ESCUELA N°9 "INTENDENTE GERARDO YOYA"
Lengua y Literatura - Cursos: 4° A / B / C / D
Actividad:14 - Fecha: Segunda quincena de octubre
EL RELATO ENMARCADO
Supongamos que tenemos un grupo de relatos, aislados, diferentes, sueltos. Y deseamos reunirlos en un solo libro. La
primera opción sería publicarlos juntos en un libro como una colección de historias o bien podríamos intentar dar cierta unidad al
libro, haciendo que los relatos se relacionen entre sí. Supongamos que vamos por la segunda opción. Una forma de llevarla a cabo
sería mediante una técnica: la historia dentro de la historia. Les suena, ¿verdad? Seguramente habrán leído más de una obra con
este recurso y es probable que conozcan esta técnica por otros nombres como la caja china, la matriuska o muñecas rusas, la
narración enmarcada o el relato enmarcado.
Si les parece bien, vamos a recordar en qué consiste este recurso y algunas claves de esta técnica.
¿En qué consiste la técnica de la historia dentro de la historia?
La técnica de la historia dentro de la historia consiste en incluir uno o varios relatos dentro de una trama principal
A su vez, alguno de esos relatos puede contener otro cuento. Es decir, la trama principal es un marco donde se alojan
relatos que pueden ser únicos o abrazar a su vez otros relatos, al igual que una matriuska o muñeca rusa contiene en su interior
otra muñeca algo más pequeña que también albergaría otra muñequita, y así sucesivamente.
Hay muchas obras construidas mediante este recurso. Por ejemplo, Las mil y una noches, donde Sherezade, para evitar
que el sultán la decapite por la mañana, le cuenta durante la noche una historia que interrumpe al alba y promete acabarla a la
noche siguiente. La historia de la propia Sherezade sería esa trama principal, y los relatos que le cuenta al sultán Schariar y que
interrumpe tan oportunamente serían esas narraciones enmarcadas. Algunas de estas historias contienen, como decíamos antes,
otros relatos de la boca de otros personajes.
Tres claves de la técnica de la narración enmarcada
1. Da unidad a un libro de relatos. Al principio hablabamos de la posibilidad de utilizar este recurso para relacionar
diferentes relatos o cuentos en un mismo libro. En este caso, el grueso de la obra serían esos relatos y la narración
principal serviría para presentárselos al lector y para crear una obra cohesionada.
2. Ayuda a enriquecer una novela. Es posible que al pensar en cómo será la novela quieran incluir alguna historia
independiente de la trama o subtramas que estén desarrollando. Los motivos de incluir ese relato independiente pueden
ser varios. Por ejemplo, quizás quieran dar a conocer mejor a alguno de los personajes de la novela a través de su
“historia personal”. Esa “historia personal” del personaje no estaría relacionada directamente con la trama, pero les
serviría para informar al lector sobre alguna cuestión que quisieran resaltar de él. También puede ser que en un momento
de la novela quieran cambiar el ritmo o dar un respiro a la tensión de la trama principal para después incrementarla (como
cuando en una canción de pronto se hace el silencio y después comienza de nuevo la melodía). En estos casos, introducir
una narración enmarcada dentro de la historia principal de la novela puede ayudar a que el lector se quede “en suspenso”
y anhelante de que reanuden el argumento principal.
3. Pueden utilizar diferentes voces de narrador. Un recurso que pueden emplear para subrayar la diferencia entre la
trama principal y los relatos que quieras insertar es que cambien la voz del narrador. Por ejemplo, la trama principal
puede estar contada por un narrador en tercera persona y el relato que inserten puede contarse por uno de los personajes
de esa trama principal. De este modo, marcarán con claridad la historia que está dentro de la historia.
Ejemplos de relatos enmarcados
Una de las narraciones enmarcadas más importantes de la historia es sin duda Las mil y una noches, en la que un sultán
persa traicionado por su esposa se casaba cada noche con una mujer a la que mandaba decapitar al día siguiente. La joven
Sherezade conseguirá entretener a su esposo narrándole historias cuyo final no desvela al amanecer, de manera que el sultán
decide esperar una noche más y Sherezade sobrevive y se convierte en reina. Cada una de las narraciones de la joven genera
nuevas tramas, cada cuento lleva a otro nuevo hasta que logramos conocer el desenlace del primero. Borges hablaba de esta obra
como un juego de realidad y ficción y destacaba la noche central, en que la narradora comienza la historia de una mujer que para
salvar la vida cuenta a un sultán una serie de historias encadenadas.
En el siglo XIV encontramos tres obras esenciales y muy conocidas de relatos enmarcados: el Decamerón, los Cuentos de
Canterbury y El conde Lucanor. El Decamerón de Boccaccio está constituido por cien historias (cuentos y novelas cortas) a
partir de la huida de diez personajes de la epidemia de peste bubónica en Florencia. Los Cuentos de Canterbury es una colección
de veinticuatro cuentos a partir de una competición de relatos de un grupo de peregrinos que viajan de Londres a Canterbury para
visitar el santuario de Thomas Becket en la catedral. El conde Lucanor es una obra castellana que recoge cincuenta y un cuentos
enmarcados en la conversación que mantienen el conde y su ayo Patronio, en el que el primero solicita consejo para resolver
diversos problemas.
Mary Shelley escribió Frankenstein en 1881, una novela que se considera ejemplo de las narraciones enmarcadas. Se trata
de una novela epistolar en la que el aventurero Robert Walton escribe a su hermana una serie de cartas donde narra la historia de
la criatura que le cuenta el doctor Víctor Frankenstein. Este a su vez transmite directamente el testimonio de esa criatura, y esta la
historia de su familia. Al terminar la novela, Walton narra el final de cada una de las historias.
ACTIVIDAD: Escribir en la carpeta un resumen del relato enmarcado