQFLHURLQWHUQDFLRQDOLPSLGLyODLQYHUVLyQHQODV
industrias básicas para el desarrollo económico. Esta situación se habría agudizado
con la penetración del capital norteamericano. Eduardo Jorge también señala la de-

21 Ver Schneider (2004). En los últimos años ha sido muy importante el avance producido en torno al gre-
mialismo empresario. Los estudios sobre la acción colectiva empresarial se han expandido no solo por
la variedad de sus enfoques teóricos, sino porque ahora van más allá de sectores tradicionales –como
el industrial y el agrario– para abarcar otros intereses corporativos y períodos temporales.
22 Lluch y Salvaj (2018).
23 Regalsky (2000).
24 Murmis y Portantiero (1971).
,QWURGXFFLyQ 17

bilidad estructural de la clase dominante argentina y su subordinación a los intereses


británicos primero, y norteamericanos después.25
La hipótesis sobre el alto grado de cohesión del empresariado en función de sus
intereses económicos fue continuada por Jorge F. Sábato,26 quien retomando los ar-
gumentos de Milcíades Peña, sostuvo que desde el propio despliegue del capitalismo
HQHOSDtVGXUDQWHHOVLJOR;,;VHSRGtDLGHQWL¿FDUXQD³FODVHGRPLQDQWH´GLYHUVL-
¿FDGDHQYDULDVDFWLYLGDGHVGHQWURGHODFXDOQRHUDSRVLEOHGLIHUHQFLDUIUDFFLRQHV
sectoriales.276HJ~Q6iEDWRODFODVHGRPLQDQWHVHKDEtDLPSODQWDGRGHVGH¿QHVGHO
siglo XIX, en una amplia serie de actividades productivas y especulativas (producción
agropecuaria, industrial, servicios), estructurándose y funcionando en grandes con-
glomerados. Los aportes de Jorge Schvarzer,28 quien fue también coautor de algunos
GHORVWUDEDMRVGH3HxD\6iEDWRTXH\DKHPRVUHIHULGRWDPELpQUHÀHMDUtDQXQDYLVLyQ
VLPLODU HQ FXDQWR D OD FRPSRVLFLyQ \ DFWXDFLyQ GH OD ³FODVH GRPLQDQWH´ 3DUD HVWH
DXWRUHQ³ODGpFDGDGHVHKDEtDHVWUXFWXUDGRXQDFRPSOHMDUHGGHUHODFLRQHV
personales e institucionales entre los grandes empresarios a través de las entidades
corporativas, tan estrecha que resulta difícil ubicar el verdadero ámbito de acción de
FDGDXQDGHHOODV´29
El análisis de la cúpula empresarial argentina para el período posterior a 1970 con-
tinuó siendo esencial para explorar las causas del desarrollo económico frustrado del
país. Una obra que continua el legado de los textos previos es el de Daniel Azpiazu,
Miguel Khavisse y Eduardo Basualdo, quienes en su libro sobre (OQXHYRSRGHUHFRQy
PLFRHQOD$UJHQWLQDGHORVDxRV, establecen que el bloque social dominante estaba
conformado desde los 1960s, por los grupos económicos nacionales y las empresas
WUDQVQDFLRQDOHVGLYHUVL¿FDGDV\RLQWHJUDGDV30$XQTXHQRXWLOL]DQODH[SUHVLyQ³FODVH
GRPLQDQWH´ SRQHQ HO pQIDVLV HQ ODV FRLQFLGHQFLDV HQWUH ORV VHFWRUHV LQWHJUDQWHV GH
la cúpula del empresariado. Consideran a las empresas de capital extranjero como el
DJHQWHPiVWUDVFHQGHQWH\GLQiPLFRGHVGH¿QHVGHODGpFDGDGHSHURDODYH]
GHVWDFDQHOUROGHORVJUXSRVHFRQyPLFRVGLYHUVL¿FDGRV±FRQLQYHUVLRQHVHQHOVHFWRU
DJURSHFXDULRODV¿QDQ]DVHOFRPHUFLR\ODLQGXVWULD313RUVXSDUWH1RFKWH൵HVWDEOHFH
que históricamente, la elite económica argentina se protegió de la competencia median-
te la creación de monopolios no innovadores ni transitorios sostenidos por las políticas
de gobierno, mientras que los empresarios industriales schumpeterianos sólo formaron

25 Peña (1974), Jorge (1971).


26 Sábato (1979 y 1988)
27 ³0iV SUHFLVDPHQWH OD PD\RU XQLGDG R PHQRU IUDFFLRQDPLHQWR VHFWRULDO \ UHJLRQDO  GH ORV JUXSRV
empresarios que se formaron Argentina – respecto de los que surgieran en los Estados Unidos– habría
sido lo que condujo simultáneamente a acelerar la concentración por un lado y a quitar base social a las
GHPDQGDVSDUDIUHQDUODVSRURWUR´ 6iEDWRSS 
28 Véase por ejemplo Schvarzer (1991 y 1996).
29 Schvarzer (1991, pp. 256-257).
30 Azpiazu, Basualdo y Khavisse (2004:10).
31 Azpiazu, Basualdo y Khavisse (2004:76-9).
18 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

parte de esa elite de manera esporádica. El comportamiento adaptativo tardío de los


grandes agentes económicos desde la expansión agroexportadora en adelante impidió
la construcción de un sendero de desarrollo durable en la Argentina contemporánea.32
Los estudios sobre la cúpula empresarial en el período reciente muestran un nue-
vo proceso de concentración y de extranjerización, el cual se consolidó durante la
post-convertibilidad.33 Martín Schorr, Pablo Manzanelli y Alejandro Gaggero plantean
la imbricada relación entre la extranjerización de la cúpula empresarial, el aumento
del envío de utilidades al exterior y el recurrente obstáculo de las restricciones exter-
nas como limitantes del desarrollo económico argentino. En un trabajo reciente estos
DXWRUHVUHD¿UPDQODQRWDEOHH[WUDQMHUL]DFLyQGHODHFRQRPtDDUJHQWLQDHQODV~OWLPDV
GpFDGDV\ORFRQVLGHUDQXQDH[SUHVLyQGHODGHELOLGDGPDQL¿HVWDGHOFDSLWDOQDFLRQDO34
En los últimos años también recuperó notoriedad el estudio de la élite económi-
ca de la Argentina desde una perspectiva sociológica, con foco en el período que se
inicia en los años setenta; aunque el grueso de los estudios se enfoca desde los años
noventa hasta la actualidad. Este nutrido grupo de trabajos ha enfatizado tres grandes
cuestiones: la concentración de la riqueza o el poder, la cohesión de los dirigentes y la
reproducción en el tiempo de sus integrantes.35 En un reciente estudio sobre el nivel de
circulación de las élites empresariales entre 1976 y 2015, y ante la pregunta de en qué
medida los cambios a nivel político y económico experimentados por el país conlleva-
URQDVXSHUPDQHQFLDRUHFRPSRVLFLyQVHD¿UPDTXHXQDDOWDLQHVWDELOLGDGFDUDFWHUL]y
a este grupo. Cabe destacar que la unidad de análisis desde este enfoque se mueve de
la empresa –aunque se utilizan los mismos rankings por ventas– hacia sus directivos y
ORVPiVDOWRVFDUJRVJHUHQFLDOHVHLGHQWL¿FDVXYLQFXODFLyQRSDUWLFLSDFLyQHQFDUJRV
públicos.36 Esta última línea ha propuesto en particular el análisis de expresiones ideo-
lógicas y políticas de los empresarios y funcionarios.37
En síntesis, como indica Martín Schorr en la más reciente contribución al tema del
poder económico, y más allá de los debates brevemente expuestos en estas páginas, la
F~SXODHPSUHVDULDOHQ$UJHQWLQDHQHOODUJRSOD]R³KDWHQLGRXQDJUDYLWDFLyQFRQVLGH-
rable en el conjunto de la economía argentina, tanto si se considera su peso en la pro-
GXFFLyQHOYDORUDJUHJDGRRSRUHMHPSOL¿FDUFRQRWUDYDULDEOHHQODVH[SRUWDFLRQHV
WRWDOHV´38 Esto da cuenta de un alto grado de concentración económica que, a la par,
les ha otorgado centralidad estructural y un poder de veto.

32 1RFKWH൵  


33 Santarcángelo y Perrone (2011).
34 Schorr, Manzanelli y Basualdo (2012).
35 Nos referimos a los trabajos nucleados en el Observatorio de las Elites Argentinas, en el marco de las
actividades de investigación desarrolladas por el Programa de Estudios sobre las Elites del IDAES–
816$0GHGLFDGRDUHFRQVWUXLU\DQDOL]DUHOSHU¿OVRFLROyJLFR\ODVPRGDOLGDGHVGHLQWHUDFFLyQGHODV
elites económicas, técnicas y políticas en la Argentina contemporánea.
36 Ver Castellani y Heredia (2020).
37 Castellani y Gaggero (2012), Beltrán (2011), entre otros.
38 Schorr (2021:7).
,QWURGXFFLyQ 19

Capitalismo industrial y grandes empresas: ejes de un debate internacional


En la historiografía económica internacional, el análisis de las grandes empresas tam-
bién constituye un tópico relevante asociado al desarrollo económico de los países.39 A
partir de los estudios de Ronald Coase y de Alfred Chandler, la reconstrucción de las
trayectorias y estrategias de expansión que dieron origen a las grandes multinaciona-
OHVVHRULHQWyDHODERUDUXQDWLSRORJtDGHHPSUHVDVFRQHO¿QGHH[SOLFDUHOGHVDUUROOR
del capitalismo industrial en los países centrales. Entre las principales contribuciones
GH &KDQGOHU SXHGHQ FLWDUVH HO PRGHOR HVWUDWHJLDHVWUXFWXUD HO FRQFHSWR GH ³PDQR
YLVLEOH´ TXHGHVWDFDHOSURWDJRQLVPRGHORVGLUHFWLYRVDVDODULDGRVHQODVPRGHUQDV
economías industriales y el rol de la gran empresa reemplazando al mercado en la
FRRUGLQDFLyQHLQWHJUDFLyQGHOÀXMRGHELHQHV\VHUYLFLRV \HOGHOD³WULSOHLQYHUVLyQ´
en producción, distribución y capacidades organizativas como estrategias centrales de
H[SDQVLyQGHODV¿UPDV40
(QVXREUD(VFDOD\'LYHUVL¿FDFLyQ&KDQGOHUDQDOL]yODVIRUPDVGHSURSLHGDG\
de gestión de las grandes empresas en Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña, y
propuso una tipología del capitalismo.41 Chandler concluyó que la expansión de la
HFRQRPtDQRUWHDPHULFDQDHVWXYRDVRFLDGDDODFRQ¿JXUDFLyQGHXQFDSLWDOLVPRJH-
UHQFLDOFRPSHWLWLYRFDUDFWHUL]DGRSRULQWHJUDFLyQGHODSURGXFFLyQGLYHUVL¿FDFLyQ\
distribución a gran escala, contrastante con la emergencia de un capitalismo gerencial
cooperativo en Alemania y con la persistencia de la empresa familiar británica que
sostuvo un capitalismo personal. El cuestionamiento al paradigma chandleriano no
se hizo esperar, en particular por su énfasis en colocar a la gran empresa industrial
estadounidense como un modelo normativo, incluso teleológico, de desarrollo empre-
sarial, y por su explicación del surgimiento de la empresa de gestión moderna como
una respuesta funcional a los imperativos de los mercados y las tecnologías.
Una de las críticas más directas, basada en el análisis comparado de los mercados
de valores, su regulación y el grado de separación entre propiedad y control de las
grandes empresas en distintos países, fue provista por el historiador británico Leslie
Hannah. En su análisis propuso que, en el sector industrial, el estilo de gestión del
capitalismo personal dominaba ampliamente hasta 1930, no sólo en Gran Bretaña
sino también en Estados Unidos y en Alemania, donde las corporaciones estuvieron
controladas por unas pocas grandes familias propietarias. Hannah destacó así la di-
versidad de formas institucionales en oposición al modelo único de gran empresa.42
La confrontación quedó plasmada en una publicación compilada por el mismo
Chandler junto con Franco Amatori y Takashi Hikino en el que la perspectiva chand-
leriana fue puesta a prueba en trabajos sobre distintos casos nacionales.43 Al respecto,

39 Por una cuestión de espacio no referimos al debate la disciplina económica, sino que recortamos el foco
en algunos ejes interpretativos desde la historia de empresas.
40 Chandler (1962); (1987).
41 Chander y Takashi (1990).
42 Hannah (1991).
43 Chandler, Hikino, Amatori y Chandler (1997).
20 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

%LJ %XVLQHVV DQG WKH :HDOWK RI 1DWLRQV intentó explicar cómo la dinámica de las
JUDQGHVHPSUHVDVKDEtDLQÀXLGRHQODVHFRQRPtDVQDFLRQDOHVHLQWHUQDFLRQDOHVHQHO
siglo XX. Aunque algunos de sus supuestos recuperaban propuestas previas fue una
obra pionera al ofrecer el primer tratamiento sistemático de las grandes empresas en
ORVSDtVHVDYDQ]DGRVHPHUJHQWHV\GHSODQL¿FDFLyQFHQWUDOL]DGD/D~QLFDUHÀH[LyQ
para un país de América Latina fue la contribución de María Inés Barbero, quien ana-
lizó las grandes empresas industriales en Argentina entre 1880 y 1980, y señaló que el
WDPDxRGHOPHUFDGRLQWHUQR\HOGLItFLODFFHVRD¿QDQFLDPLHQWR\WHFQRORJtDOLPLWDURQ
el aumento de escala de las empresas de capital nacional.
Desde estos años cobraron auge los estudios sobre las experiencias de Japón que
muestran que los grupos económicos (zaibatsu y keiretsu) fueron la forma organizati-
va predominante al igual que en Corea (con los chaebols), pero también aumentaron
los casos de estudio sobre países europeos de industrialización más tardía, como Ita-
OLD\GHRWURVSDtVHVDVLiWLFRVFRPR7DLZiQ&RQORFXDOGHVGH¿QDOHVGHOVLJOR;;
y en especial en el siglo XXI se consolidó el estudio de la evolución de las grandes
HPSUHVDVHQHFRQRPtDVGHOD³SHULIHULDGHOVLVWHPDHFRQyPLFRPXQGLDO´\QR\DVROR
HQHO³FHQWUR´(QWDOVHQWLGRODH[SHULHQFLDDXVWUDOLDQDHVGHSDUWLFXODULQWHUpVSDUDHO
análisis que desarrollaremos en este libro, en tanto este país comparte su inserción a
la economía mundial como proveedor de materias primas, su industrialización tardía
y volcada hacia el mercado interno; y un alto predominio de empresas extranjeras. La
contribución de Ville y Merret, por ejemplo, plantea preguntas coincidentes con las
formuladas en este libro: ¿Cuándo surgieron y en que sectores se localizan las grandes
HPSUHVDV"¢([LVWtDQODVJUDQGHV¿UPDVHQHOVHFWRUGHORVUHFXUVRVSULPDULRV\HQORV
servicios? ¿Qué factores facilitaron la aparición y expansión de las empresas? ¿Los
primeros en llegar siguieron siendo líderes?44
El interés por las grandes empresas (con foco en sus estrategias, estructuras y for-
mas de gestión) prosiguió con el auge de los llamados paradigmas alternativos, dado su
papel crucial en el desarrollo económico. Pero, como vimos, se ha ampliado la escala
HVSDFLDO\VHKDQLGHQWL¿FDGRIRUPDVDOWHUQDWLYDVGHRUJDQL]DFLyQHPSUHVDULDO45 Des-
de entonces se ha constatado la singularidad de la experiencia norteamericana, y aun
dentro de Estados Unidos surgieron interpretaciones que discuten algunos de los presu-
puestos de la síntesis chandleriana, por ejemplo, la idea de una convergencia global ha-
cia la gran corporación multidivisional con propiedad difusa. En línea con lo postulado
SRU+DQQDKODVLQYHVWLJDFLRQHVSXEOLFDGDVGHVGH¿QDOHVGHODGpFDGDGHKDQ
subrayado la presencia duradera de grandes empresas controladas por familias tanto en
las economías desarrolladas como en las emergentes.46 Que la dispersión de propiedad
no era la norma entre grandes empresas, ha sido enfatizado en los más recientes análisis
VREUHJUXSRVHFRQyPLFRVGLYHUVL¿FDGRVHQVXPD\RUSDUWHFRQWURODGRVSRUIDPLOLDV

44 Ville y Merret (2000).


45 Por ejemplo, ver Lamoreaux et al (2004). Una síntesis de las críticas a Chandler y una respuesta a las
mismas en Amatori (2009).
46 Véase Fernández y Colli (2013).
,QWURGXFFLyQ 21

lo cual puede ser visto no como una anomalía propia de las economías de desarrollo
tardío o en proceso de desarrollo, sino como una ventaja distintiva.47
Otra tendencia de las últimas décadas ha sido el retorno de las discusiones sobre
las diferentes formas del capitalismo y su impacto en el proceso de desarrollo eco-
nómico, análisis que retoma viejos debates y donde participan diferentes disciplinas
como la sociología, la ciencia política, la historia económica y empresarial, y los
HVWXGLRV GH JRELHUQR FRUSRUDWLYR ¿QDQ]DV \ PDQDJHPHQW El enfoque de las dife-
rentes formas del capitalismo es una idea –como expusimos brevemente a raíz de los
aportes de Alfred Chandler– subyacente en el campo de historia empresarial. No obs-
tante, la literatura sobre las variedades de capitalismo (9DULHWHVRI&DSLWDOLVP –VoC
y post-VoC) ha reinstalado el interés en explorar las diferencias entre las estructuras
empresariales.48 En la formulación original de Hall y Soskice existirían en el mundo
dos grandes tipologías de marcos institucionales que condicionan distintos tipos de
capitalismo y de negocios: uno de inspiración norteamericana o británica basado en
economías liberales de mercado (LME), y otro de inspiración alemana o japonesa
basado en economías de mercado corporativistas.49
Al igual que lo sucedido con el paradigma chandleriano, la inherente y excesiva
VLPSOL¿FDFLyQ\SRODUL]DFLyQGHORTXHHUDQFRQVLGHUDGDVODVLQVWLWXFLRQHVTXHDIHFWDQ
DODVHPSUHVDVHQHOPXQGROOHYyDVXVDXWRUHV\DRWURVHVSHFLDOLVWDVDGLYHUVL¿FDU
ORVPDUFRVLQVWLWXFLRQDOHVGHLQÀXHQFLDLQFOX\HQGROXHJRHFRQRPtDVPL[WDVGHPHU-
cado (MME), capitalismos mediterráneos, del sudeste asiático, y desde un enfoque de
historia empresarial, el llamado capitalismo nórdico.50 Para América Latina, Ben Ross
6FKQHLGHU SURSXVR XQD ³YDULHGDG´ GHQRPLQDGD FDSLWDOLVPR MHUiUTXLFR GH PHUFDGR
FRPRXQWLSRLGHDOFDUDFWHUL]DGR±HQWUHRWURVIDFWRUHV±SRU³HOSUHGRPLQLRGHORVJUX-
SRVHPSUHVDULDOHVIDPLOLDUHVGLYHUVL¿FDGRVWDQWRHQODVHFRQRPtDVJUDQGHVFRPRHQ
ODVSHTXHxDV´51 Este autor eligió el término jerarquía para destacar el hecho de que en
estos países, la mayor parte de la coordinación no la realiza el mercado o los esfuerzos
FRRUGLQDGRVHQWUHHPSUHVDVVLQRODSURSLDHPSUHVD(QVXVSDODEUDV³ODMHUDUTXtDD
PHQXGRUHHPSOD]DRDWHQ~DODVUHODFLRQHVGHPHUFDGRRGHFRRUGLQDFLyQ´6FKQHLGHU
LGHQWL¿FDFXDWURFDUDFWHUtVWLFDVSHUGXUDEOHVGHODJREHUQDQ]DFRUSRUDWLYD\ODRUJDQL-
zación de la producción en América Latina: el dominio de grupos económicos de ori-
gen familiar, el rol importante de las multinacionales, especialmente norteamericanas,
la debilidad del trabajo, generalmente no organizado, informal y altamente móvil, y la
ausencia de inversión para mejorar la educación, las habilidades y el entrenamiento.

47 Colpan, Hikino y Lincoln (2010).


48 Whittington y Mayer (2000).
49 Hall y Soskice (2001).
50 Fellman et. al. (2008).
51 Schneider (2013).
22 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

Este enfoque puede ser problemático e incompleto cuando se estudia la historia


empresarial de América Latina (y en general, de cualquier país).52 Una debilidad del
modelo ha sido asumir la estabilidad en el marco institucional de los países. Por ejem-
plo, en la formulación original, las empresas responden a un conjunto de incentivos
externos (sistemas educativos débiles, relaciones laborales atomizadas, intervención
HVWDWDOJHQHUDOL]DGD GHPDQHUDSUHGHFLEOH\HO³VLVWHPDMHUiUTXLFR´VHPDQWLHQH³HV-
WDEOH´DSHVDUGHORVJUDQGHVFDPELRVHQODVSROtWLFDVXQDSURSXHVWDTXHORVFDStWXORV
de este libro discutirán.
Un segundo punto crítico es la necesidad de incluir más y mejor al estado a la
hora de entender la evolución capitalista en el largo plazo y su diversidad. Una tercera
preocupación es que cualquier análisis debe complementarse con una explicación más
PDWL]DGDGHODVHVSHFL¿FLGDGHVGHORVSDtVHV7DOFRPRPXHVWUDQORV\DPHQFLRQDGRV
ejemplos de Italia, los países nórdicos y el libro más reciente sobre los Países Bajos,
los sistemas de negocios (EXVLQHVVV\VWHPV) se transformaron con el paso del tiempo
y, en esta dinámica, distintas etapas abarcan o contienen aspectos de los diferentes
modelos propuestos de economías capitalistas.53 En lo referido a la expansión o decli-
nación de diferentes tipos de propiedad, como discutirán los dos primeros capítulos de
este libro, no existe una correlación directa con la prevalencia de una economía liberal
o regulada. Se trata por el contrario de una pregunta que requiere analizar el complejo
vínculo entre empresa y contexto, más aún en los períodos de inestabilidad económica
e institucional desde la segunda mitad del siglo XX.
En suma, sin poder en este breve espacio dar cuenta de todas las aristas de un am-
plio debate internacional, esperamos haber expuesto la relevancia de la propuesta de
nuestro libro en tanto pretende contribuir a los debates sobre la diversidad, variedad y
heterogeneidad del capitalismo en el largo plazo.

La propuesta de esta obra


(QHVWXGLRVDQWHULRUHVKHPRVDQDOL]DGR\FXDQWL¿FDGRODSDUWLFLSDFLyQGHODVHPSUHVDV
multinacionales extranjeras en la economía argentina en el largo plazo, los cambios de
estrategias empresariales según el origen de la inversión y la inserción sectorial, y la
SHUGXUDELOLGDGGHVXLQÀXHQFLDHQODHFRQRPtDDUJHQWLQDGXUDQWHORVGLVWLQWRVFLFORVGH
inversión y endeudamiento.54 En este volumen ampliamos la perspectiva para analizar
a la cúpula empresarial en su conjunto, desde el enfoque de la historia de empresas
apostando por una metodología cualitativa y un enfoque de largo plazo.55

52 Ver al respecto, Herrigel y Zeitlin (2010).


53 Sluyterman (2015). Esta autora sinteriza otras de las criticas hacia el enfoque VoCs desde la historia
empresarial. Para Italia, ver Colli y Vasta (2010).
54 Lanciotti y Lluch (2018); Lluch y Lanciotti (2020). Los rankings de las empresas extranjeras para el
período 1913-1971 pueden consultarse en http://empexargentina.com/
55 (VWHYROXPHQHVUHVXOWDGRGHODLQYHVWLJDFLyQGHVDUUROODGDHQHOPDUFRGHXQSUR\HFWR¿QDQFLDGRSRU
$JHQFLD1DFLRQDOGH3URPRFLyQ&LHQWt¿FD\7HFQROyJLFD3,&7³/DVJUDQGHVHPSUHVDVHQ
ODHFRQRPtDDUJHQWLQD8QDQiOLVLVKLVWyULFRGHOFDSLWDOLVPRDUJHQWLQRHQHOVLJOR;;´
,QWURGXFFLyQ 23

(QHVWHSXQWRHVQHFHVDULRSURIXQGL]DUVREUHHOFRQFHSWRGH³JUDQHPSUHVD´XQRGH
ORVPiVXWLOL]DGRVSHURPHQRVGH¿QLGRVHQODKLVWRULDGHHPSUHVDVDHVFDODLQWHUQDFLR-
nal.566LDSULRULSDUHFHXQDGH¿QLFLyQVHQFLOOD±DOFRQVLGHUDUVHWDPDxRVUHODWLYRVHQWUH
¿UPDV\UHFRUWDUODDWHQFLyQVRORDODVSULPHUDVR±KDQKDELGRGLVWLQWRV
debates en torno a qué tipo de empresa debe ser considerada como tal, cuánto impactan
los contextos nacionales, y cuáles son sus orígenes, rasgos dominantes y funciones en
el sistema económico. Para Cassis son tres preguntas las que deben responderse para
XQDFRPSUHQVLyQPiVSUHFLVD(QSULPHUOXJDU¢VHGHEHGH¿QLUODQRFLyQHQWpUPLQRV
absolutos o en términos relativos y, en este último caso, ¿debe depender del período,
del tamaño del país o de otros factores? En segundo lugar, ¿sólo deben incluirse las
grandes empresas industriales o también las empresas de los sectores primario y tercia-
rio? En tercer lugar, ¿deben considerarse solo las fronteras de la gran empresa (como
unidad independiente) o deben tenerse en cuenta otras formas de organización?57
Posicionándose en este debate, el primer capítulo del libro realiza un análisis de
ODF~SXODHPSUHVDULDOGHVGHODSULPHUDJOREDOL]DFLyQKDVWDHO¿QDOGHODLQGXVWULDOL]D-
FLyQGLULJLGDSRUHOHVWDGR$TXtRSWDPRVSRUXQDGH¿QLFLyQDEVROXWD FDSLWDOVRFLDO 
pero relativa al año de medición y al contexto en donde operaban las empresas. La
contribución empírica y metodológica de este capítulo consiste en la elaboración de
los rankings de las 200 mayores empresas por capital social integrado sobre la base de
fuentes homogéneas para un período extenso sobre el cual no existía esta información.
/DV GH¿QLFLRQHV FULWHULRV \ OLPLWDFLRQHV GH HVWH HQIRTXH HVWiQ H[SOLFLWDGDV HQ HO
$SpQGLFHPHWRGROyJLFRDO¿QDOGHOFDStWXOR6REUHHOVHJXQGRSXQWRLQFOXLPRVWRGRV
los sectores (menos el bancario). También en el apéndice se explica este recorte. Por
la tercera pregunta, la unidad de análisis es la gran empresa –en tanto nuestras fuentes
analizan sociedades anónimas– pero consideramos su inserción o su integración den-
tro de redes y grupos empresariales.
El segundo capítulo analiza las transformaciones de la cúpula empresarial durante
la última globalización sobre la base de los rankings por ventas publicados por las
revistas Mercado y Prensa Económica, balances empresariales y la información sobre
empresas disponible en la Comisión Nacional de Valores, complementados con datos
agregados publicados por el INDEC, el FMI y la CEPAL. Luego de examinar los
cambios macroeconómicos y las políticas públicas implementadas desde la última
GLFWDGXUDPLOLWDUKDVWDVHFDUDFWHUL]DQODVWUDQVIRUPDFLRQHVHQHOSHU¿OGHODV
grandes empresas, sus cambios organizativos y sus estrategias de expansión en un
FRQWH[WR GH GHVLQGXVWULDOL]DFLyQ UHSULPDUL]DFLyQ \ VLPSOL¿FDFLyQ SURGXFWLYD GH OD
HFRQRPtDDUJHQWLQD$O¿QDOGHHVWHSURFHVRODPRUIRORJtDGHODF~SXODHPSUHVDULDO
muestra un elevado grado de extranjerización y concentración económica.
El tercer capítulo propone una mirada original al interior del grupo Tornquist a
través del análisis de una de sus compañías, la Compañía Azucarera Tucumana entre

56 Chandler, Amatori y Hikino (1997).


57 Cassis (2008:172).
24 Andrea Lluch y Norma Silvana Lanciotti

1895 y 1945. A partir del estudio de esta gran empresa, el análisis indaga en los proce-
VRVGHWRPDGHGHFLVLRQHVGH¿QDQFLDPLHQWRHLQYHUVLyQHQHOJUXSRDGHPiVGHLGHQ-
WL¿FDUODVHVWUDWHJLDVLPSOHPHQWDGDVIUHQWHDODVFULVLVGHVREUHSURGXFFLyQGHOVHFWRU
D]XFDUHUR/DUHFRQVWUXFFLyQGHODWUD\HFWRULDGHOD¿UPDVXSRVLFLyQHQHOJUXSR\
su desempeño económico se basa en sus memorias y balances, y en publicaciones
estadísticas y corporativas relativas al sector azucarero.
El cuarto capítulo analiza las grandes empresas dedicadas a la elaboración de vi-
QRVHQ0HQGR]DHQWUH\XQSHUtRGRHQHOFXDOVHPRGL¿FyODHVWUXFWXUD
industrial del país, y la rama alimenticia perdió importancia relativa respecto a otras
PiVGLQiPLFDVFRPRODSHWURTXtPLFDRODDXWRPRWUL]6HLGHQWL¿FDODLQFLGHQFLDGH
las políticas públicas y de las crisis de sobreproducción en el nivel de concentración
económica del sector y en especial, los cambios en las empresas líderes de la actividad
teniendo en cuenta, el origen del capital, el tipo societario, la permanencia, la partici-
pación en el mercado vitivinícola. La contribución se basa en estadísticas de la Direc-
ción General de Industrias, censos industriales provinciales y nacionales, revistas de
asociaciones empresariales y los archivos de Bodegas Giol.
En conjunto, los capítulos de este libro proveen nuevas evidencias y analizan in-
IRUPDFLyQVLVWHPiWLFDVREUHHOSHU¿O\ODVWUDQVIRUPDFLRQHVGHODVJUDQGHVHPSUHVDV
lo cual no solo contribuye a la larga discusión de los rasgos del capitalismo argentino
en el largo plazo, sino que también ofrece nuevas evidencias para su comparación con
otros países en función de debates internacionales.

/DVSDODEUDV¿QDOHVGHODLQWURGXFFLyQH[SUHVDQQXHVWURDJUDGHFLPLHQWR8QOLEUR
como el presente requiere el esfuerzo de múltiples voluntades. Se trató de un proyecto
editorial que insumió muchas horas de trabajo de investigación y procesamiento de
información para lo cual contamos con el apoyo de un grupo de colaboradores a lo
ODUJRGHHVWRVDxRV1XHVWURUHFRQRFLPLHQWRDVXODERU(O¿QDQFLDPLHQWRSURYLQRGH
OD$JHQFLD1DFLRQDOGH3URPRFLyQ&LHQWt¿FD\7HFQROyJLFD7DPELpQDJUDGHFHPRV
a las instituciones académicas a las que pertenecemos, en especial al CONICET, y a
las Universidades Nacionales de Rosario, La Pampa, Tucumán y Cuyo. Nuestro reco-
nocimiento a todos y todas los y las colegas que en distintos eventos académicos han
realizado valiosas observaciones y sugerencias para mejorar versiones previas y nos
han brindado un apoyo sostenido durante la realización de la investigación.

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