SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0583/2017-S2
Sucre, 19 de junio de 2017
SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de libertad
Expediente: 19229-2017-39-AL
Departamento: Cochabamba
En revisión la Resolución de 26 de abril de 2017, cursante de fs. 37 a 42, pronunciada
dentro de la acción de libertad interpuesta por Iván Tito Salinas Álvarez en
representación sin mandato de Edwin Armando Zamorano Jiménez contra Gina Luisa
Castellón Ugarte y Mirtha Gaby Meneces Gómez, Vocales de la Sala Penal Segunda y
Tercera respectivamente, ambas del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial de 24 de abril de 2017, cursante de fs. 2 a 5 vta., el accionante a través de
su representante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
Habiéndose dispuesto su detención preventiva en el Centro de Rehabilitación "San
Pablo" de Quillacollo, emergente de la imputación formal pronunciada el 11 de
noviembre de 2016, por la presunta comisión de los delitos tipificados en el art.
308 bis y 312 del Código Penal (CP) y considerando que hubiese mejorado su
situación jurídica, al amparo del art. 239.1 del Código de Procedimiento Penal (CPP),
solicitó la cesación de esta medida cautelar, petición que fue analizada en audiencia
de 9 de febrero de 2017, determinándose la inconcurrencia de las
circunstancias descritas en los numerales 1 y 2 del art. 234 del mismo Código, pero que
aún se encontraba latente el presupuesto procesal descrito en el numeral 10 del citado
artículo (peligro efectivo para la sociedad o para la víctima o el denunciante), por lo que
se dispuso mantener subsistente su detención preventiva, pese a acompañar nuevos
elementos probatorios que desvirtuaban la pertinencia de su aplicación; cuya decisión
judicial -expresa el accionante-, no se encuentra precisamente dentro del marco de la
doctrina legal relativa al juicio de contrastación realizado al amparo del art. 234.10 del
CPP, cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional mediante SCP 0056/2014 de
3 de enero, declaró la constitucionalidad de esta norma procesal penal, pero bajo una
interpretación específica de la misma.
Ante la aplicación errónea de esta doctrina legal, formuló apelación incidental que fue
resuelta por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, mediante Auto de Vista de 29 de marzo de 2017, declarando la
improcedencia del recurso de alzada y confirmando el auto apelado, bajo una escasa e
incongruente fundamentación, que además no respondió al parámetro interpretativo del
mencionado presupuesto procesal establecido por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, esto es, la concurrencia de "PELIGROSIDAD y la conducta delictiva
reiterada!' del imputado, parámetros que -según refiere la acción-, debieron considerarse
nuevos elementos de convicción por las autoridades demandadas, quienes por el
contrario se limitaron en señalar que: "en el presente caso, al no tratarse de la aplicación
de medidas cautelares sino de cesación a la detención preventiva, al imputado le
corresponde desvirtuar los motivos que fundamenta el Num. 10 del Art. 234 de CPP,
toda vez que en caso de que al aplicar la detención preventiva no se hayan adecuado los
fundamentos al entendimiento de la S.C 0056/2014, correspondía impugnar
oportunamente la resolución"(sic); entendimiento que a criterio del accionante, no
puede respaldar la decisión de mantener subsistente el aludido riesgo procesal como
circunstancia que acredita peligro de fuga, puesto que desconoce el carácter obligatorio
y vinculante que conlleva todo fallo constitucional, en este caso, la SCP 0056/2014, que
fija el sentido y alcance interpretativo de la peligrosidad como riesgo procesal.
I.1.1. Derechos y garantías supuestamente vulnerados
El accionante a través de su representante señala como lesionados sus derechos a la
defensa y al debido proceso en sus vertientes, motivación, fundamentación y
congruencia, citando al efecto los arts. "155" y 117 de la Constitución Política del
Estado (CPE).
I.1.2. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, disponiendo la nulidad del Auto de Vista de 29 de marzo
de 2017 y la emisión de una nueva resolución a cargo del Tribunal de alzada, en base a
los lineamientos de la jurisprudencia vinculante prevista en la SCP 0056/2014.
I.2. Audiencia y Resolución de Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 26 de abril de 2017, según consta del acta cursante a
fs. 35 a 42, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1 Ratificación y ampliación de la acción
El accionante a través de su abogado, luego de ratificar los argumentos de su acción
tutelar amplió los mismos señalando que conforme a la interpretación realizada por el
Tribunal Constitucional Plurinacional en la SCP 0056/2014, la aplicación de numeral 10
del art. 234 del CPP debe estar orientada "a la peligrosidad y a la conducta delictiva
reiterada del imputado", aspecto que no fue considerado como nuevo elemento de
convicción por las autoridades demandadas al momento de resolver la apelación
incidental formulada; a su turno, luego de escuchado el informe escrito presentado por
dichas autoridades, en uso del derecho a la réplica señaló que la SCP 0056/2014, ha
establecido que las autolimitaciones de la jurisprudencia constitucional, no son exigibles
cuando se produce vulneración de derechos y garantías constitucionales; en este tipo de
casos, el Tribunal de garantías puede ingresar a la revisión de la legalidad ordinaria a fin
de velar por los derechos y garantías mencionados, más aún cuando en el caso
analizado, la jurisdicción ordinaria no cumplió con este rol.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Gina Luisa Castellón Ligarte y Mirtha Gaby Meneses Gómez, de las Salas Penales
Segunda y Tercera, respectivamente, del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, mediante informe de 26 de abril de 2017, cursante de fs. 31 a fs. 34 vta.,
manifestaron que: a) Por disposición del art. 398 del CPP, compete a los tribunales de
alzada circunscribir su resolución a los aspectos o puntos cuestionados del fallo
impugnado; en el marco de la premisa anterior y en cuanto a una solicitud de cesación
de la detención preventiva, el juez o tribunal deberá resolver la pretensión atendiendo a
los motivos que determinaron la detención preventiva y la existencia de nuevos
elementos de convicción que tornen conveniente la sustitución de esta medida por otra
cautelar que no implique la restricción preventiva de la libertad personal, sin que le sea
permitido al tribunal de apelación revisar o modificar una resolución ajena a la apelada;
b) La SCP 0080/2010-R de 3 de mayo, ha desarrollado los casos en que por excepción
no corresponde ingresar al análisis de fondo de una acción de libertad en materia penal,
entre los que figura la voluntad del imputado de formular una nueva revisión de las
medidas cautelares impuestas, luego que se confirmara en apelación la subsistencia de
las mismas, sin acudir previamente a la jurisdicción constitucional cuestionando la
resolución del tribunal de alzada, circunstancia que se presenta en el caso analizado,
dado que se pretende revisar la motivación de un auto firme (de aplicación de medidas
cautelares de 11 de noviembre de 2016), que no fue objeto de apelación; y, c)
Acudiendo a la jurisprudencia constitucional, resalta los cánones de la autolimitación de
la justicia constitucional respecto a la jurisdicción ordinaria, entre los que se encuentra
la no interpretación de la legalidad ordinaria por el Tribunal Constitucional
Plurinacional, salvo que en dicha labor interpretativa, inherente a la jurisdicción
ordinaria o administrativa se hubiesen lesionado derechos fundamentales o garantías
constitucionales; situación ante la cual podrán activarse los mecanismos de tutela
constitucional, siempre que el accionante al interponer su demanda: 1) Exponga de
manera adecuada, precisa y debidamente fundamentada los criterios interpretativos
soslayados por el juez o tribunal ordinario en la resolución del caso concreto; 2) Señale
los principios fundamentales o valores supremos que no fueron tomados en cuenta en la
labor hermenéutica jurisdiccional; y, 3) Destaque los derechos fundamentales
lesionados con la interpretación errónea de la ley y la relación causal entre dicha
vulneración y la interpretación cuestionada, expresando cuál hubiese sido el resultado
alcanzado con la interpretación considerada como correcta; presupuestos que a criterio
de las autoridades demandadas no fueron cumplidos por el accionante, de manera que al
no estar demostrada la relevancia constitucional del caso analizado, la justicia
constitucional no se encontraría en condiciones de revisar el criterio jurídico de la
autoridad jurisdiccional ordinaria plasmado en la resolución cuestionada.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,
constituida en Tribunal de garantías, por Resolución de 26 de abril de 2017, cursante de
fs. 37 a fs. 42, denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: 1) La
Resolución de 11 de noviembre de 2016 que impone la medida cautelar de la detención
preventiva del accionante, bajo la causal prevista en el art. 234.10 del CPP, no fue
objeto de apelación incidental, de manera que conforme al art. 398 del mismo código, el
Auto de Vista de 29 de marzo de 2017 emergente de la solicitud de cesación de
detención preventiva, no podía revisar una resolución anterior que se encuentra firme;
2) La acción de libertad no explica de qué modo la labor interpretativa plasmada en la
resolución pronunciada por el Tribunal de alzada, resulta insuficientemente motivada,
arbitraria, incongruente, absurda, ilógica o con error evidente que a la postre produjo la
vulneración de derechos fundamentales o garantías constitucionales del accionante
como tampoco identifica si las reglas de interpretación que fueron omitidas por las
autoridades demandadas; y, 3) La acción constitucional formulada se limita a solicitar
que se revisen los criterios que respecto al art. 234.10 del CPP, fueron plasmados en el
Auto de aplicación de medidas cautelares de 11 de noviembre de 2016, que no es el que
motivó el recurso de apelación por cuya circunstancia, no le compete al Tribunal de
garantías verificar si al haberse declarado la improcedencia del recurso de apelación, las
Vocales demandadas hubiesen incurrido en erróneo criterio jurídico.
II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes, se establece lo siguiente:
II. 1. En audiencia de aplicación de medidas cautelares llevada a cabo ante el Juzgado
Público Civil y Comercial, de Familia e Instrucción Penal Primero de Vinto del
departamento de Cochabamba, el 11 de noviembre de 2016, se dispuso la detención
preventiva de Edwin Armando Zamorano Jiménez por concurrir los presupuestos y
riesgos procesales previstos en los arts. 233.1.2, 234.1.2.10 y 235.1.2 del CPP; respecto
a la circunstancia señalada en el numeral 10 del art. 234 del mencionado Código, se
consideró la concurrencia de la misma, porque al existir indicios de haberse cometido
hechos similares contra otras menores la conducta del imputado constituiría un peligro
efectivo para la víctima y sociedad (fs. 16 a 20).
II.2. El 22 de diciembre de 2016, se lleva a cabo la primera audiencia de cesación a la
detención preventiva, solicitada por el imputado ahora accionante, en cuyo actuado,
luego de escuchar los argumentos del abogado defensor como del representante de la
Defensoría de la Niñez y Adolescencia, la autoridad judicial a cargo del control
jurisdiccional, rechazó la solicitud (fs. 21 a 24).
II.3. De fs. 25 a 28, cursa acta de una segunda audiencia de cesación a la detención
preventiva del accionante, efectuada el 9 de febrero de 2017, en la que la defensa
técnica, presenta diferentes certificaciones e informes, emitidos por la Policía Boliviana,
el Registro Judicial de Antecedentes Penales, la Dirección del Centro de Rehabilitación
en el que se encuentra, el Ministerio Público, Plataforma del Tribunal Departamental de
Justicia de Cochabamba y el funcionario policial a cargo de la investigación, que
acreditan la inexistencia de denuncias como de procesos penales instaurados contra el
imputado, distintos de aquel por el que guarda detención preventiva; documentación que
a criterio del accionante, descarta el peligro efectivo para la sociedad, como la ausencia
de actividad delictiva reiterada, que -señala-, configuran los dos parámetros para la
aplicación del riesgo procesal descrito en el numeral 10 del art. 234 del CPP
establecidos en la SCP 0056/2014, que declara la constitucionalidad de dicho riesgo
procesal, bajo el entendimiento interpretativo antes mencionado cuyos elementos
probatorios después de ser valorados por la autoridad judicial a cargo del control
jurisdiccional fueron desestimados, señalando que el hecho hubiese ocurrido en el lugar
de trabajo del imputado, que es a la vez el domicilio de éste, quien tiende a contratar a
niñas entre doce y trece años para que vendan helados, las que -según la autoridad
judicial-, pueden ser víctimas de hechos similares; por lo que decidió rechazar la
solicitud de cesación de la detención preventiva, al mantenerse subsistentes las
circunstancias procesales establecidas en el art. 234.10 y 235.1.2 del adjetivo penal;
decisión ante la cual el accionante formuló apelación incidental en la misma audiencia
cautelar.
II.4. A fs. 29 y 30 corre acta de audiencia cautelar de 29 de marzo de 2017, llevada a
cabo en la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,
en la que se analizó la apelación incidental interpuesta por el accionante del Auto de 9
de febrero de 2017, quien manifiesta que la autoridad judicial recurrida determinó
mantener subsistente su detención preventiva, pese a invocar el canon de
constitucionalidad establecido en la SCP 0056/2014, en relación al numeral 10 del art.
234 del CPP y acompañar certificaciones que desvirtuaban los presupuestos de
aplicación de este riesgo procesal establecidos en el citado fallo constitucional.
Asimismo, cursa Auto de Vista, que declara improcedente la alzada bajo el argumento
de que, si la aplicación de la medida cautelar de la detención preventiva no estaba sujeta
al entendimiento desarrollado por la SCP 0056/2014, correspondía impugnar
oportunamente esa Resolución; expresa también que, siendo el fundamento de la
aplicación del riesgo procesal contenido en el art. 234.10 del CPP, la situación de
vulnerabilidad de la víctima menor de edad y de otras, así como la "la personalidad que
ha asumido el imputado en la presunta comisión del hecho ilícito", este fundamento no
ha sido desvirtuado, más aún si las certificaciones presentadas al efecto solo guardan
relación con el peligro efectivo para la sociedad "y no para la víctima".
II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante alega la vulneración de sus derechos a la defensa y al debido proceso en
sus vertientes motivación, fundamentación y congruencia, dado que ante el rechazo de
la cesación de su detención preventiva por la autoridad judicial a cargo del control
jurisdiccional, por encontrarse latente el riesgo procesal previsto en el art. 234.10 del
CPP, formuló apelación incidental ante la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, instancia que declaró la improcedencia de
dicha apelación, confirmando el Auto apelado bajo una escasa e incongruente
fundamentación, alejada del parámetro interpretativo del mencionado presupuesto
procesal establecido por el Tribunal Constitucional Plurinacional en la SCP 0056/2014,
referido a la necesidad de acreditar la concurrencia de peligrosidad y de conducta
delictiva reiterada del imputado, parámetros que debieron considerarse por las
autoridades demandadas, como nuevos elementos de convicción y respecto a los cuales
presentó informes y certificaciones que justificaban la inconcurrencia de dicho riesgo
procesal.
En consecuencia, corresponde analizar en revisión, si tales extremos son evidentes a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. La acción de libertad y el debido proceso
La SCP 0037/2012 de 26 de marzo, señaló que: "respecto a las denuncias referidas a
procesamiento indebido, la jurisprudencia constitucional ha sido uniforme al señalar que
la vía idónea para su impugnación es el amparo constitucional; sin embargo, cuando se
demuestre que esas vulneraciones afectaron directamente al derecho a la libertad física o
libertad de locomoción del accionante, dicha protección se verá materializada a través
de la acción de libertad, en aquellos casos en los cuales, el procesamiento indebido
constituya la causa directa que originó la restricción o supresión de los antes citados
derechos previo cumplimiento de la subsidiariedad excepcional que rige a este tipo de
acciones.
Con relación a este tema, la doctrina desarrollada por este Tribunal Constitucional,
estableció que la protección otorgada por la acción de libertad cuando se refiere al
debido proceso, no abarca a todas las formas que puede ser vulnerado, sino, queda
reservada para aquellos entornos que conciernen directamente al derecho a la libertad
física y de locomoción; caso contrario, deberá ser tutelado mediante la acción de
amparo constitucional, dado que mediante ésta no es posible analizar actos o decisiones
demandados como ilegales que no guarden vinculación con los derechos citados.
Además de este requisito, debe tenerse presente que opera igualmente el principio de
subsidiariedad, de modo que previo a su interposición, deberán agotarse los medios
idóneos dentro de la jurisdicción ordinaria donde se tramita la causa, y no pretender su
tutela en el ámbito constitucional, cuando los redamos no fueron activados
oportunamente, habida cuenta que no puede utilizarse para salvar la negligencia de la
parte demandante. En similar sentido se pronunció este Tribunal en las SSCC
0200/2002-R, 0414/2002-R, 1865/2004-R, 0619/2005-Ry0057/2010-R, entreoirás.
(...)
En consecuencia, la acción de libertad, tratándose de medidas cautelares de carácter
personal, sólo puede activarse ante un procesamiento indebido, cuando se encuentra
relacionado directamente con la amenaza, restricción o supresión de la libertad física o
de locomoción y se hubieren agotado todos los mecanismos intraprocesales de
impugnación, salvo que al actor se le hubiere colocado en un absoluto estado de
indefensión, caso en el que no resulta razonable la exigencia de la observancia del
principio de subsidiariedad excepcional que rige a la acción de libertad, precisamente
por su imposibilidad de activar los medios de reclamación; de tal manera que otras
formas de procesamiento indebido, no pueden ser compulsadas mediante la presente
acción de defensa, debiendo hacérselas en su caso en el ámbito de la otra acción tutelar
como el amparo constitucional" (las negrillas son nuestras).
III.2. Sobre la revisión de la interpretación de la legalidad ordinaria a través de la
acción de libertad
Este Tribunal a través de su jurisprudencia, ha desarrollado los casos en los cuales
amerita ingresar al análisis de la legalidad ordinaria, tarea atribuida como regla general
a las autoridades judiciales o administrativas competentes para realizar esta labor; sobre
el particular la SCP 0077/2012 de 16 de abril, abordando esta temática, definió los
parámetros en que es preciso que el Tribunal Constitucional Plurinacional, verifique los
cánones interpretativos de las normas infra constitucionales, en relación a acciones de
libertad y los principios que informan a este mecanismo constitucional de tutela,
señalando que: "…corresponde remitirse a lo sustentado tanto por las autoridades
demandadas, como por el Juez de garantías en sentido que el accionante no hubiere
cumplido con los requisitos para que se revise la interpretación de la legalidad ordinaria.
Al respecto, cabe precisar que si bien la jurisprudencia del Tribunal Constitucional ha
desarrollado dentro de las líneas de autorrestricción subreglas para que la jurisdicción
constitucional ingrese al análisis de i a interpretación de la legalidad ordinaria,
efectuada por los jueces y tribunales, estableciendo la exigencia de que el accionante
’...1. Explique por qué la labor interpretativa impugnada resulta insuficientemente
motivada, arbitraria, incongruente, absurda o ilógica o con error evidente, identificando,
en su caso, las reglas de interpretación que fueron omitidas por el órgano judicial o
administrativo, y 2. Precise los derechos o garantías constitucionales que fueron
lesionados por el intérprete, estableciendo el nexo de causalidad entre éstos y la
interpretación impugnada; dado que sólo de esta manera la problemática planteada por
el recurrente, tendrá relevancia constitucional" (SC 0085/2006-R de 25 de enero, entre
otras); sin embargo, corresponde analizar si dicho entendimiento jurisprudencial puede
ser aplicado a la acción de libertad.
En esta perspectiva, resulta necesario recordar que la característica del informalismo
constituye un principio configurador de la naturaleza jurídica de la acción de libertad,
entendido como la ausencia de formalidades y rigorismos procesales que tiendan a
enervar injustificadamente la tramitación pronta y oportuna de esta acción tutelar, el
mismo que guarda correspondencia con las características de sumariedad e inmediatez
propias de la acción de libertad, cuyas diversas manifestaciones han sido desarrolladas
por el constituyente, el legislador y la jurisprudencia constitucional.
Así la SC 0017/2011-R de 17 de febrero, refiriéndose a las características que rodean a
la acción de libertad, estableció lo siguiente: «De manera coherente con las corrientes
del Derecho Constitucional contemporáneo y la visión plural orientada a la realidad
nacional, el art. 125 de la CPE, superó la denominación de hábeas corpus, prevista
anteriormente por el art 18 de la Constitución Política del Estado abrogada CPEabrg, e
instituyó la de acción de libertad, configurándola como una garantía esencial que,
además de la libertad, resguarda el derecho a la vida como bien jurídico primario y
fuente de los demás derechos del ser humano; sin embargo, a pesar de ese cambio
cualitativo, existen coincidencias substanciales, pues la Constitución vigente mantiene
las características esenciales del hábeas corpus: El informalismo, por la ausencia de
requisitos formales en su presentación; la inmediatez, por la urgencia en la protección
de los derechos que resguarda; la sumariedad, por el trámite caracterizado por su
celeridad; la generalidad porque no reconoce ningún tipo de privilegio, inmunidad o
prerrogativa, y la Inmediación, porque se requiere que la autoridad judicial tenga
contacto con la persona privada de libertad.
Es importante resaltar que la Constitución Política del Estado vigente/ en el marco más
amplio que implica la concepción de acción de libertad y acorde a/ principio de
progresividad, acentúa algunas de las características anotadas; así por ejemplo, en el
caso del informalismo, contempla la posibilidad de presentación oral de la acción de
libertad, antes reservada sólo a los supuestos en que la persona fuera menor de edad,
incapacitada, analfabeta o notoriamente pobre; en el caso de la Inmediación, además de
establecer que la autoridad judicial dispondrá que el accionante sea conducido a su
presencia, prevé la posibilidad de que ésta acuda al lugar de detención».
En efecto, bajo el principio configurador del Informalismo, la acción de libertad puede
ser presentada en forma verbal o escrita, por sí o por cualquiera a su nombre sin
necesidad de poder de representación y sin ninguna formalidad procesal, quedando
liberadas las exigencias de argumentación jurídica en cuanto a los derechos
considerados lesionados o respecto de la identificación de las normas conculcadas por
los actos u omisiones denunciados, todo ello con la finalidad de otorgar una protección
inmediata y oportuna a los derechos objeto de protección.
En virtud de él, ni el constituyente ni el legislador -art. 67 de la L TCP- han establecido
requisitos formales o de contenido para la presentación de la demanda de acción de
libertad que tengan que ser cumplidos para su activación, inclusive bajo este principio,
conforme reconoció la jurisprudencia constitucional contenida en las SSCC 0304/2001-
R, 0454/2001-R, 0294/2003-R y 1204/2003-R, el juez o tribunal de garantías debía
salvar los defectos u omisiones de derecho advertidos en la demanda y pronunciarse de
oficio sobre actos ilegales, derechos y garantías conexos a los hechos denunciados. Así,
la SC 1204/2003-R de 25 de agosto, estableció lo siguiente: «Que, en materia de hábeas
corpus, dada la naturaleza de los derechos bajo su protección, le está permitido a la
jurisdicción constitucional en una correcta aplicación de la justicia constitucional no
sólo limitarse a compulsar la violación de las normas que citara el recurrente como
vulneradas, sino también de otras que a consecuencia de aquéllas y principalmente del
hecho o acto que se refiere como constitutivo de la lesión resultan también vulneradas,
lo que bajo ningún motivo, puede interpretarse como resolver la problemática en base a
presupuestos distintos a los que hubiera referido el recurrente, pues se reitera que lo
dicho, se refiere únicamente a hechos conexos, vale decir que de esta compulsa se
determinarán otras acciones que impliquen lesión al derecho a la libertad en cualquiera
de sus formas, siempre que éstas derivaren o estén vinculadas con la denuncia.
Otra de las manifestaciones del informalismo se desprende de lo previsto en el art. 68.2
de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional LTCP, cuando señala que: «...la
autoridad competente podrá ordenar a quien tenga en su poder la remisión de actuados
concernientes al hecho demandado», otorgando la facultad al tribunal de garantías de
pedir todo elemento probatorio, independientemente del presentado por el accionante o
por la autoridad o persona demandada con la finalidad de encontrar la verdad material
de los hechos denunciados.
Consecuentemente, bajo el principio de ¡informalismo, por un lado, no podrán exigirse
presupuestos formales a ser cumplidos por e! accionante para activar e! ámbito de
protección de la acción de libertad; v de otro lado, tampoco podrá requerirse la
observancia a! accionante de libertad, de entendimientos jurisprudenciales referidos a
las exigencias de carga argumentativa a ser cumplidas en la demanda u otros requisitos
que impliquen una carga procesa! para activar este mecanismo procesal al no
encontrarse la acción de libertad sujeta a requisitos de admisibilidad. En tal sentido, los
presupuestos para la revisión de la legalidad ordinaria establecidos por la jurisprudencia
constitucional para la acción de amparo constitucional no pueden ser exigidos como
presupuestos a ser observados a quien demanda de acción de libertad, dado que dicha
carga argumentativa resulta adversa a su naturaleza. Un entendimiento contrario,
implicaría adoptar una interpretación restrictiva v limitativa de este mecanismo de
protección desacorde a los criterios de interpretación de los derechos humanos v a los
mandatos previstos en los arts. 13.IV, 256.11 v 410.11 de la CPE.
El razonamiento precedente implica un cambio del entendimiento jurisprudencial
asumido sobre este extremo en la SC 0083/2010-R de 4 de mayo" (las negrillas
pertenecen al texto original).
III.3. Naturaleza jurídica de las medidas cautelares de carácter personal (el canon de
interpretación establecido para el riesgo procesal contenido en el art. 234.10 del CPP, en
la SCP 0056/2014)
A través de la SC 2244/2010-R, este Tribunal, recogiendo entendimientos
jurisprudenciales anteriores, abordó el carácter esencial y la finalidad que cumplen las
medidas cautelares de orden personal al interior del régimen jurídico penal boliviano,
expresando que: "Conforme previene el art. 117.1 de la CPE: ‘Ninguna persona puede
ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso..." o sea
por un imperativo constitucional es esencial la presencia del imputado a todos los actos
en los que se lo requiera, por ello el legislador ha introducido en el procedimiento penal,
las medidas de coerción personal que cumplen dicha finalidad, que además de asegurar
la concurrencia de encausado tienden a evitar que se obstaculice la averiguación de la
verdad, avalando con ello el desarrollo del proceso en franca aplicación del principio de
igualdad establecido en el art. 119.1: 'Las partes en conflicto gozarán de igualdad de
oportunidades para ejercer durante el proceso las facultades y los derechos que les
asistan,...' o sea por un lado el derecho de la víctima de acceder a la justicia para que se
imponga una pena al infractor y se le repare el daño causado; frente al respeto de las
garantías individuales del encausado, entre ellas la presunción de inocencia y el
sometimiento al debido proceso; de donde surge la ¡nstrumentalidad como la primera
característica de i as medidas cautelares personales; es decir, que surgen de la necesidad
del proceso y solo son aplicables dentro del mismo, por lo que al variar las condiciones
que las determinaron pueden modificarse configurando otra de sus características que es
la revisabilidad o temporalidad; pero además tomando en cuenta la previsión del art.
221 del CPP, en concordancia con el art. 7 del mismo cuerpo legal son excepcionales, o
sea que la regla es la libertad y su restricción es aplicable en determinadas
circunstancias; a ello se agrega su proporcionalidad, que limita su aplicación a aquellos
hechos que afecten bienes jurídicos superiores, cuyas penas privativas de libertad sean
significativas, teniendo también como finalidad la efectividad de la sentencia que se
dictará como emergencia del proceso. No obstante lo anotado, cabe reiterar que en
ningún caso se podrá restringir la libertad del imputado para garantizar el resarcimiento
del daño civil, pago de costas o multas.
Las medidas cautelares de carácter personal son: El arresto, cuando en el primer
momento de la investigación no sea posible individualizar a los autores y testigos del
hecho, pudiendo disponer, si es necesario el arresto de todos los presentes por un plazo
no mayor a ocho horas; la aprehensión, a ser adoptada siempre que sea necesaria la
presencia del imputado en el proceso y existan suficientes indicios de que es autor o
partícipe de un delito de acción pública, pudiendo ser realizada por el fiscal, el policía o
particulares; la incomunicación, cuando existan motivos que hagan temer que el
imputado obstaculizará la averiguación de la verdad; la detención preventiva, aplicable
al existir elementos de convicción suficientes para: Sostener que el imputado es con
probabilidad autor o partícipe de un hecho punible o de que no se someterá al proceso y
obstaculizará la averiguación de la verdad, constituyéndose estos supuestos en los
requisitos que necesariamente deben concurrir para que la autoridad jurisdiccional
pueda imponerla, conforme lo precisa el art. 233 del CPP.
En similar sentido, la SC 0012/2006-R de 4 de enero, ratificada por la reciente SC
0547/2010-R de 12 de julio, expresó: '"...las medidas cautelares tiene un carácter
instrumental y están dirigidas a lograr la eficacia de la coerción penal estatal, al intentar
asegurar con su aplicación: 1) la averiguación de la verdad, 2) el desarrollo del proceso
penal, y 3) el cumplimiento de la ley (ejecución de la sentencia); todo ello bajo la idea
de que sin su adopción, la labor de defensa social del Estado, expresada en la
persecución penal, no sería de modo alguno eficaz; diferenciándose así, plausiblemente,
de otras legislaciones que le asignan además de aquellos, fines de prevención general y
especial. En coherencia con lo expresado, en la parte in fine del segundo párrafo del
mismo art. 221, se precisa que las medidas «...sólo durarán mientras subsista la
necesidad de su aplicación», agregando el art. 222 del mismo código adjetivo que 'Las
medidas cautelares de carácter personal, se aplicarán con criterio restrictivo y se
ejecutarán de modo que perjudiquen lo menos posible a la persona y reputación de los
afectados'" (el resaltado es añadido).
En síntesis, las medidas cautelares de carácter personal, tienen por finalidad esencial
asegurar coercitivamente la presencia del imputado en el proceso penal que se le sigue,
pero esta vez bajo la protección de los principios constitucionales de presunción de
inocencia del encausado y sometimiento de las partes y las autoridades jurisdiccionales
a las reglas del debido proceso; ahora bien, toda vez que el desarrollo del juzgamiento
penal responde a un proceso dinámico emergente de la investigación del hecho y los
elementos probatorios que gradualmente van respaldando la existencia del mismo y la
probabilidad de la autoría; o en su caso la inexistencia de aquél, o la no participación del
imputado, las medidas cautelares de orden personal aplicadas al imputado, también
serán objeto de modificación en estricta correspondencia con el avance de la
investigación, de manera que de acuerdo a las circunstancias puede disponerse que el
imputado pueda ejercer su defensa en ejercicio pleno de su libertad personal o
contrariamente se considere la necesidad de restringir preventivamente este derecho, lo
que denota el carácter instrumental de estas medidas y con ello la posibilidad de su
revisión y modificación en cualquier etapa procesal.
Se trata por tanto de cautelas procesales de naturaleza penal, establecidas mediante
resolución motivada, emitida por los jueces de instancia, tribunales de sentencia o
tribunales de apelación que por su propia esencia, no adquieren la calidad de cosa
juzgada formal, dada la posibilidad de su mutación cuando las circunstancias así lo
ameriten y en tanto cursen elementos de convicción suficientes que acrediten la
concurrencia de los presupuestos procesales definidos por los arts. 233, 234 y 235 del
CPP, justificando la imposición de la detención preventiva del imputado; o por el
contrario, aplicando o sustituyendo ésta por otras medidas no restrictivas de la libertad
personal, conforme a los arts. 239 y ss del mencionado Código, cuya revisión siempre
responderá a una contrastación a cargo de la autoridad judicial de la situación procesal
imperante antes de promoverse su modificación y los nuevos elementos probatorios en
que se sustenta la necesidad de cambio.
Se advierte por tanto, que estos instrumentos procesales destinados a garantizar la
presencia del imputado en el proceso y eventualmente la imposición de una pena, se
rigen por el principio de legalidad, pero al estar sujetos al desarrollo investigativo del
proceso, también serán aplicados en consideración al principio de proporcionalidad y
razonabilidad, es decir, que deben guardar relación con la dinámica de la situación
procesal del imputado; desde esta perspectiva y tratándose de la pretensión de aplicar el
riesgo procesal contenido en el art. 234.10 del CPP, a saber, "peligro efectivo para la
sociedad o para la víctima o el denunciante", será preciso a la luz del carácter vinculante
y obligatorio de la jurisprudencia constitucional, analizar la conducta y antecedentes del
imputado en el marco de la interpretación efectuada por este Tribunal sobre este
presupuesto procesal, que bajo el principio de conservación de la norma, se encuentra
contenida en la SCP 0056/2012, implica que su aplicación pasará por acreditarse
necesariamente que el imputado antes de ser investigado por el hecho que motiva la
aplicación actual de medidas cautelares, fue procesado y condenado penalmente por la
comisión de un delito anterior, que por las circunstancias que ligan ambos hechos -el
sancionado y el investigado-, puede inferirse bajo un juicio de probabilidad que la
libertad irrestricta del imputado, conlleva un riesgo o peligro efectivo, real o verdadero
para la sociedad, la víctima o el denunciante.
III.4. Los elementos probatorios relativos a los riesgos procesales de fuga y peligro de
obstaculización establecidos en los arts. 233 y 234 del CPP
Si bien la aplicación, modificación, sustitución o extinción de medidas cautelares en
materia penal está sujeta al principio de libertad probatoria, de modo que las partes,
pueden hacer uso de cualquier medio idóneo y reconocido por ley para demostrar o
acreditar sus pretensiones jurídicas respecto a este ámbito procesal, debe considerarse
que esta premisa general, conlleva una excepción en cuanto a los elementos de prueba
tendentes a solicitar la detención preventiva del imputado, alegando la concurrencia de
riesgo de fuga o peligro de obstaculización, ya que una petición de esta naturaleza no
puede sustentarse en instrumentos relacionados con el mismo hecho que se investiga o
que guardan relación con la probable autoría del encausado, porque de ese modo,
siempre y en cualquier delito investigado, se daría por acreditado ambos presupuestos
procesales; antes bien, deberá tomarse en cuenta que estando sujeto el imputado a una
etapa preliminar de investigación que podría concluir con su sobreseimiento, no
corresponde solicitar la restricción de su libertad en base a elementos probatorios
provisionales, que posteriormente podrían ser desvirtuados a la conclusión de la etapa
preparatoria o del juicio, sea porque el hecho no existió, no constituyó delito o porque el
imputado no participó en su comisión; al respecto la SCP 0975/2016-S3 de 16 de
septiembre, expresó lo siguiente: "De igual manera, con relación a la valoración de las
circunstancias que determinaron la probabilidad de autoría, las cuales fueron igualmente
estimadas de manera análoga, en la evaluación de la concurrencia del peligro efectivo
para la sociedad y la víctima, también resulta necesario recordar que el análisis de dicho
riesgo procesal no puede conllevar aspectos relacionados al mismo hecho investigado,
pues en ese caso, se tendría por concurrente dicho riesgo en cualquier delito
investigado, así, tas circunstancias del hecho en etapa preparatoria, al ser elementos
provisionales, no pueden a su vez fundar el análisis de riesgos procesales, pues ello
supondría restarles su calidad de provisional".
III.5. Fundamentación y motivación de las resoluciones que impongan, modifiquen o
rechacen medidas cautelares y aquellas que se pronuncien en apelación
La SCP 0037/2014-S1 de 6 de noviembre, señaló: "La Constitución Política del Estado,
establece en sus arts. 115.11, 117.1 y 180.1, que el debido proceso se configura en una
garantía, un derecho y un principio de la administración de justicia, que a la vez se halla
conformado por otros derechos conexos a su propia esencia y necesidad de
configuración analógica; así, entre otros muchos, forma parte del debido proceso el
derecho a una debida fundamentación y argumentación respecto a las decisiones
judiciales, exigencia que se halla también en el ámbito procesal penal a través de la
previsión normativa contenida en el art. 124 del CPP, que señala: 'Las sentencias y
autos interlocutorios serán fundamentados. Expresarán los motivos de hecho y de
derecho en que basan sus decisiones y el valor otorgado a los medios de prueba. La
fundamentación no podrá ser reemplazada por la simple relación de los documentos o la
mención de los requerimientos de las partes'.
En este contexto, la SC1365/2005-R de 31 de octubre, estableció que: '...la garantía del
debido proceso, comprende entre uno de sus elementos la exigencia de la motivación de
las resoluciones, lo que significa, que toda autoridad que conozca de un redamo,
solicitud o que dicte una resolución resolviendo una situación jurídica, debe
ineludiblemente exponer los motivos que sustentan su decisión, para lo cual, también es
necesario que exponga los hechos establecidos, si la problemática lo exige, de manera
que el justiciable al momento de conocer la decisión del juzgador lea y comprenda la
misma, pues la estructura de una resolución tanto en el fondo como en la forma, dejará
pleno convencimiento a las partes de que se ha actuado no sólo de acuerdo a las normas
sustantivas y procesales aplicables al caso, sino que también la decisión está regida por
los principios y valores supremos rectores que rigen al juzgador, eliminándose cualquier
interés y parcialidad, dando al administrado el pleno convencimiento de que no había
otra forma de resolver los hechos juzgados sino de la forma en que se decidió'.
Entendimiento que fuera reforzado por la SCP 0401/2012 de 22 de junio que,
estableció: A momento de motivar una resolución, la autoridad judicial deberá
compulsar las pruebas y arribar a conclusiones jurídicas ciertas sobre la base de hechos
probados, sea cual fuere la pretensión de la parte, realizando una adecuada
fundamentación legal, citando las normas que sustentan la parte dispositiva de la
misma; lo contrario significa que, cuando esta autoridad omite realizar una correcta
motivación elimina la parte estructural de la resolución, asumiendo una decisión de
hecho y no de derecho, lesionando efectivamente el debido proceso, derivando en el
extremo inaceptable que los procesados no puedan conocer cuáles son las razones del
fallo'.
Entonces, una resolución judicial o administrativa debe encontrase dotada de una
exposición clara respecto a los motivos que la sustentan, de modo que los destinatarios
de ella pueden adquirir el conocimiento certero del porqué de la decisión asumida por el
juzgador, alcanzado el pleno convencimiento de que no existía forma alguna de resolver
los hechos juzgados; una situación contraria; es decir, la carencia de una
fundamentación que exprese claramente los hechos juzgados y el derecho aplicado\
podría generar dudas en sus destinatarios, circunstancia que otorga a quien se considere
afectado en su derechos a acudir en búsqueda de justicia ante este Tribunal para que
éstos les sean restituidos.
Conviene resaltar que la fundamentación y motivación de la resoluciones judiciales, no
necesariamente debe ser exhaustivas y ampulosas, sino que, bastará con que
mínimamente se observen la reglas procesales y, mediante una argumentación clara y
concreta, se den respuestas a las pretensiones de las partes procesales, respetando
obviamente una estructura de fondo y forma que absuelva todos los problemas
planteados a través de una redacción que exponga y ponga de manifiesto los hechos el
derecho y las convicciones a las cuales arribaron los juzgadores al momento de adoptar
determinada decisión; caso contrario, se incurre en vulneración al debido proceso en su
elemento de una debida fundamentación y motivación de las resoluciones judiciales.
Esta exigencia de la debida fundamentación y motivación de fas resoluciones judiciales
no solamente se restringe a aquellas que se pronuncian por la misma autoridad, sino que
se extiende a los tribunales de alzada, quienes de conformidad a la SCP 0077/2012 de
16 de abril, que analizó el mandato contenido en el art. 398 del CPP, prevé que: 'Los
tribunales de alzada circunscribirán sus resoluciones a los aspectos cuestionados de la
resolución', estableció que: '...el límite previsto por el art. 398 del CPP a los tribunales
de alzada, de circunscribirse a los aspectos cuestionados de la resolución, no implica
que los tribunales de apelación se encuentren eximidos de la obligación de motivar y
fundamentar la resolución por la cual deciden imponer la medida cautelar de detención
preventiva, quedando igualmente obligados a expresar la concurrencia de los dos
presupuestos que la normativa legal prevé para la procedencia de la detención
preventiva, en el entendido que ésta última determinación únicamente es válida cuando
se han fundamentado los dos presupuestos de concurrencia, para cuya procedencia
deberá existir: 1) El pedido fundamentado del fiscal o de la víctima aunque no se
hubiere constituido en querellante; 2) La concurrencia de los requisitos referidos a la
existencia de elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es, con
probabilidad, autor o partícipe de un hecho punible y la existencia de elementos de
convicción suficiente de que el imputado no se someterá al proceso u obstaculizará la
averiguación de la verdad; circunstancias que deben ser verificadas y determinadas por
el tribunal y estar imprescindiblemente expuestas en el auto que la disponga, por lo
mismo, la falta de motivación por parte de los tribunales de alzada no podrá ser
justificada con el argumento de haberse circunscrito a los puntos cuestionados de la
resolución impugnada o que uno o varios de los presupuestos de concurrencia para la
detención preventiva no fueron impugnados por la o las partes apelantes.
En tal sentido, el tribunal de alzada al momento de conocer y resolver recursos de
apelación de la resolución que disponga, modifique o rechace medidas cautelares,
deberá precisar las razones y elementos de convicción que sustentan su decisión de
revocar las medidas sustitutivas y aplicar la detención preventiva; expresando de
manera motivada la concurrencia de los presupuestos jurídicos exigidos para su
procedencia, no pudiendo ser justificada su omisión por los límites establecidos en el
art. 398 del CPP'.
Infiriéndose entonces que, a tiempo de resolver la apelación, el tribunal de alzada deber
dar respuesta a todos los puntos apelados, lo que implica que debe manifestarse también
respecto a los presupuestos descritos en el art. 233 del CPP, cuya verificación se
constituye en una actuación de cumplimiento inexorablemente debido a que el imputado
y tiene derecho a conocer las razones que motivaron al tribunal de apelación a
mantener, revocar o modificar una medida cautelar, lo que no implica de ninguna
manera, que la valoración de los elementos concurrentes, represente un apartamiento de
los aspectos impugnados (el resaltado es añadido).
III.6. Análisis del caso concreto
El accionante denuncia que habiéndose dispuesto su detención preventiva en el Centro
de rehabilitación "San Pablo" de Quillacollo, por la presunta comisión de los delitos
tipificados en el art. 308 bis y 312 del CP y considerando que hubiese mejorado su
situación jurídica, al amparo del art. 239.1 del CPP, solicitó la cesación de esta medida
cautelar, determinando la autoridad judicial a cargo del control jurisdiccional que aún
concurría el presupuesto procesal descrito en el numeral 10 del art. 234 del CPP (peligro
efectivo para la sociedad o para la víctima o el denunciante), manteniendo subsistente la
medida restrictiva de su libertad, no obstante presentar nuevos elementos probatorios
acordes a la doctrina legal relativa al juicio de contrastación realizado al art. 234.10 del
CPP, cuando el Tribunal Constitucional Plurinacional mediante SCP 0056/2014, declaró
la constitucionalidad de esta norma procesal penal bajo una interpretación específica de
la misma; decisión que fue objeto de apelación incidental resuelta por la Sala Penal
Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante Auto de
Vista de 29 de marzo de 2017, que declaró la improcedencia de la alzada bajo una
escasa e incongruente fundamentación, alejada del citado parámetro interpretativo
establecido por el Tribunal Constitucional Plurinacional respecto al referido riesgo
procesal, al señalar que al no haber apelado oportunamente del criterio interpretativo
establecido por la jueza a quo al momento de aplicar dicho supuesto procesal, ya no
correspondía cuestionar esta labor en una solicitud de cesación a la detención
preventiva, etapa en la que solo procede desvirtuar los motivos que llevaron a la
aplicación de esta cautela.
En ese entendido, tomando en cuenta que el accionante alega la presunta lesión del
derecho a la libertad vinculado al debido proceso en sus elementos de motivación,
fundamentación y congruencia, corresponde verificar si la resolución cuestionada
evidentemente lesionó dichos derechos fundamentales.
Al respecto, debe considerarse que en audiencia de aplicación de medidas cautelares
efectuada el 11 de noviembre de 2016, la Jueza Pública Civil y Comercial de Familia e
Instrucción Penal Primera de Vinto del departamento de Cochabamba, consideró la
concurrencia de las circunstancias procesales descritas en el numeral 10 del art. 234 del
CPP, en la existencia de indicios de un hecho delictivo similar presuntamente cometido
por el accionante contra otra niña, relacionada laboralmente con la víctima, que no
hubiese sido denunciado oportunamente; situación que llevó a la autoridad judicial a la
convicción de que existía un peligro efectivo no solo para aquélla, sino también para la
sociedad, al verse afectado un grupo de atención prioritaria como son las niñas, niños y
adolescentes en este caso vinculado al ámbito laboral del accionante, así se infiere de la
Conclusión II.1 de este fallo constitucional plurinacional; de manera que dicho riesgo
procesal fue aplicado bajo dos parámetros, a saber, indicios de hechos delictivos
similares y -como consecuencia de ello-, peligro efectivo para la víctima y grupos
vulnerables de la sociedad a los que pertenece aquélla.
En audiencia de cesación a la detención preventiva de 9 de febrero de 2017, el imputado
mediante su abogado defensor, si bien alude a los parámetros fijados por la SCP
0056/2014 que viabilizan la aplicación del riesgo procesal contenido en el numeral 10
del art. 234 del CPP, se avoca a presentar varios informes y certificaciones en el afán de
desestimar los parámetros establecidos por la propia autoridad judicial a cargo del
control jurisdiccional, entendidos por la defensa como "conducta delictiva reiterada" del
imputado y peligro "efectivo" para la víctima y la sociedad; con este fin pone a
consideración de la jueza cautelar, un nuevo certificado de antecedentes policiales de 18
de enero de 2017, en el que solo se registra el proceso penal por el que está siendo
investigado, acreditando a la vez la inexistencia de otra denuncia penal presentada en su
contra hasta quince días antes de la fecha en que se realizó la referida audiencia; exhibe
también un certificado de permanencia y disciplina emitido por el Director del Centro
de Rehabilitación de San Pablo de Vinto, dando cuenta que el accionante no registra
antecedentes disciplinarios y cumple con las reglas impuestas de esa penitenciaría,
impetrando su valoración al momento de considerar la concurrencia de peligro efectivo
para la sociedad y la víctima; del igual modo, el Auxiliar Legal del Ministerio Público
certificó que desde abril de 2010 (fecha en que entró en funcionamiento el Sistema
Informático del Ministerio Público), el accionante no cuenta con datos de denuncias y/o
querellas penales en su contra; asimismo, fue presentada la Certificación 006/2017
extendida por el Auxiliar de Plataforma del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba, acreditando que en el Sistema IANUS no cursan causas interpuestas
contra el imputado en todas las materias, documento del cual la defensa, solicita su
valoración como prueba que demuestra la buena conducta de aquél; finalmente hizo
presente un informe preliminar emitido por Víctor Saavedra Jesús funcionario policial,
dependiente de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Quillacollo,
destacando la recepción de declaraciones testificales de personas que se encontraban en
el lugar al momento de cometerse los supuestos hechos delictivos, afirmando que no
observaron ninguna conducta extraña.
A su turno, la jueza cautelar, luego de incorporar un nuevo elemento procesal a los dos
originalmente fijados para justificar la subsistencia de la cautela prevista en el art.
234.10 del CPP, esto es, que el domicilio del imputado es a la vez el lugar de trabajo de
éste, lo que pondría en riesgo a las niñas que contrata para la venta de helados; y
efectuar una somera descripción de las pruebas documentales antes referidas
presentadas por el imputado, termina rechazando la solicitud de cesación de la
detención preventiva, por considerar que no se hubiese desvirtuado el peligro de fuga,
en relación a las circunstancias descritas en el numeral analizado del art. 234 del
adjetivo penal; decisión que fue apelada por la defensa en la misma audiencia,
ciertamente a objeto de que se consideren los mismos argumentos esgrimidos en
primera instancia y descritos precedentemente (Conclusión II.3).
En audiencia de apelación de medida cautelar el 29 de marzo de 2017 efectuada ante la
Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, la defensa
del accionante, luego de hacer hincapié en el canon de interpretación de
constitucionalidad desarrollado en la SCP 0056/2014, en relación al riesgo procesal
analizado, reiteró la inconcurrencia del mismo, dada las pruebas documentales
inicialmente presentadas ante la Jueza cautelar y reiteradas en apelación, a cuya
conclusión, el Tribunal de alzada, declaró la improcedencia del recurso bajo el criterio
de que si el Auto de aplicación de medidas cautelares no se sujetó al entendimiento de la
SCP 0056/2014, correspondía al imputado apelar oportunamente esta decisión y al no
haber obrado de ese modo, mal puede solicitarse la revisión de los fundamentos de ese
Auto en una audiencia de cesación a la detención preventiva, la que se desarrolla en
marco legal previsto por el art. 239.1 del CPP, es decir, solo para considerar la
existencia de nuevos elementos de convicción que demuestren la inconcurrencia de los
motivos que fundaron la aplicación de la medida restrictiva de la libertad o corresponde
la aplicación de cautelas sustitutivas a dicha medida.
No obstante este argumento que descarta analizar la pretensión de fondo de la apelación,
contradictoriamente el Tribunal de alzada, pasa a valorar una prueba que no fue
invocada por ninguna de las partes, relativa a un informe emitido por un psicólogo del
Servicio Legal Integral Municipal en el que se manifiesta que la víctima se encuentra
afectada anímica y emocionalmente, debido a las constantes agresiones sexuales y
psicológicas de las que fue y sigue siendo víctima del accionante, de cuya información
el Tribunal de apelación, concluyó que la situación de vulnerabilidad de la menor no
sufrió ninguna modificación.
En cuanto a los elementos probatorios presentados por el imputado para desvirtuar el
riesgo procesal analizado, dicho Tribunal se limitó a señalar que éstos "tienen
vinculación con el peligro efectivo y no para la víctima" (sic), por lo que no serían
elementos conducentes para desvirtuar el citado riesgo (Conclusión II.4).
A partir de este contexto, es preciso destacar los siguientes aspectos de orden jurídico:
i).- De acuerdo a los Fundamentos III.3 de esta Sentencia Constitucional Plurinacional,
las medidas cautelares por su naturaleza instrumental, pueden ser revisadas en cualquier
momento del proceso, a objeto de establecer si los motivos que llevaron a su
imposición, han sufrido modificaciones que ameriten de igual modo su cambio,
sustitución o extinción; sin embargo, en cuanto al riesgo procesal contenido en el
numeral 10 del art. 234 del CPP como presupuesto procesal para evaluar la posibilidad
de fuga, su aplicación estará además sujeta al canon de interpretación desarrollado por
la SCP 0056/2014, cuyos parámetros al sentir del art. 203 de la CPE, son de aplicación
inexcusable por los órganos jurisdiccionales en materia penal, como efecto del carácter
vinculante y obligatorio que conllevan las Sentencias y Declaraciones Constitucionales
emitidas por este Tribunal; luego, como estas medidas no causan estado y ante la
posibilidad de que la aplicación del citado riesgo procesal no se ajuste plenamente a los
parámetros de interpretación establecidos por el Tribunal Constitucional Plurinacional,
corresponderá su revisión y consecuente modificación a la luz de los mismos, sea
producto de haberse formulado apelación incidental o como efecto de la solicitud de
cesación de la detención preventiva ante el Juez a cargo del control jurisdiccional, de
manera que los elementos probatorios que se presenten para la aplicación o no de este
riesgo procesal, responderán también a los parámetros fijados por este Tribunal; en
consecuencia no resulta coherente negar el ajuste de los requisitos que viabilizan la
aplicación de este riesgo procesal, al sentido y alcance definido por la SCP 0056/2014,
como si la Resolución que aplicó esta cautela se tratase de una sentencia firme y por lo
tanto inmutable; luego, al haber obrado de ese modo las autoridades accionadas, han
vulnerado el derecho del accionante al debido proceso en su vertiente relativa a la
razonabilidad que deben denotar la Resoluciones judiciales. (Fundamento Jurídico
III.2).
i¡).- Por otro lado, tal como se tiene manifestado en el Fundamento Jurídico III.4 de este
fallo, la aplicación del riesgo procesal que se analiza, no debe fundarse en los mismos
elementos probatorios que denotan la probable autoría del imputado; sin embargo, las
Vocales de la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba hoy demandadas, al examinar el fondo de la situación procesal del
imputado (pese a manifestar anteriormente la inviabilidad de esta labor, por considerar
firme e irrevisable el Auto de aplicación de medidas cautelares), incurren en el
mencionado error, afirmando que del examen psicológico elaborado por el SLIM puede
advertirse que la víctima se encuentra afectada por las constantes agresiones sexuales y
psicológicas de las que fue y sigue siendo víctima, de cuya certificación las autoridades
demandadas deducen que la situación procesal del imputado no sufrió cambio alguno, al
encontrase latente las circunstancias de vulnerabilidad de la víctima; este es el único
argumento que contiene el Auto de Vista cuestionado, que también sustenta la posterior
declaratoria de improcedencia del recurso de alzada, sustentado en una prueba
documental que refleja la probable autoría del accionante en relación al delito
investigado.
De este modo, el Tribunal de apelación se decanta por mantener subsistente la
restricción de la libertad del encausado, en base a un elemento probatorio que a la
conclusión de la etapa preliminar o en juicio oral podría desestimarse, sea porque el
hecho no existió, no constituyó delito o porque finalmente el imputado no participó en
él, lo que implica un acto vulnerador lesivo al derecho de presunción de inocencia que
acompaña a aquél en el transcurso de todo el proceso penal.
iii).- En cuanto a las pruebas documentales presentadas por el imputado que a criterio
suyo modifican su situación procesal y le hacen beneficiario a la cesación de su
detención preventiva, el Tribunal de alzada, se limitó a señalar que dichos elementos
están vinculados con el peligro efectivo para la sociedad, pero no para la víctima,
comentario exiguo y carente de fundamentación y motivación; sobre el particular, es
preciso destacar que tal como refiere el Fundamento III.5 de esta resolución, toda
decisión judicial o administrativa que resuelva el fondo de una pretensión jurídica, debe
estar debidamente respaldada por las normas sustantivas y adjetivas atinentes al caso y a
la luz de los principios y valores supremos que constitucionalmente rigen la labor
judicial, lo que dará a las partes el pleno convencimiento de que tal determinación, se
erige objetivamente como la única lógica consecuencia, de la confrontación entre las
pretensiones jurídicas de la acción y la defensa.
Sobre este aspecto, el Auto de Vista impugnado, no señala criterio alguno sobre las
razones o el modo en que las pruebas presentadas por el imputado "tienen vinculación
con el peligro efectivo para la sociedad y no para la víctima"; en otros términos, no
existe ningún argumento o razón objetiva plasmado en el citado Auto, que permita
deducir objetivamente de qué modo las autoridades demandadas arriban a la
mencionada conclusión; y como efecto de ello, tampoco puede inferirse qué elementos
probatorios podrían desvirtuar la existencia de un peligro efectivo para la víctima,
limitándose a realizar una afirmación general para todos elementos probatorios
presentados, sin darse a la tarea - obligatoria por cierto-, de realizar un examen
particularizado de cada prueba documental, presentada por el imputado; lo que conlleva
una clara lesión al derecho del imputado de conocer las razones debidamente
fundamentadas y motivadas, que llevaron a la decisión asumida por dicho Tribunal.
Por las razones analizadas, puede afirmarse que las Vocales demandadas incurrieron en
actos arbitrarios y lesivos al debido proceso, derecho fundamental que ampara al
accionante en el transcurso del proceso penal instaurado en su contra; lo que impele a
este Tribunal a conceder la tutela solicitada.
En consecuencia, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela impetrada, actuó
incorrectamente.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda; en virtud de la autoridad
que le confiere la Constitución Política del Estado y el art. 44.2 del Procesal
Constitucional; en revisión, resuelve: REVOCAR en todo la Resolución de 26 de abril
de 2017, cursante de fs. 37 a 42, pronunciada por la Sala Penal Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER la tutela
solicitada, conforme a los fundamentos expuestos en la presente Sentencia
Constitucional Plurinacional, sin disponer la libertad del accionante; al efecto, se anula
el Auto de Vista de 29 de marzo de 2017 dictado por la citada Sala Penal, debiendo
pronunciar uno nuevo, en base a lo observado en la presente Sentencia Constitucional
Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga
MAGISTRADA