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Introduccion Filósofo Plebeyo Ranciere Gauny Incompleto
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Presentacion
Gauny, nuestro predecesor
Para Mateo Pierre Avit Ferrero,
traductor
En una legendaria entrevista con Foucault acerca del papel de los in-
telectuales tras el Mayo del 68, Deleuze resumia una de las lecciones
esenciales de aquellos acontecimientos: /o profundamente indigno que
es hablar en nombre de otros, como la regla en ese tipo de politicas que
se proponen organizar y tepresentar a los oprimidos, tipicas de los
partidos y sindicatos de izquierda clasicos. No resulta extrafio enton-
ces que Jacques Ranciére —para quien esos mismos acontecimientos
habfan revelado que el marxismo althusseriano en que se formé era en
realidad una filosoffa del orden— no solo rompiera radicalmente con
Althusser y su-escuela, sino que, inspirado en la manera de investigar
iniciada por el propio Foucault, realizara algunos afios después una
inmersién en los archivos del movimiento obrero francés, para tratar
de entender el modo en que los trabajadores mismos habian construido
las razones de su revuelta. Ranciére buscaba la palabra auténticamente
obrera, ese verdadero pensamiento de los oprimidos que surgirfa sin
distorsiones ideoldgicas de una manera concreta de habitar el mundo,
y traducirfa materialmente cierta posicién subalterna en el orden de
produccién dominante. Y ciertamente encontré algo, pero no lo que
7Presentacion
buscaba. Aunque precisamente por eso su btisqueda mereci¢ |
C10 la peng
puede ensefiarnos algo: que el subalterno, Porque es excluido del g da
simbélico dominante, no dispone de ningun discurso Para trad
ni los suftimientos de su opresién ni las esperanzas de su liberacigy
y por eso tiene que apropiarse de las palabras de los otros. De ahi g
no haya nada puro en el pensamiento de los oprimidos: no hay ung
tuda y sudorosa filosofia obrera, viril, materialista y cientifica, que se
opondria a las ilusiones liticas y amaneradas de esos burgueses cuyg
vida flota en confortables nubes idealistas. No hay un pensamiento
de abajo ni una filosofia propia a la gente ruda y simple,
cuando la gente supuestamente simple se apropia de la pot
Pensamiento, lo que ocurre mas bien es que ese tipo de clasi
que estructuran el orden social se desmoronan, El Ppensamiento ob:
no es el pensamiento particular de los de abajo, sina la-evoluci
intelectual que se produce cuando el orden simbélico es asaltado-p
quienes normalmente estan excluidos de ély solo lo,
sino que
encia del
ificaciones
logia del movimiento obrero es que
establece que la gran masa de trab
estadisticamente, Ranciére restituye
» Mientras Ja
ajadores solg . * SOciolégica
+ ere, }
con infinitg cuidad. Ser tratada
Pero no se trata de existenciag pee trayectorias
jdentidad obi i i Presentag.
identidad obrera, sino de vidas que se pu leton on, CMAtivas de Ja
Movin;
d s y dej aron asi dg vim
. ee aie a © ig lent
inguna condicibn general. Por es0 son Vidas interesy
se transformaron vol
e te ~
Vidas plebeyas que, al Ser arebatadas por el Fuego ge ©
Judes de filosofa, salen del orden, dejan yo
©Gauny, nuestro predecesor
reproduccién social y asi pueden dar cuerpo y alma drama individual
y colectivo de la emancipacién, la gran aventura ética y politica de
nuestro tiempo, Vidas de proletarios intrusosen el monopolio burgués
de la representacién del mundo. Vidas de “devoradores de ideas” que,
icjos de guardar las formas académicas Que neutralizan el saber, llevan
salvajemente lo que leen a la existencia. Vidas excepcionales, vidas
excesivas, vid:
imposibles segtin todos los patrones admitidos, que
por eso solo pueden sostenerse en las alturas vertiginosas de la emocién
literaria o en los abismos sin fondo de la metafisica, pues no tienen ni
precedentes histéricos ni lugar en ningtin orden simbélico, y su mera
existencia desgarra el orden social.
Por eso, quien lea este libro pensando que asi va a asomarse al simple
modo de pensar de un simple trabajador se llevaré mas de una sorpresa,
especialmente en un tiempo como el nuestro, en que “lo obrero” se
volvié la imagen de todo lo ms arcaico y reaccionario. Louis-Gabriel
Gauny, cuyos escritos seleccionados, ordenados biograficamente y
presentados luminosamente por Ranciére componen este volumen,
fue un simple carpintero del siglo x1x que nunca salié de la condicién
obrera. Pero este simple artesano, que nunca de}
la vida con el sudor desu fre b 5 cien vida
lico, un moralista cdustico, un sonambulo
de este mundo y sohador despierto de otto, un Iticido analista de
los sinsentidos del trabajo, un asceta miembro de una olvidada sécta
social-religiosa, un precursor de la contracultura, un revolucionario
incendiario, un filésofo de una tradicién que él mismo inventd, el
personalisima de liberacién, un sofisticado
esteta, dandy, flaneur y vegetariano. ~ 7
Ciertamente, Louis-Gabriel Gauny es todo un personaje que lleva la
condicién obrera.a su limite de desidentificacién, lo que hace de él un
poderoso ejemplo de vida emancipada. Sin embargo, fuera del evidente
interés histérico o erudito, gcual es la urgencia practica de los escritos
de Gauny?, épor qué leerlos hoy? Tal vez porque en ellos podemos
aprender algo de vital importancia en el contexto de gran precariedad
6 de tener que ganarse
nte,.
también un poeta melanc
creador de una economia
¢—
la viven practicamente la totalidad de subjetividades Tesistentes q
A nae ae P dominante. Lo esencial que estos textos muestran eg
al neoliberalismo diciones de mayor precariedad es posible no
hacer de lo econdémico algo de lo que SS cepa Seene Yalo
que hay que adaptarse sin remedio (viviendo, ee ome a 4
de cualquier manera que exija el mercado en 7 ens a sino el
terreno de un ejercicio de reflexién y de, elecci6n pe |: tuestran
por ello que la filosoffa, lejos de ser un articulo de Hoe une |
vital para quienes no tienen nada o casi nada més alld de sus vidas,
Estos textos constituyen también un verdadero repertorio de estos
de emancipacién: una mirada que huye de la atencién a las herramientas
de trabajo y se pierde por la ventana con ensofiaciones de otra expe-
riencia; lecturas nocturnas de libros que no nos estaban destinados;
Presentacion
que incluso desde las cont
cartas Ilenas de esperanzas y emociones guardadas demasiado tiempo,
enviadas a amigos que comparten nuestra condicién; paseos ociosos
para ver los espectdculos de la ciudad que se vuelven el primer derecho
de un trabajador emancipado. Muchos de estos gestos de pensadores
plebeyos como Gauny estuvieron en el origen del movimiento obrero.
Hoy podrfan constituir una fuente de inspiracién para quienes aspiran
a desconectarse de los dispositivos de poder contem poraneos y exorcizar
el espiritu neoliberal que los anima. Gauny nos a
cursor directo de los desgarros ¢ ilusiones, de las i
que son el pan cotidiano de los intelectuales prec;
sabe si también podra inspirar futuras asociaci
libres o auténomos... En cualquier caso, Gauny
parece como el pre-
nquietudes y luchas
atios de hoy. Quién
ones de trabajadores
£S nuestro predecesor,
10Prefacio ala nueva edicion
eins Car plfo |
uno y otro denuestros pensamientos, sino también lamirada que
Posamos sobre elmundo ynuestrai idea acerca de qué quiere decir
pensar, Sucede asi con el corpus demanuscritos redactados entre
‘los afios 1830. y 1886 por el carpintero Gabriel Gauny.
y mujeres del pueblo | para a contar : sus vidas y para | hablar de su su
condicion. En los afios 1830, los hombres de letras quedaron
prendados por un tiempo de. estos poetas-obreros, donde pensa-
ron que verian reverdecer la savia ingenua del canto popular. La
naciente Tercera Republica celebro a algunas figuras ejemplares ,
de hijos del pueblo que se habian formado a si mismos y que ha-
bfan accedido ala dignidad de diputados 0 senadores. En los afios
1930, comunistas, anarquistas y anticomunistas peleaban entre
ellos para saber cuales eran los auténticos representantes de la
literatura proletaria. Los afios que siguieron a 1968 evidenciaron
unnuevointerés por aquellos desconocidos quenos habian dejado
las “actas y memorias del pueblo". Por sinceros que hayan sido
sos esfuerzos para hacer hablar alas voces de abajo, raramente
nEl filosofo plebeyo
se han desprendido de la idea de que, en efecto, era el abajolo qu
ellos hacian hablar: el mundo de los obreros que trabajan, de log
proletarios que combaten y del pueblo que sufre, pero a] que gy
sufrimiento impide cantar. En suma, un mundo en orden, donde
cada uno hace lo que se espera de él, aun si es en favor dela Causa
del combate emancipador que dan su testimoniolos militantes de
vanguardia y los sabios de las ciencias sociales.
Sin embargo, puede ocurrir que ese orden se altere. Algunos
no hacen lo que se espera de ellos. En su palabra se quiso oir ala
voz del pueblo 0 la voz de abajo, pero uno percibe alli solo una voz
extrafia y singular. Se esperaba un saber sobre su condicién. Ellos
nos hablan de otra cosa y, a fin de cuentas, de nosotros mismos;
nos obligan a interrogarnos sobre lo que esperabamos de ellos y
sobre las razones por las cuales esperabamos eso. Y, pocoa Poco,
resultan cuestionadas las posiciones de quienes investigan y de
quienes son el objeto delainvestigacion, de quienes hablan yquie-
nes recogen y trabajan las palabras, Lo que resulta subvertidocon
esto es el orden del saber, el orden de los lugares yladistribucion
de los roles y de las voces que comanda el saber. Yano sabemos
donde estan ellos y donde estamos nosotros, qué tienen para de-
,Cirnos y qué tenemos que hacer con ellos.
Eslo que me sucedio, un dia demayo, hace cuarenta arios, Habia
ido ala Biblioteca municipal de Saint-Denis donde dormiandesde
hacia algunas décadas los archivos de Gabriel Gauny. De él habia
leido un texto corto y un poemaen La Ruche populaire y, sobre él,
elfolleto de su bidgrafa, la sefiorita Harlor. Por ella sabia que debia
encontrar alli diversosmanuscritos sobre el trabajo ylacondicién
de los trabajadores, El fichero, de hecho, anunciaba textos sobre
“el trabajo Por jornada’, “e] trabajo a destajo", “los regateadores”
o también “los viejos trabajadores", E] azar —
2
c endencia c ©sansimoniano- hizo que abrierala
fave en aie omenzanco Por la carpeta Bergier,Es asi como
esa carta de ma
hace elrelato de mayo de 1832 en la que Gauny
Una jor 5
- amajornada, Pero no una jornada de trabajo, un36. fOce |
b= Prefacio ala nueva edicion
ornada de ocio. Al principio parecia inclinarse hacialos conocidos
jtinerarios de los divertimentos populares de antafio:1as orillas del
Marne. Pero el viaje muy pronto derrapaba: nada de taberna nide
vinito blanco sobre esasriberas sino un "caravasar","ricascolinas”
eislas “donde el viento deslizaba su joven delirio", antes de que
los tres paseantes se detengan en un albergue para intercambiar
multiples emociones, erigir y destruir mil hipotesis meta:
ver desplegarse “creaciones que n :
“La tierra se hundia o nosotros montabamos la ola", escribia
Gauny, antes de describir la velada en elalbergue y los esfuerzos
delos tres amigos, convertidos en una "tempestad pensante que
arremolinaba", para convertir a su fe sansimoniana a un viti-
‘Guitor, un tonelero y un carnicero que el azar les habia llevado a
encontrar en la mesa del albergue. También la tierra se hundia
para quien tenia la carta en sus manos. La investigacion sobre el
mundo de abajo era arrastrada hacia el cielo delas nubes poéticas
y de las ensofiaciones metafisicas. Esta inversion era sin dudas
la condicion necesaria para establecer el plano deigualdad de un
encuentro entre e} ador y suobjeto”. Un plano deigualdad ‘
entre aquel que se paseaba en los archivos obreros y aquellos que
se paseaban en las alturas dela poesia y la filosofia, munidos dela
mismainteligencia, semejante a cualquier otra, ybuscandoafinde
cuentas lo mismo: qué podia significar, delamaneramas concreta,
ser un obrero sansimoniano, y querer vivir finalmente una vida
distinta ala que estaban destinadas las personas del pueblo. Ese
Plano deigualdad volviairrisorias las viejas historias de encuen-
tros entre intelectuales y trabajadores manuales y lainterminable
disputa por saber si eran los primeros quienes debian transmitir
sucienciaalos segundos 0 los segundos quienes debian reeducar
alos primeros mediante la disciplina del trabajo y del combate.
Pero esta igualdad intelectual solo se daba en la violencia de
_Mna¢orsion)Lo que el investigador profesional debia sufrir en
Pos de abandonar la presuncién de un “pensamiento de abajo"
* Gauny a Bergier, mayo 1832, infra, p.178Elfildsofo plebeyo
identificable era solo la consecuencia de la torsion . id
mental que los tres paseantes y aquel que relataba a io
tuvieron que efectuar para entrar en un universo de Berceng
de pensamiento y de habla que normalmente estaba cerrage,
quienes compartian su condicion. De hecho, elacceso aestafors.
devidaestabaresguardado por una barrera tantemible Nsuca.
pacidaddeexcluir comobanalensuevidencia comtn, Estabarre 4
) simplemente se llama “tiempg”. Y de ella se hablabaen elsoleadg
ee anianinee de camo tanto como enlas grises CrOnicas
de la vida diaria del taller. A quienes no dejaban de explicarnos
la diferencia entre el artesano y el obrero de la gran industria y
mas tarde, aquella entre el obrero fordista y el obrero Postfordista
antes de ensefiarnos que finalmente ya solo habia, en su lugar,
computadoras y robots, Gauny of} por haberla experimentado
en su carne, la respuesta que Plat a habia formulado a priori
como la norma de la ciudad en orden: lo que define el ser-obrero j
's simplemente la ausencia de tiempo. Es esta ausencia, indiso-
“clablemente empirica y simb6lica, la que produce su manera de
.. Set, sentir y pensar en quienes hacieron para obedecer. Por eso,
\la emancipacion obrerd no es el horizonte prometido al final del
combate. Es el acto que lo inicia;
: glacto inaudito que consis
en tomar el tiempo que no se tiene,
Es alli donde la igualdad y I
amas radical, ma:
adelante yo llamaria el reparto de lo sensible, poe
) Jerarquiade fos tiempos. Esto que aprendien los tee
es lo que busqué compartir en los textos que ae Osi ei aul 5
entonces sobre temas aparentemente alejados 1a Scribir desdi
obrera o las formas dela ficcion, la igualdad intelectus eo
lidad democratica 0 la subversi6n estética— que sin as
articulan todos alrededor de ese reparto, SM Cmbargo si
Pero antes de desarrollar todo lo que bude a
encuentro con los escritos del carpintero, quise - Nder en mj
quisieran la posibilidad de leer algunos de estos t ra Quienes Jo |
mente consagrados a ser vistos solo por escasog ©XtOs normal
cada diez o veinte afios, y de oir los acentos gg esa Von tladores
nica que
re;
4Prefacio ala nueva edicion
hace tambalear todas nuestras referencias respecto a qué esla
palabra de un obrero o de un intelectual, de un artesano de los
viejos tiempos 0 de un pensador visionario del futuro, quellamaa
deshacerse de antemano de todas las maneras de vivir mediante
las cuales el capital podia desplegar su control sobre la vida. Es
asicomo nacido el proyecto de El fildsofo plebeyo, simbdélicamente
publicado al mismo tiempo que mi libro ETfilésofo y sus pobres.
La primera edicion aparecio en 1983, en el marco de un proyecto
delaasociacion Révoltes logiques, con elsosteén del Ministerio de
Investigacion. Fue coeditado en ese entonces por La Découverte y
Presses Universitaires de Vincennes. La epoca yano seinteresaba
mucho en los obreros, aun cuando estuviesen tan alejados de la
norma proletaria como lo estaba Gauny, y el primer editor dedujo
rapidamente las consecuenciasretirandola obra de sucatalogo,lo
que hizo que se tuviera por agotada aun cuando PUV prosiguiera
su difusion. Pensé que estaba bien ofrecerle la posibilidad de una
nueva vida incluyéndolo enla lista de obras que he publicado des-
de hace ya casi veinte afios en La Fabrique gracias alaamistosa
complicidad de Eric Hazan. Le agradezco por acoger esta nueva
version como le agradezco a Paul-Louis Rinuy, director de PUV,
que amablemente dio su acuerdo a esta migracion. Aprovechéla
ocasion de esta nueva publicacion para hacer una revision com-
pleta de la obra. Fueron agregados numerosos complementos y
correcciones tanto a los textos de Gauny como a mis textos de
introduccion y a las notas. Agradezco a la Mediateca de Saint-
Denis Plaine Commune y en especial alas sefioras Martine Losno
y Florence Trovel, por facilitarme ese trabajo de revision.
%
Jacques Ranciere
julio 2017
6Introduccion
No hay que equivocarse de libro. El [carpintero Gauny, cuyos escritos
se van a leer, no es el seguidor del albafiil Martin Nadaud 0 del car-
pintero Perdiguier, esos hijos del pueblo convertidos en diputados
que hicieron de su vida una leccion de moral trabajadora e historia
republicana para otros hijos del pueblo. No tiene antepasados cam-
pesinos ni historias regionales para contarnos. Nacido en Paris en
1806, paso su infancia a la sombra de la ciudad, en los bordes del
arrabal Saint-Marceau. Una especie de fin del mundo. No por nada
Victor Hugo colocé alli la guarida de Thénardier. Los talleres de los
rudos fundidores de hierro se mezclan alli con las barriadas de ro-
Pavejeros —cuyos cuévanos el nifio Gauny sofié transportar-, los
terrenos baldios del crimen y el decorado campestre de la Glaciére.
Alli pasé toda su vida. Hizo algunos intentos por salir. Como tantos
otros, ascendié por la escalera de George Sand, la protectora de los
escritores obreros, pero dio media vuelta antes delrellano. También
como los demas, en 1848 dio sudi candidat dela
v7: nino de los arrabales quizas vio elSol defrente demasiado temprang
as ,
w
El filosofo plebeyo
Organizacion de los Trabajadores. Nadie, aparentemente, | > Prest
atencion. ©n1889, terming
su vida en la calle Gobelins.
Ochenta y tres afos para desplazarse un centenar demetros Este
demasiado intensamente. Con los ojos quemados por la luz Venida
dectromundo, vivié como sonambalo.Ensuchidad, ensusuany ne
busquen Saber los itinerarios de este paseante. Else los ofrece: my.
rallas, senderos costeros y miradores; peristilos, porticos > y jardines
de Academos... Durante sesenta afios se pased en su suefio?
Entendaémonos bien: no hay en éluna pizca delocura. Y su vidano
tuvo nada de idilica. Era el hijo de un alfarero, aparentemente muer-
to muy joven, y de una lavanderal. Lo veremos: no se queja de una |
infancia miserable. Como tantos otros, conocié el trauma yelterror —
en su ingreso al aprendizaje. Terror por los vejamenes necesarios
parahabituar alos hijos del pueblo asu destino de obreros, Aprendis
rapido areaccionar, ahacerserespetar.No por ello dejé de conservar
el sentimiento del taller como el infierno absoluto, Al menos no nos
engafara con la felicidad del artesano, Dejara que otrds enaltezcan
lahabilidad, la obra maestra, el orgullo del obrero-artista. Elnos dira
que es elinfiernoirrevocable: eltiemporobado, el Cuerporoto,elalma
triturada, una vida en jirones: {
En suinfierno, sin embargo\violaluzEncontréla filosofia, aquella
que podia encontrar hacia 1830 unhijo del pueblo:ladelos marginales, |
esa mistica racional 0 ese racionalismo encantado que es como el |
dobie popular dela flosofia delallustracion Fllosotia ligadaalases-
peculaciones lingiiisticas, alas medicinas innovadoras, alas religio-
nes paralelas, Filosofiamal conocida cuyahistoria subterranea tiene
un peso a menudo mayor que las espectaculares teorias politicas y
sociales’. En ciertos momentos, no obstante, esta circulacion erratica
* Elactadenacimiento atribuye
especiede
mode:
Asupadrelaprotesién deaprendiz vendedor deretrescos.Esta
Ss recuente en a época, Ambosestados suponen tna condicion muy
estaban entre los obreros masiletrados,
lutiemple
a. Los alfareros
tetema, leer | " a
mitexto"Sabereshe a ‘a parte: "Los Sécrates dela plebe", asi como
BIntroduccion
Jogr6 posarse sobre ciertos pensadores, Para los jovenes del pueblo
que alrededor de 1830 se probaban en los senderos delpensamiento,
se destaca una figura, la de Ballanche. Elinvirtio elpensamientocon-
trarrevolucionario dela Sona haciendo de élun pensamiento de e
Japrueba y dela iniciacion por el cual vina humanidad emancipadase
formaa simisma. Pero también ato esta emancipacion colectivaala
emancipacion de cada uno, a esas pruebasa través de las cuales cada
alma trabaja en despojar al viejo hombre alolargo de su existencia,
pero tambien a través de fas Sucesivas encarnaciones, Esa sera ia
creencia fundamental de Gabriel Gauny para la a vida.
Pero lo esencial tal vez no sea la creencia, sino
netrar en el circulo de aquellos que, quebrando la regla impuesta
por Platon a los artesanos, deciden hacer algo distinto a su trabajo ~
introduciéndose en lo que es territorio reservado alos demas: no la
| Sino el pensamiento; inaugurar otra forma de sociabilidad,
un amigo. Se llamaba Jules Thierry. Seguinlo quenos dicens sus Cartas,
debiaser contador, posicion querepresentauno delos ascensos: posi-
bles para los hijos bien dotados del proletariado. “Psicdlogo trascen-
dental", segun los términos de su amigo, le ensefio su filosofia, la de
uncombatejamasacabadoentreelviejom
Nuestros seres son el resumen de una generacién entera
que ha penetrado aqui con fuerza y la cepa de una posteridad
inconmensurable.
| La vida es la eternidad de las Existencias
| Todo es comienzo y fin
Todo es germen y producto
La sintesis y el andlisis ontoldgico de los seres es lacreuni
la combinacién y la separacidn de esas porencias
(...] Envueltos en las arrugas de la vieja generacién, engen-
drando la nueva, dos mundos viven en nosotros, el primero que
se remueve en sta set otro que se debate en I: alegrias —
de la infancia pero que, como ella, sufrira en ocasionés por su
19Elfilosofo plebeyo a
: fi irl +
crecimiento hasta su pubertad. ;Pasado! ;Porvenir! ;Esto, a
3
s seres!
nuest
Una vidacortada en dos, entonces. Y por eso mismo Tecompug
salvada de la simple division impuesta por is movimientos de
herramienta, por losritmos y os furores dela existencia obrera y,
vida dondela prision del trabajo puede ser aceptada como ellugar
prueba que es la condicién de la preparacion de una int
rn dad de una progresivareconquista
‘) lalibertad sobre la servidumbre. Otro tiempo comienza en los inter.
i valos del tiempo obrero, en el claro de €soS lomingos delinvierno
1830-1831 cuando los dos amigos, antes del alba, van a disfrutar q
aire de campo y dela filosofia.
Los proletarios que se fueron al otro lado forman una pequefia
sociedad en la que todo elmundo se conoce con rapidez. Es asi como
otros se unen a la pequefia banda de los filadelfos: el zapatero Boj-
Jeau y el enladrillador Bergier, ambosinstruidos durante su servicio
militar. Y estamos en1831, Ese afio, los pequefios grupos de obrero:
que intentan ver la luztienen los 00s puestos en esos jovenes di
la burguesia que han decidido sacrificar un futuro completamenti
trazado para consagrarse a la Propagacion del Pensamiento di
Saint-Simon: la supresion de la herencia ylos Privilegios; la mejora
del destino de la clase mas numerosa y Mas pobre: la recuperacion
de Ia Industria, del Proletario y de la Mujer, En julio de 1831 estos.
jovenes apéstoles pasan a una etapa nueva de su accion, De id
enviar misioneros hacia todos los barrios de Paris, alho oa Cl a
llos obreros de quienes se sabe que se distinguen de ie he ie aque-
por su instruccion, sus aspiraciones 0 su abnegacign, fe lermanos
director de la propaganda del duodécimo distrito legs 7 is como el
puerta del enladrillador y poeta Bergier, que lo envig a 1 pear ala
amigo Gauny‘. asa de sy
‘Thierry a Gauny, 2 de diciembre de 1832.
“7 jana, lasegund
Sobrela propaganda obrera sansimoniana,remito ala segunda parte de,
1s proletarios, Tinta Limén Ediciones, Buenos Aires, 2010, Miobra La ocr.Introduccion
Peroelcarpinterono esde esos novatos sobre los cuales sepueden
lanzar los sargentos dela utopia. Selo hard sentir al. misionero. Y sus
relaciones con elsansimonismo seran un extrafio juego de adhesion
‘adistancia. Por su parte, Bergler jugara el papel de los “obreros al
servicio" de la utopia con mayor presteza considerando que ese
servicio sera también una promocién, Sus cartas lo muestran muy
contento por los versos que el Padre Enfantin le encomendo: Paralas
fiestas sansimonianas. Gauny ira, por recomendacion de su: amigo,a
ver al segundo de Enfantin, Michel Chevalier, Perono dard el salto. Y
elpropioBergier abandonara muy pronto elrefugio sansimonianode
Ménilmontant. Mas tarde, en prision, cuando Enfantin: imagine dara
los fieles el “collar”, simbolo del lazo sansimoniano, se sorprendera
Geno ver entre os entronizados tes personas: Bérgiet-Gani-y
erry. ‘Son devoradores de ideas”, le informard su representante
Olivier a modo de explicacion.
Ciertamente lo son, pero no en el sentido en que lo entienden los
decepcionados apdstoles, pues el carpintero permanecera durante
toda su vida fiel a esa religion de la que se conformé con estar cerca.
Ya en el moniento dela debacle dela Familia Sansimontana, conocié
un nuevo amigo, uno de los predicadores mas elocuentes de la doc-
trina, eljoven Moise Rétouret, quien apenas finalizados sus estudios
y para gran escandalo de su padre comerciante, abandon Limoges
para propagar la religion de la Industria, del Proletario y dela Mujer.
Aunque mas joven que Gauny, Rétouret tendra para él el papel de
Padre sansimoniano que extirpa del corazon de sus “hijos" los estig-
mas del viejo mundo y en particular las amarguras de la existencia
Proletaria. A ese Padre, rapidamente vuelto hermano, Gabriel acep-
tara decir sus “rabias" por un trabajo “aprisionado" y una existencia
Saqueada, “moldeada” por las ‘subversiones" dela sociedad. Perono
aceptara seguirlo hacia esa Africa ena que Enfantin llamaa sushijos
a realizar la obra de la Mujer y del canal de Egipto, y donde el rubio
predicador invita a su hermano proletario a compartir “elrebosante
deleite de los sudores del trabajo".
En febrero de1834, conla partida de Rétouret hacia. Argelia,donde
morira muy pronto, se acaban los afios febriles de aprendizaje del
aEl filosofo plebeyo
i anos, de los que muy hi
i os afios sansimonl : Chos 9
Sree ewarse salié estabilizado, como si hubiera 7"
a aes ticion entre las necesidades itremediay
la formula de la repart ot
es posible superar para iniciar, dentro de la 9 re
reas oe eve de lbertad. A partir de alli va a desplegge=
obrera, una vida de libertad. eee e
vida que se puede comprender de ae * sigule © algunag
coordenadas de su biograffa, o biena través del orden Maginario gg
esos textos generalmente no fechados, puesto que fueron eScritog
no en la retrospeccion de los relatos de vida sino en el presente g
una vida que hallo como regla de su eternidad. :
Siguiendo las indicaciones de la correspondencia, lo vemos pa
Sar en retirada los afios que siguen al desmoronamiento del suegg
sansimoniano. Sin embargo, en 1838, cuando Vincard lleva adelante
una nueva tentativa para reunit los restos de la Familia obrera san-
simoniana, Gauny vuelve a entrar al circulo. Es también la €poca en
que se vinculacon elpocero antiguoropavejero Ponty, quese un é
a ony que segunig
jugara el papel de contradictor, escéptico frente alafe Palingenésica
del carpintero, enla sospecha de que conduce hacia la aceptacion
que consagra alos “pensadores desconocidos", Aunasi,la gloria de
los dos amigos no llegara mas lejos que a un j ¥
: in interc i Stico
publicado en 1841 en las Poésies Sociales des ee poeta
uno de los antiguos jefes sansimonianos, Olinde R, s reunidas po
En1842, este enamorado dela amistad Odrigues,
‘Penso i i.
por elamor de una mujer.Esalmenog eltema fae Sidoredimid
la que nos describe al oscuro Lazaro salvado por = Cortanovelaen
elsa
Joven Uranta,En a vida real, Urania se lamar? Flag nnticio de
Para ella, Gauny compone un romantico album, me,
y verso, en el que imaginala vida dela pareja ae eco de pro,
terio de amigos. Tal veza falta de falansterio, lq Vida 10 de un falans.
parece haber sido complicada. Si bien la biograta de de] ™atrimonig
sudevocion por una esposaadorada, laspaginas ae ‘Uny h abla d
del Belvédere y los extractos dela correspondencia ga: 0] lograg cad
“abarg
22a $$$ Introduccion
afios 1842 a 1847 sugieren relaciones dificiles con una compafiera,
por otra parte ausente en los planes de vida del "cenobita" :
Jas cartas a sus amigos.
En 1846, laproteccion de Enfantin le permite obtener un puestode
vigilante dela obra en construccién del ferrocarril deLyon.Encalidad
de tal, es llamado, durante la revolucién de 1848, a desempefiar el
papel de obrero de servicio en un Club central du travail organizado
por los accionistas de la compafiia para luchar contra el proyecto de
compra de los ferrocarriles por parte delEstado.Pero Gaunynoesun
hombre que se deje atrapar. Con algunos ingenieros sansimonianos
que siguieron fieles al programa de abolicion de todos|los privilegios,
se escinde y organiza un Club dela Organizacion delos Trabajadores
mas conforme a sus ideas. En la misma época, el Tocsin des travai-
lleurs —editado por el antiguo jefe de “Los compafieros de la Mujer”,
Emile Barrault, y por el viejo obrero doblador y vendedor ambulante
convertido en librero Francois Delente- publica algunos articulos de
Gauny, en particular ‘La jornada de trabajo".
Enelmomento de la reaccion, sus amigos ingenieros tendran al-
gunos enojos. Protegido por Enfantin, Gauny sera licenciado recién,
en 1851 por razones economicas. Ocasion para dirigirleasu protector
una carta de agradecimiento y balance a su manera:
comoen
La posicién que ocupaba en ese ferrocarril ha favorecido mi
buen sentido revolucionario [...]. No faltaba alli el aire para
los pulmones ni para la propaganda; mientras satisfacia las(—
exigencias de mis funciones, loscprectosos tiempos libred que 7
poseia elucidaron en mi la sagrada igualdad en su razén pura
y desencadenaron al rebelde”.
LaCompafifa deLyonno tenia en absoluto necesidad de ofrecer a
Sus empleados preciosos tiempos libres para tales elucidaciones. El(
arpintero resulta asi “devuelto alos sacudones deun trabajo incier-
0" pero feliz de alejarse de “esa horrible profanacion administrativa”.
Carta a Enfantin del12 de marzo de 1851, supra, p. 219.
23Elfilsofo plebeyo - ee
Tres anos mas tarde, aparentemente sigue siendo zarandeado, Pero
se mantiene siempre rebelde ante tales ' profanaciones", Asi g,
excusa ante un amigo ingeniero que le habia encontrado un Puest,
EI sabado al dejarle he ido a la casa del sefior Viel. Ante mi
pedido, su ayudante de oficina, con formas muy educadas,
me rogé que lo espere, aduciendo que su patrén estaba muy
ocupado. Entonces me fue imposible quedarme en la sala de
espera, ni un minuto ni un segundo; esta irritacién me dio la
justa medida de mi incapacidad disciplinaria®,
Sin embargo, no tuvo dificultad en salir adelante. Sabemos poc;
cosas sobre su vida en los veinte afios que siguen, Pero lo volvemo:
a encontrar en, 878 en la posicién de rentista y de secretario de
Sociedad de So¢erros Mutuos "Los amigos dela Familia” que conced
, desempefia
“burgués" y “artista” de un
y de su hija Amélie, espos
Cartaa Alexis Barrault del 28 de junio deigs4,
Carta aJulien Gatlé det, de diciembredeig79,
'e1878, supra, p, 222,
4oO a Introduccion
del violinista Richard Hammer. Todos los jueves al anochecer recita
sus poemas y reafirma sus opiniones “montariesas” ante un audi-
torio de poetas y artistas donde un viejo aristécrata monarquico se
mezcla entre los adeptos del Libre Pensamiento. Logra publicar dos
selecciones de pgemas, La Forét de Bondy (1879) y los Sonnets dé-
Chainés (1884). Elhomenaje alos pensadores de a palingenesia y alos
martires dela emancipacion incluyea Marat ‘y Blanqu acontinuacién
de Pitagoras, los Gracos y Cristo. Estos dos libros no parecen haber
aportado mucha gloria asu autor, no obstante, continua deseoso de
transmitir su mensaje a la posteridad. A los ochenta afios, como en
una carrera contralamuerte,reune fragmentos del trabajo de todasu
vida en un manuscrito de doscientas paginas titulado Le Belvédere.
Aunque “desenganado respecto a cualquier medio de publicidad”,
escribe el 14 de agosto de 1886 a Amélie Ragon: “Tengo algunas
notas, temas y planes para mas de una existencia.Estamonomania
de escribir me conducira sombrio y apenado, pero siempre ardiepte
de esperanza y amor hacia Ts posibilidades del porvenir hasta el dia
‘demi transformacion".
La “transformacion" llego para tomarlo en el otofio de 1889. Es-
taba listo. Un afio antes, habia puesto punto final al Belvédére. Los
manuscritos de toda su vida y las correspondencias conservadas
fueron confiadas a los cuidados de Amélie Ragon. El viejo leon no
habia situado mal su confianza. Los manuscritos, piadosamente
conservados, fueron depositados luego en la Biblioteca Municipal de
Saint-Denis por la hija dellegatario, Thilda Harlor, ellamismamilitante
pacifista y feminista.
Ocho cajas de archivos representan este documento absoluta-
mente unico: elitinerario intelectual de mas de medio siglo de un pro-
letario del siglo XIX. Ocho cajas de escritos por lo general sin fechao
cuya fechano Significanada.Es asi como enun capitulo del Belvédére
reconocemos el texto sobre el cual Emile Souvestre, cincuenta afios
antes, apoyabasu comentario, Asimismo, la correspondenciaimagi-
naria entre Gabriel y Louis, fechada en 1855, retomalos argumentos
que Gauny y Ponty habian intercambiado en prosao en verso durante
quince afios. El manuscrito de "La jornada de trabajo", publicado en
25Elflosofo plebeyo
travailleurs, presenta, sobre un pag
clos textos sobre eltrabajo adestajg
es, Pueden haber sido copiadg
jaesperanza de una publicacion en eg,
de tambien ser posterior. Quedan, ¢
en delas ocupaciones de Gar a
junio de 1848 en el leer
jdentico,lamisma caligr® -
Josferrocarriles 0 las prision :
todosjuntosen esaépocacon °
periodico. Perola caligrafia pu‘
estos textos, losi adicios que se extrat
‘extOS, k
1S ;
risiones celulares; entre 184g
cuando se construyen pee er ios trabajos forzados dei
185], cuando oa Pétin permite sofiar con elfuturode
ferrocarriles;en1850, el vuelo de Petin p' "
las aeronaves. Por lo tanto, es legitimo pensar que este conjunto dg
textos sobrelas figuras dela’ experiencia del trabajo fueraredactad
durante esa década.
Lacaligrafiadelos opusculos cenobiticos (“Economia cenobitica
“Lacedemonia y Liberia”, “Diogenes y San Juanel precursor”) parece
mas tardia. Se puede pensar que fueron escritos en lacalma politica
ysocialimpuesta por losinicios delImperio. Pero aparentemente
estan en construccion en enero de 1844 cuando Gauny compone
album y recomienda a Flavia que medite en los “fragmentos de
filosofia ascética y popular", Y lared de imagenes que despliegane
también la que aflora en el catalogo de las reivindicaciones politic
que presenta en 1848 al Club de la Organizacion de los Trabajadore
Pero esta imposibilidad de datar nos remite alo que es mas fi
Sr
‘5 n el desarrollo de stpropio tiempo. E
= ee desfasada respecto de los acontecimientos d
afia, el carpintero, al contar la hi i
su biograia, el ca ; istoria ‘a
carpintero", escribe Gauny, o bien™ ae
“el cenobita" o “el filadelfo"),
vaindividuaidad,
Historiadeuna distancia,
laexistencia ordinaria del t
ese hombre", “el contestatario
Se convierte en el artesano de su nue
re en el artesano de su
Cartaa Flavia del21 de enero de 1844,
26: Introduccion
imple: “ese carpintero" y todos sus hermanos jamas tendran otra
ertad que la que ellos mismos le habran ganado, paso a paso y dig (
Yas dia, en todas las formas, .exteriores e interiores, alvigjomundo, ,
lela explotacion. Comienza porlaposibilidad de cam ;
urelacion con el trabajo. Al convertirse en entarimador a. destajo, el
‘arp! ‘€rono Se hace ilusiones; suindependenciaes también obliga-
ion, si quiere enco!
rseno mismo de esta autoexplotacién, ‘ali libertad que se ganapesa
mas que la plusvalia patronal. Enesetiempo y ese espacio liberados
delas sefiales dem: delas miradas cruzadas delaservidumbre,
carpintero se forja la individualidad de aquel.que yano podra vol}
rer taller, que yano podra no querer, para él y los demas, siempre
nas libertad. conieneenn eons 7 Ta emancipacion
jue nos entregan las paginas deTrabajo a destajo>se podra ver la
‘ontracara de esos andlisis sartréanos que hacen nacer la libertad
n la confrontacion explosiva de las masas con el limite absoluto de
la imposibilidad de vivir. La libertad nace aqui a la inversa, lejos de
odo apocalipsis, en un arte de volver progresivame! posibles
odoslos goces ie la explotacion ofreceala sérvidumbre complice,
i donde el fildsofo dela libertad incondicionada sobrecarga al ser-
brero con todas las marcas de una pasividad insuperable salvo por
1 apocalipsis del grupo, el carpintero describe los senderos curvos
ero irreversibles de laleapropiacion de si mismo en la alienacion
sma del trabajo explotado.
Para el entarimador a destajo, el comienzo de la libertad consis-
e en esta inversion: ser aquel que mira y ya no el que es mirado.
eyendo esas paginas que nos muestran la mirada de esteta que
el entarimador comienza a posar sobre la disposicion de las ricas
oradas y la perspectiva de los jardines que son el decorado de su
trabajo, si Ing evocar otra textos. Por ejemplo, ese pasaje
de la fitica del juicio etl aan Ja universal posibilidac
de un juitio’sobre la forma de los palacios, indiferente ala ancestra
aL WICD sobre *a forma ce "os pala
oposicion entre los palacios y las chozas, y ese otro que ve en diche
universalidad la promesa de un mundo que yanoo ondriala cultureEl filosofo plebeyo J
de los dominante alanaturaleza de los dominados; 0 también
s en las que el dandi Baudelaire comenta ey
algunas “confesiones” que ya No se ency
nn comprendemos la belleza de los pala
ambien intuimos el arte de ser feli¢g
esteta es también la afirmacién
a conunjuicio que tomaa
era. Lamirada “babilonica”
dmisible que constituye, en,
paginas asombro
canto de los obrer
tran: “Nosotros tambic!
y de los jardines! Nosotros t
La posibilidad de esa mirada de :
derecho ala felicidad. Asi. se comunic
tramanociertaideadela pasividad ob)
ntero-esteta senala esa tara ina
va prision c*
todos sus detalles de encierro. Sin du
Michel Foucault al leer las paginas
Gauny en su discurso a los obreros constructores de las brisig
celulares, como también las que consagra al infierno panoptico
“Los ferrocarriles”. Seria interesante reflexionar sobre la diferer
de acento. Para el carpintero, la vigilancia panoptica no es elinst
mento nuevo de una adquisicion de saber y de un adiestramient
disciplinario opuestos al antiguo brillo de los suplicios. Es la for
moderna dela tortura, la captura total sobre el cuerpo que le impi
existir mas alld de la mirada del amo. Pero sobre todo, la obra mot
que constituye la construccion de las prisiones celulares evidel
de los poderes liberticidas contenidos en la ejecucion rigurosa dew
trabajo obrero indiferente a sus fines. Sila idea de la huelga gen
encuentra aqui una de sus primeras formulaciones, vemos que
propone al colectivo obrero una imagen de si mismo un poco
problematica que de costumbre: la potencia colectiva del trabajo
llamada a desertar de si misma. Toi
Elcarpintero ya nose detendra en esta logica del cuestionamientt
Prueba de ello esla extraordinariainversion que proponela “econ
mia cenobitica" alos habitos de vida obreros yanuestros habitos'
pensar. En una época en quela “sociedad de consumo" no tiene
alge 2 Jotun emprendela tarea derefutar sus
despegarse de esos bier ‘ontetaie es trabajadores. an
eae e nes con los cuales tienen no obstante tan po
. Solo entraran en la falange de los liberadores aquellos:
28
ae ae I
carpir
espacio dela ciudad, lanue’
aplican en: perfeccionar con
se pensara en los analisis deIntroduccion
hayan aprendido el secreto aparentemente inhallable de consumir
menos qus-¢uniniaasuiei Nose conforma, veremos, con enunciar
laparadoja. Hace de ella el principio de una contra-economia dotada,
como la otra, de estadisticas. En el presupuesto de moderacion que
establece el cenobita, no solo encontraremos preciosas enseflanzas
sobre los presupuestos y las condiciones de vida de sus pares, segui-
remos tambien alli la fascinante aplicacion de un pensamiento para
elcualno existe detalle material dela existencia quenosea contable
en términos de’servidumbre o de libertad: el alimento, las ¢: camisas,
Jos calzados, la lampara... Las soluciones “economicas""son tambien
Jas que devuelven al hombre a su destino y lo obligan a respetar el
universo del que forma parte. Asi, el; asesinato de animales es un cri-
men. Seguin los principios dela Talisiade Gleizes, Gauny recomienda
entonces el regimen. vegetariano. Pero ademas, elconsumo de carne,
deplatos picantes y bebidas fuertes, daunrubor alrostroyunsopor al
cuerpo inadmisibles para el amante dela estatuaria que es también el
atleta dela emancipacion. Y esas camisas sin planchar, que concilian
la economia con el sentimiento de lo bello y dela libertad, deforman
asu antojo aquello que los socidlogos intentan fijar, oponiendo los
“gustos por necesidad" propios al ethos popular a los signos distin-
tivos del gusto burgueés,
Esta es la fuerza singular de este carpintero, No se conforma con
rechazar en principio las logicas pesimistas de la “reproduccién”
del ser obrero. Propone una inversion concreta de las logicas de la
reivindicacion que conectan las posibilidades del progreso obrero
alos mecanismos de la economia politica, Plantea el absoluto de la
exigencia, Todo puede y deber ser cambiado. No hay libertad obrera
que valga unahora de pena sino permite aspirar alos mas‘sublimes"
placeres que ofrece la libertad-delos demas. No hay que esperar un.
Porvenir que dé a todos‘ Gi tiempoibgSpard Ser por WEISS pT i
pescador, or, cazador y critico al final del dia. Mas vale comenzar el_ dia
Borla mirada critica sobre la caza. Es ahora que hay que conquistar,
dentroy contralaservidumbre deltrabajo,el cuerpoy elalmadelocio
fllosofico, La libertad sera ganada por los obreros que acompatian]
ahora mismo los paseos urbanos de Diogenes y las predicaciones
29El fildsofo plebeyo .
un a
" deSan Juan en el desierto: ho
mbres que se deshacen de Jag 4
mediocres de las “victimas dela feloniay fas las Conquistasyg
nales de los "fanaticos dela corporacion " a deliberag
sera un ejército de apostoles desertores fe para propages lage
eléctricadela emancipacién humana, ha ran ae We despoj,
de todas las ataduras, individuales y colectivas, ‘ a vieja socig
Sigamos pues al carpinteroensus trayectos ey aie delos sie
sus paseos al borde del Ilisos 0 sus nae ee Sombra a
Portico. Sigamoslo en las amplias avenidas de esa ciudad-uniyey,
porde deesas fuentes, sobre: lospelda
i iberia, al.
delporvenir llamada Liberia, @
neeae aquellostemplos dondelaslibertades se cruzan, se intercay,
pian, se electrizan. "Los placeres divinos”, escribe en el encabeg;
deunodesuscapitulos, Quizasnuncala pasion delalibertad lleg6q
tanlejosaimpactarnos conacentostan singulares. ‘Nunca un hombre
del puebloreivindicé conmas serena. impertinencia los placeresparg
loscuales esta claro que sus semejantes nonacieron. Mas tarde, tal
cual fraccion obrera o socialista podra retomar colectivamente una,
uotra de las ideas que el carpintero enuncia para él y para toa
La ecologia, el vegetarianismo, la emancipacion intelectual, ser;
reivindicados especialmente en el seno de la corriente anarquisi
¢Pero quién podra retomar ese juicio implacable sobre todos
hechos y estragos del trabajo obrero? El albanil Péricat lanzé
maldiciones contra esos obreros —sobre todo esos obreros..~ qi
giraron los obuses de la Primera Guerra. Pero como secretario
Ja Federacion de la Construccion jamas podra hacer votar a
camaradas una resolucién que les prescriba rechazar el trabajo
construccién de las prisiones. Qué responder, de hecho, alas tan a
zonables objeciones de sus hermanos: "No hay nada para nosott
enla sociedad actual. Si solo trabajaramos para los edificios que
denuestra propiedad, jamas trabajariamos. Debemos trabajar dont
se encuentra el trabajo",
* Ver infra“Didgenes y San Juan el precursor".p,150.
* Cuarto congreso dela Federacion dela Construccién, 1912.
30Introduccion
Contra esta raz6n, que es la razon del mundo, no hay nada mas
que las frases enrevesadas de un sofador despierto: palabras
“obliteradas, similares a esas monedas consulares que solo tienen
ambigiiedades en su cara y exergos problematicos" frases cansadas
por el esfuerzo de ganar su sintaxis sobre la prosa del mundo frag-
mentado, tal vez con el unico efecto de producirse “en el silencio del
desierto"': “Mis productos intelectuales —dice- estan perdidos, todos
sus concienzudos teoremas que hubiese querido comunicar a los
hombres vuelan resecos como las hojas secas de Brumario". Pero
quién sabe? "En el fondo tenebroso del olvido, un resplandor vacila
como desamparado, se extingue y se enciende todavia mas seguro
desucamino|...]. Es ina existencia por recomenzar".
31
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