El Mensaje Del Remanente en El Tiempo D
El Mensaje Del Remanente en El Tiempo D
OSCAR MENDOZA
ASOCIACIÓN PERUANA CENTRAL SUR
DIDAJÉ 1, NO. 2 (2013)
LIMA, PERÚ
63
rEsumEn
“El mensaje del remanente en el tiempo del in: Los mensajes de los tres án-
geles en Apocalipsis 14:6-12”.— La Iglesia Adventista del Séptimo Día siempre
se ha identiicado como el remanente del tiempo del in de Apocalipsis 12:17 y
ha sostenido que su mensaje se centra en los Mensajes de los tres ángeles (Mta) de
Apocalipsis 14:6-12. Sin embargo, inluidos por el mundo católico y evangélico,
muchos sermones y temas predicados en el adventismo solo presentan la gracia y
el amor de Cristo, dejando de lado su mensaje profético. Para un mejor cumpli-
miento de la misión, este artículo propone nueve verdades bíblicas extraídas de
los Mta en Apocalipsis 14:6-12. Este artículo se abordará desde la perspectiva con-
textual – bíblica; analizando cada una de las verdades que se extraen de los Mta.
abstract
“he Remnant Message in the Time of the End: he hree Angels Messages
In Revelation 14:6-12.”— he Seventh-day Adventist Church has always been
identiied as the end-time remnant of Revelation 12:17 and has claimed that her
message focuses on the three angels’ messages of Revelation 14:6-12. However,
inluenced by the Catholic and evangelical world, many sermons and topics prea-
ched in Adventism today only present the grace and love of Christ, putting aside
his prophetic message. For a better fulillment of our mission, this article proposes
nine biblical truths drawn from the three angels messages in Revelation 14:6-
12. his article will tackle the question from the biblical-contextual perspective,
analyzing each of the truths drawn from the three angels messages.
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El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl
fin: los mEnsajEs dE los trEs ángElEs En
apocalipsis 14:6-12
Introducción
1
Los textos serán citados de La Biblia de las Américas (La Habra, CA: he Lockman Foun-
dation, 1997).
2
Para tratar sobre la preocupante situación que está pasando el adventismo, en relación a la
proclamación del mensaje profético que tiene como remanente, véase Fernando Canale, “Completan-
do la teología adventista: La tarea teológica en la vida de la iglesia-Parte I”, DavarLogos 6, no. 1 (2007):
55-68. En adelante DavL. Ibíd., “Completando la teología adventista: La tarea teológica en la vida de
la iglesia-Parte II”, DavL 6, no. 2 (2007): 127-141; Ibíd., “¿Por qué los adventistas están adoptando
los estilos de vida seculares?”, heologika 26, no. 1 (2011): 84-136. En adelante heo. Ángel Manuel
Rodríguez, “Polarización teológica: Causas y tendencias”, Ministerio adventista, septiembre-octubre,
2011; Samuel Koranteng-Pipim, Recibiendo la palabra: ¿Cómo afectan a nuestra fe los nuevos enfoques
bíblicos?, trad. David Gullón (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2000); Geor-
ge Knight, La visión apocalíptica y la castración del adventismo (Miami, FL: Asociación Publicadora
Interamericana, 2009); Marvin Moore, Los desafíos del remanente: Los adventistas, los católicos, y la
“iglesia verdadera”, trad. Ana Gálvez Cruz (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2010).
3
En este artículo, cuando el autor señala que el remanente ha sido llamado para proclamar
los Mta, no indica que como iglesia se va a enseñar exclusivamente Apocalipsis 14:6-12. El énfasis en
sí, como base, es proclamar un mensaje profético basado a los libros de Daniel y Apocalipsis, en el
marco del conlicto cósmico y del santuario.
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4
Leslie Miller, Todo acerca de los ángeles, trad. Samuel Vila (Terrassa: Clie, 1974), 67, 70.
5
Para un mayor estudio sobre la identidad de los 144 000, su relación con la gran multitud
y el remanente de Apocalipsis 12:17, véase Ekkehardt Müeller, “he 144,000 and the Great Multi-
tude”, Biblical Research Institute, http://www.adventistbiblicalresearch.org/documents/144,000great
multitude.htm (consultado: 16 de abril, 2008); Oscar Mendoza Orbegoso, “Los 144 000 y la gran
multitud en el contexto de Apocalipsis 7 y 14”, heo 26, no. 1 (2011): 48-82.
6
William Johnsson, “he Saints’ End-Time Victory over the Forces of Evil”, SR-Book 2, 7:33.
7
William Shea, “he Mighty Angel and His Message”, SR-Book 1, 6:321. El Comentario
bíblico adventista, también, declara: “Esta visión es simbólica. El ángel representa a los santos de Dios
ocupados en la tarea de proclamar el Evangelio […]” (Francis Nichol, ed., Comentario bíblico adven-
tista, trad. Víctor Ampuero [Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1996], 7:841).
8
Por ejemplo, (1) en los tres casos aparecen después de los 42 meses, (2) estos tres grupos
guardan los mandamientos de Dios (implícitamente en Apocalipsis 13:10) rindiendo adoración a
Dios, (3) los tres son perseverantes en medio de las persecuciones del Dragón y sus representantes y
(4) los tres tienen el “testimonio de Jesucristo”/“fe de Jesús”.
9
Ekkehardt Müeller declara: “Ap 12:17; 13:10 y 14:12 están entrelazados y describen las
mismas características del remanente apareciendo bajo diferentes nombres” (“he 144,000 and the
Great Multitude”, 12). Véase, también, Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ: Commentary on
the Book of Revelation (Berrien Springs, MI: Andrews University Press, 2002), 270.
66
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10
Jacques Doukhan realizó un interesante paralelismo entre Apocalipsis 14:6-12 y la esce-
na del juicio de Daniel 7, concluyendo que “el paralelismo entre los dos pasajes sugiere que el mensaje
de los tres ángeles corresponde, en Daniel 7, al tiempo del juicio (Dn 7:9-12), o Kippur (Dn 8:14)”
(Secretos de Apocalipsis: El Apocalipsis visto a través de los ojos hebreos, trad. Claudia Blath [Buenos
Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008], 134).
11
“Missão às Etnias No ‘Ultimo Tempo’”, en O Futuro: A visao adventista dos últimos aconte-
cimentos, Artigos teológicos apresentados no V Simposio Bíblico-Teológico Sul-Americano em homenagem
a Hans K. LaRondelle, ed. Alberto Timm et al. [Sao Paulo: Casa Publicadora Brasileira, 2004], 350-351).
67
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12
Esta sección se desarrolla ampliamente en, Oscar Mendoza Orbegoso, “El ‘evangelio
eterno’ en el mensaje del primer ángel de Apocalipsis 14:6”, Estrategias 7, no. 1 (2010): 113-120.
13
En adelante AT. Del Nuevo Testamento es NT.
b sorah signigica “traer noticia”, especialmente en relación a encuentros militares (R.
14 e
Laird Harris, ed., “evangelion”, en heological Wordbook of the Old Testament [Chicago, IL: Moody
Press, 1981], 120).
Gerhard Kittel, “evangelion”, en heological Dictionary of the New Testament (Grand
15
68
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
2. La santiicación
Señor redime al ser humano del pecado. Las acciones salvíicas de Dios incluye el sacriicio de Cristo
en la cruz, sus funciones en el santuario celestial y inalizará con la tierra nueva. Creer que la salvación
es un acto, y que esta se logra únicamente en y por la cruz, es rechazar absolutamente la labor Sumo
sacerdotal del Señor Jesucristo (véase 1 Ti 2:5; Ro 8:34; Heb 4:16; 2:17). Para un mayor estudio sobre la
salvación, véase Ivan T. Blazen, “Salvación”, en Tratado de Teología adventista del séptimo día, ed. Roul
Dederen, trads. Tulio N. Peverini et al. (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009).
En adelante TTA. Ángel Manuel Rodríguez, Cruzando el abismo (Buenos Aires: Asociación Casa Edi-
tora Sudamericana, 2008).
17
Herbert Douglas, para saber en qué consiste el evangelio eterno, formula tres preguntas
claves relacionadas al ministerio terrenal de Cristo, estas son: ¿Por qué murió Jesús? ¿Por qué vino
Jesús? ¿Cuál es el objetivo del evangelio? Las respuestas son: murió para redimirnos, vino para salvar-
nos y el objetivo es restaurarnos (“What is the ‘Everlasting Gospel?’”, JATS 12, no. 2 [2001]: 145-151).
18
Un análisis sobre el juicio en las Escrituras está en, Gerhard F. Hasel, “Juicio divino”,
TTA, 918-963; Jiří Moskala, “Toward a Biblical heology of God’s Judgment: A Celebration of the
Cross in Seven Phases of Divine Universal Judgment (An Overview of a heocentric-Christocentric
Approach)”, JATS 15, no. 1 (2004): 138-168. Sobre el juicio pre advenimiento, véase Richard David-
son, “he Second Advent and the ‘Fullness of Time’”, Ministry, June-July, 2000, 41-47; Mervyn Moo-
re, El juicio investigador: Su fundamento bíblico, trad. Walter Erwin Steger (Buenos Aires: Asociación
Casa Editora Sudamericana, 2011).
69
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19
La correspondencia entre Daniel 7-8 y Levítico 16 está en Roy Gane, “¿Qué es la pu-
riicación del Santuario en Daniel 8:14?”, en Interpretación de las Escrituras: Preguntas y respuestas
bíblicas, ed. Gerhard Pfandl, trads. Aecio Cairus y Néstor Alberro (Buenos Aires: Asociación Casa
Editora Sudamericana, 2012), 237-241.
Traducción del autor del Libro de oraciones, Mahzor minroch hachana weyom hakippu-
20
rim, primera parte, 31, citado en Jacques B. Doukhan, Secretos de Daniel: Sabiduría y sueños de un
príncipe hebreo en el exilio, trad. Claudia Blath (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudameri-
cana, 2007), 133. Véase, también, Cliford Goldstein, “Que tu nombre esté sellado”, en Como fuego
en mis huesos, trad. Adriana Itin (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2001), 22.
70
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21
W. E. Vine, “gloria”, Vine: Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo
Testamento exhaustivo (Nashville, TN: Caribe, 2000), 220.
22
Raymond Holmes, “La adoración en el libro de Apocalipsis”, heo 15, no. 1 (2000): 14.
23
Doukhan, Secretos de Apocalipsis, 135.
71
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3. El juicio
24
Como declara Jacques Doukhan, “por lo tanto, parece que el texto de Daniel 7 está más
en la mente del autor que cualquier otro texto de Apocalipsis 14” (he Vision of the End [Berrien
Springs, MI: Andrews University Press, 1987], 60, 133). Véase, también, Ibíd., Secretos de Apocalipsis,
133-134. Por otra parte, Gregory Beale ha sugerido Daniel 4 como paralelo de Apocalipsis 14:6-8, por
la variedad de elementos semejantes encontrados en ambos pasajes (he Book of Revelation, en he
New International Greek Testament Commentary [Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1999], 750-754). No
obstante, Daniel 7 es más aceptable puesto que no solo se encuentran elementos parecidos a los de
Apocalipsis 14, sino que también el contexto escatologico relacionado al cuerno pequeño y al juicio es
el mismo, algo que en Daniel 4 no sucede.
25
Para un estudio sobre el principio profético de “día por año”, véase William Shea, Estu-
dios selectos sobre interpretación profética: Serie de la comisión de Daniel y Apocalipsis (Buenos Aires:
Asociación Casa Editora Sudamericana, 1990), 1:62-69; Merling Alomía, Daniel: El profeta mesiáni-
co, vol. 2 (Lima, Perú: Editorial Imprenta Unión, 2007), 294-302; Alberto Timm, “El ‘simbolismo en
miniatura’ y el ‘principio de día por año’ en la interpretación profética”, heo 22, no. 1 (2007): 17-33;
Cliford Goldstein, Ataque contra el lugar santísimo: Una respuesta contundente a recientes ataques
contra el santuario y Elena de White, trads. Sergio Collins, Miguel Valdivia y Fernando Zabala (Mia-
mi, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2005), 120-128.
26
Para un mayor estudio sobre la imagen escatológica y judicial del “Hijo del Hombre”
en Daniel 7, véase Arthur Ferch, “he Apocalyptic ‘Son of Man’ in Daniel 7” (hD dissertation,
Andrews University, 1979).
27
Estudios sobre la puriicación del santuario y las 2300 “tardes y mañanas”, se encuentran en
Richard Davidson, “In Conirmation of the Sanctuary Message”, JATS 2, no. 1 (1991): 93-114; William
Shea, “Supplementary Evidence in Support of 457 B.C. as the Starting Date for the 2300 Day-Years of Dan-
iel 8:14”, JATS 12, no. 1 (2001): 89-96; Gerhard F. Hasel, “he ‘Little Horn’, the Heavenly Sanctuary and the
72
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Hasta el día de hoy, los judíos celebran el Kippur como un día de juicio
o de expiación. Durante todo el año uno se puede olvidar de Dios y de la
religión, y cometer delitos. Pero hasta el villano más grande, si es judío, se
arrepentirá el Día de Expiación y temblará al sonido del shofar, la señal
del juicio divino. Los judíos identiican al Kippur con el Día del Juicio.30
Time of the End: A Study of Daniel 8:9-14”, en Symposium on Daniel, ed. Frank B. Holbrook (Washington,
DC: Biblical Research Institute, 1986), 2:378-425. En adelante SD. Siegfried J. Schwantes, “‘Ereb boqer of
Daniel 8:14 Re-examined”, SD, 2:462-474; Ángel M. Rodríguez, “El santuario”, TTA, 426-472.
28
Mientras que Daniel 7 airma que el juicio pre advenimiento iniciaría en cualquier fecha
después de los “tres tiempos y medio” (1260 días/años, que son los mismos 42 meses de Ap 13:5), es
decir, después de 1798 DC; Daniel 8:14 revela la fecha especíica: el juicio ha de comenzar después
de haber inalizado las 2 300 tardes y mañanas. Para más información sobre las escenas de juicio en
Daniel 7 y 8, véase William Shea, he Abundant Life Bible Ampliier: A Practical Guide to Abundant
Christian Living in the Book of Daniel 7-12, ed. George Knight (Boise, ID: Paciic Press, 1996), 109-
111, 143-148.
29
Para un mayor estudio sobre este día solemne, véase S. David Sperling, “Day of Atone-
ment”, en Encyclopaedia Judaica: Second Edition, ed. Fred Skolnik y Michael Berenbaum (Farming-
ton Hills, MI: Keter Publishing House, 2007), 5:488-493; Merling Alomía, El año agradable de Jehová:
Simbolismo y realidad de las iestas del antiguo Israel (Lima: Ediciones heologika, 2009), 152-162.
30
Secretos de Daniel, 129.
73
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(1) En este juicio incluyen los santos y los rebeldes. Los santos,
según el contexto de Apocalipsis 14, son aquellos que aceptan el evangelio
eterno (14:6) y “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” (v.
12). En el caso de los rebeldes, son los que han rechazado la verdad del
evangelio, pisotean la ley de Dios y desconfían del “testimonio de Cristo”.32
(2) El juicio es a favor de los santos y en contra de los rebeldes.
Los santos no deben sentir miedo ante el juicio, por el contrario, deben
estar siempre regocijados al saber que este acto es a favor de ellos (Dn
7:22). Los únicos que deben sentir pavor son los impenitentes. Por tanto,
este juicio es para salvación.33
(3) En este juicio se revela la misericordia y la justicia de Dios
tanto para los santos como para los rebeldes.
32
A la luz de Daniel 7 y 8, el juicio, también, lo recibe el cuerno pequeño (el anticristo).
33
Para un estudio sobre el juicio como salvación, véase Jiří Moskala, “he Gospel Accord-
ing to God’s Judgment: Judgment as Salvation”, JATS 22, no. 1 (2011): 28-49.
74
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he Sanctuary: Understanding the Heart of heology (Hagerstown, MD: Review and Herald,
34
1993), 128.
35
Para un mayor estudio sobre la segunda venida de Cristo, véase Richard P. Lehmann,
“Segunda venida de Jesús”, TTA, 1003-1038; Jack J. Blanco, “Deceptive View son the Second Coming”,
JATS 5, no. 2 (1994): 116-135; Arnold Wallenkampf, La demora aparente: ¿Depende de nosotros el día
y la hora del regreso de Cristo? (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1997).
75
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1844 DC, el Señor ha estado juzgando a cada persona que profesa ser hijo
suyo. Este proceso judicial culminará con la parusía. Según el registro
bíblico, el Señor vendrá solo para dar el veredicto, y para revelar quién irá
para vida eterna y quién irá para muerte eterna (véase Jn 5:29; Heb 10:
26-30; 2 Co 5:10; 1 P 4:17; Ap 20:12; 22:12).
(3) Revelar el poder y la gloria de Jesucristo. Cuando el Señor con-
versó con los del sanedrín, les dijo: “[…] os digo que desde ahora veréis al
Hijo del hombre sentado a la diestra del poder, y viniendo sobre las nubes
del cielo” (Mt 26:64), indicando que los que le traspasaron le verán venir en
gloria y majestad; ellos resucitarán en la segunda venida (Ap 1:7). El obje-
tivo de esta “resurrección especial”, será mostrar la gloria de Cristo; la que,
supuestamente, en el pensamiento judío del primer siglo, Jesús no poseía.36
(4) Vindicar la justicia y la misericordia de Dios. La justicia y la
misericordia de Dios fueron y están en tela de juicio. ¿Él es justo y mi-
sericordioso, o es injusto y no amoroso? En la cruz se observó tanto la
justicia como el amor divinos. No obstante, no todo se respondió en el
calvario. Precisamente, la segunda venida corroborará, una vez más, que
el Señor es justo y amoroso a la vez. Por una parte, él llevará a sus hijos
a la patria celestial; por otra parte, él juzgará a cada uno según sus obras.
Al inal de la cosas, todo ser viviente declarará: “PORQUE SUS JUICIOS
SON VERDADEROS Y JUSTOS, pues ha juzgado a la gran ramera que
corrompía la tierra con su inmoralidad, y HA VENGADO LA SANGRE
DE SUS SIERVOS EN ELLA” (Ap 19:2).
36
Para un mayor estudio acerca del pensamiento judío sobre el Señor Jesucristo en el
primer siglo y su actitud de rechazo, véase Oscar Mendoza, “Rechazando al más esperado”, Berit
Olam 5, no. 1-2 (2008): 85-93.
76
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4. El creacionismo
Adorarle únicamente a él
37
Para el primer mensaje, como síntesis de esta parte, no existe evolucionismo ni la vida
después de la muerte. Ambos puntos de vista contradicen la creación de Dios tal cual es presentada
en las Escrituras. Por un lado, el evolucionismo trata de contrariar el inicio de la vida; por otro lado,
la inmortalidad del “alma” el in de ella.
38
Apocalipsis: La consumación del plan eterno de Dios (Grand Rapids, MI: Portavoz, 1997), 283.
77
oscar mEndoza
Adorarle en su día
39
Al respecto, Josephine Massyngberde Ford declara: “El ángel heraldo en 14:6, 7 anuncia
la reairmación del decálogo y la adoración de un solo Dios, en oposición a la adoración de la imagen
(13:15) el cual violó los mandamientos. La referencia a Dios como Creador es entendido a la luz de
la referencia al cielo, tierra, y el agua debajo de la tierra de Éxodo 20:4” (Revelation, en he Anchor
Bible Commentary, eds. I. Howard Marshall y Donald A. Hagner [Doubleday, NY: Doubleday, 1975],
38:248). Asimismo, Ekkehardt Müeller comenta, “lo escrito en 14:7 especiica el cuarto mandamien-
to. Adorar a Dios como Creador también implica guardar su día santo, el día que Él instituyó en la
creación como una conmemoración de la creación” (“he End Time Remnant in Revelation”, JATS
11, no. 1-2 [2000]: 194). De igual manera, los editores de la 4ta edición del Griego del Nuevo Tes-
tamento notan en el margen que Apocalipsis 14:7b es una alusión a Éxodo 20:11 (Stefanovic, 416).
40
Para un estudio sobre el sábado, véase Samuelle Bacchiocchi, Divine Rest for Human
Restlessness (Rome: Pontiicial Press, 1980); Kenneth Strand, “Sábado”, TTA, 556-605; Alberto Timm,
El sábado en las Escrituras: Doctrina, signiicado y observancia (Buenos Aires: Asociación Casa Edi-
tora Sudamericana, 2010).
78
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
41
Una respuesta al evolucionismo, de parte de un cientíico creacionista, está en Ariel A.
Roth, La ciencia descubre a Dios: Siete argumentos a favor del diseño inteligente, trad. Cantábriga, S.
C. (Barcelona: Safeliz, 2009).
79
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¿Es posible que un ser perfecto como Dios cree seres imperfectos,
para que estos, evolucionando, se perfeccionen?
¿Es aceptable que Dios, quien es amor y actúa en base a ello (1 Jn
4:8), utilice la muerte y la destrucción como métodos de creación, y
luego pida a sus criaturas “permaneced en mi amor” (Jn 15:9, 10)?
¿Es sostenible que el Señor, siendo omnisapiente y omnipotente a la
vez, haya demorado miles de años en hacer la tierra, si él, con dicho
poder, pudo y puede crearla en tan solo un día, en una hora, y has-
ta en un minuto? ¿No declara el Salmo 19:4 que Dios creó la tierra
únicamente con su voz? ¿Cómo es que el omnipotente Creador usó la
evolución para la existencia de la creación?
¿Cabe la posibilidad de que Dios, quien es santo y no tiene nada
que ver con el pecado ni con la muerte, utilizó y permitió el desorden y
la destrucción para que su creación evolucione? ¿No dice las Escrituras
que “la paga del pecado es la muerte” (Ro 6:23) y que el originador del
pecado es Satanás (Is 14:12-14)? Además, ¿Cómo Dios va castigar al
pecador con la destrucción inal (Ap 20:14-15), si la muerte fue usada
por él en la creación?42
Si el Creador utilizó la evolución, que implica destrucción y muer-
te, esto haría pensar que el hombre no fue el causante del pecado ni de
la muerte en la tierra, sino el mismo Dios. Si la raza humana no fue la
responsable del pecado ¿De qué se lo va a juzgar? Si la muerte y la des-
trucción estuvieron antes de la creación ¿De qué se le va a librar? ¿De
la muerte, de la destrucción; si, después de todo, estos dos componentes
fueron parte de la metodología de Dios para crear?
Si la muerte y la destrucción existieron antes del pecado, entonces
¿Para qué vino Cristo a morir por el ser humano, si nosotros no so-
42
Norman Gulley, “¿Es el Génesis un relato literal de la creación?”, en Volviendo a los orí-
genes: entendiendo el pentateuco, VI simposio bíblico-teológico sudamericano, eds. Merling Alomía et
al. (Lima: heologika, 2006), 53-60. En adelante VLO.
80
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
mos responsables de todo esto? Además, ¿No dice las Escrituras que la
muerte de Jesús tenía como objetivos “salvar lo que se había perdido”
(Jn 3:17) y desenmascarar al responsable de la muerte, a saber, al Dia-
blo (1 Jn 3:8; Heb 2:14)? Si la muerte y la destrucción estaban dentro
de los planes de Dios para la creación, entonces, la muerte de Cristo no
salvó a nadie, y al único que se desenmascaró fue a Dios.43
Si los días de la creación duraron miles de años, por lo tanto, el sép-
timo día también tendría que durar mil (es) de años. Si es así, ¿Cómo
es posible que Dios ordene guardar el séptimo día y prepararse un día
antes para reposarlo (Éx 20:8-11; 16)?44
Si el Señor demoró miles de años para crear los cielos y la tierra,
entonces, también se demoraría miles de años para recrear los “nue-
vos cielos y la nueva tierra” (Ap 21:1), puesto que también utilizaría
el mismo método con el cual creó por primera vez la tierra. ¿Cuán
esperanzador sería el reino eterno que Dios creará, si en su primera
creación utilizó la destrucción y la muerte como métodos? De hecho,
toda esperanza de un mundo mejor quedaría en la nada.
43
Ibíd., 48.
Sin duda, la orden de reposar el día sábado determina que los días de la semana de la
44
creación también fueron de 24 horas y no miles de años, como plantea el evolucionismo “teísta”.
45
El evolucionismo teísta no tiene nada de teísta. Al contrario, es ateísta totalmente. Si esta
teoría fuera teísta, ¿Por qué presenta una imagen deformada de Dios? No hay duda, al aceptar esta
hipótesis, el ser humano llegará a rechazar al Creador y a su naturaleza como Ser divino. Para una
defensa bíblica del creacionismo frente al evolucionismo teísta, véase Marco Terreros, “Death before
the Sin of Adam: A Fundamental Concept in heistic Evolution and Its Implications for Evangelical
heology” (PhD Dissertation, Andrews University, 1994); Norman R. Gulley, “Creation: he Foun-
dational Importance of Scripture as Revelation”, JATS 15, no. 1 (2004): 91-124; Ibíd., “El desafío de la
evolución teísta a la doctrina bíblica de la creación”, heo 19, no. 2 (2004): 228-253; Víctor Choroco,
81
oscar mEndoza
Identidad de Babilonia
“El argumento de perfección: Una respuesta al evolucionismo teísta”, heo 18, no. 2 (2003): 450-475.
46
Según Gregory Beale y Sean M. McDonough, Commentary on the New Testament Use of
the Old Testament, eds. G. K. Beale y D. A. Carson (Grand Rapids, MI: Baker Academy, 2007), 1132,
la expresión “gran Babilonia”, probablemente, tiene como alusión el nombre de la ciudad expresado
en Daniel 4:30. Este capítulo registra a Nabucodonosor auto gloriicándose porque, según este rey, fue
él el responsable de aquella grandeza. Como resultado de su orgullo, el reino se le fue quitado (v. 31).
82
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en Apocalipsis (14:8; 16:19; 17:5; 18:2, 10, 21), será de gran ayuda. Estos
textos permitirán identiicar esta igura.
(1) “Babilonia la grande”, por el contexto escatológico y igurativo
en el que aparece (14:8; 17:1-5), es simbólico y no literal.47 Este no será el
imperio babilónico antiguo restaurado, como muchos piensan,48 puesto
que actualmente no existe.49
(2) Babilonia, en el AT, ha sido enemiga de Dios y de su pueblo.
Fue esta la que llevó cautivo a Israel (Judá) y profanó el santo templo de
Dios, tomando los vasos de oro (Dn 1:2); por tanto, este reino connota ido-
latría y violencia (persecución). Desde esta perspectiva, Babilonia apoca-
líptica es un poder que blasfema el nombre de Dios y oprime al remanente
(17:5, 14).50
(3) En Ezequiel 16, Israel, como pueblo de Dios en el AT, es pre-
sentado como “Babilonia” por la apostasía que acarreaba en ese momento,
y se lo describe como una prostituta llena de halagas y de vestidos (vv.
15-18). Según la relación Babilonia- pueblo de Dios (Israel), “Babilonia”
implica apostasía. Teniendo esto en consideración, la relación Pueblo de
47
Considérese el contexto simbólico en el que aparece esta imagen. Por ejemplo, en el capí-
tulo 14: “la bestia”, “la marca de la bestia” (vv. 9-10), “los 144 000” (vv. 1, 3), “el Cordero” (v. 4), etc. En
el capítulo 17: “gran ramera” (v. 1), “aguas” (v. 1), “bestia” (v. 8), “pelearán contra el Cordero” (v. 14), etc.
48
Entre ellos, Charles H. Dyer, “he Identity of Babylon in Revelation 17-18” (Master h.,
Dallas heological Seminary, 1979); Ibíd., “he Identity of Babylon in Revelation 17-18: Part 1”, Biblio-
theca Sacra 144, no. 575 (1987): 305-316; Ibíd., “he Identity of Babylon in Revelation 17-18: Part 2”,
Bibliotheca Sacra 144, no. 576 (1987): 433-449; Carballosa, 325-331; C. Dyer y A. E. Hunt, he Rise
of Babylon: Sign of the End Times (Wheaton: Tyndale, 1991); Kenneth W. Allen, “he Rebuilding and
Destruction Babylon”, Bibliotheca Sacra (1976): 19-27; homas D. Ice, “Babylon in Bible Prophecy”,
Pre-Trib Research Center (2009): 1-3; homas R. Edgar, “Babylon: Ecclesiastical, Political, or What?”,
Journal of the Evangelical heological Society 25, no. 3 (1982): 333-341. En adelante JETS. John Wal-
voord y R. Zuck, he Bible Knowledge Commentary (Wheaton, IL: Victor Books, 1985), 973; J. A.
Seiss, he Apocalypse: Lectures on the Book of Revelation (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1964), 397.
49
Los dispensacionalistas, promotores del rapto secreto, creen que “Babilonia” será el mismo
imperio restaurado que reaparecerá en el futuro. Sin embargo, tal interpretación no respeta la naturaleza
simbólica de Apocalipsis. Recuérdese que en el AT se profetizó que el imperio babilónico “nunca más será
poblada […] y sus días no se prolongarán” (Is 13:19-22; 48:14; Jer 50:2-10). Sobre el cumplimiento profé-
tico veterotestamentario de la caída del imperio neo babilónico, véase Homer Heater, Jr., “Do the Prophets
Teach that Babylonia will be Rebuilt in the Eschaton?”, JETS 41, no. 1 (March, 1998): 23-44.
50
Hay similitudes entre Babilonia antigua y Babilonia escatológica. Por un lado, Babilonia
antigua persiguió al pueblo de Dios, fue idólatra y blasfemó el nombre de Dios. Por otro lado, Ba-
bilonia escatológica “bebe la sangre de los santos” (Ap 17:4), embriaga a las naciones (14:8) y tiene
“nombres blasfemos” (17:3).
83
oscar mEndoza
La “caída” de Babilonia
(1) Sus actos de inmoralidad (14:8; 17:5; 18:2) e idolatría, las cua-
les también se relacionan con las verdades bíblicas que están en los Mta.
Por una parte, Babilonia embriaga a las naciones con falsas enseñanzas,
con el objetivo de que estas rechacen el poder salvíico de Dios y las ver-
dades reveladas en la Biblia. Por otra parte, el remanente testiica para
reconocer el poder salvíico de Cristo y las verdades que se encuentran en
su Palabra, en especial las que están en los Mta.
(2) Esta caída, según el mensaje del segundo ángel, es un anuncio
que profetiza su destrucción total (16:19; 18:10, 21), la cual se realizará en
el “juicio a la ramera” (18:21-24). Este anuncio tiene como objetivo indicar
que Babilonia está condenada. A pesar de su existencia, ella ya obtuvo la
51
LaRondelle, “Remanente y mensajes de los tres ángeles”, TTA, 985. Véase, también, Ibíd.,
“Babylon: Anti-Christian Empire”, SR-Book 2, 7:157-163; Ibíd., Las profecías del in, 407-12. Los si-
guiente teólogos piensan de manera similar a LaRondelle; entre ellos, Don L. Garilva, “he Develo-
pment of Ellen G. White’s Concept of Babylon in he Great Controversy”, JATS 18, no. 2 (2007): 223-
242; Ekkehardt Müeller, “Introduction to the Ecclesiology of the Book of Revelation”, JATS 12, no. 2
(2001): 213; Stefanovic, 448; Mario Veloso, Apocalipsis y el in del mundo (Buenos Aires: Asociación
Casa Editora Sudamericana, 1999), 183-4; Cliford Goldstein, “La crisis económica mundial ¿una
predicción bíblica?”, Revista adventista, julio, 2010, 7; Fernando Chaij, El drama inminente (Buenos
Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2001), 122.
84
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
condena eterna y todo aquel que permanezca en ella, será destruido (14:10).
Es por esta razón que el remanente invita a salir de Babilonia (18:4).
A través del segundo mensaje, el remanente proclama la caída de
la gran ramera e invita al pueblo de Dios a salir de ella, con el in de no
continuar en la apostasía (Ap 18:4). El remanente no debe olvidar que
también ha sido llamados para rescatar al pueblo de Dios invisible de las
manos de este poder opresor.52
52
Joel Musvosvi señala: “Al considerar la naturaleza de la Babilonia mística o espiritual,
debemos recordar que simboliza el sistema de creencias de las entidades que la caracterizan, no a sus
miembros individuales. Los miembros de estos sistemas están invitados a elegir entre los sistemas
falsos de creencias de Babilonia y el verdadero sistema descrito en la Biblia. No es correcto decir que
los miembros de las organizaciones a las que pertenecen incluyen Babilonia” (“El mensaje del primer
ángel”, en Lecciones de escuela sabática [Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, julio-
septiembre, 2001], 77).
53
Si bien es cierto el sello de Dios no es una “verdad bíblica”, sino solo una señal espiritual,
el objetivo de esta parte es enfatizar el reposo sabático como una señal..
54
La palabra “marca” aparece en el NT en Hechos 17:29 y Apocalipsis 13:16, 17; 14:9, 11;
19:20, y siempre se relaciona con la idolatría y con la marca de la bestia. En Apocalipsis, esta marca
está en un contexto de adoración mundial (13:12-18).
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55
A la luz de Apocalipsis 12 al 14, estos “mandamientos” son los diez de Éxodo 20. Para un
estudio sobre los “mandamientos de Dios” y su papel escatológico, véase William Shea, “he Contro-
versy over the Commandments in the Central Chiasm of Revelation”, JATS 11, no. 1-2 (2000): 216-231;
Oscar Mendoza Orbegoso, “Alusiones al sábado en Apocalipsis 12 al 14”, BOlam 7, no. 1 (2010): 156-162.
56
Los cuatro primeros mandamientos de Éxodo 20 ordenan: “No tendrás dioses ajenos
delante de mí” (v. 3), “No te harás ídolo, ni semejanza […] ni las adorarás” (vv. 4-5), “no tomarás el
nombre de Dios en vano (v. 7)” y “Acuérdate del día de reposo […]. Seis días trabajarás y harás toda
tu obra, más el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna”. Sin
embargo, la primera bestia hace que el mundo lo adore (vv. 5, 8) y también blasfema el nombre de
Dios (vv. 1, 5-6); no solo eso, la segunda manda que los hombres “hagan una imagen de la bestia”
(v. 14). Por último, mientras que el Señor decretó no hacer obra alguna en su día, la bestia que sube
del mar se atribuye la autoridad divina y prohíbe “comprar ni vender, sino el que tuviese la marca”
(v. 17). Todas estas acciones indican que los secuaces de Satanás en contra de los cuatro primeros
mandamientos. Véase Anthony MacPherson, “he Mark of the Beast as a ‘Sign Commandment’ and
‘Anti-Sabbath’ in the Worship Crisis of Revelation 12-14”, AUSS 43, no. 2 (2005): 277; Jon Paulien,
“Revisiting the Sabbath in the Book of Revelation”, JATS 9, no. 1-2 (1998): 179-186; João Antônio
Rodrigues Alves, “O Sábado no Apocalipse e sua Relação com a Crise Final”, DavL (2010): 59-67.
57
Estudios sobre la marca de la bestia en Apocalipsis 13:18, incluyen: Mervyn Maxwell, “he
Mark of the Beast”, SR-2, 7:41-132; Carlos Olivares, “Elementos para descifrar el 666: Una propuesta”,
DavL 8, no. 1 (2009): 31-58; Enrique Treyer, “Fuego del cielo y marca de la bestia: un estudio exegético
de Apocalipsis 13:11-18”, heo 12, no. 2 (1999): 78-101; Mendoza, “Alusiones al sábado”, 192-197.
86
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
decidirán serle iel; lo que involucrará rechazar la ley de Dios y, por ende,
su autoridad.
Asimismo, el tercer mensaje advierte que aquellos que decidirán
tener la “marca” serán castigados con la “ira de Dios” (14:10), enfatizando
así las consecuencias de recibir esta marca.
El remanente, conociendo que el cumplimiento de esta profecía
es para el futuro y no necesariamente para el presente,58 debe continuar
proclamando este mensaje con un in preventivo y no condenatorio. El
énfasis de esta verdad es darle el debido lugar a la ley de Dios y no conde-
nar a los que la rechazan.
58
Cuando se menciona que este mensaje es para el futuro y no necesariamente para el
presente, es porque lo que registra Apocalipsis 13:12-18, el contexto de la marca de la bestia, aún no
se ha cumplido. Las acciones de la bestia que sube de la tierra, la marca de la bestia y la persecución
inal son acontecimientos futuros. No obstante, los eventos que están ocurriendo determinan que
estos sucederán muy pronto. Véase Cliford Goldstein, El gran compromiso: Cómo católicos y protes-
tantes están desvirtuando la Reforma y cumpliendo la profecía (Miami, FL: Asociación Publicadora
Interamericana, 2001); Ibíd., El día del dragón: Los eventos actuales preparan el escenario para el
cumplimiento de la profecía, trad. Mario A. Collins (Miami, FL: Asociación Publicadora Interameri-
cana, 1994); Marvin Moore, ¿Será que podría pasar? Apocalipsis 13 a la luz de la historia y los sucesos
actuales, trads. Ricardo Bentancur, Edwin López y Miguel Valdivia (Miami, FL: Asociación Publica-
dora Interamericana, 2008).
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8. La “fe de Jesús”
88
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59
Lo que se acaba de deinir es muy importante. Algunos creen que el “testimonio de Jesu-
cristo”, en Apocalipsis 12:17, es el “evangelio eterno”. No obstante, al analizar el “testimonio de Jesús”,
parece que tal interpretación no es cercana al texto bíblico. El énfasis de la segunda característica
del remanente es que este tiene o posee aquel “testimonio”, y no que lo predica o proclama. Además,
como se acaba de ver, existe una deinición explícita en 19:10, en paralelo con 22:8-10. Para mayor es-
tudio, véase Gerald Pfandl, “he Remnant Church and the Spirit of Prophecy”, SR-Book 2, 7:304-306.
Creer que el “testimonio de Jesús” es el “evangelio”, es limitarse únicamente en la “salvación” y dejar
de lado otras verdades que enseña la Palabra de Dios. Al respecto, Fernando Canale señala: “Por eso,
las verdades bíblicas no pueden limitarse a Dios y la salvación, como parecen sugerir otros modelos,
sino que abarcan la sorprendente diversidad de verdades relacionadas entre sí en cuanto a Dios y sus
obras. Los exégetas y los teólogos deben tener especial cuidado de no ahogar esta riqueza diciendo
unilateralmente que solo son relevantes ciertas verdades salvíicas, descartando el resto. Obrar así
pondría a los teólogos en un empeño reductor y distorsionador de la ‘esencia’ del mensaje cristiano,
descartando la mayoría de las enseñanzas cristianas como si estuviesen condicionadas culturalmente
y resultasen, por lo tanto, prescindibles” (“Revelación e Inspiración”, en Entender las sagradas Escri-
turas: Un enfoque adventista, ed. George Reid [Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana,
2006], 88-9. En adelante ESE).
60
El “testimonio de Jesús” en Apocalipsis 12:17 no solo incluye lo que está escrito en la Bi-
blia, sino también la existencia de un profeta en el tiempo del in. Según el texto, el remanente tendrá
el don profético en sus ilas. Dicho don lo recibió Elena de White.
61
Hans K. LaRondelle, “La palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo”, Ministerio ad-
ventista 322, 06, 2006, 26.
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9. El santuario
62
Veloso, 177.
63
Se debe considerar el mensaje judicial que proclama el primer ángel, puesto que los
juicios siempre se ha emitído desde el santuario (Lev 16; Nm 12:1-5; 16:19; Sal 102:19-28).
64
Para un estudio sobre la relación entre el Santuario y los Mensajes de los tres ángeles, véase
90
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
Desde la antigüedad, Dios enseñaba, por medio del santuario, las verdades
que él quería que su pueblo aprenda.65 Se presentan cuatro ejemplos:
Alberto Timm, “he Sanctuary and the hree Angels’ Messages 1844-1863: Integrating Factors in the
Development of Seventh-Day Adventist Doctrines” (PhD dissertation, Andrews University, 1995).
65
Antes de la inauguración del santuario terrenal, fueron los “altares”, ediicados por los
patriarcas (Gn 8:20; 12:7, 8; 35:7; Éx 17:15), los que enseñaban el plan de salvación. Para un mayor
estudio sobre el altar en el Pentateuco y su signiicado para el NT, véase Raúl Quiroga, “El binomio
altar/sacriicio como centro teológico del Pentateuco y su signiicado y simbolismo para el Nuevo
Testamento”, VLO, 375-388.
66
Desequilibrio fatal: La verdad acerca del juicio, el santuario y la salvación, trad. Mario A.
Collins (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), 72.
67
Para un mayor estudio sobre la relación entre el juicio y el santuario, véase Shea, Estudios
selectos sobre interpretación profética, 1-24.
68
Otro ejemplo, de los varios que existen, es la relación entre el santuario y el sábado. A
través de las invitaciones hechas por Dios desde su santuario (cuyo día central era el séptimo día),
los judíos comprendían mejor la naturaleza del sábado y su relevancia (cf. Éx 12:16; Lev 16:30, 31).
69
“he Message of God’s People in the Old Testament”, JATS 19, no. 1-2 (2008): 26. Tam-
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Por tanto, como el santuario terrenal (tipo) fue sombra del celes-
tial (anti-tipo), las verdades bíblicas que están en los Mta se deben ense-
ñar a la luz del santuario celestial y la labor sumo sacerdotal de Jesucristo
(sin dejar de lado el santuario terrenal como tipo). Rechazar el santuario
es “romper la médula” de la Palabra de Dios; lo que generaría confusión y
distorsión del plan de salvación.
Enseñar sobre el santuario es vital para la redención del ser hu-
mano. Todas las naciones necesitan saber que existe un lugar donde Dios
está salvando al pecador. En dicho lugar, el sumo sacerdote Jesucristo está
intercediendo ante el Padre (1 Ti 2:5), con el in de expiar los pecados de
sus hijos (1 Jn 2:1; Heb 2:18; 4:16). Uno de los propósitos es declararlos
justos, como si nunca hubiesen pecado.
A través de este mensaje, el remanente anuncia al mundo que exis-
te un lugar de eterna redención en el cielo, y este es el santuario celestial.
bién, véase Roy E. Gane, Leviticus, Numbers, en he NIV Application Commentary (Grand Rapids, MI:
Zondervan, 2004); Arnold V. Wallenkampf y W. Richard Lesher, eds., he Sanctuary and the Atone-
ment: Biblical, Historical, and heological Studies (Washington, DC: Review and Herald, 1981).
92
El mEnsajE dEl rEmanEntE En El tiEmpo dEl fin
70
No hay duda, para que las bestias de Apocalipsis 13 engañen a los moradores de la tierra,
estas distorsionarán lo que está escrito en la Palabra de Dios y engañarán con falsas creencias. El
único propósito de estas acciones será quitarle toda la autoridad a la Biblia.
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Como por ejemplo, la vida después de la muerte, la observancia del día domingo, adorar a
muchos dioses, el hombre vino producto de la evolución y es el centro del universo, la ley fue abolida, etc.
Aún hay más ejemplos en los Mta: (1) el juicio a la ramera (“ha caído Babilonia”); (2) la ira
72
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Conclusión
de Dios sobre los que tienen la marca de la bestia (“beberá del vino de la ira de Dios, v. 10-11”), etc. Todos
estos ejemplos revelan la importancia de proclamar los Mta a la luz del juicio y del santuario celestial.
73
Jon Paulien, “La hermenéutica de la apocalíptica bíblica”, ESE, 299, comentando el lugar
central que ocuparon Daniel y Apocalipsis en los pioneros adventistas, da cuatro razones por las
cuales el estudio de estos dos libros proféticos son relevantes para la identidad adventista y el cum-
plimiento de la misión: (1) Daniel y Apocalipsis aportaron gran parte del contenido que hace de la
teología adventista algo único en el mundo cristiano; (2) estos libros apocalípticos constituyeron la
médula de la identidad y la misión adventistas, particularmente la convicción de que el movimiento
adventista había de desempeñar un papel primordial en la preparación del mundo para el pronto
regreso de Jesús; (3) el sentido apocalíptico de que Dios controlaba la historia dio conianza para
proseguir aun cuando el movimiento era pequeño y las diicultades grandes y (4) el sentido de un
in próximo, alimentado por el estudio de Daniel y Apocalipsis, aportó la motivación para llevar este
mensaje al mundo en un breve período.
Knight, 22.
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Veloso, 178.
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