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1 Jung Obra Completa Volumen 9-1 Capitulo 10. Los Arquetipos y Lo Inconsciente Colectivo

Este documento discute la relación entre la consciencia, lo inconsciente y el proceso de individuación. Explica que lo inconsciente forma parte de la totalidad psíquica de un individuo aunque no sea consciente. También señala que lo inconsciente no parece tener un centro dominante como el yo y que a menudo se manifiesta de forma caótica en los sueños. Finalmente, argumenta que los contenidos patológicos de lo inconsciente son totalmente ajenos a la consciencia de una persona.

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1 Jung Obra Completa Volumen 9-1 Capitulo 10. Los Arquetipos y Lo Inconsciente Colectivo

Este documento discute la relación entre la consciencia, lo inconsciente y el proceso de individuación. Explica que lo inconsciente forma parte de la totalidad psíquica de un individuo aunque no sea consciente. También señala que lo inconsciente no parece tener un centro dominante como el yo y que a menudo se manifiesta de forma caótica en los sueños. Finalmente, argumenta que los contenidos patológicos de lo inconsciente son totalmente ajenos a la consciencia de una persona.

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LOS ARQUETIPOS Y LO INCONSCIENTE COLECTIVO

10

CONSCIENCIA, INCONSCIENTE E INDIVIDUACIÓN'}

489 La relación entre la consciencia y lo inconsciente, por un lado, y el


proceso de individuación, por otro, son problemas que se
plantean por asi decir con toda regularidad en una fase avanzada
del tratamiento analítico. Por «analítico» entiendo cualquier
modo de proceder que tenga en cuenta la existencia de lo in-
consciente. Esa problemática no existe, en cambio, para un modo de
proceder sugestivo. Pero creo que, en principio, no estarán de más
unas palabras explicativas acerca de la individuación.
490 ` 1 Empleo el término «individuación» en el sentido de un
ceso que genera un «mdividúo» psicologico es~decir Yuna unidác~
una totalidad independiente indivisible. Se supone, por lo general,
que la consciencia equivale a la totalidad del individuo psicológico.
Pero la suma de las experiencias que se explican con ayuda
únicamente de la hipótesis de procesos psíquicos inconscientes
hace surgir la duda de si el yo y sus contenidos son efectivamente
idénticos con la «totalidad». Si hay realmente procesos
inconscientes, éstos pertenecen seguramente a la totalidad del
individuo, aunque no sean parte integrante del yo consciente. Si
fueran una parte del yo, tendrían que ser conscientes, puesto que

* Una primera versión de este trabajo fue escrita en inglés y, con el título «The
Meaning of Individuation», forma el capítulo inicial de The Integration of
Personality (Farrar & Rinehart, New York y Toronto, 1939, y Kegan Paul, Trench, Trubner &
Co., London, 1940). La versión alemana llevada a cabo por el propio autor apareció con el
título actual en el 7,entralblatt für Psychotherapie und ihre Grenzgebiete XI/5 (Leipzig, 1939)
pp. 257- 27 0.
1. La física muderua (De Ilruglie) emplea para esto el concepto de «discontinu0».
CONSCIENCIA, INCONSCIENTE E INDIVIDUACIbN
LOS ARQUETIPOS Y LO INCONSCIENTE COLECTIVO

del yo, y también la «voluntad» de Schopenhauer carece de yo.


todo lo que está en relación inmediata con el yo es consciente. La Los psicólogos modernos consideran asimismo lo inconsciente
consciencia es incluso equivalente a la relación entre el yo y los como una función carente de yo, por debajo del umbral de la
contenidos psíquicos. Los llamados fenómenos inconscientes están consciencia. Contrariamente a los filósofos, ellos tienden a hacer
en tan escasa relación con el yo que en muchas ocasiones derivar de la consciencia las funciones subliminales. Janet piensa en
no se vacila en negar su misma existencia. Y sin embargo aparecen una cierta debilidad de la consciencia, que es incapaz de retener
dentro de los límites del comportamiento humano. Un todos los procesos psíquicos. Freud, por su parte, prefiere la idea de
observador atento puede verlos fácilmente, mientras que el ob- que hay factores conscientes que reprimen ciertas tendencias.
servado no tiene conciencia ni siquiera del hecho de que está Mucho habla en favor de ambas teorías, pues se dan
revelando sus más íntimos pensamientos o incluso cosas que él muchísimos casos en los que una debilidad de la consciencia es
nunca ha pensado conscientemente. Pero es un prejuicio suponer efectivamente la causa de que desaparezcan los contenidos o de que
que algo que nunca se ha pensado no tiene lugar dentro de la psique. sean reprimidos los contenidos desagradables. Es obvio que
Tenemos cantidad de pruebas de que la consciencia está muy lejos de observadores tan concienzudos como Janet y Freud no habrían
abarcar la totalidad de la psique. Muchas cosas ocurren establecido teorías en las que lo inconsciente proviene sobre todo de
semiconscientemente y otras tantas suceden incluso de modo por fuentes conscientes si hubiesen descubierto en las manifestaciones
completo inconsciente. Al investigar detalladamente, por ejemplo, de lo inconsciente huellas de una personalidad independiente o de
los fenómenos de personalidades dobles y múltiples se pudieron una voluntad autónoma.
hacer muchas observaciones que constituyen un abundante 493 Si es verdad que lo inconsciente no consta de otra cosa que de
material probatorio. (Remito a las obras de Pierre Janet, Théodore contenidos que carecen casualmente de consciencia, pero que en lo
Flournoy, Morton Prince y otros.) demás no se distinguen en absoluto del material consciente, entonces
491 En cualquier caso, la psicología médica llegó a tener una
se podría identificar más o menos el yo con la totalidad de la psique.
impresión en profundidad de la importancia de ese género de Pero la situación no es tan sumamente sencilla. Ambas teorías se
fenómenos que causan toda clase de síntomas psíquicos y fisiológicos. basan sobre todo en experiencias con neurosis. Ninguno de los dos
Siendo así las cosas, la hipótesis de la existencia de un yo que exprese autores dispone de especial experiencia psiquiátrica. Si la tuviesen,
la totalidad psíquica resulta insostenible. Al contrario, se hizo seguramente habrían quedado impresionados ante el hecho de que
evidente que la totalidad tenía que abarcar forzosamente tanto el lo inconsciente presenta contenidos completamente distintos de los
inmenso terreno del acontecer inconsciente como la consciencia, y de la consciencia, tan extraños que nadie los puede comprender,
que el yo sólo podía ser el centro de la consciencia. ni el propio paciente ni su médico. El enfermo es devorado por
492 Se querrá saber, como es natural, si lo inconsciente posee
una oleada de pensamientos que le son tan ajenos como a la
también un centro. Yo apenas me atrevería a suponer que en lo persona normal. Por eso lo llamamos «loco»: no podemos
inconsciente haya un principio dominante análogo al yo. El hecho comprender sus ideas. Sólo podemos entender una cosa cuando
es que todo señala en la dirección contraria. Si hubiera un centro poseemos las necesarias condiciones previas. Pero en este caso esas
así, casi podríamos esperar que apareciesen regularmente signos de condiciones están tan alejadas de nuestra consciencia como estaban
su existencia. Los casos de desdoblamiento de la personalidad serían alejadas del espíritu del paciente antes de volverse loco. Si no
entonces fenómenos frecuentes en lugar de algo sumamente fuera así, jamás se habría convertido en un enfermo mental.
extraño que se da pocas veces. La forma como se presentan los 494 No hay, en efecto, ningún ámbito conocido por nosotros de
fenómenos inconscientes suele ser bastante caótica y inmediato del que podamos derivar representaciones patológicas.
asistemática. Los sueños, por ejemplo, no muestran ni No se trata en modo alguno de contenidos más o menos
un orden manifiesto ni tendencia sistemática de ningún género, normales, robados casi casualmente a la consciencia. Se trata,
como debería ser el caso si se basaran en una consciencia personal. por el contrario, de productos de una naturaleza por lo pronto
Los filósofos Carl Gustav Carus y Eduard von Hartmann tratan lo absolutamente extraña. Se diferencia, desde todos los puntos de
inconsciente como un principio metafísico, una especie de espíritu vista, del material neurótico, que no puede ser considerado como
universal, sin rastro alguno de personalidad o de consciencia
CONSCIENCIA, INCONSCIENTE E INDIVIDUACI6N
LOS ARQUETIPOS Y LO INCONSCIENTE COLECTIVO

rias, que trastornan el orden racional de la consciencia mediante


totalmente ajeno y extraño. El material de una neurosis se com- explosiones elementales. Los afectos no son «hechos» por la voluntad,
prende humanamente, el de una psicosis, 2 sino que suceden. En el afecto aparece no pocas veces un rasgo de
carácter que le resulta ajeno incluso a la parte inmediatamente
no .

495 Este curioso material psicótico no puede derivarse de la consciencia,


porque en ésta no se dan las condiciones necesarias que ayuden a implicada, o en ocasiones también despuntan involuntariamente
explicar lo inusitado de tales representaciones. Los contenidos contenidos ocultos. Cuanto más violento es un afecto, tanto más se
neuróticos pueden ser inteIrados sin gran menoscabo del yo, pero las aproxima a lo patológico, es decir, a un estado en que la
ideas psicóticas, no. Estas siguen siendo inaccesibles, y sofocan en consciencia del yo es eliminada por contenidos autónomos que
mayor o menor grado la consciencia del yo. Tienen incluso una clara con frecuencia han sido antes incons cientes. Mientras que
tendencia a atraer al yo al interior de su «sistema». lo inconsciente se encuentre en un estado letárgico, parece
496 Tales casos demuestran que en determinadas circunstancias lo como si ese ámbito escondido no tuviese ningún contenido. Por eso,
inconsciente es capaz de asumir el papel del yo. Las conse- para nosotros siempre es una sorpresa que pueda surgir de pronto,
cuencias de ese trueque son la locura y la confusión, pues lo de una nada aparente, algo desconocido hasta entonces. Sin
inconsciente no es una segunda personalidad con un embargo, luego llega el psicólogo y explica que eso tuvo que ocurrir
funcionamiento organizado y centralizado, sino probablemente por esta y esta razón. Pero ¿quién lo hubiera dicho antes?
una suma descentralizada de procesos psíquicos. Por otra parte, 498 Decimos que lo inconsciente no es nada y sin embargo es una
nada de lo que produce el espíritu humano está absolutamente fuera realidad in potentia: el pensamiento que vamos a pensar, el hecho
del ámbito psíquico. Hasta la idea más demencial tiene que que vamos a realizar, incluso el destino del que nos vamos a lamentar
corresponder a algo que exista en la psique. No es de suponer
que determinadas cabezas contengan elementos que no se dan mañana ya están de modo inconsciente en el hoy. Lo desconocido
en otras. Tampoco podemos suponer que lo inconsciente tenga la que el afecto pone al descubierto siempre ha existido y, más pronto
capacidad de volverse autónomo en determinadas personas, a saber, o más tarde, se hubiera presentado a la consciencia. Por eso
en las que tienen una predisposición a la enfermedad mental. Es siempre hay que contar con la existencia de lo que aún no está
mucho más probable que la tendencia a la autonomía sea una descubierto. Pueden ser, como ya he dicho, rasgos de carácter
propiedad más o menos general de lo inconsciente. En un cierto desconocidos. Pero de esa manera también pueden salir a la luz
sentido, la perturbación mental no es sino un ejemplo futuras posibilidades de desarrollo, tal vez justamente en una
sobresaliente de un hecho escondido, pero que se da de un modo explosión afectiva que podría cambiar radicalmente una situación. Lo
general. La tendencia a la autonomía se hace evidente sobre todo en inconsciente tiene un doble rostro: por un lado, sus contenidos
los estados afectivos, incluso en los de las personas normales. En remiten a un mundo instintivo preconsciente, prehistórico, por otro
un estado fuertemente emocional se hacen o se dicen lado, anticipa potencialmente un futuro, justo sobre la base de una
cosas que sobrepasan la medida habitual. No se necesita preparación instintiva de los factores que determinan el destino. Si se
mucho: el amor y el odio, la alegría y la pena bastan muchas veces conociese por completo el trazado básico, inconsciente, de una
para que el yo quede substituido por lo inconsciente. Hasta las más persona, sería posible desde el principio predecir en gran parte
extrañas ideas pueden apoderarse en tales ocasiones de personas su destino.
que son sanas en todo lo demás. Grupos, comunidades y hasta 499 En la medida en que esas tendencias inconscientes -bien en forma
pueblos enteros pueden ser atacados de ese modo en forma de epi- de imágenes retrospectivas, bien en forma de anticipaciones-
demias mentales. aparecen en los sueños, éstos han sido entendidos en todos los
497 La autonomía de lo inconsciente empieza allí donde surgen
milenios pasados mucho menos como regresiones históricas que
emociones. Las emociones son reacciones instintivas, involunta
como anticipaciones del futuro: y con cierta razón. Porque todo
lo que deviene, sucede sobre la base de lo que ha sido y de lo que,
2. Sólo me refiero, naturalmente, a ciertos casos de esquizofrenia, como por ejemplo como huella de un recuerdo, siempre seguirá siendo consciente o
el célebre caso de Schreber (Denkwürdigkeiten eines Nervenkranken) o el caso publicado inconscientemente. Entonces, si el hombre nunca nace como
por Nelken («Analytische Beobachtungen über Phantasien eines Schizophrenen»).
invento totalmente nuevo sino que siempre repite el estadio de
desarrollo recién alcanzado, contiene incons-
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cientemente, como dato apriorístico, toda la estructura psíquica que 501 Los primitivos «peligros del alma» consisten principalmente en
se ha ido desarrollando poco a poco, en un sentido de subida o de peligros a los que está expuesta la consciencia. La fascinación, el
bajada, en su línea genealógica. Este hecho le da a lo inconsciente embrujamiento, la pérdida del alma, la obsesión, etc., son a todas
su característico aspecto «histórico», pero al mismo tiempo es la luces fenómenos de disociación y de supresión de la consciencia por
conditio sine qua non de una determinada configuración del obra de contenidos inconscientes. Ni siquiera el hombre civilizado
porvenir. Por esta razón a menudo es muy difícil decidir si está libre de lo oscuro de los tiempos primitivos. Lo inconsciente es
una determinada manifestación autónoma de lo incons - la madre de la consciencia. Donde hay una madre, hay también un
ciente ha de entenderse sobre todo como efecto (y, por tanto, en padre. Pero parece que éste es desconocido. La consciencia, ese ser
sentido histórico) o como finalidad (y, por tanto, en sentido juvenil, podrá negar a su padre pero no a su madre. Sería demasiado
anticipatorio). La consciencia, por lo general, piensa sin atender a poco natural: en todos los niños puede verse con cuánta vacilación y
condicionamientos ancestrales y sin tener en cuenta la influencia de lentitud se va desarrollando la consciencia del yo a partir de una
ese apriori en la configuración del destino. Mientras que nosotros consciencia fragmentaria de momentos aislados, y cómo esas islas
pensamos en períodos de años, lo inconsciente piensa y vive en emergen poco a poco de la completa oscuridad de lo puramente
períodos milenarios. Por eso, si sucede algo que consideramos una instintivo.
asombrosa novedad, casi siempre es una historia antiquísima. soz La consciencia proviene de una psique inconsciente que es más
Seguimos olvidando, como los niños, lo que fue ayer. Seguimos antigua que ella y que sigue funcionando junto con la consciencia o
viviendo en un mundo maravillosamente nuevo, en el que el hombre a pesar de la consciencia. Aunque hay numerosos casos en que los
se considera sorprendentemente joven o «moderno». Ese estado es contenidos conscientes se vuelven otra vez inconscientes (mediante
una prueba inequívoca de la juventud de la consciencia humana, la represión, por ejemplo), lo inconsciente, como totalidad, está
que aún no es consciente de sus condicionamientos previos. muy lejos de constituir sólo un resto de la consciencia. (¿Son tal vez
500 El «hombre normal» me convence de la autonomía de lo residuos de la consciencia las funciones psíquicas de los animales?)
inconsciente más aún que el enfermo mental. La teoría psiquiá- ,503 Como ya he dicho antes, hay poca esperanza de encontrar en lo

trica puede alegar trastornos orgánicos, reales o aparentes, del inconsciente un orden equivalente a la consciencia del yo. No
cerebro, debilitando así la importancia de lo inconsciente. parece que estemos en vías de encontrar una personalidad incons-
Pero ese punto de vista no es aplicable cuando se trata de la ciente del yo, algo así como una «anti-tierra» pitagórica. Pero no
humanidad normal y corriente. Lo que se ve que sucede en el puede dejar de verse el hecho de que, lo mismo que la consciencia va
mundo no son «nebulosos residuos de actividades en otro tiempo despuntando de entre las tinieblas de lo inconsciente, también el
conscientes» sino manifestaciones de un precondicionamiento centro del yo surge de una oscura profundidad en la que estaba
anímico vivo, que sigue existiendo y que siempre seguirá contenida de algún modo mientras existía en potencia. De la misma
existiendo. Si no fuera así, estaría justificado nuestro asombro. manera que una madre humana sólo puede parir un hijo humano
Pero justamente quienes menos admiten la autonomía de lo cuya naturaleza más personal, durante su existencia potencial, ya
inconsciente son los más sorprendidos. Debido a su juventud y a estaba escondida en ella, casi nos vemos obligados a creer que lo
su vulnerabilidad, nuestra consciencia tiene una tendencia, inconsciente no puede ser tan sólo una acumulación de instintos e
fácilmente comprensible, a menospreciar lo inconsciente, más o imágenes. Algo tiene que hacerlo coherente y que darle expresión al
menos como un niño que, cuando quiere hacer algo por su conjunto. Su centro, sin embargo, no puede ser el yo, puesto que el yo
cuenta, no puede mostrarse muy impresionado por la majestad de nació en la consciencia y se dirige contra lo inconsciente,
sus padres. Nuestra consciencia se ha desarrollado, tanto excluyéndolo en la medida de lo posible. é0 podría ser que lo
individual como históricamente, a partir de la oscuridad y del inconsciente haya perdido su centro por el nacimiento del yo? Si así
crepúsculo de un estado originario de inconsciencia. Ya fuera, sería de esperar que el yo fuese muy superior a lo inconsciente
había funciones y procesos psíquicos mucho tiempo antes de en cuanto a influencia e importancia. Entonces, lo inconsciente
que hubiera una consciencia del yo. El «tener pensamientos» ya seguiría modestamente las huellas de la consciencia. Pero eso sería
existía antes de que un hombre pudiese decir: «Soy justo lo que deseamos.
consciente de que pienso».
504 Por desgracia, los hechos muestran lo contrario: la consciencia está CONSCIENCIA, INCONSCIENTE E INDIVIDUACIbN

sujeta con más facilidad de lo que quisiera a influencias inconsciente, como por ejemplo ciertos sueños, visiones y expe
inconscientes, y éstas son muy a menudo más verdaderas y más
sensatas que el pensar consciente. Ocurre asimismo que los motivos riencias místicas. Pero si suponemos una consciencia en lo in
inconscientes prevalecen con relativa frecuencia sobre consciente, inmediatamente nos vemos confrontados con el he
las decisiones conscientes, justamente cuando se trata de las cuestio- cho de que no puede existir consciencia sin un sujeto, esto es, sin
nes principales de la vida. El destino individual depende incluso en un yo con el que estén relacionados los contenidos. La conscien
gran medida de factores inconscientes. Un examen exacto cia necesita un centro, es decir, un yo que sea consciente de algo.
muestra hasta qué punto las decisiones conscientes dependen de que
no haya perturbaciones en el funcionamiento de la memoria. Pero la No sabemos de ningún otro género de consciencia y tampoco
memoria muchas veces está sujeta a perturbadoras intromisiones de podemos imaginarnos una consciencia sin yo. No puede haber
contenidos inconscientes. Además, por lo general funciona de una consciencia en la que nadie diga: «Soy consciente».
manera automática. Normalmente necesita los puentes de la 507 No veo ningún mérito en especular sobre cosas que no pode
asociación, pero con frecuencia se sirve de ellos de un modo tan mos saber. Por eso me abstengo de afirmar nada que traspase los
poco común que hace falta otro examen a fondo de todo el límites de la ciencia. Nunca me ha sido posible descubrir en lo
proceso de reproducción si se quiere averiguar cómo pudieron inconsciente una especie de personalidad, algo comparable a
conseguir llegar a la consciencia ciertos recuerdos. Y en no pocas nuestro yo. Aunque no se pueda encontrar un «segundo yo»
ocasiones es imposible encontrar esos puentes. En tales casos no se (excepto en los raros casos de doble personalidad), las manifesta
puede rechazar sin más la hipótesis de que lo inconsciente tiene ciones de lo inconsciente muestran cuando menos rastros de per-
actividad propia. Otro ejemplo es la intuición que se basa sobre sonalidades. Un sencillo ejemplo de esto es el sueño en el que una
todo en procesos inconscientes de naturaleza muy compleja. serie de personas reales o imaginarias representan el pensamiento
Debido a esa peculiaridad he definido la intuición como del sueño. En casi todas las disociaciones importantes las
«percepción a través de lo inconsciente». manifestaciones de lo inconsciente adoptan un fuerte carácter de
sos Normalmente, la colaboración de lo inconsciente y la consciencia personalidad. Pero cuando se examina cuidadosamente el com-
funciona sin fricciones ni trastornos, de tal forma que ni portamiento y los contenidos espirituales de esas personificaciones,
siquiera se nota la existencia de lo inconsciente. Pero si un indi- salta a la vista su carácter fragmentario. Parecen representar
viduo o un grupo social se aparta demasiado de la base instintiva, complejos que se han disociado de un conjunto mayor, y son
entonces se percibe todo el ímpetu de las fuerzas inconscientes. cualquier cosa antes que el centro personal de lo inconsciente.
La colaboración de lo inconsciente es sensata y metódica, y hasta sos A mí siempre me impresionó el carácter de personalidad de los
cuando se comporta de modo contrapuesto a la consciencia, su fragmentos disociados. Por eso me he preguntado muchas veces si no
expresión sigue siendo inteligentemente compensatoria como si estaría justificada la hipótesis de que, si tales fragmentos tienen
quisiera tratar de restablecer el equilibrio perdido. personalidad, la pieza entera de la que fueron separados debe tener
506 Hay sueños y visiones de un género tan deliberado que cier mucho más derecho a exigir que se la considere personal. La
tas personas se niegan a admitir que tienen su origen en una conclusión parece lógica, ya que no tiene importancia que los
psique inconsciente. Prefieren suponer que tales fenómenos pro fragmentos sean grandes o pequeños. ¿Por qué no iba a poseer
vienen de una especie de «superconsciencia». Tales personas es personalidad todo el conjunto? La personalidad no tiene como
necesaria premisa a la consciencia. Esta puede dormir o soñar.
tablecen una diferencia entre una especie de inconsciente fisioló 509 El aspecto general de las manifestaciones inconscientes es
gico e instintivo y una capa o nivel de consciencia «por encima» fundamentalmente caótico e irracional, pese a ciertos síntomas de
de la consciencia al que llaman «superconsciencia». Esa inteligencia e intencionalidad. Lo inconsciente crea sueños,
psique, fantasías, visiones, emociones, ideas grotescas y otras cosas. Es
que en la filosofía india lleva el nombre de «consciencia supe exactamente lo que se esperaría de alguien que está soñando.
rior», corresponde en realidad a lo que el Occidente llama lo Parece ser una personalidad que nunca estuvo despierta y que nunca
«inconsciente». Pero hay toda una serie de observaciones que fue consciente de una vida vivida y de una continuidad propia. Sólo
casi hablan en favor de la posibilidad de una consciencia en lo se plantea la cuestión de si es posible la hipótesis de la existencia de
una personalidad durmiente y escondida corno
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ésta. Puede ser que todo lo que tiene carácter de personalidad y que
podemos encontrar en lo inconsciente esté contenido en la ya 514 El hecho de que lo inconsciente personifique, incluso en los
mencionada personificación. Como esto es muy posible, todas mis sueños, ciertos contenidos de carga afectiva es la razón por la
suposiciones no conducirían a nada, a no ser que hubiese que mi terminología, destinada a un uso práctico, ha adoptado la
pruebas de la existencia de personalidades mucho menos frag- personificación y la ha expresado en la formulación del nombre.
mentarias, es decir, más completas, aunque estén escondidas. 515 Además de las dos figuras indicadas hay algunas otras que son
510 Estoy convencido de que hay tales pruebas. Por desgracia ese material menos frecuentes y menos llamativas, pero que se han configurado
probatorio forma parte de las sutilidades del análisis psicológico. en la literatura y la mitología. Menciono por ejemplo la figura del
Por eso no es precisamente fácil dar una idea de ello de un modo héroes y la del «anciano sabio»', para citar también dos de las más
sencillo y convincente. conocidas.
511 Voy a comenzar con una breve constatación: en lo inconsciente de 516 Todas esas figuras entran en la consciencia de modo totalmente
cada hombre hay escondida una personalidad femenina, y en cada autónomo, tan pronto como se trata de estados patológicos. En lo
mujer, una personalidad masculina. relativo al ánima, quisiera llamar especialmente la atención
512 Es un hecho bien conocido que el sexo está determinado por una sobre el caso de Nelken'. Lo más notable es, además, que esos
mayoría de genes masculinos o femeninos. La minoría de genes del caracteres tienen relaciones de lo más asombrosas con relatos
sexo opuesto no se pierde. Por eso, el hombre posee una faceta de poéticos, religiosos o mitológicos, sin que se pueda demostrar que
carácter femenino, es decir, tiene una figura femenina inconsciente: esas relaciones sean reales. Es decir, son formaciones analógicas
un hecho del que él no suele ser consciente en absoluto. Yo le he espontáneas. Un caso de este género incluso ha dado lugar a una
dado a tal figura, eso me permito darlo por sabido, el nombre de acusación por plagio: en su Atlántida el escritor francés Pierre Benoit
ánima. Para no repetir lo ya conocido, remito a los trabajos hizo una exposición del ánima y de su mito clásico que constituye
correspondientes'. Esta figura aparece con frecuencia en los sueños, un paralelo exacto de Ella, de Rider Haggard. El proceso no dio
donde se pueden observar en vivo todos los atributos que he puesto resultado, es decir, Pierre Benoit no conocía Ella. (Podría tratarse
de relieve en publicaciones anteriores. también en este caso de engaño criptomnéstico, que a menudo es
dificilísimo eliminar.) El aspecto claramente histórico del ánima, y
513 Otra figura no menos importante y bien definida es la de la sombra,
también su intensificación con la hermana, la madre, la mujer y la
que, lo mismo que la del ánima, aparece proyec ad ea n hija, unido al correspondiente motivo del incesto, se encuentra en
personas áHecuadas o muchas veces también, personificada como t, Goethe («Ay, tú fuiste en tiempos ya sin vida mi hermana o mi
en os suenos. a som ra coanci e con o inconsciente «personal» (que mujer»*) y asimismo en la figura del ánima de la reina o femina alba
corresponde al concepto freudiano -de iriconsciefíte). Como el de la alquimia. En el alquimista inglés Ireneo Filaleto, que escribía
ánima, esta figura ha sido representada con bastante frecuencia en la hacia 1645, se halla la observación de que la «reina» era «hermana,
literatura. Remito a la relación Fausto-Mefistófeles, asimismo a madre y esposa» del rey. (Comentario a las Duodecim portae de Sir
Elixiere des Teu fels, de Hoffmann, para mencionar dos
George Ripley, obra publicada en lengua alemana en 1741 y que
caracterizaciones típicas. La figura de la sombra personifica todo lo tal vez (?) conocía Goethe.) Pero la misma idea se encuentra
que el sujeto no reconoce y sin embargo -directa o indi- también, muy recargada, en el paciente de Nelken y en una buena
rectamente- se impone a él, por ejemplo deficientes rasgos de cantidad de casos observados por mí, en los que quedaba excluida
carácter y otras tendencias incompatibles. En lo que sigue tengo sin ningún género de dudas cualquier influencia literaria. Por lo de
que remitir también a la bibliografía4.

3. Tipos psicológicos, Definiciones s.v. Alma [OC 6,1]; Las relaciones entre el yo y lo 5. Cf. Símbolos de la transformación [OC 5], passim.
inconsciente [OC 7,2], segunda parte, capítulo 2; Psicología y alquimia [OC 12], segunda 6 . <Acerca de la fenomenología del espíritu en los cu entos populares» [trabajo
parte, y<. Sobre el arquetipo con especial consideración del concepto de ánima» [trabajo 3 8 de este volumen].
de este volumen]. 7. Nelken, Lc,
4. Toni Wolff, Einführung in die Crundlagen der komplexen Psychologie; Jung, * En el poema «¿Por qué nos diste las liondas miradas?» (A la señora von
. , c „ I „ •r Ins arnuctinns de lo inconsciente colectivo» [trabajo 1 de esto volumen; ade Stcinl.
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más, el complejo de ánima forma parte del más antiguo hecho de que existan esas capas arcaicas es probablemente la raíz de
acervo de la alquimia latina". la creencia en reencarnaciones y en recuerdos de «existencias
517 Si, partiendo de los sueños, de las fantasías e ideas delirantes de los anteriores». Lo mismo que el cuerpo constituye una especie de
pacientes, se estudian cuidadosamente las personalidades museo de su historia filogenética, lo psíquico también hace lo
arquetípicas y su comportamiento', se tiene una impresión en mismo. No tenemos ningún motivo para suponer que la especial
profundidad de esa amplia e inmediata relación con representaciones estructura de la psique sea lo único en el mundo que no pueda
mitológicas que el profano ya hace tiempo que dejó de conocer. Esas ofrecer una historia que vaya más allá de sus manifestaciones
representaciones forman una especie de extrañas entidades que uno individuales. Ni siquiera a nuestra consciencia se le puede negar una
quisiera dotar de consciencia del yo; casi parecen apropiadas para historia que abarca alrededor de cinco mil años. Sólo la
ello. Sin embargo, esa idea no encuentra confirmación en los consciencia del yo tiene cada vez un nuevo principio y un pronto
hechos. En su manera de comportarse, nada habla en pro de una final. Pero la psique inconsciente no sólo tiene una antigüedad
consciencia del yo como la que conocemos. Presentan, por el infinita sino también la posibilidad de ir creciendo e integrándose
contrario, todos los signos de las personalidades fragmentarias: en un futuro igualmente lejano. Ella conforma la especie humana,
estáticas, fantasmagóricas, sin problemas, sin autorreflexión, sin de la que es parte integrante igual que el cuerpo, que es
conflictos, sin dudas, sin sufrimiento; quizás como dioses que no individualmente perecedero, pero colectivamente de edad incon-
tienen filosofía, más o menos como los dioses brahmánicos del mensurable.
Samyutta-Nikáya, cuyas erróneas opiniones necesitan de Buda para 519 El ánima y el ánimus viven en un mundo muy diferente del otro
que las rectifique. Pero a diferencia de otros contenidos siguen exterior, un mundo en el que el pulso del tiempo es infinitamente
siendo elementos extraños en el mundo de la consciencia. Son por lento y en el que el nacimiento y la muerte de los individuos cuentan
eso desagradables intrusos, puesto que impregnan la atmósfera de una poco. No debe causar sorpresa su extraña naturaleza, tan extraña
sensación de inquietantes presentimientos y hasta del miedo al que su acceso a la consciencia muchas veces equivale a una
trastorno mental. psicosis. El ánimus y el ánima, por ejemplo, pertenecen sin ningún
518 Si se investigan sus contenidos, es decir, el material fantástico que género de dudas al material que sale a la luz en la esquizofrenia.
constituye su fenomenología, se encuentran innumerables 520 Lo que he dicho sobre lo inconsciente colectivo puede dar una idea
vinculaciones arcaicas e históricas, es decir, imágenes de naturaleza más o menos suficiente de lo que yo pienso que significa este
arquetípica10. Ese curioso hecho permite sacar conclusiones relativas término. Si ahora volvemos al problema de la individuación, nos
a la «localización» del ánimus y del ánima dentro de la estructura enfrentamos con una tarea algo fuera de lo común: la psique consta
psíquica: parece evidente que viven y funcionan en las capas más de dos mitades incongruentes, que deberían formar ambas una
profundas de lo inconsciente, a saber, en la capa profunda totalidad. Uno está inclinado a pensar que la consciencia del yo es
filogenética que yo he designado con el nombre de inconsciente capaz de asimilar lo inconsciente, o al menos se espera que sea
colectivo. Esa localización explica mucho de su carácter extraño: posible una solución así. Pero, por desgracia, lo inconsciente es
ellos sacan a la consciencia efímera una vida psíquica desconocida verdaderamente inconsciente, es decir, el individuo no lo conoce.
que pertenece a un pasado lejano. Es el espíritu de nuestros ¿Y cómo se puede asimilar algo desconocido? Aun cuando uno
desconocidos ancestros, su modo de pensar y de sentir, su modo de pueda formarse una idea bastante completa del ánima y de otras
vivir la vida y el mundo, los dioses y los hombres. El figuras, eso no significa que se haya penetrado en las
profundidades de lo inconsciente. Se tiene la esperanza de dominar
8 . Cf. la célebre Visio Arislei (Artis auriferae II, pp. 246 ss.), que también existe lo inconsciente, pero los maestros de la dominación de lo
en traducción alemana (Ruska, Die Vision des Arisleus, pp. 22 ss.). inconsciente, los yogin, alcanzan la plenitud en samádhi, un estado
9 . Un ejemplo de este método en Psicología y alquimia [OC 12], segunda
parte.
de éxtasis que, por lo que sabemos, corresponde a un estado
10. En mi libro Símbolos de transforma ción [OC 5] he descrito el caso de una joven de inconsciencia. No tiene importancia que ellos llamen a nuestro
con una «historia heroica», o sea, con una fantasía del ánimus que produjo abundante inconsciente «inconsciente universal»; el hecho es que en el caso de
cosecha de material mitológico. Rider Haggard, ltenoit y Goethe (en el Fausto) han subrayado los yogin lo inconsciente ha absorbido
el carIctcr histórico del
1nin~a.
LOS ARQUETIPOS Y LO INCONSCIENTE COLECTIVO
CONSCIENCIA, INCONSCIENTE E INDIVIDUACIbN

la consciencia del yo. Ellos no tienen presente que una «consciencia básicos psíquicos. He presentado, al menos en sus rasgos funda-
universal» es una contradictio in adiecto, puesto que excluir, mentales, la problemática de ese conflicto en mi trabajo Las rela
seleccionar, diferenciar, es la raíz y la esencia de todo lo que
ciones entre el yo y lo inconsciente. Pero un capítulo muy espe
reclama el derecho a llamarse «consciencia». En cambio, una
«consciencia universal», desde el punto de vista de la lógica, es cial es la simbólica del proceso, de enorme importancia, tanto
idéntica a la inconsciencia. Es cierto, no obstante, que si se aplican teórica como práctica, para conocer cómo continúa ese enfrenta-
exactamente los métodos del canon pali o del y o g a - s ú t r a se llega miento entre la consciencia y lo inconsciente. Mis
a un notable aumento de la consciencia. Pero, a medida que va investigaciones de los últimos años se han ocupado sobre todo con
aumentando la consciencia, cada uno de sus contenidos va ese tema. Así he comprobado, para mi gran sorpresa, que la
perdiendo claridad. Al final, la consciencia se vuelve amplia, pero formación de símbolos tiene las más inmediatas relaciones con
crepuscular; un número infinito de cosas desemboca en una totalidad representaciones alquímicas, siendo sobre todo las representaciones
poco clara, lo que casi viene a constituir una total identidad de los del «símbolo unificador»" las que dan los paralelos más
datos subjetivos y objetivos. Todo esto está muy bien, pero apenas significativos. Se trata, naturalmente, de procesos que no tienen
es recomendable en regiones situadas al norte del trópico de importancia para los estadios iniciales del tratamiento psíquico. En
Cáncer. casos más difíciles, sin embargo, como por ejemplo cuando hay
521 Esta es la razón por la que debemos tratar de buscar otra solución.
transferencias que quedan estancadas, esos símbolos se
Creemos en la consciencia del yo y en lo que llamamos realidad. Las desarrollan. Su conocimiento es de una importancia que no hay que
realidades de un clima nórdico son en cierto modo tan convincentes subestimar en el tratamiento de tales casos, sobre todo si se trata de
que nos sentimos bastante mejor si no las olvidamos. Para nosotros pacientes cultos.
524 En cuanto a la armonización de datos conscientes e inconscientes,
tiene un sentido el ocuparnos con la realidad. Por eso, la consciencia no es posible dar recetas sobre cómo hay que llevarla a cabo.
del yo europea tiende a absorber lo inconsciente, y si eso resultase Se trata de un proceso vital irracional que se expresa en
impracticable, se intenta al menos reprimirlo. Pero si se entiende determinados símbolos. Puede ser tarea del médico fomentar con su
algo de lo inconsciente, se sabe que no puede ser absorbido. Se ayuda ese proceso. En tal caso, el conocimiento de los símbolos es
sabe también que no es factible reprimirlo sin más, porque sabemos indispensable, pues en ellos se realiza la unión de contenidos
que lo inconsciente es vida y que esa vida se vuelve contra conscientes e inconscientes. De esa unión resultan nuevas
nosotros cuando se la reprime, como sucede con las neurosis. situaciones o posiciones de consciencia. Por eso yo he llamado a la
522 La consciencia y lo inconsciente no dan un conjunto total si lo uno es unión de los opuestos «función transcendental»*. Conseguir que la
reprimido y dañado por lo otro. Si han de combatirse mutuamente, personalidad pase a ser una totalidad es la meta de una psicoterapia
que sea al menos un combate honesto, con los mismos derechos para que no pretenda únicamente curar síntomas.
ambas partes, pues ambas son aspectos de la vida. La consciencia
debería defender su buen juicio y sus posibilidades de
autoprotección, y la vida caótica de lo inconsciente también debería
tener la posibilidad de obedecer a su propia naturaleza en la
medida en que nosotros podamos soportarlo. Eso significa
lucha declarada y, a la vez, colaboración declarada. Así debería
ser, a lo que parece, la vida humana. Es el viejo juego del martillo y
el yunque. El hierro que sufre entre ambos es forjado hasta dar
una totalidad indestructible: el «individuo».
523 Esto es más o menos lo que yo llamo «proceso de individuación».
Como ya sugiere el nombre, se trata de un proceso o desarrollo
progresivo que surge del conflicto de ambos hechos 11. Tipos psicológicos [OC 6], Definiciones, s.v. Símbolo, y capítulo 5, 3, b[§ 349 ss.].
8,2.* Tipos psicológicos, OC 6, Definiciones, s.v. Función transcendente, y OC ,2.

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