GT 03-Estudios Geológico-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
GT 03-Estudios Geológico-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
GRANDES PRESAS
GUIA Nº 3
ESTUDIOS GEOLÓGICOS-GEOTÉCNICOS Y DE
PROSPECCIÓN DE MATERIALES
Foto portada: Presa del Naranjero
Edita: Comité Nacional Español de Grandes Presas
l.S.B.N.: 84-89567-11-5
Depósito Legal: M-38397-1999
Imprime: �4, Reto
Arroyo Bueno, 2 - 28021 Madrid
PRESENTACIÓN
Este nuevo Reglamento, de aplicación aún parcial pero progresiva, presenta un enfoque global
de la seguridad, y tiene un carácter más general y abierto que la anterior Instrucción, incidiendo
más específicamente en los temas relativos a la gestión de la seguridad y a la vigilancia e
inspección de las presas. Por ello es necesario el fijar los aspectos más técnicos relativos a la
seguridad estructural, hidrológica, sísmica, y los referentes a las distintas fases de puesta en
carga, construcción y explotación, en otro tipo de publicaciones, como son estas Guías Técnicas
que produce el Comité Nacional Español de Grandes Presas, y que son un complemento esencial
y necesario del Reglamento.
En cada una de las Guías Técnicas se presenta el estado del arte en diversos aspectos relativos a
la Seguridad de las presas, y se dan unas recomendaciones para la evaluación y consecución de
los objetivos de seguridad.
Hasta la actualidad el Comité Nacional Español de Grandes Presas ha publicado las Guías
Técnicas referentes a la Avenida de Proyecto, Aliviaderos y Desagües, y Constrncción de Presas
y Control de Calidad. Ahora publicamos la Guíanº 3, Estudios Geológicos-Geotécnicos y de
Prospección de Materiales, que ha sido elaborada por el Comité de Cimentaciones, bajo la
presidencia de D. Jesús Yagüe, al que, al igual que a sus colaboradores, el Comité Español le
agradece el esfuerzo y entusiasmo que ha dedicado en su redacción.
L. Berga
Presidente del Comité Nacional
El Comité de Guías del Comité Nacional Español de Grandes Presas está formado por los
miembros siguientes:
Uno de los objetivos que se planteó el Comité Nacional Español de Grandes Presas sobre el
alcance de las Guías Técnicas fue presentar el estado del arte de un tema determinado pero
conteniendo información obtenida de publicaciones especializadas y de la experiencia de
expertos que no se encuentre fácilmente en libros de texto sino que complemente el contenido de
estos y que facilite la labor del ingeniero en el desarrollo de sus funciones. En este sentido se ha
procurado que esta Guía y sus Anejos, dentro de su alcance, contengan suficiente información de
tipo práctico para cumplir el objetivo mencionado. Otro de los objetivos de la Guía es el
desarrollo del Reglamento Técnico para la Seguridad de Presas y Embalses, en los temas que
aquélla aborda, con el fin de orientar a los técnicos en la aplicación del Reglamento. A este
aspecto se le ha prestado bastante atención y la Guía incluye frecuentes alusiones a lo que es
recomendable realizar en distintas situaciones y para distintos tipos de presas. Es de esperar que
hayamos conseguido alcanzar, al menos en parte, los objetivos que nos habíamos marcado.
La presente Guía ha sido redactada por un Grupo de Trabajo que incluye a las siguientes
personas: Juan Manuel López Marinas, Claudio Olalla, Francisco Ortega, Antonio Soriano y
Jesús Yagüe. También han colaborado activamente en su realización Manuel Alonso Franco,
Santiago Uriel y el Comité de Guías, con valiosos comentarios. En temas puntuales ha habido
otras aportaciones como la de José Manuel Martínez Solares en el Capítulo de Sismicidad.
A todos los que han colaborado en la redacción y edición de esta Guía, sin cuyo apoyo no habría
sido posible realizarla, queremos manifestarles nuestro más sincero agradecimiento.
l. INTRODUCCIÓN . 13
3. ESTUDIOS DE SISMICIDAD . 69
3.1. Introducción 69
3.2. Normativa................................................................................................................................. 71
4.1. Introducción........................................................................................................................... 91
ANEJOS..................................................................................................................................................................... 149
CAPÍTULO 1
CAPÍTUL02
CAPÍTUL03
CAPÍTUL04
CAPÍTUL02
CAPÍTUL03
CAPÍTUL04
El objeto esencial de esta Guía es ampliar los aspectos contemplados en el Reglamento Técnico
de Seguridad de Presas y Embalses, sobre los estudios geológico-geotécnicos y de prospección
de materiales para presas, considerando el estado del arte sobre esta cuestión y proporcionando
criterios y recomendaciones que faciliten el trabajo en el proyecto, construcción y explotación de
presas.
Los temas tratados en esta Guía han sido, desde siempre, objeto de elevada prioridad tanto por
parte de los organismos internacionales dedicados a la ejecución y explotación de presas como
de las organizaciones encargadas de recoger y divulgar los conocimientos técnicos relativos a las
mismas. Ha sido frecuente durante varias décadas que diversas entidades de este tipo, que
organizan foros internacionales, tales como la Comisión Internacional de Grandes Presas, la
Sociedad Internacional de Mecánica de Suelos e Ingeniería de las Cimentaciones, la Sociedad
Internacional de Mecánica de Rocas y la Sociedad Internacional de Ingeniería Geológica, entre
otras, hayan incluido en los temarios de sus Congresos cuestiones relativas a los temas que son
objeto de esta Guía.
1) Han sido tratados frecuentemente porque afectan a la seguridad de las presas y ha sido
necesario, y lo sigue siendo, ir avanzando en procedimientos y tecnologías que reduzcan
progresivamente las incertidumbres que su consideración conlleva.
2) La diversidad de objetivos de las organizaciones que tratan estos ternas pone de relieve
su carácter multidisciplinar que sobrepasa el campo de actividad del ingeniero civil y
obliga a éste a entenderse con técnicos con otra formación y, muchas veces, distinto
"lenguaje" técnico. Este aspecto es muy importante porque implica la necesidad de
acercar posiciones entre diversos técnicos con vistas a lograr un entendimiento sin el
cual se pueden derivar riesgos para la propia presa.
1.2. El estudio del cimiento y de los materiales en relación con la seguridad de las presas
La seguridad de las presas ha constituido siempre una preocupación para los ingenieros
relacionados con las mismas y ya aparece este tema reflejado específicamente en antiguos
Congresos de ICOLD (Q.32), "La seguridad de las presas desde el punto de vista de la
cimentación y la seguridad de las laderas del embalse", Congreso de Estambul, 1967. En las
décadas más recientes, este tema ha adquirido gran auge a nivel mundial, entendiéndolo como
una disciplina que aglutina aspectos técnicos, socioeconómicos y administrativos, con la
finalidad de reducir el riesgo de incidentes y accidentes en las presas. ICOLD, aunque había
tratado este tema en sus Congresos desde mucho antes, se incorporó formalmente en 1982 a esta
corriente, creando el Comité de Seguridad de Presas que desde entonces ha mantenido su
actividad. Por otra parte, JCOLD ha realizado diversos estudios estadísticos sobre la casuística
de incidentes de presas entre los que destacan:
La Fig. l. l ilustra la importancia del cimiento y de los materiales del cuerpo de presa en relación
con la seguridad de las presas.
La consecuencia más importante que se obtiene de estos estudios estadísticos es que los fallos en
la cimentación, en todos los tipos de presas, y los producidos en el cuerpo de presa, en las de
materiales sueltos, constituyen una de las causas más frecuentes de la destrucción o deterioro de
presas; la otra son los vertidos sobre coronación. Si la continua atención que presta ICOLD a los
Introducción 15
estudios estadísticos sobre incidentes en las presas tiene por objeto alertar a los técnicos sobre
las causas más frecuentes que los originan, con la intención de que se les preste la máxima
atención, es indudable que los temas tratados en esta Guía revisten una gran importancia en
relación con la seguridad de las presas.
En España se han realizado también algunos estudios, no exhaustivos, sobre los incidentes en
presas. Uno de ellos [R. l] fue presentado al Congreso de Grandes Presas de Nueva Delhi en
1979 y recogía datos sobre 52 presas españolas que habían sufrido accidentes o roturas en el
pasado. La actualización de estos estudios [R.2] eleva el número de casos a 111. Tanto estos
estudios mencionados como otros [R.3 y R.4] realizados sobre las presas españolas, permiten
sacar la misma conclusión que para los estudios de ICOLD: los problemas de la cimentación, en
todas las tipologías, y de los materiales del cuerpo de presa, en las de materiales sueltos, están
entre las causas más frecuentes de incidentes en las presas.
PROBLEMAS DE CIMIENTO
DESBOADAMIENTOS
MATERIALES DEL
CUERPO DE PRESA
PROBLEMAS DE CIMIENTO
OTROS OTROS
Fig. 1.1
Causas de la rotura de las presas
(importancia del cimiento y de los materiales)
16 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
El proyecto de casi todos los componentes de una presa está condicionado por las características
del terreno que los soporta. Mientras que los materiales de construcción de una presa pueden
especificarse y someterse a control de calidad, la cimentación ya existe y muchas de las
características geológicas están ocultas. Debido a la variabilidad de la naturaleza, cada
emplazamiento es diferente y la cimentación puede ser de muy variadas características, simple o
con complejas heterogeneidades y oscuras deficiencias. Por ello, en la investigación del cimiento
siempre quedará alguna incertidumbre y la consecuencia práctica son los numerosos casos de
presas que han sufrido incidentes por lo que el objetivo a alcanzar será mantener estas
incertidumbres, en cada caso, dentro de límites aceptables. No debe ignorarse que el
conocimiento insuficiente de la cimentación produce, con frecuencia, modificaciones en los
proyectos de presas que, aparte de los problemas de seguridad, dan lugar a incrementos de coste
y demoras en la terminación de las obras que ocasionan perjuicios económicos importantes.
Debe admitirse que es imposible lograr, en todos los casos, un conocimiento suficiente de la
cimentación, en la fase de proyecto, que evite totalmente modificaciones posteriores de la presa
y sus estructuras complementarias. Sin embargo, un estudio satisfactorio de la cimentación, en
cada caso, acomodado a las características de la presa, debe redundar en proyectos bien
definidos en los que se reduzcan los cambios posteriores y que den lugar a obras técnicamente
bien resueltas y con costes adecuados.
En los países desarrollados, como es el caso de España, ya se han construido muchas presas y los
emplazamientos con buena cimentación escasean, por lo que las cimentaciones difíciles
aparecen cada vez con más frecuencia en la ubicación de los nuevos proyectos. Con el desarrollo
actual de la tecnología no es aventurado afirmar que puede construirse una presa casi en
cualquier emplazamiento. La dificultad que éste pueda presentar se reflejará en los tratamientos
de la cimentación exigidos para garantizar la seguridad de la presa y, consecuentemente, en los
costes de construcción. Éstos pueden ser tan elevados, en el caso de cimentaciones difíciles, que
el proyecto no resulte viable. Es, por tanto, de la máxima importancia adquirir un conocimiento
suficiente de la cimentación de una presa que pueda proporcionar una estimación lo mas realista
posible de los costes de su tratamiento. Así se podrán evitar situaciones, que han ocurrido en la
práctica, en las que los tratamientos han continuado durante buena parte de la explotación de la
presa o en las que la presa ha sido abandonada o no cumple adecuadamente con la función que le
Introducción 17
había sido asignada porque las condiciones de la cimentación no fueron evaluadas y corregidas
correctamente.
En relación con los materiales naturales para el cuerpo de presa, debe hacerse una clara
distinción entre los áridos para hormigones de presas y los materiales para las presas de
materiales sueltos. Los problemas de seguridad derivados de los áridos para hormigón, no suelen
tratarse de forma específica en la bibliografia, pero en los últimos años han proliferado bastante
los estudios de envejecimiento de presas corno consecuencia de la creciente edad de éstas en
todo el mundo y, dentro del envejecimiento del hormigón, frecuentemente aparece entre sus
aspectos más determinantes los fenómenos expansivos causados por la reacción álcali-árido.
Éste es un tema importante en la explotación de las presas que ha dado lugar a problemas graves
y ha sido tratado específicamente en el Boletín 79 de ICOLD [R.6]. También se describen
algunos ejemplos de esta casuística de envejecimiento en el Boletín 93 de ICOLD [R.7]. En
España, se han producido varios casos de fenómenos expansivos en el hormigón de algunas
presas [R.2] a causa de la reacción de la sílice activa con los álcalis del cemento o de los propios
áridos.
Las presas de tierras, siempre que se adopte la seccion adecuada, pueden construirse con
materiales locales en emplazamientos de casi cualquier tipo que resultan inadecuados para otros
tipos de presas. Actualmente, pueden construirse con rapidez con la moderna maquinaria
existente y su seguridad queda garantizada con los métodos actuales de proyecto y construcción,
todo lo cual contribuye a que se construyan cada vez más en el mundo.
18 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
El Reglamento Técnico [R.9] dedica, dentro de su brevedad, bastante atención a los estudios
geológico-geotécnicos y de prospección de materiales, aspectos que esta Guía trata de
desarrollar. Para centrar los temas que se deben abordar, se revisan, a continuación. los
Capítulos y Artículos del Reglamento que incluyen aspectos relacionados con la presente Guía y
los Capítulos de ésta donde aquéllos se tratan.
En el Artículo 5, relativo a las obligaciones del titular de la presa, se incluyen entre éstas
la de realizar estudios geológicos durante las fases de proyecto y construcción, así como
efectuar durante la ejecución de las obras los reconocimientos necesarios (Art. 5.2). Es
también obligación del titular elaborar y mantener actualizado un Archivo Técnico de la
presa (Art. 5.5) que incluirá los informes geológicos utilizados para la redacción del
Proyecto de la presa y la información geológica adicional obtenida durante la ejecución y
explotación de las obras.
Todos estos aspectos se tratan con gran detalle en el Capítulo 2 de esta Guía.
El Artículo 20, dedicado a los materiales, establece que deben emplearse materiales que
sean susceptibles del control. El proyecto deberá definir los materiales, fijar las
características que deben cumplir y concretar los procedimientos para su comprobación y
control. Los materiales y obras se ensayarán y ejecutarán conforme a las prescripciones
del proyecto. Para que en el proyecto se puedan concretar todos estos aspectos, es
necesario realizar una investigación de materiales, cuya metodología se desarrolla en los
Capítulos 4 y 5 de esta Guía, que permita fijar sus características, las cuales se
establecerán en el Pliego de Prescripciones del Proyecto. Éste contendrá. además de las
características de los materiales, los ensayos necesarios para su control cuya metodología
de realización se trata exhaustivamente en el Anejo II de esta Guía.
En el Artículo 26, relativo al Proyecto de la presa, se mencionan los estudios que éste
deberá incluir y entre los cuales se encuentran los de la geología y medio natural general
de la cuenca y específicos del emplazamiento, la geología, hidrogeología, geotecnia y
sismicidad de la cerrada y vaso del embalse y la procedencia y características de los
materiales de construcción a emplear. El desarrollo de este Artículo cubre prácticamente
la totalidad del contenido de esta Guía.
El Reglamento centra su contenido, respecto a los temas de esta Guía, en criterios de índole muy
general. Es de carácter abierto y contiene tanto la enumeración de los aspectos técnicos que
deben abordarse como los organizativos para crear las condiciones de seguridad adecuadas. Los
aspectos técnicos detallados se tratan en esta Guía, a nivel de recomendaciones, recogiendo el
desarrollo actual de la tecnología para la realización de estudios geológicos-geotécnicos y de
prospección de materiales.
La Guía pretende dar respuesta a los requisitos establecidos en el Reglamento Técnico sobre
Seguridad de Presas y Embalses en los aspectos relacionados con los estudios geológico-
geotécnicos relativos a la cerrada y vaso de la presa y a la prospección de materiales para presas
de materiales sueltos y de áridos para presas de hormigón. Incluye además un capítulo de
recomendaciones sobre los estudios de sismicidad, necesarios en algunos proyectos. En el
apartado anterior se han analizado los artículos del Reglamento cuyo desarrollo es objeto de la
presente Guía y los lugares de ésta donde, con carácter general, se abordan cada uno de los
temas. No obstante, en cada uno de los Capítulos de la Guía hay abundantes alusiones detalladas
a los aspectos del Reglamento que se están tratando.
Se ha buscado un enfoque progresivo de los estudios geotécnicos tanto del cimiento y vaso
como de los materiales por entender que aquellos requieren notable flexibilidad en su plantea-
miento para sacar el máximo provecho de los sucesivos hallazgos y por su carácter interactivo
con otras actividades del Proyecto como la propia definición del tipo de presa y sus estructuras.
La Fig. 1.2 representa esquemáticamente el contenido de la Guia y la relación entre los capítulos
y anejos de aquélla.
22 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
CAPITULO 1
Importancia de la guia y objetivos
VI I GLOSARIO
Fig. 1.2
Contenido de la Guía
2.
ESTUDIOS GEOLÓGICOS Y GEOTECNICOS
CLASE Il: Son de esta clase aquellos reconocimientos que aportan información
cualitativa precisa acerca del asunto en cuestión e información cuantitativa aproximada;
basada en algunos datos concretos y apoyándose en experiencias previas similares.
CLASE ID: Son de esta clase aquellos reconocimientos que sólo tratan de obtener una
información cualitativa precisa y una información cuantitativa de carácter orientativo.
seguridad) y puede ser de menor detalle (Clase II ó III) cuando investigue la resistencia al corte
de diaclasas que no afecten a la estabilidad de la presa aunque sean importantes para la
definición precisa de los taludes a adoptar en las excavaciones del cimiento.
No deben confundirse estas clases de reconocimientos con lo que aquí se quiere que signifique
su extensión. Todos los estudios geológico-geotécnicos deben ser igualmente amplios en el
sentido de considerar todos los aspectos que sean objeto de la investigación. La forma de
abordarlo, sin embargo, puede ser diferente. Por ejemplo, si el objeto de estudio es la
permeabilidad de la cerrada el tema de las posibles admisiones de lechada de cemento debe ser
objeto de estudio siempre que ese sea uno de los procedimientos de impermeabiliz.ación a
considerar. En un estudio de Clase III bastaría con una descripción cualitativa de la formación
rocosa y algún ensayo de permeabilidad in situ. En un reconocimiento de Clase II los ensayos de
permeabilidad se realizarían en cada uno de los tipos de formación rocosa existente y en distintas
localizaciones de la cerrada. En un estudio de Clase I se realizarían, además, pruebas de
inyección en cada tipo de roca previamente identificado.
Un reconocimiento de Clase I conduciría a proyectos seguros que, a su vez, darían lugar a obras
con desviaciones menores sobre el proyecto de construcción. Un reconocimiento de esta clase
exigiría amplias excavaciones en las zonas de obra para descubrir el cimiento y/o realización de
galerías, ensayos in situ, etc.
Los reconocimientos geológico-geotécnicos más usuales tienen una intensidad limitada por
cuestiones económicas y de plazo. Aún así suelen contener una información geológica fiable y
suficientemente detallada. Las características geotécnicas esenciales (resistencia, deformabilidad
y permeabilidad) quedan suficientemente acotadas dentro de ciertos márgenes pero dejan para la
fase de construcción ciertos interrogantes de detalle (posible existencia de diaclasas críticas para
la estabilidad no bien analizadas, permeabilidades y procedimientos de impermeabilización
esbozados pero no contrastados, deformabilidades basadas en ensayos geofisicos o en ensayos
con muestras pequeñas, etc). Los proyectos basados en ellos podrían sufrir desviaciones de tipo
presupuestario pero que no contradicen esencialmente al proyecto inicial.
'('
deben hacerse con mayor o menor detalle. Se recomienda que aquellos reconocimientos de
cuyos resultados dependa algún elemento esencial para la seguridad de una presa de categoría A
se hagan con la máxima intensidad (Clase 1) y que los reconocimientos de menor detalle (Clase
III) se especifiquen únicamente en el contexto de presas de categoría C. En cualquier caso, el
tipo de reconocimiento y los estudios geológico-geotécnicos deben tener la suficiente extensión
y profundidad para garantizar la seguridad de la presa y de su embalse.
A efectos de exponer los criterios que deben guiar la realización de los estudios geológico-
geotécnicos del vaso y de la cerrada se ha optado por seguir un orden temporal similar al que se
26 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
De acuerdo al orden anterior, el terreno se conocerá con más detalle a medida que avanza la vida
de la presa tal como se ilustra en la Tabla 2.1. En las primeras etapas, el estudio geológico
regional y el estudio previo de la cerrada (que son objeto de los apartados 2.2. y 2.3. de este
Capítulo) permitirán definir las características principales de la presa e incluso eiegir la tipología
conveniente. Es bueno que el tipo de presa se decida antes de realizar los reconocimientos de
detalle; esto permitirá realizarlos con un alcance y unos objetivos más definidos.
TABLA 2.1
Secuencia de los estudios del terreno
La redacción del proyecto de construcción requeriría manejar datos más precisos del terreno, que
permitan evaluar la seguridad de la presa y de las obras anejas. Esto obliga a caracterizar la
Estudios Geológicos y Geotécnicos 27
cerrada ( esto es, modelizarla y asignar valores concretos a los parámetros que rigen su
comportamiento en cuanto a resistencia, deformación, permeabilidad y durabilidad) así como
hacer estudios específicos destinados a resolver los problemas concretos que hayan surgido en la
fase de proyecto. Estos aspectos son objeto de los apartados 2.4. y 2.5. de este Capítulo. Es
recomendable que el proyecto avance simultáneamente con los reconocimientos; que ambas
actividades se desarrollen en paralelo. El reconocimiento geológico-geotécnico debe aportar toda
la información necesaria para proyectar, parte de ella se desvela como necesaria sólo cuando el
proyecto está muy avanzado y por ello no deben darse por concluidos los reconocimientos hasta
haber completado el proyecto. En ese sentido puede ser conveniente planificar los
reconocimientos del terreno en diversas etapas que irían cubriendo necesidades de conocimiento
específicas detectadas al realizar el proyecto.
Cuando se desvía el río y se abren las excavaciones se tiene la oportunidad de reconocer con ma-
yor detalle el terreno afectado por las obras. Los reconocimientos más recomendables se indican
en el apartado 2.6. de este Capítulo. La obtención de información en esta fase de la obra es de
gran interés; permitirá ajustar la información previa y, en ocasiones, obligará a hacer ciertas
adaptaciones al proyecto. En este sentido sería recomendable, cuando la situación lo permita,
que esta primera parte de la obra (desvío y excavaciones) estuviera desligada de la
correspondiente a la construcción propiamente dicha. Las adaptaciones que sean necesarias
podrían hacerse antes de ejecutar esa segunda parte de la obra.
Las presas antiguas y, en general, todas agt,iellas presas que se hayan construido antes de que
existiera el Reglamento Técnico sobre seguridad de presas y embalses, pueden presentar
deficiencias en el Archivo Técnico de la presa. En estos casos es conveniente realizar una
revisión y un análisis de la seguridad de la presa que podría requerir también la realización de
ciertos reconocimientos del terreno. Este aspecto se considera en el apartado 2.7.4.
Finalmente, siendo previsible que ciertas presas sean abandonadas y siendo obligatorio en esos
casos realizar un proyecto específico de puesta en fuera de servicio, en el apartado 2.7.5. se
indica alguna recomendación respecto a los reconocimientos geológicos que pudieran
necesitarse.
emplazamiento con las estructuras geológicas regionales, que para diversos aspectos, sismicidad,
tensiones in situ, hidrogeología, etc pueden tener gran influencia.
Normalmente al enfocar el estudio geológico regional se conocerán ciertos detalles del embalse
que se pretende construir que pueden haber sido definidos previamente por condiciones
topográficas, medioambientales, económicas, etc. En estos casos la extensión de la zona en
estudio puede quedar mejor definida. En los otros casos, la amplitud del estudio geológico
regional debe incluir todos los vasos potenciales y las zonas geológicamente asociadas cuyo
conocimiento pueda tener algún interés.
En las zonas de sismicidad elevada y cuando la presa en cuestión pueda ser de categoría A, se
deberá realizar un estudio geológico regional más completo que identifique posibles fallas
capaces de producir terremotos, tal como se indica en el Capítulo 3 de esta Guía.
Existen buen número de ejemplos en los que un "fallo" en la apreciación de los rasgos generales
de la geología regional ha provocado después excesos de costes desproporcionados. Es posible
que una concepción errónea del marco geológico conduzca a una concepción también errónea de
la calidad de una cerrada. Estos errores de tipo general pueden, además, repercutir en la
interpretación de otros detalles cuando se trata de caracterizar una cerrada concreta.
El resultado de los estudios geológicos regionales debe presentarse en forma de planos de planta
y perfiles indicando la estructura interna del terreno y su proyección superficial. Esto es,
mediante cartografía geológica. Antes de confeccionar ningún nuevo plano geológico conviene
recopilar la información previa existente.
Por lo general, para iniciar este tipo de estudios, existe abundante documentación aunque en mu-
chos casos dispersa. Los planos geológicos y/o geotécnicos editados por distintas Instituciones
son los de mayor uso. Existe una amplia variedad de ellos; algunos se mencionan en la Tabla
2.2.
Otra información de fácil acceso y de gran utilidad es la fotografía aérea. España está totalmente
volada a escala 1 :30.000-1 :33.000, en pares esterográficos que permiten visión en relieve pero
existen otros vuelos tal como se expone en la Tabla 2.3.
Con toda la información recogida debe procederse a confeccionar un estudio geológico regional
en el que se especifique la Geomorfología, Estratigrafía, Tectónica e Hidrogeología.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 29
TABLA2.2
Planos de edición que pueden utilizarse en la confección de un
estudio geológico regional
TABLA2.3
Fotografía aérea proporcionada por organismos oficiales
ESCALA ORGANISMO
1 1 1
l: 1.000.000 (LANDSAT) Instituto Geográfico Nacional
1 :500.000 (LANDSAT) Instituto Geográfico Nacional
1 :200.000 (LANOSA T) Instituto Geográfico Nacional
1: 100.00 (LANOSA T) Instituto Geográfico Nacional
l :70.000 (1990) (25% del territorio nacional) Instituto Geográfico Nacional
l :50.000 (LANOSA T) Instituto Geográfico Nacional
1 :400.000 (1993) (15% del territorio nacional) Instituto Geográfico Nacional
1:32.000 Servicio Geográfico del Ejército
1:32.000 Servicio Topográfico y Cartográfico del Ejército del Aire
1 :32.000 (Costas) Instituto Hidrográfico de la Marina
1:30.000 (1982-83 y 84) Instituto Geográfico Nacional
l_:18.000 (1985) (50% del territorio nacional] Instituto Geográfico Nacional
1: 18.000 (Algunas zonas) Ministerio de Agricultura (IRYDA)
1:5.000 (1991) (litoral) Instituto Geográfico Nacional
1 :3.000 (Cascos urbanos) Ayuntamientos. Comunidades autónomas
Escalas diversas (Sólo zonas concretas) Instituto Geográfico Nacional
Escalas varias (Zonas concretas) Comunidades autónomas
30 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
No debe olvidarse que el alcance de este estudio no implica utilizar métodos de investigación del
subsuelo y que los datos que éstos proporcionarían deben sustituirse por la información que se
ha mencionado. Hay que señalar al respecto que el Instituto Tecnológico Geominero posee un
amplio banco de datos sobre sondeos, incluso algunos publicados [R. l] y análisis petrográficos
procedentes de muestras utilizadas para la confección de las hojas del Mapa Geológico de
España.
Cuando existen estudios antiguos de la zona conviene, antes de utilizarlos, someterlos a revisión
para adecuarlos a los datos aportados por nuevas investigaciones. Suele ser habitual, por
ejemplo, que las denominaciones de los períodos geológicos hayan cambiado. En ocasiones, por
falta de tiempo o presupuesto, se han dado por buenas ciertas cartografias existentes sin
revisarlas y esto ha sido causa de errores importantes. Una cartografia poco minuciosa puede no
detectar un afloramiento local poco notable que después se convierta en el hecho principal que
desvela el origen de ciertos problemas.
Cabe la posibilidad de que en esta primera etapa no se cuente con planimetría del
emplazamiento, por lo que será necesario dibujar sobre la foto aérea o realizar esquemas incluso
con apoyo topográfico muy leve. Hay que recordar que el Instituto Geográfico Nacional y el
Servicio Geográfico del Ejército proporcionan planimetría a escala 1 :50.000 y 1 :25.000 y que
varias Comunidades Autónomas cuentan con mapas de su territorio a escala 1: 10.000 y 1 :5.000.
En base a la documentación obtenida, deberá hacerse un levantamiento geológico del embalse de
carácter previo a una escala 1 :25.000 ó 1: 10.000 sobre los mapas topográficos de edición. Debe
llamarse la atención sobre zonas que pueden ser dudosas en cuanto a su permeabilidad y estabili-
dad para proceder a su estudio detallado siempre que el asunto en cuestión fuese considerado de
importancia. Estos aspectos se consideran a continuación.
El embalse que se pretende crear debe ser impermeable o poder impermeabilizarse con costes
económicos razonables, que no hagan inviable la obra que se pretende construir. Las fugas a
otras zonas (otros cursos próximos) o las fugas profundas al mismo cauce, han de analizarse con
el detalle suficiente hasta demostrar razonablemente que el vaso pretendido es adecuado desde
este punto de vista.
En algunos casos será preciso conocer con detalle la hidrogeología de los terrenos cubiertos por
el embalse ante la posibilidad de que los acuíferos existentes puedan verse afectados. Habrá que
evaluar en qué medida son afectados, particularmente si están en explotación.
Cuando la filtración pueda producirse a través de alguna discontinuidad ésta debe ser analizada
con todo detalle. En principio habrá que definir su posición con ayuda topográfica para conocer
con exactitud los puntos de entrada y salida de una posible filtración. Al igual que se ha dicho
anteriormente será preciso contar con planimetría de detalle. Es de gran importancia conocer el
relleno de las posibles fallas conductoras de filtraciones, caso que lo tengan, su naturaleza,
estado, etc. La investigación se llevará a cabo con métodos similares a los empleados en la
cerrada.
La investigación puede ser muy complicada cuando se trata de rocas carbonáticas dada la
dificultad de detectar la red cárstica existente. El problema se agrava cuando estas zonas de gran
disolución se encuentran en el cauce y están cubiertas por espesos mantos de aluvial. La
experiencia demuestra la complicación de tal investigación y la importancia de la misma. Cabe
la posibilidad de que zonas como las que se comentan pasen desapercibidas durante esta etapa
de investigación y se hagan patentes al llenar el embalse.
Tras este estudio preliminar debe deducirse si son necesarios más reconocimientos para calificar
adecuadamente la permeabilidad de un determinado vaso. No deben proseguirse estudios de más
detalle encaminados a otros aspectos (estabilidad, aterramientos, etc) si un determinado vaso no
resulta adecuado respecto a la permeabilidad.
No siempre una posible filtración implica la inutilidad de un vaso o que sea necesaria su
corrección. Es preciso cuantificar la posible pérdida y el tiempo en que se producirá, pudiendo, a
la vista del resultado obtenido, desestimar el vaso, recomendar su tratamiento o aceptarle con sus
condiciones naturales.
32 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
A este respecto quiere destacarse que la estanqueidad requerida puede ser diferente según el tipo
de utilización a que se vaya a destinar el embalse. Vasos y cerradas permeables y cuya correc-
ción fuese muy costosa no serían adecuados para crear presas de embalse pero pueden ser ade-
cuados para presas de defensa contra avenidas. También cabe destacarse que existen situaciones
en las que la estanqueidad del vaso es corregible con tratamientos de coste moderado y que en
consecuencia algunos vasos y cerradas inicialmente permeables pueden servir para construir
embalses de almacenamiento. En cualquier caso, la calificación previa de la situación
correspondiente al caso en estudio es necesaria hacerla en las primeras fases del reconocimiento
geológico-geotécnico.
Es relativamente frecuente que las laderas de los embalses resulten inestables bien durante la
construcción de la obra o, más frecuentemente, al explotar los embalses que inundan sus pies.
La estabilidad de las laderas del vaso es un asunto de importancia vital para decidir la viabilidad
de la presa, particularmente cuando existe algún riesgo de deslizamiento próximo a la cerrada.
La presencia de agua provocará un cambio en las condiciones del terreno afectado que tendrán
repercusiones más notorias en las zonas de borde pudiendo dar lugar a deslizamientos. La mayor
tendencia a movimientos será en materiales aluviales y coluviales aunque también pueden
producirse en rocas blandas masivas o estar causados por intercalaciones de rocas plásticas.
Pueden reactivarse antiguos movimientos que el paso de los años ha enmascarado por completo.
La primera investigación debe llevarse a cabo mediante fotografia aérea, en la que se señalarán
aquéllas zonas potencialmente deslizables. También pueden hacerse recorridos eligiendo
itinerarios desde donde se domine el embalse. La morfología de la zona puede ser esclarecedora
para el reconocimiento de los deslizamientos pretéritos o futuros.
La vegetación o las coberturas pueden enmascarar los factores capaces de activar las masas de
terreno. Debe tenerse en cuenta que en algún caso la presencia de capas arcillosas con espesores.
centimétricos, difícilmente detectables, pueden ser la causa del movimiento.
Una vez detectadas esas zonas se destacarán, para mayor estudio, las que pueden resultar
peligrosas porque afecten a las estructuras auxiliares de la presa o a ella misma, a poblaciones,
carreteras, ferrocarriles, canales o cualquier estructura situada en el borde o sean capaces de dar
lugar a olas que puedan dañar a esas estructuras.
Incluso determinados deslizamientos, que a priori no cumplen las condiciones señaladas, deben
ser estudiados. Se trata de aquellos que situados en zonas muy estrechas pueden dar lugar a
.• barreras en el cauce aunque estas queden tocultas por las aguas. Si por algún motivo se produce
un desembalse rápido éstas "presas" pueden ser un gran peligro por su rotura brusca y el arrastre
de los materiales que la constituyen. En algún tipo de aprovechamientos, aunque no exista
peligro potencial, pueden invalidar el funcionamiento de la instalación al no permitir el paso
normal de las aguas o disminuir en tal grado la capacidad del embalse que éste no sea utilizable.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 33
Una vez señalados los deslizamientos potencialmente peligrosos se procederá a su estudio in situ
realizando un levantamiento geológico. La determinación de los límites del posible movimiento,
la superficie del deslizamiento y el volumen capaz de activarse son los objetivos primordiales de
este levantamiento. Si la peligrosidad del fenómeno es muy grande será necesario asegurar su
definición mediante sondeos y geofísica. Incluso se debe instrumentar un red de vigilancia
mediante referencias, controladas topográficamente, que deben ser utilizables durante el llenado.
La subsidencia del terreno (asientos y hundimientos) como consecuencia del llenado del embalse
puede tener lugar en zonas de rocas carbonáticas con grandes cavidades superficiales y en otras
formaciones (yesos) cuyo techo pueda hundirse. Estas zonas pueden identificarse por algún
síntoma previo de subsidencia natural, aunque si no han tenido gran repercusión externa, han
podido pasar desapercibidos. Aunque no tuvieran repercusión en la seguridad de la obra puede
ser de interés localizarlas, más a efectos de filtraciones que de hundimientos.
También puede originar ciertas subsidencias en el vaso los hundimientos de antiguas zonas
mineras. Si las labores mineras han sido de importancia pueden ser un sumidero que no debe
quedar ignorado. Habrá que proceder a definir las entradas situadas en el embalse para proceder
en etapas posteriores a su sellado.
En ese sentido, deben fijarse los posibles lugares y tipos de rocas aptos para abrir una cantera y
préstamos para materiales granulares. Suele ser de gran utilidad el consultar los Mapas de Rocas
Industriales editados por el Instituto Tecnológico Geominero, completando su información con
el banco de datos que tiene ese organismo. A resultas de estas investigaciones deberán decidirse
los posibles emplazamientos de canteras y yacimientos granulares que deban ser objeto de una
investigación más profunda. Del mismo modo deben identificarse posibles yacimientos de
materiales impermeables ya sean suelos aluviales, coluviales o de alteración o rocas arcillosas
que, debidamente trabajadas, pudieran constituir el elemento impermeable de eventuales presas
de tierra.
34 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Elegido un tramo de río suele procederse a la elección del mejor emplazamiento para la presa, lo
que implica el estudio de varias cerradas. Este estudio debe abordar al menos los aspectos
siguientes: estratigrafía del emplazamiento; situación de afloramientos; determinación de zonas
superficiales de roca alterada y cubiertas por derrubios; estructura geológica; discontinuidades
tectónicas que afectan al emplazamiento; zonas movidas; permeabilidad; carsticidad; fuentes.
El estudio de cada cerrada puede orientarse de diferente manera según se trate de la construcción
de una presa de fábrica o de w1a de materiales sueltos e incluso, dentro de esas dos tipologías
básicas, la forma de la solución puede influir de manera notable en los detalles del estudio que
conviene hacer. En términos generales, si la cerrada es fundamentalmente rocosa y se piensa
construir una presa de materiales sueltos el aspecto de la resistencia del cimiento puede tener
menos importancia que si se piensa en construir una presa arco.
Todo reconocimiento debe apoyarse en un plano geológico previo; son las incertidumbres que
en él se detectan las que deben marcar las campañas de investigación, nunca debe procederse a
la inversa: levantamiento geológico posterior a las investigaciones. Debe tenerse en cuenta que
una profunda investigación no implica un mejor conocimiento de la cerrada, si la investigación
se ha emplazado en zonas que no aportan información o lo hacen en cuantía escasa.
Como complemento pueden realizarse, donde sea de mayor interés, rozas que descubran la roca,
zanjas, calicatas o pocillos. Este tipo de reconocimientos está indicado tanto en laderas como en
el fondo del valle y debe emplearse para el estudio de la zona afectada por la presa y las obras
auxiliares. En la ladera dos o tres zanjas puede ser un número normal. En el fondo del valle o
zonas llanas los puntos de investigación se deben distribuir de tal forma que toda la zona
afectada por la presa o ]as obras anejas quede cubierta más o menos uniformemente. Su
disposición dependerá del tipo de terreno, estructura y alteración. Así, unos estratos horizontales
o con suave buzamiento requieren más zanjas o calicatas que rasguen la ladera de arriba a abajo,
por el contrario en una estratificación vertical, transversal al río, lo correcto son labores paralelas
a él.
El reconocimiento de cerradas con sondeos mecánicos profundos debe realizarse en una fase
posterior. En ciertas ocasiones, sin embargo, puede estar indicado realizar algún sondeo en esta
fase previa para identificar algún elemento que pueda resultar clave en la interpretación
geológica.
Con ayuda de estos reconocimientos deben identificarse los rasgos principales de la estructura
geológica de la cerrada, definiendo en la medida de lo posible los accidentes más importantes
(posibles fallas) así como las familias de discontinuidades que fragmentan al macizo rocoso.
En las plantas y perfiles que se preparen para definir la estructura geológica de la cerrada se
deben identificar los suelos y las rocas con nomenclaturas y signos que resulten inteligibles para
todos los técnicos que han de usarlos.
La definición exacta de la roca permite unificar el lenguaje de todos los que en mayor o menor
grado intervienen en el proyecto y construcción. No suele ser raro que se produzca la
intervención de diferentes especialistas que emitan sus correspondientes informes con
nomenclaturas variadas. Conviene por ello unificar criterios desde el principio y uno de los más
importantes es la denominación de las matrices rocosas existentes en el emplazamiento. Existen
varios criterios muy similares entre sí. Quiere señalarse el recomendado por la ISRM (1980)
[R.2], publicado por la IAEG (1979) [R.3]. Para suelos puede usarse la clasificación USCS que
suele ser habitual en los estudios geotécnicos.
Conviene también definir desde el principio las simbología y colores a emplear en los planos, lo
que redundará en una mejor claridad y eficacia en la utilización de la información por parte de
diversos usuarios, procedentes de distintas disciplinas. Evidentemente puede elegirse una
simbología normalizada como la UNE 22-601-74 [R.4], pero para la mayoría de los casos
resulta excesivamente minuciosa por lo que puede recomendarse un sistema más sencillo como
el indicado en el Anejo l. Cuando se utilizan colores es recomendable la gama del Mapa
Geológico Nacional, que es la normalizada y permite ligar un color a un período geológico, tal
36 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
como se expone en el Anejo J. Cuando las tramas o los colores pueden restar claridad a los
planos se pueden utilizar en su lugar letras. Lo más normal es que sean las iniciales de los
términos geológicos.
Es recomendable que, desde el principio, los símbolos y colores adoptados se utilicen en todas
las etapas del estudio.
Otro tipo de análisis que puede efectuarse en esta etapa es el paleontológico, sobre los fósiles en-
contrados en la cerrada lo que permite definir con exactitud el período a que pertenecen los
materiales del emplazamiento. Además de esto puede ser muy útil después para la correlación de
materiales encontrados en distintos sondeos o afloramientos, y para determinar la afinidad entre
los labios de una falla con exactitud lo que permite dibujar perfiles.
La interpretación de los datos geofisicos es más precisa cuando se dispone de apoyo de sondeos
mecánicos. Por ello la investigación geofísica del emplazamiento debe planearse de forma que
cubra la posterior ubicación de los sondeos mecánicos.
Los métodos geofísicos más habituales son el sísmico, eléctrico, magnético gravimétrico,
radiactivo, etc. De ellos los más utilizados en estudios de presas son el sísmico de refracción, el
eléctrico resistivo y el de obtención de la radioactividad natural. En el Anejo I se da una
información resumida de estos procedimientos.
La prospección sísmica requiere en gran número de casos la utilización de explosivos y por tanto
los permisos correspondientes, una preparación del terreno que permita la extensión del
aparillaje, función de la profundidad a alcanzar, y un perfil topográfico con la situación de
emisores y geófonos.
Los datos que interesa obtener de los reconocimientos geofisicos son los siguientes:
Espesor de acarreos
Espesor de coberturas
Situación del sustrato rocoso
Espesor aproximado de la roca alterada o muy fracturada
Situación de algún accidente importante
Definición de cavernas o huecos
Definición de zonas movidas
Potencia de capas
Determinación de constantes dinámicas del macizo, módulo elástico y coeficiente de
Poisson.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 37
Para realizar una prospección eléctrica se requiere contar con acceso y la preparación del terreno
para poder extender los cables. La presencia de líneas eléctricas puede crear problemas en la
realización. La definición de los perfiles eléctricos debe ser tomado topográficamente
situándolos sobre el plano geológico del emplazamiento.
El empleo de eléctrica resistiva en presas suele ser menor que el que se hace de sísmica. Al igual
que se ha indicado al hablar de ésta hay que añadir que se trata de una investigación
complementaria cuya interpretación sólo será precisa con el apoyo de los sondeos que después se
puedan realizar.
El estudio de las posibles cerradas debe de completarse con una evaluación específica relativa a
su permeabilidad antes de proceder a su caracterización detallada. La zona de mayores
gradientes hidráulicos y donde pueden producirse mayores fugas (siempre en términos
generales) es el entorno de la propia cerrada. Por este motivo, la permeabilidad de la cerrada
debe tratarse como un asunto preferente. Para caracterizar la permeabilidad de la cerrada (o las
posibles cerradas) será necesario disponer de una cartografía geológica previa y un estudio
preliminar de las distintas formaciones rocosas que la conforman así como de los suelos que las
pudieran recubrir. Esta primera evaluación ha de hacerse con medios sencillos; antes de proceder
a utilizar ensayos costosos, deben agotarse las posibilidades que ofrece el estudio de los rasgos
geológicos superficiales. El estudio previo de la permeabilidad de las cerradas tiene como
propósito no sólo programar los reconocimientos ulteriores que convenga realizar sino también
ir preformando la idea del tipo de tratamiento necesario para conseguir la adecuada
impermeabilidad de la cerrada que, en la mayoría de los casos, consistirá en una pantalla de
impermeabilización más o menos intensa.
Los factores geológicos que influirán en la definición de la pantalla serán: los tipos de rocas
presentes, la estructura geológica, la fracturación y la existencia de discontinuidades singulares o
zonas alteradas. Estos aspectos deben ser destacados en el estudio previo de la cerrada.
Debe prestarse especial atención a las zonas cársticas en donde las posibilidades de filtración son
mayores. Cuanto mejor sea su definición mayor garantía hay de poder asegurar su corrección.
38 Guia Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Por esto suele ser necesario acudir a una investigación más cuidadosa y específica.
En presas cimentadas sobre materiales sueltos o en obras auxiliares como ataguías y contraata-
guías, las inyecciones pueden ser sustituidas o complementadas con una pantalla continua. Para
ayudar en la definición de esta pantalla se realizarán las investigaciones oportunas. En primera
instancia mediante geofisica, que permita dibujar un corte transversal al río en el que se detalle
la situación del sustrato en donde deberá apoyar la pantalla. Después, en una fase más avanzada
de la investigación, tras elegir la cerrada más adecuada, mediante los oportunos sondeos de
reconocimiento geotécnicos ubicados en los lugares más estratégicos que pudiera haber revelado
el reconocimiento geofísico.
La Fig. 2.1 representa sintéticamente los aspectos que deben contemplarse al realizar el estudio
geológico regional y el estudio previo de cerradas.
GEOLOGIA REGIONAL
ESTUDIO PREVIO
DE CERRADAS
Fig. 2.1
Aspectos a considerar en los estudios geológicos regionales y estudios previos de cerradas
Estudios Geológicos y Geotécnicos 39
La caracterización de la cerrada requerirá un cierto esfuerzo. Por ese motivo, esta tarea suele
realizarse en una sola cerrada previamente elegida tal como se indicó en el apartado anterior. Del
mismo modo es altamente recomendable que antes de proceder a la realización de las tareas de
caracterización se haya decidido sobre el tipo de presa a construir siempre que tal decisión sea
clara y esté apoyada en argumentos sólidos. Esto simplificaría los trabajos y los haría más
efectivos. Si esto no fuera posible la caracterización deberá ser más extensa y deberá cubrir las
necesidades de proyecto de las tipologías de presa no descartadas previamente.
Una representación esquemática de los posibles trabajos a realizar para la caracterización de una
cerrada se muestra en la Fig. 2.2. La descripción de tales trabajos se realiza en los siguientes
apartados.
Fig. 2.2
Esquema de la caracterización de una cerrada
40 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
La caracterización superficial de los afloramientos del macizo rocoso (si los hubiere) no suele
ser suficiente para garantizar el conocimiento necesario para el adecuado proyecto de la obra.
Sólo en condiciones muy excepcionales sería viable caracterizar un macizo rocoso sin realizar
reconocimientos en profundidad. En el otro extremo, en zonas donde existe un gran
recubrimiento de suelos (valles aluviales amplios con depósitos de suelos potentes) puede no ser
necesario un reconocimiento intenso del fondo rocoso si la tipología de la presa así lo sugiere
(presa de materiales sueltos de poca altura, por ejemplo).
a) Galerías de reconocimiento
Las galerías son un medio de investigación de gran interés pues permite conocer en
directo la constitución del medio rocoso, pero son de coste elevado por lo cual suelen
hacerse únicamente cuando se ha decidido el emplazamiento y la tipología de presa
definitivos. Su implantación debe estar guiada por las necesidades del reconocimiento
geológico. Además conviene que queden comunicadas con las de la presa de forma que
pueda accederse a ellas a través de éstas, ya que en el período de explotación, como se
indicará en su momento, pueden ser un magnífico sistema de control y drenaje del
terreno. Incluso si de antemano se prevé la necesidad de tener que tratar el macizo con
inyecciones, parte de éstas podrán llevarse a cabo desde estas galerías. Igualmente,
cuando sea posible, se integrarán en el sistema de drenaje del terreno. Por todo esto para
definir su trazado y longitud debe tenerse en cuenta todo lo antes dicho.
Uno de los aspectos que pueden examinarse mejor en las galerías es la alteración del
macizo y la profundidad que alcanza, en especial cuando se hacen varias galerías
repartidas por la cerrada. En los sondeos el testigo obtenido en estas zonas alteradas
puede perderse o ser de tan mala calidad que apenas aporte información.
Por supuesto los análisis estadísticos de la fracturación se ven muy enriquecidos por los
datos obtenidos en galerías, más claros y de mejor calidad que en el exterior. 1 Iay que
señalar que alguna de las familias, cuya dirección coincida con el eje de la galería. puede
quedar minimizada por lo escaso de su presencia.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 41
Al realizar los trabajos de construcción algunas de las galerías deberán ser cegadas a fin
de que no se conviertan en vías de filtraciones.
No siempre las galerías son indicadas. En emplazamiento de rocas blandas pueden ser
contraproducentes al constituir un hueco que debilite la resistencia del cimiento. En
cerradas en suelos no suele ser habitual el emplear este tipo de investigación.
b) Sondeos
El tipo de investigación más habitual en el estudio de una cerrada son los sondeos. Ellos
nos permiten acceder a zonas profundas del terreno y recuperar testigos o muestras repre-
sentativas.
La función principal del sondeo es tornar una muestra continua (testigo), que permite
conocer las características del terreno. El análisis de ese testigo es por tanto fundamental,
debiendo obtener de él la mayor información posible.
A fin de obtener la información más detallada y completa que se pueda, el sondeo debe
realizarse en las condiciones adecuadas a los fines propuestos y al terreno en el que debe
42 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Desde que se comienza el estudio de una obra hasta que se ve concluida puede
transcurrir mucho tiempo, por lo que es necesario que todos los testigos obtenidos sean
debidamente fotografiados, almacenados y conservados, incluso hasta después de
construida la estructura, ya que puede ser necesario volverlos a examinar durante la vida
de la obra. No debe olvidarse que se trata de una información cara y dificil de obtener.
e) Diagrafías
etc. (Ver Anejo 1). No siempre está indicado hacerlas. Serán las condiciones del trabajo
las que impongan su empleo. Por lo general puede decirse que la investigación de
macizos constituidos por rocas competentes o estructuras homogéneas requieren menos
empleo de diagrafias.
e) Ensayos de permeabilidad
Existen criterios diversos para recomendar el tratamiento del medio rocoso. algunos de
los cuales se exponen en la Tabla 2.4. Cuando las permeabilidades, medidas mediante
ensayo Lugeon o similares sean inferiores a los valores indicados en esa tabla, el
tratamiento con inyecciones convencionales reducirá poco la permeabilidad; esa
permeabilidad natural sería, en muchos casos, aceptable.
Durante los ensayos, en especial en los taladros en estribos, conviene vigilar las laderas
para ver si se producen surgencias de agua, ya sea a favor de fracturas o de capas de
mayor permeabilidad. Igualmente si existe algún manantial este debe examinarse de
forma especial.
44 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
TABLA2.4
Criterios de impermeabilización basados en ensayos de presión de agua,
dados por varios autores
l. Lugeon (1932)
a) H�30 m 1 10 0.3 3
b) H < 30 m 3 10 0.9 3
2. Jahde (1953)
a) Taladros de inyección 0.1 3 0.1 3
b) Taladros de control 0.5-1.0 3 0.5-1.0 3
3. Terzaghi (1929) 0.5 0.1 1.5 3
4. Keil 0.2 3 0.2 3
5. Blatter 0.33 10 0.1 3
6. USA 3-4 10 0.9-1.2 3
7. USSR
a) H;:::; 30 m o.os 0.1 1.5 3
b) H < 30 m - 0.03 0.1 0.3 3
H = altura de presa
f) Toma de muestras
Ser representativas: Los ensayos que con ellas se hagan deben permitir caracterizar los
distintos materiales que constituyen el medio rocoso y su estado.
No se puede dar a priori criterios sobre las mezclas a ensayar en cada tramo ya que serán
función de las permeabilidades encontradas. Como norma general, en rocas competentes
y con permeabilidades moderadas (< 1 O UL), se puede comenzar por una lechada 2/1,
agua-cemento en peso, que se inyectará a una presión mayor que la altura de agua que
deba soportar el tramo del ensayo con la presa llena siempre que esta presión no
provoque la fracturación hidráulica del macizo rocoso. Se puede marcar como límite de
inyectabilidad el mantenimiento de la presión durante un cierto tiempo ó una cantidad de
lechada, por ejemplo 2.000 litros en un tramo de 5 m. Si se alcanza esta cantidad sin
conseguir "cerrar" puede cambiarse la densidad de la mezcla a 1/1 y posteriormente, si
tampoco se cierra, a 0,5/1 o mezclas con arena o productos especiales.
Estos ensayos pueden dar idea sobre las mezclas a utilizar después en la ejecución de la
pantalla y el tratamiento de consolidación.
Cuando se aprecien consumos grandes deben vigilarse los taladros vecinos a aquel en
que se efectúa el ensayo para ver las posibles conexiones que pueden existir.
Los ensayos de inyectabilidad deben comprobarse con otros sondeos de control en los
que se tomen testigos y se hagan pruebas de permeabilidad, alguna diagrafia u otras
pruebas.
Los análisis y ensayos de laboratorio que conviene realizar son función de las incógnitas que
plantea el levantamiento geológico, los materiales presentes y la estructura a ubicar. En la
práctica habitual y atendiendo a las distintas técnicas de ensayo, los materiales a ensayar han de
46 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
clasificarse como suelos o como rocas. En el Anejo IT se hace una descripción de los distintos
ensayos que se pueden realizar en cada uno de estos dos grupos de materiales.
Al igual que ya se ha dicho de otro tipo de investigaciones los análisis de laboratorio deben estar
integrados en el conjunto de exploraciones que se hacen en la cerrada y su conveniencia es
función de los datos necesarios requeridos para el proyecto. Por tanto a priori no puede definirse
ni su situación ni su número. Serán las condiciones geológico-geotécnicas de cada
emplazamiento las que marquen esas características.
Los ensayos de laboratorio permiten analizar las características de la matriz o matrices rocosas
que forman el macizo rocoso o de los suelos que lo recubre, pero no definen el comportamiento
global del conjunto. La integración e interpretación de los resultados de los ensayos es una tarea
esencial del reconocimiento que debe plasmarse en el correspondiente informe.
Con los datos de los sondeos y con los resultados de los ensayos de laboratorio deben
completarse la descripción geológico-geotécnica de la cerrada. Debe hacerse un plano geológico
detallado que incluya la planta de la zona a ocupar por las obras y cuantos perfiles sean
necesarios para que se comprenda la estructura del macizo rocoso que la conforma. Este plano
debe tener una base topográfica a escala 1: 1000, 1 :500 o incluso 1 :200, en función de la
complejidad geológica que presente. Debe realizarse con apoyo topográfico tomando contactos,
fallas, afloramientos, límites de zonas cubiertas o alteradas etc. En él deben situarse también
todas las investigaciones de campo realizadas en la etapa anterior: sondeos, zanjas, pocillos,
geofísica, toma de muestras, ensayos de permeabilidad, etc, así como los resultados más
significativos de los ensayos de laboratorio. La Fig. 2.3 representa un plano geológico de planta
de una cerrada.
CAf>A GUIA
CONTACTOS VISTOS
CONTACTOS SUPUESTOS
'TTTT FAll..AS
GALERIAS
CALICATAS
SP/SICIS
• SONDEOS
PERFILES SISMICOS
SUPERFICIE DE REFERENCIA DE LA PRESA
LJ PERFIL-PROYECCION LONGITUDINAL
Fig. 2.3
Plano geológico de planta de una cerrada
48 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
En rocas metamórficas es esencial definir con exactitud las foliaciones que pueden existir. En
bastantes casos su influencia sobre la presa puede ser mayor que la de la estratificación o incluso
que la fracturación.
Los cabeceos de ladera, típicos de las rocas de grano fino, deben ser detectados y posteriormente
analizados. Debe tenerse en cuenta que la presencia de estos fenómenos suele producir estrecha-
mientos de los valles y por tanto lugares idóneos para la ubicación de una presa. El escaso movi-
miento sufrido por la masa rocosa movida y la vegetación, en especial en climas húmedos, hace
dificil detectar el fenómeno.
En rocas ígneas la menor variación litológica facilita el levantamiento. Aunque por lo general los
tipos pétreos presentes no serán muchos hay que situar los enclaves de rocas distintas a la que
constituye el macizo, los diques de cierta entidad, las zonas cubiertas y las alteradas. La
definición de los distintos tipos pétreos debe hacerse con análisis petrográficos.
Las presas tipo arco, particularmente, requieren un estudio más detallado de la exacta definición
de las discontinuidades individuales lo que permite la compartimentación del medio rocoso en
bloques y el estudio de su comportamiento ante los esfuerzos a que será sometido.
Además, en la cartografía geológica, deben señalarse los contactos de las zonas de coluvial y
aluvial, así como las de roca alterada. Este último aspecto puede tener una repercusión
importante especialmente en medios rocosos constituidos por rocas ígneas o por algunas
metamórficas (gneis). Una profunda alteración puede obligar a excavaciones muy importantes.
Conviene investigar a fondo la alteración del macizo que suele estar ligada a la presencia de
Estudios Geológicos y Geotécnicos 49
fracturas, ya que a través de ellas se produce la alteración de la matriz rocosa. La ISRM ha dado
una clasificación del medio rocoso en función de su alteración que se expone en la Tabla 2.5
[R6]. La caracterización del medio rocoso en zonas con distinto grado de alteración puede ser de
gran utilidad a la hora de proyectar. Por ello debe exigirse que en la cartografía geológica figuren
con el grado adjudicado.
Debe aspirarse a que la cartografia geológica sea un instrumento de trabajo para el proyectista.
Por este motivo deben incorporarse a él tanta información del terreno corno sea posible. Así se
incluirán los gráficos de densidades de fracturación indicando la zona a la que representan, los
datos obtenidos en los diversos ensayos amén de los aspectos geológicos ya comentados.
Como complemento del plano geológico deben realizarse perfiles geológicos que muestren la es-
tructura y naturaleza del terreno en profundidad. Dos al menos son imprescindibles: uno según el
eje de la presa y otro coincidente con el río. También son convenientes otros, a lo largo del pie
de aguas abajo y según distintos elementos de la presa como aliviaderos, túnel de desvío, etc. En
ellos se ubicarán los sondeos y los resultados de las demás investigaciones, incluso de los
ensayos de laboratorio.
TABLA2.5
Grados de alteración del medio rocoso
No se aprecian señales de roca alterada: quizás leve teñido en las superficies de las principales
discontinuidades Fresco
11 La tensión, indica alteración de la roca y de las superficies de las discontinuidades. Todo el material Levemente
rocoso puede estar teñido por alteración y puede ser superficialmente más débil que estando sano alterado
111 Menos de la mitad de la matriz rocosa está descompuesta y/o disgregada como un suelo. También se Medianamente
aprecia roca fresca o teñida o ambas, formando un esqueleto discontinuo o núcleos alterado
IV Más de la mitad de la matriz rocosa está descompuesta y/o disgregada como un suelo. También se Altamente
aprecia roca fresca o teñida o ambas, formando un esqueleto discontinuo o núcleos alterado
V Toda la matriz rocosa está descompuesta y/o disgregada. La estructura original de la masa rocosa está Completamente
aún bastante intacta alterado
Vl Toda la matriz rocosa está convertida en suelo. La estructura del medio y la textura de la matriz están Suelo
destruidas. Hay un cambio grande de volumen pero el suelo apenas se ha movido. residual
Es posible que en casos complicados haya que realizar otros cortes que aclaren determinadas
zonas del emplazamiento. Tanto estos cortes como los considerados imprescindibles deben
señalarse en el plano geológico. Sus escalas horizontales y verticales conviene sean iguales ya
que de otra manera la representación de los buzamientos quedaría alterada.
Es de sumo interés que en la cartografia geológica incluya a ser posible, en función de las
investigaciones hechas, una interpretación de la roca subyacente bajo los acarreos y coluviones.
Esta interpretación debe figurar también en los cortes que afecten a la zona del cauce.
LEYENDA o
-
SONDEO
C,tJ.Jc,.TA
o o-�-
1 • t.to,gon �
C3 Oenomin.ción de la foimaci6n
SC4(358,816) �(358,838)
SC1{340)
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220 ---+--1------ PROFUNDIDAD MAlCIMA
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DE ACARREOS
Fig. 2.4
Perfil geológico. Proyección, según la dirección de las capas,
correspondiente al plano de la figura 2.3.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 51
La construcción de presas de fábrica normalmente implica la eliminación de todos los suelos que
puedan existir en la zona de apoyo de la presa y probablemente también en las ubicaciones de las
obras anejas.
En el caso de presas de materiales sueltos, su flexibilidad hace posible construirlas sobre suelos.
Es más, en algunas ocasiones, esta es la única solución razonable. Siempre que los suelos hayan
de permanecer en el entorno de la cerrada y puedan afectar de uno u otro modo a la obra, será
necesario proceder a su caracterización geotécnica,
Estabilidad global del cuerpo de presa. La rotura de las presas de tierra a lo largo de
superficies de deslizamiento que afectan al propio cimiento puede ocurrir (ha ocurrido en
varias ocasiones) cuando la resistencia de los suelos (o zonas de alteración de la roca) es
escasa. El estudio de la resistencia del cimiento, en este sentido es esencial. En particular
es de especial interés identificar posibles mecanismos de rotura progresiva (tensiones
cíclicas debidas al llenado y vaciado) de aquellos materiales que puedan ser susceptibles
de este tipo de comportamiento (en general arcillas de gran actividad y muy
sobreconsolidadas).
Asientos que pueden inducir en el cuerpo de presa. A estos efectos conviene examinar su
deformabilidad. Normalmente, en caso de arcillas blandas, este aspecto se investigará
mediante ensayos edométricos realizados con muestras inalteradas tomadas en sondeos.
Permeabilidad de los suelos que puedan quedar bajo la presa. Esta investigación se hará
mediante ensayos en sondeos aunque este aspecto puede completarse con ensayos de
laboratorio. En casos de especial importancia pueden ser necesarios ensayos de bombeo
y/o pruebas de inyección de mezclas de cemento o de otros productos (inyecciones
químicas) que puedan considerarse adecuados para corregir la permeabilidad, si esto
fuera necesario.
Estabilidad de las excavaciones. Las excavaciones que hayan de realizarse para construir
la obra estarán condicionadas por la resistencia al corte de los materiales más débiles de
las zonas que quedan tras los desmontes. La decisión de los taludes en desmonte a
realizar ha de basarse en datos concretos de estos parámetros que habrán de obtenerse
mediante ensayos in situ o laboratorio.
En los Anejos I y II se relacionan los distintos tipos de ensayos que se pueden realizar, en campo
y en laboratorio, respectivamente, para caracterizar a los suelos del entorno y obtener los pará-
metros de cálculo necesarios para analizar los problemas antes enunciados u otros específicos de
la cerrada en cuestión que se puedan identificar con antelación.
52 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
De entre los problemas específicos que pueden plantearse, quieren considerarse algunos que
pueden ocurrir con mayor frecuencia, dando algunas recomendaciones acerca de la forma en la
que los reconocimientos pueden aportar información para estudiarlos debidamente.
En las presas de fábrica, especialmente en las tipologías de bóveda y arco, la roca del cimiento
puede ser solicitada con tensiones elevadas. Los reconocimientos geológico-geotécnicos deben
suministrar información suficiente relativa a la deformabilidad y resistencia del macizo rocoso
para evaluar el estado tensional correspondiente y valorar la seguridad del cimiento y de la
propia estructura.
La deformabilidad y la resistencia de los macizos rocosos está fuertemente condicionada por las
características de las fracturas que lo atraviesan y no tanto por las correspondientes a la propia
roca.
Dada la complejidad que tiene este tema, diferentes autores han propuesto distintos modelos
teóricos para valorarla. Probablemente es el modelo de Barton [R.7] el más utilizado, si bien
conviene consultar la literatura técnica especializada. Suele ser conveniente hacer ensayos de
laboratorio.
1.- Acciones
2. · Cargas sobre cimentación
3.· Posible rotura del cimiento por extensión
4.· Posible rotura a favor de diaclasas
5.- Posible rotura a lo largo de planos de estratificación
Fig.2.5
Esquema de rotura del cimiento de una presa de gravedad
No todas las juntas influyen de igual manera en el problema de estabilidad de la presa o de sus
obras anejas. Dependiendo de su ubicación y orientación, existirán juntas "críticas", aquéllas
cuya resistencia controla la estabilidad de la obra y existirán otras que juegan un papel
secundario. Es una tarea conveniente identificar aquellas juntas críticas cuya resistencia
conviene conocer. De otro modo el esfuerzo de investigación no sería efectivo.
Como quiera que en los propios planos de separación de la roca, ésta puede ser algo más débil,
conviene analizar la resistencia local de manera indirecta, en el propio plano, con un martillo
54 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
esclerométrico. Un tarado previo para el tipo de roca en cuestión permitirá estimar la resistencia
de la roca en los labios de la junta en función de los resultados de ensayos de compresión simple
en probetas talladas en la roca del entorno próximo.
Cuando la junta está rellena de material más flojo conviene hacer ensayos de resistencia de ese
material. Los ensayos pueden hacerse con muestras representativas remoldeadas (ensayos
triaxiales por ejemplo) o mejor, ensayando testigos de la junta inalterada en la caja de corte o en
otros dispositivos especiales que puedan idearse.
En cualquier caso, si la resistencia de una determinada junta (o familia de juntas) resulta crítica,
entonces debe procederse a la realización de ensayos in situ sobre las juntas en cuestión. Antes
de iniciar las obras, el mejor procedimiento para hacer el ensayo in situ de la resistencia de las
juntas es la ejecución de galerías con cámaras de ensayo especialmente proyectadas para el
trabajo específico en cuestión. Estas excavaciones permitirán además, obtener más información
de interés.
Los ensayos in situ deben ser representativos de las distintas zonas de la cimentación. Están
generalmente encaminados a proporcionar datos sobre las características geomecánicas, tales
corno la resistencia y deformabilidad del medio rocoso y de discontinuidades limpias o con
relleno, que pueden ser utilizadas para verificar la seguridad de la presa y de las estructuras
anejas.
La clase de ensayos a realizar y la cantidad de cada uno de ellos serán función tanto del tipo e
importancia de la presa como de la complejidad que muestre el medio rocoso.
Ensayos de deformabilidad
Los ensayos deben definirse con todo detalle indicando el lugar en que deben realizarse, la zona
o tamaño y tipo concreto del ensayo, las direcciones de carga, la velocidad de aplicación, etc. Es
necesario preparar unas especificaciones técnicas en las que se indique el proceder en la realiza-
ción del ensayo así como los aspectos señalados en el párrafo anterior, ya que los ensayos in situ
suelen ser específicos para cada obra.
En rocas susceptibles de presentar anisotropía, como por ejemplo rocas sedimentarias tableadas
o rocas metamórficas con acusada foliación, los resultados de los ensayos dependen mucho de la
orientación lo cual debe tenerse en cuenta a la hora de analizarlos.
Los ensayos in situ suelen ser costosos por lo cual deben utilizarse cuando la información que
aporten sea esencial para la evaluación del comportamiento de la obra. En cerradas donde se
puede proyectar una presa de materiales sueltos no suele ser necesario estudiar con excesivo
detalle la resistencia y deformabilidad del medio rocoso, por lo que este tipo de ensayos suele
hacerse sólo en algunos casos. Caso contrario son las presas arco-gravedad o bóveda en las
cuales la resistencia y deformabilidad del cimiento pueden ser determinantes, especialmente en
estribos, por lo que los ensayos in situ pueden ser fundamentales. La interpretación de los
resultados debe ser siempre cautelosa, contemplando el posible efecto de escala y la
representatividad de la zona ensayada respecto al conjunto de la cerrada.
En el Anejo I se exponen sucintamente estos ensayos así como los resultados que se obtienen.
Es evidente que existen terrenos permeables por su naturaleza como las gravas, arenas, ciertas
areniscas, o por la evolución que han sufrido, resultado de la cual es la existencia de grandes
huecos, como sucede con las rocas carbonatadas o a favor de discontinuidades del terreno como
fallas o diaclasas, especialmente si están orientadas en la dirección del cauce. Cabe por tanto,
suponer que la presencia de estos materiales en el cierre puede ser causa de tener que hacer una
pantalla, por contra las arcillas y margas por lo general pueden ser garantía de impermeabilidad,
y puede evitarse la realización de una pantalla.
También es evidente que en muchos casos la necesidad de una pantalla no ofrece dudas pero en
otros tal necesidad no es obvia. Houlsby (1990) [R.8] ha preparado una guía, Tabla 2.6, que
orienta sobre cuando debe realizarse una pantalla, partiendo de la importancia que tiene el caudal
que se pierde. Como puede apreciarse y el mismo autor señala, son los casos dudosos en los que
se necesita una mayor matización.
Aunque este tema será tratado en la guía correspondiente a criterios de proyecto, aquí se hará
alusión a los factores geológicos y las características de los materiales que inciden en el diseño
de la pantalla ya que esos factores y esas características son los que deben obtenerse en el
contexto de los reconocimientos, para que con ellos, después, se pueda fijar la profundidad a
alcanzar con la pantalla, la dirección de los taladros de inyección y su disposición en planta.
TABLA2.6
Guía para evaluar la necesidad de una pantalla de impermeabilización
MUY006TOSA
MERECE LA PENA a GASTO DE DE ESCASO VALOR
UNA INYECCION INTENSIVA
f
1 263
LUGEON WGEON
TIERRA· ESCOLI.ERA
o·
o
GRAVEDAD (1)
MEMBRANA EN PARAMENTO
ARCO
CONTRAFUERTES
6
(')
NUCLEO GRUESO NUCLEO DELGADO o
�
o
::s
o·
o
V,
PAAA UNA PAMTAUA
DE UNA ALA
El proyectista de la pantalla de inyección más adecuada para la presa en estudio puede seguir el
camino indicado u otro que, a su criterio, pueda resultar más conveniente. En cualquier caso, la
información necesaria para proceder al proyecto estará basada principalmente en la
caracterización detallada de la permeabilidad (que puede medirse en unidades Lugeon en medios
rocosos fracturados y en términos de coeficientes de permeabilidad en caso de los suelos
permeables).
Las obras auxiliares que se suelen construir en el entorno de las presas pueden ser de gran
importancia y requieren un reconocimiento geológico-geotécnico especialmente dedicado a
resolver la problemática específica que conllevan.
a) Túneles de desvío
Los túneles de desvío suelen atravesar la cerrada de manera que la información obtenida
para la propia presa suele ser de utilidad para resolver el proyecto adecuado de estos
túneles. La información ya obtenida puede ser suficiente pero en general será necesario
completarla con algún estudio específico.
En este sentido conviene que la zona de la cerrada afectada por los túneles que hubiera
que construir sea clasificada con alguno de los sistemas de clasificación geomecánicos al
uso. El sistema RMR [R.9] parece el más indicado al respecto.
e) Cimentaciones
Cabe destacar como obras importantes que se suelen construir como anejas a las presas
de tierra, las tomas y los puentes pasarela asociados. Son frecuentes también las centrales
de pie de presa adosadas, los canales, las cámaras de válvulas, estanques de regulación,
etc, asociados a cualquier tipo de presa.
La cimentación de cada una de esas obras debe quedar suficientemente reconocida reali-
zándose los trabajos de campo y laboratorio que establece la práctica habitual en los
estudios de cimentación de cada uno de esos tipos de estructuras.
No es posible hacer una lista completa de los temas cuya solución puede requerir información
geológico-geotécnica específica. En cada caso puede existir alguna singularidad que requiera un
reconocimiento especial.
Sólo a título orientativo y sin pretender hacer una relación exhaustiva, se quieren citar los
siguientes aspectos que pueden requerir un reconocimiento específico del terreno.
Eficacia de las inyecciones de consolidación con pruebas hechas antes y después del
tratamiento (ensayos geofisicos e incluso ensayos de carga).
Estudios Geológicos y Geotécnicos 59
La construcción de las presas suele comenzar con la preparación de las obras de desvío y las
excavaciones del cimiento de la propia presa así como de otras posibles obras anejas. Por muy
bien estudiado que esté el emplazamiento de una presa sólo se conocerá como es realmente su
cimentación cuando ésta se haya excavado.
En los cimientos de las presas de tierra pueden existir zonas cuyo fondo de excavación quede en
suelos. Los suelos existentes en los fondos de excavación deben identificarse con los oportunos
ensayos de laboratorio. También conviene determinar su densidad y humedad naturales (método
de la arena o en su defecto el método nuclear contrastado localmente). Con estos datos deben
prepararse planos de planta que definan con precisión suficiente los suelos que después se
cubrirán con el cuerpo de la presa. Cuando se realicen zanjas o pantallas (pantallas de
impermeabilización continua) conviene, además, describir los suelos encontrados mediante
perfiles geológico-geotécnicos detallados, lo que conllevará la realización de los ensayos de
laboratorio pertinentes.
Los afloramientos rocosos que hayan de servir de apoyo a la presa han de cartografiarse con
detalle antes de que sean cubiertos. Esta tarea es especialmente importante en el apoyo de los
núcleos de las presas de materiales sueltos y en el apoyo de los bloques de hormigón de las
presas de fábrica. La metodología a seguir debe ser similar en ambos casos. Este levantamiento
deberá efectuarse con la roca completamente limpia por lo cual deberá hacerse irunediatamente
antes de proceder al hormigonado o a su cubrición con el núcleo, aprovechando la limpieza que
para tal fin se hace de la roca. Debe realizarse con apoyo topográfico que ayude a situar con
exactitud los distintos elementos que deben ser tenidos en cuenta. Para mayor eficacia en el
trabajo, el geólogo señalará con pintura los puntos a tomar a la vez que realiza un croquis.
Posterior o simultáneamente el topógrafo puede proceder a tomar los puntos marcados.
El levantamiento puede hacerse por bloques y puede ser de gran ayuda el señalar una cuadrícula
en la superficie, que facilite el trabajo del geólogo para croquizar la cimentación. También debe
indicarse, con pintura o mediante señal móvil, el norte magnético y la dirección del río.
Los elementos que deben reflejarse en el plano de cimentación dependerán del tipo de presa y las
características del terreno. Entre otros puede señalarse los siguientes:
En los planos del levantamiento geológico debe incluirse la situación de las investigaciones que
se hayan podido realizar en esta etapa. Se recomienda acompañar cada plano con una fotografia,
lo más vertical posible, del bloque que se esté levantando. En esa fotografia debe quedar refleja-
da la cuadrícula y los puntos señalados para la restitución topográfica. Igualmente deben
incluirse fotografias puntuales de aquellas zonas que se consideren más relevantes y aporten
mayor información al conocimiento del cimiento. En ocasiones será interesante realizar pares
fotográficos que permitan la posterior visión del relieve.
Simultáneamente al levantamiento del plano geológico deben medirse las roturas de carácter
menor que permitan dibujar gráficos de densidades de fracturación. Estos gráficos son de gran
utilidad a la hora de diseñar los posteriores tratamientos de la cimentación. A la vez se podrán
indicar las partes del cimiento que necesitan retoques, como por ejemplo la eliminación de
bloques sueltos, la cubrición con malla de zonas de densa fracturación o rellenos de fallas, etc.
La excavación del cimiento de la presa abre una oportunidad para confirmar los datos de
resistencia con los que se ha realizado el proyecto. Las zonas cuya resistencia es más crítica
Estudios Geológicos y Geotécnicos 61
(juntas que pudieran controlar la estabilidad) quedan más accesibles y puede ser conveniente
ensayar nuevamente su resistencia. Puede ser también adecuado realizar ensayos de
defonnabilidad sobre el cimiento una vez descubierto por la excavación.
No se puede recomendar, de manera general, que estos ensayos se hagan o se omitan. Son las
circunstancias concretas de cada caso las que pueden decidir si esta nueva oportunidad se
aprovecha o no para completar la caracterización del cimiento. Se han realizado ensayos de este
tipo en algunas presas al abrir las excavaciones. En otros casos este tipo de ensayo, posteriores a
las excavaciones e incluso después de la construcción, se han realizado únicamente tras
advertirse los primeros síntomas de comportamiento patológico.
A pesar de la buena calidad de un macizo constituido por rocas competentes los trabajos de
excavación afectan a la roca en mayor o menor profundidad, según haya sido el cuidado puesto
en realizar tales trabajos, el tipo de roca y lo fracturada o alterada que se encuentre. Por ello
puede ser necesario hacer una regeneración de la roca mediante inyecciones (tratamiento de
consolidación) que a la vez mejore la adherencia hormigón-roca. Por ello es conveniente
conocer la profundidad de la roca afectada y las posibilidades de admisión de lechadas, siendo
adecuado hacer sondeos cortos, geofisica e inyecciones de prueba.
Después de realizar las pruebas de consolidación conviene perforar unos taladros de control para
analizar el estado en que queda el cimiento inyectado, pudiendo completar está investigación
con prospección sísmica.
En caso de que existan fracturas con rellenos de un cierto espesor, constituido por material
blando, convendría proceder a su lavado previamente a efectuar las inyecciones. Para ello se
inyectará agua en los taladros dando lugar a una circulación que vaya arrastrando el material de
relleno. Las pruebas comentadas pueden hacerse sobre parte de estos accidentes para ver la
eficacia de distintos procedimientos.
Las pruebas que pueden hacerse consistirían, precisamente, en tantear diferentes procedimientos
de perforación e inyección y contrastar sus resultados con ensayos de permeabilidad realizados
antes y después del tratamiento. La ubicación más lógica de estas pruebas será en la propia
pantalla que se piensa construir, eligiendo aquellas zonas que puedan resultar más
representativas de los distintos tipos de roca a impermeabilizar.
Dependiendo de las circunstancias concretas de cada caso, puede ser conveniente realizar algún
tipo de prospección específica una vez que la excavación esté abierta. Puede tratarse del
reconocimiento específico de alguna singularidad local (relleno de alguna falla, zona de
alteración de algún paquete de roca, posibles conductos de disolución, etc). Dependiendo de la
importancia de la singularidad en cuestión y del tipo de problema que pueda causar, el
reconocimiento específico debe plantearse de una u otra manera. Únicamente cabe advertir que
este tipo de reconocimientos son más fáciles de realizar con la obra en marcha que después de la
construcción cuando los medios disponibles y las posibilidades de acceso son más reducidos.
El Archivo Técnico de la presa debe constituirse durante la construcción y debe contener, como
mínimo, los siguientes documentos de tipo geológico-geotécnico:
1.- Los informes que se utilizaron para elaborar el proyecto de construcción que,
normalmente, estarán integrados en dicho proyecto.
2.- La cartografía detallada de los fondos de excavación junto con los reconocimientos
geofísicos que se hayan realizado tal como se indica en los puntos 2.6.1 y 2.6.2.
3.- Los resultados de los ensayos y análisis realizados durante la construcción para
corroborar los parámetros de cálculo utilizados en proyecto para justificar la estabilidad
de la presa y de sus obras anejas, tal como se indica en el punto 2.6.3. Esta información
puede englobarse en el conjunto de ensayos de "comprobación de la calidad de las obras"
a los que hace referencia el Reglamento Técnico (Apdo 5.4.c).
4.- Un informe relativo al tratamiento del cimiento que incluya los detalles de las
inyecciones de consolidación que hayan podido realizarse así como de las pantallas de
impermeabilización y drenaje que se hayan construido. Es recomendable que este
informe haga una previsión de las posibles tareas de inyección pendientes o de otros
tratamientos del terreno, que convenga realizar durante la puesta en carga y/o durante la
explotación del embalse.
5.- Cualquier otra información adicional del terreno obtenida durante la ejecución de las
obras. En particular aquella que haya motivado alguna modificación de la obra
proyectada.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 63
El Archivo Técnico de la presa será después completado durante las fases de puesta en carga, ex-
plotación y eventual abandono de Ja presa añadiendo los resultados de los reconocimientos del
terreno que se hayan realizado para cumplir los requisitos de seguridad que estipula el
Reglamento Técnico.
Es posible que, una vez finalizada la construcción de una presa, sea necesario hacer nuevos reco-
nocimientos del terreno. En lo que sigue se identifican algunas de esas situaciones.
Un aspecto esencial a contemplar, ligado al terreno, son las posibles filtraciones aguas abajo.
Estas pueden haber surgido al efectuar el llenado o puede tratarse de fuentes ya existentes que
ven aumentado su caudal. Por este motivo es conveniente hacer un inventario de los manantiales
próximos al vaso y susceptibles de presentar alguna conexión con él. Se debe realizar un control
antes y después del llenado, manteniendo este último durante algún tiempo.
Durante la fase de puesta en carga de la presa no es usual que se necesiten nuevos reconocimien-
tos del terreno o de la propia presa salvo que se observen comportamientos anómalos que
requieran ser investigados. Los comportamientos anómalos suelen detectarse, en la mayoría de
los casos, mediante observación directa y en ocasiones menos frecuentes, a través de los datos de
la auscultación. La explicación de esos comportamientos podrá hacerse con garantías suficientes
apoyándose exclusivamente en la información existente en el Archivo Técnico de la presa pero
puede ser necesario, en circunstancias excepcionales, realizar reconocimientos específicos. Tales
reconocimientos deben ser planificados de acuerdo con las circunstancias concretas de cada
caso.
Siempre que la presa haya pasado por una situación de emergencia se debe hacer una revisión
especial que puede requerir, en algunas circunstancias, reconocimientos del terreno para
investigar algún daño local.
Los movimientos sísmicos, las elevaciones súbitas de nivel de las aguas provocados por riadas o
los vaciados rápidos pueden dar lugar a deslizamientos en el embalse. Por este motivo con-
vendrá efectuar un reconocimiento del vaso después de alguna de las situaciones indicadas.
64 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
El Reglamento estipula que, con cierta regularidad, se haga una revisión y análisis general de la
seguridad de la presa y el embalse. Este trabajo debe ser realizado por un equipo técnico
independiente del equipo técnico de explotación y debe concluir con el informe correspondiente.
En el informe de revisión se deben indicar expresamente las modificaciones que sea necesario
realizar para garantizar la seguridad de la presa.
Normalmente, estas revisiones periódicas comenzaran por una inspección visual de la presa y de
sus obras anejas, dejando constancia documental de ella en los escritos, dibujos, croquis,
fotografías, videos, etc, que sean adecuados para que terceros puedan conocer con el mayor
detalle posible, el resultado de esa inspección.
Una parte esencial de la revisión consistirá en el examen de los documentos que existen en el ar-
chivo técnico de la presa. El equipo técnico que realice la revisión debe comprobar si existen los
documentos relativos al terreno que se han mencionado en esta Guía y debe evaluar su precisión.
Como ayuda en este tipo de revisión, en la tabla 2.7. se incluye una posible lista de comproba-
ción y un posible criterio de calificación de los distintos documentos relacionados con el terreno.
A estos efectos las clases de reconocimiento 1, II y III descritas en el apartado 2.1.1. pueden
considerarse equiparables a las calificaciones 1, TI y ID indicadas en la Tabla precedente.
En presas que hayan sido ya revisadas con anterioridad, la nueva revisión puede extenderse
únicamente al período posterior a la revisión anterior, salvo que alguna circunstancia
excepcional motive una investigación más amplia.
En las presas que tengan un Archivo Técnico actualizado se evitará la realización de nuevos
reconocimientos del terreno; su seguridad podrá evaluarse con sólo la información técnica
existente. En presas con un Archivo Técnico deficiente, en particular algunas presas antiguas, es
recomendable proceder a realizar los reconocimientos geológico-geotécnicos necesarios para
completar la documentación existente. En el apartado que sigue se hacen algunas
recomendaciones relativas a los reconocimientos necesarios para evaluar la seguridad de presas
que están en explotación y que presentan deficiencias en su Archivo Técnico.
Estudios Geológicos y Geotécnicos 65
TABLA2.7
Evaluación del Archivo Técnico de la presa
Documentos Calificación
1 1
1
1
n 1
111
1
o 1
Calificación:
Debe tener el mismo alcance que se indica en el apartado 2.2. de este Capítulo de la
Guía. En los temas de permeabilidad del vaso y la cerrada, los estudios que allí se
requieren pueden ser sustituidos por un adecuado análisis e interpretación de los datos de
observación de la presa. Algo similar puede hacerse en lo que respecta a los estudios
relativos a la estabilidad de las laderas del vaso; los datos de observación habidos
durante la explotación podrían suplir los reconocimientos de otra forma necesarios.
Evidentemente, los estudios de zonas de préstamo de materiales pueden no ser ya
necesarios en presas en explotación salvo que hayan de realizarse nuevas obras para
garantizar su seguridad.
66 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
La estructura geológica de la cerrada debe ser conocida con el mismo grado de detaJle
para explotar una presa que para construirla. Únicamente en aquellas presas que lleven
ya cierto tiempo en explotación y que hayan superado sin incidentes notables uno o
varios llenados completos pueden explotarse con una caracterización resumida que, en
cualquier caso, debe contener el Archivo Técnico de la presa. Se recomienda que en ese
mínimo consten al menos los siguientes elementos:
Dependiendo del tipo de presa y del tipo de obras auxiliares correspondientes, así como
de los accesos, puede ser necesario ampliar el Archivo Técnico de la presa para describir
las cimentaciones de las estructuras anejas, los rasgos geológicos de posibles túneles
(desagües de fondo o tomas), así como los aspectos geológico-gcotécnicos más
necesarios de los accesos, prestando especial atención a aquellas zonas que presenten
algún síntoma de inestabilidad.
El abandono de las presas requiere un proyecto que defina los trabajos a realizar para su puesta
en fuera de servicio. Este proyecto puede requerir estudios específicos del terreno.
Los estudios del terreno necesarios para el proyecto de puesta en fuera de servicio serán aquellos
que permitan asegurar que la presa resultará estable tras el abandono salvo que.
excepcionalmente, se pueda demostrar que su rotura no causa daños inadmisibles.
Para asegurar la estabilidad de una obra abandonada será necesario conocer la presa y sus
cimientos con cierto grado de detalle. En este sentido las recomendaciones dadas en los
apartados precedentes pueden ser de utilidad.
68 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
3.1. Introducción
Las presas y los embalses han de ser sismorresistentes; así lo establece el Reglamento Técnico
sobre Seguridad de Presas y Embalses (Art. 18). El ingeniero ha de comprobar, mediante las
investigaciones y los estudios que sean necesarios, que esta seguridad existe. Los caminos que
pueden seguirse para verificar la seguridad frente a los terremotos pueden ser muy variados y de
ahí la necesidad de definir unos requisitos mínimos que hayan de cumplir los estudios sísmicos
de las presas.
Para cumplir las prescripciones del nuevo Reglamento sobre seguridad de presas y embalses es
preciso "comprobar el comportamiento" frente a los efectos producidos por las acciones sís-
micas. Aquí no se ampliará este concepto; las comprobaciones que hayan de hacerse son objeto
de la guía de criterios de proyecto. Sin embargo, para hacer las comprobaciones pertinentes será
necesario definir los "parámetros de cálculo" del sismo o de los sismos correspondientes. Es
objeto de esta guía ayudar en esa definición.
La definición completa del movimiento que puede causar un terremoto en un determinado lugar
requeriría la utilización de un gran número de datos. A efectos prácticos la definición puede
simplificarse y para la mayor parte de las aplicaciones será suficiente conocer el espectro de res-
70 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
puesta elástico y la aceleración sísmica (con sus componentes horizontal y vertical). Estos datos
son los que se contemplan en esta guía y los que son objeto de definición en lo que sigue. En
aquellos casos en los que por alguna circunstancia sea necesario conocer otros datos del
terremoto (duración, por ejemplo) será necesario recurrir a las publicaciones técnicas que traten
del tema para obtener cierta información.
En este Capítulo se definen los procedimientos que se creen más recomendables para definir los
parámetros de cálculo de la acción sísmica. Estos procedimientos serán diferentes en función de
la sismicidad de la zona y de la categoría de la presa. Para describirlos se ha creído conveniente
la ordenación siguiente:
En los apartados 3.2. y 3.3. se incluyen unas consideraciones de tipo general que se creen
necesarias para el desarrollo posterior.
En el apartado 3 .3. se identifican aquellas zonas que por su baja sismicidad hacen que no
sea necesario considerar el efecto sísmico en ningún tipo de presa.
En el apartado 3.4. se consideran las presas de categorías "B" y "C" situadas en las zonas
de sismicidad media o elevada. Para estas situaciones se cree suficiente una definición
sumaria de la acción sísmica tal como se apunta en ese apartado.
En el apartado 3.9. se dan algunas recomendaciones que pueden servir de guía para
realizar los estudios sismotectónicos que el nuevo Reglamento requiere para las presas
de categoría A situadas en zonas de sismicidad elevada.
Dado que es obligatorio considerar los efectos producidos por la posible sismicidad
inducida por los embalses, en esta guía se apuntan algunas ideas al respecto en el
apartado 3.8.
Se ha creído conveniente incluir en cada parte algunas consideraciones sobre las comproba-
ciones a realizar con las acciones sísmicas. Aunque este tema es propio de los criterios de
proyecto, se han querido adelantar algunas consideraciones que deben ser tenidas en cuenta
complementariamente a lo que en la guía nº 2 "Criterios para proyecto de presas y sus obras
anejas" se diga a este respecto.
Estudios de sismicidad 71
3.2. Normativa
En las zonas de sismicidad baja, según la Instrucción, no es necesario tener en cuenta las
posibles acciones sísmicas.
En las zonas de sismicidad media, la Instrucción indica que se calculen las estructuras vitales
para la seguridad para un sismo cuyo período de retomo sea T = 500 años. A efectos orientativos
se dice que la aceleración sísmica horizontal estará comprendida entre el 5% y el 10% de la
aceleración de la gravedad. La componente vertical de la aceleración sísmica sería la mitad de la
horizontal.
En las zonas de alta sismicidad se indica que ha de realizarse un estudio sismológico y tectónico
que justifique las acciones previsibles.
La aceleración sísmica horizontal es, lógicamente, variable durante el terremoto. En la Instrucción de 1967 se pretendía dar un valor
de la aceleración sísmica horizontal "equivalente". Ese valor se utilizaba después para hacer un cálculo seudocsiático equivalente y por
lo tanto debe interpretarse como la aceleración constante que produce un efecto similar al real en ciertos problemas de estabilidad En
la tecnología más reciente se define la acción sísmica mediante una aceleración sísmica horizontal más próxima a la máxima (cierto
valor característico). Ambos conceptos son diferentes aunque se haya mantenido el mismo nombre. Esto explica que los valores
actuales de las aceleraciones sísmicas (las que se indican en esta guía) sean claramente superiores (del orden del doble) a los que en su
día se incluían en la Instrucción de 1967.
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MAPA DE PELIGROSIDAD SÍSMICA
NCSE. 1994 s:
�
VI
Fig. 3.1
Estudios de sismicidad 73
El significado de estos dos parámetros es complejo y por eso se remite al lector a las expli-
caciones de la Norma. De todas formas conviene incluir aquí una breve reseña.
2
logro as = 0.30103 I - 0.2321 (a en cm/s)
Tabla 3.1
Valores de la aceleración sísmica básica
VI 0.04g
VII 0.08g
VIII O.IS g
IX 0.31 g
Los mapas de intensidad MSK de la antigua Norma PDS 1-197 4 [R.2] y de la Instrucción ( 1967)
[R.3] pasan ahora a ser mapas de aceleraciones sísmicas básicas o, como se denomina en la
nueva Norma, mapas de peligrosidad sísmica.
Se dice también, en nuestra Norma, que de acuerdo con los estudios de sismicidad realizados,
para períodos de retomo, PR, distintos de 500 años se podría obtener la aceleración sísmica
básica multiplicando el valor listado en su catálogo de municipios por el factor (PR/500)°-37•
El otro parámetro que da la Norma, el factor de contribución K, trata de considerar el efecto que
tiene, en cada población, la sismicidad asociada a la falla Azores-Gibraltar que ha causado
grandes terremotos con cierta regularidad. El factor K afecta al contenido de frecuencias del
terremoto y, por lo tanto, se utiliza en la definición del espectro de respuesta con el que se deben
hacer los cálculos. No es obligatorio, para el caso específico de las presas, utilizar el factor K;
sólo es de uso obligado en los edificios. Más adelante se explicarán brevemente las razones que
llevan a recomendar su uso, con alguna modificación, para aplicarlo también al caso de las pre-
sas.
74 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
La Norma NCSE-94 especifica que para "calcular" las presas se adopte una "aceleración sísmica
de cálculo", 8<:, mayor que la "aceleración sísmica básica", as. El factor de mayoración es
denominado "e". Esto es:
Ge=€· as
(ten años)
Como se ve, esta ley de variación de la acción sísmica con el tiempo es la misma que ya se
mencionó al considerar el efecto del período de retomo en la definición de ab.
La NCSE-94 califica a las presas como "construcciones de especial importancia" ya que supone
que su destrucción interrumpiría un servicio importante y produciría efectos catastróficos. Se
dice, además, que, para el cálculo de las presas, se suponga siempre t � 100 años. Como
consecuencia el factor "E" resulta igual a 1.3 y la aceleración sísmica de cálculo es:
Con esta idea, parece deducirse que la intención de la NCSE-94 es que la probabilidad de que la
aceleración sísmica de cálculo sea sobrepasada, sea menor que 10·3 por año, en todas las presas.
No parece que la normativa europea dedique una parte expresa a los estudios sísmicos de las
presas y de los embalses. Será sin embargo de aplicación a las estructuras auxiliares de las
presas.
Probablemente sea de aplicación a las presas y los embalses la parte 1.1 del eurocódigo E-8,
titulada "acciones sísmicas". Es de esperar que en este aspecto el eurocódigo y la NCSE-94 sean
compatibles.
Estudios de sismicidad 75
18. 1 Se comprobará el comportamiento de la presa frente a los efectos producidos por las
acciones sísmicas tanto sobre la presa misma como sobre el embalse. de conformidad
con la normativa sismorresistente en vigor.
18.2 En las zonas de sismicidad elevada, y para las presas clasificadas en la categoría A, se
realizarán los estudios sismotectónicos necesarios para determinar la sismicidad en la
zona y los seismos de proyecto, con sus parámetros de cálculo correspondientes.
18.3 Se considerarán los efectos producidos por la posible sismicidad inducida por el
embalse.
De esta redacción puede deducirse que tanto el antiguo mapa de zonas sísmicas de la Instrucción
de 1967 como los valores de las aceleraciones horizontales que allí se indicaban quedan
derogados, ateniéndose ahora a lo que indique la normativa sismorresistente en vigor que es la
NCSE-94.
La peligrosidad sísmica es diferente de unos lugares a otros y ha sido práctica habitual calificar
los territorios en función de esa peligrosidad. Así se hizo en la antigua Instrucción, así se hace en
la nueva Norma NCSE-94 y así se sugiere también en los borradores del Eurocódigo E-8. En
este apartado se recomienda clasificar la peligrosidad sísmica del territorio nacional, a los
efectos de la comprobación sismorresistente de las presas, los embalses y sus obras anejas, en
tres grupos según se detalla a continuación.
Se pretende definir como zonas de baja sismicidad aquellas en las que no se necesitaría
hacer una comprobación expresa del comportamiento sísmico de las presas, los vasos o
las obras anejas. El umbral de peligrosidad que delimita estas zonas ha de ser fijado por
la experiencia. Las presas, en general, soportan bien los sismos.
Estudios realizados para analizar la relación existente entre el daño en las presas
afectadas y .la magnitud del terremoto (aproximadamente) indican que, siendo mucho
76 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
más frecuentes los sismos de magnitudes bajas, los daños que se han listado sólo ocurren
con magnitudes superiores a 5. Aunque es dificil correlacionar estas magnitudes con las
aceleraciones que el sismo haya podido causar en las presas, se intuye que existe un
umbral mínimo necesario para que se pueda producir algún daño de consideración en
alguna presa.
En España apenas existen datos de presas afectadas por terremotos aunque existen
algunos acelerogramas registrados (terremoto de Almuñecar de 1984, que dio lugar en la
presa de Beznar, a 0.02 g de aceleración, y terremoto de Almería de 1993, que causó una
aceleración de 0.06 g, entre otros). [R.5].
La experiencia pasada relativa a los daños que causan los terremotos en las estructuras
construidas por el hombre y en la naturaleza se ha ido acumulando en las escalas de
intensidad. En Europa, de manera oficial, se utiliza la escala de intensidades MSK
donde, a cada grado de la escala, se le atribuyen ciertos daños. En otros países son de uso
escalas similares, como la Mercalli modificada. Los daños atribuibles a cada intensidad
pueden verse en los textos que definen estas escalas.
De la lectura de esa experiencia puede colegirse que para la intensidad sísmica VII de la
escala MSK se puede producir algún deslizamiento ocasional de las obras de tierra;
algún terraplén a media ladera especialmente poco estable puede deslizar como
consecuencia de un terremoto que provoque esa intensidad. La aceleración horizontal de
cálculo que se asocia a esta intensidad es 0.08 g. Con esta idea puede decirse que en
aquellos emplazamientos donde la aceleración sísmica de cálculo resulte menor que
0.08 g no sería necesario hacer ninguna consideración expresa del sismo. Las estructuras
bien construidas deben soportar sin deterioro esta intensidad y esta aceleración sísmica.
En la Norma NCSE-94 se identifica una amplia zona del territorio nacional donde la
aceleración sísmica básica es menor que 0.04 g. Este umbral de aceleración corresponde
a sismos cuya intensidad fuese aproximadamente VI (MSK). Es dificil que en esas zonas
se produzca un sismo cuya intensidad supere el grado VII. La probabilidad de ocurrencia
de un sismo que provoque en el emplazamiento el grado VIII debe considerarse
prácticamente nula.
En consecuencia se propone que todas aquellas zonas que la NCSE-94 identifica con ab
< 0.04 g sean consideradas como zonas de baja sisrnicidad. En ellas no sería necesario
hacer ninguna comprobación expresa del efecto sísmico excepto si la presa en cuestión
es especialmente sensible a la acción sísmica (rellenos hidráulicos, por ejemplo).
El Reglamento sobre seguridad de presas y embalses indica que las presas de categoría A
en zonas de elevada sismicidad deben ser objeto de una consideración especial.
Conviene definir qué se entiende por "elevada sismicidad".
Estudios de sismicidad 77
El Eurocódigo E-8, según los borradores consultados, califica como elevada sismicidad
aquellas zonas donde tal aceleración efectiva de pico es superior a 0.20 g.
El mapa de peligrosidad sísmica de la NCSE-94 indica tres categorías separadas por las
aceleraciones sísmicas básicas de 0.04 g y 0.13 g.
Evidentemente, una vez definidas las dos zonas antes mencionadas, cabe recomendar
que se denomine como "sismicidad media" aquellas zonas en las que la aceleración
sísmica básica esté comprendida en el intervalo siguiente:
Parece evidente que las presas que queden clasificadas en la categoría "C" es decir, aquellas cuya
rotura o funcionamiento incorrecto puede producir daños materiales de moderada importancia y
sólo incidentalmente pérdida de vidas humanas, no serían equiparables a las construcciones de
"especial importancia" definidas en la NCSE-94. A pesar de ello y viendo que se podría incurrir
en el incumplimiento de la normativa legal se recomienda que las presas de categorías B y C
sean consideradas como construcciones de especial importancia a la hora de definir el terremoto
de cálculo.
Siguiendo la idea de la NCSE-94, y cumpliendo con la filosofía que inspira el Reglamento sobre
seguridad de presas y embalses, se recomienda que las presas de categoría B ó C se comprueben
frente a la acción sísmica de un terremoto cuya aceleración horizontal de cálculo sea la siguiente:
78 Guia Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
siendo "as" la aceleración sísmica básica que se indica en la NCSE-94 para cada punto del
territorio nacional.
Para aquellos casos en que sea necesario utilizar la componente vertical de la aceleración, se
supondrá que ésta es un 70% de la componente horizontal.
En caso de ser necesario utilizar un espectro de respuesta se recomienda utilizar el que se define
en la NCSE-94 con alguna modificación tal como se indica a continuación. (Fig. 3.2).
Aceleración espectral/
Sísmica de calculo (a/ac)
a
Se
Amortiguamiento, O = 5%
Período
ex
Fig. 3.2
Espectro de respuesta propuesto
Estudios de sismicidad 79
El espectro de la NCSE-94 está basado en el mejor análisis que hoy puede hacerse de la
sismicidad española y por lo tanto es dificilmente mejorable salvo que se haga un estudio
especial que lo justifique en algún emplazamiento concreto.
La única corrección que se recomienda hacer en su aplicación a las presas está en la zona de
altos períodos de vibración donde la información existente es menos segura y donde, además,
pueden estar modos principales de vibración de algunas presas. En esa zona se ha optado, tal co-
mo ya queda recogido en el diagrama precedente, por una postura más conservadora que se
indica en algunas publicaciones técnicas (variación de la aceleración espectral con (T1ff)213 en
lugar de Ti/T) y donde además se ha fijado un umbral de aceleración espectral mínimo igual al
20% de la aceleración de cálculo (así se propone también en el mencionado borrador del
Eurocódigo E-8).
En caso de ser necesario utilizar acelerogramas de cálculo para hacer las comprobaciones
oportunas se recomienda utilizar acelerogramas sintéticos que se ajusten al espectro anterior. Se
recomienda también que la comprobación se haga al menos con varios acelerogramas obtenidos
por distintos procedimientos y utilizar como resultado para la comprobación de la seguridad un
valor medio del que se obtenga con cada uno de ellos.
El nuevo Reglamento sobre seguridad de presas y embalses indica que las presas de categoría A
han de comprobarse frente a la acción de dos sismos diferentes. Uno que sería el mismo que se
utilizaría en caso de tratarse de presas de categoría inferior y otro "seísmo extremo
razonablemente superior".
El primero de los terremotos mencionados conviene que sea llamado Terremoto de Proyecto, el
otro mayor conviene llamarlo Terremoto Extremo. Sobre estos dos conceptos y sobre la forma
de evaluarlos se dan a continuación algunas recomendaciones.
El espectro de la NCSE-94 está basado en el mejor análisis que hoy puede hacerse de la
sismicidad española y por lo tanto es dificilmente mejorable salvo que se haga un estudio
especial que lo justifique en algún emplazamiento concreto.
La única corrección que se recomienda hacer en su aplicación a las presas está en la zona de
altos períodos de vibración donde la información existente es menos segura y donde, además,
pueden estar modos principales de vibración de algunas presas. En esa zona se ha optado, tal co-
mo ya queda recogido en el diagrama precedente, por una postura más conservadora que se
indica en algunas publicaciones técnicas (variación de la aceleración espectral con (T1ff)213 en
lugar de Ti/T) y donde además se ha fijado un umbral de aceleración espectral mínimo igual al
20% de la aceleración de cálculo (así se propone también en el mencionado borrador del
Eurocódigo E-8).
En caso de ser necesario utilizar acelerogramas de cálculo para hacer las comprobaciones
oportunas se recomienda utilizar acelerogramas sintéticos que se ajusten al espectro anterior. Se
recomienda también que la comprobación se haga al menos con varios acelerogramas obtenidos
por distintos procedimientos y utilizar como resultado para la comprobación de la seguridad un
valor medio del que se obtenga con cada uno de ellos.
El nuevo Reglamento sobre seguridad de presas y embalses indica que las presas de categoría A
han de comprobarse frente a la acción de dos sismos diferentes. Uno que sería el mismo que se
utilizaría en caso de tratarse de presas de categoría inferior y otro "seísmo extremo
razonablemente superior".
El primero de los terremotos mencionados conviene que sea llamado Terremoto de Proyecto, el
otro mayor conviene llamarlo Terremoto Extremo. Sobre estos dos conceptos y sobre la forma
de evaluarlos se dan a continuación algunas recomendaciones.
earthquake) o DBE (design basis earthquake) en la bibliografía en inglés [R.6) y que podría
traducirse como terremoto de operación o mejor y más simple como Terremoto de Proyecto, TP.
El otro, menos :frecuente, se considera en el apartado que sigue.
El criterio que lleva a definir el terremoto de proyecto es, normalmente, el período de retomo
correspondiente. Dependiendo del riesgo aceptable este período puede oscilar entre l 00 años (el
ICOLD recomienda períodos de retomo bastante bajos) y más de diez veces esa cantidad.
No es excesivamente grave fijar un periodo de retomo más o menos alto. Importa conocerlo y,
en consecuencia exigir después coeficientes de seguridad o garantías de comportamiento frente a
él más o menos severas en función del período de retomo que se considere.
La aceleración sísmica de cálculo a, que la NCSE-94 indica para las presas tiene teóricamente un
período de retorno del orden de T = 1.000 años. Este período de retorno parece adecuado para el
sismo de proyecto a considerar en la comprobación del comportamiento correcto de las presas
que queden clasificadas en la categoría A. En consecuencia, el terremoto de proyecto para las
presas de categoría A sería el mismo que se define en el apartado 3.4. para las presas de
categoría inferior, excepto cuando estén situadas en zonas de sismicidad elevada en cuyo caso
sería de aplicación lo que más adelante se indica en el apartado 3.6.
En la práctica habitual del análisis de estructuras de alto riesgo se considera un sismo mayor que
el de proyecto para hacer unas comprobaciones extremas. Aunque este sismo provoque daños
graves debe existir cierta garantía de que no provoca una rotura catastrófica.
Este sismo se denomina en la tecnología nuclear americana con las iniciales SSE (Safe Shut-
down Earthquake) que podría traducirse como terremoto de parada segura. También existe el
concepto de MCE (maximum credible earthquake). Este terremoto se suele evaluar como el
máximo posible o el máximo creíble, etc ... Aquí, en esta guía, se recomienda denominar a este
evento como "Terremoto extremo" TE.
Aquí se aclara que, salvo en las zonas de sismicidad elevada que más adelante se definen, se
considera que un sismo es razonablemente superior al terremoto de proyecto cuando su probabi-
lidad de ocurre�cia es un orden de magnitud inferior (o su período de retorno un orden de
Estudios de sismicidad 81
magnitud superior) que el sismo anterior. Esto es, sismos cuyo período de retomo esté en el
entorno de los 10.000 años. La información existente en España no permite, sin estudios
específicos, evaluar la aceleración sísmica de seísmos tan poco frecuentes. La fórmula de
extrapolación temporal que recoge la NCSE-94 es necesariamente conservadora en las zonas de
altos períodos de retorno.
En las zonas de sismicidad baja y moderada, el terremoto de período de retorno de 500 años es
muy próximo al máximo terremoto fisicamente posible. Es dificil que, en esas zonas, puedan
producirse intensidades MSK que sean superiores en un grado a la correspondiente al sismo de
500 años. Un grado más, en esa escala, supondría duplicar la aceleración horizontal
correspondiente.
a, (extrema) = 2 ab
Esta relación no es válida para las zonas de elevada sismicidad donde se debe realizar un estudio
específico tal como se indica en el apartado 3.7.
Los espectros de respuesta correspondientes a este sismo extremo y los acelerogramas de cálculo
que pudieran ser necesarios, pueden obtenerse como se indica en el apartado 3.4.2.
Las Tablas 3.2 y 3.3 resumen los períodos de retorno y las aceleraciones de cálculo
recomendadas, respectivamente, en las distintas situaciones de clasificación de las presas y de
las zonas sísmicas que pueden presentarse.
3. 7. Estudios sismotectónicos
Es difícil conocer la "acción sísmica" esperable en un determinado lugar con mejor precisión que
la indicada en la Norma NCSE-94. De todas formas, en los casos especiales de presas de clase A
en las zonas de alta sismicidad conviene y así se indica en el Reglamento sobre Seguridad, hacer
un esfuerzo por conseguirlo.
82 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Tabla 3.2
Resumen de los períodos de retorno
de los sismos de cálculo
Sismicidad
Clasificación de la presa
Baja Media Elevada
c
TP = 1.000 años
B N.A.
TP = 1.000 años TP = 1.000 años
A
TE= 3.000 a 5.000 años TE= 10.000 años
Tabla 3.3
Resumen de las aceleraciones de cálculo
(componente horizontal)
Sismicidad
Clasificación de la presa
Baja Media Elevada
e
TP, a, = 1.3 a,
N.A.
B
TP, a, = 1.3 ab
A E.E.
TE, a, = 2 as
Para definir la acción sísmica con mayor detalle y, dentro de lo posible, con igual o mayor rigor
que Jo hace la Norma NCSE-94, se requiere la colaboración de expertos que tengan ya un
conocimiento previo importante de estas materias. Los trabajos que deben llevarse a cabo para
mejorar el conocimiento de la posible acción sísmica, serían, entre otros, los que se consideran
en los epígrafes siguientes.
Estudios de sismicidad 83
a) Sismicidad local
Buena parte de la historia de los sismos españoles está registrada en varias publicaciones.
La mayoría de los sismos importantes están bien catalogados en el archivo bibliográfico
del IGN, donde existe una descripción suficiente de los parámetros principales. De todas
formas, para mejorar el conocimiento en este aspecto se recomienda que, en estos
estudios sismotectónicos, se haga una revisión específica de los sismos históricos más
importantes y más próximos al lugar. Podría tratarse, a modo de ejemplo, de conocer los
detalles de todos los sismos que hubieran podido provocar en el área de estudio una
intensidad local igual o mayor que la máxima esperable menos un grado, en la escala
MSK.
TABLA3.4
Clasificación de los documentos utilizados para el análisis de la
sismicidad histórica
1.1. Lista de terremotos del Servicio de Sismología del ION y organismos de las comunidades autóno-
mas.
1.2. Referencias bibliográficas de terremoto del Servicio de Sismología del ION.
1.3. Mapas de epicentros de las zonas de interés del ION.
1.4. Estudios monográficos sobre sismos determinados.
1.5. Estudios de sismicidad de zonas geográficas concretas (Informes de sismicidad para emplaza-
mientos de presas y C.N., ya existentes).
1.6. Encuestas macrosísmicas (cuestionarios enviados por el I.G.N. a las zonas afectadas).
2. lnespecíficas
2. l. l. Catálogos bibliográficos
2. 1.2. Tratados de geografia
2. 1.3. Estudios demográficos
2.1.4. Tratados de historia
2.1.5. Estudios monográficos sobre Instituciones Civiles
2.1.6. Estudios sobre temas urbanos
2.1.7. Estudios monográficos sobre construcciones civiles de interés histórico-artístico
2.1.8. Tratados sobre Instituciones Eclesiásticas
2.1.9. Almanaques, calendarios, anuarios y manuales estadísticos antiguos
2. 1.10. Estudios monográficos sobre calamidades públicas, exceptuando terremotos
2. 1.11. Observaciones de fenómenos meteorológicos y astronómicos
2.1.12. Referencias de caídas de meteoritos
2.1.13. Epistolarios
2.1.14. Libros de viajes
2.1.15. Trabajos académicos
2.1.16. Novelas y narraciones
2.1.17. Poesías
2.1.18. Novenas y jaculatorias
A efectos de nomenclatura se entiende aquí que una falla es capaz cuando cumple
alguna de las tres condiciones siguientes:
3) Relación estructural con otra falla capaz definida por alguna de las características
anteriores (1) (2), de forma que un movimiento en una de las fallas pueda ser
ó
Del mismo modo, se entiende que una falla es activa cuando ha tenido algún
movimiento dentro del régimen tectónico actual.
Es evidente que todas las fallas activas son también capaces. Las fallas activas, según se
recomienda aquí que se considere, serían aquellas fallas capaces que tienen síntomas más
claros de movimientos recientes. La diferencia semántica puede tener cierta importancia.
Así como una falla activa puede tener cierta repercusión en la definición de terremotos
de proyecto (TP), dado que su período de retomo en la generación de sismos puede ser
relativamente breve, las fallas capaces, pero no activas, no habrían sufrido movimientos
tan recientes y en consecuencia deberían afectar menos en la definición del terremoto de
proyecto, únicamente podrían afectar notablemente en la evaluación del terremoto
extremo, TE.
Para calificar una falla como activa o capaz (en otro caso se denominaría "extinguida")
es preciso conocer el régimen tectónico actual y datar su último movimiento. Los
estudios necesarios para definir el régimen tectónico actual requieren la colaboración de
especialistas en neotectónica.
Además de estudiar la capacidad y la actividad de las posibles fallas que puedan afectar a
la peligrosidad de la cerrada, deben hacerse los estudios teóricos necesarios para evaluar
la magnitud del terremoto que podría causar su movimiento y evaluar el riesgo de
ruptura o fallamiento superficial a que pudiera dar lugar.
En esta Guía se quieren mencionar algunas aproximaciones de distinta filosofía para que
sean de general conocimiento para los ingenieros no especialistas, implicados en esta
tarea. Entre los métodos de análisis que pueden conducir a la definición del "terremoto
extremo" existen los siguientes.
Aunque no está claramente aceptado, se suele convenir, y así se recomienda aquí, que el
terremoto cuyo período de retomo teórico alcanza 10.000 años en los métodos
probabilistas, es el "terremoto extremo".
Aparte de la intensidad local que pueda provocar el terremoto extremo, interesa conocer
otras características cara a las comprobaciones posteriores. Son las relativas a su
contenido de frecuencias y su duración. Estas características suelen estimarse en función
de los datos instrumentales de aceleración obtenidos en la observación de temblores en
otros lugares (en España apenas existen registros de sismos fuertes) cuya tectónica se
asemeje a la del emplazamiento en estudio.
En cada obra y para cada aspecto en estudio, puede ser más crítico o condicionante un
terremoto con aceleración menor y mayor contenido en frecuencias bajas que otro de
mayor aceleración y mayor contenido en frecuencias altas. También puede ocurrir lo
contrario. Por este motivo, la descripción de los terremotos esperables es un tema de
importancia que debe detallarse lo más posible en el contexto de los estudios sísmicos.
Conocidas las características de los terremotos que pueden afectar a la presa, al embalse
y a sus obras anejas se deben concretar los datos de manera que se pueda proceder a
realizar cálculos comprobatorios.
Dependiendo del tipo de cálculo a realizar puede ser necesario uno u otro tipo de
información. Puede ser conveniente utilizar espectros de respuesta elásticos para el
análisis modal-espectral de una presa de fábrica o puede ser conveniente un
acelerograma -para el cálculo no lineal, en el dominio del tiempo, de una presa de
materiales sueltos. ·
En las zonas de sismicidad baja, en las que no es necesario considerar el efecto sísmico,
lógicamente no será necesario hacer ninguna investigación adicional relativa al comportamiento
dinámico.
Estudios de sismicidad 89
En el apartado anterior ya se han explicado los reconocimientos geológicos que deben hacerse
específicamente cuando la zona es de elevada sismicidad y la presa correspondiente es de
categoría A.
La resistencia a la licuefacción de las arenas para los filtros y algunos cimientos arenosos de las
presas de tierra es un asunto de importancia que puede estudiarse realizando ensayos de corte
simple dinámicos o, en su defecto, ensayos triaxiales dinámicos, con los oportunos factores de
corrección que reproduzcan en el laboratorio, de manera lo más fielmente posible, las
condiciones tensionales que se esperan in situ.
El llenado del embalse supone una carga adicional sobre la corteza terrestre. Las rocas que
encierran el vaso han de soportar un nuevo peso y han de encontrar un nuevo equilibrio; es un
proceso de acomodación que puede implicar ciertos movimientos relativos y como consecuencia
cierta actividad sísmica.
90 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Parece prudente que en las presas de categoría A situadas en zonas de sismicidad elevada se
establezca una red de observación del fenómeno de la sismicidad inducida por el llenado del
embalse. La forma de observación de esta actividad está estrechamente ligada a los resultados
del estudio sismotectónico del que se habla en el apartado 3.6.
En los estudios sismotectónicos que han de realizarse para todos los emplazamientos de presas
de categoría A en zonas de sismicidad elevada, deben identificarse las fallas capaces de producir
un terremoto y dentro de ellas las fallas activas. Una vez identificadas estas fallas conviene
definir la red de observación correspondiente que permita detectar la posible actividad sísmica.
En los casos conocidos de observación no siempre ha resultado fácil identificar las fallas
causantes de los movimientos sísmicos y como consecuencia, la red de observación ha
consistido en una serie de estaciones sísmicas distribuidas de manera más o menos homogénea
en el entorno de la obra.
La red de observación de la sismicidad debe instalarse antes del llenado del embalse de manera
que se pueda tener un contraste entre la actividad sísmica natural antes del llenado y la
correspondiente tras el llenado del embalse.
La tarea del IGN en la observación de la actividad sísmica del territorio nacional no debe ser
ajena a esta otra de la observación de la actividad sísmica en el entorno de los embalses. Siempre
sería razonable que estas redes de observación fueran gestionadas y/o mantenidas por dicho
Instituto.
4.1. Introducción
Deben existir, no obstante, unos pocos materiales básicos que se encuentren disponibles en
grandes cantidades en las cercanías de la cerrada para que la presa se pueda construir en
condiciones económicas satisfactorias. Estos materiales constituyen la base de cada alternativa
de Proyecto, mientras que otros materiales, como los filtros, pueden no ser críticos en el sentido
de que sea necesaria su búsqueda a grandes distancias, sin que esto tenga consecuencias
económicas decisivas en el Proyecto.
Los materiales naturales pueden desempeñar, dentro del cuerpo de presa, diferentes funciones
básicas: impermeabilización, resistencia, filtro, drenaje y protección externa de la presa, aunque
en algunos casos, como en las presas homogéneas, un mismo material pueda cumplir más de una
de estas funciones. Este aspecto funcional que deben cumplir los materiales hace que, entre los
disponibles en la naturaleza, unos sean más aptos que otros para cada una de las funciones
mencionadas. La idoneidad de los materiales a emplear estará siempre condicionada a que los
rellenos ejecutados con ellos se puedan controlar, de manera que sus características de
resistencia, deformabilidad, permeabilidad y estabilidad interna queden dentro de los márgenes
que aseguren el correcto comportamiento de la presa.
La figura 4.1 constituye un ejemplo de los materiales más frecuentemente utilizados en una
presa de materiales sueltos.
Atendiendo a su disposición y funciones dentro del cuerpo de la presa, los materiales naturales
habitualmente empleados en las presas de materiales sueltos son:
Estos materiales constituyen masas rocosas y depósitos sueltos. Una descripción detallada de
estos depósitos puede encontrarse en las R.7 y R.23.
Es conveniente disponer de un método para identificar y clasificar los suelos y las rocas en
categorías o grupos que tengan propiedades similares para que todos los involucrados en los
trabajos hablen un lenguaje común que facilite el intercambio de datos y experiencias.
Prospección de Materiales para Presas de Materiales Sueltos 93
'I'1
Fig. 4.1
Esquema de los tipos de materiales en una presa
Los suelos se pueden clasificar de diversas formas (R.2 - Cap. X] siendo los dos tipos de
clasificaciones de mayor interés los siguientes: 1) clasificaciones que atienden básicamente a la
composición del suelo y a algunas propiedades concretas y mediblcs, entre las que destaca por su
amplia aceptación el Sistema Unificado de Clasificación de Suelos (USCS) y 2) las
clasificaciones denominadas genéticas que se fundan en el proceso por el cual han llegado a
formarse los suelos (suelos residuales, suelos coluviales, suelos aluviales, sedimentos eólicos,
etc).
Los suelos que contienen grandes cantidades de limo y arcilla son problemáticos porque
cambian sus propiedades fisicas con la variación del contenido de humedad o a1 alterar su estado
natural.
Los limos son finos, plásticos o no plásticos, inestables en presencia de agua. Son generalmente
poco permeables y dificiles de compactar.
Las arcillas son materiales finos y plásticos. Presentan poca resistencia a la deformación cuando
están saturados y son impermeables y dificiles de compactar cuando tienen alto contenido de
humedad. Cuanto mayor es su límite líquido son más compresibles.
En la Tabla 4.1 se indican algunas propiedades de los grupos de suelos del USCS. La relación
entre las propiedades del suelo y su clasificación es útil para el ingeniero que desea tener una
orientación sobre el previsible comportamiento del suelo que ha clasificado.
TABLA 4.1
Propiedades de los grupos de suelos de la Clasificación uses
TRABAJABILIDAD
PROPIEDADES IMPORTANTES
NOMBRES DE GRUPOS DE SÍMBO- CO�IO
SUELOS LOS DE Permeabilidad Resistencia al Compresibilidad, :\IATERIAL DE
GRUPO compactado corte compactado compactado y CONSTRUCCIÓN
y saturado 1
saturado
Gravas bien gra�uadas, mezclas arena ..gr:,. GW Permeable Excelente Despreciable Excelente
va, pocos o nmgun fino
Gravas mal graduadas, mezclas arena-gra- GP Muy permeable Buena Despreciable Buena
va, pocos o nmgUn fino
Gravas limosas, mezclas de limo, arena y Gi\l Semipermeable Buena Despreciable Buena
grava mal graduada a impermeable
Gravas arcillosas mezclas de arcilla, arena GC Impermeable Buena a media J\fuy baja Buena
y gra\':1 mal grnd11:11l:1
Arenas mal graduadas, arenas gravelosas, SP Permeable Buena l\luy baja Mediana
pocos o ningun fino
Arenas limosas, mezclas <le limo y arena SI\I Semipermeable Buena Baja l\lediana
mal graduada a impermeable
Limos inorgánicos y arenas muy finas, are- ML Semipermeable Mediana Media �lediana
nas finas arcillosas o limosas con baja plas- a impermeable
ticitlad
Limos inorgánicos, sucios arenosos o limo- J\111 Semipermeable Mediana a mala Alto Baja
sos finos micáceos a impermeable
Para la clasificación geológica de las rocas se recomienda utilizar, como criterio general, la
clasificación de la IAEG, incluida en el Anejo I de esta Guía.
Actualmente se admite que todo tipo de rocas (ígneas, sedimentarias y metamórficas) se pueden
utilizar como escollera compactada [R.4].
Las rocas muy alteradas y fracturadas con índices fisico-mecánicos reducidos. se consideran
rocas blandas. Algunos de estos materiales no pueden considerarse realmente escolleras porque
producen un relleno en el que los fragmentos de tamaño inferior a una pulgada son muy
abundantes y al compactarlos dan como resultado cuerpos de presa que se comportan como
terraplenes.
Es preferible que el préstamo esté localizado dentro del vaso, aunque en niveles del mismo que
no resulten inundados durante la construcción de las obras. De no ser así, deberá procederse, una
vez concluida la explotación, a la restauración medioambiental adecuada para recuperar el
entorno natural.
Es también muy importante prever los posibles desechos de material de préstamos no utilizable
para lo que deben habilitarse las zonas adecuadas para su depósito y el tratamiento
medioambiental conveniente de estos depósitos.
Al mismo tiempo que se realizan los estudios geológicos y geotécnicos de la cerrada y embalse
es necesario proceder a la búsqueda de materiales en las proximidades del emplazamiento. Por
ello, las diferentes etapas de investigación de materiales tendrán una correspondencia con los
estudios geológico-geotécnicos del vaso y la cerrada.
excavaciones. Después de las zonas más próximas, puede ser necesario estudiar otras más
alejadas hasta que se encuentren materiales adecuados para las diferentes necesidades de la
presa. Deben estudiarse las características geotécnicas de los materiales, volúmenes disponibles,
distancia y accesos a los yacimientos, impacto ecológico de su explotación, etc.
Las zonas a investigar deben ser las que puedan proporcionar volúmenes de 1,5 a 2 veces los
necesanos si la investigación es detallada, ampliándose estos valores en reconocimientos
previos.
El equipo humano que realizará los trabajos debe tener suficiente cualificación para garantizar la
fiabilidad de los resultados obtenidos. Es insustituible la visita a campo del personal que dirige
la investigación para definir los diferentes métodos a aplicar.
Los métodos más usuales de investigación de materiales son los siguientes [R.23]:
Antes de proceder a realizar ninguna exploración específica, debe recopilarse y analizarse toda la
información disponible como planos geológicos y geotécnicos, fotografía aérea, informes
existentes, mapas de rocas industriales, etc. Haciendo un examen minucioso de toda esta
información, generalmente se localizarán las áreas que deben examinarse en el campo.
de campo realizados por un especialista. La investigación en esta primera fase debe conducir a
un conocimiento de las condiciones generales de los posibles depósitos de materiales en sitios
alternativos dentro del área de proyecto. Puesto que esta etapa de investigación está basada
fundamentalmente en reconocimientos superficiales, las áreas de préstamo deben ser
considerablemente mayores que las realmente necesarias. En la Fig. 4.2 se incluye un esquema
de la ubicación de posibles préstamos para la construcción de una presa. Complementariamente
con el reconocimiento superficial de campo es recomendable realizar algunas calicatas en los
depósitos considerados para obtener un conocimiento más preciso de los materiales realizando
ensayos de laboratorio de identificación (granulometría, limites, humedad natural) y de
compactación. El número de calicatas y ensayos será el mínimo necesario para poder realizar
una comparación preliminar de los préstamos y de los tipos de suelo disponibles.
En todo este proceso debe realizarse la descripción de las calicatas o perforaciones en base al
examen de los materiales recuperados. (Ver Anejo I). Las exploraciones realizadas deben tener
el apoyo topográfico necesario para poder definir los perfiles de los préstamos.
Uno de los objetivos esenciales de la investigación de materiales debe ser conocer sus
características geotécnicas. Para ello es necesario realizar ensayos de laboratorio en las muestras
de suelo obtenidas.
Los ensayos a realizar pueden ser de identificación, estado natural del material, propiedades
mecánicas, de compactación y de comportamiento ante la carga de agua.
COLUVIÓN C-2
COLUVIÓN C-1
TERRAZA
COLUVIÓN C-3
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LEYENDA
SUELOS IMPERMEABLES
(NUCLEO)
MATERIALES GRANULARES
( ESPALDONES )
Fig. 4.2
Planta de ubicación de préstamos
Prospección de Materiales para Presas de Materiales Sueltos 99
Las muestras deben ser representativas puesto que, de no serlo, pueden conducir a conclusiones
erróneas. Esto es esencial por la variabilidad de los depósitos naturales. Es relativamente fácil
obtener muestras representativas en calicatas, zanjas y afloramientos del terreno porque pueden
observarse visualmente los diferentes tipos de materiales. En los sondeos helicoidales no se
pueden obtener muestras representativas. Las muestras que se obtienen suelen ser alteradas y
pueden ser representativas de un solo estrato, o tipo de suelo, o de varios.
•
Los ensayos de laboratorio que conviene realizar son distintos para los diferentes tipos de
materiales a emplear en el cuerpo de presa, entre ellos los siguientes:
b) Filtros y drenes
Las muestras se suelen preparar en las condiciones esperables en la obra (típicamente al 95% del Proctor Normal, aunque en ocasiones
puede ser necesario establecer otras condiciones de compactación).
Es especialmente importante determinar las condiciones de compactación del material del núcleo para lo cual se realizarán los ensayos
de compactación que sean necesarios, no sólo el Proctor Normal sino el Modificado y Harvard.
100 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
e) Escolleras
Sólo en casos especiales de grandes presas o escolleras especiales se haría este ensayo que se completaría con ensayos
granulométricos.
Prospección de Materiales para Presas de Materiales Sueltos 101
Existen muchas otras circunstancias que pueden ser problemáticas y requieren ser
suficientemente estudiadas. Por ejemplo, en ocasiones es necesario utilizar rocas arcillosas como
núcleo, cuya transformación en suelo es dificil de anticipar en la etapa de investigación. En estos
casos resulta recomendable realizar terraplenes de prueba durante la fase de investigación de
materiales. Una situación más frecuente es el contenido de humedad natural de las arcillas que
puede superar o ser inferior, de manera significativa, a la humedad correspondiente a la máxima
densidad del Proctor Normal. En estos casos, puede ser necesario un tratamiento del material en
un acopio intermedio previamente a su utilización en la obra, consideraciones que deben
establecerse en el estudio de los materiales.
En relación con las rocas, para su empleo en escolleras, hay diversos aspectos a tener en cuenta
en la explotación de una cantera. En algunos casos, se produce una clara variación de
102 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
propiedades con la profundidad, ya sea por alteración de las zonas más superficiales o por
alternancia de distintos materiales, que debe ser definida. Por otra parte, la fracturación permite
anticipar el tipo de material que se obtendrá y condiciona el método de explotación de la cantera.
Además de los aspectos mencionados, relativos a las características del propio material, existen
otros factores como la accesibilidad, la cota de préstamo, los métodos de excavación y su
seguridad y la afección medioambiental que deben contemplarse para definir las condiciones de
explotación de un préstamo.
Arcillas.
Limos.
Arenas arcillosas o limosas.
Gravas arcillosas o limosas.
Otros tipos de materiales impermeables.
En el pasado, se consideraba que la arcilla era el mejor material para la construcción del núcleo
impermeable, Jo que propiciaba, en ocasiones, el transporte de ese material a grandes distancias
a un coste considerable, aunque estuviera disponible en las inmediaciones del emplazamiento un
gran depósito uniforme de excelente arena limosa sin cohesión [R.13 y R.14]. La arcilla se
consideraba superior a los materiales impermeables sin cohesión porque sería más deformable y
más capaz para adaptarse, sin agrietarse, a las deformaciones producidas por los asientos
diferenciales y porque tendría mayor resistencia a la erosión si se producía una fuga concentrada.
Parece estar demostrado que con buenos filtros se pueden utilizar una diversidad de materiales
como núcleo, con garantías suficientes.
En resumen, la tendencia actual es utilizar para el núcleo el material de menor coste de los
suelos impermeables disponibles, aunque no tenga cohesión y sea relativamente erosionable
cuando está sometido a fugás concentradas. En muchas partes del mundo [R.13] y en algunas
presas españolas no existían arcillas plásticas para la construcción de presas y se han construido
éstas con núcleos impermeables sin cohesión de arenas limosas, limos arenosos. limos arenosos
con gravas, etc, procedentes de granitos descompuestos. morrenas glaciares, arenisca
meteorizada y rocas similares, lo que avala la tendencia actual antes recomendada Una
excepción a la práctica general de utilizar el material impermeable de menor coste se produce
cuando hay que colocar tales materiales sin cohesión directamente sobre un cimiento de roca
dura con el riesgo de que el material impermeable se escape por las grietas deJ cimiento, aunque
este último baya sido sellado. Por esta razón, cuando el cimiento sea de estas características, la
investigación de materiales debería contemplar la búsqueda de suelos arcillosos como alternativa
a los suelos erosionables como núcleo de presas o para colocar, directamente sobre el cimiento,
una capa delgada de un material impermeable que no sea fácilmente erosionable a través de las
pequeñas grietas de la roca, si esa fuera la medida de proyecto más adecuada frente a otras
alternativas como, por ejemplo, sellar el cimiento con hormigón.
Las características geotécnicas de los materiales que conviene investigar para que el proyectista
evalúe el comportamiento esperable del material y disponga las medidas pertinentes para su
utilización como elemento impermeable del cuerpo de presa pueden clasificarse en tres grupos:
Estados de compactación: son aquéllas que permiten anticipar las condiciones en que
quedarán los rellenos de la presa y los procedimientos para conseguir la trabajabilidad
necesaria de los mismos. Entre estas características cabe citar la humedad natural y las
humedades y densidades correspondientes a los diferentes procedimientos de
compactación.
Mineralogía
importante conocer la presencia de yeso y otras sales solubles que no serían admisibles
más que en porcentajes mínimos, a menos que se hagan estudios suficientes o exista
experiencia previa. Existen núcleos de presas en España con elevada proporción de
carbonatos [R. l O] con buen comportamiento. La mineralogía de las arcillas es, en
cualquier caso, un factor esencial en el comportamiento del núcleo y debe conocerse
bien, incluso con ensayos redundantes.
Granulometría y plasticidad
Al estudiar un préstamo se debe prestar atención a los tamaños máximos del material
encontrado para prever su acomodación al espesor de la tongada compactada,
limitándose aquél a un tamaño algo inferior a este último espesor. Debe prestarse
especial atención a que los tamaños gruesos no sean de rocas evolutivas cuya
degradación con el tiempo pueda dar lugar a grandes deformaciones.
Los límites de Atterberg de la fracción fina de los suelos son indispensables para
identificarlos y clasificarlos debidamente. Su utilización en los pliegos de condiciones de
los proyectos está muy extendida. Por esas razones, cada tipo de material que se
investigue como posible préstamo para núcleo de una presa debe ser sometido a este tipo
de ensayo.
Dispersividad
Es esencial identificar las arcillas dispersivas en un proyecto de presa con el fin de tomar
las precauciones necesarias. Los estudios realizados en filtros han demostrado que las
Prospección de Materiales para Presas de MateriaJes Sueltos 105
En años recientes, se han construido varias presas importantes en el mundo con zonas
impermeables de arcillas dispersivas (R.20] a las que se aplicaron diversas precauciones
especiales, lo que demuestra que estos materiales no son descartables al hacer la
investigación de materiales, aunque debe tenerse en cuenta que su empleo deberá ir
acompañado de la adopción de medidas adecuadas.
Resistencia y deformabilidad
Expansividad y colapsabilidad
Hay que caracterizar las propiedades del material de núcleo que experimentan cambios
de volumen, como colapsabilidad y expansividad. Los materiales con estas propiedades,
aún sin ser deseables, no son descartables pero requieren estudios suficientes para
caracterizar bien el material.
Se han construido diversas presas, incluso en España, con arcillas expansivas sin que
esto represente ningún problema una vez que se reconoce esta circunstancia y se toman
las medidas adecuadas.
Permeabilidad
impermeables, por lo que con disponer de algunos ensayos para comprobar esta
característica será suficiente. En materiales con poca proporción de arcilla la
permeabilidad puede ser más critica y su determinación precisa ser más exigente por lo
que deberá determinarse con la ejecución de un número de ensayos suficiente. En
principio, no hay un límite para la permeabilidad del material de núcleo. excepto en
lugares donde el valor del agua sea muy elevado. Cuando no se dispone de materiales
muy impermeables, esta característica puede ser crítica y para su determinación precisa
es recomendable la ejecución de ensayos in situ, en terraplenes de prueba, con el material
puesto en obra en las condiciones previstas en el Proyecto.
La humedad natural que presenten los préstamos investigados es un factor decisivo para
la construcción del núcleo impermeable por las dificultades que implica modificarla
sustancialmente y para definir el posible tratamiento que debe darse al material de núcleo
para su compactación. En la investigación de préstamos debe anticiparse este tratamiento
que se limita, en muchos casos, a un ajuste de la humedad a valores cercanos a la óptima
y, a veces, a un almacenamiento intermedio que permite una homogeneización del
material y de su contenido de humedad que resulta recomendable. En ocasiones, se
prolonga el tiempo lo suficiente para permitir una cierta meteorización, especialmente
cuando el material de núcleo procede de rocas arcillosas que se agrietan al excavarlas y
en las que la penetración del agua favorece su degradación. Cuando el préstamo tiene
exceso de humedad, su eliminación puede ser problemática, aunque pueden aplicarse
diversas medidas como desecación y drenaje en el almacenamiento intermedio.
Se emplean distintos materiales para los espaldones de las presas de materiales sueltos tales
como la escollera, zahorras, todo-uno y tierras (mezcla de distintos tipos de suelo).
Período inicial (1850-1940): Presas de escollera vertida en las que se utilizaban rocas
con una elevada resistencia a la compresión simple, colocándose la escollera en capas de
gran espesor (hasta 18 a 60 m).
Período moderno (1965-actualidad): Las presas de escollera, con pantalla o con núcleo,
se construyen con escollera extendida en tongadas delgadas (menos de 2 m) y
compactada con rodillos vibratorios lisos. Con estos equipos se consiguen una alta
resistencia y baja compresibilidad. Incluso se pueden utilizar escolleras formadas por
rocas blandas, que se compactan en tongadas relativamente delgadas, a veces
complementada con la aplicación de agua para conseguir una alta densidad.
Si la roca es lo suficientemente resistente para soportar el tráfico de obra y la acción del rodillo
vibratorio de 10 T cuando está húmeda, se puede considerar aceptable como escollera
compactada. En el caso de escolleras compactadas formadas por rocas blandas, muchas veces se
tienen que incorporar al Proyecto de cuerpo de presas zonas de escollera permeable para
asegurar su drenaje interno, si se observa un deterioro excesivo de la roca blanda durante la
compactación [R.3].
La resistencia a compresión simple de los testigos de roca, utilizados para presas de escollera,
puede variar desde 10-20 MPa (muy baja) a más de 250 MPa (las más altas), con la mayoría
oscilando en el rango de 50-150 MPa. Como regla general, se puede considerar como roca
adecuada para escollera aquélla que tenga una resistencia a la compresión simple igual o
superior a 3 O MPa [R.21].
La roca no tiene que satisfacer especificaciones equivalentes a las de áridos para hormigón. Se
han utilizado con éxito rocas blandas como lirnolitas, areniscas, esquistos, argilitas y otras. Las
escolleras procedentes de rocas con resistencias de 30-40 MPa no son necesariamente más
compresibles que las de rocas más duras y, por el contrario, la escollera de rocas de resistencia
baja tienen la ventaja de ser menos costosas en perforación y voladura. Por otro lado, producen
menor deterioro del equipo de construcción.
También es frecuente el empleo de zahorras y gravas como material de espaldones, bien solas o
en combinación con la escollera. Son menos deformables que la escollera, excepto en el caso de
zahorras que contienen arcilla y además, en general, su puesta en obra es más económica.
Algunas de las presas más altas del mundo están construidas con espaldones de grava como la
presa de Nurck, de 305 m de altura y las de Oroville y Mica con 244 m de altura.
Estos materiales sirven, en ocasiones, como cuerpo de presa para las presas de pantalla puesto
que al ser poco deformables, si están libres de finos plásticos, se adaptan bien a este tipo de
presas.
Las características geotécnicas de los materiales para espaldones, según sean de escollera o de
zahorras y gravas, son las siguientes:
108 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Las características que deben tenerse en cuenta en la investigación de estos materiales pueden
agruparse de la siguiente manera:
Esta propiedad de las rocas constituye una buena indicación para anticrpar el
comportamiento de la escollera. Los ensayos de compresión simple de la roca no son
sencillos y se requiere una cuidadosa preparación de las muestras, por lo que deben
aplicarse con rigor las normas de ensayo que se indican en el Anejo TI.
Muchas rocas con alta absorción de agua reducen su resistencia cuando se ensayan
saturadas. Sin embargo, pueden utilizarse como escollera con métodos adecuados de
colocación, tales como el riego de la misma y menor espesor de tongada, por lo que el
conocimiento de esta pérdida de resistencia con la saturación es de gran interés para el
proyectista.
Granulometría
En la escollera compactada, cuanto mejor graduado esté el material más elevada será la
densidad del material puesto en obra. En cualquier caso, una capa de escollera
constituida por roca sana siempre estará sometida a una segregación importante durante
el vertido y extensión del material lo que presenta diversas ventajas: los finos de la capa
superficial ayudan a reducir el desgaste de neumáticos de los camiones y la capa
segregada de roca dura es ideal para obtener la máxima compactación con un rodillo
vibratorio. Con rocas blandas, los procedimientos de construcción (espesor de tongada,
compactación, riego, etc) se eligen para asegurar la rotura de partículas y obtener una alta
densidad.
Prospección de Materiales para Presas de Materiales Sueltos 109
Para la mayoría de las formaciones de roca dura, la escollera obtenida de ellas tiene
menos del 30% de partículas menores de 2,5 cm. Por esto, se ha especificado
frecuentemente que la escollera no debe contener más del 30% de partículas inferiores a
2,5 cm; pero rocas de cantera con el 50% de partículas menores de 2,5 cm han producido
una excelente escollera.
Densidad de la escollera
Deforrnabilidad
Resistencia al corte
Compactación
Granulometría
Permeabilidad
Compactación
Se suelen alcanzar densidades muy elevadas en el relleno, entre 1,9 y 2,1 Tn/m3. Sus
características de compactación se pueden determinar por ensayos de laboratorio, Proctor
y Modificado, hasta tamaños importantes que se establecen en el Anejo de ensayos de
materiales.
Los materiales formados por mezclas de roca y suelo (todo-uno) que pueden proceder de
las excavaciones de la obra, los coluviones y otros préstamos heterogéneos, y, en
112 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
general, cualquier material cuya ejecución sea controlable, se utilizan, a veces, como
material para espaldones. Las características de estos materiales, dada la diversidad de
los mismos, son muy variables y conviene, en cada caso, realizar estudios específicos
para definir el proceso de puesta en obra y sus características geotécnicas finales. Es
recomendable que estos estudios estén basados en rellenos de prueba especialmente
proyectados para cada ocasión.
También pueden utilizarse tierras, mezclas de distintos tipos de suelos, para espaldones
resistentes. Esta situación puede producirse en presas homogéneas o en presas zonadas
donde se seleccionan los materiales disponibles más impermeables para el núcleo y los
más resistentes para los espaldones.
Las características de estos materiales se determinan con las mismas técnicas de ensayos
de campo y laboratorio empleadas para los materiales precedentes.
Las características esenciales que hay que determinar en estos materiales son:
Granulometría
Los materiales naturales para filtros y drenes serán materiales granulares, naturales o
artificiales, cuya granulometría debe establecerse con notable precisión, puesto que debe
satisfacer los criterios de filtro y drenaje que imponga el Proyecto según el caso. Esto
hace dificil, frecuentemente, que se encuentren materiales procedentes de depósitos
naturales que cumplan tales exigencias sin clasificación y lavado, por lo que muchas
veces se obtiene el material por procesos de machaqueo. No deben contener más de una
pequeña proporción de material que pase por el tamiz nº 200, por lo que esta
característica debe evaluarse con detalle.
El material debe ser autoestable, es decir, internamente estable, lo que implica que la
fracción gruesa del filtro debe ser capaz de retener a la fracción más fina del material.
Calidad
No todas las rocas son adecuadas para su empleo como filtros y drenes. En general, un
material de filtro o dren de buena calidad estará formado por partículas resistentes y
durables que no se degraden como resultado de un ataque químico, fisico o biológico.
Tampoco contendrá, en grado apreciable, sustancias nocivas. Deben evitarse [R.25] los
materiales que:
Los ensayos que se emplean normalmente para evaluar la calidad de los posibles
préstamos de áridos para hormigón, deben utilizarse también para estudiar los materiales
de filtro. (Ver Anejo II). La calidad del material debe comprobarse en todas las etapas de
investigación y ejecución.
El material deberá tener suficiente permeabilidad para que las filtraciones que penetren
en el núcleo puedan ser conducidas segura y rápidamente sin excesivo gradiente
hidráulico y capacidad de retención suficiente con respecto al material que protege.
Falta de cohesión
El filtro no debe tener cohesión. El filtro debe permanecer sin cohesión, de forma que no
exista en él ninguna tendencia al agrietamiento cuando el núcleo adyacente pueda
resultar dañado por fisuración.
114 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Un ensayo sencillo, el ensayo de Vaughan, permite comprobar esta propiedad (Anejo JI).
Compactación
4.4.4. Protecciones
Debe hacerse mención expresa de las características exigidas a la escollera cuando se emplea
como protección del paramento de aguas arriba de las presas. En este caso [R.5], la escollera,
tanto si es vertida como colocada a mano, debe tener una alta proporción de partículas superiores
a la dimensión mínima necesaria para resistir la acción del oleaje. Esto exige que la escollera
esté constituida por partículas de roca densa, sana y durable, con un coeficiente de forma
aceptable. La investigación de estos materiaJes debe incluir los estudios necesarios para obtener
estas características del material y la posibilidad de conseguir los tamaños previstos. A estos
efectos se realizarán los ensayos correspondientes para determinar la calidad de la roca.
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SECCION S..B
PERFILES TRANSVERSALES
Fig. 4.3
Pedraplén de ensayo
116 Guia Técnica nº 3. Estudios Geológ1cos-Geotécmcos y de Prospección de Materiales
Cuando los materiales a emplear presenten alguna singularidad, por ejemplo expansividad, o sus
propiedades de resistencia, deformabilidad o permeabilidad no sean asimilables a otros
materiales cuyo comportamiento es bien conocido, se haran estudios especiales para lograr que
las características de su comportamiento queden bien definidas en todos los casos.
En presas situadas en zonas de elevada sismicidad podrá ser conveniente determinar la respuesta
de los materiales del cuerpo de presa a las solicitaciones sísmicas mediante la ejecución de los
ensayos dinámicos que se descrioen en el Anejo H.
Una vez realizada la investigación de préstamos, deben establecerse determinados criterios sobre
la explotación de los préstamos para garantizar que los materiales obtenidos son asimilables a
los investigados y se adaptan a las exigencias del Pliego de Condiciones. En ocasiones, los
matenales naturales requerirán tratamientos específicos previos a su utilización en el cuerpo de
presa. Los más habituales pueden ser la clasificación y lavado de materiales granulares y la
corrección de humedad de las arcillas. Para realizar estos tratamientos se requieren instalaciones
adicionales en el propio préstamo o en otro lugar que deben ser previstas. En el caso de
matenales de núcleo puede ser conveniente disponer de un acopio intermedio para la corrección
de humedad, lo que se considera parte de la explotación del préstamo.
Prospección de Materiales para Presas de Materiales Sueltos 117
En todo caso, deben evaluarse los trabajos necesarios para la apertura de un préstamo o cantera y
es necesario, asimismo, establecer las zonas de escombrera para el depósito de los materiales
desechados.
Plan de ensayos
Criterios de aceptación
La evaluación de los resultados de los ensayos podrá realizarse por dos procedimientos·
Aplicando métodos estadísticos en los que se admita que un pequeño porcentaje de los
ensayos realizados esté por debajo de un cierto límite establecido en las especificaciones.
La investigación de préstamos durante Ja fase de proyecto habitualmente queda limitada por los
medios utilizados. Cuando la obra comienza, se dispone de medios adicionales del Contratista
que deben utilizarse para verificar y completar las investigaciones realizadas previamente. En
estos estudios, necesarios para conocer a fondo las características de los materiales y su
representatividad, se concretará la clasificación de los materiales y el volumen de materiales
disponibles de cada tipo en las áreas a explotar y se definirán Jos procesos de tratamiento que
fueran necesarios para adecuarlos a los requisitos exigidos en el Pliego de Prescripciones
Técnicas. Los reconocimientos necesarios se harán mediante sondeos o calicatas y se realizarán
los ensayos y pruebas necesarios para que las características de los materiales a utilizar en el
cuerpo de presa queden bien establecidas y se garantice su control. Uno de los aspectos
importantes a tener siempre en cuenta es la representatividad de las muestras y de los ensayos
con ellas realizados. Por ello, estos deben hacerse en número razonablemente suficiente para que
puedan interpretarse, sin grandes incertidumbres, los resultados obtenidos. Los ensayos a realizar
para determinar las características afectadas por la puesta en obra como la resistencia,
deformabilidad, expansividad y permeabilidad de los materiales deben efectuarse sobre muestras
que representen lo mejor posible las condiciones esperables en el cuerpo de presa.
Este informe final debe dar respuesta a todas las incertidumbres geológico-geotécnicas que se
planteen en eJ Proyecto sobre los materiales y debe contener un inventario de los préstamos de
material impermeable, permeable y de canteras de roca para escollera y escollera de protección.
Los principales aspectos cubiertos por este inventario serán:
El informe del Proyecto debe reflejar la procedencia de los distintos materiales. los métodos de
exploración empleados, los lugares de toma de muestras y el tipo de muestra, los ensayos de
laboratorio realizados, el análisis de los resultados obtenidos en dichos ensayos, incluido el
rango de variación, valores medios, dispersión, etc, la exploración y el programa de ensayos
adicionales requeridos. El informe debe contener planos de situación de las exploraciones,
secciones geotécnicas de los préstamos, gráficos de registro de las exploraciones (sondeos.
calicatas), resultados de los ensayos realizados y definición de las características de los
materiales a utilizar en el Proyecto de la presa.
El registro de datos de las exploraciones constituye una valiosa información que debe reunir
todos aquellos relativos a los materiales y a las condiciones encontradas durante las
exploraciones.
Cada registro debe contener toda la información relevante sobre los distintos materiales
encontrados, la identificación del lugar de la exploración, cotas. fechas de ejecución, tamaño de
la exploración y equipo utilizado. Debe indicarse, asimismo, la situación de las muestras
tomadas y la presencia, o no, de niveles freáticos cuyas fluctuaciones periódicas en sondeos
deberán registrarse. Es importante determinar el porcentaje en volumen de bolos y tamaños
gruesos encontrados en la exploración de los terrenos sueltos.
materiales que se realice en las etapas posteriores, tanto previas a la construcción como durante
ésta, para el progresivo conocimiento de las características de los materiales.
s.
PROSPECCIÓN DE MATERIALES NATURALES
PARA HORMIGONES
5.1. Introducción
Nos referimos aquí a los aspectos singulares de la explotación de préstamos para la consecución
de áridos para hormigones. No hacemos referencia a los aspectos generales, que ya han sido
tratados en otros capítulos de esta Guía.
La prospección de materiales que puedan servir de base para la obtención de los áridos de los
hormigones de una presa, se deberá desarrollar con una amplitud y nivel de detalle acordes a la
etapa en que se encuentra el proceso de desarrollo de dicha presa.
Por último, en la etapa de construcción, deberán estudiarse, con detalle, los aspectos que
permitan optimizar el coste de la explotación y el de la maquinaria o medios auxiliares
que intervienen en el proceso de preparación de los áridos a partir de los materiales del
yacimiento.
En cualquier caso, y en cualquiera de las etapas, los medios de investigación difieren según se
trate de rocas competentes (canteras) o de rocas sueltas (depósitos o graveras).
5.2.1. Canteras
5.2.1.1.Etapa de viabilidad
Naturaleza
Tamaño máximo posible
Homogeneidad
Forma previsible
Parámetros económicos (costes de explotación y preparación)
Datos para estudio de impacto ambiental
Naturaleza de la roca
Fragilidad
Densidad del material
Dureza
Estratificación en su caso
Fracturación y estado de diaclasas
Exfoliación en su caso
Espesores y zonas explotables
Montera
Prospección de Materiales Naturales para Hom1igones 123
Distancia a la obra
Topografia general
Cantidad explotable
5.2.1.2.Etapa de Proyecto
Como regla general puede decirse que la distancia entre sondeos no debe ser mayor de 150 a 200
metros estableciendo siempre una fila en la línea de frente final prevista y otra u otras filas al
tresbolillo con esa y manteniendo los mismos criterios de distancia.
Sin duda, en ocasiones, el propio resultado de los sondeos aconsejará establecer un sistema de
explotación distinto al inicialmente concebido, lo que puede llevar aparejada la conveniencia de
ejecución de algún sondeo adicional. No hay que olvidar, por otra parte, que la misión
fundamental de los sondeos es la de conformar o matizar las hipótesis planteadas sobre la base
de los estudios geológicos por lo que, aisladamente, tampoco serán absolutamente definitorios,
La información obtenida en esta etapa debe permitir realizar los estudios de coste de explotación
de los materiales a utilizar.
De los testigos extraídos, con diámetro mínimo de 50 mm, o mayor si la calidad de la roca IC'
aconseja, habrán de obtenerse muestras para hacer un estudio mineralógico, y determinar
densidad, resistencia a compresión simple, dureza, abrasividad y porosidad. Así mismo, la
observación y estudio de los testigos, permitirá profundizar en el conocimiento de la fracturaciói
y confirmar o corregir las estimaciones de tamaño máximo posible y de forma de árido. La
investigación debe comprender otros dos aspectos. El estudio detallado del impacto
medioambiental y las afecciones a terceros o a la propia obra.
De todas formas la investigación en esta etapa no debería considerarse finalizada hasta haber
hecho voladuras y haber procesado los productos en la instalación correspondiente. Por esto
siempre que sea posible, es muy conveniente, como final del proceso de investigación
propiamente dicho, hacer unas voladuras de prueba y producir áridos en una instalación dotada
de máquinas de machaqueo del mismo tipo que las que se estén pensando emplear en la presa er
cuestión. En ocasiones, estas pruebas dan luz sobre matices que pueden ser de gran incidencia
técnica y econótnica. Al mismo tiempo suministran áridos que permiten iniciar los ensayos para
definición del hormigón.
5.2.2.2.Etapa de reconocimiento
La etapa de reconocimiento es la propia del Proyecto y tiene por objeto la determinación de léb
características del material de los yacimientos seleccionados. (R.3].
100 m para extensiones superiores a una Ha, no debiendo hacerse menos de tres en extensiones
menores.
Se tomarán muestras de las catas, directamente de la pared, no de los montones del material
extraído, a distintas alturas si hay discontinuidades apreciables, y de cada una de ellas se harán
los ensayos que permitan determinar, en el conjunto, cual puede ser el tamaño máximo a
emplear en el hormigón, el huso granulométrico del depósito, la cantidad y las características de
los finos, la forma del árido, la cantidad y características de las adherencias, la cantidad de
sobrantes, la existencia de partículas blandas y en su caso, sus características. También se debe
calcular el volumen que podría extraerse teniendo en cuenta los sobrantes (finos y gruesos). Si
oor la cantidad de gruesos sobrantes, o por la mejora del coeficiente de forma, o por la
disminución del posible efecto perjudicial de las adherencias, se considerara conveniente triturar
alguna parte del material, se deberán aplicar los criterios que se han expuesto en el apartado
dedicado a la investigación de canteras y llevar a cabo los ensayos correspondientes.
Es importante preparar una buena cartografía de detalle en la que se sitúen las catas efectuadas.
De cada una de las catas se deben describir los cortes verticales, referenciando la situación de la
toma de muestras.
En el caso de depósitos profundos con nivel freático alto será necesario hacer pozos, salvo que el
depósito tenga extensión superficial sobreabundante y pueda obviarse el trabajo a niveles
profundos.
En cualquier caso en el Proyecto se debe definir el yacimiento elegido y todas las características
del material.
5.2.2.3.Etapa de construcción
A veces es conveniente llevar a cabo algún reconocimiento geofisico (sísmico o eléctrico) sobre
todo para calcular la potencia del yacimiento.
Por último, y de la misma forma que se señalaba en el caso de canteras, aunque aquí con más
facilidad, es de gran interés preparar árido suficiente para poder llevar a cabo ensayos previos de
hormigones. Lo ideal en este caso, es emplear el mismo tipo de proceso que se piensa usar en la
obra utilizando instalaciones de la misma especie.
126 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Por otra parte, en la etapa de construcción, es conveniente revisar las razones por las que el
proyectista se decidió por el yacimiento elegido ya que, consideraciones de índole económica
pueden hacer más interesante algún yacimiento de los que se desecharon.
Sea cual sea su procedencia, de cantera o de depósito natural, el material del que se va a obtener
el árido para hormigones de presa, debe cumplir algunos requisitos, por la influencia que
determinadas características tienen en alguna de las propiedades del hormigón o en el proceso de
fabricación del árido, tal como se detalla en el Anejo V. Algunas de estas características son:
[R.l y R.6]
Densidad: La densidad aparente debe ser mayor que la del hormigón que se pretende
conseguir, pudiéndose establecer como límite inferior el de 2,5 Tn/m3.
Resistencia a compresión simple: También debe ser mayor que la que se especifique
para el hormigón.
Estas características deben ser contrastadas en la etapa de viabilidad aunque, en cualquier caso,
será en los hormigones preparados con los áridos procedentes del material en cuestión donde
habrá de estudiarse la influencia real de estos condicionantes.
Por esta razón es preciso definir algunas características de los áridos que permiten alcanzar estos
fines. Aquí se exponen, a continuación, algunas de estas características indicando unas
limitaciones, tomadas de diversas normas y que son de obligado cumplimiento en los campos de
aplicación de dichas normas. Los hormigones que constituyen el cuerpo de una presa no están
sujetos, en general, a su cumplimiento. En definitiva será el proyectista el que, en el Pliego de
Condiciones de cada obra definirá las limitaciones que deban ser exigidas en función de las
necesidades estructurales y de las condiciones de los materiales que pueden emplearse.
Con carácter general podemos decir que todas las limitaciones impuestas a los áridos podrían ser
desbordadas si los hormigones realizados con dichos áridos consiguieran las características de
peso específico, impermeabilidad, resistencia y durabilidad necesarias para la presa concreta de
que se trate.
a) Terrones de arcilla. La cantidad máxima en % del peso total de la muestra debe ser del
1 % (ensayo según UNE 7133:58).
b) La cantidad de material retenido por el tamiz 0,063 UNE-EN 933-2:96 y que flota en un
líquido de peso específico 2, debe ser inferior al 0,5% del peso total de la muestra
(ensayo según UNE 7244:71).
d) No debería utilizarse un árido fino que presente una proporción de materia orgánica tal
que, ensayado según la norma UNE-EN 1744-1 :99, produzca un color más oscuro que la
solución patrón.
e) El árido, y por tanto, la arena no debe ser proclive a la reacción con los álcalis. Para tratar
de determinar la potencial reactividad hay numerosos ensayos, ninguno de ellos
definitivo. [R.2]. En primer lugar, se recomienda hacer examen petrográfico que
proporcionará información sobre el tipo de reactividad que puede presentarse.
a) A la cantidad de finos que pasen por el tamiz 0,063 UNE-EN 933-2:96 en % del peso
total de la muestra se le suele fijar un límite del 6%.
En arenas procedentes del machaqueo de rocas calizas este límite suele elevarse a:
Abertura de malla (mm) 5,00 2,50 1,25 0,60 0,30 0,15 0,08
Límite inferior 95 75 55 30 12 4 o
5.4.1.3.Condiciones fisico-mecánicas
b) Absorción del agua. No debe ser mayor del 5%. Se determina con arreglo al método de
ensayo indicado en las UNE 83133:90 y 83134:90.
e) Resistencia a la helada. Cuando sean de temer heladas deberá comprobarse que las
arenas no presentan una pérdida de peso superior al 15 por 100 al ser sometidas a cinco
ciclos de tratamiento con soluciones de sulfato magnésico, de acuerdo con el método de
ensayo UNE- EN 1367-2:99. Si los áridos no pasan satisfactoriamente estas pruebas
conviene hacer pruebas de hormigón.
a) Terrones de arcilla. No deberán exceder del 0,25% del peso total de la muestra haciendo
la determinación con arreglo al método de ensayo indicado en la UNE 7133:58.
b) Partículas blandas. Su cantidad no debe pasar del 5% del peso total de la muestra cuando
se ensaya según el método indicado en la UNE 7134:58.
e) La cantidad de material retenido por el tamiz 0,063 UNE-EN 933-2:96 y que flota en un
líquido de peso específico 2 no debería ser superior al 1 % del peso total de la muestra
(ensayo según UNE 7244:71).
a) Tamaño máximo del árido. Se denomina tamaño máximo del árido la mínima abertura
de tamiz. UNE-EN 933-2:96 por la que pase más del 90% en peso cuando además pase
el total por el tamiz de abertura doble.
Cada una de estas clases debe cumplir lo especificado en la norma UNE 146120:97 en la
que se define la clase d-D y sus condiciones de clasificación. (Anejo V).
e) Contenido de finos. Los que pasen por el tamiz 0,063, UNE-EN 933-2:96, no deberían
exceder del 1 % del peso total de la muestra pudiendo admitirse hasta un 2% si se trata de
árido procedente del machaqueo de rocas calizas. El volumen total de finos (incluidos
los de la grava) sólo se podrá definir realmente haciendo hormigones de prueba.
d) Forma. El coeficiente de forma del árido grueso no debe ser inferior a 0,20 utilizando el
método de ensayo indicado en la norma UNE 7238:71.
b) Absorción de agua. No debe ser mayor del 5% cuando se determina con arreglo a los
métodos de ensayo UNE 83133:90 y 83134:90.
d) La densidad aparente de cada grano del árido grueso para el hormigón no debería ser
menor de 2,5 gr/cm''. Los de menor densidad requerirían un análisis técnico y económico
específico.
e) El árido grueso para hormigón colocado por encima de la zona sujeta a las fluctuaciones
del nivel del agua no debe indicar en la prueba del sulfato magnésico, después de cinco
ciclos alternados de saturación y secado, una pérdida para la fracción ensayada superior
al 15 por 100 del peso inicial. El árido grueso que no soporte esta prueba satisfac-
toriamente y muestre una pérdida superior al 15 por 100 se debe ensayar en hormigón.
t) Las adherencias que recubren a veces los áridos (especialmente los procedentes de
depósitos naturales) son, en principio, perniciosas porque crean una zona más débil en
torno a los granos afectados. Es recomendable hacer con estos áridos hormigones de
prueba y analizar cómo y con qué carga rompen las probetas.
Durante la fase de construcción el reconocimiento de los áridos producidos debe conseguir dos
fines:
a) Comprobar que los áridos cumplen las condiciones y requerimientos de calidad exigidos.
Para el primero de los fines se harán los ensayos sistemáticos que se establezcan en función de la
problemática concreta del material elegido.
Para el segundo de los fines interesa, sobre todo, la determinación de la curva granulométrica de
cada uno de los tamaños pero tomando las muestras a la vez que se hace un control de
producción de cada tamaño. Así se podrán conocer, no solo la eficacia de cribado en ese
momento, sino también la influencia del estado de desgaste de los elementos de trituración en la
composición del árido, concluyendo si es necesario o no llevar a cabo algún cambio en dichos
elementos. También se podrá estudiar la importancia de la automolienda.
Por otra parte se debe controlar la eficacia del sistema de lavado no solo con la determinación
del porcentaje de finos a que nos hemos referido sino también con el análisis, por sedimentación,
de los lodos que se tiran para saber si se están desaprovechando los finos útiles.
CAPÍTULO 1 - Introducción
R.3 Alonso, M. "Casos patológicos de las presas españolas". Simposio sobre Geotecnia de
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R.3 IAEG. Commission ofEngineering Geological Maps. "Clasification of rocks and soils of
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142 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
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Therond, R. "Recherche sur l'etancheité des lacs de barrage en pays karstique". París.
Eyrolles. 1973.
l. INTRODUCCIÓN 157
4. GALERÍAS 163
s. SONDEOS 165
6. DIAGRAFÍAS 171
8. GEOFÍSICA 179
RELACIÓN DE TABLAS
l. INTRODUCCIÓN
Las posibilidades de efectuar ensayos en el terreno son múltiples y muy variadas. En este Anejo
se pretende ofrecer una visión panorámica de las distintas alternativas que hoy en día ofrece la
técnica, para que en cada caso concreto los técnicos responsables decidan sobre su oportunidad
en función de las peculiaridades de la obra.
Se ha prestado especial atención, por un lado a aquellos tipos de ensayos de los cuales existen
experiencias en España, y por otro lado a aquellos ensayos que son más propios de la tecnología
de presas.
En general los ensayos de campo son ensayos complejos y por lo tanto costosos. sobre todo en
algunos casos. Pero, a su vez, la información que pueden suministrar es muy valiosa, e
insustituible.
Excede del alcance de este Anejo la definición detallada de los procedimientos de investigación
y de interpretación de los resultados. En algunas ocasiones existe normativa que define el ensa-
yo.
Entre las clasificaciones a utilizar se señala la recomendada por la ISRM (1980) [R. l] que fue
publicada en el Boletín de la IAEG (1979) [R.2] que se expone en la Tabla l. l. Divide las rocas
en cinco grandes grupos: sedimentarias detríticas, piroclásticas, químicas orgánicas,
metamórficas e ígneas, que a su vez distribuye en seis apartados atendiendo al tamaño del grano
o los minerales. Aporta también datos sobre la composición y la estructura que presentan.
Estas rocas deben ser representadas en los planos y perfiles por lo que hay que adoptar una
simbología apropiada. Puede utilizarse la que figura en la Norma UNE 22-601-74 [R.3] para
rocas sedimentarias y recomendada especialmente para cortes geológicos y columnas
estratigráficas. Posiblemente sea demasiado detallada por lo que en la Tabla T.2 se da una
abreviada, donde se incluyen diferentes tipos de rocas, de mayor uso en España.
Clasificacion de la IAEG
AMORFOS LIGNITO
VITREO HULLA
TABLA 1.1 (Continuación) )>
:::s
(1)
o·
Clasificacion de la IAEG
3:::
�
GRUPO GENETICO METAMORFICO IGNEO oo.
o
"'o.
Estructura común FOLIADA MASIVA (1)
:::s
Cuarzo, feldespa- <
Los minerales claros son cuarzo, Minerales oscuros Minerales oscuros
(1)
Grano medio
ESQUISTOS CUARCITA
TABLA 1.2
Simbología de algunos materiales a utilizar en planos y cortes
ROCAS SEDIMENTARIAS
Tierra vegetal
A I uv i a I, Acarre o a -----------------
Gravas
..
Arenas
�
Limos, Limo lit as ------------------ �
�
s
A r e i 11 as, A r g II i t a s �
Conglomerados
�
Areniscas �
Margas
Cal izas
Calizas margosas
Calizas areniscosas
Dolomías
Yesos
ROCAS METAMORFICAS
Pizarras
Esqu lstos
Gnelaea
ROCAS PLUTONICAS
TABLA 1.3
Colores a utilizar en los planos geológicos
Devónico Salmón
Carbonífero Morado
Trías Violeta
En ocasiones, el empleo de tramas o colores puede restar claridad al plano, por ejemplo
enmascarando la topografia de base, por lo que se pueden sustituir por letras repartidas por las
zonas de los distintos afloramientos. Conviene que estas letras sean alusivas a los nombres de
los períodos geológicos.
En la Tabla I.4 se muestran los símbolos geológicos empleados en el Mapa Geológico Nacional.
En rocas duras, con estas labores se eliminan las coberturas y en ocasiones la roca alterada,
dejando al descubierto la roca sana. En suelos y rocas blandas la penetración es mucho mayor
llegando en ocasiones al sustratro deseado o hasta donde es capaz de alcanzar la maquinaria
empleada.
Fractura en general
Contacto normal o concordante
Falla supuesta
, -._,.,, - ....... Contacto discordante
liiillililliliiliii Falla normal con indicación de hundimiento
Falla Inversa
Contacto de situación dudosa
tT1
V>
Cabalgamiento E
Rumbo y buzamiento de las capas
''''' a.
c5·
Pliegues simétricos V>
o
� Buzamiento Invertido
Pliegues asimétricos
<'>
o
o:
+ Capas horizontales A
1 1 1
A Plieg\Jes volcados
6
Capas verticales (1)
o
l@ Fóslies
Olaclesaa verticales
Siempre que se pueda, antes de comenzar la toma de datos debe limpiarse la zanja para poder
observar con facilidad todos los detalles. La situación de la calicata debe fijarse con apoyo
topográfico restituyendo los puntos extremos e incluso puntos intermedios que sirvan para
definir algún detalle importante (una falla, un estrato poco competente, etc). De los distintos
materiales que aparecen y siempre que interese, pueden tomarse muestras, cuya situación debe
quedar reflejada en el croquis o esquema de la zanja.
Los datos obtenidos en las distintas calicatas ayudan a definir la estratificación del emplaza-
miento y tener una idea de la potencia de coberturas y zonas alteradas. Deben situarse en el
plano geológico con el apoyo de los datos topográficos tomados.
En caso de requerir medios de sostenimiento para evitar su derrumbe, éstos deben colocarse de
forma que no impidan la visión total del terreno y en especial de las zonas de más interés.
La apertura de calicatas está indicada para obtener datos, por ejemplo de la estratigrafía,
alteración o espesor del aluvión en una ladera.
4. GALERÍAS
El tamaño debe ser el adecuado para poder realizar con comodidad los ensayos que se hayan
decidido en ella. Una sección de 1.5 de ancho x 2 m de alto puede ser el mínimo necesario,
aunque en la mayor parte de las ocasiones las dimensiones vienen impuestas por la ejecución y
los trabajos a hacer en ella. En el caso de que la galería necesite elementos de sostenimiento
éstos deben ser de tal índole que permitan la visión, aunque sea parcial, de los hastiales, ya que
las zonas reforzadas suelen ser las de mayor interés.
La excavación debe efectuarse de manera que se dañe la roca lo menos posible, empicando
preferiblemente medios mecánicos, si es posible, o poco explosivo, pegas adecuadas, etc.
Una vez se haya finalizado la excavación de la galería, toda ella debe ser lavada si el polvo
producido por la perforación impide una clara visión de las distintas zonas.
En el caso de ser posible, debe iluminarse la galería para permitir una buena visión de la misma.
La revisión con luces de escasa potencia resta calidad al reconocimiento y hace que el tiempo
empleado para él sea mayor.
LEYENDA
TIERRA VEGETAL
AL2ADO
DERRUBIOS
C6
PUNTOS DE LA RESTll\JCION TOPOGRAFICA
CA LIZA
FAUAS
BRECHOIDE
WESTRAS
C5
182f·-·-+-1---·-·-+·---·-·-l-·-·-·-if--·--� �
1&4 � 188�
F +------l-- C'>
"C
C6 o
C4 l AClUAS ABAJO e5 "'
1
1
Fig. l.t
Levantamiento geológico de una zanja
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 165
La torna de datos requerirá en muchos casos el apoyo de topografia para situar con exactitud
estratos, discontinuidades, zonas singulares, etc. Debe ser exhaustiva pudiendo posteriormente,
al presentar los datos, eliminar aquellos que se crean de menor interés. En la Figura 1.2 se
exponen dos ejemplos de levantamiento geológico.
S. SONDEOS
Hay dos procedimientos esenciales de realizar los sondeos de investigación para presas: a percu-
sión y a rotación. En el primero el elemento cortante se introduce en el terreno golpeándolo
mientras en el segundo por una acción combinada de presión y rotación. La percusión está
indicada para terrenos blandos o -sueltos de carácter granular, acarreos fluviales o coluvial, en
donde una herramienta girando podría alterar en exceso el medio o quedar atascada. La rotación
es recomendable para rocas de dureza media y alta.
e
A
B 1
• 1 8
�r·- 1
•
•
1 •
:g .c ----·---- E_
<') ¡ A
¡
¡ E
1 ..
3.50 .. 1
F
FAMILIA DE
DIACLASAS
DIREC.BUZAMJBUZAMIENTO Z'T0/20
d1
f2j
d2
220/85
d d d1
258f20
0 d2
78/20
d d
OBSERVACIONES
a)
HORMIGÓN @) @) HORMIGÓN
FAllA
- 1%
HORMIGÓN
- 1%
b)
Fig. 1.2
Ejemplos de levantamiento geológico de galerías
Anejo I. Métodos de Investigación del Terreno 167
TABLAl.5
Diámetros de sondeos usados ea Europa
� Testigo (mm)
� Taladro (mm)
Corona pared gruesa Corona pared delgada
146 120
131 105
116 90
101 75
86 58 72
76 48 62
66 38 52
56 34 42
46 24 32
Los datos de la perforación y del testigo que suelen registrarse son los siguientes [R.4]:
Cota de la boca: Suele ser proporcionada por la empresa que encarga el trabajo.
Coordenadas de la boca: Igualmente es un dato que se le da a la empresa encargada de
las perforaciones.
Fecha del comienzo: Este dato como los tres que le siguen deben ser dados por el
sondista.
Fecha de terminación
Tipo de maquinaria de perforación
Tipo de corona o elemento de corte
Espesor de cada tramo diferenciado: Debe ser un dato que dé el técnico responsable
que revise el testigo. Nunca debe ser proporcionado por el sondista.
Profundidad de cada tramo: Es un dato fácil de obtener a partir del anterior.
Diámetro de la perforación: A igual de lo dicho para otros datos debe ser proporciona-
do por el sondista o el vigilante de la perforación.
Debe ser hecha por un especialista no debiendo ser considerados solamente los datos apuntados
por el sondista. En caso de que una densa fracturación u otras causas impida la recuperación del
testigo se deberán emplear otros métodos más adecuados. Los datos más comunes a registrar
son:
Fracturación: tipo de fractura, ángulo que forma con el eje, aspecto de la superficie, tipo
de la apertura, anchura, relleno y tipo.
Tamaño del testigo obtenido: Debe darse la proporción del testigo recuperado ya que
suministra una idea sobre la calidad del terreno, su fracturación y la bondad de la
ejecución. El porcentaje de los trozos del testigo superiores a 1 O cm con respecto a la
longitud total también permite una clasificación rápida y fácil del medio rocoso. Es
conocida como RQD.
Surgencias de agua: Es un dato dificil de precisar y depende del cuidado que ponga el
sondista. Sin embargo siempre debe requerirse.
Avanee: Es un dato de responsabilidad del sondista y puede ser de gran ayuda en tramos
dudosos, con escasa recuperación de testigo, ya que da idea de la calidad de la roca. En
algunos casos, como se hablará mas adelante, la sonda va provista de los dispositivos
necesarios para registrar una serie de parámetros ligados al avance.
Muestras: Es una operación a fijar por el geólogo o ingeniero geólogo juntamente con el
proyectista, a la vista de los resultados. Del primero es también la responsabilidad de la
elección de la muestra a enviar al laboratorio, la descripción detallada de la misma y la
comprobación de su exacta designación. Esta última operación, muchas veces delegada
en el sondista o encargado, puede ser vital ya que un error en la clasificación puede hacer
inservibles los ensayos o alterar las interpretaciones geológicas. Es primordial el haber
fijado, al comenzar la investigación, la nomenclatura a emplear para la designación de
las muestras. Debe ser sencilla y a la vez clara evitando puedan ser confundidas con otras
de campañas anteriores o posteriores.
finalizada la perforación del sondeo. Conviene insistir a la empresa que efectúe los
trabajos para que estas medidas se lleven a cabo, ya que hay una tendencia a no hacerlas
cuando los taladros están muy alejados entre sí, tienen dificil acceso o ha pasado el
tiempo desde que se terminaron los sondeos.
Todos estos datos además de otros de los que se hablará mas adelante deben quedar reflejados en
los partes del sondeo y en las columnas estatigráficas de cada uno de ellos. Es conveniente que
un especialista ligado al equipo que realiza los estudios haga la descripción y toma de datos del
testigo. El lenguaje a emplear para esta descripción debe ser lo más sencillo y asequible ya que la
información será consultada por técnicos que no tienen que estar impuestos en temas de geología
y geotecnia. Deben mantenerse la simbología y definiciones pétreas que se hayan acordado en
etapas previas. En la Figura 1.3 se muestra un estadillo con los datos de un sondeo.
Como complemento de la descripción escrita debe existir una fotografia en color de cada caja de
testigos que clarifica la utilización posterior de los datos registrados, cuando ha pasado un cierto
tiempo o son revisados por personas que no han hecho la investigación. Aunque el color de los
testigos no es un factor importante puede ser vital en ocasiones ya que permite la correlación,
por ello las fotos señaladas deben incluir una escala de colores, que permita definir el tono
exacto del material, así como una escala de medidas.
El gran interés que tienen los testigos obtenidos en una perforación obliga a su cuidadosa
conservación. El sondista los colocará en cajas de madera por tramos de 1 m. de largo, pudiendo
ubicar en cada caja de seis a ocho metros dependiendo del diámetro. Cajas con más filas suelen
ser inmanejables debido a su peso. Las cajas deben ser de madera, con tapas provistas de unos
cierres que eviten la pérdida de los testigos. Deben rechazarse las cajas de cartón que son poco
resistentes, se estropean con la humedad y carecen de cierre.
Se suele separar cada tramo recuperado o cambios significativos de la litología, con una tablita u
otro elemento adecuado en el que se marca la profundidad a que se produce tal hecho. Caso de
que se haya tomado una muestra o se haya encontrado un hueco su posición debe hacerse patente
en la caja.
En la tapa, interior y exteriormente, así como en un lateral, debe figurar el nombre del sondeo, el
número de la caja y el tramo guardado, de manera que sea fácil de reconocer la caja en almacén.
Si se hace una nueva campaña de sondeos debe definirse si interesa diferenciar ésta de la anterior
a la hora de denominar los sondeos. La denominación debe ser adecuada a los efectos
propuestos. Algo similar sucede cuando un emplazamiento se analiza en fases separadas por un
lapso de tiempo grande y se quiere hacer patente la diferencia entre ellas.
170 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
TOMA DE MUESTRAS
PERFO-
NATURALEZA DEL TERRENO ,: TESTIGO
RACION GOLPEO RECUPERADO
CORTE DESCRIPCION � gl� �
0 LJTOLOGICO
1 1 1 1 O o o o o
TIPO P(R.F' PROF. 11PO O
� g � ,R N • <> CD
i.o.;
'?n
c.
6.00
I• nn
'º-
1
1
111
I• r_n
1-
-
A
IA An
333
70_
ARENA FINA MEDIA PRESENTA CONTACTOS
IRREGULARES CON LA ARCILLA Sl'T 40 50 80 R
2.15��
I? "°
o
lo nn 1
80
-; '=�- lo �n TP
_.'.'. - _9�6-+--��·�:����J�t:t�J�j�J�������;��is�s�D"E�M"ICOA�Y�SSUUePUUSESST"A"MuE>NnT,E�:PI:R:O��������������
Fig. 1.3
Columna estratigráfica de un sondeo
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 171
6. DIAGRAFÍAS
Las diagrafias son registros continuos que se hacen en el sondeo completando la información
que aporta el testigo, las muestras ensayadas y determinadas pruebas.
Se pueden dividir en dos grupos: Las diagrafias que se hacen durante la ejecución y miden
alguna característica de la maquinaria o del terreno en función de aquella y las diferidas que se
efectúan una vez realizada la perforación y miden por lo general alguna característica del
terreno.
Las primeras pueden dividirse a su vez en dos grupos [R.5]: dependientes de parámetros de la
maquinaria y controlados por el operador y las ligadas a las condiciones del terreno.
En la Tabla I.6 se exponen las diferentes diagrafias y en las Figuras I.4, I.5, y T.6, ejemplos de
ellas. Las realizadas durante la ejecución, las radiactivas, sísmicas y las referentes a la desviación
del taladro suelen ser las más habituales en investigación de emplazamientos de presas.
Estas diagrafías tienen una función complementaria de los datos obtenidos. Por sí mismas,
aisladas, carecen de valor o éste es muy limitado.
TABLA 1.6
Diagrafias
.
DURANTE LA EJECUCIÓN
1 1
Dependientes de las condiciones de la máquina Empuje sobre el útil
Velocidad de rotación
Caudal fluidos de perforación
Dependiente de las condiciones del terreno Velocidad de avance
Par motor
Presión del fluido
Energía reflejada
DrFERlDAS
1 1
Radioactivas Gamma-gamma
Gamma natural
Neutrones
Sónicas
Calibre
VEL. AVANCE PAR ROTACIÓN EMP. I RETEN. ROTACIÓN PRES. LODOS CAUD. LODOS
10 .i
f
24
25
2e
14
Fig. 1.4
Ejemplo de registro de parámetros de un sondeo
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 173
o .•
c111.1r 1""1
soo •• o.,
ll • 'º""· •• sao.o
sr11 'º""'
-···--··
Ol Ir IMI ·- lllrlt S, 111,1
-···--
D. O SOO. 1 l. 1 60. O ·lOO. 1 lOO. D O. 1 SOO. O
1
···--••o
--!....º.!.-;- 1
ll
.
,_ -. ..,
••tammm••••�
--·
•
Fig. 1.5
Ejemplo de diagrafias diferidas
OESlllACIONES EN m.
0.5 1.5 2
50
É
z
w
fil
z
o
g 100 �
z
�a.
150
AL2ADO PLANTA
Fig. 1.6
Medida con clinómetro de la desviación de un sondeo
174 Guia Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
7. ENSAYO DE PERMEABILIDAD
7.1. En sondeos
a) Ensayo Lefranc
El ensayo Lefranc se utiliza para medir la permeabilidad de suelos y rocas, bajo débil
gradiente y en régimen permanente. También se puede efectuar en régimen transitorio,
siendo su interpretación diferente.
En esencia consiste en hacer una cavidad en el terreno y medir el agua que se filtra del
terreno a la cavidad o de ésta al terreno cuando se inyecta. El ensayo se hará por tanto
inyectando agua al terreno o extrayéndola.
Dado que los terrenos en que se suele hacer este ensayo son poco coherentes la cavidad
que se ensaya debe mantenerse con la propia inyección de agua, con grava introducida en
ella mediante una tubería perforada o mediante geotextiles de permeabilidad apropiada.
En algunos casos la cavidad se mantiene sin necesidad de sostenerla. El dispositivo del
ensayo se esquematiza en la Figura I.7.
El ensayo consiste en medir el caudal inyectado o bien la subida o bajada del nivel de
agua que se produce en el taladro a lo largo del tiempo. Dependiendo del método, el
caudal debe poder regularse con precisión del 3%, las medidas 1-2 mm y el tiempo con
un segundo. Las medidas iniciales no son representativas y no deben considerarse. Serán
más continuas al principio del ensayo y se van distanciando a lo largo de él dándose por
finalizado cuando se alcanza la estabilidad del nivel.
Fig. 1.7
Esquema de un ensayo Lefranc
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 175
Q
K=----
C .n¡
en donde:
K = permeabilidad en mis
Q = volumen en m3
H = carga en m (diferencia de nivel)
t = tiempo en segundos
C = factor expresado en m cuyo valor es
2n I
C=------
ln ( 0,618 d )
Debe exigirse que los datos sean lo más completos posibles y que en los partes de trabajo
figure:
Fecha de ejecución.
Denominación del taladro y número del ensayo.
176 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
b) Ensayo Lugeon
El ensayo Lugeon puede realizarse a medida que se perfora o una vez finalizada la per-
foración. Generalmente el primer modo es mejor y solo necesita el empleo de un
obturador pero es un procedimiento lento y más costoso que puede alargar en exceso la
investigación. En caso de llevarlo a cabo una vez concluida la perforación, se suelen
efectuar de forma ascendente comenzando por el tramo más bajo. En la Figura I.8 se
muestra el dispositivo del ensayo.
La bomba utilizada debe ser capaz de proporcionar el caudal necesario para el tipo de
macizo a ensayar. Así, en medios de alta permeabilidad, como por ejemplo los calcáreos,
el caudal máximo de la bomba puede ser indicativo de la permeabilidad medida. Cuando
los primeros ensayos denoten esta situación debe cambiarse la bomba.
Los equipos deben comprobarse in situ antes de comenzar los trabajos, viendo si el
caudal y presión de la bomba es el señalado y si es adecuado al medio a investigar.
Igualmente pueden comprobarse la estanqueidad de los elementos de unión entre
tuberías. Esta verificación debe hacerse también cuando se ha producido algún incidente,
que haya obligado a suspender el ensayo y a retirar el aparellaje del taladro.
BOMBA
NIVEL FREATICO
ENSAYADO
Fig. 1.8
Esquema de un ensayo Lugeon
Se recomienda que el tramo de ensayo sea de 5 m de longitud, salvo que en algún punto
se haya detectado una filtración importante o hueco por lo que interese centrarse en esa
zona concreta ensayando un tramo de menor longitud.
Puede ocurrir que al terminar el ensayo el nivel de agua ascienda algo, ya que las fractu-
ras inyectadas puedan devolver al taladro el agua que contienen. Si esto ocurre deberá
anotarse para la interpretación cualitativa del ensayo.
La posición de los taladros debe ser definida por topografia y tomar la cota de un punto,
p.e. el borde Ja entubación, desde donde se efectúen las medidas. Estas coordenadas
deben estar ligadas a las generales que utilice el proyecto.
Debe tenerse en cuenta que la presión del ensayo no suele ser la que señala el manóme-
tro, pues hay que considerar la columna de agua hasta el centro del tramo de ensayo,
punto donde se considera la presión, el nivel freático si existiese y las pérdidas de
manguitos de unión, válvulas y dilatación de las tuberías si son flexibles. Estas pérdidas,
difíciles de determinar, se calculan con ábacos y son función del tipo de manguitos, diá-
metros interiores de las tuberías, etc. y muchas veces se prescinde de ellas. Por este
motivo debe exigirse un cuidadoso montaje del sistema de inyección y la comprobación,
como ya se ha indicado, de los equipos.
En el pliego de condiciones debe exigirse que en la hoja de trabajo figuren al menos los
datos siguientes:
Los resultados pueden darse en unidades Lugeon. Una unidad Lugeon es la permeabilidad de un
terreno que filtrase un caudal de un litro por metro durante 10 minutos a una presión de 10 atm.
Es equivalente a una permeabilidad de 1.10-1 mis - 2.10-7 mis. Para presiones inferiores a 1 O atm.
la determinación de las unidades Lugeon correspondientes extrapolando en base a correlaciones
lineales resulta cuestionable, debiéndose comprobar los resultados obtenidos con otros ensayos,
si existen.
Sin embargo, es mejor presentar diagramas de caudal-presión que permiten analizar el proceso
del ensayo y dar idea si se ha producido fracturación de la roca, apertura o taponamiento de las
Anejo l. Métodos de lnvestígacíón del Terreno 179
fracturas, etc. En España existe una amplísima experiencia en el uso e interpretación de este tipo
de ensayo por lo que para W1a mayor información se puede acudir a los Congresos Nacionales e
Internacionales relativos a la tecnología de presas. [R.6].
En rocas fracturadas o en aquellas en las que pueda producirse rotura conviene no alcanz.ar las
I O atm. Cuando no superan las 5 atm. estos ensayos se suelen denominar ensayos de
permeabilidad de baja presión (LPT).
e) Trazadores
Para tener una idea aproximada de la permeabilidad de las formaciones superficiales se puede
acudir a rellenar con agua las calicatas realizadas con otros propósitos de investigación,
interpretar la evolución del nivel del agua con el tiempo, y así deducir órdenes de magnitud de la
permeabilidad.
También se puede efectuar una pequeña excavación que tenga forma de pirámide invertida y
analizar, al igual que en el caso anterior, el descendimiento del nivel del agua en el tiempo.
8. GEOFÍSICA
Corno complemento del levantamiento geológico y de las investigaciones con zanjas, sondeos,
galerías, etc., pueden hacerse prospecciones geofísicas.
8.J. Sísmica
En la sísmica de refracción, la onda elástica medida es la refractada en una superficie, que puede
ser un plano de estratificación o una discontinuidad. La onda puede generarse mediante una
explosión o por un golpe de maza, dependiendo de la profundidad que se quiera alcanzar y del
180 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
tipo de terreno por el que se transmitirá la onda. Se recoge en un captor (geófono) que convierte
el movimiento en un impulso eléctrico. Este impulso es llevado a un sismógrafo que lo filtra,
amplifica y registra. Se mide el tiempo en que la onda, (de compresión o de corte), tarda en
llegar al geófono lo que permite conocer la velocidad, al conocer la distancia entre el origen de
la onda y el captor.
TABLAl.7
Velocidad de propagación de ondas elásticas de compresión
Tomado de IR.81
En la Figura I.9 se muestra un ejemplo de las dromocrónicas obtenidas en un perfil y su
presentación.
CORONACION
330
320
310
300
290
rn 280
�
o
o 270
200
250
240
230
220
210
70
60
50
40
30
20
10
D CONJUITTO MARGOCAUZA
D TRAMOS CALIZOS
T.17 .. TIRO 17
Fig. 1.9
Ejemplo de un perfil sísmico y su presentación
182 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
TABLAl.8
Resistividades en ohmios metros (O m)
Margas 0,1 - 50
Calizas 50 - 3.000
Pizarras 50 - 300
Arcillas 10 - 100
Areniscas 50 - 5.000
Aluviones 50 - 500
Tomado de R.9
TABLA 19
Variación de la resistividad de arenas con el porcentaje de agua
En ambos casos se obtienen perfiles de velocidad de propagación de las ondas (S), generando
ondas volumétricas del tipo SV en su interior ("cross-hole") o generando ondas tipo SI I en su
superficie ("down-hole"). El "cross-hole'' requiere más de un sondeo, en ocasiones se exigen
tres, pero obtiene valores muy precisos para cada profundidad. El "down-hole" promedia los
parámetros del terreno.
Anejo l. Métodos de lnvestigación del Terreno 183
MARGEN DERECHA
MARGEN IZQUIERDA
(Valores en ohmios.metro)
Fig. I.10
Ejemplo de un perfil eléctrico resistivo
En el "cross-hole" el diámetro de los taladros debe oscilar entre 130 mm y 76 mm., y separación
entre 3 y 6 m. En la Figura I.11 se muestra un esquema del procedimiento de realizar el ensayo.
En la Figura I.12 se ha esquematizado el procedimiento de "down-hole". La onda puede
generarse con un impacto mecánico, dependiendo de la profundidad que se quiera investigar.
La profundidad que se puede alcanzar con este ensayo depende de la potencia de los aparatos
empleados pero no llega a rebasarse los 100 m.
La necesidad de conocer con exactitud la distancia a que se encuentra el geófono del origen de la
onda hace que la medida de la desviación del sondeo sea obligatoria en este tipo de ensayo.
Conociendo las velocidades de cada material ensayado se puede deducir el módulo de
deformación tangencial dinámico, el módulo de elasticidad dinámico y el coeficiente de Poisson,
para un nivel de deformación muy bajo.
Adicionalmente, entre la amplitud de posibilidades que existen, se pueden utilizar las siguientes
técnicas:
184 Guia Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
OSCILOSCOPIO
LECHADA
DE
CEMENTO
3-10m.
MARTILLO DE GEOFPNO
CIZAl..l.A TRIAXIAL
Fig. 1.11
Esquema del procedimiento de ejecución de un ensayo de cross-hole
OSCILOSCOPIO
PESO
GEOFONO
TRIAXIAL
Fig. 1.12
Esquema del procedimiento de ensayo de down-hole
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 185
Si bien sus aplicaciones son escasas y todavía se pueden considerar como métodos de investiga-
ción en proceso de depuración, dados los logros conseguidos, su futuro es prometedor.
9. TOMA DE MUESTRAS
La cantidad de la muestra a tomar así como el procedimiento a seguir dependerá del tipo de
ensayo. En algunos casos hay normativa específica o criterios de buena práctica que deben ser
utilizados, [R.13]. En las Tablas del Anejo m se dan algunas indicaciones respecto a cantidades
necesitadas de material. El número de muestras a extraer será función del problema a analizar,
de la extensión de la zona estudiada, del tipo de ensayo, y de la importancia de la estructura. Las
muestras pueden tomarse en afloramientos, zanjas, calicatas, pozos, sondeos y galerías. El
método de toma será función tanto del tipo de ensayo como del lugar en que se tomen.
En afloramientos, zanjas, calicatas, pozos y galerías la toma puede ser hecha mediante un
golpe del martillo de geólogo, obteniendo una esquirla de mayor o menor tamaño, o mediante
una sonda manual, que permite conseguir un pequeño testigo o mediante explosivo para obtener
una cantidad grande.
En suelos o rocas blandas las muestras a tomar pueden ser alteradas o inalteradas. En el primer
caso se obtendrá una porción variable dependiendo del tipo y número de ensayos. Las muestras
inalteradas se pueden conseguir tallándolas, o mediante un tomamuestras que se hinca en el
punto donde se quieren obtener. El tomamuestras lleva incorporado una funda interior en la que
se aloja la muestra.
186 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
OSCILOSCOPIO
ANAUZADOR DE PANEL DE
ESPECTROS CONmOL
Canal 1 Canel 2
<t..
!
1
1
j
j
j
SENSOR i SENSOR
VERllCAL
i VERTICAL
i
a)
.a .a �
:
! • e v<.
(m) X(m)
w
-12 -10 -2 2 8 10 12
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
f$i 0.5
V i¡ 'iZ +
lZ i '9 2
+
i
u 1 u t
1
+ 'iZ i
i
'9 '
u 1 u t
1
+ lZ i '9 8
i
X • SEPARACION ENTRE GEOFONOS
b)
Fig. 1.13
Disposición y esquema del ensayo de ondas superficiales
La hinca del tomamuestras debe hacerse de forma continua y sin rotaciones, con una velocidad
comprendida entre 15 y 30 cm/s. La longitud útil de tomamuestras debe estar comprendida ente
0.4 y 1 m. Un requisito a exigir está en el espesor de las paredes del tomamuestras que no debe
sobrepasar unos límites para ser considerado como de pared delgada.
En sondeos en rocas duras el fragmento de testigo obtenido puede servir como muestra. La
longitud a proteger especialmente dependerá del tipo y número de ensayos que se vayan a
realizar.
En suelos o rocas muy alteradas el testigo debe obtenerse con tubo portatestigo doble para evitar
la destrucción de la muestra.
Cualquiera que sea el método de toma la muestra deberán ser convenientemente embaladas e
identificadas. En la etiqueta se hará constar:
Las muestras alteradas de rocas y de suelos se pueden colocar en bolsas de plástico precintadas.
Las de suelos inalteradas en tubos de zinc o plástico, con tapaderas en sus extremos, que se
cubren de parafina posteriormente para evitar la pérdida de humedad y alteración.
El transporte, para lo cual existe normativa americana, deberá efectuarse en cajas resistentes
convenientemente acondicionadas para evitar que las muestras sufran golpes entre sí o con las
paredes de la caja. En la caja, exteriormente, con pintura inalterable a la humedad debe figurar el
nombre de la obra, el número de muestras, el número de sondeos o puntos de donde proceden, el
nombre y dirección del laboratorio y la persona que recibirá el envío.
10.1. En sondeos
¡
VARIABLE O CABLE
CABlé REGISTRADOR
/ DE PRESIÓN
PRESIOMETRO
Fig. I.14
Esquema de ensayo dilatométrico
-EXTENSOMETROS
T�
REGISTRO DE DATOS
Fig. 1.15
Esquema de un ensayo de deformabilidad con gato plano
COWMNA
DE
TRASMISION
GATO HIDRAUUCO
APOYO RfGroo
Fig. 1.16
Esquema de un ensayo de deformabilidad en galería con placa rígida
VIGA DE REACCION
d) En cámara de presión
Es un sistema similar al de gatos radiales pero la carga se produce con agua a presión.
VARILLA DE
ACERO
I
/
_......_.,.__�---- CIRCULO INSCRITO
/
/
Fig.1.18
Ensayos de deformabilidad con gatos radiales
Fig. J.19
Ensayo de deformabilidad en cámara de presión
Este ensayo permite determinar la resistencia al corte pico y residual, en particular de las
discontinuidades que puedan existir. El ensayo se realiza tallando un bloque en la roca,
preferiblemente dentro de una galería, de tal forma que el plano de corte coincida con la
discontinuidad del macizo de la que deben conocerse sus características. A este bloque se le
aplican fuerzas verticales y laterales tal como muestra la Figura I.20. El número de ensayos
recomendables para cada discontinuidad es de al menos cinco. Los resultados permiten dibujar
los gráficos de consolidación, tensión-desplazamiento y resistencia al corte-tensión normal, que
proporcionan la cohesión y el ángulo de rozamiento del material ensayado.
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 193
PI.ACA DE ACERO
RELLENO DE POUSTIRENO
EXPANDIDO
Fig. I.20
Esquema de ensayo de corte en galería
Se trata de ejecutar un terraplén con los espesores más razonables, en donde controlar
topográficamente y mediante ensayos la respuesta de los materiales que constituirán el cuerpo de
presa a la compactación, con la propia maquinaria que se pretende seleccionar para ser utilizada
en la obra. Para poder alcanzar los objetivos deseados, el terraplén debe tener unas dimensiones
194 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
mínimas, (p.e. 50 m x 12 m), de manera que se puedan ensayar diferentes "tongadas" y "bandas"
homogéneas.
Para ello, en función del número de pasadas, velocidad del equipo, incidencia del agua, etc. se
controlan asientos y en determinados momentos densidades e incluso granulometrías. El
procedimiento de adición de agua también es una variable a controlar. De una buena
planificación y control de un terraplén de ensayo se puede obtener información muy
condicionante de la futura buena marcha de la obra.
El cimiento sobre el que se desea apoyar el terraplén de ensayo debe estar preparado con
anterioridad. En general bastará con un escarificado y limpieza, pero se debe analizar
previamente la idoneidad del lugar previsto para construir el terraplén de manera que su
ejecución e interpretación se pueda efectuar sin condicionantes en este sentido.
Durante la ejecución del terraplén se deberán efectuar adicionalmente ensayos in situ (p.e.
densidad, humedad, placa de carga, etc.) así como se pueden tomar muestras para su control y
ensayo en laboratorio.
a) Al igual que para el estudio del cimiento, se pueden efectuar ensayos de placa de carga
en los materiales compactados que constituyen el terraplén, si bien su interés está más
acotado. Si fuese necesario, en el dominio de la tecnología de carreteras existe normativa
específica para su ejecución, corno procedimiento de control de la calidad de un
terraplén, e interpretación.
e) También se pueden efectuar ensayos de corte directo, in situ, sobre el propio material
colocado en las condiciones de obra [R.16].
PLANTA
AOCA
SECCION A - A'
0.5
A 1.20 j
_
AOOIU.OS
ESQUEMA DE ROTURA
PEAFII..ES
DE
CONTROL
Olstribudón media
de grietas
Fig. 1.21
Ensayo de "empuje pasivo"
196 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
.A., .. 10
HITOS DE NIVELACION
DE PRECISION
EXTENSOMETROS
Fig. 1.22
Ensayo de lisurabilidad
Anejo l. Métodos de Investigación del Terreno 197
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R.17 BRAVO, G., URIEL, S. and PEREZ, J. R. "In situ Tests for Control of Cracking of the
Clay Core of Canales Dam (Spain)". XIV ICOLD, R55-Q55. Río de Janeiro. Brasil.
1982.
ANEJO II
ENSAYOS DE LABORATORIO
ÍNDICE Pág.
l. INTRODUCCIÓN 203
l. INTRODUCCIÓN
El objetivo de este Anejo es efectuar una descripción de las diferentes posibilidades que existen
para ensayar en laboratorio los materiales constitutivos de una presa y de su cimiento. Se
describen equipos que están disponibles en España, en empresas privadas, en instituciones
oficiales como el Laboratorio de Geotecnia del CEDEX (Mº Fomento) o en las Universidades.
No pretende ser exhaustivo pero se han descrito los más habituales. No obstante. para cada situa-
ción especial podrían definirse otros tipos de ensayos que informen apropiadamente del
comportamiento del material frente al problema en estudio.
Se ha efectuado una distinción, atendiendo a las técnicas de ensayo, entre suelos y rocas. En cada
caso se realiza una identificación de los ensayos posibles. si bien la frontera entre un tipo de
material y otro no siempre está clara.
Se ha prestado una mayor atención a aquellos ensayos que definen propiedades más específicas
de los materiales que van a constituir cuerpos de presas o su cimiento, así como a las
singularidades de cada ensayo más interesante para este tipo de obras. A título orientativo se
citan ensayos de permeabilidad en geotextiles.
Se han elaborado unas tablas, incluidas en el apartado 5 de este Anejo, en donde para cada ensa-
yo se especifican algunos datos y algunas de las distintas normativas vigentes en los países de
nuestro entorno. Sirven de referencia y contraste en la ejecución de los distintos procedimientos.
Cuando no existe normativa, debe ser el peticionario el que defina las condiciones del ensayo en
función del objetivo que pretenda cubrir.
Dependiendo del tipo de ensayo y del objeto del estudio, las muestras pueden, (o deben) ser,
inalteradas o remoldeadas. En el segundo caso, es necesario especificar la densidad y humedad
con las que se desea efectuar el ensayo. Para el estudio del cimiento, en ocasiones, (resistencia,
deformabilidad, ... ) se necesitarán muestras inalteradas.
2. CARACTERIZACIÓN DE SUELOS
'1
Las muestras que se ensayan no tienen por qué ser necesariamente inalteradas, salvo para la
determinación de la densidad y la humedad. Sí deben ser representativas del material a estudiar.
Los distintos minerales que constituyen un suelo se pueden identificar cualitativa y en algunos
casos cuantitativamente por medio de las técnicas de difracción de rayos X, del análisis térmico
diferencial, o de la inspección visual en el microscopio electrónico.
204 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Los ensayos químicos más usuales tienen como objeto conocer los porcentajes de carbonatos,
sulfatos y materia orgánica presentes en la muestra del suelo.
2.2. Granulometría
También se dispone de técnicas para identificar con precisión el contenido de las partículas finas
mediante el análisis de difracción de rayos laser. Posibilita conocer con precisión la distribución
de partículas finas desde 2 mm hasta unos 2µ.
Para el caso de partículas gruesas, las formas de las partículas se suelen calificar, utilizando una
lupa o un microscopio, atendiendo al criterio de R.l, que tipifican dos aspectos: "formas" y
"redondeamiento". Este último término se refiere al de su superficie. En general este tipo de
calificaciones no están normalizadas, si bien la NLT 354/74 y BS 812-67 proporcionan un índice
de lajas y agujas de los áridos para hormigones, que puede servir de referencia.
2.3. Plasticidad
Estos ensayos identifican la plasticidad de la fracción fina de los suelos. Existe normativa para
valorar el límite plástico, el límite líquido y el límite de retracción.
Como alternativa a la cuchara de Casagrande, para valorar el límite líquido en suelos de baja
plasticidad, existe también el procedimiento de caída de cono, que se encuentra especificado en
sus tamaños y pesos. En esos casos este ensayo puede ser más consistente.
El ensayo más habitual es el de densidad "seca". Indica la relación de masa "seca" por unidad de
volumen. No obstante dado que los estados del suelo son varios, en la medida en que las tres
Anejo 11. Ensayos de Laboratorio 205
fases (sólida, líquida y gaseosa) se encuentren mezcladas en diferentes proporciones. los tipos de
densidades de referencia pueden ser varios (natural, saturada, etc).
El contenido de humedad es el peso del agua dividido por el peso del suelo. Como el ensayo se
efectúa introduciendo el material en una estufa, se debe tener en cuenta la posibilidad de que
alguno de sus componentes se pueda volatizar. Por ejemplo, si se espera la presencia de yeso se
suele secar a una temperatura máxima en la estufa de 60ºC.
El peso específico de las partículas sólidas es el cociente entre el peso de las partes divic:tido por
su volumen. Sirve de referencia para calcular índices de hueco y porosidades. Si los valores
obtenidos son anómalos, superiores a 2,8 o inferiores a 2,5 se debe investigar la causa de esta
singularidad.
Hay dos procedimientos para obtener la densidad máxima en suelos granulares. Uno en base a
compactar al material con una energía tal que, sin modificar su granulometría, se alcance el
mínimo índice de huecos posibles. Otro procedimiento consiste en vibrar la muestra del suelo
granular hasta conseguir la densidad máxima posible. Para ello se suelen especificar la
frecuencia de vibración, su amplitud y el tiempo de actuación de la misma. Si se utiliza el
procedimiento de apisonado es conveniente conocer la granulometría que se produce después del
ensayo. El segundo procedimiento no está normalizado en España si bien existe norma ASTM.
Se considera que es más adecuado, más limpio, no modifica la granulometría del material y se
pueden alcanzar valores ligeramente más elevados.
La densidad mínima de suelos granulares pretende conseguir la estructura del esqueleto sólido
del suelo más "abierta" posible. Para ello se deposita el material suavemente en un molde cuyo
volumen es conocido sin ninguna compactación.
Este ensayo está normalizado hasta un determinado tamaño, (las norma UNE permiten hasta 5
mm), por lo que para tamaños más gruesos se deben extrapolar los criterios.
Se obtiene la relación entre la densidad y la humedad del suelo para una energía de
compactación determinada definida por el peso de la maza, la altura de caída y el número de
golpes por cada unidad de suelo.
206 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Está generalmente aceptado que la energía de compactación que se alcanza en obra con la
maquinaria pesada moderna está más próxima a la energía del proctor modificado que a la
energía del proctor normal. Si la muestra tiene gruesos es más conveniente efectuar el Proctor
Modificado.
Existen otros ensayos de compactación, en los que se desea reproducir mejor las condiciones de
"amasado" propios de obra, frente al "impacto" que producen los ensayos tipo Proctor, para lo
cual se puede utilizar el ensayo Harvard [R.2].
El ensayo MCV es adecuado para suelos muy heterogéneos, pues simplifica las operaciones de
control y permite contrastar los resultados con la humedad de compactación.
Los ensayos más habituales para estudiar el aumento de volumen de los suelos plásticos son el
hinchamiento libre y la presión crítica de hinchamiento. En el primer caso a la pastilla de suelo
se la deja hinchar sin presión alguna o con una presión muy reducida, determinándose el
porcentaje de hinchamiento que sufre. En el segundo caso, por contra, se somete a la pastilla de
suelo a una presión tal que no se la permita deformabilidad alguna. Para una determinada tensión
o trayectoria de tensiones, también se puede conocer la deformabilidad del sucio al ser inundado.
El ensayo de falta de cohesión, o ensayo Vaughan, [R.3], consiste en formar una muestra en un
cubo, en las condiciones de compactación próximas a las de obra, y depositarla en una bandeja,
de escasa profundidad, que se inunda posteriormente. Si la muestra se desmorona hasta su
ángulo de reposo el suelo no es cohesivo. El resultado es ilustrativo. También se pueden utilizar
los resultados de los ensayos del triaxial o de corte directo para confirmar la inexistencia de
cohesión.
De la misma manera almacenando las muestras, con una ligera humedad, se puede estudiar, de
manera aproximada, la influencia del tiempo en la producción de contactos entre granos, debidos
por ejemplo a la cementación de sus enlaces.
2. 7. Dispersabilidad
El ensayo más definitivo es el de "tubificación", también conocido como ensayo de la aguja [R.5
y R.6].
No obstante, es conveniente efectuar adicionalmente algunos de los otros tipos de ensayos que
existen, entre los que cabe mencionar:
Incluso puede ser conveniente que la delimitación de la potencialidad dispersiva del material se
haga por contraste con los ensayos conjuntos "núcleo-filtro", o con los diferentes indicios
deducibles de cada tipo de ensayo, valorando cada uno según la confianza en él depositada
(R.4].
Todos estos ensayos se pueden hacer con las muestras de material en estado de saturación o sim-
plemente con la humedad natural. Si al solicitar el ensayo al laboratorio no se especifica nada se
supone que se realizan con el material saturado. En particular para el estudio del cuerpo de
presas se ensayan muestras "remoldeadas" y para el estudio del cimiento muestras "inalteradas".
Cuando se ensayan materiales que contienen gruesos, el problema que surge es el de extrapolar
los resultados obtenidos al material de obra. Normalmente su granulometría no se corresponde
exactamente con el material introducido en las muestras, por lo que es conveniente utilizar
equipos de las mayores dimensiones posibles.
En España hay células triaxiales que permiten ensayar probetas que varían en su diámetro desde
1,5" (3,81 cm) hasta 9" (22,86 cm). Este último equipo está disponible en el Laboratorio de
Geotecnia (CEDEX) del Ministerio de Fomento. Hay también triaxiales que permiten
especificar la trayectoria de tensiones que se desee.
En todos estos ensayos se pueden medir también los parámetros deformacionales que se corres-
ponderán con las condiciones del ensayo por lo que estos ensayos también se deben entender y
definir para conocer este comportamiento.
Los ensayos triaxiales que se efectúan de manera más sistemática son del tipo CU, es decir,
ensayos con consolidación previa, rotura sin drenaje y medida de la evolución de las presiones
intersticiales. Permiten deducir los parámetros resistentes en totales y en efectivas.
Los ensayos con consolidación previa y rotura con drenaje, tipo CD, permiten estimar la
resistencia a largo plazo y deducir los parámetros correspondientes.
Los triaxiales normalmente conocidos como rápidos, tipo UU, se realizan en suelos cohesivos y
de sus resultados se deducen los parámetros a corto plazo. No se consolida previamente la
muestra y se rompe sin permitir que drenen las presiones intersticiales que se generen.
Los equipos de ensayo de "corte directo" utilizan muestras que varían desde 6 x 6 cm, ó 5 cm
de diámetro, hasta el ensayo de corte de grandes dimensiones del Laboratorio de Gcotecnia de
Anejo II. Ensayos de Laboratorio 209
También hay otros ensayos, similares a los de campo, que se pueden hacer en el laboratorio,
(molinete, penetrómetro bolsillo, etc) y sirven para tener un índice de su resistencia a corto
plazo.
2.9. Deformabilidad
Específicamente diseñados con este objetivo están los ensayos edométricos, que sirven para
medir los procesos de consolidación, en una dimensión, de los suelos cohesivos.
Permiten conocer las reacciones del suelo a solicitaciones sísmicas. Es necesario especificar las
condiciones de estos ensayos, (amplitudes, frecuencias, etc), pues no hay normativas. Se
describen a continuación equipos disponibles actualmente en España.
Con estos equipos se pueden obtener no sólo los módulos de elasticidad y amortiguamiento
típicos, sino también las deformaciones permanentes que se vayan produciendo en función del
210 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
número de ciclos y de la amplitud máxima de cada ciclo. Esta información permite conocer el
comportamiento en la fatiga del material. También permiten conocer la pérdida total de
resistencia (licuación).
El ensayo de corte simple cíclico somete a la probeta a una deformación tangencial constante en
toda su altura. Para una determinada presión de confinamiento se le superpone una tensión
tangencial de carácter cíclico, normalmente de tipo sinusoidal. Con este tipo de equipos se
pueden hacer ensayos en seco, a volumen constante, (isocóricos), que posibilitan el estudio de
los fenómenos de licuación.
Con todos estos ensayos se puede cubrir un amplio rango de niveles de deformación.
Existe una amplia gama de posibilidades para conocer parámetros fisicos o mecánicos, no
estrictamente geotécnicos pero representativos del comportamiento de un suelo, cuya definición
y descripción de sus utilidades excede del alcance de este Apéndice. Algunos de ellos (pH,
resistividad, friabilidad, aplastamiento, etc), se indican en la Tabla que acompaña a este texto.
3. CARACTERIZACIÓN DE ROCAS
3.1. Introducción
Las muestras que se reciban en el laboratorio pueden tener indistintamente un doble origen; del
sondeo o pueden ser extraídas de un bloque. En el primer caso, se deben tener en cuenta la
orientación de las mismas para aquellos fenómenos que puedan estar condicionados por la
dirección de sus discontinuidades.
Para la determinación de los tamaños de partículas granulares son aplicables los criterios
definidos para sucios. Se suelen realizar en obra dadas las grandes cantidades de material que
pueden verse implicadas. La forma de las partículas se puede conocer utilizando la metodología
A nejo I l. Ensayos de Laboratorio 211
propia de la tecnología del hormigón en donde se suelen identificar unos índices de lajosidad y
de agujas.
b) Con cualquiera de las técnicas anteriores es posible, además, determinar la textura que
presenta la roca y el tamaño de grano predominante en la misma.
e) Utilización de técnicas de difracción de rayos X, con las cuales se analiza de forma muy
adecuada la composición de la roca y la proporción de minerales de naturaleza
arcillosa.
f) La dureza superficial, para lo cual se suele utilizar la conocida escala de Mohs que
varía de 1 a 10.
1) Al igual que ocurría con la porosidad, la permeabilidad total es la suma de la que tiene
lugar a través de la roca matriz y la que se produce entre huecos y fisuras. Puede ser
fuertemente dependiente del estado tensional. Requiere un estudio específico con
ensayos especialmente definidos. Se puede determinar en laboratorio normalmente en el
equipo triaxial. En rocas sanas se utilizan gradientes elevados e incluso, en ocasiones,
gases.
3.3. Resistencia
Durante la realización del ensayo suele ser norma habitual medir la deformabilidad
vertical de la probeta, (mediante bandas extensométricas), obteniéndose unas curvas
tensión-deformación que permiten tener una primera idea del comportamiento de la roca
matriz: elástico, elasto-plástico, etc.
b) El ensayo de carga puntual es también conocido como ensayo Franklin o PLT (Point
Load Test). Aunque normalmente se emplea sobre testigos de roca, es posible efectuarlo
sobre fragmentos irregulares. La dispersión de los resultados puede ser elevada.
Este ensayo, por su facilidad de realización permite llevarlo a cabo en el campo y puede
ser utilizado con profusión para obtener un amplio espectro de la calidad de la roca. Sin
embargo, y a pesar de lo anterior, se debe emplear con precaución en rocas blandas (Is <
0.1 MPa) y con rocas claramente anisotrópicas, como las pizarras y ciertos tipos de
esquistos. En este último caso debe tenerse en cuenta la orientación bajo la que se aplica
la carga.
214 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Con los resultados de este ensayo se puede deducir el valor de la resistencia a la compre-
sión simple de la roca matriz, qs, por medio de una correlación que tiene la siguiente
forma: qs=Kl; Con carácter general, para el valor de referencia de D de 50 mm, el
coeficiente suele estar comprendido, según numerosos estudios, entre 5 y 25. Todavía no
existe una explicación de estos valores, pero a grandes rasgos se puede afirmar que
cuanto más resistente es la roca mayor es el índice K.
e) Una medida indirecta se puede obtener mediante el esclerómetro. Este ensayo, fue
desarrollado inicialmente para tener a priori una idea del valor de la resistencia a la
compresión simple de probetas de hormigón. Se obtiene un equivalente a la dureza
superficial de la roca mediante el martillo Schmidt de rebote (también conocido
normalmente como esclerómetro) de muy sencilla ejecución.
Se puede efectuar· tanto en campo como en laboratorio. La orientación bajo la cual se
efectúa el golpeo mediante el martillo influye en los resultados, por lo que se debe tener
en cuenta esta circunstancia a la hora de analizarlos. La dispersión de los mismos suele
ser elevada. Por lo que además de efectuar series de golpeos, se eliminan los valores
extremos, para deducir un valor representativo.
f) Los ensayos de compresión triaxial en muestras de roca son más propios de estudios es-
peciales pero también se efectúan en análisis de cimentaciones que puedan considerarse
problemáticos. Requieren equipos especiales y definir el proceso de rotura.
h) Otro índice para obtener la calidad de una roca, y por extrapolación un índice de su
resistencia, consiste en determinar los cambios granulométricos acontecidos con los
fragmentos de roca para las solicitaciones que van a sufrir en obra, antes y después de
ensayar al corte la escollera.
En laboratorio, se pretende reproducir los procesos de alteración que inducen en la roca los
agentes externos de la zona en donde la roca va a quedar depositada, acelerándolos.
b) Los ensayos Deval y Micro Deval son similares al de desgaste de Los Ángeles. La
diferencia entre un tipo y otro de ensayo es función de la granulometría que se ensaya.
En estos ensayos, la degradación de los materiales se produce por el choque entre los
propios fragmentos de roca introducidos en el tambor. El ensayo puede efectuarse tanto
en seco como con la muestra saturada.
e) El ensayo "Hielo-Deshielo" trata de reproducir mediante ciclos el efecto que tienen las
heladas en las rocas saturadas. Al provocar un importante cambio de volumen en el agua,
origina fracturaciones importantes en los fragmentos de roca que se ensaya.
f) Los resultados de los ensayos de ataque con Sulfatos (Magnésico o Sódico) dependen
de la naturaleza del medio de cristalización y del tamaño y forma de los fragmentos
elegidos para la realización del mismo, por lo que dado que la normativa está
:fundamentalmente elaborada para áridos para hormigones, se pueden especificar otros
tamaños a ensayar más representativos del material en obra.
b) La hidrólisis, esto es, (disolución de ciertos minerales). Puede ser el caso de las rocas
yesíferas, en las que el agua tiende a disolver el yeso, y de otras rocas sedimentarias, en
las que suele ser frecuente encontrar sales solubles.
Anejo 11. Ensayos de Laboratorio 217
d) Los procesos de oxidación-reducción. (Por ejemplo el caso singular que tiene lugar en
los sulfuros (piritas), que se oxidan transformándose en sulfatos desprendiendo ácido
sulfúrico en una reacción muy lenta.
Todos estos procesos son temas singulares y costosos de conocer. No son fáciles de estudiar si
bien dada la dificultad de analizarlos en laboratorio se aconseja, en su caso, efectuar los estudios
in situ.
Existe una amplia gama de posibilidades particulares, individualizadas para cada caso, que
pretenden reproducir los efectos que se van a dar en obra. Dentro de este grupo de ensayos se
podrían incluir, entre otros, los siguientes: Carga correspondiente al 10% de finos (que consiste
en aplicar sobre una granulometría gruesa una carga que consiga una fragmentación del material
en la que el porcentaje de finos oscile entre el 7.5% y el 12.5% del peso inicial), dilatación
térmica, conductividad eléctrica, pH, índice de impacto (que consiste en aplicar a una
granulometría gruesa un número de golpes mediante la caída de un pistón con objeto de
determinar el porcentaje de finos que se produce), etc.
En la práctica estos ensayos son menos útiles, su interpretación es dificil, y por lo tanto se
realizan con menor frecuencia que los que en los apartados anteriores se han tratado, por lo que
no se ha considerado conveniente su descripción detallada en este texto.
UNE 7238: 71: Determinación de coeficiente de forma del árido grueso empleado
en la fabricación de hormigones.
UNE 7244: 71: Determinación de partículas de bajo peso específico que puede
contener el árido utilizado en hormigones.
UNE 83131 :90: Áridos para hormigones. Determinación del equivalente de arena.
Las normas UNE están permanentemente en proceso de actualización por lo que aquí se
incluyen las vigentes en el momento de la publicación de la Guía, relativas a los áridos para
hormigones, a las que se ha hecho referencia en el texto.
Anejo II. Ensayos de Laboratorio 219
Se incluyen a continuación un conjunto de tablas que indican las normativas existentes, cuando
es el caso, que se aplican a los distintos ensayos de suelos y rocas y se completan con algunos
datos de interés para la ejecución de los ensayos. Existe correspondencia entre los apartados de
este Capítulo, en los que se describen propiedades que caracterizan los suelos y las rocas, y las
tablas correspondientes de los ensayos. Por ejemplo, la Tabla que tiene por título "Ensayos de
suelo. Mineralogía y composición" incluye los ensayos con los que se pueden definir la
mineralogía y composición del suelo descritas en el apartado 2.1 de este Anejo.
ENSA VOS DE SUELOS.
PREP ARACION Y CLASIFICACION
PREPARACJON N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
y
CLASIFICACION
Preparación de muestras Preparación de muestra para los ensayos de Preparación de muestras para ensayos de Dry Preparatioo of Soil Samples for Par- Pan 1. General requirements and sample
suelos suelos ticle-Size Analysis and Detennination of preparations
NLT-101172 UNE 103-100-95 Soil Contants 7. Preparation of disturbed samples for tes-
D 421 -85 (1993) ting
8. Preparation of undisturbed samples for
tesung
Clasificación de suelos Classification of Soils for Engineering Pan 1. General requirements and sample
Purposes preparation
O 2487-93 3. Classification of soils
3.1. Grouping of soils
Description and Jdentification of Soils 3.2. Description of soils
(Visual-Manual Procedure) 3.3. Classification system
O 2488-93
ENSAYOS DE SUELOS
MfNERALOGIA Y COMPOSICfON
2.1. MINERALOGIA N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol.4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSER VACJONES
Y COMPOSICION
Carbonatos Contenido de carbonatos en los suelos Detenninación del contenido de carbonatos Calcium Carbonate Content of Soils Part 3. ChemicaJ and electro-chemical tests Sucio fino .......................................... 50 g
NLT-116191 en los suelos D 4373-84 (90) 6. Detcrmination of the carbonar content Suelo medio .................................... 200 g
UNE 103-200-93 Sucio grueso ................................... 1,5 kg
Sales solubles Contenido en sales solubles de los suelos Pore Water Extraction and Detennination of Part 3. CltemicaJ and electro-chemical tests Suelo fino .......................................... 50 g
NLT-114/96 the Soluble Salt Content of Soils by Re- 8. Detennination o total dissolved solids Sucio medio .................................... 200 g
fractornerer Suelo grueso ................................... 1,5 kg
D 4542-95
Sulfatos Reconocimiento de sulfatos solubles en los Detenninación cualitativa del contenido de Part 3. Chernical and electro-chemical tests Suelo fino ........................................ 150 g
suelos sulfatos solubles en un suelo 5 Detennination of the sulphates content of Suelo medio .................................... 600 g
NLT-119n2 UNE 103-202-95 soil and ground water Suelo grueso ................................. 3,5 kg
Materia orgánica Contenido de materia orgánica en los suelos Determinación del contenido de materia Total Nurogen ia Peal Materials Part 3. Chemical and electro-chemical tests Sucio fino ... .............................. .. 150 g
con agua oxigenada orgánica oxidable de un suelo por el método D 2973- 71 (90) 3. Detennination of the organic maner Sucio medio ......... ··········· _ ...... 600 g
NLT-117n2 del permanganato potásico content Suelo grueso ... .. .. . .. 3,5 kg
UNE 103-204-93 Moisiure, Ash, and Organic Maner of Peat �. Detennination of the mass Joss on igni-
Contenido de materia orgáruca en suelos and Other Organic Soils tion
por el método del permanganato potásico D 2974-87 (95)
NLT-118/91
2.2. GRANULOMETRIA N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.0814.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
Granulometría Granulometría de suelos por tamizado Análisis granolornérrico de suelos por Particle-Size Analysis of Soils Part 2. Classification tests Suelo fino ········································ 150g
(tamizado) NLT-104/91 tamizado O 422-63 (1990) 9. Determination of panicle size distribution Suelo medio .................................. 2,0 Kg
UNE-103-101-95 9.2. Wet sieving metbod Suelo grueso .................................... 17 kg
9.3. Dry sieving method
Granulometría Análisis granulométrico de suelos finos por Amount of Material in Soils finer than the 9.4. Sedimentation by tbe pipette method Suelo fino ········································ 150 g
(sedimentación) sedimentación. Método del densímetro No. 200 (75-µm) Sieve 9.5. Sedimentation by tbe hydrometer met- Suelo medio .................................. 2,0 Kg
UNE-103-102-95 O 1140-92 hod Suelo grueso ................................... 17 kg
Indice de lajas y agujas Indice de lajas y agujas de los áridos para Determinación de coeficiente de forma del
(áridos) carreteras árido grueso empleado en la fabricación de 15 Kg
NLT-354-91 hormigones
UNE 7-238-71
2.1. MfNERALOGIA N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vof.4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
Y COMPOSIC!ON
Carbonatos Contenido de carbonatos en los suelos Determinación del contenido de carbonatos Calcium Carbonate Content of Soils Pan 3. Chemical and electro-chemical tests Suelo fino ........... .............................. 50 g
NLT-116/91 en los suelos D 43 73-84 (90) 6. Detennination of the carbona! content Suelo medio ···································· 200g
UNE 103-200-93 Suelo grueso ................................... 1,5 kg
Sales solubles Contenido en sales solubles de los suelos Pore Water Extraction and Determination of Pan 3. Chemical and electro-chemical tests Suelo fino .......................................... 50 g
NLT-114/96 the Soluble Salt Content of Soils by Re- 8. Detennination o total dissolved solids Suelo medio .................................... 200 g
fractometer Suelo grueso ...... ....... ......... ... .. ... . .. .. 1,5 kg
04542-95
Sulfatos Reconocimiento de sulfatos solubles en los Determinación cualitativa del contenido de Part 3. Cbemical and electro-chernical tests Suelo fino ................ ....................... 150 g
suelos sulfatos solubles en 1m suelo 5. Determination ofthe sulphates content of Suelo medio .................................... 600 g
NLT-119n2 UNE 103-202-95 soil and ground water Suelo grueso ................................... 3,5 kg
Materia orgánica Contenido de materia orgánica en los suelos Determinación del contenido de materia Total Nitrogen in Peat Materials Pan 3. Chemical and electro-chemical tesis Suelo fino ....................................... 150 g
con agua oxigenada orgánica oxidable de un suelo por el método D 2973-71 (90) 3. Detennination ofthe organic matter Suelo medio .................................. . 600g
NLT·I 17/72 del permanganato potásico content Suelo grueso .................................. 3,5 kg
UNE 103-204-93 Moisiure, Ash, and Organic Maner of Peai 4. Determination ofthe mass loss on igni-
Contenido de materia orgánica en suelos and Other Organic Soils tion
por el método del permanganato potásico D 2974-87 (95)
NLT·I 18/91
Cloruros Pan 3. Chemical and electro-chemical tests Suelo fino ................................ ······· 750 g
7. Detcrmination of the chloridc contcnt Suelo medio .................................. 1,5 Kg
Suelo grueso ................................... 3,5 kg
ENSAYOS DE SUELOS
PLASTICIDAD
2.3. PLASTICIDAD N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACJONES
Limites de Atterberg Limite líquido por el método de la cuchara Determinación del Limite líquido de un suelo Liquid Limit, Plastic Limít, and Plasticity Pan 2. Classification tests Suelo fino ........................................ 500 g
NLT-105/91 por el método del aparato de Casagrande lndex of Soils 4. Determination ofthe liquid limit Suelo medio ..................................... 1 Kg
UNE 103-103-94 D 4318-95 4.3. Cone penetrometer method (deñnitive) Suelo grueso ...................................... 2 kg
4.4. One-point eone peoetrometer rnethod
Determinación del limite líquido por el 4 .5. Casagrande appararus mcthod
método del cono 4.6. One-point Casagrande method
PNE 103-110
Límites de Atterberg Limite plástico Determinación del límite plástico de un Pan 2. Classification test Suelo fino .......................................... 50 g
NLT-106/91 suelo 5. Plastic Llmit Suelo medio .................................... 100 g
UNE 103-104-93 Suelo grueso .................................... 200 g
Límite de Retracción Shrinkage Factors ofSoils by the Mercury Pan 2. Classification tests
Method 6. Determination of Shrinkage charaeteris-
D 427-93 tics
6.3. Volurnctric Shrinkage (definitive met-
Shrinkage Factors ofSoils by the Wax Me- hod)
thod 6.4. Volurnetric Shrinkage (subsidiary met-
D 4943-95 hod)
6.5. Linear Shrinkage
ENSA VOS DE SUELOS
DENSIDAD Y HUMEDAD
24. DENSIDAD Y N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
HUMEDAD
Densidad Densidad de un suelo. Método de la balanza Determinación de la densidad de un suelo. Bulk Dcnsity of Peat and Peat Products Pan 2. Classification tests
hidrostática NLT 206/91 Método de la balanza bidrostática D 4531-86 (92) 7. Determination of density
UNE-103-301-94 7.2. Linear measurement method
Particle Correction of Unir Weight and 7.3. Irnmersion in water method 100 g
Determinación de la densidad relativa de las Water Coment for Soils Containing 7.4. Waterdisplacement method
partículas de un suelo Oversize Particles
UNE-103-302-94 D 4718-87 (94)
Densidad mínima y Densidad mínima de una arena Densidad mínima de una arena Minimwn lndex Density and Unit Weight of Pan 4. Compaction-related tests Suelo fino ... . .. .. ........ ....... .... .... ... ..... 16 Kg
máxima de una arena NLT-204/72 UNE 103-105-93 soils and Calculation of Relative Density 4. Detennination of máximum and mínimum Suelo medio ................................... 16 Kg
D 4254-91 dry densities for granular soils Suelo grueso .................................... .30 kg
Densidad máxima de una arena por el Densidad máxima de una arena por el 4.2. Deterrnioation of máximum deosity of
método de apisonado método del apisonado Maximum lndex Deosity and Unit Weight sands
NLT-205/91 UNE 103-106-93 (Erratum) ofSoils Using a Vibratory Table 4.3. Maximum density of gravelly soils
D 4253-91 4.4. Mínimum density of sands
4.5. Mínimum density of gravelly soils
Densidad máxima de ári- Densidad máxima y humedad óptima de Suelo fino ..................................... 16 Kg
dos compactados con compactación mediante martillo vibrante de Suelo medio ................................... 16 Kg
martillo vibrante materiales granulares con o sin productos de Suelo grueso .................................... .30 kg
adición
NLT-31ln9
Humedad Humedad mediante secado en estufa Determinación de la humedad de un suelo Laboratory Determination of Water (Mois- Part 2. Classificarion tests Suelo fino ........................................ . so g
NLT-102/91 mediante secado en estufa ture) Conrent ofSoil and Rock 3. Detennination of moisrure content Suelo medio .................................... 350 g
UNE 103-300-93 D 2216-92 3 2.0ven-drying method Sudo grueso ....................... �·········· .. 4 kg
Humedad de un suelo por el procedimiento
del alcohol Deternunation ofWater (Moisture) Comen!
NLT-103172 of Soil by Direct Heating Method
D 4959-89 (94)
Peso especifico Dctcnninación del peso específico de las Specific Graviry of Soils Pan 2. Classification tests
panículas de 1111 suelo D 854-92 8. Deterrnination of particle density' 100 s
Nl.T-211/91 8.2. Gas jar method
Specific Graviiy of So1I Solids by Gas 8.3. Small pyknometer mcthod
Pycnorncter 8.4. Large pyknomerer method
n ���n.Qd
ENSAYOS DE SUEWS
COMPACTABILIDAD
2.5. COMPACTAB!LIDAD N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S 1377: 1990 OBSERVACIONES
Proctor Normal Apisonado Proctor Ensayo de Compactación Proctor Normal Laboratory Compaction Characteristics of Part 4. Compaction related tests 25Kg
NLT-107/91 UNE 103-500-94 Soil Using Standard Effort (600kN-m/m3) 3. Detennination of dry density/moiS1ure
D 698-91 content relationship Admiten distintos moldes dependiendo de
3.3. Method using 2.5 Kg rammer for soils los tamaños máximos
with partícles up to medium-gravel size
3.4. Metbod usid 2,5 Kg rammer for soils 3 capas x 25 golpes de 24,4 Nx305 mm
with sorne coarse gravel-sizc particles
Proctor Modificado Apisonado Proctor Ensayo de compactación Proctor Modifi- Laboratory Compaction cbaracteristics of 3.5. Method using 4,5 Kg rammer for soils 80Kg
Modificado cado Soil Using Modified of Effort (2,700 kN- with particles up to mediwn-gravel size
NLT-108191 UNE 103-501-94 m/m3)) 3.6. Method using 4,5 Kg rammer for soíls Admiten distintos moldes dependiendo de
D 1557-91 with sorne coarse gravel-síze particles los tamaños máximos
3.7. Method using vibrating hammer
Rapid Determination of Percent Coro- 5 capas x 25 golpes de 44,5 N x 457 mm
paction
D 5080-93
Amasado Harvard 5 Kg
2.6. PERMEABILIDAD Y N.L.T UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S. 1377· 1990 OBSERVACIONES
COMPORTAMIENTO
FRENTE AL AGUA
Penneámetro de carga constan- Determinación de la penneabilidad de un Penneability ofGranular Soils (Consiant Pan 5. Compressibility, penneability and Suelo saturado
te suelo. Método de la carga constante Head) durabihty tests
PNE 103-403 D 2434-68 (94) 5. Oetennination of penneability by the 3,5 Kg
constant-head melhod
Hydraulic Conductiviry of Essentially Sa-
turated Peal (Constan! Head)
D 4511-92
En Célula Rowe Measurement of Hydraulic Conductivity of Pan 6. Consolidation and penneabihty tests Diámetro célula: 254 mm
Saturated Porous Materials Using a Flexible in hydraulic cells aod with pore pressure
Wall Penneameter measurement 15Kg
D 5084-90 4. Detenrunation of penneability in a
hydraulic consolidation cell
Hinchamiento libre Ensayo de hinchamiento libre de un suelo One Dimensional Swell or Settlement Pan 5. Compressrbiíity, permeabduy and
en ed6metro Potenti al of Cobesive Soils durability tests 500g
UNE 103-601-96 D 4546-90 4. Detenninarion of swelhng and collapse
characteristics
Presión de Hinchamiento hbre Ensayo para calcular la presión de hin- Part 5 Compressibility, penneability and
chamiento de un suelo en edómetro durabihty tests 500 g
UNE 103-602-96 4 Detenuinarion of swelling and collapse
characteristics
Colapso Ensayo de colapso en sucios Measurement of Collapsc Potential of Soils Part 5. Compressibiluy, permeabshry and
NLT-254196 D 5333-92 durabrlity tests 500 g
4 Detennination of S\\ clling and eollapse
charactcnstics
2.7. DISPERSABILTDAD N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
Dispersabilidad Dispersabilidad por tubificación Ensayo de dispersabilidad por tubificación Dispersive Characteristics of Clay Soil by Part 6. Derermination of dispersability Suelo fino ........................................ 300 g
NLT-207/91 PNE-103-504 Double Hydrometer 6.2. Pinhole method Suelo medio
04221-90 6.3. Crumb method y .................................................. 5Kg
6.4. Dispersion method Suelo grueso
ldentification and Classification of
Dispersive Clay Soils by the Pinhole Test
D 4647-93
ENSAYOS DE SUELOS
RESISTENCIA AL CORTE
2.8. RESISTENCIA AL N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
CORTE
Compresión simple Compresión simple en muestras de Ensayo de rotura a compresión simple en Unconfined Compressive Strength of Cohe- Part 7. Shear strength tests (total stress) Suelo tino ........................................ 600 g
suelo probetas de suelo sive Soil 7. Detcrrnination ofthe unconfined eom- Suelo medio ..................................... S Kg
NLT-202/91 UNE 103-400-93 O 2166-9( pressive strength Suelo grueso ..................................... 30 kg
Corte Directo Determinación de los parámetros resistentes Direct Shear Test of Soils Under Consoli- Part 7. Shear strength tests (total stress)
al esfuerzo cortante de un suelo en la caja dated Drained Conditions 4. Detennination of shear strength by direct I Kg (caja de 6 cm x 6 cm)
de corte directo O 3080-90 shear (srnall shearbox appararus)
PNE 103-401
Corte Directo Part 7. Shear strcngth tests (t0tal stress) Gravas .......................................... 1 SO Kg
(Gravas, Escolleras) S Dcterrnination of shear strength by direct Escollera .......................................... IOT
shear (large shear box appararus]
Ensayos Triaxiales (UU) sin Determinación de los parámetros resistentes Unconsolidatcd, Undrained Compressive Part 7. Shear strength test (total stress) 3 probetas
consolidar y sin drenaje de un suelo en el equipo triaxial Strength ofCohesive Soils in Triaxial 8. Detcnnination of the undraincd sbear
PNE 103-402 Compression strength in triaxial compression without Suelo fino ..................................... 600Kg
D 2850-95 measurement of pare pressure Suelo medio ..................................... S Kg
Sucio grueso .................................... .30 kg
Ensayo (CU) con medida de Consolidatcd-Undraincd Triaxial Compres- Part 8. Shear strength tests (eñeenve stress) 3 probetas
presión de poros sion Test on Cohesivc Sorls 7 Consolidated-undrained triaxial corn-
D 4767-88 pression tests "ith meassurement of pare Suelo fino .................................... 600Kg
pressure Sucio medio ..................................... S Kg
Suelo grueso ..................................... 30 l.g
Resistencia no drenada (Moli- Ensayo de molinete de un suelo en labo- Laboratory Mmiaiure Vane shear Test for Part 7. Shcar strength tests (total stress)
nete laboratorio) ratorio Saturated Fine-Grained Clayey Soil 3. Determinauon of shear strength by ll1e 2 Kg
PNE 103-404 D 4648-94 laboratory vane method
ENSAYOS DE SUELOS
DEFORMABILIDAD
2.9. DEFORMABíLIDAD N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
Edórnetro Ensayo de consolidación unidimensional de One-Dimensional Consolidation Properties Part 5. Compressibility, permeabilíty and
un suelo en Edómetro ofSoils durability tests 200 g
UNE 103-405-94 O 2435-90 3. Deterrnination of the one-dunensional
04186-89 consolidation properties
Consolidación en célula Rowe Part 6. Consolidation and perrneabilily tests Diámetro célula: 254 mm
in hydraulic cells and with pore pressure
measurement 15Kg
ENSAYOS DE SUELOS
ENSAYOS DINAMICOS
2.1 O. ENSAYOS DINAMICOS N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
Ensayo columna resonante Modulus and Oampmg of Soils by the Rango de aplicación y < 10·5
Resonant-Column Me!hod
D 4015-92 500 g
Dificultad de interpretación V,
ENSAYOS DE ROCAS
ALTERABILIDAD FISICA
3.4. ALTERABILIDAD FISICA NLT UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08 Vol. 409 ODSER\'ACIO'IES
LOS ANGELES Resistencia al desgaste de los áridos por Andos para hormigones Detenmnación del coefi- Resistance of Degradation of Large-Size Influencia de la granulometria en los
medio de la máquina de los Angeles ciente "Los Angeles" Coarse Aggregare by Abrassion and lrnpact to resultados
NLT-149/91 UNE 83-116-90 the Los Angeles Machme
ASTM C 535-89
... Small-Size...
ASTM C 131-81
EROSION Y DESMORONAMIEN- Determinación de la durabilidad al desmora- Slake Durability of Shalcs and Similar Weak (•) Conocido en España como
TO miento de rocas blandas ("Humedad-Seque- Rocks SeHuDes.
dad"}(') ASTM D 4644-87(92)
NLT-251/91
Evaluation of Durability of Rock for Erosion
Estabilidad de los áridos y fragmentos de roca Control Under Wening and Drying Conditions
frente a la acción de los ciclos de humedad- ASTM D 5313-92
sequedad
NLT-260/96 Evaluation of Rock to be Used for Erosión
Control
Estabilidad de los áridos y fragmentos de roca ASTM D 4992-94
frente a la acción de desmoronamiento en agua
NLT-255/96
Preparation of Rock Slabs for Durability
Testing
ASTM D 5121-90
ATAQUE A LOS SULFATOS Estabilidad de los áridos frente a la acción de Estabilidad de andes frente a disoluciones de Soundness of Aggregates by Use of Sodrum lníluencia de la granulometría en los
las soluciones de sulfato sódico o magnésico sulfato sódico o sulfato magnésico Sulfate or Magnesium Sulfate resultados
NLT-158194 UN!:. 7-136-58 ASTMC88-90
Testing Rock Slabs to Evaluare Soundness of
Rip Rap by Use of Sodium Sulfate or Ma�i1e·
sium Sulfate
ASTM O 5240-92
3.2. IDENTIFICAClON NLT UNE 1997 ASTJ\I 1996 Vol. 4.08 Vol. 409 OBSERVACIONES
y CARACTERISTICAS
ELEMENTALES
HUMEDAD M���s�Jitrnninaci6n de 1a humedad total por secado Determinación de la humedad superficial de gravas y arenas
UNE 7-084-54
1�tfU'1t!�'1J�9?'nlent of Aggregate by Dryíng
Laborato:a' Detennination ofWater (Moisture) Content
of Soil an Rock
ASTM D 2216-92
Detennination ofWater (Moisrure) Content ofSoil by
the Microwave Oven Method
ASTM D 4643-93
DENSIDAD PESO ESPECI-
FICO POROSIDAD Y AB-
SORCJON
2[�}FsjA;'(iªtiva y absorción de áridos gruesos
e
Determinación del peso especifico y de la absorción en gra-
vas arenas
UN 7-083-54
S�cific Gravii and Absorption of Coarse Aggregate
ASTM C-127- 8 (1993)
�tfs1Ai�ativa y absorción de áridos finos �T�c¿r�t'l8and Absorption ofFine Aggregate
Aridos para honnigones. Detenninción de las densidades,
porosidad, coeficiente de absorción y contenido de agua en
Densidad aparente y huecos en áridos el árido grueso Unit Wei�t and Voids in Aggregate
NLT-156/94 UNE 83-134-90 ASTMC 9-91
Aridos para honnigones. Determinación de las densidades,
coeficiente de absorción y contenido de agua en el árido
fino.
UNE 83-133-90
Determinación de los pesos específicos y absorción de agua
en áridos finos
UNE 7-140-58
SULFATOS SOLUBLES Reconocimiento de sulfatos solubles en los suelos
NLT-119n2
Contenido de sulfatos solubles en los suelos
NLT-120/72
SALES SOLUBLES Detenninación del contenido de sales solubles de los sue- Pore Water Extraction and Determinanon ofthe So-
los solubles de los suelos
NLT-114/96 ���Jª� ff.f1$1 of Soils by Refractometer
3.3. RESISTENCIA NLT UNE 1997 AST'.\1 1996 Vol. 4.08 Vol. 409 OBSERVACIONES
A COMPRESJON SlMPLE Determinación de la resistencia a compresión Aridos para hormigones. Determinación de la Unconfined Compressive Strength of lntact Elevada dispersión en los resultados
simple de probetas de roca resistencia a compresión de rocas empleadas en la Rock Core Specimens
NLT-250/91 fabricación de áridos. ASTM O 2938-95
UNE 83-111-87
Elastic Moduli of Intact Rock Core Specimens
Ensayos de hormigón. Rotura por compresión. in Uniaxial Compression
UNE 83-304-84 ASTM D 3148-93
GEOTEXTILES N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.08/4.09 as. 1377: 1990 OBSERVACIONES
2.11. OTROS ENSA VOS N.L.T. UNE 1997 ASTM 1996 Vol. 4.0814.09 B.S. 1377: 1990 OBSERVACIONES
pH pH of Peal Materials Part 3. Chemical and electro-chemical tests Suelo fino ........................................ 150 g
D 2976-71(90) 9. Detennination ofthe pH value Suelo medio .................................... 600 g
9.5. Electrometric method ofpH determina- Suelo grueso .................................... 3,5 kg
pH ofSoils tion
D 4972-9Sa
CBR Indice CBR en el laboratorio NLT- Método de ensayo para la determinación en CBR (Califomia Bearing Ratio) of Labo- Pan 4. Compacrion-related tests
111/87 laboratorio del indice CBR de un sucio ratory-Compacted Sous 7 Detennination of the Cahforma Beanng 30Kg
UNE 103-502-95 D 1883-94 Ra11o(CBR)
Anejo JI. Ensayos de Laboratorio 237
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
R.2 JIMENEZ SALAS, J. A. y JUSTO ALPAÑES, J. "Geotecnia y Cimientos I". Ed. Rueda.
Madrid. 1975.
R.4 BRAVO, G. "Filtros y Drenes". Comité Español de Grandes Presas. Abril. 1993.
R.6 ACCIARDI, R. G. "Improvement to USBR Pinhole Test Equiprnent and Design and
Test Result Evaluation". IV Annual USCOLD Lecture, Denver, Colorado, January.
1984.
R.7 ICOLD. "Dispersive Soils in Embankment Dams. Review''. Bulletin 77. París. France.
1990.
R.8 lSRM. "Rock Characterization Testing and Monitoring". E. T. Brown Editor. Pergamon
Press. 1981.
R.1 O ASTM. "Annual Book of ASTM Standars, Volumes 04.08 and 04.09". USA. 1996.
R.11 BS 819909. "British Standard methods for Soils for Civil Engineering purposes". Great
Britain.
l. INTRODUCCIÓN 243
RELACIÓN DE FIGURAS
RELACIÓN DE TABLAS
Tabla JIT.l Clasificación del espaciamiento de una familia según la ISRM. 245
TablaIIl.2 Índice Jv. 245
Tabla III.3 Índice de persistencia. 246
Tabla lli.4 Clasificación de la apertura según la ISRM 247
Tabla III.5 Valores de la resistencia a compresión de rellenos arcillosos, según la
TSRM. 249
Tabla III.6 Resistencia de la pared de una discontinuidad según la ISRM. 249
Tabla ill.7 Definición de grados de alteración, según la ISRM. 250
Anejo llI. Caracterización del Medio Rocoso 243
l. INTRODUCCIÓN
En consecuencia, la caracterización debe contemplar por un lado la roca matriz y por otro lado a
los propios defectos. Estos últimos son los que presentan mayor interés y mayor complejidad.
Conocida la identificación de la roca, objetivo para el que puede ser necesario un análisis
petrográfico, para la caracterización de su matriz, desde la perspectiva de la Mecánica de Rocas.
es conveniente conocer las siguientes propiedades básicas:
d) La resistencia, de la roca matriz (intacta), que es uno de los parámetros más importantes,
sobre todo a compresión simple.
Y en menor medida,
t) durabilidad, es decir la capacidad de mantener sus propiedades con el paso del tiempo,
g) y la permeabilidad, que si bien, en la mayor parte de los casos, son las fracturas las que
condicionan la respuesta hidráulica del macizo rocoso, en ocasiones es la propia roca la
determinante.
Los términos que se utilizan en España para representar a las fracturas son múltiples y,
dependiendo de la fuente documental que se utilice, los conceptos que pretenden representar
pueden ser varios.
Así por ejemplo, en términos coloquiales, se habla de fracturas, roturas, defectos, planos de
debilidad, grietas, discontinuidades, desgarres, estrías, superficies de debilidad, juntas, diaclasas,
fisuras, etc. Algunos otros conceptos sí representan con una mayor precisión el fenómeno que se
quiere caracterizar. Tal puede ser el caso de las fallas, esquistosidades, lechos de estratificación,
foliaciones, pizarrosidad, etc cuya definición se encuentra en los manuales de Geología y de
Mecánica de Rocas y excede del contenido de este Anejo. Algunos de ellos se definen en el
glosario que acompaña esta Guía. Con carácter general, para este Anejo, se les va a denominar
fracturas.
Tabla 111.1
Clasificación del espaciamiento de una familia según la ISRM
También se puede expresar como "frecuencia", es decir, por medio del número de
presencias por unidad de longitud, en general, el metro.
d) El tamaño del bloque y la forma son indicativos del comportamiento esperable. Para su
estimación se suelen utilizar "el índice de bloques" (Is) que representa la dimensión
media de los bloques típicos y se obtiene dividiendo la suma de los espaciamientos de
cada familia por el número de familias, o el conocido como "Índice Jv", que representa al
número de discontinuidades por metro cúbico. Atendiendo a este parámetro los bloques
se califican según la Tabla Ill.2.
Tabla lll.2
Índice Jv
• J
CALIFICACIÓN (R.11 INDICE J. (nª fracturas/m )
Masivos <l
Grandes 1-3
Medios 3 - 10
Pequeños 10-30
Muy pequeños 30-60
Roca machacada >60
SIMBOLO EN EL PLANO
DE PL»ITA
Figura lll.1
Definición de rumbo y buzamiento
La R. l propone una escala de continuidad cuyo mayor interés es unificar el lenguaje que
se utiliza en los estudios.
Tabla 111.3
Índice de persistencia
f) La apertura es la distancia perpendicular (media) existente entre los dos bloques que la
discontinuidad ha causado. Puede ser muy variable, desde cero o escasos milímetros a
metros, pudiendo estar a su vez limpia o rellena.
En ocasiones la apertura está ligada a movimientos de los bloques pero en otros casos ha
sido producida por alteración y erosión de la roca. En la mayoría de los casos las
aperturas suelen ser pequeñas. La apertura tiene una importancia fundamental en el caso
de una presa ya que puede ser vehículo de filtraciones que habrá que corregir.
Tabla III.4
Clasificación de la apertura según la ISRM
0.5-2.5 mm Abierto
2.5-10 mm Moderadamente abierto Aspecto "resquebrajado"
> lOmm Amplio
1 - 10 cm Muy amplio
10- 100 cm Extremadamente amplio Aspecto "abierto"
>lm Cavernoso
248 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
1 º Discontinuidades soldadas
2º Discontinuidades limpias
3° Rellenos de calcita
4° Recubrimientos o rellenos de ciorita, talco o grafito
5° Material arcilloso inactivo
6° Arcilla expansiva
7° Material alterado hasta formar material no cohesivo de tipo arenoso
La influencia del relleno es importante ya que puede ser causa de deslizamientos de blo-
ques, asientos, filtraciones y zonas de mayor debilidad. Algunos de los aspectos que se
deben identificar son: el tipo de material que lo constituye, su granulometría, plasticidad,
densidad y humedad, resistencia, estado de la pared, si ha sufrido desplazamientos
previos, permeabilidad, etc.
La resistencia al corte de una fractura colmatada está comprendida entre la resistencia del
relleno y la discontinuidad limpia. Depende de su morfología. Al aumentar el espesor del
relleno disminuye la resistencia llegando a ser la de éste cuando el espesor excede en
50%, aproximadamente, a la altura de las irregularidades de la superficie. La Tabla ill.5
da algunos valores de resistencia a compresión de rellenos arcillosos y su
correspondiente calificación.
Anejo III. Caracterización del Medio Rocoso 249
Tabla IJI.5
Valores de la resistencia a compresión de rellenos arci!Josos según la ISRM
Arcilla muy blanda Se penetran varias pulgadas con el puño fácilmente 0,025
Arcilla consolidada Puede ser penetrada varias pulgadas con el dedo 0,05-0,10
haciendo un esfuerzo moderado
Arcilla firme Fácilmente hollada con el dedo pero sólo penetrada 0,10-0,25
con gran esfuerzo
i) Estado de las paredes, se refiere a la resistencia (teórica) que tendría el material que
constituye las paredes si se pudiese ensayar, y al estado de alteración que presenten. Para
su estimación normalmente se utiliza un martillo, o un esclerómetro, si bien la propia
ISRM suministra también una clasificación para su valoración, que constituye la tabla
ill.6.
Tabla III.6
Resistencia de la pared de una discontinuidad según la ISRM
Extremadamente blanda 0,25- 1,0 Se identa con la uña del dedo gordo
Medianamente dura 25-50 No puede rayarse con el cuchillo. Una muestra sos-
tenida en la mano, puede romperse con la parte plana
. del pico, dando un solo golpe fuerte
Tabla III.7
Definición de grados de alteración, según la ISRM
V Completamente Alterada Todo el material rocoso está descompuesto y/o desintegrado en suelo.
La estructura de la masa original está prácticamente intacta
3.3. Representación
Para obtener la tendencia media de las familias de fracturas, se utiliza la brújula de geólogo
midiendo en los afloramientos, zanjas y galerías. Se necesita disponer de un número grande de
medidas para obtener una información válida. Los datos más importantes son los que marcan la
orientación de la discontinuidad, si bien los nueve parámetros anteriormente mencionados deben
ser también registrados, con la intensidad y detalle que sea necesario. Todos estos datos deben
recogerse en estadillos en los que a ser posible figure una referencia a un plano, ya sea de
superficie o de una galería, en donde se haya señalado la fractura,
Anejo Ill. Caracterización del Medio Rocoso 251
1 %<
D <3%
3"< � <5"
w
-
5%<
UIIIIIII <7%
10%< -
Figura m.2
Ejemplo de gráfico de densidades de fracturas
I Ioy en día se utilizan también medios matemáticos e informáticos para el análisis numérico y
gráfico de toda esta información.
252 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Conviene no olvidar que los rasgos de las discontinuidades anteriormente descritos se refieren
por lo general a una pequeña zona de ellas, lo cual no es problema en estudios de carácter
estadístico, pero sí en estudios individuales, en los que es exigible realizar observaciones en
varias zonas de la discontinuidad que permitan obtener una idea más completa de sus
características.
La estructura geológica del medio rocoso es un aspecto que puede tener gran influencia sobre la
presa que se ubique en él. Es evidente que la repercusión será distinta según se trate de un medio
con matriz homogénea, por ejemplo granito o rocas de su familia, o de un conjunto estratificado
(rocas volcánicas, sedimentarias y metamórficas), o con mayor motivo si está constituido por
diferentes tipos de rocas.
No es indiferente que la presa se apoye en una zona plegada, sobre estratos horizontales,
verticales o inclinados. La situación espacial de los estratos con respecto a los esfuerzos que
transmite la presa no debe tampoco pasarse por alto. La resistencia o la permeabilidad pueden
verse afectadas de forma notable por la presencia de la estratificación. A este respecto son
ilustrativos los ejemplos que se muestra en la Figura III.3. Como puede comprobarse las zonas
que deben tratarse para conseguir la permeabilidad de la cerrada varían substancialmente
dependiendo de la inclinación de las capas y de la disposición relativa de los tipos de roca.
Estratos verticales, transversos al río, alternando rocas filtrantes e impermeables, son garantía de
una buena estanqueidad de la cerrada. Estratos de dirección paralela al río y buzamiento fuerte
dan lugar a cerradas asimétricas, con posibles deslizamientos en un estribo y nulo movimiento
en el otro. Un emplazamiento en zona de pliegues puede presentar una fracturación densa y por
ende permeabilidad y alteración acusada.
Todo ello pone de relieve que la estructura geológica es un aspecto a analizar con detalle por el
proyectista y el constructor y que debe quedar reflejada en los planos geológico-geotécnicos y en
los perfiles de ellos extraídos, con suficiente detalle.
Anejo 111. Caracterización del Medio Rocoso 253
A-1
PANTAUA-MNP
A-2
CALAFATEO - QRS
CASO A-1
W PERMEABLE
CASO A-2
� IMPERMEABLE
B-1
PANTAUA- MNP
(EN TUNEL RETRANQUEADO
CONTRA LAS SUBPRESIONES)
/
SITUACION DE
PRESA EXENTA
DE TAPIZ CASO B-2
Figura III.3
Ejemplo de influencia de la estructura del medio rocoso
254 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
R.1 ISRM ( 1981 ). "Rock Characterization Testing and Monitoring ISRM Suggested
Methods". (Editor BROWN, E. T.) Pergarnon Press. p. 211.
R.3 SERRANO, A. "Mecánica de las Rocas I y Il". Ediciones E.T.S.I. Caminos. Madrid.
España. 1997.
R.4 BREKKE, T. L., HOWARD, T. R. "Stability problems caused by seams and faults".
Proc. North America Excavation & Tunnelling Conference. Chicago. Vol. 1, pp. 2541.
1972.
RELACIÓN DE FIGURAS
Fig. IV.l Plano geológico de un bloque de una presa cimentada en rocas ígneas 260
Fig. IV.2 Plano geológico de un bloque de una presa cimentada en rocas
sedimentarias 261
Fig.IV.3 Plano geológico de un bloque de una presa cimentada en rocas meta-
mórficas 263
Anejo IV. Plano Geológico de la Cimentación 259
Los datos geológicos representados son algunos de los señalados en el texto del Anejo IV de la
Guía. Dado que se trata de una roca homogénea, los aspectos que se destacan son las fracturas de
las que se han distinguido dos tipos: con trazo grueso las de mayor entidad y por tanto mayor
desarrollo, como muestra el dibujo, que pueden presentar relleno de cm y, con línea fina las
fracturas de menor importancia. En muchas de ellas se ha señalado el sentido del buzamiento y
el valor del mismo. Cuando la rotura da lugar a un plano éste se ha representado mediante un
rayado.
Gran parte de las fracturas van señaladas con un número encerrado en un círculo, referencia al
listado en el que se dan todas las características de las roturas medidas, que serían dificiles de
reflejar en el dibujo o lo complicarían en tal medida que harían contraproducente su
representación.
Debe tenerse en cuenta que se trata de un ejemplo que da una idea de la representación de la
geología del cimiento. En cada caso concreto puede optarse por una representación y exposición
de los factores geológicos que se consideren más adecuados.
La toma de datos se ha efectuado con apoyo topográfico, lo que ha permitido dibujar los
quiebros que hacen los contactos al intersectar en la superficie irregular del cimiento. Al no
existir variación en la dirección y buzamiento de los estados sólo se ha puesto un símbolo para
señalar tal circunstancia. Como puede apreciarse, este símbolo es distinto al utilizarlo para tal
menester con las fracturas.
260 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
'""
D-Cl-3.A
@/�
DIRECCION Y BUZAMIENTO
FRACTURAS MAS DE FRACTIJRAS
IMPORTANTES
77777777 PI.ANO DE FRACTVRA
FRACTURAS
MENORES @ REFERENCIAS
Fig. lV.l
Plano geológico de un bloque de una presa cimentada en rocas ígneas
Anejo IV. Plano Geológico de la Cimentación 261
' ......
:,
')
[E) - CALIZAS TABLEADAS
AMARliO-BlANOUECINO
,
j
....
Q ' .....,,
CALIZA CRISTALINA ce
...J
BRECHOSA Y w
POROSA GRIS o
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CONJUl'lTO TABIB\DO I
CALIZO MARGOSO Y ¡
CALIZO CRISTALINO I
NODULOSO 91 LA ' I
LEYENDA
PARlE ALTA ' \ .: I
i
l I
1111
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;1 11 MAAGAS
: 1 ZONAS DE FRACTUAACION �
: !1 INTENSA_�
_] CONJUNTO TABLEADO : f
CALIZO MARGOSO
:
'I
:¡
·' CONTACTOS.
BUZAMIENTO
_
/
_] CONJUNTO TABLEADO
CALIZO MARGOSO
; DEESTHATQS.
FAUA CON INOICACION
/"\
I
81.ANC().VERDOSO I DE LABIO �NOtOO _
' J
: ¡ FRACTURA O FAUA _
CONJUNTO CALIZO , i BUZAMIEl'(T() DE FAUA /
BRECHOIOE DE TONO J O FRACTURA _
GRIS-81.ANOUEClNO I PEflfll. DE INVESTIGACION
I SISMICA _____.
i
ESCAAPE �
PUNTOS DE smJACION
CONJUNTO TABlEADO DE LA COWMNA__ o
DE CALIZAS DE TONOS
GRISES Y BLANCAS ow ,om
CONJUNTO _
o 6
JUNTAS DE BLOQUE ow
Fig. JV.2
Plano geológico de un bloque de una presa cimentada en rocas sedimentarias
262 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
En este caso se incluye una columna estratigráfica en la que se definen los distintos paquetes.
Este aspecto no es esencial y puede suprimirse siempre y cuando exista una buena correlación
entre el texto en que se describa la cimentación y la Figura.
Algo similar puede decirse con el alzado que se ha añadido. Éste y la columna quizás sean
redundantes y pueda prescindirse de uno de ellos, pues uno solo puede hacer la función de
ambos. La existencia de este corte ha evitado tener que señalar en planta los valores del
buzamiento, pero lo lógico es hacerlo.
Las fracturas se han señalado por un trazo grueso indicando en la mayoría de ellas su dirección y
buzamiento, aunque no el valor de éste. Los símbolos para las fallas indican el sentido del
bloque hundido.
También se ha representado una zona en la que la fracturación es más densa y que se ha creído
conveniente destacar. A la hora de proyectar el tratamiento de la cimentación, el conocer zonas
de esta clase puede ser de gran ayuda.
Hay otra diferencia importante con respecto al ejemplo anterior: la existencia de investigación,
sísmica en este caso, que también se ha reflejado en planta.
En el tercer ejemplo, Figura N.3, aumenta la complejidad del levantamiento por tratarse de
rocas metamórficas.
litológicamente no es complicada pues sólo están presentes dos tipos pétreos, grauwackas y
pizarras, pero es muy compleja en cuanto a la fracturación. Como en los casos anteriores. en
algunas roturas se señala su dirección y buzamiento.
Puede apreciarse con gran claridad dos familias prácticamente octogonales, existiendo
numerosos diques de cuarzo a favor de una de ellas. Alguna da lugar a una zonita de fractura
intensa representada por líneas paralelas. Hay que advertir que en otros casos la complicación
puede ser mayor si se representa la esquistosidad pues aquí, al coincidir con la dirección de las
capas y prácticamente con una de las familias de fracturas, se ha decidido suprimir, para no
complicar aún más el dibujo. En caso de tener que hacerlo, lo mejor es adoptar trazos
discontinuos orientados según la dirección con un símbolo único para marcar tal condición >' el
buzamiento. Conviene que sea distinto al empleado para iguales fracciones de la estratigrafia y
la fracturación.
Anejo IV. Plano Geológico de la Cimentación 263
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Fig. IV.3
Plano geológico de un bloque de una presa cimentada en rocas metamórficas
264 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
En los tres casos presentados no existían pliegues, aspecto que puede ser corriente en otras
ocasiones. El plegamiento puede venir detectado por la intersección de las capas con el plano de
cimentación pero, cuando eso no ocurre, convendrá representar el eje del pliegue y la dirección y
buzamiento de los flancos.
Hay que insistir que al tratarse de casos reales no pueden recoger todas las variantes de
estructura que pueden darse. Por ello, como se dice en el texto de la Guía, los datos a tomar
serán función del tipo de presa y de las características del terreno.
ANEJO V
INFLUENCIA EN LAS PROPIEDADES DEL HORMIGÓ
DE LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS ÁRIDOS Y DE LOS
SISTEMAS DE FABRICACIÓN Y MANEJO
ÍNDICE Pág.
l. INTRODUCCIÓN 269
l. INTRODUCCIÓN
Buena parte de las propiedades que se piden a un hormigón están relacionadas con determinadas
características de los áridos que intervienen en su composición. A su vez estas características
vienen condicionadas, bien por las del material del que se obtienen dichos áridos, bien por los
sistemas de fabricación y manipulación. De ahí la importancia que debe darse tanto a la elección
del yacimiento, y por consiguiente a la investigación de las distintas alternativas, como a la de
los sistemas de fabricación y manejo.
El hormigón que constituye una presa debe reunir, al menos, las siguientes propiedades:
1 - Durabilidad
2 - Resistencia mecánica
3 - Estabilidad de volumen
4 - Propiedades térmicas
5 - Densidad especificada
6 - Módulo de elasticidad adecuado
7 - Resistencia a la abrasión
8 -Economía
9 - Facilidad de colocación en obra
2.1. Durabilidad
Se exponen a continuación, los distintos aspectos que determinan la durabilidad del hormigón
enfrentándolos con las características del árido, o del material que lo constituye, que incluyen en
cada uno de ellos.
270 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Textura superficial
Recubrimiento
Composición mineralógica
Limpieza
Graduación
Anejo V. Influencia en las Propiedades del Hormigón de las Características de los Áridos y de los
Sistemas de Fabricación y Manejo 271
Absorción
Módulo de elasticidad
Graduación
Recubrimiento
Tamaño máximo
Textura superficial
Porosidad
Composición mineralógica
Módulo de elasticidad
Coeficiente de dilatación térmica, conductividad y calor específico, y están muy influidas por
las siguientes características de los áridos:
Tanto la densidad como el módulo de elasticidad del hormigón están estrictamente ligados a
esas mismas características del árido.
Por último, en el coste del hormigón influye decisivamente el coste del árido y este último,
aparte de otros factores, depende de su limpieza, el recubrimiento y la graduación o
fracturación.
272 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Buena parte de las propiedades del hormigón endurecido vienen determinadas por el
comportamiento del hormigón fresco y la facilidad con que puede ser colocado en obra.
Graduación
Recubrimiento
Tamaño
Absorción
Finos arcillosos
Textura superficial
Huecos
Degradación
Forma
Densidad
Contenido de finos
Materia orgánica
Cualquiera que sea su procedencia, para conseguir el árido del hormigón, se parte de un
producto natural al que se somete a una serie de procesos que tienen que acabar dando un
conjunto ordenado de fragmentos de roca, duros, densos, durables, no alterados
superficialmente y que no contengan arcilla, polvo, mica, materia orgánica ni otras impurezas
en una cantidad tal que, conjunta o separadamente, hagan imposible conseguir las propiedades
deseadas en el hormigón cuando se emplea una dosificación normal.
Indudablemente, como ya se ha dicho, algunas de las propiedades del árido son, o pueden ser
en algún caso, inherentes a su naturaleza. Así ocurre con la densidad, módulo de elasticidad,
resistencia a la abrasión, dureza, resistencia a comprensión, solubilidad, porosidad, coeficiente
de dilatación térmica, composición mineralógica y, a veces, incluso el tamaño máximo
posible.
Sin embargo otras, como son: contenido de finos, el propio tamaño máximo, coeficiente de
forma, existencia de partículas blandas, curva granulornétrica, homogeneidad, etc, dependen o
están muy influidas por los procesos de preparación.
Por esta razón se incluyen aquí algunas recomendaciones sobre este extremo.
Anejo Y. Influencia en las Propiedades del Hormigón de las Características de los Áridos y de los
Sistemas de Fabricación y Manejo 273
3.1. Extracción
Según sea el sistema de precribado y de limpieza posterior, parte de esos productos pueden
recuperarse.
La cantera debe abrirse con amplitud sobrada para absorber las posibles incidencias de la obra.
3.2. Trituración
Si el árido ha de sufrir un proceso de machaqueo, bien por proceder de cantera o por convenir
la trituración de sobrantes de depósitos naturales, por exceso de tamaño o cantidad, es de la
mayor importancia conseguir la adecuación entre el tipo de máquinas y el tipo de piedra.
Las máquinas que rompen por compresión (mandíbulas o conos) tienden a dar áridos con mal
coeficiente de forma salvo que se empleen con coeficientes de reducción bajos y tanto más
cuanto menos duro sea el material.
Las máquinas de golpeo y paso forzado (martillos o cilindros) aunque dan buen coeficiente de
forma, sólo pueden trabajar con materiales blandos y producen muchos finos. En cambio
suelen dar una buena gradación granulométrica.
Las máquinas de impacto son algo más flexibles en cuanto a la abrasividad del material,
especialmente cuando se emplean aleaciones especiales en su construcción. Su limitación
viene establecida por el tamaño de admisión.
274 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Las arenas producidas, con cualquiera de estos sistemas de trituración, adolecen de falta de
finos de tamaño inferior a 1,5 mm.
3.3. Clasificación
La clasificación tiene por objeto la distribución del árido en las clases previamente establecidas.
Esta distribución debe ser tal que las clases cumplan algunas condiciones tanto en lo que se
refiere al contenido de tamaños no incluidos en la clase como a la composición de la propia
clase.
Las normas UNE 146120:97, que sustituyen a las normas UNE 83-100-84, establecen las condi-
ciones que deben cumplirse para la clasificación de áridos en fracciones granulométricas.
En cuanto al número de clases, este se establecerá en función del tamaño máximo. No conviene
que sea superior a seis, cuatro para el árido grueso y dos para el fino.
La norma UNE 146120:97 se apoya en las normas UNE-EN 933-2 para la determinación de la
granulometría del árido que cambia los tamices de las normas precedentes. No obstante, para el
.hormigón de presas, se considera que se pueden mantener los criterios de la antigua norma UNE
83-100:84.
Cuando el tamaño máximo sea de 40 ó 50 mm bastará clasificar en dos clases el árido grueso,
si fuera de 60, 80 ó 100 mm se debe clasificar en tres y por fin si fuera de 120 ó 150 mm se
deben separar cuatro clases.
La arena puede constituir una sola clase si se adapta al huso indicado en el apartado 3.1.2. e)
sin riesgo de heterogeneidad.
Los equipos de clasificación deben estar dimensionados con una amplitud tal, que su eficacia
de cribado responda a esos requerimientos, aun con los máximos caudales de alimentación
que el resto de los equipos puedan provocar.
Para ello deberán también elegirse la frecuencia de vibración para cada criba (en el caso más
frecuente de cribas vibrantes) y el tamaño y forma de las mallas en función del tipo de árido y
su coeficiente de forma.
3.4. Manipulación
Una defectuosa manipulación de los áridos en su camino hacia la planta de hormigón puede
convertir en ineficaz una instalación bien diseñada y dimensionada., fundamentalmente por
tres causas:
La segregación se produce fundamentalmente cuando el árido sufre caídas libres, tanto más
cuanto mayor altura tengan, y en mayor medida si están expuestas al viento, especialmente
con árido fino. Se corrige situando chapas de freno en las caídas de cinta sobre cinta,
chimeneas verticales en las caídas de cinta sobre montón, centradas sobre la boquilla de
salida, o extendiendo con bulldozer en capas, sin llegar a los bordes, cuando se hacen acopios.
Por último la descorrección de granulometría en las caídas está influida fundamentalmente por
la fragilidad y diaclasado del material. Se corrige disponiendo escalas de caída. La circulación
de máquinas sobre el acopio produce rotura especialmente en materiales poco resistentes a la
abrasión y lo ideal es evitar, en esos casos, dicha circulación y, si es imprescindible, emplear
máquinas sobre neumáticos en lugar de máquinas sobre cadenas.
3.5. Limpieza
Cuando el árido contiene finos en cantidad superior a la aceptable, sal, arcillas u otros
materiales que interfieren la unión con la pasta cementicia, es preciso eliminar o llevar a
límites tolerables estos elementos perjudiciales.
276 Gula Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
Habitualmente esto se consigue por vía húmeda lavando los áridos mediante sistemas
adecuados a la naturaleza del problema usándose trommeles lavadores, rampas de lavado o
riego en criba. Normalmente toda el agua sucia acaba llegando a las arenas por lo que
:finalmente hay que hacer una decantación de éstas por un procedimiento que permita eliminar
el agua y la suciedad (hélices decantadoras, norias e hidrociclones).
Cualquiera de estos sistemas se mueve entre dos extremos: que la eficacia del lavado no sea
suficiente o que se eliminen finos útiles (entre 0,08 y 1 mm). Por esto es preciso realizar
pruebas con la instalación, ya en marcha, para hacer los ajustes necesarios en los que, por
supuesto, influyen también los caudales circulantes.
Salvo en algunos áridos procedentes de depósitos naturales, las arenas son escasas de
contenido de finos útiles lo que daría lugar a hormigones poco cerrados, menos densos y más
permeables. Por esta razón es casi imprescindible la producción de estos finos a partir de los
otros áridos. Pero este proceso conduce normalmente a una producción de finos de tamaño
inferior a 0,08.
Por proceder de la roca madre y según sea la naturaleza de ésta, dichos finos pueden ser
utilizados mejorando algunas características del hormigón por lo que puede ser interesante
manipularlos en circuito independientemente.
Anejo V. Influencia en las Propiedades del Hormigón de las Características de los Áridos J de los
Sistemas de Fabricación y Manejo 277
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
R.1 ACI 221.R-61. "Selection and use of aggragates for Concrete". Detroit. 1984.
R.2 ANSI/ACI 211.1.81. "Standard practice for Selecting proportions for normal,
heavywerght and mass Concrete". 1981.
R.3 ANSI/ACI 117 .81. "Standard tolerances for Concrete construction and materials".
1981.
ANEJO VI
GLOSARIO GEOLÓGICO
Anejo VJ. Glosario Geológico 281
GLOSARIO
CONCEPTO DEFINICIÓN
Acarreos Véase Aluvial
Aceleración sísmica Aceleración del movimiento del terreno producido por las ondas sísmicas
generadas por un terremoto
Aluvial, Acarreos Conjunto de materiales más o menos sueltos depositados por un curso de agua
Arcilla Fracción de los suelos cuyo tamaño equivalente es inferior a 1/256 mm. Está
constituida por silicatos alumínicos hidratados. Exhibe comportamiento
plástico
Arcillita Roca sedimentaria detrítica del grupo de las lutitas constituida por arcilla
aglomerada
Arcillita, Argilita Roca sedimentaria detrítica del grupo de las lutitas formada por partículas de
arcilla compactada
Arcosa Arenisca con menos del 15% de matriz constituida por cuarzo (menos del
75%), feldespatos y en menor proporción fragmentos de roca. Adquiere
plasticidad en presencia del agua
Arenisca Roca sedimentaria detrítica de las Arenitas constituida por arenas aglomeradas
por un cemento o matriz. De composición mineralógica, cemento o matriz
variables
Aren itas Clase de las rocas sedimentarias detríticas el tamaño de cuyos granos oscila
entre 2 y 1/16 mm
Brecha de falla Brecha formada causada por deformaciones tectónicas, especialmente fallas
Buzamiento (de un estrato Ángulo que forma un estrato o discontinuidad con el plano horizontal
o discontinuidad).
Inclinación, Pendiente
Calciarenita Roca sedimentaria detrítica del grupo de las arenitas constituida esencialmente
por granos de carbonato del tamaño arena depositados mecánicamente
Calcilutita Roca sedimentaria detrítica del grupo de las lutitas constituida esencialmente
por granos de carbonato del tamaño arcilla depositados mecánicamente
Calcimolita Roca sedimentaria detrítica del grupo de las lutitas constituida por granos de
carbonatos del tamaño limo depositados mecánicamente
CONCEPTO DEFINICIÓN
Calcita Mineral constituido por carbonato cálcico (C03 Ca), que cristaliza en el
sistema trigonal
Caliza Roca sedimentaria carbonatada cuyo mineral principal es la calcita
Cámbrico Período más antiguo de la era Paleozoica que puede ser determinado por
presencia de fósiles. Se extendió aproximadamente entre los 570 y 500
millones de años a.J.C.
Carbonífero Período del Paleozoico que se extiende aproximadamente desde los 345 a los
280 millones de años
Carsticidad, cars Véase Karsticidad, Karst
Cemento En petrología aglomerante formado por precipitación química que une los
clastos de las rocas detríticas
Cenozoico Era geológica que se extiende desde los 65 millones de años a.J.C. a la
actualidad
Clasto Fragmento de roca formado por alteración mecánica de una masa rocosa
Cobertura, cobertura de Véase Derrubios y derrubios de ladera
ladera, cobertera
Coluvial, Coluvián, Conjunto de materiales más o menos consolidados que ha sufrido un corto
Coberturas y derrubios de transporte
ladera
CONCEPTO DEFINICIÓN
Devónico Período del Paleozoico que se extiende aproximadamente desde los 395 a los
345 millones de años a.J.C.
Diabasa, Dolerita Roca ígnea plutónica que química y mineralógicamente es igual al gabro y al
basalto. Sus minerales esenciales son labradorita, piroxeno y olivino. Presenta
textura ofitica
Diaclasa Véase fractura
Diorita Roca ígnea plutónica intermedia entre las ácidas y las básicas. Sus minerales
esenciales son plagioclasas (oligoclasa y andesina) y homblenda y los
accesorios biotita, ortoclasa y cuarzo. Presenta texturas diferentes. Están
ligadas a los batolitos graníticos
Dirección (de un estrato o Ángulo que forma con el norte magnético la intersección del estrato o
discontinuidad). Rumbo discontinuidad con el plano horizontal. Se puede medir siguiendo el sentido de
las agujas del reloj, con una amplitud de 360[ o con medidas de O a 9or
indicando si se hacen hacia el Este u Oeste
Dolomía Roca sedimentaria carbonatada cuyo mineral principal es la dolomita
Dolomita Mineral constituido por carbonato doble de calcio y magnesio (C03)2 Ca Mg,
que cristaliza en el sistema trigonal
Epicentro Proyección del hipocentro sobre la superficie terrestre
Época Unidad geocronológica subdivisión del período
Era Unidad geocronológica de gran amplitud que incluye dos o más periodos
Esquisto Roca metamórfica regional procedente del metamorfismo de pizarras,
areniscas, rocas carbonatadas, arcillas, etc. Sus minerales esenciales son:
cuarzo, mica, clorita, talco. Notable foliación
Estrato Nivel de roca o sedimento que es más o menos distinguible de forma visual o
física, separado de los niveles superior (techo) e inferior (muro) por superficies
denominadas superficies de estratificación
Falla Discontinuidad del terreno producida por un movimiento relativo entre las dos
partes separadas. En movimientos recientes se pueden utilizar términos más
específicos
Fil ita Roca de metamorfismo de contacto o regional procedente del metamorfismo de
pizarras arcillosas y argilitas. Sus minerales esenciales son moscovita, clorita,
cuarzo y albita. Presenta brillo y lustre sedoso, así como un marcada foliación
Foco Véase hipocentro
Fractura, Rotura, litoclasa, Rotura, normalmente plana, en la cual no se ha producido movimiento a favor
Diaclasa de ella
Gabro Roca ígnea plutónica básica. Tiene como minerales esenciales plagioclasas
(labradorita, bytownita y anortita) y hornblenda y como accesorios magnetita e
ilmenita. Textura de grano grueso y bandas de minerales máficos. Es el
equivalente al basalto
Gneis, Esquistos cuarzo Roca metamórfica regional de alto grado de metamorfismo, cuyo origen son
feldespáticos 1
los cambios sufridos por rocas ígneas o arenas arcósicas. Sus minerales
esenciales son: cuarzo, feldespato (ortoclasa y microclina o feldespato
potásico) y mica. También presentan sillimanita, cianita, andalucita, cordienra
etc. Presentan una foliación no muy acusada
Gneis, Esquistos cuarzo Roca metamórfica regional de alto grado. Sus minerales más comunes son:
284 Guía Técnica nº 3. Estudios Geológicos-Geotécnicos y de Prospección de Materiales
CONCEPTO DEFINICIÓN
feldespáticos cuarzo, feldespato y mica. Presenta foliación
Granulita Roca metamórfica regional de alto grado constituida por cuarzo, feldespato,
piroxeno y granates. Presenta foliación debido a la alineación de lentículas
planas de cuarzo y del piroxeno
Grauvaca Arenisca que contiene fragmentos de roca mal dosificadas y granos de cuarzo y
feldespato. Su contenido de matriz es superior al 15%
Intensidad sísmica Número escalado que indica los daños o efectos de un terremoto en un lugar
determinado sobre las personas, estructuras y materiales terrestres. La escala
utilizada en Europa y la oficial en España es la MSK, con grados de r a XII.
También son muy utilizadas las de Mercalli y Mercalli modificada
Jurásico, Jura Período del Mesozoico que se extiende aproximadamente entre los 190 y 136
millones de años a.J.C.
Kars, karsticidad Morfología que presentan algunas rocas carbonatadas (calizas, dolomías),
evaporitas (yeso, anhidrita, sales) casada por disolución
Levantamiento geológico La toma en campo de datos geológicos que sirven para confeccionar un plano
geológico del emplazamiento
Limo Fracción del suelo constituida por fragmentos cuyos tamaños oscilan entre 0.06
mm y 1/256 mm. Cuando está aglomerada recibe el nombre de Limolita
Limolita, A/euro/ita Roca sedimentaria detrítica del grupo de las lutitas formada por partículas de
limo compactadas
Macizo rocoso, Masa Conjunto constituido por una o varias rocas que presenta una determinada
rocosa estructura, está afectado por una serie de discontinuidades y presenta un grado
de alteración pudiendo contener o no agua
CONCEPTO DEFTNlCIÓN
Matriz Material detrítico que puede rellenar los huecos entre los clastos de las rocas
ditríticas
Metamorfismo. Procesos Proceso de cambio de las asociaciones mineralógicas, texturas y/o estructuras
metamórficos de una roca bajo condiciones fisicas y químicas que se apartan algo de las que
concurren tanto en el origen inicial de la unidad como en el ambiente próximo
a la superficie
Migmatita Roca constituida por una mezcla de materiales metamórficos y graníticos cuyas
estructuras son distinguibles
Ordovicico Período del Paleozoico que se extiende aproximadamente desde los 500 a los
430 millones de años a.J.C.
Paleozoico Era geológica que se extiende desde el final del Precámbrico al comienzo del
Mesozoico. Aproximadamente desde 570 a 225 a.J.C.
Pegmatita Roca ígnea plutónica formada por la cristalización de un magma residual rico
en gases. Presenta grano muy grueso y estructura filoniana. Sus minerales
esenciales son los del granito: cuarzo, feldespato y mica
Pérmico Período del Paleozoico que se extiende aproximadamente desde los 280 a los
225 millones de años
Piroclastos Material fundido fragmentado por la salida violenta de los gases de una
erupción volcánica
Pizarra Roca metamórfica regional de bajo grado. Sus minerales esenciales son
moscovita, cuarzo, magnetita y pirita. Marcada foliación (pizarrosidad)
CONCEPTO DEFJNICIÓN
Rocas detríticas. Rocas Rocas sedimentarias originadas por procesos erosivos y constituidas por
elásticas fragmentos de roca sueltos o aglomerados. Atendiendo al tamaño de los
fragmentos (clastos) se dividen de mayor a menor en: Ruditas, Aren itas y
Lutitas
Rocas extrusivas Véase Rocas volcánicas
Rocas ígneas Son las originadas por el enfriamiento de un material denominado magma
Rocas metamórficas Rocas originadas por procesos metamórficos sobre rocas preexistentes
Rocas plutónicas. Es un grupo de rocas ígneas originadas por la consolidación del magma en el
lntrusivas interior de la corteza
Rocas volcánicas. Rocas ígneas originadas por el enfriamiento del magma en la superficie
Extrusivas
Silúrico Período del Paleozoico que se extiende desde los 430 a los 395 millones de
años a.J.C.
Tarquín Material que las aguas embalsadas depositan en los fondos y las avenidas en
las zonas inundadas
Terciario Período más antiguo del Cenozoico que se extiende aproximadamente entre los
65 y 2.5 millones de años a.J.C. Se divide en cinco épocas que de más antiguas
a más modernas son: Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno} Plioceno
CONCEPTO DEFINICIÓN
Triásico, Trías Período más antiguo del Mesozoico que se extiende aproximadamente entre
los 225 y 190 millones de años a.J.C.
Vulnerabilidad sísmica Grado de pérdida de un elemento en riesgo dado, expresado en una escala de O
(sin daño) a l (pérdida total), que resulta de la ocurrencia de un terremoto de
una magnitud determinada
Yeso Roca sedimentaria del grupo de las evaporitas cuyo mineral principal es el yeso
(sulfato cálcico hidratado, S04 2H20). Suele presentarse interestratificado con
otras rocas como margas, arcillas, areniscas, etc o en grandes masas. Tiene una
disolución acusada
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