La Critica Arquitectonica Como Objeto de Investiga
La Critica Arquitectonica Como Objeto de Investiga
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Diciembre de 2016
18
Vol. Nro. 2 2016 1 Facultad de Diseño
CONTENIDO
Cultura y espacio urbano Estructura de indicadores de habitabilidad del espacio
Culture and urban space público en ciudades latinoamericanas
Pablo Páramo, Andrea Burbano, Diana Fernández-Londoño Pág. 6
6-49
Além do público/privado
Intervenções temporárias e criação de
espaços coletivos no Rio de Janeiro
Adriana Sansão-Fontes, Aline Couri-Fabião Pág. 27
Tecnología, medioambiente
y sostenibilidad Resiliencia a inundaciones:
Technology, environment and sustainability nuevo paradigma para el diseño urbano
82-119 Luis Fernando Molina-Prieto Pág. 82
Textos
Texts
120-134 La crítica arquitectónica como objeto
de investigación [La critique architecturale,
objet de recherche]
Hélène Jannière
Traductores: Andrés Ávila-Gómez, Diana Carolina Ruiz Pág. 120
E-ISSN: 2357-626X
ISSN: 1657-0308
Vigilada Mineducación
A
La crítica arquitectónica como objeto de investigación
[La critique architecturale, objet de recherche]1
Hélène Jannière
Université Rennes 2, Francia
1 El presente texto corresponde a la traducción del artículo “La critique architecturale, objet de recherche”,
publicado originalmente en la revista Cahiers de la recherche architecturale et urbaine.
Recibido: octubre 19/2016 Evaluado: octubre 28/2016 Aceptado: noviembre 04/2016
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Textos Texts A
Architectural criticism as an object of research
Definir la crítica —es decir, trazar su perímetro (2008), un proceso de decisión intrínseco a la
determinando su objeto (las técnicas, el progra- concepción arquitectónica.
ma, la forma, las soluciones constructivas, o bien
Constituir la crítica como un objeto de inves-
algunos otros aspectos propios de la arquitectu-
tigación no debe obstruir una necesaria clarifi-
ra), y designar sus tareas— constituye una de las
cación epistemológica. Este artículo presenta
principales motivaciones de los escritos de arqui-
diferentes concepciones de la crítica de arqui-
tectos o de redactores de revistas dedicadas a la
tectura, partiendo de su doble origen: la filosofía
crítica. Pero más allá de los testimonios de los
y la crítica de las producciones estéticas. Dichas
actores, e incluso más allá de las contribuciones
definiciones varían, además, dependiendo de
que reflejan la opinión o la toma de posición (la
si se considera a la crítica arquitectónica como
afirmación de lo que debe o debería ser la críti-
una de las formas de crítica comparable a la críti-
ca arquitectónica), la investigación tropieza con
ca de las artes visuales o a la crítica musical, o al
dificultades epistemológicas que no parecen aún
contrario, como un discurso intrínseco al campo
resueltas: desde el debate originado a comienzos
de la arquitectura, incluso a la disciplina arqui-
de los años noventa, varios coloquios y algunas
tectónica en relación exclusiva con la historia y
publicaciones denotan el interés de los investi-
las teorías con las cuales esta no ha cesado de
gadores por este tema. Ahora bien, estos estudios
disputar sus propias fronteras (Szambien, 1988).
no son suficientes aún para construir un objeto
Se ponen en perspectiva algunos elementos de
“crítico” y para establecer las condiciones de una
los debates sobre la crítica arquitectónica que
investigación realmente acumulativa: en efecto,
destacan la diversidad de los significados de esta
numerosos autores se detienen en la cuestión
noción.
previa acerca del perímetro de la crítica. Trazar
dicho perímetro puede conducir al estableci-
miento de tipologías tan variables como los pro- La crisis de la crítica:
pios puntos de vista disciplinares (sociológico, historicidad de los debates
histórico o teórico) adoptados . Se puede obser-
var en esta repetición, un indicio de la dificultad Una visión instrumental de la crítica
que representa la investigación sobre la crítica: Son numerosos los escritos sobre la crítica pro-
la mayor parte de artículos ilustran la confusión venientes de arquitectos o de críticos profesio-
semántica que rodea el término “crítica arqui- nales, en los cuales se constata la emergencia de
tectónica”. Dicha indeterminación no atañe sino crisis engendradas, o bien por una crisis de las
a las fronteras de la crítica con las teorías y con teorías de la arquitectura, o bien por alguna crisis
la historia de la arquitectura; el término “críti- de la profesión, o incluso por la desaparición de
ca arquitectónica” engloba alternativamente una las vanguardias y del compromiso crítico ligado
profesión (si nos referimos a los críticos y a su a estas.
actividad), un conjunto de prácticas sociales , un
discurso “erudito” sobre la arquitectura, o inclu- Desde finales del siglo XIX, la prensa arquitec-
so, como lo expone el historiador y crítico Peter tónica ha condenado esporádicamente el esta-
Collins (1920-1981) en Architectural Judgement do insatisfactorio de la crítica, su falta de eficacia
sobre la calidad de los edificios, y se ha llegado al
punto de interrogarse sobre la existencia efectiva
4 Ver: AA.VV. (1992); Le Visiteur (1995), que retoma par-
cialmente una serie de conferencias dadas en la Société de la crítica. Sin ser tan antiguas como las pro-
Française des Architectes en la primavera de 1991; Heynen pias revistas de arquitectura (mediados del siglo
(2003). Entre los artículos epistemológicos sobre la crítica,
ver: Irace (1989, pp. 10-23); Raman y Coyne (2000). XIX), las arremetidas contra la crítica estuvieron
5 Frédéric Pousin (1992) retoma en gran parte las clasifi- presentes, por ejemplo, desde los años 1890 en
caciones establecidas por Peter Collins (1968) en su artículo
“Philosophie de la critique architecturale”. Architectural Record, y han perdurado a lo largo
6 La tentación de extender la crítica a prácticas de concep- del siglo XX.
ción o de negociación del objeto arquitectónico puede ser
grande. El libro de Agnès Deboulet, Rainier Hoddé y André Una serie de artículos publicados en la revis-
Sauvage, La critique architecturale. Questions, frontières, des-
ta británica The Architectural Review durante los
seins (2008), reivindica una concepción extensiva de la crí-
tica, considerada como un conjunto de prácticas sociales y años treinta, y otro en la revista norteamerica-
profesionales que engloban incluso acciones relacionadas con
na Pencil Points (ancestro de Progressive Archi-
la enseñanza (la corrección), o la negociación entre clientes y
diseñadores. tecture) en la década siguiente, cuestionaban
Arquitectura
122 E-ISSN: 2357-626X
Vigilada Mineducación
Revista de Arquitectura ISSN: 1657-0308
Jannière, H. (2016). La crítica arquitectónica como objeto de investigación [La critique architecturale, objet de recherche]. (Andrés Ávila-Gómez &
Diana Carolina Ruíz, trads.). (Original en francés, 2009). Revista de Arquitectura, 18(2), 120-134. doi:10.14718/RevArq.2016.18.2.11
particularmente la relación de la crítica con el miento Moderno, así como a establecer nuevas
“público”: la naturaleza controversial de la críti- teorías para la arquitectura de la posguerra en
ca arquitectónica era debatida de manera ince- respuesta a lo que se percibía entonces como
sante en las revistas de arquitectura, ya fuera una laguna .
como un discurso especializado propio de círcu-
Entre 1945 y 1968, la prensa profesional nor-
los restringidos de profesionales, de críticos y de
teamericana y británica se interrogó sobre el
universitarios, o bien como una crítica interme-
rol de la crítica, su autonomía con respecto a la
diaria entre la profesión y un público no espe-
prensa y a los arquitectos, sus instrumentos y sus
cializado . Por ello, en 1930, The Architectural
criterios de evaluación; mientras tanto, en las
Review se alzó contra la crítica proveniente de
revistas francesas muy pocos elementos filtraban
teorías estéticas, recordando lo que desde su
tales cuestionamientos salvo en el caso de un
punto de vista correspondía a la labor original
dosier —más bien exiguo— publicado por L´Ar-
de aquella, como “consejera sobre el mercado
chitecture d´aujourd´hui (AA.VV., 1964) .
del arte” (Gill, 1930), lo cual podía ser válido por
extensión para la crítica arquitectónica, teniendo En las revistas norteamericanas y británicas, los
en cuenta que esta también opera como media- debates trataban especialmente sobre la evalua-
dora entre el arquitecto y su cliente. ción estética de la arquitectura, oponiendo los
criterios relativos al gusto individual y a la psico-
Algunos temas debatidos desde el periodo de
logía del crítico y del placer estético, a aquellos
entreguerras en las revistas profesionales pre-
valores de alcance más general relacionados con
sentan sorprendentes permanencias hasta el día
la época, la cultura y el contexto (Chotas, 1957).
de hoy: la eficacia de la crítica, sus criterios, su
Por su parte, en 1956, James Marston Fitch salu-
relación con el público, su independencia con
daba el importante rol que tuvo la crítica arqui-
respecto a la prensa o a los clientes, en pocas
tectónica del periodo de entreguerras en el éxito
palabras, su autonomía disciplinaria. Estos temas
del Movimiento Moderno en los Estados Unidos,
tienen que ver principalmente con la crítica
tras la Segunda Guerra Mundial (Fitch, 1956) .
entendida de manera empírica como un comen-
tario de la actualidad, y orientada tanto a profe- Con la difusión del lenguaje moderno y el
sionales como a un público más amplio. Más allá reconocimiento del rol preeminente de una cier-
de ciertas consideraciones demasiado empíricas ta crítica militante en esta dominación doctrinal
emitidas en la primera mitad del siglo XX, las pro- y estilística, se desarrolló una reflexión en tor-
blemáticas de la crítica arquitectónica —espe- no a la necesidad de objetivar y de compartir
cialmente sus relaciones con los campos de la los criterios de la crítica. Dicha aspiración fue
teoría y de la historia— han sido desde entonces entonces compartida por numerosos autores,
profundamente transformadas, como lo demues- especialmente por Collins en Changing Ideals in
tran los debates sobre la crítica después de 1945, Architecture (1965). Para Collins, la búsqueda de
citados brevemente aquí. un sistema de valores “objetivos” debería prece-
der la crítica arquitectónica, por cuanto esto per-
Después de los combates de la crítica mitiría un rompimiento con la crítica empírica y
comprometida: la búsqueda de “criterios comprometida del periodo de entreguerras, la
objetivos”
Durante la posguerra se afianzaron algunos 8 Se asiste entonces a una “proliferación de teorías rivales
elementos de reflexión propios de la crítica que se desarrollaron como soluciones a lo que era unánime-
mente percibido como la ausencia de una teoría adecuada
arquitectónica: la reflexión se tornó manifiesta- para la práctica y la enseñanza de la arquitectura contempo-
mente comprometida, al tiempo que se perfilaba ránea” (Martin, 2002, p. 9).
9 Este número presenta algunas posturas de redactores en
una crisis de la herencia del Movimiento Moder- jefe de revistas norteamericanas (Thomas Creighton), de crí-
no. Esta crisis se vio acompañada de una firme ticos de arquitectura y de arte (Michel Ragon), así como de
varios arquitectos e ingenieros, y por supuesto, de los princi-
aspiración, principalmente por parte de la joven pales críticos de esta revista francesa (Julius Posener y Pierre
generación de arquitectos y de críticos británi- Vago).
cos, a revisar los fundamentos teóricos del Movi- 10 J. M. Fitch (1909-2000) fue el redactor de Architectural
Record y de Architectural Forum. Conocido por sus conviccio-
nes en materia de defensa del patrimonio, Fitch fue el inicia-
dor de cursos de conservación y de restauración en la School
7 Ver en este número la definición de la “crítica pública” de of Design, Planning and Preservation de Columbia University
Suzanne Stephens, en Architectural record. (NY).
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Architectural criticism as an object of research
cual según Collins no produjo realmente ninguna ¿Hacia una crítica “científica”?
verdadera evaluación de la arquitectura debido
En la década de los sesenta, dos fenómenos
a su premisa de no debilitar a las vanguardias
marcaron principalmente la elaboración de nue-
(Collins, 1988, pp. 262-263). Dentro de esa mis-
vas teorías arquitectónicas: por una parte, la
ma óptica, una serie de artículos del AIA Jour-
investigación con las metodologías de la concep-
nal formuló en 1968 la necesidad de evaluar, ya
no solamente la arquitectura, sino también sus ción y los design studies (Christopher Alexander)
modos y criterios de evaluación. de una teoría “científica” de la forma y de la
concepción arquitectónicas; y por otra parte, la
El seminario del American Institute of Archi-
introducción de la lingüística y de las diferentes
tects (AIA), celebrado en Cranbrook en 1964,
teorías del signo, así como el interés prestado a
en el cual participaron Bruno Zevi, Peter Col-
los significados del lenguaje arquitectónico. Los
lins, Reyner Banham, Serge Chermayeff, Sybil
intentos por elaborar instrumentos de lectura
Moholy-Nagy, Stephen W. Jacobs y Stanford
para la arquitectura considerada como un len-
Anderson marcó uno de los momentos impor-
guaje se inscribieron en el contexto de domina-
tantes en la reflexión de la posguerra en lo que
ción de las ciencias del lenguaje al interior de
respecta a las relaciones entre crítica, teoría e
las ciencias humanas, lo cual caracterizó esta
historia de la arquitectura. La mayoría de los par-
década. Dichos intentos hicieron parte también
ticipantes concordaban en que es el juicio lo que
de una voluntad dispersa por construir una teoría
debe fundar la crítica y diferenciarla de la teoría
“universal” y apta para objetivar las cuestiones
y de la historia: la cuestión de los criterios de
de la arquitectura y de su lenguaje, a las cuales la
juicio animó las discusiones del seminario. Col-
semiótica podría aportar validez. En 1974 (fecha
lins denunció allí la creencia —reciente, según
del Congreso de Semiótica de Milán), la revis-
él— según la cual es posible separar totalmente
ta suiza Archithèse vislumbraba en la semiótica
crítica e historia; para el historiador canadiense,
arquitectónica una posibilidad para renovar la
el prejuicio que se debía combatir era aquella
crítica sobre criterios verdaderos .
idea según la cual la emoción estaría del lado de
la crítica, mientras que la objetividad científica La semiótica fue entonces contempla-
da como un medio para resolver la crisis del
estaría del lado de la historia o de las ciencias
“diálogo” de la crítica con el público; la semió-
del arte. Pero si, tal y como propone Collins, la
tica estaría incluso en posibilidad de ofrecer un
crítica reposa sobre la base del juicio, esta no
modo de lectura y de interpretación apto para
puede ser entonces únicamente un juicio de
descifrar teorías arquitectónicas por lo general
valor. Collins confiere a la crítica fundada sobre
poco comprensibles por el gran público. Des-
la sensibilidad personal del autor una mención
de un punto de vista heurístico, algunas publi-
particular: en una referencia explícita a Oscar
caciones mostraron la ambición de descifrar
Wilde, Collins califica la postura como aquella
el léxico, los instrumentos y la retórica de la
del “crítico-artista”, y reconocía en John Ruskin crítica, inscribiéndose en el movimiento que
y Vincent Scully sus “más finos” representantes. introdujo las ciencias del lenguaje en los análisis
Collins prefería la crítica fundada sobre un sis- propios de la arquitectura. En Architecture and its
tema de principios formulados con anteriori- Interpretation (1979) , a partir de un análisis de los
dad a la construcción del edificio: en un sistema
así, la crítica podría mantener un vínculo estre-
cho con las teorías. Aunque Collins aspiraba a 12 “En el campo de la literatura y del arte existen, desde
hace al menos doscientos años, unas formas de crítica que
una crítica normativa apuntalada en una teoría intentan establecer un diálogo entre productores y consu-
de la arquitectura moderna (Changing Ideals in midores. Actualmente este fenómeno ya no se verifica en el
sector de la arquitectura. […] Es posible que la semiología
Architecture), otros autores anhelaban construir de la arquitectura sea capaz de sobrepasar esta situación en
una crítica sobre otro tipo de criterios, de corte donde la teoría no es accesible sino a los profesionales de la
construcción. Esto, en la medida en que aquella se ocupa de
“científico” y a menudo extrínsecos a la arqui-
la percepción y de la experiencia, y no solamente de la utili-
tectura en sí misma. zación del ambiente” (Hernández, 1974, p. 2).
13 Se encuentra entre los primeros en analizar los relatos
históricos y críticos sobre la arquitectura del Movimiento
11 Ver Abel Joseph Diamond (1968). Moderno.
Arquitectura
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Jannière, H. (2016). La crítica arquitectónica como objeto de investigación [La critique architecturale, objet de recherche]. (Andrés Ávila-Gómez &
Diana Carolina Ruíz, trads.). (Original en francés, 2009). Revista de Arquitectura, 18(2), 120-134. doi:10.14718/RevArq.2016.18.2.11
discursos críticos, Juan Pablo Bonta se interesó en (1935-1994) fue el primero en definir dicha forma
la formación y en la “cristalización” de las interpre- de crítica, sentenciándola de paso como “análisis
taciones canónicas de algunos edificios del periodo de la arquitectura (o de las artes en general), que
de entreguerras, suscitando una nueva generación tendría por objeto no ya un recuento abstracto
de investigaciones sobre la historiografía del Movi- sino la projétation de una dirección poética pre-
miento Moderno. Aunque menos conocido, Archi- cisa, anticipada en sus estructuras y reveladora
tecture and Critical Imagination de Wayne Attoe de análisis históricos programados y distorsio-
(1978) constituyó una tentativa de clasificación de nados” (Tafuri, 1976, p. 189). Desde entonces,
las retóricas de la crítica arquitectónica, y sigue sien- la ruptura con la crítica operativa ha sido saluda-
do, casi cuarenta años después de su publicación, da como una transformación positiva por cuan-
uno de los raros estudios epistemológicos sobre el to su abandono permitiría finalmente desarrollar
tema . Wayne intentó identificar los modelos (la la crítica sobre verdaderos criterios “científicos”
crítica literaria o la crítica de arte), bosquejando universales (tal fue la ambición durante los años
una tipología en la cual se distinguen tres grandes sesenta y setenta). Más recientemente, la críti-
posturas críticas: la normativa (que juzga con refe- ca operativa ha constituido, por el contrario, un
rencia a un conjunto de criterios preestablecidos), objeto de nostalgia: uno de los leitmotivs de los
la interpretativa (la más subjetiva, por cuanto discursos de los críticos sobre la crítica es justa-
expresa la sensibilidad del crítico), y finalmente la mente la apología de la crítica comprometida,
descriptiva (la más factual, que describe los mate-
la cual representa un modo previo e idealizado
riales, la construcción, las formas). Para cada una
de crítica arquitectónica. Los ejemplos más fre-
de ellas, el autor enumeró los enfoques posibles: la
cuentemente citados son: la crítica ligada a las
crítica normativa podría, por ejemplo, fundarse en
vanguardias del periodo de entreguerras, o la crí-
una doctrina, ya sea en un sistema más complejo
tica británica de la posguerra (desde The Archi-
de criterios, sobre la noción de tipo arquitectónico
tectural Review hasta Architectural Design, con
o incluso sobre la noción de medida.
críticos comprometidos como Nikolaus Pevsner
Paralelamente a la búsqueda realizada al inte- o Reyner Banham). Hoy en día, algunos críticos
rior de las ciencias del lenguaje, y en aquellas de la oponen dicho modelo de compromiso a la críti-
concepción de una teoría “científica” para la arqui- ca denominada Star System (Chaslin, 1995, pp.
tectura, observamos cómo otros instrumentos son 223-224; 2006, pp. 21-27), propia de la conni-
requeridos por la crítica arquitectónica. En los años vencia entre crítica y estrategias de comunica-
sesenta, y sobre todo en los setenta, la crítica llevó ción (Devillard, 2000).
las marcas de la introducción de las ciencias huma-
Desde los años ochenta, numerosos observa-
nas y sociales en los análisis de la arquitectura, los
dores han subrayado el cambio de paradigma de
cuales adquirieron así una dimensión científica.
Los análisis marxistas del espacio urbano y arqui- la crítica arquitectónica, y cabe entonces pre-
tectónico, y los análisis lingüísticos, antropológicos guntarse si ante las tendencias arquitectónicas
y sociológicos de la arquitectura fueron entonces cada vez más individualizadas, ante la ausen-
desplazados hacia la crítica . cia de doctrinas dominantes y ante el desmo-
ronamiento de las ideologías, el rol de la crítica
De la crítica operativa a las formas ¿no debería ser algo más próximo a cartografiar
contemporáneas de crítica que a juzgar, es decir, a evaluar, lo cual habría
Una de las rupturas importantes en la historia sido ya con anterioridad su función principal y
de la crítica arquitectónica estuvo marcada por fundamental?
el fin del “proyecto moderno”, y con ello, por el Nos vemos confrontados no tanto a corpus de teo-
declive de la crítica comprometida u operativa rías sino más bien a situaciones de facto, a pro-
yectos que han querido encontrar su lógica en la
que había acompañado los desarrollos de dicho
coyuntura específica de cada suceso […] La crítica
proyecto hasta los años sesenta. En Théories et puede hoy en día desde una gran variedad de
histoire de l´architecture (1968), Manfredo Tafuri plataformas emprender la producción de repre-
sentaciones y descripciones, las cuales tal y como
14 Citamos de igual forma, más recientemente, a Raman y sucede en los mapas topográficos, revelan la
Coyne (2000). complejidad de un territorio —siendo su forma el
15 Ver Jannière (2008). resultado de la acción de agentes geológicos que
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Architectural criticism as an object of research
operan silenciosamente sobre una masa inmóvil ligado al presente y que evalúa e interpreta una
y sin embargo atravesada por corrientes, oleajes, obra en su singularidad: esta concepción preva-
transformaciones e interacciones que dan origen
lece en Francia, en donde la crítica comprende a
a incesantes mutaciones— (De Solá Morales,
la vez una actividad (a menudo incluso una pro-
1997, p. 16) .
fesión) y un género textual, antes de designar un
El texto citado proviene de Diferencias (1995) discurso especulativo sobre la arquitectura. Esta
de Ignasi de Solà Morales —obra referenciada acepción está fuertemente impregnada de defi-
por el historiador Carlo Olmo para la revista niciones canónicas propias de la crítica de arte.
Casabella—, en la cual el arquitecto e historiador
La segunda acepción, esto es, el discurso espe-
español de la arquitectura relacionaba las nuevas
culativo sobre la arquitectura “en general”, resul-
“topografías de la crítica” con la situación de la
ta ser en cambio una crítica que no se reduce a
arquitectura contemporánea y con la imposibili-
comentar una obra singular, sino que tiende a
dad para la crítica de funcionar sobre el mode-
envolver la historia crítica, la teoría crítica (espe-
lo precedente, es decir, sobre aquel de la crítica
cialmente en Estados Unidos), o que linda con la
de tendencia que delimitaba y designaba las
historia (como en las concepciones italianas). Al
corrientes y los movimientos (1995, p. 32). Esta
margen de la crítica, generalmente considerada
situación puso aún más en evidencia la imposibi-
como un discurso, escrito o no, se puede men-
lidad, incluso podría decirse el anacronismo, de
cionar además una definición por “extensión”
toda tentativa normativa (la crítica como juicio).
que se apoya sobre la función crítica de la obra
Una de las tendencias de los últimos años dis- —reivindicada tanto en el arte como en la arqui-
cute la autonomía del texto crítico con respecto tectura—. En Critica del discorso architettonico,
a su(s) referente(s) y a la propia disciplina arqui- el arquitecto Vittorio Ugo propuso dos formas
tectónica; Jane Rendell, Jonathan Hill, Murray principales de crítica:
Fraser y Mark Dorrian en Critical Architecture
Interpretar de manera crítica una obra arquitec-
(2007) proponen el término architecture writing
tónica puede tener una doble significación: la del
en lugar de “crítica de arquitectura”. En este tipo arquitecto que la selecciona y la asume histórica-
de discurso sobre la arquitectura, la dimensión mente como material para dar forma a su propio
literaria y el interés prestado a la estructura tex- proyecto […] o bien, la del crítico que extrae de
tual se convierten en dominantes, tal y como esta un pretexto para la producción de un “dis-
curso”, es decir, de una obra nueva cuyo estatus
sucede con el caso del art writing el cual, según
puede diferir sustancialmente de aquel de la obra
Rendell, ha reemplazado después del periodo que lo ha inspirado (1994, p. 20).
posmoderno a la crítica de arte en detrimento de
las cualidades polémicas y del debate que nor- Así, los arquitectos o los teóricos de la arqui-
tectura considerarían a menudo la proyectación
malmente rodean a esta última .
arquitectónica como una forma de crítica.
Arquitectura
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Jannière, H. (2016). La crítica arquitectónica como objeto de investigación [La critique architecturale, objet de recherche]. (Andrés Ávila-Gómez &
Diana Carolina Ruíz, trads.). (Original en francés, 2009). Revista de Arquitectura, 18(2), 120-134. doi:10.14718/RevArq.2016.18.2.11
y de intenciones y no en función del medio de cos” (Amey, 2001, p. 17)—, la crítica histórica (el
comunicación empleado (1978, p. xvi). examen de fuentes), la filosofía, y la crítica en el
Esto último coincidía en parte con la posi- campo de las producciones estéticas, la literatura
ción adoptada por Bruno Zevi en los años sesen- y el arte (Ladmiral, 1995, p. 17). En los significa-
ta, cuando planteaba la reflexión en torno a la dos contemporáneos de la palabra, la principal
necesidad de una crítica que tomara prestados dualidad se manifiesta entre la crítica entendida
los medios propios de la arquitectura —dibujos, como actividad filosófica y la crítica en el campo
maquetas— en detrimento de la crítica escrita, de las producciones estéticas; aunque estos dos
ineficaz según él para los arquitectos. Asimismo, significados se encuentran imbricados, la crítica
Attoe apela a un enfoque extensivo de la crítica, estética apela siempre a la teoría —como dice
sin limitarla a los artículos para el gran público Château, “Incluso más allá del gusto, la crítica va
de la prensa profesional ni a los ensayos “densos acompañada con la teoría, al igual que la teoría
e impopulares” que incumben únicamente a la apela siempre a la crítica” (1996, p. 9)—. De esta
crítica “erudita” (1978, p. xvi); según Attoe, toda forma, para los especialistas de la estética, “La
“reacción” al entorno construido debe ser consi- crítica es a la vez la operación intrínseca a la filo-
derada como una forma de crítica (p. xix), lo cual sofía que aspira a examinar las condiciones del
incluye el acto de proyectar, tanto en arquitectu- conocimiento y el trabajo de reflexión y de eva-
ra como a escala urbana. El reciente debate nor- luación que asume un cierto número de indivi-
teamericano sobre la criticality o potencialidad duos con respecto a las producciones humanas,
crítica de la arquitectura constituye otra prueba principalmente artísticas” (p. 10).
de ello. Dentro de esta segunda acepción (la de crítica
estética) se pueden de nuevo diferenciar dos nive-
Crítica y teoría, teoría crítica
les, aquel de los textos de autores “más cercanos
“La crítica arquitectónica no es ni un género al arte”, o para decirlo de forma esquemática, las
literario ni una profesión; es antes que nada, una teorías estéticas, y aquel otro nivel que correspon-
actitud intelectual por cuyos medios, el discur- de a las “reflexiones provenientes directamente
so —en la soledad y la conciencia propias de del arte como terreno de una investigación inte-
la crisis— se convierte en juicio, en separación, lectual o de una práctica real” (Château, 1996, p.
en elección” (De Solá Morales, 1995, p. 5), con 10); en otras palabras, la crítica vista como prácti-
estas palabras, Ignasi de Solà Morales rechaza- ca de la evaluación o del juicio de las obras. Espe-
ba la analogía de la crítica arquitectónica como cialmente en Estados Unidos, la palabra crítica
práctica social, y, por ende, la pertinencia de arropa en ocasiones a la teoría crítica de la Escuela
abordarla desde un punto de vista sociológico , de Fráncfort, lo cual tuvo repercusiones importan-
buscando de esta manera imponer la voluntad tísimas en el ámbito de las teorías de la arquitectu-
de establecer una definición de la crítica de ra al despuntar los años setenta. La teoría crítica y
arquitectura, ya no a partir de concepciones sus desarrollos en el posestructuralismo forjaron la
canónicas propias de la crítica de arte, sino más base de una importante producción teórica sobre
bien recurriendo a algunas nociones filosóficas la arquitectura, que resultó dominante en las uni-
de la palabra crítica. versidades norteamericanas.
Si se remonta a los significados sedimentados
¿Un discurso intrínseco al campo
de la palabra crítica a través de los siglos, esta
arquitectónico?
nos remite no solamente a una multiplicidad de
conceptos, sino además a terrenos de aplicación ¿Cuáles significados pueden asumir estos diver-
diversos y diferentes, y que aparecieron sucesi- sos conceptos cuando son transferidos al ámbito
vamente en la historia desde la Antigüedad hasta de la arquitectura? Recurriendo a la etimología,
el siglo XVIII: la filología —el primer significado algunos teóricos o historiadores de la arquitec-
de crítica, crítica textual o exégesis de textos, tura han propuesto definiciones de lo que es la
está ligada la acepción de la palabra griega criti- crítica arquitectónica; así, muchos escritos teóri-
cos: “aquel que se ocupa de los estudios filológi- cos sobre la arquitectura —como consecuencia
17 Esto es lo que algunos autores han hecho con éxito, entre 18 En el mismo dosier, el artículo de Manuel Martín Hernán-
ellos Lipstadt (1979). dez retoma los significados del griego krinein.
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de lo hecho por historiadores del arte y especia- concepciones que se han visto separadas desde
listas de la estética— se refieren al significado ori- los años setenta por una brecha creciente.
ginal de krinein (Ladmiral, 1995, p. 17), “separar
Igualmente, desde aquella época se ha perfi-
lo verdadero de lo falso”, lo cual nos remite a la
lado una manifiesta separación entre las publi-
palabra krisis, asociando de este modo la crítica
caciones periódicas profesionales, y las revistas
a la noción de crisis en momentos de fundación
ligadas a los departamentos de teoría y de his-
disciplinar y de refundación de los discursos.
toria de las universidades estadounidenses: esta
“La percepción de la crisis constituye el punto distancia es más grande en Europa donde ha
de partida de la crítica” (De Sola-Morales, 1995, primado por largo tiempo una tradición de
p. 5). En 1959, en Le règne de la critique, Rein- revistas profesionales y críticas. La crítica, impul-
hart Koselieck identificó un origen común de la sada desde los años setenta por la importan-
crisis y de la crítica: cia en el medio norteamericano de las revistas
La palabra “crítica” (alem. Kritik, ingl. criticks, hoy Oppositions (1973-1984) (Figura 2), Assemblage
en día: criticism) tiene con crisis (alem. Krise, ingl. (1986-2000) (Figura 3), October (1976-), y
Crisis) un origen común en el griego krinein: dife- ANY (1993-2000), ha abandonado progresiva-
renciar, escoger, juzgar, decidir, zanjar […]. Los mente su función de evaluación y de juicio de
griegos utilizaban krinein y krisis en sentidos muy
la arquitectura contemporánea, para acercarse
amplios —incluso en los tribunales— aunque
a un discurso teórico relativamente autónomo
esto no tuviera que ver con el origen del término.
El significado de “crisis” estaba asociado inicial- con respecto a la producción y a la disciplina
mente con la acción de diferenciar, y con la dis- arquitectónicas. En su primera fase, Oppositions
cusión, pero también con la decisión, en su acep- intentó construir una forma de historia crítica
ción de juicio definitivo o de juicio a secas, lo fuertemente inspirada por los intensos intercam-
cual hace parte hoy día del terreno de la crítica. bios con Tafuri y con la Escuela de Venecia, e
Y en efecto, en el campo de las teorías de la intentó también redefinir los nexos entre crítica,
arquitectura, el objeto “crítico” parece explora- teoría e historia, “arraigando la crítica en la his-
do sobre la base de los conceptos filosóficos pro- toria” (Schwarzer, 1999, p. 345).
pios de la palabra crítica, antes que sobre la base Ahora bien, el lugar ocupado por la historia
de la referencia a la crítica estética; dicho objeto crítica, defendido durante algún tiempo en las
puede entenderse como una forma de discur- páginas de Oppositions, se fue reduciendo para
so especulativo sobre la arquitectura, como una dar paso a ensayos teóricos que experimentaban
contribución a los corpus de textos teóricos, y no con analogías y transferencias de nociones entre
como un escrito que se refiere a un edificio o a la arquitectura y otros campos culturales y disci-
un proyecto en particular; esta acepción de la plinares (Schwarzer, 1999, pp. 342-348) —decli-
palabra crítica es dominante en Estados Unidos.
nando la exploración diacrónica en beneficio
En el continente europeo es posible establecer
de la búsqueda de conexiones sincrónicas—.
una nítida diferenciación entre criticism, enten-
dido como crítica en la esfera pública o en el
espacio público mediático (public criticism, que
incluye la crítica en los grandes diarios) , y criti-
cism entendido como actividad teórica e intrín-
seca al mundo académico y profesional; dos
Arquitectura
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Jannière, H. (2016). La crítica arquitectónica como objeto de investigación [La critique architecturale, objet de recherche]. (Andrés Ávila-Gómez &
Diana Carolina Ruíz, trads.). (Original en francés, 2009). Revista de Arquitectura, 18(2), 120-134. doi:10.14718/RevArq.2016.18.2.11
20 “Escribir se ha convertido cada vez más en un medio para 21 Al igual que el Movimiento Moderno con respecto a las Figura 3. Último número
A
hacer arquitecturas originales sin tener en cuenta la disciplina condiciones sociales y políticas de su época; ver Heynen de la revista Assemblage,
arquitectónica” (Schwarzer, 1999, p. 346). (1999). 41, abril de 2000
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Si el presente análisis no agota el conjunto de Partir de la crítica de arte para entender mejor
acepciones que denota la palabra critica en rela- la crítica arquitectónica, y para constituirla
ción con las teorías arquitectónicas, sí nos mues- como un objeto de investigación en sí mismo,
tra en cambio que en los últimos significados puede por ende parecer una toma de posición
evocados, la crítica pierde su especificidad de ya resuelta y que afirmaría implícitamente una
juicio: abolición reforzada por la dominación dependencia o un lazo de la crítica arquitectóni-
ca con respecto a la crítica de arte. Ahora bien,
teórica de la critical architecture.
es posible sacar provecho de los avances episte-
mológicos de la historia de la crítica de arte, la
cual ha contribuido desde comienzos de los años
ochenta a definir el objeto “crítica”, al conferirle
22 Ver una interpretación de este debate, en el mismo do-
sier, en el artículo de Manuel Martín Hernández, “Vers une
théorie et une critique de l´architecture” (2002). 25 Ver Jacques Lucan (1995). Ver igualmente el artículo de
23 R. Martin (2005) señala la interpretación de Somol y de J. Lucan en el mismo dosier, que trata sobre la cuestión del
Whiting como una lectura deformante de la filosofía de Gilles lenguaje.
Deleuze y de Félix Guattari, quienes impregnaron fuertemen- 26 Aparte de algunos críticos pioneros de finales del siglo
te la teoría arquitectónica norteamericana de los años noven- XIX, los estudios sobre la crítica de arte comenzaron a me-
ta. Ver también Daniel A. Barber (en Rendell et al., 2007). diados de los años sesenta, inicialmente en historia literaria
24 Ver AA.VV. (1992). (que se reducía a los textos críticos de los escritores y poetas),
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Jannière, H. (2016). La crítica arquitectónica como objeto de investigación [La critique architecturale, objet de recherche]. (Andrés Ávila-Gómez &
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la legitimidad de un objeto de investigación, historiadores del arte califican aún hoy la crítica
identificando los corpus que sustentan su estu- según dos especificidades: su función de evalua-
dio y determinando las variaciones del objeto ción, que atraviesa y federa otras funciones (inter-
“crítica” en función de los puntos de vista disci- pretación, expresión) del discurso, y el atributo
plinarios adoptados. La historia del arte propo- de “hablar de obras de arte no en general sino en
ne por consiguiente múltiples acepciones para su propia singularidad” (Poinsot y Frangne, 2002,
la palabra “crítica”, que pueden contribuir a p. 9). Desplazar esta definición a la crítica arqui-
esclarecer los diferentes registros de la denomi- tectónica percibida como una práctica ajustada
nada “crítica arquitectónica”. al presente implica considerar que la historia de
la crítica arquitectónica comenzó, o bien con los
Retomemos el primer significado de “crítica
comentarios de los Salones cuando la arquitec-
arquitectónica” como comentario crítico que
tura se expuso allí (Schuck, 1991), o bien con el
evalúa e interpreta una obra en su singularidad:
auge de las revistas profesionales a mediados del
este concepto se origina en la definición históri-
siglo XIX. Hoy en día, esta definición implica una
ca de “crítica” en el sentido dado al “juicio del
concepción de la crítica dirigida a proyectos y a
gusto”, formulada por primera vez en 1915 por
edificios, y a su participación en el debate públi-
el historiador alemán del arte Albert Dresdner
co. Conservando su autonomía con respecto a
como “género literario autónomo que tiene por
otros tipos de discursos sobre la arquitectura, la
objeto examinar el arte contemporáneo, apre-
crítica arquitectónica no se aparta a pesar de ello
ciar su valor, e influenciar su curso” (1915, p. 11,
de sus relaciones con la historia y con las teorías
traducción francesa 2005, p. 31). Dicha noción
arquitectónicas, constituyéndose así, según Josep
proviene a su vez de la entronización de la crítica
María Montaner (1999, traducción francesa por
de arte durante el siglo XVIII ligada a la organiza-
Deboulet et al., 2008), en un terreno de “verifi-
ción de exposiciones públicas y principalmente cación” de las teorías.
de los Salones: La Font de Saint Yenne fue el
primer representante real de esto, y Diderot el Mucho más amplio aun, el segundo significa-
estandarte. Desde entonces, y con esta defini- do de “crítica de arte” no se limita a una prác-
tica social; concordando estrechamente con
ción canónica de la crítica de arte —“género lite-
el campo de las teorías y de la historia, dicho
rario” originado en una práctica, la del “crítico
significado se inscribe en la estela de la posi-
escritor” de los siglos XVIII y XIX (objeto de estu-
ción neoidealista del historiador de arte Lionel-
dio de la historia literaria) o desde el punto de
lo Venturi (1936) (1885-1961) , quien estaba a
vista de los sociólogos, intermediario en un mer-
su vez poderosamente influenciado por la filo-
cado del arte transformado en el siglo XIX por la
sofía de Benedetto Croce (1866-1952) (Sciolla,
creciente relevancia de las exposiciones perso-
1995, pp. 3-35). En su texto pionero History of
nales (los críticos en su rol de “agentes de sociali-
Art Criticism (1936), Venturi consideró la his-
zación del arte hacen y deshacen” las carreras de
toria de la crítica como una historia de los jui-
los artistas (Amey, 2001, p. 15)—, el papel juga-
cios emitidos acerca del arte, es decir, la crítica
do tanto en el debate público como en la esfera
entendida como un conjunto de teorías artísticas
artística por la crítica de arte se vio modificado
que permiten juzgar el arte. La crítica compren-
radicalmente.
dería de este modo tanto el pensamiento crítico
Los críticos pusieron en entredicho la fun- sobre el arte como la historia del arte, con la
ción normativa de la crítica, especialmente con condición de que esta incorporase contenidos
motivo de la exaltación del arte conceptual y del críticos sin los cuales aquella se reduciría a una
minimalismo, desarrollando luego nuevos instru- acumulación positivista de hechos. En contra de
mentos de análisis originados en el estructuralis- la idea de la crítica como género literario, Ven-
mo y posteriormente en el posestructuralismo . turi argumentó que dicha concepción de origen
A pesar de las transformaciones radicales, los francés otorgaba “una exagerada importancia al
y luego en sociología del arte (a partir del libro de Cynthia y 28 Este libro fue editado por primera vez en francés en 1938
Harrison White, 1965), y finalmente, en la estética y en la (Bruselas, Editions de la Connaissance), y publicado luego por
historia del arte. primera vez en Italia en 1945. En adelante haremos referencia
27 Sobre la crítica de los años sesenta y setenta en Estados a la edición francesa de 1969 (Flammarion), traducción de la
Unidos, ver Hal Foster (2002; 2005). edición italiana (Giulio Einaudi) de 1964.
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lado práctico y social de la crítica en detrimento Collins cuando escribió: “Es una actividad que
de los juicios emitidos sobre las obras de arte” debemos considerar sui generis […] actividad
(1969, p. 31). del todo particular y exclusivamente ligada a la
arquitectura” (1988, p. 5). En Architectural Jud-
Implicado en el debate arquitectónico italia-
gement (1971), Collins llegó incluso a afirmar
no del periodo de entreguerras, Venturi tuvo una
que los procedimientos judiciales y los diag-
influencia considerable sobre la crítica italiana
nósticos médicos (dos actividades que, obser-
de arquitectura de aquella época, y luego tam-
vémoslo, recurrían a las antiguas significaciones
bién en la posguerra, cuando se vio impregnada
de la palabra crítica, esto es, “contrastar con” y
por la filosofía croceana. Tras la muerte de Croce
“sopesar los pros y los contras” (Koselleck, 1979,
en 1952, Bruno Zevi (1952) (1918-2000) revalo-
pp. 164-166) se aproximan aún más a la crítica
rizó el texto del filósofo italiano sobre el método
arquitectónica (Collins, 1971, p. 142) que la pro-
histórico en arquitectura, considerado por Zevi
pia crítica de arte. En el seminario de Cranbrook
como el fundamento de un verdadero método
de 1964, Collins esbozaba que la crítica arqui-
de historia crítica de la disciplina. A pesar de
tectónica debería ser un discurso profesional
haber puesto en tela de juicio a partir de los años
especializado que tomara en cuenta no “la obra”
cincuenta ciertas tesis de Venturi sobre la crítica
como lo hace tradicionalmente la crítica de arte,
de arte, y aunque la concepción de Venturi —en
sino el proceso de concepción; en un intento de
la misma línea de Croce— sobre la arquitectu-
“eficacidad”, la crítica debería aplicarse incluso
ra como forma de arte (en su opinión, la crítica
a los croquis preliminares, antes que al edificio
arquitectónica considera solo el aspecto estéti-
terminado.
co separado del aspecto utilitario de la construc-
ción) fue rápidamente perseguida y cuestionada, Lo anterior tiende a afirmar la autonomía dis-
encontramos que en Italia la proximidad entre ciplinar de la crítica arquitectónica en relación
historia y crítica continuó siendo dominante en exclusiva con la historia y las teorías de la arqui-
el campo de la arquitectura. Basta recordar la tectura. ¿Cuáles son entonces los instrumentos
polémica aseveración de Manfredo Tafuri (1995) de la crítica, cuando estos provienen de otros
según la cual no existe la crítica, sino únicamente campos disciplinares (especialmente la literatu-
la historia, siendo entonces necesario compren- ra, el arte, las ciencias humanas y sociales) para
der que no hay lugar para la crítica por fuera ser transferidos al análisis de la arquitectura, tal y
de un análisis histórico. En el caso de Tafuri, los como ocurrió con la crítica de la segunda mitad
significados de la crítica y sus relaciones con la del siglo XX?
historia han sido explorados de manera más sutil Desde el segundo punto de vista, la crítica
y por fuera de la identificación venturiana entre arquitectónica es percibida de manera opuesta:
historia y crítica, particularmente en Théories esta vez como una de las “formas de la crítica
et histoire de l´architecture, y más tarde en la en general”. Adoptar esta óptica no implica, sin
introducción a La Sfera e il Labirinto —titulada embargo, pensar la arquitectura como una for-
“Il progetto storico”—. El sustrato histórico de la ma de arte dentro de una postura neoidealista, y,
crítica es invocado: criticar significa para Tafuri por otro lado, considerar la crítica arquitectónica
sostener un juicio de valor ya no sobre la obra in como una forma de la crítica en general permi-
abstracto, sino sobre su pertinencia en un deter- tiría diferenciar otros tipos de discursos sobre la
minado momento histórico. arquitectura, ya no tratándose de la autonomía
del discurso arquitectónico, sino de las especifici-
Algunas pistas por explorar dades (autores, registros, retóricas) de una forma
de discurso —especificidades que se encuentran
Más allá de las diferentes significaciones enun-
en el epicentro de la investigación—.
ciadas aquí, se pueden distinguir in fine dos pun-
tos de vista sobre la crítica arquitectónica que La oposición entre una crítica “autónoma”
han moldeado en gran medida su construcción intrínseca a la disciplina arquitectónica y una críti-
como objeto de investigación. El primero de ellos ca enfrentada a la crítica de arte y a sus funciones
la considera como un discurso interno (actores, sociales, aproxima las relaciones de la crítica hacia
referencias teóricas, publicaciones periódicas) al la opinión pública: uno de los aspectos fundamen-
campo de la arquitectura. A esto aspiraba Peter tales de la crítica es, en efecto, su interacción (o no)
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con un espacio público de debate, interacción que en el campo científico o en el campo literario
se halla en el centro mismo de la definición de crí- (Bouillon, 1993, p. 32).
tica. Y si la crítica de arte definida históricamente Una reflexión comparable podría ser realiza-
como “género literario” y como “juicio” se halla da para la crítica arquitectónica y los corpus que
implicada con la irrupción en el siglo XVIII de un contribuyen a delimitarla ya que, en efecto, su
espacio público de discusión, esta intersección con historia no es solamente aquella de los “grandes
la esfera pública, ¿no tiende acaso a desaparecer críticos” reconocidos además como historiadores
cuando la crítica se interpreta como discurso disci- o teóricos de la arquitectura. Por la contribución,
plinario y cuando esta se proclama como práctica desde luego sumamente importante de estos
“autónoma”? últimos, la historia de la crítica puede apoyarse
en las biografías intelectuales que la “historia de
Considerar la crítica arquitectónica como for- la historia de la arquitectura” ha desentrañado
ma de una “actividad más amplia llamada crí- progresivamente interesándose en historiado-
tica” permite finalmente sacar provecho de los res-críticos como Pevsner, Giedion, Hitchcock,
avances en diversos campos conexos de investi- Behrendt o Banham para la historiografía del
gación, entre los cuales figuran, por supuesto, las Movimiento Moderno, y extendiéndose actual-
investigaciones sobre la crítica de arte. Incluso mente a críticos o historiadores menos implica-
antes que la misma historia del arte, ya la sociolo- dos en dicha crítica “operativa”. Otra pista de
gía y la historia social del arte habían contribuido investigación tiene que ver con las interacciones
a definir la crítica, sus funciones en el mercado y entre revistas profesionales, prensa generalista y
en el espacio público de discusión, y su influen- cultural, y crítica arquitectónica, las cuales ameri-
cia —particularmente en el siglo XIX— en la tan ser analizadas con especial atención. En con-
carrera de los pintores. Las funciones sociales de clusión, los trabajos sobre la crítica han entrado
la crítica arquitectónica comenzaron entonces a definitivamente en resonancia con los recientes
ser parcialmente exploradas, especialmente en estudios sobre su recepción.
su relación con la historia de las profesiones y
con la investigación acerca de las consecuencias Salvo, quizás, si se opera en el campo de la
de la publicación en la arquitectura . estética, de la sociología del arte o de la socio-
logía de las profesiones, no se puede definir “la”
La historia del arte renovó luego los corpus de crítica arquitectónica como una práctica o un tipo
estudio y contribuyó a redefinir el objeto “crí- de discurso únicos. La identificación de un objeto
tica”; respecto a los primeros estudios llevados de investigación deberá necesariamente referir-
a cabo por los historiadores de la literatura, la se a coyunturas particulares que han moldeado
historia del arte ha tomado progresivamente configuraciones de la crítica en momentos his-
en cuenta ciertos corpus que se extienden a la tóricos y en contextos culturales determinados.
denominada crítica ordinaria, más allá de los De esta manera, el objeto “crítico” podrá ser
textos de escritores, de historiadores o de críti- abordado por medio de diversos parámetros más
cos cuya aura había sido previamente construida fácilmente definibles: los actores de la crítica y
sus instrumentos teóricos en contextos históricos
29 Ver los trabajos de Hélène Lipstadt y Beatriz Colomina. y epistemológicos determinados.
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Arquitectura
134 E-ISSN: 2357-626X
Vigilada Mineducación
Revista de Arquitectura ISSN: 1657-0308
A Derechos de autor
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“obra en colaboración” y “obra colectiva”. La primera es aquella cuya autoría Cambios de autoría.
corresponde a todos los participantes al ser fruto de su trabajo conjunto. En
Conflicto de interés (CDI) no revelado o declarado.
este caso, quien actúa como responsable y persona de contacto debe asegurar
que quienes firman como autores han revisado y aprobado la versión final, y Otras que pudieran surgir en el proceso de investigación y publicación.
dan consentimiento para su divulgación. La obra colectiva es aquella en la que, La fabricación de resultados se genera al mostrar datos inventados por los au-
aunque participan diversos colaboradores, hay un autor que toma la iniciativa, tores; la falsificación resulta cuando los datos son manipulados y cambiados a
la coordinación y realización de dicha obra. En estos casos, la autoría corres- capricho de los autores; la omisión se origina cuando los autores ocultan deli-
ponderá a dicha persona (salvo pacto en contrario) y será suficiente únicamen- beradamente un hecho o dato. El plagio se da cuando un autor presenta como
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plejidad y la extensión, y no deberá ser superior a la media de la disciplina, por da cuando el mismo autor reutiliza material propio que ya fue publicado, pero
lo cual se recomienda que no sea mayor de cinco. El orden en que se enuncien sin indicar la referencia al trabajo anterior. La revista se apoya en herramientas
corresponderá a los aportes de cada uno a la construcción del texto, se debe digitales que detectan cualquiera de estos casos en los artículos postulados,
evitar la autoría ficticia o regalada. Si se incluyen más personas que trabajaron y es labor de los editores y revisores velar por la originalidad y fidelidad en
en la investigación se sugiere que sea en calidad de colaboradores o como la citación. La publicación redundante o duplicada se refiere a la copia total,
parte de los agradecimientos. La Revista de Arquitectura respetará el número y el parcial o alterada de un trabajo ya publicado por el mismo autor
orden en que figuren en el original remitido. Si los autores consideran nece- En caso de sospechar de alguna mala conducta se recomienda seguir los dia-
sario, al final del artículo pueden incluir una breve descripción de los aportes gramas de flujo elaborados por COPE (2008), con el fin de determinar las
individuales de cada uno de firmantes. acciones correspondientes.
La comunicación se establece con uno de los autores, quien a su vez será el La Revista de Arquitectura se reserva el derecho de retractación de publicación de
responsable de informar a los demás autores de las notificaciones emitidas por aquellos artículos que, posterior a su publicación, se demuestre que presentan
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En virtud de mantener el equilibro de las secciones y las mismas oportu- decisión se apoyará en “Retraction Guidelines” (COPE, 2009). Si el error es
nidades para todos los participantes, un mismo autor puede postular dos o menor, este se podrá rectificar mediante una nota editorial de corrección o
más artículos de manera simultánea; si la decisión editorial es favorable y los una fe de erratas. Los autores también tienen la posibilidad de solicitar la re-
artículos son aceptados, su publicación se realizará en números diferentes. tractación de publicación cuando descubran que su trabajo presenta errores
graves. En todos los casos se conservará la versión electrónica y se harán las
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tículo (Article Processing Charge-APC), o por el sometimiento de textos a la para lo cual se han dispuesto las siguientes cuentas de correo electrónico:
publicación.
[email protected] y [email protected]
18
Vol. Nro. 2 2016 135 Facultad de Diseño
Instrucciones para colaboradores
A Directrices para autores
Instrucciones para colaboradores La Revista de Arquitectura recibe artículos de manera permanente. Los
artículos se procesan a medida que se postulan, dependiendo el flujo
editorial de cada sección.
2. Artículo de investigación científica y tecnológica: documento que
presenta, de manera detallada, los resultados originales de proyec-
tos terminados de investigación. La estructura generalmente utilizada
contiene cuatro apartes importantes: introducción, metodología, re-
El idioma principal es el español, y como opcionales están definidos
sultados y conclusiones.
el inglés, el portugués y el francés; los textos pueden ser escritos y pre-
sentados en cualquiera de estos. 3. Artículo de reflexión: documento que presenta resultados de inves-
tigación terminada desde una perspectiva analítica, interpretativa
Los artículos postulados deben corresponder a las categorías univer-
o crítica del autor, sobre un tema específico, recurriendo a fuentes
salmente aceptadas como producto de investigación, ser originales e
originales.
inéditos y sus contenidos responder a criterios de precisión, claridad y
brevedad. En todos los casos se debe presentar la información suficiente para
que cualquier investigador pueda reproducir la investigación y confir-
Como punto de referencia se pueden tomar las tipologías y definicio-
mar o refutar las interpretaciones defendidas.
nes del Índice Bibliográfico Nacional, Publindex (2010) que se descri-
ben la continuación: También se pueden presentar otro tipo de documentos diferentes a
los anteriormente descritos, como pueden ser: artículo corto, reporte
1. Artículo de revisión: documento resultado de una investigación termi-
de caso, revisión de tema, documento resultado de la revisión crítica
nada donde se analizan, sistematizan e integran los resultados de in-
de la literatura sobre un tema en particular, cartas al editor, traduc-
vestigaciones publicadas o no publicadas, sobre un campo en ciencia
ción, documento de reflexión no derivado de investigación, reseña
o tecnología, con el fin de dar cuenta de los avances y las tendencias
bibliográfica, así como proyectos de arquitectura o urbanismo, entre
de desarrollo. Se caracteriza por presentar una cuidadosa revisión
otros.
bibliográfica de por lo menos 50 referencias.
A
debe describir el tipo de artículo y brevemente el marco investigativo
del cual es resultado y diligenciar el formato (RevArq FP02 Info Proyec- Para más detalles, consultar el documento RevArq Parámetros para
tos de Investigación). Autores Descripción en el portal web de la Revista de Arquitectura
Texto: todas las páginas deben venir numeradas y con el título de ar- Beneficios
tículo en la parte superior de la página. Márgenes de 3 cm por todos los Como reconocimiento a los autores, se les hará envío postal de dos
lados, interlineado doble, fuente Arial o Times New Roman de 12 puntos, ejemplares de la edición impresa sin ningún costo y entregada en la
texto justificado (Ver plantilla para presentación de artículos). La extensión dirección consignada en el formato de hoja de vida (RevArq FP01); adi-
de los artículos debe ser de alrededor de 5.000 palabras (± 20 pági- cionalmente, se enviará el vínculo para la descarga de la versión digital.
nas, incluyendo gráficos, tablas, referencias, etc.); como mínimo 3.500 y
máximo 8.000 palabras. Se debe seguir el estilo vigente y recomendado También se enviará una constancia informativa en la que se relaciona
en el Manual para Publicación de la American Psychological Association la publicación del artículo y, de manera opcional, se pueden detallar las
(APA). (Para mayor información véase http://www.apastyle.org/) fechas del proceso editorial y el arbitraje realizado.
* Todos los formatos, las ayudas e instrucciones detalladas se encuentran disponibles en la página web de la Revista de Arquitectura http://editorial.ucatolica.edu.co/ojsucatolica/revistas_ucatolica/index.php/RevArq.
** Para consultar estas instrucciones en otro idioma por favor acceder a la página web de la Revista de Arquitectura.
Arquitectura
136 E-ISSN: 2357-626X
Além do público/privado
Intervenções temporárias e criação de espaços coletivos
Pág. 27
no Rio de Janeiro
Más allá de lo público y lo privado. Intervenciones temporales y
creación de espacios colectivos en Río de Janeiro
Beyond the public and the private. temporary interventions and
the creation of collective spaces in Rio de Janeiro
Adriana Sansão-Fontes, Aline Couri-Fabião
Entrevías en Madrid
The landscape of horizontal habitats: The Tuscolano Unit in Rome
and the Village of Entrevías in Madrid
Federico Colella
TECNOLOGÍA, MEDIOAMBIENTE Y
PROYECTO ARQUITECTÓNICO Y
Ana C. Lavilla-Iribarren
TECHNOLOGY, ENVIRONMENT
ARCHITECTURAL AND URBAN
CULTURA Y ESPACIO URBANO
CULTURE AND URBAN SPACE
modernizante
AND SUSTAINABILITY
DESDE LA FACULTAD
FROM THE FACULTY
The plan, a messianic act of the project architect. The historical
situation of design in the modernizing utopia
SOSTENIBILIDAD
PROJECT
TEXTOS
diseño urbano
TEXTS
Pág. 82
Solar access in architecture and the city. Historical approach La Revista de Arquitectura es de acceso abierto,
Ricardo Franco-Medina, Pedro Juan Bright-Samper arbitrada e indexada y está presente en:
ISSN 1657030-8
01802
9 771657 030009