Curso Técnicas de Manejo Forestal. Modulo I - Inventarios Forestales. Tema 1 - Inventarios para La Elaboración de Planes de Manejo
Curso Técnicas de Manejo Forestal. Modulo I - Inventarios Forestales. Tema 1 - Inventarios para La Elaboración de Planes de Manejo
Modulo I:
Inventarios Forestales
1. INTRODUCCIÓN
2. CLASIFICACION DE LOS INVENTARIOS FORESTALES
2.1 De acuerdo al método estadístico
2.2 De acuerdo al grado de detalle
2.3 De acuerdo al objetivo
8. RECOMENDACIONES
9. BIBLIOGRAFIA
1. INTRODUCCIÓN
El manejo de los bosques naturales requiere de información precisa y confiable que permita
una adecuada planificación a mediano y largo plazo. La técnica que nos permite obtener
este tipo de información se conoce como “Inventario Forestal”, definida como un “sistema
de recolección y registro cuali-cuantitativo de los árboles y de las características del área
sobre la cual se desarrolla el bosque, de acuerdo a un objetivo previsto y en base a métodos
apropiados y confiables”.
En el presente documento tiene como objetivo presentar de una manera clara y sencilla los
aspectos más relevantes en el diseño, planificación e interpretación de los resultados de
inventarios forestales para la elaboración de planes de generales de manejo (PGM) en
concesiones forestales. Se analizan algunos conceptos teóricos y prácticos llegando a
recomendaciones basada en la experiencia generada en Perú y otras regiones del trópico
con características similares.
El documento inicia con una clasificación de los diferentes tipos de inventarios forestales y
un repaso sobre los aspectos más relevantes de la teoría estadística. En lo que respecta a la
planificación la discusión se centra en cuatro aspectos claves en el diseño de inventarios
forestales: el tamaño y forma de las parcelas o unidades de muestreo, el número de
unidades de muestreo y distribución de la muestra a diferencia de otros textos de esta
naturaleza se ha incluido un capitulo sobre interpretación de los resultados.
Existen muchos textos sobre inventarios forestales, algunos de los cuales se han convertido
en verdaderos clásicos en la temática (Loetsch et al. 1973, Malleux, 1982, Husch, 1983
entre otros) en donde se analizan con mayor detalle diversos diseños de inventarios. No
obstante, se ha visto por conveniente elaborar el presente documento que resume los puntos
más relevantes y que pueda servir servir como guía para la ejecución inventarios forestales
con fines de ejecución de planes de manejo en concesiones forestales en la amazonía
peruana.
2. CLASIFICACION DE LOS INVENTARIOS FORESTALES
Criterio Tipo
Método estadístico • Cien por ciento
• Muestreo
• Reconocimiento
Grado de detalles • Inventario exploratorio
• Inventario semi detallado
• Inventario detallado
• Evaluación del potencial maderero
• Planificación de la extracción
Objetivo • Elaboración de un plan de manejo
• Evaluación de la dinámica del bosque
• Definición de la necesidad de
aplicación de un tratamiento silvícola
a) Inventarios al cien por ciento. Este tipo de inventario recibe también el nombre de
censo comercial. Se utiliza comúnmente en bosques naturales tropicales en la
planificación de aprovechamientos de impacto reducido (AIR) y su ejecución es
obligatoria en la mayoría de países tropicales para la elaboración del Plan Operativo
Anual (POA). Como producto de este tipo de inventario se obtiene un mapa con la
distribución espacial de los árboles a extraer y de las características del terreno.
Estos dos factores son importantes para la planificación optimizada de caminos, lo
que redundará en una reducción de los costos debido a un mayor rendimiento de la
maquinaria o sistema de extracción a emplear. Además, una buena planificación de
caminos se traduce en una disminución en la intensidad de daños al bosque residual.
El objetivo o los objetivos de un inventario forestal, son variados, sin embargo pueden
dividirse en sus usos más frecuentes en:
a) Evaluación del potencial maderero. Tiene como objetivo hacer una evaluación del
volumen maderable actual a partir de un determinado diámetro mínimo de corta . El
tipo de información que provee no es suficiente para la elaboración de planes de
manejo.
Σ Xi
X = ------------
n
donde:
_
Xi = valor observado de unidad i-ésima de la muestra.
n = número de unidades de la muestra (tamaño de muestra).
Si la superficie total del bosque inventariado es de 1,000 ha, el valor total sería:
60 * 1,000 = 60,000 m3
Es una medida que caracteriza la dispersión de los individuos con respecto a la media. Da
una idea de los individuos en una muestra si están próximos a la media o están
diseminados. Se define como:
Σ Xi ² - (ΣXi)² / n
S = ---------------------------------
n-1
600²
64² + 47² +...+72² + 90² - -----
10
S = ---------------------------------------------- = 18.9 m3/ha
10-1
Se puede decir que el promedio de las desviaciones de los datos muestreados es de 18.9
m3/ha, con respecto a la media muestral.
S
CV = ----- * 100
X
18.9
CV = ----- * 100 = 31.5 %
60
Se puede interpretar este resultado afirmando que la desviación promedio de los datos
muestreados es de 31.5 % con respecto al promedio.
Una de las ventajas del coeficiente de variación, es que permite comparar la variabilidad de
poblaciones que tienen diferentes unidades de medida.
Lo que más interesa en un muestreo, aparte de la media, es su exactitud. Se sabe que cada
media estimada con base en un muestreo, tiene un error estadístico, el cual también hay que
calcular.
S
Sx = --------------
n (1-n/N)
S
Sx = --------
√n
_ _
X - t(Sx) ≤ µ ≤ X + t(Sx)
donde:
µ = media poblacional
X = media muestral
t(Sx) = error de muestreo absoluto
El error de muestreo absoluto permite determinar los límites del intervalo de confianza al
sumarlo y restarlo de la media muestral. El valor de t depende del nivel de confianza
requerido y de los grados de libertad.
Se puede decir con una probabilidad del 95% que la media real de la población no es menor
a 46.49 m3/ha ni mayor a 77.51 m3/ha. Hay que tomar en cuenta que el 5%, en este caso de
dos límites (inferior y superior), están a ambos lados de la distribución t, o sea 2.5% a cada
lado. En la tabla el valor de t corresponde al 2.5% (0.025) de probabilidad de sobrepasar los
límites de confianza.
Si solamente interesa un lado, por ejemplo, el límite inferior, tendría que considerarse
solamente el lado izquierdo de la distribución t, buscando el límite que corresponde al 5 %
de probabilidad de sobrepasar este límite al lado izquierdo de la distribución t. En este caso
se habla de la estimación mínima confiable (EMC).
El volumen mínimo por que se puede esperar por hectárea a un 95% de confianza es:
_
EMC = X - t (Sx) = 60 – 1.83 (5.98) = 49.01 m3/ha
t(Sx)
E% = ------------ * 100
X
2.26 (5.98)
E% = ---------------- * 100 = 22.5 %
60
Se puede interpretar este resultado afirmando, con un 95% de seguridad, que el valor de la
media poblacional está en un rango de más o menos 22.5 % con respecto de la media
muestral.
El error de muestreo es diferente para cada parámetro forestal (N/ha, G/ha, V/ha) y también
difiere de especie a especie. Generalmente, el error para una sola especie es mayor, para un
grupo de especies se reduce el error y más todavía si se trata del total de especies.
A partir de la fórmula del error de muestreo relativo (E%), se puede despejar una fórmula
que permita calcular el tamaño de muestra necesario, para una precisión deseada.
t(S/ √n)
E% = ---------- * 100
X
S
Se conoce que: CV = ----- * 100
X
t(CV)
E% = ---------
√n
t2(CV)2
n = -------------
E%2
En los cálculos del ejemplo anterior, el coeficiente de variación fue de 31.5%, con un error
de muestreo de 22.5 por ciento. Si se quiere alcanzar un error del 15%, a un nivel de
confianza de 95%, se va probando con diferentes grados de libertad hasta que los resultados
de las "n" sean iguales. Así, para 19 grados de libertad, t = 2.09. Reemplazando los valores
se tiene:
(2.021) 2 (31.5) 2
n = ------------------- = 40.5
10 2
Nótese como para reducir el error de 15 a 10 % se tuvo que duplicar el número de muestras
ha tomar. De la fórmula se deduce que el tamaño de la muestra está en función de la
variabilidad del bosque (CV) y de la precisión requerida (E), y no del tamaño de la
superficie del bosque a inventariar.
Supongamos que se realiza un inventario en un bosque de 10,000 ha. Los resultados delo
inventario por estrato son los siguientes. Se emplearon un total de 52 parcelas de inventario
distribuidas en forma proporcional al tamaño de cada estrato.
Reemplazando valores:
Obsérvese que el segundo término no tiene casi ninguna infuencia y podría no usarse.
Inclusive se tendría mayor seguridad en los datos de no usarse ya que este término
disminuye casi imperceptiblemente el error estándar (Sx).
El error de muestreo relativo sale de la multiplicación de del error estándar por el valor de
“t” para 51 grados de libertad:
E = t (n-1 gl) Sx
E% = t x CV
√n
Estrato I E% =15%
Estrato II E% = 18%
Estrato III E% = 14%
Si hubiésemos calculado con los mismos datos el E% sin hacer caso a la estratificación, el
error de muestreo hubiera sido mayor. En conclusión, una buena estratificación ayida a
reducir el número de muestras requeridas durante el inventraio.
Derterminación del número de muestras sabiendo la variabilidad de cada estrato
Vamos a suponer que tenemos tres estrato cuya superficie y coefociente de variación son
conocidos:
n = t2 x CV2
E%2
Reemplazando valores:
Estratificado
Al azar
No estratificado
Diseños de
inventarios
Estratificado
Sistemático
No estratificado
Entre las desventajas de este diseño de muestreo al azar en inventarios forestales está la
inseguridad para establecer la ubicación exacta de las muestras en el bosque (especialmente
cuando no se cuenta con un geoposicionador o GPS), los altos costos por accesibilidad, y el
hecho de no proporcionar datos confiables acerca de la configuración y topografía del
bosque. No recomendamos su aplicación para inventarios forestales en concesiones
forestales.
Una de las ventajas del diseño sistemático es que puede proporcionar datos confiables y
seguros para la construcción de mapas en la concesión al mismo tiempo que se realiza el
inventario. Esta ventaja se incrementa cuando de tratan de fajas que atraviesan todo el
bosque y, la exactitud de los mapas aumenta conforme se reduce la distancia entre las fajas.
Además, reduce la incertidumbre de errores personales en la ubicación de las unidades de
muestreo debido a su valor constante.
Inundable
Llanura aluvial
No inundable o terraza
Colinas bajas
Montañoso
Es posible sub-dividir aún más cada estrato de acuerdo al nivel que se quiera llegar, por
ejemplo colina baja clase I o Clase II. Es posible encontrar concesiones que tengan
solamente un solo estrato fisiográfico.
En la región anazónica de Perú, como en la mayoría de regiones o zonas que aún cuentan
con grandes superficies de bosque latifoliado, es costumbre utilizar unidades de muestreo
de una hectárea durante los levantamientos de inventarios forestales. Vale la pena
preguntarse si ese tamaño es el más conveniente.
Cualquiera que sea el tamaño de la unidad de muestreo escogida, ésta no debe variar en el
mismo inventario. En todo caso, hay que tener presente que el tamaño de las unidades de
muestreo siempre se refieren al plano horizontal. En terrenos inclinados hay que hacer la
corrección de pendiente ya sea por resaltos horizontales o utilizando una tabla de
compensación de distancias.
Diversas investigaciones (Carrera, 1996; Hughell, 1997) están demostrando que parcelas de
media exacta son mucho más eficientes en el sentido que no tiene mayor diferencia con
respecto al coeficiente de variabilidad con parcelas de una hectárea, pero si hay
repercusiones en los costos de su levantamiento. En conclusión se recomienda utilizar
parcelas de media hectárea durante el levantamiento de datos de inventarios forestales en
concesiones.
El tamaño total de la muestra está compuesto por la suma de las áreas de todas las parcelas.
El tamaño de muestra tiene un límite máximo a partir del cual pierden eficiencia.
Considerando una población dada de tamaño fijo, llega un límite donde la muestra aumenta
en relación cuadrática, mientras que el error de muestreo disminuye sólo en proporción
aritmética. Esto significa que el reducir a la mitad el error de muestreo, se aumenta el
tamaño de la muestra en una proporción mayor, lo cual significa un aumento en los costos
en casi esa misma proporción.
t2 x CV2
n = ----------------
E%2
Nótese que el número de parcelas está en función de la variabilidad del bosque (Coeficiente
de Variación) y del error máximo que deseamos o nos permiten tener. El tamaño del
bosque tiene poca influencia en el número total de muestras y está indirectamente
expresada en la fórmula al considerar que bosques más grandes deben tener un mayor
variabilidad.
Una forma sencilla y práctica para determinar el número de parcelas a priori es hacer uso
del conocimiento empírico. Así por ejemplo, 46 parcelas de inventario dan información
confiable en inventarios de 5000 ha. Cuando decimos información confiable nos referimos
a errores de muestreo menores al 15% sobre el volumen total. Por otro lado 100 parcelas
han demostrado ser eficientes en inventarios de 50,000 ha. Con base en esta información
podemos derivar la siguiente ecuación lineal simple:
n = 40 + 0.0012 S
Donde:
Del desarrollo la formula propuesta se tiene el siguiente cuadro que relaciona la superficie
total del bosque con el número de parcelas de media hectárea a inventariar.
Nótese que para hacer un inventario de 10 mil hectáreas se recomienda utilizar 52 parcelas
y para un área de 50 mil hectáreas 100 parcelas. Si tenemos en cuenta los costos fijos de
realizar el inventario podemos concluir que el incremento en el área no guarda la misma
proporción en el incremento en los costos. Esto es muy importante porque es posible que
convenga hacer un inventario en toda el área antes que realizarla en la cuarta parte de la
misma (un quinquenio).
Un número mayor de parcelas nos permite tener mayor confiabilidad a nivel de estratos e
incluso a nivel de especies o grupos de especies. En Bolivia por ejemplo, en algunos
inventarios se presentan el error a nivel de especie, no como requisito legal sino como
seguridad para el propietario del bosque de lo que realmente puede encontrar por estrato. El
cuador propuesto permite llegar a ese nivel de detalle pero no debe exigirse como requisito
legal.
√A
d = -----
√n
donde:
Para reducir las líneas de levantamiento y los costos, se puede aumentar la distancia entre
ellas, multiplicando "d" por un factor entre 1 y 1.5, y reducir al mismo tiempo, la distancia
entre los puntos centrales de las unidades sobre las líneas, dividiendo "d" con el mismo
factor. En todo caso, el trecho sin inventariar entre las unidades de muestreo sobre una línea
de levantamiento no debe ser menor al largo de la unidad.
Las distancias entre las líneas de levantamiento y entre los puntos centrales de las unidades
sobre las líneas deben ser valores definidos en km y redondeados al primer decimal. Los
valores resultantes son de carácter estimativo y, en caso necesario, deben ser modificados
para poder distribuir el número requerido de unidades.
Una vez definidas las distancias anteriormente mencionadas, se distribuyen las unidades de
muestreo en el mapa forestal, enumerándolas en forma correlativa y tratando de conseguir
la mejor forma de cuadriculación para evitar así coincidencias en las líneas de
levantamiento con ciertos rasgos sistemáticos del terreno (por ejemplo ríos o cadenas de
colinas). Lo último es importante para evitar errores sistemáticos (sesgos).
Para entender mejor la distribución de las parcelas de inventario se cita un ejemplo práctico
citado por Dauber (1995). Supóngase que se desea distribuir 100 parcelas de media
hectárea en un bosque de 50 mil hectáreas (500 km2).
√500
d = --------- = 2,2 km
√100
Para ahorrar costos, se puede aumentar la distancia entre las picadas a 3 km, y reducir la
distancia entre las parcelas a lo largo de las picadas a 2 km. Es necesario tener en claro que
este cálculo solamente es una ayuda para el diseño de muestreo, que su versión final es el
resultado de un procedimiento empírico.
La ubicación de las unidades de muestreo debe realizarse primero en el mapa, haciendo las
modificaciones del caso antes de tomar los datos en el campo. El inconveniente de esta
técnica es que la distribución del número de parcelas está en forma proporcional a la
superficie del estrato y no con base en su variabilidad. Además, el desplazarse en fajas
sistemáticas a lo largo de todo el bosque exige un gran despliegue físico e incrementa los
costos de su ejecución. Por otro lado, los resultados obtenidos son muy buenos
permitiendo obtener información sobre las características del área.
En todo caso cualquiera de los dos métodos son aceptables, el primero es más confiable
pero más caro y el segundo brinda información aceptable. Queda a criterio del
concesionario la forma en que desea distribuir las parcelas para la ejecución del plan de
manejo de su concesión.
En el caso que el objetivo del inventario es recabar información confiable y al menor costo,
de las características del área, así como información dasométrica que permita la elaboración
del plan de manejo, se requiere la estimación de:
Antes de realizar el inventario es necesario obtener una idea bastante precisa del área. Esto
se puede lograr mediante revisión de material cartográfico, imágenes de satélite e incluso
un reconocimiento del sitio.
Es necesario señalar claramente en un mapa las áreas con y sin bosque. Dentro de las
primeras se deben diferenciar, cuando sea posible, los bosques de producción y los de
protección. Una vez identificadas las áreas de bosque de producción (área efectiva de
manejo), éstas deben clasificarse por tipo de bosque o estratos, si es que hay diferencias
marcadas que así lo ameriten. Se hace notar que pueden haber casos en que exista un sólo
tipo de bosque. En general, no es conveniente diferenciar más de cuatro o cinco estratos ya
que su diferencia no sería pronunciada (Dauber, 1995).
El mejor diseño es aquel que reporta resultados más precisos a un costo más bajo. Dadas las
características de las áreas en concesión, el diseño sistemático estratificado, con parcelas
rectangulares de media hectárea (10x500m) es el que cumple mejor estas dos condiciones,
por lo que se recomienda su uso.
No obstante, el concesionario puede utilizar parcelas más grandes y utilizar otro tipo de
diseño. Lo que tratamos en todo caso es de ser lo más eficiente en términos de costo y
calidad de la información.
Es importante contar con un formulario claro y sencillo para recolectar datos durante el
inventario. El formulario debe incluir los árboles, a partir de 30 cm dap, fustales (árboles
entre 10 y 29.9 cm dap),
a) Para los árboles. Deben ser medidos en todas las parcelas de 10 x 500 metros. Una
parcela o unidad de muestreo está dividida en 5 subparcelas. Para cada individuo se debe
registrar el número correspondiente, nombre común, diámetro y altura comercial.
- Número del árbol. Es un número correlativo ascendente para cada árbol en una
parcela. El promedio del número de árboles, a partir de 30 cm dap, varía entre 60 y
120/ha, dependiendo del tipo de bosque; puede haber casos que sobrepasen este
rango.
- Diámetro. Debe ser medido con cinta diamétrica o forcípula a la altura del pecho o
estimado por encima de las gambas. En caso de que el árbol se encuentre sobre una
pendiente, se medirá desde la parte más alta de la pendiente.
- Altura comercial. Está dada por el largo de fuste aprovechable sin defectos,
estimada en metros. Si bien, el uso de instrumentos para su medición da resultados
más precisos, implica un mayor tiempo por lo que es poco práctico.
b) Para los fustales. Los fustales (árboles entre 10 y 29.9 cm dap) por su abundancia
sólo debe ser evaluada en la tercera subparcela de 10x100 m
100 m
500 m
Existen diversas fórmulas para determinar el volumen comercial. Una de las más simples y
utilizadas es:
V = π x dap2 x Hc ff
4
donde:
V = Volumen comercial (m3)
dap = diámetro a la altura del pecho (m)
Hc = altura comercial (m)
ff = Factor de forma (0.65)
Vale la pena recalcar que más importante que el tipo de fórmula a utilizar es medir o
estimar adecuadamente el diámetro y altura comercial.. En otras regiones se han dado casos
en los que se utilizan fórmulas más sofisticadas para medir con mayor precisión el
volumen, pero, muchas veces no se percatan de que el árbol medido está defectuoso, hueco
o podrido.
Los resultados pueden ser procesados mediante el uso de cualquier hoja electrónica, sin
embargo, existen programas computadorizados especialmente diseñados para procesar la
información de inventarios.
Los formularios de campo deben ser revisados antes de ser digitados. La digitalización debe
ser realizada por una persona capacitada y responsable, con el propósito de evitar errores de
transcripción. Concluida esta etapa, se debe realizar una verificación intensiva de los datos.
Un error muy común en los inventarios es incluir árboles comerciales que estén fuera del
perímetro de la parcela. Se obra de esta manera inconscientemente pero eso puede tener
graves repercusiones en el resultado final. Si por ejemplo en una de las fajas incluyo una
caoba que estaba a medio metro más de la línea de inventario en realidad no estoy
incluyendo una caoba solamente, sino cientos de caobas dependiendo de mi intensidad de
muestreo. A veces es mejor una muestra muy pequeña bien tomada que muestras grandes
con problemas en la toma de datos.
Algunas personas recomiendan emplear una brigada extra de comprobación que verifique
la información brindada por las brigadas de campo. Esto con el fin de que las brigadas de
campo sepan que están siendo controladas y disminuya la posibilidad de falcear
información.
7. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS
En general, los resultados de los inventarios se presentan en cuadros y tablas, pero casi nunca son
interpretados. A continuación se expondrá en forma sucinta algunos aspectos importantes a tener en
cuenta al analizar los resultados de un inventario. Esta sección ha sido elaborada tomando como
base el documento de Louman y Stanley (2002) “Análisis e interpretación de resultados de
inventarios forestales”.
Antes de interpretar los resultados dasométricos procedentes del inventario, es necesario calcular el
error de muestreo para saber la confiabilidad de los mismos. En muchos de los países con bosques
tropicales el estado exige un error máximo permisible para el volumen total o área basal entre 15 y
20% a un nivel de 95% de confianza. Vale la pena preguntarse ¿Qué nos dice ese error de
muestreo?
Para entender mejor el significado práctico del error de muestreo vamos a analizar un ejemplo de un
inventario forestal real donde se inventarió una superficie de 5,000 ha con una intensidad de 1%,
utilizando parcelas de 2 ha. El inventario arrojó un error de muestreo de 14.5% a 95% de
confianza.
Cuadro 3. Resultado estadísticos básicos del inventario de Arroyo Colorado (Stanley, 1994)
Podemos interpretar los resultados del inventario que existe una alta probabilidad (95% de
confianza) de que el volumen promedio verdadero de madera, para toda la población, se encuentre
en un rango de 14.5% respecto a la media muestral o sea 54.9 y 73.5 m3/ha. En otras palabras, el
error de muestreo nos dice el intervalo de confianza en el que se encuentra el promedio de la
población a una probabilidad deseada previamente definida.
Cabe notar que este rango fue planteado para todas las especies inventariadas, tanto comerciales
como no comerciales. Si se considera sólo el volumen para las especies comerciales el error de
muestreo sería mucho mayor y consecuentemente un rango entre el límite inferior y superior más
amplio. En nuestro caso el error de muestreo para 13 especies comerciales mayores al diámetro
mínimo de corta (DMC) fue de 27%, casi el doble del error para todas las especies. Eso muestra
que un área boscosa puede ser muy homogénea respecto del volumen total por unida de superficie
para todas las especies, pero a la vez heterogénea respecto del volumen comercial de determinadas
especies, especialmente si el bosque ha sido aprovechado anteriormente.
Muchas veces se interpreta en forma equivocada los resultados del error de muestreo al considerar
que el error encontrado es el error para cada una de las especies y no para el total en su conjunto.
Esto ha traído como consecuencia una pérdida de credibilidad de los inventarios por parte de
algunos usuarios e inclusive técnicos que interpretan incorrectamente su significado.. Es por eso
que aunque no sea una exigencia de tipo legal, es conveniente señalar el error de muestreo de las
especies comerciales a partir del DMC, lo que permitirá tener una mayor certeza del rango de los
volúmenes reales que esperamos encontrar en el bosque y así evitar sorpresas desagradables.
Implica también que los encargados de evaluar los planes de manejo deben ser flexibles y no exigir
un error máximo basado en el volumen comercial, ya que obtener errores menores de poblaciones
limitadas se necesita un número mucho mayor de muestras lo cual encarece el inventario. Lo
importante es que se sepa interpretar los resultados del inventario de acuerdo con el objetivo
deseado, y se obtenga la mayor información posible que permita planificar adecuadamente el
manejo.
En consecuencia cabe la pregunta ¿Qué nos interesa evaluaren un inventario con fines de manejo:
el volumen de todas las especies , solamente el volumen de especies comerciales o aspectos de
estructura y composición florística de todas las especies? En realidad los tres aspectos son
importantes. Si solo fuera un plan de aprovechamiento definitivamente solo interesaría el volumen
de las especies comerciales, pero para fines de manejo, además del volumen comercial, interesa
conocer la distribución por clase diamétrica del número de árboles, área basal y volumen por
hectárea para cada una de las especies y grupos de especies, lo cual como veremos más adelante es
muy útil para la toma de decisiones silviculturales.
El primer paso en la interpretación de los resultados es agrupar las especies según su grado de
accesibilidad en el mercado. Dada la variabilidad de la demanda del mercado y los diversos
productos finales, el agrupamiento de las especies varía según regiones y en el tiempo. Por eso, es
recomendable que se haga un estudio del mercado antes que se inicie la interpretación de los
resultados, para saber cuales espéciese pueden vender actualmente y también en cuales especies se
van a enfocar los tratamientos silviculturales.
Además de proporcionar una idea del volumen aprovechable ahora y en el futuro, el agrupamiento
de las especies en clases comerciales facilita la toma de decisiones silviculturales. Existen muchas
clasificaciones para agrupar especies la más simple es aquella que las agrupa en comerciales y no
comerciales.
Abundancia
El análisis de la abundancia por especie, por grupo comercial y por clase diamétrica, proporciona
información vital sobre la factibilidad de realizar un aprovechamiento comercial, la futura
composición del rodal y además nos permite tener una idea sobre el grupo ecológico a que
pertenece una determinada especie de interés.
Por ejemplo, si en un bosque primario se encuentran más individuos de una especies en diámetros
grandes en comparación con diámetros pequeños, esto implica que la especie no se regenera bien
bajo sombra y es posible que sea una especies heliófita. Cabe mencionare que la clasificación por
grupos ecológicos es compleja y, aparte de la abundancia, se necesita más información para
agruparlas correctamente.
Área basal
Para Tener una mejor idea sobre la competencia que ocurre entre individuos en un rodal, lo ideal
sería medir el ancho, la altura y la ubicación de todas las copas de los árboles en parcelas
permanentes de muestreo. Dada la complejidad del bosque húmedo tropical, hacerlo resultaría
demasiado costoso y estaría sujeto a muchos errores de medición. Sin embargo, hay una
correlación lineal relativamente alta entre el diámetro de la copa y el diámetro del fuste. Al
respecto Dawkins (1963) mostró que para árboles que están en el dosel superior y median, la
relación entre copa y dap es aproximadamente 20:1. Dicha indicación permite usar el parámetro de
área basal como un indicador del nivel de competencia en el dosel. Si una especie ocupa el mayor
porcentaje de área basal relativa significa que está dominando el sitio, aún si no es la más
abundante. Esto implica que las copas de esta especie dominante están ocupando mucha área y
probablemente estén bien iluminadas.
El área basal de un bosque primario es un indicador de la calidad del sitio: a mayor área basal,
mejor calidad del sitio. Para los bosques húmedos tropicales el área basal varía entre 10 y 35 m2/ha
a partir de 10 cm dap. Esta variación se debe principalmente a factores de sitio tales como
profundidad, del suelo, drenaje, y fertilidad entre otros. Si para calidades de sitios conocidas, un
bosque se acerca al área basal máxima encontrada en sitios de calidades similares, es probable que
la competencia entre individuos en ese sitio sea alta, y que un tratamiento silvicultural que elimine
parte del área basal (no más del 40%) ayudaría a eliminar la competencia y mejorar el crecimiento
de individuos de especies deseadas. Obviamente lo que se eliminaría sería las especies sin valor
comercial actual o futuro 8refinamiento).
La determinación del área basal por grupos de especies y clases diamétricas también es útil para
estimar el potencial que el bosque tiene de recuperar el volumen perdido por el aprovechamiento de
madera. El área basal es una medida que toma en cuenta la cantidad y tamaño de los árboles, e
información más exacta que el volumen, por que este último se basa en una combinación de la
medición del área basal y la estimación de la altura del árbol
Volumen
La estimación del volumen es obviamente el resultado más importante del inventario desde el punto
de vista financiero. Es necesario analizar si hay suficiente volumen total y o por hectárea que
permita no solo hacer rentable el aprovechamiento sino el manejo de la concesión en su conjunto.
Sin embargo, es necesario tener claro las implicancias del volumen promedio a nivel de especies o
grupos de especies y el error.
El manejo exitoso de los bosques naturales depende mucho de la comprensión adecuada de los
requisitos ecológicos de las especies arbóreas. Dado que para los bosques húmedos, el mayor factor
limitante para la regeneración parece ser la iluminación solar y que su distribución a través del rodal
puede ser manipulada, es lógico agrupar especies arbóreas según el nivel de tolerancia a la sombra.
- Heliófitas efímeras
- Heliódfitas durables
- Esciófitas parciales
- Esciótitas tortales
Para el manejo, vale la pena distinguir cuatro grupos de distribuciones diamétricas: especies con
muy pocos individuos (son escasas), especies sin árboles grandes (pueden ser heliófitas, pero
también árboles del sotobosqueo especies que no se ajustan a las condiciones del sitio), especies sin
regeneración (la mayoría de ellas heliófitas durables) y especies con una distribución diamétrica
continua en forma de J invertida (probablemente esciófitas sin problemas de regeneración bajo
dosel o en claros pequeños). Estos cuatro grupos no cubren todas las especies del bosque, pero son
las que más claramente requieren de diferentes sistemas silviculturales. El manejo que se vaya a
aplicar debe tomar en cuanta la importancia relativa de cada grupo en términos comerciales y
ecológicos. En el Cuadro adjunto se muestras ejemplos de distribuciones diamétricas de cada
grupo. No se puso un ejemplo de bosques amazónicos por que no se encontró inventarios con
información de las clases diamétricas inferiores. Además, la información quen se prrsenta es
referencial.
Esta agrupación ayuda mucho a interpretar los datos de los inventarios y a planificar la silvicultura
del bosque.
7.4 Selección del sistema silvicultural
Es claro que no se pueden aplicar diferentes sistemas al mismo tiempo. Entonces, al tomar
decisiones sobre el sistema por aplicar hay que establecer prioridades: cuales son las especies más
importantes, cómo manejar el bosque como ecosistema de la mejor manera, y qué aspectos de la
conservación de la biodiversidad y protección de suelos y fuentes de agua hay que cuidar. Para los
bosques primarios de la Anazonía peruana, un sistema policíclico puede ser la mejor opción, aunque
en algunos casos hay que ajustarlo para permitir la regeneración de especies heliófitas durables,
como caoba (S. macrophylla). Si hay pocas caobas en las clases diamétricas inferiores es necesario
tomar medidas para disminuir su mortalidad natural (por ejemplo eliminar sus competidores) y
propiciar la instalación de la regeneración en claros más grandes para sostener la especie a largo
plazo.
Hay que tomar en cuenta que los datos de los inventarios para especies individuales son menos
confiables que los promedios para todas las especies. Por esta razón, se recomienda analizar la
distribución diamétrica de los árboles individuales por grupos de especie, preferiblemente por grupo
ecológico.
Los parámetros más importantes del marco silvicultural son el diámetro mínimo de corta y el
volumen anual de corta permisible. En muchos de los bosques naturales tropicales no existe
información detallada sobre el potencial productivo del bosque, por especie y por tamaño del
individuo; entonces estos parámetros se suelen determinar con base en datos del inventario general,
o de PPM en bosques similares. En este proceso de deben no solo tomar en cuenta los aspectos
ecológicos, sino también los técnicos, sociales y económicos. En esta sección se presenta un
método simplificado para determinar las cuatro parámetros, utilizando la información de inventarios
forestales.
El diámetro mínimo de corta
Es importante que el técnico que elabora el plan de manejo entienda como justificar la
determinación del DMC según los datos del inventario y datos aceptables sobre dinámica del
bosque. Si bien las normas legales tienen diámetros de corta predefinidos , estas mismas normas
dejan abierta la posibilidad de proponer DMC diferentes, previa justificación técnica. En este
acápite se muestra un método sencillo para definir el DMC y se mencionan otras consideraciones a
tomar en cuenta en su determinación.
Distribución diamétrica
El método más sencillo para definir el DMC es mediante un análisis de la distribución diamétrica de
la especie de interés. No tiene sentido fijar un DMC de por ejemplo 60 cm si la distribución
diamétrica muestra que muy pocos individuos alcanzan ese diámetro.
Otras consideraciones que hay que tomar en cuenta en la decisión del DMC son:
El DMC tiene que ser inferior al diámetro de la mayoría de los individuos que se
encuentran podridos.
Entre menor sea el DMC, mayor será el porcentaje de desperdicios durante el aserrío,
especialmente con equipo rústico.
Los costos por m3 de madera extraída aumentan con diámetros menores.
Las siguientes son algunas de las consideraciones que se deben tomar en cuenta en la determinación
del DMC para lograr un balance entre uso y conservación:
El DMC debe permitir un equilibrio entre el área basal aprovechada y el potencial del
bosque para recuperar esa pérdida dentro del ciclo de corta previsto. Esto se puede
determinar utilizando el método de tiempo de paso.
El DMC preferiblemente debe ser mayor al rango de dap en que la especie tiene su máxima
producción de semillas (entre 40 y 60 para muchas especies). Esto es más importante
cuando la especie es una heliófita durable , como caoba y cedro, debido a que no hay un
banco de brinzales típico de la esciófitas y la permanencia de la especie depende
directamente de la disponibilidad de semillas al momento de la creación de claros
Un ciclo de corta largo permite tener DMC más bajos por que hay mas tiempo para recuperar lo
que se va a cortar en este caso , generalmente hay que tener cuidado de dejar suficientes árboles
semilleros y bajar la intensidad de corta. Un ciclo de corta corto generalmente requiere de un
DMC mayor y una intensidad de corta baja. Los árboles de rápido crecimiento generalmente
influyen de manera positiva en la intensidad de corta, en el DMC y en el ciclo de corta, ya que
permiten una intensidad mayor, un DMC menor, y/o un ciclo más corto.
Uso de la tabla de rodal y proporción de movimiento es una herramienta útil para estimar para
estimar los parámetros silviculturales. El método supone que los árboles dentro de una clase
diamértica están distribuidos de una manera uniforme en toda la clase crecen con una tasa de
crecimiento promedio. La proporción de movimiento refleja el tiempo que necesita un árbol para
pasar de unan clase diamérica a la siguiente, este se determina dividiendo el crecimiento durante el
periodo del análisis por el tamaño de la clase diamétrica. Por ejemplo, si el crecimiento promedio
de los árboles de diferentes tamaños y diferentes especies es de 0.5 cm/año, el ciclo de corta en 20
años y el tamaño de la clase diamétrica es de 10 cm se supone que todos los árboles de una
determinada clase pasaría a la siguiente clase.
De ahí la importancia de contar con datos fidedignos de la dinámica del bosque la cual es
proporcionada por el monitoreo constante de los árboles en parcelas permanentes de muestreo
(PPM). La medición de los árboles en PPM requieren de un alto grado de rigurosidad puesto que
las mediciones respecto a los incrementos diámetros tiene que realizarse a un nivel milimétrico.
Muchos esfuerzos se han realizado en la instalación de PPM en diversas partes del trópico pero son
pocos los sitios en que la información recabada es confiable precisamente por no evaluarse
adecuadamente.
8. BIBLIOGRAFIA
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