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Leucemia Mielocitica Cronica

La leucemia mieloide crónica se origina de una célula troncal hematopoyética mutada que produce la proteína BCR-ABL. Esto causa un crecimiento anormal de células mieloides en la médula ósea y sangre. La enfermedad progresa de una fase crónica estable a una crisis blástica terminal similar a la leucemia aguda. El cromosoma Filadelfia es patognomónico y se debe a una translocación entre los cromosomas 9 y 22.

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Leucemia Mielocitica Cronica

La leucemia mieloide crónica se origina de una célula troncal hematopoyética mutada que produce la proteína BCR-ABL. Esto causa un crecimiento anormal de células mieloides en la médula ósea y sangre. La enfermedad progresa de una fase crónica estable a una crisis blástica terminal similar a la leucemia aguda. El cromosoma Filadelfia es patognomónico y se debe a una translocación entre los cromosomas 9 y 22.

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LEUCEMIA MIELOCITICA CRONICA

Conocida también como Leucemia granulocitica crónica. Se origina como un proceso


clonal en una celula troncal hematopoyética pluripotencial. Se caracteriza por el
crecimiento neoplásico de células principalmente mieloides en la medula ósea con un
aumento extremo de ellas en la sangre periférica. La proliferación granulocitica extra
medular en el bazo y el hígado es progresiva.

Existen dos fases de esta enfermedad: la crónica y la crisis blastica. La fase crónica inicial
responde bien al tratamiento, por lo general puede restaurarse un estado muy semejante
a lo normal y mantenerse durante meses o años. Sin embargo, cerca del 75% de los
casos progresa finalmente en una transformación gradual hacia una crisis blastica, la cual
es clínica y hematológicamente indistinguible de la leucemia mieloblastica aguda. En esta
etapa el tratamiento es difícil y es común que se interpongan complicaciones, el
pronóstico es malo con supervivencia menor a los 6 meses.

En la leucemia mieloide crónica en fase crónica, el extendido de sangre periférica se


caracteriza por una constelación de anomalías que incluye una gran leucocitosis con
neutrofilia y basofilia pronunciadas y, a menudo, eosinofilia. Aunque hay elementos
mieloides en todos los estadios, los blastos representan < 5% de todos los leucocitos. La
mayoría de los pacientes tienen trombocitosis y las plaquetas a menudo están
agrandadas y son pleomórficas.

En la leucemia mieloide crónica en fase de blastos, el porcentaje de blastos es > 20% en


la sangre periférica o la médula ósea. Los blastos tienen cromatima dispersa, nucléolos
variablemente prominentes, y una relación núcleo/cromatina alta, y por lo tanto son
morfológicamente indistinguibles de los observados en la leucemia aguda de novo. Dada
la naturaleza de células madre de la leucemia mielocítica crónica, pueden ser mieloides,
linfoides o de fenotipo multilinaje. El fenotipo de transformación blástica tiende a asociarse
con las anomalías citogénicas secundarias adquiridas en el proceso de transformación. El
fenotipo mieloide aparece en el 70-75% de los pacientes, y las células leucémicas en
estos pacientes en general tienen +8, +19, +21, i(17), o cromosoma FIladelfia adicional.
La fase blástica linfoide es menos común y se asociada con menos frecuencia con una
aberración cromosómica en particular.

Las manifestaciones clínicas principales de este trastorno son anemia, hemorragias y


esplenomegalia, ocasionalmente hepatomegalia. Los síntomas asociados con el
comienzo clínico de la enfermedad pueden ser leves. Con frecuencia se observa fatiga,
tolerancia disminuida al ejercicio, anorexia, fiebre inexplicable, sudores, palidez, malestar
abdominal, pérdida de peso y síntomas relacionados con el aumento de tamaño del bazo,
petequias (lesiones pequeñas de color rojo) y equimosis (hematomas), estas dos últimas
reflejan la presencia de anormalidades de las plaquetas. Pero pueden ser pacientes
asintomáticos.

La LMC se presenta en todas las edades, representa alrededor del 20% de todos los
casos de leucemia, es algo más frecuente en hombres que en mujeres, manifiesta una
tasa de mortalidad de 1.5/100, 000 por año.
Un cromosoma único, el cromosoma Filadelfia, está presente en todas las células
hematopoyéticas en proliferación. Se forma con mayor frecuencia por una translocación
reciproca de los segmentos génicos entre los cromosomas 22 y 9. Esta mutación
somática adquirida refleja de manera específica la translocación de un protooncogen (gen
normal que promueve el crecimiento y la división de la célula y se puede convertir en un
oncogen) abl de la banda q34 del cromosoma 9 a la banda q11 del cromosoma 22 lo que
produce un gen quimérico singular (irreal, que no existe), bcr-abl. Este nuevo gen se
traduce y transcribe a una proteína 210 kDa, p210, que manifiesta un aumento de la
actividad de tirosina-cinasa cuando se le compara a la actividad enzimática natural. Las
proteínas de tirocina-cinasa son importantes para la regulación de las vías metabólicas y
algunas actúan como receptores de los factores del crecimiento.

La mayoría de los pacientes presentan una transformación a leucemia aguda. Antes de la


transformación completa, algunos sujetos pasan por una fase más agresiva denominada
metamorfosis o fase acelerada en donde hay una anemia progresiva, menos cantidad de
leucocitos maduros, aumento de la basofilia, trombocitopenia más intensa (con mayor
proporción de plaquetas anormales) y aparición de micromegacariocitos y fragmentos de
megacariocitos. El recuento de blastos circundantes suele aumentar entre el 10 y 19%. La
leucemia con crisis blastica corresponde al fenotipo mieloide agudo o linfocítica aguda. El
crecimiento extra medular puede producirse como proliferaciones celulares linfocíticas o
mieloides: estas últimas suelen denominarse sarcoma granulocitico. El comienzo clínico
de la crisis blastica medular simula el de la leucemia aguda con anemia intensa,
leucopenia y trombocitopenia. Las anomalías cromosómicas nuevas observadas en las
células durante la fase acelerada o la crisis blastica son el isocromosoma 17, la trisomía
8, la pérdida del cromosoma Y y la trisomía 19. Estas anormalidades se producen en
alrededor de 75% de los pacientes.

El motivo por el cual se descartó esta nosología en comparación con la leucemia aguda
esta leucemia crónica presenta un aspecto en las células de forma madura, no presenta
neutropenia y en la aguda si está presente; además de que en esta nosología puede
presentarse organomegalia intensa y la aguda se presenta poco.

Además de que se observó una posible translocación o adición en el cromosoma 6. Se


encontró una anormalidad en el cromosoma 15 y un tamaño ligeramente disminuido del
cromosoma 17 así como la ausencia de bandas en los brazos cortos. Esto es
característico de una leucemia aguda, ya que en esta nosología como se mencionó
anteriormente se encuentra el cromosoma Filadelfia que se forma con mayor frecuencia
por una translocación reciproca de los segmentos génicos entre los cromosomas 22 y 9.

Por último, esta nosología se presenta más en hombres que en mujeres y al compararse
el cariotipo observado en el paciente con uno de una mujer se encontró que el paciente es
mujer pues presenta dos cromosomas X.

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