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Charla Sobre El Espiritu Santo

El documento describe la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles en Pentecostés y sus efectos. Explica que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, enviada por Jesús para guiar a la Iglesia y dar poder y fortaleza a los cristianos para ser testigos de Cristo en el mundo. También presenta los principales símbolos del Espíritu Santo en la Biblia como el fuego, la paloma y el agua, y resume su papel en la historia de la redención y en la
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Charla Sobre El Espiritu Santo

El documento describe la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles en Pentecostés y sus efectos. Explica que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, enviada por Jesús para guiar a la Iglesia y dar poder y fortaleza a los cristianos para ser testigos de Cristo en el mundo. También presenta los principales símbolos del Espíritu Santo en la Biblia como el fuego, la paloma y el agua, y resume su papel en la historia de la redención y en la
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¿Quién es el Espíritu Santo?

En la fiesta de Pentecostés Domingo 31 de mayo 2020 la Iglesia


celebra la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles.

1. ¿Cómo fue la venida del Espíritu Santo?


Lo narra san Lucas en los Hechos de los Apóstoles, en los capítulos 1 y 2.
Antes de la Ascensión, Jesús había mandado a los discípulos “que no se
fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre. Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, -les dijo- pero vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta los confines de la tierra”.

Unos días después -sigue narrando san Lucas- "cuando estaban todos
juntos, de repente, vino del cielo un estruendo como de un viento recio
que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les
aparecieron lenguas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y se llenaron todos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras
lenguas”.

En este día se revela plenamente la Santísima Trinidad y a partir de ahora


el Reino anunciado por Cristo está abierto a todos los que creen en Él.

Textos de san Josemaría para meditar

San Lucas también narra que después de que San Pedro proclamara la
Resurrección de Cristo, muchos de los que le rodeaban se acercaron
preguntando: ¿qué es lo que debemos hacer, hermanos? El Apóstol les
respondió: Haced penitencia, y sea bautizado cada uno de vosotros en
nombre de Jesucristo para remisión de vuestros pecados, y recibiréis el
don del Espíritu Santo. Aquel día se incorporaron a la Iglesia, termina
diciéndonos el texto sagrado, cerca de tres mil personas.

Los Hechos de los Apóstoles, al narrar los acontecimientos de aquel día de


Pentecostés en el que el Espíritu Santo descendió en forma de lenguas de
fuego sobre los discípulos de Nuestro Señor, nos hacen asistir a la gran
manifestación del poder de Dios, con el que la Iglesia inició su camino
entre las naciones. La victoria que Cristo —con su obediencia, con su
inmolación en la Cruz y con su Resurrección— había obtenido sobre la
muerte y sobre el pecado, se reveló entonces en toda su divina claridad. Es
Cristo que pasa, 127
Camino seguro de humildad es meditar cómo, aun careciendo de talento,
de renombre y de fortuna, podemos ser instrumentos eficaces, si
acudimos al Espíritu Santo para que nos dispense sus dones. Los
Apóstoles, a pesar de haber sido instruidos por Jesús durante tres años,
huyeron despavoridos ante los enemigos de Cristo. Sin embargo, después
de Pentecostés, se dejaron azotar y encarcelar, y acabaron dando la vida
en testimonio de su fe. Surco, 283
Ayúdame a pedir una nueva Pentecostés, que abrase otra vez la
tierra. Surco, 213

2. ¿Quién es el Espíritu Santo?


El Espíritu Santo es una de las tres personas de la Santísima Trinidad. Es
Dios con el Padre y el Hijo y con el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, como señala desde antiguo el Símbolo Niceno-
Constantinopolitano. Consubstancial con el Padre y el Hijo, es inseparable
de ellos, tanto en la vida íntima de la Trinidad como en su don de amor
para el mundo. Pero al adorar a la Santísima Trinidad vivificante,
consubstancial e indivisible, la fe de la Iglesia profesa también la
distinción de las Personas. Cuando el Padre envía su Verbo, envía
también su Aliento: misión conjunta en la que el Hijo y el Espíritu Santo
son distintos pero inseparables. Sin ninguna duda, Cristo es quien se
manifiesta, Imagen visible de Dios invisible, pero es el Espíritu Santo
quien lo revela. Catecismo de la Iglesia Católica 687-689

Textos de san Josemaría para meditar


El corazón necesita, entonces, distinguir y adorar a cada una de las
Personas divinas. De algún modo, es un descubrimiento, el que realiza el
alma en la vida sobrenatural, como los de una criaturica que va abriendo
los ojos a la existencia. Y se entretiene amorosamente con el Padre y con
el Hijo y con el Espíritu Santo; y se somete fácilmente a la actividad del
Paráclito vivificador, que se nos entrega sin merecerlo: ¡los dones y las
virtudes sobrenaturales! Amigos de Dios, 306

Los discípulos, que ya eran testigos de la gloria del Resucitado,


experimentaron en sí la fuerza del Espíritu Santo: sus inteligencias y sus
corazones se abrieron a una luz nueva. Habían seguido a Cristo y acogido
con fe sus enseñanzas, pero no acertaban siempre a penetrar del todo su
sentido: era necesario que llegara el Espíritu de verdad, que les hiciera
comprender todas las cosas. Sabían que sólo en Jesús podían encontrar
palabras de vida eterna, y estaban dispuestos a seguirle y a dar la vida por
El, pero eran débiles y, cuando llegó la hora de la prueba, huyeron, lo
dejaron solo. El día de Pentecostés todo eso ha pasado: el Espíritu Santo,
que es espíritu de fortaleza, los ha hecho firmes, seguros, audaces. La
palabra de los Apóstoles resuena recia y vibrante por las calles y plazas de
Jerusalén. Es Cristo que pasa, 127
3. ¿Cuál es el nombre propio y los apelativos del Espíritu
Santo?

El término "Espíritu" traduce el término hebreo Ruah, que en su primera


acepción significa soplo, aire, viento. Por otra parte, Espíritu y Santo son
atributos divinos comunes a las Tres Personas divinas. Pero, uniendo
ambos términos, la Escritura, la liturgia y el lenguaje teológico designan la
persona inefable del Espíritu Santo, sin equívoco posible con los demás
empleos de los términos.

Los apelativos del Espíritu Santo

Jesús, cuando anuncia y promete la Venida del Espíritu Santo, le llama el


"Paráclito", abogado, "Consolador".
Jesús también llama al Espíritu Santo "Espíritu de Verdad".
Además de su nombre propio, que es el más empleado, en el libro de los
Hechos y en las cartas de los Apóstoles se encuentran otros apelativos.

San Pablo se refiere a Él como el Espíritu de la promesa, el Espíritu de


adopción, el Espíritu de Cristo, el Espíritu del Señor, el Espíritu de Dios, y
en San Pedro, el Espíritu de gloria. Catecismo de la Iglesia Católica 691-
693

Textos de san Josemaría para meditar


Frecuenta el trato del Espíritu Santo —el Gran Desconocido— que es
quien te ha de santificar. No olvides que eres templo de Dios. —El
Paráclito está en el centro de tu alma: óyele y atiende dócilmente sus
inspiraciones. Camino, 57

4. ¿Qué símbolos del Espíritu Santo hay en la Sagrada


Escritura?
El agua del Bautismo significa la acción del Espíritu Santo en el alma. El
fuego porque en forma de lenguas "como de fuego" se posó el Espíritu
Santo sobre los discípulos la mañana de Pentecostés y los llenó de El.

La tradición espiritual conserva este simbolismo del fuego como uno de


los más expresivos de la acción del Espíritu Santo. La Paloma porque
cuando Cristo sale del agua de su bautismo, el Espíritu Santo, en forma de
paloma, baja y se posa sobre Él. Es la imagen más utilizada en el arte para
representar a la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Catecismo de
la Iglesia Católica 694-701

Textos de san Josemaría para meditar


Siempre llevaba, como registro en los libros que le servían de lectura, una
tira de papel con este lema, escrito en amplios y enérgicos caracteres: Ure
igne Sancti Spiritus! —Se diría que, en lugar de escribir, grababa: ¡quema
con el fuego del Espíritu Santo! Esculpido en tu alma y encendido en tu
boca y prendido en tus obras, cristiano, querría dejar yo ese fuego
divino. Forja, 923

Sequedad interior no es tibieza. En el tibio, el agua de la gracia no


empapa, resbala... En cambio, hay secanos en apariencia áridos que, con
pocas gotas de lluvia, se colman a su tiempo de flores y de sabrosos frutos.
Por eso, ¿cuándo nos convenceremos?: ¡qué importancia tiene la
docilidad a las llamadas divinas de cada instante, porque Dios nos espera
precisamente ahí! Forja, 224

5. ¿Qué misión tiene Jesucristo y el Espíritu Santo en la historia


de la Redención?

Jesús no revela plenamente el Espíritu Santo hasta después de su


Resurrección. Sin embargo, lo sugiere poco a poco, incluso en su
enseñanza a la muchedumbre, cuando revela que su Carne será alimento
para la vida del mundo. Lo sugiere también a Nicodemo, a la Samaritana
y a los que participan en la fiesta de los Tabernáculos.

A sus discípulos les habla de él abiertamente apropósito de la oración: lo


recoge san Lucas en el versículo 11 de su Evangelio: "Si vosotros que sois
malos, sabeis dar cosas buenas a vuestros hijos, cuánto más el Padre del
cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan».

Y cuando les explica el testimonio que tendrán que dar dice:"Cuando seais
arrestados, no os preocupeis por lo que habéis de decir, ni cómo habéis de
hablar. Llegado ese momento, se os comunicará lo que tengais que
decir.Pues no series vosotros los que hablareis, sino el Espíritu del Padre
el que hablará por vosotros”. Catecismo de la Iglesia Católica 689-690

Textos de san Josemaría para meditar


Nuestro Señor Jesús lo quiere: es preciso seguirle de cerca. No hay otro
camino. Esa es la obra del Espíritu Santo en cada alma —en la tuya—: sé
dócil, no opongas obstáculos a Dios, hasta que haga de tu pobre carne un
Crucifijo. Surco, 978

También nosotros, como aquellos primeros que se acercaron a San Pedro


en el día de Pentecostés, hemos sido bautizados. En el bautismo, Nuestro
Padre Dios ha tomado posesión de nuestras vidas, nos ha incorporado a la
de Cristo y nos ha enviado el Espíritu Santo. El Señor, nos dice la
Escritura Santa, nos ha salvado haciéndonos renacer por el bautismo,
renovándonos por el Espíritu Santo, que El derramó copiosamente sobre
nosotros por Jesucristo Salvador nuestro, para que, justificados por la
gracia, vengamos a ser herederos de la vida eterna conforme a la
esperanza que tenemos. Es Cristo que pasa, 128
6. ¿Cómo actúa el Espíritu Santo en la vida del cristiano?
"Nadie puede decir: '¡Jesús es Señor!' sino por influjo del Espíritu Santo",
dice san Pablo en la Epístola a los Corintios. Y en la Epístola a los Gálatas:
"Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama
¡Abbá, Padre!". El conocimiento de fe no es posible sino en el Espíritu
Santo. Para entrar en contacto con Cristo, es necesario primeramente
haber sido atraído por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo, con la Trinidad
Beatísima viene a inhabitar en el alma por el sacramento del Baustimo.

El Espíritu Santo con su gracia es el "primero" que nos despierta en la fe y


nos inicia en la vida nueva que supone conocer al único Dios verdadero, y
a su enviado, Jesucristo. Catecismo de la Iglesia Católica 737-742

Textos de san Josemaría para meditar


Vale la pena jugarse la vida, entregarse por entero, para corresponder al
amor y a la confianza que Dios deposita en nosotros. Vale la pena, ante
todo, que nos decidamos a tomar en serio nuestra fe cristiana. Al recitar el
Credo, profesamos creer en Dios Padre todopoderoso, en su Hijo
Jesucristo que murió y fue resucitado, en el Espíritu Santo, Señor y dador
de vida. Confesamos que la Iglesia, una santa, católica y apostólica, es el
cuerpo de Cristo, animado por el Espíritu Santo. Nos alegramos ante la
remisión de los pecados, y ante la esperanza de la resurrección futura.
Pero, esas verdades ¿penetran hasta lo hondo del corazón o se quedan
quizá en los labios? El mensaje divino de victoria, de alegría y de paz de la
Pentecostés debe ser el fundamento inquebrantable en el modo de pensar,
de reaccionar y de vivir de todo cristiano. Es Cristo que pasa, 129

Un razonamiento que lleva a la paz y que el Espíritu Santo da hecho a los


que quieren la Voluntad de Dios: Dominus regit me, et nihil mihi deerit —
el Señor me gobierna, nada me faltará. ¿Qué puede inquietar a un alma
que repita de verdad esas palabras? Camino, 760

7. ¿Qué son los dones del Espíritu Santo? ¿Cuáles son?


Los dones del Espíritu Santo infundidos en el alma del cristiano llevan a
la perfección las virtudes y hacen a los fieles dóciles para seguir con
prontitud y amor, en su actuar diario, las inspiraciones divinas.

Los siete dones del Espíritu Santo son: sabiduría, inteligencia, consejo,
fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Catecismo de la Iglesia Católica
1830-1831

Textos de san Josemaría para meditar


La Tercera Persona de la Trinidad Beatísima -dulce huésped del alma-
regala sus dones: don de sabiduría, de entendimiento, de consejo, de
fortaleza, de ciencia, de piedad, de temor de Dios. Amigos de Dios, 92
El Espíritu Santo, con el don de piedad, nos ayuda a considerarnos con
certeza hijos de Dios. Y los hijos de Dios, ¿por qué vamos a estar tristes?
La tristeza es la escoria del egoísmo; si queremos vivir para el Señor, no
nos faltará la alegría, aunque descubramos nuestros errores y nuestras
miserias. La alegría se mete en la vida de oración, hasta que no nos queda
más remedio que romper a cantar: porque amamos, y cantar es cosa de
enamorados. Amigos de Dios, 92

Entre los dones del Espíritu Santo, diría que hay uno del que tenemos
especial necesidad todos los cristianos: el don de sabiduría que, al
hacernos conocer a Dios y gustar de Dios, nos coloca en condiciones de
poder juzgar con verdad sobre las situaciones y las cosas de esta vida. (…)
No es que el cristiano no advierta todo lo bueno que hay en la humanidad,
que no aprecie las limpias alegrías, que no participe en los afanes e ideales
terrenos. Por el contrario, siente todo eso desde lo más recóndito de su
alma, y lo comparte y lo vive con especial hondura, ya que conoce mejor
que hombre alguno las profundidades del espíritu humano. Es Cristo que
pasa 133

8. ¿Por qué se dice que el Espíritu Santo preparó a María con su


gracia?
El Espíritu Santo preparó a María con su gracia. Convenía que fuese
"llena de gracia" la Madre de Aquel en quien "reside toda la plenitud de la
divinidad corporalmente". En María el Espíritu Santo realiza el designio
benevolente del Padre. La Virgen concibe y da a luz al Hijo de Dios por
obra del Espíritu Santo. Su virginidad se convierte en fecundidad única
por medio del poder del Espíritu y de la fe. En fin, por medio de María, el
Espíritu Santo comienza a poner en comunión con Cristo a los hombres
"objeto del amor benevolente de Dios". Catecismo de la Iglesia Católica
721-726

Textos de san Josemaría para meditar


Es justo que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo coronen a la Virgen
como Reina y Señora de todo lo creado. —¡Aprovéchate de ese poder! y,
con atrevimiento filial, únete a esa fiesta del Cielo. —Yo, a la Madre de
Dios y Madre mía, la corono con mis miserias purificadas, porque no
tengo piedras preciosas ni virtudes. —¡Anímate! Forja 285
María se muestra santamente transformada, en su corazón purísimo, ante
la humildad de Dios: el Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del
Altísimo te cubrirá con su sombra. Por cuya causa el santo que de ti
nacerá será llamado Hijo de Dios. La humildad de la Virgen es
consecuencia de ese abismo insondable de gracia, que se opera con la
Encarnación de la Segunda Persona de la Trinidad Beatísima en las
entrañas de su Madre siempre Inmaculada. Amigos de Dios, 96
Para saber más: Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), capítulo
tercero: Creo en el Espíritu Santo, nn 683-686

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