TEORÍA DE LA COMUNICACIÓN
HUMANA
Paul Watzlawick
Janet Beavin Bavelas
Don D. Jackson
Editorial Herder
Barcelona, 1991.
1.61 El concepto de la Caja Negra
Si bien la existencia de la mente humana sólo es negada por los pensadores
particularmente extremistas, la investigación sobre los fenómenos de la mente, como es
bien sabido entre quienes trabajan en ese campo, resulta tremendamente difícil debido a la
falta de un punto arquimédico fuera de la mente. En mucho mayor grado que cualquier otra
disciplina, la psicología y la psiquiatría son, en última instancia, autorreflexivas: el sujeto y
el objeto son idénticos, la mente se estudia a sí misma, y todo supuesto tiende
inevitablemente a la autovalidación. La imposibilidad de observar el funcionamiento de la
mente ha llevado en los últimos años a adoptar el concepto de la Caja Negra, tomado del
campo de la telecomunicación. Aplicado originalmente a ciertos tipos de equipo
electrónico capturado al enemigo, que resultaba peligroso abrir porque podía contener
cargas explosivas, el concepto se aplica ahora en forma más general al hecho de que los
equipos electrónicos son ya tan complejos que a veces resulta más conveniente pasar por
alto la estructura interna de un aparato y concentrarse en el estudio de sus relaciones
específicas entre entradas y salidas. Si bien es cierto que tales relaciones permiten a veces
hacer deducciones con respecto a lo que “realmente” sucede en el interior de la caja, tal
conocimiento no resulta esencial para estudiar la función del aparato dentro del sistema
más amplio de que forma parte. Este concepto, aplicado a los problemas psicológicos y
psiquiátricos, ofrece la ventaja heurística de que no es necesario recurrir a ninguna hipótesis
intrapsíquica imposible de verificar en última instancia, y de que es posible limitarse a las
relaciones observables entre entradas y salidas, esto es, a la comunicación. Este enfoque,
según creemos, caracteriza una importante tendencia reciente en la psiquiatría que apunta a
considerar los síntomas como una de las múltiples formas de entrada al sistema familiar y
no como una expresión de conflictos intrapsíquicos.
1.62 Conciencia e inconsciencia
Para quien se interesa en observar la conducta humana en términos del supuesto de
la Caja Negra, la salidad de una Caja Negra implica la entrada de otra. La cuestión relativa
a si ese intercambio de información es consciente o inconsciente pierde la importancia
fundamental que posee dentro del marco psicodinámico. Esto no significa que, en lo
relativo a las reacciones frente a un acto específico de conducta, no tenga importancia que
esa conducta se considere consciente o inconsciente, voluntaria, involuntaria o sintomática.
Si a una persona le pisan un pie, para él es muy distinto que la conducta del otro haya sido
deliberada o intencional. Sin embargo, esta concepción está basada en su evaluación de los
motivos de la otra persona y, por ende, en supuestos acerca de lo que sucede en la mente del
otro. Y, desde luego, si le preguntara al otro con respecto a sus motivos, tampoco ello le
permitiría sentirse seguro, pues el otro individuo podría afirmar que su conducta fue
inconsciente cuando en realidad, fue deliberada, o incluso pretender que se trató de algo
deliberado cuando, de hecho fue accidental. Todo esto nos lleva una vez más a la
atribución de “significado”, una idea que resulta esencial para la experiencia subjetiva de
comunicarse con otros, pero que, según hemos comprobado, es objetivamente imposible de
determinar a los fines de la investigación sobre la comunicación humana.