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Introduccion Filósofo Plebeyo Ranciere Gauny Incompleto

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Presentacion Gauny, nuestro predecesor Para Mateo Pierre Avit Ferrero, traductor En una legendaria entrevista con Foucault acerca del papel de los in- telectuales tras el Mayo del 68, Deleuze resumia una de las lecciones esenciales de aquellos acontecimientos: /o profundamente indigno que es hablar en nombre de otros, como la regla en ese tipo de politicas que se proponen organizar y tepresentar a los oprimidos, tipicas de los partidos y sindicatos de izquierda clasicos. No resulta extrafio enton- ces que Jacques Ranciére —para quien esos mismos acontecimientos habfan revelado que el marxismo althusseriano en que se formé era en realidad una filosoffa del orden— no solo rompiera radicalmente con Althusser y su-escuela, sino que, inspirado en la manera de investigar iniciada por el propio Foucault, realizara algunos afios después una inmersién en los archivos del movimiento obrero francés, para tratar de entender el modo en que los trabajadores mismos habian construido las razones de su revuelta. Ranciére buscaba la palabra auténticamente obrera, ese verdadero pensamiento de los oprimidos que surgirfa sin distorsiones ideoldgicas de una manera concreta de habitar el mundo, y traducirfa materialmente cierta posicién subalterna en el orden de produccién dominante. Y ciertamente encontré algo, pero no lo que 7 Presentacion buscaba. Aunque precisamente por eso su btisqueda mereci¢ | C10 la peng puede ensefiarnos algo: que el subalterno, Porque es excluido del g da simbélico dominante, no dispone de ningun discurso Para trad ni los suftimientos de su opresién ni las esperanzas de su liberacigy y por eso tiene que apropiarse de las palabras de los otros. De ahi g no haya nada puro en el pensamiento de los oprimidos: no hay ung tuda y sudorosa filosofia obrera, viril, materialista y cientifica, que se opondria a las ilusiones liticas y amaneradas de esos burgueses cuyg vida flota en confortables nubes idealistas. No hay un pensamiento de abajo ni una filosofia propia a la gente ruda y simple, cuando la gente supuestamente simple se apropia de la pot Pensamiento, lo que ocurre mas bien es que ese tipo de clasi que estructuran el orden social se desmoronan, El Ppensamiento ob: no es el pensamiento particular de los de abajo, sina la-evoluci intelectual que se produce cuando el orden simbélico es asaltado-p quienes normalmente estan excluidos de ély solo lo, sino que encia del ificaciones logia del movimiento obrero es que establece que la gran masa de trab estadisticamente, Ranciére restituye » Mientras Ja ajadores solg . * SOciolégica + ere, } con infinitg cuidad. Ser tratada Pero no se trata de existenciag pee trayectorias jdentidad obi i i Presentag. identidad obrera, sino de vidas que se pu leton on, CMAtivas de Ja Movin; d s y dej aron asi dg vim . ee aie a © ig lent inguna condicibn general. Por es0 son Vidas interesy se transformaron vol e te ~ Vidas plebeyas que, al Ser arebatadas por el Fuego ge © Judes de filosofa, salen del orden, dejan yo © Gauny, nuestro predecesor reproduccién social y asi pueden dar cuerpo y alma drama individual y colectivo de la emancipacién, la gran aventura ética y politica de nuestro tiempo, Vidas de proletarios intrusosen el monopolio burgués de la representacién del mundo. Vidas de “devoradores de ideas” que, icjos de guardar las formas académicas Que neutralizan el saber, llevan salvajemente lo que leen a la existencia. Vidas excepcionales, vidas excesivas, vid: imposibles segtin todos los patrones admitidos, que por eso solo pueden sostenerse en las alturas vertiginosas de la emocién literaria o en los abismos sin fondo de la metafisica, pues no tienen ni precedentes histéricos ni lugar en ningtin orden simbélico, y su mera existencia desgarra el orden social. Por eso, quien lea este libro pensando que asi va a asomarse al simple modo de pensar de un simple trabajador se llevaré mas de una sorpresa, especialmente en un tiempo como el nuestro, en que “lo obrero” se volvié la imagen de todo lo ms arcaico y reaccionario. Louis-Gabriel Gauny, cuyos escritos seleccionados, ordenados biograficamente y presentados luminosamente por Ranciére componen este volumen, fue un simple carpintero del siglo x1x que nunca salié de la condicién obrera. Pero este simple artesano, que nunca de} la vida con el sudor desu fre b 5 cien vida lico, un moralista cdustico, un sonambulo de este mundo y sohador despierto de otto, un Iticido analista de los sinsentidos del trabajo, un asceta miembro de una olvidada sécta social-religiosa, un precursor de la contracultura, un revolucionario incendiario, un filésofo de una tradicién que él mismo inventd, el personalisima de liberacién, un sofisticado esteta, dandy, flaneur y vegetariano. ~ 7 Ciertamente, Louis-Gabriel Gauny es todo un personaje que lleva la condicién obrera.a su limite de desidentificacién, lo que hace de él un poderoso ejemplo de vida emancipada. Sin embargo, fuera del evidente interés histérico o erudito, gcual es la urgencia practica de los escritos de Gauny?, épor qué leerlos hoy? Tal vez porque en ellos podemos aprender algo de vital importancia en el contexto de gran precariedad 6 de tener que ganarse nte,. también un poeta melanc creador de una economia ¢ — la viven practicamente la totalidad de subjetividades Tesistentes q A nae ae P dominante. Lo esencial que estos textos muestran eg al neoliberalismo diciones de mayor precariedad es posible no hacer de lo econdémico algo de lo que SS cepa Seene Yalo que hay que adaptarse sin remedio (viviendo, ee ome a 4 de cualquier manera que exija el mercado en 7 ens a sino el terreno de un ejercicio de reflexién y de, elecci6n pe |: tuestran por ello que la filosoffa, lejos de ser un articulo de Hoe une | vital para quienes no tienen nada o casi nada més alld de sus vidas, Estos textos constituyen también un verdadero repertorio de estos de emancipacién: una mirada que huye de la atencién a las herramientas de trabajo y se pierde por la ventana con ensofiaciones de otra expe- riencia; lecturas nocturnas de libros que no nos estaban destinados; Presentacion que incluso desde las cont cartas Ilenas de esperanzas y emociones guardadas demasiado tiempo, enviadas a amigos que comparten nuestra condicién; paseos ociosos para ver los espectdculos de la ciudad que se vuelven el primer derecho de un trabajador emancipado. Muchos de estos gestos de pensadores plebeyos como Gauny estuvieron en el origen del movimiento obrero. Hoy podrfan constituir una fuente de inspiracién para quienes aspiran a desconectarse de los dispositivos de poder contem poraneos y exorcizar el espiritu neoliberal que los anima. Gauny nos a cursor directo de los desgarros ¢ ilusiones, de las i que son el pan cotidiano de los intelectuales prec; sabe si también podra inspirar futuras asociaci libres o auténomos... En cualquier caso, Gauny parece como el pre- nquietudes y luchas atios de hoy. Quién ones de trabajadores £S nuestro predecesor, 10 Prefacio ala nueva edicion eins Car plfo | uno y otro denuestros pensamientos, sino también lamirada que Posamos sobre elmundo ynuestrai idea acerca de qué quiere decir pensar, Sucede asi con el corpus demanuscritos redactados entre ‘los afios 1830. y 1886 por el carpintero Gabriel Gauny. y mujeres del pueblo | para a contar : sus vidas y para | hablar de su su condicion. En los afios 1830, los hombres de letras quedaron prendados por un tiempo de. estos poetas-obreros, donde pensa- ron que verian reverdecer la savia ingenua del canto popular. La naciente Tercera Republica celebro a algunas figuras ejemplares , de hijos del pueblo que se habian formado a si mismos y que ha- bfan accedido ala dignidad de diputados 0 senadores. En los afios 1930, comunistas, anarquistas y anticomunistas peleaban entre ellos para saber cuales eran los auténticos representantes de la literatura proletaria. Los afios que siguieron a 1968 evidenciaron unnuevointerés por aquellos desconocidos quenos habian dejado las “actas y memorias del pueblo". Por sinceros que hayan sido sos esfuerzos para hacer hablar alas voces de abajo, raramente n El filosofo plebeyo se han desprendido de la idea de que, en efecto, era el abajolo qu ellos hacian hablar: el mundo de los obreros que trabajan, de log proletarios que combaten y del pueblo que sufre, pero a] que gy sufrimiento impide cantar. En suma, un mundo en orden, donde cada uno hace lo que se espera de él, aun si es en favor dela Causa del combate emancipador que dan su testimoniolos militantes de vanguardia y los sabios de las ciencias sociales. Sin embargo, puede ocurrir que ese orden se altere. Algunos no hacen lo que se espera de ellos. En su palabra se quiso oir ala voz del pueblo 0 la voz de abajo, pero uno percibe alli solo una voz extrafia y singular. Se esperaba un saber sobre su condicién. Ellos nos hablan de otra cosa y, a fin de cuentas, de nosotros mismos; nos obligan a interrogarnos sobre lo que esperabamos de ellos y sobre las razones por las cuales esperabamos eso. Y, pocoa Poco, resultan cuestionadas las posiciones de quienes investigan y de quienes son el objeto delainvestigacion, de quienes hablan yquie- nes recogen y trabajan las palabras, Lo que resulta subvertidocon esto es el orden del saber, el orden de los lugares yladistribucion de los roles y de las voces que comanda el saber. Yano sabemos donde estan ellos y donde estamos nosotros, qué tienen para de- ,Cirnos y qué tenemos que hacer con ellos. Eslo que me sucedio, un dia demayo, hace cuarenta arios, Habia ido ala Biblioteca municipal de Saint-Denis donde dormiandesde hacia algunas décadas los archivos de Gabriel Gauny. De él habia leido un texto corto y un poemaen La Ruche populaire y, sobre él, elfolleto de su bidgrafa, la sefiorita Harlor. Por ella sabia que debia encontrar alli diversosmanuscritos sobre el trabajo ylacondicién de los trabajadores, El fichero, de hecho, anunciaba textos sobre “el trabajo Por jornada’, “e] trabajo a destajo", “los regateadores” o también “los viejos trabajadores", E] azar — 2 c endencia c ©sansimoniano- hizo que abrierala fave en aie omenzanco Por la carpeta Bergier,Es asi como esa carta de ma hace elrelato de mayo de 1832 en la que Gauny Una jor 5 - amajornada, Pero no una jornada de trabajo, un3 6. fOce | b= Prefacio ala nueva edicion ornada de ocio. Al principio parecia inclinarse hacialos conocidos jtinerarios de los divertimentos populares de antafio:1as orillas del Marne. Pero el viaje muy pronto derrapaba: nada de taberna nide vinito blanco sobre esasriberas sino un "caravasar","ricascolinas” eislas “donde el viento deslizaba su joven delirio", antes de que los tres paseantes se detengan en un albergue para intercambiar multiples emociones, erigir y destruir mil hipotesis meta: ver desplegarse “creaciones que n : “La tierra se hundia o nosotros montabamos la ola", escribia Gauny, antes de describir la velada en elalbergue y los esfuerzos delos tres amigos, convertidos en una "tempestad pensante que arremolinaba", para convertir a su fe sansimoniana a un viti- ‘Guitor, un tonelero y un carnicero que el azar les habia llevado a encontrar en la mesa del albergue. También la tierra se hundia para quien tenia la carta en sus manos. La investigacion sobre el mundo de abajo era arrastrada hacia el cielo delas nubes poéticas y de las ensofiaciones metafisicas. Esta inversion era sin dudas la condicion necesaria para establecer el plano deigualdad de un encuentro entre e} ador y suobjeto”. Un plano deigualdad ‘ entre aquel que se paseaba en los archivos obreros y aquellos que se paseaban en las alturas dela poesia y la filosofia, munidos dela mismainteligencia, semejante a cualquier otra, ybuscandoafinde cuentas lo mismo: qué podia significar, delamaneramas concreta, ser un obrero sansimoniano, y querer vivir finalmente una vida distinta ala que estaban destinadas las personas del pueblo. Ese Plano deigualdad volviairrisorias las viejas historias de encuen- tros entre intelectuales y trabajadores manuales y lainterminable disputa por saber si eran los primeros quienes debian transmitir sucienciaalos segundos 0 los segundos quienes debian reeducar alos primeros mediante la disciplina del trabajo y del combate. Pero esta igualdad intelectual solo se daba en la violencia de _Mna¢orsion)Lo que el investigador profesional debia sufrir en Pos de abandonar la presuncién de un “pensamiento de abajo" * Gauny a Bergier, mayo 1832, infra, p.178 Elfildsofo plebeyo identificable era solo la consecuencia de la torsion . id mental que los tres paseantes y aquel que relataba a io tuvieron que efectuar para entrar en un universo de Berceng de pensamiento y de habla que normalmente estaba cerrage, quienes compartian su condicion. De hecho, elacceso aestafors. devidaestabaresguardado por una barrera tantemible Nsuca. pacidaddeexcluir comobanalensuevidencia comtn, Estabarre 4 ) simplemente se llama “tiempg”. Y de ella se hablabaen elsoleadg ee anianinee de camo tanto como enlas grises CrOnicas de la vida diaria del taller. A quienes no dejaban de explicarnos la diferencia entre el artesano y el obrero de la gran industria y mas tarde, aquella entre el obrero fordista y el obrero Postfordista antes de ensefiarnos que finalmente ya solo habia, en su lugar, computadoras y robots, Gauny of} por haberla experimentado en su carne, la respuesta que Plat a habia formulado a priori como la norma de la ciudad en orden: lo que define el ser-obrero j 's simplemente la ausencia de tiempo. Es esta ausencia, indiso- “clablemente empirica y simb6lica, la que produce su manera de .. Set, sentir y pensar en quienes hacieron para obedecer. Por eso, \la emancipacion obrerd no es el horizonte prometido al final del combate. Es el acto que lo inicia; : glacto inaudito que consis en tomar el tiempo que no se tiene, Es alli donde la igualdad y I amas radical, ma: adelante yo llamaria el reparto de lo sensible, poe ) Jerarquiade fos tiempos. Esto que aprendien los tee es lo que busqué compartir en los textos que ae Osi ei aul 5 entonces sobre temas aparentemente alejados 1a Scribir desdi obrera o las formas dela ficcion, la igualdad intelectus eo lidad democratica 0 la subversi6n estética— que sin as articulan todos alrededor de ese reparto, SM Cmbargo si Pero antes de desarrollar todo lo que bude a encuentro con los escritos del carpintero, quise - Nder en mj quisieran la posibilidad de leer algunos de estos t ra Quienes Jo | mente consagrados a ser vistos solo por escasog ©XtOs normal cada diez o veinte afios, y de oir los acentos gg esa Von tladores nica que re; 4 Prefacio ala nueva edicion hace tambalear todas nuestras referencias respecto a qué esla palabra de un obrero o de un intelectual, de un artesano de los viejos tiempos 0 de un pensador visionario del futuro, quellamaa deshacerse de antemano de todas las maneras de vivir mediante las cuales el capital podia desplegar su control sobre la vida. Es asicomo nacido el proyecto de El fildsofo plebeyo, simbdélicamente publicado al mismo tiempo que mi libro ETfilésofo y sus pobres. La primera edicion aparecio en 1983, en el marco de un proyecto delaasociacion Révoltes logiques, con elsosteén del Ministerio de Investigacion. Fue coeditado en ese entonces por La Découverte y Presses Universitaires de Vincennes. La epoca yano seinteresaba mucho en los obreros, aun cuando estuviesen tan alejados de la norma proletaria como lo estaba Gauny, y el primer editor dedujo rapidamente las consecuenciasretirandola obra de sucatalogo,lo que hizo que se tuviera por agotada aun cuando PUV prosiguiera su difusion. Pensé que estaba bien ofrecerle la posibilidad de una nueva vida incluyéndolo enla lista de obras que he publicado des- de hace ya casi veinte afios en La Fabrique gracias alaamistosa complicidad de Eric Hazan. Le agradezco por acoger esta nueva version como le agradezco a Paul-Louis Rinuy, director de PUV, que amablemente dio su acuerdo a esta migracion. Aprovechéla ocasion de esta nueva publicacion para hacer una revision com- pleta de la obra. Fueron agregados numerosos complementos y correcciones tanto a los textos de Gauny como a mis textos de introduccion y a las notas. Agradezco a la Mediateca de Saint- Denis Plaine Commune y en especial alas sefioras Martine Losno y Florence Trovel, por facilitarme ese trabajo de revision. % Jacques Ranciere julio 2017 6 Introduccion No hay que equivocarse de libro. El [carpintero Gauny, cuyos escritos se van a leer, no es el seguidor del albafiil Martin Nadaud 0 del car- pintero Perdiguier, esos hijos del pueblo convertidos en diputados que hicieron de su vida una leccion de moral trabajadora e historia republicana para otros hijos del pueblo. No tiene antepasados cam- pesinos ni historias regionales para contarnos. Nacido en Paris en 1806, paso su infancia a la sombra de la ciudad, en los bordes del arrabal Saint-Marceau. Una especie de fin del mundo. No por nada Victor Hugo colocé alli la guarida de Thénardier. Los talleres de los rudos fundidores de hierro se mezclan alli con las barriadas de ro- Pavejeros —cuyos cuévanos el nifio Gauny sofié transportar-, los terrenos baldios del crimen y el decorado campestre de la Glaciére. Alli pasé toda su vida. Hizo algunos intentos por salir. Como tantos otros, ascendié por la escalera de George Sand, la protectora de los escritores obreros, pero dio media vuelta antes delrellano. También como los demas, en 1848 dio sudi candidat dela v7 : nino de los arrabales quizas vio elSol defrente demasiado temprang as , w El filosofo plebeyo Organizacion de los Trabajadores. Nadie, aparentemente, | > Prest atencion. ©n1889, terming su vida en la calle Gobelins. Ochenta y tres afos para desplazarse un centenar demetros Este demasiado intensamente. Con los ojos quemados por la luz Venida dectromundo, vivié como sonambalo.Ensuchidad, ensusuany ne busquen Saber los itinerarios de este paseante. Else los ofrece: my. rallas, senderos costeros y miradores; peristilos, porticos > y jardines de Academos... Durante sesenta afios se pased en su suefio? Entendaémonos bien: no hay en éluna pizca delocura. Y su vidano tuvo nada de idilica. Era el hijo de un alfarero, aparentemente muer- to muy joven, y de una lavanderal. Lo veremos: no se queja de una | infancia miserable. Como tantos otros, conocié el trauma yelterror — en su ingreso al aprendizaje. Terror por los vejamenes necesarios parahabituar alos hijos del pueblo asu destino de obreros, Aprendis rapido areaccionar, ahacerserespetar.No por ello dejé de conservar el sentimiento del taller como el infierno absoluto, Al menos no nos engafara con la felicidad del artesano, Dejara que otrds enaltezcan lahabilidad, la obra maestra, el orgullo del obrero-artista. Elnos dira que es elinfiernoirrevocable: eltiemporobado, el Cuerporoto,elalma triturada, una vida en jirones: { En suinfierno, sin embargo\violaluzEncontréla filosofia, aquella que podia encontrar hacia 1830 unhijo del pueblo:ladelos marginales, | esa mistica racional 0 ese racionalismo encantado que es como el | dobie popular dela flosofia delallustracion Fllosotia ligadaalases- peculaciones lingiiisticas, alas medicinas innovadoras, alas religio- nes paralelas, Filosofiamal conocida cuyahistoria subterranea tiene un peso a menudo mayor que las espectaculares teorias politicas y sociales’. En ciertos momentos, no obstante, esta circulacion erratica * Elactadenacimiento atribuye especiede mode: Asupadrelaprotesién deaprendiz vendedor deretrescos.Esta Ss recuente en a época, Ambosestados suponen tna condicion muy estaban entre los obreros masiletrados, lutiemple a. Los alfareros tetema, leer | " a mitexto"Sabereshe a ‘a parte: "Los Sécrates dela plebe", asi como B Introduccion Jogr6 posarse sobre ciertos pensadores, Para los jovenes del pueblo que alrededor de 1830 se probaban en los senderos delpensamiento, se destaca una figura, la de Ballanche. Elinvirtio elpensamientocon- trarrevolucionario dela Sona haciendo de élun pensamiento de e Japrueba y dela iniciacion por el cual vina humanidad emancipadase formaa simisma. Pero también ato esta emancipacion colectivaala emancipacion de cada uno, a esas pruebasa través de las cuales cada alma trabaja en despojar al viejo hombre alolargo de su existencia, pero tambien a través de fas Sucesivas encarnaciones, Esa sera ia creencia fundamental de Gabriel Gauny para la a vida. Pero lo esencial tal vez no sea la creencia, sino netrar en el circulo de aquellos que, quebrando la regla impuesta por Platon a los artesanos, deciden hacer algo distinto a su trabajo ~ introduciéndose en lo que es territorio reservado alos demas: no la | Sino el pensamiento; inaugurar otra forma de sociabilidad, un amigo. Se llamaba Jules Thierry. Seguinlo quenos dicens sus Cartas, debiaser contador, posicion querepresentauno delos ascensos: posi- bles para los hijos bien dotados del proletariado. “Psicdlogo trascen- dental", segun los términos de su amigo, le ensefio su filosofia, la de uncombatejamasacabadoentreelviejom Nuestros seres son el resumen de una generacién entera que ha penetrado aqui con fuerza y la cepa de una posteridad inconmensurable. | La vida es la eternidad de las Existencias | Todo es comienzo y fin Todo es germen y producto La sintesis y el andlisis ontoldgico de los seres es lacreuni la combinacién y la separacidn de esas porencias (...] Envueltos en las arrugas de la vieja generacién, engen- drando la nueva, dos mundos viven en nosotros, el primero que se remueve en sta set otro que se debate en I: alegrias — de la infancia pero que, como ella, sufrira en ocasionés por su 19 Elfilosofo plebeyo a : fi irl + crecimiento hasta su pubertad. ;Pasado! ;Porvenir! ;Esto, a 3 s seres! nuest Una vidacortada en dos, entonces. Y por eso mismo Tecompug salvada de la simple division impuesta por is movimientos de herramienta, por losritmos y os furores dela existencia obrera y, vida dondela prision del trabajo puede ser aceptada como ellugar prueba que es la condicién de la preparacion de una int rn dad de una progresivareconquista ‘) lalibertad sobre la servidumbre. Otro tiempo comienza en los inter. i valos del tiempo obrero, en el claro de €soS lomingos delinvierno 1830-1831 cuando los dos amigos, antes del alba, van a disfrutar q aire de campo y dela filosofia. Los proletarios que se fueron al otro lado forman una pequefia sociedad en la que todo elmundo se conoce con rapidez. Es asi como otros se unen a la pequefia banda de los filadelfos: el zapatero Boj- Jeau y el enladrillador Bergier, ambosinstruidos durante su servicio militar. Y estamos en1831, Ese afio, los pequefios grupos de obrero: que intentan ver la luztienen los 00s puestos en esos jovenes di la burguesia que han decidido sacrificar un futuro completamenti trazado para consagrarse a la Propagacion del Pensamiento di Saint-Simon: la supresion de la herencia ylos Privilegios; la mejora del destino de la clase mas numerosa y Mas pobre: la recuperacion de Ia Industria, del Proletario y de la Mujer, En julio de 1831 estos. jovenes apéstoles pasan a una etapa nueva de su accion, De id enviar misioneros hacia todos los barrios de Paris, alho oa Cl a llos obreros de quienes se sabe que se distinguen de ie he ie aque- por su instruccion, sus aspiraciones 0 su abnegacign, fe lermanos director de la propaganda del duodécimo distrito legs 7 is como el puerta del enladrillador y poeta Bergier, que lo envig a 1 pear ala amigo Gauny‘. asa de sy ‘Thierry a Gauny, 2 de diciembre de 1832. “7 jana, lasegund Sobrela propaganda obrera sansimoniana,remito ala segunda parte de, 1s proletarios, Tinta Limén Ediciones, Buenos Aires, 2010, Miobra La ocr. Introduccion Peroelcarpinterono esde esos novatos sobre los cuales sepueden lanzar los sargentos dela utopia. Selo hard sentir al. misionero. Y sus relaciones con elsansimonismo seran un extrafio juego de adhesion ‘adistancia. Por su parte, Bergler jugara el papel de los “obreros al servicio" de la utopia con mayor presteza considerando que ese servicio sera también una promocién, Sus cartas lo muestran muy contento por los versos que el Padre Enfantin le encomendo: Paralas fiestas sansimonianas. Gauny ira, por recomendacion de su: amigo,a ver al segundo de Enfantin, Michel Chevalier, Perono dard el salto. Y elpropioBergier abandonara muy pronto elrefugio sansimonianode Ménilmontant. Mas tarde, en prision, cuando Enfantin: imagine dara los fieles el “collar”, simbolo del lazo sansimoniano, se sorprendera Geno ver entre os entronizados tes personas: Bérgiet-Gani-y erry. ‘Son devoradores de ideas”, le informard su representante Olivier a modo de explicacion. Ciertamente lo son, pero no en el sentido en que lo entienden los decepcionados apdstoles, pues el carpintero permanecera durante toda su vida fiel a esa religion de la que se conformé con estar cerca. Ya en el moniento dela debacle dela Familia Sansimontana, conocié un nuevo amigo, uno de los predicadores mas elocuentes de la doc- trina, eljoven Moise Rétouret, quien apenas finalizados sus estudios y para gran escandalo de su padre comerciante, abandon Limoges para propagar la religion de la Industria, del Proletario y dela Mujer. Aunque mas joven que Gauny, Rétouret tendra para él el papel de Padre sansimoniano que extirpa del corazon de sus “hijos" los estig- mas del viejo mundo y en particular las amarguras de la existencia Proletaria. A ese Padre, rapidamente vuelto hermano, Gabriel acep- tara decir sus “rabias" por un trabajo “aprisionado" y una existencia Saqueada, “moldeada” por las ‘subversiones" dela sociedad. Perono aceptara seguirlo hacia esa Africa ena que Enfantin llamaa sushijos a realizar la obra de la Mujer y del canal de Egipto, y donde el rubio predicador invita a su hermano proletario a compartir “elrebosante deleite de los sudores del trabajo". En febrero de1834, conla partida de Rétouret hacia. Argelia,donde morira muy pronto, se acaban los afios febriles de aprendizaje del a El filosofo plebeyo i anos, de los que muy hi i os afios sansimonl : Chos 9 Sree ewarse salié estabilizado, como si hubiera 7" a aes ticion entre las necesidades itremediay la formula de la repart ot es posible superar para iniciar, dentro de la 9 re reas oe eve de lbertad. A partir de alli va a desplegge= obrera, una vida de libertad. eee e vida que se puede comprender de ae * sigule © algunag coordenadas de su biograffa, o biena través del orden Maginario gg esos textos generalmente no fechados, puesto que fueron eScritog no en la retrospeccion de los relatos de vida sino en el presente g una vida que hallo como regla de su eternidad. : Siguiendo las indicaciones de la correspondencia, lo vemos pa Sar en retirada los afios que siguen al desmoronamiento del suegg sansimoniano. Sin embargo, en 1838, cuando Vincard lleva adelante una nueva tentativa para reunit los restos de la Familia obrera san- simoniana, Gauny vuelve a entrar al circulo. Es también la €poca en que se vinculacon elpocero antiguoropavejero Ponty, quese un é a ony que segunig jugara el papel de contradictor, escéptico frente alafe Palingenésica del carpintero, enla sospecha de que conduce hacia la aceptacion que consagra alos “pensadores desconocidos", Aunasi,la gloria de los dos amigos no llegara mas lejos que a un j ¥ : in interc i Stico publicado en 1841 en las Poésies Sociales des ee poeta uno de los antiguos jefes sansimonianos, Olinde R, s reunidas po En1842, este enamorado dela amistad Odrigues, ‘Penso i i. por elamor de una mujer.Esalmenog eltema fae Sidoredimid la que nos describe al oscuro Lazaro salvado por = Cortanovelaen elsa Joven Uranta,En a vida real, Urania se lamar? Flag nnticio de Para ella, Gauny compone un romantico album, me, y verso, en el que imaginala vida dela pareja ae eco de pro, terio de amigos. Tal veza falta de falansterio, lq Vida 10 de un falans. parece haber sido complicada. Si bien la biograta de de] ™atrimonig sudevocion por una esposaadorada, laspaginas ae ‘Uny h abla d del Belvédere y los extractos dela correspondencia ga: 0] lograg cad “abarg 22 a $$$ Introduccion afios 1842 a 1847 sugieren relaciones dificiles con una compafiera, por otra parte ausente en los planes de vida del "cenobita" : Jas cartas a sus amigos. En 1846, laproteccion de Enfantin le permite obtener un puestode vigilante dela obra en construccién del ferrocarril deLyon.Encalidad de tal, es llamado, durante la revolucién de 1848, a desempefiar el papel de obrero de servicio en un Club central du travail organizado por los accionistas de la compafiia para luchar contra el proyecto de compra de los ferrocarriles por parte delEstado.Pero Gaunynoesun hombre que se deje atrapar. Con algunos ingenieros sansimonianos que siguieron fieles al programa de abolicion de todos|los privilegios, se escinde y organiza un Club dela Organizacion delos Trabajadores mas conforme a sus ideas. En la misma época, el Tocsin des travai- lleurs —editado por el antiguo jefe de “Los compafieros de la Mujer”, Emile Barrault, y por el viejo obrero doblador y vendedor ambulante convertido en librero Francois Delente- publica algunos articulos de Gauny, en particular ‘La jornada de trabajo". Enelmomento de la reaccion, sus amigos ingenieros tendran al- gunos enojos. Protegido por Enfantin, Gauny sera licenciado recién, en 1851 por razones economicas. Ocasion para dirigirleasu protector una carta de agradecimiento y balance a su manera: comoen La posicién que ocupaba en ese ferrocarril ha favorecido mi buen sentido revolucionario [...]. No faltaba alli el aire para los pulmones ni para la propaganda; mientras satisfacia las(— exigencias de mis funciones, loscprectosos tiempos libred que 7 poseia elucidaron en mi la sagrada igualdad en su razén pura y desencadenaron al rebelde”. LaCompafifa deLyonno tenia en absoluto necesidad de ofrecer a Sus empleados preciosos tiempos libres para tales elucidaciones. El( arpintero resulta asi “devuelto alos sacudones deun trabajo incier- 0" pero feliz de alejarse de “esa horrible profanacion administrativa”. Carta a Enfantin del12 de marzo de 1851, supra, p. 219. 23 Elfilsofo plebeyo - ee Tres anos mas tarde, aparentemente sigue siendo zarandeado, Pero se mantiene siempre rebelde ante tales ' profanaciones", Asi g, excusa ante un amigo ingeniero que le habia encontrado un Puest, EI sabado al dejarle he ido a la casa del sefior Viel. Ante mi pedido, su ayudante de oficina, con formas muy educadas, me rogé que lo espere, aduciendo que su patrén estaba muy ocupado. Entonces me fue imposible quedarme en la sala de espera, ni un minuto ni un segundo; esta irritacién me dio la justa medida de mi incapacidad disciplinaria®, Sin embargo, no tuvo dificultad en salir adelante. Sabemos poc; cosas sobre su vida en los veinte afios que siguen, Pero lo volvemo: a encontrar en, 878 en la posicién de rentista y de secretario de Sociedad de So¢erros Mutuos "Los amigos dela Familia” que conced , desempefia “burgués" y “artista” de un y de su hija Amélie, espos Cartaa Alexis Barrault del 28 de junio deigs4, Carta aJulien Gatlé det, de diciembredeig79, 'e1878, supra, p, 222, 4 oO a Introduccion del violinista Richard Hammer. Todos los jueves al anochecer recita sus poemas y reafirma sus opiniones “montariesas” ante un audi- torio de poetas y artistas donde un viejo aristécrata monarquico se mezcla entre los adeptos del Libre Pensamiento. Logra publicar dos selecciones de pgemas, La Forét de Bondy (1879) y los Sonnets dé- Chainés (1884). Elhomenaje alos pensadores de a palingenesia y alos martires dela emancipacion incluyea Marat ‘y Blanqu acontinuacién de Pitagoras, los Gracos y Cristo. Estos dos libros no parecen haber aportado mucha gloria asu autor, no obstante, continua deseoso de transmitir su mensaje a la posteridad. A los ochenta afios, como en una carrera contralamuerte,reune fragmentos del trabajo de todasu vida en un manuscrito de doscientas paginas titulado Le Belvédere. Aunque “desenganado respecto a cualquier medio de publicidad”, escribe el 14 de agosto de 1886 a Amélie Ragon: “Tengo algunas notas, temas y planes para mas de una existencia.Estamonomania de escribir me conducira sombrio y apenado, pero siempre ardiepte de esperanza y amor hacia Ts posibilidades del porvenir hasta el dia ‘demi transformacion". La “transformacion" llego para tomarlo en el otofio de 1889. Es- taba listo. Un afio antes, habia puesto punto final al Belvédére. Los manuscritos de toda su vida y las correspondencias conservadas fueron confiadas a los cuidados de Amélie Ragon. El viejo leon no habia situado mal su confianza. Los manuscritos, piadosamente conservados, fueron depositados luego en la Biblioteca Municipal de Saint-Denis por la hija dellegatario, Thilda Harlor, ellamismamilitante pacifista y feminista. Ocho cajas de archivos representan este documento absoluta- mente unico: elitinerario intelectual de mas de medio siglo de un pro- letario del siglo XIX. Ocho cajas de escritos por lo general sin fechao cuya fechano Significanada.Es asi como enun capitulo del Belvédére reconocemos el texto sobre el cual Emile Souvestre, cincuenta afios antes, apoyabasu comentario, Asimismo, la correspondenciaimagi- naria entre Gabriel y Louis, fechada en 1855, retomalos argumentos que Gauny y Ponty habian intercambiado en prosao en verso durante quince afios. El manuscrito de "La jornada de trabajo", publicado en 25 Elflosofo plebeyo travailleurs, presenta, sobre un pag clos textos sobre eltrabajo adestajg es, Pueden haber sido copiadg jaesperanza de una publicacion en eg, de tambien ser posterior. Quedan, ¢ en delas ocupaciones de Gar a junio de 1848 en el leer jdentico,lamisma caligr® - Josferrocarriles 0 las prision : todosjuntosen esaépocacon ° periodico. Perola caligrafia pu‘ estos textos, losi adicios que se extrat ‘extOS, k 1S ; risiones celulares; entre 184g cuando se construyen pee er ios trabajos forzados dei 185], cuando oa Pétin permite sofiar con elfuturode ferrocarriles;en1850, el vuelo de Petin p' " las aeronaves. Por lo tanto, es legitimo pensar que este conjunto dg textos sobrelas figuras dela’ experiencia del trabajo fueraredactad durante esa década. Lacaligrafiadelos opusculos cenobiticos (“Economia cenobitica “Lacedemonia y Liberia”, “Diogenes y San Juanel precursor”) parece mas tardia. Se puede pensar que fueron escritos en lacalma politica ysocialimpuesta por losinicios delImperio. Pero aparentemente estan en construccion en enero de 1844 cuando Gauny compone album y recomienda a Flavia que medite en los “fragmentos de filosofia ascética y popular", Y lared de imagenes que despliegane también la que aflora en el catalogo de las reivindicaciones politic que presenta en 1848 al Club de la Organizacion de los Trabajadore Pero esta imposibilidad de datar nos remite alo que es mas fi Sr ‘5 n el desarrollo de stpropio tiempo. E = ee desfasada respecto de los acontecimientos d afia, el carpintero, al contar la hi i su biograia, el ca ; istoria ‘a carpintero", escribe Gauny, o bien™ ae “el cenobita" o “el filadelfo"), vaindividuaidad, Historiadeuna distancia, laexistencia ordinaria del t ese hombre", “el contestatario Se convierte en el artesano de su nue re en el artesano de su Cartaa Flavia del21 de enero de 1844, 26 : Introduccion imple: “ese carpintero" y todos sus hermanos jamas tendran otra ertad que la que ellos mismos le habran ganado, paso a paso y dig ( Yas dia, en todas las formas, .exteriores e interiores, alvigjomundo, , lela explotacion. Comienza porlaposibilidad de cam ; urelacion con el trabajo. Al convertirse en entarimador a. destajo, el ‘arp! ‘€rono Se hace ilusiones; suindependenciaes también obliga- ion, si quiere enco! rseno mismo de esta autoexplotacién, ‘ali libertad que se ganapesa mas que la plusvalia patronal. Enesetiempo y ese espacio liberados delas sefiales dem: delas miradas cruzadas delaservidumbre, carpintero se forja la individualidad de aquel.que yano podra vol} rer taller, que yano podra no querer, para él y los demas, siempre nas libertad. conieneenn eons 7 Ta emancipacion jue nos entregan las paginas deTrabajo a destajo>se podra ver la ‘ontracara de esos andlisis sartréanos que hacen nacer la libertad n la confrontacion explosiva de las masas con el limite absoluto de la imposibilidad de vivir. La libertad nace aqui a la inversa, lejos de odo apocalipsis, en un arte de volver progresivame! posibles odoslos goces ie la explotacion ofreceala sérvidumbre complice, i donde el fildsofo dela libertad incondicionada sobrecarga al ser- brero con todas las marcas de una pasividad insuperable salvo por 1 apocalipsis del grupo, el carpintero describe los senderos curvos ero irreversibles de laleapropiacion de si mismo en la alienacion sma del trabajo explotado. Para el entarimador a destajo, el comienzo de la libertad consis- e en esta inversion: ser aquel que mira y ya no el que es mirado. eyendo esas paginas que nos muestran la mirada de esteta que el entarimador comienza a posar sobre la disposicion de las ricas oradas y la perspectiva de los jardines que son el decorado de su trabajo, si Ing evocar otra textos. Por ejemplo, ese pasaje de la fitica del juicio etl aan Ja universal posibilidac de un juitio’sobre la forma de los palacios, indiferente ala ancestra aL WICD sobre *a forma ce "os pala oposicion entre los palacios y las chozas, y ese otro que ve en diche universalidad la promesa de un mundo que yanoo ondriala culture El filosofo plebeyo J de los dominante alanaturaleza de los dominados; 0 también s en las que el dandi Baudelaire comenta ey algunas “confesiones” que ya No se ency nn comprendemos la belleza de los pala ambien intuimos el arte de ser feli¢g esteta es también la afirmacién a conunjuicio que tomaa era. Lamirada “babilonica” dmisible que constituye, en, paginas asombro canto de los obrer tran: “Nosotros tambic! y de los jardines! Nosotros t La posibilidad de esa mirada de : derecho ala felicidad. Asi. se comunic tramanociertaideadela pasividad ob) ntero-esteta senala esa tara ina va prision c* todos sus detalles de encierro. Sin du Michel Foucault al leer las paginas Gauny en su discurso a los obreros constructores de las brisig celulares, como también las que consagra al infierno panoptico “Los ferrocarriles”. Seria interesante reflexionar sobre la diferer de acento. Para el carpintero, la vigilancia panoptica no es elinst mento nuevo de una adquisicion de saber y de un adiestramient disciplinario opuestos al antiguo brillo de los suplicios. Es la for moderna dela tortura, la captura total sobre el cuerpo que le impi existir mas alld de la mirada del amo. Pero sobre todo, la obra mot que constituye la construccion de las prisiones celulares evidel de los poderes liberticidas contenidos en la ejecucion rigurosa dew trabajo obrero indiferente a sus fines. Sila idea de la huelga gen encuentra aqui una de sus primeras formulaciones, vemos que propone al colectivo obrero una imagen de si mismo un poco problematica que de costumbre: la potencia colectiva del trabajo llamada a desertar de si misma. Toi Elcarpintero ya nose detendra en esta logica del cuestionamientt Prueba de ello esla extraordinariainversion que proponela “econ mia cenobitica" alos habitos de vida obreros yanuestros habitos' pensar. En una época en quela “sociedad de consumo" no tiene alge 2 Jotun emprendela tarea derefutar sus despegarse de esos bier ‘ontetaie es trabajadores. an eae e nes con los cuales tienen no obstante tan po . Solo entraran en la falange de los liberadores aquellos: 28 ae ae I carpir espacio dela ciudad, lanue’ aplican en: perfeccionar con se pensara en los analisis de Introduccion hayan aprendido el secreto aparentemente inhallable de consumir menos qus-¢uniniaasuiei Nose conforma, veremos, con enunciar laparadoja. Hace de ella el principio de una contra-economia dotada, como la otra, de estadisticas. En el presupuesto de moderacion que establece el cenobita, no solo encontraremos preciosas enseflanzas sobre los presupuestos y las condiciones de vida de sus pares, segui- remos tambien alli la fascinante aplicacion de un pensamiento para elcualno existe detalle material dela existencia quenosea contable en términos de’servidumbre o de libertad: el alimento, las ¢: camisas, Jos calzados, la lampara... Las soluciones “economicas""son tambien Jas que devuelven al hombre a su destino y lo obligan a respetar el universo del que forma parte. Asi, el; asesinato de animales es un cri- men. Seguin los principios dela Talisiade Gleizes, Gauny recomienda entonces el regimen. vegetariano. Pero ademas, elconsumo de carne, deplatos picantes y bebidas fuertes, daunrubor alrostroyunsopor al cuerpo inadmisibles para el amante dela estatuaria que es también el atleta dela emancipacion. Y esas camisas sin planchar, que concilian la economia con el sentimiento de lo bello y dela libertad, deforman asu antojo aquello que los socidlogos intentan fijar, oponiendo los “gustos por necesidad" propios al ethos popular a los signos distin- tivos del gusto burgueés, Esta es la fuerza singular de este carpintero, No se conforma con rechazar en principio las logicas pesimistas de la “reproduccién” del ser obrero. Propone una inversion concreta de las logicas de la reivindicacion que conectan las posibilidades del progreso obrero alos mecanismos de la economia politica, Plantea el absoluto de la exigencia, Todo puede y deber ser cambiado. No hay libertad obrera que valga unahora de pena sino permite aspirar alos mas‘sublimes" placeres que ofrece la libertad-delos demas. No hay que esperar un. Porvenir que dé a todos‘ Gi tiempoibgSpard Ser por WEISS pT i pescador, or, cazador y critico al final del dia. Mas vale comenzar el_ dia Borla mirada critica sobre la caza. Es ahora que hay que conquistar, dentroy contralaservidumbre deltrabajo,el cuerpoy elalmadelocio fllosofico, La libertad sera ganada por los obreros que acompatian] ahora mismo los paseos urbanos de Diogenes y las predicaciones 29 El fildsofo plebeyo . un a " deSan Juan en el desierto: ho mbres que se deshacen de Jag 4 mediocres de las “victimas dela feloniay fas las Conquistasyg nales de los "fanaticos dela corporacion " a deliberag sera un ejército de apostoles desertores fe para propages lage eléctricadela emancipacién humana, ha ran ae We despoj, de todas las ataduras, individuales y colectivas, ‘ a vieja socig Sigamos pues al carpinteroensus trayectos ey aie delos sie sus paseos al borde del Ilisos 0 sus nae ee Sombra a Portico. Sigamoslo en las amplias avenidas de esa ciudad-uniyey, porde deesas fuentes, sobre: lospelda i iberia, al. delporvenir llamada Liberia, @ neeae aquellostemplos dondelaslibertades se cruzan, se intercay, pian, se electrizan. "Los placeres divinos”, escribe en el encabeg; deunodesuscapitulos, Quizasnuncala pasion delalibertad lleg6q tanlejosaimpactarnos conacentostan singulares. ‘Nunca un hombre del puebloreivindicé conmas serena. impertinencia los placeresparg loscuales esta claro que sus semejantes nonacieron. Mas tarde, tal cual fraccion obrera o socialista podra retomar colectivamente una, uotra de las ideas que el carpintero enuncia para él y para toa La ecologia, el vegetarianismo, la emancipacion intelectual, ser; reivindicados especialmente en el seno de la corriente anarquisi ¢Pero quién podra retomar ese juicio implacable sobre todos hechos y estragos del trabajo obrero? El albanil Péricat lanzé maldiciones contra esos obreros —sobre todo esos obreros..~ qi giraron los obuses de la Primera Guerra. Pero como secretario Ja Federacion de la Construccion jamas podra hacer votar a camaradas una resolucién que les prescriba rechazar el trabajo construccién de las prisiones. Qué responder, de hecho, alas tan a zonables objeciones de sus hermanos: "No hay nada para nosott enla sociedad actual. Si solo trabajaramos para los edificios que denuestra propiedad, jamas trabajariamos. Debemos trabajar dont se encuentra el trabajo", * Ver infra“Didgenes y San Juan el precursor".p,150. * Cuarto congreso dela Federacion dela Construccién, 1912. 30 Introduccion Contra esta raz6n, que es la razon del mundo, no hay nada mas que las frases enrevesadas de un sofador despierto: palabras “obliteradas, similares a esas monedas consulares que solo tienen ambigiiedades en su cara y exergos problematicos" frases cansadas por el esfuerzo de ganar su sintaxis sobre la prosa del mundo frag- mentado, tal vez con el unico efecto de producirse “en el silencio del desierto"': “Mis productos intelectuales —dice- estan perdidos, todos sus concienzudos teoremas que hubiese querido comunicar a los hombres vuelan resecos como las hojas secas de Brumario". Pero quién sabe? "En el fondo tenebroso del olvido, un resplandor vacila como desamparado, se extingue y se enciende todavia mas seguro desucamino|...]. Es ina existencia por recomenzar". 31

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