La planificación estratégica
La planificación estratégica es fundamental para desarrollar una visión de mediano y largo plazo y,
así, conquistar los objetivos del negocio.
A pesar de parecer una más de esas tareas sin aplicación práctica, no te equivoques, planificar es lo
que permite que la empresa se organice, haga los procesos más eficientes y, así, obtenga
diferenciales competitivos.
Pero, ¿concibes esta herramienta tan importante de la manera correcta?
¿Qué es la planificación estratégica?
La planificación estratégica es lo que orienta a las empresas en la toma de decisiones y en la
distribución de sus recursos para el siguiente período.
Este es un trabajo que puede - y debe - ser desarrollado por cualquier negocio, independientemente
de su porte o segmento de actuación. Al final, así como todas las empresas necesitan crecer y
alcanzar objetivos, también es necesario organizar y elaborar un plan de acción que sea coherente.
Es bueno decir, sin embargo, que la planificación estratégica debe ser un proceso que involucre a
todos los equipos y niveles de la empresa.
Es decir, ella debe unir el compromiso y dedicación del líder con el compromiso de los equipos para
que, de esa forma, todos trabajen en armonía y enfocados en los mismos propósitos.
¿Por qué un negocio necesita esta planificación?
Sabemos que, sin planificación, queda muy difícil conquistar los objetivos pretendidos.
Sin esta organización previa, la empresa se pierde y no sabe dónde desea llegar y mucho menos
cómo llegar. Y, la mayoría de las veces, esto sucede porque la empresa no comprende su cultura o
su filosofía.
Aunque en al comienzo se haya hecho la lección de cajón de definir la misión y valores, es común
que se pierdan con el paso de los años.
De esta forma, ver todo el potencial del negocio y ver más allá de lo obvio para salir adelante en el
mercado se vuelve una tarea bastante compleja.
La planificación estratégica también ayuda a la empresa a descubrir los caminos más adecuados
para alcanzar los objetivos.
Imagina que, sin tener conocimiento de las debilidades y características del mercado en que el
negocio está inserto, elegir las mejores estrategias se convierte en un juego de opiniones e intuición.
Y de esta manera es difícil se tenga éxito.
Además, puede ser una excelente manera de involucrar a los equipos y hacer que todos trabajen
enfocados en un objetivo común.
Cuando está claro para los empleados cuáles son los valores de la empresa y las metas que deben
alcanzar, es mucho más fácil promover la colaboración e incluso crear un ambiente en el que todos
se sientan responsables y también recompensados por el éxito de la compañía y de todos.
Por eso, se considera la planificación estratégica mucho más allá del papel. A pesar de ser un simple
documento, hará que la empresa camine hacia el crecimiento sin perder su identidad a lo largo del
trayecto.
¿Cómo hacer una planificación estratégica?
Para que tu planificación estratégica sea eficaz, es necesario tener un cronograma y seguir algunos
pasos específicos, pero antes...
Paso 0. Misión, visión y valores
El primer paso consiste en definir los principios que guían a la empresa para entonces, poder
comenzar con el plan estratégico:
La misión describe la razón de ser de la empresa y los aspectos que la hacen transcender, es decir,
a que se dedica, qué ofrece, y qué la hace diferente o cómo impacta al entorno o a los clientes.
En la visión se establecen las aspiraciones a futuro de la empresa, es decir, a donde pretende llegar
o qué quiere conseguir a largo plazo.
Los valores organizacionales son los principios y creencias que orientan las acciones y decisiones de
la empresa.
La misión, visión y valores de la empresa serán la base para definir los objetivos estratégicos, por
ello es tan importante definirlos, o en su caso, revisarlos y afinarlos, así como extenderlas a todos
los ámbitos de la empresa.
Paso 1: Diagnóstico
También conocido como análisis FODA, el primer paso implica mirar dentro de la empresa y para el
mercado para entender el momento actual. Es decir, ese es el momento de reunir las fuerzas,
debilidades, oportunidades y amenazas.
Para eso, es necesario reunir al equipo de trabajo y levantar las fuerzas y debilidades internas del
negocio.
Analiza los diferenciales y los puntos que necesitan ser mejorados y luego haz lo mismo con el
ambiente externo. Es decir, identifica las oportunidades y amenazas que impactan a la organización,
tales como la estacionalidad o la situación económica del país.
El diagnóstico es importante para que sea posible entender el contexto en que la empresa está
insertada y, de esa forma, sean identificadas las acciones más adecuadas para alcanzar los objetivos
sean identificadas.
Paso 2: Identidad organizativa
Para que tu negocio sea único, necesita una misión, visión y valores que sean reconocidos tanto por
el público interno como por el externo.
Es precisamente por eso que la filosofía de la empresa es tan importante y debe tomarse en serio.
Incluso porque es ella que va a orientar la toma de decisiones y las directrices estratégicas.
La misión es la razón por la cual tu empresa existe, mientras que la visión es lo que aspira a
convertirse o donde desean llegar. Los valores representan los principios que guían la cultura de la
empresa e, incluso, de los colaboradores.
Así, la identidad organizacional funciona como una importante guía para contratar nuevas personas,
cerrar contratos con proveedores e incluso lanzar productos y servicios en el mercado. Por eso, es
fundamental reforzarla en todo momento y garantizar que impregne todo el negocio.
Para quien ya tiene esa parte de la planificación estratégica lista, vale la pena entender cuando fue
desarrollada para ver la necesidad de hacer una revisión.
Una empresa puede cambiar mucho a lo largo de los años y puede suceder que la misión, visión y
valores se modifiquen a lo largo del tiempo por no adaptarse más a la imagen transmitida deseada.
Paso 3: Metas e indicadores de éxito
Ahora es hora de poner en el papel dónde necesita llegar el negocio y cuáles datos indicarán el éxito
de esa jornada.
Las metas a ser conquistadas deben involucrar a toda la organización. Por lo tanto, puede ser
necesario crear una meta general y luego convertirla en metas de ventas, marketing, recursos
humanos y así sucesivamente.
Recuerda que la participación de todos es fundamental en la planificación estratégica, por lo que
cada departamento debe tener sus metas.
Un punto importante aquí es que los objetivos deben ser desafiadores y realistas, al mismo tiempo.
Entonces, nada de soñar muy alto y poner números imposibles de ser alcanzados dentro del
mercado o de la realidad de la empresa.
Los indicadores permitirán acompañar el desempeño de las metas, de esta forma, si una de las
metas es conquistar una facturación predefinida, la propia facturación mensual será uno de los
indicadores a ser acompañados a lo largo de los meses.
Por fin, haz que todos los colaboradores tengan conocimiento de todas esas metas e indicadores.
De esta forma, cada uno sabrá su importancia y su papel para que la empresa llegue al lugar
deseado.
Paso 4: Plan de acción
A esa altura, tú y tu equipo sabrán dónde está la empresa, quién es y dónde tiene que llegar.
¡Entonces, es hora de partir para la acción!
El plan de acción es lo que viabiliza el logro de las metas y objetivos definidos, con base en un
cronograma y en la definición de responsables.
Esto significa que es necesario definir qué actitudes tomar y delegarlas a quién va a ejecutar cada
una de ellas. Tener esa información documentada puede ser el diferencial entre una estrategia
exitosa y una problemática, por lo que debes estar muy atento a esta etapa.
Como no todo puede ser prioridad, es fundamental organizar las acciones para que ellas ocurran
por orden de importancia. Con eso, lo que sea más simple o urgente debe ser realizado primero.
Para ayudarte, piensa en qué acciones realmente harán la diferencia para conquistar los objetivos y
dale preferencia.
Paso 5: Seguimiento y análisis
Como última etapa de la planificación estratégica, define una periodicidad de reuniones para que
las áreas de la empresa puedan encontrarse, presentar y debatir los resultados alcanzados.
Normalmente, ese encuentro ocurre cada semana, así que es posible hablar de lo que sucedió la
semana anterior y pensar en los próximos pasos.
Además de este encuentro, también es importante reunir a los gestores siempre que sea posible
para que los resultados sean evaluados. Aquí, también se debe revisar y redefinir el análisis FODA,
las metas y el plan de acción. Al final, el mercado no es estático y hay que adecuarse en todo
momento.
Liderazgo y compromiso son esenciales
Este no es necesariamente un paso para desarrollar una planificación estratégica. Sin embargo, si
los equipos no están involucrados y no están comprometidos a cumplir con el plan de acción y
colaborar unas con otras, tu empresa difícilmente saldrá del lugar.
Tomemos por ejemplo un negocio que tenga como meta aumentar la facturación hasta el final del
próximo año. Para eso, será necesario desarrollar una buena estrategia de marketing y ventas,
¿verdad?
Pero, por mejor que sea la estrategia, el equipo de marketing y ventas no logrará realizarla sola si la
logística tampoco traza un plan para suplir la demanda de los clientes o, entonces, para hacer los
productos más competitivos.
El administrativo también necesitará cumplir con su parte y emitir las notas con agilidad. Así como
el RRHH necesita comprometer y retener a los colaboradores.
Un buen liderazgo, entonces, es el gran diferencial para mantener a todos motivados y hacer que la
filosofía organizacional se mantenga. Además, es el papel del líder estimular la creatividad, la
proactividad y la unión del equipo.
Por lo tanto, no te sorprendas si tu planificación estratégica increíble no es capaz de generar
resultados si el equipo no está comprometido y no cuentas con buenos líderes.
Hacer que todos en la empresa trabajen juntos no es una tarea fácil. Sin embargo, eso es lo que hará
que una planificación estratégica salga del papel y se convierta en un valioso diferencial para el
negocio.
Objetivos
Su objetivo es la planificación a mediano o largo plazo, teniendo en cuenta las oportunidades
ambientales presentes y futuras. Ayuda a las organizaciones a analizar sus fortalezas y debilidades
y a adaptarse al medio ambiente.
Definir los objetivos y la estrategia empresarial
Una vez que se ha comprendido cuál es la situación actual de la empresa y donde está ubicada, toca
definir los objetivos estratégicos.
Los objetivos estratégicos son los resultados que la empresa quiere obtener o generar a mediano o
largo plazo para conseguir el futuro exitoso que desea, por ello es importante que sean acordes a
las necesidades del negocio y que estén bien definidos.
Para definirlos lo ideal es aplicar la metodología SMART, la cual indica que un objetivo debe ser
específico, medible, alcanzable, relevante y tener un plazo de tiempo para conseguirlo.
Una vez que se han definido los objetivos estratégicos, el siguiente paso es establecer para cada uno
de ellos, las metas esperadas y los indicadores de rendimiento o KPI’S que permitirán,
posteriormente, evaluar si están consiguiendo los resultados esperados, así como los responsables
de su cumplimiento y el presupuesto que se asignará para ello.
Ahora bien, la estrategia empresarial es el camino que debe seguir la empresa para consolidar sus
fortalezas, eliminar sus debilidades, aprovechar las oportunidades, disminuir el impacto de las
amenazas y cumplir sus objetivos, por lo que contempla distintos aspectos de la organización.
Además de estar centrada en los objetivos estratégicos que se definieron previamente, también es
muy importante definir, o en su caso, revisar y afinar el modelo de negocio de la empresa: los
detalles del producto o servicio que ofrece la empresa, el mercado al que va dirigido, su propuesta
de valor, la estructura de costos y precios, y los recursos necesarios para la operación del negocio
(económicos, materiales, tecnológicos, etc.) entre otros aspectos.
Poner en acción la estrategia
Una vez definido el plan estratégico, el siguiente paso es ejecutarlo. En este punto es importante
involucrar a todos los miembros de la empresa, desde la alta dirección hasta el personal operativo,
para que todos sepan cuáles son los objetivos por lograr y tengan el mismo enfoque; así mismo,
también es importante que los lideres motiven a sus equipos de trabajo y creen un ambiente en el
que todos se sientan comprometidos con los objetivos de negocio pero también recompensados
por el logro de estos.
5. Evaluación y seguimiento de la estrategia
No basta con poner en acción la estrategia, es necesario evaluar si está funcionando y si se están
consiguiendo los resultados esperados, para ello hay que monitorear periódicamente los
indicadores de rendimiento estratégicos que se establecieron previamente, así como llevar a cabo
reuniones de manera periódica con los equipos de trabajo para analizar los resultados y los avances
obtenidos, y en su caso, modificar o definir nuevas estrategias.
Aunque el plan estratégico se crea a largo plazo, algunas partes de este se irán modificando a
medida que pase el tiempo, ya sea para obtener mejores resultados, o para que la empresa pueda
responder a los cambios del mercado.
Ventajas de la planificación estratégica
Facilita la dirección y operación del negocio, pues otorga una visión integral del mismo, permite
comprender cómo evoluciona, y ayuda a ordenar las prioridades y acciones a seguir.
Facilita la toma de decisiones estratégicas para resolver los puntos críticos y dirigir a la empresa
hacía el éxito esperado.
Permite comprender todos los procesos de la empresa, como se interrelacionan entre sí y cómo
pueden optimizarse.
Ayuda a que la empresa comprenda mejor su producto o servicio y cómo puede generar mayor valor
a sus clientes.
Contribuye a la reducción de costos operativos y a la optimización de los recursos, y por
consiguiente, a que la empresa pueda ofrecer productos o servicios más rentables.
Brinda las herramientas necesarias para que la empresa sea resiliente y responda a los cambios del
mercado y el entorno.
Facilita la identificación de nuevas oportunidades de negocio y permite aprovecharlas mejor.
Establece las bases sobre las que debe operar la empresa, lo que reduce el nivel de incertidumbre y
riesgos potenciales.
Con una Consultoría Estratégica será más fácil alcanzar tus objetivos rentables
Las empresas deben tomar enserio el tema de la planeación estratégica ya que esta les ayudará a
establecer objetivos concretos y estratégicos para alcanzar un futuro exitoso, tener una idea clara
de lo que debe hacer, como lo debe hacer y qué necesita para ello, aprovechar adecuadamente las
oportunidades de negocio que se le presenten y al mismo tiempo, ser lo suficientemente flexibles
para cambiar sus estrategias y responder adecuadamente a los cambios. Por ello es importante que
te tomes el tiempo de realizar el plan estratégico de tu organización, así podrás tener una visión
integral de tu negocio y definir las acciones necesarias para obtener mejores resultados a corto,
mediano y largo plazo. Si necesitas ayuda con este tema, recuerda que con nuestros servicios de
Consultoría Estratégica ayudarte a planificar y definir las estrategias necesarias para que tu negocio
crezca y sea más competitivo. ¡Contáctanos!