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Mercado Cambiario Argentino

El documento describe la evolución del mercado cambiario argentino desde 1964 hasta 2015. Explica los antecedentes del control de cambios y la creación en 2002 del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde las operaciones de cambio se realizan libremente entre agentes. También describe las regulaciones establecidas por el Banco Central sobre la obligación de los exportadores de liquidar divisas en el país, el registro y plazos mínimos de permanencia de capitales financieros, y las normas sobre el endeudamiento externo del sector privado.

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Mercado Cambiario Argentino

El documento describe la evolución del mercado cambiario argentino desde 1964 hasta 2015. Explica los antecedentes del control de cambios y la creación en 2002 del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde las operaciones de cambio se realizan libremente entre agentes. También describe las regulaciones establecidas por el Banco Central sobre la obligación de los exportadores de liquidar divisas en el país, el registro y plazos mínimos de permanencia de capitales financieros, y las normas sobre el endeudamiento externo del sector privado.

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Administración Financiera I - UGD

Mercado Cambiario Argentino

Antecedentes desde 1964


Si bien una larga historia se ha escrito en relación al control de cambios en
nuestro país, es en el año 1964 cuando el Decreto 2581 establece que el
contravalor en divisas de la exportación de productos nacionales, hasta
alcanzar su valor FOB o CIF, según el caso, debía ingresarse al país y negociarse
en el mercado único de cambio dentro de ciertos plazos1.
Luego, en 1991, el Decreto 530 dejó sin efecto dicha obligatoriedad, aunque
en 1995 el Congreso sancionó la Ley 19359 que ordenó las normas existentes
relativas al régimen penal cambiario. Este prevé las infracciones y sus
sanciones para -entre otras situaciones- la negociación de cambio que se
realice sin intervención de una institución autorizada, falsas declaraciones, la
omisión de rectificar declaraciones u operaciones de cambio que no se realicen
por la cantidad, moneda o al tipo de cotización, en los plazos y demás
condiciones establecidos por las normas en vigor.

El nuevo marco regulatorio (2002-2015)2


La instauración del nuevo modelo económico de la posconvertibilidad se
centró, desde el punto de vista regulatorio, en la derogación parcial de la Ley
de Convertibilidad que supuso la eliminación de los pilares institucionales del
régimen anterior y la creación del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC)
a través del Decreto 260/2002. De este modo, se dispuso que las operaciones
de cambio se cursaran exclusivamente en el MULC a los precios que los
agentes intervinientes pactaran libremente, todo ello sujeto a la
reglamentación del BCRA. Complementariamente, en la perspectiva de
adecuar el funcionamiento de la entidad a la nueva orientación, se introdujo

1
Clement M (2019, 19 de diciembre); Últimos cambios en la normativa cambiaria aplicable a importación y
exportación de bienes. La Nación.
2
Feldman, G. D., & Formento, A. (2019). Marco regulatorio cambiario y dinámica del sector externo: un
análisis del caso argentino reciente. Cuadernos de Economía,
38(77), 631-654.

1
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una reforma sustancial en su Carta Orgánica (Ley 25.562). En este sentido, se


incorporó una modificación al mandato legal del BCRA que, entre otras
cuestiones, le otorgó atribuciones específicas para dictar normas
reglamentarias en materia cambiaria. Esta nueva función se conjugó con las
atribuciones para fiscalizar el mercado. Asimismo, desde el punto de vista
operativo y relacionado con la necesidad de que el BCRA interviniese sobre el
sendero del tipo de cambio, las facultades previamente reconocidas en la
Carta Orgánica adquirieron una nueva significación con la derogación de la
relación del tipo de cambio fijo. En esta nueva lógica, se adoptó un sistema
electrónico de trading on-line mediante el cual las entidades financieras y la
autoridad monetaria pudieran realizar operaciones cambiarias en el mercado
mayorista (SIOPEL, Sistema de Operaciones Electrónicas). En el mercado
minorista, se instrumentó un sistema equivalente mediante el cual las
entidades autorizadas registraban las operaciones con sus clientes asentando
un “código de concepto” según su tipo (RIOC, Régimen Informativo de
Operaciones de Cambios).
En el contexto descripto, el BCRA dictó las Comunicaciones “A” 3471/02 y “A”
3473/02 —febrero 2002— que reglamentaron el funcionamiento del MULC y
el régimen de agentes autorizados a operar. Sobre la base de estas normas, se
construyó el marco regulatorio general de exterior y cambios del BCRA que
definiría el funcionamiento del mercado y su rol institucional durante la
siguiente década. Desde el punto de vista del sostenimiento de un sendero
estable del tipo de cambio y la mitigación de los riesgos de descalce de
monedas y demás factores de inestabilidad, adquirieron particular relevancia
las regulaciones que se analizan a continuación.
Obligación de liquidar divisas originadas en operaciones de exportación
Como se indicó, el Decreto 2581 de 1964 estableció la obligación de liquidar el
contravalor en divisas de las exportaciones de productos nacionales hasta
alcanzar su valor FOB (por sus siglas en inglés, free on board), de modo que
debían ser liquidadas en el mercado local de cambios dentro de los plazos
fijados por la reglamentación del Ministerio de Economía. Esta norma fue
derogada durante la década de 1990 y se restableció en el 2001 como parte
de la crisis de la convertibilidad. Asimismo, este régimen reconocía al BCRA
una gama de facultades reglamentarias, destacándose la atribución de
exceptuar el ingreso de divisas a los exportadores cuando se aplicaran a

2
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cancelar obligaciones del exterior (préstamos, prefinanciación, etc.). En


consecuencia, a partir de la reinstauración de esta obligación para los
exportadores, los plazos de liquidación fueron fijados por la Resolución 269/01
de la Secretaría de Comercio, luego modificados por diversas decisiones del
Ministerio de Economía. De este modo, estos cambios terminaron por
cristalizar un régimen definido por la relación directa entre los plazos de
liquidación y el tipo de bien embarcado (en promedio, un máximo de 365 días).
En este marco, a partir del 2002, el BCRA dictó una profusa normativa de
exterior y cambios referida a plazos y condiciones para la concreción de dicha
obligación (plazos para acreditar anticipos y prefinanciaciones, cancelación de
deudas con el exterior, etc.), tendiente a garantizar un flujo normal de divisas
al mercado local. Al respecto, cabe destacar que la Comunicación “A” 4860 de
2008 estableció que las divisas originadas en exportaciones o sus cobros
anticipados, contaban con 10 días hábiles para su transferencia a cuentas de
corresponsalía de entidades locales una vez desembolsados los fondos en el
exterior. Con posterioridad, si se tiene en cuenta que hacia el segundo
semestre del 2011 comenzó a evidenciarse un deterioro creciente del sector
externo, dichas normas acotaron plazos e incorporaron nuevos conceptos de
manera progresiva en su ámbito de aplicación.

Registro de movimientos y plazo de permanencia de capitales financieros


Con el objeto de mitigar la excesiva volatilidad cambiaria que pudiesen
ocasionar los movimientos de capitales especulativos o de corto plazo, el
Poder Ejecutivo emitió el Decreto 616/2005, por el cual se estableció la
obligación de registrar el ingreso y egreso de divisas en el MULC, y se fijaron
diversos requisitos para su movimiento en el mercado local. Los fondos
financieros alcanzados por la medida correspondían a aquellos desembolsados
en operaciones de endeudamiento con el exterior tanto de personas físicas
(“humanas” de acuerdo con el nuevo Código Civil y Comercial) como jurídicas
pertenecientes al sector privado —lo que no obstante excluye operaciones
relacionadas con comercio exterior y emisiones primarias de títulos— y los
ingresos de fondos de no residentes destinados a inversiones financieras. Los
requisitos consistieron en 1) establecer un plazo mínimo de permanencia de
fondos en el mercado local de 365 días corridos desde su fecha de ingreso; 2)
acreditar el resultado de dicha operación cambiaria en una cuenta local

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nominada en pesos; 3) constituir un depósito nominativo en dólares —no


transferible y no remunerado— equivalente al 30% de su monto. En este
marco, el BCRA emitió diversas normas reglamentarias, entre las cuales se
destaca la Comunicación “A” 4359 de 2005, que reguló la constitución del
depósito nominativo por diversos conceptos, entre estos las deudas
financieras del sector privado, las inversiones de portafolio de no residentes
para activos financieros del sector privado y para la adquisición de valores
emitidos por el sector público en mercados secundarios, así como aquellos
destinados a la suscripción primaria de títulos emitidos por el BCRA.

Endeudamiento externo del sector privado no financiero


En cuanto al endeudamiento externo del sector privado no financiero por
financiaciones en moneda extranjera otorgadas mediante bancos locales sin
líneas de crédito del exterior, cabe señalar que la regulación puesta en vigencia
por el BCRA a partir del 2002 propendió a mantener una proporcionalidad
entre los ingresos en moneda extranjera de los destinatarios de las
financiaciones y su capacidad de generación de divisas para el repago de estas
deudas (texto ordenado “Política de Crédito”, última comunicación “A” 5560
al 17 de marzo del 2014). En este sentido, estas normas establecieron que la
capacidad de préstamo de los depósitos en moneda extranjera de entidades
locales debía aplicarse, en la moneda de captación, a los siguientes destinos:
a) prefinanciación y financiación de exportaciones a los titulares de los bienes,
sus mandatarios, consignatarios u otros intermediarios; b) financiaciones a
prestadores de servicios exportables (soporte informático, centros de
atención al cliente, etc.) con ingresos en moneda extranjera periódicos y de
una magnitud acorde; c) financiaciones a productores, procesadores o
acopiadores de bienes que cuenten con contratos de venta en firme en
moneda extranjera; d) financiaciones a proveedores de servicios relacionados
directamente con la exportación (terminales portuarias, servicios de carga, fle-
tes, etc.) con ingresos en moneda extranjera periódicos y de una magnitud
acorde; e) financiaciones a productores de bienes para ser exportados siempre
que cuen-ten con garantías en moneda extranjera; f) financiación de proyectos
de inversión, de capital de trabajo o de adquisición de bienes que incrementen
la capacidad de producción de mercaderías para su exportación. Por otra
parte, con respecto al endeudamiento externo del sector privado no finan-

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ciero obtenido a través de líneas de crédito del exterior con intermediación de


las entidades financieras locales, el BCRA estableció que dichos fondos solo
podían aplicarse a los destinos definidos en las normas generales vigentes en
materia de “política de crédito” y de “gestión crediticia”, es decir, los destinos
analizados, con la finalidad de mantener algún nivel de equilibrio entre el
ingreso y egreso de divisas, de modo que se evite el descalce de monedas
(texto ordenado al 30 de enero del 2013 sobre “Colocación de títulos valores
de deuda y obtención de líneas de crédito del exterior”, última comunicación
incorporada “A” 5390). Adicionalmente, en relación con el sector privado en
general, el BCRA creó el “Sistema de Relevamiento, de Pasivos Externos y
Emisiones de Títulos”, a través del cual se debían registrar los pasivos con
residentes en el exterior (Comunica-ción “A” 3602 del 7 de mayo del 2002). De
este modo, la autoridad contaba con un registro del nivel de endeudamiento
del sector privado y sus características (curva vencimientos de amortización de
capital, pago de intereses, etc.).

Formación de activos externos (FAE)


La reglamentación para la formación de activos externos por parte de personas
humanas y jurídicas —adquisición de dólares para inversiones de portafolio u
otras en el exterior de residentes y tenencias de billetes extranjeros en el
país— tuvo por objeto fundamental regular la demanda de la moneda
estadounidense con fines de atesoramiento. A través de la Comunicación “A”
3722 del 06 de septiembre del 2002, la autoridad monetaria, en el contexto de
la crisis de la convertibilidad, estableció que las personas humanas o jurídicas
no podrían efectuar compras de dólares en los conceptos mencionados por
montos superiores a US 100.000 en el conjunto de las entidades autorizadas y
por mes calendario. A fin de controlar su cumplimiento, las entidades debían
contar con la declaración jurada del cliente sobre el acatamiento del límite y,
en caso contrario, contar con autorización del BCRA para superarlo. Con
posterioridad, a la luz de la normalización del mercado cambiario y el
incremento del flujo de divisas hacia nuestro país, se fue ampliando este límite
hasta alcanzar el monto mensual de dos millones de dólares sin autorización
previa del BCRA (Comunicación “A” 4128 del 16 de abril del 2004). Este nuevo
límite se mantuvo vigente entre el 2004 y el 2011. Posteriormente, en el
contexto de creciente deterioro del sector externo, el BCRA emitió la

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Comunicación “A” 5236 del 27 de octubre del 2011, por la cual se suspendió la
posibilidad de adquirir dólares sin aplicación a un destino específico (tenencia
billetes extranjeros de libre disponibilidad), estableciéndose un límite para
personas humanas en el conjunto de las entidades autorizadas. Asimismo,
mediante la Comunicación “A” 5261 de ese mismo año, se estableció la
obligación de validar la operación previamente en el “Programa de Consulta
de Operaciones Cambiarias” (PCOC) de la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP) para las ventas de moneda extranjera a clientes en concepto
de “turismo y viajes”. En el 2012, se profundizaron las restricciones para el
acceso al MULC. Se incorporaron las nuevas regulaciones y se eliminó la
posibilidad de adquirir billetes para tenencia. En definitiva, estas normas
dieron forma al coloquialmente denominado “cepo cambiario” (Comunicación
“A” 5264), lo cual coincidió con la aparición de cotizaciones paralelas a la del
dólar oficial y la consecuente brecha cambiaria. Por último, en el 2014 y como
parte de un intento de desandar parcialmente las restricciones cambiarias
impuestas desde el 2011, se emitió la Comunicación “A” 5526 del 27 de enero
del 2014. Esta restableció la posibilidad de acceder al mercado de cambios
para la formación de activos externos de libre disponibilidad dirigida a aquellas
personas humanas residentes que, en función de sus ingresos declarados ante
la AFIP, fueran validadas a través del PCOC.
El nuevo paradigma cambiario a partir de diciembre de 2015
Las nuevas autoridades que asumieron a fines del 2015 se plantearon un
cambio radical en las políticas y el dispositivo institucional que rigió desde el
2002 en materia monetaria y cambiaria: metas de inflación y tipo de cambio
“libre”. En esta línea resultaba necesario desarticular las regulaciones
cambiarias instaladas desde el 2002 y profundizadas a partir del 2012, unificar
el tipo de cambio eliminando la “brecha” con las cotizaciones paralelas a través
de una devaluación de la moneda nacional y desplazar al BCRA de su rol en el
mercado cambiario, a fin de disminuir las intervenciones de la entidad que
tenían el propósito de regular la cotización de la divisa estadounidense. Estos
cambios requerían un nuevo andamiaje que implicaba no solo alterar
institucional y funcionalmente el papel del BCRA, sino poner en tela de juicio
la existencia misma de un mercado cambiario en los términos en que fue
definido oportunamente el MULC. Como evidencia la revisión normativa
efectuada, esto excedía el objetivo de “desarmar el cepo” y adquiría una

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profundidad superlativa. De este modo, se inició el proceso de “flexibilización”


de las regulaciones y el marco general de funcionamiento del MULC a través
de la emisión de la Comunicación “A” 5850 del 17/12/15. La emisión de esta
norma coincidió temporalmente con el abandono de las intervenciones del
BCRA en el mercado, produciéndose, en consecuencia, una devaluación de la
moneda del orden del 40%. Esta flexibilización del mercado cambiario
continuó durante el 2016, y se cristalizó en el 2017 de forma definitiva con la
liberalización del marco regulatorio. En relación con la exportación de bienes,
a través del Decreto 893/17 del 2 de noviembre del 2017 se derogaron el art.
1 del Decreto 2581/1964 y el Decreto 1638/2001, eliminándose la obligación
de liquidar el contravalor en divisas de las exportaciones y las facultades
reglamentarias del BCRA en esta materia, respectivamente. La norma en
cuestión concluyó el proceso de flexibilización de estas exigencias que tuvo su
antecedente en la Comunicación “A” 5885, la cual dispuso eliminar el plazo
para la liquidación de divisas en el MULC para los pagos anticipados y las
prefinanciaciones de exportaciones, así como la Resolución 242/2016 de la
Secretaría de Comercio que elevó el plazo de liquidación de las exportaciones
de bienes a cinco años. En definitiva, a partir de la entrada en vigencia del
Decreto 893/17, los exportadores ya no se encontraban obligados a ingresar y
liquidar sus divisas en el mercado cambiario local. A esto debe agregarse que,
desde el 2016, “las grandes empresas exportadoras” —de acuerdo con el
concepto del BCRA— ya no poseían restricciones para financiarse en pesos en
el mercado local, lo que constituye un incentivo adicional para el no ingreso
de las divisas a nuestro país (Comunicación “A” 5892 del 21 de enero del 2016
que modificó las normas de “Política de Crédito”). Por otra parte, con respecto
al plazo mínimo de permanencia de fondos financieros ingresados en el MULC
previsto en el Decreto 616/05, cabe señalar que fue reducido gradualmente
de 365 a 120 días (Resolución 3/15 del Ministerio de Hacienda), y de 120 a cero
días (Resolución 1/17 del Ministerio de Hacienda). Asimismo, la primera de
estas resoluciones eliminó la obligación de constituir el depósito por el 30%
del monto de la operación correspondiente. En conclusión, la eliminación de
estas regulaciones de la cuenta capital que databan originalmente de 2005 y
se verifican vigentes en otros países de la región (como es el caso chileno),
implicaron la plena liberalización de los movimientos de capitales
desembolsados en operaciones de endeudamiento con el exterior y de los
ingresos de fondos de no residentes en el mercado local, destinados a

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inversiones financieras especulativas. Asimismo, con relación al marco


regulatorio del endeudamiento externo del sector privado no financiero, cabe
señalar que la normativa del BCRA en su ordenamiento de “Política de crédito”
(comunicación “A” 6428, texto ordenado el 12 de enero del 2018) había
ampliado y flexibilizado los criterios establecidos con anterioridad, con lo cual
desacopló el otorgamiento de estas financiaciones en dólares de los ingresos
en dicha moneda. Este marco regulatorio sufrió significativas modificaciones
tendientes a flexibilizar la adquisición de billetes estadounidenses sin destino
o aplicación específica. Esto, implicó un fuerte proceso de canalización del
ahorro hacia esa moneda (atesoramiento) y facilitó la dolarización de carteras
de inversión.

El regreso a las restricciones a partir de septiembre de 20193


Como consecuencia del desajuste financiero que produjo el resultado de las
elecciones PASO de agosto de 2019, el Decreto 609/19 reintrodujo a partir del
2 de septiembre el control de cambios y la obligación de negociar en el
mercado oficial de cambios las divisas producto de exportaciones de bienes y
servicios, con vigencia hasta el 31 de diciembre de ese año.
Con esto, la Comunicación del BCRA A-6788 del 19/9/19 reintrodujo
prácticamente toda la normativa cambiaria vigente hasta noviembre de 2017,
poniendo de nuevo en servicio el Secoexpo (Seguimiento del Cobro de
Exportaciones). Con algunas dificultades para calcular los plazos
correspondientes a determinadas mercaderías (principalmente del agro) y
para ventas a empresas vinculadas, quedó en vigencia nuevamente este
régimen, así como la exigencia del ingreso y negociación de las divisas para
cobrar los reintegros de exportación. Poco tiempo después, la Comunicación
BCRA A-6818 estableció las normas para el acceso al mercado de cambios para
los pagos de importaciones y otras compras de bienes en el exterior a partir
del 1 de noviembre de 2019.

3
Clement M (2019, 19 de diciembre); Últimos cambios en la normativa cambiaria aplicable a
importación y exportación de bienes. La Nación.

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De esta forma, se volvió en nuestro país a la situación en que todas las


operaciones de cambio (es decir, la compra y la venta de múltiples divisas)
deben ser efectuadas con la intervención de las entidades autorizadas a tal fin
por el Banco Central. Aquellas operaciones que no se ajusten a lo dispuesto en
la normativa cambiaria se encuentran alcanzadas por el citado Régimen Penal
Cambiario.
Las entidades financieras y cambiarias deben dar cumplimiento a los requisitos
de registro de las operaciones e identificación de sus clientes y cumplir con el
Régimen Informativo de Operaciones de Cambio. Asimismo, deberán cumplir
con los requisitos exigidos en materia impositiva y de prevención de lavado de
activos y de otras actividades ilícitas, de acuerdo a la normativa vigente.
Cuando esas entidades consideren que puede haberse producido una
transgresión o tentativa de transgredir aquellas disposiciones, deberán avisar
a la Unidad de Información Financiera, de acuerdo con lo establecido por la
Ley N° 25246 y las resoluciones dictadas por dicha Unidad.

El mercado cambiario en la actualidad

Indeterminación del plazo de vigencia de las restricciones


El 28 de diciembre de 2019, el gobierno nacional extendió la vigencia del
Decreto 609/19, bajo las condiciones y plazos establecidos por el Banco
Central.
De esta manera, el Poder Ejecutivo dejó sin efecto el límite de tiempo
establecido en el decreto mencionado, que vencía el 31 de diciembre de 2019,
para dejarlo sin un plazo determinado.

Ley n° 27.541 de “Solidaridad Social y Reactivación Productiva”


As Una de las principales medidas del nuevo Gobierno nacional a nivel
económico fue la declaración de la Ley n° 27.541 de “Solidaridad Social y
Reactivación Productiva” que aplica un impuesto de 30% a diversos consumos
realizados en moneda extranjera con tarjetas de crédito y débito.

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El tributo, conocido también como PAIS (Para una Argentina Inclusiva y


Solidaria), se aplica en todo el territorio nacional para las siguientes
operaciones:
-Las compras de billetes y divisas en moneda extranjera (incluye los cheques
de viajero) para cualquier fin. De esta forma, si se compran 200 dólares, se
aplicará el impuesto del 30% en pesos al tipo de cambio Banco Nación
Argentina del día anterior.
-Las compras de bienes y/o servicios en el exterior que se paguen con tarjeta
de crédito, débito o recargable, incluye las extracciones de adelantos en
efectivo que se realicen en el exterior.
-La adquisición de servicios en el exterior contratados a través de agencias de
viajes y turismo (mayoristas o minoristas), del país.
-La adquisición de servicios de transporte aéreo y por vía acuática con destino
fuera del país, y transporte terrestre a países no limítrofes, siempre y cuando
se necesite el traspaso de pesos a dólares.
-Las compras de bienes y/o servicios digitales que se realicen en portales o
sitios virtuales en moneda extranjera abonan un 8% (Spotify, Netflix, Youtube,
etc.).
Para los consumos realizados con tarjeta de crédito, se calcula el impuesto al
cierre de la misma y para los consumos realizados con tarjeta de débito, se
debita de la caja de ahorro en pesos al momento en que se realiza la compra
(si se debitan de una caja de ahorro dólares no corresponde el impuesto).

Medidas para la conservación de divisas


Durante septiembre de 20204, en el marco de un sostenido proceso de pérdida
de reservas internacionales, el Banco Central de la República Argentina
introdujo modificaciones en el marco normativo que rige el mercado
cambiario.

4
Proganó, R. (2020, 21 de septiembre); Incertidumbre económica ante nuevas medidas cambiarias. Ámbito
Financiero

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En síntesis, y con el propósito de garantizar las divisas que permitan la


recuperación económica, el BCRA anunció cuatro medidas. Por un lado, un
mecanismo de percepción a cuenta del pago del Impuesto a las Ganancias y a
los Bienes Personales del 35% para las operaciones de compra de moneda
extranjera y los consumos en dicha moneda con tarjetas de débito y crédito
(ya instrumentado por AFIP). En el mismo sentido, otra medida fue el
mantenimiento del cupo de venta de US$ 200 mensuales para personas
humanas con fines de atesoramiento y gastos con tarjetas (si bien con mayores
restricciones de acceso). Se extendió a 15 días (actualmente dólar MEP 1 día
hábil / CCL 3 días hábiles) del plazo mínimo de tenencia (parking5) para las
transferencias receptoras de títulos valores desde el exterior para su
liquidación en moneda local (ya implementado por CNV). Y, a su vez, se
determinó la reestructuración obligatoria de las deudas financieras en moneda
extranjera del sector privado con vencimientos de capital que se produzcan
entre el 15/10/2020 y el 31/03/2021, para aquellos deudores que exhiban
vencimientos de capital superiores a u$s1 millón por mes.

Otras restricciones vigentes en materia cambiaria:


- Restricciones a la tenencia de moneda extranjera fuera del sistema
bancario: la totalidad de las tenencias de moneda extranjera en el país
deberán encontrarse depositadas en cuentas en entidades financieras.

- Restricciones a la tenencia de activos externos líquidos disponibles: no se


pueden poseer activos (i) externos, (ii) líquidos y (iii) disponibles que permitan
obtener disponibilidad inmediata de moneda extranjera.

- Compromiso de liquidar en el mercado de cambios fondos recibidos en el


exterior por activos constituidos después del 28/05/20: al momento de
acceder al mercado de cambios, la empresa debe comprometerse a liquidar
dentro de los 5 días hábiles desde su obtención, aquellos fondos que reciba en
el exterior.

Restricciones para pagos de importaciones de bienes o cancelación de deudas:

5
el parking es el plazo mínimo de tenencia –o “estacionamiento” de los títulos en cartera– que es exigido
por la CNV a fin de que cualquier persona pueda concretar la transacción para acceder al Dólar MEP o CCL

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Importaciones de Bienes

Según fue establecido por la Comunicación “A” 7193 de fecha 30/12/20, se


deberá contar con la conformidad previa del BCRA (conformidad que en la
práctica es casi imposible de obtener) para el pago de importaciones de bienes
y cancelación de capital de deudas originadas por importación de bienes,
excepto que se verifique alguna de las siguientes situaciones:

 Cuando el monto total de los pagos asociados a importaciones de bienes


cursados a través del mercado de cambios a partir del 01/01/2020,
incluido el pago que se está solicitando, no superen el equivalente a USD
1.000.000 que surge de considerar la siguiente fórmula:
1. el monto por el cual el importador tendría acceso al mercado de cambios
al computar las importaciones de bienes que constan a su nombre en el
sistema de seguimiento de pagos de importaciones de bienes
(SEPAIMPO) y que fueron oficializadas entre el 01/01/2020 y el día previo
al acceso al mercado de cambios.
2. el monto de pagos diferidos o a la vista de importaciones de bienes de las
siguientes operaciones no incluidas en el punto anterior: (i) operaciones
embarcadas a partir del 01/07/2020 o embarcadas con anterioridad que
no hubieran arribado al país antes de esa fecha, (ii) destinados a
cancelación de deudas comerciales con agencias de créditos a la
exportación, entidad financiera del exterior o garantía de las mismas; (iii)
realizados por el sector público u organizaciones empresariales donde el
Estado nacional tenga participación mayoritaria o fideicomisos públicos,
(iv) con registro aduanero pendiente de cursar de provisión de
medicamentos críticos, (v) compra de kits para la detección de COVID-19;
3. el monto pendiente de regularizar por pagos de importaciones con
registro aduanero pendiente realizados entre el 01/09/19 y el 31/12/19.
Tampoco será necesaria la obtención de conformidad previa cuando se trate
de pagos de importaciones de bienes por operaciones que se hayan
embarcado a partir del 01/07/20 o que habiendo sido embarcadas con
anterioridad no hubieran arribado al país antes de esa fecha.

Cancelación de capital de préstamos intercompany

La misma Comunicación 7193 extendió hasta el 31/03/21 el requisito de


obtener la conformidad previa del BCRA para acceder al mercado de cambios
para la cancelación de servicios de capital de endeudamientos financieros con
12
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el exterior cuando el acreedor sea una contraparte vinculada al deudor (de


forma tal que sigue habilitada la opción de pagar intereses).

Importación de Bienes Suntuarios (lujosos)

La Comunicación “A” 7201 de fecha 06/01/21 dispuso que resultará necesario


contar con la conformidad previa del BCRA para poder acceder al mercado de
cambios para el pago de importaciones de bienes suntuarios, excepto cuando
el acceso tenga lugar una vez transcurridos plazos extensos.

Se incluyen productos tales como automóviles y motos de alta gama, jets


privados, embarcaciones de uso recreativo, bebidas espirituosas con un precio
superior a USD 50 el litro, diamantes y piedras preciosas, entre otros.

Por otro lado, a través de la Comunicación “A” 7200 de igual fecha se creó el
“Registro de Información Cambiaria de Exportadores e Importadores de
Bienes”, a fin de que las personas físicas y jurídicas que sean consideradas
sujetos obligados, cumplan con dicho registro antes del 30/04/21. La misma
norma establece que a partir del 01/05/21 las entidades deberán contar con
la conformidad previa del BCRA para dar curso a aquellas operaciones que
correspondan a egresos por el mercado de cambios cuyo trámite conste como
“no inscripto” en dicho registro.

Restricciones para la compra de dólares mediante la negociación de títulos


valores:

Continúan vigentes las disposiciones de la Comunicación “A” 7001 del


30/04/20 y que fueran modificadas por la 7030, que establecen que a los
efectos de acceder al mercado de cambios, no se podrán haber efectuado ni
se efectuarán ventas de títulos valores con liquidación en moneda extranjera
en el país o en el exterior –operaciones comúnmente conocidas como “Dólar
MEP” o “Contado con liquidación (CCL)” respectivamente – en los 90 días
corridos anteriores y subsiguientes.

En tal sentido, la CNV dictó con fecha 11/01/21 la Resolución General Nº 878
que redujo de dos días a un día hábil el parking aplicable a las personas físicas
o jurídicas para las operaciones de (i) Dólar MEP o (ii) para la venta de valores
negociables con liquidación en moneda extranjera en el mercado local cuando
éstos provengan de transferencias desde entidades depositarias del exterior

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(esto último difiere de la tradicional operatoria de MEP ya que se parte de una


transferencia del exterior).

Vale aclarar que el parking es el plazo mínimo de tenencia –o


“estacionamiento” de los títulos en cartera– que es exigido por la CNV a fin de
que cualquier persona pueda concretar la transacción para acceder al Dólar
MEP o CCL.

Por otra parte, dicha norma incluyó un último punto que limita a 100.000
nominales por semana la operación en el mercado para quienes realicen
transacciones de CCL a través de bonos de legislación local.

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Bibliografía:
Feldman, G. D., & Formento, A. (2019). Marco regulatorio cambiario y dinámica del sector externo: un
análisis del caso argentino reciente. Cuadernos de Economía,
38(77), 631-654.

Clement M (2019, 19 de diciembre); Últimos cambios en la normativa cambiaria aplicable a


importación y exportación de bienes. La Nación.

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