AVAKIAN La Lucha en La Esfera de Las Ideas
AVAKIAN La Lucha en La Esfera de Las Ideas
cosas que comprueben nuestro punto de vista en una especie de círculo tautológico que
lleva a decir: “¡Claro! ¡Está equivocado!”. No abordo las cosas así. Aun cuando esté en
total desacuerdo, procuro examinar lo que el autor está explorando, las ideas que quizá
sin querer deja al descubierto o analiza más sistemáticamente. Podemos aprender
incluso de los reaccionarios en muchas esferas, hasta en lo político y lo ideológico.
Desde luego, ¡no adoptamos su punto de vista ni sus opiniones políticas! [risa] Pero hay
cosas que podemos aprender, y es muy importante tener esa orientación.
Bueno [risa], es una duda válida que la verdad no tiene respuesta fácil. Claro, en lo
fundamental estoy convencido de que la respuesta es y tiene que ser: ¡sí se puede!
Pero no es fácil ni sencillo, y en la historia del movimiento comunista internacional no
hemos logrado solucionar completamente este problema. Tenemos que aprender mucho
más, hacer un balance crítico y encontrar nuevos modos de lidiar con esto. Hay que
examinar crítica y profundamente en toda su complejidad las importantes experiencias
tanto muy positivas como negativas (que son considerables) del movimiento comunista
internacional, la sociedad socialista y la dictadura del proletariado porque, francamente,
necesitamos aprender cómo hacer las cosas mucho mejor.
Claro, fue una situación muy compleja porque muchos de los expertos y científicos
destacados de la biología, botánica, etc., eran de la vieja sociedad, y política e
ideológicamente eran reaccionarios. Así que la contradicción se expresó muy
agudamente: Lysenko quiso hacer un avance para la causa socialista y se le oponían
expertos que, no todos pero la mayoría, eran reaccionarios, pero en ese caso tenían
más razón que él. Sin embargo, se optó por la solución que pareció más conveniente y
silenciaron a los críticos.
Lysenko quiso solucionar un problema con un método erróneo, pero peor aun fue el
enfoque instrumentalista de los que lo respaldaron, o sea el punto de vista que dice que
las ideas son un instrumento de nuestros deseos o metas y que busca “rehacer la
realidad” a su imagen y semejanza. Quiere que la realidad sea un instrumento de metas
predeterminadas, en lugar de partir de la realidad tal y como es y procurar
transformarla en su movimiento, cambio y desarrollo (porque así es la realidad). Esta es
una cuestión fundamental de concepción y metodología.
¿Cómo manejar esa contradicción? Hay que movilizar a la gente de acuerdo a la verdad,
como mejor la entendemos, y a la vez tener una actitud crítica y estar abiertos a la
posibilidad de que nuestro entender sea erróneo en un aspecto u otro o incluso en
cuestiones centrales. Es muy difícil manejar correctamente esa contradicción. Tenemos
que hacer un balance de la experiencia y aprender a hacerlo mejor también. No es fácil,
pero tenemos que hacerlo mejor.
Lo esencial no es, como a veces dicen, aprender a pensar por sí mismo. Hace unos
años, señalé en un escrito que es un dicho tonto, pues todo mundo piensa por sí
mismo, ¡porque es imposible pensar con otro cerebro! [risas] De una forma u otra todo
mundo piensa por sí mismo con el propio cerebro. Pero el asunto esencial es, ¿de
acuerdo a qué punto de vista y metodología? Lo fundamental no es el “pensamiento
libre” en un sentido abstracto como un principio por encima de todo, sino pensar de
acuerdo a la concepción del mundo y metodología comunista, y aplicarlas a fin de captar
la realidad de la forma más completa y sistemática. No es posible captar cabalmente
toda la realidad, me refiero a las cosas esenciales que se pueden identificar en un
momento dado que se deben analizar profundamente, captar y transformar. Pero
también hay que tener la mente abierta en cuanto a otras cosas a las cuales no se está
prestando mucha atención, e incluso las cosas en que le estamos prestando atención, y
a la vez, ¡hay que entrarle a cambiarlas!
Lo esencial no es el pensamiento libre. El asunto esencial es, ¿de acuerdo a qué punto
de vista y metodología? Pero también se necesita un elemento de pensamiento libre y
eso es cierto (o incluso más cierto) para los comunistas. En eso radica la contradicción y
la tensión porque en un partido comunista disciplinado, que se rige por el centralismo
democrático, el pensamiento libre no se da automática ni espontáneamente, o si se da
así, lleva a desviarse y causa daño. ¿Cómo hacerlo correctamente? ¿Cómo manejar
correctamente esa contradicción? Tenemos que dedicarle más atención a eso.
Todo lo anterior está muy relacionado con un principio que Mao recalcó: el marxismo
abarca pero no reemplaza las diversas esferas de la sociedad y actividad humana. Cada
una tiene su particularidad de contradicción, como dijo, sus propios rasgos, cosas que
hay que investigar profundamente, examinar y explorar completamente en todos sus
aspectos. Así lo señala Ardea Skybreak en su artículo: ya sea la música, la física, la
biología o cualquier esfera que podamos imaginar, tiene sus particularidades y los
expertos de cada campo se dedican a explorarlas.
Combinar rojo y experto y que rojo guíe a experto es un principio importante, pero si
vamos a dirigir en una esfera, lo primero es ser buenos para aprender y buenos para
unirnos con los avanzados (política e ideológicamente) de ese campo. Son un eslabón
muy importante. Como dijo Mao, si vas mucho a la ópera (una expresión popular en
China), te vuelves experto, aun si no sabes cantar o componer música. Pero para captar
algo cabalmente hay que adentrarse en eso, lo cual está relacionado, a su vez, con una
de las grandes divisiones de la sociedad de hoy: lo que llamamos la “contradicción
intelectual/manual”. Las masas son excluidas de diversos campos de conocimiento y en
general de la esfera de examinar ideas y trabajar con ellas. Claro, hay excepciones,
como todos sabemos, presos que en las circunstancias más horrorosas se desenvuelven
como intelectuales, y algunos como intelectuales revolucionarios e incluso comunistas.
Pero son casos muy contados, pues requiere una tremenda lucha en circunstancias muy
adversas. Fíjense en las masas y la situación en que trabajan y en que crecen sus hijos.
¿Cómo van a adquirir la capacidad de trabajar con ideas? Los exprimen, los sofocan a
muy temprana edad.
¿Se acuerdan de la película Contact, creo que se llamaba, que se basa en la novela de
Carl Sagan acerca de contactar a seres de otros planetas? Jodie Foster sale como
científica y un tipo (protagonizado por Matthew McConaughey) le dice: “Te crees muy
inteligente, ¿no? El 95% del mundo es creyente, pero tú no. Tú muy sabe-lo-todo
piensas que sabes algo que toda esa gente no sabe”. Ahí está la contradicción, porque
el “5%” (en realidad es más que 5%) que no es creyente tiene razón, pero las masas no
tienen las bases para sacar la conclusión que esa minoría ha sacado porque son
excluidas de ciertos conocimientos y de aprender a trabajar con ideas y explorar esa
esfera.
Esto es algo muy grande que tenemos que superar, pero no con métodos toscos.
Debemos aplicar los principios que Mao sentó, como el principio de “abarca pero no
reemplaza”.4 Tenemos que aprender a colaborar con expertos en esas esferas y
aprender de su trabajo y sintetizarlo, y llevar, sobre todo a los avanzados, a adoptar
esa síntesis y unirnos con ellos a fin de influir a más gente, a la vez que vamos
aprendiendo de ellos.
Es algo muy espinoso. A muchos los intelectuales les caen gordos y les guardan mucho
rencor. En el caso de China, los mandarines, autoridades con estudios y todo,
dominaron a las masas y las trataron como menos. Se dejaban crecer las uñas para
presumir que no hacían trabajo manual. Se distinguían por las uñas largas, como quien
dice: “Yo no soy de la gentuza que carga bultos. Soy de otra clase. Ustedes me cargan
los bultos. ¡Órale!”. En este país no es exactamente igual, pero hay grandes divisiones.
Unos tratan a otros como menos y estos les guardan mucho rencor. Tendremos que
superar eso, de ambas partes. Es importante que las masas capten el papel y la
importancia del análisis teórico y de trabajar con ideas, y tenemos que capacitar a las
masas que tienen más talento para eso, no porque sean superiores a los demás, pero
por una combinación de casualidad y circunstancias tienen ese talento y pueden servir
de enlace o eslabón. No lo digo en un sentido utilitario de usar a esos individuos. Me
refiero a que debemos motivarlos a ser una especie de enlace con más amplias capas
de las masas.
O sea, es importante que los que tienen la capacidad de trabajar con ideas y con teoría
trabajen en esa esfera, pero también que sirvan de enlace con más amplias capas de
las masas y las ayuden a captar esas cosas y ver que no son misteriosas, que las
ayuden a entrarle a esa esfera también.
No podremos hacer esto en gran escala hasta que tengamos el poder. En esta sociedad
no es posible eliminar la división intelectual/manual, pero podemos lograr ciertos
avances y, en principio, jamás debemos aceptarla ni cederle nada en un sentido
estratégico. De hecho, es una razón más por la que necesitamos la revolución. No
podemos superar esa división en los confines de esta sociedad, porque el sistema
seguirá fortaleciendo esas divisiones aunque tratemos de minarlas. Todo esto tiene que
ser parte de un movimiento revolucionario para tumbar el sistema y dar a luz una
nueva sociedad en que de veras podemos bregar con esas contradicciones y superarlas
correctamente. No con una perspectiva simplista de denigrar o menospreciar el trabajo
en la esfera de las ideas, pero con la orientación de apreciarlo plenamente e incorporar
plenamente a las masas a esa esfera de una forma correcta. Será una lucha muy
compleja y ardua a largo plazo, y es uno de los aspectos más importantes de avanzar,
finalmente, al comunismo.
Ciertamente uno de los puntos focales más importantes (pero no el único) en este
momento es la lucha por confrontar y combatir los constantes ataques contra la
experiencia de los países socialistas, especialmente la dictadura del proletariado y el
concepto de totalitarismo, y a la vez examinar críticamente la experiencia concreta de
esos países y la dictadura del proletariado y sacar lecciones más completas,
principalmente positivas, pero también confrontar y analizar a fondo los errores y
deficiencias, que son muy reales.
Tenemos que confrontar y combatir los ataques, y a la vez analizar a fondo los errores y
deficiencias, que son muy reales. Urge refutar los ataques contra el socialismo y la
dictadura del proletariado de una forma cabal, profunda y viva, no de una forma
dogmática ni estereotipada. Es un punto crucial de la lucha de clases en la esfera
ideológica ahora. Lo que logremos en esta lucha tendrá profundas implicaciones para el
trabajo guiado por los objetivos estratégicos de revolución, socialismo y, en última
instancia, un mundo comunista.
Esto tiene aplicación general, y también para el proletariado y los oprimidos. Es muy
erróneo pensar que estas cuestiones no afectan a las masas. Oyen esto y lo otro. Claro,
no han leído ponencias o análisis detallados, pero se ha filtrado a la conciencia popular y
las bombardea todo el tiempo de diversas formas. Las mismas conclusiones que se
elaboran en tesis intelectuales, las reducen a lemas que se repiten a todo volumen
todos los días. Además, las masas tienen dudas muy concretas acerca de si otro mundo
es posible. No solo porque la propaganda burguesa las siembra; también vienen de las
contradicciones concretas con las cuales bregan y a las cuales buscan soluciones.
Tenemos que darles soluciones, pero más que eso, tenemos que incorporarlas al
proceso de encontrar las soluciones. Hay trabajo que hacer y lo tienen que hacer los
que tienen una comprensión más avanzada y talento, o van desenvolviendo el talento,
para trabajar con ideas y explorar esa esfera.
Notas
1. Este ensayo es de la charla “Dictadura y democracia, y la transición socialista al
comunismo”. La charla, con leves correcciones editoriales, está en la internet en
revcom.us. Esta sección se publicó en el Obrero Revolucionario (ahora Revolución) Nos.
1250 y 1251 (22 y 29 de agosto de 2004). [regresa]
4. 4 Vea “El marxismo ‘solo puede abarcar pero no reemplazar’”, OR No. 1180 (22 de
diciembre de 2002). En la internet en revcom.us. [regresa]