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Caso - Por Que Se Fue Don Blas

El documento describe un caso en una empresa de rodamientos donde un ingeniero despidió a un trabajador llamado Don Blas por usar un diseño de pinzas diferente al aprobado. Los demás trabajadores apoyaban a Don Blas porque su diseño permitía mayor producción. El ingeniero insistió en seguir las normas de la empresa licenciadora japonesa, mientras que los trabajadores querían mayor participación en decisiones sobre los procesos productivos.

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Caso - Por Que Se Fue Don Blas

El documento describe un caso en una empresa de rodamientos donde un ingeniero despidió a un trabajador llamado Don Blas por usar un diseño de pinzas diferente al aprobado. Los demás trabajadores apoyaban a Don Blas porque su diseño permitía mayor producción. El ingeniero insistió en seguir las normas de la empresa licenciadora japonesa, mientras que los trabajadores querían mayor participación en decisiones sobre los procesos productivos.

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CASO 4: ¿POR QUÉ SE FUE DON BLAS?

Antecedentes.

Rodamientos Automotrices, S.A. de C.V. es una industria con


licencia para usar una marca japonesa de baleros y otros
rodamientos para la industria automotriz. Se estableció en 1969
en el municipio de Juriquilla, estado de Querétaro. Su capital
social es de 100 millones de pesos. Cuenta con 700 trabajadores
en dos turnos, incluyendo al personal directivo y administrativo,
así como la fuerza de ventas. Su producción está destinada
básicamente a refaccionarias automotrices y fabricantes de
autopartes móviles. Su sistema de producción consiste en
procesos semi automatizados y estricto control de calidad de los
insumos del producto terminado. Desde hace tiempo tiene
planeado integrar controles de calidad en todas las fases de sus
procesos.

Escenario.

En una de las juntas que se realizaban los lunes de cada semana,


el ingeniero Velázquez, egresado del Tecnológico Regional de
Guanajuato y a la sazón con cinco años de antigüedad en la
empresa, quien la dirigía en su carácter de gerente de producción,
vehementemente señalaba que no se debían seguir usando las
pinzas abocardas (“hechizas”) en el ensamble de los baleros, ya
que para eso la compañía japonesa licenciadora había diseñado
la herramienta denominada “ostra”. Informó a su vez que don BIas
había sido despedido el viernes anterior por no obedecer a la
autoridad; despido del cual todos los obreros de la planta tenían
ya conocimiento. Don BIas era precisamente quien había
diseñado las pinzas abocardas en una ocasión en la cual no
había “ostras” disponibles en buenas condiciones, y las nuevas
estaban en camino desde Japón. Las pinzas abocardas llegaron a
ser conocidas como las “chatas” en el argot secreto de los
Operarios, lo cual les permitía usarlas a escondidas, ya que su
utilización cotidiana se hacía a pesar de la prohibición del
ingeniero Velázquez. Los obreros preferían trabajar con las pinzas
abocardas porque con e\las podían efectuar en menor tiempo
(25% aproximadamente) las operaciones de ensamblado.

Entre los trabajadores se corría el rumor de que don BIas había


retado al ingeniero Velázquez al asegurarle que su diseño era
mejor que el japonés porque permitía ahorro de tiempo en el
proceso y con ello ganaría más la empresa; que por envidia de
algunos no se aceptaba su mejora a las pinzas tipo “ostra”, ya que
permitirían que los obreros ganasen más dinero, al lograr producir
mayor cantidad de piezas por turno, pues en el contrato de trabajo
se estipulaba un incentivo económico por volúmenes de
producción individual superiores al estándar. Otro argumento de
don BIas en favor de sus pinzas era que las “ostras” habían sido
diseñadas para trabajar con aceros extranjeros, cuyo tipo no se
produce en nuestro país y que, en última instancia, hasta donde
él tenía conocimiento, no se había presentado el caso de
devoluciones por parte de los clientes de ninguno de los baleros
que él había procesado, mismos que podían ser fácilmente
identificados por su número de serie. , Se supo que don BIas,
antes de retirarse de la empresa sumamente inconforme con su
despido, había manifestado que él demandaría su reinstalación
ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Juan Pérez, empleado con más de 17 años de servicio en la


empresa y recientemente ascendido al puesto de subjefe del
mismo proceso en el cual trabajaba don BIas, consideraba el
despido como una injusticia. Juanillo, como le decían sus amigos,
ejercía un alto grado de autoridad moral entre los trabajadores
debido a su carisma y a su destreza manual. Tampoco le
parecían válidas las razones sostenidas por el ingeniero
Velázquez en cuanto a que el control “científico”, como le decía el
ingeniero, era norma incuestionable que debía seguirse al pie de
la letra.  El señor Pérez se atrevió a decirle al ingeniero Velázquez
que ellos podían demostrar a la empresa que salían mejor las
piezas ensambladas con las pinzas abocardas que las que se
ensamblan con las “ostras”, por lo que el despido de don BIas no
se justificaba, y que si en última instancia caía la producción no
era culpa de los trabajadores, ya que corno afirmaba don BIas la
“ostra” fue hecha para aceros japoneses y era más tardado hacer
el trabajo con ellas, Muy molesto, el ingeniero Velázquez contestó
que, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo vigente en
nuestro país, es potestad de la empresa fijar los métodos y
procedimientos de producción, y que conforme al artículo 47 de
dicha ley en la fracción XI, se señalan corno una causal de
rescisión del contrato laboral, sin responsabilidad patronal,
“desobedecer el trabajador al patrón o su representante, siempre
que se trate del trabajo contratado”, Por lo tanto, si algún
trabajador de Rodamientos Automotrices no aceptaba su decisión
sin causa justificada, sería despedido corno don BIas.

Después de lo dicho, el ingeniero Velázquez se dirigió a la


concurrencia recordándoles que el trabajo es una fuente de
autorrealización y que si una empresa desea lograr producción
con calidad debe respetar las normas de fabricación, además de
que si se obtiene la licencia se debe respetar la norma, ya que de
lo contrario hay peligro de perderla, Uno de los empleados
declaró: Don Blas tuvo causa justificada porque lo único que el
buscaba era sacar la producción, porque el dinero que se da
como incentivo francamente no vale la pena, además la empresa
cuando le conviene si permite que se usen las pinzas, cuando no
hay “ostras”, considero que la regla debe ser pareja.”

El ingeniero Velázquez contestó:

“Esa es una facultad discrecional de la empresa. Nosotros


mandamos y ustedes obedecen,” Y procedió a retirarse. Una vez
de espaldas y casi al alcanzar la puerta se oyó un chiflido
anónimo, ante lo cual, el ingeniero indicó a Juan que le
acompañara a su oficina, Al llegar a ésta, el ingeniero amenazó a
Juan diciendo le que si seguía de líder de los trabajadores
correría la misma suerte que don BIas, Lo único que respondió
fue: “No tengo la culpa de que los muchachos me sigan y si no
puede hablar en las juntas pa’ que venimos, mejor díganos todo
por escrito. Y tampoco entiendo pa’ que vino el señor del curso de
calidad total a hablarnos de mejora continua, participatividad e
iniciativa,” Dicho lo cual se retiró diciendo que si corría la misma
suerte que don BIas, le notificaría la causal con bases sólidas, Le
invitamos a que reflexione un poco al respecto y conteste las
siguientes preguntas:

1. Corno superior del ingeniero Velázquez ¿qué haría en un


caso como éste?
2. ¿Procedería usted a investigar si las pinzas abocardas son
mejores que las “ostras”? y en caso afirmativo, ¿cómo lo
haría?
3. En caso de confirmar que las pinzas abocardas funcionan
mejor, ¿qué debería hacerse?, y ¿qué haría en el caso
contrario?
4. ¿Qué método aplicaría para analizar las diferencias entre las
dos herramientas?
5. ¿Considera usted práctico invitar a los trabajadores, o al
menos a jefes de cuadrillas, a discutir sobre bases
estadísticas los rechazos y las causas de ellos?
6. En el caso de que los trabajadores participasen en el
análisis estadístico descrito en el punto anterior, y que se
probase que las pinzas abocardas funcionan mejor,
¿considera usted que debería aprobarse e implementarse
su uso?
7. Con estas condiciones de clima organizacional, ¿considera
usted que esta empresa está realmente preparada para
adoptar los métodos japoneses de calidad total mediante
procesos de mejora continua? En su caso. ¿Por dónde
empezaría un proceso de este tipo?
8. ¿Qué éxito pueden tener los procesos de mejora continua
en empresas que producen bajo licencia, ya que no está en
su capacidad modificar los procesos y productos sin
autorización?

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