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Derecho Mercantil III Unidad 8

Este documento describe los contratos y operaciones bursátiles. Explica que las operaciones bursátiles se realizan en el mercado de valores utilizando instrumentos como títulos de crédito emitidos masivamente. Detalla los diferentes tipos de operaciones bursátiles como compraventas al contado o a plazo, operaciones diferenciales y con prima. También define conceptos clave como bolsa de valores e intermediarios en el mercado de valores. El objetivo es determinar los requisitos legales de los contratos y operaciones bursátiles.
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Derecho Mercantil III Unidad 8

Este documento describe los contratos y operaciones bursátiles. Explica que las operaciones bursátiles se realizan en el mercado de valores utilizando instrumentos como títulos de crédito emitidos masivamente. Detalla los diferentes tipos de operaciones bursátiles como compraventas al contado o a plazo, operaciones diferenciales y con prima. También define conceptos clave como bolsa de valores e intermediarios en el mercado de valores. El objetivo es determinar los requisitos legales de los contratos y operaciones bursátiles.
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UNIDAD VIII

CONTRATOS Y OPERACIONES BURSÁTILES

Las operaciones bursátiles se practican en el mercado de valores, tienen como instrumentos de operación
fundamentalmente, títulos de crédito emitidos en masa, conocer su operatividad y regulación legal, para dar al estudiante un
campo de acción de gran impacto en la actividad profesional.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE

Previa lectura:
− Liste las palabras de su desconocimiento y elabore un glosario.
− Describa lo que son las operaciones bursátiles.
− Haga un breve análisis de la importancia y función de la Bolsa de valores y El instituto para el Depósito de Valores
“INDEVAL”.
− Realiza un mapa conceptual con los elementos siguientes elementos: Intermediarios en la Bolsa de Valores, valores
negociables en la Bolsa de Valores y autoridades que intervienen en el mercado de Valores.
− Realice un cuadro conceptual sobre las formas de compraventa en la Bolsa de Valores.

OBJETIVO PARTICULAR

Determinar los contratos y operaciones bursátiles, sus requisitos, los derechos y obligaciones de los sujeto que
intervienen en tales contratos y operaciones, así como describir las diversas clases de operaciones.

CONTENIDOS

8.1. Concepto.
8.2. Bolsa de valores.
8.3. Intermediarios en la Bolsa de Valores.
8.4. Valores negociables, en la Bolsa de Valores.
8.5. Autoridades que intervienen en el Mercado de Valores.
8.6. El Instituto para el Depósito de Valores "INDEVAL".
8.7. Compra venta en la Bolsa de Valores.
8.7.1. De viva voz.
8.7.2. Órdenes cruzadas.
8.7.3. Contratos u operaciones en firme.
8.7.4. Operaciones en cama.
8.7.5. Contratos u operaciones al contado
8.7.6. Contratos u operaciones a plazo.
8.7.7. Contratos u operaciones con prima.
8.8. Terminación del contrato.

Fichas bibliográficas de los documentos.

Documento Ficha
8.A. SOTO Álvarez, Clemente,
Prontuario de Derecho Mercantil,
Décima reimpresión de la 1ª Ed., Limusa, México
1992,
Págs. 329- 331.
8.B. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,
Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 552- 553.

8.C. CARVALLO Yáñez Erick.


Tratado de Derecho Bursátil.
3ª Edición, México, Pórrua, 2001
Págs. 37 – 47, 67 -71.

1
8.D. Dirección Electrónica,
http: // www. Cnbv.
Gob.mx/bursartil/mvalores.horn

8.E. CARVALLO Yáñez Erick.


Tratado de Derecho Bursátil,
3ª Edición, México, Pórrua, 2001,
Págs.111, 153-155.
8.F. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,
Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 557-558.

8.1. Concepto.

8.A. SOTO Álvarez, Clemente,


Prontuario de Derecho Mercantil,
Décima reimpresión de la 1ª Ed., Limusa, México
1992,
Págs. 329- 331.

4. Contratos de bolsa

[...] En el segundo tomo de su Derecho Mercantil, Rodríguez Rodríguez da el concepto de las operaciones de bolsa,
señalando: “ Se entienden por operaciones de bolsa diferentes contratos de compraventa o de comisión sobre títulos valores
o metales preciosos, regulados por leyes y costumbres especiales."

De Pina señala: "Estos contratos por el lugar en que se celebran (bolsas de valores), por el objeto sobre el que
recaen (títulos de crédito y metales preciosos) y por las personas que los realizan (corredores públicos titulados o
agentes de bolsa) tienen características especiales que justifican su agrupación bajo la denominación de contratos u
operaciones de bolsa."

En este Prontuario Elemental no podemos sino remitir al lector a donde pueda informarse sobre las Bolsas de Valores
que son organizaciones auxiliares de crédito cuyos objetivos se señalan en el artículo 1º del Reglamento de las Bolsas de
Valores, en vigor a partir del 1º de marzo de 1933.

El artículo 70 de la Ley General de Instituciones de Crédito y Organizaciones Auxiliares, dispone: "Serán materia de
contratación en bolsa:

l. Los valores y efectos públicos.


II. Los títulos de crédito y los valores o efectos mercantiles emitidos por particulares o por instituciones de crédito y
III. Los metales preciosos, amonedados o en pasta." (Véanse en esta ley artículos 68 a 84, capítulo que se refiere a las
Bolsas de Valores.)

Los contratos de bolsa se realizan en las sesiones del bolsa mediante el procedimiento de remate. Las
operaciones en remate, se anuncian de viva voz y surten sus efectos tan pronto como la oferta es aceptada. (Ver
artículo 79 L. G. de 1. de C. y O. A. y artículo 22 del Reglamento de las Bolsas de Valores, en que se dan las reglas
comunes a las operaciones de Bolsa.)

Las operaciones de bolsa, según el artículo 77 pueden ser al contado o a plazo. El artículo 78 regula lo relacionado con
la entrega de los efectos o valores vendidos. (Véase artículo 23 del Reglamento de las Bolsas de Valores.)

Las operaciones diferenciales son aquellas que se liquidan mediante el simple pago de la diferencia de precio
comprobada al tiempo de la ejecución del contrato. "En resumen, consisten en típicas operaciones a plazo, con la
particularidad de que en el momento del cumplimiento de la obligación, ni el comprador ni el vendedor se trasmiten valores
bursátiles, sino la diferencia entre el precio de los mismos, según el contrato y el que tengan en bolsa el día de la liquidación."
(Rodríguez Rodríguez, Derecho Mercantil, T. 11.)

Las operaciones a premio o con prima, se caracterizan porque mediante el pago de un premio o prima, está permitido a

2
uno de los contratantes no ejecutar el contrato o modificar unilateralmente su contenido. Son compraventas a término de cosa
genérica. En nuestra legislación bursátil son conocidas con el nombre de opcionales. (Artículo 23 fracción II del Reglamento
de las Bolsas de Valores.) Las ofertas y demandas solamente .podrán hacerse en los siguientes términos. . . fracción III.
Opción, de compra y opción de venta por no menos de tres ni más de noventa días. (Véase Derecho Mercantil de Rodríguez
Rodríguez y de Rafael de Pina Principales tipos de operaciones con prima.) [...]

8.2. Bolsa de Valores.

8.B. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,


Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 552- 553.

[...] En México, las bolsas de valores surgieron en la última década del siglo XIX.

En un sentido propiamente técnico las bolsas de valores son el instrumento dispuesto para facilitar las operaciones
sobre títulos de crédito emitidos en masa, que se concentran en un lugar en que por participación de intermediarios, casa de
bolsa, se realizan las contrataciones en forma oficial. Las bolsas de valores representan la actividad del mercado de capitales,
el aspecto altamente organizado del mercado financiero.2
Las bolsas de valores son sociedades, personas colectivas, pero que no realizan ellas las operaciones, sólo proveen el
lugar en el que se compran y venden los títulos por los agentes, a cuenta y a nombre de los clientes de éstos. Los
compradores y vendedores no entran en relación entre sí, es decir, directamente, puesto que el trato es por medio de los
3
intermediarios. La ley del Mercado de Valores, en su artículo 29, señala cuál es el objeto de las bolsas de valores, entre los
cuales está el de establecer locales, instalaciones y mecanismos, que faciliten las relaciones y operaciones entre la oferta y la
demanda de valores, esto es, la intermediación.

Respecto a la intermediación que se efectúa en las bolsas, el artículo 4º de la Ley del Mercado de Valores, dice que se
considera intermediación en el mercado de valores la realización habitual de operaciones de correduría, de comisión u otras
tendientes a poner en contacto la oferta y demanda de valores, así como las operaciones por cuenta propia, con valores
emitidos o garantizados por terceros, respecto de las cuales se haga oferta pública y la administración y manejo de carteras
de valores de propiedad de terceros.

También sobre este punto, el artículo 12 del mismo ordenamiento, señala que la intermediación en el mercado de
valores únicamente podrá realizarse por sociedades inscritas en la Sección de Intermediarios, del Registro Nacional de
Valores e Intermediarios. Salvo que lo realicen personas facultadas por otras leyes. El artículo 17 establece los requisitos que
deben cumplir las sociedades entre los cuales está el que constituyan como sociedades anónimas. Por su parte el artículo 22,
indica que las casas de bolsa están autorizadas a actuar como intermediario en el mercado de valores.

El ejercicio de intermediación en las bolsas es prácticamente reservado como se observará a una categoría de
profesionales que deben cumplir con determinados requisitos para tal actividad intermediaria.

El artículo 9º de la Ley del Mercado de Valores, señala que se reservan las expresiones de casa de bolsa, especialista
bursátil, bolsa de valores, institución calificadora de valores u otras equivalentes en cualquier idioma para ser usados,
respectivamente, por las personas que, de acuerdo con la ley misma, gocen de la autorización o concesión

2 Luigi Bianchi d'Espinosa, Borsa merci, en Enciclopedia del diritto, Varese, 1959, p. 580; Charles Amos Dice, The stock market, New York, 1941; Joaquín Garrigues, Curso, p. 59, hace
referencia a las bolsas oficiales; Emilio Langle y Rubio, op, cit., III, p. 212, el concepto de bolsa de comercio, dice, es múltiple en el lenguaje usual; porque se da este nombre a la institución
creada para negociar valores y mercaderías, a la reunión de comerciantes y agentes de cambio; al local donde contratan y al conjunto o resultado de las operaciones efectuadas en un día
determinado... Lo más importante para formular su concepto, es determinar las operaciones a que se destinen y el modo de operar en ellas. El Co. ha querido diferenciar las Bolsas y las Lonjas
o Casas de contratación... La desigualdad real estriba en que la Bolsa se consagra a la negociación comercial, no de toda clase de cosas, géneros o productos, sino únicamente de ores
mobiliarios (públicos, industriales y mercantiles); José Ma. Martínez Val, op. cit., p. 299, nota importante que las caracteriza es que las operaciones realizadas en las bolsas oficiales gozan de
fe pública, por la intervención de sus agentes.
3 Miguel Acosta. Romero, op. cit., p. 452; Paolo Greco, Della vendita, en Commentario al codice civile, Bologna, 1970, p. 398, al estudiar la compra venta se refiere a las ventas en las bolsas

de valores; Giuseppe Valeri, op. cit.,p. 165, la palabra, dice, tiene diversas acepciones, alude sobre todo a. las instituciones que concretan y realizan prácticamente la. reunión de los
comerciantes, de los mediadores, de los hombres de negocios, con el fin de que se verifiquen contrataciones, distinguiéndose de otros mercados por dos características fundamentales. una,
porque funcionan permanentemente, otra, porque los contratos se celebran sin necesidad de que los objetos de los mismos se tengan presentes; Joaquín Garrigues, op. cit., p. 336, en la
bolsa, dice, se compran o venden títulos o mercancías, y estas compraventas no se realizan directamente por los interesados, sino por comisionistas suyos (agentes de bolsa) que obran en su
propio nombre y por cuenta de sus comitentes. A veces se pactan también otros contratos como transportes y fletamentos, y contratos sobre conocimientos y cartas de porte. También
el seguro es materia del contrato en bolsa; Georges Ripert, op. cit., dice respecto de las operaciones en la bolsa, que los compradores y vendedores no entran directamente en contacto sino
que son los intermediarios, además, entre ellos no se conocen; Antonio Renzi, op. cit., p. 261.

3
correspondiente.[…]

8.3. Intermediarios en la Bolsa de Valores.


8.4. Valores negociables, en la Bolsa de Valores.

8.C. CARVALLO Yáñez Erick.


Tratado de Derecho Bursátil.
3ª Edición, México, Pórrua, 2001
Págs. 37 – 47, 67 -71.

LOS INTERMEDIARIOS DEL MERCADO DE VALORES

I. INSTITUCIONES AUTORIZADAS PARA INTERVENIR


EN EL MANEJO DE VALORES Y ACTIVIDADES QUE PUEDEN
EJECUTAR LAS CASAS DE BOLSA Y LOS ESPECIALISTAS BURSÁTILES

[…] El artículo 4° de la Ley del Mercado de Valores establece que los intermediarios en el Mercado de Valores tendrán
el carácter de Casas de Bolsa o de Especialistas Bursátiles, la diferencia entre ambos radica en que las Casas de Bolsa
pueden intervenir tanto en la operación como intermediación de cualquier clase de valores sin límite alguno, mientras que los
Especialistas Bursátiles solamente pueden intermediar y operar los valores en los que se encuentren inscritos como
especialistas en la Bolsa de Valores de la que sean socios, por lo que no han tenido ni aceptación ni arraigo en nuestro país.
Adicionalmente dicho artículo 4° de la propia legislación incluye como intermediarios en esta materia a las demás
entidades financieras y personas facultadas para ello por ésta u otras leyes.

Por lo anterior, será intermediario en el Mercado de Valores, cualquier persona que realice operaciones de
intermediación de valores, mismas que se describen en el artículo 4º de la Ley del Mercado de Valores y cumpla con los
demás requisitos que establece la propia ley.

Con anterioridad e incluso hasta principios de la década de los años noventa del siglo xx, podían ser intermediarios de
valores las personas físicas que obtuvieran además de la correspondiente autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, su registro en la Sección de Intermediarios del Registro Nacional de Valores, más esta situación fue eliminada de la
Ley del Mercado de Valores, no obstante, resulta provechoso conocer que estas personas físicas eran conocidos como
agentes de valores.
Al margen de estas consideraciones, debemos enunciar las diferentes actividades que pueden desarrollar tanto las
Casas de Bolsa como los Especialistas Bursátiles, que como antes fue precisado, son las figuras centrales pero no exclusivas
de la intermediación en el Mercado de Valores, siendo importante expresar que el contenido y mecánica de cada una de ellas
ha sido estudiado minuciosamente en nuestro multicitado libro "Nuevo Derecho Bancario y Bursátil Mexicano".1

Las Casas de Bolsa podrán efectuar las siguientes operaciones:


I. Actuar como intermediarios en el Mercado de Valores.
II. Recibir fondos por concepto de las operaciones con valores que se les encomienden.
III. Prestar asesoría en materia de valores en forma directa o. a través de empresas subsidiarias, ajustándose a lo
previsto en el artículo 12 Bis, fracciones II a VIII de la Ley del Mercado de Valores.
IV. Con sujeción a las disposiciones que dicte el Banco de México:
a) Recibir préstamos o créditos de Instituciones de Crédito y organismos de apoyo al Mercado de Valores.
b) Conceder préstamos o créditos para la adquisición de valores con garantía de éstos.
c) Celebrar reportos y préstamos de valores.
d) Actuar como fiduciarias en negocios directamente vinculados con sus actividades.
V De conformidad con las disposiciones de carácter general que dicte la Comisión Nacional Bancaria y de Valores:
a) Realizar operaciones por cuenta propia que faciliten la colocación de valores o coadyuven a dar estabilidad a los
precios de éstos.
b) Proporcionar el servicio de guarda y administración de valores, depositando los títulos en la propia casa de bolsa, en
una institución para el depósito de valores o, en su caso, depositándolos en la institución que señale la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores cuando se trate de valores que por su naturaleza no puedan ser depositados en las instituciones
señaladas.
c) Realizar inversiones con cargo a su capital global.
d) Realizar operaciones con valores con sus accionistas, miembros de su consejo de administración, directivos y
empleados.

1 Carvallo Yáñez, Erick, Op. Cit., págs. 171 a 264.

4
e) Llevar a cabo sus actividades a través de oficinas, sucursales o agencias de Instituciones de Crédito.
f) Invertir en acciones de otras sociedades que les presten servicios complementarios o cuyo objeto sea auxiliar o
complementario a sus actividades.
g) Actuar como Especialistas Bursátiles.
h) Celebrar operaciones financieras conocidas como derivadas, siempre y cuando cumplan con los requerimientos que
en materia de administración de riesgos al efecto se establezcan: La Comisión Nacional Bancaria y de Valores dictará en
forma conjunta con el Banco de México las disposiciones de carácter general correspondientes.
i) Contratar con terceros u ofrecer a otras casas de bolsa, la prestación de los servicios necesarios para la adecuada
operación, siendo extensivo a las personas que le provean de dichos servicios las disposiciones legales relativas al secreto
bursátil.
j) Asumir el carácter de acreedor y deudor recíproco ante contrapartes centrales, así como asumir obligaciones
solidarias respecto de operaciones con valores realizadas por otros intermediarios del mercado de valores, para los efectos
de su compensación y liquidación ante dichas contrapartes centrales, de que sean socios.
k) Operar con valores inscritos en la Sección Especial del Registro Nacional de Valores y con los valores que de ellos
se deriven.
VI. Actuar como representantes comunes de obligacionistas tenedores de otros valores, títulos o documentos a los que
sea aplicable el régimen de la Ley del Mercado de Valores.
VII. Administrar reservas para fondos de pensiones o jubilaciones de personal y primas de antigüedad.
VIII. Adquirir acciones de su propio capital social, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 14 Bis 3, fracción I de
la Ley del Mercado de Valores.
IX. Invertir en títulos representativos del capital social de Entidades Financieras del Exterior.
X. Emitir obligaciones subordinadas de conversión forzosa a títulos representativos de su capital social.
XI. Invertir en el capital social de Administradoras de Fondos para el Retiro y Sociedades de Inversión Especializadas
en Fondos para el Retiro.
XII. Las análogas o complementarias de las anteriores, que les sean autorizadas por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público previa opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Por su parte los Especialistas Bursátiles pueden efectuar las siguientes operaciones:
I. Actuar como intermediarios por cuenta propia o ajena, respecto de los valores en que se encuentren registrados
como especialistas en la bolsa de valores en la que operen, en los términos de la presente Ley, sujetándose a las
disposiciones de carácter general que dicte la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como a lo previsto en el
reglamento interior de la bolsa de valores correspondiente, en los que habrán de establecerse los montos y márgenes de
cotizaciones conforme a los que estarán obligados a realizar sus operaciones.
II. Con sujeción a las disposiciones que dicte el Banco de México:
a) Recibir préstamos o créditos de Instituciones de Crédito y organismos de apoyo al Mercado de Valores.
b) Celebrar reportos y préstamos de valores.
III. De conformidad con las disposiciones de carácter general que dicte la Comisión Nacional Bancaria y de Valores:
a) Realizar operaciones por cuenta propia respecto de valores de que sean especialistas, para facilitar su colocación o
coadyuven a dar estabilidad a los precios de éstos.
b) Mantener en guarda y administración sus valores.
c) Realizar inversiones con cargo a su capital global.
d) Invertir en acciones de otras sociedades que les presten servicios complementarios, o cuyo objeto sea auxiliar o
complementario a sus actividades.
e) Celebrar operaciones financieras conocidas como derivadas, siempre y cuando cumplan con los requerimientos que
en materia de administración de riesgos, al efecto se establezcan. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores dictará en
forma conjunta con el Banco de México las disposiciones de carácter general correspondientes.
f) Contratar con terceros u ofrecer a otros especialistas bursátiles la prestación de los servicios necesarios para la
adecuada operación, siendo extensivo a las personas que le provean de dichos servicios las disposiciones legales relativas al
secreto bursátil.
g) Asumir el carácter de acreedor y deudor recíproco ante contrapartes centrales, así como asumir obligaciones
solidarias respecto de operaciones con valores realizadas por otros intermediarios del mercado de valores, para los efectos
de su compensación y liquidación ante dichas contrapartes centrales de las que sean socios.
IV. Invertir en títulos representativos del: capital social de Entidades Financieras del Exterior.
V. Las análogas o complementarias de las anteriores, que les sean autorizadas por la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores. […]

II. EL MERCADO DE VALORES

[…] Hemos hecho algunas referencias al concepto antes anota, sin habernos adentrado en él y en sus componentes,
más Víctor Manuel Giorgana Frutos efectúa una exposición que merece toda nuestra atención y, sobre la cual haremos

5
también algunas anotaciones; en efecto, este autor explica que no sólo el dinero representa riqueza o valor, ya que hay otros
instrumentos que lo hacen como las acciones de las Sociedades, los certificados de depósito de mercancías, etcétera, que
representan cosas o mercancías; pero también los hay que representan dinero, como las acciones, las obligaciones y demás
documentos .que se emitan en serie o en masa, títulos de crédito y otros documentos que otorgan a sus titulares derechos de
crédito, propiedad o de participación en el capital de personas morales, y con los cuales se haga oferta pública y actividades
de intermediación, así como otros documentos que otorguen a sus titulares derechos de crédito, de propiedad o de
participación en el capital de personas morales emitidos en el extranjero, cuya oferta e intermediación se efectúe de acuerdo
con la Ley del Mercado de Valores, que en su conjunto se les llama títulos valor o títulos de crédito en los casos determinados
por la Ley aplicable, instrumentos que a su vez son objeto de oferta y demanda y también tienen su Mercado, un precio, una
oferta y una demanda.

Sobre el particular, la acepción española del vocablo "Mercado" significa el lugar público cubierto o al aire libre se
venden y compran mercancías, no obstante, en nuestra materia ese lugar deja de ser público en virtud que solamente pueden
concurrir a él sus socios que son los intermediarios de valores, por lo que si una persona pretende adquirir o vender
cualquiera de las mercancías a que se refiere el párrafo anterior deberá, entonces hacerlo con la intervención de una Casa
de Bolsa o Especialista Bursátil y mediante el uso de cualquiera de los medios que prevé al efecto la Ley de la materia; es por
eso que ésta se denomina Ley del Mercado de Valores, es decir la Ley que regula el lugar en donde se efectúan las compras
y ventas de valores, pese a lo cual, esa regulación trasciende el ámbito de ese sitio para regular además a los socios del
mismo, la materia propia de la negociación como son los valores, etcétera.
9
Finalmente Jorge Savransky comenta que el Mercado de Valores es aquél en el que se negocian títulos valores
públicos o privados. Constituye un mecanismo institucionalizado para la canalización del ahorro y la inversión y, al igual que
en los mercados de dinero, la confianza pública debe ser resguardada. De ahí que el principio que rige la oferta pública de
valores es el denominado de "transparencia"; esto es, que el inversor cuente con elementos de juicios objetivos y certeros
acerca de la naturaleza y alcance de la inversión que efectuará.

En nuestro país, el Mercado de Valores se compone de dos segmentos principales:


l. Mercado de Dinero:
Incluye todos los instrumentos de deuda que emiten las sociedades mercantiles y el Gobierno Federal, tal como los
Certificados de la Tesorería de la Federación, pagarés bursátiles, pagarés bancarios, las obligaciones, los bonos de prenda,
acciones de Sociedades de Inversión en Instrumentos de Deuda, etcétera. Esta sección es considerada por lo expertos y
analistas como una sección de inversión a corto plazo, con riesgos moderados para el inversionista.

2. Mercado de Capitales:
Aglutina todas las acciones del capital social de personas morales cotizadas en Bolsa, como las acciones de Telmex,
las de las Agrupaciones Financieras, etcétera y algunos otros instrumentos de plazos extensos de vencimiento, por lo cual, al
contrario de lo expresado en el Mercado de Dinero, se considera que esta sección del Mercado de Valores se efectúa a
plazos largos en lo referente a su recuperación y ganancia, asimismo el riesgo de inversión es muy alto si el inversionista
pretende permanecer un corto tiempo en él.

Sin hacer a un lado lo anterior, también se incluyen en la actualidad dentro del Mercado de Valores los segmentos
denominados Mercado de Futuros en el que se negocian con algunos valores, "apostando" al precio que tendrán en una
fecha posterior pactada por las partes, y el Mercado de Divisas, cuya base son los precios futuros de la moneda extranjera.

III. CONCEPTO DE VALORES Y SU DIFERENCIA CON LOS TITULOS DE CRÉDITO

La palabra valor tiene diversas acepciones dependiendo del uso o del cambio que tenga la cosa a la cual se trata de
evaluar por eso que cuando se pretende fijar un precio a las cosas el valor de éstas puede definirse como una determinación
posible de la magnitud o cantidad variable de ese objeto, sea corpóreo o incorpóreo. Esta definición es aplicable tanto al
campo de la economía como al campo jurídico, la cual debe ser complementada cuando se trata de nuestra materia bursátil,
ya que esa determinación de la magnitud o cantidad variable se extiende a la esfera económica y es fijada por las leyes
económicas de la oferta y la demanda; por eso, debemos entender por la palabra valores, aquellas cosas mercantiles que
incorporan en sí mismas una magnitud o cantidad variable estimada en dinero, la cual es determinada por la oferta o la
demanda que de ellas exista en un momento y lugar determinados.

Con poca fortuna, la Ley del Mercado de Valores no incluye una definición jurídica de éstos con la que podamos
confirmar en nuestra opinión, sino que su artículo 3º. Que al que ya nos hemos referido, se limita a describir cuales son las
cosas mercantiles que deberán entenderse como valores:

9 Savransky, Jorge. Elementos del Derecho Comercial. Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Desalma, Buenos Aires. 1988. Pág. 51.

6
"Artículo 3o.-Son valores las acciones, obligaciones, bonos, certificados y demás títulos de crédito y documentos que se
emitan en serie o en masa en los términos de las leyes que los rijan, destinados a circular en el mercado de valores,
incluyendo las letras de cambio, pagarés y títulos opcionales que se emitan en la forma antes citada y, en su caso, al amparo
de un acta de emisión, cuando por disposición de la ley de la naturaleza de los actos que en la misma se contengan, así se
requiera.

El régimen de esta ley también será aplicable a los valores, así como a los títulos y documentos con las características
a las que se refiere el párrafo anterior, emitidos en el extranjero, cuya intermediación en el Mercado de Valores y, en su caso,
oferta pública, habrá de realizarse con arreglo a lo que para dichos efectos establece la misma."
A este respecto, es necesario precisar como ya lo hemos hecho en otros trabajos, que con base en la legislación
aplicable a los valores, no todos los títulos de crédito son valores y, obviamente, no todos los valores son títulos de crédito, lo
que puede ser probado invocando los conceptos de títulos singulares y títulos emitidos en serie o seriales, o en masa.

Salandra expresa en su "Curso de Derecho Mercantil" la diferencia entre títulos individuales y títulos seriales: Los títulos
individuales o singulares son aquellos que se emiten en cada caso, en relación a una cierta operación que tiene lugar frente a
una persona concreta o determinada como la letra de cambio, el cheque, etcétera.

Por el contrario, los títulos seriales o en masa, nacen de una declaración unilateral de la voluntad realizada frente a una
pluralidad indeterminada de personas como las acciones, las obligaciones, etcétera.
Es por lo anterior e interpretando a contrario sensu las definiciones vertidas, que un título de crédito como el cheque, el
pagaré, la acción del capital social de Sociedad Anónima, etcétera, que no se emiten en serie o en masa, no son valores omo
lo expresa el artículo 3o. de la Ley del Mercado de Valores, claro está, para efectos de valores bursátiles.

Jorge Barrera Graff expone algunas reflexiones emanadas de su estudio sobre los títulos valor para diferenciarlos de
las características de los títulos de crédito, señalando que de la definición de estos últimos en el artículo 50. de la Ley General
de Títulos y Operaciones de Crédito, se desprenden las características propias del título de crédito que son la incorporación,
la legitimación, la literalidad y la autonomía, mismas que no son aplicables del todo tratándose de valores.

l. El carácter necesario del título que resulta del principio de incorporación, es decir del derecho incorporado al propio
documento, crearía un problema. de tráfico y movilización en caso le ser exigida para los valores, pues la transferencia de
estos últimos se hace mediante el procedimiento de giro o transferencia de cuenta a cuenta o mediante registros en las
Instituciones, sin que sea necesaria la entrega o tradición física de mismos y el consecuente desplazamiento de los valores,
en caso de caución bursátil sobre valores, no es necesaria la entrega física de los mismos y en el caso de los Cetes, las
transmisiones se efectúan por asiento en libros. En el caso de los títulos de crédito, es necesaria la entrega del mismo para
que su titular pueda ejercitar los derechos que en él se consignan.

2. La literalidad, es decir los derechos y obligaciones que emanan de la letra del documento o de su redacción, en caso
de ser exigida para los valores inutilizaría algunas instituciones creadas por la Ley de la materia es decir la del Mercado de
Valores, como aquellos que en sustitución de cupones emiten las Instituciones para el Depósito de Valores; en el caso de los
Cetes, no sólo se omiten sus formalidades, sino que se prescinde del documento para operar en base a meros asientos en
libros.
3. La característica de autonomía referente a que los derechos incorporados a un titulo de crédito son independientes,
porque cuando se transmite, su nuevo tenedor tendrá un derecho propio e independiente, también queda desvirtuada en el
caso de los valores, ya que como ha quedado anotado, en la mayoría de los casos al ser negociados mediante giro,
trasferencia o asientos contables en libros, requieren de los documentos en donde constan tales operaciones, por lo que si
bien es cierto son autónomos de la causa que les da origen, no son independientes de los documentos necesarios para su
negociación.

4. La legitimación que otorga a su tenedor el derecho de exigir las prestaciones consignadas en los títulos de crédito,
también quedaría limitada tratándose de valores, cuando las Instituciones para el Depósito de Valores emiten las constancias
respectivas al depósito de éstos, con el objeto de que sus titulares puedan ejercitar o exigir las prestaciones consignadas en
ellos o que de ellos deriven, como puede ser la asistencia a una asamblea o el intento de ejercitar alguna acción judicial.

ºIV. ELEMENTOS DE LOS VALORES

Para que uno o varios documentos, cualquiera que sea su forma o naturaleza sean considerados como valores por la
legislación mexicana, deberán reunir las siguientes exigencias: (las cuales para efectos jurídicos, son el contenido mismo o
los elementos de los valores):

l. Deben ser emitidos en serie o en masa o, en su caso, otorgar a sus titulares derechos de crédito, de propiedad o de

7
participación en el capital de personas morales.
2. Con ellos deberá efectuarse oferta pública, concepto que definimos más adelante.
3. Esos documentos deben ser objeto intermediación, y;
4. Deberán estar inscritos en el Registro Nacional de Valores.

V. OFERTA PÚBLICA DE VALORES Y SUS ELEMENTOS

Uno de los elementos fundamentales de la Ley del Mercado de Valores radica en este concepto, de tal suerte que el
articulo lo. de tal ordenamiento, establece en forma inequívoca que su regulación comprende la oferta pública de valores, la
intermediación en el mercado de éstos, las actividades de las personas que en él intervienen, el Registro Nacional de Valores
y las autoridades y servicios materia del Mercado de Valores.

Tomando el concepto que nos interesa en este momento, el artículo 20 del ordenamiento legal invocado, conceptúa a
la oferta pública de valores como aquella que se haga por algún medio de comunicación masiva o a persona indeterminada
para suscribir, enajenar o adquirir títulos o documentos de los mencionados en el artículo tercero del ordenamiento del
Mercado de Valores, que nosotros ya describimos en el apartado III de este capítulo.

Sobre el particular Ernesto Gutiérrez y González opina que la oferta o policitación consiste en una declaración unilateral
de la voluntad, recepticia, tácita o expresa, hecha a persona presente o no, determinada o indeterminada, con la expresión de
los elementos esenciales de un contrato cuya celebración pretende el proponente, seria y con ánimo de cumplir en su
oportunidad.

Por su parte Giorgana Frutos siguiendo el criterio de Gutiérrez y González, determina que la oferta pública de valores
es una declaración unilateral de la voluntad, recepticia, hecha a toda persona que pueda tener conocimiento de ella, con la
expresión de los elementos de un contrato cuya celebración pretende el proponente, seria y hecha con ánimo de cumplir en
su oportunidad.

Finalmente, Igartúa manifiesta que ésta se identifica como una propuesta para la verificación de un contrato y, en
materia bursátil, abarca tanto el ofrecimiento de venta como la solicitud o demanda para adquirir el producto o servicio.

De lo expuesto, podemos afirmar que la oferta pública consiste en la declaración unilateral de la voluntad, efectuada
por cualquier medio de comunicación, para que una o varias personas suscriban, enajenen o adquieran títulos o documentos
de los que conforman el Mercado de Valores, dentro de un lapso determinado. Esta oferta o declaración unilateral de la
voluntad se perfecciona cuando esa o esas personas a quienes va dirigida, aceptan efectuar la suscripción enajenación o
adquisición de valores.

De esta acepción se derivan elementos a los que debe prestarse especial atención, debiendo tener presente en todo
momento que la materia de la oferta siempre será la posibilidad de suscripción, enajenación o adquisición de valores:

a) La declaración unilateral de la voluntad

Esta figura puede entenderse como la exteriorización de la voluntad encaminada a cumplir voluntariamente con una
prestación de dar, hacer o no hacer, en favor de la o las personas que eventualmente tengan conocimiento de ella. Se
diferencia de la promesa obligatoria hecha al público, no sólo porque una sea una simple declaración y la otra sea una
promesa, sino también porque ésta última es irrevocable y obligatoria, sin que al efecto sea necesaria la aceptación del
público en favor de quien se hace; por su parte la declaración unilateral de la voluntad solamente consiste en una propuesta
unilateral, que necesitará en su oportunidad de la aceptación para ser perfecta.
10
Con referencia a esta cuestión, Octavio Igartúa expresa que a veces la oferta (propuesta), puede ir dirigida al público,
o sea ad incertam personam y hecha como se dice "por edictos públicos", para que sea aceptada por cualquier persona a
quien convenga. La persona del destinatario es, por consiguiente, indeterminada. Esta oferta equivale a una propuesta, y
tiende a convertirse en acuerdo (consentimiento) y no surtirá efectos integradores del consentimiento hasta que no se reciba y
se fusione con la aceptación.

b) Medios de comunicación para efectuar la oferta

Atendiendo a la redacción del artículo 20 de la Ley del Mercado de Valores, los medios mediante los cuales se podrán

10 Irgartúa Araiza, Octavio. Op.cit. Pág. 42.

8
efectuar ofertas públicas deben ser masivos, es decir, que puedan llegar a una gran cantidad de personas como son la radio,
la televisión, la prensa escrita, etcétera. En relación con este supuesto algunos autores consideran que las ofertas de valores
pueden no hacerse por medios masivos de comunicación, sino que deben considerarse también como medios de transmisión
efectiva las entrevistas personales, las charlas o conferencias realizadas por personas morales, dirigidas a un gran número de
personas, así como el teléfono, opinión con la que estamos de acuerdo en virtud de la propia conformación del citado artículo
20. de la Ley del Mercado de Valores, en el que claramente puede leerse, que la oferta deberá realizarse por medio masivo o
en caso contrario deberá dirigirse a persona indeterminada, por lo que esa letra "o" equivale a la autorización para que se use
cualquier medio de comunicación sea masivo o no, si se cumple con el requisito de que se dirija a persona indeterminada, por
ende algunos sistemas de oferta de valores usuales en otras partes del mundo como el cold calling telefónico, pueden ser
utilizados en la oferta de valores que se practique en México, no obstante que en la práctica no se hayan intentado con
claridad, puesto que su posible utilización siempre va acompañada de una publicación periodística, en virtud que los demás
medios de comunicación no han sido usados para estos fines.

c) La oferta deberá realizarse a persona o personas indeterminadas.

Con anterioridad a la promulgación de la Ley del Mercado de Valores el día 2 de Enero de 1975, se incluía en el
Reglamento Especial para el ofrecimiento al público de valores no registrados en Bolsa, una definición que establecía que la
oferta pública de esa clase de valores, se presentaba cuando los agentes de valores dirigían comunicaciones escritas a
personas con las que el remitente no tuviera relaciones anteriores de negocios.

Este presupuesto y todo el ordenamiento citado fueron de rogados expresamente por el artículo segundo transitorio de
la actual Ley del Mercado de Valores, ya que entre otras cosas, eran insuficientes para determinar cuales eran las personas
con las que no se tenían negocios anteriores, ya que si un agente de valores pretendían efectuar una oferta pública, sus
clientes anteriores a esa oferta no podrían intervenir en la suscripción, adquisición o enajenación de los valores de que se
tratare.

Esa es una de las razones que impulsaron al legislador a incluir un concepto que denotara mayor precisión, por lo que
se optó por el de "persona indeterminada" cuando la oferta pública no se realice a través de medios masivos de
comunicación, entendiéndose por tal concepto aquellas personas físicas o morales de las que se desconoce su identidad.

Ahora bien, en la práctica cotidiana la utilización de medios masivos de comunicación se dirige precisamente a
personas indeterminadas en su identidad, por lo que puede parecer que la redacción del artículo 2º de nuestra leyes
inconsistente, sin que exista incongruencia en este tema.

d) Tiempo para aceptar la oferta pública y posibilidad de revocación por el ofertante.

Se ha discutido si la oferta pública puede ser revocada antes del término en que debe producirse su aceptación,
existiendo opiniones en contrario tanto de quienes afirman que esto es posible, debido a que la declaración unilateral de la
voluntad que encierra la oferta pública no contiene obligación alguna, así como opiniones de que esta situación no es
procedente en virtud que la policitación de valores no puede revocarse ya que aún cuando se trata de una simple declaración,
ésta puede constituir una promesa que sí obliga al oferente si en ella se incluye un término para que sea verificada.

Sobre el particular y atendiendo técnicamente a la declaración unilateral de la voluntad, ésta puede revocarse en
cualquier momento hasta antes de que haya una aceptación inequívoca por parte de aquel o aquellos a quienes va dirigida,
no obstante que en la práctica no se haya presentado un caso en este tenor en materia de oferta pública de valores. Esto
obedece a que el término para que se cumpla dicha oferta surte efectos a partir del día que se fija como "cruce" de valores en
la Bolsa, entendiéndose como "cruce", la colocación de valores al público a través de la Bolsa de Valores para que a partir de
ese momento puedan efectuarse con ellos operaciones de compraventa; por otra. parte, puede pensarse que tratándose de
avisos u ofertas de recompra de acciones por su emisor no es procedente la revocación, debido a que las ofertas en esa
materia son generalmente efectuadas desde el día en que la citada oferta se hace pública por un medio masivo y hasta un día
determinado, lo que lejos de ser una declaración de la voluntad ya constituye una promesa y como hemos revisado, ésta es
obligatoria; a pesar de lo anterior, aún mediando un término entre la policitación de recompra y el día a partir del cual
comenzará a surtir sus efectos, no procederá la revocación primeramente porque los avisos de recompra de valores no
constituyen una oferta pública, ya que se dirigen sólo a los tenedores de éstos, quienes por ese hecho ya no son personas
indeterminadas; igualmente debe recalcarse que los avisos u ofertas de recompra no constituyen una declaración unilateral
de la voluntad, sino una promesa de comprar a los tenedores determinados valores, por lo que dicha promesa es obligatoria
durante el término que se haya fijado en el aviso o publicación correspondiente.

e) Perfeccionamiento de la oferta pública

9
Como hemos comentado, la oferta contiene elementos de un posible y futuro contrato entre dos o mas personas, que
es perfecto en el momento en que aquellos a quienes va dirigida manifiestan su consentimiento de cumplir o adherirse a la
oferta; tratándose de valores, la oferta es perfecta en el momento en que una o más personas adquieren, suscriben o
enajenan los valores como consecuencia de esa proposición pública, destinada a cualquier persona que eventualmente
pueda tener conocimiento de ella.

De lo expuesto hasta este momento, así como de la experiencia que se adquiere en la práctica diaria, podemos afirmar
que la oferta pública de valores presenta dos vertientes, que son a saber:

l. Oferta primaria. Ésta se entiende como aquella mediante la cual, una sociedad ofrece entre el público valores de
reciente emisión que apenas cotizarán en Bolsa para su negociación.
2. Oferta secundaria. Ésta a su vez, es conceptuada como aquella en que se negocian valores que ya cotizan en la
Bolsa, es decir, que con anterioridad han sido objeto de una oferta primaria. […]

8.5. Autoridades que intervienen en el Mercado de Valores.

8.D. Dirección Electrónica,


http: // www. Cnbv.
Gob.mx/bursartil/mvalores.horn

2.5 Autoridades

[…] Las autoridades establecen la regulación que debe regir la sana operación del mercado de valores. Además
supervisan y vigilan que dichas normas se cumplan, imponiendo sanciones para aquéllos que las infrinjan.
La facultad para la intervención estatal en el sistema financiero mexicano y la importancia de este sistema dentro de los
objetivos de desarrollo equilibrado y productivo, se encuentran plasmados en los artículos 25, 26 Y 28 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos.

De dicho ordenamiento se desprende el resto del marco jurídico que norma las actividades del mercado de valores.
Entre estos preceptos se encuentran: la Ley para Regular las Agrupaciones Financieras, la Ley del Mercado de Valores, la
Ley de Sociedades de Inversión, la Ley de Instituciones de Crédito, la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares
del Crédito, y la Ley de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Cabe mencionar que, la regulación del mercado de valores no busca eliminar el riesgo de los valores que se
intercambian en el mercado. Todas las alternativas de inversión existentes, traen aparejados mayores o menores niveles de
riesgo, de los cuales dependen los beneficios o rendimientos que esperan obtener los inversionistas.

La legislación antes mencionada señala que son tres los organismos reguladores del mercado de valores:

i. Secretaría de Hacienda y Crédito Público


ii. Banco de México.
iii. Comisión Nacional Bancaria y de Valores

2.5.1 Secretaría de Hacienda y Crédito Público

La SHCP se encarga de determinar los criterios generales normativos y de control aplicables a las instituciones que
participan en el mercado de valores, así como de proponer políticas de orientación y regulación de las entidades financieras
que concurren a dicho mercado.
Igualmente, está encargada de otorgar o revocar concesiones o autorizaciones para la constitución y operación de
bolsas de valores, instituciones para el depósito de valores y casas de bolsa.

2.5.2. Banco de México

En relación con la regulación del mercado de valores, al Banco de México le corresponde, entre otras atribuciones,
dictar las disposiciones a las que deberán sujetarse las casas de bolsa y los especialistas bursátiles relativas a su actuación
como fiduciarias y a las operaciones de crédito que obtengan o concedan, como son reportes y operaciones de préstamo
sobre valores.

10
Además, está facultado para imponer multas a los intermediarios financieros por operaciones que contravengan los
ordenamientos que el propio banco central emite.

2.5.3 Comisión Nacional Bancaria y de Valores

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores tiene por objeto supervisar (a través de las facultades de inspección,
vigilancia, prevención y corrección que le confieren las leyes y disposiciones aplicables) y regular la mayoría de las
actividades que se realizan en el mercado de valores a fin de procurar su correcto funcionamiento. Asimismo, tiene por objeto
mantener y fomentar el sano y equilibrado desarrollo del sistema financiero en su conjunto.

Los esfuerzos regulatorios de la CNBV están encaminados a cumplir con tres objetivos principales:
• Proteger los intereses del público inversionista;
• Procurar que el mercado sea justo, eficiente, transparente y liquido; y,
• Procurar la reducción del riesgo sistémico.

Dichos objetivos son igualmente importantes y se encuentran estrechamente vinculados entre sÍ, ya que muchas de las
condiciones tendientes a procurar que los mercados sean justos, eficientes, transparentes y líquidos son útiles también para
proteger los intereses de los inversionistas y reducir el riesgo sistémico.

A continuación se señalan algunas de las acciones que realiza la CNBV para cumplir con estos objetivos.[...]

8.6. El Instituto para el Déposito de Valores “INDEVAL”.


8.7. Compra venta en la Bolsa de Valores.
8.7.1. De viva voz.
8.7.2. Órdenes cruzadas.
8.7.3. Contratos u operaciones en firme.
8.7.4. Operaciones en cama.
8.7.5. Contratos u operaciones al contado.
8.7.6. Contratos u operaciones a plazo.

8.E. CARVALLO Yáñez Erick.


Tratado de Derecho Bursátil,
3ª Edición, México, Pórrua, 2001,
Págs.111, 153-155.

h) México

[…] Por reformas y adiciones introducidas a la Ley del Mercado de Valores, el día 12 de Mayo de 1978 se crea el
Instituto Nacional para el Depósito de Valores, conocido como INDEVAL, que nace como un organismo público
descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios, cuyas finalidades consistían en la prestación de servicios de
guarda, administración, compensación, liquidación y trasferencia de valores, según el texto de la adición legal en comentario;
tales servicios habrían de ser considerados de interés público en términos del Decreto del 29 de Diciembre de 1986, el cual
también estableció que los mismos deberían ser prestados a partir de entonces por sociedades que gocen de concesión del
Gobierno Federal con tal motivo.

El artículo segundo transitorio de la reforma a la Ley del Mercado de Valores de Diciembre de 1986, ordenaba .que al
momento en que iniciara operaciones alguna de esas sociedades concesionadas para el depósito de valores, tendría lugar la
disolución y liquidación del Instituto Nacional para el Depósito de Valores; siendo que el 3 de Abril de 1987, la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público otorgó la correspondiente concesión a la sociedad denominada S D. INDEVAL, S.A. de C. V.,
Institución para el Depósito de Valores, que inició formalmente sus operaciones partir del mes de Septiembre de 1988. No
obstante y como ya fue expresado, nuestra legislación no limita en forma alguna la existencia de varias sociedades que
puedan dedicarse a la prestación de los servicios relacionados con el depósito de valores, aunque en la actualidad y a nivel
nacional solamente opera la citada S.D. INDEVAL, S.A. de C.V., Institución para el Depósito de Valores, que inició
formalmente sus operaciones a partir del mes de Septiembre de 1988. No obstante y como ya fue expresado, nuestra
legislación no limita en forma alguna la existencia la existencia de varias sociedades que puedan dedicarse a la prestación de
los servicios relacionados con el depósito de valores, aunque en la actualidad y a nivel nacional solamente opera la citada
S.D. INDEVAL, S.A. de C.V.,Institución para el Depósito de Valores.[…]

11
[…] 2.Operaciones a plazo: Consiste en que al pactarse, se fijará que su liquidación será diferida a una fecha
posterior a la que correspondía, si la operación se hubiera realizado al contado; en ningún caso el término del
diferimiento debe ser superior a 360 días naturales contados a partir del día en que se concretó la operación. […]

[…] 2. Operaciones “de viva voz”: Estas operaciones ya no se usan en la práctica mexicana en virtud de la
aparición y auge de los sistemas de cómputo, consisten en que un operador de piso en el cumplimiento a una orden
de compra o de venta, propone en voz alta tal operación, haciendo mención de la emisora de que se trata, la serie,
volumen y precio. En el momento en que otro operador de piso contesta con palabra “cerrado”, significa que acepta
en sus términos la operación comentada, misma que se perfecciona cuando este último llena la ficha correspondiente
y la deposita en el corro. Este esquema funciona bajo la premisa de Derecho Romano que expresaba “Dictum Meum
Pactum”, es decir, mi palabra es el contrato.

En los casos en que el operador o apoderado de piso, no señale la cantidad de valores a ser negociados, se
considera que éstos constituyen un “paquete” o un “lote”.

3. Operaciones “cruzadas”: Estas operaciones se realizan cuando un mismo operador de piso tiene al mismo
tiempo una orden de compra y una orden de venta; para mantener la transparencia de las operaciones y ajustarse a
las sanas prácticas del Mercado de Valores, está obligado a anunciar a los demás representantes de los socios de la
Bolsa, la emisora, serie, volumen y precio. Si algún otro operador o apoderado de piso desea participar en alguna de
esas ofertas expresa las palabras “doy” cuando se ofrece comprar, y “tomo” cuando de ofrece una venta. Es
substancial mencionar que estas operaciones cruzadas se realizan en la actualidad mediante la utilización de
Sistemas de Cómputo y no ya de viva voz. […]

[…] l. Operaciones "en firme": Son aquellas en las que se hace un ofrecimiento a un precio fijo. En estos casos, el
operador de piso simplemente se limita a depositar en el corro una orden en firme de compraventa; en ese corro, cuando
coinciden una operación de compra y una de venta respecto del mismo valor, la transacción es cerrada en forma automática.

El corro siempre tiene preferencia sobre cualquier operación de viva voz (que ya poco se usan), cuando las órdenes de
compra y ventas no coincidan en cuanto a las condiciones de las posturas de compra y venta efectuadas por los operadores
de piso, consistentes en emisora, serie, volumen de acciones, precio y vigencia de la orden. […]

[…] 5. Operaciones “de cama”: Esta es una operación en firme, con opción de compra o de venta con un margen de
fluctuación, ya sea a la alza en el precio, o ya sea a la baja en el mismo. En este caso, el apoderado deberá indicar que pone
“en cama” determinado tipo de valores y precio, estableciendo el diferencial que puede existir entre la compra y la venta. Si
otro apoderado determina “escuchar” la oferta, está obligado a comprar o a vender al precio de fluctuación fijado quedando a
su elección si compra o si vende. […]

[…] III. OPERACIONES AL CONTADO.-El C de c. nos da su concepto en el artículo 76: son aquellas que han de
consumarse el mismo día de su celebración o, a lo más, en el tiempo que medie hasta la reunión siguiente de Bolsa. Este
concepto, sin embargo, ha sido alterado por el Reglamento de Bolsas, de 1967 del que resulta que contrato "al contado" es
aquel en el que las obligaciones recíprocas de los contratantes deben consumarse en el mismo día de la celebración del
contrato o en un tiempo que no puede exceder de siete liquidaciones, si los títulos son al portador, y de quince si son
nominativos (art. 63 Regl. Bol.). Estos contratos "al contado" -a pesar de su denominación- pueden implicar, como vemos, un
cierto plazo en su ejecución (las liquidaciones de contado se efectúan los días hábiles de lunes a viernes, ambos inclusive, a
las horas previstas por la Junta sindical, art. 70 Regl. Bol.).
Las operaciones al contado suelen servir a fines de colocación de capital y no de especulación, aunque a veces se
compre al contado para revender cuando el título comprado suba de cotización (generalmente las dos operaciones de compra
y de venta al contado se realizan, respectivamente, antes y después del vencimiento del cupón, cuyo importe representa el
beneficio previsto).[…]

[…] IV. OPERACIONES A PLAZO.-A) Concepto.-La esencia de esta clase de operaciones, que constituyen la base de
la contratación bursátil, consiste en que la prestación contractual de cada parte no se realiza inmediatamente, como la
operación al contado, sino en un plazo máximo que los contratantes señalan unitariamente. Pero no se trata de compraventas
a crédito en el sentido de venta con entrega inmediata de la mercancía y aplazamiento del precio. En las operaciones
bursátiles a plazo ambas prestaciones son simultáneas. Por esto, más que concesión recíproca de crédito, lo que hay es un
aplazamiento voluntario de la total ejecución del contrato. El C. de c. se limita a decir que las operaciones a plazo se
consumarán de la misma manera (se refiere a la ejecución in natura de las operaciones al contado) en la época de liquidación
convenida (§ 3.º, art. 76).

Este precepto parece excluir la posibilidad de las llamadas «operaciones a diferencias" (v. más abajo, pág. 342),

12
permitidas, sin embargo, por nuestra jurisprudencia, de acuerdo con el criterio liberal de la E. de M. del Código.

El artículo 79 del Regl. de las Bolsas define las operaciones a plazo como aquellas en que las obligaciones recíprocas
de los contratantes no deben quedar satisfechas en el día del contrato; sino al vencimiento de un plazo convenido. Destaca
esta definición la nota que caracteriza la operación a plazo frente a la operación al contado: el aplazamiento bilateral de las
prestaciones contractuales, como concepto opuesto a la ejecución inmediata del contrato al contado. El plazo es, en aquella
operación, elemento esencial del negocio. Y esto en un doble sentido: en cuanto que las prestaciones se aplazan hasta un día
determinado, -que se fija de acuerdo con el uso bursátil (<<último de mes>>), y en cuanto que la liquidación del negocio ha de
hacerse precisamente ese día, sin que sea posible un cumplimiento retrasado. En las operaciones de Bolsa no hay mora: hay
cumplimiento o incumplimiento.

Contiene también el mismo Reglamento dos limitaciones de los contratos a plazo: sólo se podrán concertar
operaciones a plazo sobre aquellos títulos que autorice el Ministerio de Hacienda, a propuesta del Consejo Superior de
Bolsas, entre los de cotización calificada y, por otro lado, la Junta sindical publicará las cantidades mínimas que sobre cada
uno de los valores podrán ser contratados a plazo (art. 80 del Reglamento).

La operación a plazo plantea dos órdenes de cuestiones que conviene tratar separadamente: su mecanismo diverso en
armonía con la finalidad económica de los contratantes y su licitud jurídica.

B) Técnica de la operación a plazo según su diversa finalidad.-Generalmente la operación a término se realiza con fines
de especulación. Pero esta finalidad no es de esencia.
a) Algunas veces el contrato a término se utiliza con intención seria de entregar la cosa y pagar el precio en la época
fijada, por ser así conveniente a los intereses de los contratantes, ajenos al propósito de especular a base de la oscilación de
los precios, sino, al contrario, deseosos de defenderse contra los efectos de esa oscilación. Ejemplos: una fábrica de tejidos
compra a plazo en Bolsa una partida de algodón ante el temor de que sea escasa la cosecha y suban más tarde los precios;
un comerciante que ha de hacer pagos en moneda extranjera a fines de marzo compra esta moneda a primeros de marzo
para cubrir el riesgo de una posible subida del cambio.
b) Pero lo normal es que la operación a plazo se realice con fines especulativos. En efecto, el aplazamiento de las
prestaciones propio de este contrato permite a los contratantes especular a base de la oscilación de los precios entre el
momento de la perfección y el de la ejecución del contrato. El comprador especula a la alza (es "alcista") porque espera que
el curso de los títulos comprados suba entre ambos momentos; el vendedor especula a la baja (es "bajista") porque espera
que el precio de esos títulos será más bajo en el momento que tenga que cumplir su obligación de entregarlos. Suponiendo,
en efecto, que el contrato se ejecute en el término previsto, puede ocurrir una de estas dos cosas:
1.ª Si el precio ha subido, el comprador habrá adquirido por el precio más bajo de la fecha del contrato una cosa que
vale más en la fecha de la ejecución, y su ganancia, igual a la diferencia entre ambos precios, podrá hacerla efectiva
revendiendo lo que compró; el vendedor se perjudicará en la misma medida al tener que suministrar por un precio bajo -el del
momento de la perfección- una cosa que vale más en el momento de la ejecución.
2.ª Si el precio ha bajado, el comprador tendrá que pagar un precio más alto al vigente al tiempo de la ejecución; el
vendedor, en cambio, entregará por el precio antiguo una cosa que ha bajado de precio, y su ganancia, igual a la diferencia
entre ambos precios, se hará palpable si tuviese que comprar a otro esa cosa para entregarla a su comprador.

Ejemplo: A vende a B para fin de marzo 100acciones de la sociedad X al precio de 95 por 100 de su valor nominal.
Confía en que bajará su precio. Si a fin de marzo las acciones valen 90 por 100, A habrá ganado 5 por 100 comprando a 90
por 100 las acciones que habrá de entregar a su comprador por 95 por 100, B, en cambio, espera que suban esas acciones.
Si, en efecto, a fin de marzo están a 100 por 100, B habrá comprado por 95 lo que vale 100, y si las revende ganará ese 5 por
100 de diferencia.

Como se advierte tanto la especulación a la alza como la especulación a la baja se realizan mediante un segundo
contrato que sirve de complemento al primero. Este negocio de cobertura lleva a efecto la especulación prevista, permitiendo
al comprador a término la reventa a mayor precio y al vendedor la compra por un precio más bajo. Este desarrollo normal de
la operación presupone:
1. Que la finalidad del primitivo contrato a plazo no es para el comprador la adquisición de la cosa ni para el vendedor
la transmisión de una cosa propia al comprador. El comprador se propone venderá mayor precio la cosa comprada, sin haber
llegado a adquirirla más sobre el papel. El vendedor se propone comprar a menor precio la cosa que él vendió en el primer
contrato.
2. Que, por consecuencia no es necesario que el comprador tenga dinero al tiempo de pactar la compra a plazo, ni el
vendedor posea los títulos que vende. El precio se lo proporcionará al comprador el segundo contrato, donde él asume el
papel de vendedor. Los títulos los recibirá el vendedor por consecuencia del segundo contrato, donde asume el papel de
comprador.
En la operación a plazo con fines especulativos la venta de los títulos o mercaderías precede a su compra, y este

13
itinerario jurídico inverso, pero lícito (para vender no se necesita ser dueño), abre la posibilidad económica de comprar las
cosas que hay que entregar a un precio más bajo que el que se recibe del comprador en el contrato a plazo.

2. Que ambos contratos – el primitivo contrato a término y que le sirve de complemento o cobertura – son contratos
típicos de Bolsa y que, por tanto, su contenido es idéntico: afectan a la misma clase y a la misma cantidad de mercancías o
títulos y tienen el mismo vencimiento. Sólo así pueden los contratantes realizar la especulación prevista, asumiendo en el
segundo contrato los papeles opuestos a los del primero: vendiendo el comprador lo que tiene comprado y comprando el
vendedor lo que tiene vendido.

c) Si la finalidad de los contratantes no es la ejecución in natura del contrato a plazo, sino la especulación sobre la
diferencia de precio entre dos fechas (la de perfección y la de consumación del contrato), cabe que, sin recurrir a ningún otro
contrato con tercera persona, los propios contratantes se comprometan a liquidar ellos mismos el contrato por vía de
compensación, es decir, pagando la diferencia en los precios aquel contratante que haya errado en sus pronósticos (ya
hemos visto que esta diferencia representa el importe de la ganancia o de la pérdida).

En esta forma de liquidación el vendedor, en lugar de ir a comprar de un tercero los títulos o mercaderías para poder
cumplir el primer contrato. los compra a su propio comprador; y éste, en vez de pagar el precio del primer contrato, lo
compensa con el que debe percibir por el segundo. Si los precios no han variado entre las fechas de uno y otro contrato no
habrá deudor ni acreedor, porque crédito y deuda se extinguirán completamente a virtud de la compensación. Si los precios
han variado resultará un crédito por la diferencia, siendo su deudor el comprador primitivo si el nuevo precio es más bajo o el
vendedor en el caso opuesto.

Hay un negocio diferencial puro u operación a diferencias siempre que los contratantes a plazo no se propongan
consumar normalmente el contrato, sino sólo pagar la diferencia entre el precio de compra y el de cotización el día del
vencimiento. En la operación a diferencias se adopta externamente la forma de una compraventa de títulos o de mercaderías
para cubrir una simple liquidación de la diferencia entre los precios de dos fechas diversas.

Ejemplo: A compra el día 1.° de mayo 100 acciones de B para fin de mayo al precio de 1.000 pesetas cada acción.
Pero la compra se realiza con la intención no de suministrar las acciones el último día de mayo, ni de admitirlas y pagar su
precio, sino con la intención de pagar la diferencia entre las 1.000 pesetas por acción y el que resulte de la cotización media
del último día de mayo. B pagará la diferencia a A si la cotización sobrepasa la cifra de 1.000 pesetas por acción. A pagará la
diferencia a B si la cotización ese día no .alcanza la cifra de 1.000 pesetas por acción.

C) Liquidación de las operaciones a plazo.-De lo dicho hasta aquí se desprende que la operación a plazo puede
liquidarse de dos maneras: La 1ª Mediante la ejecución in natura del contrato, o sea entregando al vencimiento del plazo el
vendedor los títulos y el comprador su precio, sea porque uno y otro estaban desde el primer instante en posesión de ambos
elementos, sea porque, habiendo operado en descubierto, se los proporcionaron a virtud de un segundo contrato, asumiendo
en éste los papeles inversos.
2.ª Mediante el simple pago de la diferencia de precio (operación de diferencias) , comprobada al tiempo de la
ejecución. Esta liquidación de diferencias se realiza en Bolsa en días determinados por el uso bursátil; de suerte que las
operaciones a plazo pactadas por mediación de un agente de cambio se han de liquidar precisamente en esa fecha.

Supuesta la manera de actuar los agentes de Cambio (en su propio nombre y sin revelar el nombre del comitente, art.
95, núm.3.º) toda operación a plazo implica una doble liquidación: la del agente con su comitente y la de los agentes entre sí
1. La liquidación entre los interesados y sus agentes no ofrece ninguna particularidad digna de mención: si la operación
se ejecuta in natura, el cliente vendedor deberá entregar a su agente los títulos y el comprador el precio al suyo. Si el mismo
cliente es a la vez comprador y vendedor se operará la compensación legal entre las dos deudas en la cantidad concurrente
(artículos 1.095, 1.196 y 1.202 del C. c.), sea en dinero en títulos de la misma especie y calidad.

Esto ocurrirá siempre que el interesado, deseando cubrirse respecto de la operación primera haya dado a su agente
orden de contra operar, esto es, para el mismo vencimiento a una segunda operación contraria a aquélla: vender, si compró;
comprar, si vendió. Si el mismo agente el que se encarga de las dos operaciones éstas se liquidarán sencillamente por
compensación, como decimos antes.

Ejemplo: A vende para fin de marzo 50 acciones de la sociedad X por medio del agente de Cambio B, y más
tarde de encarga que compre 40 títulos de la misma clase y al mismo vencimiento. El último día de marzo deberá A
entregar a B solamente 10 acciones de la sociedad X.

Pero esta compensación propia del Derecho civil no es posible cuando las operaciones de compra y de venta median,
como en el caso habitual operación en Bolsa, entre más de dos personas, siendo diverso el precio en cada operación. Tal

14
ocurrirá si una persona ha dado orden de compra a un agente y orden de venta de los títulos de la misma clase a otro agente:
esa persona tendrá que recoger los títulos de manos del primero para entregarlos al segundo, a menos que autorice a ambos
agentes para que compensen entre ellos mismos el crédito y la deuda de los títulos. Pero la dificultad sube de punto cuando
no se trata de compensar títulos, sino precios en dinero, por razón de cada contrato tendrá el suyo distinto.

Ejemplo: A vende a B a 100 acciones a 100 por 100. B las vende a su vez a C a 110 por 100. C las vende a D a 105
por 100, D las vende a E a 110 por 100. Aquí no es posible establecer la compensación, porque falta el supuesto esencial: la
presencia de un solo deudor frente a un solo acreedor.

Es necesario recurrir entonces a una compensación sui generis que procure a cada agente contratante el mismo
resultado económico que si hubiese liquidado directamente con la otra parte contratante. Este resultado se obtiene mediante:

2. La liquidación general a fin de mes,-Dispone el artículo 105 de C. de c. que la Junta sindical fijará el tipo de las
liquidaciones mensuales al cerrarse la Bolsa del último día del mes, tomando por base el término medio de la cotización del
mismo día. La misma Junta no sólo fija el tipo de la liquidación general del mes, sino que la practica ella misma (art. citado).
Este precepto legal ha sido desenvuelto por las normas reglamentarias que rigen el funcionamiento de las Bolsas (Real. de 30
de junio de 1967):
a) Función del tipo de liquidación fijado por la Junta sindical: el tipo medio diario de las operaciones a plazo será
regulador para hallar los saldos a pagar o cobrar en las operaciones hechas a diferencias y para efectuar las compensaciones
que puedan hacer los agentes entre si o los agentes con sus clientes (art. 115).
b) La liquidación general de fin de mes se practicará en el segundo día hábil del mes siguiente y en el local que la Junta
designe, donde deberán ser entregados el metálico y papel por todos los interesados en la liquidación (art. 120).
c) Los agentes de cambio suplirán los saldos de sus clientes morosos, y si aquéllos son los morosos serán suspendidos
en el acto del ejercicio del cargo, siendo baja definitiva si en el plazo de veinte días no cumplen sus obligaciones (arts. 122 y
124).

El artículo 121 del Reglamento de Bolsas se ocupa de establecer las reglas concretas para llevar a cabo la liquidación
general. Estas reglas, susceptibles de modificación cuando lo acuerde la Junta Sindical, y si las circunstancias lo aconsejan,
son las siguientes:
1.ª Los saldos de valores y efectivos se entregarán el segundo día hábil del mes, a la Junta sindical, en el local y horas
designados por la misma.
2.ª Los valores del Estado .deben ir separados en grupos de 50.000 pesetas nominales, y todos los demás en grupos
de 25 títulos, o en cantidad o en la cantidad mínima por la que se hagan las operaciones a plazo, de acuerdo con lo que al
respecto tenga señalado el Ministerio de Hacienda y siempre acompañados de una nota de intervención debidamente
firmada.
3.ª Se admitirán como valores o efectivo, respectivamente, los recibos que la Junta sindical tenga expedidos por
coberturas que obren en su poder,
4.ª También se admitirán como efectivo los recibos que la Junta sindical tenga expedidos por el pago de diferencias en
las liquidaciones provisionales acordadas respecto a la liquidación que se efectúa.
5.ª La recogida de valores y efectivo tendrán lugar cuando la Junta Sindical dé por corriente la liquidación, lo que
deberá efectuar tan pronto como le hayan sido entregados todos los saldos de papel y dinero y como máximo en el tercer día
hábil del mes; y
6.ª Si el término de las horas fijadas por la Junta Sindical no se hubiera entregado por alguno de los agentes de cambio
y Bolsa el saldo de valores o electivo que debieron entregar, se dará la liquidación por corriente, eliminando las partidas que
se refieran a tal agente.

D) Licitud de las operaciones a plazo.-En todas las legislaciones se ha suscitado este problema. Las oscilaciones
sufridas por la española en este punto son reflejo de las alternativas de la jurisprudencia y de la legislación francesas. La E.
de m. del C. de c. vigente admite las operaciones a plazo por una doble razón: realista (estas operaciones, con prohibición o
sin ella, han continuado practicándose, siendo impotente el esfuerzo del legislador para suprimirlas) y jurídica (se declara la
obligatoriedad de toda clase de operaciones de Bolsa de acuerdo con el Derecho romano, que admite como válida la venta de
una cosa que en el momento del contrato no existe o no pertenece al vendedor). De acuerdo con estas razones, el artículo 75
del C. de c. formula. su regla ampliamente liberal: las operaciones que se hicieren en Bolsa" se cumplirán con las condiciones
y en el modo y forma que hubiesen convenido los contratantes, pudiendo ser al contado o a plazo, en firme o a voluntad, con
prima o sin ella.

La jurisprudencia del T. S. ha sancionado. repetidamente las acciones derivadas de las operaciones bursátiles, aun
tratándose de puras operaciones a diferencias, las cuales, por otra parte, están reconocidas y reglamentadas en los
ordenamientos particulares de las Bolsas.

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He aquí lo que ha dicho el T. S. en sus sentencias de 19 de febrero de 1896 y 29 de diciembre de 1900: las
operaciones de Bolsa a plazo, aunque sólo tengan por objeto la diferencia de cambio, con válidas y producen acciones y
obligaciones exigibles ante los Tribunales conforme al articulo 75 del C. de c., no poniendo estorbo a su validez la falta de
cumplimiento de lo dispuesto en los artículos 78 y 79 del mismo Código y en los Reglamentos de Bolsa sobre la publicación
de esas operaciones y entrega a la Junta sindical de la nota correspondiente a cada una.

A esta solución de licitud de las operaciones a plazo, admitida en general por todas las jurisprudencias, se ha llegado a
través de apasionadas contiendas doctrinales, motivadas más por escrúpulos de los juristas que por argumentos de interés
económico. Con los albores del tráfico bursátil en Ámsterdam a comienzos del siglo XVIII aparecen las operaciones a plazo
con fines especulativos realizados por personas que, sin poseer ninguna acción de la Compañía Holandesa de las Indias
Occidentales, se dedicaban a venderlas, viéndose más tarde impulsadas a realizar. toda clase de maquinaciones para
conseguir a bajo precio lo que habían de entregar en cumplimiento de aquel contrato. En 1710 el Gobierno holandés prohibió
que fuesen vendidas esas acciones por quien no las tuviese en su propiedad. A partir de ese momento comienza la lucha
entre las prohibiciones legislativas y las maniobras de los especuladores tendentes a esquivar la ley. En Francia se dictan
disposiciones totalmente prohibitivas de las operaciones a plazo en el año 1724, que se dulcifican en 1785, limitándose la
prohibición a las ventas en descubierto. Esta misma evolución, siempre desfavorable a las operaciones a plazo, se
comprueba en España primero con el R. D. de 5 de abril de 1846, completamente prohibitivo de esta clase de operaciones y
después con el R. D. orgánico de 8 de febrero de 1854, que inspirado en una tendencia más liberal, autoriza las operaciones
a plazo siempre que éste no excediese del último día del mes inmediato y que existiesen en poder del vendedor los títulos
que se propusiese vender. Con este sistema se pretendía distinguir entre las operaciones a plazo hechas con intención de
ejecutarlas mediante la entrega en su día de los títulos vendidos y el abono de su precio, y aquellas otras pactadas con el
propósito de liquidarlas mediante el simple pago de la diferencia entre el precio convenido y el de la cotización el día del
vencimiento (operación a diferencias). Esta segunda clase de operaciones se estimaba ser un puro contrato de juego
encubierto bajo la forma de una venta, y, en tal concepto, ineficaz para engendrar acción (Cf. Art. 1.798 del C. c.). Mas en la
práctica era casi imposible conocer la verdadera intención de los; contratantes, supuesto, además, que la mayoría de las
veces se contrata sobre formularios y con intervención de un agente mediador. Era necesario acudir a indicios, como la
profesión del dador de la orden, sus medios económicos, etc. Por estas consideraciones se adoptó al fin en España el
sistema de libertad, primero en el D.-L. de 12 de enero de 1869 y después en el vigente C. de c. de 1885.
Esto no obstante, la Ley de 23 de febrero de 1940, sobre reanudación de operaciones en Bolsas de comercio, prohibió
<<mientras no se disponga lo contrario por ley, la contratación de operaciones a plazo, en todas sus modalidades, sobre
títulos mobiliarios. Si con infracción de lo dispuesto en la anterior prohibición se concertara alguna operación a plazo bajo
cualquier forma, se reputará el pacto nulo y cesante en sus derechos profesionales el mediador que, la autorizare>>.

Pues bien, enlazando con nuestro Derecho tradicional y desaparecidas las causas que motivaron la Ley de 1940, el
Decreto-Ley de 30 de abril de 1964 (art. 27) anunció la vuelta a la licitud de las operaciones a plazo, que han sido
disciplinadas por el Reglamento general de las Bolsas citado de 1967. Ahora bien, como ya hemos comentado, sólo pueden
concertarse este tipo de operaciones sobre los títulos que autorice el Ministerio de Hacienda -a propuesta del Consejo
superior de Bolsas- entre los de cotización calificada. Ha de hacerse notar, sin embargo, que hasta la fecha el Ministerio de
Hacienda no ha autorizado la contratación a plazo sobre ningún valor, con lo que la admisión de la licitud de esta clase de
operaciones es, de momento, completamente ineficaz. […]

8.7.7. Contratos u operaciones con prima.


8.8. Terminación del contrato.

8.F. VÁSQUEZ del Mercado, Óscar,


Contratos Mercantiles,
7ª Edición, México, Porrúa, 1997,
Págs. 557-558.

5. MERCADO LIBRE

[…] Los contratos a mercado libre son los contratos a término cuya característica consiste en que mediante el pago de
un premio se permite al contrayente no dar ejecución inmediata al contrato, sino que puede modificarlo y darle una solución
definitiva posterior, mediante el pago de una prima. Implican también, la facultad de no cumplir las obligaciones asumidas,
pero en igual forma, cubriendo el monto de una prima.

Estos contratos a mercado libre llevan implícito una finalidad, la de buscar que el riesgo que corre el que ofrece la prima
se disminuya. En efecto, en el término que transcurre entre el día de la celebración del contrato y el día en que debe
cumplirse la obligación de pago, puede haber una fuerte variación de precio, desfavorable al que se compromete, de tal
suerte que pagando el premio reduce, en su caso, al monto del mismo premia la pasible pérdida debida a la variación

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desfavorable.
A las operaciones a mercado libre con prima se recurre, por la tanto, precisamente cuando el mercado de valares es
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particularmente incierto.
En la práctica se han considerado fundamentalmente tres formas de operar los contratos con premio y que son; a
premio simple, a opción (stellage ), y operaciones de dable ( noch ).

En los contratos a premio simple consiste en el ejercicio de la facultad del comprador a premio para determinar
unilateralmente acerca de las obligaciones en relación al contrato, es decir, hay un acuerdo entre las partes para adquirir y
vender los títulos al precio. pactado, pero. el que se compromete al pago, del premio en su caso, puede decidir si quiere o no
cumplir con la prestación a su cargo, esto es, obtener las títulos o. pagar el premio.

A opción (stellage), el contrato se caracteriza por la facultad que se confiere a uno de las contratantes para que
pagando. lo convenido, es caja la posición de comprador o vendedor de los títulos. En este caso el contratante facultado no
puede liberarse de su obligación pagando el premio, sino que debe decidir, según su conveniencia, adquirir o vender los
títulos fijados en el contrato. En las operaciones de doble noch), la parte que se compromete al pago del premia, puede
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declarar que comprará o venderá una mayor cantidad de títulos de la indicada en el convenio. […]

GUÍA DE AUTOEVALUACIÓN

Instrucciones: Contesta brevemente lo que se te pide a continuación.

I. PREGUNTAS ABIERTAS.

1.- Concepto de mercado de valores.


2.- ¿Qué es una bolsa de valores y cuántas existen en México?
3.- Anota por lo menos cuatro ejemplos de los valores que se negocian en la bolsa de valores.
4.- ¿Qué es el INDEVAL, indica sus funciones?
5.- ¿Tienen aún vigencia la compra venta de valores de viva voz?
6.- ¿Que entendemos por “ordenes cruzadas” en el léxico del mercado de valores?
7.- ¿Cuándo estamos frente a un contrato de compraventa de valores en firme?
8.- Explica los actos bursátiles al contado y a plazo.
9.- ¿Cuándo un contrato de compraventa bursátil se realiza con prima?
10.- Enumera los causas de terminación de éste contrato.

BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA

BOLLINO Shaw y JOFFAN Mario, Operaciones bursátiles y Extrabursátiles. Editorial Abeledo Perrot, Buenos Aires
Argentina. 1999.
DE LA FUENTE Rodríguez Jesús. Tratado de Derecho Bancario y Bursátil. Editorial Porrúa Mexico. 1999.
HEGEWISCH Díaz, Infante. Derecho Financiero Mexicano. Editorial Porrúa. México 1999.

1110Véase Giuseppe Valeri, op. cit., p. 166; Luigi Bianchi d'Espinosa, op. cit., p. 602, respecto de la, terminología empleada indica que los contratos a mercado libre con premio, también se les
designa contratos de compromiso no definitivo; Antonio Serra, op. cit., p. 102, hace ver que en tanto el término en las operaciones sea más prolongado, el riesgo que se corre es mayor;
Joaquín Garrigues, Curso, p. 352, señala que las operaciones con prima implica el abandono del contrato, en tanto que el tomador puede abandonar el contrato en cualquier de las sesiones de
bolsa mediante el abandono del importe de la misma. Los especuladores en bolsa tienden a limitar el riesgo de pérdida, que es proporcional a las oscilaciones de los precios. La pérdida Se
reduce si cada contratante tiene derecho a separarse del contrato mediante una prestación en dinero, ya que, en el caso desfavorable, no podrá perder más que la prima pactada.
11 George Ripert, op. cit., p. 129, dice que la prima en las operaciones de mercado libre el precio de un seguro contra la pérdida. Podría también considerarse que el vendedor se constituye en

asegurador de su comprador para el caso en que la baja de la cotización causase a éste un. perjuicio bastante importante; Antonio Renzi, op cit., p 263.

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