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Cisneros, Julieta. (2016) - El Código de Vestimenta Escolar Una Cuestión de Género

Este documento presenta un ensayo sobre cómo los códigos de vestimenta escolares reflejan cuestiones de género. El autor analiza las reacciones a una propuesta de modificar el código en una escuela en particular y argumenta que las justificaciones a menudo dirigen la atención hacia el cuerpo de la mujer y perpetúan roles de género estereotipados. Concluye que la escuela debería promover una educación igualitaria y sin discriminación.

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Cisneros, Julieta. (2016) - El Código de Vestimenta Escolar Una Cuestión de Género

Este documento presenta un ensayo sobre cómo los códigos de vestimenta escolares reflejan cuestiones de género. El autor analiza las reacciones a una propuesta de modificar el código en una escuela en particular y argumenta que las justificaciones a menudo dirigen la atención hacia el cuerpo de la mujer y perpetúan roles de género estereotipados. Concluye que la escuela debería promover una educación igualitaria y sin discriminación.

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Ensayo presentado en el marco del Parlamento Federal Juvenil INADI 2016.

El código de vestimenta
escolar : una cuestión de
género.

Cisneros, Julieta.

Cita:
Cisneros, Julieta. (2016). El código de vestimenta escolar : una cuestión
de género. Ensayo presentado en el marco del Parlamento Federal
Juvenil INADI 2016.

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ARK: https://n2t.net/ark:/13683/pTrX/c16

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Julieta Cisneros Tema:
DNI: 41547067 Identidad de género
El código de vestimenta escolar:

Una cuestión de género

El presente trabajo tiene como objetivo exponer cómo se presenta la cuestión de


género dentro de las instituciones escolares, a partir del análisis de una en particular,
la Escuela Normal Superior (Bahía Blanca). Pero como un diagnóstico de tal tipo
llevaría un largo y profundo trabajo de investigación, decidí recortar el campo de
estudio y enfocarme en un aspecto que, a mi parecer, es atravesado constantemente
por cuestiones de género, mandatos sociales y culturales: el código de vestimenta.
Hay que tener en cuenta que, en las escuelas se reproducen constantemente las
relaciones sociales y que por tanto, a pesar de que pareciera ser un elemento muy
pequeño para examinar este gran tema, puede servir de gran ayuda para visibilizar
ciertas cuestiones, como también brindar elementos para un posterior estudio mucho
más especializado.

A partir de plantear el debate por la modificación del código de vestimenta, intentaré


analizar algunas de las reacciones que llamaron mi atención así como también reflejar
respuestas más acordes a mi posicionamiento respecto al tema. A su vez, la intención
también será observar qué tan presente está el machismo y la discriminación en la
institución, cuál es realmente la influencia de los medios de comunicación
hegemónicos y de los mismos mandatos sociales en la construcción de identidades.

Dado que, si bien el hecho de vivir en una sociedad patriarcal -es decir, dentro de un
tipo de organización social donde la autoridad la ejerce el hombre, que domina a la
mujer y tiene más poder que ella1 -es una temática debatida en la institución, solemos
abordar el tema como exterior a nuestro círculo social. Aunque por formar parte de la
sociedad, es posible que arrastre concepciones machistas, haré el intento de criticar
aquello en lo que desacuerde.

Ahora bien, al preguntar por los motivos de la restricción de ciertos atuendos,


generalmente se direccionan las justificaciones hacia la mujer, hacia su cuerpo, y
posiblemente sea porque allí esté la clave. Toda norma tiene su razón de ser y
motivos que la sustentan. El código de vestimenta no afecta de igual forma a mujeres
y hombres, si bien la prohibición es para ambos. Una de las razones podría ser que no
permite prendas que son más “comunes” en mujeres que en hombres (como las
musculosas o remeras cortas, e inclusive el “escote” que claramente es una norma

1
Revista Mujeres En Red [en línea]. Disponible en http://bit.ly/1KWk8Mi [Consulta: 27/06/16]

Escuela Normal Superior 6° “A” Humanidades


“Vicente Fatone” Año: 2016
1
Julieta Cisneros Tema:
DNI: 41547067 Identidad de género
sólo para el lado femenino), y permite otras que son parte de la forma de vestir de los
varones según las convenciones sociales (por ejemplo, las bermudas). Y segundo,
porque parece estar formulado en el marco de una sociedad mucho más machista de
lo que podrá ser ahora, donde estos temas podían tratarse con naturalidad, pero ya no
es el caso.

La idea del sociólogo Pierre Bourdieu, de que si bien los hombres también sufren de
su machismo, es decir que son una víctima relativa, comparado con las mujeres tiene
el “mejor papel”, puede ayudar a entender por qué el código de vestimenta suele
2
direccionarse más a la mujer . Su visión, la comparte una profesora del
establecimiento, Helen Turpaud, quién habla de los mandatos diferenciales para
hombres y mujeres. Ella plantea que como los de los hombres están mayormente
relacionados con el dominio, no suelen sufrir la discriminación. Además, expone cómo
“el cuerpo de las mujeres es restringido y controlado” 3 y a mi modo de ver, la escuela
es uno de los actores encargados de ese control.

Las siguientes son algunas respuestas ante la puesta en cuestión del código, que si
bien son sólo de una institución en particular, considero que están bastante arraigadas
en el sentido común y que muchas suelen repetirse en otras escuelas:

Primero, ¿qué sucede al preguntar a directivos y profesores a qué se debe la


restricción, principalmente del short y la musculosa?:

1- “El ser humano siempre quiere más, si se permitiera usar short, luego querrían
venir todos desnudos a la escuela.”
2- “Las reglas en una sociedad están para cumplirse y quién se niega, es
rechazado por la misma.”
3- “En otras escuelas hay que usar uniforme. A veces es mejor quedarse en el
molde.”
4- “Cuando vayan a la universidad van a seguir vistiéndose como se visten dentro
de esta institución, por cómo las va a mirar la sociedad.”
5- “La función del código es normar qué se puede usar y qué no, y los prepara
para la vida adulta y el ámbito laboral, ambos sujetos al cumplimiento de
muchísimas normas y obligaciones.”

La primera respuesta, creo que podemos entenderla como una reducción (y


posiblemente una exageración) que busca evadir el tema. Considero que si se

2
Entrevista al sociólogo Pierre Bourdieu sobre feminismo [en línea].Disponible en: http://bit.ly/28YddCD
[Consulta:27/06/16]
3
Turpaud, Helen, La construcción del otro/a, Bahía Blanca, Buenos Aires.
Escuela Normal Superior 6° “A” Humanidades
“Vicente Fatone” Año: 2016
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DNI: 41547067 Identidad de género
permitiera el short en la escuela, la tendencia no sería ir desnudos sino adecuarnos a
las convenciones sociales de vestimenta vigentes, que contrariamente a lo que plantea
la cuarta respuesta- la cual podría hacer referencia a un anacronismo propio de la
diferencia generacional-, realmente no son el reflejo de las convenciones escolares.

La escuela es un pilar importantísimo en la formación de un individuo y de la sociedad


en sí, ya que va construyendo de a poco a la sociedad del futuro y por ello es
importante que se promueva una educación igualitaria y con perspectiva de género,
Nuestra sociedad aún no ha logrado erradicar la desigualdad, la discriminación y la
misoginia. Lo que viste una mujer no debería ser considerado bajo ningún punto como
una distracción o provocación, porque eso responde a considerarla un mero objeto. Y
en esa línea, que muestre un poco de piel no acredita a nadie a hacer con ella algo
que no desee. En vez de “negar los cuerpos” para evitar hablar del sexismo, la escuela
debería educar a los estudiantes para lograr una convivencia sin “obstáculos” a la hora
de concentrarnos y aprender. Y es fundamental, porque puertas afuera (y siempre que
el clima acompañe) las mujeres suelen vestirse con shorts y musculosas y podrían a
llegar a justificarse atrocidades. Esto resulta bastante común, cuántas veces se han
justificado violaciones culpabilizando a la víctima, atribuyendo al atuendo que llevaba
puesto en el momento del hecho (esto generalmente en manos de los medios de
comunicación).
Pequeños actos de violencia psicológica que se producen en la escuela como las
restricciones referidas al cuerpo, y la humillación o ridiculización por no adecuarse a la
norma, muchas veces desencadenan en más violencia de este tipo, que se refleja por
ejemplo en la criminalización. En estos casos es importante tener presente que “los
actos discriminatorios no se explican por ninguna característica que posea la víctima
sino por la mirada del sujeto (…) que lleve a cabo el proceso discriminatorio.”4 En la
escuela se promueve la formación de sujetos críticos, y, sin embargo, muchas críticas
hacia el mismo funcionamiento de la institución son acalladas.
Se conoce que se están educando individuos para conformar una nueva sociedad,
pero se los orienta a desarrollarse dentro de los patrones de siempre. Creo que en ese
tema pueden nuclearse las respuestas 2 y 3. Luis Alberto Romero considera que el
Estado Educador, la Iglesia y los medios, están “relacionados naturalmente con los
sectores dominantes de la sociedad”5, y sirven para instalar los roles que cada

4
INADI, Material de apoyo para el Parlamento Federal Juvenil. En formato PDF, Argentina, 2016,
disponible en: http://bit.ly/29i2X9k [Consulta: 25/06/16]

5
Romero, Luis Alberto ,”La constitución de la identidad” en La identidad de los sectores populares en el
Buenos Aires de la entreguerra (1920-1945), Chile, Centro de Estudios Sociales, 1996.
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“Vicente Fatone” Año: 2016
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individuo debe desempeñar dentro de la sociedad (es decir que en un punto refuerzan
esas “relaciones asimétricas de poder que existen entre los géneros”6)
Para este análisis, resulta de mayor relevancia la tarea educadora. El autor la define
con una función destructiva de viejas creencias y con otra constructiva, basada en
formar y adecuar a los actores para que realicen su función dentro de la sociedad, es
decir instruirlos en la reproducción. Entonces, ¿qué espacio queda para la libertad y
crítica del individuo que la escuela forma? El análisis de Bourdieu respecto a la
dominación resulta pertinente en este punto. Plantea que ésta se da debido a lo que él
llama “violencia simbólica”, que resulta de que las personas tengan interiorizadas
pensamientos, formas de ver, percepciones, que no son más que producto de la
dominación. Por este motivo, el dominado no es consciente de la dominación y se
vuelve “cómplice” de la misma.7
Su concepción y la explicación de Romero respecto a cómo se construye la identidad
en la escuela, se ven reflejadas en las respuestas de los directivos, cuando una de sus
tareas es justamente “mantener el orden”, el status quo. De todas formas,
seguramente no son conscientes de que parte de lo que plantean atenta contra su
propio género y me recuerda a la famosa frase de Simone de Beauviour: “El opresor
no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”.
Pero... ¿cómo es que se construye ese cómplice?

Desde el momento en que el individuo es sexuado se le asigna un género, que no hay


que perder de vista que es una construcción social que se aplica al sujeto según los
mandatos patriarcales y da distintos grados de poder. Esto va desde la designación de
colores débiles como el rosa para las niñas y fuertes como el azul para los niños,
hasta los juguetes que suelen reforzar los estereotipos asignados al género. Es
preciso destacar que “Cada minuto al aire de televisión es política, porque cada minuto
de televisión genera (y reproduce) discursos, ideas, hegemonía”8 como dice Julia
Mengolini. Entonces las nenas comienzan a jugar con muñecas, para actuar como
pequeñas madres y de forma femenina, lo cual refiere al mandato de maternidad de la
mujer, y juegan con cocinas, o escobas, que instalan el estereotipo de que ser mujer,
significa ser ama de casa. Y si hablamos de las Barbies, constituyen un notable
estereotipo referente a cómo debe ser el cuerpo de la mujer. A los niños, en cambio,
se les da pistolas de juguete o elementos de lucha, esperando que sean más
agresivos, que muestren valentía y destreza. A partir de estas cuestiones impuestas
desde pequeños se van formando conductas dentro de la comunidad, y resulta de

6
INADI, Material de apoyo para el Parlamento Federal Juvenil, Op. Cit.
7
Bourdieu, Pierre, La dominación masculina, Argentina, Editorial Anagrama, 2000.
8
Mengolini, Julia, Artículo “Sofovich y la ideología”, Diario Registrado.
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“Vicente Fatone” Año: 2016
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fundamental importancia, dado que “La violencia entre pares en la escuela también se
ve atravesada por esta problemática, ya que niñas y niños internalizan tempranamente
estos patrones sociales”9.

Las mujeres, en la etapa de la adolescencia comienzan a estar más presionadas por


los modelos de cuerpo de “Barbie”, a la vez que empiezan a maquillarse y a sentir
necesario que sus cuerpos sean deseables, casi como una mercancía que va a
venderse en el mercado. A los chicos, por su parte, se les enseña que deben
satisfacer sus necesidades adquiriendo estas “mercancías” y esta concepción ayuda a
cosificar el cuerpo de la mujer (un ejemplo son la cantidad de cuerpos que se
encuentran en el “mostrador” o pantalla de la televisión diariamente). Ni hablar de
programas televisivos como el de Tinelli, que refuerzan totalmente la idea de mujer
como un par de pechos y una cola, es decir, una cosa deshumanizada.

Tras analizar estos puntos, se hace evidente el por qué de la polémica al plantear que
se deje de prohibir el short y la musculosa, las cuales son prendas que para muchos
representan y exaltan lo que sienten que es una mujer: un par de pechos con cola.
Estas son cuestiones que el movimiento feminista intenta cambiar, pero que llevarán
un largo tiempo, dado que implicarían una gran transformación de los valores y
mentalidades actuales, donde la escuela podría tomar un rol clave.

Finalmente, estoy en parte de acuerdo con la última respuesta, porque conozco la


importancia de las normas, como por ejemplo las que pautan las entregas de trabajos
y en general las que regulan la vida social. Sin embargo, considero que las de
vestimenta, y especialmente en el ámbito laboral tienen mucho para ser cuestionadas.
Si bien puede ser que se asocien a cuestiones estéticas, muchas veces las prendas
obligatorias de ciertas profesiones parecieran orientadas sólo a demostrar un cierto
status social y económico,y justamente esta “normalidad estética se encuentra
restringida para aquellos sectores de población que tienen dificultades económicas
para transformar su aspecto”.10Otro punto discutible es cómo muchas veces la
obtención de un puesto de trabajo depende de la vestimenta utilizada al momento de
la entrevista, lo cual profundiza la discriminación, principalmente de los sectores que
menos pueden. Si bien no ahondaré en este tema, considero que además de su
relación con los códigos de vestimenta, sirve de ejemplo para problematizar cómo “las
prácticas discriminatorias basadas en la apariencia(…)son formas discriminatorias
mediante las cuales las concepciones del racismo clásico se actualizan, instalando
una suerte de racismo estético”11,que podría ser tema de debate en las escuelas.

9 10 11 INADI, Material de apoyo para el Parlamento Federal Juvenil, Op. Cit.


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A continuación, transcribiré frases de alumnas y alumnos que se mostraron en contra
de cuestionar el código por mayoría, durante una reunión del Centro de Estudiantes:

1- “Está bien que esté prohibido el short, porque hay que considerar que mi
derecho termina donde empieza el del otro. Hay que tener en cuenta que
puede generar incomodidades” – Mujer
2- “Ésta escuela nos da demasiadas libertades, no hay que excederse con lo que
pedimos. Si no va a volver el uniforme”- Mujer
3- “Es natural del hombre mirarle las tetas y el culo a una mujer. Yo si veo una
chica en short es obvio que le voy a mirar el culo.” –Hombre
4- “Conozco muchos varones que mirarían a las mujeres si se permitiera el short.”
–Hombre

Respecto a la primera frase, al preguntar qué tipo de incomodidades generaría, la


respuesta se centró en los problemas de autoestima que a muchas chicas les puede
generar ver a otra con un “buen cuerpo” utilizando un short y al “malestar” que les
generaría convivir durante cinco horas seguidas con una chica de esas características.
Esta respuesta, que me resultó primeramente alarmante, me llevó a preguntarme qué
tanto alcance tienen los estereotipos impuestos. Y creo que la respuesta, deja de
manifiesto que el alcance es grande, que la Barbie no es un juguete inocente, y que
los parámetros de belleza y perfección impuestos a las mujeres tienen un grave y
fuerte impacto sobre la vida de muchas. Éstos, además de promover una renuncia al
propio cuerpo por ser imperfecto, parecen engendrar sentimientos de “odio” o “envidia”
entre pares, recalcando la competencia entre mujeres, competencia que puede
analogarse con la de los bienes y servicios del mercado.

En la respuesta 2, es notable una apropiación del discurso de los directivos, la


amenaza de volver al uniforme si hay “excesos” en lo que se pide. Acá se evidencia un
simulacro en pequeño de cómo actúa la hegemonía: haciendo que el dominado actué
y piense como quiere el dominante, pero sintiendo que está haciendo uso pleno de la
libertad. En otras palabras, “los sectores hegemónicos desarrollan dispositivos que les
permiten naturalizar estas prácticas y valores para que sean aceptados por toda la
sociedad como propios, aun cuando los mismos encubran profundas desigualdades y
exclusiones.”1210De todas formas, el discurso de dirección también es adquirido de la
hegemonía propia del sistema patriarcal, pero en la relación de poder entre ésta y los
estudiantes, funciona casi como discurso hegemónico propio que da un motivo
contundente para que se cumpla con las normas de la institución.

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Las respuestas 3 y 4 refieren a la misma cuestión y reflejan cómo suele verse el


cuerpo femenino. Resulta interesante la apelación a lo natural, a lo instintivo del
hombre adjudicándole características de animales que no viven en sociedad y no
razonan, que lleva a perder de vista que un “hecho” como este, es en realidad una
producción social. Esto último, da lugar a la naturalización, “proceso por el cual se
trata de objetivar lo que corresponde de por sí a la subjetividad, tratando de imponer
una percepción biologicista a fenómenos que son de características exclusivamente
culturales”1113
La cuarta respuesta en particular, deja en evidencia la apropiación de una actitud que
proviene de lo social, de cómo debe actuar o “inevitablemente” actúa un hombre ante
una mujer (a la que no concibe como un todo). En esta concepción ayuda mucho la
forma en que las distintas publicidades de productos para hombres, como de autos o
alcohol, reafirman el estereotipo de mujer como objeto sexual y como premio para el
hombre que los adquiera.

De todas formas, es preciso también mostrar la otra cara de la moneda. Dejando de


manifiesto que en la institución el pensamiento no es homogéneo y que, las
respuestas de algunos compañeros hablaban, por ejemplo, de suprimir este código
para atacar al sexismo, expresaban el deseo de que una mujer pueda ir en short a la
escuela sin que le miren la cola. O también cómo sólo se piensa a los varones como
seres irracionales que se verían provocados por un short o bretel. Algunos profesores
hablaban de las restricciones de vestimenta como formas de control que se dan en
distintos sistemas sociales; de Brasil, donde por las altas temperaturas, los estudiantes
pueden utilizar prendas como shorts. Al enterarse de las respuestas, una profesora
comentaba con ironía algo así como “¡Qué bárbaro! Las mujeres siempre buscando
provocar, después nos quejamos cuando nos violan”. Esto lleva a pensar que si bien
aún falta mucho, el feminismo ha logrado visibilizar muchas cuestiones e impulsar
grandes cambios. De todas formas, un gran número de mujeres mueren en el mundo a
causa de la violencia de género, muchas son sometidas a explotación sexual y sigue
existiendo una clara brecha salarial. El desafío actual, creo yo, sería luchar por la
construcción de una sociedad más igualitaria, y lograr tomar conciencia de las
estructuras machistas que reproducimos día a día, para de esa forma poder
superarlas. Es por ese motivo que a la famosa frase de “El estado es responsable”, le
sumo la idea de que la escuela también lo es, y es tiempo de problematizar esta
cuestión para intentar cambiarla.

13 INADI, Material de apoyo para el Parlamento Federal Juvenil, Op. Cit.


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