LATINOAMÉRICA: EXPANSIONISMO Y HEGEMONÍA
ESTADOUNIDENSES (1900-1930)
El Imperialismo Moderno o Neoimperialismo se refiere a la política e
ideología de expansión colonial e imperialismo adoptada por las
potencias europeas y posteriormente por los Estados Unidos y Japón desde
fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX, aproximadamente desde
la Guerra Franco-Prusiana (1871) hasta comienzos de la Primera Guerra
Mundial (1914). El calificativo de "nuevo" es para contrastarlo con la primera
ola de colonización europea desde los siglos XV al XIX y con
el imperialismo en general. Se caracteriza por una persecución sin precedentes
de lo que ha sido denominado "el imperio por el imperio mismo", una agresiva
competición por la adquisición de territorios de ultramar acompañada por la
emergencia en los países colonizadores de doctrinas de superioridad racial que
negaban la capacidad de los pueblos subyugados para gobernarse en ellos
mismos.
Como hacia 1880 la mayor parte de África todavía estaba sin ocupar por
las potencias occidentales, ese continente se constituyó en el principal objetivo
de la "nueva" expansión imperialista, dando lugar al llamado Reparto de
África. Dicha expansión también tuvo lugar en otras áreas, notablemente en
el Sureste Asiático y las regiones marítimas del Este de Asia, donde Estados
Unidos y Japón se unieron a las potencias europeas en el reparto territorial.
Durante las décadas de 1940, 1950 y 1960, una ola de levantamientos
independentistas pone fin a los imperios coloniales europeos que aún
sobrevivían.
Con el colapso del Imperio Español en América Latina en las primeras
décadas del siglo XX dio al traste con el fin de la primera era del Imperialismo
Europeo, alrededor de 1820.
En Gran Bretaña, la era del Nuevo Imperialismo marcó un tiempo de
significativos cambios económicos. Debido a que el país fue el primero en
industrializarse, Gran Bretaña estuvo tecnológicamente adelantada de muchos
otros países durante la mayor parte del siglo XIX. Sin embargo, a finales del
siglo XIX, otros países como Alemania, Estados Unidos, Rusia e Italia pronto
se emparejaron con ella en cuanto a poder tecnológico y económico. Luego de
varias décadas de monopolio, el país luchaba por mantener una posición
económica dominante, a medida que las demás potencias se involucraban más
en los mercados internacionales.
En 1870, Gran Bretaña poseía el 31,8% de la capacidad mundial de
manufactura, mientras que Estados Unidos tenía el 23,3 % y Alemania el
13,2 %. En 1910, la capacidad industrial de Gran Bretaña había caído al
14,7 % mundial, mientras que en Estados Unidos había aumentado a 35,3 % y
en Alemania al 15,9 %. Mientras países como Alemania y Estados Unidos
crecían económicamente, comenzaban a involucrarse con el imperialismo,
resultando en que los británicos lucharan por mantener su volumen de
comercio y la inversión de ultramar.
Gran Bretaña enfrentaba relaciones internacionales tensas con las tres
potencias expansionistas (Japón, Alemania e Italia) durante principios del
siglo XX. Antes de 1939, estas tres potencias nunca amenazaron directamente
la propia Inglaterra, pero los peligros indirectos eran claros. Por la década de
1930, a Inglaterra le preocupaba que Japón ponga en peligro sus posesiones en
el Lejano Oriente, así como los territorios de la India, Australia y Nueva
Zelanda. Italia mostraba interés en el norte de África, amenazando al Egipto
británico, y el expansionismo alemán en el continente Europeo amenazaba la
seguridad de Inglaterra. Con su estabilidad y las explotaciones amenazadas,
Gran Bretaña decidió adoptar una política de concesión en lugar de la
resistencia, una política que se conoció como de apaciguamiento.
El poema de 1891 de Rudyard Kipling, "La bandera Inglesa," contiene la
estrofa:
Winds of the World, give answer! They are whimpering to and fro--‘
And what should they know of England who only England know?--‘
'The poor little street-bred people that vapour and fume and brag,‘
'They are lifting their heads in the stillness to yelp at the English Flag!‘
Estas líneas muestran la creencia de Kipling de que los británicos que
participaban activamente en el imperialismo sabían más acerca de la identidad
nacional británica que aquellos cuyas vidas se gastaban únicamente en las
metrópolis imperiales. En muchos sentidos, esta nueva forma de imperialismo
formó parte de la identidad británica hasta el final de la era del nuevo
imperialismo, con la Segunda Guerra Mundial.
El Neo-Imperialismo dio origen a nuevos puntos de vista sociales
del colonialismo. Rudyard Kipling en su poema The White Man´s Burden,
instó a Estados Unidos a "Tomar la carga" de llevar la civilización europea a
los demás pueblos del mundo, independientemente de si estos "otros pueblos"
quieran esta civilización o no. Esta parte de "la carga del hombre blanco" es
un ejemplo de la actitud de Gran Bretaña hacia la colonización de otros países:
Take up the White Man's burden—In patience to abide,
To veil the threat of terror
And check the show of pride;
By open speech and simple,
An hundred times made plain
To seek another's profit,
And work another's gain.
¿Qué buscaban las potencias mundiales con la expansión colonialista
global?
Materias primas.
Zonas de influencia.
Territorios satélite.
Nuevos mercados para colocar sus productos elaborados.
Desplazamiento del dominio colonial europeo por el dominio colonial y
neocolonial de los Estados Unidos
La dominación que ha ejercido y que ejerce Estados Unidos en
Latinoamérica es, en esencia, la de que las naciones de la región son en teoría
independientes, con toda la gala externa de países soberanos, siendo en
realidad estas economías y sus políticas, dirigidas en buena medida desde la
metrópoli norteamericana. Cuando un régimen no es del agrado de Estados
Unidos, promueven su caída por otro más afín a sus intereses.
Los métodos y la forma de esta dominación se le suele llamar
neocolonialismo. Es frecuente que el manejo neocolonialista sea ejercido
mediante medidas económicas o monetarias. Ya se ha visto que las naciones
de América Latina están presionadas a comprar los productos manufacturados
de los Estados Unidos, en virtud a la implícita prohibición de importar de
otros mercados.
El neocolonialismo significa, por una parte, poder sin responsabilidad
para el país que lo practica y por la otra, para quienes lo sufren, explotación
sin resarcimiento. El neocolonialismo engendra subproductos trágicos en los
estados que no son dueños de sus destinos, como las guerras limitadas y el
hambre.
Hasta ahora las colonias latinoamericanas son una de las fuentes de
riqueza de los Estados Unidos, que sirven para mitigar los conflictos de clase
dentro de la sociedad norteamericana. Por lo tanto, su cese implicaría una serie
de modificaciones del ordenamiento estructural de la economía
estadounidense y un leve descenso en el nivel de vida de este pueblo. Esta
significación es la que presiona a la vigencia implacable del neocolonialismo.
Los países latinoamericanos se convierten en esta forma en receptores de
tecnología inadecuada, productos caros, formas de organización productiva
ineficaces, capitales prestados a largos plazos, etc.
El éxito de esta política norteamericana se comprueba ante el aumento
paulatino e incesante de la pobreza latinoamericana y la riqueza
estadounidense.
Política exterior expansionista y Moralismo pedagógico estadounidense.
Las política exterior de los Estados Unidos, que para principios del siglo
XX se perfilaba ya como la primera potencia mundial, para con los países de
América Latina, se radicalizó hasta un punto tal, que llegaron a definirse
doctrinas político-económicas que violaban claramente la soberanía de las
naciones de nuestra región, entre las cuales cabe resaltar:
ü El Destino Manifiesto.
ü La Doctrina Monroe.
ü Corolario Roosevelt
ü El Gran Garrote.
El Destino Manifiesto
La doctrina del Destino manifiesto (en inglés, Manifest Destiny) es una frase e
idea que expresa la creencia en que Estados Unidos de América es una nación
destinada a expandirse desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Esta
idea es también usada por los partidarios para justificar otras adquisiciones
territoriales. Los partidarios de esta ideología creen que la expansión no solo
es buena, sino también obvia (manifiesta) y certera (destino). Esta ideología
podría resumirse en la frase: «Por la Autoridad Divina o de Dios».
La frase pasó a convertirse con el tiempo en una doctrina.
La Doctrina Monroe
La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos»,
fue elaborada por John Quincy Adams y atribuida al presidente James
Monroe en el año 1823. Establecía que cualquier intervención de los europeos
en América sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención
de Estados Unidos. La doctrina fue presentada por el presidente James
Monroe durante su sexto discurso al Congreso sobre el Estado de la Unión.
Fue tomado inicialmente con dudas y posteriormente con entusiasmo. Fue un
momento decisivo en la política exterior de los Estados Unidos.
Corolario Roosevelt
El Corolario de Roosevelt es una sustancial alteración (llamada “enmienda”) a
la Doctrina Monroe por parte del presidente de los Estados Unidos de
América Theodore Roosevelt. En su estado alterado, la Doctrina de
Monroe ahora consideraría a América Latina y el Caribe como territorio para
expandir los intereses comerciales de los Estados Unidos en la región,
adicional a su propósito original, de mantener la hegemonía europea fuera del
hemisferio.
En esta enmienda se afirma, que si un país latinoamericano y del Caribe
situado bajo la influencia de los EE. UU. amenazaba o ponía en peligro los
derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el
gobierno de EE. UU. estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del
país "descarriado" para reordenarlo, restableciendo los derechos y el
patrimonio de su ciudadanía y sus empresas.
Este corolario supone, en realidad, una carta blanca para la intervención de
Estados Unidos en América Latina y establece de facto derechos "quasi
o neocoloniales" de EE. UU. sobre países de la región
El “Gran Garrote”
La política del Gran Garrote o Big Stick es el nombre con que se conoce
a una tendencia en las relaciones diplomáticas estadounidenses de principios
del siglo XX. La frase, tomada de un proverbio
del África occidental era: «speak softly and carry a big stick, you will go far».
Aplicada a la política de Estados Unidos en América Latina, la frase
mostraba que el régimen de Roosevelt podía presionar a los
países latinoamericanos, particularmente los ribereños del Mar Caribe con una
intervención armada.
Señala el inicio del imperialismo estadounidense y de su actuación como
potencia mundial. En América Latina comenzaría una ola de dominio político
y económico estadounidense justificada en la marcada extensión del "derecho"
de Estados Unidos a intervenir en asuntos de otros países en defensa de los
intereses de ciudadanos estadounidenses